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" AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD"

FACULTAD DE DERECHO Y
CIENCIAS POLÍTICAS
TEMA :

EL CATOLICISMO Y EL CRISTIANISMO
INTEGRANTES : WAGNER ISUIZA ISUIZA
WIGBERTO GUERRA CENTENO
CURSO : FILOSOFÍA DEL DERECHO

TURNO : NOCHE

CICLO : IX – 2019

DOCENTE : FREDDY QUISPE

PUCALLPA - PERÚ
2019

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INDICE
Caratula 01
Índice 02
Dedicatoria 03
Presentación 05
Introducción 06

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DEDICATORIA

Dedicamos el presente trabajo a Dios


sobre todas las cosas, a nuestros
padres que con sus consejos y
admiración, nos motivan a seguir esta
senda profesional y llegar a ser
grandes profesionales de la justicia, a
nuestros amigos y maestros que nos
demuestran su apoyo incondicional
para seguir estudiando.

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INTRODUCCIÓN

Este problema se ve agravado por la gran cantidad de información diversa y


contradictoria que produce confusión acerca de éstos principios, indispensables
para tener clara una visión de la Teología Católica. De manera análoga se
puede pensar la estrecha relación entre las respectivas teologías desarrolladas
por cada religión. Es por ello que me he dado a la tarea de realizar esta serie
de artículos para fundamentar de manera clara y accesible los principios
básicos de la Religión Cristiana Católica. Estos artículos poseen como
fundamento la edición típica latina del Catecismo de la Iglesia Católica.
El problema del auténtico contenido y sentido de la fe cristiana está hoy, mucho
más que en tiempos pasados, rodeado de incertidumbre. Quien ha seguido el
movimiento teológico de las últimas décadas y no pertenece al grupo de
quienes, sin reflexionar, creen sin reparo que lo nuevo de todas las épocas es
siempre lo mejor, podría repasar en su memoria el cuento titulado "La dicha de
Hans". Hans convertía las pepitas de oro, que tanto le molestaban, en caballo,
vaca, ganso y, por fin, en una piedra de afilar que acabó por tirar al mar. Con
ello no perdió mucho, sino que, por el contrario, adquirió el precioso don de una
libertad más amplia, a la que siempre aspiró. El cuento deja a la fantasía de los
lectores las consideraciones sobre la duración de su embriaguez y sobre lo
difícil que fue para él el momento en que despertó del sueño de una deseada
libertad.

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I. CATOLICISMO
El término catolicismo proviene de la palabra griega katholikós, cuyo
significado es “el que constituye un todo”. Esta palabra no aparece en
ninguna parte de la Biblia. Sin embargo, quienes profesan esta religión,
afirman que dicho término define adecuadamente a esta comunidad
religiosa. Constituye el 56 % del movimiento religioso más importante en
todo el mundo, a saber el Cristianismo.
El nombre oficial de la Iglesia católica es “La (santa) Iglesia católica,
apostólica y romana”. Esta religión se ha desarrollado fundamentalmente
América Central, América del Sur, Europa Occidental y ciertos países de
África.

1.1. QUÉ ES EL CATOLICISMO


Es una religión profesada por cristianos que se distingue por tener
como autoridad máxima al Papa de Roma. El Papa representa a Dios
en la Tierra y la unidad de la Iglesia Católica. El catolicismo se
caracteriza por regirse a través de un ritual, una disciplina y un canon
tradicional que tuvo sus inicios al comienzo del cristianismo. El
catolicismo dice basar sus enseñanzas y dogmas en la Biblia, las
declaraciones oficiales emitidas en los Concilios Generales de la
iglesia y en las tradiciones de los padres de la iglesia.

1.1.1. Organización del catolicismo


La organización que presenta este movimiento religioso es
jerárquica, donde el clero ordenado se encuentra dividido en los
obispos, los presbíteros y los diáconos. Cada uno de los miembros
que componen el clero depende de una autoridad superior. Pero esta
a su vez debe tomar en cuenta los fieles por medio de reuniones,
consultas e intercambios de ideas.
La unidad más pequeña del catolicismo son las diócesis o las iglesias
individuales. Cada iglesia está bajo la jurisdicción de un obispo.
Algunas poseen un rango superior, en este caso se les llama
arquidiócesis y están dirigidas por un arzobispo. En orden jerárquico

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creciente, la Iglesia Católica se compone por: obispos, cardenales y
el papa.

1.1.2. JERARQUÍA DENTRO DEL CATOLICISMO


Obispos
Encargados de las diócesis, reciben ayuda de presbíteros y
diáconos. Cada obispo depende de forma directa del papa, ninguno
posee autoridad sobre otro igual aunque se le haya nombrado
cardenal.
Cardenales
Son los que ayudan al papa en el aspecto pastoral de la Iglesia
Católica a nivel mundial y en la administración de la Curia Romana y
la Santa Sede. Si el papa llegase a morir o renunciar, los cardenales
escogen al sucesor por medio de un cónclave. En conjunto
conforman el Colegio cardenalicio. El papa se encarga de escoger
personalmente a los cardenales.

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Papa
Escogido por el Colegio de Cardenales que se reúne en un cónclave.
Se le considera el sucesor directo del apóstol Pedro, el cual sería el
primer obispo. El papa desarrolla su ministerio con la colaboración de
dos grupos de ayudantes: Cardenales y el Concilio Ecuménico.
Concilio Ecuménico
Es una asamblea que preside el papa donde se reúnen todos los
obispos del mundo entero. Se convoca cuando es necesario tomas
de decisiones importantes en aspectos relacionados con la fe
(dogmas) y la moral.

1.2. CARACTERÍSTICAS DEL CATOLICISMO


 En la Iglesia católica, el papa posee la jerarquía suprema, posee el
primado por encima del resto de los obispos y la completa potestad de
régimen. Esta autoridad puede ejercerla de manera universal, suprema e
inmediata sobre el resto de los pastores y fieles católicos.
 El catolicismo considera la Iglesia como la encargada para dirigir a los
fieles hacia Dios, al administrar los sacramentos por medio de los cuales
se obtiene la gracia divina.
 La Iglesia católica se autoproclama como la única fundada por Cristo y,
por lo tanto, la única verdadera. Los obispos son, según se cree, los
sucesores ininterrumpidos de los apóstoles que deben cumplir el papel
de cuidar a las ovejas de Cristo.
 El culto principal del catolicismo se le denomina misa o eucaristía, donde
se consagran el pan y el vino para convertirse en el cuerpo y sangre de
Cristo.
Consideran a María, madre de Jesús, como mediadora ante su Hijo.
Tres creencias principales sobre María son: fue concebida sin pecado
(inmaculada concepción), posee virginidad perpetua y fue ascendida al
cielo en cuerpo y alma.
 El purgatorio es un lugar o estado intermedio donde las almas son
purificadas de los pecados y se preparan para entrar de forma definitiva
al cielo.

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 El culto se clasifica en tres categorías: la adoración a Dios(latría),
adoración a María (hiperdulía) y la adoración a los santos (dulía).
 Las imágenes forman parte esencial del culto en el catolicismo.

1.2.1. QUÉ SON LOS SACRAMENTOS DEL CATOLICISMO


Los sacramentos son, según el catolicismo, la evidencia eficaz de la
gracia divina. Se celebran bajo ritos visibles, instituidos por Cristo y
entregados a la Iglesia. Por medio de ellos se le ofrece la vida y guía
divina a quienes los reciben con una disposición adecuada. Son siete
en total el número de sacramentos, estos son: el bautismo, la
confirmación, la eucaristía, la penitencia, la unción de enfermos, la
orden sacerdotal y el matrimonio. Estos sacramentos corresponden
con los momentos y etapas de la vida de los fieles.

1.2.2. INFLUENCIA DEL CATOLICISMO EN LA SOCIEDAD HUMANA


A pesar de las persecuciones a causa de los conflictos del estado
pagano con la religión, el cristianismo se extendió por el imperio
romano. Para el año 313, el cristianismo es legalizado por el
emperador Constantino I. Posteriormente en el año 380, Teodosio I
emperador de Roma, convierte el cristianismo en la religión oficial del
imperio romano.

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1.2.3. CATOLICISMO EN LA EDAD MEDIA
El cristianismo tuvo mucha influencia sobre la política y sobre la
legislación en la historia humana. Entre los efectos destacados dela
religión está el acercamiento de la Teología al Derecho. Debido a
que Dios gobierna el mundo, el derecho se consideró que tenía
fundamento en la voluntad y sabiduría divinas. De manera que el
poder del estado se consideraba derivado de Dios.
En la Edad Media el catolicismo se afirma como autoridad autónoma
y se coloca sobre el Estado. Mientras el estado se ocupaba de las
cosas terrenales, la iglesia se ocupaba de las cosas eternas. La
religión católica se hizo más famosa a medida que más personas se
convertían al cristianismo y el objetivo final ya no se centraba en la
vida civil sino en la beatitud celestial. Esta se obtenía al
subordinarse bajo los preceptos divinos que la iglesia interpretaba.

1.2.4. EXPANSIÓN DEL CATOLICISMO


En los siglos subsiguientes, el catolicismo logra expandirse
ampliamente alrededor del mundo. Su expansión es posible a pesar
de que el control sobre las poblaciones europeas se reduce,
principalmente por el aumento del protestantismo y al escepticismo
religioso durante y después de la era de la ilustración. En 1960, el
Concilio Vaticano II introduce las modificaciones más importantes en
las prácticas del catolicismo desde el Concilio de Trento, tres siglos
atrás.

1.2.5. LA IGLESIA CATÓLICA


La religión ha formado parte de la vida del ser humano y es
importante comprender el concepto y origen, así como su
trascendencia en la sociedad y su diversidad de cultos”

1.2.6. RELIGIÓN
Para poder comprender cualquier religión, primero tendríamos que
reconocer este término desde sus raíces, para que
consecuentemente se pueda diferenciar las distintas ideologías que

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surgen a partir de las posturas que el ser humano ha adoptado en
cuanto este concepto.
La religión ha formado parte de la vida del ser humano y es
importante comprender el concepto y origen, así como su
trascendencia en la sociedad y su diversidad de cultos.
Religión es un conjunto de creencias, dogmas, sentimientos que un
individuo profesa hacia una divinidad, la cual le da sentido a su
existencia en la tierra mediante normas morales, que guían su
comportamiento para alcanzar la salvación por medio de la oración.
El Concilio Vaticano II define el término religión como aquellos actos
interiores, voluntarios y libres, mediante los cuales el ser humano
marca el curso de su existencia en dirección hacia Dios.
Cada día en el mundo nacen miles de seres humanos, como la
creación magistral de la naturaleza, pero es hasta años más
adelante, cuando el uso de la razón de cada uno de ellos comienza a
desarrollarse, y es ahí donde surgen los cuestionamientos sobre el
sentido de la vida y del porqué de su existencia en el mundo; de la
misma forma genera preguntas sobre la creación del universo y todo
su contenido. Estas preguntas de una u otra manera se han
generado en las distintas épocas de la historia del hombre.
Bajo estas cuestiones surgen los llamados “misterios de vida”, donde
el ser humano trata de buscarle un sentido a la vida. Es aquí donde
intervienen algunos protagonistas como la ciencia y la religión que
han participado en esa búsqueda de la verdad. Cada uno lo explica
desde distintos enfoques, no rivaliza el uno con el otro; ambas
posturas son fundamentales para el hombre, desempeñando un rol
particular para el ser humano.
La religión puede considerarse como la creencia de uno o más
dioses responsables de la creación del mundo, se habla de un poder
divino sobre la Tierra y el universo, y de la existencia de lo que el ser
humano reconoce como el “más allá”, creando cierta satisfacción de
respuesta en los seres humanos y provocando cierta veneración
como de- mostración de gratitud por la vida. Su comprensión divina
sobre la realidad es de manera universal y única, por lo que a

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diferencia de la ciencia esta es independiente del conocimiento, pues
no tiene la función de obtener ni de proporcionar datos acerca de la
realidad. Esto nos aclara la naturaleza del conflicto entre religión y
conocimiento, donde los humanos nos acogemos a estas dos esferas
según el tipo de necesidad que tenga.
Una vez entendida esta diferencia y siguiendo el enfoque religioso de
esta tesis, se abordará y se concentrará más específicamente sobre
el tema de la religión católica, para una mejor comprensión e
interpretación del mismo.
Haciendo una reflexión a través del tiempo a cerca de las
interrogantes sobre el sentido de la vida, encontramos que muchos
años atrás ya se tenía la idea de que existían fuerzas más poderosas
a las cuales el ser humano se veía sometido. Un ejemplo de esto son
las diferentes culturas prehispánicas que antecedieron a las culturas
actuales. Entre ellas se puede mencionar a los mayas, aztecas,
olmecas, toltecas, etc. Quienes veneraban a los astros y fenómenos
naturales como sus principales dioses, dando paso una creencia
divina, a un tipo de religión primitiva en su mayoría politeísta. A partir
de esto surgen otras religiones según la creencia particular de cada
pueblo, mismas que desaparecieron y fueron sustituidas por otras de
carácter monoteísta. Esto debido a las distintas revoluciones
culturales que se han desarrollado en la historia. Eventos que se han
tenido presencia en todos los continentes, pero siempre con el fin
religioso, la idea de la relación del hombre con fuerzas superiores, la
existencia de una deidad.
Actualmente es común encontrar que en la mayoría de las culturas
en el mundo poseen algún tipo de religión, forma o creencia de la
existencia de lo divino. Haciendo de la religión un fenómeno
universal. Es entonces que por medio de estas creencias religiosas,
el poder divino revela a la humanidad aquellas respuestas que le dan
sentido a la vida.
Por lo que cada una manifiesta y vive su creencia de distintas
formas; algunas llegan a extremos tales como el sacrificio humano;
pero por otro lado, la búsqueda de la revelación de algún Dios puede

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traer grandes e inolvidables momentos de comprensión, por ejemplo,
tal es el caso de San Francisco de Asís en la religión cristiana.
Entre las religiones que tratan de dar significado a la vida, cada una
desde su enfoque, se encuentran el Hinduismo, el Budismo, el
Judaísmo, el Cristianismo, el Islam y el Taoísmo, mencionando a
estas por ser las más reconocidas en el mundo.
El cristianismo es la religión con mayor número de creyentes en el
mundo, y esto se debe a diversos factores que se han presentado a
lo largo de la historia, que han permitido la expansión y la
evangelización de esta religión en la mayoría de los países del
mundo. Sin embargo esta religión a su vez está conformada por otras
religiones que surgen a partir de esta, como se pueden apreciar en el
diagrama, y que entre estas se encuentra la religión católica; por lo
que describiré brevemente al cristianismo para encontrar la esencia
por el cual surge la religión católica.

