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LA BENDICION DE LA COBERTURA

Preparación: Poder leer los versículos con anterioridad, si como las lecturas que se le sindica
como referencia para que sepan las historias más que todas las de las rebeldías. El predicador
deberá ser ejemplo de ser un buen escudero y de honrar a sus líderes, deberá examinar su
corazón y ponerse a cuentas sin en caso no ha sabido ser un escudero o haya algún indicio de
rebelión en su vida.

Objetivos: que cada líder al ser lanzado reconozca que ha sido llamado a ser un escudero y a
honrar a sus autoridades, que conozcan lo que es la rebeldía y que se sepan guardar de ella.

Puntos claves: esta predica es muy importante ya que se trata de enseñarle a las personas a
respetar las autoridades, no solo los Pastores sino a sus propios líderes, que sepan que DIOS es
él que los escogió y que los deben de honrar. Así mismo deben de saber que es un escudero y el
trabajo que este hace. Y por último, pero no menos importante, tocar el tema de la rebelión, como
nace y sus consecuencias.

Desarrollo

QUÉ ES LA COBERTURA

Cobertura es estar al cuidado y protección de una persona, bajo las bendiciones y promesas
que Dios le ha hecho a ésta, a quien debemos respeto, obediencia y fidelidad, y quien es el
encargado de formar nuestra vida.

Según Génesis 17.1-2 la obediencia de uno bendice a muchos, y así es con la autoridad que
Dios ha puesto para bendecirnos. En la cobertura opera la herencia de bendición, contrario a las
maldiciones generacionales.

Principios de la cobertura

Cobertura es estar al cuidado de personas que han sido bendecidas por Dios. Es recibir bendición a
través de una persona que le fue obediente a Dios y le creyó.

 Para estar bajo la cobertura de alguien hay que seguir la visión de esa persona. Esa cobertura
será efectiva si existe una relación de discipulado.
 Aquel que está bajo cobertura sigue los mismos principios y valores que su maestro o mentor le
ha instruido y corregido.
 Tener cobertura es estar bajo la autoridad de alguien. Al estar en cobertura se trabaja como un
solo equipo, bajo una cabeza que lo dirige.
 La cobertura es como la relación que existe entre un padre y un hijo. Existe cobertura donde hay
relación de autoridad, como en la familia, en los negocios, en la Iglesia y en la nación.

Características de estar bajo cobertura

1. Trabajar bajo la misma visión


2. Tener un proceso de formación y discipulado
3. Honrar la autoridad por quien recibimos las bendiciones y promesas

Respetando a autoridades

La persona que sabe honrar se conoce cuando tiene motivos para no hacerlo y aun así lo hace. No
todos los que fueron llamados a recibir la bendición la reciben; algunos la menosprecian. Jesús dijo
que muchos son llamados pero pocos los escogidos. La bendición no se les da a aquellos que la
menosprecian o que deshonran a sus autoridades, aunque más tarde la procuren con lágrimas. Un
ejemplo de ello es Esaú, que menospreció la primogenitura. Otros en cambio la aprecian y la reciben
en lugar de los primeros, como lo hizo Jacob. No hay bendiciones de la cobertura para personas que
no honran a aquel que es puesto por autoridad. Dios no ve lágrimas, ve corazones; corazones que
honran. Recuerden que no es lo mismo pecar para arriba, que pecar para abajo, David aun teniendo
la oportunidad para matar a Saúl (quien lo buscaba para matarlo), no lo hizo, porque sabía que Saúl
era el Rey y el estaba por encima de él, supo respetar a una autoridad. Las consecuencias de alguien
que peca (murmura, etc.) contra una autoridad son fuertes.

Dios no le agrada cuando nosotros dejamos de obedecer, el dejar de obedecer significa que no
creemos o no dimensionamos la autoridad de quien nos está pidiendo algo por hacer, sin mencionar
cuando Dios mismo nos pide algo y decidimos no hacerlo, esto significa; que no tenemos fe, o sea
no creemos en quien nos está pidiendo la orden y por consiguiente podemos caer en falta de respeto,
rebeldía, etc.

Que es un escudero?

La palabra ESCUDERO, está compuesta de dos palabras hebreas:

La primera es “nasa” o “nacah” significa Levantar. Tiene otras aplicaciones como:


aceptar, avanzar adelantar, tolerar, dar, ayudar, llevarse, lanzar, desear, suministrar, promover,
levantar en alto, elevar, perdonar, subir, estimar, respetar, avivar, ceder.

La segunda palabra es “keliy”, de la raíz “kalah”, que significa poner fin. Algunas
aplicaciones son: completar, consumir, destruir totalmente, terminar, acabar, obtener por completo,
arrasar por completo

De estas dos palabras hebreas, podemos ver que el deber del escudero era: estar al lado
de su líder para asistirlo, ponerlo en alto, y protegerlo de cualquier enemigo que le pudiera
atacar.
El llamado del escudero es un papel de extrema importancia en el cuerpo de Cristo. Usted es el
apoyo directo de su líder, y sus habilidades, su lealtad y su sinceridad son valiosos dones que su
líder tiene en alta estima. Cuando usted sirve a su líder, esta honrando al Señor. Estos escuderos
estaban consagrados y dedicados a sus líderes y eran elegidos basados a su lealtad, sinceridad y
valor.

Funciones del Escudero

Debe fortalecer a su líder. Un verdadero escudero siempre demostrará y producirá una actitud
de fe y paz. Le provee descanso mental.
Debe tener un hondo sentido de respeto hacia su líder, y aceptación y tolerancia a la
personalidad del líder.
Debe entender los pensamientos de su líder, instintivamente.
Debe caminar de acuerdo con su líder y estar sujeto a él.
Debe hacer que el ascenso de su líder sea su meta más importante.
Debe poseer una fuerza inagotable para lanzarse, empujar y forzar su camino hacia adelante sin
darse por vencido a pesar de ser maltratado.
Debe seguir las órdenes inmediata y correctamente.
Debe apoyar a su líder y ser fiel en todo tiempo
Debe ser un gran comunicador.
Debe tener una disposición buena y ardiente para ganar victorias para su líder.
Debe tener la habilidad de ministrar fuerza y valor a su líder
Lo que importa en la posición que ocupemos es que Dios no ha llamado para desempeñar esa
tarea. Recordemos esta frase “Florece donde seas Sembrado”.
Deja que Dios te exalte y te de promoción donde estás. (1Pe. 5:6)

Cómo desarrollar el espíritu de un escudero.


Empezando por los líderes, cada líder debe ser ejemplo de honrar y respetar a sus autoridades,
todo hijo de Dios, necesita desarrollar el carácter de un escudero.
Libérate del orgullo, no deseemos la posición de otro, debemos de estar agradecidos en donde
estamos.
Líbrate de la amargura. (Hechos 8:15). El ejemplo de Simón.

La rebelión.
Según el diccionario, es levantar a alguien haciendo que falte a la obediencia debida, es oponer
resistencia. Esta es muy sutil, nace en el corazón de aquel que no esta conforme en el lugar en
donde esta, aquel que siempre quiere hacer su voluntad y en aquel que no tiene un corazón
enseñable.

 Romanos 13:1 Toda autoridad es dada por Dios, tu debes de respetar y honrar a tus lideres
que han sido puestos por Dios.

 Corè Num 16:1-50 (leerlo para referencia) El fin fue la destrucción y no solo él sino su familia,
pertenencias y personas que aceptaron rebelarse a la autoridad. Lo delicado de la rebelión, es
que el rebelde busca seguidores y lo hace sutilmente. 1ra Reyes 1:5

 Proverbios 16:18. No es lo mismo pecar para abajo, como para arriba. David aun teniendo la
oportunidad para matar a Saúl (quien lo buscaba para matarlo), no lo hizo, porque sabía que
Saúl era el Rey y él estaba por encima de él, supo respetar a una autoridad. Las consecuencias
de alguien que peca (murmura, etc.) contra una autoridad son fuertes.

 Como se manifiesta la rebelión: No se somete, indisciplinada, oposición, protesta,


desobediencia, revoltoso, conspira, terquedad, obstinación, infidelidad, amargura y
murmuración. Siempre que se da una instrucción la cuestiona y justifica por qué no está de
acuerdo.

 Hebreos 13;17 Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues cuidan de


vosotros como quienes tienen que rendir cuentas. Obedecedlos a fin de que ellos cumplan su
tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.

La consecuencia de la rebelión es muerte y muchas veces no es solo física sino espiritual.

Génesis 17:
Dios dijo a Abram: "Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto". Dios
tiene el mismo mensaje en la actualidad para nosotros. Tenemos que obedecerle porque
El es Dios. Esta es una razón suficiente. Si usted no piensa que los beneficios de la
obediencia valen la pena, piense bien quién es Dios: el único que tiene el poder y la facultad
de satisfacer todas sus necesidades. 17.2-8 ¿Por qué Dios repitió su pacto a Abram? Dos
veces antes, Dios había mencionado este acuerdo (Génesis 12 y 15). Sin embargo aquí
Dios lo estaba retomando y preparando para ser llevado a cabo.

La circuncisión, señal del pacto


17 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció
Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé
perfecto.
2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.

El pacto de Dios con Abram


17 Cuando Abram tenía noventa y nueve años, Dios se le apareció y le
dijo:

«Yo soy el Dios todopoderoso. Obedéceme siempre y pórtate con


honradez. 2 Voy a hacer un pacto contigo: voy a hacer que tengas
muchos, muchos descendientes».

Al oír esto, Abram se inclinó en señal de respeto. Entonces Dios le


3-9

dijo:

«En este pacto que hago contigo, te prometo lo siguiente: De ti nacerán


muchas naciones. Por eso ya no vas a llamarte Abram, sino
Abraham,[a] porque serás el padre de muchas naciones, y muchos de tus
descendientes serán reyes. Este pacto que hago contigo, lo hago
también con tus descendientes, y no tendrá fin. Yo soy tu Dios, y
también seré el Dios de tus descendientes. La tierra de Canaán, donde
ahora vives como extranjero, te la daré a ti para siempre, y también a
tus descendientes.

»Por tu parte, tú y tus descendientes tendrán que cumplir con 10 el


siguiente compromiso: todos los varones deberán ser circuncidados. 11 La
circuncisión será la señal de que ustedes y yo hemos hecho un pacto. 12-
13De ahora en adelante, todos los niños que nazcan entre ustedes
tendrán que ser circuncidados a los ocho días de nacidos. Este
compromiso vale para los que nazcan en la casa de ustedes, para los
esclavos que ustedes compren por dinero, y para los extranjeros,
aunque no sean descendientes directos de ustedes. La señal del pacto
que hago con ustedes la llevarán en su cuerpo, porque es un pacto que
durará para siempre.14 El varón que no sea circuncidado estará faltando a
ese compromiso, y no podrá vivir entre ustedes».
Mateo 22:14 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Mateo 22:14 Traducción en lenguaje actual (TLA)
»Esto pasa porque son muchos los invitados a participar en el reino de
14

Dios, pero son muy pocos aquellos a los que Dios acepta.»

