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LA PANDILLA:

VOLUMEN UNO PARTE 1A

POR:
VICTOR HUGO BARRERA
© Victor Hugo Barrera Arellano 2011

Primera Edición: Abril 2018

Segunda Edición: Septiembre 2019

ASÍN: 1980967687

Diseño de Portada: Victor Hugo Barrera Arellano y


Baeeprojects.
ÍNDICE
PRÓLOGO ....................................................... 5
A ...................................................................... 9
B..................................................................... 20
C ..................................................................... 39
D ..................................................................... 50
E ..................................................................... 54
F ..................................................................... 62
G .................................................................... 74
H .................................................................... 82
I ...................................................................... 87
J ...................................................................... 96
K .................................................................. 109
EPÍLOGO ..................................................... 118
PRÓLOGO
ZACATECAS, MÉXICO.
JUNIO DE 2035

—Todo el Planeta fue afectado—informó


preocupado el Secretario de Economía Pak Cuvier—China,
Israel, Rusia y ahora…México. Señor Gobernador, nadie
ha escapado a esta fuerte crisis económica.
— ¿Cómo le fue a nuestro Estado?—preguntó
temeroso el Gobernador Draco Daayán.
—El Estado de Zacatecas ha sufrido la debacle
económica más grande de toda su historia.
Los Secretarios de Economía, Turismo y Seguridad
miraron tristes alGobernador.
— ¿Qué opciones nos quedan?
—A nosotros, ninguna—respondió Herschel Raspler,
Secretario de Turismo—Nuestra esperanza recae en Usted,
Señor Gobernador. La salvación de su Estado depende de
lo que Usted decidahacer.
El Gobernador Daayán les dio la espalda a sus
Secretarios, miró la ventana unos segundos, sonrió breve y
maliciosamente, respiró profundo y compartió su decisión.
—Sólo hay una salida. Y es radical, como nuestro
problema—El Gobernador Daayán dio la vuelta para
mirar a sus Secretarios—Hace tiempo me hablaron de un
Plan de Contingencia que consiste en eliminar a todo el personal
humano que no cuente con el grado de Licenciatura e
Ingeniería, de las Empresas.
Los Secretarios miraron asustados alGobernador.
—Dicho personal sería suplido por robots entrenados
en los distintos oficios y empleos que no requieran una
preparación Universitaria.
La orden fue ejecutada inmediatamente. Las consecuencias fueron
fatales. No sólo miles de personas fueron despedidas por el Plan de
Contingencia, sino que panaderos, mineros, herreros y muchos otros
microempresarios tuvieron que cerrar sus negocios pororden gubernamental.
— ¿Señor Gobernador?—dijo el Licenciado Loftus Ugarte,
Secretario de Seguridad— ¿No cree que su Plan de
Contingencia podría resultar destructivo para nuestro
Estado?
— ¿A qué se refiere, SeñorSecretario?
—La falta de empleos siempre está relacionada con el
incremento en la delincuencia.
—Gracias por eldato.

Erro Campanella, Conductor del Programa Wakanda de


VisiónTV, daba un anuncio importante durante su noticiero
nocturno.
—El Gobernador de Zacatecas; Draco Daayán
aplicará a partir de esta noche un Toque de Queda en el cual
queda absolutamente prohibido para todas aquellas
personas que no cuenten con un grado de Licenciatura o
Ingeniería, estar en la calle después de las 9:00 p.m. Pero
¿Cómo sabrán los Policías Robot tu grado máximo de
estudios? Muy Simple. Ellos cuentan con escáneres
integrados en sus pupilas para no sólo identificarte, sino
también, entrar a la base de datos del Gobierno Zacatecano
y así conocer tu historia de vida. No me malinterpreten
queridos televidentes, pero sospecho que el Plan de
Contingencia y el Toque de Queda del Gobernador Daayán no
serán de mucha ayuda…
A
TRES MESES DESPUÉS…

Todo parecía marchar tranquilamente. Las turbo—


patrullas con policías robots, a bordo, vigilaban las calles, las
cuales lucían solitarias.
Nadie quería salir después de las 9:00 p.m. Ni siquiera los
Profesionistas, pues algunos que intentaron apoyar a sus
amigos y familiares sin Carrera Universitaria, pagaron caro
las consecuencias de desobedecer una orden directa del
Gobernador.
El Patrullaje de esa noche transcurría de manera normal.
De pronto, se escucharon disparos láser. La turbo—patrulla
más cercana llegó casi de inmediato a la esquina de Avenida
Hidalgo donde yacía el cuerpo sin vida de unhombre.
Los policías robots bajaron el vehículo, rápidamente
cercaron la zona e identificaron alhombre.
—Dr. William Filio—informó el Policía Robot Pieta—
Psiquiátra Forense.
Otro robot policía con el nombre clave de Tobu
informó a la Central.
—Tenemos un hombre gravemente herido a las
Afueras del Palacio de Gobierno. Requerimos apoyo de los
Paramédicos.
—Entendido.
Unos segundos después llegó una turbo—ambulancia.
Mientras los Robots Paramédicos bajaban del vehículo,
otras turbo—patrullas rondaban la zona en busca del
agresor.
Los robots paramédicos hicieron los procesos de
reanimación que estaban en los manuales de su sistema,
pero nada funcionó.
—Ya no hay nada qué hacer—informaba el Robot
Paramédico Vurrgh alPolicía Robot Pieta—Está muerto.
—Debemos informara sus familiares sobre eldeceso.
La única Familia que le quedaba al Dr. Filio era su
esposa; Jennifer Guerrero, quien estaba en silla de ruedas
debido a una mala cirugía. Ésta gustaba de leer en su
virtualtabletover1 antes de dormir.
El video teléfono de la casa sonó mostrando una
llamada urgente de la Policía de Zacatecas. Jennifer activó el
motor de su silla para llegar rápidamente al video teléfono
(pues vivía sola). Ella presentía que una desgracia había
tenido lugar.
El Policía Robot Pieta dio la noticia sin miramientos y
Jennifer sufrió un shock tan fuerte que se desmayó.
Al día siguiente, Jennifer tuvo que ir a identificar el cuerpo
de su esposo, el cual aún tenía qué pasar todo el protocolo
forense para ser liberado y ser entregado a su viuda. Jennifer
no podía sacar de su mente la talante idea de encontrar al
asesino de su esposo y vengar sumuerte.
Al ser llevada en su turbo—limusina de vuelta a casa,
Jennifer observaba triste y muy enojada a la vez, por la
ventana, que muchas personas desempleadas, por no tener
una preparación universitaria, ofrecían sus servicios en cada
esquina del Centro de Zacatecas. Luego de pensar un par
de minutos, Jennifer bajo la ventanilla delchoferrobot.
— ¿Gusev?
—Dígame, Señora Guerrero.
—Quiero que te detengas y te bajes a invitar a cada
persona que esté ofreciendo sus servicios en las calles a una
Gran Comida en micasa.
— ¿Puedo saber elmotivo de dicha invitación?
—Encontrar a las personas adecuadas para vengar la muerte de mi
esposo—pensó Jennifer—Es momento de ayudar a aquellas
personas que están en crisis—expresó a su chofer robot.
Las puertas de la Mansión Filio—Guerrero fueron
abiertas esa misma tarde noche. Varias Familias cuyo Jefe o
Jefa era desempleado(a) llegaban a comer, compartían
experiencias y convivían sanamente, mientras Jennifer los
vigilaba buscando encontrar una palabra, una frase o una
actitud que los convirtiera en los idóneos para formar parte
del proyecto que ella tenía en mente.
Pero un día, Jennifer paseaba, en su silla de ruedas
motorizada, entre las mesas al momento de la comida,
siendo una de ellas, la más grande, la que llamó su atención,
gracias a un comentario de uno de los Jefes de Familia.
—El desempleo fue el culpable de todo esto—dijo
Fernando Calderón al resto de la mesa—Una vez que fuera
aplicado el Plan de Contingencia, muchas familias perdieron su
única fuente de ingreso económico. Y aunque no lo
justifico, muchos Jefes y Jefas de Familia optaron por la
salida fácil; la delincuencia.
—Tú lo has dicho; la salida fácil—intervino Jorge
Gamboa— ¿Cuántas de esas personas no fueron
encarceladas casi inmediatamente de haber realizado su
primer robo?
—E incluso muchos han perdido la vida tratando de
mantener a su Familia optando por la salida fácil—agregó
Alfredo Dueñas.
—Sinceramente, ya no sé qué es peor, la “Salida fácil” o
estar parados en las esquinas ofreciendo nuestros servicios
siendo ignorados por el resto de la Sociedad Letrada—
comentó con amargura Gisela Rueda.
—Para nuestra desgracia no tenemos muchas
opciones—tomó la palabra Emiliano Morales— ¿O
alguien más tiene alguna otra propuesta que nos permita
subsistir junto con nuestras Familias?
El resto de los miembros de la mesa guardó silencio
denotando frustración y amargura.
—Yo tengo una.
Todos mirarona la Señora Guerrero acercarse a la mesa.
—Aunque tal vez mi propuesta les sonará un
poco…descabellada.
— ¿Quién es Usted?—preguntó intrigada Linda
Cortés.
—Jennifer Guerrero. Viuda delDr. Filio. Mucho gusto.
Todos se mostraron avergonzados en la mesa.
—Usted es…—decía impresionado Luciano
Gutiérrez—…La Dueñade la Casa.
—Así es. Una disculpa por no pasear tan a menudo
entre las mesas,pero… creo que encontré lo que buscaba.
— ¿Y qué buscaba, Señora Guerrero?—preguntó
interesadoFernando.
—Si me acompañan a lo que un día fuera el
Laboratorio Experimental de mi esposo, con gusto
responderé su pregunta, Sr. Calderón.
La mesa volvió a sufrir desconcierto, pues la Dueña de la
Casa no sólo escuchaba lo que hablaban, sino que hasta los
conocía pornombre.

Lo que un día fuera el Cuarto de Juegos de la Mansión


Filio, fue transformado en un Laboratorio Científico.
Donde Asistentes Robots le daban mantenimiento al lugar,
esperando órdenes específicas para echar a andar la
sofisticada tecnología con la que contaba el cuarto.
Fernando, Jorge, Alfredo, Gisela, Emiliano, Luciano y
Linda miraban extasiados el lugar, mientras la Señora
Guerrero tenía nostálgicos recuerdos de su esposo
trabajando mientras entraba alCuarto.
—Lindo lugar. Se parece mucho al Laboratorio donde
trabajé—comentó Gisela.
— ¿Porqué te despidieron?—preguntó Alfredo.
—Estudié Enfermería, pero nunca me titulé. Aunque
tenía la experiencia, el Título fue más importante para mi
Jefe.
—Dímelo a mí. Entré al Ejército y al no tener un grado
más alto que elde Soldado Raso me echaron del Colegio—
informó Alfredo.
—Pues yo soy Panadero—dijo orgulloso Luciano—
Pero cerraron minegocio porórdenes delGobierno.
—Mi Herrería también fue clausurada por el
Gobierno—Agregó Jorge.
—El Taller de Costura donde trabajé fue cerrado y por
ende, todas fuimos despedidas.
—Yo sufrí algo similar. La Compañía para la que
trabajaba dejó de contratar electricistas humanos y optó por
comprar robots—contó Emiliano.
—Lo mismo sucedió en la mina donde trabajé por casi
diez años—Expresó Fernando—Arriesgué mi vida por
nada.
—Creo que todos tenemos algo en común—
concluyó la Señora Guerrero provocando que todos la
miraran extrañados.
—Insisto. ¿Qué busca en nosotros, Señora
Guerrero?—preguntó Fernando.
—La pregunta correcta es ¿Qué quiero buscar con
ayuda de Ustedes, Sr. Calderón?
—No entendí—dijo Gisela.
—Se puede decir que Ustedes y yo somos…Colegas.
No soy Profesionista, ni una persona letrada. Pero como
verán, cuento con el Laboratorio de mi esposo, con sus
Asistentes Robots. Sólo necesito a personas como Ustedes
para encontraralasesino de mi marido.
— ¡¿Qué?!—dijeron alunísono.
— ¿Encontrar al Asesino de su Esposo?—cuestionó
Jorge—Creo que no le quedó claro que nosotros no
somos…
—Profesionistas niDetectives. Lo sé perfectamente.
— ¿Entonces? ¿Por qué nosotros?—dijo Linda.
—Veo que no sólo buscan mantener a sus Familias.
Quieren encontrar la forma de hacerlo realizando una
actividad muy parecida a la que hacían antes. ¿Cierto?
—Tiene razón—respondió Emiliano.
—Yo me comprometo a pagar sus deudas, a darles el
sustento económico que sus Familias necesitan, pero
Ustedes deberán ayudarme a descubrir quién mató a mi
esposo. Y…
La Señora Guerrero proyectó en el muro la imagen
virtual de un hombre.
—EncontraralDr. Nicolás Delgado.
— ¿Un antiguo novio?—dijo sarcásticamente Linda.
—Más bien dicho, un viejoamigo.
Todos callaron luego de escuchara la Señora Guerrero.
— ¿Y bien? ¿Aceptan mipropuesta?
—Suena tentadora—comentó Alfredo.
— ¿Pero?
—Para encontrar a su enemigo y al asesino de su
esposo necesitaremos romper el toque de queda,
enfrentarnos a la Policía Robot del Gobierno—
argumentaba Fernando—Para salir vivos y victoriosos
requeriremos de…
—…Armas—completó Alfredo.
—Trajes especiales conprotección—agregó Jorge.
— Y un buen vehículo—finalizó Emiliano—Más de
uno sise puede.
—No se preocupen por eso. Estos asistentes robots
sólo están esperando la orden para ejecutar lo que sea.
— ¿Lo que sea?—preguntó incrédula Gisela—Es
decir, si quiero que construyan una pistola con forma de
jeringa que dispare dardos tranquilizantes…
—Sólo necesitas diseñar tu arma y ellos la construirán a
la brevedad posible—respondió la Señora Guerrero
dejando impresionados a todos— ¿Entonces? ¿Cuento
con Ustedes para protegeral Estado de Zacatecas?
Todos se miraron pensativos. Después, observaron
emocionados a la Señora Guerrero.
B
DÍA 1.
6:00 a.m.

