Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Introducción
De acuerdo a los actuales indicios, el ser humano surgió en África. El lugar de origen
de los primeros antepasados humanos estaba en las sabanas de África oriental.
Según las dataciones, el proceso tiene más de dos millones de años, pero no es un
proceso nacido de golpe. Su origen se remonta a un época más lejana y, siguiendo
las pistas, la evolución humana está directamente relacionada con la evolución de
muchos seres vivos. Sin embargo es una evolución “inusual”: el ser humano
requiere vestido por estar semidesnudo, presenta en general problemas de postura,
los dolores de parto obedecen al cerebro altamente desarrollado que ocupa un
espacio demasiado grande en el vientre materno y la alimentación exige
condiciones especiales que con el pasar de los milenios se aleja de una
“alimentación natural”.
Parece, con el panorama anterior, que el ser humano “desentona” en todas partes
del mundo: los humanos requieren de accesorios para sobrevivir y de trabajar la
tierra para cultivar alimentos. El humano necesita modificar la naturaleza para poder
vivir en ella. Esa diferencia es esencial respecto a los otros organismos que habitan
el planeta.
¿Por qué abandonaron los representantes del género humano dos veces su hogar
africano para dirigirse otros lugares? ¿Qué puede aportarnos el conocimiento del
pasado al manejo del presente y del futuro? Estos son las preguntas que el presente
escrito pretende responder.
1
1. Un largo camino hacia la humanidad
a. La gran bifurcación
Sin importar cual sea actualmente la filiación nacional de cualquier ser humano
sobre el planeta Tierra, todos los que se consideren pertenecientes a esa especie
son africanos. África es el espacio geográfico donde tuvo lugar la gran bifurcación
entre la línea evolutiva de los chimpancés y la línea que condujo a los humanos
modernos. El primer paso de esa evolución (la que separó una especie
definitivamente de la otra) se dio cuando algunos primates dejaron de desplazarse
de rama en rama y abandonaron la ayuda de las manos para caminar sobre los
pies.
Parece que liberar las manos como apoyo dio inicio a un extraordinario desarrollo
del cerebro. Esta es quizá la primera gran repercusión de la posición erecta. Hubo
así un considerable aumento de la caja craneana y, por lo tanto, del cerebro. Al
adquirir este órgano mayor tamaño, sus funciones se desarrollaban también, lo que
permitió a esto primates desarrollar facultades que solo ellos comparten con los
seres humanos: “(…) una dentadura anterior comparativamente hábil, un rostro
poco prominente y andar en posición vertical.”3
Así, el australopiteco (o simio austral por encontrarse por primera vez sus restos al
sur del contiene africano en 1924) fue transformándose en sucesivas etapas,
caracterizadas estas por cambios en el tamaño general, la dentadura, la mandíbula,
la pelvis y la piernas, entre otros. Así el amanensis, el afarensis, el bahrelghazali, el
1
“(…) homínido, vocablo que indica parentesco morfológico entre el hombre y los primates;
literalemtne , el homínido es el ser que tiene forma de hombre. Pero todavía no es hombre.” Henry
de Lumley, La gran aventura de los primero hombres europeos (Barcelona: Metatemas TusQuets
Editores, 2010), 25.
2 Víctor Fernández Martínez, Prehistoria: el largo camino de la humanidad (Madrid: Alianza
2
africanus, el garhi y el robustus (este último, contemporáneo de las primeras
especies humanas) se muestran como las etapas de un largo desarrollo continuo.
