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Preparación: Poder leer los versículos con anterioridad, si como las lecturas que se le sindica
como referencia para que sepan las historias más que todas las de las rebeldías. El predicador
deberá ser ejemplo de ser un buen escudero y de honrar a sus líderes, deberá examinar su
corazón y ponerse a cuentas sin en caso no ha sabido ser un escudero o haya algún indicio de
rebelión en su vida.
Objetivos: que cada líder al ser lanzado reconozca que ha sido llamado a ser un escudero y a
honrar a sus autoridades, que conozcan lo que es la rebeldía y que se sepan guardar de ella.
Puntos claves: esta predica es muy importante ya que se trata de enseñarle a las personas a
respetar las autoridades, no solo los Pastores sino a sus propios líderes, que sepan que DIOS es
él que los escogió y que los deben de honrar. Así mismo deben de saber que es un escudero y el
trabajo que este hace. Y por último, pero no menos importante, tocar el tema de la rebelión, como
nace y sus consecuencias.
Desarrollo
QUÉ ES LA COBERTURA
Cobertura es estar al cuidado y protección de una persona, bajo las bendiciones y promesas
que Dios le ha hecho a ésta, a quien debemos respeto, obediencia y fidelidad, y quien es el
encargado de formar nuestra vida.
Según Génesis 17.1-2 la obediencia de uno bendice a muchos, y así es con la autoridad que
Dios ha puesto para bendecirnos. En la cobertura opera la herencia de bendición, contrario a las
maldiciones generacionales.
Principios de la cobertura
Cobertura es estar al cuidado de personas que han sido bendecidas por Dios. Es recibir bendición a
través de una persona que le fue obediente a Dios y le creyó.
Para estar bajo la cobertura de alguien hay que seguir la visión de esa persona. Esa cobertura
será efectiva si existe una relación de discipulado.
Aquel que está bajo cobertura sigue los mismos principios y valores que su maestro o mentor le
ha instruido y corregido.
Tener cobertura es estar bajo la autoridad de alguien. Al estar en cobertura se trabaja como un
solo equipo, bajo una cabeza que lo dirige.
La cobertura es como la relación que existe entre un padre y un hijo. Existe cobertura donde hay
relación de autoridad, como en la familia, en los negocios, en la Iglesia y en la nación.
Respetando a autoridades
La persona que sabe honrar se conoce cuando tiene motivos para no hacerlo y aun así lo hace. No
todos los que fueron llamados a recibir la bendición la reciben; algunos la menosprecian. Jesús dijo
que muchos son llamados pero pocos los escogidos. La bendición no se les da a aquellos que la
menosprecian o que deshonran a sus autoridades, aunque más tarde la procuren con lágrimas. Un
ejemplo de ello es Esaú, que menospreció la primogenitura. Otros en cambio la aprecian y la reciben
en lugar de los primeros, como lo hizo Jacob. No hay bendiciones de la cobertura para personas que
no honran a aquel que es puesto por autoridad. Dios no ve lágrimas, ve corazones; corazones que
honran. Recuerden que no es lo mismo pecar para arriba, que pecar para abajo, David aun teniendo
la oportunidad para matar a Saúl (quien lo buscaba para matarlo), no lo hizo, porque sabía que Saúl
era el Rey y el estaba por encima de él, supo respetar a una autoridad. Las consecuencias de alguien
que peca (murmura, etc.) contra una autoridad son fuertes.
Dios no le agrada cuando nosotros dejamos de obedecer, el dejar de obedecer significa que no
creemos o no dimensionamos la autoridad de quien nos está pidiendo algo por hacer, sin mencionar
cuando Dios mismo nos pide algo y decidimos no hacerlo, esto significa; que no tenemos fe, o sea
no creemos en quien nos está pidiendo la orden y por consiguiente podemos caer en falta de respeto,
rebeldía, etc.
Que es un escudero?
La segunda palabra es “keliy”, de la raíz “kalah”, que significa poner fin. Algunas
aplicaciones son: completar, consumir, destruir totalmente, terminar, acabar, obtener por completo,
arrasar por completo
De estas dos palabras hebreas, podemos ver que el deber del escudero era: estar al lado
de su líder para asistirlo, ponerlo en alto, y protegerlo de cualquier enemigo que le pudiera
atacar.
El llamado del escudero es un papel de extrema importancia en el cuerpo de Cristo. Usted es el
apoyo directo de su líder, y sus habilidades, su lealtad y su sinceridad son valiosos dones que su
líder tiene en alta estima. Cuando usted sirve a su líder, esta honrando al Señor. Estos escuderos
estaban consagrados y dedicados a sus líderes y eran elegidos basados a su lealtad, sinceridad y
valor.
Debe fortalecer a su líder. Un verdadero escudero siempre demostrará y producirá una actitud
de fe y paz. Le provee descanso mental.
Debe tener un hondo sentido de respeto hacia su líder, y aceptación y tolerancia a la
personalidad del líder.
Debe entender los pensamientos de su líder, instintivamente.
Debe caminar de acuerdo con su líder y estar sujeto a él.
Debe hacer que el ascenso de su líder sea su meta más importante.
Debe poseer una fuerza inagotable para lanzarse, empujar y forzar su camino hacia adelante sin
darse por vencido a pesar de ser maltratado.
Debe seguir las órdenes inmediata y correctamente.
Debe apoyar a su líder y ser fiel en todo tiempo
Debe ser un gran comunicador.
