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Prueba Unidad Relatos de Misterio - OCTAVO BÁSICO

Nombre: ______________________________________ Curso: ___________ Fecha: _________________


Puntaje: 27 puntos.

Ítem I. Selección única. Lee el siguiente texto y responde las preguntas 1 a 11.

LOS MUYINS (leyenda japonesa)

Kenzo era una criatura muy imaginativa. Lo volvían loco los cuentos de hadas y cuanta historia
extraordinaria solía narrarle su abuela. Por eso, cuando ella le reveló la verdadera causa debido a la cual nadie
se atrevía a atravesar las lomas (los cerros) durante la noche, Kenzo ya no pensó en otra cosa que en
armarse de valor y hacerlo él mismo algún día.

—Los muyins. Por allá andan los muyins entre las sombras —le había contado su abuela, al considerar
que su nieto ya era lo suficientemente grandecito como para enterarse de los misterios de su tierra natal -. Son
animales fantásticos de la montaña. Bajan para sembrar el espanto entre los hombres. A los pocos desdichados
que se les aparecieron, casi no viven después para contarlo, debido al susto. Que nunca se te ocurra cruzar esa
zona de noche, Kenzo; te lo prohibo, ¿entendiste?

Pero una tarde, Kenzo decidió que ya había crecido lo suficiente como para visitar en secreto las lomas que
tanto lo intrigaban. Partió una tarde rumbo a las famosas lomas de Akasaka con el propósito de recorrerlas sin
otra compañía que la de su propia linterna.

Apenas comenzaba a esconderse el sol cuando Kenzo arribó a las lomas. Cuando encendió su linterna, ya se
encontraba en la mitad de aquella zona y de la oscuridad. Se desplazaba muy lentamente. De pronto, se
sobresaltó. Unas pisadas ligeras, unos pasitos suaves parecían haber empezado a seguirlo. Kenzo se volvió
varias veces, pero no bien se daba vuelta los pasos cesaban y él no alcanzaba a descubrir nada ni a nadie. Era
indudable que alguien se escondía entre los arbustos y que desde los arbustos podía observarlo claramente
a él: su rostro se destacaba entre aquella negrura, cálidamente iluminado por la linterna.

Al fin, Kenzo iluminó una pequeña silueta femenina que se mantenía agachada junto al canal. La veía de
espaldas a él. Estaba sola allí y sollozaba con infinita tristeza. Parecía la voz de un pájaro desamparado. Con
desconcierto pero igualmente conmovido, el muchacho prosiguió con su inesperada inspección, mientras ella
aparentaba no tomar en cuenta su proximidad: continuaba de rodillas junto a la orilla del canal, gimiendo. Era
una niña de la edad de Kenzo. Estaba vestida con sumo refinamiento. También su peinado era el típico de las
jovencitas de muy acomodada familia. La confusión de Kenzo se iba convirtiendo en gigante: ¿Qué hacía esa
mujercita allí, sola, nada menos que en aquella zona y a esas horas de la noche? De pronto, se animó y
caminó hacia ella. Si una nena era capaz de internarse en las lomas, con más razón él, ¿no?

El muchacho le habló, entonces, pero ella tampoco se dio vuelta. Ahora ocultaba su carita entre los pliegues de
una de las mangas de su precioso kimono y su llanto había crecido. ¿Un pichón de hada perdido a la
intemperie, tal vez? Kenzo le rozó apenas un hombro, muy suavemente.

—Pequeña dama —le dijo entonces—, no llore así, por favor. ¿Qué le pasa? ¡Quiero ayudarla! ¡Cuénteme
qué le sucede! Ella seguía sollozando y tapándose el rostro —Distinguida señorita, le suplico que me conteste.
Le repito, permita que le ofrezca mi ayuda. No llore más, se lo ruego. O, al menos, dígame por qué llora así. La
niña se dio vuelta muy lentamente, aunque mantenía su carita tapada por la manga del kimono. Kenzo la
alumbró de lleno con su linterna y fue en ese momento que ella dejó deslizar la manga apenas, apenitas. El
muchacho contempló entonces una frente perfecta, amplia, hermosa. Pero la niña seguía llorando. Ahora, su
voz sonaba más que nunca como la de un pájaro desamparado. Kenzo reiteró su ruego; su corazón
comenzaba a sentirse intensamente inquieto. Salvo la frente, que mantenía descubierta, ella seguía
ocultándose cuando, por fin, le dijo:

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—Oh... Lamento no poder contarte nada... Hice una promesa de guardar silencio acerca de lo que me
pasa... Pero lo que sí puedo decirte es que fui yo quien te ha estado siguiendo. No me animaba a hablarte,
pero ahora siento que podemos ser amigos... ¿No es cierto?

En ese instante fue cuando ella dejó caer la manga por completo y el chico, horrorizado, vio que su rostro
carecía de cejas, que no tenía pestañas ni ojos, que le faltaban la nariz, la boca, el mentón... Cara lisa.
Completamente lisa. Y desde esa especie de gran huevo inexpresivo partieron unos chillidos burlones y,
enseguida, una carcajada que parecía que no iba a tener fin.

Kenzo dio un grito y salió corriendo entre la negrura que volvía a inundarlo todo. Su linterna, rota y apagada,
quedó tirada junto al canal.

1. ¿Qué tipo de relato es el anterior?


a) Cuento de misterio sobrenatural.
b) Cuento policial.
c) Cuento detectivesco.
d) Cuento realista.

2. ¿Cómo era Kenzo?


a) Orgulloso y mentiroso.
b) Inteligente y valiente.
c) Curioso y valiente.
d) Educado y orgulloso.

