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CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES EN EL PERÚ

ASIGNATURA : TEORÍA DEL ESTADO Y GOBERNABILIDAD

PROFESOR : JOSÉ ALEJANDRO GODOY

El presente trabajo ha sido realizado de acuerdo a los

Reglamentos de la Universidad ESAN por:

Ingrid Berrocal Poma Código 1702453

Lourdes Milagros Yi Kcomt Código 1711163

Joanna Rivero Stagnaro Código 1906141

Adán Ríos Delgado Código 1316748

Surco, 16 de agosto de 2019


1 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

RESUMEN EJECUTIVO

Sobre la base de un hecho de corrupción, la compra de los aviones de combate MIG29


en la década de los 90, el presente trabajo intenta hacer un acercamiento al fenómeno
de la corrupción en el Perú y cómo esta melló la institucionalidad de las
organizaciones estatales, debido a que el propio sistema político así lo permitió.

En esa base, se ha dado pinceladas sobre las razones que llevaron a que este mal
invada las instituciones castrenses y se ha dado las medidas que se han adoptado
para evitar que situaciones como esta se vuelvan a producir, aunque las adquisiciones
militares no han estado exentas de denuncias de corrupción en el transcurso de los
gobiernos democráticos que siguieron al de Fujimori.

Este trabajo no pretende cuestionar la existencia de la Fuerzas Armadas, pero sí


sumarse a la necesidad de discutir qué tipo de fuerzas armadas requiere el país, una
tarea pendiente, teniendo en cuenta las amenazas transnacionales (tráfico de droga,
trata de personas, tráfico de madera, etc.) y sobre todo los desafíos que impone el
cambio climático. Solo con ese objetivo claro se podría modificar, reestructurar o
priorizar el presupuesto de las Fuerzas Armadas.
2 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

INDICE: Página

I. Objetivo 3

II. Antecedentes 4

III. Corrupción en las Fuerzas 5


Armadas

3.1. Aprovechando el conflicto 5

3.2. Corrupción en las compras 6

3.3. Caso MIG29 7

3.4. ¿Qué pasó? 8

3.5. Candados posteriores 9

3.6. Agencia de Compras de las 11


FFAA

3.7. La adquisición de armamento 11


y las Ley de Compras
Estatales.

IV. Conclusiones y 14
Recomendaciones

V. Fuentes 16
3 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

I. OBJETIVO:

El presente trabajo tiene como punto de partida el análisis de la compra de armamento


en medio del Conflicto del Alto Cenepa, último enfrentamiento militar el Perú para
defender su frontera, el Grupo ha tenido como objetivo identificar y evaluar si se han
hecho los esfuerzos suficientes por evitar que la corrupción toque nuevamente las
adquisiciones militares.

Para entrar en contexto debemos preguntarnos ¿Qué es la Corrupcion?, ¿Por qué


existe la Corrupcion?, en ese sentido, se entiende por corrupción todo aquello que
involucra, de alguna forma, a funcionarios, fondos o bienes públicos, así como a títulos
del Estado o privados en custodia de él.

De acuerdo al El Art. 4º de la Ley 28175 – Ley Marco del Empleo Público establece
la siguiente clasificación:vFuncionario público.- El que desarrolla funciones de
preeminencia política, reconocida por norma expresa, que representan al Estado o a
un sector de la población, desarrollan políticas del Estado y/o dirigen organismos o
entidades públicas.

Según la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, se entenderá


como bienes públicos, los activos de cualquier tipo, corporales o incorporales,
muebles o inmuebles, tangibles o intangibles y los documentos o instrumentos legales
que acrediten la propiedad u otros derechos sobre dichos

La corrupción no es exclusiva de los ambientes castrenses sino más bien el reflejo de


una sociedad que tiene problemas de valores y, en consecuencia, en el cumplimiento
de la reglas legales y de convivencia. Las propias cifras lo dicen: el 72% de la
población tiene una tolerancia media hacia el problema y 6% una tolerancia alta. Es
decir, un 78% acepta convivir con este flagelo, según una encuesta elaborada para
Proetica por Ipsos apoyo en el año 2015.

Alfonso W. Quiroz en El Pacto Infáme (Felipe Portocarrero, 2005) al intentar un


cálculo los costos de la corrupción de acuerdo a los distintos gobiernos republicanos,
parte de la premiza que la corrupción tiene dos consecuencias: el dinero que no llega
a su destino asignado y el daño institucional al desvirtuar o debilitar instituciones
claves para la estabilidad y la inversión.

Dichas premisas cobran relevancia hoy en día ante la crisis política que vive el país,
como consecuencia del escándalo Lava Jato, que ha diezmado el aparato del Estado
y puesto en cuestión la autoridad de nuestra propia clase política.

No vamos a negar que desde el gobierno del presidente Paniagua hasta nuestros días
se han hecho esfuerzos por combatir la corrupción, más transparencia, más procesos
para denunciar, más controles en las adquisiciones, más fiscalización y supervisión.
Sin embargo, aún este mal sigue llenando las caráctulas de los diarios, por lo que es
necesario darle otra mirada más actual.
4 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

II. ANTECEDENTES:

Hablar de corrupción en el Perú y de corrupción dentro de la Fuerzas Armadas implica


remitirse a la propia historia republicana. Si tenemos presente que gran parte de los
regímenes en el siglo XX fueron militares, debido a los golpes de Estado, podemos
colegir que este tema ha estado presente muy fuertemente en la política peruana, lo
que no quiere decir que no tomemos en cuenta el aspecto civil como por ejemplo, el
Ochenio de Leguía. Sin embargo, como lo recuerda Farid Kahhat en El Pacto Infame
(Felipe Portocarrero, 2005), hasta la década de 1960, existía poca o nula investigación
en los Estados Unidos o Europa sobre el tema de la corrupción debido a que se
suponía que la corrupción, era una etapa pasajera por la que atravesaban todos los
países en su proceso de maduración.