Debe tener una disposición buena y ardiente para ganar victorias para su líder.
Debe tener la habilidad de ministrar fuerza y valor a su líder
Lo que importa en la posición que ocupemos es que Dios no ha llamado para desempeñar esa
tarea. Recordemos esta frase “Florece donde seas Sembrado”.
Deja que Dios te exalte y te de promoción donde estás. (1Pe. 5:6)
La rebelión.
Según el diccionario, es levantar a alguien haciendo que falte a la obediencia debida, es oponer
resistencia. Esta es muy sutil, nace en el corazón de aquel que no esta conforme en el lugar en
donde esta, aquel que siempre quiere hacer su voluntad y en aquel que no tiene un corazón
enseñable.
Romanos 13:1 Toda autoridad es dada por Dios, tu debes de respetar y honrar a tus lideres
que han sido puestos por Dios.
Corè Num 16:1-50 (leerlo para referencia) El fin fue la destrucción y no solo él sino su familia,
pertenencias y personas que aceptaron rebelarse a la autoridad. Lo delicado de la rebelión, es
que el rebelde busca seguidores y lo hace sutilmente. 1ra Reyes 1:5
Proverbios 16:18. No es lo mismo pecar para abajo, como para arriba. David aun teniendo la
oportunidad para matar a Saúl (quien lo buscaba para matarlo), no lo hizo, porque sabía que
Saúl era el Rey y él estaba por encima de él, supo respetar a una autoridad. Las consecuencias
de alguien que peca (murmura, etc.) contra una autoridad son fuertes.
Génesis 17:
Dios dijo a Abram: "Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto". Dios
tiene el mismo mensaje en la actualidad para nosotros. Tenemos que obedecerle porque
El es Dios. Esta es una razón suficiente. Si usted no piensa que los beneficios de la
obediencia valen la pena, piense bien quién es Dios: el único que tiene el poder y la facultad
de satisfacer todas sus necesidades. 17.2-8 ¿Por qué Dios repitió su pacto a Abram? Dos
veces antes, Dios había mencionado este acuerdo (Génesis 12 y 15). Sin embargo aquí
Dios lo estaba retomando y preparando para ser llevado a cabo.
dijo:
Dios, pero son muy pocos aquellos a los que Dios acepta.»
Cuando se hacían las invitaciones a una gran fiesta, como una fiesta de bodas, no
se especificaba cuándo tendría lugar; y cuando ya todo estaba preparado, se
enviaban los siervos con la notificación final para decirles a los invitados que
vinieran. Así que, el rey de esta parábola hacía tiempo que había hecho las
invitaciones; pero mandó aviso a los invitados de que ya podían venir cuando ya
todo estuvo preparado -y se negaron de una manera insultante. Esta parábola tiene
dos significados. . (i) Tiene un significado puramente local: remachaba lo que ya se
había dicho en la parábola de los labradores malvados; de nuevo se trataba de una
acusación a los judíos. Los invitados que se negaron a ir cuando llegó el momento
representan a los judíos. Desde tiempo inmemorial Dios los había invitado a ser Su
pueblo escogido; sin embargo, cuando vino al mundo el Hijo de Dios, y fueron
invitados a seguirle, se negaron despectivamente. El resultado fue que la invitación
de Dios se hizo por los caminos y los senderos; y los que iban por ellos representan
a los pecadores y a los gentiles que no esperaban nunca una invitación al Reino.
Como lo comprendió el evangelista, las consecuencias del rechazamiento fueron
terribles. Hay un versículo en la parábola que nos. da la impresión de estar fuera de
lugar; y es porque probablemente no formaba, parte de la parábola original tal como
la dijo Jesús, sino que fue una interpretación del evangelista. Es el versículo 7, que
dice que el rey mandó sus ejércitos contra los que rechazaron la invitación, y
quemaron su ciudad. Esta introducción de los ejércitos y esta quema de la ciudad
parece a primera vista totalmente fuera de lugar en el contexto de las invitaciones a
una fiesta de bodas. Pero Mateo estaba componiendo su evangelio en algún
momento entre los años 80 y 90 d C. ¿Qué había sucedido durante el período entre
el ministerio de Jesús y entonces? La respuesta es obvia: La destrucción de
Jerusalén por los ejércitos de Roma en el año 70 d C. El templo fue saqueado y
quemado; y la ciudad, destruida de tal manera que se hizo pasar por toda ella un
arado. Un terrible desastre había acontecido a los que se negaron a reconocer al
Hijo de Dios cuando vino. El evangelista añade como comentario suyo las cosas
terribles que sucedieron de hecho a la nación que se negó a aceptar el camino de
Cristo. Y es, por supuesto, el sencillo hecho histórico que, si los judíos hubieran
aceptado el camino de Cristo, y se hubieran conducido con amor, humildad y
sacrificio, nunca habrían sido el pueblo rebelde y guerrero que acabó por provocar
la ira vengativa de Roma, que no puedo soportar más sus maquinaciones políticas.