1.2.7. CRISTIANISMO
Surgida en Jerusalén y adoptada por los reyes de España quienes
hicieron que en el periodo de colonización de diversos países se
estimulara está religión como la única y verdadera (esta es la
principal causa por la que en México es la religión con mayor
creyentes). Agregando que en algún periodo de su historia, está fue
proclamada oficialmente como única, por lo que los ciudadanos no
tenían opción de profesar alguna otra creencia. Es así como el
cristianismo fue adquiriendo presencia, siendo que en la mayoría de
los países colonizados adopta- ron esta religión, y es la que se ha
practicado en su mayoría por distintas generaciones.
El cristianismo ha sido una religión que se ha podido adaptar de
cierta forma a las distintas particularidades de cada sociedad en el
mundo, además de ser una doctrina religiosa que ha sido flexible
ante los avances de la ciencia, trayendo como consecuencia su
aceptación en los lugares más civilizados del planeta y
propagándose cada vez más en otros lugares.

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Para comprender con mayor claridad este dogma religioso, es
necesario mencionar su vocación principal, que se fundamenta en la
enseñanza de Jesús de Nazaret (el llamado hijo de Dios), cuyo
nacimiento marca el comienzo de nuestra era, nacido en la ciudad de
Belén y que murió a los 33 años según las escrituras bíblicas. Siendo
el sacrificio y amor al prójimo la doctrina que Jesús demostró durante
su vida y que se ha convertido en el camino a seguir por los millones
de cristianos en el mundo (Wilhem, 2012).
Madden (2005), explica que la doctrina cristiana se rige por los
principios establecidos en la Biblia, producto de la inspiración de
Dios. La Biblia está dividida en dos partes, Antiguo y Nuevo
testamento, en los que se narran los orígenes de la Humanidad, la
vida, obra, muerte y resurrección de Jesús. Como el pilar de esta
doctrina se encuentra el Evangelio, que significa “Buena noticia”, que
es el medio en el que Jesús predica sus enseñanzas.

1.3. OTRAS CARACTERISTICAS DEL CATOLICISMO


Entre las principales características de la iglesia católica existen
ciertos atributos y dogmas que son considerados como la piedra
angular de esta creencia.
Los atributos de la iglesia católica vienen contenidos en su credo,
símbolo de la profesión de su fe, donde se resumen los puntos
esenciales de la doctrina cristiana; como parte del catecismo cató lico
que se inculca a sus fieles para la enseñanza de la doctrina, esta
profesión de fe es analizada y estudiada para la comprensión de lo
que la iglesia llama “marcas”, las cuales son cuatro que se refieren a

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la iglesia como: Una, Santa, Católica y Apostólica; siendo estos los
atributos esenciales.
A continuación se describen cada uno de los atributos de la iglesia
católica, para poder entender la misión de la iglesia:
Unidad.- La Iglesia es “una” porque según la doctrina católica Dios
es uno, que mediante él envió de su hijo Jesucristo como parte de él,
planea llevar y predicar su palabra a todos los seres humanos de la
Tierra y que posteriormente con su muerte hereda el poder
evangelizador a Pedro que es considerado como el primer Papa en
la historia, y que al pasar de lo años éste cargo ha recaído en
distintos miembros religiosos. Siendo entonces el Papa la autoridad
jerárquica para toda la iglesia católica en el mundo, que bajo esta
autoridad se establece una doctrina universal para la práctica de un
mismo culto en cualquier lugar del mundo sin importar el idioma, raza
o cultura. Creando así, una unidad en su liturgia, en su doctrina y en
su autoridad (Trigilio y Brighenti, 2007).
Santidad.- No por ser miembros de esta comunidad religiosa quiere
decir que se posea la santidad por de facto. Desde el punto
eclesiológico se entiende que la iglesia es la unidad de todos sus
miembros, que en conjunto forman parte del cuerpo místico de Dios,
cuerpo que es considerado santo por su origen. Ante esta idea cada
uno de los miembros católicos es llamado a la “santidad” por medio
del culto religioso, donde la profesión de su fe busca alcanzar un alto
grado de virtud religiosa (Trigilio y Brighenti,2007).
Catolicidad.- Como anteriormente se mencionó sal”, que no se limita
a una sola nación, país o cultura siendo esto más que un carácter
geográfico, sino que va más allá; refiriéndose al hecho de que todos
somos dignos de formar parte de ella mediante el bautismo, por
tanto, para la ejecución de éste sacramento se necesita de un guía
espiritual representante que recibe el nombre de sacerdote, el cual
se rige por los principios universales de la iglesia (Trigilio y
Brighenti,2007).

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Apostolicidad.- la Iglesia católica fue fundada por Cristo quien
heredó el poder de evangelización sobre Pedro y los demás
apóstoles, teniendo como sucesores al Papa, a los Obispos y
sacerdotes, de ahí que se deriva el término de apostolicidad,
teniendo como principal objetivo la evangelización de los seres
humanos (Trigilio y Brighenti,2007).

1.3.1. DOGMA
Según el Diccionario de la Real Academia Española (2012) define a
Dogma como una proposición que se asienta por firme y cierta. Sin
embargo, el termino se ha identificado más desde una perspectiva
doctrinal de una religión, ya que por sus creencias poseen carácter
único sin estar sujeta a comprobación alguna, cuyo contenido puede
ser religioso, filosófico, social, sexual, etc. La doctrina fundamental
para la Iglesia católica como ya había- mos mencionado
anteriormente se encuentra en el Credo, que recopila términos de fe
elaborados en los primeros concilios de la historia. En el Credo se
encuentra una explicación sistemática del catecismo de la iglesia
católica.
La idea de Revelación es central en la doctrina católica, porque bajo
tal término se incluyen dos fuentes inseparables entre sí: la sagrada
escritura y la tradición. Una síntesis sobre este tema se encuentra en
la constitución dogmática Dei Verbum del Concilio Vaticano II
(Vatican, 2012). El papa es un referente de esta doctrina ya que es
considerado Obispo de la Iglesia católica, es decir, el guía espiritual
de los cristianos debido a que es considerado el sucesor de San
Pedro .Su elección ha ido variando a lo largo de la historia y a partir
del siglo XI se elige por el colegio cardenalicio en el cónclave. El
Papa actual es Benedicto XVI (Trigilio y Brighenti,2007).
Otra distinción que tiene la iglesia católica en relación al resto de los
cristianos, son la creencia religiosa por los “Santos”, con una
veneración más significativa por ellos y por la Inmaculada
Concepción, y en la Asunción de María madre de Jesús, mejor
conocida como “La Virgen María”; así mismo en el poder espiritual

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que posee esta creencia en la Iglesia católica para perdonar peca-
dos mediante el Sacramento de la Penitencia y las plegarias de
misericordia (Trigilio y Brighenti,2007). Una característica de las más
importantes en la Iglesia católica es la creencia en la presencia real
de Jesucristo en la Eucaristía, que se desarrolla en el culto religioso
llamado misa. Donde mediante el cambio de la transubstanciación, el
pan y el vino presentados en el Altar se transforman en el cuerpo y
en la sangre de Cristo (Ratzinger 1995, Shonborn 1995).

1.3.2. CULTOS Y COSTUMBRES


El culto católico es sin lugar a dudas la misa, ce- lebrada todos los
domingos de año. La misa es en pocas palabras es la celebración de
la resurrección de Jesucristo, que ante su sacrificio todos nosotros
alcanzamos la salvación después de la muerte y podremos ir al cielo
para vivir una vida eterna. Es por esto que todos los católicos
asistimos con gran devoción a esta ceremonia religiosa, para estar
en comunión con Dios. El domingo se ha convertido en un día de
fiesta, donde los católicos acuden llenos de alegría, reflejándolo
desde la manera de vestir hasta su forma de comportarse (Trigilio y
Brighenti,2007).
La misa
La misa es una ceremonia compleja que se con- forma de diferentes
partes, siendo las más importantes la liturgia del mundo y la
eucaristía, durante la cual se realiza la comunión con Dios. Durante
estos eventos existen otros que ayudan a crear una mejor atmósfera
durante el culto, como puede ser la música, la pompa, entre otros
métodos más. Desde luego que la presencia de los católicos es
fundamental para que se lleve a cabo el rito, mismo que también es
dirigido por un sacerdote.

1.3.3. SACRAMENTOS
Como se mencionó anteriormente la iglesia católica ofrece una vida
eterna después de la muerte, pero para lograr esto se requiere se
una serie de actos indispensables para alcanzar la santidad. En el

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catolicismo a estos actos los llamamos “sacramentos”, los cuales son
7 y se encuentran divididos en el siguiente orden: “Sacramentos de
Iniciación cristiana, en donde se encuentra dividido en el siguiente
orden. “Sacramentos de Iniciación Cristiana, en donde se encuentra
el bautismo, la Eucaristía y la Confirmación, seguidos por los
“sacramentos de curación” donde se encuentra la Penitencia y la
Unción de los Enfermos, y por último se encuentra los “sacramentos
de servicio” donde se encuentra el Matrimonio y el Orden Sagrado.
Siendo el sacramento de comunión uno de los más importantes, ya
que en la religión católica este representa la presencia real de Cristo
a través del pan y el vino convertidos en su cuerpo y sangre
(transubstanciación), el cual se practica en cada misa y por medio de
éste se crea un diálogo directo entre lo huma- no y el ser divino, es
una conexión entre la fe y el más allá.

1.3.4. OTRAS PRÁCTICAS


Como sabemos los católicos además de asistir a misa y de recibir los
sacramentos expresan su gran devoción religiosa de diferentes
maneras. Por ejemplo, el rosario a la “Virgen María” sigue siendo uno
de los más populares. El tema del ayuno sigue teniendo un papel
importante, muchos de los creyentes lo practican como una forma de
ofrenda y penitencia, así como otros lo interpretan como una forma
de sacrificio; este acto normalmente se efectúa en los días de
cuaresma, pero otros lo practican en cualquier día o circunstancia.
Algunos católicos siguen creyendo en que la educación académica
impartida por las iglesias es la mejor para la formación de sus hijos,
para que éstos puedan convertirse en personas del bien; por lo que,
muchas iglesias cuentan con escuelas en todos los niveles
educativos. También es importante mencionar, que de una u otra
manera la iglesia católica ha caracterizado las acciones malas de las
buenas, hecho que se ha prestado a que distintos medios de
comunicación informen sobre las acciones malas acontecidas en un
lugar o del mundo entero.

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1.3.5. FESTIVIDADES
Dentro de la Iglesia Católica se realizan una serie eventos religiosos
durante todo el año, denominado “Año litúrgico”. La Liturgia es el
culto ofrecido a Dios, por medio de Cristo y su Iglesia. La celebración
del misterio cristiano, se realiza a través del tiempo, cada año se
conmemoran los principales acontecimientos de la intervención de
Dios y su salvación en la historia del hombre. Distribuyéndose en
festividades y ciclos que a estos tiempos se les conocen como:
Adviento, Cuaresma, Navidad, Pascua y Tiempo Ordinario. No se
tratan de fechas exactas, sino simplemente de una representación
sacra del curso anual de las estaciones del año y una composición
cíclica para que en un periodo de tiempo pueda englobarse dicha
historia de salvación.
Este itinerario de fe en los diferentes tiempos se puede entender de
la siguiente manera:
 En el tiempo de Adviento, es considerado como de preparación,
como tiempo de despertar en la fe en vista del encuentro con
Dios.
 En el tiempo de Navidad es considerado como aceptación de
Jesús Salvador y mayor conocimiento de Él, mediante la reflexión
y la meditación.
 En el tiempo de Cuaresma es considerado como de purificación
personal para llegar a la vivencia pascual de Cristo Muerto y
Resucitado.
 El tiempo de Pascua es considerado como el eje rector, con el
gran triduo de la Vigilia Pascual lo que mejor conocemos como la
"pasión de Cristo", que mete al hombre en el misterio principal de
nuestra Redención: la Resurrección de Jesús.
Estos son considerados como los "tiempos Fuertes" durante el año
litúrgico, donde los católicos muestran mayor presencia, participación
y devoción. Lo que se conoce como "tiempo ordinario" es al lapso de
tiempo donde no se celebra ningún evento cercano al ministerio de
Cristo. Sino que en este tiempo se destina a la enseñanza bíblica y a
su profundización del mensaje, por medio de la contemplación.