Linda y Gisela llegaron al jardín frontal de la Casa


viendo a una Asistente Robot esperándolas. Ambas
usaban ropa deportiva.
—Bienvenidas a su Primer Día de Acondicionamiento
Físico.SoyTonga,suAsistenteFísico—atlética.
—Hola Tonga—respondieron al unísono.
—Prepárense. Aquí comienza su transformación.
Tonga comenzó a reproducir música para hacer
ejercicio. Después, la Asistente Robot empezó a realizar
una rutina de Aerobics.
— ¡Vamos chicas! ¡No las veos ejercitarse! ¡Síganme!
Linda y Gisela siguieron a Tonga en los ejercicios
aeróbicos, los cuales aumentaron de dificultad e intensidad
conforme pasó el tiempo.

20
En el Jardín trasero de la Casa; Fernando, Jorge,
Alfredo, Emiliano y Luciano seguían el paso a Higby, su
Asistente Robot que les ponía rutinas de ejercicio intensas
para poder trabajar: brazo, abdomen, pecho, espalda,
pierna, en los aspectos de fuerza y resistencia.
—No desfallezcan—decía Higby animándolos—
Aún pueden dar más todavía. ¿Piensan proteger a su
Estado?
—De hecho estoy pensando en renunciar—comentó
EmilianoprovocandolamolestiadelAsistenteRobot.
—Perfecto. Cincuenta repeticiones más para todos.
Fernando, Jorge, Alfredo y Luciano miraron molestos
a Emiliano.
—Gracias—expresó Jorge sarcásticamente.
—Tarado—agregó Alfredo.
DÍA 8.
10:00 a.m.

En el amplio Pasillo del Sótano; Fernando comenzaba a


probar su futura arma, un marro gigante hecho de cobre
mezclado con CAREL, con el cual golpeaba piedras
gigantes logrando romperlas fácilmente.
Zamboanga, Sicrob y Brout, Asistentes Robots, observaban
todo y evaluaban elfuncionamiento delarma.
—Ya comprobamos que sí funciona para golpear,
Fernando—dijo Zamboanga—Ahora prueba eldisparo.
—Claro.
Fernando presionó un botón en el mango del marro, el
cual se redujo hasta que Fernando tomó en sus manos la
cabeza del marro para posteriormente disparar un láser a
una roca gigante, que fue pulverizada luego del impacto.
Fernando no ocultó su sorpresa y los Asistentes Robots
mostraron orgullo.
Jorge usaba un martillo de hierro para esquivar varios
disparos láser que Sicrob realizaba. Después, presionó el
mango del martillo, cuya punta salió disparada como
boomerang tirándole el arma láser a Sicrob y después
regresó a colocarse de vuelta en elmango.
—Buen trabajo, Jorge. Probaremos las otras dos armas.
—Me encanta la idea.
Gisela probaba una pistola en forma de jeringa que
disparaba dardos tranquilizantes. Brout observaba satisfecho
que la puntería de Gisela mejoraba con la práctica.
—Muy bien, Gisela. Ahora probaremos tu segunda
arma.
Brout le cambió a Gisela la pistola por una manguera
elástica para suero, la cual fue probada inmediatamente por
Gisela, quien se colgó de una barra, colocada muy cerca del
techo, usando la manguera como liana.
Alfredo probaba una ametralladora láser siendo
monitoreado por Zamboanga, ya que Alfredo acababa con
todos sus enemigos virtuales que se le acercaban.
—Suficiente, Alfredo. Es momento de usar el arma
cortante.
—Entendido.
Alfredo dejó la ametralladora láser y sacó un cuchillo,
también láser, para enfrentar enemigos virtuales que lo
atacaban.
Emiliano probaba un aparato destornillador silencioso
desarmando en breves minutos un dispositivo complejo.
Después, Sicrob miraba cómo Emiliano probaba un
dispositivo capaz de cortar la energía eléctrica para
posteriormente devolverla.
Luciano recibía una tortilla de manos de Brout.
—Pruébala.
Luciano arrojó la tortilla hacia otros asistentes robots, la
tortilla creció en el aire cayendo sobre los robots
capturándolos.
— ¡Vaya!—gritó Luciano—Qué interesante.
Más tarde, Luciano probaba una pistola con forma de
rodillo que disparaba chocolate amargo líquido y muy
caliente.
Zamboanga terminaba de colocarle a Linda dedales en
su mano izquierda.
—Se adhieren a cualquier superficie.
— ¿En serio?
—Compruébalo túmisma.
Linda caminó hacia la pared, se adhirió a ésta usando los
dedales y después escaló dicha pared.
Momentos después, Linda probaba una pistola que
disparaba pegamento mezclado con CAREL, el cual fijaba
cualquier objeto prácticamenteal momento de tocarlo.

DÍA 10.
6:00 p.m.

Fernando se colocaba un casco con luz propia y lentes


con visión nocturna, rayos X y rayos UV. Posteriormente,
Sicrob ayudaba a Fernando a colocarse un traje hecho de
una mezcla entre cobre y CAREL.
Jorge usaba una barra metálica para calentar y derretir
objetos. Después, Brout sostenía una barra de metal que
Jorge destruía con un afilador portátil.
Gisela practicaba formas y posturas de defensa y
ataque usando un bisturí extremadamente filoso. Una vez
finalizada la práctica, Zamboanga le mostraba a Gisela una
turbo—moto con forma de ambulancia.
Alfredo probaba un lanzamisiles explosivos derribando
enemigos virtuales. Luego de eso, Sicrob llevaba a Alfredo al
otro lado del pasillo donde los esperaba un turbo—jeep de
asalto.
Emiliano lanzaba una soga—cable que emitía una
ligera descarga eléctrica paralizando los objetos que recibían
dicha descarga.
Brout le daba a Luciano dos espadas, una con forma
de cuchara y otra con forma de tenedor. Luciano
comenzó a practicar formas y posturas de defensa y
ataque.
Linda recibía de manos de Zamboanga una espada
con forma de aguja. Inmediatamente la Costurera se puso
a practicar.

DÍA 14.
9:00 p.m.

La Señora Guerrero observaba orgullosa a Fernando,


Jorge, Alfredo, Gisela, Emiliano, Luciano y Linda vestidos
con sus respectivos trajes y portando sus respectivas armas.
—Pues debo aceptarlo… Me gusta el Equipo. Un
Minero, un Herrero, un Soldado, una Enfermera, un Electricista, un
Panadero y una Costurera. Interesante “Pandilla”.
—Ese sería un buen nombre para el Equipo; La
Pandilla—propuso El Minero.
—Sí, me gusta—comentó La Enfermera—Suena
rudo y a la vez confiable.
—No como ese grupo de Ecolobobos que protegen al
Estado de Veracruz como… “héroes”—agregó La
Costurera.
—Bien dicho. Ustedes no son héroes—decía la
Señora Guerrero mientras se acercaba a ellos—Tampoco
aspiran a serlo. Son La Pandilla. Un Grupo de Patriotas que les
demostrarán a las mentes más letradas y perversas que el
Estado de Zacatecas no les pertenece.
Zamboanga se acercó a la Señora Guerrero.
—El toque de queda ha comenzado.
—Gracias Zamboanga.
La Señora Guerrero miró a La Pandilla.
—Es hora de probar sus armas.
Los Miembros de La Pandilla denotaron emoción.
En el Centro de Zacatecas, a las afueras del Teatro
Fernando Calderón, una turbo—patrulla realizaba su ronda
de vigilancia.
—¿Estás lista Enfermera?—preguntó la Señora Guerrero
desdesucasa.
—Eso creo.
— ¡Ahora!
La Enfermera, a bordo de su turbo—moto, salió entre
las calles rebasando a la turbo—patrulla. Inmediatamente,
los policías robots analizaron el vehículo tratando de
identificarlo, pero sus bases de datos no encontraron
información alguna.
—Violación al Toque de queda, al límite de velocidad y
vehículo posiblemente robado—informó Pieta.
—Vamos por ella.
La turbo—patrulla aceleró el paso siguiendo a la
Enfermera, quien miraba en su parabrisas que los policías
robots estaban a punto de alcanzarla.
— ¡Oigan! ¡No puedo conducir un vehículo y usar mis
armas al mismo tiempo!
—Lo Sabemos—respondió el Soldado, cuya imagen
virtual apareció en el parabrisas del vehículo—Es por eso
que tú y yo sólo probaremos los vehículos esta noche. El
resto probará sus armas.
— ¿En serio?
— ¿Acaso ves que me estoy riendo?
En ese momento, otra turbo—patrulla hizo sonar la
sirena. La Enfermera miró con preocupación que estaba
siendo rodeada por tres turbo—patrullas más.
— ¡Oigan! ¡Me están rodeando! ¡¿Qué se supone que
debo hacer?!
— ¡Acelera!—ordenó el Minero por medio de la
comunicación— ¡Tenemos que ver el alcance de tu
vehículo!
— ¡Sí, Enfermera! ¡Confía en nosotros!—agregó el
Herrero.
—Está bien.
La Enfermera aceleró lo más que pudo alejándose
considerablemente de la turbo—patrulla que la perseguía.
Eso permitió que el turbo—jeep donde viajaban el
Soldado, el Minero y el Herrero, llegara por una calle que
interceptaba la Avenida principal de la persecución.
El turbo—jeep frenó evitando el impacto, Minero
usó el cañón láser de su marro para disparar y tirar de la
turbo—patrulla a los policías robots. Después, Herrero
disparó la punta del boomerang de su martillo de hierro,
la cual ponchó las cuatro llantas del vehículo para volver
con su dueño.
—Prueba de armas superada—expresó el Soldado,
quien arrancó a toda velocidad turbo para escapar.
Dos turbo—patrullas perseguían por los costados a la
Enfermera, quien maniobraba su turbo—moto de la tal
forma que evitaba el impacto, ya fuera contra sus
perseguidores o contra algún otro objeto de las calles.
De repente, ambas turbo—patrullas comenzaron a
cerrarle el paso a la Enfermera de tal forma que ésta quedó
en medio de sus perseguidores, siendo golpeado su
vehículo por éstos.
En ese momento, una tortilla gigante cayó encima de
una turbo—patrulla cubriéndola completamente. El
Policía Robot Pilz frenó bruscamente, pues habían
perdido la visión del camino.
Enfermera miró sonriente al Panadero, quien junto a la
Costurera aguardaba firme al final de la calle. Fue la
Costurera quien disparó hacia la segunda turbo—patrulla,
el impacto dio algunos metros adelante del vehículo,
dejando un líquido en la calle. Cuando la segunda turbo—
patrulla pasó por encima del líquido, se detuvo
inmediatamente y ya no pudo avanzar.
— ¿Qué sucede?—cuestionó el Policía Robot
Graz— ¿Por qué no avanzamos?
—Creo que… estamos pegados a la calle—
respondió el Policía Robot Digit.
Y en efecto, la Costurera había disparado pegamento
mezclado con CAREL líquido, lo cual haría imposible
que el vehículo se moviera de ahí.
La Enfermera pasó cerca de la Costurera, quien
inmediatamente abordó la turbo—moto en movimiento.
El Panadero, en cambio, se fue corriendo por otra calle.
—Descuida, Enfermera. Volverá junto con Minero,
Herrero, Soldado y Electricista, en el turbo—jeep.
—De acuerdo. Por cierto, ¿Dónde está El Electricista?
El Electricista aguardaba escondido en la esquina de la
Avenida Del Ángel. En ese momento, escuchó la sirena de la
última turbo—patrulla, la cual se acercaba a toda velocidad
turbo.
El Patriota calculó el viaje del vehículo en base a la
cercanía del sonido de la sirena. Se puso de pie y disparó un
cable que se incrustó en el costado de la turbo—patrulla.
Electricista activó su dispositivo e inmediatamente el
aparato absorbió toda la electricidad del vehículo y de los
Policías Robots, quedando tanto la turbo—patrulla como
sus tripulantes detenidos y apagados a la mitad de la calle.
— ¡Perfecto! ¡El dispositivo funciona de maravilla en el
Mundo Real!—expresó Electricista.
El turbo—jeep con Soldado, Minero, Herrero y
Panadero llegó deteniéndose junto al Electricista.
—Nuestra noche de prueba fue todo un éxito—dijo
Minero—Pero la Señora Guerrero nos quiere de vuelta
en “El Escondite” para comenzar la investigación en el Caso
del Asesinato del Dr. Filio.
—¿ElEscondite?—preguntó confundidoElElectricista.
—Otro cuarto adecuado, por la Señora Guerrero,
para investigar en la Residencia Filio—respondió el
Panadero.
—Pues…volvamos al Escondite—Electricista abordó
el turbo—jeep e inmediatamente, Soldado arrancó y se
dirigióde vueltaa laResidenciaFilio.
Un grupo de Robots Asistentes que acompañaban al
Antropólogo Jonathan Solórzano, se acercaban junto con su líder
a la turbo—patrulla detenida por la falta de electricidad.
El Antropólogo analizó con ayuda de un pequeño
escáner, el estado del vehículo y de los Policías Robots.
Luego pensó un poco la situación mientras miraba a su
alrededor al resto de los Policías Robots que habían sido
derrotados.
—Es imposible—murmuró el Antropólogo para
después sacar su computel y hacer una video llamada de
urgencia. Unos segundos después, la imagen del
Licenciado Ugarte apareció en la pantalla del computel.
— ¿Cuál es la urgencia, Jonathan?
—Tenemos problemas, Licenciado. Los Policías
Robots fueron destruidos por armas bastante sofisticadas.
— ¡¿Qué dices?!
—Descuide. Toda arma deja un rastro—El
Antropólogo miraba sonriente su escáner—Y yo ya lo
encontré.