(ii) Igualmente, esta parábola tiene mucho que decir en una escala mucho más
amplia. (a) Nos recuerda que la invitación de Dios es a una fiesta tan alegre como
una fiesta de bodas. Su invitación es a la alegría. El considerar el Cristianismo como
una renuncia lúgubre a todo lo que trae risa y regocijo y gozosa compañía es
confundir toda su naturaleza. Es al gozo a lo que se invita al cristiano; y es el gozo
lo que se pierde si se rechaza la invitación. (b) Nos recuerda que las cosas que
hacen a las personas sordas a la invitación de Cristo no son necesariamente cosas
malas. Un hombre se fue a su hacienda; otro, a sus negocios. No se descarriaron
por caminos de vicios salvajes o de aventuras inmorales. Fueron a ocuparse de las
excelentes tareas de la administración eficaz del negocio de su vida comercial. Es
muy fácil estar tan ocupado con las cosas del tiempo que se olvidan las de la
eternidad, estar tan preocupado con las cosas que se ven que se olvidan las que no
se ven, escuchar las demandas insistentes del mundo que no se oye la suave
invitación de la voz de Cristo. La tragedia de la vida es que son a menudo las cosas
menos buenas las que desplazan a las mejores, las cosas que son buenas en sí
mismas las que excluyen a las cosas excelentes. Una persona puede estar tan
ocupada ganándose honradamente la vida que no se da cuenta de que está
realmente perdiendo la vida; puede estar tan ocupada con la administración y
organización de la vida que se olvida de vivir. (c) Nos recuerda que la llamada de
Cristo no es tanto a considerar el castigo que se nos viene encima como a ver lo
que nos perderemos si no seguimos Su camino. Los que no quisieron ir fueron
castigados, pero su verdadera tragedia fue que se perdieron la alegría de una fiesta
de bodas. Si rechazamos la invitación de Cristo, algún día nos daremos cuenta de
que lo peor no es lo que suframos, sino el darnos cuenta de las cosas preciosas
que nos habremos perdido. (d) Nos recuerda que en último análisis la invitación de
Dios es la invitación de la gracia. Los que iban por los caminos y los senderos no
tenían ningún derecho a la atención del rey; no podrían nunca haberse esperado el
ser invitados a una fiesta de bodas reales, y todavía menos se les habría podido
ocurrir que se lo habían ganado. No se les presentó de ninguna otra manera que
por la hospitalidad que les ofrecía el rey a brazos y corazón abiertos. Fue la gracia
la que ofreció la invitación, y la que congregó a aquellos invitados.
Jacob.
29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,
dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues
30
servirá la primogenitura?
primogenitura.
Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió
34
Por eso Isaac lo quería más. Jacob, en cambio, era muy tranquilo y
prefería quedarse en casa, por eso Rebeca lo quería más que a Esaú.
29Un día, Jacob estaba preparando un sabroso plato de comida. En eso
llegó Esaú del campo con mucha hambre, 30 y le gritó:
—¡Me estoy muriendo de hambre! ¡Dame ya de esa sopa roja que estás
cocinando!
32 Esaú exclamó:
Vv. 27, 28. Esaú cazaba las bestias del campo con destreza y éxito hasta que llegó
a ser un vencedor que dominaba a sus vecinos. Jacob era un hombre sencillo, que
gustaba de los deleites verdaderos del retiro, más que de todos los pretendidos
placeres. Él fue un extranjero y peregrino en su espíritu, y un pastor todos sus días.
Isaac y Rebeca tuvieron solo estos dos hijos: uno era el favorito del padre y el otro
de la madre. Aunque los padres piadosos deben sentir más afecto hacia un hijo
piadoso, sin embargo, no deben mostrar preferencias. Que sus afectos los
conduzcan a hacer lo que es justo y equitativo con cada hijo o surgirán males.
25.31 La primogenitura era un honor especial que recibía el primer hijo que nacía. Incluía
una doble porción de la herencia de la familia junto con el honor de llegar a ser algún día el
líder de la familia. El hijo mayor podía vender su primogenitura o regalarla si quería. Pero
perdía su posición de líder de la familia. Al vender su primogenitura, Esaú demostró
desprecio hacia las bendiciones espirituales que recibiría si mantenía su primogenitura. En
efecto, Esaú menospreció su primogenitura (25.34). 25.32, 33 Esaú entregó los beneficios
permanentes de su primogenitura por el placer inmediato de la comida. Actuó
impulsivamente por satisfacer deseos inmediatos, sin detenerse a considerar las
consecuencias a largo plazo de lo que hacía. Nosotros podemos caer en la misma trampa.
Cuando vemos algo que deseamos, nuestro primer impulso es obtenerlo. Al principio nos
sentimos intensamente satisfechos y en ocasiones hasta poderosos porque hemos
obtenido lo que nos propusimos. Pero el placer inmediato a menudo opaca el futuro.