Cuando se hacían las invitaciones a una gran fiesta, como una fiesta de bodas, no
se especificaba cuándo tendría lugar; y cuando ya todo estaba preparado, se
enviaban los siervos con la notificación final para decirles a los invitados que
vinieran. Así que, el rey de esta parábola hacía tiempo que había hecho las
invitaciones; pero mandó aviso a los invitados de que ya podían venir cuando ya
todo estuvo preparado -y se negaron de una manera insultante. Esta parábola tiene
dos significados. . (i) Tiene un significado puramente local: remachaba lo que ya se
había dicho en la parábola de los labradores malvados; de nuevo se trataba de una
acusación a los judíos. Los invitados que se negaron a ir cuando llegó el momento
representan a los judíos. Desde tiempo inmemorial Dios los había invitado a ser Su
pueblo escogido; sin embargo, cuando vino al mundo el Hijo de Dios, y fueron
invitados a seguirle, se negaron despectivamente. El resultado fue que la invitación
de Dios se hizo por los caminos y los senderos; y los que iban por ellos representan
a los pecadores y a los gentiles que no esperaban nunca una invitación al Reino.
Como lo comprendió el evangelista, las consecuencias del rechazamiento fueron
terribles. Hay un versículo en la parábola que nos. da la impresión de estar fuera de
lugar; y es porque probablemente no formaba, parte de la parábola original tal como
la dijo Jesús, sino que fue una interpretación del evangelista. Es el versículo 7, que
dice que el rey mandó sus ejércitos contra los que rechazaron la invitación, y
quemaron su ciudad. Esta introducción de los ejércitos y esta quema de la ciudad
parece a primera vista totalmente fuera de lugar en el contexto de las invitaciones a
una fiesta de bodas. Pero Mateo estaba componiendo su evangelio en algún
momento entre los años 80 y 90 d C. ¿Qué había sucedido durante el período entre
el ministerio de Jesús y entonces? La respuesta es obvia: La destrucción de
Jerusalén por los ejércitos de Roma en el año 70 d C. El templo fue saqueado y
quemado; y la ciudad, destruida de tal manera que se hizo pasar por toda ella un
arado. Un terrible desastre había acontecido a los que se negaron a reconocer al
Hijo de Dios cuando vino. El evangelista añade como comentario suyo las cosas
terribles que sucedieron de hecho a la nación que se negó a aceptar el camino de
Cristo. Y es, por supuesto, el sencillo hecho histórico que, si los judíos hubieran
aceptado el camino de Cristo, y se hubieran conducido con amor, humildad y
sacrificio, nunca habrían sido el pueblo rebelde y guerrero que acabó por provocar
la ira vengativa de Roma, que no puedo soportar más sus maquinaciones políticas.
(ii) Igualmente, esta parábola tiene mucho que decir en una escala mucho más
amplia. (a) Nos recuerda que la invitación de Dios es a una fiesta tan alegre como
una fiesta de bodas. Su invitación es a la alegría. El considerar el Cristianismo como
una renuncia lúgubre a todo lo que trae risa y regocijo y gozosa compañía es
confundir toda su naturaleza. Es al gozo a lo que se invita al cristiano; y es el gozo
lo que se pierde si se rechaza la invitación. (b) Nos recuerda que las cosas que
hacen a las personas sordas a la invitación de Cristo no son necesariamente cosas
malas. Un hombre se fue a su hacienda; otro, a sus negocios. No se descarriaron
por caminos de vicios salvajes o de aventuras inmorales. Fueron a ocuparse de las
excelentes tareas de la administración eficaz del negocio de su vida comercial. Es
muy fácil estar tan ocupado con las cosas del tiempo que se olvidan las de la
eternidad, estar tan preocupado con las cosas que se ven que se olvidan las que no
se ven, escuchar las demandas insistentes del mundo que no se oye la suave
invitación de la voz de Cristo. La tragedia de la vida es que son a menudo las cosas
menos buenas las que desplazan a las mejores, las cosas que son buenas en sí
mismas las que excluyen a las cosas excelentes. Una persona puede estar tan
ocupada ganándose honradamente la vida que no se da cuenta de que está
realmente perdiendo la vida; puede estar tan ocupada con la administración y
organización de la vida que se olvida de vivir. (c) Nos recuerda que la llamada de
Cristo no es tanto a considerar el castigo que se nos viene encima como a ver lo
que nos perderemos si no seguimos Su camino. Los que no quisieron ir fueron
castigados, pero su verdadera tragedia fue que se perdieron la alegría de una fiesta
de bodas. Si rechazamos la invitación de Cristo, algún día nos daremos cuenta de
que lo peor no es lo que suframos, sino el darnos cuenta de las cosas preciosas
que nos habremos perdido. (d) Nos recuerda que en último análisis la invitación de
Dios es la invitación de la gracia. Los que iban por los caminos y los senderos no
tenían ningún derecho a la atención del rey; no podrían nunca haberse esperado el
ser invitados a una fiesta de bodas reales, y todavía menos se les habría podido
ocurrir que se lo habían ganado. No se les presentó de ninguna otra manera que
por la hospitalidad que les ofrecía el rey a brazos y corazón abiertos. Fue la gracia
la que ofreció la invitación, y la que congregó a aquellos invitados.

En aquellos lugares se esperaban dos invitaciones cuando se organizaba un banquete. La


primera solicitaba la asistencia del invitado, la segunda indicaba que todo estaba listo. Aquí
el Rey, Dios, invita tres veces, y las tres veces le rechazan la invitación. Dios quiere que
nos unamos a El en su banquete, que durará por la eternidad. Por eso nos envía invitación
tras invitación. ¿La aceptó?

La provisión hecha para las almas perecederas en el evangelio, está representada


por una fiesta real hecha por un rey, con prodigalidad oriental, en ocasión del
matrimonio de su hijo. Nuestro Dios misericordioso no sólo ha provisto el alimento,
sino un festejo real para las almas que perecen de sus rebeldes criaturas. En la
salvación de su Hijo Jesucristo hay suficiente y de sobra de todo lo que se pueda
agregar a nuestro consuelo presente y dicha eterna. Los primeros invitados fueron
los judíos. Cuando los profetas del Antiguo Testamento no prevalecieron, ni Juan el
Bautista, ni el mismo Cristo, que les dijo que el reino de Dios estaba cerca, fueron
enviados los apóstoles y ministros del evangelio, después de la resurrección de
Cristo, a decirles que iba a venir y persuadirlos para que aceptaran la oferta. La
razón del por qué los pecadores no van a Cristo y a la salvación por Él no es que
no puedan, sino que no quieren. Tomarse a la ligera a Cristo y la gran salvación
obrada por Él, es el pecado que condena al mundo. Ellos fueron indiferentes. Las
multitudes perecen para siempre por pura indiferencia sin mostrar aversión directa,
pero son negligentes acerca de sus almas. Además, las actividades y el provecho
de las ocupaciones mundanas estorban a muchos para cerrar trato con el Salvador.
Campesinos y mercaderes deben ser diligentes, pero cualquiera sea la cosa del
mundo que tengamos en nuestras manos, debemos poner cuidado en mantenerla
fuera de nuestros corazones, no sea que se interponga entre nosotros y Cristo. La
extrema ruina sobrevenida a la iglesia y a la nación judía está representada aquí.
La persecución de los fieles ministros de Cristo llena la medida de la culpa de todo
pueblo. No se esperaba la oferta de Cristo y la salvación de los gentiles; fue tanta
sorpresa como sería que se invitara a una fiesta de boda real al caminante. El
designio del evangelio es recoger almas para Cristo; a todos los hijos de Dios
esparcidos por todos lados, Juan x, 16; xi, 52. El ejemplo de los hipócritas está
representado por el invitado que no tenía traje de boda. Nos concierne a todos
prepararnos para el juicio; y los que, y sólo los que se vistan del Señor Jesús, que
tengan el temperamento mental cristiano, que vivan por fe en Cristo y para quienes
Él es el todo en todo, tienen la vestimenta para la boda. La justicia de Cristo que
nos es imputada y la santificación del Espíritu son, ambas, por igual necesarias.
Nadie tiene el ropaje de boda por naturaleza ni puede hacérselo por sí mismo. Llega
el día en que los hipócritas serán llamados a rendir cuentas de todas sus intrusiones
presuntuosas en las ordenanzas del evangelio y de la usurpación de los privilegios
del evangelio. Echadlo a las tinieblas de afuera. Los que andan en forma indigna
del cristianismo, abandonan toda la dicha que proclaman presuntuosamente.
Nuestro Salvador pasa aquí desde la parábola a su enseñanza. Los hipócritas
andan a la luz del evangelio mismo camino a la extrema oscuridad. Muchos son
llamados a la fiesta de boda, esto es, a la salvación, pero pocos tienen el ropaje de
la boda, la justicia de Cristo, la santificación del Espíritu. Entonces, examinémonos
si estamos en la fe y procuremos ser aprobados por el Rey.

Génesis 25:27-34 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Esaú vende su primogenitura


Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo;
27

pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas.

Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a


28

Jacob.
29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,
dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues
30

estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[a]


31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.

Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me


32

servirá la primogenitura?

Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su


33

primogenitura.

Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió
34

y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.


Génesis 25:27-34 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Esaú llegó a ser un buen cazador y le encantaba estar en el campo.
27-28

Por eso Isaac lo quería más. Jacob, en cambio, era muy tranquilo y
prefería quedarse en casa, por eso Rebeca lo quería más que a Esaú.
29Un día, Jacob estaba preparando un sabroso plato de comida. En eso
llegó Esaú del campo con mucha hambre, 30 y le gritó:

—¡Me estoy muriendo de hambre! ¡Dame ya de esa sopa roja que estás
cocinando!

Por eso a Esaú se le conoce también con el nombre de Edom.[a]


31 Jacob le respondió:

—Dame tus derechos de hijo mayor, y yo con gusto te daré de mi sopa.

32 Esaú exclamó:

—¡Te los regalo ahora mismo, pues me estoy muriendo de hambre!

33Jacob le exigió a Esaú renunciar, bajo juramento, a sus derechos de


hijo mayor. Esaú se lo juró, 34 y Jacob le dio un poco de pan y de la sopa
de lentejas que estaba preparando. Esaú comió y bebió; luego se
levantó y se fue sin darle importancia a sus derechos de hijo mayor.
Vv. 19-26.Isaac parece no haber sido muy probado sino que pasó sus días
tranquilamente. Jacob y Esaú fueron respuesta a la oración; sus padres los
obtuvieron por oración luego de estar mucho tiempo sin hijos. El cumplimiento de la
promesa de Dios siempre es seguro, aunque suele ser lento. La fe de los creyentes
prueba y ejercita su paciencia, y las misericordias largamente esperadas son mejor
recibidas cuando llegan. Isaac y Rebeca tenían presente la promesa de que todas
las naciones serían benditas en su descendencia, por tanto, no solamente deseaban
hijos sino que ansiaban todas las cosas que parecieran marcar el futuro carácter de
ellos. Nosotros debemos preguntar al Señor en oración por todas nuestras dudas.
En muchos de nuestros conflictos con el pecado y la tentación podríamos adoptar
las palabras de Rebeca: “Si es así, ¿para qué vivo yo?”Si uno es hijo de Dios, ¿por
qué soy tan negligente o carnal? Si uno es hijo de Dios, ¿por qué tan temeroso o
tan cargado con el pecado?

Vv. 27, 28. Esaú cazaba las bestias del campo con destreza y éxito hasta que llegó
a ser un vencedor que dominaba a sus vecinos. Jacob era un hombre sencillo, que
gustaba de los deleites verdaderos del retiro, más que de todos los pretendidos
placeres. Él fue un extranjero y peregrino en su espíritu, y un pastor todos sus días.
Isaac y Rebeca tuvieron solo estos dos hijos: uno era el favorito del padre y el otro
de la madre. Aunque los padres piadosos deben sentir más afecto hacia un hijo
piadoso, sin embargo, no deben mostrar preferencias. Que sus afectos los
conduzcan a hacer lo que es justo y equitativo con cada hijo o surgirán males.

