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VULNERABILIDAD SÍSMICA
DE EDIFICACIONES
Ing. José Luis Alonso G.
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Coordinación
Miguel Ángel Álvarez
VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Prólogo
Celso Fortoul Padrón
C. F. P.
El calificativo racional, otrora aplicado a la Mecánica Analítica, enfatizaba el hecho de que las
especulaciones de ésta no se aplican inmediatamente sino a entes de razón que concibe nuestro espíritu,
pero que no existen realmente en la naturaleza. Si debiéramos tener en cuenta todas las propiedades de
los cuerpos, el problema más sencillo de la Mecánica presentaría una gran complicación, aun con la actual
tecnología. Simplificase la proposición imaginando cuerpos ficticios que, sin diferir notablemente de las
que presentan los cuerpos naturales, facilitan la solución de aquellos. A estos cuerpos hipotéticos bien
definidos es a los que se aplica el cálculo; y aunque evidentemente no será la solución rigurosa del
problema por resolver, podría constituir una aproximación. En diversas oportunidades hemos dicho:
Supuesto existente el conocimiento necesario (recordar que la ignorancia da mucha tranquilidad), a veces
es menos comprometedor dar clases de Ingeniería que ejercerla. En la cátedra, aun tratándose de un tema
complicado y difícil, se ponen las reglas del juego. Y dentro de ellas, lo dicho es cierto y comprobable.
PRÓLOGO
de juntas rígidas, en número arbitrario pero finito. Si añadimos que su configuración, en un instante dado,
se considera suficientemente definida cuando se conoce la posición de las juntas, la idealización asegura
la finitud de los grados de libertad de la estructura en consideración. Se formula el modelo lineal. Material
elástico lineal de Hooke: Tipo Green, monoclínicos, ortotrópicos, tetragonales,…, cúbicos, isótropos.
Usualmente se asume la isotropía, elástica y termodinámica. Deformaciones pequeñas y vibraciones de
pequeña amplitud. Validez de la teoría de los desplazamientos infinitésimos. Las ecuaciones de equilibrio, en
un instante dado, pueden establecerse en la forma que tiene el sistema estructural antes de ser solicitado.
Las relaciones de vínculos se expresan de una manera finita (sistemas holónomos) y con ecuaciones
(vinculación bilateral) independientes del tiempo (sistemas esclerónomos). Se busca la regularidad
estadística de la excitación aleatoria para posibilitar la estimación de valores promedios, posibles y
probables. En las soluciones de los problemas no lineales se elude la naturaleza cualitativa que obliga al
uso de métodos topológicos, cuantificándose, aproximadamente, con procedimientos iterativos
equivalentes a la solución de sucesivos problemas lineales…
Lo anterior es una elemental y resabida exposición (tal vez sin los cuestionables neologismos o
barbarismos usados), efectuada para enfatizar en las muchas aproximaciones cotidianamente hechas en
el ejercicio de nuestra profesión; y por otra parte, contribuir en algo con los propósitos del Autor: “…
proveer a esa gran familia de amigos y colegas con herramientas de fácil manejo y con un puñado de conceptos y
lecciones básicas que faciliten el mejor entendimiento de la filosofía y metodología necesarios para detectar y
mitigar de una forma práctica y sencilla la vulnerabilidad estructural de edificaciones ubicadas en zonas de alto
riesgo sísmico”. El profesor José Luís Alonso ha logrado el objetivo planteado. Su libro tiene una
presentación rigurosa, densa e inteligentemente ilustrada.
Al ocurrir sismos de gran intensidad probablemente pase lo que afirma Mercalli en su famosa
escala: IX. Daño considerable en estructuras especialmente diseñadas… … XI. Quedan en pie muy pocas
estructuras, si queda alguna… XII. Daño total… No obstante, el Ingeniero debe tratar de contribuir
eficazmente en la reducción del riesgo bajo la acción de esta amenaza natural, especialmente en lo que
atañe a la pérdida de vidas; siendo la vulnerabilidad estructural uno de los aspectos de su especial
responsabilidad e incumbencia. Se ha observado en algunos terremotos que los edificios proyectados y
construidos con adecuada tecnología, sufren daños severos en un porcentaje relativamente bajo. Si no se
dispone de conocimientos y/o recursos adecuados, la prudencia aconseja disminuir la incertidumbre no
usando configuraciones de comprometida forma, continuidad, relación de esbeltez, distribución de
rigideces, cerramientos, etc. A manera de ejemplo, tenemos el trajinado “efecto de columna corta”, que ha
producido (¿y producirá?) graves fallas en diversas edificaciones. Pareciera que el problema consiste en
que el proyectista ignora su presencia; o que, inmediata o posteriormente, se construyen cerramientos,
PRÓLOGO
considerados no estructurales ¿?, pero en realidad con resistencia y rigidez de tales, que transforma una
columna de longitud normal en corta. Aun siendo de conocimiento elemental, es procedente recalcar que
la rigidez de un miembro estructural prismático rectilíneo, se evalúa (discretamente) con una matriz
donde algunos de sus elementos son funciones del cubo de la longitud de la directriz. En síntesis, debemos
de ser extremadamente cuidadosos al introducir suposiciones adicionales a las confiables hipótesis
simplificativas necesarias para idealizar la realidad física con un modelo matemáticamente manejable.