Podemos evitar el error de Esaú al comparar, antes de actuar, la satisfacción a corto plazo
con sus consecuencias. A menudo experimentamos situaciones similares. Por ejemplo,
cuando el apetito sexual apremia, un acta matrimonial puede no parecer tan importante. En
ocasiones sentimos tanta presión en ciertas cosas que no nos importa lo demás. La presión
del momento nos hace perder la perspectiva. Ese instante lleno de presión suele ser el más
difícil al enfrentar la tentación. ELIEZER : PERFIL DE UN SIERVO FIEL ¿Alguna vez se ha
enfrentado a una responsabilidad con tanta perseverancia y previsión, y a la vez
dependiendo de Dios hasta el final? 24.3, 9: Aceptó la encomienda 24.5: Examinó las
alternativas 24.9: Prometió seguir las instrucciones 24.12-14: Elaboró un plan 24.12-14:
Sometió el plan a Dios 24.12-14: Oró que Dios lo dirigiera 24.12-14: Trazó una estrategia
en que dejaba lugar para que Dios actuara 24.21: Esperó 24.21: Observó cuidadosamente
24.26: Aceptó la respuesta con gratitud 24.34-49: Explicó la situación a las partes
involucradas 24.56: Rechazó la demora innecesaria 24.66: Siguió completamente el plan
5Rebeca escuchó lo que Isaac le dijo a Esaú, así que cuando Esaú salió a
cazar al campo, 6 fue a decirle a Jacob:
13 Su madre le respondió:
Jacob fue por los cabritos y se los llevó a su madre. Ella preparó un
14
plato bien sabroso, tal como le gustaba a Isaac. 15 Enseguida fue y tomó
las mejores ropas que Esaú tenía, y se las puso a Jacob. 16 Luego, con la
piel de los cabritos le cubrió a Jacob las manos y el cuello. 17 Finalmente,
le entregó a Jacob el plato de comida y el pan que había
hecho. 18 Entonces Jacob fue a presentarse ante su padre, y le dijo:
—Acércate, hijo mío, para que pueda tocarte. Quiero estar seguro de
que eres mi hijo Esaú.
—¿Eres realmente mi hijo Esaú? Tus brazos son los de Esaú, pero tu voz
es la de Jacob.
Pero Isaac no reconoció a Jacob porque sus brazos tenían pelos como
los de Esaú. Entonces Isaac dijo:
—Hijo mío, tráeme del animal que cazaste, para que lo coma y te dé mi
bendición especial.
te sirvan y te respeten!
¡Que tus propios parientes
se inclinen ante ti,
y te reconozcan como su jefe!
¡Malditos sean los que te maldigan!
¡Benditos sean los que te bendigan!»
—Levántate, padre mío, y ven a comer de lo que maté, para que me des
tu bendición.
36 Esaú dijo:
—¡Con razón se llama Jacob, pues es un tramposo![a] ¡Ya van dos veces
que me engaña! No sólo me ha quitado mis derechos de hijo mayor,
sino que ahora me ha dejado sin mi bendición. ¿No puedes bendecirme
a mí también?
37 Isaac le respondió:
—¿Y qué puedo hacer por ti, hijo mío? ¡Ya lo he nombrado jefe tuyo; ya
he dicho que todos tus parientes estarán a su servicio, y le he deseado
que tenga mucho trigo y mucho vino!
39
En respuesta, su padre le dijo:
La respuesta a todas esas cosas es la que Dios dirigió a Abraham: “Yo soy el Dios
Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto”. Fue un decir muy apresurado de
Rebeca: “Hijo mío, sea sobre mí tu maldición”. Cristo ha llevado la maldición de la
ley por todos los que se uncen al yugo del mandamiento, el mandamiento del
evangelio. Pero es demasiado osado que una criatura diga: “sea sobre mí tu
maldición”.
Vv. 18-29.Con cierta dificultad, Jacob se salió con la suya y obtuvo la bendición.
Esta bendición es en términos muy generales. No se mencionan las misericordias
distintivas del pacto con Abraham. Esto podría deberse a que Isaac pensaba en
Esaú, aunque era Jacob quien estaba delante suyo. No podía ignorar la forma en
que Esaú había despreciado las cosas mejores. Además, su inclinación por Esaú,
al punto de no tomar en cuenta la voluntad de Dios, debe haber debilitado
enormemente su propia fe en esas cosas. Por tanto, podría esperarse que la
escasez estuviera en su bendición, concorde con su estado mental.
Vv. 30-40.Cuando Esaú comprendió que Jacob había obtenido la bendición, clamó
con un muy grande y amargo llanto. Viene el día en que quienes ahora se toman a
la ligera las bendiciones del pacto y venden su derecho a las bendiciones
espirituales por lo carente de valor, en vano las pedirán con urgencia. Isaac tembló
mucho cuando se dio cuenta el engaño que le hicieron. Los que siguen la opción de
sus propios afectos más que la voluntad divina, se meten en confusión. Pero él
pronto se recuperó y confirmó la bendición que había dado a Jacob diciendo: Yo lo
bendije y será bendito. Los que se apartan de su sabiduría y de su gracia, de su fe
y de la buena conciencia, en aras de los honores, las riquezas o los placeres de
este mundo, por más que finjan celo por la bendición, se han juzgado indignos de
ella y su condenación será la que les corresponde. Una bendición corriente fue dada
a Esaú. Era lo que deseaba. Los deseos débiles de felicidad sin la elección correcta
del fin, y el uso correcto de los medios, engañan a muchos llevándolos a su propia
ruina. Las multitudes van al infierno con sus bocas llenas de buenos deseos. La
gran diferencia es que no hay nada en la bendición de Esaú que apunte a Cristo; y
sin eso, la grosura de la tierra y el producto del campo, de bien poco valen. Así,
pues, por fe Isaac bendijo a sus dos hijos, según lo que debía ser su suerte.
Saúl entró en la cueva para hacer sus necesidades. 4-7 Entonces los
hombres de David le dijeron:
—¿Por qué Su Majestad le hace caso a la gente que dice que quiero
hacerle daño?10 Como usted mismo podrá ver, hoy Dios me dio la
oportunidad de matarlo aquí mismo, en la cueva. Algunos de mis
hombres me insistían que lo matara, pero yo no quise hacerlo. No quise
hacerle ningún daño porque Su Majestad es mi rey. ¡Dios mismo lo
eligió!
manto, que yo mismo corté. Con esto podrá ver Su Majestad que no
quiero matarlo.