Pese al largo recorrido hasta aquí por esta especie “bisagra” que marco la frontera
animal-humano y que vivió, aproximadamente, durante dos millones de años, vino
la gran extinción, situación atribuida a que “(…) el clima de las regiones donde vivían
se fue desecando poco a poco. Los espacios arbolados fueron sustituidos por
espacios descubiertos de la sabana.”4
b. Formalmente humanos
Según los actuales vestigios arqueológicos, hace aproximadamente dos y medio
millones de años, al interior de los grupos australopitecos que aun sobrevivían,
apareció una nueva comunidad de homínidos. Las características que lo distinguen
son esencialmente anatómicas, aspecto que se evidencia en su cráneo (mayor
tamaño, casi 630cm³) y su reducida mandíbula, situación que hace suponer una
reducción en la función masticatoria. Los vestigios permiten calcular también una
estatura aproximada de 1.30-1.50 cms y un peso de 50 a 52 kgs. Otro de los
importantes cambios físicos esta dado en la posición del cráneo, aspecto que
desempeñará un papel crucial en la aparición del lenguaje articulado “(…) pues
permite la trasmisión del aire a las cuerdas vocales y con ello la formación de
sonidos muy diferenciados.”5 A este estadio de desarrollo de la actual condición
humana se le ha denominado homo habilis: el hombre hábil, un tipo de hombre con
“(…) mayor cerebro, cara menos prominente dientes más pequeños y un
bipedalismo perfecto.”6
Este homínido vivió una auténtica crisis climática que puede observarse en “(…) el
examen de los sedimentos y los pólenes fosilizados que muestran como el nivel de
los grandes lagos descendió escaseado así los espacios arbolados.”7 Seguramente
las praderas invadieron el paisaje aumentando la fauna que rumiaba y los
carnívoros que encontraron en esta situación presas fáciles para su alimentación.
Al abandonar estos los armazones de sus presas, los homo hábilis aprovecharon la
carne que quedaba adherida a los huesos para consumirla. Evidencia de ello es “El
desgaste de los dientes y la presencia de estrías verticales en el esmalte de los
dientes malares.”8 Así, los primeros seres humanos no cazaban, eran lo que
comúnmente se conoce como “carroñeros”.
3
enorme salto cultural. Los homínidos convertidos en seres humanos ahora son
fabricantes de herramientas estableciendo una relación reciproca: “Debido a que
inventaron las herramientas manufacturadas, los hombres fueron capaces de comer
carne y, debido a que quisieron comer carne, fabricaron herramientas
manufacturadas.”9 Pude pensarse entonces que aparece aquí el “pensamiento
conceptual” y con él la dimensión cultural de la condición humana. Este cambio
fundamental se produjo “(…) a finales del Plioceno hace unos 2,6 m.a. con la
aparición de un tipo nuevo de útil: la piedra lascada con uno o varios filos
cortantes.”10
Las actuales investigaciones permiten concluir que mientras “(...) los australopitecos
permanecieron arrinconados en África [los primeros seres humanos que fabricaron
herramientas] abandonaron la cuna africana de la humanidad relativamente
pronto.”13 Es muy probable que los ahora humanos (designados así por la invención,
sofisticación y uso de herramientas), esencialmente carroñeros, como se ha venido
explicando desde arriba, se movieran de manera restringida en pequeños grupos.
A medida que esto crecía, (…) sus descendientes se establecían unos kilómetros
más lejos para explorar nuevos espacios.”14 Este fue, quizá, la manera como casi
imperceptiblemente los grupos humanos de aquel entonces salieron de África.
c. El primer viaje.
El tipo humano (si se puede nominar así a la etapa evolutiva subsecuente al habilis)
que pobló la tierra, datado entre hace 2 y 0,5-0,3 m.a. ha recibido el nombre de
homo erectus. Son pocos los datos que a la fecha se tiene sobre la transición entre
uno y otro. La dificultad radica, entre otras cosas, en el número de fósiles y de
yacimientos arqueológicos analizados y fechados.
Hay en erectus un evidente aumento del volumen cerebral “(…) de un promedio de
630cm³ a poco más de 1.000, mientras que los instrumentos son cada vez más
4
numerosos, especializados y precisos.”15 La característica anatómica que lo
distingue es el crecimiento en altura del cráneo, por encima de los arcos
superciliares, que de todos modos continúan siendo muy pronunciados. Se reduce
la cara (que deja de ser tan larga) pero las arcadas dentales continúan siendo
protuberantes. “La mandíbula no es tan alta, y está un poco hundida, un carácter
que desaparecerá con el hombre moderno, en el que se forma un mentón casi
puntiagudo.”16
La gran hazaña del homo erectus, a partir de hace más o menos un millón de años,
fue haberse puesto en camino y dejar el escenario africano y “(…) en los cientos de
miles de años que siguieron [extenderse] (…) por Asia y Europa, ocupando
prácticamente todo el viejo mundo.”17 Las evidencias permiten suponer que el rango
territorial abarcado por este humano fue posible gracias al desarrollo de su
capacidad de adaptación al entorno a través de técnicas de cacería más sofisticadas
y a la comprensión del funcionamiento de los ciclos animales y de clima.