En el Escondite; la Señora Guerrero proyectaba en la


pared imágenes virtuales de varias personas divididas en
dos listas.
—Sé que sonará a venganza, pero mi marido, el Dr.
Filio, tenía una larga lista de amigos. Pero una enorme lista
de enemigos.
—Descuide, nosotros también tenemos una larga lista
de gente que nos odia—dijo Linda.
— ¿Qué cosa tenían en común los enemigos de su
esposo?
—Excelente pregunta, Luciano—respondió la Señora
Guerrero—William fue un excelente Psiquiatra Forense
cuyas investigaciones llevaron a prisión a muchos
criminales. La gran mayoría de esos criminales eran
Profesionistas.
Los Miembros de La Pandilla mostraron desconcierto.
—En su lista de enemigos aparece Aldo Fortuny, Biólogo
Molecular, quien según las investigaciones de mi esposo,
desarrolló un virus mutado de la Influenza H1N1 en
nuestro Estado, provocando la muerte de cientos de
personas.
—Pero… Señora Guerrero—decía Jorge.
—Jennifer. Mi nombre es Jennifer.
—Oh… claro. Señora Jennifer, escuché en las noticias
que el Biólogo Fortuny tendrá un juicio donde puede
alcanzar la libertad condicional.
—Desafortunadamente así es, Jorge. El Abogado de
Fortuny, quien se dice llamar Abogangster, logró llevar el caso
a Juicio.
—Supongo que su esposo era un testigo en contra de
Fortuny…—comentó Alfredo.
—Y con él muerto, Fortuny saldrá libre—completó
Gisela.
—Así es, Pandilla—La Señora Guerrero mostró
nostalgia y frustración, pero cambió las imágenes virtuales
de la pared por las que mostraban el reporte forense del
Dr. Filio—Pero aún hay más. Según los reportes forenses,
William murió luego de un disparo láser en el cuello y otro
en el estómago…
—Supongo que se acerca un “Pero…”—intervino
Fernando.
—Cuando me mostraron su cuerpo no pude cerrarle
los ojos.
— ¿Eso qué significa?—cuestionó Emiliano.
—Que le extrajeron las córneas—respondió Gisela,
provocando que todos la miraran sorprendidos y ella se
sintiera incómoda— ¿O no es cierto eso?
—Estás en lo correcto, Gisela—dijo la Señora
Guerrero—Además de eso, un solo forense humano fue
el encargado de colocar a mi marido en la gaveta, cuando
en vida pesó 85 kilos.
—Lo que nos lleva a pensar que su cuerpo muerto
debería ser más pesado y por ende, más difícil de mover por
una sola persona—intervino de nuevo Gisela provocando
de nuevo que todos la miraran—Lo siento. No pude
evitarlo.
—Tampoco podremos evitar intervenir en este
asunto—aseguraba Fernando—Un caso de asesinato aún
nohasido resueltoy ungenocidabiológicoestáporsalirlibre.
— ¿Cuál es el plan, amigo?—preguntó interesado
Luciano.
—La Enfermera, el Electricista y tú irán a la Morgue a
revisar de nuevo el cuerpo del Dr. Filio y compararán los
reportes médicos internos. El Herrero, el Soldado, la
Costurera y yo seremos parte del quórum que asistirá al
juicio del Biólogo Fortuny. Algo me dice que lo liberarán sí
o sí.
C

En el Palacio de Gobierno, el Gobernador Daayán


y el Licenciado Ugarte observaban un video, en tiempo
real, donde el Psicólogo de la Prisión, el Dr. Sabe Hadock,
entrevistaba al Biólogo Fortuny.
—Hábleme de su sentir en prisión durante este
tiempo.
—Es… humillante—Fortuny rompió en llanto—
Desde que me trajeron aquí, una prisión ha cercado mi
mente…La culpa no deja de consumirme…Esas
personas…Yo las maté…Yo… provoqué que tuvieran la
peor de las muertes…Sipudiera volveratrás y…
—Sabemos perfectamente que eso es imposible.
— ¡Ya lo sé! ¡Y eso…! ¡Me está matandopordentro…!
Ugarte detuvo la transmisión del video y miró triste
al Gobernador.

39
—Creo que es más que evidente que el Biólogo
Fortuny está verdaderamente arrepentido. ¿No cree Usted
que merece ser perdonado, Sr. Gobernador?
—Y ¿No cree Usted que el próximo juicio que lo
puede enviar de por vida a las Islas Marías es lo que lo
está consumiendo, Licenciado Ugarte?
—Señor, esas lágrimas son auténticas ¿Acaso no vio
cómo rompió en llanto?
—El Biólogo Fortuny deberá enfrentar las
consecuencias de sus actos, ya sea que rompa en llanto o no.
La firmeza de la decisión del Gobernador molestó
mucho a Ugarte.

En algún lugar de Zacatecas, dentro de las


instalaciones de un Laboratorio Secreto, tres sujetos,
uno vestido con smoking color beige, otro con
smoking color azul marino y el tercero con pantalón
gris y bata blanca, todos usando máscaras del teatro
griego color blanco, y cuyos seudónimos son: Contador,
Arquitecto y Físico, fabricaban un cartucho para arma láser
con los residuos que dejaron las armas de La Pandilla y
que fueron encontrados por el Antropólogo.
De pronto, el computel de Arquitecto le informó
sobre una nueva video llamada.
—Video llamada entrante de Abogangster. Video llamada
entrante de Abogangster. Video llamada entrante de Abogangster.
Arquitecto se apartó de la mesa de trabajo, sacó su
computel y miró fijamente la pantalla.
—Responder video llamada.
En la pantalla del computel apareció la máscara del
teatro griego usada por Abogangster.
—Hola… Arquitecto.
— ¿Cuál es la emergencia, Abogangster?
—Malas noticias. No habrá perdón para Fortuny.
— ¿Eso es impedimento para continuar con
nuestro plan? Estamos más que listos.
—Diles a Contador y Físico que quiero listo el
Controlador Mental. Un nuevo recluta está por llegar.
Durante la madrugada; la Oficina del Forense en la
Morgue lucía tranquila y con los sistemas de alarma
funcionando. Pero de repente, toda la electricidad de la
oficina se fue desactivando la seguridad del lugar.
Electricista y Panadero abrieron la puerta de la
oficina, entraron al lugar yendo, junto con Enfermera,
directamente al archivo de reportes médicos. De
pronto, dos Guardias Robots aparecieron frente a ellos.
— ¡No se muevan, intrusos!—ordenó el Guardia
Robot Dalak.
Panadero le disparó chocolate amargo al segundo
Guardia Robot de nombre clave Kazar. El chocolate
entró en los sistemas del Robot causándole un corto
circuito.
Electricista, por su parte, lanzó su soga eléctrica
dándole una fuerte descarga a Dalak.
—Problema resuelto—dijo Electricista a
Enfermera.
—A trabajar, amigos.
Enfermera fue directamente a la Zona de Gavetas
abriendo la que contenía el cuerpo del Dr. Filio.
Enfermera usó un escáner con rayos X de bolsillo para
revisar el cadáver.
Electricista y Panadero, por su parte, tomaban los
reportes médicos guardados en tarjetas Micro SD para
guardarlos entre sus trajes. Ninguno de los tres se dio
cuenta que alguien entró a la oficina y se acercó a
Enfermera por la espalda.
Y hablando de la Enfermera, ésta observaba
incrédula el interior del cuerpo del Dr. Filio.
—No puede ser. Extrajeron todos los órganos
internos del Dr. Filio. A excepción de su cerebroooo…
En ese momento, un Sujeto vestido como Médico,
pero usando máscara del teatro griego color blanco,
tomó por la espalda a Enfermera comenzando a
ahorcarla.
—Creo que discrepo de su reporte, Enfermera—
dijo el Sujeto.
Electricista y Panadero miraron al Tipo sujetar a
Enfermera, quisieron ir a ayudarla, pero el Médico los
detuvo.
— ¡Si se acercan, le destrozaré el cuello!
— ¡No… se preocupen… por mí…!
Enfermera sacó su pistola—jeringa y le inyectó un
dardo tranquilizante en el brazo del Sujeto, quien soltó a
Enfermera, ésta golpeó al Médico en el pecho
enviándolo al piso.
— ¡Vámonos de aquí!
Enfermera corrió a la salida, Panadero y Electricista
guardaron rápido las tarjetas Micro SD y salieron
corriendo junto con Enfermera.
El Médico, por su parte, se levantó y sacó su
computel.
— ¡Llamada de emergencia a la Policía de Zacatecas!
El dispositivo se comunicó de inmediato con la
Policía Local.
Al medio día siguiente, en el Tribunal Superior de
Justicia de Zacatecas, los asistentes al juicio se ponían de
pie, pues el Juez Alardín Horsting entró a la Sala y tomó
asiento.
—Tomen asiento por favor—pidió el Juez.
—Sr. Juez, tenemos el Caso del Estado contra Aldo
Fortuny por la muerte de 230 personas. Pedimos a la
audiencia guardar el debido orden y respeto, Gracias—
informó Karlene Buckolm, Secretaria de Sala.
—Se declara iniciada la presente audiencia—El Juez
Horsting dio un ligero golpe con su martillo—Por parte
de la Fiscalía ¿Quién comparece?
—Comparece ante usted el Licenciado Bohap
Stockholm.
—Gracias—expresó el Juez y luego miró a Fortuny
y su Abogado—Y ¿Por parte de la defensa…?
El Juez no podía creer que un hombre vestido con
smoking negro y máscara del teatro griego color blanco
fuera el Abogado Defensor.
—Mi nombre es Abogangster, Su Señoría.
—Esto no es un circo, Señor.
—Lo sé. Soy el Abogado que más casos difíciles ha
ganado en este Estado.
—Pues no sé si este sea un caso difícil o no, pero sí
es muy importante. Así que le ordeno quitarse esa
máscara inmediatamente y decirnos su verdadero
nombre.
—Lo lamento, Su Señoría. Pero mi formación me
permite respetarlo, mas no obedecerle.
En ese momento, un Tipo vestido con ropa y
sombrero de explorador y quien también usaba máscara
del teatro griego (Era el Antropólogo), entró pateando la
puerta de la Sala.
—¿Acaso no escuchó al Abogangster? No va a
obedecerle.
El Antropólogo sacó un arma asustando a los
asistentes.
—El Juicio terminó, Su Señoría.
El Antropólogo disparó al Juez, pero antes que el láser
diera en él, Minero apareció de la Nada colocándose frente
al Juez y usando su marro para devolver el disparo, el cual
impactó al Antropólogo arrojándolo al piso y asustando
más a los asistentes.
Físico y Arquitecto salieron de entre las personas
asustadas apuntando con sus armas al resto de la
audiencia.
— ¡Nadie va a jugar al héroe aquí!—gritó Arquitecto.
— ¡Qué nadie se mueva!—completó Físico.
Soldado, Herrero y Costurera aparecieron frente a
Físico y Arquitecto acercándoseles para rodearlos.
—Nosotros no somos héroes—dijo Soldado.
—Somos “La Pandilla”—agregó Costurera.
Físico y Arquitecto se miraron desconcertados,
luego les dispararon a los Patriotas, pero Herrero y
Costurera usaron su barra y aguja—espada
respectivamente para esquivar los disparos.
Soldado, por su parte, usó su ametralladora láser para
dispararles a los Profesionistas.
El Juez Horsting no podía creer lo que veía. De pronto,
una mano quedó frentea él.
—Venga conmigo, Sr. Juez—dijo Minero—Lo
pondré a salvo.
El Juez sintió seguridad y tomó la mano del Minero.
Ambos salían de la Sala mientras el enfrentamiento
continuaba en el área donde se encontraban los asistentes…
ESTADO DE LA
PRIMERA MISIÓN:
TERMINADA.
D

