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ISSN: 1988-1878
19 - La beta apalancada
La ß eta apalancada
© Juan Mascareñas
Universidad Complutense de Madrid
Última versión: diciembre 2002 - Última versión: enero 2018
- El coeficiente de volatilidad, 1
- Las betas de una empresa, 2
- Un comentario sobre la beta de la deuda, 5
- Las posibles inconsistencias de estas expresiones, 8
- Bibliografía, 9
1. EL COEFICIENTE DE V OLATILIDAD
Las carteras de activos también tienen su beta (ßp), que se obtiene calculando la
media ponderada de las betas de sus activos componentes (ßi) con relación a la
parte del presupuesto invertido en ellos (Xi). Esto se puede expresar de la siguiente
forma:
A través del modelo CAPM se puede utilizar la beta como instrumento básico del
cálculo del coste de oportunidad del capital de un activo. La idea subyacente es
muy simple: el rendimiento de cualquier activo se descompone en dos partes, un
rendimiento sin riesgo (el rendimiento esperado por retrasar el consumo), y una
prima de riesgo. Ésta última, según el CAPM, se calcula corrigiendo el rendimien-
to extra esperado por invertir en un mercado determinado (precio del riesgo) por
la ßeta del activo en cuestión. Todo ello se puede expresar en la conocida expre-
sión:
Ei = rf + [EM – rf] ßi
1
(SHARPE, 1964). Véase también (Mascareñas 2018)
2
Riesgo sistemático es la parte del riesgo total de un activo que no es posible eliminar mediante una buena
diversificación.
-1-
tales, contables, o históricas. Por otra parte, tampoco se va a entrar a discutir qué
valor deben tener el tipo de interés sin riesgo y la prima de riesgo del mercado3.
Si no que nos vamos a centrar en las relaciones que gobiernan las diversas betas
de una empresa y que son claves para el trabajo del analista financiero.
Una compañía tiene, en general, cuatro tipos de betas: la beta del activo cuando
carece de deudas (ßU), la beta del activo cuando tiene deudas (ßL)4, la beta de los
recursos propios (ße) y la beta de la deuda (ßd). Es evidente que la beta del activo
de la empresa debe ser la misma que la del Pasivo+Patrimonio Neto, por ello
cuando la compañía carece de endeudamiento la beta del Activo y la de los
recursos propios –Patrimonio Neto- coinciden (ßU = ße). Por otro lado, cuando la
empresa está endeudada la beta del Activo debe coincidir con la beta del Pasi-
vo+Patrimonio Neto; ésta última se obtiene a través del promedio de las betas de
los recursos propios y de la deuda ponderadas por la proporción de ambos en el
total de la financiación de la empresa (ésta última es una cartera formada por los
recursos propios y por la deuda).
Fig.1
3
Todos estos temas pueden verse comentados en DAMODARAN, Aswath: Applied Corporate Finance. A
User’s Manual. John Wiley. Nueva York. 1999. Capítulo 4.
4
Nos referimos siempre a deudas a medio-largo plazo
-2-
Monografías de Juan Mascareñas sobre Finanzas Corporativas
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E D E D
βL = βe + βd = βe + βd
E+D E+D VL VL
VL = Vu + tD
VU tD V tD
βL = β U + βd = βU U + βd
VU + tD VU + tD VL VL
E D V tD
βe + βd = βU U + βd ! ße E + ßd D = ßU VU + ßd tD
VL VL VL VL
ße E = ßU VU – ßd D(1-t)
€ €
5
MODIGLIANI, Franco y MILLER, Merton (1963): “Corporate Income, Taxes and the Cost of Capital: A
Correction”. The American Economic Review, vol. 53 junio. Pp.: 433-443. También puede cónsultarse
HAMADA, Robert (1969): “Portfolio Analysis, Market Equilibrium and Corporation Finance”. The Journal of
Finance n° 24. marzo. Pp.: 13-31 y HAMADA, Robert (1972): “The Effect of the Firm´s Capital Structure on
the Systematic Risk of Common Stocks”. Journal of Finance nº27. Pp.: 435-452.