Este hombre, habitante de la hoy capital China, dejo entre sus restos evidencias de
uso de fuego. Este uso es otra de las grandes conquistas humanas: “(…) con el
dominio del fuego el hombre no solo había abierto una nueva dimensión de la
alimentación, sino que por primera vez disponía de energía a la mano, una mano
que era débil y no disponía ni de garras afiladas ni de fuerza muscular
concentrada.”19La evidencia es bastante tardía, de hace unos 300.000 años. Puede
suponerse que el conocimiento sobre el uso del fuego fuera desde mucho antes y
que erectus alcanzara tanta dispersión gracias a él.
d. El segundo viaje.
Los primeros restos del conocido homo sapiens, representante propiamente de la
especie humana, de quienes son los seres humanos hoy, se remontan más o menos
a hace 500.000 y 300.000 años. Puede interpretarse de esta datación que erectus
y sapiens convivieron, aunque no haya aun evidencia directa de ello. Si se continua
con el modelo escritural manejado desde arriba, la anatomía es la primera evidencia
de la transformación. En el homo sapiens se da la última etapa en el crecimiento en
volumen del cerebro “(…) que bien pronto llega a un promedio en torno a
5
1.400cm³”20 En los últimos trescientos mil años es evidente que el volumen del
cráneo no ha aumentado, sin embargo, hay una diferencia entre el cráneo de
sapiens de hace 300.000-400.000 años y el de los seres humanos contemporáneos:
“(…) la arcada superciliar todavía es gruesa, la osamenta robusta, y la cara
sobresale de un modo que todavía recuerda un poco al simio.” 21Esta clara diferencia
ha facilitado la distinción técnica entre los sapiens antiguos (homo sapiens arcaicos)
y los homo sapiens contemporáneos.
Los datos que se tienen sobre ese ser humano moderno, ese humano que no se
distingue en nada del actual, como se ha descrito arriba, lo ubica conviviendo con
el neandertal en Europa desde el año 100.000 hasta el 35.000. Estos dos tipos se
distinguen solamente en su fisionomía craneal y en los instrumentos de piedra que
se encuentran en los yacimientos donde habitaron. Con el moderno se puede
pensar se introdujeron cambios como “(…) un lenguaje más avanzado y
transformaciones significativas en los instrumentos de piedra.”24
6
Este apartado, llamado “el segundo viaje” obedece a la idea de una nueva aparición
de ser humano, esta vez llamado moderno en el sur de África hace unos 100.000
años y más o menos en el mismo periodo en lo que hoy se conoce como Israel.
Sobre los 60.000-70.000 años este ser llamado llega a todos los rincones de la tierra
mostrando con ello su capacidad para adaptarse a entornos variados, adversos y
muy exigentes. Esa segunda salida de África, gradual y definitiva hasta el presente,
que duró aproximadamente 95.000 años en su expansión, dio lugar a expresiones
artísticas como pinturas y figuras esculpidas en roca, objetos de adorno personal,
instrumentos de cacería y pesca, construcciones sencillas y vestidos de piel.
2. Nómada Universal
El tiempo pasa: se consolidan procesos físicos, cognitivos y culturales. Se configura
el lenguaje a través de las lenguas y la cultura alcanza un importante lugar en la
vida de las comunidades a través de las mitologías, las creencias, los modos de
vida, las maneras de pensar, esperar o temer el más allá. Crecen los grupos
humanos, se arraigan a determinados sitios y prácticas, se afianzan formas de
organización y producción. Parece que el sedentarismo dejara atrás la condición de
movimiento como si se tratará de un nuevo estadio de la evolución… ¿qué pasa
entonces con esa tendencia al movimiento que parecía connatural a la condición
humana?