Minero llevaba al Juez Horsting rumbo a la salida. De


pronto, escuchó que uno de sus compañeros había sido
herido; era Herrero, quien cayó al piso luego de recibir un
impacto en el hombro derecho.
Minero volteó viendo a Herrero tirado frente a
Contador, el cual veía que el arma de Herrero estaba muy
lejos de él. Minero preparó el cañón de su marro para
ayudar a su compañero, pero un disparo le tiró el arma de
las manos, la cual se deslizó por el piso llegando hasta los
pies de Contador.
—La trampa resultó.
Contador levantó el cañón de Minero y apuntó hacia
Fortuny, quien buscaba desesperado salir de ese lugar. El
cañón disparó en el estómago de Fortuny enviándolo al
piso y dejándolo muy herido.
—¡Misión Cumplida!—gritó Antropólogo— ¡Es
hora de irnos!
50
Contador arrojó hacia Herrero el cañón de Minero,
pero éste saltó para impedir que su arma lastimara a su
compañero. Después, lo ayudó a ponerse de pie.
— ¿Estás bien?—preguntó Minero.
—Eso creo. Fue una herida no muy profunda.
Ambos miraban a su alrededor viendo a Soldado
ayudar a Costurera, quien también resultó herida. Los
asistentes se mostraban aterrados, Abogangster fue el
único de los enmascarados que permaneció en el lugar.
— ¡Biólogo Fortuny!
Abogangster corrió a ayudar al Biólogo, quien
agonizaba. Abogangster usó una técnica para reanimar al
herido, pero lejos de reaccionar favorablemente, Fortuny
murió.
Abogangster miró impactado al Juez Horsting, el cual
se acercó a ver lo sucedido.
—Lo siento, Su Señoría. El Biólogo Fortuny está
muerto.
El Juez no podía creer lo que escuchaba.
—Los Pandilleros. Ellos provocaron todo esto—
opinó Abogangster— ¡Ellos lo asesinaron! El Juez
volteó buscando con la mirada a Minero, Herrero,
Costurera y Soldado pero éstos se habían ido ya.
— ¡¿Lo ve?! ¡¿Lo ve?! ¡¿Si fueran inocentes habrían
huido?! ¡Yo fui el único que intentó ayudar al acusado!
Los Policías Robots Pieta, Pilz, Graz y Digit entraron
a la Sala apuntando con sus armas.
— ¡No se muevan! ¡Manos sobre la cabeza!—
ordenó Pieta.
—Oficial Pieta…—dijo el Juez—Cuatro Pandilleros
atacaron al Acusado, quien murió en brazos de su
Abogado. Ellos deben ser detenidos.
—En este lugar sólo habemos gente inocente.

En el Escondite; la Señora Guerrero se acercaba a la


televisión, pues una noticia de última hora había
interrumpido la programación normal.
—El Plan de Contingencia del Gobierno del Estado, así como el
Toque de Queda comienzan a mostrar sus puntos débiles—
informaba Erro Campanella—Hace un momento unos
Pandilleros disfrazados como Minero, Herrero, Costurera y Soldado
irrumpieron en el Juicio del Biólogo Fortuny, quien resultó gravemente
herido. Sin embargo, dicha Pandilla es más numerosa de lo que
pensamos, pues esta madrugada, la Morgue estatal sufrió un saqueo a
manos de tres personas, dos hombres y una mujer, disfrazados como
Panadero, Electricista y Enfermera respectivamente. En dicho saqueo
el Dr. Nicolás Delgado, Médico responsable en la Morgue, resultó
herido…
La Señora Guerrero quedó paralizada luego de
escuchar el nombre de la última persona herida y su
golpe emocional aumentó de intensidad cuando vio
imágenes de él en la televisión.
— ¡¿Qué?! No es posible. Estabas desaparecido.
Las imágenes del Doctor Delgado trajeron recuerdos
poco agradables a la mente de la Señora Guerrero.
E
— ¡Jennifer! ¡Jennifer! ¡Háblame mi amor!—decía el Dr. Filio
luego de un tremendo accidente de turbo—auto, donde su esposa había
resultado gravemente herida.
A pesar de las severas heridas en la cabeza, rostro y un brazo roto,
el Dr. Filio acompañaba a los Robots Paramédicos, quienes levaban a
Jennifer, en una camilla, a la turbo—ambulancia.
— ¿Jennifer?
El Dr. Filio miró con emoción que su esposa abrió los ojos
denotando espanto. Pues tenía colocada la mascarilla de oxígeno y
estaba conectada a un suero regenerante.
—Tranquila mi amor. Te llevarán al Hospital y todo saldrá
bien.
Jennifer cerró los ojos y se quedó dormida.
Una intensa luz blanca hizo que Jennifer abriera los ojos de nuevo.
Era la lámpara del quirófano. El Médico encargado de la cirugía era
el Dr. Delgado, según pudo ver Jennifer en la bata del Médico. Éste se
mostraba preocupado y pedía todo el tiempo un instrumento diferente a
sus Asistentes Robots.
Alguien, a quien Jennifer no pudo verle la cara, se acercó por detrás
y colocó su mano sobre el hombro del Dr. Delgado.
— ¿Qué haces, Nicolás?
— ¿Qué crees que hago?
—Algo que no deberías.
—Pero si no hago lo necesario, ella no…
—No hagas el máximo esfuerzo para salvarla.
El Dr. Delgado se mostró preocupado.
—Si está viva es más que suficiente para ella y su esposo.
—Pero…
— ¡Te lo ordeno! ¿Está claro?
—Sí Señor.
La anestesia volvió a hacer efecto en Jennifer y ésta se quedó
dormida.
— ¡¿Cómo que no volverá a caminar?! ¡¿Acaso no me aseguró
que ella se pondría bien si la operaban?!—Eran los gritos del Dr.
Filio al Dr. Delgado.
Dichos gritos provocaron que Jennifer abriera los ojos y viera a su
esposo sujetando del cuello de la bata al Dr. Delgado.
— ¡Dígame ¿Qué fue lo que pasó, Doctor?! ¡¿Qué fue lo que
pasó?!
— ¿William?
El Dr. Filio miró inmediatamente a su esposa despierta.
— ¡Jennifer!
El Dr. Filio se acercó de inmediato a su esposa y dejó al Dr.
Delgado.
—Amor mío. Ya despertaste.
— ¿William qué pasó? ¿Por qué no puedo mover las piernas?
Jennifer se mostró desesperada.
— ¡No siento las piernas! ¡No siento las piernas!
—Mi amor—El Dr. Filio comenzó a llorar—Lo siento
tanto. Perdóname.
El Dr. Filio abrazó a Jennifer mientras ambos lloraban.

En el Escondite; la Sra. Guerrero derramaba algunas


lágrimas al momento de recordar su historia con el Dr.
Delgado.
— ¿Sra. Jennifer?—dijo Jorge.
La Sra. Guerrero volteó viendo a los Pandilleros con
sus trajes puestos, pero sin las máscaras.
—Bienvenidos de vuelta. En las noticias no dejan de
hablar de lo ocurrido durante el Juicio.
—Sí, pero la cosa no terminó ahí. Mire—Alfredo
apuntó con su dedo hacia la Televisión donde Erro
Campanella presentaba cuatro retratos hablados.
—Estas son las primeras imágenes, basadas en testigos, de los
cuatro Pandilleros que atacaron al Biólogo Fortuny esta tarde durante
el Juicio…
Todos se mostraron asustados, pues las imágenes
eran las de: Minero, Herrero, Costurera y Soldado.
—…Tenemos el último reporte médico que
confirma la muerte del Biólogo Fortuny. Repito, el
Biólogo Fortuny fue asesinado. Por lo tanto, estos cuatro
Pandilleros son los más buscados, a partir de este
momento, por la Policía de Zacatecas.
— ¡Esto no me gusta!—gritó Linda.
—Pues créeme que a mí tampoco—dijo Fernando.
—Nunca pensé que sería considerado un criminal
peligroso, Señora Jennifer—expresó Alfredo.
—De haber sabido que sería inculpado de crímenes
que no cometí—decía Jorge, pero fue interrumpido por
Luciano.
— ¿Quieren dejar de quejarse?
—Para ti es fácil decirlo. Tu imagen no está en las
bases de datos de la Policía—comentó Alfredo.
— ¡Créeme que sí lo están!—intervino Gisela— ¿Ya
olvidaste que no podemos salir a la calle ni ejercer
nuestros oficios porque el Gobierno nos considera un
peligro para el Estado?
Todos se mostraron pensativos.
—Gisela tiene razón—habló la Sra. Guerrero—Para
el Gobierno Ustedes son el problema. Y si le creen y se
ocultan, entonces los verdaderos criminales seguirán
matando y robando sin que nadie pueda detenerlos. En
su Primera Misión vieron hasta dónde están dispuestos a
llegar con tal de conseguir sus objetivos.
—Nunca pensé que gente tan preparada fuera tan…
perversa—comentó Emiliano.
—El conocimiento puede ser un arma peligrosa en la mente de
personas con un corazón lleno de soberbia—agregó la Sra.
Guerrero. Después, miró a los Pandilleros, quienes
estaban nostálgicos.
— ¿Y bien? ¿Qué encontraron en la Morgue?
—En efecto, el Dr. Filio, su marido, tenía dos heridas
de arma láser, una en el cuello y otra en el estómago. Tal y
como decía el reporte forense—informaba la
Enfermera.
—Supongo que se acerca un “Pero”—dijo
Fernando.
—Por supuesto que sí. Esas heridas no fueron
hechas por disparos de un arma láser. Parecían hechas
por una cortadora láser.
— ¿Qué te hace pensar eso?—cuestionó Emiliano.
—Eran heridas tan profundas que cualquier persona
pudo sacar los órganos del Dr. Filio por esas aberturas—
respondió Gisela.
— ¿Quieres decir que extrajeron los órganos de mi
esposo?—preguntó angustiada la Sra. Guerrero.
—Eh…S…Sí. Me temo que sí. Todos a excepción
del cerebro.
La Señora Guerrero no ocultó su molestia.
—Otra evidencia de la perversidad de los criminales a
los que nos enfrentamos. Por cierto. ¿Recuerdan la
imagen del Dr. Nicolás Delgado que les mostré?
Todos asintieron.
—Mi pregunta ahora es sólo para la Enfermera, el
Electricista y el Panadero. ¿Vieron al Dr. Delgado
cuando estuvieron en la Morgue?
Los tres Pandilleros se miraron confundidos por la
pregunta.
—No—respondió Emiliano.
—De hecho, el único “Doctor” que vimos usaba
máscara blanca y trató de atacarnos.
— ¿Máscara Blanca?—expresó Fernando—Debe
formar parte del grupo de personas que apareció en el
Juicio.
—Y esas personas ¿Tenían un tatuaje en la mano?—
cuestionó Gisela provocando que todos la miraran
sorprendidos—Es que…cuando el Doctor ese me
sujetó logré ver en su mano un tatuaje en forma de serpiente con
alas de águila.
—Ahora que lo mencionas—respondió Linda—los
tres tipos que aparecieron en el Juicio tenían un tatuaje,
como el que describiste, en la mano.
La Señora Guerrero se mostró muy pensativa luego
de escuchar la descripción de dicho símbolo.
F