-3-
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VU D(1- t)
ße = ßU - ßd
E E
y como E = VU – D(1-t) ! VU = E + D(1-t), entonces:
€ € E + D(1- t) D(1- t)
ße = ßU - ßd
E E
Si se considera que la deuda tiene un riesgo despreciable (ßd = 0), entonces la ex-
presión anterior se transforma en6:
ße = ßU ⎢1 + D(1 - t) ⎥
⎡ ⎤
⎣ E ⎦
Por otra parte, la beta del activo cuando la empresa tiene deudas (ßL) se puede ex-
presar€en función de la beta no apalancada (ßU):
E D ⎡ D⎤ E D
βL = βe + βd = ⎢βu + (βu - βd )(1 - t) ⎥ + βd =
E+D E+D ⎣ E⎦E + D E+D
E D D
= βu + (βu - βd )(1 - t) + βd =
E+D E+D E+D
€ E D
= βu + (βu - βd - βu t + βd t + βd) =
E+D E+D
E D Dt Dt
= βu + βu − (βu − βd ) = βu - (βu − βd)
E+D E+D E+D E+D
€
€ Ejemplo:
El valor de mercado de los recursos propios de una empresa alcanza los 50 millo-
nes de euros mientras que el de su deuda es de 25 millones. La beta de las accio-
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Esta es la expresión más comúnmente utilizada (claro que ello implica suponer que la deuda no tiene riesgo
sitemático)
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⎡D(1 - t) ⎤ ⎡ D(1 - t) ⎤
ßU = (ße + ßd ⎢ ⎥ ) / ⎢1 + ⎥=
⎣ E ⎦ ⎣ E ⎦
Dt
ßL = βU - (βU − βd) = 0,9 – [(0,9 – 0,5) (0,25) (25/75)] = 0,8667
E+D
€
3. UN COMENTARIO SOBRE LA BETA DE LA DEUDA
En el caso del coste medio ponderado el capital (ko) se calcula obteniendo la me-
dia del coste de los recursos propios (ke) y de la deuda (ki) después de impuestos,
ponderados por el valor de dichos recursos en el total de la financiación a largo y
medio plazo, lo que nos lleva a la conocida expresión:
E D
ko = ke + ki (1-t)
E+D E+D
ko = rf + [EM – rf] ßL
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Como es lógico ambas expresiones deben coincidir y para que ello ocurra deben
darse las dos igualdades siguientes:
ke = rf + [EM – rf] ße
entonces
E D E D
ko = ke + ki (1-t) = [rf + (EM – rf) ße] + [rf + (EM – rf) ßd] =
E+D E+D E+D E+D
E D
= rf + (EM – rf) [ße + ßd ] = rf + (EM – rf) ßL
E+D E+D
€ € € €
de donde se deduce que:
€ €
ki (1-t) = rf + [EM – rf] ßd
-rf t
rf (1-t) = rf + [EM – rf] ßd ! - rf t = [EM – rf] ßd ! ßd =
EM − rf
de tal manera que si el tipo de interés sin riesgo es el 3%, el tipo impositivo mar-
ginal el 25%, y la prima de riesgo del 5,25%, el valor € de la beta de la deuda es
igual a –0,14. Dicho de otra forma, una empresa que pague un interés muy pró-
ximo al nominal sin riesgo tendrá una ßeta de la deuda negativa. Bien es cierto,
que debido a la pequeña proporción que representaría dicha deuda en la estruc-
tura de capital de la empresa, su efecto prácticamente no se notará en los cálcu-
los en los que aparezca implicada la beta de la deuda.
Por otra parte, para que la beta de la deuda sea nula el coste de ésta antes de im-
puestos deberá ser igual a:
rf
ki (1-t) = rf + [EM – rf] 0 ! ki =
1− t
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rencial7 del 1%). En este caso, la deuda debería representar una parte mayor en la
estructura de capital, que en el caso mostrado anteriormente, pero ahora la ßeta
es nula por lo que tampoco afectará a los cálculos en los que aparezca implicada.