Para reforzar la idea del nomadismo como condición humana, se proponen aquí
tres requisitos para que este sea efectivo.
a. Vivir juntos
7
En definitiva, el ser humano nómada solo puede sobrevivir si pertenece, si está
integrado a un grupo. Formar parte de una comunidad exige, entre otras cosas,
organización, “división del trabajo”, no en el sentido marxista necesariamente, pero
si como condición para sobrevivir, además de la transmisión de experiencias. Hay
que integrar a los miembros jóvenes y enseñarles a que sobrevivan.
Esa forma de vivir en grupo a la que se ha hecho referencia arriba, se confirma tras
la idea de que “El nómada nunca viaja solo –moriría rápido, como el desterrado-
8
(…)”29 Tras lo cual también se sabe que logísticamente no conviene un grupo
demasiado grande.
c. Habitar
Habitar y espacio son palabras que se complementan, de ahí que el término nomine
una acción que va más allá de ocupar un espacio. Es usarlo y poder estar en él, es
dejar huella y construir, es conocer los elementos que componen el lugar y
apropiarse de ellos.
Proponer el habitar como una de las condiciones del nomadismo puede parecer
contradictorio, sin embargo hacerlo hace parte de la sobrevivencia. Así como
marchar tiene técnicas que fueron perfeccionándose a lo largo de los milenios, “(…)
los hábitats de los nómadas demuestran un notorio ingenio, desde refugios en las
grutas y cabañas de follaje, hasta tiendas de piel y casas móviles.”31
9
Estas últimas palabras toman especial sentido llegados a este punto del texto. Si el
ser humano se comprende como parte de ese largo camino recorrido descrito desde
el inicio del texto y si además se pone especial atención en los requisitos del
nómada, se puede concluir que la condición humana siempre ha sido nómada o al
menos siempre ha formado parte de sus inclinaciones.
3. Nomadismos contemporáneos
De los casi seis mil millones de habitantes que tiene actualmente el planeta Tierra,
“(…) cerca de trescientos millones pertenecen todavía a pueblos primitivos. Algunas
decenas de millones aun son nómadas, es decir unos cuantos por cada mil. (…) en
América del Norte y en Europa, algunos disfrutan de una aparente libertad (…)”32
Esta idea de nomadismo corresponde a una primera acepción del término según el
cual, las comunidades que se trasladan de un lugar a otro, en vez de establecerse
permanentemente en un solo lugar son nómadas. Los grupos humanos que han
sostenido estas prácticas, estas formas de vida hasta el presente suelen ser objeto
de estudio de disciplinas adscritas a las Ciencias Sociales como paradigmas de
conocimiento e interpretación de las del pasado.
Un ejemplo de lo anterior son los pueblos Ladulia lohar “ (…) nombre que deriva de
los vocablos hindi gaadi y lohar, que significan “carreta” y “herrero”33 que dieron
forma a las armas de los dirigentes hindúes del pasado y hoy se mantienen como
herreros que acampan en la vecindad de aldeas indias y utilizan chatarra para
producir artículos sencillos. Este pueblo ha recorrido el subcontinente desde hace
cientos o quizá miles de años. Los gadulia lohar son tal vez los mejor conocidos.
Sin embargo hay otros grupos dedicados al pastoreo, como los rabari, que han
adquirido notoriedad en todo el occidente indio debido a sus abultados turbantes y
su familiaridad con todo lo relacionado con los camellos. Algunos clanes son
cazadores y recolectores de plantas; otros proporcionan servicios (comercian con
sal, predicen la suerte, lanzan conjuros o practican sanaciones ayurvédicas); otros
son malabaristas, acróbatas, picapedreros, cuentistas, encantadores de serpientes,
curanderos de animales, tatuadores o cesteros. “Los antropólogos han identificado
casi 500 grupos nómadas en India.”34
10
A diferencia de los anteriores, existen pueblos que habitan en cuevas. Los nómadas
de Papúa, en Nueva Guinea son un grupo humano, oriundo de África, que vive en
espacios cerrados dentro de las montañas y han crecido en medio de una gran
diversidad biológica, factor que seguramente ha facilitado el desarrollo de su cultura.
