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TERAPIA FAI ‘STEVEN FRueDMan (comp.) JupiTs S. Beck Paviine Boss Jou S. ROLAND Evan IMBER-BLACK Steve ve Suazea Cantos E. SLU2KI ‘Tom ANDERSEN (comp.) MicHacL Warne JavS. Eran, ‘Micuazt D. LUCKENS Y" Ropeet J. LUKENS RALPH E. ANDERSON = IRL CARTER Steve De SuazeR Heinz vox FOERSTER El nuevo lenguaje del cambio La colaboracin coasructiva senpsieoterapia Terapia cognitiva Conceptos basco yprotundizaciin La pérdida ambigua Familias, enfermedad » discapacidad ‘Una propucsa desde la terapia sstémica Lavida secreta de las familias En un origen ias palabras eran magia La red secial: frontera de la préctica sistémica El equipo reflexivo Guias para una terapia familiar sistémica Lenguaje, estructura y cambio La estructuracion del sentido en psieoterapla La conducta humana ‘en el medio social Enfoguesistémico de a sociedad Claves en psicoterapia breve Una terapia de la solucton Las semillas de la cibernética TERAPIA DEL ABUSO SEXUAL Michael Durrant y Cheryl White (comps.)} gedisa ‘eaitonat ‘Titlodel ovina en inglés: {dec for Therapy with Sexual Abuse © 1890 by Dolch Centre Publications Direstor de la colecci6n de Terapia Familiar: Dr. Carlos B. Shuzki Traduccin: Alcea Bixio Primera edic16n: 1993, Barcelona era reimpresi6n: enero del 2002, Barcelona inda reinipresién’ Febrero de 2006, Barcelona Derechos reservados para todss las ediciones en castellano. © keditorial Gedisa, 5.4. Paseo Bonanova, 9 1°-I* (08022 Barcelona (Espafia) Tel, 93 253 09 04 Fax 93 253.09 05, Correo elecitonico: gedisa@gedisa.com hup:/rww gedisa.com ISBN: 84-7432-471-8 Deposit legal: B-3479-2006 EU Printed by Publidisa Impreso en Espaia Printed in Spain (Queda prohibida la reproduesién total 0 parcial por cualquier medio de im- presién, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o en cual- guier otro idioma, Indice INTRODUCCION.....csssssccesesssetssseseneeeeee 11 1. La formacién de la imagen de si mismna. Terapia con mujeres que sufrieron abuso sexual durante la infan- cla, por Amanda Kamslei se 1B 2. La utilizacion de ritos dedicados a capacitar a los miembros de las familias que sufrieron abuso sexual infantil, por Janet Adams-Westcott y Deanna Isenbart...... 54 ‘3. Superar los efectos del abuso sexual. Desarrollar la percepcién de la propia capacidad, Por Michael Durrant y Kate Kowalski 90 4, Hostilidad, apatia, silencio y negacion. Comoayudar alos adolescentes agresores incitandolos a que modi- fiquen su conducta, por Richard Elms.... 1-154 5. Abuso sexual. Dos mujeres exponen dos maneras diferentes de encarar el mismo problema y enlamisma perspectiva, por Irene Esler y Jane Waldegrave......183 6. Poner fin al secreto. Terapia para tratar a madres € hijos después de haberse revelado el abuso sexual infantil, por Lesley Laing y Amanda Kamsler........218 COLABORADORES...+--seseset sss seefevie oO Introduccién En los tltimos afios se ha observado una mayor frecuencia de casos de abuso sexual y se ha tomado conelencia del impacto de esas experiencias en las vidas de muchas personas que acuden en busca de ayuda terapéutica. Después de que la bibliografia terapéutica lo ignorara durante varios afios. el abuso sexual es hoy una cuestién que deben afrontar los terapeutas que trabajan en una variedad de ambien- tes, Al mismo tiempo, la presencia de esta cuestion en ios talleres psicolégicos y !as observaciones nechas por los terapeutas sugieren que ésta es una esfera en la que muchos profesionales se sienten desarmados. Debido a factores tales como la complejidad que lo caracteriza, la gravedad de sus efectos, la trama de reserva que con frecuencia lo acompafia, las implicaciones legales y el contexto sociopolitico en el que se da, el abuso sexual se considera frecutentemente como un tipo de problema “diferente” de los que se presentan en otros casos. Sibien para un terapeuta es evidentemente importante evaluar las situaciones particulares que caracterizan este fendmeno, el hecho de considerarlo un problema de una clase diferente se tradujoenque hasta los terapeutas mas experimentados se sintieran desanimados e incapaces. Muchos profe- sionales que adoptaron las ideas de la tradicién de terapia familiar sistémica parecen abandonar hoy esas, practicas para volcarse a otros enfoques centrados en Jo individual y lo interno. Laterapia familiar se relacio- né siempre con las ideas de interaccién y con un proceso terapéutico con frecuencia breve, pero en muchos casos estas practicas demostraron ser n inapropladas cuando aperece la cuestién del abuso sexual. Al mismo tiempo puede sostenerse que el hecho de gue la terapia familiar ponga el acento en los prodle- mas que Surgen dentro de la interaceion la convierte en un método que se ajusta idealmente alos problemas de abuso sexual. Muchos de los enfoques basados en el sistema tienen sus raices en el trabajo de Gregory Bateson. y efectivamente Bateson sostiene la impor tancia de evaluar el contexto en el que se desarrolia la Interacci6n. Recientemente el campo de la terapia familiar parece haberse convertido en una manera de conceptualizar los problemas dentro del contexto. en lugar de constituir primariamente una modalidad de tratamiento definida por la cantidad de personas impli- cadas. Si bien es cierto que el hecho de imponer de manera insensible ciertas ideas acerca de las familias (siempre considerada en la terapia como un conjunto) Provoc6 situaciones injuriosas a las personas que habian sufrido el abuso y. si bien es cierto que la adhesion “purista” a ideas tales como la causalidad circular provocé que los terapeutas familiares reduje- ran la responsabilidad del ultrajador, también ha hhabido muchos terapeutas que aplicaron ideas de interaccién dentro del contexto de un modo que resulto eficaz para ayudar a las personas que experimentaron situaciones de abuso sexual. Particularmente los terapeutas de Australia y Nueva Zelanda estuvieron en la primera fila del pensamiento innovador sobre este tipo de terapias y las ideas de los terapeutas australianos se han estado aplicando am- pliamente en diversos paises. Dos terapeutas ausira- llanos, Kerrie James y Deborah McIntyre, contribuye- ron significativamente a desarrollar el debate sobré la manera en que la terapia familiar debe tener en cuenta el contexto mas amplio de violencia y abuso y el trabajo que realizaron fue ampliamente citado. La obra de 12 Michael White, basado como esté en las idcas sobre la experiencia unica de las personas, de si mismas y de sus problemas y en hasta qué punto el contexto particular de ideas y conocimiento influye en estas experiencias, suministr6 a otros profesionales la base sobre Ja cual construir proposiciones acerca de cémo obrar en situaciones de violencia y abuso. Dentro del contexto australiano y neocelandés. el siguiente paso légico fue un libro que ilustra sobre el trabajo y el pensamiento de los terapeutas que aplican estas ideas tanto en Australia y Nueva Zelanda como en otros paises. El libro fue concebido como una coleccién de capitulos que abordan aspectos diferen- tes. pero complementarios, de la terapia que conviene aplicar en los casos de violencia y abuso. Finalmente. esa obra se transformé en dos voltumenes. Incitacién a la responsabilidad: el compromiso terapéutico de los hombres violentos y abusivos, de Alan Jenkins, constl- tayo la primera parte de ese proyecto. El libro de Alan Jenkins analiza la conceptualizacion de la cuestisn de la conducta violenta y abusiva masculina y propone una estrategia terapéutica detallada que apiinta a que tales hombres se hagan responsables de sui conducta. La presente obra constituye la segunda parte del proyecto. Los distintos capitulos de este volumen refle- Jan diferentes puntos de vista y diferentes focos del problema dentro del campo del abuso sexual —muje- Tes adultas, madres e hijas, familias, adolescentes ultrajadores, etc.—, pero todos comparten el empeno de aplicar las ideas provenientes de la tradicion cibernética/sistémica, todos ponen el acento en las experiencias nicas que tienen las personas de sus propias situaciones y todos evaldan los factores rela- cionados con el contexto. Los autores han querido resefiar los supuestos tedricos y filos6ficos en los que se basa cada trabajo y presentar estrategias practicas utiles para la terapia que conviene aplicar en los casos 13 de personas para quienes el abuso sexual fue parte de sus experiencias. Creemos que esta obra ha de ser util a todo aquel que desee ampliar su comprensién en la materia y quiera conocer nuevas ideas titiles para la terapia aplicable en Jas situaciones en Jas que ha habido abuso sexual. ya sea en el trabajo con las familias, ya sea en la practica con los individuos que sufrieron el maltrato, yasea con aquellos que han abusado de otras personas. Este volumen y el primero de la serie proporcionan a los, terapeutas detallados recursos para tratar estedificil ¢ importante campo de trabajo. Michael Durrant Centro de Terapia Familiar de Ezstwood Epping, Nueva Gales del Sur Australia Cheryl White Publicaciones del Centro Dulwich Adelaida, Australia del Sur Australia, 14 1 La formaci6n de la imagen de si misma Terapia con mujeres que sufrieron abuso sexual durante la infancia Amanda Kamsler Este cepitulo analiza algunos de los aspectos proble- méticos de las versiones culturales “tradicionales” sobre: * Los efectos a largo plazo de la agresién sexual infantil en las mujeres y * Los enfoques terapéuticos para trabajar con esas mujeres, cuando éstas manifiestan dificultades en sus vidas. Se resefian aqui algunas ideas alternativas sobre como puede actuar el terapeuta en los casos de pacien- tes femeninas que han sufrido alguna agresion sexual durante la infancia, a fin de permitirles superar la opresion de las imagenes dominentes patologicas que esas mujeres tienen de si mismas (imagenes en las que se consideran dariadas de por vida) y poder asi tener acceso a nuevas imagenes positivas acerca de la propia capacidad y la propia supervivencia. Los datos recogidos del relato que estas mujeres hiciercn de sus 18. experiencias demuestran como un proceso terapéutico que ayuda a las pacientes a situar sus experiencias en una nueva imagen relacionada con su propia capaci- dad permite que esas mujeres encuentren y desarro- lien nuevas posibilidades para sus vidas. - Durante los tiltimos arios trabajé como terapeuta en Sydney, Australia, con una cantidad de mujeres que legaron a mi consultorio porque estaban experimen- tando dificultades cuya causa atribuian a episodios de agresion sexual sufridos durante la infancia por parte de miembros masculinos de la familia o de hombres relacionados con la familia. También trabajo como consultora en Dympna House, un centro de asesora- miento y ayuda sobre incesto destinado a familias en las cuales hay nifios que han sufrido alguna agresion sexual y a mujeres que suftieron abusos sexuales durante la infancia. Estas expcriencias constituyeron Para mi un desafio que me llevé a reconsiderar mi pensamiento respccto de la agresion sexual infantil ya establecer ideas més claras sobre los métodos utiliza- dos con las mujeres que trato. Las ideas compendiadas en esie capitulo ilustran algunvs ejemplos tomados de mi propio trabajo y muestran algunas aplicaciones de esas ideas. Con el fin de enriquecer el andlisis, propongo las siguientes definiciones de agresion sexual infantil y de incesto: Laagresién sexual infantil es un acto sexual infligido @ una persona joven 0 a un nifo por otra persona. (generalmente de sexo masculino). La capacidad de comprometer a un nifio en una relactén sexual se basa. enlaposicién todopoderosa y dominante del adulto (ode un adolescente mayor que el nitio agredidio) ultrajador, posicion que contrasta agudamente con la edad, la dependencia y la impotencia del nifio. La autoridad y et poder permiten que el agresor obligue al nitio a someter- se sexualmente. El incesto es cualquier acto sexual infligido a una. persona joven o a un nifio por otra persona (otra vez, 16 | | generalmente de sexo masculino) que se aprovecha de ‘su posicion de poder y confianza dentro de la familia. “Familia” puede significar los padres naturales, los padrastros 0 madrastras, los abuelos, tios, hermanos, etcétera.’ Tesis expuestas en la bibliografia sobre los efectos a largo plazo de la agresién sexual infantil en las mujeres Una tesis dominante en la bibliografia sobre los efectos de la agresion sexual infantil es la idea del dafio psicol6gico, dario que el nifio padece como resultadode haber sido agredido sexualmentey que le deja secuelas y deficiencias en su personalidad. Algunos autores, tales como Ellenson (1985), sostienen que esas muje- res muestran un “sindrome” y describen un conjunto de caracteristicas de la personalidad que se manifies- tan comunmente entre ias mujeres que sufrieron abu- so sexual siendo nifias. Estos autores proponen eva- luar la conducta de las mujeres que sufrieron estas expcsioncias uulzando ciertos criterios propios de ia psiquiatria tradicional. Esos criterios se utilizan a fin de analizar el “sindrome” de modo que los terapeutas puedan diagnosticar el grado de perturbacién que padecen tales mujeres. Blake-White y Kline (1985) identificaron los sintomas manifestados por estas, mujeres como propios dea categoria DSMI de pertar- bacion de estrés postraumatica. : Las mujeres que sufrieron una experiencia de incesto siendo nifias presentan el mismo esquema de sintomas que caracterizan el sindrome (pag. 396) “ Estos y otros autores especialistas en la materia ponen ei acento en el “proceso de disociacién” o de *represién de la emocién” que observan en las mujeres que suftieron agresién sexual en la infancia. Shapiro (1987) sostiene la tesis de que el yo de estas mujeres se “quebranta” después de una experiencia de ese tipo y necesita “reconstituirse”, Esta es otra tesis comtin en Ia bibliografia referida a esta cuestion. ww Por consiguiente, muchos autores han puesto el acento ena utilizacién de las practicas de clasificacién psiquiatrica tradicionala fin de comprender y tratar las Tespuestas que estas mujeres dieron a esa agreston sexual infantil. Estos conceptos tuvieron profundas implicaciones en el desarrollo de las ideas sobre e6mo debe realizarse la terapia. Los objetivos de la terapia fueron definidos como ayudar alas pacientes a ponerse en contacto con la emocién reprimida; trabajar con tos sentimientos; ocuparse de los recuerdos reprimidos (Blake-White y Kline 1985, pags. 397 y 399); y... trabajar con las experiencias dolorosas y ia culpa y la vergiienza que las acompafan, a fin de descubrir los conflictos, entenderlos y resotverlos (Faria & Belohlavek 1984, pag. 469). Estos autores afirman que el acto de ayudar a las pacientes a comprender la significacion de los conflictos reprimidos produce cambios. La pa- ciente establece una buena relacién con sus senti- mientos reprimidos y esto la lleva a realizar modifica- ciones en su conducta. En general, los términos utili- zados para describir el enfoque terapéutico reflejan que estén basados en la idea de diagnosticar la patologiade la paciente, de modo que el terapeuta pueda luego tratarla. ‘Alaplicar este esquema en la terapia no se considera el contexto que permitié que se desarrollaran los problemas de la mujer. Los terapeutas concentraron la atencién en ideas tales como “niria seductora” o"madre patolégica’. Un efecto significativo de poner el acento en esas patologias individuales es que el terapeuta puede pasar por alto la influencia de las interacciones entre el ultrajador y la mujer en la evolucién de las, percepciones que tiene la mujer de si misma y del mundo. Este efecto es comprensible si se tiene en cuenta hasta qué punto la bibliografia psiquiatrica referida al incesto se remite a la teoria psicodinamica. En la bibliografia, la vergienza se transfiere de los ultrajadores a las vietimas. Waldby (1987) y Ward (1984) ofrecen un analisis claro de los origenes hist6- 1s | ricos de este desplazamiento dela vergtienza. Elizabeth Ward recurre a la bibliografia clinica sobre incesto y encuentra “testimonios sorprendentes” de lo que las tedricas feministas Stanley y Daly llamaron la “supre- sion del agente”. Ward describe como el lenguaje utilizado ena bibliografia... determina subliminalmente que las muyeres y las hijas son las partes activas y los padres, los titeres pasivos (pag. 194). El extenso ana- {isis de Ward contiene ejemplos graficos extraidos dela bibliografia clinica que estan... apoyadosenlaahagaza de la misma antigua mitologia de avergonzar a la victima (pag. 157). La bibliografia de la psiquiatria familiar ofrece otro conjunto de tesis sobre cémo considerar los efectos a largo plazo del abuso sexual infantil en las mujeres. Este cuerpo teérico sostiene que la disfuncion familiar explica la existencia del incesto. Se considera que la familia es una unidad patologica y que los sintomas reflejan un desajuste que incluye a todos los miembros de la familia. La familia incestuosa disfuncional es una familia en la que se han quebrantado las jerarquias familiares “normales” basadas en la edad y el sexo. Se atribuye la culpa de este deterioro casi por completo las madres a quienes con frecuencia se las considera fracasadas en la tarea de cumplir su papel de criar y proteger.a los nifios y de ser esposas del padre (Lustig y otros 1966; Justice y Justice 1979). Se estima que las relaciones patolégicas son cuestio: nes terapéuticas y se supone que el hecho de que se dé elincesto es un sintoma de esa situacion. Se considera que el incesto cumple la funcién de mantener unido un sistema familiar cuyas relaciones internas son inesta- bles. i: Sostenemos que el incesto es una transaccion que le sirve a la familia en la que sucede para mantenerse unida y para protegerse (Lustig 1966, pag. 39). Furniss (1983) sostiene la idea de que el incesto es un sintoma de disfuncién familiar y lo dice ast: «dos problemas entre las diadas madre-hija y madre- 19 padre influyen poderosamente en la diada incestuosa entre el padre y la hija (pag. 267). El analisis que hace Furniss de la diada padre-hija pone principalmente el acento en la contribucion de la hija y cuando trata la diada madre-hija se concentra principalmente en la madre. Es notable que sdlo se mencione brevemente la contribucién del agresor (Calvert 1984). McCarthy y Byrne (1988) hicieron re- centemente la siguiente declaracién al comentar su hipétesis sobre el vinculo entre las “relaciones sociales ambivalentes” y la génesis del incesto: ---Parece qué la creciente aparicién y revelacion del incesto padre-hija es un fenémeno “situado socialmen- te” que refleja la confusion que existe en el seno de la familia moderna. Aparentemente resulta paraddjico que este fenémeno sea una particular expresin somdticade a familia que se esfuerza por estar centrada en el nifio, or transformar los papeles femenino y masculino y pot evaluar ias reluciones sociales mas por las emociones y la proximidad que por las jerarquias (pag. 183). En esta declaracién advertimos una vez mas que se Testa importancia a la significacién de la conducta del padre, Conceptos provenientes de la terapia familiar, tales como la idea de que el incesto cumple una funcién en Ja familia, o que quiz constituya una defensa familiar contra la pérdida (Gutheil y Avery, 1977) sugieren direcciones bien precisas para la terapia que conviene aplicar con las mujeres adultas que sufrieron abuso sexual durante la intancia. Los terapeutas que traba- Jan teniendo en cuenta este punto de vista se concen- tran en ayudar a las mujeres para que éstas lleguen a ser més “funcionales” de acuerdo con ciertos criterios de lo que deben ser las relaciones familiares normales. Por ejemplo, Deighton y McPeek (1985) describen un enfoque terapéutico de la familia de origen por el cual se entrené alas mujeres de un grupo a desarrollar una postura mas objetiva con los miembros de sus familias ya resolver las cuestiones interpersonales que mante- 20 i | nian con ellos. Segiin los autores el beneficio de este tratamiento es que las mujeres comenzaron a advertir gue ...también el adulto agresor y el progenitor noimpli- cado eran victimas (pag. 408). Deighton y McPeek po- nen el acento en ...la responsabilidad de la mujer en cuanto a cambiar su posicion respecto de los miembros de su familia de origen (pag. 410). Todas estas ideas acerca de la disfuncién familiar oscurecen la significacién de las relaciones de poder implicitas en el incesto y sirven para proteger al perpetrador y para atenuar su responsabilidad. Waldby (1987) sostiene lo siguiente: este enfoque terapéutico niega efectivamente la experiencia de la hija y considera la verdadera relacion incestuosacomouna artimafia para distraer la atencion del asunto, artimana cuya practica en realidad puede dificultar el tratamiento (pag. 15). ‘Al poner el acento en que la dinamica familiar deb> ser el foco de la terapia y no el incesto mismo (por ejemplo, Machotka, 1967), muchos autores sugieren que los ter2peutas que trabajan con familiasen l2s que ha habido un incesto asignen la misma responsabili- dad a todos los miembros de la familia como si todos ellos fueran igualmente culpables. Estos autores no destacan el papel inapropiado del padre, De modo que las terapias basadas en estos conceptos sostienen que todos los miembros de la familia deben ajustar su conducta y desempeitar pape: les mas apropiados, particularmente, segin parece, los papeles tradicionales de madre e hija. Por consiguiente, si bien estos enfoques terapéuticos reconocen la importancia que tiene el contexto familiar en la evolucién de los problemas de la mujer, lo hacen de una manera que, una vez més, echa sombras sobre larelacion de poder que mantiene el perpetrador en sus interacciones con Ja nifia. Personalmente creo que estos esquemas terapéuticos producen una ceguera (0 en el mejor de los casos prestan una atencién insufi- ciente) a la responsabilidad que le cabe al perpetrador 2 enlaformaci6n delas respuestas y el futuro dela mujer agredida. Como ocurre con los esquemas que se detie- nen en las ideas de patologia y de diagnéstico, en la descripeién de estos enfoques terapéuticos se ignora lasignificacién del contexto social mas amplioo bien se Ja comenta superficialmente. Un punto de vista alternative Coincido con Herman (1985) en que ...es una exa- geracién afirmar que [la agresién sexual infantil y} et incesto producen inevitablemente una perdurable an- gustia emocional. Es importante sefialar que, como observa Herman, los datos sobre los efectos a largo plazo que provoca el incesto padre-hija derivan en su totalidad de los informes clinicos, es decir, de estudios hhechos con mujeres que se consideraron pacientes necesitadas de ayuda psicoterapéutica. Esta autora cita el estudio realizado por Tsai (1979) que sefiala que por lo menos algunas mujeres que sufrieron abuso Sexual durante ja infancia se consideran relativamente bien adaptadas ala vida adulta y que ello coincide con Jas evaluaciones clinicas. Esas mujeres tienen con- ciencia del trauma que les produjo la agresién sexual infantil, pero consideran que han podido superar la angustia a largo plazo gracias a la intervencién util de otras personas, tales como miembros de la familia o profesores. Sostengo la tesis de que la agresién sexual infantil no Provoca necesariamente dao “intrapsiquico” perma- nente, por ejemplo, el “quebrantamiento del yo". Con- ‘sidero que lo que ha ocurrido con las mujeres que trato: en mi consultorio es que ellas han sufrido dificultades en Ja vida adulta como una respuesta a los repetidos modelos de interaccién opresivos que han observado en sus familias 0 en otros contextos significativos. Mi perspectiva es més interaccional y contextual que intrapsiquica y psicodinamica. 22 l | | | | | Las pérspectivas intrapsiquicas mas tradicionales consideran que la paciente presenta algtin tipo de patologia que el terapeuta, en su caracter de experto en patologias, podra determinar mediante el “diagnostico” yel"tratamlento”, Las implicaciones de esta manera de pensar son que gracias a la habilidad del terapeuta sera posible comprender y curar la personalidad dana- da de la paciente, (Epston y White, 1989, ofrecen un andlisis mas amplio sobre las implicaciones de los diferentes modos de ver el proceso terapéutico.) En cambio, la perspectiva contextual interaccional no considera que las dificultades se desarrollen en el interior de la persona ni que penetren en su persona- lidad. Por el contrario, en ella se presta mas atencion a los diferentes contextos de interaccién dentro de los cuales pueden surgir las dificultades de la persona. Un punto de vista contextual sobre cémo pueden desarrollarse las dificultades en la vida de una mujer que sufrié abuso sexual durante la infancia + La experiencia de agresién sexual lleva inicialmen- te ala nifia a experimentar una serie de sentimientos confutsos y abrumadores que influyen profundamente en la percepcién de si misma; por ejemplo, la nifia puede comenzar a considerarse mala y sucia y a creer que debe avergonzarse por haber sido victima de abuso sexual, Este ultimo sentimiento con frecuencia es alentado por el agresor, que debe apelar a toda clase de recursos para estar seguro de que el acto ha de per- manecer en secreto. Basada en estas experiencias y en los sentimientos y convicciones que comienza a experimentar respecto de tales experiencias, la nifia desarrolla sus propios me- canismos para afrontar la vida, por ejemplo, el secreto la reserva; se avergiienza cuando le va mal y esto fortalece sus sentimientos y su opinién negativa sobre si misma. 23 + Segiin la experiencia de abuso sexual de la niniay los patrones de conducta y pensamiento establecidos, tales como el secretoy la vergtienza, la victima respon. deante los miembros de su familiay ante los demas con actitudes que pueden levarlos a pensar que la nifia es “perversa” o esta “perturbada”: por ejemplo, ella pue- de actuar de manera sexualmente provocativa, puede ponerse agresiva o conducirse de manera caprichosa, Los miembros de la familia y el resto de las personas responden a la nifia del mismo modo en que lo hacen habitualmente cuando estan ante una joven a la que consideran “perversa” o “perturbada”, es decir, casti- gandola o buscando ayuda profesional. El agresor incluso puede seguir abusando sexualmente de ella. Todas estas interacciones sirven para reforzar: a) las configuraciones de conducta acerca del secreto y b) las opiniones que lanitia se est formando de si misma; Por ejemplo: “No soy buena”. El contexto familiar puede convertirse en un sistema de apoyo vital para estas interacciones y opiniones que continuan teniendo un efecto negativo en su autoimagen y en su experiencia de las relaciones. * El descubrimiento, la revelacién del abuso puede exacerber los pensamientos y la conducta de la nifia si la persona a quien se confia no le cree. En cambio, si esa persona le cree y la apoya, puede darse una significativa interrupcién del tipo de interacciones que alentaba el secreto; por ejemplo, posiblemente haya una mayor apertura entre la nifiay su madre o entre la nifiay loshermanos. Los nuevos patrones de interaccién permiten desafiar el secreto y la vergtienzay quebrar la hermética reserva familiar. * Si el abuso jamas se descubre o si las personas en quienes confié la nifia no le creen y el secreto y la vergiienza siguen influyendo en ella, las experiencias de las interacciones en otras significativas relacio- nes de la mujer ya adulta pueden alentar de manera adicional la supervivencia de las respuestas y las creencias habituales; por ejemplo, la mujer puede 24 | | | tener vergiienza de si misma o considerarse estro: peada si tiene problemas sexuales con su pareja. Pue- de ocurrir que la mujer busque ayuda profesional y que reciba un diagnéstico que le sirva para confir- mar su imagen de si misma de mujer dafiada. Mas adelanie, en este mismo capitulo, analizaremos mas detalladamente las implicaciones que esta pers- pectiva tiene para la terapia. Estas ideas sobre el proceso del desarrollo de dificul- tades que presentan las mujeres que sufrieron alguna agresién sexual siendo nirias son similares a las ideas expuestas por Durrant (1987). Este autor describe la experiencia de abuso sexual como una experiencia en la cual la nifia no pudo controlar los acontecimientos cuando ocurrié la agresién. Esa experiencia de “faltade control” puede haber sido exacerbada por los sucesos posteriores al abuso, por ejemplo, ei descreimiento de otra persona. Durrant describe cémo la nifia puede quedar atrapada en un circulo de conducta y emocién fuera de control, y cémo la angustia puede afectar todas sus experiencias de si misma. Por otra parte, este proceso puede continuar durante la vida adulta, Creo que es importante incluir en este andlisis sobre el contexto familiar de la nifia un reconocimiento de quién tenia el control de la situacién, es decir, de quién tuvo el poder de determinar la experiencia de la nia y de cémo pudo hacerlo. Me interesa que se incluya el reconocimiento de la reponsabilidad de quien perpetro el abuso en el desarrollo de las dificultades y de las opiniones sobre si misma de la mujer. Evidentemente hay otras relaciones significativas que desempefan un importante papel en la formacion de la imagen de si misma de la mujer. Simplemente Hamo la atencién aqui sobre la experiencia que tuvo la mujer de la relacién con el hombre que la ultraj6, pues creo que es ‘un aspecto que ha sido descuidado en la bibliografia ‘sobre esta cuestién. 25 Imégenes opresivas creadas por los perpetradores de abuso sexual infantil que influyen en las imége- nes que las mujeres que sufrieron esa agresion dicen tener de si mismas* Las siguientes ideas surgleron de las conversaciones mantenidas con mujeres sobre las experiencias que sufrieron en sus relaciones con los hombres que abu- saron sexualmente de ellas. + Es frecuente que el perpetrador del abuso transmi- ta a su victima, de manera abierta o encubierta, el mensaje de que ella debe sentir vergiienza por haber sido objeto del abuso; por ejemplo, le dice: “Ta me provocaste”, o bien, “No deberias vestir asi, parece que estuvieras pidiendo que te violen” o “Sélo sirves para eso”. El ultrajador generalmente niega su responsabi- lidad, tanto respecto del abuso mismo como del impac- to que éste pueda producir en la vida de lanifiao de las consecuencias que ese acto pueda tener para la faini- lia. En el espiritu de la victima esta idea se refuerza profundamente cuando la niria recibe mensajes del contexto social que la rodea tales como: “Nadie viola a una buena chica”, o “Las nifias son seductoras”, o acaso, “Sila violaron es porque se lo estaba buscando” Estas interacciones con el perpetrador han de estable- cer las condiciones para el desarrollo y la permanencia de habitos tales como la vergtienza y el desprecio de si misma. * Con frecuenciael ultrajador promueveactivamente el secreto y lo fortalece con la nifia o la jovencita a fin de separarla de los demas miembros de la familia. Mientras es una nifia, la victima no tiene oportunidad de verificar su propia realidad a causa dela norma del secreto. Esto contribuye a reforzar su sentimiento de aislamiento y confusion que es el devastador efecto. secundario del secreto. El perpetrador tiene el poder de crear una realidad propicia para el abuso, quiza di- ciendo, por ejemplo: “Todos los padres lo hacen”, 0 tal vez, “Lo hago por tu bien”, o “En realidada ti te gusta” 26 ' | | | | 0 quizas, “Este es nuestro secreto intimo”, para justi- ficar sus acciones. Todo esto puede contribuir a que la mujer engendre dudas sobre si misma a lo largo dela vida, puesto que ella recibi6 la versién de los Lechos del perpetrador antes de haberse formado la propia opi- nion. Incluso la mujer puede hacerse vulnerable e incapaz de borrar sus propios sentimientos en res- puesta a esa situacion. ‘* Las interacciones mantenidas con el perpetrador pueden haber estimulado en la nifia sentimientos de enorme responsabilidad hacia los demas. El hombre acaso le sugirié directamente, por ejemplo: “Si cuentas lonuestro me echaran de casa’, 0 tal vez: “Silo cuentas, tu madre podria sufrir un colapso”,.o “Ta eres la unica que me comprende” 0 quizé: “Si te niegas a hacerlo lo haré con tu hermanamenor”. Este tipo de ideas pueden ser sugetidas de manera no tan explicita. De todos modos, el efecto de esos mensajes es que la mujer recibe un entrenamiento intensivo para dar prioridad alas necesidades de los demas antes que a las propias y esa actitud puede convertirse en un modelo habitual fen la imagen que ella se forme de las relaciones hu- manas. * Los diferentes medios utilizados por el perpetrador para ejercer el control sobre la nifia —ya sea mediante Sugestiones, ya sca de manera directa, por ejemplo eerciendo intimidacién o violencia— y seguir obligan- dola a satisfacer sus impulsos, estimularia el desarro- No de respuestas habituales de miedo y panico en las relaciones intimas de la mujer ya adulta. Los miedos pueden ocupar un lugar prominente en las versiones que ella tiene sobre si misma (Laing y Kamsler, 1988). Por consiguiente, la mujer que padecio abuso sexual durante su Infancia no deberia considerarse simple- mente influida por el pasado, como sugiere Durrant, sino influida también por una cantidad de prescripcio- nes sobre como debe sentir, como debe sery como debe pensar, prescripciones que fueron activamente alenta- das por el perpetrador en sus interacciones con lanina. or Es evidente que hay muchas coincidencias entre varias de estas preseripciones y las definiciones predo- minantes expresadas en la ideologia patriarcal del papel que deben cumplirlas mujeres. Enefecto, Waldby (1987) observa: La médula de ta concepcton feminista del incesto se basa en el supuesto de que el abuso sexual padre-hija es una variante particularmente intensa de las relacio nes “normales” que mantienen varones y mujeres en una sociedaq patriarcal (pag. 17). La autora cita la idea de O'Donnell y Craney de que Ja victima del incesto.. carga con la quintaesencia de la opresion femenina; a ella se le asigna el papel de la esposa impotente, obediente y sumisa (como lo men- ciona Waldby, 1987, pags. 17 y 19). Las interacciones de la nifia con el perpetrador pueden describirse como un “entrenamiento intensivo” destinado a que la nifia cumpla el estereotipo del papel sumiso femenino. Asi quedaban cabalmente preparados los cimientos para que la mujer respondiera de manera “fuertemente femenina” en otras relaciones significativas de la vida Habitualmente la mujer puede comenzar por aplicarse asimisma las prescripciones del perpetrador en nume- Fosas situaciones, por ejemplo, dejando de lado sus Propios deseos y llevando un estilo de vida de “entrega alos demas” en sus relaciones, o bien siendo pasiva, obediente. De modo que el efecto resultante de estas interacciones infantiles puede ser que la mujer se ajuste aun mds profundamente a las prescripciones “de su sexo” establecidas para las mujeres. La mayor parte de los trabajos sobre terapia aplicable a la esfera del abuso sexual infantil no tiene en cuenta esta Perspectiva sobre las mujeres que experimentan los efectos debilitadores de una relacion que refleja las interacciones opresivas que existen entre los hombres y las mujeres en la sociedad actual. En suma, creo que la bibliografia que discute las manéras en que conviene enfocar la terapia con muje- res que suffieron una agresién sexual durante la 28 infancia ha explorado insufictentemente 1a significa- cién del contexto general de la experiencia de esas mujeres. En la mayoria de los articulos sobre los efectos a largo plazo del abuso sexual infantil se observa la vida de la mujer a través de la lente intrapsiquica. En la mayor parte de los articulos y los libros sobre la materia se deja de lado por completo la significaci6n de Ja experiencia de las interacciones de la nifia con el perpetrador en el desarrollo de los problemas, asi como la significacin del contexto social mas amplio. Esta omisién conduce a que los terapeu- tas consideren que las dificultades expresadas por la mujer en la terapia estdn vinculadas con la Patologia individual de la paciente o con las relaciones familiares disfuncionales. Creo que para el terapeuta es funda- mental partir de un esquema que le permita abordar las cuestiones del contexto familiar y del contexto social dc !a mujer y remitirse a elias durante la terapia. La estructura de la terapia Teoria sobre el desarrollo de los problemas La estructura terapéutica que me sirvid de base para trabajar con estas mujeres fue el enfoque desarroliado por Michael White, que a su vez se baso inicialmente en los conceptos cibernéticos de restricciones e informa: clon de Bateson. Las ideas basicas sobre restricciones, desarrolladas en la teoria cibernética sugieren algunos medios utiles de considerar la situacin de las mojeres que sufrieron algin abuso sexual durante la infancia Este enfoque entiende el desarrollo y la consolidacién de los problemas desde el punto de vista de que los acontecimientos toman su curso porque hay restriccio- nes que les impiden seguir otros cursos (White, pag. 169). El terapeuta que trabaja en esta perspectiva concibe la situacién de la persona que presenta problemas 29 como una consecuencia de la accién de las opiniones y las versiones que esa persona tiene de si misma y del mundo. Esos supuestos y esas opiniones no permiten. al paciente tener acceso a una solucién altemativa para sus dificultades. Esto se debe a que el paciente deja de lado o no percibe la informacién que no se ajusta a las restricciones. Esta manera de concebir los hechos permite que el terapeuta considere que los problemas se desarrollan en el contexto de los pensa- mientos y los sentimientos habituales y que esos problemas repiten los modelos de interacein que le impiden a la persona tener acceso a cierta informacién sobre su propia capacidad que podria servirle para resolver los problemas que afronta. Por ejemplo, una mujer que sufrié algiin tipo de abuso sexual durante su Infancia puede avergonzarse de si misma a causa dela agresién padecida y ser incapaz de “advertir” las con- tribuciones que hizo el perpetrador para arribar a esa situacion. Podria describirsela como una persona ciega a cualquier otra informacién que pueda ayudarla a responder de una manera diferente a las relaciones pasadasy presentes. Se considera que las pacientes no pueden ponerse en contacto con la informacién sobre Sus propios recursos, recursos que podrian ayudarlas a manejar los problemas surgidos de la accién de las restricciones, Este concepto nos permite comprender por qué esas pacientes aplican repetidamente las mis- mas soluciones ensayadas a pesar de que precisamen- te esas soluciones pueden perpetuar el problema. Ya di algunos ejemplos de ideas y modelos restricti- vos en mianalisis sobre el impacto de las interacciones mantenidas por la mujer con el perpetrador durante su infancia, por ejemplo, el secreto. Veamos un ejemplo sobre cémo las restricciones contribuyen a que una mujer normalmente aplique soluciones que perpetiian el problema: Una nifa fue ultrajada sexualmente por su padre, quien le dijo: “Todos los padres lo hacen, gpor qué te sientes perturbada?” Sin embargo, ella se sentia per- 30 | turbada y ansiosa y finalmente se lo conté a una maestra que no le creyé y le dijo que no debia preocu- parse por ello. La nifia decidio no volver a contarle lo ocurrido a nadie. Creia que era ella quien habia obrado mal; se avergonzaba de si misma a causa del abuso y esta idea le impidié elaborar una respuesta diferente. Ya de adulta, cada vez que piensa en lo ocurrido, la mujer siente que no debe decirselo a nadie y continua creyendo que todo ocurrié por su culpa. El Secreto y la censura de si misma llegaron a influir profundamente en su viday en sus relaciones. La angustia de la mujer aumenta y, cuanto mas aumenta, mas vergiienza sien- te ella de si misma y més dificil se le hace la idea de contarle lo ocurrido a alguien. Recientemente empleé para la terapia la idea de White de una analogia con la versién dominante (White y Epston, 1989) que da otra descripcién de este enfo- que. Al utilizar esta analogia se considera que los problemas se desarrollan en el lenguaje y en la conver sacién de las personas mas implicadas en ellos. Se estima que las personas que acuden al terapeuta con sus problemas estén intensamente concentradas en las descripeiones “saturadas de problemas” de su propia situacién y, al mismo tiempo, impedidas de tomar contacto con la capacidad que tienen para afrontar con éxito sus dificultades. Se considera que los problemas conforman una imagen 0 una idea con un pasado y un futuro, que son direccionales (pues tienen un sistema que apoya un estilo de vida) y que son Progresivos (pues se sitan en una secuencia de acontecimientos que ocurren a través del tiempo). Se ha dicho que las personas que acuden ala terapiaestan complicadas con otras personas, significativas paralas primeras, en ciertas realidades y que hubo muchos factores que reforzaron la versidn sobre si mismas que las pacientes relatan en la terapia (es decir la descrip- cién saturada de problemas), factores que impidieron que esas pacientes Jograran formarse otra imagen desi mismas, una imagen basada en los logros aislados oen 31 las ocasiones en que ellas fueron realmente capaces de enfrentar el problema y ejercer aigtin impacto sobre él. Los sucesos se interpretan a través de la lente de esta imagen dominante que es la que da forma a la signifi- cacién que las personas atribuyen a sus experiencias. ‘Veamos ahora un ejemplo de hasta qué punto la “imagen dominante” que tiene una persona limita sus posibilidades de tener acceso a sus propios recursos: ‘Una mujer llamada Alice fue derivada a mi consultorio porque tenia pesadillas persistentes, porque estaba muy preocupada a causa de las dificultades que tenia para mantener relaciones con los hombres y porque se consideraba irracional y perturbada. La-mujer relaté que durante su infancia fue ultrajada sexualmente por su abuelo a lo largo de seis afos y que ademas habia sido agredida fisica y emocionalmente por sumadre, su padre y su madrastra. Alice se consideraba a si misma “un désastre" y, si bien pensaba que ello se debia a sus experieacias pacadas, habia aveptado el punto de vista de los miembros de su familia que la consideraban emocionalmente perturbada. Para describir cémo se sentia utiliz6 estas palabras: “Estoy reventada’. Apa- rentemente Alice se veia a si misma como una persona arruinada que posiblemente ya no tuviera remedio. Esta imagen invadié tan intensamente las descripcio- nes que ella hacia de si misma que al comienzo Alice se mostr6 completamente incapaz de identificar alguna informacién sobre si misma que se apartara de la version de que ella era un “desastre”, Se avergonzaba persistentemente de si misma a causa de su situacién y constantemente se desvalorizaba: “Estoy completa- mente persuadida —decia— de que soy una persona dificil que nadie podria amar", Esta imagen de si misma se habia reforzado mediante las interacciones de Alice con los miembros de su familia, quienes respondian a su angustia apartandose y rechazdndola. Aparente- mente esta actitud aumentaba la angustia de Alice, lo cual hacia que sus parientes la consideraran aun mas perturbada, es decir que una actitud alimentaba a la 32 otra, y viceversa. Por otra parte, esta imagen de si misma fue la que prevalecié en la imagen que Alice se formé de las interacciones mantenidas en otrasrelacio- nes significativas de su vida. En este mismo capitulo volveré a ocuparme mas detalladamente del caso de Alice. AdemAs de los conceptos ya descritos, me interesa la idea de que las imagenes que las personas han elabo- rado sobre si mismas se sittian en el contexto deciertas ideologias que son imagenes culturales y sociopoliticas. White se basé en el trabajo de Foucault al elaborar esta, idea y sugiere que la terapia puede constituir un contexto apto para desafiar el modo en que obran las ideologias 0 los conocimientos dominantes. Enel caso del incesto, creo que los conocimientos dominantes que influyen para que las mujeres elaboren susimage- nes personales son la ideologia patriarcal y toda la esfera del diagnéstico y la clasificacién psiquiatricos. Tradicionalmente se siiué al incesto en estos cuntextos lingiisticos y epistemologicos. La terapia De estas ideas sobre el desarrollo de los problemas se sigue que el terapeuta que trabaja tratando de alentar una doble descripcién puede establecer en la terapia. un contexto para lograr el cambio. Esto significa que el terapeuta trabaja con las pacientes a fin de desarrollar una cantidad de nuevas descripciones de los aconteci- mientos con el objetivo de generar “novedades de diferencia que hagan una diferencia” (White, 1986); esto es, a fin de afrontar o dejar de lado las restriccio- nes, incluso las creencias restrictivas de la psiquiatria y el patriarcado. Las pacientes deben ser capaces de percibir las distinciones para poder observar un con- traste entre la descripcién que ellas mismas hicieron y la nueva descripcién a fin de recibir novedades acerca de la diferencia o la nueva informacién. Este proceso impulsa la elaboracién de nuevas respuestas que 33 permiten que las pacientes vean nuevas soluciones. La nueva descripcién surge de la tarea conjunta de la paciente y el terapeuta que participa activamente en el Proceso, con frecuencia mediante preguntas cuyas respuestas le permiten elaborar las nuevas descrip- ciones, Como dice Munro (1989): La doble descripcién desafia las restricciones, de modo que aporta nuevas soluciones. Por ejemplo, la segunda descripci6n y las nuevas percepciones que ella ofrece permiten a ta paciente formarse una opinién del problema [y de si misma} que no esté encadenada a tas restricciones que regian la primera descripcién (pag. 185). El terapeuta puede ayudar a su paciente a desarro- lar la nueva caracterizacién valiéndose de una varie- dad de medios que White seiala en sus articulos y en su doctrina: éxternalizando los problemas; haciendo preguntas sobre la influencia relativa; sobre los mo- mentos criticos; planteando ditemas y respondiendo a las respuestas (White, 1986). Recientemente White realiz6 una nueva descripcién de su trabajo en la cual extendio en una nueva direc- cién Jas ideas fundamentales de este enfoque, pues considera que esa nueva descripcion se ajusta mas a la analogia con la versién dominante aplicable en la terapia. En esta perspectiva se estima que las pacien- tes reciben la fuerte influencia de una imagen domi- nante de si mismas, dé sus relaciones y del problema mismo. De modo que las caracterizaciones que estas mujeres hacen de si mismas estarian dictadas por la imagen dominante, lo cual no dejaria lugar para ela- borar versiones diferentes que, potencialmente, ellas podrian manifestar acerca de la propia capacidad y los Propios recursos. Personalmente creo que las restric- ciones dan formaa las creenciasy modelos de interaccion en los que se basa la imagen dominante. El objetivo de la terapia es incitar a las pacientes a descubrir aspectos de la experiencia de si mismas dejados de lado por la imagen dominante. Describiré 34 seguidamente los pasos fundamentales que deben darse para ayudar a las pacientes a elaborar una imagen alternativa sobre si mismas y daré algunos ejemplos extraidos de mi trabajo con mujeres que sufrieron algan abuso sexual durante la infancia. Externalizar el problema ‘Tomm (1989) describio la actividad terapéutica de externalizacion del problema, que es la parte central de la practica de este enfoque, como ...una separacion lingaiistica que permite distinguir el problema mismo y la identidad personal de la persona tratada. Tomm con- sidera que este proceso... abre un “espacio conceptual” para que la paciente tome iniciativas efectivas que le permitanevitar que el problema influya en su vida (pag. 54). Externalizar el problema provoca que la paciente comience a contrarrestar los efectos negativos del diagnéstico y la clasificacién. Creo que éste es un aspecto profundamente importante en la esfera del abuso sexual infantil, esfera en la que, como ya dije, ha sido una tradicién aplicar rétulos estaticos, patolo; cos. alas mujeres. El proceso de “rotulacion” o clasiti- cacién alienta la conversacion centrada en el diagnos tico, lo cual fortalece la opinion de que el problema est en la propia mujer y aumenta la vergiienza y la culpa de la paciente. La externalizacién del problema es el primer paso para invitar ala mujer aque aparte de los efectos del rétulo y para darle la posibilidad de que descubra versiones 0 imagenes diferentes de si misma. que se descubra a si misma como una persona que a veces no permite que el problema se apodere de su vida por completo. Como dice White (1989): Enesta nueva perspectiva, las personas adquieren la capacidad de identificar “hechos” sobre sus vidas y relaciones que en la perspectiva anterior, saturada de problemas, ni siquiera podian percibir oscuramente, hechos que les suministran los nuicleos para generar las nuevas imagenes. 