3. ¿Qué había decidido Kenzo?


a) Tenía, por necesidad, al ir a trabajar, que cruzar las lomas y lo iba a hacer solo.
b) Su madre lo mandó a las lomas como un desafío que se supone, él puede aceptar.
c) Quería ir a las lomas en compañía de su abuela.
d) Por curiosidad, quería conocer a los muyins y se iba a enfrentar a ellos solo.

4. ¿De qué se dio cuenta mientras cruzaba las lomas?


a) Se había perdido.
b) Alguien lo seguía.
c) Tenía tanto miedo que no podría continuar.
d) Se le había echado a perder la linterna.

5. ¿Cuándo se dirigió Kenzo a las famosas lomas?


a) Muy de mañana.
b) Al salir del trabajo, a medianoche.
c) Después de la escuela.
d) Al atardecer.

6. ¿A quién encontró Kenzo en su ida?


a) A su madre, que lo seguía, preocupada.
b) Un muyin con forma humana.
c) A nadie.
d) A una damita de clase alta.

7. ¿Qué sucede al final del relato?


a) Kenzo muere a manos de los muyins.
b) Huye, asustado a más no poder.
c) Kenzo se pierde y nunca más se sabe de él.
d) Sufre un ataque al corazón.

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Lee el siguiente texto y responde las preguntas 8 a 13.

Estudio en escarlata (fragmento)
 Sir Arthur Conan Doyle, escritor inglés.

Me puse a recordar todas las materias en las cuales me pareció estar muy fuerte, y fui formando una
pequeña lista, ante la cual no pude por menos que sonreírme cuando la releí. Decía así:

Resumen de conocimientos de Sherlock Holmes:

1. Literatura: nada.

2. Filosofía: ídem.

3. Astronomía: ídem. 


4. Política: conocimientos muy superficiales. 


5. Botánica: conocimientos varios. Versadísimo en todo lo que se refiere a la belladona, el opio y toda clase de
venenos. Desconocimiento absoluto de horticultura práctica. 


6. Geología: conocimientos muy limitados. No distingue las diversas clases de capas geológicas; pero, en
cambio, cuando vuelve de sus largos paseos, al enseñarme el lodo en el borde de sus pantalones me dice de
qué punto de Londres procede aquel barro. 


7. Química: conocimientos profundísimos. 


8. Anatomía: universalidad de conocimientos, pero adquiridos sin arreglo a un plan fijo. 


9. Literatura sensacionalista: posee una erudición increíble. Al parecer, no existe teoría revolucionaria
(literariamente hablando) que no conozca. 


10. Toca el violín bastante bien. 


11. Maneja bien el bastón y la espada, y es diestro en el boxeo. 


12. Conoce prácticamente la ley inglesa. 


Conan Doyle, A. (2006). Estudio en escarlata.

8. ¿En qué materias es más experto Sherlock Holmes?


a) Literatura sensacionalista, anatomía y química.
b) Anatomía, literatura y toca el violín.
c) Filosofía, astronomía y la ley inglesa.
d) Política, botánica y geología.

9. ¿Qué personaje típico representa Sherlock Holmes?


a) El culpable.
b) El asesino.
c) El detective.
d) El ayudante.

10. ¿Qué característica del personaje de Sherlock Holmes resalta más en el texto anterior?
a) Su fuerza.
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b) Su valentía.
c) Su experiencia.
d) Su conocimiento.

11. ¿Qué género está presente en el texto anterior?


a) Novela moderna.
b) Novela policíaca.
c) Novela de terror.
d) Novela de fantasía.

12. La novela de misterio es un género de literatura típicamente enfocado en:


a) La investigación de un crimen.
b) Criticar los vicios que tiene el ser humano.
c) Retratar fielmente la realidad.
d) Crear mundos mágicos y fantásticos.

13. El tema central de los relatos de misterios es:


a) Atrapar al lector en un clima de suspenso y misterio.
b) En un policía que lo arriesga todo, sin pensar en las consecuencias por desbaratar una banda
organizada.
c) Un crimen o un robo que se debe resolver.
d) Un asesinato inexplicable.

Ítem II. Lee el siguiente texto y completa el cuadro con los tiempos narrativos (10 pts.).

No solo los perros lamen

La citada historia le sucedió a una niña de 9 años, hija única de padres de gran influencia en la política local;
esta niña tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña normal con buena educación, pero con una
soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban
sola.
Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande (esto para que cuidase a la niña cuando
creciera), pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra los
padres fueron a despedirse de la niña; el perro, ya acostumbrado a dormir con la niña, se postraba abajo de la
cama.
Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo.

Ya de madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces,
temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro). Sintió la cálida y
áspera lengua y entonces se tranquilizó y durmió otra vez.

Al despertar por la mañana descubrió algo espantoso: en el espejo del tocador había algo escrito con letras
rojas. Cuando se acercó, vio que era un rastro de sangre que decía así: "NO SÓLO LOS PERROS LAMEN".

Entonces dio un grito de terror al ver a su perro destrozado en el suelo de su habitación.


Se dice que cuando los padres la encontraron ella no hablaba de otra cosa más que de "¿quién me lamió?" y
decía el nombre de su perro. Se volvió loca y hasta la fecha está en un manicomio y sus padres, tratando de
olvidar lo que hallaron en el cuarto y a su hija, se fueron al extranjero. Y la incógnita más grande es: según los
que fueron a investigar al cuarto de la niña, el perro ya estaba muerto desde hace horas. ¿Quién le lamió la
mano a la niña debajo de la cama?.

Completa el siguiente cuadro con el tiempo de la historia y el tiempo del relato del texto anterior. Para ello,
selecciona y resume las acciones principales del cuento (5 acciones por cada columna).
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Tiempo del relato Tiempo de la historia

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