En un Cuarto de Hospital, Fortuny abrió los ojos


denotando desconcierto por saber dónde estaba y
porqué estaba ahí.
— ¡Vaya! ¡Despertó!—expresó emocionada la
Enfermera Sumi Sandflesen—Iré a informarles a los
Policías Robots.
— ¡Espere un momento! ¿En dónde estoy?
—En el Hospital…
Un bisturí láser atravesó el estómago de la
Enfermera Sandflesen, quien inmediatamente cayó
muerta al piso.
Fortuny miró asustado al Cirujano Plástico, el
“Médico” que apareció en la Morgue y atacó a los
Pandilleros.
—¿Quién es usted?—preguntó temeroso
Fortuny.

62
—Alguien que llevará su talento a la máxima
potencia, Biólogo Fortuny—Cirujano Plástico le
disparó un dardo tranquilizante a Fortuny. El dardo
impactó el pecho del Biólogo durmiéndolo casi al
instante.
Cirujano Plástico sacó en una camilla a Fortuny,
cubierto con una sábana.
Al llegar al Estacionamiento del Hospital, Cirujano
Plástico y Físico subieron la camilla con Fortuny a la
parte trasera de una turbo—camioneta que era
conducida por Arquitecto. Éste arrancó de
inmediato, una vez que todos estuvieran en el interior
del vehículo.
Fortuny despertó asustado viendo frente a él una
pantalla con billones de logaritmos y ecuaciones que
se transmitían una y otra vez a velocidad ultra turbo.
Tanta información comenzaba a hacer estragos en el
comportamiento de Fortuny.
Afuera de la Cámara de Gesell donde Fortuny era
reprogramado; Físico, Contador y Cirujano Plástico
vigilaban que el programa de Control Mental
terminara su función satisfactoriamente.
— ¿Están seguros que funcionará?—preguntó
Cirujano Plástico.
—Ya verás los excelentes resultados que da mi
programa—respondió Físico.

En la Mansión Filio Guerrero, la Señora Jennifer


entró en el cuarto donde dormía con su esposo.
Abrió el ropero colocando su pulgar junto a la puerta,
miró con nostalgia la ropa que su esposo usara en
vida.
Después, sacó una caja fuerte, la cual abrió de la
misma forma que abrió el ropero. Luego sacó varias
bitácoras electrónicas entre las que destacó una con
forma de Diario y que tenía en la portada el símbolo
de la serpiente con alas de águila y con la siguiente leyenda
debajo del símbolo: “Orden de los Nihilistas”

En el Salón Principal del Museo de la Iglesia de Santo


Domingo, que supuestamente estaba abandonado, los
miembros de la Orden de los Nihilistas rodeaban al que
sería un nuevo miembro; Aldo Fortuny, quien ahora
llevaría el nombre de “Biólogo Molecular”.
Abogangster, líder de la Orden, colocaba su
máscara del teatro griego color blanco al nuevo
recluta mientras los demás terminaban de ponerle
una playera tipo polo, unos jeans clásicos, unos
zapatos con casquillo y una bata blanca.
Luego de eso, Abogangster mismo le tatuó el
símbolo de la Orden con un láser especial al nuevo
miembro.
Biólogo Molecular se hincó frente a Abogangster
mostrando reverencia y sumisión total.
—Bienvenido a la Orden de los Nihilistas,
Biólogo Molecular. Tu Potencial será usado al máximo en
beneficio de tu Estado y tu País.
—Me someto a toda enseñanza y orden que
Usted emita, Abogangster.
—Acepto tu noble actitud. Ahora, es momento
de fabricar el virus mortal de la influenza y así
comenzar con la renovación en el Estado de
Zacatecas.
—Como Usted ordene… Líder.
Abogangster y el resto de los miembros de la
Orden miraron sonrientes y satisfechos al Biólogo
Molecular.

En la Morgue; dos empleados de nombre: Rafferty


Harbinger y Runtashiro Solvary respectivamente,
preparaban el supuesto cuerpo de Fortuny para ser
colocado en una gaveta. De repente, las luces del
lugar se apagaron.
— ¡¿Qué rayos?!—expresó Rafferty.
—Descuida. La planta de energía resolverá este
problema en breves segundos.
—No lo creo—dijo Electricista haciendo voltear
a los empleados, quienes miraron asombrados a
todos los miembros de La Pandilla detrás de ellos—
También apagué la Planta de Energía.
Enfermera disparó dos dardos tranquilizantes
dejando tirados e inconscientes a los Empleados.
Minero y Herrero corrieron a ver el cuerpo,
ambos notaron de inmediato el fraude.
—No necesito estudios universitarios para saber
que este cuerpo no es el de Fortuny—comentó
Herrero.
—Costurera, Panadero, Enfermera y tú revisen
los videos de seguridad y las bitácoras. Soldado,
Electricista y yo interrogaremos a los empleados—
pidió Minero, luego, ambos miraron a los empleados
tirados e inconscientes.
—Bueno…En cuanto despierten—dijo irónicamente
Minero.
Rafferty y Runtashiro abrieron los ojos dándose
cuenta que estaban atados, con sogas láser, a una silla
cada uno y el Minero, el Soldado y el Electricista
estaban frente a ellos.
— ¡¿Quiénes son Ustedes?!—Preguntó asustado
Runtashiro—¡¿Y qué quieren de nosotros?!
—Somos miembros de una agrupación en
beneficio de la Sociedad conocida como La
Pandilla—respondió Soldado.
— ¡Entonces ¿Por qué nos ataron?!—dijo
Rafferty.
—Porque queremos la verdad sobre el cuerpo
falso que estaban preparando hace un momento—
expresó Minero.
—Y no sólo eso—intervino Electricista—Queremos
saber qué pasó con el supuesto cadáver original.
—Miren, no podemos decir nada o de lo
contrario, el Cirujano Plástico nos sacará las vísceras
aún estando vivos—decía Runtashiro, pero fue
interrumpido por Minero.
— ¿Cirujano Plástico? ¿Quién es ese Sujeto?
Ambos empleados se miraron temerosos.
—Descuiden—dijo Soldado—Les prometemos
que ese Sujeto y todos sus amigos no los lastimarán.
— ¿Cómo están tan seguros de eso?—cuestionó
Rafferty.
—Dígannos lo que queremos saber y nosotros
los pondremos en un lugar seguro. Así de simple—
explicó Electricista generando cierta confianza en los
empleados.

En el Escondite; Panadero proyectaba imágenes


virtuales en el piso mientras el resto de la Pandilla y la
Señora Guerrero observaban todo formando un
círculo alrededor.
—Encontramos al Dr. Nicolás Delgado—
informaba Panadero—Él es “Cirujano Plástico”, el
Sujeto que apareció en la Morgue y trató de lastimar a
Enfermera…
—Él también robó el cuerpo de Fortuny del
Hospital junto con sus secuaces, los miembros de la
Orden Nihilista—completó Enfermera.
—Buen trabajo, Pandilla—dijo orgullosa la
Señora Guerrero. Luego, proyectó nuevas imágenes
virtuales pertenecientes al Diario que había
encontrado.
—El Diario Virtual que encontré entre las cosas
de mi esposo debió pertenecer al Dr. Delgado, quien
trabajara en conjunto durante muchos años con
William…
—Su esposo debió descubrir ese Diario…—
intuía Costurera.
—Seguramente lo leyó y trató de hacer
algo…completaba Herrero.
—Y fue ahí cuando la Orden provocó el
accidente que la puso a Usted en silla de ruedas
motorizada…—dijo asustado Minero.
—Eso distrajo la atención de mi esposo…
—Y la Orden aprovechó dicha distracción para
asesinarlo—concluyó Soldado.
Todos permanecieron callados por unos
segundos.
—Me imagino que el contenido del Diario es de
suprema importancia—dijo Panadero.
La Señora Guerrero cambió las imágenes virtuales
por aquellas que mostraban el contenido del Diario.
Todos se mostraron desconcertados, pues sólo veían
ecuaciones químicas.
— ¿Alguien recuerda sus clases de Química de la
Preparatoria?—preguntó Soldado.
Panadero se acercó más a las imágenes para
analizarlas mejor.
—No necesito ser bueno en Química para saber
que la Orden estaba trabajando en la construcción de
un arma biológica.
—Por ejemplo; un virus—completó Enfermera.
Todos intuyeron la situación casi de inmediato.
—El virus de la influenza—expresó preocupado
Herrero.
—La Orden usará a Fortuny para desarrollar de
nuevo el virus mutado y atacar a la población—
comentó Electricista.
— ¿Cómo podemos detenerlos?—decía
Costurera—No sabemos qué sector de la población
será atacado ni tampoco cómo crear un antídoto.
—En eso te equivocas—respondió la Señora
Guerrero—En las últimas páginas del Diario viene
desarrollada una ecuación totalmente diferente a la
ecuación del virus.
—Tal vez sea un antídoto—dijo Enfermera.
—Así es. Y te pediré que ayudes a los Asistentes
Robots a desarrollar dicho antídoto.
—Por supuesto.
—Y en cuanto al sector de la población que será
atacado, los Nihilistas creen que destruyendo a los
que menos producen a la Sociedad, tendrán un
mejor Estado—explicó la Señora Guerrero—Así
que investigaremos cuál es el Sector más vulnerable
de nuestra Ciudad. Pues ahí será esparcido el virus.

En el Laboratorio Secreto del Centro de


Operaciones de la Orden; Biólogo Molecular con
ayuda de Cirujano Plástico y Físico desarrollaban el
virus mutado de la influenza.

Mientras tanto, del otro lado del Laboratorio;


Contador, Arquitecto y Antropólogo trabajaban en la
fabricación de un dispositivo explosivo.
G

En el Palacio de Gobierno, el Licenciado Ugarte


le mostraba imágenes virtuales sobre su escritorio al
Gobernador Daayán. Las imágenes mostraban los
“daños causados” por La Pandilla.
—Violación al toque de queda, uso de vehículos
robados, portar armas de uso exclusivo del ejército,
destrucción de una gran cantidad de Robots Policías.
Señor Gobernador, esta Pandilla ha causado más
daños que todos los criminales que hemos
encarcelado gracias a su Plan de Contingencia. Y si a
eso le agregamos que son los responsables de la
muerte del Biólogo Fortuny…
—Ya es suficiente, Licenciado Ugarte. Le aseguro
que tomaré cartas en el asunto.