Vv. 29-34.Aquí tenemos la transacción hecha entre Jacob y Esaú por la


primogenitura, que era de Esaú por nacimiento pero de Jacob por la promesa. Era
un privilegio espiritual y vemos el deseo de Jacob por la primogenitura pero procuró
obtenerla por medios torcidos, no según su carácter de hombre sencillo. Él tenía
razón al codiciar fervientemente los mejores dones; hizo mal al aprovecharse de la
necesidad de su hermano. La herencia de los bienes mundanos del padre de ellos
no le correspondía a Jacob y no estaba incluida en esta proposición. Pero que
incluía la posesión futura de la tierra de Canaán por parte de los hijos de sus hijos,
y el pacto hecho con Abraham en cuanto a Cristo la Simiente prometida. El creyente
Jacob valoró estas cosas por encima de todo; el incrédulo Esaú las despreció.
Aunque debemos tener el juicio de Jacob para procurar la primogenitura, debemos
evitar cuidadosamente toda malicia al tratar de conseguir aun las mayores ventajas.
El guiso de Jacob agradó a los ojos de Esaú. “Te ruego que me des a comer de ese
guiso rojo”; por eso fue llamado Edom o Rojo. Satisfacer el apetito sensual arruina
miles de almas preciosas. Cuando los corazones de los hombres andan en pos de
sus ojos, Job xxxi, 7, y cuando sirven a sus vientres, pueden tener la seguridad de
que serán castigados. Si nos empeñamos en negarnos a nosotros mismos,
rompemos la fuerza de la mayoría de las tentaciones. No puede suponerse que
Esaú estuviera muriéndose de hambre en la casa de Isaac. Las palabras significan
yo voy hacia la muerte; él parece decir: “Yo nunca viviré para heredar Canaán o
ninguna de estas supuestas bendiciones futuras y lo que signifiquen para quien las
tenga cuando yo esté muerto y haya partido”. Este sería el lenguaje de lo profano
con que el apóstol lo califica, Hebreos xii, 16; y este menosprecio de la
primogenitura es su culpa, versículo 34. Es la mayor necedad separarnos de nuestro
interés en Dios, Cristo y el cielo, por las riquezas, los honores y los placeres de este
mundo; es un negocio tan malo como el que vende su primogenitura por un plato
de guiso. Esaú comió y bebió, agradó a su paladar, satisfizo su apetito y, luego, se
levantó descuidadamente y se fue, sin pensar seriamente ni lamentar el mal negocio
que había hecho. Así, Esaú despreció su primogenitura. Por su negligencia y
desprecio posteriores y justificándose en lo que había hecho, puso el asunto en el
olvido. La gente es destruida no tanto por hacer lo que es malo como por hacerlo y
no arrepentirse de ello.

25.31 La primogenitura era un honor especial que recibía el primer hijo que nacía. Incluía
una doble porción de la herencia de la familia junto con el honor de llegar a ser algún día el
líder de la familia. El hijo mayor podía vender su primogenitura o regalarla si quería. Pero
perdía su posición de líder de la familia. Al vender su primogenitura, Esaú demostró
desprecio hacia las bendiciones espirituales que recibiría si mantenía su primogenitura. En
efecto, Esaú menospreció su primogenitura (25.34). 25.32, 33 Esaú entregó los beneficios
permanentes de su primogenitura por el placer inmediato de la comida. Actuó
impulsivamente por satisfacer deseos inmediatos, sin detenerse a considerar las
consecuencias a largo plazo de lo que hacía. Nosotros podemos caer en la misma trampa.
Cuando vemos algo que deseamos, nuestro primer impulso es obtenerlo. Al principio nos
sentimos intensamente satisfechos y en ocasiones hasta poderosos porque hemos
obtenido lo que nos propusimos. Pero el placer inmediato a menudo opaca el futuro.
Podemos evitar el error de Esaú al comparar, antes de actuar, la satisfacción a corto plazo
con sus consecuencias. A menudo experimentamos situaciones similares. Por ejemplo,
cuando el apetito sexual apremia, un acta matrimonial puede no parecer tan importante. En
ocasiones sentimos tanta presión en ciertas cosas que no nos importa lo demás. La presión
del momento nos hace perder la perspectiva. Ese instante lleno de presión suele ser el más
difícil al enfrentar la tentación. ELIEZER : PERFIL DE UN SIERVO FIEL ¿Alguna vez se ha
enfrentado a una responsabilidad con tanta perseverancia y previsión, y a la vez
dependiendo de Dios hasta el final? 24.3, 9: Aceptó la encomienda 24.5: Examinó las
alternativas 24.9: Prometió seguir las instrucciones 24.12-14: Elaboró un plan 24.12-14:
Sometió el plan a Dios 24.12-14: Oró que Dios lo dirigiera 24.12-14: Trazó una estrategia
en que dejaba lugar para que Dios actuara 24.21: Esperó 24.21: Observó cuidadosamente
24.26: Aceptó la respuesta con gratitud 24.34-49: Explicó la situación a las partes
involucradas 24.56: Rechazó la demora innecesaria 24.66: Siguió completamente el plan

Primeras trampas de Jacob


27 Isaac estaba ya tan viejo, y sus ojos tan gastados, que ya no podía
ver. Por eso un día llamó a Esaú, su hijo mayor, 2 y le dijo:
—Mira, hijo mío, yo estoy ya muy viejo, y en cualquier momento me
puedo morir.3 Así que toma tu arco y tus flechas, y ve al campo, a ver
qué puedes cazar para mí. 4 Prepárame luego un buen plato de comida,
como a mí me gusta, y tráemelo para que me lo coma. Así, antes de mi
muerte te daré mi bendición.

5Rebeca escuchó lo que Isaac le dijo a Esaú, así que cuando Esaú salió a
cazar al campo, 6 fue a decirle a Jacob:

—Escucha, hijo mío, acabo de oír a tu padre hablar con tu hermano. Le


ha pedido7 cazar algún animal y prepararle un plato de comida, para
darle su bendición especial. 8 Así que escúchame bien, y haz todo lo que
te voy a decir. 9 Ve a donde está el rebaño, y tráeme dos de los mejores
cabritos. Yo sé bien lo que a tu padre le gusta comer, y se lo voy a
preparar. 10 Luego tú se lo llevarás para que se lo coma, y así te dará su
bendición especial antes de morir.

11 Jacob le dijo a su madre:

—Pero mi hermano Esaú tiene pelo en todo el cuerpo, y yo no. 12 Si mi


padre me llega a tocar, va a creer que me estoy burlando de él. ¡Y en
vez de bendecirme, me maldecirá!

13 Su madre le respondió:

—Hijo mío, haz lo que te digo. Tú tráeme los cabritos, y si tu padre te


maldice, ¡que caiga sobre mí la maldición!

Jacob fue por los cabritos y se los llevó a su madre. Ella preparó un
14

plato bien sabroso, tal como le gustaba a Isaac. 15 Enseguida fue y tomó
las mejores ropas que Esaú tenía, y se las puso a Jacob. 16 Luego, con la
piel de los cabritos le cubrió a Jacob las manos y el cuello. 17 Finalmente,
le entregó a Jacob el plato de comida y el pan que había
hecho. 18 Entonces Jacob fue a presentarse ante su padre, y le dijo:

—Padre mío, ¿puedo pasar?

—Adelante —respondió Isaac—. ¿Cuál de mis dos hijos eres tú?


—Soy Esaú, tu hijo mayor —contestó Jacob—. Ya hice lo que me
19

pediste. Levántate y ven a comer de lo que maté, para que me des tu


bendición.

20 Pero Isaac le preguntó:

—¿Y cómo es que cazaste un animal tan pronto?

—Es que tu Dios me lo puso enfrente —respondió Jacob.

21 Entonces Isaac le dijo:

—Acércate, hijo mío, para que pueda tocarte. Quiero estar seguro de
que eres mi hijo Esaú.

22-27 Jacob se acercó a su padre, quien después de tocarlo le preguntó:

—¿Eres realmente mi hijo Esaú? Tus brazos son los de Esaú, pero tu voz
es la de Jacob.

—¡Claro que soy Esaú! —respondió Jacob.

Pero Isaac no reconoció a Jacob porque sus brazos tenían pelos como
los de Esaú. Entonces Isaac dijo:

—Hijo mío, tráeme del animal que cazaste, para que lo coma y te dé mi
bendición especial.

Jacob le llevó el plato, e Isaac comió; también le llevó vino, e Isaac


bebió. Después de comer, Isaac le dijo:

—Ahora, hijo mío, acércate y dame un beso.

Jacob se acercó a su padre y lo besó. En cuanto Isaac olió sus ropas, lo


bendijo así:

«Hijo mío, tienes el olor


de los campos que Dios bendice.
28 ¡Que Dios te dé mucha lluvia

y una tierra muy fértil!


¡Que te dé mucho trigo
y mucho vino!
29 ¡Que todas las naciones

te sirvan y te respeten!
¡Que tus propios parientes
se inclinen ante ti,
y te reconozcan como su jefe!
¡Malditos sean los que te maldigan!
¡Benditos sean los que te bendigan!»

30Cuando Isaac terminó de bendecirlo, y Jacob estaba por salir de la


tienda de su padre, volvió Esaú del campo. 31 También él preparó un
plato de comida muy sabroso, se lo llevó a su padre, y le dijo:

—Levántate, padre mío, y ven a comer de lo que maté, para que me des
tu bendición.

32 Enseguida su padre le preguntó:

—¿Y quién eres tú?

—¡Pues soy Esaú, tu hijo mayor! —le respondió él.

33 Isaac comenzó a temblar de pies a cabeza, y dijo:

—Entonces, ¿quién cazó un animal y me lo trajo? Yo comí de su plato


antes de que tú llegaras, y ya lo he bendecido. ¡Esa bendición no se la
puedo quitar!

Al oír Esaú las palabras de su padre, lloró a gritos, y con gran


34

amargura le dijo a Isaac:

—¡Padre mío, bendíceme también a mí!

35 Pero Isaac le contestó:

—Ya vino tu hermano, y me engañó, por eso le di la bendición que era


para ti.

36 Esaú dijo:
—¡Con razón se llama Jacob, pues es un tramposo![a] ¡Ya van dos veces
que me engaña! No sólo me ha quitado mis derechos de hijo mayor,
sino que ahora me ha dejado sin mi bendición. ¿No puedes bendecirme
a mí también?

37 Isaac le respondió:

—¿Y qué puedo hacer por ti, hijo mío? ¡Ya lo he nombrado jefe tuyo; ya
he dicho que todos tus parientes estarán a su servicio, y le he deseado
que tenga mucho trigo y mucho vino!

38 Esaú se echó a llorar, y lanzando fuertes gritos insistió:

—Padre mío, ¡bendíceme también a mí! ¿Acaso tienes una sola


bendición?

39
En respuesta, su padre le dijo:

«Vivirás lejos de la tierra fértil,


y lejos de la lluvia del cielo.
40 Defenderás tu vida

con el filo de tu espada,


y estarás al servicio de tu hermano,
pero cuando llegues a ser poderoso
te librarás de su dominio».

Jacob huye de Esaú


41Esaú odiaba a Jacob por haberle quitado la bendición de su padre, y
tenía planes de matarlo tan pronto como su padre muriera. 42 Cuando
Rebeca supo lo que andaba planeando Esaú, mandó a llamar a Jacob y
le dijo:

—Tu hermano Esaú sólo está esperando el momento de


matarte. 43 Hazme caso y vete enseguida a la casa de mi hermano
Labán, que vive en Harán. 44 Quédate allá con él hasta que a tu hermano
se le pase el enojo. 45 Cuando se haya olvidado de lo que le hiciste, yo te
avisaré que ya puedes regresar. ¡No quiero perder a mis dos hijos en un
solo día!
46 Luego Rebeca fue a decirle a Isaac:

—¡Estas mujeres hititas me tienen cansada! Si Jacob se casa aquí, con


hititas como éstas, ¡prefiero morirme!

La respuesta a todas esas cosas es la que Dios dirigió a Abraham: “Yo soy el Dios
Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto”. Fue un decir muy apresurado de
Rebeca: “Hijo mío, sea sobre mí tu maldición”. Cristo ha llevado la maldición de la
ley por todos los que se uncen al yugo del mandamiento, el mandamiento del
evangelio. Pero es demasiado osado que una criatura diga: “sea sobre mí tu
maldición”.

Vv. 18-29.Con cierta dificultad, Jacob se salió con la suya y obtuvo la bendición.
Esta bendición es en términos muy generales. No se mencionan las misericordias
distintivas del pacto con Abraham. Esto podría deberse a que Isaac pensaba en
Esaú, aunque era Jacob quien estaba delante suyo. No podía ignorar la forma en
que Esaú había despreciado las cosas mejores. Además, su inclinación por Esaú,
al punto de no tomar en cuenta la voluntad de Dios, debe haber debilitado
enormemente su propia fe en esas cosas. Por tanto, podría esperarse que la
escasez estuviera en su bendición, concorde con su estado mental.