También están los Meakambut, un pueblo desconocido hasta 1960 cuando fueron
topados por patrullas australianas que exploraban zonas topográficamente
accidentada del país. “En 1991 el antropólogo esloveno Borut Telban pasó una
semana en la región y solo encontró a 11 meakambut, que vivían refugiados
cuevas.”35 Telba refirió como los hombres llevaban collares de conchas de kina y
taparrabos de hojas, y las mujeres, faldas de paja. Cuando regresó en 2001, no
pudo localizarlos. Pero el pueblo awim, emparentado con ellos, sabía que todavía
estaban por algún sitio.
Pese a lo importante que es hablar de los pueblos nómadas del presente desde la
primera acepción, vale la pena tocar también el empleo del concepto en otros
campos contemporáneos que de manera coloquial y muchas veces académica, se
valen de él como adjetivo para referirse peyorativamente a determinada situación o
como sustantivo para hacer referencia a fenómenos sociales que no se comprenden
del todo.
35 Amy Toensing, « Los últimos habitantes de las cuevas: nómadas de Papúa Nueva Guinea.
https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/grandes-reportajes/nomadas-de-nueva-
guinea_5502/14 (consultado el 2 de octubre de 2018).
36
Antonio Fernández Vicente, Nomadismo contemporáneos. Formas tecnoculturles de la globalización.
(Murcia: Universidad de Murcia, 2010), 10
11
4. Conclusión
Definitivamente, el ser humano es esencialmente nómada. Después de lo
presentado por el profesor Toynbee, nómadas son incluso quienes no han salido de
su pueblo, ya sea por desinterés, por falta de recursos financieros o simplemente
porque no tienen voluntad para ello. Hoy, todos los seres humanos o por lo menos
una inmensa mayoría, son nómadas del televisor, lectores o navegantes de internet.
Sin embargo y además de a lo anterior, en esencia, a los seres humanos, les
caracteriza el desplazamiento, el viaje y los cambios de escenario.
Las razones de ese movimiento a lo largo y ancho del planeta son variadas. Sin
embargo, queda claro que hay una relación directa entre movilidad y desarrollo del
cerebro y con él su extensión: la cultural. Sin la energía de la curiosidad de los seres
humanos del pasado y el presente, sin la chispa que ha movido a tantos a querer
saber, explorar y escudriñar la naturaleza, no se tendría el conocimiento global que
es una condición imprescindible para comprender y aceptar las llamada
postmodernidad.
12
5. BIBLIOGRAFÍA
• Amy Toensing, « Los últimos habitantes de las cuevas: nómadas de
Papúa Nueva Guinea. https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-
ng/grandes-reportajes/nomadas-de-nueva-guinea_5502/14 (consultado el 2
de octubre de 2018).
• Attali. Jacques. El hombre nómada. Bogotá: Luna Libros, 2003.
• Cavalli-Sforza, Luca y Francesco ¿Quiénes somos? Historia de la diversidad
humana, Barcelona: Crítica, 2009
• De Lumley, Henry. La gran aventura de los primero hombres europeos.
Barcelona: Metatemas TusQuets Editores, 2010
• Fernandez Martínez, Victor. Prehistoria: el largo camino de la humanidad.
Madrid: Alianza Editorial, 2007
• Fernández Vicente, Antonio Nomadismos contemporáneos. Formas
tecnoculturles de la globalización. Murcia: Universidad de Murcia, 2010
• Leroi-Gourhan. Cazadores de la prehistoria. París: Ediciones Orbis S.A.,
1983
• Reichholf, Josef,La aparición del hombre Barcelona: Crítica, 1996
• Steve McCurry, «Gadulia lohar: Los últimos nómadas de la India.
https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/grandes-
reportajes/gadulia-lohar-ultimos-nomadas-india_1905/16 (consultado el 2 de
octubre de 2018).
13