35 Las conversaciones que mantuve en la terapia con una mujer llamada Beth contienen algunos cjemplos de externalizacion del problema. En nuestros primeros encuentros Beth me contd que habia revelado a miem- bros de su familia el hecho de que su padre habia abusado sexualmente de ella durante varios anos cuando era una nifia. Hablé largamente sobre la culpa que sentia porque hubiese ocurrido el abuso y sobre sus miedos a afrontar la vida. Estos sentimientos la habian levado en el pasado a intentar suicidarse y a creer que habia sufrido un “derrumbe’. Inicialments yo misma externalicé el conccpto del secrelu e invilé.a Beth a que describiera como habia influido ese aspecto en su vida yen sus relaciones. El miedo, la culpa y una excesiva responsabilidad respecto de los demas pare- cian ser los principales efectos y yo se ios externalicé uno a uno, por ejemplo, preguntandole qué influencia habia tenido el miedo en su vida y en sus relaciones. Situar la imagen dominante en el contexto de las. interacciones y en el contexto social més ampllo Una vez externalizado el problema, la paciente puede externalizar la versién patoldgica dominante de si misma. Creo que esto ayuda a que la paciente descubra de donde proviene esa imagen y desarrolle algunas ideas sobre cOmo, con el tiempo, esa version logré hacerse tan influyente, Estas son algunas de las pre- guntas posibles: “De qué modo otras personas promo- Vieron el secreto en su vida”, “2Cémo s¢ fortalecié el secreto?”, “Qué ensefianzas lallevaron a dar prioridad a los demés antes que a si misma?” Este tipo de preguntas permite que la mujer comience a advertir las contribuciones hechas por los demas, a través de sus interacciones con ella, para que aparezcan las dificul- tades que hoy debe afrontar. Creo que sacar ala luz un cuadro completo de esas contribuciones es fundamen- tal para facilitar a la paciente la tarea de nombrar las practicas opresivas que permitieron la permanenciade 36 4 4 4 efectos dela agresion sufrida ena infancia, Ademas Gio le da la postbildad a la mujer de apartarse dela imagen patologica que tiene de si misma, pues cobra conciencia de todo ei contexto de sus propias experien- cias, incluido el contexto de su interaccién con el hombre que abus6 de ella; por ejemplo, cuando le pregunté a Beth qué ensefanzas le parecia que la habian inducido a la hiperresponsabilidad, ella me mencioné los métodos utilizados por su padre para intimidarla y obligarla a que satisficiera las demandas de éste (ya Sea sexuales, ya sea de otro tipo); durante la infancia la vida de Beth se concentré en una priori- dad: satisfacer las necesidades de su padre. Pueden hacerse otras preguntas que potencialmente ayuden a las mujeres a identificar su experiencia del problema desde un punto de vista que limite los efectos que ejercen sobre elias las imagenes sociopoliticas mas amplias 0 las ideologias. Por ejemplo, le pregunté a Beth si creia que en la sociectad hala efertas ideas que podian fortalecer en las mujeres los habitos de hiperresponsabilidad. Rapidamente Beth me dio va- rios ejemplcs de esa situaviéa y juntas aualizamos lac consecuenclas que ello tenia sobre Beth como persona. El documento publicado por White en 1986 sobre anorexia sugiere algunas formas utiles de preguntar a las pacientes a fin de darles una oportunidad de evaluar el impacto que personalmente ejercieron sobre ellas las prescripeiones dictadas por la sociedad a las mujeres. 2 Preguntas sobre la influencia relativa Este enfoque contiene algunas ideas muy atiles sobre cémo incitar a la paciente a que reelabore su version de manera tal que pueda tomar contacto con la experiencia de su propia capacidad para affontar el problema (White, 1988, 1989). Hay dos categorias de preguntas que pueden hacerse, una destinada a des- cribir los detalles y los efectos de la version o imagen dominante (por ejemplo: “ZCémo influyeron los miedos 37 en su vida? ¢Cémo influyeron en sus relaciones con otras personas?’) y otra que apunta a determinar los “logros aislados” ‘0 las ocasiones en las cuales la paciente logré ejercer alguna influencia sobre su pro- pia vida a pesar de la fuerza de la imagen dominante. Por ejemplo, cualquier revelacién acerca del abuso sexual es un ataque directo al secreto y constituye un “logro aislado". Puede preguntarsele a la mujer si nunca le conté a nadie que habia sufrido abuso sexual y continuar con preguntas del tipo: "ZCémo pudo desafiar el secreto al revelar el hecho de que su padre abusé de usted?" Es fundamental para este proceso que antes de abordar las preguntas referentes a los logros aislados se haga un exhaustivo examen de la primera categoria de preguntas. No es mi intencién enumerar aqui las muchas y variadas maneras que tiene el terapeuta para invitar a su paciente a determinar los logros aisiados. Sin em- bargo, cuando el terapeuta hace preguntas sobre los, logros tmicos del tipo: “Sintié alguna vez que el miedo le impedia continuar algo y aun asi pudo superario y seguir avanzando?”" le abre a la paciente un espacio para comenzar a elaborar una versién alternativa sobre si misma. Preguntas que incitan a la elaboracién de una imagen alternativa Una vez que la paciente ha identificado los logros aislados, el terapeuta la invita a “mejorar la significa- ion" de esos logros. El tipo de preguntas que le haga determinara que la mujer se sienta capaz de atribuir significaciones personales a los sucesos y capaz de experimentar el impacto que ha de tener la nueva imagen emergente. Este es un requisito previoparaque la nueva version se fije y se mantenga. El terapeuta incita a su paciente a sitiiar la importancia fundamen- tal de sus logros aislados en una nueva version alter- nativa de su experiencia vivida. El objeto de esta 38 eee a incitacién es asegurar que la persona pereiba laimpor- tante significacin de los logros tinicos. Este proceso-de juvitar ala paciente a que retome a considerar su propiaexperienciay a avanzar sobre imagenes diferentes de si misma provoca que la paciente obtenga una experiencia diferente de si misma. El papel que des- empefia el terapeuta a través de esta terapia puede describirse cabalmente como el de un coautor deesas nuevas imagenes emergentes. He extraido las siguientes preguntas de mis conver- saciones con Beth: “,Cémo se explica que usted haya desafiado el secreto y las ensefianzas de su padre en cuanto a dar prioridad a los demés, al revelar el abuso?” ‘Cuando Beth hubo sefialado algunas otras ocasio- nes en las que se dio prioridad a si misma, le hice algunas preguntas sobre los detalles de esas ocasiones: * gCémo fue capaz de hacerlo? + ¢Como logré darse prioridad a st misma? + gCémo juzga el hecho de haberse sentido suficien- temente fuerte para superar la costumbre de ante- poner siempre a los demas? + zComo pudo usted contrarrestar las ensenanzas de ‘su padre? + 2Qué sintio? + 2Qué diferencia provocd esa reaccién suya en ta ‘imagen que usted tiene de si misma? * eQué aspectos de si misma que usted no habia ‘adzertido antes le descubrié esa reaccién? * Como pudo hacer amistades hasta ahora apesar de sus dificultades? : Elterapeuta cuenta con infinitas maneras de cclabo- rar y seguir desasrollando con su paciente la version alternativa. Los articulos de White seialan el tipo de pregurtas mas adecuadas para fomentar la coe- laboracion de una imagen alternativa. La aplicacion en la terapia de ideas tales como externalizar los problemas y hacer preguntas sobre los logros aislados permite que €] terapeuta ayude a la 39 mujer a situar su experiencia en el contexto de las interacciones familiares, incluyendo entre éstas su relacién con el perpetrador. Esto también le permite a Ja paciente situar su experiencia dentro del contexto sociopolitico mas amplio. Durante el proceso de la terapia, la mujer tiene la oportunidad, al conversar con elterapeuta, de descubrir informacion sobre si misma y sus propios recursos, lo cual la leva a elaborar Tespuestas que cimentan el camino del cambio. La clave de esteenfoque es que la paciente es la experta y elterapeuta es solamente quien hace las preguntas que han de generar logros tinicos y nuevas imagenes, Todo esto contrasta con las formas mds tradicionales de levar adelante una terapia, pues en ellas se considera que el terapeuta es un expertoque tiene el conocimfento necesario para diagnosticar y resolver los problemas del paciente, EI presente enfoque pone el acento en Ios conoci- mientos que ura mujer tene ‘sobre si misma y sus fuerzas, que han quedado sepultados por la accion de la version dominante. Cuando se incita a la mujer a aperiarse de fa imagen dominante y se genera nueva informacién, se replantean los conocimientos domi- nantes que la mujer expresa para definirse a si misma y ésta encuentra disponibles nuevas respuestas y nuevas soluciones a sus problemas, La historia de Alice: una ilustracién del proceso terapéutico Alice es una mujer a la que he tratado durante los ultimos dos arios, y que acepté publicar esta historia que incluye sus propios comentarios sobre su expe- riencia como paciente y que ella misma escribid como una manera de rever su experiencia.’ Un terapeuta de Dympna House, una institucién donde Alice habia participadoen un grupo de autoayuda Para sobrevivientes del incesto, me la derivo. Cuando 40 Alice se puso en contacto conmigo para concertar una cita me dijo que deseaba obtener ayuda en dos esferas especifices: * Por un lado, para dominar sus pesadillas. Durante jos dos afios anteriores a nuestra primera entrevista Alice habia sufrido largos periodos de suefic perturba- do por pesadillas que la aterrorizaban. Esas pesadilias persistieron durante meses, ocasionalmente desapa- recian por periodos breves.y Inego, subitamente rea- parecian. + Laotra cuestion estaba centrada en susrelaciones con los hombres; cuando Alice iniciaba una relacion se sentia cémoda durante un breve periodo pero luego todo terminaba pues ella sentia repugnancia por cual- guier situacién sexual, y con frecuencia ésta era la causa de que Alice acabara con la relacién. Alice consideraba que esa reaccién estaba relacionada con su experiencia de abuso sexual. Alice me comenté que ya habia pensado anterior- mente en la terapia como un medio para afrontar la angustia acerca de su familia y para afrontar los recuerdos sobre el abuso sexual que le habia infligido su abuelo. La terapia individual y la terapia de grupo en clerto modo la habian ayudadoy por lomenos le habian hecho sentir que no se encontraba tan sola, pues durante esas terapias aprendié que el abuso sexual infantil esuna experiencia bastante difundida entre las mujeres, No obstante, a pesar de los intentos previos por obtener ayuda, Alice se sentia ain muy angustiada y confundida por su vida Sesiones 123 Alice comenz6 por hacerme conocer sus preocupa- clones sobre sus pesadillas y relaciones con los hom- bres. También me relat6 sus experiencias con su abue- lo, quien la sometié sexualmente desde que Alice tenia cuatro afios y hasta que tuvo 11. Cuando ella tenia tres afios sus padres, que vivian en el Reino Unido, se 41 separaron. La custodia de la nifia fue concedida al padre, pues se estimé quela madre era “emocionalmente inestable”. El padre y Ja niria se mudaron a Australia, conde él conocié a quien seria su segunda mujer y volvié a casarse. El padre de esta segunda mujer fue quien abuso sexualmente de la nifia. Alice continud relatndome que durante su adolescencia revel6 la situacion a su madrastra, pero ésta no le creyé hasta que la hermanastra de Alice revelé que a ella le habia ocurridolomismo. En ningun momentose tomé alguna decisién destinada a afrontar el problema fuera de la familia. La madrastra de Alice interpelé a su padre, pero no salié en defensa de la posicién de la nifia. Seguidamente Alice me describié los conflictos poste- riores que se le plantearon con su madrastray su padre y que provocaron que al cumplir ella los 17 afios, sus padres le pidieran que dejara el hogar. Desde el punto de vista de Alice, toda interaccién con los miembros de su familia —hasta el infrecuente contacto con su madre— fueron experiencias de repudio ¢ irritacton. Las primeras tres sesiones no se concentraron nien Jas pesadillas, ni en el abuso sexual, ni en las relacio- nes con los hombres. La mayor parte del tiempo Alice me habl6 de su preocupacion por la terapia y por la desconfianza que le despertaban los terapeutas. Fui levando las sesiones lentamente, pues adverti que la preocupacién que manifestaba por confiar en mi constituia una restriccién importante para nuestras relaciones. Le pedi que simplemente considerara los riesgos de comprometerse en una terapia y qué Co- menzara a anotar en un diario sus experiencias de lo que iba ocurriendo y de sus pesadillas. ‘Durante las primeras tres sestones Alice cobré con- ciencia de que estaba experimentando una mayor tristeza y comenzé a hablar sobre lo dificil y molesto que le resultaba mostrar sus sentimientos a otras personas. También confesé que consideraba un gran riesgo comprometerse en una terapia mediante la cual podria ponerse aun mas en contacto con ella misma y 42 con sussentimientos, Ademés expres6 sumiedo deque “al tener tantas cosas adentro”, ni ella misma ni el terapeuta pudieran afrontarlas. Yo externalicé su costiumbre de ocultar los sentimientos y juntas explo- ramos el efecto que tuvo esa actitud en su vida. Descubri que Alice habia sido entrenada por los miembros de su familia a no demostrar sus sentimien- tos, comosi hacerlo significara que Alice era “irracional” y “mala” como lo era su madre. Se le habia descrito.a su madre como un ser incompetente y voluble. Y Alice aprendi6, mediante sus experiencias de rechazo y desconfianza que recibia de los demas miembros de la familia cuando se sentia trastornada, que nadie podia manejar sus sentimientos y que sélo ella podia afron- tarlos. Hablamos sobre como Alice habia aprendido a no ser ella misma, a desarrollar e! habito de ser un tipo de persona diferente antes que ser ella misma (otra externalizacion), en-respuesta a la exigencia de los miembros de su familia de no ser tan emocional. Alice hablo de su aislamiento y loré al recordar lo triste que se sentia porque ningun miembro de la familia la apoy6 ni creyé en la angustia que le habia provocado el abuso sexual. ‘Afin de que Alice elaborara un cuadro de sus logros aislados, comencé preguntandole si existieron ocasio- nes en las que ella se hubiera rebelado contra esos habitos y prescripciones y hubiera decidido ser ella misma én sus relaciones con los demas. Alice pudo identificar algunas ocasiones en las que se habia arriesgado y habia pedido apoyo asus amigos. Luegole pedi que me proporcionara algunos detalles sobre cémo lo habia logrado a pesar del entrenamiento intensivo que habia recibido para no ser ella misma y para ocultar sus emociones. También le pregunté como habia sido capaz de desafiar ese entrenamiento al permitirse expresar sus sentimientos hasta el punto que lo habia hecho durante nuestras entrevistas. Durante las tres primeras sesiones, las pesadillas de Alice desaparecieron: cuanto mas cobraba ella con- 43 clencia de su tristeza y su miedo, menos se manifesta- ban éstos por la noche. Ademés, Alice tomé la decision de comunicarse con el departamenio estatal de bien- estar social e informar a esa institucién sobre su abuelo, aunque no hizo ningiin cargo contra él. Res- pondia este dato con preguntas destinadas a senalarle la importancia de los logros aislados; por ejemplo, *4Como tuvo la valentia de ser usted misma en esas ocasiones?” En la tercera sesion Alice se refirié por primera vez a su costumbre de rasgufiarse la piel de la cara y los brazos y a su habito de comer sin medida y luego vomitar. Nunca antes habia hablado de estas costumbres con nadie. Las externalicé utilizando la palabra “habitos” para caracterizarias. Creo que esta confesién fue otro esfuerzo de Alice por desafiar los efectos del entrenamiento que habia recibido para no ser ella misma. Pero Alice insistié con bastante decisién en que no deseaba centrar las conversaciones en esos habitos porque en realidad en ese momento no cons- tituian un problema. Alice siguié mantentendo esta posicién hasta mucho mas avanzada la terapia. Sesiones 406 Alice continué informandome que pasaba noches libres de pesadillas y realizando algunos cambios en cuanto a ser mas abierta respecto desu vulnerabilidad ante sus amigos y algunos miembros de su familia. Luego Alice me hizo otras revelaciones: habia sufrido violentos ataques fisicos infligidos por su madre y su madrastra; de modo que hablamos sobre cémo esa situacién habia alimentado en ella el habito de no ser ella misma, de desvalorizarse y despreciarse (externalizaciones adicionales). Después de estas des- cripciones acerca de como se sentia desgarrada por los demas miembros de la familia, adverti que el abuso sexual habia sido sdlo una de las formas en que Alice habia experimentado una desvalorizacion de si misma ‘como persona. 44 Un punto importante de esta parte de la terapla fue evaluar cada informacién que Alice me proporcionaba sobre sus logros alslados; por ejemplo, las ocasiones en que Alice confio sus sentimientos a otras personas. Mi intencién fue sacar a la luz todos los detalles de esos momentos a fin de mejorar la significacion de esas actitudes que apartaron a Alice de sus habitos de autoinvalidacién. También pude desarrollar con ella un recuento de las estrategias de supervivencia que Alice fue aplicando a medida que crecia, para poder comprender en qué momento habia dejado de estar completamente atrapada por la autoinvalidacién. Alice me relat6 que de nifa su estrategia de supervivencia consistia en escribir cuentos y poesias que expresaban sus sentimientos. Durante su infancia Alice conside- raba algo precioso y muy especial esa actividad que desarrollaba cuando se encerraba en su dormitorio, para tener un espacio donde respirer lejos de los conflictos familiares. Le pregunté entonces si actual- mente continuaba utilizando alguna de sus estrategias de supervivencia y Alice respondié que ain trataba de dar valor a su autoexpresién cantando y, ocasional- mente, escribiendo canciones. En esta oportunidad Alice fue capaz de contarme que se habia apartado de algunas situaciones que le hacian sentir que estaba repitiendo viejas actitudes. Le sugeri que esto indicaba clerta confianza en si misma y una actitud de luchar contra los habitos de autoinvalidacién. También en esta ocasién le pedi detalles de esos momentos de autovalidacién para que Alice tratara de mejorar la significacin de cada uno de ellos. : Alice fue experimentando pequefios pero significati- vos cambios en el sentido de valorarse y ser mas auténtica consigo misma. Con todo, frectientemente Alice atribuia un caracter trivial a sus logros y me decia que continuaba considerdndose “reventada’, lo cual le hacia dificil apreciar los eambios. Cuando le pregunté siya se sentia preparada para dar algunos pasos mas en la nueva direceién, comenzé a hablarme del miedo 45 que le producia tener que comenzar una nueva vida como una persona diferente si continuaba cambiando. Llegadas a este punto, consideré conveniente no con- tinuar alentando cambios. Pedi a Alice que recordara y tomara nota dealgunas ocasiones en las que habia sido fiel a si misma o se habia valorado. Sesiones 7 a 10 Cuando le pedi a Alice que pustera en una balanza imaginaria las ocasiones en que habia experimentado autoestima y en el otro platillo las ocasiones en que se habia desvalorizado, la paciente comenzé a dar mas ejemplos de momentos en los que habia apreciado algo de si misma. Insisti mucho en los detalles de estos ejemplos y entonces Alice, espontaneamente, empez6a relatar otras ocasiones de autoestima. A medida que la conversacién fue avanzando en esta direccion, Alice advirtié que habia comenzado a romper con su habito de anteponer a los demas cuando entablaba una amistad y de dar prioridad a las necesidades de los demas antes que a las propias. Para mi, la estrategia més importante fue reconocer y poder dejar atras los contextos que continuaban suscitandome y producién- dome dolor. Una vez que pude hacerlo, fui capaz de elaborar nuevas formas de interactuar con las personas y de mantener relaciones mas positivas y gratificantes para mi. No insisti en mantener alejados los sentimientos de culpa y autodestruccién cuando entablaba una relacién y descubri los beneficios de conflar en la gente y de establecer relaciones que pudieran ayudarme (Alice, En la décima sesi6n Alice volvié a hablarme de su costumbre de atracarse y vomitar y me dijo que lo estaba haciendo con mas frecuencia. Obtuve algunos detalles de esta actitud preguntandole qué efecto habia. tenido la bulimia en su vida. Alice me conté que durante algunos periodos habia logrado superar la 46 bulimia y me confesé cémo lo habia conseguido (to- mando nota de los iogros aislados). En este fase de la terapia, Alice me relaté distintas situaciones que la habian entrenado para sentirse “reventada” (por ejemplo, las interacciones significativamente pertur- badoras con su madre) y de qué modo consideraba ella que habia sido afectada por ese entrenamiento; por ejemplo, ocultandose a si misma, sintiendo temor a ser rechazada si se comportaba de manera mas sincera y considerandose responsable de todo lo malo que le habia ocurrido en su vida. Le sugeri que el habito de la bulimia podia ser unamanera quella habiaencontrado de ser menos “ella misma’ y ésta fue una idea con la que Alice pudo conectarse. Ademds le sugeri que tomara nota de las ocasiones en las que habia rechazado las invitaciones de la bulimia (tomar nota de los logros aislados). Sesiones 11a 14 Alice comenz6 a obtener algunas victorias sobre la bulimia y, por primera vez, empez6 a adjudicar una mayor responsabilidad a los miembros de su familia por su angustia. insisti en los detalles de estas actitu- des y las describi como logros que le permitirian aumentar su autoestima. Hablamos de Jas ideas de Alice sobre cémo la bulimia originariamente habia legado a tener tanta influencia en su vida. Alice atribuia el origen de muchos habitos secretos de su vida, incluida la bulimia, a su necesidad de responder a las reacciones exageradas de sus padres ante el desarrollo de su sexualidad. También le hice algunas preguntas sobre, por ejemplo, de qué maneras pensaba qué se habia sometido para ajustarse a las imagenes ideales de las formas femeninas. También le pregunté si creia que esas imagenes podian haber fomentado en ella el deseo de ser menos de lo que realmente era y Alice acept6 que podia haber algo de verdad en ello. Continuamos hablando en detalle de las ocasiones en 47 que Alice habia logrado vencer a bulimia, y a medi- da que fueron pasando las scsiones, ella fue logrando més victorias. En respuesta a ello, le hice preguntas tales como: *zPor qué cree que fue posible que usted se permitiera ser mas auténticamente usted misma en esas ocasiones?" “,Cémo pudo usted apariarse de la idea de que debia someterse a las prescripciones que dicta la sociedad en cuanto a la delgadez femenina y aceptarse como era?” Mediante algunas preguntas incité a Alice a que determinara la influencia personal que habia ejercido el contexto social mas amplio del patriarcado que sostiene la idea de que las mujeres deben ser menos de Jo que realmente son o deben desvalorizarse. También la invité a que recordara de qué manera habia actuado como ella misma y habia logrado contrarrestar esas prescripciones. Alice vivi6 un periodo de angustia como respuesta a Jos cambios que habia experimentado. Me confié que le preocupaba perder su “antiguo si mismo”, es decir, no ‘saber en quien se convertiria. Por primera vez me relat6 més detalladamente su habito de rasguriarse. Juntas. rastreamos la causa de que ese habito se hubiese intensificado en los ultimos tiempos. Incluso pude hacerle ver algtin logro aislado en ese sentido o que descubriera ocasiones en las que habia podido vencer- lo. Nocobstante, Alice me confes6 que no estaba segura de querer seguir hablando sobre el asunto. Le pedi entonces que considerara las corisecuencias de seguir hablando de ello en la terapia. Entonces Alice comenz6 a recordar algunas situacio- nes que la atemorizaban por la noche cuando era pequena y juntas descubrimos cémo la costumbre de Tasguiiarse se habia convertido en un aliado contra el miedo. Esa costumbre habia llegado a ser una forma de autohipnotizarse y de detener el miedo y una manera mas de “castigarse”. Le sugeri que todas las noches dedicara media hora por reloj a ese habito para poder obtener més informacion sobre cémo el hecho de 48 rasgufiarse la ayudaba a vencer sus miedos. Segiin las, propias palabras de Alice: 5 El hecho de reconocerlos y darme permisoparaineluir estos habitos con moderacién en mi vida, me permiti6 cambiar de perspectiva respecto de esa conducta e ir controldndoia lentamente. En esta fase Alice advirtié que ya no dejaba que la angustia de ninguna esfera de su vida invadiera las demas y que estaba experimentando una sensacién de mayor control. Sesiones 14 a 20 Estaba claro que Alice ejercia mayor control sobre sus habitos destructivos. Pronto reconocié cémo de- tenerlos y cémo evitar que la atraparan: en nuestras conversaciones Alice me contaba espontaneamente mas ejemplos sabre esas actitudes positivas y menos ejemplos de situaciones en las que se sentia abrumada por esos habitos. Ademas ella misma descubrié varias estrategias nuevas para deminar sus miedos noctur- nos, por ejemplo, escuchar musica para relajarse con ms facilidad. Ladeseripcién saturada de problemas fue perdiendo espacio en Ja terapia y Alice comenz6 a construir una nueva versidn de si misma. Cuando investigué como habia logrado hacerlo, Alice me dijo: Cambié mi idea sobre mimisma. Alprincipio pensaba: “Estoy reventada”. Luego comencé a pensarrespecto de los miembros de mifamilia: “Ellos estan reventados”. Y ahora creo que estoy bien, pienso que mi vida estdllena de problemas, pero que yoestoy bien y meestoy curando. Alice también me confid que se sentia menos angus- tiada y menos preocupada en general, y esto significa- ba que habia conquistado un mayor espacio para verselas con sus habitos autodestructivos. Afin de alentar el mejoramiento de la significacion de todos estos cambios, le pregunté como esta nueva opinion de si misma habia modificado la manera de 49 tratarse a si misma dia a dia; c6mo le habia hecho cambiar sus relaciones con la familia y con los amigos y qué nuevas perspectivas creia que podian abrirle estos cambios. También le. predije que los habitos reaparecerian esporidicamente y ambas discutimos como manejar- los, por ejemplo, dedicdndole un tiempo fijoal habito de rasguiiarse todas Jas noches. Los cambios logrados por Alice se mantuvieron, y 1a bulimia y el habito de rascarse casi desaparecieron de su vida. Alice entablé nuevas relaciones en las cuales se sentia cuidada y reconocida. Hoy Alice asegura que se siente competente y que esta logrando realizar cambios en su vida. Describe la experiencia de consi- derarse como alguien que esta dentro deun contextoen el que ocurren problemas, es decir, que ya no se identifica a si misma como un problema cuando algo sale mal. También me cuenta que se siente bien y revalorizada ante personas que en el pasado considé- raba problematicas. Si bien reincidi6 algunas veces en algun habito destructivo, ya no se siente abrumada cuanéa eso ocurre. Alice dio varios pasos positivos, sobrelos cuales llamé mi atencién, en cuanto a sermas cabalmente ella misma, a valorizarse mas y a ocuparse més de si misma y menos de los otros. Dejé de mantener sesiones regulares con Alice y le sugeri que me llamara si tenia ganas de rever algin punto conmigo. Volvié a verme recientemente porque habia tenido una “recaida” en su habito de romper una relacion. De todos modos, Alice continua experimen- tando una sensacién de control sobre su propia vida; por ejemplo, recientemente se le ocurrié la idea de utilizar sus Suerios como un recurso que podia obrar a su favor. No soy perfecta. Atin sigo siendo autocritica y me esfuerzo constantemente por mejorar, pero estoy bien y me gusta como soy a pesar de mis normales “alzas y bajas* emocionales. Me comprendo a mi misma y com- prendo mis reaceiones. Ahora me siento controiada y 50 capaz de hacer retornar al pasado mi dolor del pasado (Alice, agosto de 1988). Conclusién Como conclusién, creo que en el servicio de terapia destinada a mujeres que han sufrido algtin abuso sexual durante la infancia se aplican muchas ideas intitle, limitadoras y potencialmente opresivas. Yo prefiero un esquema que reconozca y evalue la influen- cia del contexto familiar y de las relaciones (incluyendo el contexto de la relacién de la mujer agredida con el hombre que abuso de ella), asi como la influencia que tuvieron las ideas restrictivas procedentes de la ideolo- gia patriarcal, en el desarrolio de los problemas de la mujer, La terapia puede considerarse una oportunidad de corregir las restricciones 0 las versiones dominantes a fin de que la mujer ayudada por el terapeuta genere dobles descripciones o diferentes versiones: esto le da a la mujer una oportunidad de reformular la imagen que tiene de si misma. Al enfocar este tipo de terapia pude advertir que muchas mujeres respondieron desa- fiando con fuerza las imagenes dominantes de manera creativa y encontrando soluciones que resultaron alta- mente positivas para la vida de esas mujeres. Notas Estas som las definteiones adoptadas vor Dympra Hoos Deseo agradecer el original \rabojo ce Lesley Laing. qu'en inspiré las ideas ‘expresadas en eata seein del capitula : Agradezeo tambien javalorable cont ibucin de Catherive Munro, conquiea consullé varias de las fases de este proceso. Agradecimientos Agradezco a Lesley Laing y a Catherine Munro, pues ambas hicieron ‘contribuciones parUculares y especiales para ayudarme a desarrollar Ideas que fueron fundamentales para escribir este capilitlo. Estoy muy ‘agradecida a ambas por la ayuda que me brindaron para elaborar los 51 diferentes boradores de este capitulo y por el tvalerable apoyo que me proporclonaros. Tambien agradezco 2. Bronwyn Cintlo por haberme ayudado en las primeras elapas. Y por iltimo deseo agradecer tambien { Michael White por sus alentadores comentarios sobre este lrabajoy a Steven Kamer Melanie fame porel cris poy aquestmpre me rindan, Referencias bibliograficas Dlake-Whits, J.y Kline, C. 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Este capitulo examina las multiples funciones del proceso ritual, de los ritos normativos y los ritos terapéuticos en el tratamiento de las familias que han tenido experiencias de incesto. Describimos el proceso ritual dentro del contexto de un modelo cibernético de abuso sexual infantil intrafamiliar. La teoria y la terapia de Michael White son la base de este modelo. Este autor describe los ritos como: * Una manera de ayudar alos miembros de la familia a liberarse de aquellas creencias y configuraciones de. interaccién que contribuyen a que ocurra el abuso sexual infantil; 54 + como un modo de facilitar el desarrollo de la individualidady un scntimiento de identidad personal + como un método para ayudar alos miembros dela familia a hacer una nueva caracterizacion de si mismos y de sus experiencias, menos restringida y mas capa- citadora; y * una forma de permitir que los miembros de la familia reconozcan y afirmen los cambios produddos por el proceso terapéutico. La terapia y el proceso ritual Ritos de paso En su estudio sobre las transiciones evolutivas que se experimentan alo largo del ciclo vital, el antropélogo van Gennep (citado por Roberts, 1988) muestra de qué modo los ritos de paso ayudan ala gentea pasar deuna condicién social a otra. Los ritos de paso comienzan cuando las personas se apartan de un antiguo status que yano se ajusta aellas. Las personas viven entonces un periodo que se caracteriza por la desorganizacién y la experimentacion de nuevas ideas y nuevas conduc- tas. Cuando la transicién se realiza con éxito. esas ideas y conductas se incorporan a la caracterizacion que la persona hace de si misma. Cuando se llega a este punto, la comunidad reconoce el cambioy otorgaaesa persona un nuevo status. Koback y Waters (1984) aplican este proceso de tres, fases a la terapia familiar. Estos autores concibenla te- rapia como un rito que facilita a los miembros de la familia el paso de un antiguo status, considerado problematico o sintomatico, a una nueva situacion centrada en los recursos y que incluye oportunidades de crecimiento. 55 Los ritos terapéuticos El equipo de Milan (Selvini Palazzoli y otros, 1977 y 1978) fue el primero en describir la utilizacion de ritos como una técnica terapéutica. Estos terapeutas pres~ cribieron los ritos como una manera de difundir elari. dad en situaciones en las que los miembros de la familta experimentaban confusion a causa de opinio- nes o reglas contradictorias (Tomm, 1984). Los ritos desarrollados por el equipo de Milan incluian tareas especificas que las familias podian realizar como expe~ rimentos potencialmente utiles. Esas tareas particula- es se elegian con el objetivo de ayudar a los miembros de la familia a resolver contradicciones y a descubrir modelos diferentes de interacci6n. Uno de los muchos ritos descritos por el equipo de Milan (Selvini Palazzoli y otros, 1978) es el de la tarea de los dias pares y los dias impares. Ese rito se desa- rroll6 originalmente para que lo utilizara una familia en la que habia un niio problema. El equipo de tera- Peutas partié de la hipstesis de que la diferencia de estilos disciplinarios del padre y la madre habia contri. buido a fomentar esas conductas problematicas. De modo que sugirieron que uno de los padres asumiera la responsabilidad disciplinaria los dias impares y el otro los dias pares. Los dias en que cada uno de ellos no estaba a cargo de la disciplina, el padre “no respon sable” debia observar la interaccion que se desarrolla- ba entre el nitio y el padre “responsable”. Este rito dio Claridad al nifio que supo asi a qué clase de disciplina debia atenerse segtin el dia que fuera. Ademas este rito Proporcioné a los padres la oportunidad de descubrir los beneficios de la coherencia y de trabajar juntos. Evan Imber-Black (1988) y sus colegas (imber-Black, Roberts y Whiting, 1988) continuaron desarrollandoel uso de ritos como técnica terapéutica. Estos autores determinaron cinco aspectos que ayudan a los tera. Peutas a trazar e instrumentar los ritos: 56 eee cen ee La calidad de miembros. Los rites terapéuticos pue- den utilizarse para definir la calidad de miembros de una familia y para facilitar las eniradas a los sistemas familiares y las salidas de éstos. Pueden elaborarse ritos de calidad de miembros para establecer limites, tanto dentro de la familia misma como en las relaciones de los miembros con el mundo exterior. La curacién. Cuando los miembros de una familia han experimentado la pérdida de una persona, de una relacién, de la salud, de los papeles que desempefian o de las esperanzas para el futuro. pueden elaborarse ritos destinados a estimular la curacion. Les ritos de curacién también pueden facilitar el proceso de perdén y reconelliacién. Definicién y redefinicién de la identidad. También pueden elaborarse ritos que ayuden a las personas a escapar de los efectos de una autoimagen considerada problemaatica. Cuando una persona adopté una des- cripcién irreal de si misma que no se ajusta a la realidad, puede practicar ritos que laayuden aredefinir sus expectativas y a cambiar sus relaciones consigo misma. Expresionde las creencias y negeciacién. Cuando los miembros de una familia sostienen ideas conflictivas sobre una cuestién, pueden utilizarse ritos a fin de crear un contexto destinado a evaluar las diferencias. Cuando cada miembro de Ja familia puede compartir sin vergienza las perspectivas de los demas se estable- ce una nueva forma de interaccién. Celebracién. Pueden desarrollarse ritos terapéuticos destinados a sefialar los cambios, a marcar las realiza- ciones y a facilitar las transiciones del ciclo vital. Estas celebraciones o alabanzas con frecuencia se incorpo- ran luego a las tradiciones familiares. Los terapeutas pueden trabajar con ios miembros de la familia con el fin de coelaborar celebraciones que sirvan para comu- nicar los cambios a las personas significativas para la familia. 87 La teoria y la terapia de Michael White Epistemologia narrativa: la imagen dominante La utilizaci6n de ritos destinados a capacitar a las personas que sufrieron abuso sexual infantil intrafamiliar se sitta dentro del modelo terapéutico desarrollado por Michael White (1986a, 1986b, 1986c, 1986d, 1986e, 1988a, 1988b, 1989, White y Epston. 