»Yo no le he causado ningún mal a Su Majestad; sin embargo, Su
Majestad me anda persiguiendo y quiere matarme, ¡a mí, que no valgo
más que un perro muerto o una pulga!
»¡Que Dios juzgue entre nosotros dos, y vea quién está haciendo mal!
¡Que Dios castigue a Su Majestad por lo mal que se ha portado conmigo,
y no permita que me atrape!
»Bien dice el antiguo refrán, que “del malvado sólo se puede esperar
maldad”. Yo, por mi parte, ¡nunca le haré daño a Su Majestad!
—Tú, David, eres más bueno que yo. Aunque te he hecho mucho mal, tú
siempre me has hecho el bien. 18 Hoy me doy cuenta de que me has
tratado con bondad, aun cuando Dios te dio la oportunidad de matarme.
19 »Si alguien puede matar a su enemigo, no lo deja ir con vida. Por eso
le pido a Dios que te recompense con muchas cosas buenas, por lo bien
que hoy me has tratado.
»Yo sé muy bien que llegarás a ser rey, y que al pueblo de Israel le irá
20
muy bien contigo. 21 Por eso, júrame por Dios que no acabarás con mis
hijos ni con mis nietos, y que no harás que mi familia se olvide de mí.
Vv. 1-7.Dios entregó a Saúl en las manos de David. Era una oportunidad dada a
David para ejercer fe y paciencia. Se le había prometido el reino, pero no tenía orden
de matar al rey. Razona firmemente consigo mismo y con sus hombres en contra
de hacer algún daño a Saúl. El pecado es algo que nos debe causar sobresalto, y
tenemos que resistir las tentaciones para pecar. David no sólo consideraría esto
malo para sí; tampoco toleraría que los suyos lo hicieran. Así, devolvió bien por mal
a aquel del quien recibió mal por bien; de esa manera, sentó el ejemplo para todos
los que se dicen cristianos, de no dejarse vencer por el mal, sino vencer el mal con
el bien.
Vv. 8-15.David fue acusado falsamente de que procuraba el mal de Saúl; le
demuestra a Saúl que la providencia de Dios le había dado la oportunidad de
hacerlo. Y fue con un buen principio que se negó a hacerlo. Declara su decidida
resolución de no ser jamás su propio vengador. Si los hombres nos hacen mal, Dios
nos hará el bien al máximo en el juicio del gran día.
24.3 David y sus seiscientos hombres descubrieron que el desierto de En-gadi era
un buen lugar para esconderse debido a las numerosas cuevas que habían en el
área. El pueblo local utilizaba estas cuevas como casas y tumbas. Para los hombres
de David eran lugares de refugio. En la actualidad, aún se pueden ver estas cuevas.
Algunas son tan grandes que pueden albergar hasta varios miles de personas. 24.4
Las Escrituras no narran ninguna declaración de Dios a David ni a sus hombres.
Estos quizás ofrecieron su propia interpretación de algunos sucesos previos cuando
David fue ungido (16.13) o por la predicción de Jonatán de que David sería rey
(23.17). Cuando los hombres de David vieron entrar a Saúl en la cueva, creyeron
erróneamente que este era una señal de Dios para actuar. 24.5, 6 David tenía un
gran respeto por Saúl, a pesar de que este trataba de matarlo. Aun cuando el estado
de Saúl era de pecado y rebelión contra Dios, David seguía respetando la posición
que tenía como rey ungido de Dios. David sabía que algún día sería rey y sabía
además que no era bueno derribar al hombre que Dios había colocado en el trono.
Si asesinaba a Saúl, hubiera sentado un precedente para que sus propios
adversarios hicieran lo mismo con él algún día. Rom 13:1-7 nos enseña que Dios
ha colocado al gobierno y a sus líderes en el poder. Como David, quizás no sepamos
la razón, sin embargo, tenemos que respetar los puestos y cargos de quienes Dios
les ha dado autoridad. Aunque existe una excepción. Debido a que Dios es nuestra
máxima autoridad, no debemos permitir que un líder nos obligue a violar la ley de
Dios. 24.16-19 Los medios que utilizamos para alcanzar una meta son tan
importantes como la meta misma. La meta de David era llegar a ser rey, así que en
cuanto tuvo la oportunidad, estos hombres le exhortaron para que matara a Saúl.
La negativa de David no fue un ejemplo de cobardía sino de valor. El valor de
oponerse a un grupo y hacer lo que él sabía que era lo justo. No comprometa sus
normas morales al ceder ante la presión de un grupo ni al tomar una salida fácil.
24.21, 22 David cumplió su promesa: nunca se vengó de la familia de Saúl ni de sus
descendientes. No obstante, más tarde los filisteos (31.2) y los gabaonitas (2Sa
21:1-14) asesinaron a la mayoría de los hijos de Saúl. David prometió ser
misericordioso con los descendientes de Jonatán (20.14, 15) y cumplió su promesa
cuando invitó a Mefiboset a vivir en su palacio (2 Samuel 9).
La rebelión de Coré
16 1-2 Coré era un levita de la familia de Quehat, y su padre se llamaba
Ishar. Coré tenía tres amigos de la tribu de Rubén: Datán y Abiram, que
eran hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet. Ninguno de ellos quería que
Moisés fuera su jefe, y a ellos se les unieron doscientos cincuenta jefes
israelitas que eran consejeros de la gente y muy respetados por todos.
