Sunteți pe pagina 1din 3

UNIVERSIDAD LA GRAN COLOMBIA

BRIAN STEVEN VELANDIA FRANCO

CÓDIGO: 1022435550

EL PROBLEMA DEL DELATOR RENCOROSO

Primero tenemos que tener en cuenta el rendimiento técnico y por otro lado, el
rendimiento moral de la solución que intente darse, en el orden a que si se da
una solución puramente técnica, por más ajustada a la norma que esta sea,
pierde su legitimidad, el derecho encuentra su fundamento en la moral, y si no
es en ella, al menos en los valores, dado en cada norma del sistema, si
ocurre a la inversa, es decir, se da una solución moralmente impecable, pero
se deja de lado su rendimiento técnico, ello conduce al grave problema de la
inseguridad jurídica.

Por ello, primero me voy a resolver la cuestión jurídica, para luego tratar la
moralidad de la solución jurídica, y finalmente intentar dar con la solución que
crea más justa y equitativa.

No entraré a analizar las posiciones de los otros, ya que ello demandaría harto
esfuerzo, y aquí no se me solicita que opine sobre las soluciones que ellos
proponen, sino que se me pide proponga una yo.

Sí voy a tener en cuenta algunas cosas que ellos proponen que me parecen
de suma importancia, y los voy a citar.

Entonces, abordando el tema para intentar dar una solución perfectamente


adecuada a la ley, creo citar al tercer comisionado que dijo:

Este delator era un asesino conforme al código penal que estaba


vigente cuando ejecutó el acto y que los camisas moradas no habían
derogado, el provocó la muerte de alguien y utilizó a los tribunales para lograr
su intento criminal, si lo que dice mi colega es cierto, es decir, que si según el
código penal vigente en ese entonces, la persona que utilizaba los
tribunales para eliminar a alguien, configuraba un tipo penal creo estrictamente
necesario que debe iniciarse un proceso para todos ellos, y de ser condenados,
aplicarles la pena que le corresponda según la norma vigente o la más
benigna.
En orden al principio del derecho penal, por supuesto que debe analizarse cada
caso separadamente, no se puede emitir una condena colectiva, pues esto
importaría una grave violación a los principios que hacen la esencia de todo
sistema normativo, también deberá tenerse en cuenta en cada caso la cuestión
de la prescripción de la acción penal, ya que si estas están prescritas no podrá
perseguirse a los autores de los delitos, no podremos alegar de que se trata de
delitos imprescriptibles ya que no configuran, al menos en la mayoría de los
casos delitos de lesa humanidad.

Quiero además subrayar la importancia de tratar cada caso por separado, lo


contrario implicaría el absurdo institucional.

Una solución justa desde el punto de vista técnico implica obedecer a los
siguientes puntos:
 Debe tratarse cada caso por separado.
 El hecho debe haber configurado un tipo penal conforme a la ley vigente.
 Debe tenerse en cuenta si la acción penal no se encuentra prescripta.

Por otro lado, debe analizarse la moralidad de cada solución y esta es sin duda
la cuestión que reviste mayor importancia y requiere un análisis más profundo y
personal.

Intentaré ser lo más conciso posible, el derecho, es una poderosa herramienta,


para lograr la justicia, pero puede, si se le desagrega el elemento moral,
convertirse en una herramienta para ejercer el terror.

La solución que se dé a cada caso debe ser necesariamente, correcta


moralmente, debido a que la moralidad es subjetiva y variable en ciertos
aspectos y algunas condenas o absoluciones pueden ser tomadas como
incorrectas por algunos miembros de la sociedad, como administradores de
justicia, debemos tener en cuenta los principios fundamentales de la moral,
aquellos que no pueden por lógica, ser considerados incorrectos. partiendo de
ahí, me animo a decir que se torna imprescindible tener en cuenta de que cada
condena, no debe ser motivada por la venganza de lo contrario nos estaríamos
convirtiendo en eso mismo que pretendemos condenar, lo que motive cada
condena debe ser precisamente la ley, ajustarse a la ley aplicable, es decir a la
que estaba vigente en aquel entonces.
Dictar una nueva ley para condenar a los delatores rencorosos, solo es otra
forma de materializar el absurdo institucional y vulnerar gravemente la
seguridad jurídica, sacudir los cimientos del sistema, y poner en grave peligro
la moralidad de este gobierno lo mismo ocurre con las absoluciones que se
sentencien así como las condenas no deben ser motivadas por la venganza,
las absoluciones no deben ser motivadas por la bondad o el libertinaje, sino por
ajustarse a la ley vigente al momento de los hechos así cobra importancia el
hecho de que el régimen de los camisas moradas no haya modificado o
derogado la Constitución, y los código penal, civil y procesal, y poco importan
las leyes secretas o especiales que dictaron mientras ejercían el poder, ya que
estas pueden y deben ser tratadas de inconstitucionales, por ser contraria a la
Carta Magna.

Al contar con la suerte, y la ventaja de que no hayan modificado las leyes que
se encontraban vigente, hay que valerse lo más posible de este elemento
jurídico para dar legitimidad a las condenas y absoluciones que se dicten.

No podrá ser alegado por los imputados el hecho de que los camisas moradas
si bien no modificaron ninguna ley, tampoco destituyeron a ningún funcionario y
tampoco juez alguno, ya que es de público conocimiento que aquellos que
dictaban sentencias contrarias a los intereses del régimen eran castigados o
asesinados, para concluir, son estos los parámetros con que deberá juzgarse
cada caso en particular, para intentar dar una solución lo más justa posible,
dando así al derecho, un alto rendimiento técnico y moral.

S-ar putea să vă placă și