1989). Este modelo supone que, con el objeto de dar sentido a las experiencias vividas, las personas organi- zan sus vivencias dentro de una versién dominante sobre si mismas y sus relaciones. Esas versiones dominantes crean una “lente perceptiva” que influye en la significacién que las personas atribuyen alos acon- tecimientos posteriores de su vida. La informacion que se ajusta a esa imagen dominante se selecciona y se expresa en laconducta. En cambio la gente tiende ano advertir 0 a restar significacién a los aspectos de sus experiencias vividas que no “encajan” con el relato dominante, Esas imagenes dominantes que las perso- nas crean de si mismas y de sus relaciones pueden ser capacitadoras y creadoras 0 inhabilitantes y opresivas. La formacién del problema Los problemas surgen cuando la version dominante incluye restricciones que le impiden a la persona incorporar nueva informacién que podria proporcio- narle soluciones utiles. White (1986a, 1986d) sefiala dos tipos de restricciones: * El sistema de creencias en el que s¢ basa la version dominante delos miembros de una familia puede crear restricciones que contribuyen al desarrollo y la conser- vaci6n de los problemas. White (1986a, 1987, 1989) se interes6 particularmente por las expectativas normati- vas sobre cémo deben ser las personas como indivi- duos y en sus relaciones con los demas. White sostiene que con frecuencia la gente vive esas normas de 58 dad y de maneras de relacionarse como algo. Perera puesto que mevitablemente las persorias fa casan en el intento de ajustarse a esos modelos. A * La gente también sufre restricciones surgidas de ciroulos viciosos. Los circulos viciosos incluyen aque- los modelos habituales de interaccidn que mantienen Jas eonductas problematicas. Generalmente los miem bros de la familia no cobran conciencia de que sus Interaciones estan regidas por un patron yse ven as mismos como personas que no lenen postbilidad de eleccién y que sdlo pueden continuar participando del circulo vicioso, La resolucién del problema Externalizar el problema .cnicas terapéuticas de White permiten que los micmbros de la familia desafien esas creencias y e508 modelos de conducta restrictivos que contribuyen ala formacion de imagenes dominantes opresivas. Se uti- liza la técnica de externalizar el problema para apartar a la persona del problema y/o las restrcciones que ayudan a conservar la version dominante. Se sitta el problema fuera de la persona o de la relacién que se identifica como problematica. Se objetiviza el problema y se le da un nombre (White, 1989). EI proceso de separar el problema de la persona promueve la accion personal (Tomm, 1989; White, 1989), Los miembros de la familia descubren que pueden decidir entre contnuar participando deleireu- lo vicioso que mantiene el problema e interactuar de maneras no problematicas. Blaborar una version alternativa interroga a los miembros de la familia a finde que escestpaedan identificar aspectos de sus vivencias que no se ajusten a la version dominante (White, 1988a, 1989), Esas experiencias se conectan, pues, 59 mediante las preguntas que examinan las excepciones pasadas y presentes a la versién dominante, asi como con las intenciones de afrontar el problema en el futuro. Luego se les hacen preguntas que los alienten a redescribirse de una manera mas positiva y a elabo- rarimagenes diferentes de simismos, de sus relaciones y de su futuro. Esta versién alternativa se mantiene luego mediante técnicas que divulgan esta nueva des- cripcion entre las personas gue son significativas en la vida de los miembros de la familia. El proceso ritual Se ha utilizado la analogia de los ritos de paso a fin de conceptualizar el cambio dentro del contexto del modelo de White (White 1985, 1986e; White y Epston, 1989). Este modelo supone que las personas acuden a Ia terapia cuando aspectos significativos de sus iver: cias contradicen la versién dominante que elias han elaborado sobre si mismos y sobre las relaciones que mantienen conlos demas. El proceso deexternalizacion ayuda la gente a apartarse de los aspectos arcaicos de sus versiones dominantes. Mediante preguntas se invita al paciente a experimentar nuevas ideas y nue- vas conductas. Cuando las personas incorporan esos cambios en una versidn alternativa que se ajusta mas al conjunto de sus experiencias vividas, alcanzan una nueva condicién. La analogia con los ritos de paso supone que los sintomas y las crisis son prueba de un “progreso antes que de una regresion” (Whitey Epston, 1989, pag. 17). White y sus colegas describieron una cantidad de ritos que ellos mismos coelaboraron con los miembros de las familias a fin de oponerse a las versiones saturadas de problemas (véanse Durrant, 1989; Epston, 1989; White, 1986c, 1986d}. Un ejemplo que vale la pena mencionar es un rito elaborado para ayudar a los, ‘nifios a superar los temores: el proceso de exter- nalizacion comienza examinando la influencia..que—— ejerce el miedo en el nifo y en los miembros de la 60 familia, ‘Lueco se invita a los miembros de la familia a que recuerden ocasiones en las que fueron capaces de minimizar o superar un miedo. Se alienta al nifio para que personifique el miedo, lo dibuje y Ic asigne un nombre. Después el terapeuta encierra el dibujo del njfio en una caja e invita a éste a que realice una serie de actividades destinadas a “destruir el micdo y domar al monstruo”. Estas tareas ponen el acento en la capacidad del nifio para enfrentar el miedo. Los padres registran los logros del nifio tomando fotografias del desarrollo de esas actividades. El terapeuta premia al pequefio con un trofeo o con un certificado que lo declara experto en “destruir miedos y domar mons- truos”, Las restricciones que crean las condiciones para que ocurra el abuso sexual infantil Las conceptualizaciones tradicionales del abuso sexual infantil intrafamiliar consideran que las fami- lias que han sufrido un iacesto son las mas disfuncionales” y las mas “resistentes” al cambio. De modo quela intervencién del terapeuta se concentraen resolver el trauma de la victima, en cotejar la psicopatologia del agresory en cambiar las dindmicas disfuncionales de la familia (véanse Alexander, 1985; ‘Trepper y Barrett, 1986, 1989). i Una conceptualizacién cibernética del abuso sexual - infantil considera que los miembros de una familia que ha sufrido esa experiencia estan limitados, “restringi- dos” por imagenes dominantes inhabilitantes. Las ere- eneias y configuraciones de conducta restrictivasimpi- den el acceso a los propios recursos y dificultan los cambios necesarios para crecer y evolucionar alo lar- 0 del ciclo vital. La intervencidn del terapeuta obra gomo un rite de paso que ayuda a los miembros de la * apartarse de |: A : poeta jas imagenes dominantes inha- 61 * oponerse a las restricciones que crearon las condi- clones para que ocurriera el abuso y * utilizar las proptas fuerzas a fin de elaborar una imagen alternativa mas capacitadora.' Las creencias restrictivas E} abuso sexual intrafamiliar se vincula con caracte- rizaciones rigidas e irreales de la personalidad y las relaciones familiares. La ideologia patriarcal y la ad- hesién rigida a los papeles tradicionales que deben desemperiar hombres y mujeres son algunos de los factores sociales considerados parte importante del mantenimiento de la violencia familiar (Straus, Gelles, y Steinmetz, 1980; White, 1986a, 1986b). Al cclocar al hombre en una posicién de supremacia sobre la mujer y los niios y al hacerle suponer que éstos son de su propiedad, estas creencias legitimanla violencia. Existen estudios empiricos que indican que el 90% de los perpetradores de agresiones sexuales son hombres 0 muchaches (Finklehor, 1986) ¢ ilustran las conse- cuencias negativas de la ideologia patriarcal. Las condiciones para que haya una vietima aumen- tan cuando la versi6n cultural dominante sobre lo que se espera de las mujeres se suma a las creencias y expectacicnes que frenan el crecimiento de lo indivi- dual. Esto ocurre cuando sé les censura a las nifias y alas mujeres un sentimiento de individualidad que se aparte de los papeles de hijas, madres o esposas. Se espera de ellas que se ocupen y cuiden de los demas, pero no se espera que reciban él mismo trato a cambio (Gelinas, 1986). Las creencias sobre a lealtad familiar que dan prio- ridad a mantener Ja integridad de la familia aexpensas de cada uno de los miembros como individuo repre- sentan otra de las fuentes de riesgo para que se dé la “vietimizacion”. Con frecuencia esas creencias se mantienen durante varias generaciones. Reglas fami- liares tales como “si no estas de acuerdo conmigo es 62 porque no te importo” dificultan el desarrollo de un sentimiento de individualidad que todo nifio necesita para crecer, madurar y més tarde dejar el hogar (Alexander, '1985; Gelinas, 1986; Barrett, Sykes y Barnes, 1986). Es probable que los nifios que han recibido esa clase de reglas familiares elaboren una imagen de si mismos pobre en recursos. Estos nifios miden su autoestima partiendo de la autonegacién y de la idea de que son “personas para los demas" antes que “personas por y para si mismas", De modo que pueden desarrollar un estilo de vida de victima” caracterizado por sentimientos de impotencia y conducta pasiva. Las creencias sobre si mismas de las personas que han sufrido abuso sexual restringen sus posibilidades de cobrar conciencia de sus propias fuerzas. Estan cegadas a aquellos aspectos de su experiencia vivida que se oponen a la imagen dominante de si mismas, una imagen desvalida, impotente e incompetente. Estas personas no identifican ni asignan significacion a las ocasiones en que actuaron de manera competente oen las que los demas les demostraron con su trato que las consideraban personas valiosas (Durrant, 1987; Kowalski y Durrant, 1989). Las creencias negativas sobre uno mismo y las creencias tradicionales sobre el papel masculino crean restricciones de la conducta que contribuyen a elabo- rar las condiciones de vulnerabilidad para que ocurra el abuso sexual. La sociedad reprime alos muchachos y alos hombres para que no desarrollen la riqueza de ia expresién emocional. Los estereotipos tradicionales masculinos permiten la expresién de la ira, mientras que limitan la expresién de emociones tales como la tristeza, el pesar 0 el miedo. El hecho de reprimir la expresion emocional interflere en la propia capacidad de comprender la perspectiva del otro y experimentar empatia (Gondalf, 1985). Un padre cuya visién del mundo no le permite comprender Jas devastadoras consecuencias que puede tener sobre sus hijos el 63 abuso sexual corre el riesgo de caer en una conducia abusiva (Jenkins, 1987). En el caso de muchos perpetradores, la propia histo- ria infantil de abuso sexual, fisico 0 emocional contri- buye a que ellos se formen autoimagenes negativas. Cuando una escasa autoestima interfiere en el desa- rrollo de las aptitudes sociales durante la infancia y la adolescencia y, por lo tanto, en el desarrollo de las relaciones gratificantes con sus pares en la vida adulta, seestablece un circulo vicioso. La discrepanciaentre la vision idealizada de los hombres, fuertes y competen- tes, y la propia experiencia del perpetrador, que se ve asi mismo inseguro e insuficiente, refuerza este pano- rama negativo. Incapaces de sentirse competentes en sus relaciones adultas, esos hombres pueden poner su atencién en los nifos a fin de obtener alimento emocional y gratifica- cién sexual (Finklehor, 1985). En e! contexte de la version dominante del perpetrador este aprovecha- miento puede interpretarse como una prueba de poder y dominio. Las restricciones interaccionales Los modelos de interaccién que dificultan el cambio aumentan la vulnerabilidad de una familia para que en ella'se produzca el incesto. Los riesgos de que se dé abuso sexual infantil intrafamiliar son mayores en aquellas familias cuyos miembros interactian seaiin modelos que los aislan de las nuevas ideas que podrian oponerse a sus versiones dominantes. El aislamiento ¢s un mecanismo que impide el cambio. Restringe las oportunidades de interaccién y de proximidad emocio- nal con los demas miembros de la familia (Alexander, 1985) Las interacciones que desaprueban las preferencias individuales y las diferencias de opinion ponen en marcha un Segundo mecanismo de restriecién del cambio. En casos extremos, hay una pequefia separa- ci6n entre los sentimientos y los pensamientos expre- sados por los miembros de la familia. Parece que los, 6 miembros de toda la familia tuvieran una identidad nica basada en un sistema propio de creencias com- partidas. En estas familias suele darse poco valor a la intimidad y a las pertenencias personales de cada uno. Cualquier movimiento que haga uno de los miembros en el sentido del crecimiento individual choca con la exhortacién de los demas mienibros de la familia a que “el rebelde” retorne alos antiguos modos de intcraccién (Alexander, 1985), Las configuraciones de interaccién que mantienen niveles altos de negacion contribuyen al establecimien- toy ia permanencia de la conducia abusiva. Mediante patrones complementarios de interaccion, cada miem- bro de la familia invita a los demés a ignorar 0 a defor- mar la informacién que pueda sugerir que las conductas particulares son inapropiadas 0 dafiinas. La conduc- ta sexualmente abusiva se desarrolla y se mantiene mediante el praceso de negacién. Los rnfembros de la familia pueden negar: * la existencia del abuso, > el conocimiento de determinados hechos, + Ia responsabilidad del abuso y * el impacts que tuvo el abuso en la victima (Barrett y otros, 1986; Sykes y Winn, 1989; Jenkins, 1987} En informes retrospectivos, las madres con frecuen- cia pueden identificar indicios que hubieran debido llevarlas a sospechar la existencia del abuso. Sin em- bargo, la incitacidn a negar la significacion de la con- ducta interfirid en su capacidad de interpretar que la conducta de su conyuge era inaprepiada en el momen. to en que ocurrié el abuso. E\ proceso ritual y la intervencion del tera- peuta en los casos de abuso sexual infantil La fase de separacién En las familias que tuvieron experiencias de incesto, la revelacion del hecho marca el momento en que esa familia comtenza a separarse de un estilo de vida muy 65 aislado, cerrado y secreto. Frecuentemente se da una, separacin emocional dentro de la familia misma, y a partir de entonces cada miembro se siente presionad> a mostrarse leal o bien con el ofensor, o bien con la victima. Cuando se obliga al ofensor o a la victima a dejar el hogar, puede darse una separacién fisica de los miembros de la familia. El estilo de vida secreto abandonado por los miem- bros de la familia se reemplaza entonces por un estilo de observacton a cargo de agentes de control social. Con frecuencia los miembros de la familia consideran a esos asistentes sociales como “intrusos” que los convierten en victimas al ponerles rétulos tales como “enfermos” o “malos”. Algunos mlembros de la familia pueden estimar que esta inclusion en un sistema mas ampliose convierte en una forma de controlar sus vidas ‘0 de impedirles decidir por si mismos. Muchos padres reaccionan de manera colérica y se niegan a conperar con las sugestiones 0 las exigénclas que les hace ese sistema mas amplio. Calidad de miembros: presentar una nueva version En los primeros contactos con los miembros de la familia, particularmente con aquellos remitidos por un tribunal, es importante hacer una clara distincion entre la experiencia de “psicoterapia’ y la vision opre- siva del sistema de ayuda social. El proceso de admi- sién puede estructurarse de manera tal que sirva como un rito terapéutico que permita presentar a los miem- bros de una familia una nueva caracterizacion de los “asistentes exteriores", Este proceso capacita ademas a los miembros de la familia para elaborar nuevas caracterizaciones de si mismos como personas capaces de tomar sus propias decisiones. Se los alienta para que participen activamente en la tarea de disefar la direceién de su experiencia terapéutica. El equipo terapéutico coelabora con cada miembro de la familia los objetivos del tratamiento. 66 La negociacién de las creencias: oponerse & las restricclones El proceso puede iniciarse mediante la externalizacion de aquellas creencias e interacciones restrictivas que contribuyeron a establecer las condiciones para que se diera el abuso. El terapeuta ofrece alos miembros dela familia una caracterizacién que sugiere que e] abuso. sexual infantil intrafamiliar ocurre inicamente en las familias vulnerables. El terapeuta ayuda a los padres a identificar el tipo de ideas o de interacciones que contribuyeron al desarrollo y a la permanencia del abuso sexual en su familia. También ayuda a los padres a mencionar ejemplos acerca de como se vieron envueltos en esas creencias y esos circulos viciosos mucho antes de que ocurriera el abuso sexual. Con la aparicién del abuso, los miembros de la familia reciben cada vez mas la influencia de tales factores y comien- zan a perder cada vez mas el control de scis propias vidas. El objeto de la terapia es pues ayudar a los miembros de la familia a que se hagan cargo de sus propias vidas y a que se aparten de esos factores que provocaron que la familia fuera vulnerable al abuso sexual. ‘Al separar a las personas de las creencias y las interacciones problematicas los padres. cobran con- ciencia de su participacién en el problema. Comienzan a desarrollar un sentimiento de accion personal. Y pueden elegir entre apoyar los pensamientos y conduc- tas problematicas o luchar contra ellos Esta caracterizacién se presenta en el contextode un grupo psicoeducacional de seis semanas para adultos agresores y no agresores. Los padres que participaron, en este rito conjunto se muestran menos coléricos y mas dispuestos a cooperar cuando comienzan una terapia individual o familiar. Ya tienen una idea de los cambios que quisieran empezar a realizar. La terapia se convierte asi en un espacio en el cual los miembros de la familia pueden dejar atras ese estilo de vida caracte- rizado por el aislamiento y convertirse en un miembro més de un grupo en el camino del cambio. 67 Redefinicion de la identidad: Ja separaci6n de los ritos normativos A través del proceso terapéutico los miembros de la familia contimian separandose de las ideas, los pape- les y los habitos antiguos de interaccién. Durante el tratamiento, los adultos que sufrieron abuso sexual siendo nifios se apartan de las caracterizaciones de si mismos que los hacian verse como victimas impoten- tes. Como estos individuos estan en busca de una nueva imagen desi mismos es convenientequereduzcan sus contactos con los miembros de la familia 0 los amigos que no los apoyan en la formacién de estanueva imagen de si mismos. ‘A medida que la nueva imagen se va aclarando, los pacientes pueden descubrir que ya no se adaptan al antiguo habito de dejar que los demas los consideren 0 Jos trate: como a personas sin dignidad o que no estan su mismaaltura. Durantelos periodosde vacaciones, ja participacion en antiguos ritos con frecuencia pro- duve uns regresion a las viejas imagenes de simismos, imagenes de iesamparo e impotencia. Crear nuevos ritos: + afirma la nueva imagen que Jas personas elaboraron de si mismas; * comunica esta nueva imagen a otras personas sig- nificativas para el paciente; v + evita que los pacientes sean llamados a repetir las antiguas interacciones familiares participando en aquellos viejos ritos familiares. Una mujer joven que habia sido vejada por su padre no quiso renunciar a participar de los ritos de vacacio- nes de su familia, pero sintié que le resultaba muy dificil no caer en las antiguas interacciones cuando volvia a instalarse en la casa de su infancia. Llevé una pequeiiachinelade cristal para recordar que solo podia participar del “embrollo” familiar mientras no volviera a representar el papel de la fregona de la familia. Esta joven programé visitas de una hora y media y cada vez 68 anunciaba al llegar que dos horas mis tarde debia cumplir con otro compromiso y pasaba el tiempo sobrante con sus “madrinas”, amigas que la apoyaban en su plan de cambiar la imagen de si misma como persona. Los niiios que han sido separados de la casa paterna y criados en otra casa con frecuencia deben luchar contra sus creencias sobre la lealtad familiar. Durante las vacaciones, pueden coelaborarse con el niiio y los padres adoptivos nuevos ritos que incorporen un rito que el nifio prefiera de su familia de origen. Esto ayuda a que los nifios puedan apartarse de la idea de que deben elegir entre ser leales a la nueva familia o ala familia de origen, Ademés esa practiea alienta una sensacion de inclusién y camaraderia dentro del hogar sustituto. La tase liininal En la_analogia de los ritos de paso, la fase liminal 0 de umbrai es un periodo de transicién. Si tadinduo ola familia dej6.atras la antigua version o la antigua situacién, pero atin no elaboré ni afirmé una nueva imagen de si mismo y de sus relaciones. Hay una transicién de las manéras de pensar y de los modelos de interaccién conocidos ala experimentacion de nuevos: pensamientosynuevas conductas. Duranteeste periodo de cambio, con frecuencia la gente se siente incdmoda, confusa y desorganizada: las experiencias de cada dia vane pueden predecirse como antes (Kobak y Waters, 14) Larevelacién de! abuso sexual infantil y la posterior intervencidn de las autoridades de controi social hacen pedazos la imagen que los miembros de la familia se habian forjado de si mismos y de sus relaciones, El hecho de que los asistentes sociales y el personal de una institucién de observancia de laley escudrifien sus movimientos con frecuencia provoca que los miem- bros de la familia intensifiquen los modelos de 6a interaccién que conservan la negaci6n. No es extreno que el padre ofensor nicgue la existencia del abuso, que la madre no implicada vacile entre creer a la vietina o apoyar la negaciin cel parre perpetrador o ane la. victima se retracte (Summit, 1983), Los circulos viciosos que mantienen la negaci6n se intensifican cuando los miembros de Ja familia sienten que quienes intentan ayudarlos insisten en que renuncien a todas las creencias y a todas las interacciones que conforman el sentido de la identidad personal y de la identidad compartida de los miembros de la familia. Durante 1a fase liminal del tratamiento la primera tarea del terapeuta es ayudar a los miembros de la familia para que éstos conciban los acontecimientos posteriores a la revelacion como oportunidades de maduracion, Se han planificado algunas maneras de intervenir que ayuden a los miembros de esas familias a afrontar los sentimientos de incomodidad (que son los que prevalecen en esta fase de umbral} con un sentimiento de anticipacion acerca de las posibili- dades futuras antes que con un retorno a los modelos interaccionales que mantienen la negacion. Para lograrlo, el terapeuta alienta alos miembros de Ia familia a que se opongan a sus expectativas sobre el cambio y sobre como ha de producirse ese cambio. Las mas de las veces estas familias consideran el cambio como una amenaza. Esperan que el cambio sea discontinuo y que ocurra como resultado de algan cataclismo. Los ritos terapéuticos por el contrario pueden ayudarlos a descubrir la naturaleza fluida y evolutiva del cambio. El terapeuta puede ayudar a esas personas a descu- brir que ya habian comenzado a experimentar cambios mucho antes de que las autoridades intervinieran. La revelaciOn del abuso no habria existido silos hechos no hubieran oorride er ef ocuv de una familia que ya habia creado las condiciones para el cambio. La disposicién para el cambio puede aumentar cuan- do se alienta a los miembros de la familia a que iden- 70 tifiquen aspectos positivos y constructivos de sus creencias ¥ de sus relaciones. Quando los miembros de una familia tienen en claro qué es lo que desean combizr de si mismos y de sus relaciones, les resulta mucho mis facil redescribir sus sentimientos de in- comodidad durante la fase liminal como una antici- pacién de un futuro que ha de ser diferente. La utilizacién de ritos con el fin de elaborar una version alternativa Redefinicion de la identidad: c6mo eludir los cireulos viciosos Con el fin de ayudar a los miembros de una familia a comprender la naturaleza evolutiva del cambio y a identificar los recursos de que disponian para negociar Jas transiciones se utilizé un rito basado en lametafora de un sendero. Se pidié alos miembros de la familia que dibujaran un sendero que representara el paso de la familia del pasado al presente. Luego se los avudd aque situaran en el dibujo los obstaculos que habian podido superar y a que identificaran qué habian aprendido sobre si mismos durante ese proceso. Esos obstaculos podian incluir senderos circulares que ellos hubieran tomado y que representaban los circulos viciosos que habian creado las condiciones para que se diera el abuso, Luego se le pidid a cada uno que dibujara los senderos posibles que suponia pudieran tomar los miembros de la familia en e] futuro. Los senderos del futuro incluyeron muchas bifurcaciones y desvios que conducian en una variedad de direcciones. También se puede pedir a cada uno que especule sobre los obs- taculos con los que podrian encontrarse si eligieran una direccién en particular y que diga como se siente pieparado para afrontar esos obstaculos. También se les puede preguntar de qué modo serian capaces de eladir loscirculos viciososrepresentados por el sendero circular y volver a tomar un camino de progreso. mn Este rito es util para ayudar al paciente a que considere e] cambio como 150 fluidoy viabley para que comience a identificar los recursos con los que cuenia, que ya lo han preparado para el cambio. Mediante la tarea de identificar los obstaculos, el rito materializa las restricciones que contribuyeron a mantener el problema. Lavisién de un futuro con muchas direcciones posibles pone el acento en el concepto de decisiin. Las mas de las veces los individuos provenientes de fami- lias abusivas pierden el sentido de la accion personaly se consideran personas con pocas posibilidades de eleccién. En las familias cuyas configuraciones de interaccién fomentan una identidad compartida a ex- pensas delas diferencias individuales, puede utilizarse la metafora del sendero con el fin de destacar la “unicidad”, examinando los diferentes senderos que los miembros de la familia podrian elegir. Este rito fue creado inicialmente por un equipo de terapeutas que trabajaba cen una jovencita de catorce anos. La nifia habia sido enviada a una casa adoptiva, cuando le revel6 a su madre que habia sido vejada por su padre binlégico y ésta noe creyo. Ya instalaca en la nueva casa, la nifia comenzé a tener peleas con sus comparieras en la escuela. Durante el proceso de articulacién el terapeuta descubrié que ala jovencita le gustaban las novelas romanticas sobre los indios norteamericanos. Ella explicé que admiraba a las mujeres de esas historias porque tenian “muchovalor". Eran mujeresque utilizaban esavalentiay demostraban que a pesar de que los hombres creen que son ellos quienes se hacen cargo de todo, en realidad son las mujeres quienes lo hacen. En la terapia se externalizd Ja “valentia” y el terapeuta le hizo algunas preguntas ala nina destinadas a ayudarla a descubrir que ella también podia ser valiente, pero que esa valentia podia ser utilizada a favor, es decir, ayudiandola a superar su actitud violenta en la escuela, o en contra, 0 sea, impulsandola a continuar con las rintas escolares. De modo que se utilizé el rito del sendero para impulsarla 72, aicentificar situaciones en las que la “valentia” creaba problemes, Después de transcurr.das seis sesiones, la nila comenz6 a dominar su “valentia” y a utilizarla para defenderse a si misma. Ej nto delsencero demostré ser particularmente util en los casos de personas que después de haber elegido un nuevo sendero se encontraban retornando al sen- dero circular, Una mujer joven que habia vivido una historia de abuso grave, suifrié muchas recaidas. Modi- fieé el sendero con el fin de afirmar la imagen alterna- tiva emergente sobre si misma e icentifico los obstac- Jos que la impulsaban a retornar a la antigua caracte- rizacin de si misma como una enizrma mental: descri- bid esos obstaculos en unos papelitos y los colocd en algunas bifarcaciones criticas del sendero. Puso los cartelitos de papel de manera tal que al quitarlos podia encontrar recordatorios de las ocastones en que habia resistido con éxito a las ineitaciones previas para regresar at sendero circular y a l2 antigua version de 31 misma, Pueden plantearse dilemas al preguntarles a los miembros de la familia sobre lz consecuencias «ic elegir determinado sendero o determinado curso de vida. En el caso de una mujer que habia sido vejaca en su infaneia, se utilizé el rite del sendero para comparar los diferentes futuros que ella podia visham- brar si continuaba su actual estilo de vida de incapa- cidad psiquica y st clegia un nuevo sendero que la condujera a la Salud. Muchos adultos que sufrieron Agresiones sexuales de nifios tienzn una larga carrera psiquiatrica. En estos casos. el rito del senderotambien Puede utilizarse para ayudar a 2s personas a elegir entre coritinuar con ese estilo Ge vida de enfermes mentales y el estilo de “sobreviviente”, Bl futuro de un enfermo mental incluye las ideas de caracter crénico, I +t cobrevivtente” inchiye una protesta por haber sido una victima y la inevitable transicion hacia una identidad no definida por el abuso sufrido en el pasado. 73 Cuando Jos pacientes han logrado ya marcar varios puntos decisives 0 encrucijadas, el rito del sendero pucds reelobor=rse con el fin de avudar a esos pacien- tesadec dir quédireceiin han de tomar. Con frecuencia las familias tienen dificultades para tomar decisiones referentes a la reunificacién. De modo que puede utilizarse el rito del sendero para alentarlas a medir hasta qué puntoestan preparadas para la reunificaci6n. Si los miembros de la familia deciden reunificarse, puede utilizarse ei rito dei sendero para ayudarlos a anticipar las obstrucciones potenciales que seran i evitables como consecuencia delos cambios individuales realizados. La reelaboracién del rito pone el acento en la naturaleza del proceso de experiencia y cambio. Redefinicion de la tdentidad: poner el acento en los recursos Quiero citar aqui el caso de una familia con la cual el rito de la narracién alcanzé muchos de los objetivos que se logran cen el rito del sendero. Esta tamilia tuvo una larga historia de violencia. La madre habia sido criada en un hogar sustituto y se habia casado con-un hombre golpeador. La mujer cayé en una depresion clinica después de un accidente en el cual murié un. nifio que estaba a su cargo. Esta mujer decidié ayudar a su familia a eccapar de la violencia cuando aleanz6 a oir a su maridoy a su suegra considerar la posibilidad de internarla en un hospital estatal y enviar alos ninios a hogares adoptivos. Un equipo de supervisién le ofre- cid ala mujer la caracterizacion de un “pionero” en relaci6n con los esfuerzos que ella realizaba por ofrecer a 26 tin futuro diforente de ese nasado abrisive que ya habian sufrido. El hijo mayor era el que mas dificultades habia presentado para escapar ala violen- cia, La mujer comenzé a considerar los obstaculos que habia tenido que superar en sus esfuerzos de pionera y a narrarles a los nifios historias de pioneros. Eran historias que ilustraban las lecciones que ella habia aprendido. "a Elrito puso de manifiesto el lento pero firme progreso hecho por la mujer, un progreso que podria haberse perdido en las crisis posteriores vinculadas con el ubuse fision y sexual perpetrado por sus hijos. Pero ademas el rito le suministré una perspectiva para analizar las recaidas y comprender que los pioneros a veces deben volver sobre sus pasos e intentar rutas diferentes. Por otra parte el rito ayudé a poner el acento en las fuerzas y la creatividad de esta mujer. Mediante los relatos, ella pudo a su vez serialar los recursos con que contaban sus hijos para superar la violencia. Redefintelén de la identidad: destacar aspectos de la experiencia vivida anteriormente desculdados ‘También pueden elaborarse ritos que ayuden a los nifios con antecedentes extremadamente deteriorados a descubrir excepciones de esa imagen de si mismos de “mercancia danada’. Con el fin de tratar a una nifia de doce afios que habia sufrido abuso sexual y luego fue rechazada por sus padre biolégicos, sus padres adopiivos y sus padres sustitutos se elaboré un rito en el que se empleé la metAfora del arbol. Durante una conversacion con su terapeuta la jovencita relaté que le gustaba mucho trepar alos arboles. Paraayudariaa liberarse de los efectos del abuso y el abandono se utiliz6 ensu caso la representacién grafica de un arbol. La nifia puso un rétulo a cada raiz del arbol que representaba los aspectos de si misma que apreciaba. Luego identifico a las personas que habian nutrido el Arbol para ayudarlo a crecer. Las hojas del arbol caidas representaron las creencias y las practicas familiares ‘que la nifia ya no deseaba para si. Este ritola ayud6 a determinar mas aspectos positivos de sus vivencias. Poco antes de que comenzaran las vacaciones la nifia fue ofrecida en adopcién. Durante la ultima sesion, el terapeuta le propuso que juntos adornaran el arbol con ornamentos navidefios que representaran las fuerzas de la paciente. Esta vez trabajaron sobre un Arbol verdadero que la nifia llevo consigo a su nuevo hogar. 18 Negociacién de las creencias: Uberarse de las creencias restrictivas Durante la fase liminal, el equipo de ter=peuics alienta alos miembros dela familia a que examinen las, creencias que sostienen y determinen si son ideas importantes para ellos en la etapa actual de su ciclo vital. Las creencias particularmente relevantes son aquellas que frenan el cambio y contribuyen a crear las condiciones para que se dé el abuso sexual. En un grupo psicoterapéutico destinado a adultos que habian sidovejados siendo nitios se elaboré un rito Particular. Las mujeres de ese grupo luchaban contra antiguas creencias sobre si mismas que habian forjado mientras crecian en los hogares donde habian sufrido el abuso. Creencias tales como “mi opinion no vale nada” o “uno no puede confiar en la propia experiencia” yane encajaban con su nuevamanera deser, peroeran invitaciones para retornar a un estilo de vida “de victima”, Se pusieron de acuerdo en regresar la sesion siguiente levando consigo una lista de aquelias ideas que consideraran incapacitantes. Analizaron cada creencia y decidieron de qué ideas estaban ya prepara- das para desembarazarse. Una a una, las mujeres del grupo fueron quemando las hojas donde habian ano- tado esas creencias. A la semana siguiente decidieron representar 1m velatorio por la pérdida de esas ideas. Las mujeres de este grupo se comunicaron luego los cambios que cada una habia advertido desde el momento en que se habia liberado de esas creencias inca- pacitantes. Algunas semanas después escribieron anuncios de nacimientos para proclamar la llegada de Jas nuevas creencias que se adaptaban mucho mejor a ellas. A partir de entonces, las mujeres de este grupo compartieron sus experiencias con las nuevas partici- pantes y quemaron otras ideas restrictivas. Al re- elaborar el rito, estas mujeres pudieron marcar los progresos que habian hecho a lo largo del tiempo transcurrido. 76 La cura: elabora: expectativas ce reeiprocidad Pricd: napicarse \arlaciones ‘lel rilu de los dias pares y los dias impares con el {in de ayudar a la: pacientes a examinar las ereencias que interfieren en el desarrollo de la reciprocidad en las relaciones. Como ya lo dijimos, las mujeres de las familias abusivas con frecuencia equiparan su valor personal con su capa cidad de prodigar culdados. Much:-s varones ubusives creer que "tu dedes decir siempre que si". Estas ideas contribuyen aque se creen pautas de interacciénenlas que se da y se recibe muy poco. Estos modelos de interaccion pueden aparecer relacionados tanto con las tareas que debe cumplir la mujer, como con la intimidad emocional y con las relaciones sexuales. Puede emplearse un rito de tres fases cuando lo que se busca es alentar a las parejas a experimentar una interacci6n reciproca. Este método fue utilizado con una pareja que recunié a la terapia a causa de las dificuiiaccs que experimentaba en su relacion marital vineuladas con una experiencia de abuso sufrida por la mujer. Ambos membros de la pareja se quejaron de Ja dificultad que tenian para iniciar un acercamiento emocional, para demostrarse afecto fisico 0 para lograr la intimidad sexual. Mientras la pareja analizaba su experiencia, la creencia de “ta debes decir que si” fue externalizada. La primera fase de la terapia consistio en alentar a les miembros de Ja pareja a elaborar un Tepertorio de respuestas. Cada uno por separado hizo una lista y experimenté varias conductas. Ademas ambos practicaron determinandc si deseaban o no tener un neercamients smartest! o fk Sexual. Hn la segunda fase se les presenté una vari clén del rito de los dics pares y los dias impares. Del repertorio elaborado por eada uno de los miembros de la pareja se identificaron las interrelaciones considera- das caritiosas, y se establecié que los dias pares uno de ellos debia tomar la iniciativa de la conducta afectuosa ¥ que el otro debia hacerlo los dias impares. En la 7 tcrecra fase se aplicé él rito de los dias pares y los dias impares para que cada miembro de la pareja iniciara conductas sexuales extraidas de los repertorios. La cura: eludir 1os sintomas ‘También es posible elaborar ritos terapéuticos con el fin de ayudar a los pacientes a eludir los efectos negativos del abuso, Durrant (1987) sostiene que las terapias que proponen reexperimentar las emociones. intensifican el sentimiento de impotencia e incapaci- dad de la victima. Este autor considera que es mas saludable para las victimas de abuso sexual infantil empiear la terapia con el objeto de desarrollar la sensacién de que son ellas quienes controlan sus sentimientos. De ese modo las victimas pueden cobrar conciencia del impacto emocional del abuso sexual sin quedar abrumadas por sentimientos diferentes y confuses. También pueden utilizarse los ritosa fin de ayudar a los nifios que fueron ultrajados a experimentar una sensacion de control. Algunas variaciones de las acti- vidades de destruir los miedos (White, 1986 a) y domar el mal genio (Durrant, 1989; Epston, 1989) resultan particularmente efectivas para ayudar a los nifios a liberarse de los sintomas que presentan como conse cuencia del abuso. Se sugiere a cada niiio que personi- fique los sintomas dibujandolos y dandoles un nombre (por ejemplo. “monstruos manoseadores” 0 “monstruos de personas asustadas” o“monstruos ladrones’). Cuan- do cada nitio ya ha realizado las actividades indi- vidualizadas de domesticacién de los monstruos, se colocan los dibujos en una caja aue sirve de depésito cotectivo para os monstruos que les erean problemas a los nifios. Se cierra la caja con una cadena y un candado. Como premio a su creciente capacidad, el nifio que ha domado monstruos recibe la combinacion del candado. La naturaleza colectiva de este rito reduce elaislamiento e inspira conflanza. Al participar en este 78 | rito los nifios aprenden que otros niflos también sufrie- ron abuso sexual. ¥ también descubren que esos otros pequerios fueron capaces de librarse de los miedos yios problemas que experimentaron como consecuencia del abuso. ‘La cura: superar la victimlzacion y la pérdida Una disculpa formal ofrecida por el agresor a la victima es un rito muy eficaz para alentar la cura (Trepper, 1986). Este rito terapéutico exige una larga preparacién. A lo largo de varias sesiones se alienta a ambos padres a analizer una cantidad de cuestiones que incluyen: * las ideas 0 las interacciones que sentaron las condiciones para que en esa familia haya ocurrido el abuso; * qué hicieron ellos para modificar esos aspectos y qué proyectan continuar haciendo; * qué informacién pueden compartir con sus hijos teniendo en cuenta las diferentes etapas de desarrollo de los nitios y * como piensan responder si en el futuro advierten que el nifio esta sufriendo abuso sexual. Durante ese periodo el terapeuta trabaja también con los nifios a fin de medir la preparacién que éstos tengan para afrontar el rito. Se pide a los nifios que escriban preguntas que deseen que los padres respon- dan. Estas preguntas les sirven a los padres para comprender la experiencia de abuso sufrida por la victima. Después de un repaso se planifica una sesi6n formal de disculpas. Este rito Uene la finalidad de aliviar al nifto de cualquier sentimiento de responsabilidad que pueda haber tenido a causa del abuso. Los padres responden a las pregumtas de los nifios y comparten la determinaci6n de crear un futuro diferente. Se alienta a todos los miembros de Ja familia a dar un salto imaginario en el tiempo y a considerar cémo cambiar 79 la familia en el futuro al haberse librado del secreto. También se les puede sugerir que imaginen de qué modo continuara cambiando cada miembrode|a familia y como seran todos cuando completen|a terapia. Seles puede preguntar ademas como piensan que sera la siguiente generacién gracias al hecho de que todos ellos decidieron superar el abuso. Incluso se puede acordar algtin tipo de penitencia parael ofensor como parte del rito. La fase de la reincorporacion En la fase de reincorporacién o reagrapacién del rito de paso se comunican las nuevas versiones elaboradas por los miembros de la familia a las personas signifi- cativas para ella. Al compartir esa version, los miem- bros de la familia consolidan los cambios que lograron realizar como consecuencia de haber participado en la terapia. Cuando se ejecuta la nueva version ante un “auditorio” las nuevas creencias y las nuevas interacciones llegan a ser parte de la expesiencia vivide. La respuesta de ese auditorio puede provocar la per- manencia de la nueva versién. Al reconocer la nueva imagen, los miembros de la comunidad comienzan a interactuar con la familia de manera eoherente con la nueva condicién alcanzada por aquellas personas (Koback y Waters, 1984; White y Epston, 1989). Una mujer joven que de nitia habia suifrido abuso sexual or- ganizé una serie de “fiestas de presentacién en sccie- dad”, en las cuales declaraba simbélicamente ante las personas significativas en su vida que habia salido de su ocultamiento y se reconocia como una persona digna y de talento. Comunicar la nueva imagen Hay una variedad de contextos que proporcionan la oportunidad de comunicar la nueva version a un 80 auditorio. El rito de “ponerse al dia” se empleé en grupos de terapia de adulios quc habian sido ultraja- dos siendo nitios y en madres cuyos hijos habian sufrido abuso. con ¢l fin «!c celebrar y comunicar los pedquefiospasos que cada miembro habia dado, Encada sesién un nucvo miembro se agrega al grupo y todos comparten con los demas participantes los cambios més recientes logrados y que cada uno considera satisfactorios. Se comunican los comienzos dela nueva imagen y se invita alos nuevos miembros a participar del desarrollo. Este rito crea un ambiente de confianza antes que de desesperanza. También pueden claborarse ritos muy titiles para las sesiones de terapia destinadas a ayudar a los miem- bros de una familia a incorporar las nuevas caracteri- zaciones de si mismos. Por ejemplo, con el objeto de documentar el cambio a Jo largo del tratamiento se emple6 un collage continuo. Los miembros dela familia comienzan formando un -ollage que representa la imagen dela familia en el momento de la revelacién del abuso. A medida que la terapia progresa, se agregan al collage papelitos adicimales yue describen tos cambios realizados por los miembros de la familia, La nueva, caracterizacion se concreta mediante la construccion del collage. La reelaboracién del rito demuestra que el ¢ambio es un proceso continuo. Al finalizar la terapia, Jos terapeutas entregan el collage a la familia y le in dican a Sus miembros que deben continuar utilizndo- Jo para registrar los cambios que se produzcan en el futuro en la historia familiar. Los miembros de una familia afirman y cormunican sus nuevas versiones sobre si mismos y sobre sus relacioncs al ascscrar a otras personas que cstan comenzando el proceso de separacién de sus creencias. € interacciones arcaicas (White y Epston, 1989}. Las. Personas que completaron una ierapia de grupo para Padres ofensores y noofensores vuelven al grupo como asesores afin de describir los detalles de sti paso desde la situaciéa en que se encontraban en el momento de 81 Ja revelacién a su situacic n lacién actual. La lle; ruc itn ped woe ati: La Head da imagen : Aus los “aeaues puns ees, < nofrecerles Sobre cémo oponerse a tales efectos, a feqheados por la familia, Es util para tos miembros de tectores, de la cecatgs beaten) de los servicios pro- . de la escuela, del tribunal o de otr doe denen afar fuel ss gre iamento Para que éstos se enteren de los cambios Jegrados por Jos individuos o por la familia ens SoRjunto, Cuando los profesionales no advierten 6 no inonbeee fingin cambio, se puede invitar a los timine dee git iatuilia a reconsiderar Ja versié. Sictimizada’ de ellos que tienen los miembros de cee ayudg a nas amplio. La respuesta de los profesionales Greenciag remover la responsabilidad y a aftmmar las cence ya Pautas de