Vv. 30-40.Cuando Esaú comprendió que Jacob había obtenido la bendición, clamó
con un muy grande y amargo llanto. Viene el día en que quienes ahora se toman a
la ligera las bendiciones del pacto y venden su derecho a las bendiciones
espirituales por lo carente de valor, en vano las pedirán con urgencia. Isaac tembló
mucho cuando se dio cuenta el engaño que le hicieron. Los que siguen la opción de
sus propios afectos más que la voluntad divina, se meten en confusión. Pero él
pronto se recuperó y confirmó la bendición que había dado a Jacob diciendo: Yo lo
bendije y será bendito. Los que se apartan de su sabiduría y de su gracia, de su fe
y de la buena conciencia, en aras de los honores, las riquezas o los placeres de
este mundo, por más que finjan celo por la bendición, se han juzgado indignos de
ella y su condenación será la que les corresponde. Una bendición corriente fue dada
a Esaú. Era lo que deseaba. Los deseos débiles de felicidad sin la elección correcta
del fin, y el uso correcto de los medios, engañan a muchos llevándolos a su propia
ruina. Las multitudes van al infierno con sus bocas llenas de buenos deseos. La
gran diferencia es que no hay nada en la bendición de Esaú que apunte a Cristo; y
sin eso, la grosura de la tierra y el producto del campo, de bien poco valen. Así,
pues, por fe Isaac bendijo a sus dos hijos, según lo que debía ser su suerte.

27.11-13 Jacob vaciló cuando escuchó el engañoso plan de Rebeca. Aunque lo


cuestionaba no por honrado sino por el temor de ser sorprendido, su protesta concedió a
Rebeca una última oportunidad de recapacitar. Pero Rebeca estaba tan encerrada en sus
planes que no podía ver con claridad lo que estaba haciendo. El pecado la había atrapado
y estaba corrompiendo su carácter. Corregirse uno mismo en medio de una mala acción
puede ser doloroso y molesto, pero también lo puede liberar a uno del control del pecado.
27.24 A pesar de que Jacob obtuvo la bendición que quería, pagó un precio demasiado alto
por haber engañado a su padre. Estas son algunas de las consecuencias de sus acciones:
(1) nunca más volvió a ver a su madre; (2) su hermano quiso matarlo; (3) su propio tío,
Labán, lo engaño; (4) su familia se dividió a causa de la rivalidad; (5) Esaú llegó a ser
fundador de una nación de enemigos; (6) vivió lejos de su familia durante años.
Irónicamente, Jacob hubiera recibido de todos modos la primogenitura y la bendición
(25.23). ¡Imagínese cuán diferente hubiera sido su vida si él y su madre hubieran permitido
que Dios hiciera las cosas a su modo, y en su tiempo! 27.33 En tiempos antiguos la palabra
de una persona la comprometía (como un contrato escrito hoy día), especialmente cuando
había juramento de por medio. Por eso la bendición de Isaac era irrevocable. 27.33-37
Antes de que muriera el padre, este llevaba a cabo una ceremonia de bendición en la que
oficialmente traspasaba la primogenitura al heredero. A pesar de que el primogénito tenía
el derecho a la primogenitura, no era suya hasta que se pronunciara esa bendición. Antes
de que se diera la bendición, el padre podía quitársela al hijo mayor y darla al que más se
la mereciera. Pero después de pronunciada la bendición, la primogenitura ya no se podía
quitar. Por eso los padres esperaban hasta el último momento para dar esa bendición
irrevocable. Aun cuando su hermano mayor le había vendido su primogenitura años atrás,
Jacob necesitaba la bendición para ratificarlo. 27.41 Esaú se enojó tanto con Jacob que por
un momento olvidó su error al regalar su primogenitura. La ira que producen los celos nos
ciega y nos impide ver los beneficios que tenemos para que nos fijemos en lo que no
tenemos. 27.41 Cuando Esaú perdió la valiosa bendición familiar, su futuro cambió
repentinamente. Reaccionó con ira y decidió matar a Jacob. Cuando uno pierde algo de
gran valor, o si otros conspiran contra uno y logran su objetivo, la primera reacción y la más
natural es la ira. Pero podemos controlar nuestros sentimientos al (1) reconocer que es una
reacción nuestra, (2) orar por fortaleza, y (3) pedir que Dios nos ayude a ver las
oportunidades que pueden surgir aun de esa circunstancia triste.

David le perdona la vida a Saúl


24 Cuando Saúl dejó de perseguir a los filisteos, le dijeron: «David está
en el desierto de En-gadi».
2Saúl tomó entonces a los tres mil mejores soldados de su ejército, y se
fue al lugar conocido como Cerro de las cabras monteses, para buscar a
David. 3 Llegó a un lugar donde había una cueva. Allí los pastores
acostumbraban encerrar sus ovejas, y allí también estaban escondidos
David y su gente.

Saúl entró en la cueva para hacer sus necesidades. 4-7 Entonces los
hombres de David le dijeron:

—¿Te acuerdas que Dios te prometió que te vengarías de tu enemigo, y


que le harías lo que quisieras? Pues bien, ¡ahora es cuando debes
hacerlo!

Pero David les respondió:

—¡Que Dios me libre de hacerle algo a mi señor el rey! ¡Nunca le haré


daño, pues Dios mismo lo eligió como rey! ¡Sobre su cabeza se derramó
aceite, como señal de la elección de Dios!

Y aunque David les prohibió a sus hombres atacar a Saúl, él mismo se


acercó en silencio a donde estaba Saúl, y cortó un pedazo de la orilla de
su manto. Sin embargo, más tarde pensó que no debía haberlo hecho.

En cuanto Saúl terminó, se levantó y salió de la cueva para seguir su


camino.8 Pero cuando ya se alejaba, David salió de la cueva y le gritó:

—¡Mi señor y rey!

Cuando Saúl miró hacia atrás, David se inclinó de cara al suelo, 9 y le


dijo:

—¿Por qué Su Majestad le hace caso a la gente que dice que quiero
hacerle daño?10 Como usted mismo podrá ver, hoy Dios me dio la
oportunidad de matarlo aquí mismo, en la cueva. Algunos de mis
hombres me insistían que lo matara, pero yo no quise hacerlo. No quise
hacerle ningún daño porque Su Majestad es mi rey. ¡Dios mismo lo
eligió!

»¡Vea Su Majestad lo que tengo en la mano! Es un pedazo de su


11-15

manto, que yo mismo corté. Con esto podrá ver Su Majestad que no
quiero matarlo.
»Yo no le he causado ningún mal a Su Majestad; sin embargo, Su
Majestad me anda persiguiendo y quiere matarme, ¡a mí, que no valgo
más que un perro muerto o una pulga!

»¡Que Dios juzgue entre nosotros dos, y vea quién está haciendo mal!
¡Que Dios castigue a Su Majestad por lo mal que se ha portado conmigo,
y no permita que me atrape!

»Bien dice el antiguo refrán, que “del malvado sólo se puede esperar
maldad”. Yo, por mi parte, ¡nunca le haré daño a Su Majestad!

Cuando David terminó de hablar, Saúl dijo: «¡Pero si es David en


16

persona!» Luego empezó a llorar a gritos, 17 y le dijo a David:

—Tú, David, eres más bueno que yo. Aunque te he hecho mucho mal, tú
siempre me has hecho el bien. 18 Hoy me doy cuenta de que me has
tratado con bondad, aun cuando Dios te dio la oportunidad de matarme.
19 »Si alguien puede matar a su enemigo, no lo deja ir con vida. Por eso
le pido a Dios que te recompense con muchas cosas buenas, por lo bien
que hoy me has tratado.

»Yo sé muy bien que llegarás a ser rey, y que al pueblo de Israel le irá
20

muy bien contigo. 21 Por eso, júrame por Dios que no acabarás con mis
hijos ni con mis nietos, y que no harás que mi familia se olvide de mí.

David se lo juró a Saúl. Luego Saúl se regresó a su casa, y David y su


22

gente volvieron a su escondite.

Vv. 1-7.Dios entregó a Saúl en las manos de David. Era una oportunidad dada a
David para ejercer fe y paciencia. Se le había prometido el reino, pero no tenía orden
de matar al rey. Razona firmemente consigo mismo y con sus hombres en contra
de hacer algún daño a Saúl. El pecado es algo que nos debe causar sobresalto, y
tenemos que resistir las tentaciones para pecar. David no sólo consideraría esto
malo para sí; tampoco toleraría que los suyos lo hicieran. Así, devolvió bien por mal
a aquel del quien recibió mal por bien; de esa manera, sentó el ejemplo para todos
los que se dicen cristianos, de no dejarse vencer por el mal, sino vencer el mal con
el bien.
Vv. 8-15.David fue acusado falsamente de que procuraba el mal de Saúl; le
demuestra a Saúl que la providencia de Dios le había dado la oportunidad de
hacerlo. Y fue con un buen principio que se negó a hacerlo. Declara su decidida
resolución de no ser jamás su propio vengador. Si los hombres nos hacen mal, Dios
nos hará el bien al máximo en el juicio del gran día.

Vv. 16-22.Saúl habla totalmente vencido por la bondad de David. Muchos se


lamentan de sus pecados sin arrepentirse verdaderamente de ellos; lloran
amargamente por ellos, pero siguen enamorados de ellos, y ligados a ellos. Ahora
Dios cumplió a David la palabra con que le había hecho tener esperanzas de que
sacaría a relucir su justicia como la luz, Salmo xxxvii, 6. Quienes se cuidan de
mantener una conciencia buena, pueden dejar que Dios les dé el crédito por ella.
Tarde o temprano Dios forzará hasta a aquellos que son de la sinagoga de Satanás
a que conozcan y acepten a quienes Él ha amado. Ellos se separaron en paz. Saúl
se fue a casa convicto, pero no convertido; avergonzado de su envidia por David,
pero reteniendo en su pecho esa raíz de amargura; irritado de que cuando, por fin
había hallado a David, no tuvo su corazón para destruirlo, como se había propuesto.
El rencor parece frecuentemente muerto cuando sólo está dormido, y revivirá con
fuerza doble. Pero sea que el Señor ate las manos de los hombres o afecte a sus
corazones, de modo que no nos hieran, la liberación es por igual suya; es prueba
de su amor y anticipo de nuestra salvación y debe hacernos agradecidos.

24.3 David y sus seiscientos hombres descubrieron que el desierto de En-gadi era
un buen lugar para esconderse debido a las numerosas cuevas que habían en el
área. El pueblo local utilizaba estas cuevas como casas y tumbas. Para los hombres
de David eran lugares de refugio. En la actualidad, aún se pueden ver estas cuevas.
Algunas son tan grandes que pueden albergar hasta varios miles de personas. 24.4
Las Escrituras no narran ninguna declaración de Dios a David ni a sus hombres.
Estos quizás ofrecieron su propia interpretación de algunos sucesos previos cuando
David fue ungido (16.13) o por la predicción de Jonatán de que David sería rey
(23.17). Cuando los hombres de David vieron entrar a Saúl en la cueva, creyeron
erróneamente que este era una señal de Dios para actuar. 24.5, 6 David tenía un
gran respeto por Saúl, a pesar de que este trataba de matarlo. Aun cuando el estado
de Saúl era de pecado y rebelión contra Dios, David seguía respetando la posición
que tenía como rey ungido de Dios. David sabía que algún día sería rey y sabía
además que no era bueno derribar al hombre que Dios había colocado en el trono.
Si asesinaba a Saúl, hubiera sentado un precedente para que sus propios
adversarios hicieran lo mismo con él algún día. Rom 13:1-7 nos enseña que Dios
ha colocado al gobierno y a sus líderes en el poder. Como David, quizás no sepamos
la razón, sin embargo, tenemos que respetar los puestos y cargos de quienes Dios
les ha dado autoridad. Aunque existe una excepción. Debido a que Dios es nuestra
máxima autoridad, no debemos permitir que un líder nos obligue a violar la ley de
Dios. 24.16-19 Los medios que utilizamos para alcanzar una meta son tan
importantes como la meta misma. La meta de David era llegar a ser rey, así que en
cuanto tuvo la oportunidad, estos hombres le exhortaron para que matara a Saúl.
La negativa de David no fue un ejemplo de cobardía sino de valor. El valor de
oponerse a un grupo y hacer lo que él sabía que era lo justo. No comprometa sus
normas morales al ceder ante la presión de un grupo ni al tomar una salida fácil.
24.21, 22 David cumplió su promesa: nunca se vengó de la familia de Saúl ni de sus
descendientes. No obstante, más tarde los filisteos (31.2) y los gabaonitas (2Sa
21:1-14) asesinaron a la mayoría de los hijos de Saúl. David prometió ser
misericordioso con los descendientes de Jonatán (20.14, 15) y cumplió su promesa
cuando invitó a Mefiboset a vivir en su palacio (2 Samuel 9).