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1.3.6. OTRAS FIESTAS
Dentro del Año Litúrgico también existen otras celebraciones muy
conocidas por el pueblo y que tienen su importancia dentro de un
segundo plano respecto de las anteriores. Normalmente son fiestas
en las que se celebra a la Virgen María y a algunos santos; y que
están íntimamente relacionadas al misterio pascual. No son fiestas
ajenas a Cristo o que confundan la religiosidad del pueblo, sino que
son interpretadas como de ayuda para comprender y vivir el misterio
pascual de Cristo.
Cristo, al fundar la Iglesia, la entregó a los apóstoles y a sus
descendientes para que se ocuparan de su crecimiento, dándoles los
mismos poderes que el Padre le había otorgado a él: “Como el Padre
me envió, también yo os envío” (Jn,2012). Por eso, las celebraciones
litúrgicas que ahora tenemos en el transcurso de un año, no son de
institución inmediata de Cristo, sino fruto de su actuación por medio
de la Iglesia.

1.4. ESTRUCTURA ORGANIZATIVA


Como una Religión Universal la Iglesia católica tiene miembros en
todos los países, pero no en las mismas cantidades en algunas más
y en otros menos. Como en la mayoría de las organizaciones
importantes existen rangos jerárquicos en la que el clero está dividido
en obispos, presbíteros y diáconos. El clero está organizado de
forma jerárquica, pero siempre atendiendo a los fieles. Como es un
sistema escalonado, cada miembro del clero depende de una
autoridad superior que debe ejercer su gobierno teniendo en cuenta
la comunidad, a través de consultas, reuniones e intercambio de
ideas.
Geográficamente, la Iglesia católica se organiza en distritos
territoriales llamados diócesis o iglesias particulares, cada una bajo la
autoridad de un obispo, que éste a su vez está a cargo de un
decanato de varias parroquias agrupadas, y que al mismo estas
parroquias tienen templos que la conforman.

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Algunas de éstas diócesis son de mayor rango, las cuales son
llamadas arquidiócesis y están bajo la autoridad de un arzobispo. En
ciertos territorios que no son considerados diócesis, funcionan en la
práctica autónomamente, estos son las prelaturas y abadías
territoriales, regidas por un pastor propio llamado prelado o abad
(Catholic, 2012).
Las diócesis pueden agruparse en provincias eclesiásticas y éstas, a
su vez, en regiones eclesiásticas. La arquidiócesis que preside una
provincia eclesiástica es llamada metropolitana. En ocasiones, la
provincia eclesiástica está conformada únicamente por la
arquidiócesis metropolitana. Los territorios en donde la iglesia no ha
podido establecer una diócesis son dirigidos por un vicario que se
refiere a un obispo titular y que son llamados vicariatos apostólicos
(Catholic, 2012).

1.4.1. CONGRECIONES Y ÓRDENES


Dentro de la iglesia católica existen diferentes congregaciones y
órdenes religiosas que tienen como principal objetivo dedicar su vida
a Dios por medio de la evangelización y los integrantes de cada una
de ellas viven bajo ciertos principios establecidos por su fundador,
por ejemplo: San Francisco de Asís fundó a la orden franciscana,
Santa Clara a las Clarisas pobres, la madre Teresa de Calcuta a las
Misioneras de la Caridad entre otras.
El origen de cada una se explica, según los católicos, por una
inspiración dada al fundador, que debe ser reconocida como
auténtica por la autoridades jerárquicas. Tal inspiración o carisma se
concreta en constituciones que valen sólo si son aprobadas por las
autoridades jerárquicas, y según las cuales deben vivir los miembros
de cada orden o congregación.
Las Órdenes religiosas de derecho diocesano: obedecen al obispo
de la diócesis en la que han sido reconocidas, las Órdenes religiosas
de derecho pontificio; se rigen por la autoridad del Papa, sin embargo
deben trabajar en comunión con los obispos de las diócesis en las
que actúan.

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1.4.2. FRANCISCANISMO
ORIGEN
Para entender de mejor manera la orden franciscana, así como su
ideología, tenemos que hacer un breve recorrido histórico para la
comprensión de su origen. Es una orden fundada por “San Francisco
de Asís” (Giovanni Francesco Bernardote) a comienzos del siglo XIII
(1182,1226), siendo un religioso que vivió y encarno el evangelio de
Dios de manera literal y rigurosamente. Hecho que llamo la atención
de algunos de sus compañeros, convirtiéndose en sus primeros
discípulos en seguir su ideal y su forma de concebir la vida,
posteriormente se dio a la tarea de elaborar una serie de reglas que
permitieran la vida en comunidad y fue hasta el 1210 cuando el Papa
Inocencio III la proclamó oficialmente como orden religiosa (Órdenes
mendicantes,2012).
Los miembros de estos tipos de congregaciones y órdenes religiosas
generalmente viven en comunidad, usan un determinado tipo de
vestimenta, profesan ciertos votos que varían de acuerdo a la orden
a la que pertenecen como pueden ser el de pobreza, castidad y
obediencia entre otros.
Dentro de la iglesia católica existen cuatro tipos de órdenes religiosas
que son: Monásticas, Mendicantes, Canónigos Regulares y Clérigos
Regulares.

1.4.2.1. Ordenes franciscanas


La orden Franciscana se subdivide en tres órdenes: una para
religiosos hombres, que pueden ser sacerdotes o laicos, llamada
de los “frailes (hermanos) menores”, misma que ha tenido
diversas reformas por la lucha de la conservación de la regla
original, por lo que a lo largo de estos procesos se han originado
diversas ramas. Actualmente estas ramas se conocen como: los
Frailes Menores conocidos por sus siglas OFM (Ordo Fratrum
Minorum), los Hermanos Menores Conventuales OFM Conv
(Ordo Fratrum Minorum Conventualium), y los Capuchinos, OFM
Cap. (Ordo Fratrum Minorum Capucinorum).

21
La segunda orden es de las mujeres que San Francisco fundó
con ayuda de Santa Clara de Asís; que se conoce con el nombre
de las hermanas clarisas y existen otras congregaciones
femeninas que se inspiran en la misma.
La tercera y última orden fundada por San Francisco, está
formada por laicos que quieren y tienen el interés de formar parte
del modo de vida de San Francisco, que con el transcurso del
tiempo se ha incrementado el número de seguidores.

1.4.2.2. Orden Franciscana Menor


Los Estatutos Generales de la Orden de los Hermanos Menores
(2010), señalan que la regla y vida de esta orden es “Saber
guardar el santo Evangelio de Jesucristo, viviendo en obediencia,
sin nada propio y en castidad. El hermano Francisco promete
obediencia y reverencia al Papa Honorio y a sus sucesores
canónicamente elegidos y a la Iglesia Romana. Y los demás
hermanos estén obligados a obedecer al hermano Francisco y a
sus sucesores”.

1.4.2.3. Fundamento
La orden de los Franciscanos se fundamenta en el modo de vida
fraterna, que ésta es posible por medio de los votos de pobreza,
humildad y obediencia, dejando todo lo material por lo espiritual y
mediante los valores mencionados se alcanza la hermandad,
donde existe un equilibrio y respeto entre el ser humano y el
medio que lo rodea; siendo éstos producto de la misma naturaleza
de Dios.

1.4.2.4. Formación
La formación franciscana se basa en la predicación del evangelio
de Jesucristo, para su práctica en el mundo actual según la forma
de vida y la Regla de San Francisco; que al mismo tiempo esta
formación deber ser de carácter humana cristiana y franciscana

22
para poder entender y participar de manera adecuada en la vida
social.

1.4.2.5. Organización
La orden Franciscana se encuentra distribuida en todo el mundo
mediante entidades llamadas “Provincias”, las cuales están
constituidas por al menos 40 frailes profesos, que éstos a su vez
son encabezados por un ministro provincial y al mismo tiempo por
un ministro provincial general el cual representa a toda la orden
en el mundo (OFM,2010).
Las provincias son creadas por las oficinas franciscanas de la
curia en Roma, los cargos administrativos en cada provincia son
designados por un definitorio provincial cada seis años, definitorio
que también tiene la tarea de distribuir a sus miembros de la
orden en los distintos lugares atendidos por la provincia, evento
que recibe el nombre de “Capítulo Provincial” y que acontece
cada tres años.
En cada uno de los lugares atendidos por una provincia en
particular existen lo que la orden de- nomina como “Casas”, la
cual es una fraternidad de la orden y que están legítimamente
constituidas bajo una autoridad y con sede o vivienda fija. Cada
miembro de la orden pertenece a una casa determinada.

1.4.2.6. Símbolos franciscanos


Los símbolos franciscanos comúnmente reconocidos por la orden
son:
 La Tau franciscana que mantiene una forma de cruz en forma
de “T” y que es la última letra del alfabeto hebreo, que
normalmente San Francisco de Asís utilizaba como firma y
sello personal (Enciclopedia franciscana,2012).
 El cordón de San Francisco se basa en la idea del cinturón
común que utilizaba para sujetar el hábito y que éste puede
ser de 3 nudos cuando se trata de los votos profesados por las
distintas ordenes los cuales son pobreza, obediencia y

23
castidad o 5 nudos que representan los estigmas de Cristo, el
hábito franciscano que semeja al hábito que utilizo San
Francisco, la cruz de San Damián que es una cruz del
medioevo dedicada a una pequeña iglesia con el mismo
nombre y que mediante esta cruz San Francisco tuvo su
segundo encuentro con Dios (Franciscanos, 2012).

1.5. INSTITUCIONES JURÍDICAS DEL CATOLICISMO


La formación espiritual que ofrece el Opus Dei complementa la labor
que realizan las diócesis de cada país. Las personas que se
incorporan al Opus Dei continúan siendo fieles de la diócesis a la que
pertenecen.
El Opus Dei fue fundado en 1928. En 1941 recibió la aprobación del
Obispo de Madrid, y en 1947 la de la Santa Sede. Desde 1982, es
una Prelatura personal de la Iglesia Católica.
El Concilio Vaticano II creó la figura jurídica de las prelaturas
personales para permitir el desarrollo de específicas misiones
pastorales. Las prelaturas personales forman parte de la estructura
jerárquica de la Iglesia. Están compuestas por laicos y sacerdotes
que, bajo la autoridad de un prelado, cooperan orgánicamente para
llevar a cabo la misión propia de la prelatura.
La actividad del Opus Dei se resume en la formación de los fieles de
la prelatura para que desarrollen cada uno en su propio lugar en la
Iglesia y en el mundo una actividad apostólica multiforme,
promoviendo a su alrededor el ideal de la llamada universal a la
santidad.
La tarea apostólica de los miembros de la prelatura como la de
muchos otros fieles católicos persigue una vivificación cristiana que,
con la gracia de Dios, redunda en beneficio de las parroquias y las
iglesias locales: sus frutos son conversiones, una mayor participación
en la Eucaristía, una práctica más asidua de los demás
Sacramentos, la difusión del Evangelio en ambientes a veces
alejados de la fe, iniciativas de solidaridad con los más necesitados,

24
colaboración en catequesis y en otras actividades parroquiales,
cooperación con organismos diocesanos.
Este apostolado de las personas del Opus Dei se desarrolla en el
marco del carisma específico de la prelatura: la santificación en el
trabajo y en las realidades de la vida ordinaria.
Las autoridades del Opus Dei promueven la unión de todos los fieles
de la prelatura con los pastores de las diócesis, les invitan a
profundizar en el conocimiento de las disposiciones de los obispos
diocesanos y de la Conferencia Episcopal y les animan a llevarlas a
la práctica, cada uno de acuerdo con sus circunstancias personales,
familiares y profesionales.
En virtud del carácter exclusivamente espiritual de su misión, la
prelatura no interviene en las cuestiones temporales que sus fieles
afrontan con completa libertad y responsabilidad personales.
Los Estatutos señalan que, por lo que se refiere a la actuación
profesional y a las doctrinas sociales, políticas, etc., los fieles de la
prelatura, dentro de los límites de la doctrina católica sobre fe y
costumbres, tienen la misma plena libertad que los demás
ciudadanos católicos. Las autoridades de la prelatura están obligadas
a abstenerse totalmente incluso de dar consejos en estas materias.
 Catolicismos sin Iglesia y Estado liberal
La yuxtaposición entre el régimen del patronato y el modelo de la
cristiandad distinguió el proceso de radicación del catolicismo en el
territorio que luego se denominaría Argentina. Por un lado, los reyes
de España, merced a las sucesivas bulas papales, gozaban del
derecho de crear cargos eclesiásticos, nombrar sus titulares,
recaudar el diezmo del culto, autorizar la publicación de las actas
pontificias. Como contrapartida, facilitaban la difusión de la religión en
los territorios ocupados y asumían la responsabilidad de construir
templos y monasterios así como velar por el desempeño de los
agentes religiosos. En recompensa por la conversión de los pueblos
que habitaban las tierras conquistadas, el Papa concedió a la Corona
española el control de las iglesias que estaban siendo fundadas. La