74
Erro Campanella interrumpía la programación
normal para dar un reporte de última hora
proveniente del Gobierno del Estado de Zacatecas.
—Interrumpimos sus programas favoritos para
informarles que hace un par de horas el Gobernador
Daayán ha hecho de carácter público la alta
peligrosidad de los miembros de un grupo radical
conocido como La Pandilla, cuyos retratos hablados
aquí les mostramos una vez más. Es importante que
guarde en su memoria estas imágenes, pues el
Gobernador acaba de ofrecer una recompensa de
$10,000 a quien le dé información sobre el paradero
de alguno o todos los miembros de La Pandilla.
En el Escondite, Linda y Gisela miraban muy
preocupadas la noticia en televisión.
— ¿Estás pensando lo mismo que yo?—dijo
Linda a Gisela.
—Claro.
Ambas dieron media vuelta viendo a la Señora
Guerrero detrás de ellas.
—No estarán pensando en dejarnos. ¿Cierto?
—Lo sentimos, Señora Jennifer—explicaba
Gisela—Pero… debemos dejar La Pandilla.
— ¿Qué hay de no dejar que los verdaderos
criminales ganen?
—Estamos conscientes de eso—decía Linda—
Pero Gisela y yo somos madres solteras y no les
serviremos de nada a nuestros hijos en prisión.
— ¿Dan por hecho que nos encarcelarán a
todos?
—No…—Gisela comenzó a llorar—Por favor.
Entiéndanos.
—Yo las entiendo perfectamente. Sólo les pido
que piensen bien las cosas, chicas. El haber
pertenecido a La Pandilla ya marcó sus vidas. Para
bien o para mal, sólo el tiempo lo decidirá.
Linda y Gisela se miraron pensativas.
Momentos después, ambas salieron de la
Mansión Filio Guerrero procurando no llamar la
atención. Sin embargo, el jardinero de otra casa, cuyo
nombre era Trieste (se pronuncia Tristi) Vertvert, las
vigilaba sigilosamente.
Fernando, Jorge, Luciano, Emiliano y Alfredo
observaban un mapa virtual del Estado de Zacatecas.
—Primero debemos encontrar los lugares más
marginados del Estado—dijo Fernando.
—Y luego ver cuál es el más marginado de esos
para saber en dónde esparcirá el virus la Orden
Nihilista—comentó Luciano.
—No suena tan complicado…expresaba
sarcásticamente Emiliano.
—Mejor pensemos…—reflexionaba Alfredo—
Si fuéramos Nihilistas ¿Qué lugar de nuestro Estado
sería el más ofensivo para nosotros que haríamos lo
que fuera para borrarlo del Mapa?
Todos se pusieron a pensar en el posible lugar del
ataque.
Cerca de las vías del tren, muchas personas
dormían en las calles o en casas hechas de adobe.
Dos turbo—patrullas vigilaban la zona haciendo
cumplir el Toque de queda.
De repente, varios misiles impactaron las turbo—
patrullas destruyéndolas completamente. Un
turbo—camión blindado llegó al lugar. Algunas
personas salieron a ver lo sucedido y se asustaron
más al ver el vehículo.
Las puertas traseras del turbo—camión se
abrieron. Físico, Contador y Antropólogo
preparaban un misil, con el virus de la influenza en la
ojiva, para dispararlo a la zona donde estaban las casas
de adobe.
La gente comenzó a correr asustada, pues veían
que estaban a punto de ser atacados. Contador se
preparaba para disparar el misil, pero en ese
momento, un turbo—tren pasó retrasando el
disparo.
Un turbo—jeep militar llegó. Soldado preparó su
misil explosivo y apuntó hacia el turbo—camión.
—Disparo no hecho, disparo en contra.
Soldado disparó su misil explosivo impactando la
parte frontal del turbo—camión, el misil explotó
volcando el vehículo.
El turbo—tren pasó, la gente miró asombrada al
turbo—camión volcado y al Minero, Electricista y
Herrero bajar de su vehículo y acercarse al que estaba
volcado.
Al llegar al turbo—camión, los Pandilleros
observaron a Físico, Contador y Antropólogo
heridos y el mísil con el virus listo para ser disparado.
—Miren nada más. Pero si es La Pandilla—dijo
burlonamente Físico—Díganme ¿Cómo detendrán
este misil que aún está activo?
—Con esto—Electricista mostró su dispositivo y
lo activó quitando toda la electricidad del vehículo y
por ende, del lanzador del misil.
—Eso no te servirá, amigo—expresó riéndose
Contador. Después sacó un dispositivo portátil—
Este funciona con energía solar y lo recargué antes de
venir.
Contador activó su dispositivo portátil, el cual
inició el conteo en reversa del misil.
—Repito la pregunta ¿Cómo detendrán este
misil?—dijo Antropólogo.
—Panadero ¿Tienes lista tu tortilla?—preguntó
Minero comunicándose con su compañero por
medio de su casco.
—Más que lista, Minero.
Electricista activó de nuevo la electricidad del
vehículo, lo cual hizo que las puertas traseras se
cerraran automáticamente. Los Pandilleros corrieron
hacia su turbo—jeep, Panadero les arrojó su tortilla a
sus compañeros, la cual creció en el aire y cayó sobre
Minero, Herrero y Electricista protegiéndolos.
El contador en reversa del lanzador del misil llegó
a cero y éste explotó esparciendo el virus de la
influenza en toda la parte trasera del turbo—camión.
Físico, Contador y Antropólogo no pudieron
evitar ser impactados por la explosión y el virus…
ESTADO DE LA
SEGUNDA MISIÓN:
TERMINADA.

81
H

Turbo—camionetas de la Policía Biológica llegaron


rodeando el turbo—camión blindado, cuya parte trasera
estaba bastante destruida.
Los Policías Robots comandados por el Agente
Taskmaster bajaron de sus vehículos y se acercaron a
revisar el turbo—camión encontrando a Contador, Físico
y Antropólogo tirados y con los síntomas de la influenza.
El Policía Robot Kerala usó el escáner de su disco duro
para analizar a los heridos y el medio ambiente en que se
encontraban.
—Estos hombres están infectados con el virus de la
influenza—informaba Kerala a Taskmaster—Dicho
virus también se encuentra en el interior del vehículo
donde están.
—Coloquen un perímetro alrededor del turbo—
camión—ordenaba Taskmaster—Limpiaremos el lugar

82
de cualquier residuo del virus. Lleven a estas personas al
Hospital inmediatamente.
— ¡Oigan! ¡Policías Robots!
Todos los Robots de la Policía voltearon viendo a
un hombre, de nombre Arjun Loeb, quien estaba
parado sobre el toldo de una de las turbo—camionetas.
—¡Señor, baje de ahí inmediatamente!—pidió
Taskmaster—¡Está enzona de cuarentena!
—Sí, lo que diga. Pero antes de aislarnos todavía más
de la Sociedad, debe saber que los Sujetos enmascarados
fueron quienes trajeron el virus a nuestra comunidad. Iban
a dispararnos un misil con el virus. ¡Querían matarnos!
—¿Cómo es que…?—Taskmaster fue interrumpido
por Arjun.
— ¡La Pandilla! ¡Sí! ¡Esos Pandilleros que el Gobierno
quiere encarcelar fueron quienes nos salvaron! ¡¿No es así,
gente?!
— ¡Sí!—gritaron al unísono miembros de la
Comunidad que se acercaron a apoyar a Arjun.
— ¡La Pandilla! ¡La Pandilla! ¡La Pandilla!—gritaba
Arjun mientras los demás lo apoyaban.
Taskmaster y Kerala miraron a su alrededor
buscando algún rastro de los Pandilleros, pero sólo
había pedazos de la tortilla gigante que protegió a
Electricista, Minero y Herrero.
La imagen de la gente apoyando a La Pandilla era
transmitida en el Noticiero de Erro Campanella.
—Ahí los tiene. Un grupo de personas como Usted
y como yo que apoyan a aquellos que los protegieron
como auténticos Patriotas… … …Me informan que
el Gobernador Daayán va a dar un aviso importante.
Vamos en vivo hasta el Palacio de Gobierno en
Zacatecas.
La imagen del Gobernador Daayán monopolizó
los canales de Televisión abierta de Zacatecas.
—Luego de lo sucedido hace un par de horas en
una de las Comunidades más marginadas de nuestro
Estado, la cual se vio amenazada de muerte por un
grupo de personas, que hasta donde sabemos forman
parte de una Sociedad Secreta; he tomado la decisión de
retirar las acusaciones en contra de La Pandilla. Ahora,
esos tres sujetos que capturamos serán estrictamente
vigilados en el Hospital de la Prisión. Ahí sabremos sus
identidades y cuál es el nombre de la Orden a la que
pertenecen.
Abogangster, Cirujano Plástico, Biólogo Molecular y Arquitecto
miraban muy molestos el aviso del Gobernador en la
Televisión.
—Así que La Pandilla es el nuevo grupo de héroes
en Zacatecas—comentó molesto Abogangster.
—De hecho los llaman Patriotas—dijo Arquitecto
provocando aún más la ira de Abogangster.
— ¡No me interesa cómo los llamen! ¿Acaso no se
dan cuenta que esos Patriotas arruinaron nuestro Plan de
Mejora?
—Aún nos quedan reservas del virus—expresó
Cirujano Plástico—Todavía podemos limpiar otra
Zona Marginada del Estado.
—E incluso podemos mejorar la forma de
propagar el virus—propuso Biólogo Molecular.
—Todo eso será llevado a cabo—decía Abogangster
aún molesto—Pero antes, debemos proteger nuestra
Orden y deshacernos de La Pandilla.
— ¿Cómo sugieres que lo hagamos, Abogangster?—
preguntó Cirujano Plástico.
El Líder de los Nihilistas miró a sus compañeros
denotando un plan malévolo que pasaba por su mente.
I
Arquitecto entró a la Oficina de Abogangster
viéndolo conversar por video teléfono con alguien
que también usaba máscara, sólo que tenía forma de
cara de hombre blanco, ojos azules se cubría con una
capucha color azul marino.
—Lo siento. No sabía que estabas ocupado.
Abogangster miró molesto a Arquitecto e
inmediatamente apagó el video teléfono.
— ¿Qué quieres?
—Sólo te informo que ya puse anuncios en todos
los periódicos del Internet ofreciendo buen dinero a
cambio de información sobre La Pandilla.
—Espero que tu interrupción sea justificada con
prontas respuestas a esos anuncios y mejor aún,
información valiosa para nosotros.

87
Arquitecto se mostró impaciente ante lo dicho
por Abogangster.

En el Escondite; la Señora Guerrero miraba


orgullosa a Minero, Herrero, Electricista, Soldado y
Panadero.
—Los felicito, Pandilleros. Lograron impedir que
el virus fuera propagado entre la población y
consiguieron que tres miembros de la Orden
Nihilista fueran capturados.
—No sólo eso—intervino Minero—Sabemos
sus nombres. Muéstrales por favor, Electricista.
Electricista proyectó imágenes virtuales en la
pared, que mostraban las verdaderas identidades de
los Nihilistas.
—El Dr. Francis Garza se hace llamar Físico,
Pedro Coria es conocido como Contador y Jack
Hernández es el Antropólogo—contó Electricista.
—Supongo que el resto de los miembros de la
Orden ya están planeando cómo liberar a sus
compañeros—dijo Soldado.
—Eso sería lo lógico—comentaba la Señora
Guerrero—Pero la Orden buscará eliminar primero
a sus enemigos, antes de continuar con su destructivo
plan.
—Y en este caso, los enemigos somos nosotros—
agregó Panadero.
—Me temo que sí—dijo preocupada la Señora
Guerrero—Es por eso que debemos obtener
información sobre el resto de los miembros de la
Orden.
—Supongo que los tres prisioneros pondrán toda
la resistencia posible una vez que los
interroguemos—expresó Herrero.
—Además que no podremos acercarnos mucho
a ellos. Están en cuarentena debido al virus de la
influenza—agregó Minero.
Todos se miraron pensativos un momento. Sin
embargo, la Señora Guerrero tuvo una idea.
—Tal vez exista una persona que sí pueda
acercarse lo suficiente a los prisioneros y logre sacarles
la información valiosa.
Los Pandilleros miraron desconcertados a la
Señora Guerrero.