1 Pedro 5:6 Traducción en lenguaje actual (TLA)

6 Por eso, sean humildes y acepten la autoridad de Dios, pues él es


poderoso. Cuando llegue el momento oportuno, Dios los tratará como a
gente importante.
EL MANTO DE LA HUMILDAD 1 Pedro 5:5 Y vosotros los más jóvenes, aplicaos el cuento:
manteneos bajo la autoridad de los más ancianos. Y así todos, en vuestras relaciones
recíprocas, no os revistáis más que con el manto de la humildad; porque Dios se opone a
los soberbios, pero concede Su gracia a los humildes. Pedro vuelve de nuevo a la idea de
que la negación de uno mismo debe ser la marca característica del cristiano. Confirma su
argumento con una cita del Antiguo Testamento: "Ciertamente Él escarnece a los
escarnecedores, y da gracia a los humildes» (Pro 3:34 ). De nuevo es posible que el
recuerdo de Jesús esté en el corazón de Pedro y ponga su colorido en todo su pensamiento
y lenguaje. Le dice a su gente que deben revestirse con el manto de la humildad. La palabra
que usa para revestirse es poco corriente; es enkombusthai, que se deriva de kombos que
describe cualquier cosa que se ata con un nudo. En relación con esto está enkombóna,
túnica que sé sujeta con un nudo. Se usaba corrientemente como ropa de protección; se
usaba para un par de mangas que se ponían encima de la túnica y se ataban por detrás del
cuello. También se usaba para el delantal de un esclavo. Hubo una ocasión en que Jesús
se lo puso como delantal. En la última Cena, Juan dice que Jesús tomó una toalla y se la
ciñó, y tomó agua y se puso a lavar los pies de Sus discípulos (Jua 13:4 s). Jesús se ciñó
con el delantal de la humildad y así deben hacer Sus seguidores. Resulta que el
enkombusthai se usa de otra clase de ropa. Se usa de ponerse una túnica larga, semejante
a una estola, que era señal de honor y preeminencia. Para completar el cuadro tenemos
que poner las dos imágenes juntas. Jesús se puso una vez el delantal del esclavo y se
encarZá del más humilde de todos los deberes: lavar los pies de Sus discípulos; así que
nosotros debemos en todas las situaciones ponernos el delantal de la humildad en el
servicio de Cristo y de nuestros semejantes; pero ese mismo delantal de la humildad se
convertirá en un atuendo honorable para nosotros, porque es el que se hace siervo de todos
el que es el más grande en el Reino del Cielo.

Hechos 8:15-17 Traducción en lenguaje actual (TLA)


15 Cuando éstos llegaron, oraron para que los nuevos seguidores
recibieran el Espíritu Santo, 16
porque todavía no lo habían recibido. Y es
que sólo habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 17 Entonces
Pedro y Juan pusieron sus manos sobre la cabeza de cada uno, y todos
ellos recibieron el Espíritu Santo.

LO QUE NO SE PUEDE COMPRAR NI VENDER Hechos 8:14-25 Cuando los


apóstoles oyeron en Jerusalén que Samaria había recibido el Evangelio,
comisionaron a Pedro y a Juan para que fueran a ver. Y Pedro y Juan, cuando
llegaron, oraron para que los samaritanos convertidos recibieran el Espíritu Santo,
porque todavía no había descendido sobre ninguno de ellos, sino solamente se
habían bautizado en el Nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan les
impusieron las manos, y los convertidos recibieron el Espíritu Santo. Cuando Simón
vio que el Espíritu Santo se impartía mediante la imposición de manos de los
apóstoles, les ofreció dinero y les dijo: -Dadme a mí también este don de hacer que
reciban el Espíritu Santo cuando yo imponga las manos. -¡Tú piérdete con tu dinero,
por pensar que puedes comprar lo que Dios otorga gratuitamente! Tú no tienes arte
ni parte aquí, porque tu corazón no es como es debido con Dios. ¡Arrepiéntete de
tu maldad, y pídele a Dios que te perdone, si es posible, el que se te ocurriera tal
cosa! Veo que tienes el corazón más amargo que la hiel y más negro que una
mazmorra. -Pedid vosotros por mí al Señor -dijo Simón-, para que no me suceda
nada de lo que habéis dicho. Pedro y Juan, después de comunicarles a los
samaritanos el mensaje del Señor y demostrarles su verdad con pruebas
irrefutables, se volvieron para Jerusalén predicando el Evangelio en muchos otros
pueblos samaritanos. Simón no era un tipo tan raro en el mundo antiguo. Había
muchos astrólogos, adivinos y magos, y en una época tan crédula ejercían una gran
influencia y se ganaban la vida cómodamente. No hay nada de sorprendente en
esta historia, cuando aun en nuestros tiempos no se han acabado los adivinos y los
astrólogos, como se puede ver en muchas revistas populares. No hay que pensar
que Simón y sus congéneres eran timadores profesionales. Muchos de ellos se
habían engañado a sí mismos y creían en sus poderes antes de engañar a otros.
Para entender lo que pretendía Simón tenemos que comprender algo del ambiente
y de la práctica de la Iglesia Primitiva. La venida del Espíritu Santo sobre una
persona se relacionaba con ciertos fenómenos visibles y audibles, sobre todo con
el don de lenguas (véase Hec 10:44-46 ). En el judaísmo, la práctica de la imposición
de manos era bastante corrien- te, y con ella se creía que se transferían ciertas
cualidades de una persona a otra. No tenemos que pensar que esto representara
un punto de vista materialista de la comunicación del Espíritu Santo; más bien se
pone el acento en el carácter del que impone las manos. Los apóstoles eran
respetados hasta tal punto que el mero hecho de sentir el contacto de sus manos
era una profunda experiencia espiritual. Si se me permite hacer referencia a una
experiencia personal, yo recuerdo que me llevaron a ver a un hombre que había
sido uno de los grandes hombres de Dios de la Iglesia. Yo era muy joven, y él muy
anciano. Me dejaron a solas con él un momento, y en ese instante puso sus manos
sobre mi cabeza y me bendijo. De esto hace más de cincuenta años, pero todavía
puedo sentir la profunda impresión de aquel momento. Algo así era la imposición de
manos en la Iglesia Primitiva. A Simón le impresionaban los efectos visibles de la
imposición de manos, e intentó comprar la capacidad para hacer lo que hacían los
apóstoles. Del nombre de Simón nos ha quedado la palabra simonía, que quiere
decir la compra y venta indigna de dignidades eclesiásticas. Simón tenía dos faltas:
(i) No estaba tan interesado en que la gente recibiera el Espíritu Santo como en el
poder y prestigio que eso le reportaría a él. Esta exaltación del ego es un peligro
que acecha especialmente al pastor y al predicador. Es verdad que deben irradiar
luz; pero también lo es -como decía James Denneyque no se puede demostrar que
uno es maravilloso y que Cristo es poderoso para salvar. (ii) Simón olvidó, o no
sabía, que ciertos dones dependen del carácter. No se compran con dinero.
También aquí deben tener cuidado los predicadores y los pastores. «La predicación
es la comunicación de la verdad por medio de la personalidad.» Para comunicar a
otros el Espíritu hay que ser, no un hombre rico, sino un hombre controlado por el
Espíritu.

Romanos 13:1-7 Traducción en lenguaje actual (TLA)