25
conquista de nuevos mercados y tierras significaba para el
catolicismo la conquista de nuevas almas.
 Catolicismo con Iglesia y Estado Intervencionista
En el siglo XX y con la crisis de los ideales liberales y positivistas
que anunciaban un progreso indefinido, el catolicismo reafirmó su
batalla por la hegemonía ideológica y moral, por establecer un nuevo
horizonte de sentido desde el cual permear la cultura estatal, política
y de la sociedad argentina en general. Se rechazaba sin
contemplaciones su confinamiento al ámbito de lo privado.
Reticentes a concentrarse en las tareas de la sacristía y en el plano
particular de las conciencias, la cristianización de la sociedad y la
materialización de una presencia activa en el espacio público se
tornaron metas de una Iglesia Católica que desde fines del siglo
anterior había iniciado su proceso de romanización.
 Estado cívico-militar-católico y el terrorismo de Estado
Consumado el quiebre del régimen democrático en 1976, la
dictadura militar puso en práctica acciones diferenciadas frente a los
diversos sectores del catolicismo. Concibiendo a la institución
eclesial como un espacio conflictivo, se propuso depurar sus
estructuras. Con ese objetivo, fortaleció el papel de la cúpula
eclesiástica, atribuyéndole la misión de legitimar las actuaciones
militares y transformándola en guardiana de los valores de la
argentinidad. Simultáneamente, desplegó una ofensiva para aislar y
aniquilar a los grupos tercermundistas. Discursivamente, se legitimó
ese accionar al calificar la disidencia al interior de la propia Iglesia en
términos de ‘infiltración marxista’ y ‘conspiración contra el verdadero
catolicismo’. La represión implantada por la dictadura militar tomó
una dimensión sin precedentes : torturas, secuestros,
desapariciones, asesinato de mujeres embarazadas, robos de
bebés, centros clandestinos de detención y otros recursos de
violación sistemática de los derechos humanos calaron hondo en la
sociedad argentina, tiñendo con miedo y desconfianza toda
articulación social posterior. Entretanto, la amenaza “subversiva”,
continuaba como marco ideológico legitimador del exterminio del

26
‘otro/a’. En ese contexto, se sucedieron las detenciones de
sacerdotes, miembros de comunidades de base, religiosas, laicos e
incluso obispos identificados con la defensa de los derechos
humanos. Fueron perseguidos, exilados, secuestrados, torturados y
asesinados. Empero, los repudios a los militares por la ilegalidad de
sus movimientos y las averiguaciones del paradero de catequistas y
demás cuadros católicos, fueron producto de tareas individuales y no
el fruto de un posicionamiento institucional.
 Iglesia sin catolicismo y Estado plural y democrático
La recuperación del estado de derecho en 1983 encontró una
sociedad cultural y socio-económicamente diferente. Por un lado, las
políticas de ajuste estructural provocaron una mayor heterogeneidad
y desigualdad social. Por otro, con la liberalización de los rígidos
controles de las relaciones sociales como consecuencia de la caída
de la dictadura militar y la adopción de una forma de vida
democrática, floreció una pluralidad de organizaciones que, con
diferentes grados de institucionalidad, han interactuado en el terreno
de las representaciones y de las pertenencias colectivas. En ese
sentido, se reducían los márgenes para que una institución
monopolizara la producción y transmisión de valores y pautas de
conducta. Las condiciones de posibilidad para reivindicar y reclamar
la imposición de un corpus normativo como principio organizador de
la sociedad aparecían limitadas. La Iglesia Católica se enfrentaría a
una encrucijada ante la cual aún no ha logrado descifrar.

1.6. INFLUENCIA DEL SISTEMA ECONÓMICO EN EL CATOLICISMO


En el año 1492 no sólo fue el año del descubrimiento de América por
los europeos. Fue también el año de la expulsión de los judíos. Por
medio del Edicto de Granada, los Reyes Católicos obligan a todos los
judíos residentes en sus territorios (la Península, Canarias, el sur de
Italia…) a convertirse al catolicismo o exiliarse. La norma entró en
vigor el 2 de agosto, el mismo día que Colón zarpó hacia, creía él, la
India.

27
Los Reyes Católicos, aconsejados por la Iglesia, querían purificar los
territorios sobre los que gobernaban. Bajo su trono no debía haber
más que católicos. Pero a este deseo se unía, según los
historiadores, el tradicional antisemitismo (un siglo antes se habían
producido matanzas de hasta 60 mil judíos) y un malestar de tipo
económico. El catolicismo prohibía la usura, definida por San Agustín
como “toda transacción en la que una persona espera recibir más de
lo que ha dado”. Tampoco veían el comercio con buenos ojos. De
nuevo, el Padre de la Iglesia lo consideraba “asociado al fraude y la
avaricia, proveedor de lujuria y potencial fuente de corrupción y
deterioro de las buenas maneras y virtudes, fuente de contacto con
mercaderes bárbaros y extranjeros”. En realidad, la única actividad
legítima en la época era la guerra.

Los judíos estaban exentos de las obligaciones católicas (en el Talmud


se puede leer “no digáis nunca: esta ocupación no me conviene”) y se
convirtieron en prestamistas o se dedicaron al comercio. Como cualquier
banquero actual, terminaron por acaparar mucho dinero; y, como hoy
sucede con los Botín y González, suscitaron los recelos de la población
llana. Así, el edicto obligó a los judíos a vender sus bienes inmuebles y
partir sólo con las posesiones que pudieran transportar.
La comunidad judía no respondió de forma unánime al edicto. Muchos
decidieron convertirse; especialmente aquellos próximos a la Corte. Se
calcula que entre 100 mil y 150 mil judíos eligieron el exilio. No fue fácil.
Buscaron refugio en Francia, Países Bajos, Palestina… Si todo exilio es
duro, en aquella época tuvo que ser atroz. Algunos lograron conservar

28
su identidad mixta: judía y “española” (si es que es posible hablar de la
existencia de España como tal en esos años). Guardaron la lengua y la
música, y hoy sobreviven unos 2 millones de sus descendientes: los
sefardíes.

Algunos historiadores relacionan la expulsión con el tradicional atraso


económico, industrial y cultural de España. Coincido en parte con ellos.
Es arriesgado afirmar que los judíos de 1492 eran el embrión del
capitalismo, pero es cierto que la mayoría formaba parte de una especie
de clase media. También es cierto que uno de los problemas de atraso
es la escasa magnitud e importancia de esta clase durante los últimos
siglos. Hasta prácticamente 30 años, en España existía un abismo entre
los terratenientes, nobles y élite eclesiástica y los trabajadores y
campesinos. Esta separación era económica, pero también cultural. Un
ejemplo claro es la tasa de alfabetización.
A finales del siglo XVIII, Suecia se convierte en el primer país del mundo
que logra la alfabetización de todos sus ciudadanos. En España,
cincuenta años después, sólo 1 de cada 3 hombres sabe leer y escribir;
el porcentaje es mucho menor en las mujeres: 1 de cada 10. A principios
del siglo XX, España alcanzó el nivel logrado por Inglaterra en 1675: el
45% de hombres alfabetizados. Es decir, un retraso de más de dos
siglos.
Las razones de esta diferencia también se pueden encontrar en la
religión. En el protestantismo, la Biblia era la base de la fe. Lo importante
era el texto, no la interpretación que hacían los miembros de la Iglesia.
Así, había que leer la Biblia; y no en latín (como se siguió leyendo en las
iglesias españolas hasta no hace mucho) sino en las lenguas

29
vernáculas. Sólo los países protestantes emprendieron con cierta
seriedad el fomento de la alfabetización del pueblo llano.

Las consecuencias económicas que produciría la desaparición de los


judíos ya se habían empezado a notar diez años antes del Edicto de
Granada, con la implantación de la Santa Inquisición. La presión había
hecho que muchos judíos optaran por convertirse en “cristianos nuevos”.
Sin embargo, la monarquía recibió informaciones que de muchos de
estos conversos (en particular de Sevilla) practicaban en secreto sus
ritos judíos. Los Reyes Católicos pidieron autorización al Papa y en
febrero de 1481 la Inquisición se estrenó quemando en la hoguera a 6
personas (sólo ese año morirían en la pira otras 2000). Nacía una
institución que a los largo de sus 400 años de existencia marcaría en
cierta medida la vida política, cultural y, por supuesto, religiosa de
España. El tribunal procesó a 150 mil personas y se calcula que ejecutó
a 3000-5000.
Puesto que entre los judíos había numerosos comerciantes y
prestamistas, al poco de su implantación en Sevilla se registró un
verdadero colapso de la economía local. Sin embargo, a Isabel la
Católica no le importó. Se puede leer en una crónica de la época:
“Como quiera que la ausencia de esta gente despobló gran parte de
la ciudad y fue notificado a la reina que el gran trato que en ella
había se disminuía y sus rentas por esta causa se abajaban en gran
cantidad, pero ella estimaba en muy poco la disminución de sus

30
rentas y decía que, todo interés pospuesto, quería limpiar su reino
de aquel pecado de herejía”.

1.7. LA POLÍTICA EDUCATIVA EN EL CATOLICISMO


La historiografía sobre la Iglesia católica en la primera mitad del siglo
XX, ha realizado en las últimas décadas algunos destacados aportes
en el campo de las relaciones entre catolicismo y educación, una de
las principales aristas del poliédrico proceso de reconfiguración del
catolicismo argentino entre fines del siglo XIX y 1930. Del amplio
espectro de problemáticas abiertas, la “reincorporación” de la
enseñanza religiosa en las escuelas del estado concitó particular
atención vista como un indicio claro de que la laicización del sistema
educativo, cuyo ícono había sido la ley 1420, llegaba a su fin. Lo que
se calificaba de “renacimiento católico”, en el marco del cual cobraba
centralidad la enseñanza religiosa, daba cuenta del largo pasaje del
“Estado liberal” a la “nación católica” o, en otros términos, de la
“Argentina liberal a la Argentina populista”.
Fue en los monasterios y conventos católicos donde se conservó y
enseñó el conocimiento en el mundo cristiano de la antigüedad,
principalmente en Europa. Fueron los monjes quienes cultivaron y
transmitieron el saber, más allá de sus muros, en sus escuelas;
había bibliotecas en los monasterios, se copiaban manuscritos y se
enseñaba. Por siglos la Iglesia fue la mayor fuente de cultura.
En el año 787 Carlo Magno decretó la restauración de las antiguas
escuelas dividiéndolas en monacales (de monasterios), catedralicias
(bajo obispados), municipales (de ayuntamientos) y palatinas (junto a
las cortes). Aquellas que destacaban por su alto nivel de enseñanza,
especialmente las catedralicias, ganaron el título de “ Studium
Generale ” y después el de “ Universitas ”.
Las primeras universidades fueron fundadas por la Iglesia católica.
Aunque las universidades de Bolonia (1088) y de París (1150) se
disputan ser la primera universidad cercana al concepto actual, las
antiguas escuelas de los monasterios y catedrales (Bolonia, París,

31
Salerno, San Millán, Córdoba, etc.) son auténticas antepasadas de
todas las universidades actuales.
Entre 1200 y 1400 fueron fundadas en Europa 52 universidades, 29
de ellas erigidas por los papas. La transformación cultural generada
por las universidades en el siglo XIII fue iniciada, desarrollada e
impulsada por la Iglesia.
Por supuesto que la Iglesia católica no se limitó a las universidades,
que cultivan los más altos estudios, sino que también brindó estudios
básicos empezando por enseñar a leer y escribir. En todas las
épocas la Iglesia se ha preocupado por impartir el saber y a la par de
la predicación del Evangelio ha impartido educación en general. Un
ejemplo se da durante la conquista de América, donde fueron
muchos los sacerdotes que defendieron a los indígenas de la
explotación y la crueldad de los conquistadores y se preocuparon por
darles instrucción.
Varias órdenes religiosas fueron creadas para la formación de niños
y jóvenes, como los Hermanos Cristianos de La Salle, los salesianos
o los escolapios; otros han hecho de la educación uno de sus
principales objetivos, como los jesuitas, franciscanos y diferentes
congregaciones de monjas. Actualmente la Iglesia católica educa en
el Tercer Mundo a un millón de universitarios subvencionados y a
110 millones en enseñanza media y primaria. Tan solo los jesuitas
tienen en Latinoamérica a más de un millón de niños en las escuelas
gratuitas de Fe y Alegría.
En Nicaragua la Iglesia tiene 907 escuelas y colegios parroquiales
con unos 80,000 alumnos, más un sinnúmero de colegios católicos
regentados por sacerdotes y órdenes religiosas, así como otros
centros educativos católicos propiedad de laicos. Hay tres
universidades propiamente católicas canónicamente, que le
pertenecen a la Iglesia: la Juan Pablo II (de la Conferencia
Episcopal), la Ucicam (de la Arquidiócesis de Managua) y la Ucatse
(de la Diócesis de Estelí), así como varias otras universidades que
son privadas pero de orientación católica como la UCA (jesuita), la
Única, la Thomas More y la Keiser (antes Ave María).