Según (Quiróz, 2013), antes del año 2000 la corrupción en el Perú era descontrolada,
encontrándose inserta en procesos amplios y complejos, en sus dimensiones políticas
y económicas. El autor lo define como “El mal uso de del poder político – burocrático”,
por parte de funcionarios, coludidos con intereses privados para obtener ventajas
económicas o políticas contrarias al objetivo del desarrollo del país mediante la
malversación o el desvío de recursos públicos y la distorsión de políticas e
instituciones.

Lo cierto es que recien después del año 2000, en el país hubo toda una corriente por
generar mayores controles al Estado para reducir las posibilidades de corrupción
siguiendo con la corriente que recuerda Martín Tanaka (Felipe Portocarrero, 2005) de
que este mal, responden a incentivos institucionales determinados por las
características del Estado, que pueden ser corregidos para lograr un funcionamiento
virtuoso.

Es así que en el gobierno de transición del presidente Valentín Paniagua se identificó


la necesidad de contar con un diagnóstico que permitiese verificar la dimensión, las
características, los niveles, las condiciones y el costo de la corrupción producida
durante la década previa en todo el ámbito nacional. Por ello, en abril del año 2001,
se creó mediante Resolución Suprema Nº 160–2001–JUS, el Programa Nacional
Anticorrupción, y se formó el grupo de trabajo denominado Iniciativa Nacional
Anticorrupción (INA) que tuvo como parte de sus funciones formular un diagnóstico
sobre la corrupción y promover una agenda nacional para enfrentar dicho flagelo.

Como resultado de dicho trabajo se emitieron los documentos denominados


“Compromiso ético por el Perú” y “Un Perú sin corrupción: diagnóstico de la corrupción
y áreas vulnerables”. En ellos se remarcó la necesidad de institucionalizar la lucha
contra la corrupción, ya sea mediante el otorgamiento de capacidades a una
institución pública para liderarla o mediante la formación de una nueva entidad con
competencias claras para ello. Años después, como consecuencia de los resultados
obtenidos en dichos documentos, se elaboró el primer Plan Nacional de Lucha contra
la Corrupción del año 2006.

Del mismo modo, en base a lo dispuesto por el artículo 6 de la Convención de las


Naciones Unidas contra la Corrupción, de la cual el Perú forma parte, se establece el
compromiso de los Estados Parte de garantizar la existencia de un órgano u órganos,
que se encarguen de prevenir la corrupción adoptando medidas tales como la
aplicación de políticas y prácticas de prevención de la corrupción; la difusión de los
conocimientos en materia de prevención de la corrupción, entre otros; es así que el
28 de enero de 2010, mediante Decreto Supremo N° 016-2010-PCM, se creó la
Comisión de Alto Nivel Anticorrupción (CAN) que tiene como objetivo coordinar y
planificar las acciones dirigidas a prevenir y combatir la corrupción en el país, así como
5 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

realizar la supervisión y seguimiento del cumplimiento del Plan Nacional de Lucha


contra la Corrupción. Cabe señalar, que la Comisión se encuentra integrada por
instituciones públicas, privadas, la sociedad civil y los operadores de justicia como el
Poder Judicial, Fiscalía y Policía.

En ese marco se fomuló la Política Nacional de Integridad y Lucha contra la


Corrupción1, como instrumento de gestión que establece los objetivos, lineamientos y
estándares que deben cumplir las instituciones del Estado para promover la
integridad, prevenir y sancionar la corrupción.

En dicho instrumento,se hace una evaluación de la implementación del Plan Nacional


de Lucha contra la Corrupción 2012-2016 dando como resultado las siguientes
deficiencias:

1. Falta una adecuada colaboración entre las entidades del sector público para una
efectiva interoperabilidad de los sistemas.
2. Es necesario generar mecanismos que permitan la presentación de
Declaraciones Juradas para la prevención de los conflictos de intereses.
3. La mayoría de entidades no cuentan con mecanismos adecuados de monitoreo
y seguimiento de sus respectivos planes e instrumentos de planificación
estratégica.
4. Se ha evidenciado que los mecanismos vinculados a la promoción de la
integridad en la función pública requieren ser fortalecidos y complementados con
especial énfasis en los gobiernos subnacionales.
5. Es necesario continuar con los procesos de adecuación legislativa a los
parámetros internacionales fijados por los instrumentos internacionales en
materia de integridad y lucha contra la corrupción.
6. Debe realizar mayores estudios del impacto de la efectividad del sistema punitivo
del Estado.
7. Profundizar y optimizar los mecanismos de protección que facilite la denuncia por
parte de los/las ciudadanos/as y los propios servidores civiles.
8. Es necesario uniformizar los criterios y el marco de acción de los órganos
encargados de la lucha contra la corrupción y promoción de la integridad en cada
una de las entidades públicas.
9. Debe implementarse mecanismos que permitan medir la eficacia de los
programas de capacitación vinculados a áreas sensibles en la lucha contra la
corrupción, como son las contrataciones públicas, prohibiciones e
incompatibilidades en la función pública, régimen disciplinario y otros.
10. Es necesario promover instrumentos que regulen el procedimiento de rendición
de cuentas con énfasis en la sociedad civil interesada en participar en las
mismas.
11. Asegurar la participación del Perú en espacios internacionales en materia de
integridad y lucha contra la corrupción.

En buena cuenta, los pilares de la política anticorrupción se basan principalmente en


mayor transparencia, rendición de cuentas y políticas de integridad entre los
funcionarios públicos. Estos ajustes han sido impulsados en todo el Estado, y las
instituciones castrenses han sido incluidas como veremos más adelante.