Dios y las autoridades


13 Sólo Dios puede darle autoridad a una persona, y es él quien les ha
dado poder a los gobernantes que tenemos. Por lo tanto, debemos
obedecer a las autoridades del gobierno. 2 Quien no obedece a los
gobernantes, se está oponiendo a lo que Dios ordena. Y quien se oponga
será castigado, 3 porque los que gobiernan no están para meterles miedo
a los que se portan bien, sino a los que se portan mal. Si ustedes no
quieren tenerles miedo a los gobernantes, hagan lo que es bueno, y los
gobernantes hablarán bien de ustedes. 4 Porque ellos están para servir a
Dios y para beneficiarlos a ustedes. Pero si ustedes se portan mal,
¡pónganse a temblar!, porque la espada que ellos llevan no es de
adorno. Ellos están para servir a Dios, pero también para castigar a los
que hacen lo malo. 5 Así que ustedes deben obedecer a los gobernantes,
no sólo para que no los castiguen, sino porque eso es lo correcto.
6 Los gobernantes están al servicio de Dios, y están cumpliendo un
deber. Por eso pagan ustedes sus impuestos. 7 Así que páguenle a cada
uno lo que deban pagarle, ya sea que se trate de impuestos,
contribuciones, respeto o estimación.
EL CRISTIANO Y EL ESTADO Romanos 13:1-7 Que cada cual preste la debida obediencia
a dos que están en puestos de autoridad, porque no hay autoridad a la que Dios no le haya
asignado su esfera; porque ha sido Dios Quien ha colocado en su sitio a las autoridades
que existen. Esto quiere decir que el que se opone a una autoridad realmente se está
oponiendo al orden de cosas que Dios ha establecido. Los que se oponen a la autoridad se
acarrean un merecido castigo. Porque, el que vive honradamente no es el que tiene que
tenerles miedo a los gobernantes, sino el que hace lo que no debe. ¿Quieres no tener que
temer a la autoridad? Pues vive como es debido, y las autoridades no podrán decir de ti
nada más que cosas buenas, porque los que están al servicio de Dios están para tu bien.
Si haces lo que no debes, entonces sí que debes tener miedo; porque no en vano tiene
poder para dictar sentencia de muerte el que está en autoridad, ya que está al servicio de
Dios, y su misión es aplicar ira y venganza al que lleva mala vida. Por eso es por lo que
debes someterte, no sólo por temor a la ira, sino por causa de la conciencia. Por esta misma
razón debes también pagar los impuestos; porque los que están en autoridad son siervos
de Dios y esa es su misión. Dale a cada uno lo que le es debido: al que se le deba pagar
tributo, págaselo; a los que impuestos, lo mismo; al que se deba tener respeto, trátale con
respeto. Al que se le deba mostrar honor, muéstraselo. La primera impresión que nos hace
este pasaje es muy extraña. Parece aconsejar al cristiano una sumisión total al poder civil.
Pero, de hecho, este es un mandamiento que aparece en todo el Nuevo Testamento. En 1
Timoteo 2:1 s leemos: «Insisto en que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y
acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en
posiciones de autoridad, para que vivamos tranquilamente y en paz, piadosamente y con
respeto en todos los sentidos.» En Tit 1:3 , el consejo al predicador es: «Recuérdales que
sean sumisos a los gobernantes y a las autoridades, que sean obedientes, que estén
siempre dispuestos a hacer las cosas honradamente.» En 1Pe 2:13-17 leemos: «Por causa
del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al emperador como jefe supremo, o
a los gobernantes que aquél envía para castigar a los que obran mal y recompensar a los
que bien. Porque la voluntad de Dios es que, viviendo honradamente, hagáis callar la
ignorancia de algunos tontos... Tened respeto a todos los hombres. Amad a los hermanos.
Temed a Dios. Honrad al emperador.» Puede que nos dé la tentación de suponer que estos
pasajes provienen de un tiempo cuando el gobierno romano no había empezado a perseguir
a los cristianos. Sabemos, por ejemplo, que en el Libro de los Hechos, como hizo notar
Gibbon, el tribunal de los magistrados paganos fue a menudo el refugio más seguro contra
la furia del populacho judío. Una y otra vez vemos a Pablo recibiendo protección de manos
de la justicia imperial romana. Pero lo interesante y significativo es que muchos años y
hasta siglos después, cuando la persecución había empezado a rugir y se consideraba a
los cristianos fuera de la ley, los líderes cristianos seguían diciendo exactamente lo mismo.
Justino Mártir (Apología 1:17) escribe: «En todas partes nosotros estamos más dispuestos
que nadie y nos esforzamos por pagar a los funcionarios que asignáis los impuestos
ordinarios y extraordinarios, como Jesús nos ha enseñado. No damos culto nada más que
a Dios, pero en otros respectos os servimos de buena gana, reconociéndoos como reyes y
gobernantes, y orando para que, con vuestro poder real, se os conceda también sano
juicio.» Atenágoras, suplicando la paz de los cristianos, escribe (capítulo 37): «Merecemos
consideración porque oramos por vuestro gobierno, para que podáis recibir el reino de la
manera más justa, el hijo del padre, y que vuestro imperio aumente y se acreciente hasta
que toda la humanidad os esté sujeta.» Tertuliano (Apología 30) escribe extensamente:
«Ofrecemos oración por la salud de nuestros príncipes a nuestro Dios eterno, verdadero y
vivo, cuyo favor ellos deben desear más que ninguna otra cosa... Sin cesar, por todos
nuestros emperadores ofrecemos oración. Oramos para que se les prolongue la vida; para
que haya seguridad en el imperio; por protección para la casa imperial; por ejércitos
valerosos, por un senado fiel, por un pueblo virtuoso, por la paz del mundo -por todo, en fin,
lo que el emperador pueda desear, como hombre o como César.» Y sigue diciendo que el
cristiano no puede por menos de apreciar al emperador, porque «es llamado por nuestro
Señor para ejercer su cargo.» Y concluye diciendo que "el César es más nuestro que
vuestro, porque nuestro Dios es el que le ha nombrado.» Arnobio (4:36) declara que en las
reuniones de los cristianos «se pide la paz y el perdón para todos los que están en
autoridad.» Era la constante y reconocida enseñanza de la Iglesia Cristiana que había que
obedecer y orar por el poder civil, aunque estuviera personificado en un Nerón. ¿Qué
pensamiento y creencia hay detrás de todo esto? (i) En el caso de Pablo había una razón
inmediata para que hiciera hincapié en la obediencia civil. Los judíos eran notorios como
rebeldes. Palestina, y especialmente Galilea, estaba bullendo constantemente de
insurrección. Sobre todo, estaban los celotas, que estaban convencidos de que no debía
haber más rey para los judíos que Dios, y que no se debía pagar tributo a nadie más que a
Dios. Tampoco se conformaban con una resistencia pasiva. Creían que Dios no los
ayudaría más que si se embarcaban en acción violenta para ayudarse a sí mismos. Su
intención era hacer cualquier gobierno civil imposible. Se los conocía como los «dagados».
Eran nacionalistas fanáticos conjurados para usar métodos terroristas, no sólo contra los
Romanos, sino hasta el punto de destruir las casas, quemar las cosechas y hasta asesinar
a las familias de sus compatriotas judíos que pagaran tributo al Imperio Romano. Pablo no
le encontraba ningún sentido a una actitud así. Esa era la negación más absoluta de la
conducta cristiana. Y sin embargo, por lo menos para una parte de la nación judía, eso era
lo normal. Puede que Pablo estuviera escribiendo aquí tan claramente porque quería
disociar el Cristianismo de cualquier insurreccionismo judío, y dejar totalmente claro que los
cristianos eran buenos ciudadanos. (ii) Pero hay algo más que una situación coyuntural en
la relación entre los cristianos y el estado. Puede ser verdad que Pablo tuviera en mente
las circunstancias que causaban las insurrecciones judías, pero tenía otras cosas también.
Lo primero y principal es que nadie puede ni debe disociarse totalmente de la sociedad en
la que vive. Nadie puede, en conciencia, optar por desligarse de la nación. Como parte de
ella, disfruta de ciertos beneficios que no podría tener si viviera aislado; pero no puede
reclamar los privilegios y evitar las obligaciones. De la misma manera que forma parte del
Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, también forma parte del cuerpo de la nación; no hay tal
cosa en el mundo como individualismo aislacionista. La persona tiene deberes para con el
estado, que debe cumplir aunque el que esté en el trono sea Nerón. (iii) El ciudadano debe
al estado la protección. Era una de las ideas platónicas que el estado existe para garantizar
la justicia y la seguridad, y para proteger al hombre de las bestias y de «los» bestias, es
decir, de la gente salvaje, dentro y fuera del país. «La gente -se ha dicho- se reunía como
un rebaño detrás de un muro para sentirse a salvo.» Un estado es esencialmente un cuerpo
de personas que se han aliado para mantener ciertas relaciones mutuas mediante el
cumplimiento de ciertas leyes. Sin esas leyes y el consentimiento general de cumplirlas, el
malvado fuerte y egoísta se haría con el poder; el más débil estaría indefenso; la vida no
tendría más ley que la de la selva. Todas las personas ordinarias deben su seguridad al
estado, y tienen por tanto una responsabilidad para con él. (iv) La gente ordinaria debe al
estado una gran gama de servicios que viviendo individualmente no podría disfrutar. Sería
imposible que todos tuviéramos agua corriente, alcantarillado, electricidad, transporte y un
largo etcétera. Todo esto sólo es posible cuando se está de acuerdo en vivir en sociedad.
No estaría bien que uno disfrutara de todo lo que provee el estado sin cumplir sus
obligaciones. Esa es una razón que obliga al cristiano a ser un buen ciudadano y cumplir
todos sus deberes como tal. (v) Pero la principal razón que veía Pablo era que el Imperio
Romano era el instrumento divinamente ordenado para salvar al mundo del caos. Quitad el
imperio, y el mundo se desintegraría en pavesas. Fue en realidad la pax romana lo que hizo
posible la expansión misionera del Cristianismo. Idealmente las personas deben estar
unidas por el amor cristiano; pero no lo están; y el cemento que las mantiene unidas es el
estado. Pablo vio en el estado un instrumento en las manos de Dios para preservar al
mundo del caos. Los administradores del estado estaban cumpliendo un papel importante
en una gran tarea. Lo supieran o no, estaban haciendo un trabajo ordenado por Dios, y el
deber del cristiano es ayudar y no dificultar.
Números 16:1-35 Traducción en lenguaje actual (TLA)

La rebelión de Coré
16 1-2 Coré era un levita de la familia de Quehat, y su padre se llamaba
Ishar. Coré tenía tres amigos de la tribu de Rubén: Datán y Abiram, que
eran hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet. Ninguno de ellos quería que
Moisés fuera su jefe, y a ellos se les unieron doscientos cincuenta jefes
israelitas que eran consejeros de la gente y muy respetados por todos.
3 Coré y su grupo fueron a decirles a Moisés y a Aarón:

—¡Ya estamos hartos de que ustedes se crean los jefes de todos


nosotros! Dios está con todo el pueblo, y a todos nos ha elegido para
servirle. ¿Por qué quieren hacerlo todo?

4
Cuando Moisés oyó esto, se tiró de cara al suelo, 5-7
y les dijo a Coré y a
su grupo:

—¡Ustedes, descendientes de Leví, son los que me tienen harto! Vengan


mañana temprano con su brasero para quemar incienso y pónganlo
delante de Dios. Entonces Dios elegirá a los que él quiera que le sirvan
en el santuario, y sólo ellos podrán hacerlo.

8 Luego Moisés le dijo a Coré:

—¡Escúchame, tú y los descendientes de Leví que están contigo! 9 ¿Les


parece poco que Dios los haya elegido de entre todos los israelitas para
que le sirvan en su santuario? 10 Dios los eligió a ustedes para que estén
cerca de él. ¿Por qué ahora quieren ser también sacerdotes? 11 No se
están quejando y rebelando contra Aarón sino contra Dios.

Luego Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, pero ellos le


12

respondieron:

«No iremos. 13-14 Bastante daño nos has hecho con sacarnos de un país en
donde siempre había abundancia de alimentos como lo era Egipto. Tú
prometiste llevarnos a un territorio con muchos campos y muchas viñas,
en donde siempre habría abundancia de alimentos. ¡Pero sólo nos
trajiste a morir a un desierto donde no hay nada bueno! ¿Y aun así
quieres que te obedezcamos y te sigamos? ¿Crees que estamos ciegos?
¡No queremos verte, ni hablarte!»

15 Moisés se enojó muchísimo y le dijo a Dios: «No aceptes sus ofrendas,


Dios mío. Yo nunca les he hecho ningún daño, y ellos jamás me han
dado nada. ¿Cómo pueden decir que me aprovecho de ellos?»

Luego Moisés le recordó a Coré que debía venir al día siguiente con
16-17

Aarón y los doscientos cincuenta descendientes de Leví, y traer sus


braseros para quemar incienso delante de Dios.

Dios castiga a Coré y a sus compañeros


Al día siguiente, Coré reunió a todos sus compañeros frente al
18-19

santuario para enfrentarse a Moisés y a Aarón. Cada uno llevaba su


brasero encendido. Entonces Dios se presentó con toda su gloria delante
del pueblo, 20 y les dijo a Moisés y a Aarón:

21—¡Aléjense de esta gente, porque ahora mismo los voy a destruir a


todos!

22 Moisés y Aarón se tiraron de cara al suelo, y le dijeron a Dios:

—Dios mío, tú que nos das vida a todos, ¡no los mates! ¿Vas a
destruirlos por culpa de un solo hombre?

23 Dios le respondió a Moisés:

—Diles a todos los israelitas que se alejen de las tiendas de campaña


24

donde están Coré, Datán y Abiram.

25Moisés se levantó y fue a donde estaban Datán y Abiram. Con él iban


los ancianos que eran jefes del pueblo. 26 Y Moisés le dijo a todo el
pueblo: «Aléjense de las tiendas de esos malvados, y ni siquiera toquen
lo que les pertenece. No sea que por su culpa mueran también
ustedes».
El pueblo se alejó de Datán, Abiram y Coré, que estaban a la entrada
27

de sus tiendas, con sus mujeres y sus hijos. 28 Entonces Moisés dijo:

«Ahora verán que yo sólo sigo órdenes de Dios, y no actúo por mi


propia cuenta.29 Si esta gente muere normalmente, como cualquiera de
nosotros, entonces significa que yo hago las cosas por mi cuenta. 30 Pero
si Dios hace algo extraordinario, y se abre la tierra y se los traga vivos,
no habrá duda de que ellos se rebelaron contra Dios».

En cuanto Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió 32 y se tragó vivos


31

a todos los que habían seguido a Coré, junto con sus familias y todas
sus pertenencias.33 Así fue como desapareció toda aquella gente.

Al ver esto, todo el pueblo salió corriendo y gritando: «¡Vámonos de


34

aquí! ¡No sea que también a nosotros nos trague la tierra!»

Enseguida, Dios envió un fuego, y los doscientos cincuenta


35

descendientes de Leví murieron quemados.