32
1.8. REPRESENTANTES DEL CATOLICISMO
 Rama del cristianismo que reconoce como máxima
autoridad en la tierra al Papa
Se trata de la principal rama en la que se ha dividido al
cristianismo en lo que se conoció como Gran Cisma, en el año
1054, un conflicto en el cual se produjo la separación entre el
Papa y obispo de Roma y las máximas autoridades de la Iglesia
Ortodoxa.
El Cristianismo es una religión monoteísta de raíces
Abrahámicas, porque encuentra su origen en el legado del primer
profeta de los judíos Abraham, las otras dos que comparten este
origen son el Judaísmo y el Islam.
 Bases sobre las que se sustenta el catolicismo
La base fundamental del Cristianismo son las enseñanzas y
mensajes de Jesús de Nazaret que se reúnen en el Antiguo y
Nuevo Testamento de la Biblia, los cristianos y por ende los
católicos, creen que Jesús es el hijo de Dios que se hizo hombre
y llegó a la tierra para redimir a los hombres del pecado original, y
que para ello murió crucificado en la cruz y a los pocos días
resucitó, acontecimiento que se celebra en la Pascua.
Además, los católicos, como se llama a los seguidores del
Catolicismo, como ya señalamos, son fieles creyentes y asiduos
asistentes a las celebraciones, doctrina, teología, valores éticos y
dogmas de la Iglesia Católica.
El concepto de catolicismo, además, ha sido empleado para
referirse a la Iglesia Universal y todo cuanto de ella dependa y
produzca: su doctrina, la teología, la liturgia, los principios éticos
que la rigen, las características y las normas de comportamiento
que exige.
Y también el término catolicismo se usa para designar al conjunto
de individuos que profesan la religión católica.
Cabe destacar, que los dogmas, tal como los católicos denominan
a la verdad revelada por Dios y promovida por la Iglesia para el
conocimiento y la creencia de los católicos, resultan ser las

33
creencias fundamentales que distinguen y definen a la religión
católica respecto de otras propuestas cristianas.
Mientras tanto, estas verdades reveladas encuentran su razón de
ser, por un lado, en la Biblia, y por otra parte en la tradición
apostólica, es decir, en el testimonio de los apóstoles que
acompañaron a Jesús en su paso por la tierra.
 Principales dogmas católicos
Entonces, es variada la cantidad de dogmas que nutre al
catolicismo, en tanto, entre los más destacados podemos
mencionar: el de la Trinidad, que sostiene que existen tres
divinidades: el padre, el hijo y el espíritu santo, las cuales
conforman a un único Dios; la eucaristía, que son el pan y el vino
transformados en la eucaristía que reciben los católicos en las
misas; la inmaculada concepción, propone que María, la madre de
Jesús, es la única de las mortales que no ha sido alcanzada por el
pecado original, entonces, desde su concepción, gozó de la libertad
del pecado, a diferencia del resto de los mortales; y finalmente la
maternidad divina, que establece que la Virgen María es la madre
de Dios.
 Sacramentos y mandamientos
Por otra parte, el catolicismo reconoce siete sacramentos, que
fueron oportunamente establecidos por Jesús y que el católico
deberá respetar y observar: bautismo, comunión, confirmación,
penitencia, unción de los enfermos, matrimonio y orden sagrado.
Y también, cumpliendo un rol esencial en el catolicismo, nos
encontramos con los diez mandamientos propuestos por Dios a
Moisés para que los hombres los cumplan sin excepciones: amar a
Dios por sobre todas las cosas, no tomar en vano el nombre de
Dios, santificar el día del señor, honrar al padre y a la madre, no
matar, no cometer actos impuros, no robar, no levantar falso
testimonio, ni mentir, no consentir pensamientos ni deseos impuros
y no codiciar los bienes ajenos.

34
 La influencia del Papa: hoy Francisco
Un párrafo aparte se merece el Papa, que para el catolicismo es el
máximo representante de Dios en la tierra y a quien rinden pleitesía
y respeto absoluto.
Se lo considera como el sucesor de San Pedro, apóstol que
acompañó a Jesús, y que ha sido considerado como el Primer
Papa.
Actualmente, el Papa de la iglesia católica es Francisco, ex
cardenal primado y arzobispo de Buenos Aires, capital de su patria,
la Argentina.
Cuando el Papa Benedicto XVI decidió renunciar, en el año 2013,
el cónclave de cardenales, que es el órgano que elige a los Papas
de la Iglesia Católica, eligió al Cardenal argentino Jorge Bergoglio,
quien decidió llamarse como Papa Francisco.
Francisco llegó en un momento de la Iglesia complejo, con pérdida
de fieles y también con tremendas acusaciones por pedofilia de
algunos miembros, en tanto, Francisco, con un perfil ciertamente
alejado al del Papa tradicional, menos formal, híper humilde, más
cercano al pueblo y a los más necesitados, ha podido cambiar
positivamente la imagen de la Iglesia en el mundo y atraer
nuevamente a fieles perdidos.

35
II. EL CRISTIANISMO
El cristianismo (del latín christianismus, y este del griego
χριστιανισμός) es una religión abrahámica monoteísta basada en la
vida, enseñanzas y milagros de Jesús de Nazaret, tal y como se
presentan en el Nuevo Testamento, que es la segunda parte de la Biblia,
el libro sagrado de los cristianos. Con 2400 millones de seguidores, una
de cada tres personas en el mundo es cristiana, por lo que es la religión
más extensa del mundo. Los cristianos creen que Jesús es el hijo de
Dios, así como el Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo
Testamento, que sufrió, fue crucificado, descendió al infierno y resucitó
de entre los muertos para dar vida eterna a quienes crean y confíen en
él para la redención de sus pecados. Las cuatro ramas más importantes
del cristianismo son el catolicismo (1300 millones de adherentes), el
protestantismo (920 millones), la Iglesia ortodoxa (270 millones) y las
Iglesias ortodoxas orientales (86 millones). El movimiento que busca
restaurar la unidad de la Iglesia cristiana recibe el nombre de
ecumenismo.
El cristianismo surgió del judaísmo a mediados del siglo I d. C.1011 en la
provincia romana de Judea. Los primeros líderes de las comunidades
cristianas fueron los apóstoles y sus sucesores los padres apostólicos.
Este cristianismo primitivo se extendió, pese a ser una religión
minoritaria y perseguida, por Judea, Siria, Europa, Anatolia,
Mesopotamia, Transcaucasia, Egipto y Etiopía. El cristianismo fue
legalizado en el Imperio romano mediante el Edicto de Milán, en el año
313. El emperador Constantino se convirtió al cristianismo y convocó el
Concilio de Nicea (325), en el que se formuló el credo niceno. El
cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano en el
año 380, bajo el emperador Teodosio I el Grande. Durante estos
primeros siglos, los Padres de la Iglesia gradualmente consolidaron las
doctrinas del cristianismo y supervisaron el desarrollo del canon del
Nuevo Testamento.
La Iglesia de los primeros siete concilios ecuménicos se conoce
frecuentemente como la «Gran Iglesia», porque la Iglesia católica, la
Iglesia ortodoxa y las Iglesias ortodoxas orientales estaban en plena

36
comunión. Las Iglesias orientales se separaron tras el Concilio de
Calcedonia por diferencias cristológicas. La Iglesia ortodoxa se separó
de la Iglesia católica en 1054 por diferencias acerca de la autoridad del
papa. El protestantismo, aunque es en realidad un conjunto de
denominaciones, aparece por primera vez durante la Reforma
protestante del siglo XVI, y criticaban lo que percibían como importantes
desviaciones teológicas y eclesiológicas por parte de la Iglesia
católica.17 El descubrimiento de América en 1492 extendió el
cristianismo por América. La Iglesia católica impulsó la Contrarreforma
como respuesta a la Reforma protestante, a través del Concilio de
Trento (1545-1563).
Algunos de los escritos sagrados cristianos son compartidos con el
judaísmo. El Tanaj constituye, junto con la Biblia griega más antigua que
el Tanaj en su forma actual, la base y la fuente para el Antiguo
Testamento de las diferentes biblias cristianas. Por este motivo, el
cristianismo es considerado una religión abrahámica, junto con el
judaísmo y con el islam.
Algunos estudios del siglo xx no toman como fecha incontrovertible el
año 33 d. C. para la muerte de Jesucristo. Hay quienes, al indagar en las
fechas, sugieren que pudo haber un desfase de 4 a 8 años entre el inicio
del cómputo de la era cristiana y la fecha precisa del nacimiento de
Jesús de Nazaret, conocido como Cristo. En adición a esto, no hay clara
certeza ni consenso entre estos autores de que este haya muerto a la
edad de 33 años, tal como algunos textos bíblicos parecen mostrar. En
sus primeras décadas, el cristianismo era considerado por algunos como
una doctrina sectaria de las tradiciones judías ortodoxas. Desde que el
cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano en el
siglo iv, ha influido de manera significativa en la cultura occidental y en
muchas otras.
La palabra cristianismo proviene del griego χριστιανός, christianós,
‘cristiano’, la cual a su vez procede del nombre propio Χριστός, Christós,
‘Cristo’, traducción del hebreo Mesías, que significa ‘ungido’. El origen
del término se indica en el libro de Hechos de los Apóstoles.

37
2.1. HISTORIA
Origen y Difusión
El cristianismo tiene su origen histórico en el judaísmo del
Segundo Templo de comienzos de la era actual. Si bien Jesús de
Nazaret se autoidentificó siempre como un judío devoto, en su
doctrina y sus enseñanzas, Él mismo se identificó como el camino
al Padre Celestial.
En los evangelios hay amplia evidencia de que Jesucristo aseguró
ser el único camino a Dios, lo cual sería enseñado así mismo por
sus primeros seguidores, incluyendo a los apóstoles Simón Pedro
y Pablo de Tarso.
No se conoce con precisión el número de seguidores que pudo
alcanzar el cristianismo en vida de Jesús de Nazaret, ni cuántos
seguían dentro de la comunidad cristiana por él fundada tras su
muerte, ajusticiado por las autoridades seculares. Pocos años
después de su muerte, Pablo de Tarso, un judío que en el decir
de los Hechos de los Apóstoles poseía la ciudadanía romana,
tuvo un papel destacado predicando y poniendo en contacto a
diversos grupos cristianos del Oriente Próximo. El carácter
misionero de Pablo de Tarso y otras figuras del cristianismo
primitivo influyó de forma decisiva en toda la historia posterior del
cristianismo.
Al final del siglo I, ya se habían constituido las cuatro corrientes
básicas del cristianismo primitivo que terminaron por integrar el
canon bíblico, y que podrían esquematizarse escriturísticamente
en: el cristianismo paulino, integrado por el corpus de cartas
escritas por Pablo de Tarso y su escuela; el judeocristianismo,
representado por los escritos derivados de las posturas de
Santiago el Justo y de Simón Pedro; el complejo cristianismo
sinóptico (que abarca desde el judeocristianismo del Evangelio de
Mateo hasta el pagano-cristianismo del Evangelio de Lucas y de
los Hechos de los Apóstoles), y el cristianismo joánico.

38
La tarea de estos primeros cristianos llevó a la formación de
comunidades cristianas en numerosos lugares del Imperio
Romano, especialmente en su parte oriental. El sociólogo Rodney
Stark, quien estudió diversas fuentes históricas para su libro El
auge del cristianismo, concluyó que hacia el año 300 d. C., el
cristianismo estaba difundido tanto entre las clases populares
como en un número de personas ricas e influyentes de la
sociedad romana, y se aventuró a situar la cifra de cristianos entre
el 10 y el 25 % de la población del Imperio. Con el edicto de
tolerancia del emperador Constantino I el Grande, el cristianismo
se convirtió en religión legal y progresivamente en la religión
favorecida por el estado. Sin embargo no fue hasta el Edicto de
Tesalónica, promulgado por el emperador Teodosio, que el
cristianismo se convierte en la religión oficial. En las ciudades el
número de cristianos siempre había sido mayor, y hacia el siglo V
la población no cristiana del imperio se concentraba masivamente
en zonas rurales (pagi), por lo que la religión olímpica acabó
llamándose paganismo por ser importante solo en esas zonas.

2.1.1. Creencias
Existe un núcleo más o menos
compartido de creencias y doctrinas entre
los diferentes grupos cristianos, si bien
algunas de esas doctrinas no son
aceptadas portodos. En ese núcleo se
encuentra:
 Que Dios es uno y, al mismo tiempo,
tres personas distintas (Padre, Hijo y

39
Espíritu Santo; Mateo 28:19) con misiones diferentes; la
doctrina de la Trinidad es aceptada por la mayoría de los
cristianos en la actualidad, mas no por todos, y es motivo de
controversia desde los inicios del cristianismo;
 Que Dios Padre creó y conserva el universo por su Palabra, el
Verbo, sin quien no se hizo nada de todo lo hecho (Juan 1:3);
 Que Dios Padre se reveló desde el principio a los hombres y
cuidó del género humano para dar vida eterna a todos los que
buscan la salvación con la perseverancia en las buenas obras
(Romanos 2:6-7);
 Que habló a la conciencia de nuestros antepasados en
distintas ocasiones y de muchas maneras por medio de los
profetas, y que en la etapa final habló por su Hijo (Hebreos
1:1-2), Jesucristo, hombre verdadero (Jesús de Nazaret),
Palabra de Dios hecha carne (Juan 1:14), que lleva a su
plenitud la acción del Padre a favor de la humanidad;
 Que fue Jesucristo quien reveló la verdadera naturaleza de
Dios, llamando a Dios «su Padre y nuestro Padre» (Juan
20:17) y anunciando la venida del Espíritu Santo (Hechos 1:8),
el Espíritu de Dios, Espíritu de la verdad (Juan 16:13), el
mismo que lo movió a él y que hizo de sus apóstoles sus
testigos.
Sin embargo, en otras creencias y doctrinas los cristianos difieren
entre ellos, por ejemplo, sobre cuál es el criterio válido para
aceptar una creencia. Para los católicos y ortodoxos, sus
respectivas Iglesias están instituidas o tuteladas de algún modo
por Dios para servir de guía a los cristianos. Para los protestantes
la principal fuente de conocimiento es la Biblia y la gracia divina
que Dios concede a ciertos hombres. En general todos los
cristianos reconocen que las acciones que Dios quiere que sean
llevadas a cabo están inspiradas por el Espíritu Santo. Los
escritos sagrados, entre los que destaca la Biblia, son la principal
fuente doctrinal válida de muchas denominaciones, en particular
las de corriente protestante.

40
2.1.2. Escrituras
Existe dentro del cristianismo una agrupación de libros que se
conoce como Biblia, que contiene texto sagrado para su
consideración y obediencia. Las distintas denominaciones
cristianas varían en cuanto a la forma de traducción e
interpretación de dichas escrituras.