A la fecha contamos con un nuevo Plan Nacional de Integridad y Lucha contra la


Corrupción (2018-2021), el cual fue aprobado mediante Decreto Supremo N° 044-
2018-PCM. Dicho Plan toma como punto de partida la Política Nacional de Integridad
y Lucha Contra la orrupción aprobada mediante Decreto Supremo 092-2017-PCM, y
se erige sobre las recomendaciones del Informe de la Comisión Presidencial de

1 https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/45986/Politica-Nacional-de-Integridad-y-
Lucha-contra-la-Corrupcio%CC%81n.pdf
6 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

Integridad, del Informe de la OCDE2 sobre Integridad en el Perú y sobre el


Compromiso de Lima de la Cumbre de las Américas.

III. DESARROLLO: CORRUPCIÓN EN LAS FUERZAS ARMADAS

3.1. Aprovechando el conflicto

El último enfrentamiento armado fronterizo que protagonizó nuestro país, el Conflicto


del Alto Cenepa, encontró al Perú en una situación bastante particular: el gobierno de
Alberto Fujimori se encontraba en un proceso de apertura del mercado y en paralelo
había formado una alianza con las Fuerzas Armadas -alianza cívico-militar- para
hacerse del control del poder (golpe de Estado del 5 de abril de 1992) y efectuar las
reformas políticas (Constitución 1993) y económicas (proceso de privatización),
medidas que se justificaron entonces por la crisis económica que arrastraba el país y
que tuvo su máximo esplendor con la hiperinflación del primer gobierno del ex
presidente Alan García.

Para el año 1995 en que se dieron las primeras escaramuzas (26 de enero), el
gobierno de Alberto Fujimori se encontraba en pleno proceso de reelección, por lo que
los comentaristas de la época vincularon ambos hechos como una medida del
gobierno de obtener el respaldo de la ciudadanía y garantizar su permanencia en el
poder.

El conflicto se prolongó hasta fines de febrero de ese año con el alto al fuego definitivo
por presión de los países garantes, entre ellos Estados Unidos. Sin embargo, el cese
de hostilidades generó una carrera armamentista entre los dos bandos. Mientras que
Ecuador adquirió en 1996, cuatro aviones kfir C.2 y empezó la negociación para la
compra de otras 10 más, el Perú suscribió un contrato para la adquisición de 21
aeronaves MiG-29 y 24 Sukhoi-25 de segunda mano a Bielorrusia.

En 1998 Perú denunció que Ecuador habría estado infiltrando elementos militares en
la zona del Cenepa, entre fines de julio y mediados de agosto de 1998, con lo cual se
volvió a una situación de tensión que amenazó con desatar una nueva guerra entre
ambos países. En ese marco, el Gobierno emite, el 14 de julio de 1998, el Decreto de
Urgencia N° 032-98, a través del cual se autoriza al Ministerio de Defensa a adquirir
tres aeronaves MiG-29 adicionales, pero esta vez nuevas en su variante Mig-29 SE a
la Federación Rusa. Dichas adquisiciones se realizaron por intermedio de la compañía
Rosvoruzhenie y estuvo valorizada en 127 millones de dólares aproximadamente.

3.2. Corrupción en las compras

Este marco de conflicto fue aprovechado por el exasesor presidencial Vladimiro


Montesinos Torres para establecer una estructura de corrupción y aprovecharse de la
carrera armamentista. Como señala (Quiróz, 2013) Montesinos diseñó y adoptó un
mecanismo complejo, informal y encubierto de ingresos y gastos ilegales que sirvieron
de fuente de diversos fondos para sobornos. Aprovechando el poder concentrado por
el golpe del 5 de abril y el proceso de reorganización de los mandos militares,
Montesinos montó una maquinaria que tenía su centro en el SIN y se extendía a varias
otras ramas.

2 Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.


7 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

Eso implicaba además la formación de empresas con sus cómplices o testaferros ya


sea para lavar el dinero o repartir sobornos. (Quiróz, 2013) señala que hubo tres
grupos o compañías principales que negociaron la compra de armas y equipos: W21
Intertechnique, dirigida por Alberto Venero y Luis Duthurburu, participó en acuerdos
de compras de armas por un valor de 473 millones de dólares, el grupo de Zvi Judir,
James Stone y socios (Sutex/SEP International), lo hizo por uno de los 248 millones
de dólares y los intereses representados por Joy Way, se involucraron en compras
por 120 millones de dólares.

La Comisión (Diez Canseco, Alejos y otros, Junio 2002) detecta el uso y abuso de
Decretos Leyes (7), Decretos de Urgencia (22) y Decretos Supremos (104) con
carácter secreto que sirvieron para encubrir acciones ilícitas de los altos funcionarios
públicos y mandos militares que tuvieron a su cargo las adquisiciones militares.
Además, a través de estos dispositivos secretos, fueron utilizados más de US$ 1,922
millones de dólares en adquisiciones para el Sector Defensa e Interior.
“Contraviniendo las normas y objetivos de la promoción de la inversión privada, se
dispusieron de US$ 1,032 millones de dólares provenientes de la privatización de
empresas públicas y se realizaron 18 operaciones de Endeudamiento externo por
US$ 176 millones, señala el informe”.

El informe menciona quemientras en el Ejército se simularon procesos de licitación,


haciéndose compras directas sin autorización, pagándose indebidamente en efectivo,
aceptándose empresas proveedoras sin RUC; en la Aviación se vulneran casi todos
los procedimientos, creándose para las principales adquisiciones un procedimiento
arbitrario, no legal ni presente en documento alguno. Finalmente, en la Marina, señala,
“…si bien se cometieron varias de las irregularidades señaladas, es bueno indicar que
tienen una mejor organización los procedimientos establecidos por el Comando”.

