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Chilam Balam

Chilam Balam es el nombre de varios libros que relatan hechos y circunstancias


históricas de la civilización maya. Escritos en lengua maya, por personajes
anónimos, durante los siglos XVI y XVII, en la península de Yucatán. A ese nombre
se le agrega el nombre de la población en donde fueron escritos, por ejemplo, el
Chilam Balam de Chumayel, etc.
Son fuente importante para el conocimiento de la religión, historia, folclor, medicina
y astronomía maya precolombina.
Los libros del Chilam Balam fueron redactados después de la conquista española.
Durante la época colonial, la mayor parte de los escritos y vestigios de la religión
maya fueron destruidos por los misioneros católicos españoles, al considerar que
tales vestigios representaban influencias paganas y por tanto nocivas para la
catequización de los mayas. Los libros Chilam Balam fueron escritos por los mayas
después de la conquista, presuntamente propiciados por los europeos, por lo que
en su redacción se nota ya la influencia de la cultura española, sobre todo en materia
religiosa. Los libros en su conjunto relatan acontecimientos de relevancia histórica
consignados conforme a los katunes (períodos de 20 años) del calendario maya.
Los relatos dejan constancia de las tradiciones religiosas del pueblo original, así
como de su devenir histórico. Algunos historiadores piensan que los libros podrían
contener cierta información que habría provenido, a través de la memoria colectiva,
de los escritos destruidos en el auto de fe de Maní del arzobispo Diego de Landa
(1524-1579).
Popol Vuh
Es considerado el texto más importante de la literatura indígena del Nuevo
Mundo. Se dice que es la versión Mitológica de la creación del mundo, también que
es el “libro del consejo o libro de la comunidad”. Según su etimología Popol Vuh o
Pop Woj significa: Popol: Reunión, comunidad, casa común, junta y vuh: libro, papel.
Al Popol Vuh, muchos lo han llamado erróneamente libro sagrado Quiché, porque
no es un libro de orden espiritual, de revelaciones divinas o descritas por fuentes
teológicas. Éste solo trata de explicar el origen del mundo, la creación del hombre y
su civilización, así como los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.
El texto original no hace divisiones en la historia, pero los textos actuales hacen las
siguientes divisiones para facilitar su estudio.
Cortesiano
Es un códice maya. Está considerado el libro más importante del Museo de
América de Madrid, y una de las piezas más destacadas de toda la colección,
aunque por necesidades de conservación lo que se expone al público es
un facsímil y el original permanece guardado en la cámara acorazada del museo.
Se trata de uno de los cuatro únicos códices mayas prehispánicos que se
conservan, junto con el Códice de Dresde (Biblioteca Estatal de Sajonia y de la
Universidad de Dresde, Dresde), el Códice de París o Códice Peresiano (Biblioteca
nacional de Francia, París) y el Códice Grolier, o Códice Sáenz, (Biblioteca Nacional
de Antropología e Historia, Ciudad de México), cuya autenticidad fue por mucho
tiempo discutida,1 aunque un estudio en profundidad publicado en 2016 por un
equipo de la Universidad Brown (Estados Unidos) aseguró que no solamente es
auténtico, sino el más antiguo de los conservados.
Vestimenta de los antiguos mayas
La vestimenta maya de la clase obrera era sencilla y acompañada de accesorios de
hueso o madera. Mientras que la nobleza usaba atuendos con bordados de piedras
o plumas, acompañados de grandes cinturones, sandalias de cuero, todo tipo
de orfebrería en oro o gemas y tocados con plumas.
Las mujeres usaban una falda o huipil con un manto en el torso, de acuerdo a su
jerarquía las faldas eran coloridas con bordados brillantes y los peinados bien
elaborados, además de adornar sus cuerpos y pintarse la cara. Mientras que los
hombres se vestían únicamente con un tipo de taparrabos llamado patí, el cual
era decorado de acuerdo a la clase social, aunque su indumentaria mejoraba a
medida que demostraban sus habilidades. Otra de las características en
los hombres mayas, era que llevaban su piel pintada de negro hasta casarse.
Un símbolo de belleza dentro de la cultura Maya fue la deformación craneal y
el estrabismo visual, ambos generados desde la niñez.
Escritura y Calendario Maya
Escritura
Fue el sistema de escritura usado por la civilización
maya precolombina en Mesoamérica. Los caracteres o logogramas fueron
llamados jeroglíficos por los antiguos exploradores europeos de los siglos