2.1.3. Textos
Virtualmente todas las Iglesias
cristianas aceptan la autoridad de la
Biblia, la cual incluye el Antiguo
Testamento y el Nuevo Testamento,
si bien el canon bíblico, o libros que
se incluyen, difiere entre las
diferentes denominaciones, como
es el caso del Antiguo Testamento.
Las distintas Iglesias cristianas
ortodoxas, así como diversas
Iglesias orientales de dogma
nestoriano y eutiquiano, y la Iglesia
católica, incluyen en sus Biblias
otros libros llamados los deuterocanónicos, que las comunidades
cristianas primitivas habían recibido en la Biblia Septuaginta,
bastante más extensa que el Tanaj judío hebreo-arameo, de las
comunidades israelitas de habla griega de todo el Mundo Clásico.
Debido a la ignorancia de algunos de los Padres de la Iglesia de
esta transferencia cultural, la Iglesia occidental mantuvo una
postura bastante reservada hacia estos escritos, los
deuterocanónicos, durante algunos siglos (Siglos III al V). Pero
ratificó su pertenencia al canon de la Biblia en los Concilios II de
Roma (382), III de Hipona (393), III de Cartago (397) y IV de
Cartago (419).
Durante la Reforma protestante del Siglo XVI, Lutero decidió que
no eran inspirados, y retomó el Tanaj como su fundamento para el

41
canon del Antiguo Testamento. En medio del debate suscitado, la
Iglesia occidental ratificó la decisión de recibirlos como parte del
canon durante los trabajos del Concilio de Trento (1546).
Las distintas Iglesias cristianas ortodoxas, nestorianas de Oriente
y eutiquianas de África, reivindican posturas bastante más
eclécticas, pues asumen posturas de Padres de la Iglesia junto a
las decisiones conciliares tempranas de la Iglesia católica. A
causa de lo cual, el canon de sus Biblias es bastante más amplio
que el canon de la Iglesia católica, e incluye el Salmo 151, la
Oración de Manasés, el Libro III de Esdras y el Libro III de los
Macabeos (además de estos, el Libro IV de Esdras y el Libro IV
de los Macabeos figuran, así mismo, en muchas importantes
versiones y ediciones de la Biblia).

2.1.4. La vida después de la muerte


Las visiones de los cristianos de la
vida después de la muerte
generalmente involucran el Cielo
(también llamado Paraíso) y el
Infierno. El catolicismo, desde los
primeros siglos, cree en un lugar
intermedio llamado Purgatorio. A
excepción de este último (cuyos
habitantes entrarán finalmente al
Cielo, después de una “purificación”),
la permanencia en estas regiones es
usualmente asumida como eterna. Hay, sin embargo, algunos
debates en este último punto, por ejemplo entre los ortodoxos.
Muchos cristianos interpretan la “salvación” como la posibilidad de
entrar al Cielo como don de Dios (y escapar del Infierno) después
de la muerte. La pregunta de “quién es salvo” ha sido considerada
como un misterio por muchos teólogos, aunque los protestantes lo
consideran como un tema de aceptación de Jesús como único
Señor y Salvador, rasgo que es solo la expresión de un hecho

42
consumado para los predestinacionistas, como los calvinistas. La
creencia de que todos serán o pueden ser salvos se conoce como
universalismo que deriva de la idea de Apocatástasis aceptada
entre otros por los ortodoxos griegos.
Generalmente no está claro cómo la vida después de la muerte se
ajusta con la doctrina de la Resurrección General, en cuestiones
como, por ejemplo, si la vida eterna comienza inmediatamente
después de la muerte, o al final del tiempo; y si esta vida después
de la muerte involucrará la resurrección de un cuerpo físico o en
una forma espiritual glorificada. La mayoría de los cristianos
aseguran que un alma sin conciencia sobrevive a la muerte física
del cuerpo, aunque otros rechazan esto diciendo que solamente
los buenos serán físicamente “resucitados”, mientras que los otros
permanecerán en la tumba.
En cambio, algunos grupos, como los Adventistas del Séptimo Día
y los denominados Testigos de Jehová, aseguran que los muertos
están inconscientes e impotentes en sus sepulcros, que no existe
nada que sobreviva a la muerte del cuerpo físico, y que en la
resurrección Dios devolverá la vida a quienes Él tenga en su
memoria, tanto personas justas como injustas. Por lo tanto, lo que
creen los Testigos es que la resurrección significará una
reconstrucción completa de los seres humanos fallecidos que
están durmiendo en el sueño de la muerte.

2.1.5. La venida de Cristo


El Credo Niceno afirma que este mundo
algún día llegará a su fin, cuando Cristo
vuelva para juzgar a los vivos y a los
muertos e inaugurar un cielo nuevo y una
tierra nueva. Además de esta importante
doctrina, los cristianos mantienen
diferentes opiniones del tiempo,
significado y naturaleza de los eventos
que preceden el retorno de Cristo. Varias interpretaciones

43
escatológicas, como el Futurismo, añaden detalles como el
reinado del Anticristo, el Armagedón, el Rapto y el Milenio.
Aunque son de mucha importancia para ciertos grupos, la mayoría
de los cristianos y de las denominaciones no dan un gran énfasis
a las enseñanzas escatológicas, y se enfocan en el evangelio y
las enseñanzas de Cristo. Algunos cristianos esperan que estos
eventos ocurran en un futuro muy distante, mientras otros lo
interpretan de manera simbólica.
Otros insisten en que el Juicio Final es inminente, siguiendo una
antigua línea de pensamiento, el cual posiblemente se extiende a
Jesús mismo. Aunque Jesús no dijo el “día o la hora”, algunos han
intentado predecir el fin del mundo en el año 1000 (la “Larga
Noche de Terror”), 1666, 1844 (la Gran Decepción de la historia
del movimiento millerita), 2000 y 2001 por nombrar algunos
episodios históricos. Tales expectativas son fácil blanco para el
humor (por ejemplo, El cuento del molinero de los Cuentos de
Canterbury). Aun así, los principales grupos cristianos todavía
afirman que, algún día, el Juicio Final vendrá, y muchos no
estarán preparados.
Algunos grupos sostienen que todos estos eventos ya están
ocurriendo. Los Testigos de Jehová afirman que “los últimos días”
referidos en la Biblia comenzaron en 1914, y que Cristo se
encuentra gobernando de manera “invisible” desde esta fecha. La
Iglesia de la Unificación enseña que Cristo ha retornado en la
persona de su fundador, Sun Myung Moon.

2.1.6. Prácticas
En líneas generales, Jesucristo es
para los cristianos el Hijo de Dios,
por lo que sus prácticas se orientan
hacia su relación con Dios, de la cual
se desprenden sus actividades
típicas.

44
Dentro de las prácticas protestantes, ortodoxas y católicas, estas
destacan especialmente:
 Bautismo, signo iniciático de introducción al cristianismo.
(Bautismo en el Jordán por Juan Bautista);
 Penitencia, signo de perdón, arrepentimiento de los pecados
cometidos.
 Eucaristía, signo litúrgico de la Iglesia católica. También
conocida como Última Cena o Santa Cena por otros cristianos.
 Confirmación, signo que ratifica la fe en Jesucristo;
 Orden Sacerdotal
 Matrimonio, celebración de la unión de un varón y una mujer
ante Dios y la comunidad
 Unción de los enfermos, signo de asistencia al enfermo o
herido.
Las diversas denominaciones surgidas tras la Reforma
Protestante reconocen mucho menos de siete de estos en número
variable; en general, los protestantes reconocen la naturaleza
sacramental del bautismo y la Santa Cena (Eucaristía) y los de
línea calvinista reconocen la profesión de fe equivalente a la
Confirmación de los católicos, pero solo cuando la persona ya es
totalmente consciente de su salvación (actitud que también ha ido
ganando aceptación entre varios grupos católicos)[cita requerida].
Grupos anabaptistas y hermandades añaden el bautismo por
inmersión.

2.1.7. Bautismo
El bautismo es un rito usual por medio del cual se hace una
iniciación al cristianismo. Involucra el rociar o derramar agua en la
frente o la inmersión en agua. Se puede aplicar tanto a niños
como a “creyentes adultos” (el cual puede incluir jóvenes
adolescentes). Algunas tradiciones, como la que mantienen los
bautistas, insisten en que el bautismo por inmersión de adultos
creyentes es el único método válido, debido a que la palabra para

45
“bautismo” que aparece en el texto griego koiné en el que fue
escrito el Nuevo Testamento, baptizein significa “sumergir”,
“zambullir”. Otros, como los católicos y ortodoxos, han reconocido
ambos métodos en todas las épocas, pero añaden restricciones
de quién puede dirigir válidamente el ritual.
El bautismo proviene de la práctica judía de la inmersión (mikve)
para propósitos de un ritual de purificación. La práctica cristiana
es derivada del llamado de Juan el Bautista al arrepentimiento
(metanoia) y, según el catolicismo, es para purificación del pecado
original o, según la práctica protestante, para manifestar
públicamente un nuevo nacimiento espiritual. Al contrario que el
ritual judío de la inmersión, un cristiano solamente se puede
bautizar de manera válida una vez.

2.1.8. Culto Semanal


En el libro Primera Apología de Justino Mártir (capítulo LXVII) se
describe un oficio del siglo II, cuya estructura se puede identificar
igualmente en la mayoría de las Iglesias de hoy, que incluye los
siguientes componentes:
 Lectura de las Escrituras, iniciando con una lectura del
Antiguo Testamento, uno de los Evangelios o de una epístola.
A menudo se ordenan sistemáticamente en un ciclo anual,
usando un libro llamado leccionario.
 Un sermón. En tiempos antiguos la predicación seguía a la
lectura de las Escrituras (como sucede hoy en el rito romano),
en otros casos el sermón se sitúa al final del servicio.
 Oración comunitaria y acción de gracias. Normalmente esto
ocurre varias veces durante el servicio. Justino no menciona
esto, pero algunas corrientes cristianas entonan himnos.
Resulta habitual la recitación del Padrenuestro. En muchas
corrientes protestantes esto ha sido sustituido por cánticos.
 La Eucaristía (también llamada Santa Comunión) es un rito en
el que se comen y beben pequeñas cantidades de pan y vino
previamente bendecidos. Los protestantes dicen que

46
representan el cuerpo y la sangre de Cristo; ortodoxos y
católicos dicen que se transforman el cuerpo y la sangre de
Cristo (doctrina conocida en la Iglesia católica como
transustanciación). Las Iglesias en la familia “litúrgica”
(ortodoxos, católicos y algunos anglicanos) consideran esta la
parte principal del servicio, mientras que los protestantes lo
celebran de manera menos frecuente. En muchos casos hay
restricciones de quién pueda tomar parte, por ejemplo, solo
católicos y ortodoxos que no se encuentren en pecado mortal
pueden tomar parte en ella en una Iglesia católica.
 Una “recolección” de “ofrendas” en la que a las personas se
les pide que contribuyan con dinero. Los cristianos
tradicionalmente usan estos dineros no solo para mantener la
iglesia, sino también para obras de caridad de varios tipos.

2.1.9. Estilo de vida cristiana


Al contrario que en otras religiones, el cristianismo no ha
desarrollado un código legislativo religioso, probablemente debido
a que el Imperio romano ya poseía un código penal funcional,
haciendo innecesario para las autoridades cristianas el duplicar
varias de sus prohibiciones.
Existe una gran tradición dentro del cristianismo al decir que
Cristo excede las leyes del judaísmo; que el amor (a Dios y al
prójimo) es el “Gran Mandamiento”, desde el cual todas las otras
leyes morales son obtenidas; que ningún ser humano puede
esperar evitar el pecado completamente; que una persona no
debe juzgar a otros (teniendo únicamente Dios ese privilegio),
entre otras.
Aun así, el Nuevo Testamento también contiene importantes
guías morales para los cristianos. Jesús en el Sermón de la
montaña le pide a sus seguidores, entre otras cosas, el amar a
sus enemigos, ser perseverantes, misericordiosos y humildes; en
Marcos 10:21 le pide a un “joven hombre rico” que venda sus
posesiones y dé el dinero a los pobres. Sin embargo, el pedido de

47
Jesús en este caso no fue un enfoque en vivir una vida sin riqueza
alguna, sino más bien desenmascarando la idolatría en el corazón
de la mayoría de los ricos.
Algunos cristianos dicen que estas directivas son
extraordinariamente difíciles, bordeando lo impracticable. Al
mismo tiempo, la mayoría de los cristianos admiran a aquellos
cuyas vidas parecen personificar estos principios, como Francisco
de Asís, Albert Schweitzer o la Madre Teresa.
Algunos juicios morales de Jesús son más abordables, pero
todavía no son de práctica general entre todos los cristianos. En el
Sermón del Monte él habla en contra del divorcio (un tema
controvertido en muchas denominaciones cristianas), y contra el
juramento (una prohibición enfatizada principalmente por los
cuáqueros).

2.1.10. Oración
Todas las versiones y variaciones conocidas del cristianismo
practican la oración. Las oraciones cristianas pueden ser
formulistas, improvisadas o inspiradas por el Espíritu Santo. Las
oraciones normalmente se agrupan en categorías: de acción de
gracia, adoración, petición, intercesión y comunión. Las oraciones
cristianas pueden ser dirigidas a Dios Padre, a Cristo o a un santo
(en el caso de los católicos y ortodoxos). Los católicos han
desarrollado una práctica devocional de orar el rosario. Entre las
oraciones formulistas, el Padre Nuestro y los Salmos, y en
círculos católicos el Ave María son las más comunes.
La pregunta sobre la eficacia de la oración está llena de
diferendos teológicos. Algunas iglesias enseñan que la oración es
capaz de alterar el ambiente físico, tomando en cuenta cosas
como la sanidad espiritual. Ejemplos de este tipo de iglesias
incluyen la Ciencia Cristiana, así como varias iglesias del Nuevo
Pensamiento.}
Al final de cada oración, normalmente se dice amén (‘así sea’).