A manera de reproche, el informe señala que las Fuerzas Armadas detectaron el


ingreso de tropas extranjeras en 1994 pero que, recién en 1995se reaccionó debido
a que el Sistema de Inteligencia estaba abocado a seguir a los opositores al gobierno.

(Quiróz, 2013), a su turno, evidencia que la corrupción en las compras militares en


vez de mejorar la capacidad de defensa, dejó al Perú en una situación delicada de
indefensión.

“Las irregularidades en la contratación de estas grandes adquisiciones implicaron


equipos de baja calidad que pusieron en peligro la vida y misiones del personal militar.
El caso más escandaloso fue la compra de aviones de combate usado MIG29 y
Sukhoi-25 a Bielorrusia (negociada por W21 Intertechnique) algunos de los cuales se
precipitaron a tierra durante vuelos de entrenamiento”.

3.3. Caso MIG29

Las fotos de la época muestran a Alberto Fujimori acompañado de su hija Keiko y los
altos mandos políticos y militares, presentando los Mig 29 adquiridos a Bielorrusia.
Los comentarios de la época señalaban que esta adquisición garantizaba la seguridad
del país en caso un nuevo conflicto internacional. Sin embargo, unos meses después
una de las naves caería debido a un desperfecto. A pesar de que las autoridades
militares de la época trataron de ocultar el incidente (oficialmente dijeron que se
trataba de un Mirage 5, cosa que fue desmentida por la embajada de Francia en el
país), se acrecentaron las críticas y sospechas sobre las irregularidades en la compra
del lote de aeronaves. (Rospigliosi, 2000) resume el incidente de esta manera:

“En suma, hay varios hechos establecidos: Un avión de combate de la FAP cayó cerca
de Chiclayo el 2 de diciembre de 1997. La FAP sostuvo que era un Mirage 5 francés.
Está demostrado que esa versión es falsa, tanto por el categórico desmentido de la
8 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

embajada de Francia, como por el reportaje de La República, Caretas, La Industria y


Sin Censura de ATV canal 9, que sostienen con evidencias que fue un avión ruso. No
cabe duda tampoco que en diciembre de 1997 los aviones de combate emplazados
en Chiclayo, en el Grupo Aéreo N° 6, eran los MIG 29 (…) Es verosímil entonces la
interpretación que el avión que cayó fue un MIG 29 adquirido a Bielorrusia. Y que el
motivo por el cual la FAP y el gobierno mintieron, fue evitar que se confirmaran las
advertencias de quienes habían sostenido que esos aviones que no estaban en buen
estado y que la compra a Bielorrusia se había efectuado, en realidad, para cobrar las
enormes comisiones que se habían pagado”.

Años después de la caída del MIG29, las comisiones investigadoras que se formaron
en el Congreso de la República confirmaron las irregularidades en esta operación
dentro de un sistema armado para justificar legalmente las adquisiciones (Diez
Canseco, Alejos y otros, Junio 2002).

Unos año más tarde la sub comisión encabezada por el congresista (Santos Jaimes,
2001-2006) advierte que los 32 aviones de combate MiG-29 y Sukhoi-25 que el
gobierno de Alberto Fujimori compró a Bielorrusia por 402 millones de dólares no
contaban con las características técnicas exigidas por la Fuerza Aérea del Perú para
enfrentar un eventual conflicto bélico con Ecuador. Añade que de haberse desatado
una guerra con Ecuador entre 1997 y 1998, las aeronaves no “…habrían respondido
a las exigencias de la guerra, porque Bielorrusia no es fabricante de los MiG-29 y SU-
25 y, por lo tanto, tampoco podía garantizar la provisión de motores, repuestos y
asistencia técnica. En consecuencia, los responsables de la operación, el ex
presidente del Consejo de Ministros Alberto Pandolfi Arbulú, el ex titular de Economía
Jorge Camet Dickmann y el propio Fujimori, deben ser acusados por traición a la
patria”.

El informe refiere que esta operación tuvo la complicidad de Vladimiro Montesinos que
creó un consorcio de fachada W-21 Intertechnique, cuyos socios reales fueron Klaus
Corpancho, Moshe Rostchild, Óscar Benavides Morales a fin de hacerse del negocio.

Alberto Venero ante la Comisión Morales, reconoció que por la compra de los aviones
MIG 29 y Sukhoi 25 a Bielorrusia le entregó a Vladimiro Montesinos 12 millones de
dólares en efectivo, repatriado de la cuenta de Treves Intora para que sea repartido
con otras autoridades no identificadas.

Otro detalle es que del primer lote de adquirido tres fueron dados de baja casi en
forma inmediata por lo que, en 1998 se decidió comprar tres nuevas aeronaves
directamente a la Federación Rusia, emitiéndose para ello nuevas normas.

Cabe resaltar que todas estas operaciones se dieron en medio de las negociaciones
para el acuerdo de paz con Ecuador que culminó con la firma del tratado de Itamaratí.
Esta especie de carrera armamentista, de la que se habló líneas arriba, sirvió como
complemento para negociar la firma del tratado, como lo haría muchos años después
Perú cuando llevó el asunto limítrofe con Chile a la Corte de la Haya, el caso más
llamativo fue el desfile de los tanques chinos durante la parada militar del año 2009
(Paez, 2009).

De otro lado, aún hoy el Estado peruano se encuentra litigando la recuperación de 30


millones de dólares hallados en cuentas de Luxembugo y que la mafia montesinista
ocultó luego de obtener ilegales ganancias por la compra de armamento3.