interaccién que se estaban El hecho de que Ia m i ; sMueva version trag limites del terreno terapéuticocs unaspectaimpertnse se pase de reincorporacién, en especial para los males Ce familias a quienes el secreto y el aisla- pos aia habian ineapacitado. Ademés, afiiatse a gra. PportunpfOblemas da a los miembros de la familia 1a chortunidad de experimentar nuevas conductas. Se ! Couicxto necesario para que las aparten del papel de “pacientes y prectiqeen ieee a2 ‘ee | version ante un auditorio diferente. Es decir que co- mnienza a desarrollarse una vivencia apartada de la experiencia de abuso y victimizacion. Ritos de conservacién Durante los momentos de gran estrés, las personas que desarrollaron versiones diferentes y mas capacitadoras de si mismas vuelven a ser vulnerables al retorno de la version opresiva dominante. Ademés, ciertas circunstancias pueden relacionarse con el riesgo de una recaida. De modo que pueden elaborarse ritos destinados a que esas personas minimicen los retro- cesos y conserven la nueva imagen de si mismas y de sus relaciones. “Caminar sobre cscaras de huevos” es una caracte- rizacién frecuente de la experiencia de vivir en una familia donde se dio el abuso sexual. Una madre, cuya hija fue agredida sexualmente, utilizo esas palabras para describir la interaccién de su hogar. La mujer explicé que su marido habia “aterrorizado” a toda la familia. El hombre abusaba con bastante frecuencia del alcohol y/o de las drogas y cuando se encontraba bajo la influencia de esas sustancias era capaz de conducir el automovil con toda la familia en su interior peligrosamente o de trabarse en rifas con gente des- conocida. Con la deseripcién hecha por la madre, quedé externalizado un “estilo de vida aislado”. Antes de decidirse a revelar la situacién la madre habia dedicado todas sus energias a mantener a la gente alejada de la “isla” para que nadie se erterara de lo que ali ocurria. En la terapia la mujer traz6 una completa descripcién de las creenciase interacciones que habian contribuido a crear ese estilo de vida de aislamiento. La madre sostuvo muchas delas creencias sobre la lealtad familiar y se mostr6 preocupada por la idea de que para lograr el cambio deberia abandonar todos sus valores. En ese momento el terapeuta le pidié que considerara de qué modo esos valores podian obrar a su favor y 83 como podian hacerlo en contra de ella. También le sugirid que imaginara los beneficios de adoptar un ‘estilo de vida de capullo de gusano de Seda”, pues el capullo proporciona un refugio seguro ante el mundo ae ero betel incluye las expectaciones de que upani jente una elec pants exper ore metamorfosisy se aventure Finalmente esta metafora evolucion6 y se tré en un rito destinado a ayudar a los tienes aoa familia a conservar las nuevas imagenes producidas por el cambio. Durante la ultima sesion cada miembro dela familiamenctona los pasos que dio para desarrollar. la nueva version. ¥ anota en una hoja de papel cada uno de esos pasos. Esos papelitos se colocan luego en cajas con forma de huevo a las que los miembros de la familia podran recurrir cada vez que se sientan vul- nerables y dispuestos a retornar a las viejas versiones Silos miembros de la familia dan pasos adicionales, las descripciones de esos nu Gen levos pasos se agregan a la La celebracién, Con frecuencia es conveniente or; - nes a fin de destacar la reincorporacion, pcs ova ceremonia de este tipo proporciona el contextonecesa- rio para que los demas reconozcan la nueva condicion alcanzada por cada individuo. Para afirmar la celebra- cién pueden entregarse diplomas o trofeos. Un grupo de nifias puberes que participa en una psicoterapta organizé una serie de “fiestas de libera- cion del secreto” para celebrar el éxito obtenido en la batalla contra los efectos del abuso. Y dedicaron varias ‘semanas a preparar tales fiestas, pues debian decidir a quiénes deseaba invitar cada una. Las ninas decidie. Ton invitar a la familia, a los amigos, a los padres Sustitutos y a los terapeutas. Las nifias armaron un espectaculo con titeres y bromas para comunicar alos invitados sobre las aptitudes de protecciény resolucion 4 de problemas que habian adquirido en el grupo. Tam- bién dibujaron cartelesy armaron toda una decoracion, que simbolizé la Iiberacién del secreto y el abuso. Durante las celebraciones, las nifias jugaron al juego del “chim para demostrar de qué modo los secretos contribuyen a crear confusion y deterioro en. lacomunicacién. En este juego infantil, una personale murmura al oido a otra un “secreto”. Luego se separa alasninas ya sus invitados en dos grupos. Cada grupo elabora una lista de los aspectos en que cree que han cambiado las nifias desde que lograron liberarse del secreto. Se vuelven a unir los grupos y se leen las listas en voz alta. Luego las nifias y sus inivitados observan videos grabados que describen lo que han aprendido las pacientes durante su participacién en el grupo. Finalmente se le entrega a cada una un trofeo que indica que logré librarsc del sevreto. La fiesta de liberaciOn del secreto es util para: * recaracterizara lasnifias atendiendo asus fuerzas. * promover la cura y la liberacion de los efectos del abuso y * comunicar la nueva imagen de fuerza a las perso- nas que son significativas para la nifia. En otros grupos de diferenies edades ia:boién se elaboraron ceievraciones similares, y en esos casos se utilizé la metafora de los héroes. Se invité alos nifios a que consideraran las caracteristicas de los héroes y se les pidié que se los imaginaran oponiéndose al abuso: primero, los héroes eran suficientemente va- lentes para confiarle a alguien el abuso, suficiente- mente animosos para asistir a la terapia por primera vez y lo bastante fuertes para resistir los efectos del abuso. De modo que se organizé una reunién para celebrar esos aspectos heroicos de la vida de cadanino. En el caso de adultos que habian sido ultrajados de nifios, 8¢ orgu:sizzsun celebraciones que duraron todo un dia. Los participantes emplearonia creatividad para relvindicar la vida que habian llevado desde que ocu- riera el abuso, mediante danzas, poesias, breves 85 relatos y pinturas. Con demasiada frecuencia la reve- Jacién del abuso sexual infantil acarrea una situacion caracterizada por la culpa y la vergienza. Estas cele- braciones crean un contexto que pone de manifiesto la capacidad y el valor de esas personas. Conclusién Las conceptualizaciones tradicionales describen a Jas familias que experimentaron el incesto como “uno de los casos mas resistentes al cambio". Una conceptualizacion cibernética considera que los miembros de la familia esidn “reprimidus’ por las versiones opresivas dominantes que ademas impiden gue se produzca el cambio necesario para que el ciclo Vital de esas personas continue evolucionando. Los factores que dificultan el cambio son: * las creencias que interfieren en el desarrollo de una sensacién de personalidad y + los circulos viciosos que mantienen la negacién de las experiencias vividas, promueven el aislamiento y fomentan una identidad compartida a expensas del crecimienio individual. Se han elaboracio métorlos terapeuticos destinados a capacitar a los miembros de Ia familia para oponerse a las creencias e interrelaciones restrictivas y para elaborar nuevas versiones sobre sus vidas yrelaciones, versiones o imagenes que no estén dominadas por ei abuso y la “victimizacién”, E] proceso ritual promueve el cambio al alentar un sentimiento de seguridady estabilidad. También pueden claborarse rites destinados a ayudar alos miembros de la familia a determinar aquellos aspectos de sus vi- vencias a los que desean continuar adhiriéndose. El empleo de ritos se opone a la visién negativa que los miembros de la familia puedan tener del cambio, pues hace que ellos mismos se hagan cargo de !2 2uccvion ylavelocidad que han de tomar csus cambios. Ademas, Se promticve ia accion personal porque los miembros 86 lebrar los de la familia aprenden a reconocer y celebrar muchos pequenos pasos que logran dar. El hecio de apreciar la naturaleza evolutiva del cambio ayude alos embros de la familia a: my apartarse de aquellos aspectos de la experiencia vivida que ya no son viables y * experimentar con nuevas ereencias y nuevas con- ductas. Ademas, los ritos dan la oportunidad a los miembros de la familia de celebrar los cambios y comunicar las nuevas imagenes de si mismos y de sus relaciones a la comunidad mas amplia Notas eye nr ere naa = i ona see de factoresindividales,famllaresy ambtentales se combinan pi ee Saas ae ghosnamonncuteecommesoon “aes eben cee re i Agradecimientos as rel ritode union que ere porter modo ode esrcsion demos Wie shen seach ar atone 87 Referencias bibliograficas 1985, Asysters theory eonceptuallzalion ofiicest’, pags. 79:88 Barret, M.J., Sykes, C. y Byrnes, W., 1986," systemie mode! or the treatment of intrafamily child eexcal abuse” Bn Trepper, T.S.y 2acrel 14.4. (comps). Treating Incest: multiplesystems perspective. Nueva York, Haworth Press. Durrant, M., 1989, “Temper taming: an approach to children’s temper problems revisited", Dulwich Centre Newsletter pags. 2-11. 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White, M., 1988/89, “The externalizing of the problem”, Dulwich sans to Therapeutic Ends. 99 3 Superar los efectos del abuso sexual Desarrollar la percepcion de Ja propia capacidad Michael Durrant y Kate Kowalski El campo de la terapia destinada a tratar a personas qué han sufrido agresiones sexuales esta plagado de Prescripciones. tanto para los pacientes como para los terapeutas. Al tiempo que se tenia conocimiento de la cantidad de casos de agresién sexue! sturgié una mul- titud de ideas sobre ios efectos que podia tener el abuso. ¢l “danio” provocado por'el abuso, y sobre qué debian hacer nifios y adultos afin de recuperarse de ese dano. Tales ideas dieron lugar a la aparicién de una nueva generacion de profesionales. Muchos de noso- tros, terapeutas “corrientes”, estamos descubriendo que existen pacientes con los cuales pudemos trabajar concentrandonos en sus problemas emocioneles 0 de conducta; sin embargo, esos pacientes necesiten tratar con un “consejero especialista en agresién sexual” que pueda trabajar en las cuestiones especificas relaciona- das con la experiencia de abuso. 90 La gravedad de la cuestién del abuso sexuai y el hecho de que cada vez descubramos que hay maseasos, de personas que vivieron gran parte de sus vidas secretamente oprimidas por los recuerdos de una experiencia de abuso sexual, quiza sea uno de los aspectos que hallevadoa que los terapeutas, al trabajar con este tipo de pacientes, quieran “dar en el clavo’. Por ello no es sorprendente que anhelemos tener clerta habilidad especial que nos guie en nuestros intentos. Alreflexionar sobre la terapia que puede resultar mas adecuada para tratar a las victimas de abuso sexual nos hemos preocupado por las involuntarias conse- cuencias de nuestra creciente pericia en este terreno y por el hecho de cobrar cada vez mas conciencia d: que la terapia que debe aplicarse en los casos de agresion sexual es de algiin modo una esfera diferente, o mas dificil que requiere una mayor especializacion. Ideas sobre el contexto terapéutico Hace algunos afos nuestro colega David Epston (1984) propuso un esquema de pensamiento sobre las terapias, en el cual sefialaba el contraste entre “las, terapias de degradaci6n” (0 "terapias misioneras” ylas “terapias de regeneracién' (0 “terapias antropoldgizas") La primera categoria incluia los enfoques terapeuticos basados en el “conocimiento” de los terapeutas sobre qué era lo mejor para el paciente y cual el mejor camino para lograrlo, Lo que le preocupaba a Epston deestos enfoques era que aun cuando esa terapia tuviera éxito en resolver las dificultades que se presentaban en ese momento, el contexto que establecia podia llegara ser facilmente un contexto en el que los pacientes habian tenido que someterse al poder y la pericia del terapeuta. De ahi que, aun el paciente que aparentemente termi- naba su terapia con éxito, paraddjicamente podia considerarse que salia del proceso en una posicién a1 inferior a la que tenia al comenzarlo. Por otro lado. 1a. otra categoria de terapias sugiere un enfoque mas ccoperativo y estima que los pacientes pueden influir mas en decidir qué direccién debe tomar la terapiay en definir qué les puede resultar til Consideramos titi el esquema de Epston al ccncebir nuestro propio trabajo en el terreno del abuso sexual. Ademas, influidos por las ideas de White acerca de la autocaracterizacion que se.forjan las persorias, pro- Ponemosuna variaci6n del paradigmade Epston (vease el cuadro) Terapia que promueve luna autocaracterizacién de “victima™ ‘Terapia que realza una autocaracterizaclon de “persona competente” 1. El terapeuta ¢s experto | _1.Elolapacientees unexperto ose conocimlentos especiales | en sit propia vida -tiene Ie cx, felerentes al abuso sexual a los | pacidad de determinar qué es Io guales el paciente debe some- | mejor para él o para ella. El te. Here. Tapenta respeta taco este, 2.Se considera al paciente da: | 2. Seconsitern que paiente ‘alo oquebrantade pore! abuso, | sestenteoprimide ioriegetene, i Selabusoy lucha Conte sos 3. El modelo de deficiencia. 9. EL model de oe recurses Uende a “inmovilizar” al paciente. : ~-apunta a rearmar las fuerzas y los recursos del paciente. 4. El objetivo clave del trata: | 4, Et objetivo del tratamiento iento es comprender las dina- | esque lola paciente se considers micas del abuso. luna persona competente capaz de controlar Ja influencia de tos ‘efectos del abuso, 5. Para producir el cambio es | 5. La mejor “experiencia co Recesaria una experiencia | rrectora™ es que el ia patiente catartica 0 correctora, armoniee su vida del mode que més se ajustea su verdadera per. sonalicad: una vezqueel paciente advierte esta posibilidad, el cam bio se produce naturalmente. Cuadro 1. Un esquema para clasificar los enfoques terapéuticas 92 El esquema nos impulsa a considerar el contexto establec'do por la experiencia de la terapia, «si como el modo en que ese contexto puede compararse con la experiencia del abuso mismo, Se ha escri(o mucho sobre la persistencia de la sensacin de impot-ncia > incapacidad enr:o uns de lov efectos del abuso. Fero lo que 1108 iuiteresa saber es sila experiencia de la terapia establece un contexto dentro del cual los pacientes pueden reconocerse como personas competentes, un contexto que se oponea otroen el que si bien parece que las dificultades quedaran resueltas, los pacientes no viven el proceso de la terapia como un proceso en el cual ejercen y experimentan su capacidad. Un contexto en el que se enfrentan la condicion de victima y la capacidad Es fundamental para este enfoque considerar el concepto de “ser una victima”. =. evidente que nues- tros pacientes que sufrieron un abuso sexual fueron victimas de una acto violento y opresivo, un acto queno pusieron controlar, aique nofuzrun invitedosy que fice realizado sin su connivencia. Teniendo en cuenta que Jos nifios pueden experimentar sentimientos de culpa, vergUenza 9 censura, es importante hacerles conoc r su “inocencia’y su“condicién de vicrimas”. Sin embargo, sigue preocupandonos el hecho de que algunos pa- cientes continuan considerando ese aspecto (el hecho de haber sido victimas) como un punto central de la imagen que tienen de s{ mismos. El Shorter Oxford Dictionary (Little, Fowler y Coulson, 1973) oftnee ta cigntente definicion de vietima: aquelque estd reducido o destinado a sufrir alguna accién opre- siva.o destructora. La idea de estar “destinado a sufrir” implica claramente lanaturaleza continuada delestado de victima y sospechamos que ocurre algo semejante con el concepto popular de lo que significa ser una victima, Esto equivale a decir que la gente continia considerandose victima y asi desarrolla una imagen 93 continuada de si misma que excluye la posibilidad de sentirse competente 0 confiada. Muchas pacientes confiesan que imaginan que sufriran dificultades emocionales y/o interpersonales mas adelante en sus vidas. como st ello fuera inevitable, y el espectro de semejantes dificultades llega a convertirse en una especie de Espada de Damocles que ensombrece cualquier experiencia de la vida que de otro modo podria alentar ideas de capacidad, salud o satisfaccion vital. Por lo tanto, tales preocupaciones pueden liegar @ transformarse en profecias autorrealizables, que Promueven la aparicién de dificullades adicionales pues los pacientes se encuentran més dispuestos a interpretar los hechos atendiendo al abuso antes que a las presiones de la vida que pueden superarse.' De modo que hemos considerado los enfoques terapéuti- cos que fortalecen la imagen de victimas que los pacientes tienen de si mismos, enfoques en los cuales los pacientes continuan “teniendo” ia condicién o las, caracteristicas de la victima, en contraste con los enfoques que sirven para realzar una autoimagen de capacidad progresiva. En estos eisioques que promueven la autoimagen victimal continuada estan implicitos conceptos tales como el (casi) inevitable dafio o la cas! inevitable per- turbacién producides por el abuso sexual. Como su girieron White y Epston (1989) las terapias que se basan en metaforas del dafio o del quebrantamiento son esencialmente modelos de deficiencia. Las implicaciones que tiene un modelo de déficit son que alguien (el terapeuta) debe identificar el dario y deter- minar sus causas, y por lo tanto es él quien esta en Posicion de saber qué pasos debe dar el paciente a fin de remediar ese dano. El proceso terapéutico se basa. en el “conocimiento experto” del terapeuta del abuso sexual, de sus efectos y de su tratamiento y creer en tal “conocimiento” conduice ficilmente a que el terapeuta clabore aseveraciones definitivas sobre los componen- tes esenciales del tratamiento, En nuestro caracter de 94 as experimentados que han hablado con va- Soepactentes cexuaimente agredidos, smachos de no sotros hemos recogido una serie de ideas sobre algunos de los componentes que fueron utiles para numerosos pacientes. Evidentemente tal informacion resulta de gran ayuda en nuestro intento por interactuar de manera positiva con otros pacientes. Desgraciadamen- te esto solo constituye un pequefio paso hacia el punto adonde creemos que debenlegar los pacientes a través de sus propias experiencias a fin de que nuestras observaciones sobre lo que muchos pacientes conside- raron util Ileguen a ser normativas. Por ejemplo: Las victimas deben recibir ayucia para poder poner- se en contacto con la ira reprimida y poder expresar su colera de un modo saludable y no destructivo (Por- ter, Blick y Sgroi, 1982, pag. 121). Entonces el proceso de conducir a nuestros pacien- tes a que den los pasos “exigidos’ se transforma inevitablemente en un proceso de imposicion de ideas sobre qué es util o qué es necesario.’ Es muy probable que muchos pacientes consideren que los pasos o pro- cesos prescriptos son utiles; sin embargo, el contexto en el que se da esa.consideracién puede caracterizarse como un contexto de sumisién. Quizas esa sumision sea voluntaria (aunque las presiones de los sistemas legales y de salud mental pueden hacer que esa volun- tad sea ilusoria), es decir que se diferencia de la experiencia de agresién sexual en la cual hubo una sumisi6n involuntaria; de todos modes sigue habiendo un estrecho paralelismo. De manera que cada vez nos hemos sentido mas incémodos manteniendo una posi- cion que exige que el paciente se someta a nuestra prescripcion y hemos comenzado a considerar que se trata de un proceso opresivo y potencialmente capaz de perpetuar los efectos del abuso sexual en la autoimagen aciente. we adapter el esquema de Epston, evaluamos los enfoques teraptuticos que tienden a realzar una 95 autoimagen centrada en las experiencias de capacidad. A’ considerar tales enfoques, sugerimos que no silo el contenido del proceso terapéutico puede alenter tal Posicion que se opone a gran parte de nuestra forma: Gen terapéutica. No obstante, desde nuestro punto de Uta. nO ¢s suficiente adoptar una posicién compren- Siva, benévola y hasta capacitadora, si la terapia que {ego se sigue impone, implicita o explicitamente. Gue Nn terapeuta dicte los pasos que debe dar el pacierte, Nuestra experiencia nos indica que nuestros pacientes saben mas y partiendo de esta premisa ellos ejercen ws prefundo efecto en la direccién y el “tono” que ha de tener el process terapéutico, Recursos y soluciones versus deficiencias y Problemas Una terapia que promueve enel Paciente una versin competente de si mismo es esencialmente un modelo autoimagen del paciente de manera tal que oculta 0 ensombrece aquellos acontecimientos y experiencias que pueden constituir la base de una autecarac‘en) zacion de persona competente. Partiendo de esta idea fangs, on enfoque que apunta a construir sobre las uerzas y los recursos, antes que a corregir o re €l daiio’o las deficiencias, oo 96 mendona- 2 como un ntrado en el Alconsiderar las dos categorias de te das anies, se las puede deseritir tambi enfoque centrado en el problema (0 pasado) y otro enfogne centrade =n ta 20 +08 ei}oques centrados en el problema (u orientados hacia el problema) tuvieron una posicidn destacada en los campos médico y de la salud mental. Tales enfoques se basan en la tarea de lograr elaborar una listalo mas completa posible de problemas. £1 intento de clabor +r semejante lista puede determine: uua formidable compilacion de cuestiones que luego hay que tratar: rung lista ca de problemas es una tarea que sdio puede llevarse a cabo reuniendo unabase general de datos, Identificar y enumerar todos los pro- blemas ayuda, a su vez, acentrarelplande intervencion del terapeuta y cel tratamiento... Es exiremadamente titil empiear una lista preelaborada de las categorias de los problemas a fin de hacer una lista de problemas lo més completa posible (Sgroi, 1982, pag. 87). Un enfoque centrado en los problemas engendra el Tiesgo de que el problema se fife en la imagen ane el pactente elabora de su vida. White (1989) introdu- ce el concepto de “version saturada de problemas” que el paciente tiene si mismo, por la cual la imagen del problema llega a ser la lente a través de la cual el paciente se mira a si mismo y mira el mundo. Sostene- mos queun enfoque terapéutico centradoen el problema puede contribuir a fijar esa version saturada de pro- blemas, paraddjicamente aun cuando parezca que el problema ha quedado resuelto. En cambio. una terapia centrada en la solucién apunta a impulsar al paciente a elaborar lo que la- mariamos una ‘version de si mismo saturada de so- luciones” {y una imagen de posibilidades futuras), una version en la que Ja solucin y la idea de alcanzarla Teemplacen al probiema y se transformer ents a través de la cual el paciente ha de observar la vida. Conviene sefialar aqui que nuestra oposicién a los enfoques centrados en el problema es en realidad una 97 oposicidn a los enfoques centrados en el pasado. En cambio, los enfoques centrados on nett Yer el problema”, particularmente la terapia breve del Gstituto de Investigacion Mental (MRI) {Weakland y otros, 1974), se preocupan de manera similar por no patologizar” y por modificar las pautas ordinarias de pensar y de actuar, de modo que pueden considerarse enfoques centrados en la idea de que “las cosas"sera, diferentes en el futuro para el paciente. Si bien estos Enfoques estan “centrados en el problema”, incluyes sin embargo una orientacion implicita hacia el futreo antes que hacia el pasado y, por lo tanto, no conducen una terapia “dominada por el problema" Los prineipios basicos de nuestro enfoque Nuestro trabajo ha recibido la influencia del enfe 1Seget0,Ch Ja solucion de de Shazer (1983, 1986, . asi como de las idea: ieciones y ef relato de White M19BR Tego) SS Testtectones ye Elespecialista de Shazer y sus colegas del Cent ‘Terapia Familiar Breve (CTFB), de Milwackee dees flaron su enfoque basdndose'en las ideas de Millen Erickson sobre los recursos con que cuentan las por problemay acercandolosalaconstruceis vace iccionde la soluci en colaboracién conel: paciente, particularn ente cuando Feconocieron que aquelioquelos pacientes consideraben HHT Cenvotones) 98 {Se terapeuta debia centrar su intervencién en tratar de comprender el problema yy entender como podia ayudar al paciente a resolverlo, haciéndole preguntas y asig- nandole tareas que le hicieran concentrarse en su propia percepcién de las necesidades y objetivos y de sus propios recursos, existentes y potenciales, para alcanzar las soluciones (Lipehik, 1987; Molnar y de Shazer, 1987). Como parte de este proceso, el equipo de Milwaukee “descubrio" el concepto de las excepciones —al advertir que interrogar a los pacientes sobre las ocasiones en que el problema no habia constituido un problema (0 Jo habia constituido en menor medida) aparentemente era mas titil que interrogarlos sobre las ocasiones en que verdaderamente habia constituido un problema—. El enfoque centrado en la solucién continué desarrollandose en el CTFB y en otras insti- tuciones, que exploraron diferentes maneras de iden- tificar las excepciones y de construir sobre ellas. El trabajo inicial de White se’bas6 en el concepto de Bateson sobre las restricciones: aquellas creencias € ideas que dificultan que la gente advierta los hechos y aspectos de su experiencia que no se ajustan a la caracterizacién saturada de problemas que la persona ha elaborado, White propone algunas formas de intc- rrogar al paciente que apuntan a reducir la influencia de tales restricciones y a abrir un espacio para que ¢l paciente reconozca otros aspectos de la experiencia. Si bien consideramos que el enfoque de White esta esencialmente centrado en el problema, advertimos que su esquema resulta util al ofrecer maneras de hablar de los problemas que pueden sentar las bases para identificar luego las soluciones. Es fundamental en nuestros principios terapéuticos, y también en nuestro enfoque, distinguir entre “el abuso" y los efectos del abuso. Las personas buscan ayuda terapéutica no porque hayan sufridounaagresion sexual sino porque estan experimentando alguna di- ficultad personal 0 en sus relaciones (que bien puede haber tenido su origen en la experiencia del abuso). Las, 99 ‘Principios de In terapia deatinada a tratar los efectos del abuso sexual 1: Bl abuse soml no provors Inertblementepoblenas emcl nales.o paleclogens. A pesa surge tina experiencia tty Jolorosa’y perturbadora, las personas que fueron ultrajadas tiene thas Meteo recrde ais cuales apa para rebels del des 2. be mas ul preguntarsezqué mantlene vio el problema en la vide de esa persona y que le Implde resolverlo? (un foco en el ecntexto y las ‘estsieclones) afttes que plantearse “gqué caus6 este problema?” (lo cual ‘conduce a examinar las dinamicas familiares, la patologia individual. ‘etezteral. 8. Uno de los principales efectos del abuso sexual es el ataque que perpetra contra fa autocaracterizacion de la persona. Como el abuso puede produeir en la victima una ceguera que no le permite pereibir ni ‘us fuergas ni sa capacidad, ésta elabora una version de si misma y ‘de sus interacciones ‘dominada por el abuso’. 4, Sin advertiso, las personas registran y dan gran impoctancia a los “heches" que concuerdan con las caracterizaciones dominadas por el ‘abuso que ellas han elaborado sobre si mismas, los demas, sus relaciones lao situaciones en general. Sin saberlo, estas personas colaboran para Inantener “vivos y_Saludables” los efectos del abuso, a causa de ia ‘naturaleza crecieite de! descsvatlo del proteina, 5 Las problenas complejos como el abuso sexual no necesaramente cexigen soluciones complejas 6. Toda configuracién dominada por el abuso tneluye slemplos de exdosones quetinve como lnc para egara nolucin, Foner el centoen eoot pequenas gretas que presenialaconduciaoleauiolagen dlfpuciente pucks conattuirie base para que este constraya una nueva Garucterizacion de si mismo, de mayor competencia y conl- 7.Bsnecesario definirlas dificultades delo la pacientey hablar de ellas dde manera tal que le ayude a sentirse oplimista y capaz de resolverlas. 8.6] objeto de la teraplaes ayudar a elo de la pactente a superar ke cfecioe def abuso y a dar senito # su vida y a st experiencia de una fnancra que le permita vivir salisfactoriamente, antes que ayudar al Pucente Strabajar abordand® ef abuso. 9. A fin de que ocurran cambios efectivas es necesario que la persona primero se vea a si misma a través de las lentes de la “capzcid ad antes {ue de la inconpetenela:, del “control” antes que del “descontrot”. de la SQulovaloracion’ antes que del “odio a si misma’, de la “indulgencia’. nies que dela ‘autocensura’, elestera, 10. No es necesario analizar directamente los detalles del abuso afin de disminulr los efectos. Los/las pacientes son los mejores jueces para determinar si ly cuando) es util hablar explicitamente del abuse. Cuadro 2, Principios que guian nuestro trabajo. 100 propias creencias del paciente sobre el origen de sus dificultades pueden llevarlo a considerar el abaso como el problema: sin embargo, lo que desean resolver son las dificultades que se presentaron luego: la so: breviviente de incesto que lega a la terapia trae consigo no solamente la dificultad de tener que sobrellevar el abuso pasado sino también las repercusiones delabuso que pueden ser ta causade las dificultades que afronta actualmente (Dolan, 1989, pag. 3) Esto significa que el abuso solamente es un problema a catisa de sus efectos. Esta distincién, aunque quiza seméantica, es importante. La terapia que tiende a resolver el problema del abuso esta inevitablemente centrada en el problema y facilmente adopta las ca- racteristicas del tipo de terapia que, como dijimos ya. promueve una autoimagen “victimal”. Puesto que noes posible borrar el hecho, es decir, hacer que el abuso no haya ocurrido nunca, un problema definido como “el abuso” Jainas podiia resolverse. La lerapia que se concentra en .ctos del ubuso puede srumuy foco de solucién, ya que es mas facil imaginar que los efectos posteriores, especificos, pueden resolverse ¢ superarse. Comoya lo habiamos dicho (Durrant. 1987), Teconocemos que las pacientes fueron victimas de abuso sexual; sin embargo, sugerimos que pueden dejar de ser victimas de los consigulentes efectos de] abuso. EI abuso sexual no provoca inevitablemente proble- mas emocionales o psicolégicos. A pesar de haber vivido una experiencia muy dolorosa y perturbadora, Ia gente que hasido vejada posec muchas fuerzasy recursosalos cuales pe: \er para resolver las dificultades. La afirmacién de. que el abuso sexuai no provoca inevitablemente problemas emocionales o psicolégicos de ningén modo insinta que consideremos el abuso sexual desde un punto de vista mas benigno. Antes bien equivalea decir que los efectos de una experiencia de abuso pueden atenuarse gracias a una canudad de 101 factores. de los cuales la terapia no es el menos importante. Como dicen Trepper y Barrett (1989). La creencia de que el abuso sexual provoca graves proble mas emocionales ha sido ta piedra angular de toda terapia... La mayor parte de los terapeutas probable. mente lo crean sin dudarlo y quizé justifiquen por ello Gigunos de sus métodos terapéuticos mas inuasores, ‘Sin embargo, 'a investigacion sobre los efectos a largo plazo del abuso sexual infantil es bastante confusa (pag. 11). Muchos de los que trabajamos en este campo hemos Cobrado clara conciencia de que hay una cantidad de factores que pueden exacerbar los efectos del abuso, entre ellos la manera en que respondan los miembros de la familia, los amigos y los profesionales en el momento de la revelacién. De todos modos, conside- ramos ttil reconocer los efectos que pueden estar (y lo estan con frecuencia) vinculados con el abuso sexual, Pero no creemos que sean inevitables, De conformidad Con lo que sugerimos antes, hemos descubierto que con frecuencia precisamente esa suposicién de inevitabilidad es 1a que provoca los problemas ulte. flores. Si los pacientes o los terapeutas creen que las dificultades son inevitables, toda intervencion tetas Péutica se ha de desarrollar pues en un contexto de Un trabajo anterior (Durrant, 1987) narraba el caso de un joven que habia sido agredido sexualmente Cuando tenia nueve aos. Cinco afios después, cuando Comenz6 la terapia, fue evidente que el muchacho tenia las caracteristicas que podian convertirlo en an capaz de ejercer el control sobre las dificultades de Conducta que presentaba en ese momento, dificultades 102 que los demas consideraban conductas sexuales indicadoras de un trauma no resuelto y que él mismo estimaba “extrafias”. Sin embargo, cuanto mas capaz se sentia el joven de controlar esos efectos del abuso, més capaz se sentia también de abrigar la esperanza de ser Ciferente en el futuro, Es més fitil preguntarse “,qué mantiene vivo este problema en la vida de la persona y qué impide resol- verlo?” (un foco puesto en el contexto y las restriccio- nes) que plantearse “zqué provocé el problema” (lo cual conduce a examinar las dinamicas: familiares, 1a patologia individual, etcétera). Al poner el acento en los efectos y en la idea de que el peso de éstos no es inevitable, uno se pregun- ta qué es lo, que esta obstruyendo o restringiendo la soluctén en lugar de qué esta causando el problema. El foco puesto sobre el problema /abuso exige que desen- trariemos y descubramos las causas del problema (lo que podriamos llamar el enfoque terapéutico “arqueo- logico") y de ese modo la terapia se inicia con la identificacion de la patologia, es decir. si esa patoiogia se encuadra dentro de un conflicto intrapsiquico, una interacci6n familiar disfuncional, etc. Si utilizamos la idea de Bateson de la explicacion negativa y las res- tricciones, podemos concentrarnos en los factores de Jas opiniones o creencias del paciente que frenaron la Positilidad de cambio (White, 1986). Nuestra concen- tracion en los recursos {y por lo tanto en las soluciones) supore que el cambio es constante y es lo que natu ralmente debe ocurrir; por lo tanto, los efectos del problema representan algo adquirido que puede ser Tecorocido y sobre lo cual se puede actuar. Poner el acento en todo aquello que se va adquiriendo en el camino representa una tarea muy diferente de la de identificar y resolver todo aquello que caus6 primero el problema. Esto concuerda con la distincién entre el abuso mismo y los efectos posteriores de ese abuso, Puesto que podriamos suponer que esos efectos pudie” 193 ron mantenerse por la accion de ciertas restrieciones posteriores que hicieron que los pacientes se sintieran incapaces de superarlos. Al concentrarnos en las restricciones podemos ob- servar no solamente aquellas ideas y creencias que actuaron sobre el individuo y que alentaron la clabora- cién de una autoimagen que permite que los efectos del abuso dominen la situacién, sino también aquellas expectaciones sociales y culturales, aquellas prescrip- clones y creencias que fortalecen ciertos aspectos dela experiencia de una persona o su autopercepcidn. Tales restricciones culturales crean un elitna dentro del cual €s mas probable que la persona qud sufrié abuso se- xual elabore una versién de si misma dominada por el abuso o una imagen autocensora. Por ejemplo, existen muchas prescripciones sociales y culturales sobre las mujeres que promueven un sentimiento de incompe- tencia, de impotenciayy de gran responsabilidad. Estas restriccicnes estabtecen un prejuicio en cuanto a la seleccion y a la interpretacién de Ja informacién y aumentan las probabilidades de que la mujer interprete Jos efectou del abuso como la represcatacisn de aiguna deficiencia o algiin error personal, ‘Uno de los principales efectos del abuso sexual es el ataque que perpetra contra la autocaracterizacion de la Persona. Como el abuso puede producir en la victima una ceguera que no le permite perctbir ni sus fuerzas ni ‘su capacidad, ésta elabora una versién de si misma yde sus interacciones “dominada por el abuso”. Concentrarse en las restricciones y en el contexto es concentrarse esencialmente en la significacién. De acuerdo con los enfoques “constructivistas” reciente- mente expuestos (Watzlawick, 1934) suponemos bi- sicamente que la gente esta sumergida en un constant proceso de dar sentido a sus experiencias. La singu- laridad de la experiencia de las personas significa que el sentido que ellas den a los hechos es lo que ha de determinar sus respuestas emocionales y de conducta 104 y no los hechos mismos. En su trabajo mas reciente ‘White empled la analogia con la version dominante oia analogia narrativa para describir el modo consecuente enque la gente elabora una explicacién de su experien- cia, Podemos interpretar esto atendiendo a la persis tente autopercepcion que e! individuo lleva consigo 0 construye (Kelly, 1963). La autopercepcién del indivi- duo le proporciona un modelo que le sirve para inter- pretarsu experiencia los acontecimientosy determina ‘qué aspectos debe considerar destacados 0 notables. Por consigulente, la significacién que se les asigne alos hhechos y @ la experiencia de los hechos filtra la infor- macién de que dispone el individuo sobre si mismo. La aceién de tales restricciones o de esa autopercepcién sirve para perpetuar configuraciones de conducta a emocionales pers nole abre al individuo una perspec: alternativa. De ello se sigue que debemos considerar la agresién que ejerce el abuso sexual en la autopercepcion de la persona atacada como uno de sus efectos principales. Sin advertirlo, las personas registran y aan gran importancia a los “hechos" que concuerdan con las ‘caracterizaciones dominadas por el abuso que ellas han elaborady sovre ef mismas, tos denis, anes 7 as situaciones en general. Sin saberlo, estas personas cooperan para mantener “vivos y saludables" los efectos ‘del abuso acausa de la naturaleza creciente del desarrollo del problema. Podemcs suponer que la experiencia de sufrir un abuso sexual es tan poderosa que puede despertar ‘vigorosos sentimientos y reacciones y que puede deter- minar ur contexto que comienza z afectar lamanera de pensar acerca de uno mismo y del munco. Siguiends et concepto de White de que la gente desarrolla una autocaracterizacién “saturada de problemas”, nosotros agregamos que la gente desarrolla una version de si mismay de sus interacciones “dominada por el abuso”. La experiencia que esas personas tuvieron del abuso y 105 elsentido que le dieron al abuso mismo y a sus efectos legan a constituir una especie de lente a través de la cual observan el resto de sus experiencias. En general, las personas inconscientemente advier- teny dan gran importancia a los hechos que se ajustan alaversion dominada por el abuso que han elaborado de si mismas, de los demas, de sus relaciones y de las situaciones. La lente de la caracterizacién dominada Por el abuso provoca que esas personas estén mas dispuestas a interpretar su propia conducta y sus Propias emociones (y las de los demas) de maneras que se ajusten a esa version. De modo que la experiencia de impotencia puede alentar una autopercepcion domi- nada por ese sentimiento, lo cual ayuda a que acon- tecimientos posteriores fortalezcan ese sentimiento de impotencia. Por consiguiente, esas personas pueden experimentar una creciente sensacién de incapacidad bara superar determinadas dificultades. Incluso pue- den comportarse de maneras que, a nuestros ‘ojos profesionales, parecen aumentar ‘sus dificultades, Puesto que la conducta de esas personas ha de ser coherente con la version dominada por el abuso que han elaborado de si mismas. [Los terapeutas estamos familiarizados con ia idea de que las personas “inten- tan soluciones” para sus problemas, soluciones que refiejan la version que elias tienen del problema y de ‘sus propias aptitudes para solucionarlo y que con frecuencia las leva, sin que lo adviertan, a repetir Viejas actitudes (Watzlawick y otros, 1974).) Los problemas complejos como el abuso sexual no necesariamente exigen soluciones complejas, Tenlendo en cucnta la gravedad del problema de haber sufrido un abuso sexual y la seriedad de la agresion que ese abuso inflinge en las vidas y en las. versiones de si mismas de esas personas, no es sor. Prendente que muchos de nuestros pacientes se sientan completamente abrumados y crean que no pueden hacer nada por mejorar sus vidas. También es facil 106 parael terapeuta imaginar las perspectivas de tratar de ayudar aun paciente a producir un proceso que cambie esa sensaciOn de agobio ante dificultades que parecen insalvables. Por ello consideramos esencial en nuestro trabajo partir de la idea de que los problemas complejos {tales como los efectos del abuso sexual) no exigen necesariamente soluciones complejas. Con esto no queremos rebajar la magnitud de las dificultades que enfrentan estos pacientes, ni desconocer la naturaleza multifacética del desarrollo de la imagen que ellos tienen de su viday de si mismos. Sin embargo, estamos convencidos de’ que el esfuerzo terapéutico debe plantearse y describirse de un modo que permita vislumbrar una posibilidad de solucién. El hecho de concentrar la terapia en el problema lleva consigo el pe- so de la compiejidad y la enormidad del origen y el desarrollo del problema. En cambio, al poner el acento en la soluci6n se reconoce que las soluciones pueden comenzar con pequefios cambios, sobre los cuales podran construirse lego cambios mayores. En nuestro caracter de terapeutas, tenemos muchas metaforas a nuestra disposicién para desciibir ios problemas y elaborar diferentes enfoques de trata- miento (sea cual fuere el camino que elijamos para dar sentidoa los problemas que nos presentan los pacientes, nuestros esquemas no son mas que analogias o me- taforas) y algunas metaforas complican y hacen mas tortuosas las terapias que otras sin que por ello tengan mayores probabilidades de éxito. Es mas, de Shazer y sus colegas descubrieron a través de su experiencia con gran variedad de pacientes que los aspectos que los pacientes nos presentan como puntos que consideran tiles para alcanzar una solucién no necesariamente parecen tener gran relacin con el problema mismo. A pesar de que algunos terapeutas dicen que en reali- dad esas personas no tenian tanto éxito en sus vidas como les parece ahora o que las soluciones de algun modo son ilusorias, lo cierto es que los pacientes a veces consideran utiles las cosas mas simples (jten- 107 Samos solamente en cuenta que nuestros pacientes no han tenido el exhaustivo adiestramiento por el que pasamps los terapeutas para salver como complicar las, Cuestiones!). El hecho de poner el foco en la solucion nos lleva a defender las soluciones no complejas para resolver dificultades aparentemente complejas, Toda configuracién dominada por el abuso incluye ejemplos de Excerciones que sirven como indiclos par: egar a la solucién. Poner el acento en esas ‘pequeiis grietas que presenta Ia conducta o Ia autoimagen del paciente puede constituir la base para que éste constru- ya una nueva caracterizacién de si mismo, de mayor competencia y control. Uno de los principios claves del trabajo de Erickson fue el de utiizacién, que l define del modo siguiente: --utilizar los procesos mentates del propio paciente que estan fuera de sus limites usuales de control intencignalo voluntario (Erickson, Rossly Rossi, 1976, pag. 1 Erickson suponia que por lo menos hay algunas partes del proceso mental de las personas que pueden, lievar a encontrar una solucién y que la utilizacién de esas partes es mas beneficiosa que seguir una direc- clon impuesta por el terapeuta. E's decir, las personas cuentan con recursos, aunque con frecuencia no tie- nen conciencia de ello. Basandose en esta idea, la terapia concentrada en la solucién se apoya en el supuesto