48
2.1.11. Prácticas penitenciarias
Las prácticas penitenciales ya estaban presentes en el
cristianismo primitivo. Una práctica cristiana de origen antiguo,
inspirada probablemente en la tradición judía, y practicada por
Jesús, es el ayuno. Además de ser mencionado en distintos
pasajes neotestamentarios, la Didaché señala cómo la oración
debía combinarse con ayunos, que se prescribían «el cuarto y el
día de la preparación» (miércoles y viernes) (Did 8). Existen
además evidencias históricas de la existencia del ayuno como
práctica preparatoria de la Pascua desde fines del siglo II y
principios del siglo III, lo que derivaría en el siglo IV en la
conformación del tiempo litúrgico conocido hoy en varias
denominaciones cristianas como Cuaresma.
El catolicismo distingue entre «ayuno», que consiste en privarse
con mayor o menor estrictez de todo alimento y bebida, y
«abstinencia», que involucra la renuncia voluntaria a la ingesta de
ciertos alimentos, usualmente cárnicos. En el catolicismo, el
ayuno se practica particularmente en dos jornadas de significación
penitencial por excelencia: el Miércoles de Ceniza y el Viernes
Santo. En la actualidad, la Iglesia católica ha ido sustituyendo esta
práctica por un ayuno que implica el privarse de algo deseable,
como ofrenda a Dios. En Iglesias evangélicas y en otras
denominaciones, el ayuno se practica frecuentemente como
privación total de alimentos durante un lapso de tiempo, ingiriendo
solamente agua.

2.1.12. Liturgia
La mayoría de las denominaciones cristianas presentan
calendarios litúrgicos con distintos tiempos y festividades que, si
bien no son siempre coincidentes, presentan muchos aspectos en
común. Aunque las fechas de las celebraciones varían en mayor o
menor grado entre las diferentes Iglesias cristianas, la secuencia y
lógica utilizadas para su planificación son en esencia las mismas.
Incluso algunas comunidades cristianas que no siguen una

49
tradición litúrgica celebran la Navidad y la Pascua, y las que
objetan el reconocimiento de festividades especiales reconocen,
no obstante, que los eventos que se celebran en ellas (la
encarnación, la resurrección de Cristo) en verdad ocurrieron,
aunque no necesariamente en esa fecha. La Comunión anglicana
y numerosas Iglesias protestantes siguen en la liturgia un
esquema de lecturas bíblicas muy similar al de la Iglesia católica
postconciliar, ya que el actual Revised Common Lectionary
(primera edición de 1992) es el resultado de una serie de obras
litúrgicas previas inspiradas en el Ordo Lectionum Missae (1969),
fruto del Concilio Vaticano II. Las diferencias suelen ser menores
y propias de las Iglesias particulares, tales como la de la Iglesia
de Inglaterra en su Common Worship Lectionary.37 Una de las
diferencias más marcadas entre los calendarios litúrgicos radica
en el grado de participación que se otorga a las festividades
asociadas a los santos. Las Iglesias católica, ortodoxa y anglicana
presentan calendarios litúrgicos con una participación importante
de celebraciones en honor de María (madre de Jesús) y de otros
santos, lo que no se verifica en igual medida en los calendarios de
las comunidades protestantes.

2.2. CARACTERISTICAS DEL CRISTIANISMO


El cristianismo es una religión monoteísta que tuvo su origen en el siglo I
de nuestra era. Se funda en las enseñanzas de Jesús de Nazaret.
A lo largo de la historia se han generado importantes polémicas sobre su
naturaleza. Por ello, algunos autores sostienen que es importante
distinguir entre el cristianismo como espiritualidad y su desarrollo
histórico.
1. Es una religión mesiánica
Jesús de Nazaret o Jesucristo (Jesús el Cristo, es decir, "el ungido")
es considerado el mesías prometido por el Antiguo Testamento y, por
tanto, el Salvador. Alrededor de su figura se articula el cristianismo.
Destacan dos aspectos fundamentales:

50
 La correspondencia con las profecías del Antiguo Testamento: la
encarnación humana del mesías en una madre virgen, su pasión,
muerte y resurrección, y
 La proclamación de la Buena Nueva, esto es, el mensaje del amor
y la promesa del Reino de Dios.

2. Se rige por el Nuevo Testamento


El cristianismo tiene como base la Biblia, que incluye Antiguo y
Nuevo Testamento. Sin embargo, el Nuevo Testamento es el libro de
orientación fundamental.
Este reúne los cuatro evangelios canónicos de Marcos, Mateo, Lucas
y Juan, los cuales resumen el mensaje de Jesús. Además, contiene
el libro de los Hechos de los Apóstoles, las cartas pastorales de
Pablo, Pedro, Santiago y Juan, y las visiones proféticas del
Apocalipsis.

3. Dios es concebido como Santísima Trinidad


Para el cristianismo, Dios es uno y trino. En él se manifiestan tres
personas divinas: el Padre, creador de la vida, el Hijo (Jesús),
enviado a la humanidad como mesías, y el Espíritu Santo, que
infunde la vida e inspira el bien.
Una novedad del cristianismo es plantear a Dios como Padre, en
contraste con la imagen de Dios como señor de los ejércitos, rey de
reyes o juez vengador.
Otra novedad es que, para los creyentes, Jesús resume una doble
naturaleza: es al mismo tiempo Dios y hombre.

4. Propone el amor como única forma de seguimiento de Dios


El cristianismo plantea que la fraternidad, el servicio, la humildad y la
caridad constituyen el estilo de vida del creyente. Esto se fundamenta
en el llamado mandamiento del amor al que Jesús le da un nuevo
sentido: Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros;
como yo los he amado, que también se amen unos a otros. En esto

51
conocerán todos que son mis discípulos, si tienen amor los unos con
los otros. Juan 13: 34-35

5. Cree en el perdón, la misericordia y la conversión


En sus fundamentos, el cristianismo presenta a Dios como un ser
misericordioso, tal como Jesús lo manifiesta en sus actitudes de
perdón hacia sus victimarios, María la Magdalena, la mujer adúltera o
el recaudador de impuestos Zaqueo.
En este sentido, el cristianismo comprende que una persona puede
ser dignificada y restablecida espiritualmente a través del
arrepentimiento y la conversión.

6. Cree en la resurrección y la vida eterna


La noción de vida eterna no era común entre los judíos del tiempo de
Jesús. Jesús retoma la noción de resurrección y defiende la idea de
la vida eterna centrada en Dios.
La creencia en la resurrección era compartida en parte por los
fariseos. La diferencia radicaba en que, para ellos, la resurrección
consistía en la restauración del reino de Israel que ocurriría en el fin
de los tiempos.
En la medida en que propone la resurrección, el cristianismo es
contrario a la idea de la reencarnación. Para el cristianismo, la vida
es una y, como tal, debe ser valorada y respetada.

7. Replantea la noción de sacrificio


En el cristianismo, Jesús se ofrece como último sacrificio ante Dios e
invalida el sacrificio animal. El símbolo de la Cena del Señor (pan y
vino como cuerpo y sangre de Jesús) cuestiona la idea del sacrificio
animal como condición para agradar a Dios, propia de las religiones
neolíticas. En contraposición, Jesús propone la entrega espiritual
centrada en el amor y el seguimiento.

52
8. El ritual principal es la Cena del Señor
Este punto se desprende del anterior. La participación en el memorial
de la Cena del Señor representa el compromiso del seguimiento de
Cristo, que se expresa en el consumo del pan y vino, símbolos del
cuerpo y la sangre de Jesús.
Este constituye el ritual fundamental del cristianismo en sus
diferentes confesiones, si bien cada una lo conceptualiza y expresa
de un modo particular.
Los cristianos católicos y ortodoxos llamarán misa a este ritual. Los
protestantes usan los términos servicio divino, santa comunión y culto
según la confesión, aunque algunos también admiten misa. En todo
caso, el memorial de la Cena del Señor será el símbolo principal del
encuentro de los fieles.

2.3. ECONOMÍA CRISTIANA


La economía es el estudio de los principios y métodos para asignar
recursos escasos para lograr una producción y una distribución óptimas,
y un consumo de la riqueza. Su principal propósito es descubrir y refinar
medios justos y afectuosos para crear, distribuir y consumir la riqueza
para vencer la pobreza e incrementar la prosperidad material y espiritual
del hombre.
No obstante lo anterior, hoy en día cientos de millones de personas
sufren por la falta de alimentos, hambre y malnutrición. Muchos se
encuentran sin hogar, carecen de protección de las fuerzas crudas de la
naturaleza y viven en condiciones insalubres. La única respuesta
apropiada para el Cristiano es clamar con un corazón compasivo, "Oh
Señor, ¿cómo podemos ayudar? ¿Qué podemos hacer para alimentar al
hambriento, vestir al desnudo y proteger a los desamparados?". La
respuesta a esta oración debe ser lo que denominaremos y trataremos
de explicar como "economía cristiana". El entendimiento y la aplicación
apropiada de los principios de este tipo de economía son necesarios si
hemos de ofrecer la mejor ayuda que podamos al hambriento, el
desnudo y el vulnerable. Por lo tanto, el entendimiento y la aplicación

53
apropiada de los principios de la economía cristiana son elementos
esenciales de la compasión verdadera.

2.3.1. La situación actual


La situación actual no es muy alentadora; una población mundial
cada vez más numerosa, la privatización constante y el aumento
de la desintegración social son solo alguno de los problemas. En
los informes de las naciones unidas se señala que, luego de
aumentar de 1,6 mil millones en el 1900 hasta un poco más de
6,51 mil millones hoy en día, se espera que la población mundial
alcance los 8 mil millones en el año 2020 y quizás se estabilice
alrededor de los 9 mil millones a 10 mil millones hacia el año
2050, a pesar de los bajos índices de fertilidad y a que se estima
que unos 3.500 millones de parejas aun no tienen acceso a la
planificación familiar. Es decir, la población neta del planeta habrá
aumentado en 1800 personas durante el tiempo que toma leer
este artículo.
Los datos globales sobre la privación persistente de los seres
humanos resultan aun mas alarmantes. Se estima que hoy día
mueren 37.000 bebes de causas relacionadas con la pobreza;
existen más de 260 millones de niños que no asisten a la escuela
ni primaria ni secundaria; existen 840 millones de personas
desnutridas; 850 millones de personas analfabetas; 880 millones
de personas no tienen acceso a los servicios de atención medica;
1 mil millones de personas no poseen viviendas adecuadas; 1,3
mil millones de personas ( de las cuales el 70% son mujeres)
tratan de vivir con menos de U$ 1 al día, cifra que la década
pasada aumento en 200 millones; 2 mil millones de personas no
tienen acceso a la electricidad y 2,6 mil millones carecen de
instalaciones sanitarias básicas.
Esta miseria se traduce en una desintegración social masiva.
Cerca de 1,2 mil millones de adultos están cesantes o bien tienen
empleos penosamente pagados. Esto representa un tercio de la
mano de obra mundial y constituye el porcentaje más elevado

54
desde los años treinta. Mas de 250 millones de niños de entre 5 y
14 años de edad trabajan como obreros. La desigualdad en los
ingresos ha aumentado tanto al interior de las naciones como
entre las mismas. La participación de los ingresos globales de la
quinta parte mas rica del mundo actualmente se calcula que es 74
veces la de la quinta parte mas pobre, diferencia que se ha
duplicado durante los últimos treinta años. Según los cálculos de
la revista Forbes, la riqueza combinada de las 225 personas más
ricas del mundo hoy en día equivale a los ingresos combinados de
la mitad mas pobre de la humanidad. Las diferencias sociales
cada vez mayores alimentan la rabia, frustración, alineación y la
desesperanza.
Por otro lado actualmente también nos encontramos
profundamente divididos por las ideologías económicas de
Izquierda y Derecha, del capitalismo, el socialismo, el
intervencionismo, la teología de liberación y el comunismo. El
efecto es una ciudadanía desconcertada y confundida, debilitada
en su habilidad para responder sabiamente a la miríada de
opciones que enfrenta.

2.3.2. Principios y bases de la economía cristiana


Para que una visión de la economía sea llamada "Cristiana" debe
ofrecer una descripción del hombre y de la sociedad basada en la
doctrina cristiana, debe identificar y describir las sentencias
bíblicas que expliquen las condiciones actuales, y debe ofrecer
principios tanto operativos como normativos para alcanzar la
conducta individual y el sistema económico más justos posibles
en nuestro mundo imperfecto. No es función de la economía
Bíblica describir las tácticas de implementación de políticas o
programas sino ofrecer principios y verdades que, cuando se
implementen como políticas, programas y conducta individual,
conformarán tanto la conducta como la condición económica de
los hombres y de la sociedad a las normas de la Escritura.

