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Las siete lámparas de la arquitectura

1. Lámpara del sacrificio: se refiere a no hacer una obra solo por gastar dinero y
deshacernos en lujos, sino darle nobleza, sentimientos de naturaleza. Hay dos
personas que se involucran en una obra, el arquitecto y el cliente; uno como cliente
tiene que sacrificar ganancia y dar presupuesto para una buena obra, el arquitecto
por su parte tiene que esmerarse en el diseño.
2. Lámpara de la verdad: donde podemos dominar una arquitectura honesta; de
acuerdo a este autor las mentiras arquitectónicas se pueden dividir en tres
categorías: 1. la insinuación de un tipo de estructura o soporte que no es el
verdadero; como en los medallones de las techumbres del gótico tardío. 2. pintar
superficies para representar un material que no es el que en realidad hay, o la
representación engañosa de ornamentos esculpidos sobre ellos y 3. el empleo de
ornamentos de cualquier tipo, hecho a máquina o moldeados.
3. Lámpara del poder: dependiendo desde que punto se ve los estilos que nos han
precedido en arquitectura, el libro menciona dos categorías, la primera es basada
en la delicadeza y preciosismo a la cual regresamos porque nos atrae
afectuosamente, y la otra tanto por majestuosidad como por misteriosa por la que
sentimos el poder espiritual que nos guía hacia ella como la belleza más pura y
solemne.
4. Lámpara de la belleza: según el autor describe que el ser humano no puede
inventar nada bello a no ser que sea imitativo a algo que la naturaleza le provea.
Esta fuera del poder del ser humano concebir belleza sin su ayuda el máximo de
belleza no se llegara a conocer hasta que las líneas se puedan adaptar a la
reproducción exacta de la naturaleza.
5. Lámpara de la vida: Una parte muy importante es resaltar la energía de la vida
en la expresión de la belleza en los objetos orgánicos, natural imponente o pasivos;
esto se logra dependiendo la cantidad de energía mental que se haya empleado en
las formas, en el trabajo, ya que si lo haces desganado, tu resultado será en
proporción a eso.
6. Lámpara de la memoria: menciona que si bien podemos vivir sin la arquitectura,
nos sería imposible recordar sin ella, es una manera de preservar el pasar de las
cosas, en una edificación, que si la vez, allí fría y callada, a veces sobre ella, frente
a ella, han pasado fragmentos de la historia y esta será un testigo silencioso, el ser
humano no puede beneficiar a los que están con el cómo puede hacerlo con los que
vendrán detrás suyo esto es que si ahora se construye un edificio, difícilmente me
tocara disfrutarlo a mí mismo pero la memoria de lo que yo edifique se quedara,
perdurara hasta cumplir su cometido generación tras generación hasta que el
tiempo también lleve a su fin a mi obra.
7. Lámpara de la obediencia: La obediencia no es un sometimiento, por lo tanto
sería una especie de libertad, más sin embargo no cayendo en el libertinaje, pero
esa libertad solo admite que la obediencia pueda ser más perfecta; para poder
preservar la arquitectura se tiene que usar el sentido común por sobre todas las
cosas, promover un sistema universal de formas y de mano de obra. Tenemos que
tener en cuenta como bases inquebrantables la obediencia, la unidad, la
confraternidad y el orden.

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