3 https://peru21.pe/politica/peru-planteo-propuestas-suiza-luxembrugo-repatriar-dinero-470857
9 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

3.4. ¿Qué pasó?

Es evidente que la alianza cívico-militar en la década de los 90 le hizo mucho daño a


las Fuerzas Armadas. El desprestigio y la rápida caída del régimen de Alberto Fujimori
llevaron a que este conglomerado no tuviera la capacidad de negociar una salida
ordena del poder. Muchos de sus altos mandos comparecieron ante los tribunales,
otros tuvieron más suerte, como el general Víctor Malca Villanueva que desapareció
en México y falleció hace algunos años sin que la justicia lo pueda procesar4.

¿Qué llevó a las Fuerzas Armadas a ser capturadas por la mafia y una mala cúpula
militar? Al acercarse al fenómeno de la corrupción, Tanaka (Felipe Portocarrero, 2005)
plantea que las características del sistema político también pueden incentivar o
desincentivar la corrupción pero establece dos variables a su análisis; la primera, la
competencia entre actores políticos hace que se usen las herramientas de
fiscalización con lo cual la corrupción disminuye; sin competencia, en cambio, el poder
se concentra en una cúpula inclinada a la corrupción; y, segundo, los sistemas de
partidos pueden funcionar también como sistemas cartelizados, es decir, simular
competencia pero por debajo hacer acuerdos para alternancia del poder y la captura
del Estado.

Así las cosas, Tanaka identifica que durante el Fujimorismo hubo una reducción
sustantiva de la competencia política, consecuencia del colapso del sistema de
partidos y de la construcción posterior de un nuevo orden político con un solo actor
hegemónico. Sin equilibrio de poderes, ni controles impuestos por la competencia
interpartidaria, las oportunidades para la corrupción aumentaron sustantivamente
respecto del pasado, señala.

Si a esto le sumamos la alianza con las Fuerzas Armadas, a través del control que
ejerció el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, se entiende entonces la
vulnerabilidad en la que quedaron las instituciones castrenses, que ya de por sí son
instituciones con poder concentrado en las comandancias generales.

En un artículo, el experto en temas militares y ex viceministro de Políticas para la


Defensa, Enrique Obando, nos da otros argumentos.

Un primer punto que destaca (Obando, 2005) es que la corrupción en las instituciones
armadas tiene su origen en la propia sociedad donde existe corrupción en jueces,
policías y hasta periodistas. Es decir, somos una sociedad anómica en la cual la
presión social no funciona para respetar las normas sino para quebrarlas. El que
respeta las normas es considerado un tonto. Si nuestros militares provienen de esta
sociedad, es lógico que tengan su cuota de corruptos, señala.

Ahora bien, también existen consideraciones de tipo interna. En primer lugar, el


sistema impuesto por el gobierno de Fujimori para mantener el control político de las
instituciones, “el dejar hacer dejar pasar” para los oficiales aliados y la ley o el retiro
para quienes no lo fueran. Esta situación generó, lo que considera Obando la más
nefasta de las causas, el mal ejemplo: Cuando la cabeza delinque y no tiene voluntad
de controlar la corrupción, el cuerpo se corrompe fácilmente, dice Obando.
Finalmente, el autor remarca los bajos sueldos de los militares como otras de las
causas de la corrupción.

4 http://diariouno.pe/la-muerte-llego-antes-que-la-carcel/
10 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

3.5. Candados posteriores

Con el retorno de la democracia, los diversos gobiernos intentaron efectuar reformas


en el sector Defensa para hacer mucho más modernas las Fuerzas Armadas. Esto
produjo un debate hasta académico sobre qué tipo Fuerzas Armadas necesitamos en
el contexto actual (amenazas transnacionales, cambio climático y desastres
naturales) y la necesidad del control civil o establecer un mayor control civil sobre las
instituciones castrenses. Por ejemplo, Narcís Serra (Narcís Serra, Ciro Alegría, Ana
María Tamayo, 2002) planteaba la necesidad de que el ministro de defensa sea un
civil, dentro, claro está, de un proceso en que se normalicen las relaciones civiles-
militares.

Sin embargo, las reformas tuvieron avances y retrocesos a lo largo de los últimos 20
años.

El gobierno de Alejandro Toledo promulgó la ley de Transparencia y Acceso a la


Información Pública (Ley Nº 27806) que si bien fue una norma bastante avanzada
para su época no estaba exenta de polémica por el lado militar. El politólogo Daniel
Soria Luján concluía en un artículo publicado en el 2002 (Alberto Otárola, Editor, 2002)
que “no existe una adecuada armonización entre el acceso a la información pública y
la seguridad nacional. Por el contrario, la aplicación del inciso a) del artículo 15 de la
Ley N°27806 vaciaría de contenido al referido derecho fundamental, ya que –
potencialmente- todo rechazo a una solicitud de información sería “válido” si tal
información ha sido previamente calificada como reserva o secreta por razones de
seguridad nacional”

El gobierno chakano también aprovechó la mala imagen de las instituciones armadas


para justificar un recorte casi traumático del presupuesto del sector, dentro de las
medidas para recuperar la economía de la crisis que heredó de la década pasada
(Carlos Elias Margaretich, teniente coronel y otros, 2017), sin medir las consecuencias
en el entrenamiento del personal y mantenimiento de los equipos.

A pesar de ello, y entendiendo que se debían asegurar fondos para garantizar la


seguridad y transparentar el mismo uso de esos fondos, se creó mediante la Ley N°
28455 el Fondo para las Fuerzas Armadas y Policía Nacional que se financia en la
actualidad con el 40% de las regalías del Lote 88 de Camisea y 30% del lote 56 de
Camisea.