55
En un mundo lleno de pecado, la economía como todas las otras
esferas de la vida no puede ser perfecta. Debido a la Caída los
hombres abusan de todos los principios y verdades de la
economía Bíblica, y de todas las varias formas de riqueza. Por lo
tanto, la economía revela la naturaleza vil del hombre, sus
esfuerzos codiciosos por alcanzar poder y riqueza, e incluso los
engaños fugaces de independencia de Dios. La conducta
económica de uno revela su corazón.
La economía moderna, como ciencia, ha perdido la ética de una
economía más antigua enraizada en la tradición espiritual de la
humanidad. Pero la economía como disciplina y la economía
como estructura social no puede funcionar éticamente sin estar
enraizada en la realidad espiritual. De modo que, como Cristianos,
desafiamos a aquellos que buscan un sistema normativo por el
cual traer perspectiva a un conjunto crudo de datos de economía
mecánica a considerar la ética Cristiana como aquel sistema. Y
les extendemos a todos - ya sea en el campo político-económico
de Izquierda, Derecha o Centro - una invitación a discutir
pacíficamente las implicaciones económicas de la cosmovisión
Cristiana. Los principios de la economía revelados en la Escritura
proveen el fundamento espiritual y ético para una economía que
es justa y que mejor se adapta para incrementar el gozo humano
y glorificar a Dios.
Solo reexaminando los principios Bíblicos fundamentales se
puede restaurar un amplio consenso entre los creyentes que se
ubican en todas las partes del espectro político y económico. Los
cuales tenemos el deber de practicar el cristianismo sin desmayo,
en todas las oportunidades que nos ofrezca la economía y la
marcha del país, especialmente en el planteamiento de proyectos
de desarrollo, solución a problemas sociales, mejoras de prácticas
laborales y diversas reivindicaciones que se planteen.

56
2.3. EDUCACIÓN CRISTIANA CARACTERÍSTICAS, PRINCIPIOS Y
OBJETIVOS.
El rasgo dominante de toda la educación cristiana es la importancia que
toma la figura de Cristo como modelo y maestro de la vida humana. Por
su simple imitación, el hombre puede aproximarse a las perfecciones
espirituales que posee la divinidad (educación cristocéntrica).
Para lograr este desarrollo sólo se pide una cosa: estar unido a Cristo.
Ningún saber y ningún hacer humano tiene valor alguno si están
separados de Jesús.
Con la aparición del cristianismo la educación alcanzó un nuevo carácter
religioso y moral, que determinó una reforma integral en el individuo y en
la sociedad.
Desde el punto de vista filosófico, el Evangelio proponía un nuevo
concepto del hombre y de su destino. Dios había creado al hombre, en
un acto de amor, a su imagen y semejanza. Por lo mismo, Dios es el
Padre de todos, y todos los hombres son sus hijos y tienen el mismo
destino: la patria celestial. Entre sus muchas enseñanzas, Cristo expresa
estas ideas en una oración: Padre nuestro que estás en los cielos.

2.3.1. Nuevos ideales educativos. — Fundándose en estos principios,


el cristianismo determina una renovación educativa cuyos principales
rasgos son:
a) Dio una idea clara de las relaciones del hombre con Dios y con
sus semejantes. Los hombres, hijos todos de Dios, alcanzan su
perfección teniendo como modelo al Padre celestial: «Sed perfectos
como es perfecto vuestro Padre que está en los cielos». Pero este
perfeccionamiento no debe ser solamente individual, sino también social,
de tal modo que llegue a toda la familia humana. La educación se
convierte entonces en un acto de amor.
b) Ha mostrado cuáles deben ser las relaciones educando-
educador. De acuerdo con la ley del amor, el maestro cristiano tiene
que considerar al discípulo como un hermano, como un alma que tiene
necesidad de ayuda para desarrollar plenamente su personalidad, para
actuar con miras a su propio fin.

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El educador no debe desempeñar su propia tarea con la ambición de
dominar, pretendiendo imponerse desde fuera. El educando es un
espíritu libre e inmortal que posee en sí la razón de su ser. Por eso el
educador debe respetar su personalidad como cosa sagrada e
inviolable.
La obra educativa tiene lugar entre espíritus, libres, y debe ser
interpretada como una misión en la que, el maestro se introduce
sinceramente para encender en los corazones y en la inteligencia la luz
más viva de la espiritualidad.
c) Ha fijado la verdadera noción de libertad. El Evangelio nos asegura
que el hombre es libre y que puede, esforzándose y con la ayuda de
Dios, perfeccionar su libertad hasta llegar al estado perfecto que disfrutó
antes de la caída original. Esta concepción abre a los hombres la
perspectiva de un progreso, dependiente de su esfuerzo voluntario, y
siembra por doquier el optimismo educativo, ya que el culpable puede
regenerarse.
d) Ha perfeccionado el sentido de la actividad humana. Con el
cristianismo los actos humanos han adquirido un significado más íntimo,
un mayor sentido de la caridad, una mayor pureza de intención y una
disposición más activa de la voluntad. El ideal es la perfección. «Sed
perfectos como lo es vuestro Padre Celestial», dijo Jesús. Para
alcanzarla no es necesario desprenderse de todos los bienes materiales,
ni oponerse a las exigencias del cuerpo, ni a las ciencias, ni a las leyes
emanadas del poder público. El cristiano se adaptará a los progresos, y
los secundará, depositando, por sobre todo, su confianza en la victoria
definitiva del bien y de la caridad.

Jesús educador. Cristo fue invocado por las multitudes con el nombre
de Maestro; fue maestro por excelencia, tanto en la doctrina como en el
método. Su programa educativo es simple y sublime al mismo tiempo.
Jesús ama con ternura a los niños, exalta su dignidad y recuerda con
insistencia el respeto que merecen, lanzando los más terribles anatemas
a cuantos por sus actos o palabras los pervierten.

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La enseñanza de Jesús se desarrolla también según un método
didáctico original. Él es el Maestro que fascina a los hombres. Sus
enseñanzas son expuestas con el método directo, intuitivo. Expone sin
términos obscuros incomprensibles para las mentes no preparadas de
los que lo escuchan. Se sirve del diálogo y de esos ejemplos, tan
sencillos como fecundos, que son las parábolas. Es ciertamente el
maestro que desciende al nivel intelectual de los alumnos. Su pedagogía
es gradual. Nunca cae en precipitaciones. «Tengo muchas cosas aún
que deciros, pero por ahora no estáis en aptitud de comprenderlas».
Arroja la semilla y espera que germine y fructifique.

2.3.2. La Iglesia primitiva y la educación. Si bien en los primeros


siglos la Iglesia fundada por Cristo no contó con escuelas, el ejemplo del
Maestro la convertirá en dispensadora de una nueva educación
religioso-moral. Desde entonces la educación se mantuvo como una de
las preocupaciones más constantes del cristianismo. Sus enseñanzas,
que prácticamente proclamaban el valor esencial de las leyes del amor,
transformaron a los hombres y produjeron una revolución en las
actividades educacionales.
Para el cristianismo, la institución de la familia fue el medio natural
donde se debía formar el alma del niño. Los padres cristianos no podían
abdicar esta responsabilidad en los maestros; se sentían impulsados a
desarrollar una acción doctrinaria viva y eficaz respecto a sus propios

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hijos. El mismo apóstol San Pablo había proporcionado consejos a los
padres sobre el modo de educar a los hijos.
Para difundir la doctrina, la Iglesia empleó como procedimiento inicial la
catequesis (instruir por medio de preguntas y respuestas) y aplicó la
palabra catecúmeno a la persona que se instruía en religión. El
catecumenado era el período de instrucción anterior al bautismo, por el
que debían pasar los adultos que deseaban hacerse cristianos.

2.3.3. Doctrina y acción educadora de la patrística


El Evangelio fue extendiéndose rápidamente en el mundo griego y latino
entre los humildes como entre los intelectuales. La doctrina que se
transmitía, muchas veces daba lugar a variadas interpretaciones; esta
situación impuso la necesidad de fijar en un cuerpo las enseñanzas de la
nueva religión.
La tarea correspondió a ciertos clérigos o escritores que por su sabiduría
y virtud fueron denominados Padres de la Iglesia. Ansiosos de explicar o
defender la nueva fe, redactaban instrucciones en forma de cartas o
exhortaciones o escribían tratados, ya para exponer simplemente la
doctrina, ya para explicar filosóficamente los principios revelados
(teología).
En general, su principal preocupación fue explicar las verdades
cristianas conciliándolas con la filosofía y los métodos de la cultura
antigua. La realización de tan importante tarea fue lenta y se extendió
hasta el siglo V. La obra doctrinal de este período de la historia del
cristianismo se denomina la patrística.
En materia de educación, la obra principal de los Padres de la Iglesia fue
la conciliación entre la literatura pagana que se enseñaba en las
escuelas con la doctrina religiosa y moral de los cristianos.

2.3.4. La Educación Cristiana en los Monasterios: El monasticismo. A


los primeros educadores cristianos correspondió la tarea de conciliar la
cultura de la antigüedad con la doctrina cristiana. A los nuevos
educadores de la Edad Media, los monjes, correspondió, tras ardua y
difícil labor, conservar la cultura heredada y transmitirla a las futuras

60
generaciones. Muy bien se puede afirmar que la cultura latina hubiera
desaparecido para siempre, si no fuera por el heroísmo anónimo y
silencioso de los monjes. Cuando desaparecieron las escuelas profanas,
herederas de la antigüedad, las escuelas monásticas fueron los únicos
instrumentos transmisores de la instrucción.

La palabra monje (del griego moñacos, solitario) designaba desde el


siglo IV a los que, siguiendo los consejos de perfección que Cristo había
dado en su Evangelio, abandonaban las ciudades para establecerse en
lugares desiertos y entregarse a la contemplación de Dios y a la práctica
de las virtudes cristianas. Ejemplares insignes de monjes fueron san
Pablo, primer ermitaño, y san Pacomio, que dio las primeras reglas. Sus
numerosos discípulos poblaron los desiertos de la Tebaida en Egipto.
Estos solitarios pronto mostraron tendencia a reunirse en edificios
llamados monasterios donde, sin abandonar su vida de retiro y
meditación, ejecutaban en común las comidas y la oración. El ejemplo se
propagó por Occidente, y se fundaron monasterios en Francia, España,
África e Irlanda. Mas faltaba unidad entre sus reglas. Unas eran
excesivamente rigoristas, otras eran susceptibles de varias
interpretaciones.

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2.4. PRINCIPALES REPRESENTANTES DEL CRISTIANISMO
El cristianismo, por número de seguidores, es una de las grandes
religiones del mundo y, junto con el islamismo y el judaísmo, conforman
las tres principales religiones monoteistas. A lo largo de su historia el
cristianismo ha tenido varios cismas y divisiones, al punto que en la
actualidad existen muchas corrientes cristianas, siendo las más
conocidas el protestantismo, la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica de
Roma.
 De lejos, el principal representante del cristianismo es Jesús de
Nazaret, llamado el Cristo y el Hijo de Dios. De hecho, el cristianismo
se fundamenta en las enseñanzas que Jesús en forma pública.
 Le sigue Pablo de Tarso, por su enorme labor de difusión del
cristianismo al mundo gentil, principalmente en Roma.
Luego de ello tenemos a Pedro, también conocido como San Pedro o
Simón Pedro, y es presentado como el discípulo «roca», el fundamento
de la Iglesia, y reputado como el primer pontífice de la Iglesia católica.
Así mimos, tenemos al discípulo Juan, también conocido como San Juan
o Juan el Apostol, y es presentado como el discípulo amado de Jesús,
uno de los doce.
María, la madre de Jesús. Ha sido elevada a un lugar preeminente y
venerada como virgen y como la madre de Dios.
Aparte de ellos también tenemos al resto de los apóstoles, a los cuatro
evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), así como a los diferentes
padres de la Iglesia, como Ireneo, San Agustín, Crisóstomo y Eusebio de
Cesárea, entre otros.

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CONCLUSIONES

 La Iglesia católica cuenta efectivamente con un conjunto orgánico de


enseñanzas en materia social, que se ha ido conformando con los
pronunciamientos del Magisterio, a partir de la publicación de la encíclica
Rerum Novarum por el papa León XIII en 1891.
 Estas enseñanzas, o doctrina social, no constituyen una serie de
recomendaciones técnicas, sino un conjunto de criterios éticos normativos.
 Dicha doctrina se fundamenta en la visión que del hombre tiene la Iglesia
católica, como imagen de Dios, creador suyo, el cual lo dotó de libertad e
inteligencia.
 La concepción del hombre le permite al sistema económico suponer cuál es
su comportamiento para la satisfacción de tales necesidades, así como
determinar cuáles son exactamente éstas.
 Sea cual sea el comportamiento que presente el hombre, la satisfacción de
las necesidades sólo puede llevarse a cabo por medio del trabajo.
 La concepción del hombre lleva asociada una valoración del trabajo
humano.

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BIBLIOGRAFIA

 Bonnín, Eduardo. Naturaleza de la doctrina social de la Iglesia.


IMDOSOC, México, 1991.
 Cerutti Guldberg, Horacio, Filosofía de la liberación latinoamericana,
Fondo de Cultura Económica, México, 1983.
 Concilio Vaticano II. Constituciones Decretos. Declaraciones, 2ª ed.,
Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1966.
 Congregación para la Enseñanza Católica. Orientaciones para el estudio
y la enseñanza de la doctrina social, Ediciones Paulinas, México, 1990.
 Cristianisme i Justicia. “Textos olvidados de la social de la Iglesia”,
Cuestión Social, IMDOSOC, México, 1997
 http://www.economia.unam.mx/secss/docs/tesisfe/amma/biblio.pdf
 https://es.wikiversity.org/wiki/Introducci%C3%B3n_a_la_Religi%C3%B3n
_Cat%C3%B3lica
 http://www.medioscan.com/pdf/Introduccionalcristianismo.pdf

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