de que siempre habra excepciones en una configuracion problematica, que siempre habra oca- siones © situaciones en las cuales el problema no constituya un problema olosea en menor medidayque esto sienta las bases para desarrollar la solucién White (1988) emple6 una idea similaral hablar de los “logros tinicos o aislados”. Este autor insintia que debe de haber aspectos de la experiencia del paciente queno se ajusten a la version evolutiva que la persona ha elaborado y que por lo tanto no estan adisposicién del paciente, quien se ve asi imposibilitado de darles 108 sentido, White sugiere que tales logros aislados propor- nan la materia prima para elaborar un proceso interrogador que invite al paciente a coustruir una nueva autocaracterizacion o a crear una nueva versi6n de su experiencia. El autor afirma que las expresiones “logros aislados” y “excepciones” son intercambiables, aunque consideremos que no necesariamente resulta util acentuar e] caracter “iinico” o “aislado” de tales hechos. Nuestra experiencia nos indica que hay mu- chas excepciones a las configuraciones problematicas; sin embargo, la autopercepcion dominada por el abuso impidea los pacientes cobrar clara conciencia de ellas. Segiin Bateson: A cambio del beneficio de la estabilidad [esos pacien- tes} pagan el precio de ta inflexibilidad y viven. como deben hacerlo tocios los seres humanos, en una red enormemente compleja de supuestos que se apoyan reciprocamente... el cambio exige varios tipos de flexibilizaciones o contradicciones vientro det sistema de supuestos (1980, pags. 158-159) La autoimagen dominada por el abuso es ese molde de supuestos que se apoyan reciprovamente dentro del cual se interpretan todas las informaciones y todos los, acontecimientos y debemos considerar que esas excep- ciones constituyen las contradicciones que hay que utilizar para elaborar una version competente de uno. mismo. Es necesario definirlas dificultades del odela pacien- tey hablar de ellas de manera tal que le ayudea sentirse ota 5 “p02 de ceentwertan “El hecho de poner el acento en las excepciones no necesarlamente debe conducir a una terapia que igno- re la experiencia de los pacientes respecto del proble- ma, pues como ya dijimos es fundamental escuchar y comprender los sentimientos de los pacientes. Sin embargo, concentrarse en la solucién (lo cual incluye concentrarse en las excepciones que se dan en la 109 actualidad y que podran darse en el futuro, desde una posicién no dominada por el abuso) puede crear un ‘lima mas optimista en la terapia. Nuestra experiencia nos permite afirmar que concentrarse en los efectos antes que en el abuso mismo y mantener entrevistas en las que se tienda a hablar de los éxitos antes que a analizar las dificultades, permite aumentar el optimis- mo del paciente a medida que éste va advirtiendo una posibilidad real de solucion, El objetivo de la terapia es ayudar alo ala Paciente a ‘superar los efectos del abuso y a dar sentido a su vida y @ su experiencia de una manera que le permita vivir satisfactoriamente, antes que ayudar al. Paciente a “tra- bajar abordando” el abuso. Nuestro objetivo terapéutico es no ayudar anuestros pacientes a “trabajar abordando” el abuso, sino permi- firles dar sentida.asus vidas de unamanera liberadora. Sibien enfocar las excepciones a los pensamientos, los seniimientos y la conducia dominades por el abuso puede parecer un modo de concentrarse enlaconducta “superficial”, el verdadero objetivo de la terapia es la autopercepcién que permitié que se presentaran las dificultades posteriores (que a su vez alentaron esa autoimagen). A fin de que ocurran cambios efectivos es necesario que la persona primero se vea a si misma a través de las Jentes de la “capacidad” antes que de la “incompeten- ela", del “control” antes que del “descontrol”, de la “autovaloracion” antes que del “odio a si misma”, dela “indulgencia” antes que de la “autocensura”, etcétera. Superar Ins efectos del abuso implica que el paciente cambie la lente a través de la cual interpreta su conducta y su interaccién y se interpreta a si mismo. Esa lente diferente le permite percibir sus recursos y Jos logros alos que antes no tenia acceso. Es decir, un 10 paciente que se mira a si mismo a través de la lente de la“competencia” podra percibir mejor que aquel que se mira a través de la lente de la incompetencia los ejemplos de conducta competente que habran de ser- virle para fortalecer esa imagen emergente. Un pacien- te que se considere a si mismo “controlado” y no “descontrolado” se sentira mas capaz de controlar los sentimientos o las conductas que antes lo abrumaban. Un paciente que se observa a si mismo con “auto- rrespeto" y no con “autocensura” sera mas capaz de emplear aquellos aspectos de la conductao la experien- cia que apuntan a la valorizacion. No es necesarlo analizar directamente los detalles del abuso a fin de disminuir los efectos, Los/las pacientes ‘son los mejores jueces para determinar si (y cuando) es Util hablar explicitamente del abuso. De todo lo que hemos dicho se desprende que rio es necesario hablar de Jos detalles del abuso mismo para promover la solucién. Suponemos que la experiencia de comportarse ¢ interactuar de una manera diferente, sumada al proceso de dar sentido a esas diferencias desarrollando una nueva autopercepeién, hace que la tarea de analizar los detalles del abuso mismo sea irrelevante. En una terapia que se concentre en la solucién no es necesario mantener largas discusiones sobre el problema. Por otro lado, algunos pacientes. pueden considerar que el hecho de hablar del abuso es, ensi mismo, una excepcidn a su version dominada por el abuso. Mas adelante explicaremos de qué modos ‘se pueden encarar tales opciones. y de qué maneras se puede invitar a los pacientes a que ellos mismos Juaguen si hablar del abuso es o no util. Partiendo de estos principios, podemos resumir nuestro punto de vista sobre los efectos del abuso y Presentar una terapia que se basa en ese punto de vista, como lo muestra Ja figura 1 NUESTRA OPINION SOBRE LOS BFECTOS DEL ABUSO SEXUAL Elabuso promuere y/o refuerse 3 thm eueperrpan dora let ecptedmtents poster ore abuso (21 principal efecto > dentro del contcade exe {el eot La conducts y ls eau del conteaode ann interaclones refljan eva tegen. al scene souls LA TERAPIA QUE SE SIGUE DE ESTA PERSPECTIVA a seeymcetnen Crea un mares" para mesure > nner Seactace” ~ en el abuso mismo. pars ce | Pone el acento entae excepeiones ala tragen ya fontveta domingsg or el abuso, Epica las excepiones Destaca las excepeto: (8s nuevas signin es y Tas carga de jones) para que el <—— signfieaciones pacienteelabore una sehalando los ‘hueva caractertacion Alistinetones competente de st sm. FIGURA 1. Conceptuaizacin de nuestra nesta opinion sobre los efectos abuso sexual de une erapia gue ee basa en ees op ne Un esquema terapéutico Hemos desarrollado un esquema terapéutico que pone el acento en la solucién, pero que también tiene Tainfluencia de las ideas de White sobre los problemas. Puesto que la orientacién eentrada en Ia solucton considera la terapia desde el punto de vista del desa- rrollo de las soluciones antes que del de la resolucton del problema, nuestro esquema es incompatible con la idea de dividir e! mundo de la conducta terapéutica segiin el tipo de problema. En este campo nos encon- tramos cada vez con mas ideas carentes de sentido. tales como “terapia aplicable en los casos de encopre- sis”, “terapia aplicable en los casos de abuso de sus- tancias", “terapia antidepresiva’, etc. El hecho de que Jas soluciones puedan tener muy poca relacién aparen- te con el problema particular y la importancia que damos al caracter Unico de la experiencia y la autopercepcién de cada paciente, nos hace sospechiar que la idea de acrupar st los prcient=s 0 Has ser gezin e] tipo de problema es una receta que deberia desecharse. Comoya lo mencionamios, esta perspective parece ser particularmente peligrosa cuando se quiere Gelimitar tina esfera terapéutica con la expresion “te- rapiaaplicable en los casos de abuso sexual”, Nosotros. en cambio, preferimos considerar la terapia como un proceso en el cual se identifican hechos y experiencias Que apuntan hacia las soluciones @l problema de un paciente en particular, en una situacién particular. un proceso destinadoa ayudar a que él paciente cons- truya sobre esas soluciones una nueva autopercepcion. Nuestro esquema terapéutico general ha sido detalla- damente expuesto en otra parte (Kowalski y Durrant, en preparacicn}, Sin embargo, reconocemos que hay grupos de nuestros pacientes que comparten algunas experiencias comunes y que podemos ilustrar nuestro enfoque mediante ejemplos tomados de nuestra expe- Hencia profesional con un grupo especifico. En efecto, elaboramos nuestro esquema prestando particular 13. atencién a nuestra propia experiencia de trabajo con pacientes que sufrieron agresiones sexuales y alo que tales pacientes nos dijeron que consideraban util. Este esquema, centrado como esta en las solucionesyen las nuevas significaciones antes que en la categoria a la que corresponde el problema, puede utilizarse de manera igualmente provechosa con grupos de pacientes vinculados con la situacién, tales como las madres de los adolescentes que sufrieron abuso sexual (Kowalski, 1987} Elaborar el programa Hemos aprendido que no hay que suponer nada en cuanto a qué desea el paciente que cambie en su vida, de modo que comenzamos por invitarlo a elaborar el programa que él quisiera que se desarrollara durante ia verapia. Por supuesto, ese programa puede variar respecto del prescripto por el terapeuta que lo haya remitido. Es particularmente importante dedicar un pericdo inicial a la sociabilidad y al mutuo conocimiento, sobre todo en el caso de pacientes que dudan de la terapia o que tienen expectaciones qué Ins impulsan a ser cau- telogos. Con frecuencia éste es el caso de pacientes que sufrieron agresiones sexuales y que ya se refirieron a elloante profesionales médicos, legales 0 delaasistencia social y abrigan ciertos resquemores en cuanto a tener otra entrevista. Ese perioco inicial suele proporcionar valiosa informacién sobre las fuerzas, las actividades y los recursos que pueden constituir la base para un andlisis posterior de las excepciones. A partir de en- tonces, tratamos de establecer un contexto terapéutico que aliente la confianza y un sentimiento de coopera- cidn. Esto puede lograrse mediante preguntas tales como: * zQué aspectos de su siruacion considera usted titil que yo conozca? o 14 * cQué temas cree usted que seria conveniente que tratéramos hoy? o * He recibido alguna informacion (de! departamento de asistencia social) sobre lo que le ocurrié, pero quisiera que usted me dijera qué aspectos cree que es importante que yo conozca. Algunos colegas de de Shazer comentaron que le oyeron decir que "los pacientes determinan qué temas semencionanenia terapia...ylos terapeutas determinan cémo se habla de esos temas’, y nosotros coincidimos con esa posicién. Algunos pacientes pueden mencionar la experiencia del abuso es3ecificamente como la cuestién funda- mental de la (erapia, mientras otros pueden expresar preocupaciones mas inmediatas tales como “desde que el hecho trascendié mi hija y yo no nos ilevamos bien” 0. “me siento permanentemente deprimido y deses- Peranzado”, etcétera. Como parte de la organizacion del programa, trata- mos de enfocar la solucién lo mas pronto posible, incitando a les pacientes a determinar no solamente cual es el problema sino también qué tipo de aspectos podrian constituir la solucién. Puede ser beneficioso comenzar una entrevista con una pregunta como ésta: * gCOmo saord usted cudndo ya no necesitaré seguir concurriendoamiconsultorio? (Lipchik, 1988, pag, 107). Una pregunta de este tipo esta cargada de sugestion, pues implica que Megara un momento en el que la icrapia ya no sera necesariay sugiere ademas que sera ¢lpropio paciente quien juzgue cudndo ha de llegar ese momento y ademas implica que el paciente tiene la capacidad de imaginar ese momento con mucha anti- cipacion, Hemos elaborado otras preguntas del mismo estilo que pueden resultar titiles: + Imaginemos que sus visitas a miconsultorio y nues- tras charlas arrofan un resultado positivo. gen qué aspectos de su.conducta podré advertir usted ladiferen- cia? (o bien, gcémo advertiré usted...?) 115, Tales preguntas establecen claramente que es el paciente quien organiza el programa segin lo que é1 desealograr. Es mas, tales preguntas incitan al pacien- te adeterminar qué hechos, experiencias y conductas reales han de caracterizar la situacién de solucion; en este sentido hay que alentar a los pacientes para que sean particularmente especificos. Puede ser wl for- mular preguntas tales como: * Qué tipo de actitudes diferentes cree que tendré cuando haya superado ta actual situactén?, 0 * ZY qué significado tendré para usted ese cambio de actitud?, 0 bien, ‘* {Qué tipo de reacciones o de actitudes suyas le harén pensar que la situacion esta mejorando? ‘También puede resultar conveniente hacer pregun- tas que lleven al paciente a contar ejemplos, tales comp: "ZQué es lo primero que le haria advertir que la situacién est4 mejorando?” En este eequema es fundamental que lo que haga el terapeuta se ajuste a lo que desea el paciente: por mas abil que sea el terapeuta, todo estara perdido si su manera de obrar 0 de hablar ne condicen con la experiencia y el deseo de cambio del paciente. Uno de los factores que alienta ese ajuste ¢s que...se esta- blezcan objetivos que ayuden a determinar de qué modo el paciente y también el terapeuta han de saber en qué momento se ha resuelto el problema (de Shazer. 1988, pag. 93) ‘Caso N® 1 - Kate Kowalski vackie, de 23 afios, me fueremitida por ladirectora del servicio de agresin sexual después de haber acudico la paciente a esa dependencia para averiguar dande podia recibir ayuda terapéutica. Jackie explicd que cuando era una nifa habia sido ultrajada sexuaimente por su padre durante varios afios y que estaba preocu- pada porque suponia que las dificultades que tenia en su relacin actual podrian tener su origen en aquella 16. expertencta. En su informe, la directora del servicio de agresion sexual afirmaba que sentia que Jackie nunca habia “elaborado el abuso” realmente y que creia nece- sarioque la paciente lo hicieraa finde poder superar las dificultades que tenia en su relacién actual. Cuando Jackie vino & mi consultorio, le comenté que ya habia hablado con ta consejera dei servicio de agresién sexual y le conté lo que me habia informado acerca de su situactén. Luego le hice la pregunta que suelo hacer de rutina a los pacientes de quienes ya he recibido informacién: “Esoes lo que me informaron sobre susituacién, pero, qué considera usted importante que yo sepa?”. Jackie me respondié que habia contraido compromiso matrimonial con un hombre encantador con el cual mantenia una relacién sentimental desde hacia dos anos. Se sentia feliz con esa relacién yconsideraba que se trataba det “verdadero amor". Sin embargo. le preocupaba el hecho de que tiltimamente estaba cada vez mas cewosa de las reiaciones sociales que mantenian sus amigas con su novio. Esta situacién la perturbaba principatmente porque confiaba en él y ensus amigas y admicia que nadie habia actuada de mudoque justifica- ra sus celos. En los tiltsmos tiempos Jackie empez6 a temer que esos celos estuvieran relacionados de algiin modo con el abuso sexual que ella habia sufrido siendo nina. No estaba segura ce cudl podia ser la conexién exacta, pero pensaba que sus sentimientos eran exa- gerados y comenzaba a sospechar que en realidad no habia superado realmente la expenencia del abuso. A fin de establecer uz: contexto que me permitiera inteivenir de una manera que se qjustara al maximo a las preocupaciones de Jackie, le hice varias preguntas destinadas a organizar el programa. Algunas de tos preguntas fueron: “Supongamos que nuestras entrevis: tas nos Heren a mejorar la situacién, gcomo se daria usted cuenta?", “2En qué notaria us(ed le siferencia?”. “eQué actitud suya le parece que le permitiria advertir a su novio que usted se siente mas tranquila?", “¢Qué pequefo sintoma le haria a usted cobrar conciencia de uz que su Situacion esté mejorando?”. Todas las respues- tas de Jackie se vincularon muy directamente con su relaci6n. La joven respondiié con frases tales como: “Me sentiria menos celosa”, “No me preocuparia tanto si al salir en grupo John conversa con una de mis amigas”, “Podria volver a salir y a sentirme tranquila, como antes”, “John podria advertirlo porque yo me mostraria més divertida. Y yo no me estaria preguntando tantas veces si él me ama realmente o no. Simplemente le creeria cuando me lo dijera”. Me parecié interesante que las respuestas que dio Jackie alas preguntas destinadas a organizarelprogra- ma estuvieran vinculadas en su totalidad con su rela- cién con John y nunca directamente con su preocupa- cin por elabuso sufridoen el pasado. Puesto que Jackie tenia muy claro qué podria ser diferente, decidi prose- guir la terapia haciéndole preguntas que podrian indicar siellaya habia alcanzado alguno de esos “objetivos" en ese momento oerei pasado reciente y deliberudamente dejé de lado toda discusién directa sobre el abuso mismo. Esta estrategia resulto beneficiosa puesto que Yackie pudo indentificar una cantidad de ocasiones en las cuales ella ya habia sentido y se habia comportado demaneracoherente con laposicion que deseaba alca zar. A medida que comentdbamos esas “excepcione: la Joven comenzo a sentirse mas tranquila, con mas confianza y mas segura de si misma. Enuna sesion posterior le pregunté a Jackie sobre la importancia que habia tenido hasta entonces la expe- riencia del abuso en su vida. Como Jackie ya se sentia con mas confianza y mas segura de si misma, me confesé que en realidad sentia que habia podicio afron- tar de manera bastante accptable lo que su padre le habia hecho. Esto nos tlev6 a analizar los pasos que habia dado Jackie para poner fin al abuso, asi como la actitud que habia adoptado ciando. afos después, ya adulta, habia hablado muy claramente con su padre y le habia dicho que era él quien habia obrado mal y que ella no tenia la intencién de autocensurarse a causa de nig la conducta de su padre. Ademas me contd que ocasio- nalmente pensaba ain en aquella experiencia, pero que bdasicamente sentia que hablar del asunto no cambiaria mucho las cosas. El problema de hablar del problema Con frecuencia las preguntas destinadas a organizar el programa terapéutico abren una puerta para comen- zar a examinar inmediatamente las excepciones, pero no siempre es ése el caso. Como ya lo dijimos, no creemos que poner el acento en la solucién excluya toda discusién sobre el problema mismo. En realidad, el problema de no hablar del problema es que los pacientes pueden sentir que no se les presta la debida atencién o que no se le da la importancia que corres- ponde a la experiencia angustiosa sufrida, Por otra Parte, puesto que hablar es la manera de mantener y alentar las imagenes delarealidad (Berger y Lackmann, 1966), podriamos inferir que el problema de hablar del problema es que de ese modo se aumnentan las dinen- siones del problema. Esdecir, que el proceso de“recitar” los efectos del abuso puede fortalecer la imagen de enormidad de la dificultad o puede realzar la imagen dominada por el abuso. Los terapeutas familiares conocen bien el concepto de “reenmarcar” los problemas —esto es, redescribir- los de manera tal que los problemas adquieran una significaci6n diferente— (Watzlawick y otros, 1974, pag. 95, por ejemplo). De Shazer (1988) sugiere que esta practica resulta particularmente titil en Jos casos en que elo la paciente slo puede percibir el problema dentro de un “marco global” y encuentra dificultades para identificar 0 reconocer las excepciones que no se ajustan a esa imagen (pag. 101). Esos marcos globales son bastante comunes entre los pacientes que han sufrido enormes agresiones a su autoimagen, como es el caso de quienes han sido ultrajados sexualmente. 9 acientes pueden adoptar autopercepeiones que ‘encasilladas atendiendo a problemas especi- ficos —-como por ejemplo, “Tengo dificultades par coneiliar el suefio de noche”, "De repente tengo inespe- rados arranques de ira’—-, pero que se enmarcan en Ueclaraciones globales sobre la propia naturaleza ‘esencial de si mismos —por ejemplo, “No valgo nada” 0 SMe siento una porqueria” 0 “Soy incapaz de controlar mi sexualidad"—. Evidentemente, para lanzarse a pre- funtas tales como: “gQuerria mencionarme alguna seasion en Ia que no se haya sentido ‘una porqueria’?”, hay que estar dispuesto a correr el riesgo de que ¢l patiente nos considere insensibles o crea que no Comprendimos la gravedad de la cuestion. En este tipo de situaciones consideramos esencial analizar el problema, pero siempre tratando de hacerlo de un modo que redefina o “reemmarque” el problema en una perspectia de solucién, La idea de White sobre externolizor el problema (984, 1988/89! es una forma Ge "reenmarcar” el problema particularmente util en este tipo de situaciones. ‘Externalizar el problema im- plica reenmarcar o redeseribir el problema de un modo gue sugiera que el problema es una entidad exterior a Ia persona, que establezca una distincion entre 1 persona y el problema. En lugar de considerar el problema como una parte de la persona (que es 1p que Sugiere la idea de dafio emocional), se lo puede const Gerar como si fuera algo distinto que, de algiin modo, afecto y dominé a la persona. Como sefala Tomm (2989), el hecho de que le persona sea capaz de “enfrentar” un problema, en lugar de “ser” o “tener” un problema, puede realzar la posibilidad de que «1 pa- Frente abrigue la idea de obrar, de algtin modo, sobre el problema. Esta distincién entre la persona y ¢l problema es coherente con la distincién que estableci mos entre el abuso mismo y sus efectos, puesto que muchas personas que Sufrieron abuso sexual tienden stonsiderarse a si mismas “el problema’, en lugar de 120 considerar que los efectos del abuso son los causantes de las dificultades. Externalizar el problema (White, 1988/89) ofrece un camino para superar la objetivacién de las personas que imponen las formulas de diagnéstico tradiciona- es, El hecho de haber sufrido una agresién sexual puede ser una experiencia “objetivante" para la perso- na, Muchas ideas sobre el abuso y sus efectos alientan de manera similar la objetivacion de las personas (y de sus cuerpos). Tal objetivacién tiende tantoa establecer prescripciones para la experiencia de la persona, como a hacer parecer mas remota la posibilidad de una solucién. Externalizar el problema apunta a contra- rrestar ese efecto al objetivar el problema (los efectos del abuso) antes que a la persona. Externalizar los efectos del abuso sexual puede implicar el proceso que White lama “de preguntas sobre la influencia relativa”, durante el cual selehacen preguntas a la paciente sobre ia influencia que tuvo el problema (los efectos del abuso) en su vida, un proceso que sienta las bases para poder preguntarle luego qué influencia pudo ejercer eila sobre el problema. De acuerdo con las ideas de “ajuste”, es importante quelas palabras exactas que se empleen para describir el problema externalizado se adapten al lenguaje propio de la'paciente. Si bien los terapeutas pueden estar familiarizados con los “nombres” que suelen externalizarse para describir otros problemas que in- cluyen algin elemento de lo fantastico (tales como “El ruin Poo” o “El monstruo irascible"}, esos términos pueden sonar petulantes si se los aplica a los efectos del abuso. Pur oir parte, como sugiere Durrant (1989), es m4s importante el proceso mismo d= externalizacion que el “nombre” que se le dé al problema externalizado, yhasta el nombre puede cambiar a medida que avanza ja terapia. Nosotros preferimos, por lo menos al princi- pio, emplear o adaptar el propio lenguaje del paciente Para deseribir el problema. 121 Cuando Ie hacemos las preguntas destinadas a organizar el programa terapéutico nuestra paciente ‘puede responder demanera global, por ejemplo dicien- do: “Quiero sentirme mejor”, o bien "No quiero ser tan depresiva’. En esos casos debemos repreguntar afin de comprender el impacto que tuvieron en ella los efectos del abuso y comenzar a incitarla a que haga una descripcién externalizada. 5 '* gDe qué modo el problema se manifes'6 coma tal en su vida? + gComo influyd en usted o en su vida el hecho de sentirse mal? . * gLa depresion le impide todavia hacer las cosas como usted quisiera? * gDe qué modo o de qué modos el hecho de sentirse terriblemente mal le impidié avanzar de la manera que usted considera deseable? * {Como advirtid usted que ese sentimiento de culpa se incorporaba a su vida? * gHasta qué punto lo ocurrido influyo en su vida? @Hasta qué punto considera que lo ocurrido constt- fuyé un eno en su ee ed modo influyeron los recuerdos y - criettns sobre ol abuso en su evolucion vital? + gSe interponen aveces sus recuerdos para impedirle ‘que continiie hablando de ellos? Elhecho de externalizar asi el problema comienza a elaborar una plataforma sobre la cual es posible cons truirla iden:ificacién de las excepciones. Como declara ‘White (1988/89): Elhecho de ayudar a los pacientes a apartarse (y a apartar a sus relaciones) del problema, les ofrece la posibilidad de describirse a simismos y asus relaciones enuna perspectiva nuevano saturadadelproblema...£n estanueva perspectiva, las personas adquieren lacapa- cidad de ider los “hechos” de sus vidas y de sus relaciones que en su version anterior, saturada del problema, ni siquiera podian percibir ascuramente.... hechos que han de suministrarles los nticleos para generar las nuevas versiones. 122 Caso N° 2 - Kate Kowalski Michelle, una estudiante universitariade 22 afios, me fue remuticia por una agencia de servicio familiar local, después de haber sufrido lajovenen su hogarun intento de abuso sexual que pudo rechazar. Michelle busco ayuda terapéutica varias semanas después de la agre- sion pues sufria temores persistentes y ataques de ansiedad. Explicé que ya era propensa a tener accesos de ansiedad, pero que después del ataque esta tenden: cia habia empeorado. La joven atribuyé estas dificulta- des tanto a la agresién como a la creciente presion que eercian sobre ella sus estudios. Como Michelle explicd qué la habia llevado a buscar ayuda terapéutica poniendo el acento en la ansiedad, empecé a hacerle preguntas cuya respuesta implicaba una descripeién externalizada. Por ejemplo: “:Como contrajo usted esa ansiedad recientemente?”, “3Qué efectos haestadoproduciendotaansiedadensuvida?”, “Hasta qué punto el ataque sexual aliment6 esta an- sledad reciente?” Intercalé entre las preguntas algunos comentarios también destinados a reforzar el marco externalizado. Esta parte de la entrevista me sirvié para comprender ta influencia que tenian la ansiedad y los temores en la vida de Michelle y constituyé un preludlio para-que ella misma fuera capaz de senalar las ocasio- nes en las que pudo sobreponerse a ta influencia del problema. Michelle relat6 de qué modo la ansiedad ta impulsaba @ preocuparse por su salud mental y, particularmente, le hacta preguntarse sino estaria volviendose loca. La ansiedadi le hacia concentrarse cada vez mas en ello y le defaba muy poco espacio para pensar en otras cosas (por ejemplo, sus estudios, las diversiones, las salidas con amigos, etcétera. La ansiedad también ta presiona- ba profundamente para convencerla de que quiza no pudiera terminar sus estudios universitarios y de que considerara la posibilidad de abandonarlos y regresar al hogar de sus padres. Y hasta hacia que sus padres 123 pensaran lo mismo. En general la ansiedad se estaba ‘apoderando cada vez mas del tiempo, el pensamiento y lasenergias de Michelle yla impulsabaa ponerse entela de juicio. Para. continuar empleando la descripcién exter- nalizada, le pedi a Michelle que considerara las ocasio- nes en las que no habia sucumbido a la presion de la ansiedad, las ocasiones en que ta ansiedad pudo qui- tarle lo mejor de ella y no lo hizo y las ocasiones en que ella impidi6 que la ansiedad la agobiara. Al comienzo Michelle enconttr6 aparentemente un tanto dificil este tipo de preguntas, pero luego continué relatando una cantidad de ejempios de ocasiones en que habia sido capaz de mantener a raya la ansiedad. Esto nos llev6 a analizar luego qué diferencia habia entre el momento actual y tales ocasiones y a discutir como el hecho de recordar y evaluar posuivamente esos ejemplus modi ‘ficaba la version de si misma que Michelle habia elabo- rado. Este tipo de entrevista continué desarrollandose durante las cinco sesiones siguientes, hasta que en la ultima Michelle me comunicé que se sentia mucho mas a sus anchas, mas fuerte y mas capaz de controlar su ansiedad. Identificar las excepciones a la conducta y alos sentimientos dominados por el abuso Como ya lo dijimos, las excepciones a los sentimien- tosyalas conductas dominados por el abuso constitu- yen la base del desarrollo de las soluciones. Particular- mente cuando los pacientes responden clara y especificamente a las preguntas destinadas a organi- zar el programa terapéutico, se puede pasar directa- mente a indagar las excepciones sin necesidad de embarcarse en un proceso de externalizacion 0 de al- guna otra forma de redefinicion. Por ejemplo, a la paciente que comienza diciendo: “Me siento tan timida y aturdida que no puedo hablar con la gente” y que identifica la situacion de soluctén 124 con frases como: “Quisiera poder hablar un poco de mi sin ponerme a ilorar y sin tener que cambiar inmedia- ‘tamente de tema” se la puede invitar areflexionar sobre | hecho de que esa misma sesién constituye una exception: "Seguin lo que acaba de decirme, debe de haberleresultado bastante dificil venir hoya la consulta sabiendo que aqui hablaria de si misma. ¢Por qué ‘raz6n supone que fue capaz de legar tan lejos?” Enotrasocasiones, las preguntas sobre las excepcio- nes pueden Surgir naturalmente al externalizar los efectos y al preguntar sobre el impacto de tales efectos. ‘A veces se puede invitar al paciente a identificar las ‘ocasiones en que el problema pudo ser un problema y sin embargo no lo fue o lo fue en escasa medida. + Menciéneme alguna ocasi6n en la que por lo menos obtuvo un minimo éxito en refrenar el problema. + gHubo una época en que la situacién mejoré algo? 2Qué era diferente en aquel momento? » @Se dio recientemente alguna ocasion en la que el hecho de sentirse terriblemente mal hubiera podido quitarle lo mejor de usted misma y sin embargo. usted hizo algo para impedirlo? :Qué fue ioque hizo? + gPuede recordar alguna ocas‘én en la que la depre- ‘sion parecié dominarlasituaciény trat6 de impedirle hacer algo que usted deseaba hacer y sin embargo usted logré vencer? 4 Qué fue lo que usted hizoenesa ocasion? * ¢Podria mencionar alguna ocasién en ta que los efectos del abuso efercieron su poder sobre usted y sin embargo usted fue capaz de evitar que la domi- naran? ¢Cémo logré hacerlo? ° ¢Puede identificar algin momento que usted consi- dere el unico en el que verdaderamente puco evitar que el problema dominara su vida a su antojo? eCéomo lo togré usted? + ‘Aparentemente usted contd con los medios para superar lo que le habian hecho y para evizar que los recuerdos y los sentimientos se le impusieran por completo. {Considera usted que el hecho de poder 125, hablar con los demés sobre esos recuerdos y esos Sentirientos constituyun paso adicional paraevitar que tales sentimientos controlaran su vida? *Considerausted que existen los medios paraimpedir que los sentimientos de culpa le arruinen la vida? Es conventente pedirles a los pacientes que sean particularmente precisos al referirse a tales excep- ciones y las describan con todo detalle. Para inducirlos a ello, puede ser titil formular preguntas tales como: *gPodria mencionar un momento particular en el que se sintié mejor?", “Cuénteme algo mas sobre el caso més reciente?", “Cuénteme mas detalles sobre esa actitud diferente que tuvo usted”. No tiene demastada importancia que la excepcién sea insignificante, lo fundamental es que el paciente pueda identificarla. Caso N® 3 - Kate Kowalski Karen, de 32 aos, soltera, actriz profesional, fue remitida a mi consultorio pocas semanas después de haber sido sexualmente ultrajada por un conocido, En la primera entrevista Karen me explicé hasta qué pun- tolahabia afectado ta agresién, particularmente porque le hacta confirmar la iclea de que en todas sus relaciones se hab{an aprovechado de ella, es dectr, que los demas siempre tomaban ventaja. Sentia que en cada relacién que habia entablado habia “perdido” algo de si misma y habia legado a ser basicamente lo que su comparero deseaba que fuera, Aldiscutir este modelo durante las dios primeras sesiones, Karen tleg6 a la conclusion de que esto habia ocurrido no solamente en sus relaciones intimas, sino también en el seno de sus relaciones familiares. Durante la segunda sesi6n le presenté la idea de que aparentemente elia habia desarrollado un modelo de “vivir su vida segiin los deseos de los demas”, de modo que se sentia mal cuando decidia “vivir su vida de acuerdocon sus propios deseos”. Este madodeenmarcar 126 ladificultad parecié ajustarse a la version de Kareny te permitié caracterizar de qué manera debia evolucionar la solucién. Es decir, Karen dijo que podria advertir que la situacion estaba cambiando cuando “viviera mi vida cumpliendo mis propias reglas antes que las de cual- quier otra persona”. Cuando le pedi que describiera qué actitudes podian ilustrar tal decisién, Karen replicd que ella seria capaz de decirle “no” a su madre con mas frecuencia cuando ésta depositara expectaciones exce- sivas en ella o le exigiera demasiado: seria capaz de defenderse a si misma, en lugar de ser siempre tan confiada; y podria expresar mas abiertamente sus opi- niones en las situaciones sociales, en tugarde quedarse tranquilamente en un segundo plano temiendo que lo que dijera pudiera ofender a alguien. Me interesaba saber si Karen podia identificar las cocasiones en las que ya habia obrado “de acuercio con sus propias reglas", aunque sdlo fuera en cuestiones menores. Yo estaba convencida de que esas ocasiones habian existido (a causa de una cantidad de detalles que Karen me habia mencionado sobre su trabajo y sobre sus interacciones con su madre, conquien viviaen ese momento), pero me preocupaba saber si Karen seria capaz de reconocerlas. A fin de incitar a Karen aque se considerara a st misma de un modo diferente y comen- Zara a elaborar una nueva imagen de si misma que la caracterizara como alguien que, en realidad, podia (y a veces lo hacia) vivir su vida de acuerdo con lo que sabia era lomejor para si misma, le hice preguntas tales como: “Se present6 recientemente alguna ocasion en la que usted pudo acceder y hacer lo que otra personadeseaba que hiciera y en cambio usted hizo lo que realmente deseaba?”, “;Cudndo fue la tltima vez que alguien quiso imponerle sus ideas acerca de lo que usted debia hacer y sin embargo usted fue capaz de mantener sus proplas ideas?”, “Cuando fue la iiltima vez que le dijo ‘no’ a su madre?”, “zQué diferencia advierte entre las ocasiones en que es capaz de hacer lo que usted consi- dera to mejor para si misma y aquellas otras en las que 127 accede a hacer lo que otra persona considera que es mejor?”. Rapidamente Karen me oftecid una cantidad de ejem- plos ocurridos durante las tiltimas semanas, en los cuales habia resistido a la tentacion de acceder a lo que los demés le indicaban. Muchas de esas siuaciones incluianasu madre y alhermano mayor, quieres tenfan opiniones profundamente negativas sobre la decision de Karen de seguir la carrera de actriz. Su madre habia tratado de convencertade que abandonara la actuacion y se dedivara a alguna profesion mas “estable y segu- ra”, en tanto que su hermano le telefoneaba jrecuente- mente, aun viviendo en otro estado, para impulsarla a que reconsiderara sus posibilidades. Si bien Karen se Sentia algo preocupada en cuanto a sucarrera, particu- larmente en lo referente a las posibilidades que se le presentatanenlaciudadenlaque viviaenesemomento, tenia en claro que actuar era ta actividad que te daba mas satisfacciones. Demustré entonces interés por el hecho de que, a pesar de haber recibido en el pasado tal entrenamiento para “vivir de acuerdo con las expectaciones de lcs demas”, iuabia sido capaz de elegir tan claramente su carrera y le pregunté qué explicacion tenia para ello. Karen parecié bastante desconcertada por este comentario e interesada en él tanto como yo, pues replicé: “Nunca observé la situacién desde ese punto de vista. Quizd sea mas capaz de defenderme de lo que crea". También me mostré interesada en conocer qué otras situaciones constituian para Karen una prue- ba de vivir “de acuerdo con lo que ella sabia que era lo mejor para si misma”. ‘Durante varias sesiones posteriores continuamos in- dagando esas excepciones y subrayando la importan- ciaqueesa informacion tenia enelcambiode autoimagen de Karen, Durante una de nuestras tltimas sesiones Karen me coment su plan de mudarse a oira ciudad, una ciudad que le ofreciera mas oportunidaces para su carrera y le diera mas posibilidades crea‘ivas. Esta actitud era particularmente interesante puesto que la 128 madre de Karen ta consideraba una decision muy riesgosay trataba activamente de desalentar a su hia y apartarla de esa idea. Al no sucumbir a la desa- probacién de su madre, Karen puco evaluar su propia fuerza y descubrié que podia hacerlo de manera satts- Yfactoria. Aun estaba un poco preocupada por lo que sentia su madre en cuanto ala mudanza, pero ahora se sentia capaz de escuchar lo que su madre tuviera que decirle sin sentir que estaba obligada a acceder a sus deseos. En realidad, a medida que Karen comenz6 a verse a simisma mis como “ella misma”, le fue resultan- do mas facil sincerarse y ser mds compasiva con su madre, pues ya no temia que ésta pudliera convencerla de que hictera algo que, en realidad, Karen no deseaba cer. Incitar a Jos pacientes a abrigar ideas de accion personal o competencia dandoles plena significa- ci6n 2 Ins exeapciones Al principio los pacientes pueden no considerar muy significativas las excepciones a los sentimientos y las. conduetas dominados por el abuso. Al hallarse ante una autopercepcién basada en la experiencia de impo- tencia, desesperanza e incompetencia, los pacientes con frecuencia atribuyen a factores externos las expe- riencias 0 los hechos que nosotros consideramos ex- cepciones. Esto equivale a decir que, si bien son capaces de identificar situaciones en las cuales todo parecia marchar mejor (en las que no se sentian tan deprimidos; en las que podian lograr objetivos que anies les estaban vedados, etc...) estan dispuestos a sostener que fueron situaciones en las que ellos mis- mos no desempedaron un papel protagonico. Puesto que Ja autopercepcién dominada por él abuso pone ante sus ojos una lente que niega la posibilidad de la competencia, tales pacientes pueden suponer que la situacién mejoré porque su compariero hizo algo dife- rente, porque sus hijos cooperaron mas, o porque su jefe osu profesor se mostré mas comprensivo, etcétera. 129 Es importante no tratar de convencer al paciente de que las excepciones son significativas, Con frecuencia el hecho de sentirse nuevamente manipulado puede convertirse en una invitacion a defender con mayor firmeza la version dominada por el abuso. En cambio, consideramos util adoptar una posicién de curiosidad y hacer preguntas que inciten al paciente a abrigar ideas propias de accion personal. Esencialmente, tales, preguntas pueden ser: + ¢Como explica usted esa situacién? + En qué medida le parece que contribuyé usted a que eso ocurriera? * ¢Como explica que haya sido usted capaz de hacer + gle sorprende el hecho de haber sido capaz de superar la depresion del modo en que lo hizo? + eQué aspecto de su personalidad le ayudl6 a conse- guirlo? + ¢Sabia usted antes de contarie a su madre lo que le habia hecho su padre que seria capaz de decirselo? eComo puro saberlo? * Qué diferencia nota usted entre esa situdcion y otras situaciones en las que usted se sentia mas doninada por el problema? .Qué diferencia nota en. usted misma? + Pareciera que ésa fue una ocasion en la que usted pudo manifestarse mas como “usted misma” antes que como alguien “llevado por las narices” por otra persona que la trataba a usted como si fuera de su propiedad. Eso parece constituir un gran paso posi- tivo. ¢Como pudo lograrlo? * Me parece interesante que usted haya sido capaz hasta de consiclerar la posibilidad de hacer algo por usted misma en lugar de hacerlo tmicamente por otra persona. Me pregunto cémo puto imaginarse a si misma haciéndolo. Nosotros no apuntamos a que el/la paciente tenga una stbita comprension de su competencia. Si bien es comun escuchar comentarios tales como: “Nunca se 130 me habia ocurrido observar la cuestion desde ese Angulo”, puede ocurmir que la fuerza delaautopercepcién dominada por el abuso sea un obstaculo que les impida evaluar la parte que les toca en los acontecimientos excepcionales, En gran medida, éste es un-proceso de paciente persistencia, de formulacién de preguntas, de incitaciones a la especulacién y de scmbrar se- millas. Incitar a los pacientes a elaborar una nueva imagen de si mismos: las preguntas de autopercepcién Unavezque se han identificado las excepciones y que se han formulado preguntas destinadas a que el paciente especule sobre el hecho de haber actuado de manera diferente, apuntamos pues a que esas diferencias comiencen a conectarse de manera tal que le sugieran al paciente una nueva imagen de si mismo. El enfoque que propone el equipo del CTPB se concentra en identificar y en amplificar los acontecimientos excep- clonales y sostiene que aparentemente los pacientes comienzan a ver su futuro y sus posibilidades de un modo tan diferente que deciden que ya no necesitan continuar con la terapia. Es evidente que el enfoque de de Shazer se refiere a la “realidad” élaborada por el ‘terapeuta y el paciente y que el éxito de la terapia se vincula con la creacién de una realidad mas centrada en la solucion. No obstante, tal enfoque no parece intervenir directamente en el nivel de la autoimagen del paciente, pues se basa en la idea de que la experiencia de las conductas de solucién (y sus consecuencias personales ¢ interpersonales) indefectibleraente han de afeciar la “realidad” del paciente. White (1988), en cambio, manifiesta su intencién de participar con sus pacientes en la reformulacién de su autopercepcién (0 nla “redaccién de la nueva versin”, como él mismo lo lama (pag. 12). ‘Seguin lo que demuestra nuestra experiencia, cuan- do los pacientes logran identificar aquellos aspectos de 131 suconductay desu emocién que constituyen excepcio- nes a la disfuncién aparentemente persistente de la que se lamentan y cuando esos pacientes aprecian la participacién que tuvieron en tales logros, comien- zan aver el futuro de un modo mas esperanzado. Esa creciente esperanza puede aumentarse a si misma si contrarresta los efectos de la autopercepcién domina- da por el abuso y establece asi un contexto que le permite al paciente cobrar conciencia de las excepeio- nes futuras. Como tal, esa esperanza produce unefecto de mayor competencia en la autopercepcién del paciente. No obstante, sabemos también que la experiencia del abuso y de afrontar los sentimientos vinculados con tal experiencia, tiende a alentar una persistente auto- percepeién dominada por el abuso y que el proceso de elaborar una nueva imagen no es sencillo. En gran medida debemos considerar que el proceso de identifi- car !as excepciones y poner el acento en Ia accién personal es un proceso de desconstruccién de la autoimagen dominante. Las proposiciones que hace White scbre Ja autopercencién de los pacientes ofrecen unamanera de comenzar el proceso de reconstruccién de la autopercepcion. ‘White (1988) propone categorias de preguntas alas que llama preguntas de “recaracterizacion unica” o de “posibilidad unica” que también podrian llamarse pre- guntas de “autocaracterizacién® y de “circulacién”. Estas preguntas incitan al paciente a analizar mas directamente las implicaciones que tienen sus “descu- brimientos" para la imagen que se forma de si mismo y para la vision que él tiene de la imagen que los demas tienen de él. La pregunta basica seria en principio: “eQué le dice de si mismo ese hecho?”, aunque puede tomar otras formas que se ajusten a un lenguaje mas significativo para cada paciente en particular y a su situacién especifica: © Qué sentimientos, anteriormente ocultos para us- ted, le hizo descubrir esa situacion? 