3 Coré y su grupo fueron a decirles a Moisés y a Aarón:
4
Cuando Moisés oyó esto, se tiró de cara al suelo, 5-7
y les dijo a Coré y a
su grupo:
respondieron:
«No iremos. 13-14 Bastante daño nos has hecho con sacarnos de un país en
donde siempre había abundancia de alimentos como lo era Egipto. Tú
prometiste llevarnos a un territorio con muchos campos y muchas viñas,
en donde siempre habría abundancia de alimentos. ¡Pero sólo nos
trajiste a morir a un desierto donde no hay nada bueno! ¿Y aun así
quieres que te obedezcamos y te sigamos? ¿Crees que estamos ciegos?
¡No queremos verte, ni hablarte!»
Luego Moisés le recordó a Coré que debía venir al día siguiente con
16-17
—Dios mío, tú que nos das vida a todos, ¡no los mates! ¿Vas a
destruirlos por culpa de un solo hombre?
de sus tiendas, con sus mujeres y sus hijos. 28 Entonces Moisés dijo:
a todos los que habían seguido a Coré, junto con sus familias y todas
sus pertenencias.33 Así fue como desapareció toda aquella gente.
1-3 Coré y sus asociados habían visto las ventajas del sacerdocio en Egipto. Los sacerdotes
egipcios tenían grandes riquezas e influencia política, algo que Coré deseaba para sí
mismo. Coré pudo haber asumido que Moisés, Aarón y sus hijos estaban tratando de hacer
del sacerdocio israelita la misma clase de máquina política. El quería ser una parte de ella.
No comprendió que la ambición principal de Moisés era servir a Dios y no la de controlar a
los demás. 16.8-10 Moisés percibió a través del descargo de ellos la verdadera motivación:
algunos de los levitas buscaban el poder del sacerdocio. Al igual que Coré, a menudo
deseamos las cualidades especiales que Dios les ha dado a otros. Coré tenía sus propias
habilidades importantes y valiosas. Al final, sin embargo, su ambición de tener más originó
que perdiera todo. Una ambición inadecuada es codicia disfrazada. Concéntrese en buscar
el propósito especial que Dios tiene para usted. 16.13, 14 Una de las formas más fáciles de
no llegar a seguir a Dios es cuando miramos nuestros problemas presentes e inflamos su
desazón. Datán y Abiram hicieron justamente eso cuando comenzaron a desear una
comida mejor y ambientes más placenteros. Egipto, el lugar que alguna vez desearon
abandonar, cada vez lucía mejor y mejor, por supuesto que no era por la esclavitud o por
los capataces, ¡sino por la comida que producía agua en su boca! Estos dos hombres y sus
seguidores habían perdido completamente su perspectiva. Cuando quitamos nuestros ojos
de Dios y comenzamos a mirarnos a nosotros mismos y a nuestros problemas, también
comenzamos a perder nuestra perspectiva. Si sobreestimamos nuestros problemas
podemos obstaculizar nuestra relación con Dios. No permita que las dificultades lo hagan
perder de vista el propósito que tiene Dios para su vida. CORE Algunas de las figuras
importantes de la historia pudieron haber permanecido anónimas si no hubieran tratado de
abarcar más de lo que podían sostener. Pero al negarse a estar contentos con lo que tenían
y por tratar de obtener más de lo que se merecían, por lo general terminaban sin nada.
Coré, uno de los líderes israelitas, era ese tipo de persona. Coré era un levita que servía
como asistente especial en las funciones diarias del tabernáculo. Muy poco después de la
rebelión contra Dios (Números 13, 14), Coré instigó su propia mini rebelión. Reclutó un
comité de quejas y confrontó a Moisés y a Aarón. La lista de peticiones quedaba reducida
a tres puntos: (1) no eres mejor que otro; (2) todos en Israel han sido escogidos por Dios;
(3) no necesitamos obedecerte. Es sorprendente ver cómo Coré distorsionó los dos
primeros puntos, ambos verdades, para llegar a conclusiones erróneas. Moisés podría
haber estado de acuerdo en que no era mejor que otro. También podía haber aceptado que
todos los israelitas habían sido escogidos por Dios. Pero la aplicación que Coré hizo de
esas verdades estuvo mal. No todos los israelitas habían sido escogidos para dirigir. La
queja oculta de Coré era esta: "Yo tengo el mismo derecho que tiene Moisés para ser líder".
Su error no solo le costó su puesto, un puesto de servicio que él disfrutaba, sino además
su vida. La historia de Coré nos hace varias advertencias: (1) No permita que el deseo por
lo que los demás han hecho lo haga sentirse inconforme con lo que usted tiene. (2) No trate
de elevar su propia autoestima atacando a alguien más. (3) No utilice parte de la Palabra
de Dios para apoyar lo que quiere; en lugar de eso, permita que las Escrituras como un
todo moldeen sus deseos. (4) No espere encontrar satisfacción en el poder ni en la posición,
quizá Dios quiera trabajar a través de usted en la posición en la cual se encuentra ahora.