Asimismo, se hicieron los esfuerzos por mejorar la capacidad de la Marina de Guerra


con la compra de nuevas fragatas en lo que se conoció como operación gobierno a
gobierno. Se trataban de 4 Fragatas Misileras clase Aguirre de procedencia italiana:
el BAP Aguirre, BAP Palacios, BAP Bolognesi, BAP Quiñones, dichos buques están
dotados de misiles Otomat, poseen también armas de guerra electrónica y capacidad
de recibir helicópteros AB-212 ASW.

En el segundo gobierno de Alan García se diseñó el Núcleo Básico de Defensa (NBD),


un proyecto de compra de armas por 650 millones de dólares en la cual participaban
las tres instituciones armadas a fin de garantizar una capacidad de respuesta mínima
ante un eventual ataque o invasión. Las compras se plantearon en tres etapas e
incluían las reparaciones de los helicópteros MI17, los MIG 29 y Mirage 5. El NBD
tuvo un comité de supervisión encabezado por el viceministro de Recursos para la
Defensa que hoy en día se encuentra vigente (Resolución Ministerial 485-2018). El
Comité está encargo de hacer seguimiento y monitoreo de las contrataciones que se
ejecutan con los fondos del NDB.

Cabe resaltar que es en el segundo gobierno de Alan García donde se propone ejercer
un mayor control civil sobre las Fuerzas Armadas, por lo que se reformó el Ministerio
11 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

de Defensa creando dos viceministerios, Recursos para la Defensa y Políticas para la


Defensa, poniendo expertos civiles en ambos ambientes. Además se separó la oficina
de planificación de la oficina de compras para especializar las decisiones sobre qué
comprar.

(Obando, 2005) propone en su artículo, la figura de un inspector general dentro del


Ministerio de Defensa para hacer seguimiento al gasto militar desde la cabeza de las
instituciones castrenses, pero con la característica de que este fuera un civil. El
ministro de entonces, Allan Wagner aplicó en cierta medida esta recomendación
nombrado al primer Inspector General del Ministerio de Defensa, al almirante (r)
Carlos Tubino.

Cabe resaltar la creación dentro del Congreso de la República de la Comisión de


Defensa y Orden Interno, con lo cual dicho poder del Estado cumple una labor de
fiscalización de las acciones de las fuerzas del orden, pero también de las compras
militares, ya que las instituciones armadas están obligadas a dar cuenta de ello ante
ese grupo de trabajo.

No obstante, las adquisiciones militares no han estado exentas de cuestionamiento a


pesar de que, como política, se priorizó la adquisición de material de gobierno a
gobierno (unas líneas más abajo explicaremos este mecanismo). Una de ellas fue la
compra del satélite que se realizó durante el gobierno de Ollanta Humala y que
actualmente se encuentra en manos de la Comisión Nacional de Investigación y
Desarrollo Aeroespacial (CONIDA). Según la Contraloría General de la República,
Humala habría destinado 10,600 millones de soles en compras militares5.

El gobierno actual presentó el Plan de Integridad y Lucha Contra la Corrupción en las


Fuerzas Armadas 2019-2020. Entre sus objetivos se encuentran: garantizar la
transparencia y el acceso a la información pública en las entidades del Sector;
consolidar una gestión de información integrada para la prevención de la corrupción
en el Sector; y promover e instalar una cultura de integridad y ética pública en los
servidores civiles y militares.

De igual manera, se proyecta instalar y consolidar la gestión de conflictos de intereses


y la gestión de intereses en el Sector; fortalecer el mecanismo para la gestión de
denuncias por presuntos actos de corrupción; impulsar una carrera pública por
meritocrática; garantizar la integridad en las contrataciones de obras, bienes y
servicios; fortalecer la gestión de riesgos al interior de cada entidad del Sector; y
reforzar los sistemas disciplinarios.

3.6. Agencia de compras de las Fuerzas Armadas

Se invirtió más en las Fuerzas Armadas, Humala también puso un mayor control,
especializando adquisiciones militares con la creación de la Agencia de Compras de
las Fuerzas Armadas (ACFFAA). El Decreto Legislativo N° 1128 que crea esta
entidad, justifica su existencia en la necesidad de que los procesos de contrataciones
en el mercado nacional y en el mercado extranjero de los bienes y servicios que
requieren las Fuerzas Armadas para el cumplimiento de su misión constitucional, que
garanticen la transparencia, la estandarización, la economía de escala y la
interoperabilidad, y cumpliendo con la normatividad legal vigente relacionada con los
procesos de contratación. Según una nota de prensa emitida por esa institución,
durante el año 2018se logró un ahorro significativo de 28.66 millones de soles en
compras para el sector defensa del país, de los 212.65 millones de soles
presupuestados, correspondientes a los 39 procesos de adquisiciones militares que
tuvo a su cargo. De este monto en procesos de adquisiciones militares a cargo de la

5 https://peru21.pe/politica/ollanta-humala-destino-s-10-600-millones-gastos-militares-229867
12 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

ACFFAA en el 2018, 120.25 millones de soles fueron para el mercado nacional y 92.40
millones de soles al mercado extranjero; siendo en el mercado nacional 35 procesos
adjudicados, y 4 en el mercado internacional.6

Asimismo, la ACFFAA ha asumido Sistema de Gestión Internacional Antisoborno ISO


37001:20167, el cual especifica las medidas que la institución debe seguir para evitar
prácticas de soborno, ya sean de tipo directo o indirecto, por parte de su personal o
participantes de los procesos de contratación.

3.7. Adquisición de armamento y la Ley de contrataciones con el Estado

Un detalle que hay que tener en cuenta en las adquisiciones militares es su


tratamiento especial por la Ley. La propia Constitución Política abre esa ventana en
su artículo 76.
Artículo 76.- Las obras y la adquisición de suministros con utilización de
fondos o recursos públicos se ejecutan obligatoriamente por contrata y
licitación pública, así como también la adquisición o la enajenación de
bienes.