132 + gPuede advertir por qué el hecho de que usted haya "podido dominar asiel sentimiento de culpa me hace pensar que es usted bastante fuerte? + 2Qué caracteristicas de usted le parece que pucdo haber puesto de manifiesto la depresin en esa ocasion? xQué pudo haber aprendido su madre de usted en esa ocasion? * eQe diferencialepareceque advirtié su profesoren ust + Qué ideas puede haberle dado a élo a ella sobre usted semejante actitud? gHay maneras de que usted lo/laayude a seguir manteniendoesas ideas? + ,Sabia usted esto de usted anteriormente o se trata de algo nuevo? ‘Caso N° 4 - Michael Durrant Susan, d2 17 afte, reveld recientemente que such lo la habia sometido sexualmente durante varios afios desde que ella tenia 8. La joven relaté como se habia sentido atropada por la Continua presencia de esc hombre y por el secreto que escondia: también conté que continuaba sintiéndose culpable por lo que experimen- taba por su abuelo, pues la familia [o consideraba benévolo y carifioso, Desde los diez u once anos Susan habia tratado de sustraerse de la situacién mante- niéndose lo més alejada posible de su abuelo, pero ello provocaba que sus padres le reprocharan su actitud con frases como éstas: "Por qué eres tan descortés con el ‘abuelo?", 0 bien, "Nunca pareces preocuparte por tu tarea escolar, pero siempre te las arreglus para tener algiin deber urgente cada vez que decidimos visitaralos abuelos”. ‘Susan se refirié también a los sentimientos de culpa y de falta de dignidad que laacosaban cuandocursaba a secundaria, sentimientos que se reflejaban en bajas calificaciones, pocas amistades y una sensacién de desasosiego que la embargaba cuando estaba con mu- 133 chachos de su edad. Esos sentimientos de falta de valor y de desesperanza invadieron toda su vida, de modo que Susan consideré como un fracaso personal su bajo rendimiento estudiantil y supuso que no tenia muchos amigos porque no era una persona muy agradable, ‘Susan solo pudo revelar su secreto cuando una profeso- ra particular se interesd por ella y quiso cultivar su amistad, en principio solamente para alentarla en sus tareas escolares. Susan fue enviada alconsultorio de un psiquiatra que la presiond para que contara los detalles del abuso. Susan noquiso hacerloy se nego avolver auna segunda sesion. Las autoridades del departamentode asistencia social supusieron que de algin modo Susan estaba negando el abuso y la remitieron a’ nuestro centro. Evidentemente Susan dudubu de la conveniencia de la terapia y estaba ansiosa por las preguntas que pudié- ramos hacerle. Lecosté bastante resporuter a ias primeras preguntas destinadas a organizar el programa terapéutico y no pudo imaginar qué cambiaria cuando ta situacién mejo- rara; en general dijo que no se sentia tan terriblemente mal, que era.capaz de concentrarse en otras cosas y que no se sentia completamente iniitil. Sin embargo, agregd que no podia imaginar ninguna ocasién en la que fuera capazde hacer algo bien, oen laque los demas pudieran pensar que valia la pena tenerla como amiga. Hasta Parecié que esta linea de interrogatorio le resultaba inesperacia. Dada ta naturaleza general del cuadro que presenta: ba Susan, le pregunté sobre los efectos que habia @jercido aquella experiencia en ella y le hice algunas Sugestiones de externalizacién. Algunas de las pregun- tas fueron: “g Hasta qué punto cree que influyeronen su vida los recuerdos de lo que le hizo suabuelo”’, "ZEn qué actitudes suyas influyeron esos recuerdos?”,"Mencione algunas de las maneras en que la culpa le molesté o interfirié en su vida." Cuando le pregunté sobre las ‘excepciones Susan no pudo identificar ningtin momento 134 er elque la situacion hubiera sido diferente. Cuando le pregunté: “¢Piensa que el hecho de haber revelado et abuso después de todos esos aios constituyo una oca- sionenia queusted logré oponerse asus recuerdos y les impidié decidir lo que usted habria de hacer?", Susan replico: “Es posible. Pero hubiera prejerico no haber dicho nada; eso sélo empeoré ta situacién. Cuando veo por lo que estén pasando papa y mama me siento peor, més culpable”. Resultaba evidente que uno de los efectos que habia tenido el abuso en Susan era que elia habia perdido la confianza en si misma o su capacidad para saber loque era correcto. Entonces le comenté: “Me interesa el hecho de que usted haya sido lo suficientemente fuerte para tener algunas ideas sobre lo que era conveniente para usted”, a lo que Susan me contest6 que no comprendia Entonces yo continué: “Bien, alguien le dijo a usted que eraconveniente que hablara de lo que le habia ocurridio, incluso el psiquiatra lo hizo, pero usted supo que no era 80 lo que necesitaba. ¢Por qué piensa que fue capaz de tener una idea tan clara sobre lo que desedba y sobre lo que necesitaba?" Susan no pudo darme una respuesta muy concreta; sin embargo, esta linea ce interrogatorio evidentemente la dejé pensando y hasta la llevd a bromear conmigo sobre lo dificil que resulta discutir con los psiquiatras. Hablamos de aquella excepeién durante unrato y luego le pregunté si creia que sus sentimientos de desesperanza habrian sido menos intensos si ella hubiese tenido una idea tan clara de si misma. Susan se mostré insegura ante una pregunta general sobre quéle habia dichode simismaet hechode haberse negado a la consulta, pero me dijo: “Nunca habia con: siderado la cuestién desde ese punto de vista”. Estuvo de acuerdo con que los demas podian ver en ello una actitud positiva hacia si misma, pero ella no se sentia capaz de verlo asi y consiceramos la posibilidad de que ella fuera capaz de pensar asi de simisma. Retornando a la cuestién de la revelacién, le pregunté si “aun cuando el hecho de comentar con alguien to que 135, le sucedié hizo todo mas dificil, “zno cree usted que quizds esa actitud haya constituico otro ejemplo de Fraberse sobrepuesto a la culpa?" y Susan me conto cetallacdiamente todas las consideraciones que la lieva- rona hacer aquella revelacién. Comparamos esa oca- sidncon las demas situaciones en las que sus recuerdos habian tratado de manteneria callada durante anos y entonces le pregunté como habia sido capaz de desafiar asi tales recuerdos. ‘A medida que Susan comenz6 a abrigar ideas acerca de que habia hecho algo por simisma, nos concentramos més explicitamente en su autopercepeion. Las pregun- tas sobre qué le habian descubierto de si misma las excepciones le hicieron elaborar algunas ideas sobre una imagen mas decidida y mas fuerte de si misma; sin embargo, Susan parecia atin dominada por un senti- miento de falta de dignidad. Una excepciona suidea de que los demds laconsideraban initil fue el hecho de que sit profesora estimara valioso cultivar su amistad: este hecho me suministré material suficiente para formularle una serie de preguntas sobre qué aspectos de su perso- nalidad le habian permitido advertir a ta profesora que valia la pena acercarsele. El proceso de alentar en Susan la identificacién de las caracteristicas que su profesora debié de haber considerado valiosas fue lar: 9; pero finalmente Susan fue capaz de identificar algunos aspectos de si misma que se apartaban de su autoimagen dominada por el abuso. A medida que analizamos qué transformaciones se producirtanenella silograba verse a simisma de una manera semejante a ta formaeen ta que la veta su profesora, Susan comenz6 amostrarse mds optimista, de modo que luego surgieron mas excepciones, sobre las cuales pudo construir su nueva autoimagen. La orientacién futura Asi como el enfoque concentrado en el problema senala al pasado, un enfoque centrado en la solucién esté esencialmente orientado hacia el futuro. Este 136 enfoque se basa en la idea de que legara el momento en que los efectos del abuso ya no dominaran la situacion, Puede ser util invitar explicitamente al pa ciente a enfocar el futuro y a considerar hasta qué punto los descubrimientos actuales pueden modificar su vida. En la entrevista se puede utilizar una explicita orientacién hacia el futuro, tanto al referirse a las excepciones futuras como a la autopercepcidn futura. Muchos terapeutas sugirieron enfoques para el interrogatorio que implican una orientacién hacia el futuro (por ejemplo, Lipchik. 1988; Penn, 1985: Tomm, 1987). Segiin O'Hanlon y Weiner-Davis, las preguntas orientadas hacia el futuro son aquellas que incitan al paciente “a representarse mentalmente un. futuro desprovisto del problema y a deseribir como es ese futuro”; estos autores sostienen que “el mero acto de construir una visiOn de la solucién obra como un catalizador para hacerla realidad” (1989, pag. 106). En. general, la discusién de las excepciones ya est orien- tada hacia el futuro. puesto ave las primeras pregun- tas destinadas a organizar el programa teraptutico y las preguntas sobre las excepciones invitan aimaginar lavida desprovista del problema. Mas adelante, duran. te el proceso terapéutico, se puede expresar de manera aun rhas explicita la orientacién hacia el futuro pre- guntandole al paciente qué cosas diferentes han de ocurrir si él es capaz de construir sobre las excep- ciones. *Imaginemos que usted fuera capaz de volver a hacer lo que hizo, hacer algo que noes loque normalmente su depresion lo leva a hacer, gen qué le parece que cambiarian las cosas? + Hasta qué punto se tiene confianza para volver a hacer algo semejante? {Como imagina que seria la situacién si usted lograra hacerlo? .Qué reaccién le parece que puede tener su madre cuando advierta que usted puede hacerlo? 137 Las preguntas orientadas hacia el futuro también pueden ser utiles durante el proceso de identificacion de las excepciones, particularmente en los casos en los, que el terapeuta no ha podido formarse una imagen clara de los efectos del abuso que en ese momento estan ejerciendo mayor presién en su paciente. Puede emplearse la pregunta arquetipica, llamada “la pre- gunta del milagro”, cuya forma general es: * Suponga que una noche, mientras duerme, ocurre un milagro y este problema queda resuelto. ¢Como advertiria usted a la mariana siguiente que ocurrié ese milagro? .Qué cambiaria? z Como se daria cuen: tasu marido sin que usted le dijera ni una palabra del asunto? (de Shazer. 1988, pag. 5). Este tipo de preguntas incitan al paciente a imaginar una situacién futura de solucién y puede utilizarse para obtener informacién sobre las conductas particu- Jares futuras. Pues entonces el terapeuta puede pedirle al paciente que recuerde situaciones de ese tipo que ya hayan ocurrido, o clertos hechos que indiquen que pneden ocurrir. Caso N° 5 - Kate Kowalski Durante una sesion de teatralizacién que formé parte de un taller levado a cabo en nuestro centro, dos especialistas en abuso sexual desempefiaron los pape- les de una madre y una hija de 14 afios que unas semanas antes habia revelado un abuso sexual. De acuerdo con la maxima de que los pacientes que teatralizan una situacién son més dificiles que los “verdiaderos" pacientes, la hija se manifest hosca y poco cooperativa y demostré que no deseaba estar alli. Las respuestas a mis primeras preguntas noecharon mucha luz sobre la naturaleza exacta de las actuales difcultades. De variadas maneras la madre demostré que estaba preocupada porque Julie y ella no se lleva- ban bien desde que el asunto habia quedado al descu- bierto, por los efectos que pucliera tener en Julie elabuso 138 y porque Julie habia estado sufriendo accesos decélera Julie declaré que no podia imaginar de qué modo ntejo- raria la situacién y se quejé de que su madre tampoco fuvlera ningin toto de qué era lo conventente para Julie. Después de tratar de sonsacar algunas excepciones sin mucho éxito, les pregunté a ambas: Supongamos por un minuto que pucliéramos producir un milagro y que esta noche, mientras ustedes duermen, el milagro se realiza, Al despertar, descubren que la situacién ha mejorado, geomo lo saben?, equé habré cambiado? Julie: ,Cémo puedo saber que la situacion ha mejorado? Kate: Si gcémo puedes saber que ocurrié el milagro? Qué podria haber cambiado? Como podria mejorar la situacién? Julie: gEn casa? Kate: Si. 0 en tu vida Julie: Tendria un desayuno especialmente preparado para mi. Kate: Bien. gy qué mas? (pausa). zAlguna vez encon- traste el desayuno preparado para ti? La madre: Siempre! Julie: Pero no el desayuno que a mi me gusta. Kate: ¢¥ cémo es un desayuno a tu gusto? Julie: Con “panqueques” [hojuelas] Kate: De acuerdo, ¢y qué otra cosa cambiaria? Julie: Con leche chocolatada batida. Kate: jgLeche chocolatada?! Julie: Eso es todo. Kate: Es decir que sabrias que ocurrié el milagro porque desayunarias con panqueques Julie: Con jarave de arce. Kate: Bueno... zy qué otra cosa cambiaria? ¢Tit serias diferente? ¢Tu madre seria diferente? Mark (el her- mano menor) seria diferente? Julie: Mamé podria cambiar y disfrutar haciéndome panqueques. Kate: Bien, tu mama podria sentirse feliz preparando tus panqueques. 139 Julie: ;Oh, sil Kate: gY qué importancia tendria eso? Julie: Yo advertiria que ella quiere complacerme. Kate: Bueno, sentirias que ella quiere complacerte y, gen qué sentido mejoraria eso la situacién? Julie: Simplemente sentiria es0...no sé (pausa). Bueno, si quleres complacer a alguien, eso significa que te interesas por esa persona. Kate: De modo que el hecho de que tu madre te prepa- rara pangueques y deseara complacerte seria una serial que te haria saber que tu madre se interesa por ti. Julie: Hummm... Kate: No quiero ser yo quien ponga las palabras en tu boca. gEs eso lo que querias decir? Julie: (asiente con la cabeza) Kate: ¢¥ es importante para tisaber que le importas atu madre? a) Bucno...suporigo que st. Kate: {dirigiéndose ala madre} Y qué dice usted?gComo sabria usted que ocurrié el milagro? La madre: (rie) Prepararia miles de panqueques. Kate: (también rie) Fantastico. La madre: Si, ella no rechazaria todo lo que hago. Kate: c¥ qué haria en cambio? La madre: Me daria un beso en la mejilia o algo asi (pausa). Como hacia antes. Kate: Como solia hacer. Bueno, gy qué implicaria eso para usted? La madre: Que Julie responde a lo que hago por ella. Kate: Bien... y gqué le revelaria esa respuesta sobre Julie, sobre usted misma o sobre la relacion entre ambas? La madre: Que le importo. Fue importante insistir en echar luz sobre ta naturale- za de la situacion de solucion en tugar de lanzarme a preguntar sobre las excepciones con preguntas tales 140 como: “ZY cuando fue la tiltima vez que tu madre te preparé panqueque? Este intercambio les permitié a ambas comenzar a pensar en un futuro en el que la situacién mejoraria y ensayar en su mente algunos de los rasgos que carac- ierizarianese futuro. Ademas este intercambio me acla- 76 la naturaleza de las preocupaciones de ambas. Lo més importante para ellas eran los efectos que habia tenido el abuso en sus relaciones madre-hija. Esto me permitié empezar a formular preguntas sobre las excep- ciones. “De qué manera te demostrabatu madre que se interesaba por ti?”, fue una pregunta destinada a que Julie concretara ejemplos de ocasiones en ias que ya se habia dado la situacion deseada. Luego le hice una pregunta similar a la madre y la sesién continu con el andlisis de las ocasiones en que la madre y la hija congeniaban mas, no refiian, se daban una a la otra el lugar que les correspondia, etc., y ambas admitteronque se sentian mucho mds esperanzadas al terminar ta sesion. En cuanto a la autopercepcién, pueden formularse preguntas orientadas hacia el futuro afin de incitar al paciente a considerar las implicaciones que podria tener la nueva autoimagen emergente. Las preguntas de autocaracterizacion mencionadas antes permiten que el paciente comience a identificar y a caracterizar una manera de pensar en si mismo diferente del antiguo modo de pensar dominado por el abuso. El hecho de expresar de manera explicita tales ideas parece darle mayor fuerza. Las preguntas referentes a las implicaciones de esas ideas surgen naturalmente: * Supongamos que durante la préxima semana usted sea capaz de pensar asi de usted mismo. gQué cambiaria? * Usted me asegura que ese par de actituctes que tuvo para impedir que esos sentimientos guiaran su vida le permitieron advertir que podia ser “usted mismo’ Ahora usted lo sabe, ¢qué cambiara? ¢Cree que en 141 los préximos quince dias seré capaz de hacer cosas qué antes de saberlo le resultaban imposibles? ‘Caso N° G - Michael Durrant Angela, una mujer de 42 anos, fue ultrajada sexualmente por su padre en la primera etapa de la adolescencia. Al tratar de no permanecer sola con su padre, Angela se nego un dia a acompaiarlo a una piscina donde luego él se ahogo. La joven cargo con la culpa del abuso y de ta muerte de su padre durante muchos afios. Recientemente se sintid fracasada como madre y como esposa, pues era incapaz de controlar a su hija adolescente y sufria ataques de panico (esta ultima fue la razén de que acudliera a la consulta), Me conté de qué modo la culpa habia dominado su vida y cémoella habia tratado de reparar su falta sacrificando- se por sumadre, por sumarido y por sus hijos. Nunca se oponia a nadie, nunca se defendia y siempre temia poner en aprietos a su familia y a sus amigos en las situaciones sociales. Les preguntas relacionadas corel hecho de que habia conservade con éxito un trabajo de responsabilidad no aportaron gran cosa, puesto que Angela consideraba que “afrontaba" su trabajo como algo que sencillamente debia cumplir, asi que pronto adverti que seria inuitil tratar de “convencerla” de que su trabajoconstituia una excepcion. Sin embargo, en la segunda sesiin me co- ment6 que anteriormente habia consuitado con otro terapeuta, pero que habia dejado de asistir a esas entrevistas porque sumadre las consideraba una pérdt- da de tiempo. También me dijo que unos dias antes le habia comunicado a su madre que se estaba sometien- do nuevamente @ una terapia; no le sorprendié que su madre le respondiera que era algo Innecesario y tonto. Marifesté cierta sorpresa ante el hecho de que Angela hubiese asistido a nuestra segunda cita sabiendo que era algo que estabaencontrade la opinion de sumadre. Hablamos largamentede las reacciones queteniaAngela 142, ante los comentarios de su madre, de las reflexiones que la habian tevado a offecerle voluntariamente a su madre la informacién y del conflicto que habia significa- do para ella el hecho de decidir continuar de todos modos con la terapia. Cuando le pregunté cémo habia logrado dar ese paso, Angela hizo algunos comentarios tales como: “Deciai que ya habia legado el momento de hacer algo que yo consideraba necesario”. Le pregunté entonces qué le descubria esa decisién de si misma y ella contesto: “Supongo que soy mas fuerte de lo que creia”. Cuando analizamos y ampliamos en detalle esa ex- cepcion y la nueva autopercepcién que ésta sugeria. Angela comenzé a “recordar” otras excepciones, ocasio- nes en las que habia sido capaz de defenderse en pequerias cuestiones 0 en las que habia creido en su Propia posicién. Eran todos pequefios intentos. Dedicamos la segunda mitad de la sesion a imaginar qué significacion pedia tener en el futuro esta nueva informacién sobre su propia fuerza, Le hice preguntas como: “zLe resulta sorprendente descubrir que es mas fuerte de to que creia?”. gEsto es algo nuevo para usted?", “gPor qué piensa que hasta fue capaz de comenzar @ pensar asi de usted misma a pesar de la culpa que siempre dominé su vida?”. A medida que las declaraciones que hacia Angela sobre su propia fuerza se hicieron levemente mas firmes, le fui preguntando sobre las implicaciones que creia podia tener estanueva imagen de simisma: “Siusted ya sabe que es mds fuerte de lo que pensaba. gqué cree que cambiard en los préximos dias? Angela describié detalladamente como Podria tratar a su hija con mas firmeza, sin permitir que el miedo a un rechazo la paralizara, “;Cree que ya esta usted preparada para abrigar estas nuevas ideas de fortaleza sobre si misma o piensa que los sentimientos tratarén de enterrarlas?”. Angela me respondié que se sentia preparada para mantener esas ideas y yo le pregunté: *:Qué le hace sentir que est4 preparada para continuar manteniendo estas nuevas ideas?” 143, Una vez que hube formulado estas preguntas y algu- nas otras mas especificas sobre qué cambiaria la proxi- ma semana, Angela pudo imaginarse y describirse actuando con mas fuerza en una variedad de situacio- nes. La invité entonces a describir en detalle qué actitu- des podria adoptar que le hicieran saber que estaba gjustandose a las nuevas ideas. Cuando Angelatermind la sesién salid evicentemente més confiada en sucapa- cidad recién descubierta (aun cuandogran parte deésta atin no se habia manifestado) y al regresar ala préxima yathablalogrado realizar mucho de toque haba imagt lo. La cuestién de hablar del abuso ‘Uno de los principios de la terapia destinada a tratar los efectos del abuso sexual era: “No es necesario analizar directamente los detalles del abuso a fin de disminuir los efectos. Los/las pacientes son los mejo- res jueces para determinar si (y cuando) es titil hablar explicitamente del abuso”. Muchos enfoques dela terapia destinada a pacientes que han sufrido un abuso sexual incluyen una expec- tacién, o una abierta prescripcién, de que el paciente debe “contar su versin” del abuso. Muchos autores han sostenido que el hecho de relatar los detalles en un ambiente confiable y sustentador permite que los pacientes acepten lo ocurrido y que desahoguen su ira y otros sentimientos que deben expresarse a fin de que ocurra la cura, pues tal discusién produce una crisis catartica, eteétera. Nuestra opinién es que los pacientes que vivieron el abuso como una experiencia violenta, intrusiva y an- gustiosa pueden considerar el hecho de que se les pida que “revivan” los acontecimientos como una experien- ciasimilarmenteviolenta, intrusivay angustiosa. Como tal, la prescripcién de que los pacientes deben relatar los detalles nos resulta opresiva y abusiva. 144 te Es mas, semejante proceso puede en realidad ser un obstaculo en el proceso de desarrollar una auto- percepcién basada en ideas de competencia. Hemos sostenido que los sentimientos y las experiencias aso- ciadas al abuso afectan todo el contexto en el que la persona comienza a darse sentido a si misma, y que la interpretacion continuada de la conducta y la emo- cién desde el punto de vista de ese contexto permite elaborar y fortalecer una autoimagen dominada por el abuso. Se sigue de ello que incitar al paciente a describir el abuso mismo puede vincularse con los mismos sentimlentos y experiencias y servir asi para fortalecer aun mas esa version de si mismo. Consideramos que los pacientes, aun los nifios, son capaces de decidir si {y cuando) les parece util hablar de los detalles del abuso. Noes raro encontrar pacientes que digan: "Estoy tan harta de hablar de ello. Tuve que contarselo a la policia, a los médicos, a la gente de la asistencia social, y no quisiera tener que volver a contarlo”, o bien, “Es tan penoso hablar de eso que prefiero no hacerlo". También hay casos en los que el paciente cumienza a relatar io ocurrido y luego decide que ya no desea continuar. Los terapeutas podemos considerar que tales declaraciones son una prueba de negacién o de la incapacidad de aceptar lo ocurrido 0 bien creer que el paciente sabe qué es util para si mismo. ‘Aun cuando no prescribimos que los pacientes des- criban los detalles, debemos reconocer que muchos pacientes llegan a la terapia con la idea de que se les pedir que lo hagan. Por eso nos parece util mostrarse abierto en cuanto a si conviene 0 no hablar del abuso mismo segiin el caso ® Algunas personas que he tratado consideran til hablar un poco de to que realmente les ocurrio y esto parece ayudarlos a sentir que pueden dejar atrés esa experiencia. Otras sienten que podran avanzar mas facilmente sino hablan de los detalles. Quisiera que me dijera qué seria lo mejor en su caso. 45 * Cémo le parece que podré saber si desea o no seguir hablando de lo que realmente paso? Por lo que me dijo, supongo que quizds usted se sentia incapaz de tomar decisiones: gcémo cree pues que podra decidir que el hecho de no hablar hoy del ‘abuso era realmente lo que queria? * Comprendo lo que me quiere decir en cuanto a que Ro proyecto en absoluto hablar hoy del abuso y dependera de usted lo mucho que hable del asunto la préxima vez. Le sorprendié el hecho de haber podido hablar hoy un poco del abuso mismo? Qué efecto cree que le producira? De este modo, la cuestién de “hablar del asunto o no hablar del asunto” puede suministrar la oportunidad de sefialar aspectos de la capacidad del paciente y de su competencia para saber qué es lo mejor para él. En clerto sentido esa toma de decision es en si misma una excepcién, puesto que los pacientes que han sufrido alguna agresién sexual con frecuencia se ven a si mismos como personas incapaces de tomar decisiones, especialmente decisiones relacionadas con el trata: miento. Y este proceso de utilizar el proceso de la terapia para alentar en el paciente una imagen de competencia y de capaciiad es mAs importante que si se habla 0 no del abuso mismo. Nehemos subrayar que reconocemos que la expe- riencia del abuso, como otros traumas, puede provocar algunas veces. tanto en nifios como en adultos, profun- das y en ocasiones conf.isas reacciones emocionales. Es mas, no queremos negar la posibilidad de que se pueda ayudar a esos nifios y a esos adultos mediante la experiencia de hablar de lo que les sucedié en un ambiente sustentador. Sin embargo, creemos que la exigenela, explicita o no, de que los pacientes descri- ban los detalles y los sentimientos que despiertan en ellos esos detalles es en simisma abusiva, Porter, Blick y Sgroi (1982) estiman que: ayudar al nifo a enfocar el abuso en una perspecti- va saludable comienza a aligerarle la carga emocional (pag. 130), 46 Coma lo sefialamos antes, nuestra experiencia su- gtere que ése puede ser el caso, pero que también puede ocurrir que esa “ayuda” agregue peso ala carga emo- cional. A veces nuestra terapia puede enfocar él abuso mismo, otras veces el paciente decide discutir los hechos del abuso con alguien que esta fuera de la situacion terapéutica y también hay casos en los que el abuso mismo nunca se trata explicitamente. Nuestro principio fundamental es que e! paciente es el mejor Juez de esa decision, aunque el terapeuta tengalatarea de establecer el contexto terapéutico dentro del cual el paciente puede experimentar y ejercer la aptitud para tomar semejante determinacion: Evidentemente, esto nos plantea la cuestion de si es posible realizar una terapia efectiva sin discutir nunca Ia experiencia del abuso. No solamente creemos que si. sino que también afirmamos que muchos terapeutas han tratado a pacientes que en el pasado. habian sufrido un abuso sexual y que nunca lo mencionaron y sin embargo pudo realizarse con ellos una terapia efectiva EI hecho de concentramnos en los efectos del abuso antes queen €l abuso mismo, yen la solucion antes que en el problema, nos lleva a esa conclusion. Poner el acento en el problema exige identificar y resolver el problema y es imposible realizar una terapia efectiva sin ese requisito. En cambio, poner el acento en la solucion implica dar importancia ala comprension de las soluciones y a alcanzar una situacidn de solucién € implica también que la experiencia de lograr la solucion tiene efectos profundos y significativos en la manera en que el o la pacienie vislumbran sus posibilidades y aptitudes futuras. Hemos sostenido como uno de los principios centrales de nuestro enfoque que un efecto del abuso es alentar una autoimagen dominada por el abuso, una imagen que determina la interpretacién de los hechos y las emociones de un modo que perpetiia todas las dificultades causadas por Jos efectos de! abuso. El corolario de esta reflexion es 447 que el hecho de elaborar una imagen competente de si mismo le permite al paciente superar los efectos del abuso y encarar una vida desprovista de tales efectos. Una nueva autoimagen mas competente puede signifi- car que el abuso, aun cuando siga existiendo en los recuerdos, ya no constituye un factor importante de la significacién que el paciente ha de darle a sus futuras experiencias, de modo que referirse a él explicitamente puede ser algo irrelevante. La idea de que la solucién no necesariamente debe parecer relacionada con el problema presentado 0 del que se queja el paciente (de Shazer, 1985) nos impulsa a prestar especial atencién a aquello que los pacientes consideran titil. La idea de White (1989) referente a que el descubrimiento de las exceptiones de los logros aislados y el hecho de mejorar sus significaciones” alrededor de esos acontecimientos permiten que los pacientes elaboren una nueva imagen de si mismos. nos hace confiar en que prestar atencin a lo que los pacientes estiman ttily el hechode elaborar una nueva autopercepcion que se base en esos elementos pueden Hevartos a reeiaborar la historia del abuso de tal manera que éste ya no ejerza un efecto opresivo. Caso N° 7 - Michael Durrant Stephen, de 14 afos, lego a mi consultoria con sus padres, quienes se mostraron preocupados por el hecho de que el joven no hubiera superado el trauma que le habia producicio haber sido sometido sexualmente du- rante dos afos (hasta que Stephen tuvo diez) por su hermano de adopeién, mayor que él. A los padres de ‘Stephen los inquietaba que el nifo no pudiera hablar de Sus experiencias, que ya se hubieran intentado con él dos terapias sin éxito y que la angustia que le habia producido el abuso se manifestaraen una falta general de motivacion, en una pobre aptitud social y en la costumbre de hurtar. Pero estaban particularmente 148 alarmados por una sola ocasién en que Stephen habia molestado sexualmente a su hermano menor, Andrew. Me parecié que los terapeutas que habian tratado antes aStephen habian intentado hacerlo hablar de sus experiencias de abuso y que eso iwbia constituido para eljovencito “una repeticion” de lo que sus padres habian estado haciendo hasta entonces: engatusario, suplicar- le y tratar de manipularlo para que hablara. Como adverti este aspecto consideré que seria importante, aunque sélo fuera para “engancharlo” con la terapia, hacer algo distinto. Comencé por preguntarle cémo ha: bia podico dejar de abusar sexual mente de su hermano menor. Agregué que muchos jovencitos que han sufrido abusos sexuales parecen creer que son incapaces de controlar su propia sexualidad, puesto que han vivido ciertas poderosas experiencias que ellos no pudieron controlar. peroque en el casode Stephen aparentemente habia algo que le permitia controlarse (segiin parecia Stephen habie ubandonade su condurta abusiva artes deque suhermanomenor revelaralasituacion). Stephen no estaba muy seguro sobre cémo habia podidodetener- se y conienzé sugiriende que ello se debia a que su hermano le habta pedido que lo hiciera. Cortesmente me negué a aceptar esa explicacién aduciendo que Stephen sabia muy bien que era mas alto y mds fuerte que Andrew y que, de haberlo deseado, hubiera podido Jorzarlo; entonces Stephen me confes6 que en realidad I sabia que lo que estaba haciendo estaba mal. Utilizanda esta excepci6n como un ejempla de autoconirol, continué preguntandole a Stephen en qué otras ocasiones habia visto que era capaz ce controlar sus propios impulsos. Durante gran parte de las cinco o seis sesiones siguientes analizamos las ocasiones en las que Stephen tuvo la oportunidad de robar dinero y resistié ala tentacién de hacerlo. Stephen, unjovencon un coeficiente intelectual mas bajo que el promedio, pudo evaluar lo que insinuaban esos hechos: que tenia la capacidad de controlar sus impulsos. Stephen admi- tid que ese descubrimiento lo sorprendia. Primero con- 149 migo y luego en algunas sesiones con acre Stephen comenz6 a elaborar una imagen de sl mises, ltevarse mejor con sus amigos, ‘una sesién posterior, el padre se mostro - 0 por saber siStephen habia “normalizado susecen, dad". Entonces le comenté que no habiamos dedicad, mucho tiempo a tratar loquele habia ocurrido a Stephen ba lo que habia aprendido sobre su ca wpacidad soptrolar su propia vida puso de manifesto que eljoven habia avanzado y, en realidad, habia dejado atras las Preocupaciones de sus padres, Conclusién Gran parte de nuestra formacién nos impul desempetiar el papel de “expertos". Nos centinns ‘eo nodes con la idea de que tenemos una especial hab. lidad para enmarcar las dificultades y para formulas Preguntas que pueden alentar a nuestros pacientes a consideran util, El enfoque terapéutico concentr: ado en el problema del abuso entrafa el riesgo de promover un proceso Ae. Segtin creemns, no fortalece cn los pacientes una imagen competente de si mismos que los haga sentir capaces de avanzar. En cambio, el hecho de poner el 150 acento en la solucién nos ha permitido ayudar de una. manera cooperativa a nuestros pacientes (sin dejar de tener en cuenta que en muchos aspectos somos noso- tros los que conducimos la sesi6n) a construir sobre aquellas actitudes que corresponden a su auténtica personalidad y contradicen la imagen dominada por el abuso que ellos habjan elaborado sobre si mismos y sobre los demas. La terapia que aplicamos en los casos de pacientes que sufrieron algin abuso sexual puede prolongarse 0 no y con frecuencia es dificultosa. Sin embargo. cree- mos que poner el acento en ayudar a los pacientes a utilizar aquellos ejemplos ya existentes de competencia para elaborar nuevas autopercepeiones que los capa- citen para interactuar de manera diferente con el mundo exterior, no solamente es algo que resulta util alos pacientes, sino que es un enfoque que nos permite no“sucumbir” a laenormidad dela experiencia abusiva. Es importante que la complejidad y la magnitud de las experiencias que paralizaron a nuestros pacientes no nos paralicen también a nosotros. Notas " Up mismo podsia decirse de la gente que eontinia definiéndose como “aksohdlica’, aun muchosats después de haber abandonaco la bebida. Este tipo ¢ caracterizaciones centradas en el problema contrfbuye @ mantener vivo e| problema como uni parte de la autolmagen de la persona; por consigulcnte, la sersona nunca pucde sentir realmente que ha superado el problema. Es decir. en Ja autoimagen de ia persona se perpetia un deficit oun fracasosignifeativo, que puede poner obstaculos a la expertencia de competencia 0 de logo. 2 También se putde considerar que esto ¢s lo que ocurré en la esfera de las lerapias contra ls angustia, en las que también hubo un paso similar de la bseruacion a la prescripein, En este terreno los terapeutas decidieron deseribir ctmalen frases que finalmente se convitleron en preseripeiones de eéma debian esperimentar sus emoclones y reacciones los pacientes, Esto hasta los condue a Serivaraotrosespecalistas aos pactentes que nose “angustisbanadecuadamen- te" les decir. que no e angustiaban de souerdo con eleaquema que los terapoutas hablan establecide sobre come deben angustiarse ls pacientes Agradecimientos ‘Agradecemosa Brian Cade, Eve Lipehik y Jane Durrant sus coment ros sobre un berrador anterior de este capitulo Referencias saBalspon-G- 1980, Mind and Nature: A necessary unity. Nueva York, santa. ‘Berger. 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Norton.) ue 153, 4 Hostilidad, apatia, silencio y negacioén Cémo ayudar a los adolescentes agresores inciténdolos a que modifiquen su conducta Richard Elms Los jévenes que han tenido conductas emocional, fisica 0 sexualmente abusivas ylas personas relaciona. das con ellos presentan una variedad de rasgos que caracterizan a los adolescentes y a sus relaciones. Pueden presentar dificultades para asumir responsa- bilidades y/o tener problemas de dependencia (gene- ralmente en oposicion a sus padres, que suelen ser 0 bien superresponsables 0 bien superdependientes); esos jovenes pueden negar la conducta abusiva 0 culpar alos demas por sus actos; suelen dejarse influir Por sus iguales, mostrarse preocupados por sus pro- Pias ideas y sentimientos y tener dificultades para aceptar los de los demas; con frecuencia carecen de aptitudes sociales (por ejemplo, en sus relaciones con los nifios menores que ellos. con quienes utilizan la fuerza y la amenaza para conseguir lo que desean); pueden experimentar sentimientos de célera, de in- competencia, de impotencia, de desesperanza, de 184 vergiienza, de culpa y de falta de dignidac. Muchos adolescentes que tuvieron conductas abus'vas dicen sentir miedo de las consecuencias legales que puedan tener sus actos, miedo de perder susamistadesy miedo de si mismos y de lo que puedan legar a hacer, La mayor parte de los adolescentes agresores son reacios, a acudir a la terapia y muchos de ellos se muestran directamente hostiles. Este tipo de circunstancias y caracteristicas hacen que la tarza de comprometer a estos adolescentes en una terapia se convierta en un verdadero desafio. En este capitulo expongo algunas de las ideas y practicas que me resultaron ttiles al afrontar ese desafio. Me inspiraron e influyeron particularmente en tales ideas los trabajos de Michael White (por ejemplo los de 1986 y 1989) en general y los de Alan Jenkins (1990) sobre los hombres abusivos y los adolescentes agresores sexuales, Los objetivos de la terapia Mi trabajo con adolescentes agresores sexuales apunta entre otras ideas a (siguiendo aJenkins, 1990): * ayudarlos a encarar los problemas, lo cual incluye el reconocimiento de la naturaleza y las dimensiones del abuso, afrontar las consecuencias legalesy superar Ja perturbacién, la verguenza, la culpa y los temores vinculados con el proceso; + alentar en esos adolescentes un sentido de respon- sabilidad por la conducta abusiva que tuvieron y por ‘sus vidas en general; + ayudarlos a comprender por qué ocurrié el abuso: + ayudarlos a comprender el impacto potencial que puede tener el abuso en las victimas; * alentar en ellos el desarrollo de relaciones de mayor estima y respeto.’ 155 Los supuestos en los que se basa el enfoque Para alcanzar los objetivos de la terapia con: importante comprender las creencias'y las perspecti vas que permiten a los adolescentes abusivos (y a sus familias) dar sentido a sus relaciones, al abuso y a si mismos. Considero que tales creencias y perspectivas son determinantes de la conducta de las personas y de sus configuraciones de interaccion y creo que son obstaculos potenciales (0 restriccionés)? para “alron- tar” la situacion, “hacerse responsables" de ella y para desarrollar diferentes maneras de relacionarse. Parto de la idea de que nuestras creencias, nuestros sentimientos, nuestra conducta y nuestras relaciones. estan en interrelacién e influyen entre si y reciben ademas la influencia de los valores sociales, de los valores y costumbres de nuestra familia y de otras familias’ significativas para nosotros y de muchas otras experiencias. De modo que interpreto la conducta abusiva atendiendo a la interaccion de esa clase de factores. También supongo que las caracteristicas de los adolescentes abusivos enumcradas no san una parte intrinseca de su caracter o de sus relaciones yno necesariamente representan rasgos permanentes. Por Jo tanto, el enfoque expuesto en este capitulo apunta a que se considere también el contexto mas amplio dentro del cual ocurre el abuso* ‘uesto que la mayor parte dé los perpetra abuso sexual han de continuar mantenfende deternic nadas relaciones (por ejemplo, con sus propias fami- lias, con otras familias y con otros individuos) podemos considerar que el hecho de trabajar con ellos cumple una funcion preventiva. Una terapia basada en Jas preguntas El proceso terapéutico al que me adhier: i 0 es princi- palmente un proceso de preguntas. Varios autores me an inducido a adoptar este estilo particular. Por 156 ejemplo White (1988, pag. 9) expuso la idea del proceso fle preguntas sobre “la influencia relativa”, duranté el cual seinvitaal paciente, adescribir, por un lado, qué influencia tienen los problemas en su vida y en sus relaciones, y por el otro, a declarar qué: influencia ejercen su vida y sus relaciones para mantener vivo el problema. White (1988, 1989) senialé que este proceso llevaal paciente a tratar de resolver las contradicciones que surgen cuando éste descubre las lagunas que hay en su conocimiento de si mismo, de los demas y de sus relaciones En el enfoque descrito por Epston y White (1989) se interpreta que esas contradicciones y lagunas sélo existen en la “version” que tiene el paciente de su experiencia, es decir, que el paciente experimenta problemas cuando la “versién™ que él ha, claborado (yo Jos demas han elaborado) para darse sentido a si mismo, a su vida y a sus relaciones no representa de manera adecuada la verdadera experiencia vivida. El objeto de la terapia es pues identificar y/o generar nuevas versiones que impliquen nuevas posibilidades. Epston y White sostienen que aquellos aspectos de la vivencia que escapan a la versién dominante propor- cionan un terreno fértil para generar las nuevas ver- siones. Estos autores llamaron a escs aspectos los “logros aislados” y elaboraron un proceso de preguntas que ayuda a identificar tales aspectos y a emplearlos para formar esas nuevas versiones y posibilidades. En su trabajo con hombres abusivos y con adoles- centes agresores sexuales (1990 y 1987, respectiva~ mente), Jenkins describié un proceso terapéutico ba- sado en las preguntas que ayuda a los perpetradores a afrontar el abuso, a hacerse plenamente responsables de él, a comprender el impacto que puede tener el abuso en las victimas y a entablar relaciones mas respetuosas con los demds. En lugar de poner el acento en Ja clasificacién de los problemas o en lugar de considerar al terapeuta como el conocedor y el experto (en el sentido de que es quien 187 debe dar las respuestas y las. instrucciones), ese proce- sointerrogador se concentra en la experiencia que tuvo €qPactente de los hechos, en su propio conocimientoy €n su capacidad. Este enfoque promueve ademas Ix Participacién. activa del paciente en la generacion de una Perspectiva alternativa y en la busqueda de sok, Clones, en vez de dejar en manos del terapeuta la tarea de diagnosticar, prescribir 0 aconsejar. Tales enfoques ayud an a la gente a pensar por si misma, a formar desuarollar sus propios recursos en lugar de hacer, Gepender delasideasy recursos del terapeuta.* De modo gue una terapia basada en ese tipo de interrogatorio apunta a desarroliar un proceso terapéutico que pro. mueva la responsabilidad y la independencia —dos ASPectos generalmente muy significativos en el caso de Kes adolescentes que han incurrido en conductas Evidentemente el modo de formular las pregui significativamente determinante de la efsctcdad oat Proceso. Por ejemplo, si el paciente no comprende la pregunta 0 no puede contestarla.