Puntos fuertes y logros : -- Líder popular; figura influyente durante el éxodo -- Nombrado
junto con los jefes de los clanes de Israel (Exodo 6) -- Uno de los primeros levitas que fueron
designados para servicio especial en el tabernáculo Debilidades y errores : -- No pudo
reconocer la importante posición en la que Dios lo había colocado -- Se olvidó de que su
lucha era contra alguien mucho mayor que Moisés -- Permitió que la codicia cegara su
sentido común Lecciones de su vida : -- En ocasiones existe una línea muy delgada entre
las metas y la codicia -- Si no estamos contentos con lo que tenemos, podemos llegar a
perderlo sin obtener nada mejor Datos generales : -- Dónde: Egipto, península del Sinaí --
Ocupación: Levita (asistente en el tabernáculo) Versículos clave : "Dijo más Moisés a Coré:
Oíd ahora, hijos de Leví: ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la
congregación de Israel, acercándoos a El para que ministréis en el servicio del tabernáculo
de Jehová, y que estéis delante de la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar
a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio?"
(Num 16:8-10). La historia de Coré se relata en Num 16:1-40. También se menciona en
Num 26:9; Jud 1:11. 16.26 Se les dijo a los israelitas que ni siquiera tocaran las pertenencias
de los rebeldes inicuos. En este caso, si lo hacían mostrarían simpatía por su causa y
aceptarían sus principios. Coré, Datán y Abiram estaban retando directamente a Moisés y
a Dios. Moisés declaró con claridad lo que Dios intentaba hacer a los rebeldes (16.28-30).
Hizo esto para que todos tuvieran que elegir entre seguir a Coré o a Moisés, el líder
escogido de Dios. Cuando Dios pide que hagamos una elección fundamental entre estar al
lado de la gente malvada o de parte de El, no deberíamos dudar sino comprometernos en
un cien por ciento a estar de parte del Señor. 16.27-35 Aunque las familias de Datán y
Abiram fueron tragadas, los hijos de Coré no fueron eliminados (véase 26.11). 16.41
Exactamente un día después de que Coré y sus seguidores fueron ejecutados por
refunfuñar y quejarse contra Dios, los israelitas comenzaron de nuevo con más quejas y
murmuraciones. Su actitud negativa sólo provocó que se rebelaran más y que acarrearan
mayores problemas. Esto erosionó su fe en Dios y alentó pensamientos para rendirse y
regresar. El camino para una rebelión abierta contra Dios comienza con la insatisfacción
completamente y vivir como a usted le parece.
Vv. 1-11.El orgullo y la ambición ocasionan gran cantidad de maldad tanto en las
iglesias como en los Estados. Los rebeldes pelean contra la ordenación del
sacerdocio en Aarón y su familia. Tenían poca razón para ufanarse de la pureza del
pueblo o del favor de Dios, pues el pueblo había sido contaminado con pecado tan
a menudo y tan recientemente, que ahora se hallaban bajo las señales del
desagrado de Dios. Acusan injustamente a Moisés y Aarón de arrogarse el honor
para sí mismos; pero habían sido llamados por Dios para hacerlo. Véase aquí: -1.
De qué espíritu son los que reclaman, de quienes resisten las potestades que Dios
ha puesto sobre ellos. 2. Qué trato pueden esperar hasta los hombres mejores y
más útiles, aun de parte de aquellos a quienes han servido. Moisés procuró la
enseñanza de Dios. El corazón del sabio reflexiona antes de responder y pide el
consejo de Dios. Moisés muestra los privilegios que tienen como levitas y los acusa
del pecado de menospreciar tales privilegios. Para evitar que envidiemos a los que
están por encima de nosotros nos servirá considerar debidamente cuántos son los
que están por debajo de nosotros.
Vv. 12-15.Moisés convocó a Datán y Abiram para que presentaran sus quejas; pero
ellos no obedecieron. Trajeron cargos falsos contra Moisés. Muy a menudo caen
bajo la censura más pesada personas que, en verdad, merecen los elogios más
elevados. Aunque era el hombre más manso, Moisés se enojó mucho al encontrar
que se reprochaba a Dios en él; no podía soportar que el pueblo se destruyera a sí
mismo. Apela a Dios y a su propia integridad. Dios los hace comparecer con Aarón
en la mañana siguiente a la hora de ofrecer el incienso matutino. Coré decidió
comparecer. Los hombres orgullosos y ambiciosos a menudo precipitan su
vergonzosa caída, cuando proyectan su propia exaltación.
Vv. 16-22.La misma gloria del Señor que primero se manifestó para colocar a Aarón
en su oficio, Levítico ix, 23, apareció ahora para confirmarlo y para confundir a los
que estaban en su contra. Nada es más terrible para los que tienen conciencia de
culpa que la manifestación de la gloria divina. Obsérvese lo peligroso que es
confraternizar con los pecadores y participar con ellos. Aunque el pueblo había
desertado traicioneramente de ellos, Moisés y Aarón se demostraron como fieles
pastores de Israel. Si otros fallan en su deber para con nosotros, eso no elimina las
obligaciones que nosotros tenemos para procurar el bienestar de ellos. La oración
de ellos fue una deprecación suplicante, que prevaleció.
Vv. 35-40.Fuego salió del Señor y consumió a los doscientos cincuenta hombres
que ofrecían el incienso. Mientras Aarón, que estaba entre ellos, fue conservado
con vida. Dios es celoso del honor de sus propias instituciones y no tolera que las
invadan. El sacrificio de los impíos es abominación para el Señor. Los incensarios
están santificados y, como todas las cosas santas, deben ser utilizados para la gloria
de Dios. La cubierta para el altar hecha con los incensarios, recordaría este suceso
a los hijos de Israel, para que otros pudieran oír y temer y no hacer más cosas con
soberbia. Ellos se acarrearon la destrucción en cuerpo y alma. Así, pues, todos los
que transgreden la ley y desechan el evangelio, eligen y aman a la muerte.