La contratación de servicios y proyectos cuya importancia y cuyo monto


señala la Ley de Presupuesto se hace por concurso público. La ley
establece el procedimiento, las excepciones y las respectivas
responsabilidades.
La Ley de Contrataciones del Estado (Ley N° 30225) y sus modificatorias, y su
reglamento Decreto Supremo Nº 344-2018-EF y modificatorias establecen las
disposiciones y lineamientos que deben observar las Entidades del Sector Público en
los procesos de contratación de bienes, servicios, consultorías y obras que realicen,
en cuyo ámbito de aplicación se incluyen a los Ministerios y sus organismos públicos,
programas y proyectos adscritos, las Fuerzas Armadas, Policía Nacional del Perú,
entre otros.
Sin embargo, en el literal e) y f) del artículo 5 de la referida norma menciona como
supuesto excluido del ámbito de aplicación sujeto a supervisión del OSCE, a aquellas
contrataciones que realice el Estado Peruano con otro Estado y a las contrataciones
realizadas con proveedores no domiciliados en el país cuando se cumpla una de las
siguientes condiciones: i) se sustente la imposibilidad de realizar la contratación a
través de los métodos de contratación de la presente ley o ii) el mayor valor de las
prestaciones se realicen en territorio extranjero; de igual forma el literal j) del artículo
4 señala como supuesto excluido del ámbito de aplicación a aquellas contrataciones
que se ajusten a regímenes especiales.

No obstante, el especialista en derechos administrativo, Ramón Huapaya Tapia


recomienda implementar regulaciones que no solo excluyan supuestos sino que
establezcan procedimientos. Sobre esta supervisión del OSCE, Huapaya explica:
"Según el artículo 5 de la Ley Nº 30225, el OSCE va a verificar que se haya dado el
supuesto de exclusión de la ley, es decir, la contratación entre estados, más no si se
dio una buena elección del proveedor". En la actualidad, no existe una ley que regule
qué bienes especializados podrían ser adquiridos, ni los requisitos para poder ¿optar
por esta opción. El especialista Ramón Huapaya opina: "Falta una norma que regule

6 http://www.acffaa.gob.pe/documents/32651/$folderId/NP%20N%C2%B0%20001-
7
Norma internacional desarrollada por la Organización Internacional de Normalización (ISO), que
establece los requisitos que debe cumplir un sistema de gestión anti-soborno. Este sistema ayuda a las
organizaciones a establecer, implementar, mantener y mejorar un sistema de gestión anti-soborno.
13 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

al Estado para usar este tipo de contrataciones. Esta regulación tendría que estar
dada por el Congreso. Una ley que regule este tipo de acciones".8

En ese sentido, según la Opinión Nº 094-2018/DTN (DTN, 2018;3) emitida por la


Dirección Técnica del OSCE, precisa que mediante ley pueden establecerse
disposiciones especiales o excepcionales al régimen general de contratación pública,
inaplicado, parcial o totalmente, sus disposiciones; en ese sentido se ha pronunciado
el Tribunal Constitucional indicando que “(…) si bien es cierto que la Ley de
Contrataciones del Estado representa la norma de desarrollo constitucional que
recoge los principios señalados en el artículo 76° de la Constitución, también lo es
que el contexto socioeconómico puede determinar la necesidad de establecer
mecanismos excepcionales de adquisición, conforme lo señala la propia Constitución,
y cuya única condición exigible será que estén regulados por ley y que respeten los
principios constitucionales que rigen toda adquisición pública. Es claro, entonces, que
ningún mecanismo de adquisición será válido si no respeta los principios de eficiencia,
transparencia y trato igualitario." Por lo que, por disposición de la ley o norma con
rango de ley, pueden crearse regímenes legales o especiales de contratación, los
mismos que tienen naturaleza excepcional.

En razón a ello, el 07 de diciembre de 2012, se publica en el diario el Peruano el


Decreto Legislativo 1128, que Crea la Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas,
como organismo público ejecutor adscrito al Ministerio de Defensa y como ente
técnico independiente que lidera el sistema de contrataciones centralizadas de
bienes, servicios, obras y consultorías de las instituciones Armadas en el mercado
nacional y en el mercado extranjero, con el fin de corporativizar la función logística
mediante la implementación de servicios compartidos de esfuerzos en el Sector, en
el marco de la Ley de Contrataciones del Estado o la normativa que resulte aplicable.
La Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas realiza las siguientes
consideraciones o pautas para aquellos supuestos excluidos del ámbito de las
Contrataciones con el Estado, Ley Nº 30225 y sus modificatorias:
 Contrataciones de Gobierno a Gobierno: Serán aquellas contrataciones
consideradas estratégicas en materia de seguridad y defensa nacional,
refiriéndose contratación de gobiernos a gobierno a aquel Órgano u
Organismo de las Administración Pública del Estado peruano y de la otra parte
interviene otro Estado o Entidad del mismo.

Se ejecutan en este supuesto dos fases de las contrataciones: Fase de actos


preparatorios que concluye con la emisión del estudio de mercado y la fase de
ejecución contractual que inicia con la negociación y concluye con la
culminación de contrato, se aprecia que la fase de selección señalada en la
ley de contrataciones ha sido retirada.

 Contrataciones en el Mercado Extranjero: Para el caso de las contrataciones


consideradas estratégicas en el ámbito de defensa y seguridad nacional, se
suscribirá el contrato internacional respectivo, regulado por la normatividad
interna que emita la Agencia de Compras, Acuerdos de la Organización
Mundial de Comercio y las prácticas de comercio internacional vigentes a la
firma del contrato.