* quiza se sienta, in. terrogado, abrumado, incompetente o incémodo, Y basta puede sentirse “objeto de un experimento téca- co”. Estos problemas potenciales pueden minimizarse Ulilizando un estilo de conversacion respetuioso, agra. Gable, cortés, sensible, amistosamente curioso y co. operador; ademas es fundamental emplear un vooa. bulario y conceptos comprensibies para el pacicne y adoptar el ritmo que mas se adapte a él Yarelaci6n entre el terapeutay eladolescente Miexperiencia me indica que para que los adolescen- tes abusivos se entreguen a la terapia es itil crear un clima en el que el terapeuta transmita interés y apoyo no solamente a las victimas del abuso sino también a los perpetradores. E] hecho de crear un clima de esas caracteristicas suministra una estructura util para 158 oponerse al abuso y a sus efectos, sin producir por ello un conflicto de intereses con las victimas.® Por el con- trario, al crear ese clima el terapeuta pucde ayudar al adolescente a afrontar las cuestiones dificiles, y ade- mas reconocer, apoyar y respetar los esfuerzos que haga el adolescente para afrontar tales cuestiones. Sibien algunos terapeutas consideran que la angus- tia, la ira y otras expresiones semejantes son respues- tas al abuso enteramente apropiadas, creo que la manera en que esos sentimientos se expresen y cl efecto que tengan en el trabajo que desarrolla el tera- peuta son cuestiones que merecen una revision critica. Por ejemplo, mi propia experiencia me demostré que si durante una entrevista me siento furioso, es muy probable que mi pensamiento se nuble y que yo haga odiga algo inconveniente. Ser paciente y desarrollar la capacidad de identificar los “logros aislados”, estar preparado para marchar al paso que marque el adoles- cente y tomar conciencia de que las detenciones o los pequerios retrocesos son parte del proceso de cambio, pueden ser actitudes utiles en tales situaciones. En determinada fase también puede ser wUl incitar al adolescente a que investigue y trate de comprender los pensamientosy sentimientos que despiertael abuso en. el terapeuta y en las demas personas. La seguridad y el bienestar de las victimas Este enfoque se concentra en las necesidades de las victimas del abuso. Creo que dar todos los pasos necesarios para contribuir a la seguridad y el bienes- tar de las victimas es una actitud coherente con los objetivos de la terapia destinada a tratar a los per- petradores del abuso. De modo que antes de iniciar las entrevistas es conveniente indagar entre las personas que remiten al paciente, las autoridades de la asisten- cia social, etc., a fin de informarse sobre los pasos que ya se dieron para proteger y ayudar a la victima. Esas 1s medidas podran reverse luego, sobre otra bas, con esas personas, conel adolescente perpetrador y con las Personas encargadas de su cuidado, En muchos casos (particularmente en aquellos que incluyan abuso sexual © abuso fisico extremo) es conveniente establecer un Periodo de separacién del adolescente y de las victimmas ‘y/olas vietimas potenciales. La separacion, ademas de Ser una gran medida de seguridad, puede constituir un medio de dar a las victimas un “espacio” para tratar de superar los efectos del abuso. Ademas puede darle al adolescente una oportunidad de comenzar a revisar su Vida y sus relaciones (0 a hacerlo de una manera mas. efectiva). Si un adolescente accede a separarse por estas razones estaria demostrando que “afronta” el problema y “se hace responsable” de él. Parte de mi trabajo en esta esfera comenzé cuando hube de tratar adolescentes internados en residencias donde se llevaban a cabo programas de recuperacién: via situacién en ia cual fos jovenes podian sentirse abandonados, desesperanzados y vulnerables, pre- dispuestos a perder la confianza én si mismos y en Ja posibilidud de mejorar sus relaciones. De modo que sé que es particularmente importante que tales separa- ciones se presenten como un paso positivo para las victimas del abuso y como una oportunidad de cambio para los adolescentes agresores. Por supuesto, loideal Seria un programa de residencia que ayudaraal adoles- Cente a revisar su vida y sus relaciones de un modo que le permitiera “afrontar” la situacién y “hacerse res- ponsable” de ella. Otros modos de asegurar la salvaguardia de las victimas y de suministrarles un “espacio” son: suspen- der o expulsar al agresor de la escuela; asegurarse de que el agresor quede bajo la supervision de un adulto en la escucla, en el hogar, y en los demas sitios donde pueda estar en contacto con sus victimas potenciales. Pero reducir el contacto de las victimas sélo es posible cuando las victimas estén preparadas para ello y cuando ya se han establecido programas para garantizar 160 Ps aridad. De modo que habria que poner sup osttp en los padres, el perpetrador y las demas clersonas significativas, concentrandose én primer a var en las necesidades de la victima. Todoel Broceso de evaluar los progresos que realice el perpetrador d epen- Gera pues de coroborar los cambios que advertan lee perconas vinculadas con él: la familia, ta vieuma (y/o consejeros), los profesores, los asistentes socié J yeniles, los comparieros de la residencia (si el. perpetra Se encuentra en uno de esos programas) eteétera. El proceso de la terapia te la primera entrevista comienzo por pedir al adolescente yvoalasdemas Personas presentes, ne macion sobre la naturaleza y las dimensiones del abuso, y sobre la vida y Jas relaciones en general del adolescente. Trato de estar atento 4 las uportuaida: des de investigar los vinculos que existen entre las creeneias {y 1a conducta) de la persona y las demas experiencias e influencias, incluyendo 198 valores 20- clales (tales como los relacionados con 208 papeles nino y masculino 0 con el tr tyes) las presiones ejercidas por sus pares, los anes ylas costumbres familiares, ete. Indagar estos vinculos puede contribuir de manera significativa a generar una perspectiva diferente o mas amplia (y por lo er fo is posibilidad de nuevas soluciones) y puede syudar al ‘paciente a comprender lo que antes/e resultabaincom- prensible. E] hecho de analizar estos vinculos es una parte posterior de la terapia que con frecuencia permite que el paciente cobre mayor conciencia de ers Hlencias que influyeron en su conducta ose sienta mas cémodo compartiéndolas: por ejemplo, es posible que revele el hecho de haber sido también él victim: xual “"pl supuest principales que las personas se react nan con ideas, sentimientos, pautas de interaccién, 161 modelos de conducta, valores sociales, pia, La direccién que tome esta indagacién debe ser Coherente con las experiencias vividas por el adoles, familia, el terapeuta y las demas personas relacionadas con el caso, antes que con los supuiestos ya establecidos sobre las “caracteristicas” de los ado. lescentes abusivos y sus relaciones. Tales supuestos, $1 Son errados, disminuyen las posibilidades de que ei adolescente y las personas que lo tienen a su cargo se comprometan con la terapia. Para facilitar ese com. Promiso es necesario emplear un vocabulario y con. Ceptos significativos para el adolescente y para su familia, Lo ideal es utilizar el vocabulario y fos con, Ceptos derivados del lenguaje empleado por el adoles- cente, su terapeuta. Nos encontramos ante una excepcin a este principio cuandolos adolescentes y/o las personas, que tos tienen a cargo utilizan un lenguaje que tiende 162 Salem tradicionesy Giniliares, ete.* ¥ las personas pueden adherinee clios, “cooperar” con ellos, “dejarse dominar o inflai eyblen, “dejarse embaucar, aplastar 0 gobernar" rer {llos. Descubri que es util interrogar alos adoleseereg (yasu familia) sobre los pensamientos y sentimientos gue experimentan acerca del abuso, sobre los efectos del abuso, sobre los acontecimientos ocurridos deste el momento de la revelacién y sobre cualquier omy Problema.que pueda tener el paciente. ¥ lo que me Barece particularmente conveniente es indagar acerca, del estilo de vida y las relaciones que preferirian tence (sin embargo, no cuento con la colaboracion del adole, cente en este tipo de indagacién). Durante esta fase de {a terapia se puede invitar al adolescente a “pone: on {la de juicio”, ‘desafiar", “apartarse de”, “escapar de”, (despreciar”, “superar” y “rebelarse contra’ o “desobe, decer” aquelias influencias que contribuyeron a que se dlera el abuso.* Todo este proceso crea un contexto ¥ €stablece “temas” que han de construir la base sobre la due se sustentardn las siguientes sesiones de la tera~ 4 | | | | | | i ad y los efectos de sus actos. Por pices aed ie te ae ae $j6n" 0 “abuso” por “cuidar de si mismo * (por ejemplo, A Iped a otro), o bien “jugar con” o “interferir en’ fequalmente). incluso ereo que es ctl tratar de no utilizar un lenguaje abusivo u ofensivo, Hostilidad, apatia, silencio y negacién doles- thos profesionales que han trabajado con adole centes tan famillartzados con respuestas como no importa” o “no se preocupe” y pueden experiment a frustracién al tratar de convencerlos 0 persuadirlos de algo. Algunos adolescentes hablan muy poco y otros no a. A veces esta actitud parece rel Sona nostitdad y aveces con la dificultad que tienen para afrontar el problema y hablar de él. ¥ algunos adolescente seneillamente parecen tener dificu nsar y hablar por si mismos. PeJerikins (1990, 1987) formulé algunas preguntas ue son “invitaciones irresistibles” para que los agreso. fes sexuales se slentan responsables, Considero que esas preguntas son illes para trabajar con Ios adoles- ivos en general y particularme aquellos que se mantiestan hesules ¥ poco Som nicatives. Generalmente estas preguntas incitan al aolescente adecir algo sobre la direccion que preferl- ia que tomara su vida y sus relaciones y mente, si el adolescents no responde, se le suelen formular a los padres 0 a las personas que lo tienen a ari Gree usted que él ya tiene las caracterstioas de un sor infantil? . Profle seguir relacionéndote toda tu vida con niftos pequerios o preferirias aprender arelacionarte con los jévenes de tu edad? ae + Le gusta mantener relaciones con las fotografias las revistas o preferirias aprender a mantener bue~ nas y respetuosas relaciones con personas reales? 163 {Bir loscasosen os que la pomagrafiaejeretoalguna * éCree usted que él de in + eDeseas serel tipo depersonaque solo piensa one, misma —y se aprovecha de lo: hos patios fans *eQuieres serlaclasi i eer fon speppona rt seated ro com acne menos hasta que se in implicaciones del cambio. f°" ™#S & fondo las ee echoes creen que para ser verdaderos pores leben actuar asi: ser rapidos con los Peas, ct rgctendes, no pensar en lo que sienten 6 escan les demas, simplemente pensar en st iismos, y st los demas no son supetentemente grandes 0 sufictentemente duros, peor para ellos eCenoces esa clase de muchachos? ® Soe . ides aq e Siders apartarte, gqué crees que dirdn y hardin * éPodrias soy é {Podrias soportarlo bien? ¢Oimo? Qué proyectos 164 El hecho de hacer esta clase de comentarios y pre- guntas adicionales contribuye a crear un context en el que el propio adolescente da razones para intentar el cambio. ‘Algunos adolescentes niegan por completo haber abusado de alguien. En esas circunstancias puede ser ‘itil formular preguntas “hipotéticas” sobre los jovenes mismos y/o sobre las personas que se ocupan de ellos. * Si una persona hubiese hecho algo semejante, gcomo podria decidir si debe confesar 0 no? ”, “Si dleseo afrontarios”,contesto Andrew. ‘ontinué preguntandoles a Jenny y John st lo que me habian dicho significaba que ellos tntentaban refutr la culpa, almenos enciertamedicla, ypretendliancargarsela a quien correspondia. Ambos respondieron que proba. blemente fuera asi y Jenny agrege que hacia esfuerzos por nodejarse abrumar por la culpa y que sedesiana st jue habian hecho todo lo mejor a ueces las cosas salen mal a ne 'spués de analizar un_poco mas en profundidad cuestion, le pregunté a Andrew qué dees woe ae habia ejercido el abuso en su familia, Despues den largo silencio durante el cual parecio cada vez mas 174 perturbido,” Andrew comenzé a Uorar y entre sollozos pudo murmurar: “Mamé Uora...ful un esteipido.... hi- ce que mamd se enfermara”. *:Te preocupan los efectos que pueda producir el abuso en tu hermanita?”, conti- nué. Andrew respondié que si y cuando le pedi que me dijera.qué lo preocupaba mas, me contesté: “Que ellano pueda superarlo”. John creia que Andrew no habia pensado en ias consecuencias que podian tener sus actos y que hablar con él de los problemas era como “escribir en el agua”. Pregunté entonces si habia habido otras ocasiones en las que Andrew no se habia detenido a pensar en las consecuencias de sus actos y los padres comenzaron a elaborar una larga lista de circunstancias en las que se podia advertir que Andrew noera tan responsablecomo debia serlo por suedad. Le pregunté a Andrew siestaba de acuerdo con esa lista y el asinti6. Los padres conti- nuaron diciendo que sentian que continuamente esta- ban “cuidando de lo que él hacia”. Interrogué a Andrew sobre lo que sentia ante esa continua observacisn y él me contesté: “Que no me gusta”. “¢Preferirias vigilarte a ti mismo?” “Por supuesto”, respondié el chico. Luego analizamos algunas ocasionesen tas que Andrew habia obrado de manera mds responsable y mas “madura”. Seguidamente le pregunté a Andrew qué relacién le gustaria mantener con su familia. Y él respondié que desearia que sus padres se sintieran orgultosos de su hijo y que deseaba ser mejor que los demas. "€ “ZY sino puedes ser mejor que los demés, seras capaz de acep- tarlode una manera madura?”. Andrew respondib: “Si, deseo desarrollar mis aptitudes y deseo tener una familia unida y feliz”. Le pregunté entonces si eso ‘significaba que querfa recuperar la confianza de los demés, mantener relaciones en las que nadie se sintiera amenazado ni temierael abuso, tener un mayor sentido delaresponsabilidad y reflexionar sobre las consecuen- cias de sus actos. Andrew confes6 que deseabe todo eso. 175 “2Qué relacién te gustaria tener con tu hermana?”, continué yo. “Quiero ser el hermano mayor, un gran hermano’, respondid. “Qué clase de ‘gran hermano’?”, inguiri, pero Andrew no supo responder. De modo que continué preguntandole: “La clase de hermano que le ayuda a resolver problemas a su hermana cuando ella lodeseaolacasede hermano que le causa problemas?” “El primera", contesté Andrew. “ZEstas seguro?”, conti- nué yo. “Algunas personas piensan que cada uno debe mirar por simismo y tomar lo que puede tomar”; Andrew estuvo de acuerdo. Entonces le pregunté qué clase de hermano deseaba ser, el que respeta las necesidades y sentimientos de su hermana o el que no se preocupa por esas cosas. Andrew respondié que queria ser el primer tipo de hermano. Pregunté yo: “Te interesa relacionarte conchicas detu misma edad o solamente con las de seis arios?” “De mi misma edad”, repuso Andrew. Hablamos iuego de las meilicias que se habian toma- do para garantizar la seguridad y un “espacio” para la hermanita de Andrew. Entre las medidas de seguridad se habia establecido que Andrew no debia permanecer solo con su hermana, que debia mantenerse alejado del dormitorio dela nina y que, en caso de que ella deseara estar con él, siempre debia haber otras personas pre- sentes. Les pregunté entonces si no existia ta posibili- dad de que ta nifia no comprendiera tales precauciones y creyera que era ella quien tenia un problema o se sintiera culpable del abuso. Jenny y John te habian explicado clara y repetidamente a la nia que era Andrew quien habia obrado mal y continuaban hacién- dolo. Ademas habian hecho que Andrew se disculpara ante su hermanita quien. por otra parte, habia comen- zado a someterse a terapia. Analizamos luego algunas ocasiones en las que Andrew ya se habia comportado como la clase de hermano que decia querer ser y alguna ocasiones re- cientes en las que Andrew habia obrado (segin las palabras de los propios padres) como “un verdadero hombre” y no como una oveja que sigue al rebario. 176 Felicité a Andrew por la capacictact que habia manijes- tadoal responcier algunas preguntas dificies yalafronzar algunas cuestiones rispidas. El hecho de invitar a ios tres a especular sobre la significacion de esos sucesos 'y Sobre hasta qué punto podian tales hechos modificar ‘el futuro de la vida de Andrew y de sus relaciones, siél sé disponia a “construir” sobre ellos, parecié tener el efectode introducir un elemento de esperanza. denuevas posibilidades. Esto contrasté con la aparente sensacion de desesperacién y desesperanza de Andrew. Esas nuevas sensaciones bien podian marcar el camino del cambio. Jenny yJohn parecian menos desconcertados, menos cargados de culpa y aparentemente estaban desarro- llando una sensacién de solucién y direccién. Juntos resolvimos revisar en futuras sesiones la posterior efectividad delas medidas de seguridad y del “espacio” que se napianestabiecido para lanina. Ademas Andrew afirmé que se sentia preparado para afrontar con mas fuerza sus problemas. Les sugeri que el camino elegiclo por Anrew no necesariamente tba a ser facil y que quizas él necesitara mucha valentia para recorrerio. Jennyestablecié que siAndrew no cambiabade actitud, Jinalmente deberia abandonar !a casa, porque en ese ‘momento la prioridad era el bienestar de su hermanita Durante las siguientes sesiones tratamos de aclarar un poco mas lo que pensaba y sentia Andrew en et momento del abuso, afin de identificar cualquier otra influencia que pudiera haber recibido el muchacho. Durante la indagacién Andrew admitié que en el mo- mento en que ocurrié el abuso él sabia que se trataba de algo malo pero aparto esa idea de su espiritu (haber admitico eso es un ejemplo de “afrontar el problema’). Le pedientonces a Andrew que mé contara detalles mas especificos del abuso y cémo habia enganado a su hermanita para que ésta participara. Este tipo de pre- guntas apunt6 a facilitarle a Andrew la tarea de “afron- tar el problema”’'y de “hacerse responsable de él", puesto que fueron preguntas destinadas (segin el enfo- 17 que de Jenkins, 1990, pag. 214) a ayudarlo a compren- der el unpacto potencial que podia tener su abuse. Continuamos luego analizando temas tales como “ser un verdadero hombre’, *ser el hermano que realmente deseaba ser’, “desarrollar las propias aptitudes" ‘aprender acontrolarse asimismo’ y “llevar unestilode vida mds maduro y responsable”. En las sesiones Posteriores también participo el hermano menor de Andrew, quien también presentaba problemas “de madut. facion” y tenia cierta tendenciaa maltratara su. hermana. ¥ luego también asistié la hermana quien participé en el andlisis de las relaciones familiares en general y con- tribuyd exponiendo una perspectiva valiosa de la na. turaleza de la relacién que mantenia con Andrew, de los Progresos que él habia hecho y de los terrenos que Seguian presentando problemas. La participacion de la nifia nos dio una oportunidad de reforzar la idea de la responsabilidad que tenia Andrew por el abuso y de hablar de otras cuestiones que ella quiso plantear En general, el desarrollo de la responsabilidad de los nifios result mas facil cuando Jenny resolvio (y John estuvo de acuerdo con ella) apartarse de una tradicion Proveniente de su propia familia, segin la cual las madres “deben hacerlo toto” por la familia —desde preparar todas las comidas hasta iimpiar la casa. ordenary lavar ta ropa, tender todas las camas, timpia todos los dormitorios, etcétera, y ademas llevar a cada miembro de ta familia a donde cada uno de ellos desea y cuando lo desea. Semejante tradicién no sélo era extenuante (particularmente a partir del momento en queJenny volvié atrabajar, unadecisionque constituyd en si misma una manera de apartarse de la tradicion) sino que ademas impedia que Jenny y John tuvieran tiempo para dedicarse a si mismos y a la relacion entre ambos (Sobre todo si consideramos que sufrian la in. Jluencia de ta idea de que tos padres siempre debven estar disponibles cuando sus hijos lo requieren), Algu- Nas actitudes que decidieron tomar Jenny y John para apariarse de esa tradicién (por elemplo, salir solos por 178 primera vez enafos, o considérar que Andrew ya tenia edad suficiente para recordar si tenia que estudiar 0 st debia realizar tareas escolares en casa—y que sino to hacia debia afrontar solo las consecuencias) hicieron que todos los chicos desarollaran mayores expectaciones sobre su propia autosuficiencia, expectaciones con las que tuvieronque lucharya las que tuvieronque ajustarse. Conclusién Trabajar con adolescentes en general y con adoles- centes que han presentado conductas abusivas, en particular, puede llegar a ser un desafio especialmente interesante. Muchos profesionales que lean este capi- tulo seguramente estaran familiarizados con las res- puestas hestiles 0 apaticas o con el silencio o la negacion de los adolescentes. Muchos también habran tomado conciencia de la dificultad (y acaso de la futilidad) de tratar de convencer o persuadir a los adolescentes de los beneficios del cambio. Este capitulo se concentré en varios aspectos de un enfoque general destinado a tratar a adolescentes que han tenido una conducta fisica, sexual 0 emocional- mente abusiva. He considerado la conducta abusiva dentro del contexto de los valores sociales y familiares, de las experiencias familiares y de los valores y expe- riencias del grupo de pares. Esta terapia apunta a identificar esas influencias y el efecto que puedan haber ejerc:do en la forma de pensar, en los sentimien- tos y en la conducta del adolescente. Este enfoque procura. principalmentea través de un proceso de preguntas. facilitar la elaboracién de una erspectivaalternativa de sf mismo, de los demas y de las relaciones. También trata de promover el desarrollo de relaciones mas respetuosas y de mayor afecto, Mediante ei estilo del cuestionario empleado, el tera~ Peuta intenta crear un clima que le permitaal paciente, antes que al terapeuta, descubrir y expresar argumen- tos a favor del cambio. 179 Notas. * Creo que las discutpas que pueda pedicel perpetrador en elcontexio ée ales ‘objetives han de ser mas auténticas y signifcatvas que las que pueda pedir en soledad basandose en la eulpa el miede * Sobre cl andlists cle la tea de “restrice¥n’, vease Bateson (1972, pag. 99) y sobre ia aphieacion de esas Was en la trapia, véage White (1986). * Deserbiren detalle algunos de los enfoques expeciicos que preden resulta lWules en los casos en que se dio el abuso sexual esta mas alla del aleance de este capitulo. Por ejemplo. Jenkins (1987) expone un enfoque destinado a tratara los adolescentes agresores sexuales, Eateautorahadeademis una proljadescrpeiin (1990 deta relacion que existe entre ls valores eulturalesy sociales ye! abuso. “ Muchos profestonales que eligeron esta orientacién terapéutica no son \radiclonalmente consicerados “terapeutas” o“expertos™ Por elemplo. conozco a Varios asistentes sociales dela Juventud que de manera “experta"y “Lerapéuies” sayudan alos jovenes a pensar por si mismos a abrigar perspectivas diferentes. @ Inacerse expertos en si mismos y a elaborar sus propiassolciones. + fin embargy, cou frecuerels las pregunias que fovian al paciente a ilen- flea “lagunas” en su apreciacién de ls hechos. de sh mismo. de los dems y de ‘us relaclones provocan clertaconfusié. inertidumbre 0 desorientacton tase ‘White, 1988. pag, 9). Stel paciente tala de excusaree ono puede comtestar. con Irecuencia me parece conventente teconocer que se trata de una preguinla dif ‘decile que puede tomarse su tiempo para contestar 0 que silo desea podetrns ‘elomar e5¢ tema mas tarde oflicitarle por bs Intentos reaizados por resjonder © por pensar en la respuesta No obstanie, reconcaco que algunas actitudes del terapeuta demasiado ‘comprensivas pueden. aungue tnvoluntariamente, dar ka impreston de que ¢! profesional no censura y hasta apoya los actos abusivos, el estilo de vide Srresponsable y los valores que lnfluyeion en ese este, Excusar la conducta abustia oproteger al perpetrador delas consecuencias razonables de su acto son ‘lempls de ese tipo de actitud ” Sobre una deseripeisn de ese programe, véate Menses y Durrant (1966). * Michael White (1989) se remite a un proceso de “separar"a la persona del problema. ¥ llama a ese proceso “externalizactén" del problems, Ademas describe ‘un evestionario de “influencia relatva’ que constituye una “practica de exteralizactén’. ‘tuchos aolescentes parecen sents francamente ineémodos ante laideade ‘cooperar, puestemen ser“dominados" "engafiados""molestadusa"mane)a@oe" 180 | | | | t | | | | 1 | | | | i eneralmentees0s misitos adalescentes encventran mucho més atractvala des Ge “oponeres a", rehst",“desobedeces” 0 “repelarse. ‘Estos cjemplos paricularesde preguntas y comentarios corresponcen spo aque tiende a diseut los eatereatlpos culturales de masculindad —esterectipos (que pueden colneldr con los valores que sostiene la familia del adolescenteo que Aefienden sus iguales—y stelen ser dtles en el tratamiento de los adolescents ‘arones. Porlo demas, pueden ger importantes eincitar ala reflexin a as der personasqueasistenalas sesiones con el adolescente. porejemplo. los padres os Bsistentessncales, etcetera "Jenkins (1990, pag. 124) da alguhas ideas adicionales sobre I te negacten. respuesta a "Sobre un andliss de las “recaldast véase White (1986, pig. 178) © Bp suobrade 1985 de Shazer ae reflere a las “excepelones” al problema al vagrovio™ 1 By notable la capacidad que tenen los adolescentes para no dejarse conveneer fl siqiera pet los razonamlentos mas persuasivos. Tatar de conven ‘erlos 0 peruatiros en estas clrcunstancias puede hacer incluso que el joven ‘onsidere que el terapeuta fo los padres} 80n qulenes estan realizando el cambio ‘estan pensendo cn su Iga. El este de preguntas que proponemss en ese ‘enfoque Infta a} aceleacente w ezaveneerse 9 psrauadir 9 of mismo 'S probablemente muchos terapeutas que lean este trabajo hayen tenkdo ‘expertencas srilaes al pensar en Su trabajo o en otros aspectos de sus vidas. ‘este tipo de preguntas incite al pacientea considerarIns perspecivas de los demas, perspectivas que en ese momento pueden difertr bastante de fas suyas y ‘que bien pueden conatitulr un camine para el cambio. Cuando se presentan estas pausas el terapeuia puede desviar Io conversa cia hacla otro tema o ayudar al paciente a continuar. Sin embargo. en machos feasos tales pausas pueden suministrar la oportunidad de qucel packente enfrente In cuestiones eifelles y hache contra ellas. Ademis pueden proporcinarie al ‘sdolescente un “espacio” pars pensar y respondersea si mismo. Los aolescentes que han manifestado conduetas abusivas con frecuencia parccen sense Incémedos, ineompetentes, cle. En general ellos asocian Ia idea Ge sentise mejor con ser més grandes, mas fuertes, mas nudos. mis lstos, ‘mejores, ete ¥ para muchos ese objetivo se aleanza més facimente vnculindose {9 con frecuencia abtsando de ells} con personas mis pequehas. mas debits, menos listas. tetera 181 = Referencias bibliograficas Bateson, G... 1872, Steps toanEcolog fveva York, Balan eciet - ye Mind. Nueva York, Ballantine sy. Beste S. 1985, Keys to Solllons bi Brief Therapy. Nuva York, Epston, 0. y White, M.. 1969, Literate Means to Th rds, ‘celica, Duidieh Centre Publications, sn kins. A., 1987, “Engaging the adolescent us sais 1967, “Engsging sexual abuser” Nolas de Jenkins, A., 1960, Invitations to Responsabty: The therapeutic engagement of men who are violent and abusive. Adelaida, enaegeren of men sive. Adelaida, Dulwich Menses. G. y Durrant, M., 1986, “Contextual resklentlal care: the application of the principles of cybernetic therapy to the residential {reatment oftresponsibleadolescents and ther fanles”. Dulwich Gone Review- tambien Journal of Strategie & Systemic Therapies, verane, White, M,,1986, "Negative explanation restraint couble deseription: 2 tape fr family therapy Famdy Process, 202, pags. 169-1be ie, M.. 1988, “The process of questioning: @ thet iment” Buich Centre Newser memo. PY EPAy ie, M., 1986/89, “The exterrlizing of the problem ~ col 1888/80.” 8 of the problem” Dulwich 182 5 Abuso sexual Dos mujeres exponen dos maneras diferentes de encarar el mismo problema y en la misma perspectiva Irene Esler y Jane Waldegrave Comenzaremos este capitulo con una deseripeién de nuestro pensamiento acerca de los diferentes contex- tos en los que se desarrolla nuestro trabajo. Esto per- mitira que el lector tenga una idea de nuestros origenes y formacién, de nuestras actitudes y nuestros valores, de nuestros supuestos y creencias, todos aspectos que han influido en nuestro trabajo. Al considerar el tema del abuso sexual, desarrolla- mos nuestro enfoque dentro de los siguientes contex- tos: + el contexto social, politico y cultural; * el contexto terapéutico; + el contexto del abuso sexual 183, Los principios basicos del trabajo terapéutico £1 pensamiento del terapeuta tiene un profundo. efecto en las interacciones que mantiene con sus. Pacientes, El lerapeuta incorpora inevitablemente su Propio analisis social, politicoy cultural al modelo terapéutico de trabajo que utiliza Supuestos referentes al contexto social, politico y cultural Consideramos que el problema del abuso sexual se da en un contexto social, politico y cultural, Esto significa que interpretamos el abuso dentro de un contexto mas amplio que el simple contexto familiar. Las familias forman parte de un sistema mas amplioy el sistema mas amplio ejerce su influencta en las creencias de cada femttia. Le que ocurveen uina familia €s un reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Sostenemos la idea de que vivimos en una sociedad basada en una ideologia patriarcal que la modela y nuestro andlisis social, politico y cultural se desarrolla dentro del contexto de esa ideologia. La sociedad alien- ta las actitudes y los actos patriarcales. La sociedad perdona al hombre que ejerce su poder sobre la mujer ¥ los nifios. Y esto promueve una condicion subordina- dade las mujeres en la sociedad y en la familia, En el terreno cultural se da una configuracion simi- lar. La cultura dominante eferce su poder politico, Social y cultural sobre las culturas de las minorias. El grupo més beneficiado de nuestra sociedad es el de los varones blancos de clase media porque la sociedad admite el dominio de esas actitudes y actos culturales, lo cual fomenta la eondicién subordinada de las cult. ras de minoria. 184 Jideramos como algo inevitable que las familias se conten eh participes de situaciones abusivas. Pues una situacién abusiva es aquelia en la que una persona ejerce su poder sobre otra. La socieciad crea un ambiente en el que los hombres tienen poder sobre las mujeres y las ‘amilias son las victimas de esa circuns- tancia. ‘Supuestos referentes al contexto terapéutico ‘Nuestro andlisis sexual, politico y cultural esto que nuestro andlisis se desarrolla en el con- texto ae ie ideologia patriarcal, nuestro modelo tera- péutico recibe, en gran medida, la influencia de ese “rina Jas implicaciones que tiene para la terapia el hecho de considerar el abuso dentro de un contexto mas amplio que el mero contexto familiar, es gue algunes de nuestras preguntas giren alrededor de ta influencia que ejercenlas actitudes sociales patriarcales en lo que ocurre en la familia o la conexion que puede existir entre ambas esferas. Formulamos preguntas que apuntan a tratar las creencias y las autoper- cepciones de los miembros de la familia como un camino para tratar las cuestiones patriarcales con este upo de pregunta: “{Cémo se explica que tantas perso- nas guarden silencio cuando viven una situacién abusiva?” Algunas ideas sobre el cambio Unobjetiveds ta terapia es capacitar ala fainilia para que realice cambios que la lleven a mejorar su situa- cion. Es importante escuchar las versiones dé la fami- lia, pucs sus miembros necesitan sentirse comprendi- dos, justificados y tranquilizados en cuanto a su ex- 185 periencia. Sélo entonces pueden contemplar el cambio en un nivel de autént convencimiento. La nueva informacién origina el cambio. La nueva informacion le permite al paciente comenzar a pensar en sus problemas de un modo diferente. Llegar a comprender las configuraciones de relacién que se desarrollan entre los miembros de la familia y la conexion que existe entre esas configuraciones y el problema, ayuda tanto al terapeuta como ala familia a concebir el problema de un modo diferente. Toda familia sostiene ciertos supuestos y ciertas creencias sobre cémo son las cosas. Esas ideas pueden limitar o frenar cualquier intento de buscar soluciones diferentes a sus problemas. Un objeto de nuestra terapia es encontrar la manera de alentar a la familia a observar las cosas desde un punto de vista diferente, En principio adoptamos una posicion de curiosidad y de interés por saber cémo sucedieron los hechos, afin de permitir a los miembros de la familia expresar sus sentimientos de censura y sus juicios. Ademas nos colocamos en una posicién de respeto, aun cuando no aprobemos algunas conductas de los miembros de la familia, El tipo de preguntas que formulamos apuntan a: * escuchar las versiones de las personas; * comprender las creencias que sustenta la familia * comprender las configuraciones de relacién fami- liar o las costumbres de interaccién; * comprender los vinculos que puedan existir entre el problema y los modelos de relacién familiar en el contexto de las creencias de la familia. * apoyar a los pacientes en todas las actitudes que demuestran que tienten buenas intencione: *alentar a los pacientes a observar la situacion desde ‘un “metanivel”; * alentar a los pacientes a mirar el problema en una perspectiva diferente 186 Supuestos sobre el contexto del abuso sexual Nuestras actitudes y valores ejercen su influenciaen el modo en que hemos de tratar a las familias que han sufrido un abuso sexual. Nuestro andlisis social, cul- tural y politico y nuestras ideas sobre el cambio nos suministran la base para decidir qué pensamos del agresor, de la victima y de los demas miembros de la familia y como hemos de encarar nuestro trabajo con ellos. * Creemos que el agresor es el responsable del abuso. Su conducta es en absoluto inaceptable y en ningun momento debemos dar la impresién de que perdona- mos ningun especto del abuso. Creemos que la victi- ma/sobreviviente y el terapeuta deben aclararle este punto a la familia, * No promovemos la participacién conjunta del agre- sor y la victima en una sesién familiar hasta que: “el agrescr esté dispuesto a hacerse completamen- te responsable del abuso; reconozca el perjuicio que le causo al sobreviviente y sea capaz de pedirle disculpas; ~ « lavictirra esté preparada para una sesion de esas caracteristicas y se presente acompafiada por alguna persona que la apoye. + No tratamos a la familia con el “oculto” propdsito de mantenerla unida o de unir a la pareja. Nos interesa mas ayudar alos miembros de la familia a resolver las ‘cuestiones de sus relaciones reciprocas que “hacer fa- milias felices’. No nos interesan los reproches de la mujer o los reproches de Ja victima. © Creemos que la prevencién es muy importante. Si no se rompe el circulo del abuso pueden repetirse los papeles de agresor/victima. Si un agresor no llega a hacerse responsable del abuso, es probable que en otra. situacién vuelva a obrar del mismo modo. * Todos los miembros de la familia sufren los efectos del abuso. La familia experimenta un trauma emocio- nal. Sélo puede producirse cierta cura si se resuelven 187 las cuestiones emocionales de la familia. Cuando el perpetrador se hace responsable del abuso, reconoce cl perjuicio que le caus6 a la victima/sobreviviente y pide disculpas, se ha logrado avanzar bastante en él Proceso de cura dela victimay de los demas miembros de la familia. Creemos que en este proceso de cura es muy importante el trabajo individual, pues ayuda a cada uno a elaborar su dolor emocional y su pena y a pensar en las relaciones familiares. También esimpor- tante en este proceso trabajar haciendo diferentes combinaciones de miembros de la familia y de sesiones familiares pues puede ayudar a que cada uno elabore el dolor que le producen esas relaciones. También es til el trabajo de grupo: por ejemplo, en el proceso de cura del agresor. la confrontacién con sus pares y el apoyo de éstos constituye una poderosa ayuda para que el perpetrador se haga responsable de su con- ducta, Dar sentido al abuso: una teoria de la restriccién Las ideas cibernéticas de la terapia influyeronconsi- Gerablemente en nuestro enfoque, particularmente los conceptos de Bateson llevados ala practica por Michael White (1986). Entendemos por “cibernética” el hecho de que se prefiera una explicacién negativa de los hechos antes que una caracterizacién positiva o “normativa". Esto significa que los acontecimientos toman un determina- do curso porque existen restricciones que les impiden tomar una direccién diferente, es decir, que se opone a lacreencta de que las fuerzas internas 6 las compulsio- nes marcan el rumbo de los hechos. La explicaciin negativa pregunta: “qué impide a un individuo oa una familia obrar de un modo diferente? Este enfoque se interesa por saber cual fue el elemento restrictivo que impldié que los miembros de la familia participaran de interacciones y soluciones diferentes. 188 De acuerdo con lo que sostiene Bateson, ins restric~ ciones obran en relacién con la informacién que tienen los miembros de la familia de la diferencia. Las restric- ciones marcan un umbral més alld del cual no es posible percibirla informacion referente ala diferencia. La tarea del terapeuta es pues suministrar informacion que quite del medio esos umbrales e invite al cambio. Restricclones econémicas que impiden la alternati- va. Se refieren a la escasez de recursos financieros y sociales disponibles que dificulta el cambio. Esta ¢s una consideracién muy importante en el caso de las mujeres y de los nifios. Restricciones generales. Se refieren a la matriz inter- na dela vision del mundo que tiene un persona —sus. valores, sus creencias y su plan interior—. Estas restricciones no limitan su influencia al plano del individuo 0 de la familia, sino que obran en un nivel social mas amplio Encuanto a la victima podemos preguntarno’: ";Qué Je impide superar el trauma de la violencia o el abuso?” Estas son algunas de las restricciones posibles: * Adin se sigue dando la violencia 0 el abuso. + El padre (0 el miembro agresor de la familta) permanece en el seno de ésta y no acepta ‘a responsa- bilidad que le cabe por la violencia o el abuso; * Lanifa 0 el nino (0 joven) ha perdido Is confianza; La persona que sufrié el abuso puede recibir ayuda para comenzar a abrigar ideas sobre cuestiones tales ‘como que no tiene razones para censurarse, que lo que ocurrié no fue por su culpa, que no es una persona imperfecta, sin dignidad, impotente, que merezca un castigo, En cuanto al perpetrador podemos preguntarnos: “Qué le impide a este hombre hacerse responsable de sus actos?” Las restricciones pueden incluir: 189. svalores patriarcales de control, poder y domin: * creer que los padres o los hombres ain, ‘denen derechos sobre los demas miembros de la familia * que en la sociedad actual la sexualidad y el poder masculina estén interconectados. Pose En cuanto al padre que ejerce el papel protector {generalmente la madre) podemospreguntamos “zQué fe impide proteger a su hija?" En este caso pueden exist Jas Siguientes restricciones: *elpoder que tiene el perpetrador para silenci demas miembros de Tafarnigy P*Stenclar alos * la propia historia de la mujer, que sufido también ela violencia abuso semaine praela, dalla de un sostén emocional, econémico y * ideas sobre cémo sobreviven las mujeres solas ‘nuestra sociedad sin la proteceion maseuinns * temor a la represalia, la violencia o el abandono, En cuanto a la sociedad en gene en geneval podemos hacer- nos la misma pregunta basada en una explicacion hegativa de los acontecimientos: “,Qué impide que se luche contra la violencia y el abuso con mas efectivi. dad?” En este caso las restricciones son numerosas: ‘ * falta de aptitud 0 conocimientos paraluchar contra a violencia y el abuso: un sistema judicial que suele disuadir a las vietimas de que informen lo sucedido 0 Prosigan con las demandas; * el poder de la unidad familiar praclpoce que cierra filas para * elcontrol social (,quién tiene y esgri muestra sociedad?); acme * soluciones funestas —el envio de ia vi hogares sustitutos, separacion, traslado del nite sua . , traslado resulta aun mas traumatico—; oe * la pérdida de un importante ingreso econé ‘ondmico, cuando se obliga al hombre a abandonar el hogar; 190 * 1a lucha que implica para las mujeres sobrevivir sin ‘un compafero y criar solas a los nifios. Les principios de Ja terapia + Creemos que es fundamental hacer que el contexto terapéutico sea un espacio seguro donde se pueda decir todo y donde las personas sepan que no van a sufrir dafios. Por ejemplo, un aspecto importante es la ‘seguridad de la mujer ante las presiones, las emenazas © la violencia potencial que pueda engendrar el hecho de que le comunique a su companero (el agresor) que desea poner fin a la relaci6n entre ambos. Tratamos de que la sesién terapéutica sea un lugar seguro donde estas cuestiones se puedan expresar y donde se obten- gan garantias para la futura seguridad de la mujer. * Es facil que el terapeuta, sin advertirlo, refleje las -configuraciones de la familia con la que esta trabajan- do. En las familias en las que se da el abuso sexual el conflicto de poder es una cuestién importante. Por consiguiente el equipo terapéutico debe tomar con- ciencia de esas configuraciones y modelos para no terminar participando de esas disputas, ya sea entre los propios terapeutas con los miembros de la familia. « En este enfoque terapéutico atribuimos importan- cia al sexo del terapeuta, especialmente en el caso de las mujeresque sufrieron abuso sexual. Es mas proba- ble que se alcance la curacién de una persona que ha sido agredida y sometida si el terapeuta es del sexo opuesto al del perpetrador. * Tratar 2 una familia entre varios equipos terapéu- ticos exige un constante ajuste y es una tarea dificul- tosa, pero la idea de que todos los miembros de la familia deben participar para llevar adelante el proceso de curacién a veces hace necesaria esa red de interac- cin terapéutica. 