Vv. 41-50.La tierra acababa apenas de cerrar la boca cuando volvieron a cometer
los mismos pecados y desdeñaron todas las advertencias. Al pueblo del Señor, que
encuentran defectos en la justicia divina, se le llama rebelde. La obstinación de
Israel, a pesar del terror de la ley de Dios, cuando fue dada en el monte Sinaí, y del
terror de sus juicios, demuestra cuán necesaria es la gracia de Dios para cambiar
el corazzón y la vida de los hombres. El amor hará lo que no puede hacer el temor.
Moisés y Aarón intercedieron ante Dios y pidieron misericordia, sabiendo que
enorme era la provocación. Aarón fue y quemó incienso, colocándose entre los
muertos y los vivos, no para purificar el aire, sino para pacificar al Dios ofendido.
Como responsable de la vida de cada israelita, Aarón se apuró todo lo posible.
Debemos devolver bien por mal. Obsérvese especialmente que Aarón era tipo de
Cristo. Hay una epidemia de pecado en el mundo que sólo la cruz y la intercesión
de Jesucristo pueden detener y eliminar. Él entra en el campo de los contaminados
y moribundos. Se interpone entre los muertos y los vivos; entre el Juez eterno y las
almas condenadas. Hemos de tener redención por su sangre, el perdón de pecados.
Admiramos la devoción pronta de Aarón: ¿no bendeciremos y alabaremos la
indecible gracia y amor que llenaron el corazón del Salvador cuando se puso en
nuestra lugar, y nos compró con su vida? Sin duda que Dios ha encarecido su amor
para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros,
Romanos 5:8.
V. 18.Cuando los hombres desafían los juicios de Dios, y creen que están lejos de ellos, es
señal de que se hallan a la puerta. No temamos el orgullo del prójimo; temamos el orgullo
en nosotros mismos.
y saben que son responsables ante Dios de lo que a ustedes les pase.
Traten de no causar problemas, para que el trabajo que ellos hacen sea
agradable y ustedes puedan servirles de ayuda.
OBEDIENCIA Y ORACIÓN Hebreos 13:17-20 Obedeced a vuestros líderes y someteos á
ellos, porque ellos se privan del sueño para velar por vuestras almas, conscientes de que
tendrán que dar cuenta de lo que se les ha confiado. Hacedlo así para que puedan cumplir
su misión con gozo en vez de tristeza; porque, si les sois causa de tristeza, no sacaréis de
ello ningún provecho. Seguid orando por nosotros, porque creemos tener la conciencia
tranquila; porque queremos vivir en todos sentidos de forma que nuestra conducta sea
ejemplar. Os exhorto a que lo hagáis especialmente para que se me conceda volver a
vosotros más pronto. El autor de Hebreos establece el deber de la congregación hacia sus
líderes presentes y su líder ausente. A los líderes presentes la congregación les debe
obediencia. Una iglesia es una democracia, pero no enloquecida; debe obediencia a los
que ha escogido como guías. La obediencia no se les otorga a los líderes para gratificar su
sentimiento de poder o para aumentar su prestigio. Se les debe para que al final del día
pueda verse que los líderes no han perdido ninguna de las almas que fueron confiadas a
su cuidado. El mayor gozo del líder de una comunidad cristiana es ver que los que lidera
están establecidos en la vida cristiana. Como escribió Juan: " No puedo tener un gozo mayor
que el de oír que mis hijos siguen la Verdad" (3Jn 1:4 ). La mayor tristeza para un líder de
comunidad cristiana es ver que sus liderados están cada vez más lejos de Dios. Para con
el líder ausente el deber de la congregación es la oración. Es un deber cristiano el traer al
Trono de la Gracia a nuestros seres queridos ausentes, y recordar diariamente allí a todos
los que ocupan puestos de liderato y de autoridad. Cuando Stanley Baldwin fue nombrado
primer ministro del Reino Unido, sus amigos se agolparon a su alrededor para felicitarle;
pero él dijo: " Lo que necesito no son vuestras felicitaciones, sino vuestras oraciones.»
Debemos respeto y obediencia a los que están en autoridad en la iglesia cuando están con
nosotros, y debemos recordarlos en nuestras oraciones también cuando están ausentes.
13.17 La tarea de los líderes de la iglesia es ayudar a que la gente madure en Cristo. Los
discípulos que colaboran facilitan grandemente el peso del liderazgo. ¿Su conducta les da
a sus líderes razón para hablar de usted con regocijo?
Vv. 1-4.Tenemos aquí a David hundiéndose bajo las enfermedades. Fue castigado
por sus pecados recientes y sintió los efectos de los esfuerzos y las duras labores
del pasado.
Vv. 5-10. Los padres indulgentes suelen ser castigados con hijos desobedientes,
ansiosos por apoderarse de su fortuna. Ninguna sabiduría mundana, experiencia ni
santidad de carácter pueden asegurar la continuidad de una carrera de quienes
permanecen bajo el poder del amor propio. Pero bien podemos preguntarnos por
medio de cuáles artes podría dejarse de un lado a Joab y Abiatar.