En este tipo de contratación se ejecutan las tres fases definidas en la Ley de


contrataciones, pero al profundizar el procedimiento no tienen los mismos

8 https://peru21.pe/politica/controversia-torno-compras-gobierno-gobierno-230662
14 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

inicios, ni términos que determina la referida Ley: Actos preparatorios, Fase


de procedimiento de selección y Fase de Ejecución Contractual.

En caso de impugnaciones, solo se podrán realizar a través del recurso de


apelación, los mismos que serán resueltos por el Jefe de la Agencia de
Compras, culminándose la vía administrativa.

 Finalmente, la Ley de Creación de la Agencia de Compras de las Fuerzas


Armadas nos señala ciertas directrices de comportamiento que los
funcionarios y servidores de la Agencia deber cumplir, entendiéndose que este
es un intento de reflejar la transparencia y buena conducta la hora de conducir
el procedimiento de contratación, tales como: presentación semestral de
Declaración Jurada de bienes y rentas a la Contraloría General de la
República, prohibición de mantener reuniones con participantes o postores a
partir de la convocatoria de los procedimientos de selección hasta el
consentimiento de la Buena Pro, obligación de publicar la agenda de todas las
reuniones que se mantengan en el portal institucional de la Agencia y no
aceptar regalos, o cualquier otro tipo de beneficio por parte de los
participantes, postores o proveedores de la Agencia.

IV. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Una primera conclusión a la que llegó el grupo es que durante la década de los 90,
las características del sistema político incentivaron la corrupción. La falta de una
competencia entre los actores políticos y la concentración del poder en una cúpula
hicieron que el Estado sea vulnerable a la corrupción y siendo las Fuerzas Armadas
parte del Estado, también estuvo en esa situación.

La ola de medidas anticorrupción que se dieron a partir del año 2000 también empujó
a las FFAA a hacer cambios, primero una reestructuración y luego la introducción de
medidas que si bien no hicieron más transparentes las compras intentaron disminuir
los riesgos de corrupción como el uso de la modalidad de compra de gobierno a
gobierno.

Como señalamos líneas arriba, las adquisiciones militares no han estado exentas de
denuncias de corrupción en el transcurso de los gobiernos democráticos que siguieron
al de Fujimori. Muchos incluso están referidos al uso del gasto corriente. Desde el
caso gasolinazo protagonizado por el general (r) Edwin Donayre9 hasta el pago a
colaboradores fantasma en el VRAEM10.

Una investigación de la Universidad del Pacífico advierte que el gasto militar en el


Perú es ineficiente y la asignación de recursos para la defensa es menos importante
en nuestro país si se le compara con los países vecinos, es decir, 1.4% del
presupuesto nacional que se asigna a la defensa queda rezagado ante el 3.6% que
asigna Chile o Colombia.

Según (William Calderon y Juan Mendoza, 2016) esta ineficiencia se explica en que
cerca del 90% del gasto militar se destina a remuneraciones y gastos operativos de
alimentación y movilización de personal (gasto corriente) y menos del 5% se asigna
al mantenimiento o adquisición de armamento.

9 https://elcomercio.pe/politica/edwin-donayre-cronologia-situacion-caso-gasolinazo-noticia-
604197
10 Fantasmas en el VRAEM, Hildebrant en sus Trece, edición 30 de junio, página 28.
15 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

Este trabajo no pretende cuestionar la existencia de la Fuerzas Armadas, pero sí


sumarse a la necesidad de discutir qué tipo de fuerzas armadas requiere el país, una
tarea pendiente, teniendo en cuenta a la criminalidad organizada como una realidad
que opera en el país las amenazas transnacionales (tráfico de droga, trata de
personas, tráfico de madera, etc.) y sobre todo los desafíos que impone el cambio
climático. Solo con ese objetivo claro se podría modificar, reestructurar o priorizar el
presupuesto de las Fuerzas Armadas.
16 CORRUPCIÓN Y ADQUISICIONES MILITARES

V. FUENTES

Alberto Otárola, Editor. (2002). Modernización Democrática de las Fuerzas Armadas.


Lima: Comisión Andina de Juristas.

Carlos Elias Margaretich, teniente coronel y otros. (2017). Proyección del Perú desde
el punto de vista económico -tecnológico en el ámbito militar con respecto a
Chile y Ecuador. Lima: Escuela Conjunta de las Fuerzas Armadas.

Diez Canseco, Alejos y otros. (Junio 2002). Informe Final de Investigación, Comisión
Investigadora Delitos Económicos y Financieros 1990-2001. Lima: Congreso
de la República.

Felipe Portocarrero. (2005). El Pacto Infame. Lima: Universidad del Pacífico.

Narcís Serra, Ciro Alegría, Ana María Tamayo. (2002). Bases para un control civil
democrático de las Fuerzas Armadas en el Perú. Lima: Comisión Andina de
Juristas.

Obando, E. (s.f.). Corrupción y Fuerzas Armadas. Desco. Obtenido de


http://www.desco.org.pe/recursos/sites/indice/127/566.pdf

Paez, Á. (8 de diciembre de 2009). Polémica por tanques chinos. La República, pág.


1.

Quiróz, A. (2013). Historia de la Corrupción en el Perú. Lima: Instituto de Estudios


Peruanos.

Rospigliosi, F. (2000). El Arte del Engaño: Las relaciones entre los miltares y la
prensa. Lima: Tarea Asociación Educativa Gráfica.

Santos Jaimes. (2001-2006). Denuncias Constitucionales Investigadas. Lima:


Congreso de la República.

William Calderon y Juan Mendoza. (2016). El Gasto Militar en el Perú 1900-2015.


Lima: Universidad del Pacífico.

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