valor que está muy lejos de ser despreciable. En esos instantes, curiosamente, la
ßeta de las acciones era ße = 1,74 lo que implicaba un coste de las acciones igual
a ke = 11,2%. El ratio deuda/acciones era igual a 0,43. Con arreglo a estos datos si
utilizamos la última expresión obtendríamos un valor de la beta no apalancada
(ßU) igual a:
como
€ se puede€ observar la diferencia es realmente importante y, sin embargo, la
expresión simplificada que implica riesgo nulo para la deuda es ampliamente uti-
7
El diferencial teórico para una beta de la deuda nula será igual a: ki –rf = [rf / (1-t)] – rf = rf t / (1-t)
8
Damodaran calcula un diferencial medio del 3,5% sobre el tipo sin riesgo para las compañías calificadas
BB. Véase (Damodaran, 2002, 209)
9
Datos obtenidos de un informe de Merrill Lynch del 13 de diciembre de 2000. Obsérvese que el coste de la
deuda es mucho más caro que el de las acciones lo que no parece algo lógico, pero eso es lo que pone el
informe. Hay que recordar que en aquella fecha había un problema de liquidez en el mercado de bonos de
alto rendimiento (los famosos “bonos basura”) que era el tipo de deuda de Jazztel. El arbitraje entre el
mercado de acciones y aquél no era deseable –ni fácil de hacer- debido a dicha falta de liquidez.
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Como se observa la diferencia entre usar una u otra expresión es abismal: ¡casi
tres puntos porcentuales en el coste del capital de los recursos propios! (obsérvese
que, al utilizar la ßeta de la deuda en la expresión general, parte del riesgo del
activo de la empresa lo sufren los acreedores descargando a los accionistas del
mismo, por eso la ßeta de las acciones es más pequeña que cuando la ßeta de la
deuda se supone nula).
sobre ellos; de tal forma que el pago del impuesto sobre la renta de las sociedades
viene a ser un pago a cuenta del impuesto sobre la renta de las personas físicas. El
resultado es que el tratamiento fiscal de intereses y de dividendos es distinto y fa-
vorable a éstos últimos. Por ello si la empresa reparte todos sus beneficios como
dividendos se puede considerar t = 0 en las expresiones anteriores. Si no reparte
dividendos sino que reinvierte todo el dinero, t sería el tipo fiscal marginal. Y en
un caso intermedio habría que rectificar t en función de la tasa de reparto de divi-
dendos11.
BIBLIOGRAFÍA
DAMODARAN, Aswath (1999): Applied Corporate Finance. A User’s Manual. John Wiley. Nueva
York. Capítulo 4
DAMODARAN, Aswath: Investment Valuation. John Wiley 2002 (2ª ed.)
HAMADA, Robert (1972): “The Effect of the Firm´s Capital Structure on the Systematic Risk of
Common Stocks”. Journal of Finance nº27. Pp.: 435-452.
KAPLAN, Steven y STEIN, Jeremy (1990): “How Risky is the Debt of Highly Leveraged
Transactions?”. Journal of Financial Economics 27 n º1. Pp: 215-246
MASCAREÑAS, Juan (2018): “Gestión de Carteras II: Modelo de Valoración de Activos (CAPM)”.
Monografías de Juan Mascareñas sobre Finanzas Corporativas 6. Disponible en:
http://ssrn.com/abstract=2313393
MODIGLIANI, Franco y MILLER, Merton (1963): “Corporate Income, Taxes and the Cost of
Capital: A Correction”. The American Economic Review, vol. 53 junio. Pp.: 433-443
ROSS, WESTERFIELD y JAFFE (1999): Corporate Finance. McGraw Hill. Nueva York. (5a ed.). Pág.:
449
SHARPE, William (1964): “Capital Asset Prices: A Theory of Market Equilibrium Under Conditions
of Risk”. Journal of Finance, Sept. Pp.: 425-442
11
Agradezco al Profesor Gómez-Bezares sus comentarios sobre este aspecto. También hay que decir que
según (Higgins, 2003, 222) “Hay que destacar que nuestro descubrimiento de un sesgo fiscal a favor de la
financiación con deuda es un resultado en gran medida americano. En la mayoría de los demás países
industrializados, los impuestos corporativos y personales están integrados, al menos parcialmente, lo que
significa que los beneficiarios de dividendos reciben al menos un crédito parcial en su factura impositiva
personal por los impuestos corporativos pagados sobre los beneficios distribuidos”.
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