III. LA RESURRECCION DE LA HIJA DE JAIRO (Mr.5:21-24,35-43).

1. Una súplica al Señor en público (5:22-23).

1.1. No era una persona cualquier del pueblo, sino un principal entre los judíos, uno de los
dirigentes de la sinagoga (v.22).

1.1.1. Vino humildemente, postrándose delante del Señor.

1.2.1. Probablemente se había dado cuenta que no era un hombre cualquiera, sino el Mesías.

1.2. Le cuenta su situación (v.23).

1.2.1. Una niña de 12 años, su hija estaba a punto de morir.

1.2.2. Confía en el poder de Jesús.

1.2.3. Sorprende ver que este hombre establece de antemano lo que, según él debiera hacer
Jesús: venir a su casa y poner sus manos sobre la niña.

2. Los acontecimientos del camino (5:24,35-36).

2.1. Jesús accede a la petición de Jairo (v.24).

2.2. El caminar tenía necesariamente que ser lento, al ir rodeado de una gran multitud.

2.3. El alto en el camino a causa de la curación de la mujer con flujo de sangre.

2.4. Las noticias que llegan de la casa de Jairo (v.35).

.4.1. La lógica del hombre demandaba que ya no se molestase a nadie porque la muerte había
acontecido.

2.4.2. La fe se mantiene donde la lógica de la razón acaba.

2.5. Posiblemente el padre aún insistió ante Cristo (Mt.9:18).

2.6. La respuesta de Jesús (v.36).

2.6.1. Deja clara su determinación.

2.6.2. Alienta la fe, tal vez ya debilitada del

hombre.

3. La actuación de Jesús (5:37-40).

3.1. Solamente cinco personas son autorizadas para entrar.

3.1.1. Los tres discípulos y los padres de la niña

(Lc.8:51).
 3.1.2. Los milagros de Jesús, son bendiciones de
Dios, no espectáculos para entretener a las
multitudes.

3.2. La actividad que había en la casa (v.39a).

3.2.1. Alboroto y llanto.

3.2.2. Tenían verdadero afecto por la niña.

3.2.3. La niña estaba realmente muerta.

3.4. Los distintos puntos de vista sobre la muerte (v.39b).

3.4.1. Para aquellos de la casa la muerte era

cuestión de lamento.

3.4.2. Para Cristo era solamente un sueño

pasajero.

3.5. Lo que produjeron las palabras de Cristo en los que estaban en la

casa (v.40a).

3.6. Lo que Cristo hace con todos aquellos: Los echó fuera (v.40).

4. La resurrección de la niña.

4.1. La niña, que estaba realmente muerta, es resucitada por el poder del
Señor (v.41)

4.1.1. Fue suficiente con el mandato del Señor

para que volviera a la vida.

4.1.2. No es sólo un mandato, ya que los muertos

no pueden levantarse, sino que fue acompañado
del poder necesario para que fuera ejecutado.

4.2. La primera acción de la muchacha fue ponerse a caminar (v.42).

4.5. La muchacha resucitó totalmente sana, ya que Cristo ordenó que se le

diera de comer (v.43).

4.5.1. Es posible que la enfermedad de la niña la

hubiese tenido en ayunas por algún tiempo.
 4.5.2. Superada la enfermedad y la muerte, la vida
recobra la plena normalidad.

4.6. Las consecuencias del milagro (v.42b).

4.6.1. El asombro sobrecogió a quienes antes

solamente se burlaban.

4.6.2. Lo que había ocurrido no era algo natural,

sino sobrenatural que sólo podía proceder de la
mano de Dios.

IV. APLICACION PERSONAL.

1. El pecado es considerado como una enfermedad (Is.53:4).

1.1. Quién está en ese estado está en una situación irreversible.

1.2. Ningún esfuerzo humano es suficiente para mejorar esa situación

espiritual.

1.3. Muchos han intentado todo, pero no han sido capaces, por la
condición propia de cada hombre, que es imposible de mejorar (Rom.3:9-
20).

1.4. La única solución es un encuentro personal con Cristo por medio de la

fe (Rom.5:1).

1.5. La salvación de los pecadores es una obra del poder de Dios, que se
basa en su gracia soberana (Ef.2:8-9; Jn.3:5-6).

1.6. Para salvarse ha de acudirse al Salvador, no se puede alcanzar esa

bendición estando lejos de Cristo.

1.7. La fe verdadera exige un claro testimonio delante de los hombres.

1.7.1. El que es salvo debe estar dispuesto a

declararlo delante de todos.

1.8. El deseo del Señor es que todos conozcan lo que Él hizo con cada
creyente.

2. La situación espiritual del hombre delante de Dios, es de muerte (Ef.2:1; Col.2:13).

2.1. Ninguna persona puede hacer algo para "salir" de ese estado por sí
misma.

2.2. Del mismo modo que la hija de Jairo no hubiera podido obedecer a
Jesús si primero no hubiera recibido vida, así tampoco el hombre natural
puede hacer nada que sea de la nueva vida, a no ser que sea resucitado
espiritualmente por el poder de Dios.

2.3. Todo hombre pecador en este mundo está en la esfera de la

corrupción y lleva el germen de muerte en si mismo.

2.3.1. En ocasiones sus obras de muerte no han

llegado a ser pestilentes, pero sin duda son obras
muertas.

2.4. Cuando una persona recibe la vida nueva, lo que debe de hacer es
"andar en esa vida nueva". (Rom.6:4,10-14).

2.5. La evidencia de que la hija de Jairo había resucitado estaba en dos

cosas: (1) Andaba y (2) Comía.

2.6. Del mismo modo, cuando una persona ha recibido la vida de

resurrección y no está ya espiritualmente muerta.

2.6.1. Vive una vida en la que "anda" conforme a

la voluntad de Dios, andando en sus caminos
(1.Ts.4:3).

2.6.2. Tiene verdadero interés por el alimento

espiritual de la Palabra (1.P.2:1-3).