1-3 Coré y sus asociados habían visto las ventajas del sacerdocio en Egipto. Los sacerdotes
egipcios tenían grandes riquezas e influencia política, algo que Coré deseaba para sí
mismo. Coré pudo haber asumido que Moisés, Aarón y sus hijos estaban tratando de hacer
del sacerdocio israelita la misma clase de máquina política. El quería ser una parte de ella.
No comprendió que la ambición principal de Moisés era servir a Dios y no la de controlar a
los demás. 16.8-10 Moisés percibió a través del descargo de ellos la verdadera motivación:
algunos de los levitas buscaban el poder del sacerdocio. Al igual que Coré, a menudo
deseamos las cualidades especiales que Dios les ha dado a otros. Coré tenía sus propias
habilidades importantes y valiosas. Al final, sin embargo, su ambición de tener más originó
que perdiera todo. Una ambición inadecuada es codicia disfrazada. Concéntrese en buscar
el propósito especial que Dios tiene para usted. 16.13, 14 Una de las formas más fáciles de
no llegar a seguir a Dios es cuando miramos nuestros problemas presentes e inflamos su
desazón. Datán y Abiram hicieron justamente eso cuando comenzaron a desear una
comida mejor y ambientes más placenteros. Egipto, el lugar que alguna vez desearon
abandonar, cada vez lucía mejor y mejor, por supuesto que no era por la esclavitud o por
los capataces, ¡sino por la comida que producía agua en su boca! Estos dos hombres y sus
seguidores habían perdido completamente su perspectiva. Cuando quitamos nuestros ojos
de Dios y comenzamos a mirarnos a nosotros mismos y a nuestros problemas, también
comenzamos a perder nuestra perspectiva. Si sobreestimamos nuestros problemas
podemos obstaculizar nuestra relación con Dios. No permita que las dificultades lo hagan
perder de vista el propósito que tiene Dios para su vida. CORE Algunas de las figuras
importantes de la historia pudieron haber permanecido anónimas si no hubieran tratado de
abarcar más de lo que podían sostener. Pero al negarse a estar contentos con lo que tenían
y por tratar de obtener más de lo que se merecían, por lo general terminaban sin nada.
Coré, uno de los líderes israelitas, era ese tipo de persona. Coré era un levita que servía
como asistente especial en las funciones diarias del tabernáculo. Muy poco después de la
rebelión contra Dios (Números 13, 14), Coré instigó su propia mini rebelión. Reclutó un
comité de quejas y confrontó a Moisés y a Aarón. La lista de peticiones quedaba reducida
a tres puntos: (1) no eres mejor que otro; (2) todos en Israel han sido escogidos por Dios;
(3) no necesitamos obedecerte. Es sorprendente ver cómo Coré distorsionó los dos
primeros puntos, ambos verdades, para llegar a conclusiones erróneas. Moisés podría
haber estado de acuerdo en que no era mejor que otro. También podía haber aceptado que
todos los israelitas habían sido escogidos por Dios. Pero la aplicación que Coré hizo de
esas verdades estuvo mal. No todos los israelitas habían sido escogidos para dirigir. La
queja oculta de Coré era esta: "Yo tengo el mismo derecho que tiene Moisés para ser líder".
Su error no solo le costó su puesto, un puesto de servicio que él disfrutaba, sino además
su vida. La historia de Coré nos hace varias advertencias: (1) No permita que el deseo por
lo que los demás han hecho lo haga sentirse inconforme con lo que usted tiene. (2) No trate
de elevar su propia autoestima atacando a alguien más. (3) No utilice parte de la Palabra
de Dios para apoyar lo que quiere; en lugar de eso, permita que las Escrituras como un
todo moldeen sus deseos. (4) No espere encontrar satisfacción en el poder ni en la posición,
quizá Dios quiera trabajar a través de usted en la posición en la cual se encuentra ahora.
Puntos fuertes y logros : -- Líder popular; figura influyente durante el éxodo -- Nombrado
junto con los jefes de los clanes de Israel (Exodo 6) -- Uno de los primeros levitas que fueron
designados para servicio especial en el tabernáculo Debilidades y errores : -- No pudo
reconocer la importante posición en la que Dios lo había colocado -- Se olvidó de que su
lucha era contra alguien mucho mayor que Moisés -- Permitió que la codicia cegara su
sentido común Lecciones de su vida : -- En ocasiones existe una línea muy delgada entre
las metas y la codicia -- Si no estamos contentos con lo que tenemos, podemos llegar a
perderlo sin obtener nada mejor Datos generales : -- Dónde: Egipto, península del Sinaí --
Ocupación: Levita (asistente en el tabernáculo) Versículos clave : "Dijo más Moisés a Coré:
Oíd ahora, hijos de Leví: ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la
congregación de Israel, acercándoos a El para que ministréis en el servicio del tabernáculo
de Jehová, y que estéis delante de la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar
a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio?"
(Num 16:8-10). La historia de Coré se relata en Num 16:1-40. También se menciona en
Num 26:9; Jud 1:11. 16.26 Se les dijo a los israelitas que ni siquiera tocaran las pertenencias
de los rebeldes inicuos. En este caso, si lo hacían mostrarían simpatía por su causa y
aceptarían sus principios. Coré, Datán y Abiram estaban retando directamente a Moisés y
a Dios. Moisés declaró con claridad lo que Dios intentaba hacer a los rebeldes (16.28-30).
Hizo esto para que todos tuvieran que elegir entre seguir a Coré o a Moisés, el líder
escogido de Dios. Cuando Dios pide que hagamos una elección fundamental entre estar al
lado de la gente malvada o de parte de El, no deberíamos dudar sino comprometernos en
un cien por ciento a estar de parte del Señor. 16.27-35 Aunque las familias de Datán y
Abiram fueron tragadas, los hijos de Coré no fueron eliminados (véase 26.11). 16.41
Exactamente un día después de que Coré y sus seguidores fueron ejecutados por
refunfuñar y quejarse contra Dios, los israelitas comenzaron de nuevo con más quejas y
murmuraciones. Su actitud negativa sólo provocó que se rebelaran más y que acarrearan
mayores problemas. Esto erosionó su fe en Dios y alentó pensamientos para rendirse y
regresar. El camino para una rebelión abierta contra Dios comienza con la insatisfacción
completamente y vivir como a usted le parece.

Vv. 1-11.El orgullo y la ambición ocasionan gran cantidad de maldad tanto en las
iglesias como en los Estados. Los rebeldes pelean contra la ordenación del
sacerdocio en Aarón y su familia. Tenían poca razón para ufanarse de la pureza del
pueblo o del favor de Dios, pues el pueblo había sido contaminado con pecado tan
a menudo y tan recientemente, que ahora se hallaban bajo las señales del
desagrado de Dios. Acusan injustamente a Moisés y Aarón de arrogarse el honor
para sí mismos; pero habían sido llamados por Dios para hacerlo. Véase aquí: -1.
De qué espíritu son los que reclaman, de quienes resisten las potestades que Dios
ha puesto sobre ellos. 2. Qué trato pueden esperar hasta los hombres mejores y
más útiles, aun de parte de aquellos a quienes han servido. Moisés procuró la
enseñanza de Dios. El corazón del sabio reflexiona antes de responder y pide el
consejo de Dios. Moisés muestra los privilegios que tienen como levitas y los acusa
del pecado de menospreciar tales privilegios. Para evitar que envidiemos a los que
están por encima de nosotros nos servirá considerar debidamente cuántos son los
que están por debajo de nosotros.

Vv. 12-15.Moisés convocó a Datán y Abiram para que presentaran sus quejas; pero
ellos no obedecieron. Trajeron cargos falsos contra Moisés. Muy a menudo caen
bajo la censura más pesada personas que, en verdad, merecen los elogios más
elevados. Aunque era el hombre más manso, Moisés se enojó mucho al encontrar
que se reprochaba a Dios en él; no podía soportar que el pueblo se destruyera a sí
mismo. Apela a Dios y a su propia integridad. Dios los hace comparecer con Aarón
en la mañana siguiente a la hora de ofrecer el incienso matutino. Coré decidió
comparecer. Los hombres orgullosos y ambiciosos a menudo precipitan su
vergonzosa caída, cuando proyectan su propia exaltación.

Vv. 16-22.La misma gloria del Señor que primero se manifestó para colocar a Aarón
en su oficio, Levítico ix, 23, apareció ahora para confirmarlo y para confundir a los
que estaban en su contra. Nada es más terrible para los que tienen conciencia de
culpa que la manifestación de la gloria divina. Obsérvese lo peligroso que es
confraternizar con los pecadores y participar con ellos. Aunque el pueblo había
desertado traicioneramente de ellos, Moisés y Aarón se demostraron como fieles
pastores de Israel. Si otros fallan en su deber para con nosotros, eso no elimina las
obligaciones que nosotros tenemos para procurar el bienestar de ellos. La oración
de ellos fue una deprecación suplicante, que prevaleció.

Vv. 23-34.Los setenta ancianos de Israel asistieron a Moisés. Nuestro deber es


hacer lo que podamos para sostener y mantener a la autoridad legal cuando exista
oposición a ella. Y los que no perecerán con los pecadores deben salir de en medio
de ellos y apartarse. En respuesta a la oración de Moisés fue que Dios impulsó el
corazón de la congregación para alejarse por su propia seguridad. La gracia para
separarse de los malhechores es una de las cosas que acompañan a la salvación.
Dios dejó justamente a los rebeldes entregados a la obstinación y a la dureza de
sus propios corazones. Bajo la dirección divina Moisés declara, cuando todo Israel
esperaba el acontecer, que si los rebeldes sufrían una muerte común, él aceptaría
que le llamaran impostor y lo contaran como tal. En cuanto Moisés hubo dicho la
palabra, Dios hizo que la tierra se abriera y se los tragara a todos. Los niños
perecieron con sus padres; de los cuales no podemos decir cuán malos pudieran
haber sido para merecerlo, o, de lo contrario, cuán bueno pudiera ser Dios con ellos.
Sin embargo, de esto estamos seguros: que la justicia infinita no les hizo mal. Eso
fue completamente milagroso. Dios tiene, cuando le place, castigos extraños para
los que hacen iniquidad. Fue muy significativo. Considerando cómo la tierra aún
sigue cargada, de igual manera, con el peso de los pecados del hombre, tenemos
razón para maravillarnos que no se hunda bajo su carga. La ruina de los demás
debiera ser nuestra advertencia. Si por fe pudiéramos oír los alaridos de quienes
han caído al abismo insondable, pondríamos más diligencia para escapar por
nuestra vida, so pena de caer también en su condenación.

Vv. 35-40.Fuego salió del Señor y consumió a los doscientos cincuenta hombres
que ofrecían el incienso. Mientras Aarón, que estaba entre ellos, fue conservado
con vida. Dios es celoso del honor de sus propias instituciones y no tolera que las
invadan. El sacrificio de los impíos es abominación para el Señor. Los incensarios
están santificados y, como todas las cosas santas, deben ser utilizados para la gloria
de Dios. La cubierta para el altar hecha con los incensarios, recordaría este suceso
a los hijos de Israel, para que otros pudieran oír y temer y no hacer más cosas con
soberbia. Ellos se acarrearon la destrucción en cuerpo y alma. Así, pues, todos los
que transgreden la ley y desechan el evangelio, eligen y aman a la muerte.

Vv. 41-50.La tierra acababa apenas de cerrar la boca cuando volvieron a cometer
los mismos pecados y desdeñaron todas las advertencias. Al pueblo del Señor, que
encuentran defectos en la justicia divina, se le llama rebelde. La obstinación de
Israel, a pesar del terror de la ley de Dios, cuando fue dada en el monte Sinaí, y del
terror de sus juicios, demuestra cuán necesaria es la gracia de Dios para cambiar
el corazzón y la vida de los hombres. El amor hará lo que no puede hacer el temor.
Moisés y Aarón intercedieron ante Dios y pidieron misericordia, sabiendo que
enorme era la provocación. Aarón fue y quemó incienso, colocándose entre los
muertos y los vivos, no para purificar el aire, sino para pacificar al Dios ofendido.
Como responsable de la vida de cada israelita, Aarón se apuró todo lo posible.
Debemos devolver bien por mal. Obsérvese especialmente que Aarón era tipo de
Cristo. Hay una epidemia de pecado en el mundo que sólo la cruz y la intercesión
de Jesucristo pueden detener y eliminar. Él entra en el campo de los contaminados
y moribundos. Se interpone entre los muertos y los vivos; entre el Juez eterno y las
almas condenadas. Hemos de tener redención por su sangre, el perdón de pecados.
Admiramos la devoción pronta de Aarón: ¿no bendeciremos y alabaremos la
indecible gracia y amor que llenaron el corazón del Salvador cuando se puso en
nuestra lugar, y nos compró con su vida? Sin duda que Dios ha encarecido su amor
para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros,
Romanos 5:8.