191 * Cada familia es tinica. Aunque tengamos objetivos similares para todas, el proceso en cada caso es dife- rente. * 1 abuso sexual es una conducta compulsiva que tiene relacién con el sexo del agresor. El tratamiento con los perpetradores debe poner el acento en esta cuestion, Un caso (de Irene Esler) Anne: un ejemplo de superacién de un estilo de vida. de victima Mi colega, Susan Bolt,' estuvo tratando a Anne du- rante varios meses como parte de un programa de preparto que se desacrollaba en un hospital obstétrico, Aune habia dejado la ciudad y se habia mudado al campo. Susan me propuso que filmaramos juntas un video que marcaria el fin de la terapia de Anne y registraria su paso de victima a sobreviviente. Echando una mirada retrospectiva veo que lo que hicimos fue reunir un auditorio para que escuchara el relato de Anne. Las ideas de Michael White y David Epston nos resultaron particularmente utiles para comprender la importancia de relatar y reescribir las vivencias de las personas. Anteriormente nadie habia prestado atencién a la version que tenia Anne de su propia vida. Ni su familia ni sus amigos, ni los profesionales que la habian tratado previamente, habian tenido en cuenta su expe- riencia. Anne se lamentaba y luchaba por sobrevivir a las abrumadoras dificultades que le acarreaba el hecho de continuar Ievando un estilo de vida de victima, Al conocer a Anne mi propésito fue ayudarla a seguir Ja trayectoria de su paso de victima a sobreviviente, para que ella pudiera asi relatar su propia version, descubrir su propia trayectoria y disefar su propia 192 vida. Durante el tratamiento descubri que Anne cra una mujer notable, fuerte y capaz de reaccionar ante las vicisitudes, de buenos sentimientos y amable. Este es su relato de supervivencia. La version de Anne Tengo 28 afos. Estoy embarazada de siete meses, el padre del bebé es John, mi pareja desde hace un afc. Tengo una hija, Natasha, de siete anos. A los 18 anos quedé embarazada y cuando Becky tuvo tres meses la di en adopeién: lo hice porque cret que la mujer que la adoptaba mantendria el contacto conmigo. Fue un arreglo privado, no intervino la asistencia social, pero la familia que adopté a Becky no cumplié lo pactado y se mud6 a otra ciudad, Sé que algiin dia Becky querra encontrarme’y yo la estaré esperando. Todavia siento mucho dolor al pensar en ella. Mis padres se separaron cuando yo era atin un bebé. Como eramos siete hermanos, entre mujeres y varones, nos enviaron a distintos hogares. El abuso comenzé cuando yo tenia 3 04 afios, oquiza cuando aun no tenia tres. Sujri abuso en la mayor parte de los hogares de adopeién por los que pasé en mi infancia. Cuando la persona que nos tenia en su casa se cansaba de nosotros 0 queria salir de vacaciones ibamos a parar al manoseo de algiin otro. Todos los dias trataba de ocultar que mojaba la cama. Recuerdo que en unade las casas en las que vivieramos tres que tratabamos de ocultar e! mismo problema y debiamos lavar nuestras sdbanas antes de ir a la escuela. En esa época yo tenia cinco aftos y eso me ocurria casi todos los dias. La intromisi6n de tos hombres me hizo mucho darto. ¥ es algoque comenzé cuando yo eramuy joven. Recuerdo @ un vecino que me llevaba al sétano de su casa, me hablaba y me manoseaba. En aquel momento le conté a ml madre adoptiva io que estaba ocurriendo y ella no s6lo no me crey6 sino que me encerré en mi dormitorio 193, durante una semana, diciendo que yo habia inventad todo. Durante toda mi infancia sufri abuso sexual a in. tervalos. Cuando mi madre valvid a casarse yo volvi a vivir con ella. Mi padrastro nunca me molest6, pero hace unos dos aftos, estando yo con una fuerte gripe y al no poder ocuparme de Natasha, fui a’pasar unos dias a casa de mi madre. Ella no estaba, pero su marido i se encontraba alli. Nunca antes él me habia tocado: creo que fue el primer hombre que no lo hizo, por lo menos hasta entonces, y quizas haya sucedido porque yo estaba enferma, pero el hecho es que se aprovecho de mt ¥ fue algo que realmente me sacudid, Simplemente me puse a llorar. Una vuelve a su casa en busca de seguridad y confia en un hombre como ése...¥ lo peor detodoes duc esa vez yo ya erauna persona adlulta, ya erauna nifia, y sin embargo dejé que algo asivolviera aocurrirme. No se lo conté ami madre. ‘Novae lapene Una parte de Ia sesion: Anne: Precisamente después de ese incidente pensé: pares No voy a continuar siendo una victima toda la vida”. TE: g¥ cémo se las arreglé para cambiar el sentido de ta corriente? ¢Como hizo paradejar de sumergirse cada bez mas en todo esto? Anne: Creo que el principal instrumenio fue desearlo mucho, Tengo aNatasha, quees muy importante para mi. Me digo “yo también soy importante” da buen resultado, 2 renee 18; eDe alain modo piensa que usted tlene la culpa? : Siempre ocurrié por miculpa. Es lo nne: Siemp Ip que he estado IB: @Y realmente lo cree? ine: En realidad sé que no es ast, pero eso es lo que phizpsar tos demas de mi : + éY qué piensa usted de si misma? ¢Acas también importante? aed 194 Anne: Si, sé que enel fondo soy una buena persona, una persona generosa. No quiero lastimar a nadie. Y ésa es mi perdicién. Dejé que todos “me pisotearan”. No me importa sufrir, mientras no haga sufrir a los demas. IE: Qué ocurre cuando usted se lamenta por el dolor de los demds? gbl hecho de hacerlo le resta fuuerzas para ocuparse de si misma? Anne: Si, absolutamente si. No entiendo por qué soy tan fuerte. Sé que he sobrevivido a todo el dolor del ‘pasado, pero realmente no comprendo de donde he sacado las fuerzas. En el fondo sé qué clase de persona soy, pero nunca he dejado que esa persona que esta dentro de mi se manifieste. IE: ¢¥ cémo cree que podria ayudarla a “salir”? Anne: No lo sé. IE: Tengo la sensacton de que usted ha comenzado a verse a si misma desde un dngulo diferente. Anne; Si, asies. TE: Qué otras sefales le hacen pensar que usted se esté viendo a si misma de un modo diferente? Anne: Por efemplo, el otro dia ocurrié algo cuando fut a la Oficina de Correos a cobrar mi pension y pregunté si estaba en fecha. La mujer que estaba detrés del mostrador me dijo: “Tiene usted suerte, va a cobrar todo ese dinero”. Y yo senti como sime hubiera dicho: “Usted no vale nada, no merece recibir ningtindinero". Bueno, yo levanté la voz y le dije lo que pensaba de ella. Y sali de la oficina con la cabeza bien alta. IB: Es facil sentirse carente de dignidad cuando uno ha ‘sido tan maltratado como lo fue usted durante su infancia. Es admirable que en esa ocasi6n haya sabido reaccionar tan bien. Anne: Muchas veces he tratado de reconcebir esos pensamientos. Es decir, como me veo a mi misma. Nunca pensé que seria capaz de cambiar. Continué confiando en la gente y la gente continué lastimando- me, Pero he decidido no seguir obrando asi. TE: 2Y cémo lo decidi6? 195 Anne: Ahora sé que puedo decidir que la gente que me lastima no me gusta. Y he cortado el contacto con esas personas. ¥ dejé de ser amable con ellas. IE: ¢Considera que ésa es otra senal que marca el camino para transformarse en usted misma? ‘Anne: Si, supongo que si IE: ¢Qué otros signos de fortaleza advirtié en usted? Anne: Porejemplo, ledigoa mthija que debe ser fuerte. Cuando yo era nina nadie me creyo y yo le digo a Natasha que siempre le creeré. Ademas te dje a John: una oportuni . Si “Slo tends una opo Si llegas a tocarta todo TE: gCudindo comenzo a verse a si mi sobreviviente? Sal eae ie Anne; Si lo pienso bien, hubo cambios dramaticos. a lembien.es cierto oe se trata de un proceso iento, : Como hizo para spect, od ieCémo hizo para alertar ese aspecto fuerte de su Anne: Los demas no se preocupan por uno, es impor- tanteconflarenunomismo. Yome detengoanicelespejo y ne go. “Vamos, Anne, manzente fuerte”. IE: |Parece ser una buena formula! Anne: He llegado a aceptar que no hay nada malo en pea una persona diferente enel espejo. : ¢Como se siente afroniando el, que le espera? Stare) ea odio Anne: Habrd dias dificiles y dias felices, lo sé. Pe definitivamente ha habido un eae 180 gradios. IE: ¢Siente usted que desde que lleva un estilo de vida de sobreviviente ejerce un mayor control de su vida? Anne: Me digo que esos pensamientos pertenecen al pasado y que el futuro me pertenece a mi. Aun siento mucho dolor por mi madre, mis hermanos y mis herma- nas. Es un dolor muy profundo. IE: gY como se manifiesta ese dolor? Anne: Bueno, me costabarealmente mucho abrazar a mi hija. Y siempre encontraba excusas para no acari- ciarla. Sélo después fui capaz de alzarla en mis brazos, aunque no siempre, s6lo algunas veces, y ahora puedo 196 acariciarla 0 decirle “hazme una caricia’. Siempre fui una buena madre con Natasha. nunca la golpeé ni la rechacé, ninada por elestilo. Pero ahora siento que todo marcha mejor. TE: Eso suena a que ahora hay una nueva dimension en las relaciones que mantiene con Natasha que antes no existia. ‘Anne: Si, es asi y es algo muy estimulante. Conelusién: Estas fueron las tltimas palabras que Anne pronun- cid cuando nos despediamos: “Siento que de usted surge una fuerte corriente de interés en mi. A veces la gente no esta realmente interesada en otr los relatos de los demds. Perodurante los tiltimos meses senti que Susan siempre estaba ‘auténticamente interesada y que ahora ambas se inte- resan y se preocupan por mi experiencia. Y ahora siento también que puedo defarla atras. Otro caso (de Jane Waldegrave) Las principales influencias que recibi fueron la del Grupo de Milan, la del trabajo de Peggy Papp y Olga Silverstein, de las ideas de Michael White y David Epston, del concepto de trabajar en combinacién ex- puesto por el equipo de Rochdale, ? mas recientemente del trabajo de Amanda Kamsler y de mi propia expe- riencia en el trato de pacientes que me enviara cl departamento de asistencia social. pacientes cuyas familias recibian una enorme influencia de un sistema. mas amplio. Me interesa particularmente tratar en la terapia las configuraciones de relacién que existen en la familia, los efectos que ejerce el pasado en esas relaciones y los efectos que tienen las creencias familiares en esas mismas relaciones. Me interesa que los miembros dela 197 familia encuentren sus propias fuerzas al comprender lo que sucedi6 y qué significacién tienen esos hechos para ellos; por otra parte me importa que lo hagan desde el punto de vista de la supervivencia. Pues esa posicién ha de contribuir ala cura y ha de ayudarlos a descubrir los recursos con los que cuentan para afron- tar el futuro, Las ideas del equipo de Rochdale referentes al traba- Jo“en red” senalan la importancia que tiene el hecho de que todas las personas implicadas en el problema Participen (los terapeutas y la familia) a fin de que puedan hablarse unos a otros de un modo que los Capacite y los ayude a resolver el problema. Empleé estas ideas en el Departamento de Asistencia Social de Nueva Zelanda. Con frecuencia las familias presentan un tipo de problema que incluye muchas y diferentes cuestiones y esa complejidad exige que la gente apro- Plada discuta todos los aspectos del problema. A veces este enfoque incluye hacer reuniones con diferentes grupos de profesionales. Podria considerarse que esto es mas como caminar lentamente sobre una ciénaga y llegar al otro lado que como hundirse en ella y ahogar- se El modo en que cada profesional instrumente cada fase influye (y constituye un modelo) en las pautas de relacion dentro del sistema familiar y dentro del siste- ma de la familia y el terapeuta. Si la primera parte no se realiza de manera eficaz, las'siguientes han de ser mids dificiles. Reconocer el abuso y cambiar las conti- guraciones de relacién son dos procesos simultneos. El equipo terapéutico debe cuidarse de no convertir- se, inadvertidamente. en un espejo de los modelos de Telacién de la familia. Las luchas de poder que inevita- blemente existen en las familias donde se ha dado el abuso sexual impregnan profundamente los modelos de relacién. Elhecho de trabajar con este tipo de familia expone @ los terapeutas al riesgo real de quedar atra- Pados en esas configuraciones, por ejemplo, en el 198, modelo del desequilibrio de los sexos 0 en el modelo de las diferencias de poder. La familia Wilson: un proceso de cura mediante la terapia Un colega y yo estuvimos tratando a las familias de algunos hombres que estaban recibiendo terapia en un Grupo de Adultos Agresores Sexuales, dirigido por Stephen Jacobs (mi colega) y el doctor Fred Seymour. La entidad para la que trabajamos es una Unidad de Servicios Especiales del Departamento de Asistencia Social (DSW). Esto significa que con la familia partici- paba también un asistente social del DSW. En este caso, la madre de la joven que habia sufrido la agresion denuncié el abuso a un asistente social del DSW. En nuestro trabajo con esta familia tuvimos dos metas principales. Por un lado tratamos de ayudar al perpetrador a que se hiciera responsable de lo que habia hecho, a que fuera capaz de reconocer el dano que le habia causado a la victima y se disculpara ante lia, El hecho de que el agresor hubiera sido capaz de asistir al Grupo para Adultos Agresores Sexuales ya indicaba que habia tenido que admitir su condicién de agresor sexual. Aunque ya era algo, eso no significaba que el hombre se hiciera responsable del dafio que habia causado. El segundo objetivo fue incluir al resto de la familia y proporcionarle una oportunidad de desarrollar un proceso de cura mediante la terapia. Hicimos conside- rables esfuerzos para ayudarlos a admitir sus propias fuerzas y para afrontar su pena. Resultaba claro que, desde ei punto de vista de la victima/sobreviviente. si el agresor queria volver aentablar unarelacién con ella era necesario que primero se hiciera responsable de! abuso, reconociera el dafio que habia causadoy pidiera disculpas por ello. El siguiente caso que describiremos es Ja larga historia de cémo una familia pudo elaborar el trauma 199 del abuso sexual. £1 perpetrador (marido, padre) no formé plenamente parte del prdcenn tree [ina wee que complet6 las sesiones del Grupo para Adultos Agresores Sexuales no quiso continuar some- uendose actra terapia. De modo que no formé parte del grupo familiar original desde el comienzo de la terapia, Cuando nos referimos a la “familia” hablamos pues Principalmente de la nueva familia de la madre ¥ los La familia Wilson Brian tmarido/padre/padrastro) abusé de Prue 115 arios) durante varios alos ie Rosemary (10) una sola vez unos cuatro afios antes de que se iniciara esta terapia. Prue le conté lo ocurride a su madre, Louise, quién actué de inmediato, Esa misina Pochellevéa Prue al destacamento de policia. Rosemary también revel6 el abuso que habia sufrido. Brian fe. llamado a deciarar por la policia y admitid habs: abusado sexualmente de Prue, pero dijo que “no re. cordaba’ haber necho lo mismo con Rosemary. Brian dejo el hogar y estuvo de acuerdo con asistir al Grupo Para Adultos Agresores Sexuales durante trece seefe hes, Un noche or semana, nla familia hay otros dos ninos, Sarah y Thomas (de 4 aftos), hijos de Louise y hey rey Rosemary son hijos del primer matrimonio de Louise Louise y Brian vivieron juntos durante siete afies .,Etprimer contacto que tuvimos con la familia fue ana eunion de convenio” que respondia a una exigencia de preingreso al Grupo de Adultos Agresores Sextiales Una parte del convento exigia que la familia asisticra a las sesiones que necesitara. No se obligaba a Louise ni a las nifias a que vieran a Brian, pero éste debian Presentarse si Louise pedia que lo hiciera uise no quiso asistir a esa primera reunt6 crn ap eens erarcurnporae Brian pudiera refuir los cargos contra él". Una semana 200 después’ visité a Louise y le ilevé el convenio para explicarle en qué consistia y para convencerla de iniclar un proceso de cura para ella misma v para sus hijos mediante una terapia. La familia tenia profundas convicciones religiosas La iglesia a la que pertenecian habia apoyado a Brian y ejercia presién para que Louise lo perdonara. Louise consider6 conveniente buscar su propio consejero re- ligioso pues ella y sus hijas estaban teniendo algunos problemas de fe. Un pastor estuvo de acuerdo con tratar a Louise, Prue y Rosemary individualmente y hablar con ellas del tema del abuso sexual. Convinimos entonces en que yo seria quien me hicicra cargo del caso y dirigiera la terapia de la familia con un colega. Dispuse realizar una reunion familiar con Louise y sus cuatro hijos dos semanas después. El consejero cristiano asistié a esa reunion y alli fue presentado a los micmbros de la familia. El otro objetivo de esa reunién: fue ayudar a Louise ya sus hijos a adaptarse alanueva situacién de constituir una nueva familia y a superar el trauma del abuso sexual Qué ocurrié en la sesi6n y qué cuestiones se plantearon La sesiOn se concentré en las preocuzaciones que existian en ese momentoen el hogary en 16 que opinaba cada miembro del hecho de que el padrastzo/padre/ marido ya no viviera con ellos. Hablamos sobre las maneras en que la familia analizaba lo que Brian les habia hecho a Prue y a Rosemary. Los nitios comenzaron a comprender algunos de los aspectos de lo ocurrido. El hijo menor no tenia la menor idea de la razén por la que su padre ya no vivia con ellos y el grupo familiar no tenia palabras para describir lo que habia sucedido, aun cuandolas tres ninas mayores habian comprendido claramente por qué Brian habia dejadoelhogar. Al hablar mas abiertamente delasunto, se pusieron de acuerdo en referirse al abuso diciendo 201 que “Brian habia hecho cosas espantosas a Prue y a Rosemary en la cama". Desde entones siempre nos referimos al abuso en esos términos, Las muchachas mayores quisieron contar con una frase con la que pudieran explicar la ausencia de Brian a sus amigas. En cuantoa las preocupaciones expresadas por cada uno, Louise manifest6 su inquietud porque Sarah (la nifia de seis afios) tenia pesadillas y se encontraba hiperactiva y confes6 que temia que también la pequefia hubiese sufrido algin abuso sexual. También le pre- ocupaba el hecha de que Thomas (el varén de 4 afios) semostrara “colérico" ytuviera terribles accesos. Louise dijo que queria obtener informacién sobre los métodos para luchar contra esas manifestaciones. Las mucha- chas mayores expresaron las mismas preocupaciones, particularmente en lo referente a la posibilidad de que también Sarah hubiese sufrido un abuso sexual. Louise relaté las circunstancias en que también ella habia sido agredida sexualmente cuando tenia 5 afios de edad por un hombre que no era miembro de su familia. Blia ya habia hablado de esto recientemente con Prue y con Rosemary. Louise tenia bien en claro que Brian era responsable del abuso y que su conducta era “completamente imperdonable” —afiadié que no creia que él tuviera remordimientos por lo que habia hecho y que ella queria terminar la relacién de una vez por todas—. Louise les manifesté esa decisién a los nifios y las dos mayores dijeron que se sentian muy aliviadas. Lo que parecié quedar claramente expuesto en esta sesion fue el hecho de que Brian no se habia hecho responsable por su conducta, no habia reconocido el danto causado, ni habia tratado de disculparse con las nifias. Durante la sesién previa convenida y en el Grupo para Adultos, Brian habia dado las respuestas “adecuadas”, Sin embargo, Louise advertia claramente gue, al tratar con ella, Brian continuaba intentando Justificarse y mantenfendo su posicién de no aceptar la Tesponsabilidad de! abuso ante su esposa y las nifias, 202 En esta fase nuestras metas fueron: + tratar la cuestion de la toma de responsabilidad de Brian; * programar las sesiones de terapia mas apropiadas para Louise y sus hijos: + ayudar a Louise a resolver su relacién con Brian Qué sucedié nego Establecimos una entrevista de pruebas para Sarah. y organizamos una terapia individual para Louise, Prue y Rosemary. El tribunal declaré “culpable” a Brian y lo sentenci6 a dos afios de libertad condicional en lugar de enviar- Jo a prisién. El pastor ayud6 en parte a que se le diera esa pena dando un argumento convincente: Brian estaba sometiéndose entonces a la terapia del Grupo para Adultos Agresores Sexuales. Dos semanas después de que el tribunal hubiera dictado esa sentencia, se realizé una reunién entre Brian y Louise para que ambos analizaran su futuro matrimonial. Desde el primer momento Louise quiso aclarar que deseaba poner fin a su relaci6n con Brian Ademés quiso que Brian tomara conocimiento de la presién que habia estado ejerciendo la iglesia para que ellaloperdonara. Brian quiso hablar de su relacién con su esposa y de la relacién con los nifios y todas las cuestiones vinculadas con ello. Se le pidié a cada uno de ellos que asistiera a la reunién con alguna persona que lo apoyara y ambos lo hicieron: Brian se presentd junto a su abogado y Louise, acompafiada por un viejo amigo. Cuando llegé a la reunion Louise sabia “dénde estaba situada”y qué deseaba. La persona que la acompafiaba debia ayudarla a articular esas dos cuestiones. ‘Cuando una mujer desea decirle a su pareja (que es un agresor) que quiere terminar la relaci6n, el terapeu- ta se encuentra ante numerosas preguntas: gHasta qué punto la mujer estda salvo de presiones, amenazas 203 y hasta violencia potencial si desea decirselo a su compariero? Es importante que el contexto terapéutico constituya un espacio seguro donde se puedan decir esas verdades y donde se garantice la seguridad futura de la mujer. No obstante, esto ultimo no siempre es posible. Ademés, al no estar resuelta la relacién, el hombre puede refiir violentamente con la mujer y aterrorizarla, Nuestra metaes ayudar aambos aresolver Jasituacién por temora la violenicia que puede generarse sila relacién contimia siendo la misma. De otro modo estariamos perdonando al agresor y permitiéndole que ated ejerciendo “su poder" sobre la esposa y los jos. Qué ocurrié en esta sesion y qué cuestiones se plantearon Alcomienzo de esta sesién, declaramos que crejamos que Louise y Brian no tenian en claro qué habia ocurrido en ia relacién entre ambos. Tambien dijimos, que habia habido algunos melentendidos en cuanto a larelacion de Brian con Prue y Rosemary y con los dos nifios menores Le pedimos entonces a Louise que nos expusiera su punto de vista. (Ella sabia de antemano que eso suce- deria y ya habia manifestado estar de acuerdo con ese procedimiento,) Louise se refirié en primer lugar a como se habia quebrado su confianza y luego expres6 claramente su deseo de no querer continuar la relacién con Brian. A Brian le costo escuchar eso y aceptarlo, Dijo que atin tenia la esperanza de que Louise cambiara de opinién Y que creia que lo que Louise decia era una decision temporaria. Ella insistié y le dijo que no deseaba que é1 abrigara tales esperanzas y que estaba completamente segura de no desear volver con él. El hombre dijo que a veces ocurren milagros. Cuando le pedimos que explicara qué habia querido decir con eso, Brian co- menz6 a discutir la cuestion de la presién que habia 204 ejercido laiglesia para que Louise lo perdonara. porque Ja iglesia creia que él tenia el derecho de regresar asu hogar si searrepentia de lo que habia hecho. Desde ese punto de vista, Louise se convertia a los ojos de la iglesia en la pecadora. Le preguntamos a ella qué opi- naba de esa perspectiva y Louise respondié que, para ella, Brian no sentia remordimientos, no habia acep- tado la responsabilidad que le cabia por el abuso, no habia reconocido el perjuicio que les habia causado a las dos nifias y al resto de la familia y no se habia disculpado y que ademas ella sentia que tenia cl derecho a decir que deseaba terminar esa relaci6n. Stephen emple6 este material en la sesidn para hacer- les comprender a Brian y a su abogado (que también era un miembro de la iglesia) que no bastaba con el arrepentimiento y que la actitud que habia asumido la iglesia habia ayudado a acentuar el sentimiento de vietimas que ienian Louise y ias dos jovencitas ultra- jadas, Stephen hizo todas estas consideraciones en un tono muy respetuoso y traté de obrar de puente entre las dos posiciones. El abogado deinostré convencerse antes que Brian y traté de ayudar a éste a aceptar los argumentos de Stephen. Finalmente Brian reconocié la situacion y acepté escribir una carta de disculpas a Prue y a Rosemary. (En ese momento “record” que habia abusado también de Rosemary.) También acce- dié a hacer una declaracién ante la congregacién contando lo que habia hecho y admitiendo la culpa que le cabia por haber destruido su matrimonio. También dijo que aceptaba que Louise quisiera poner fin a la relacién de ambos. Es importante que los terapeutes coincidan en que es elagresor quien debe cambiar su posiciénantes que las victimas /sobrevivientes. Con frecuencia cl perpetrador es quien tradicionalmente se mantiene firme en el hogar y la familia, mientras la mujer y los niftos se adaptan a él. Tratar de que sea é! quien se adapte es politicamente sano y terapéutico para la familia, El es el responsable dei dao sufrido por la familia y, por 208 lo tanto, es quien debe “mudar” de creencias, lo cual incluye ‘desde detalles practicos como ser él quien abandona el hogar y no Ja victima, hasta realizar todo Jo posible para demostrar que se hace cargo de la responsabilidad por el abuso cometido, Estonos llevo ala cuestién dela relacién de Brian con las dos muchachas mayores y la posiblilidad de que siguiera viendo a sus dos hijos. Louise declaré que ni Prue ni Rosemary deseaban volver a verlo nunca mas, ¥ el tribunal establecié que el agresor no debia tener acceso a las jévenes. En cuanto a Sarah y Thomas, Brian podria verlos unicamente si Louise aceptaba alguna visita supervisada. Brian se mostré muy per- turbado y comenzé a presionar a Louise diciéndole que se sentia torturado por ellay que no merecia semejante trato, Louise se refirié entonces a la confianza perdida y alaunion que existia entre los cuatro nifios. Stephen utiizé este material para convencer a Brian icon fre- cuencia la madre/esposa no suele ser tan clara como lo fue Louise y los terapeutas debemos explicarle algunas cuestiones al agresor). Brian finalmente acep- t6 el punto de vista de Louise y establecimos quien supervisaria las visitas, con qué frecuencia se harian éstas y cémo podrian organizarse. Esta fue una las primera veces en que Louise se mostré firme y capaz de defender sus derechos. Y constituy6 un cambio de! viejo modelo (Brian en reti- rada y Louise gritando) a un-nuevo modelo (Brian atento y Louise hablando claramente). Qué ccurrié luego La entrevista de prueba con Sarah demostré que Brian no habia abusado de ella, pero que si lo habia hecho un amigo de la familia varios asios antes. Por un lado se iniciaron los procedimientos para castigar al agresor y por el otro se sometié a Sarah a una terapia. Brian ya habia cumplido las 13 semanas de trata~ miento én el Grupo para Adultos Agresores Sexuales 206 = j y el convenio estipulaba que debiamos mantener una yeunién de revision una vez que él hubiera concluido ese tratamiento, de modo que se establecié una fecha para realizarla Mientras tanto, la terapia individual de Louise y de las dos muchachas habia fracasado. Las jovenes sélo asistieron a una sesién y Louise a dos. Nosotros habiamos esperado que las tres tuvieran la oportuni- dad de elaborar el dolor del abuso. Y crei que eso habia quedado cuidadosamente estipulado con el consejero. pero evidentemente hubo algin malentendido. ‘Me reuni con Louise para aclarar qué deseaba decir ella en la reunién de revision en el caso de que Brian hubiese cambiado “realmente”. Esta sesién previa le sirvid para clarificar sus pensamientos y para prepa- rarse para la que podia resultar una reunién dificil. Louise decidié que sélo asistiria a las sesiones si lo deseaba y dijo que estaba preparada para enfrentar a Brian. La reunién de revisién es una estrategia util para ayudar al agresor a hacerse responsable de su conducta pasada. * Nosotres también deseabamos que esa reunién de revision nos sirviera para avanzar hacia nuestras metas. La reunién de revision: . qué sucedié en la sesién y qué cuestiones se plantearon Louise y las dos personas que la acompariaron para apoyarla(el mismo amigo que habia asistido ala sesién previay la curiada de Louis®, casada con el hermano de Brian), Brian y su acompaiiante (esta vez no era su abogado sino el hombre en cuya casa se hospedaba y que también pertenecia a la iglesia) y el funcionario encargado de la vigilancia de Brian, asistieron a la reunion. ‘A cada uno de los presentes se le pidié que dijera los cambiosque habian advertidoen Brian desde lareunion 207 de convenio y a él se le pregunto cual era su opinién actual del abuso, de su conducta y de sus relaciones con los miembros de la familia. ,Consideran que Briar: €s una persona digna de confianza para estar con los demas? {Cambio realmente? No es tarea facil para un agresor cobrar conciencia en la terapia de sus creen- clas y prdcticas sexistas y patriarcales. En primer lugar el perpetrador debe legar a una posicién en la quc acepta la responsabilidad que le cabe por el abuso, luego deber reconocer el perjuicio que le causé al sobreviviente y al resto de la familia y ademas debe disculparse ante el sobreviviente. Todo esto exige que se produzea un cambio en un nivel profundo, z¥ como puede evaluarse ese cambio? ,Quién pucde asegurar que realmente se produjo? Aqui pues se presenta el problema dela reservay los ardides. En suma, es dificil Probar que realmente ocurrié el cambio. Segan nos muestra nuestra experiencia, Jos compa Heros del agresor y los sobrevivientes saben si éste verdaderamente cambié. Pueden darse cuenta de ello por una mirada o por un comentario del hombre. Pruc Supo al leer la carta que Brian le enviara que su Padrastro no habia cambiado en absoluto. Louise conocia todas sus triquifuelas y pudo reconocerlas muy facilmente. Las dos mujeres eran expertas en estas cuestiones pues habian vivido durante anos en la confusion de que “él es un hombre encantador/éles un traidor", Cuando pudieron descifrar todo esto por si mismas aprendieron a conflar en sus propias intuicio. nes. Y son quienes més facilmente pueden descubrir cuando ét esta utilizando sus triquifiuelas. Durante la sesion, Brian admitio haber aceptado que su relacién de pareja con Louise habia terminado. ‘También dijo estar de acuerdo con elrégimen de visitas que se habia establecido para que viera asus hijos yese aspecto de las relaciones se desarrollé normalmente. St bien Brian dijo que ahora admitia abiertamente que lo que habia hecho era “completamente incorrec- to”, Louise afirms que su marido no habia cambiado e1: 208 realidad porque pensaba que él.ain culpabaasu mujer yalas muchachas para justificar su conducta. Ademas Brian no habia escrito una carta a cada una de las jovenes para disculparse por lo que habia hecho, como habia prometido anteriormente. La persona que acomparié a Brian para apoyarlo no estuvo de acuerdo con Louise en cuanto a que el marido tratara de justificar su conducta. Las personas que acompariaron a Louise no habian tenido casi ningun trato con Brian durante los tiltimos tres meses, de modo que no podian advertir los cambios. Tampoco Louise lo habia visto mucho durante ese periodo: perocomosehabiaenterado de las justificaciones que Brian esgrimia por algunos amigos comunes y como las cartas prometidas no le- garon, suponia que Brian no se hacia résponsable por el abuso cometido. Al no enviar las cartas. explicd Louise, Briari hirié aun més a las nifias, pues ella estaban esperdindolas. Brian tampoco hizo su declaracién ante la congrega- cionen aque debia admitir que su conducta habia sido Ja causa del derrumbe de su matrimonio. Esta fue otra de las razones que llevaron a Louise a creer que Brian no se habia hecho responsable del abuso. El hecho de analizar las distintas opiniones respecto del modo en que Brian justificaba su conducta, revelé que el hombre habia “olvidado” escribir las cartas y la declaracién pero que habia tomado la decision de hacerlo esa semana. Sin embargo, confesé que habia consultado con el pastor y que éste no estaba de acuerdo con que Brian enviara una declaracién a la congregacién. Brian y la persona que lo acompa‘ié insistiersn en que él queria hacerse cargo de la responsabilidad que le correspondia por lo que habia hecho. Louise dijo que no confiaba mucho en eso, pero que esperaria a que legaran las cartas. Luego discutimos un poco mas la actitud de la iglesia. La persona que acompafaba a Brian para apoyarlo era un miembro muy respetado de la iglesia. Stephen lodesafié preguntandole sila iglesia reconocia 209 el problema de Brian y era capaz de impedirle que volviera a cometer un abuso o sila iglesia desestimaba Ja cuestion del abuso y protegia a Brian. Por mi parte le pregunté como era posible que la iglesia no respal- dara a Louise y la ley si. Brian, su acompariante y el funcionario encargado de vigilar la libertad condicional de Brian admitieron la importancia de lo dicho. Entre todos decidimos fijar una entrevista con el pastor dela iglesia para tratar estas cuestiones. El tema principal de la reunién seria la influencia que habian tenido en Brian las actitudes de la iglesia. Advertimos que era fundamental seguir estrecha- mente en esa linea pues la iglesiaejercia la mayor de las influencias en Brian. Por primera vez se crey6 lo que Louise habia contado sobre esta cuestién. ¥ para ella era muy importante que la escucharan y le creyeran. Gue ocurrié luego Brian mand una carta a cada una de las nifias y acepté leerlas en el Grupo para Agresores antes de enviarlas. Al hacerlo, los demas miembros del grupo le dijeron que una estaba muy bien, pero la otra noy que deberia volver a escribir esta tiltima. Pero él las envi6 sin hacer ninguna modificacién. Rosemary se sinti bien al recibir su carta y Louise consideré que ésta habia tenido un efecto curativo en la nifia; en cambio Prue declaré al recibirla “esto no significa nada para mi" y manifesto una verdadera turbacion. Fijamos la fecha de la reuni6n con el pastor y Louise decidié incorporarse a un grupo de madres de hijos que habian sufrido abuso sexual. Louise estaba particular- mente preocupada por la introversién de Prue y quizo combinar una sesién de madre e hija para ayudar a Prue a ser mas extrovertida. También fijamos una fecha para esa reuni6n. Luego Rosemary pidié some- terse a una terapia artistica con el profesional que estaba atendiendo a Sarah. 210 La sesion con Louise, Prue y Rosemary, tres sema- nas después de la reunion de revision: qué ocurrié en la sesi6n y qué cuestiones se plantearon En esta sesién trabajé sola. La familia acepto que filmara en video la reunién y decidi sugerirle que tam- bién Rosemary se sumara a la sesion de Louise y Prue, si bien la sesién se concentraria en Ja relacion que mantenian Louise y Prue yen el efecto que habia tenido laconducta abusivade Brian enesarelacién. Cadauna de las muchachas mantenia una relacién diferente con su madre, {Se not6 esa diferencia cuando Brian abusé de ambas nifias? El objeto de hacer que las dos jovenes estuvieran presentes en la sesién fue mostrar que el efecto del abuso no habia sido el mismo en ambas muchachas y habia afectado de manera diferente la relaci6n de cada una de ellas con su madre. Estanueva comprensién de algin modo podria ademas mejorar la relacién entre las hermanas.° Proyecté hablar de la union que habia habido en la relacién madre/hija antes del abuso, durante el perio- do que duré el abuso y desde el momento de la revelaci6n y hablar del efecto de silencio que habia ejercido el abuso en esa relacién. Yo queria formular este tipo de preguntas: ",De qué modo la intimidacion que éI ejercia sobre ti afecté tus relaciones con tu madre/hermana?” “;Hasta qué punto las artimarias que él empleaba contigo afecté las relaciones entre ambas?” ¥ también queria destacar el amor que existe entre una madre y una bija. Extractos de la sesion que muestran el efecto que tuvo la conducta sbusiva de Brian en las relaciones madre/hija Terapeuta: ¢Puedes recordar algunaocasién anterior al momento en que Brian se incorporé a la familia en ta que te sintieras unida atu madre? Te hagoesta pregun- 211 {a porque quiero comprender como era tu experiencia de nifia antes de que Brian formara parte del hogar. Prue: Siempre estuvimos unidas. Terapeuta: ¢En qué sentido? ¢Cémo te dabas cuenta de eso? Prue: Porque podia hablar con mama de cualquier cosa. ‘Terapeuta: ¢Pudieron recuperar esa union cua Brian dejé ia casa? ts er Prue: No, en realidad no. Terapeuta (a Louise): ¢Puede recordar usted cmoera fa union que tenia con cada una de las nifas mientras vivid con Brian? Louise: Estabamos unidas. Determinamos que la conducta abusiva de Brian habia impedido que las tres siguieran hablando entre ellas como lo hacian antes. Les sugeri entonces que la conducta abusiva de Brian habia tenido el efecto de silenciarlas y de abrir una brecha entre ellas. El siguiente extracto se refiere al efecto que tuvo esa brecha al impedir que las nifias hablaran del abuso con su madve, Terapeuta (a Rosemary): El hecho de que Brian te exigiera silencio afectéturelacién con tumadre? g Qué te impidié contarselo? Rosemary: Tenia mucho miedo de que ella no me creyera, Pensé que Brian la inclinaria a que no me cre- yera y que entonces me castigaria por mentir. ¥ eso podria haber deteriorado la relacion con mi madre, pues ella hubiera pensaco mal de mi. Pociria haber perisado que yo era una embustera. Terapeuta: Y era importante para ti no arruinar tu relacién con tu madre. No querias que nada se interpu- siera en esa relacién. El hecho de que él te exigiera silencio fue una de las maneras en que la conducta de Brian puso obstaculos en la relacién entre tu madre y ti. Rosemary: Ahora sé que eso nunca ocurrird porque ella me crey6, 212 Terapeuta: Fue maravilloso que Louise te creyera. Pero el verdadero obstaculo fue lo que Brian hizo, (Ahora dirigiéndose a Prue): gQué efecto tuvo el hecho de que Brian abusara de tien tu relacién con tu madre? :Qué te impidié contérselo? Prue: Pensé que podria arruinar su matsimonio. En ese momento no hablabamos mucho, pues todo loque yo le contaba a mamé ella se locontaba a él, de modo que nole dife nada. Me guardé todo lo que sabia y toctos mis sentimientos para mi, pues creia que si se lo contaba a alguien podia destruir la vida de mi madre. Pensé que ella no podria soportarto. Otras preguntas y la discusién de estos temas mos- traron hasta qué punto las nifias pensaban que Brian influiria en su madre para que ésta no les creyera y pondria un obstaculo en sus relaciones. De hecho el obstaculo existié y la relacién se deterioré durante por Jo menos seis amos. Brian se las habia arreglado mediante ardides para hacerles temer esas conse- cuencias alas nifias. Por otra parte esa situacién caus6 gran preocupacién a Louise, que vio crecer a Prue cada vez mas aiejada de ella. Enesta sesién se puso de manifiesto hasta qué punto era importante y preciosa para cada una de ellas la relacion madre/hija. Ademas me impresioné la fuerza que habian tenido ambas jovencitas para sobrevivir al abuso y al silencio, y qué fuerte habia sido Louise para sobrevivir ala culpay a la vergtienza de que su marido hubiera abusado de sus hijas, al derrumbe de su matrimonio, a tener que ocuparse sola de criar a sus cuatro hijos y a la pérdida de confianza en su iglesia. La Ultima parte de la sesién estuvo dedicada a analizar el estado de sus relaciones actuales. Prue dijo que atin no podia hablar con su madre de todo lo que le sucedia o sentia. Mencionamos el hecho de que el obstaculo ya no estaba, pero que atin quedaba una brecha que salvar, Durante afios Prue se habia con- vertido en una niia callada, era una manera deafrontar la situacién. Consideramos que el silencio de Prue se 213 situaba en el cortexto desu necesidad de Rrotegerse de aquellos afios de abuso y del temor que éste le habia, producido. La nifia habia creado su propio sistema de Seguridad y tomaria tempo hacerle cambiar esa posi. clon. La confianza era un instrumento fundamental ara lograrlo. Louise lo vornprendi y estuvn deacuer- do con ello. Después de esta sesion les envié una carta alas tres en Ja cual reiteraba todo lo que habiamos tratado en la sesién y destacaba el enorme efecto que habia elercido la conducta abusiva de Brian en fa unidad de las relaciones entre las tres mujeres. Creo que la carta contribuyé a que las tres compren- dieran mejor el dolor y las heridas que habian suftido y ain sufrian y a que se sintieran mas capaces de lberarse de la culpa y la vergienza, Qué ocurrié nego Una semana después realizamos la reunién con Brian, el pastor, la persona en cuya casa se hospedaba Brian y Stephen Jacobs, que actud-de terapeuta/ facilitador. Stephen informé luego que el pastor seguia apoyando a Brian y perdonando su conduicta abusiva, Cambiar esa posicién exigiria mas de una sesion. Rosemary y Sarah se sometieron a sesiones separa- das de terapia artistica: Sarah asistioadiezy Rosemary asiete. A manera de rito final para ambas muchachas, Ja terapeuta artistica, Carol Sedgewick, y yo organiza. mos una sesién familiar artistica a la que asistieron Louise y sus cuatro hijos. Después de la reunion les envié una carta comentands las cuestiones que se habian tratado ese dia. Esa sesién tuvo lugar dos meses después de la sesidn de revision y cinco meses después de la iniciacion de In terapia Después de todo esto, Louise mantuvo conmigo seis sesiones mas destinadas a brindarle un apoyo para el futuro en las cuestiones referentes a su propia expe- riencia. Estas reuniones se extendieron durante cuatro meses mas. Prue se negéa asistira ninguna otrasesion 214 terapéutica y si bien estuvo presente en la sesion de terapia familiar artistica lo hizo a reganadientes. Dos meses después de esa reunién familiar organiza- mos una sesién con un sargento de la Division de ‘Moralidad de la Policia para tratar el asunto del hombre que habia abusado sexualmente de Sarah (sesién que se habia postergado porque la policia habia perdido el legajo correspondiente). Asistieron ademas a la re- union Louise, Brian y la terapeuta artistica de Sarah. Se decidié primero tomar las medidas para lograr el arresto del hombre. Prue y Rosemary habian presen- ciado el abuso una vez y mas tarde fueron interrogadas. En la sesion Brian se mostré muy colérico por el hecho de que Sarah hubiese sufrido una agresion sexual. Sarah es su hija natural. Le hicimos notar entonces que era facil para él comprender la ira que le habia provocado a Louise enterarse de que él habia abusado de sus otras dos hijas. Louise pidio mantener una reunién con los “supervi- sores". Los supervisores eran las tres familias que habian ofrecido sus casas y su contrel para que Brian pudiera encontrarse con Sarah y Thomas. Se presen- taron algunos problemas con uno de los supervisores (una cuarta familia que ya no quiso participar de la experiencia) y Louise quéria sentar reglas claras con las familias restantes, de modo que esa reunién sirvid para aclarar cualquier malentendido. . En algun momento se sospeché que Brian podia haber tenido algunas actitudes de “voyeur”. pero no pudo probarse nada de ello. En ese momento estaba viviendo en una casa rodante instalada en terrenos pertenecientes a la iglesia. El esfuerzo continga: a un ao del primer contacto con Ja familia Louise dice que la familia esté muy bien. A Sarah y Thomas les va bien, cstan asentados y se sienten felices. Y es mucho mas facil tratar con ellos. 215 has BOO Larelacién madre/hija entre Pruey Louisees mucho maas afable. Prue comparte mucho mds sus preocupa- ciones con su madre; ha dejado de ocultarle lo que le ‘courre y prefiere hablar con Louise mas francamente. Ademas ha comenzado a relacionarse socialmente y a disfrutar de ello. Louise dice que Prue atin tene una imagen negativa de si misma y que eso a veces la preocupa, pero por lo menos advierte que Prueyano “se encierra tanto en si misma”. Louise se siente muy feliz por tener ahora una relacion mas estrecha con su hija mayor. Rosemary ha crecido mucho, esta muy alta y se siente muy atraida por los varones de su edad. Louise tiene un amigo intimo y dice que esta vez “cuida mucho de si misma’ en larelacion que mantiene con él. Admite que confiar en un hombre es algo que creia que jamés volveria a sucederle. Esta vez marcha lenta y culdadosamente y se siente feliz de ver como se ha ido dando toao. Louise afirma que es muy importante, tanto paraella como para sus hijas, poder hablar libremente entre ellas de casi todo lo que les ocurre y de casi todo lo que sienten, Es algo que Louise siempre deseo y que le falt6 con su propia madre. Este es para Louise uno de los mayores logros de la terapia. Notas " asistente socal de Melbourne y anteriormente de Auckiund, Nueva Zelanca, * Las kdeas del equipo de Rochale sobre el trabajo terapéutico “en red” fueron ‘xpuestas por Morrison (1987), Véase ambien Daley otras (1986), mencionad en las Referenciss, ® Agradezvo a Amanda Kamsler sus acertadas Was en esta esfera de trabajo (1989/90). Tambien agradezco a Kate Kowalski porel excelente artic publicade en Kowalski 1987/88, Enesearticulo In autora se reflee al supuesto de que parte

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