XVIII y XIX, quienes, aunque no entendían su significado, les atribuyeron sin
embargo similitudes en cuanto a su apariencia con los jeroglíficos egipcios, con los
que la civilización maya precolombina no estuvo nunca relacionada. Se trata del
sistema de escritura que mejor se ha descifrado de entre los sistemas de escritura
mesoamericanos (recientemente, se ha descifrado también la escritura epiolmeca).
Las primeras inscripciones que son identificables como mayas datan del siglo III
a.C., y se sabe que se usó hasta poco después de la llegada en el siglo XVI de
los conquistadores españoles (e incluso luego, en lugares como Tayasal). La
escritura maya usaba logogramas complementados por un juego de glifos silábicos,
con funciones similares a los de la escritura japonesa. No obstante, ciertos lingüistas
niegan que en las escrituras mesoamericanas se encontrasen reglas gramaticales
con la capacidad de componer ideas, ya que carecían de ciertas funciones
morfológicas y ortográficas, así como la capacidad de analizar palabras
por género, número y función.
Calendario Maya
El calendario maya es cíclico, porque se repite cada 52 años mayas. En la cuenta
larga, el tiempo de cómputo comenzó el día 0.0.0.0.0 4 ajau y 8 cumkú (en notación
maya) que equivale, según la correlación generalmente aceptada, al 11 de
agosto del 3114 a. C. en el calendario gregoriano. Sin embargo, muchos mayistas
prefieren igualmente la fecha del 13 de agosto de 3114 a. C. como la fecha del inicio
de la cuenta larga.
Y la fecha de final fue el 21 de diciembre de 2012 d. C. El periodo fue de 5.125,36
años terrestres/solares, aunque en términos mayas sí resulta una cifra entera y
redonda puesto que son 5.200 tunes, que son ciclos de 360 días (Tun), y también
en días o kines como un total de 1.872.000. Cinco repeticiones o cinco cuentas
largas componen el gran ciclo de 26.000 tunes equivalentes a 25.626,8 años. De
esta manera el gran calendario maya es visualizable como un círculo estructurado
en cinco partes, cada una de 5.200 tunes. La cifra de 26.000 no es de años sino de
tunes, y por ello no hay que confundirlo con 26.000 años ni tampoco con el periodo
de precesión de los puntos equinocciales y solsticiales de la Tierra cuya cifra es
semejante: 25.800 ó 25.920.
Cosmogonía
Es una narración mítica que pretende dar respuesta al origen del Universo y de la
propia humanidad. Generalmente, en ella se nos remonta a un momento de
preexistencia o de caos originario, en el cual el mundo no estaba formado, pues los
elementos que habían de constituirlo se hallaban en desorden; en este sentido, el
relato mítico cosmogónico presenta el agrupamiento —paulatino o repentino— de
estos elementos, en un lenguaje altamente simbólico, con la participación de
elementos divinos que pueden poseer o no atributos antropomorfos.
La cosmogonía pretende establecer una realidad, ayudando a construir activamente
la percepción del universo (espacio) y del origen de dioses, la humanidad y
elementos naturales. A su vez, permite apreciar la necesidad del ser humano de
concebir un orden físico y metafísico que permita conjurar el caos y la incertidumbre.
La Conquista de Petén
La conquista del Petén fue la última etapa de la conquista de Guatemala, un
conflicto prolongado que se produjo durante la colonización española de América.
El Petén es una amplia planicie de tierras bajas cubiertas de una densa selva
tropical, e incluye una cuenca hidrográfica central con varios lagos y algunas zonas
de sabana. La llanura está atravesada por una serie de colinas kársticas bajas, que
se elevan hacia el sur al acercarse al altiplano de Guatemala. La conquista del
Petén, una región ahora incorporada a la república de Guatemala, culminó en 1697
con la captura de Nojpetén (también conocido como Tayasal), la capital del
reino itzá, por Martín de Urzúa y Arizmendi. Con el triunfo sobre los itzaes, los
conquistadores europeos sometieron al último reducto maya independiente e invicto
de Mesoamérica.
Antes de la conquista, el Petén contaba con una población considerable,
conformada de diferentes pueblos mayas, en particular alrededor de los lagos
centrales y a lo largo de los ríos. El Petén estaba dividido en diferentes señoríos
mayas envueltos en una compleja red de alianzas y enemistades. Los grupos más
importantes alrededor de los lagos centrales eran los itzaes, yalain y couohes. Otros
grupos cuyos territorios se encontraban en el Petén eran los quejaches, acalas,
choles del Lacandón, xocmós, chinamitas, icaichés y choles del Manché.

Día del Mercado el San Francisco el Alto Totonicapa

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