En el Hospital de la Prisión; Francis, Pedro y Jack


yacían en una cama cada uno, separados por un
campo de fuerza del resto del piso, el cual tenía a
criminales infectados por virus mortales.
— ¿Creen que Abogangster nos mate por haber
fallado?—preguntó Pedro.
—Si no lo hace él, lo hará la influenza—
respondió Francis—No veo interés de los médicos
por curarnos.
— ¿Y por qué habrían de mostrar interés en tres
Nihilistas?
Los tres miraron estupefactos que el Dr. William
Filio estaba frente a sus camas, dentro de un campo
de fuerza.
— ¿Acaso Ustedes se interesan en salvar las vidas
de otros?—preguntó molesto Filio.
— ¡No puede ser!—expresó Jack.
— ¡Tú estás muerto!—dijo asustado Pedro.
—Oh sí lo estoy. Gracias a Ustedes tres y al resto
de su Orden.
El Dr. Filio se acercó a Jack y éste buscó asustado
llamar a una enfermera.
—No te molestes en presionar ese botón, Jack.
Nadie vendrá a ayudar a un genocida infectado con el
virus que él mismo creó.
— ¡¿Qué quieres de mí?!—gritaba Jack.
— ¡¿Qué quieres de nosotros?!—agregó Francis.
—Quiero saber por qué yo. ¿Por qué mi Jennifer?
— ¿Acaso nunca lo sospechaste?—dijo Pedro—
Tú nos descubriste. Ibas a hacer público nuestro Plan
de Regeneración Social. Por eso provocamos el
accidente donde tu esposa terminó mal herida. El Dr.
Delgado la dejó inválida a propósito.
—Pero al ver que tú seguías empeñado en
detenernos—intervino Jack—Abogangster nos
envió a asesinarte y a extraerte los órganos más
importantes de tu cuerpo para que él los usara en su
proyecto más ambicioso.
— ¿En qué consiste ese proyecto?—preguntó
intrigado el Dr. Filio.
—El Licenciado Ugarte quiere hacer de
Zacatecas el mejor Estado del país. Un lugar donde
sólo vivan los intelectuales. Pero para eso, debe
terminar primero con la escoria de la Sociedad—
agregó Pedro.
— ¿Licenciado Ugarte?—cuestionó Filio.
—Sí. Él es el Abogangster. Él aconseja al
Gobernador Daayán para que ejecute los planes de la
Orden—confesaba Jack—Pero cuando el Gober
deje de obedecer a Ugarte, él mismo lo asesinará y
tomará el poder en el Estado.
—Gracias por todo, Profesionistas—dijo
sonriente el Dr. Filio—Ahora sé lo que debía saber
antes de partir.
Los tres nihilistas miraron confundidos al Dr.
Filio.
Detrás del campo de fuerza, Minero, Herrero,
Soldado y Panadero miraban cómo Electricista
controlaba el holograma del Dr. Filio haciéndolo
desaparecer frente a los nihilistas, causándoles más
asombro aún.

El Gobernador Daayán entraba a la Oficina de su


casa, su computel le indicó que tenía una llamada
entrante.
—Llamada de voz; Número desconocido. Llamada de voz;
Número desconocido. Llamada de voz; Número desconocido.
El Gobernador sacó su computel y activó el
altavoz para escuchar la video llamada.
— ¿Gobernador Daayán?—preguntó Minero.
—Sí. ¿Quién habla?
—Mi nombre no importa por el momento. En
su escritorio se encuentra una tarjeta Micro SD.
Actívela por favor.
El Gobernador miró sorprendido la Micro SD
sobre el escritorio, la presionó e inmediatamente se
proyectaron imágenes virtuales en el escritorio sobre
la conversación entre el Dr. Filio y los Nihilistas.
— ¿Qué significa esto?—preguntó intrigado el
Gobernador.
—Que su vida corre grave peligro, Señor.

En la Sala Principal del Museo; Abogangster,


Arquitecto, Biólogo Molecular y Cirujano Plástico
recibían al Jardinero Trieste Vertvert, quien se quitó la
gorra al entrar y se puso de pie frente a la mesa donde
estaban sentados los miembros de la Orden.
—Buenas noches—dijo Trieste.
—Siéntese, Sr. Vertvert—pidió Abogangster.
—Gracias—Trieste se sentó y miró sonriente a
los nihilistas—Lindo lugar para descansar. Si tienen
hierba que necesiten cortar…
—Dijo que tenía información valiosa para
nosotros referente a La Pandilla—interrumpió
Cirujano.
—Sí. Así es. Sé dónde viven dos de sus integrantes.
Abogangster inclinó su cuerpo mostrando interés
en Trieste.
—Pues cuéntanos todo lo que sepa y todo lo que
haya visto, Sr. Vertvert—pidió Abogangster—Su
información, si es tan valiosa como dice, será muy
bien recompensada.
J

En una humilde casa del Centro de Zacatecas,


Linda Cortés colocaba un plato de cereal frente a
Mileva, su pequeña hija de 8 años, quien
inmediatamente usó la cuchara para comerse y
disfrutar su cereal favorito.
Linda vaciaba jugo de naranja en un vaso de
plástico que acercó a su hija. Después, miró sonriente
que Mileva comía gustosa.
—Me encanta verte comer ese cereal.
—Es mi favorito, Mami.
—Bueno… Ahora me serviré yo de desayunar.
Linda se puso de pie y caminó a la cocina, una vez
ahí, escuchó que su hija gritaba.
—¡Noooo! ¡Suéltame!
—¡Mileva!

96
Linda corrió de vuelta a la Sala-Comedor viendo
asustada a Cirujano Plástico sujetar por el cuello a
Mileva.
—Hola…Costurera—dijo burlonamente Cirujano
Plástico.
—¿Nos invitas a desayunar, Mami?—dijo
Arquitecto acercándose por detrás, con un arma en la
mano, a Linda.
—¿Qué quieren de mí? Yo ya no pertenezco a La
Pandilla.
—Pero estoy seguro que sabes dónde está
exactamente su escondite—dijo Cirujano Plástico.
—Me temo que olvide cómo llegar. Lo lamento.
—Nosotros también lamentamos hacer esto—
expresó Arquitecto asustando a Linda.
Cirujano Plástico sacó una ampolleta y se la
inyectó a Mileva en el cuello.
—¡Mileva!—gritó desesperada Linda, quiso correr
a ayudar a su hija, pero Arquitecto la sujetó por detrás
y del cuello.
—Escúchame bien, Costurera. Tu hija está
infectada con el virus de la influenza. Si quieres el
antídoto, deberás entregarme a La Pandilla en su
escondite. ¡¿Entendiste?! De lo contrario tu hija
morirá.
Arquitecto arrojó a Linda al piso, ésta se levantó lo
más rápido que pudo y corrió a abrazar a su hija.
Los dos Nihilistas ya se habían ido.
—¡Mami, ¿Voy a morir?!—preguntaba muy
asustada Mileva.
—No mi amor. No morirás. Debe haber una
solución a todo esto.
Linda abrazaba fuertemente a su hija mientras
lloraba.

Gisela y su pequeño hijo de diez años Willet,


volvían de casa luego de haber comprado cosas para
la comida.
Al llegar a la puerta, Gisela sacó su llave láser, pero
se dio cuenta que la puerta estaba abierta.
—¿Qué pasa, Mami?—dijo Willet—¿Por qué
está abierta la puerta?
—No lo sé. Quédate aquí afuera mientras veo
qué pasó adentro.
—Sí, Mami.
Willet se quedó parado en la puerta mientras
Gisela entraba y miraba preocupada que toda su casa
estaba demasiado desordenada, como si alguien la
hubiese inspeccionado de la forma más violenta
posible.
—¿Duele ver que invadieron tu casa?
Gisela volteó viendo a Abogangster detrás de ella.
—¡¿Qué hace Usted aquí?!
Gisela miró hacia la puerta viendo que su hijo ya
no estaba.
—¡¿Willet?! ¡¿Willet?!
—Cálmate por favor, Enfermera. Tu hijo está
bien. Biólogo Molecular lo está cuidando.
—¡Devuélvame a mi hijo!
—Claro. Lo haremos una vez que tú nos hayas
entregado a La Pandilla.
—Eso no es un trato justo.
—Oh sí lo es. Tú tendrás de vuelta a tu hijo, sano
y salvo y nosotros habremos destruido a nuestros
enemigos. Todos ganaremos algo.
Gisela miró con impotencia a Abogangster.

En el Escondite; Linda y Gisela exigían molestas


la ayuda de la Señora Guerrero y de los Pandilleros.
—Nosotras los apoyamos para descubrir al
asesino del Dr. Filio—decía Gisela llorando—Ahora
necesitamos de su apoyo para que mi hijo vuelva y la
hija de Linda sane.
La Señora Guerrero miró nostálgica a Gisela y
Linda, quienes no dejaban de llorar.
En ese momento, todos escucharon un comercial
en la Televisión de uno de los canales locales.
—¡Hola gente bonita de Zacatecas! Les habla su
amigo, el Gobernador Daayán. Quiero invitarlos a
una cena a beneficio de los más afectados
económicamente por el Plan de Contingencia y el
Toque de queda, que su Gobierno amigo realizará en
el Museo de las Máscaras esta noche en punto de las
ocho. No es necesaria la vestimenta formal, ni
tampoco llevar dinero. ¡La cena no te costará nada!
La Señora Guerrero miró preocupada a los
Pandilleros.
—Algo me dice que esa cena puede volverse una
tragedia.
—Abogangster tendrá a los más pobres del
Estado y al Gobernador juntos en un espacio
cerrado—opinó Soldado.
—No evitará el querer asesinarlos a todos—
agregó Panadero.
La Señora Guerrero se acercó a Gisela y Linda.
—Prometo ayudarlas a recuperar a sus hijos,
sanos y salvos. Pero necesito que se unan de nuevo a
La Pandilla, pues sabemos que la vida de muchas
personas está en riesgo.
Gisela y Linda se miraron pensativas.

En el Laboratorio de la Orden, Biólogo


Molecular, Cirujano Plástico y Arquitecto trabajaban
en la elaboración de un nuevo dispositivo.
—¿Puedo saber qué hará este aparatito que
estamos construyendo?—preguntó Arquitecto.
—Una vez que lo coloquemos debajo de la silla
del Gobernador—explicaba Cirujano Plástico—Se
activará un sensor de presión, cuando Daayán se
siente, el dispositivo emitirá una descarga eléctrica tan
fuerte que paralizará el corazón del Gobernador.
Arquitecto sonrió impresionado.
—Video llamada de La Costurera. Video llamada de La
Costurera.
Cirujano Plástico sacó su computel sonriendo
maliciosamente.
—Responder video llamada.
En la pantalla del dispositivo apareció la imagen de
Linda.
—Cirujano Plástico. ¿Está ahí?
—Dime… Costurera.
—He pensado mucho la situación y decidí
llevarlo hasta el Escondite de La Pandilla con una
condición.
—¿Cuál?
—Que sólo me acompañe Usted y traiga el
antídoto para mi hija cuando lo lleve al Escondite.
—Me parece un trato justo.
Cirujano Plástico terminó la video llamada y miró
orgulloso a Biólogo y Arquitecto.