Proverbios 16:18 Traducción en lenguaje actual (TLA)


El orgulloso y arrogante
18

al fin de cuentas fracasa.


16.18 Los soberbios toman muy poco en cuenta sus debilidades ni se anticipan a los
impedimentos. Piensan que están por encima de las flaquezas de la gente común. Con este
estado mental es muy fácil que las mentiras los atrapen. Es irónico, pero los soberbios
pocas veces se dan cuenta de que la soberbia es su problema, a pesar de que quienes los
rodean están muy conscientes de ello. Pregunte a alguien de su confianza si su deseo de
autocomplacencia lo ha cegado a las señales de advertencia. Quizás esto lo ayude a evitar
una caída.

V. 18.Cuando los hombres desafían los juicios de Dios, y creen que están lejos de ellos, es
señal de que se hallan a la puerta. No temamos el orgullo del prójimo; temamos el orgullo
en nosotros mismos.

Hebreos 13:17 Traducción en lenguaje actual (TLA)


Obedezcan a sus líderes, porque ellos cuidan de ustedes sin descanso,
17

y saben que son responsables ante Dios de lo que a ustedes les pase.
Traten de no causar problemas, para que el trabajo que ellos hacen sea
agradable y ustedes puedan servirles de ayuda.
OBEDIENCIA Y ORACIÓN Hebreos 13:17-20 Obedeced a vuestros líderes y someteos á
ellos, porque ellos se privan del sueño para velar por vuestras almas, conscientes de que
tendrán que dar cuenta de lo que se les ha confiado. Hacedlo así para que puedan cumplir
su misión con gozo en vez de tristeza; porque, si les sois causa de tristeza, no sacaréis de
ello ningún provecho. Seguid orando por nosotros, porque creemos tener la conciencia
tranquila; porque queremos vivir en todos sentidos de forma que nuestra conducta sea
ejemplar. Os exhorto a que lo hagáis especialmente para que se me conceda volver a
vosotros más pronto. El autor de Hebreos establece el deber de la congregación hacia sus
líderes presentes y su líder ausente. A los líderes presentes la congregación les debe
obediencia. Una iglesia es una democracia, pero no enloquecida; debe obediencia a los
que ha escogido como guías. La obediencia no se les otorga a los líderes para gratificar su
sentimiento de poder o para aumentar su prestigio. Se les debe para que al final del día
pueda verse que los líderes no han perdido ninguna de las almas que fueron confiadas a
su cuidado. El mayor gozo del líder de una comunidad cristiana es ver que los que lidera
están establecidos en la vida cristiana. Como escribió Juan: " No puedo tener un gozo mayor
que el de oír que mis hijos siguen la Verdad" (3Jn 1:4 ). La mayor tristeza para un líder de
comunidad cristiana es ver que sus liderados están cada vez más lejos de Dios. Para con
el líder ausente el deber de la congregación es la oración. Es un deber cristiano el traer al
Trono de la Gracia a nuestros seres queridos ausentes, y recordar diariamente allí a todos
los que ocupan puestos de liderato y de autoridad. Cuando Stanley Baldwin fue nombrado
primer ministro del Reino Unido, sus amigos se agolparon a su alrededor para felicitarle;
pero él dijo: " Lo que necesito no son vuestras felicitaciones, sino vuestras oraciones.»
Debemos respeto y obediencia a los que están en autoridad en la iglesia cuando están con
nosotros, y debemos recordarlos en nuestras oraciones también cuando están ausentes.

13.17 La tarea de los líderes de la iglesia es ayudar a que la gente madure en Cristo. Los
discípulos que colaboran facilitan grandemente el peso del liderazgo. ¿Su conducta les da
a sus líderes razón para hablar de usted con regocijo?

Adonías quiere ser rey


Adonías, el hijo que David había tenido con Haguit, era un joven bien
5-7

parecido. Había nacido poco después que su hermano Absalón. David


nunca había corregido a Adonías ni le había preguntado por qué hacía
esto o aquello. Y así, Adonías comenzó a presumir de que él sería el
próximo rey de Israel. Preparó carros de combate, soldados de
caballería y cincuenta guardaespaldas que lo protegieran. Además,
buscó el apoyo del sacerdote Abiatar y de Joab, que era el jefe del
ejército, e hizo un trato con ellos. La madre de Joab se llamaba Seruiá.
1.5 Adonías fue el cuarto hijo de David y era la elección lógica para sucederlo como rey. El
primer hijo de David, Amnón, había sido asesinado por Absalón por haber violado a su
hermana (2Sa 13:20-33). Su segundo hijo, Daniel, sólo se menciona en la genealogía de
1Ch 3:1 y probablemente haya muerto en ese tiempo. El tercer hijo de David, Absalón,
murió en una rebelión anterior (2Sa 18:1-18). A pesar de que mucha gente esperaba que
Adonías fuera el siguiente rey (2Sa 2:13-25), David (y Dios) tenían otros planes (2Sa 1:29-
30). 1.5 Adonías decidió apoderarse del trono sin el conocimiento de David. El sabía que
Salomón, y no él, era la elección primera de David para ser próximo rey (1.17). Esta es la
razón por la cual no invitó a Salomón ni a los consejeros reales de David cuando se
proclamó rey (1.9, 10). Pero sus planes fraudulentos para ganar el trono no tuvieron éxito.
El soberbio Adonías se exaltó a sí mismo y con esto logró su propia derrota. BETSABE
Betsabé fue el vínculo menos esperado entre los dos reyes más famosos de Israel: David
y Salomón. Fue amante y esposa de uno y madre del otro. Su adulterio con David casi
terminó con la familia por medio de la cual Dios planeó entrar físicamente al mundo. A partir
de las cenizas de ese pecado, sin embargo, Dios trajo bien. A la larga Jesucristo, la
salvación de la humanidad, nació de un descendiente de David y Betsabé. La historia de
David y Betsabé ilustra que pequeñas decisiones erróneas a menudo llevan a errores más
grandes. Es probable que ninguno de ellos dos estuviera donde debía estar. Betsabé pudo
haber sido imprudente al bañarse donde la pudieran ver; David debía haber estado en la
guerra con su ejército. Cada una de estas decisiones contribuyó al comienzo de una serie
de sucesos muy tristes. Betsabé debió haberse sentido devastada por la cadena de hechos:
infidelidad hacia su esposo, descubrimiento de su embarazo, la muerte de su esposo, la
muerte de su hijo. Se nos dice que David la consoló (2Sa 12:24), y vivió para ver a otro de
sus hijos, Salomón, sentado en el trono. Desprendemos de su vida que las pequeñas
decisiones diarias que tomamos son muy importantes. Nos preparan para tomar las
decisiones correctas cuando llega el momento de las grandes decisiones. La sabiduría de
tomar las decisiones correctas en asuntos pequeños y grandes es un don de Dios. El
entender esto nos hará más conscientes de las decisiones que tomamos y más dispuestos
a incluir a Dios en nuestra toma de decisiones. ¿Ha pedido la ayuda de Dios en las
decisiones de hoy? Puntos fuertes y logros : -- Llegó a influir en el palacio a favor de su hijo,
el rey Salomón -- Fue la madre del rey más sabio de Israel y el antepasado de Jesucristo
Debilidades y errores : -- Cometió adulterio Lecciones de su vida : -- A pesar de que
podemos vernos atrapados en una cadena de acontecimientos, seguimos siendo
responsables por la forma en la que participamos en ellos -- Un pecado puede parecerse a
una pequeña semilla, pero la cosecha de consecuencias no se puede medir -- En las peores
situaciones posibles, Dios sigue siendo capaz de sacar el bien cuando la gente se vuelve a
El de corazón -- Aun cuando debemos vivir con las consecuencias naturales de nuestros
pecados, el perdón del pecado proveniente de Dios es completo Datos generales : -- Dónde:
Jerusalén -- Ocupaciones: Reina y reina madre -- Familiares: Padre: Elim. Esposos: Urías
y David. Hijo: Salomón -- Contemporáneos: Natán, Joab, Adonías Versículos clave :
"Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo duelo por su marido. Y
pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo.
Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová" (2Sa 11:26-
27). Su historia se relata en 2 Samuel 11, 12 y 1 Reyes 1, 2. Un pasaje relacionado es
Salmo 51. 1.6 Personas temerosas de Dios, como David y Samuel, fueron usadas por El
para guiar a las naciones, pero sin embargo tuvieron problemas en sus relaciones
familiares. Los líderes temerosos de Dios no pueden dar por hecho el bienestar espiritual
de sus hijos. Están acostumbrados a que otros sigan sus órdenes, pero no pueden esperar
que sus hijos fabriquen su fe a petición. El carácter moral y espiritual lleva años para
formarse, y requiere también de una atención continua y una disciplina paciente. David
sirvió bien a Dios como rey, pero como padre a menudo le falló tanto a Dios como a sus
hijos. No permita que ni siquiera su servicio a Dios en los puestos de liderazgo le quiten
tanto de su tiempo y energía que lo hagan descuidar las otras responsabilidades que Dios
le dio.

Vv. 1-4.Tenemos aquí a David hundiéndose bajo las enfermedades. Fue castigado
por sus pecados recientes y sintió los efectos de los esfuerzos y las duras labores
del pasado.

Vv. 5-10. Los padres indulgentes suelen ser castigados con hijos desobedientes,
ansiosos por apoderarse de su fortuna. Ninguna sabiduría mundana, experiencia ni
santidad de carácter pueden asegurar la continuidad de una carrera de quienes
permanecen bajo el poder del amor propio. Pero bien podemos preguntarnos por
medio de cuáles artes podría dejarse de un lado a Joab y Abiatar.

Oracion por los pies


En el nombre de Jesus declaro que el calzado de tus pies es poderos en batallas, declaro que
pisaran libremente y sin temor mientras enfocas la atención en las batallas.
como ovejas en medio de lobos; sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.
Hoy ungo tus pies dándote autoridad sobre los espíritus inmundos; Y te envió a proclamar el reino
de Dios y a sanar a los enfermos.
Todo lo que pise la planta de tus pies dara frutos, fruto que permanezca; para que todo lo que
pidáis al Padre ensu nombre te conceda.
Declaro en el nomre de jesus que toda autoridad te ha sido dada en el cielo y en la tierra.
en su nombre echarás fuera demonios, hablarás en nuevas lenguas; tomarás serpientes en tus
manos, y aunque bebas algo mortífero, no tes hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y
se pondrán bien.haras discípulos en todas las naciones, los bautizáras en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que ha mandado Dios, El esta contigo
todos los días, hasta el fin del mundo.
saldras y predicas por todas partes, Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas
ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.b Jehová es tu luz y
salvación; la fortaleza de tu vida; cuando se levante contra ti, por 7 caminos huirán y tu cobras
ánimo; no temeras, ni tendras miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te
dejará, ni te desamparará. Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
Cuando cruces las aguas, el estara contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas;
cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. de mañana te hara de su
gran amor, pondrás en el tu confianza. el Espiritu Santo te Señálara el camino que debes seguir,
que tus pasos se mantengan firmes en sus senderos. Y No resbalen tus pies.
Hoy en el nombre de Jesus te encamino en la sabiduria Y por veredas derechas andaras. Cuando
anduvieres no se estrecharán tus pasos; Y si corrieres, no tropezarás.
Guardaras consejo, Y tus labios conserven la ciencia Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcido
quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
aparta tu pie del mal. no te olvidaras de la ley; Y tu corazón guarde sus mandamientos: largura de días, y años
de vida Y paz te aumentarán. Misericordia y verdad no te desamparen; hallarás gracia y buena opinión En los
ojos de Dios y de los hombres. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. Teme á Jehová,
y apártate del mal. Largura de días está en tu mano derecha; En tu izquierda riquezas y honra. tus caminos
son caminos deleitosos, Y todas tus veredas paz. eres la sal de la tierra y la luz del mundo. Ningún arma se
levantara contra ti, y toda venganza huye en el nombre de Jesus.

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