Costurera esperaba ansiosa la llegada de Cirujano,


a las afueras de la Mansión Filio-Guerrero.
Una vez que el Nihilista llegara, Costurera se
acercó a él mostrando desesperación.
—¿Trajo el antídoto?
Cirujano Plástico le dio una ampolleta a Costurera,
quien guardó el antídoto inmediatamente.
—Venga conmigo. Nuestro recorrido apenas
comienza.
Ambos entraron a la Mansión.
Costurera llevó a Cirujano Plástico hasta el último
piso de la casa. Ahí, ambos entraron a una Sala donde
la Señora Guerrero los esperaba.
—Hola… Doctor Delgado.
—Hola… Jennifer.
Cirujano Plástico se quitó la máscara y mostró que
en verdad era el Dr. Nicolás Delgado.
—La última vez que vi tu rostro fue cuando le
diste la mala noticia a mi esposo que yo jamás
volvería a caminar.
—Fueron órdenes de Abogangster y los Nihilistas.
—¡Fueron las órdenes de un genocida y su grupo
de lacayos!—expresó molesta la Señora Guerrero.
—Siento mucho que hayas perdido la movilidad
en tus piernas y a tu esposo, Jennifer. Pero debes
saber que cada cosa que hice, hago y haré; fue, es y
será por el bien de mi país. Soy un Patriota.
—Se equivoca, Dr. Delgado—intervino Costurera—
Los verdaderos Patriotas somos nosotros.
—Más bien dicho; Eran.
Antropólogo llegó de repente sacando su arma y
apuntándole a la Señora Guerrero; Costurera sacó su
espada con forma de aguja y golpeó con ella el brazo
de Antropólogo desviando el disparo. Costurera
golpeó a Antropólogo enviándolo al piso.
Cirujano Plástico sacó un bisturí y quiso usarlo
para atacar a la Señora Guerrero, pero una punta de
martillo golpeó la mano de Cirujano tirándole el
arma, dicha punta volvió a manos de Herrero, quien
protegió inmediatamente a la Señora Guerrero.
Antropólogo se levantó para acercarse a
Costurera; Soldado apareció golpeando al Nihilista,
quien trató de defenderse, pero Soldado logró
someterlo.
Cirujano Plástico se puso de pie sacando un
dardo, el cual contenía el virus de la influenza.
Costurera se acercó a Herrero y la Señora Guerrero
para ayudarlos.
—Es una lástima que tengas el antídoto,
Costurera. Ya sea tu hija o tú, pero una morirá de
influenza.
Cirujano arrojó el dardo hacia Costurera, ésta
lanzó su aguja espada mientras Herrero se arrojaba
sobre su compañera de Pandilla para protegerla.
La aguja espada se incrustó en el brazo de
Cirujano hiriéndolo severamente. Herrero protegió a
Costurera mientras el dardo con el virus se enterraba
en la pared.
La Señora Guerrero llevó su silla de ruedas
motorizada hacia el Dr. Delgado, luego, se arrojó
sobre él provocando que ambos chocaran contra la
ventana, la rompieran y se cayeran desde el último
piso de la casa.
—¡Noooo!—gritó Costurera arrojándose hacia la
ventana y logrando sujetar a la Señora Guerrero del
brazo.
Aún así, ambas cayeron, Costurera usó sus
dedales para sujetarse de la pared y quedar colgando
junto con Jennifer Guerrero, quien miraba impactada
que el Dr. Delgado se había golpeado fuertemente la
cabeza contra el piso al caer.
Soldado logró someter a Antropólogo, a pesar de
las resistencias de éste.
Herrero se acercó a ambos mostrando orgullo.
—Costurera logró salvar a la Señora Guerrero—
dijo Herrero.
—Qué lástima que sólo será una vida la que
salven esta noche—dijo burlonamente Antropólogo.
—Te equivocas completamente, Explorador—
comentó Soldado—Porque tú nos llevarás al Museo
de las Máscaras. Te guste o no.
K

En uno de los paraderos abandonados del tren;


Gisela llegó llevando consigo a Minero, Electricista y
Panadero esposados.
Biólogo Molecular los esperaba ansioso, teniendo
bien sometido a Willet.
—Me alegra que hayas respetado nuestro acuerdo…
Enfermera.
—Lugar, hora y personas acordadas—comentó
Gisela—Ahora, devuélveme a mi hijo.
—Aguarda un segundo…Mami. Sólo trajiste a
Tres Pandilleros. Tengo entendido que son siete.
—De hecho vinimos cuatro—respondió Gisela
sonriendo irónicamente.
—¿Qué dices?
Gisela sacó su pistola-jeringa y le disparó dos
daros a Biólogo Molecular dándole en el hombro los

109
dos tiros, los cuales provocaron que el Nihilista se
alejara del niño.
—¡Perdóname por esto, niño! ¡Es sólo para
protegerte!
Panadero arrojó una tortilla, que aumentó su
tamaño en el aire, y cayó sobre Willet protegiéndolo.
Biólogo quiso sacar a Willet de debajo de la tortilla
gigante, pero Gisela llegó hiriéndolo en una pierna
con su bisturí, después, envió al Nihilista al suelo.
Gisela intentó herirlo de nuevo, pero Minero le
detuvo la mano.
—No lo mates. No eres igual que él.
—Sí, Enfermera—Electricista le puso el pie en el
cuello a Biólogo Molecular—Además necesitamos
que el Dr. Fortuny nos diga la hora exacta y el
método con que Abogangster piensa asesinar al
Gobernador.
Biólogo Molecular mostró asombro.
—Ya sabemos cuál es la intención principal de
Abogangster—Minero miró inquisitivamente a
Biólogo.

En el Museo de las Máscaras; las personas de


condición económicamente más humilde y quieres
se vieron afectados por las decisiones del
Gobernador, se encontraban reunidas intercambiando
puntos de vista y experiencias durante el último año.
Todos creían que si el Gobernador ejecutó un
Plan de Contingencia que los afectó, tal vez ahora
podría retractarse de él.
—¡Buenas noches tengan todos los aquí
presentes!—dijo el Gobernador provocando que
todos lo voltearan a ver a él y al Licenciado Ugarte, su
acompañante—¡Gracias por venir y mostrarme que
aún confían en su Gobierno amigo! ¡Los invito a
sentarse a la mesa! ¡A mi mesa! ¡Donde los invitados
más importantes son Ustedes! ¡Vengan con nosotros
por favor!
Todos los invitados pasaron a la gran mesa donde
la silla principal sería ocupada por el Gobernador. Y
la cual tenía el dispositivo de los nihilistas colocado
debajo de su asiento.
Uno a uno la gente se iba sentando, el Licenciado
Ugarte miraba a todos despectivamente, pero la
expresión en su rostro cambió cuando vio que el
Gobernador estaba a punto de sentarse.
—Aquí se termina tu mandato, Gobernador
Daayán—murmuró Ugarte.
En ese momento, la energía eléctrica se fue en
todo el lugar, el Gobernador se sentó sin que pasara
nada.
Toda la gente se puso nerviosa.
—¡Calma! ¡Calma! ¡La energía eléctrica volverá en
un…!
Un disparo de chocolate amargo y caliente golpeó
al Gobernador tirándolo de la silla. Ugarte corrió a
ayudar a Daayán para levantarse, éste sujetó tan fuerte
el brazo de Ugarte que le levantó la manga del saco y
la camisa viendo el tatuaje de la Orden Nihilista.
—¿Acaso planeaba asesinarme… Abogangster?
Minero llegó golpeando con su marro a Ugarte
arrojándolo sobre la mesa y asustándolo a toda la
gente, quienes se levantaron de sus asientos.
La energía eléctrica volvió. Todos vieron a Minero,
Panadero y Electricista proteger al Gobernador.
Pero también vieron a Ugarte, ya con la máscara
de Abogangster puesta, levantarse sobre la mesa y
sacar su arma.
—Bien hecho, Pandilla. Pero no podrán salvarlos
a todos.
Abogangster les disparó a Minero, Panadero y
Electricista alejádolos del Gobernador y enviándolos
al piso.
Después, el Nihilista se acercó al Gobernador con
el arma en la mano.
—¿Lo ve, Señor Gobernador? Esa Pandilla no es
la ayuda que todos creen.
Minero, Panadero y Electricista se pusieron de pie,
todos miraron la silla del Gobernador tirada frente a
ellos.
—Tengo una idea—expresó Minero.
Abogangster se preparaba para jalar del gatillo,
Panadero llegó arrojándose sobre el Gobernador
cayendo ambos al piso.
Abogangster vio que la silla venía hacía él, pues
Minero la había arrojado con ayuda de su marro,
Electricista activó el dispositivo de la silla y el Nihilista
la detuvo sujetándola fuertemente, lo que provocó
que el dispositivo diera la fuerte descarga eléctrica y
Abogangster cayera paralizado sobre la mesa.
Panadero ayudó a levantar al Gobernador.
—¿Se encuentra bien?—preguntó el Patriota.
—Ahora sí. Muchas gracias.
La gente comenzó a aplaudir y a gritar.
—¡Viva La Pandilla! ¡Viva La Pandilla! ¡Viva La
Pandilla!—eran los gritos que dirigía Arjun Loeb, el
cual por supuesto, asistió a la cena.
Minero, Electricista y Panadero miraban orgullosos
y sorprendidos a la gente ovacionándolos.

Al día siguiente, Erro Campanella reportaba lo


sucedido en su programa Wakanda de Visión TV.
—Luego de la Patriótica intervención que
tuvieran ayer tres miembros del grupo conocido
como La Pandilla, el Gobernador Daayán se
disculpó públicamente con ellos y no sólo eso, sino
también prometió cambiar la situación en el Estado
de Zacatecas, comenzando con quitar el Toque de
queda. También, el supuestamente asesinado
Biólogo Aldo Fortuny fue interrogado por la policía
robótica obteniendo la ubicación exacta donde se
reunía la Sociedad Secreta a la que pertenecía. El
Gobernador ha decidido poner en venta todas las
posesiones de dicho lugar, pues el dinero que se
recaude será puesto a disposición de las personas
desempleadas a causa del Plan de Contingencia.

En el Cementerio de Zacatecas; la Señora


Guerrero junto con Fernando, Alfredo, Emiliano,
Gisela, Luciano, Jorge y Linda llevaban a cabo el
sepelio del Dr. Filio, cuyo cuerpo por fin había sido
entregado.
Luego de la ceremonia, la Señora Guerrero miró
orgullosa a los Pandilleros.
—No tengo palabras para agradecerles la ayuda
brindada no sólo a mí, sino también a su Estado.
—Señora Jennifer, suena como que nos está
despidiendo—dijo Jorge.
—El objetivo era descubrir al asesino de mi
esposo y ponerlo tras las rejas. Y bueno…
—Aún hay muchos asesinos sueltos y crímines
sin resolver—comentó Alfredo.
—¿Y eso qué significa?
—Qué cuando Zacatecas nos necesite, nosotros acudiremos a
su rescate—expresó Fernando.
—No somos héroes—opinó Emiliano.
—Tampoco aspiramos a serlo—agregó Luciano.
—Somos Patriotas que cuidaremos de nuestro Estado—
dijo Gisela.
—Incluso de sus propios habitantes—completó Linda.
EPÍLOGO
El sujeto con máscara, con forma de cara de
hombre blanco y ojos azules, capucha azul marino,
con el cual habló Abogangster por video teléfono,
miraba a otro hombre estar hincado frente a él.
—Muéstrame y te daré una respuesta—dijo el
Sujeto.
El hombre proyectó imágenes virtuales de los
miembros de la Orden Nihilista.
—Tres fueron infectados con el virus que ellos
mismos crearon y ahora están en cuarentena. El
Biólogo Fortuny fue sentenciado a las Islas Marías.
Jonathan Solórzano y Kevin Sauceda están siguiendo
un proceso penal, Nicolás Delgado y Loftus Ugarte
al parecer están muertos.
—¿Al Parecer?

118
—Bueno… Usted sabe muy bien que la muerte no
es opción para un miembro de la Orden.
—Bien dicho. Esos Profesionistas me fallaron
por última vez.
El Hombre quitó las imágenes virtuales y miró al
Sujeto Encapuchado, quien se acercaba para verlo de
cerca.
—¿Cuál es tu nombre?
—Vertvert, Señor. Trieste Vertvert.
—Muy bien, Señor Vertvert. Bienvenido a nuestra
Orden.
ESTADO DE LA
TERCERA MISIÓN:
TERMINADA, AL
IGUAL QUE EL
VOLUMEN UNO:
PARTE 1A.
Te agradezco infinitamente que te hayas
tomado el tiempo para leer mi novela. Y te
agradecería aún más si me contaras qué
opinión te merece esta historia.

Te invito a visitar mi página de autor en


Amazon y mi página de autor en Scribd,
esperando tengas a bien dejarme tus más
sinceros comentarios.

De igual forma te animo a conocer el resto


de mis proyectos visitando mis redes
sociales, como lo son: mi blog, mi página
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Pero si prefieres mantener contacto con tu


Servidor, escríbeme un correo electrónico y
con gusto responderé todas tus dudas y
atenderé a tus sugerencias.

Victor Hugo Barrera/ VH 23.

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