Preocupa pensar que, en determinados casos, hubiera sido posible atenuar o evitar los daños ocasionados
por los sismos.
Finalmente. Tus páginas, José Luís, tienen el aroma de Mercedes (tu compañera, mi alumna), y la
sapiencia de tu padre, mi amigo, Don Vicente Alonso Fernández. Confidente de pavuras. Recuerdos.
Facultad de Ciencias de nuestra querida U. C. V., Departamento de Computación bajo la batuta del
inolvidable Profesor Carlos Domingo. Comenzábamos a descubrir el mundo de la computación digital
electrónica. Época del lenguaje binario y las tarjetas perforadas… Gracias por conferirme el honor de
prologar tu obra. Quizás mis palabras no tengan la rigurosidad de antes, pero tratan de conservar la
sinceridad de siempre.
PRÓLOGO
Prefacio
Nuestro planeta Tierra no siempre presenta un aspecto tan apacible como el mostrado en la fotografía
adjunta. En ocasiones, sin que podamos hacer algo para remediarlo, la Tierra se ve sacudida por cortos
pero muy destructivos eventos naturales que llamamos terremotos.
Un terremoto fuerte destructor es quizás uno de los eventos más aterradores y devastadores que un ser
humano puede experimentar.
El 16 de enero de 1995, a las 5:46 a.m. hora local, un terremoto de magnitud 7.2 conocido como el
terremoto de Hyogo-ken, fue particularmente implacable en la ciudad de Kobe, Japón, dejando un saldo de
5.100 muertos, más de 30.000 heridos y unas 300.000 personas sin hogar en una ciudad costera de
1.400.000 habitantes. El evento fue ocasionado por la inesperada ruptura de la falla geológica de Nojima,
considerada por los científicos como una falla que no ofrecía ningún peligro inminente de ruptura.
Ese terremoto ha sido catalogado como uno de los terremotos más destructores que hayan afectado una
urbe moderna. Destruyó puentes, líneas de ferrocarril, viaductos, fábricas, comercios, edificios de
vivienda, y lo peor de todo, se originaron miles de incendios, difíciles de sofocar por la ruptura de tuberías
de gas, de agua y por la imposibilidad de sofocarlos a causa de la interrupción de las calles y avenidas
causadas por los escombros. Más de 100.000 edificaciones fueron totalmente convertidas en ruinas.
Ya que los ingenieros y los arquitectos participan activamente en la concepción y diseño de todo tipo de
obras civiles, deben durante el proceso asumir un gran número de decisiones técnicas que garanticen el
buen desempeño de las estructuras ante este tipo de amenaza. Entre las decisiones relevantes cabe
destacar; 1) seleccionar una forma estructural eficiente, económica y atractiva; 2) garantizar su
seguridad, es decir, su resistencia y rigidez; 3) conocer en detalle las condiciones litológicas del sitio, 4)
seleccionar cuidadosamente su ubicación, y 5) planificar, diseñar e inspeccionar su construcción.
En ingeniería no puede hablarse de edificaciones a prueba de terremotos como se las conoce en el argot
popular, pues esto equivaldría a garantizar que la edificación no sufrirá ningún daño independientemente
de la magnitud del sismo a la que sea expuesta durante su vida útil.
En la práctica esto es casi imposible de lograr, básicamente porque: 1) normalmente las fuerzas internas
que se generan en los miembros o elementos estructurales, causadas por las sacudidas del terreno durante
PREFACIO
la acción de un terremoto fuerte sobrepasan con creces a las previstas en las normas; 2) pueden producirse
inesperadamente deslizamientos y hundimientos del terreno, y en ocasiones pérdidas de la capacidad
portante del depósito de fundación, como es el caso cuando ocurre el fenómeno de licuefacción, y 3) diseñar
una edificación a prueba de terremotos, si bien es técnicamente posible, es una tarea que requiere una
elevadísima inversión, que en la gran mayoría de los casos prácticos no se justifica. El diseño y construcción
de centrales nucleares es uno de los pocos casos en los que se toman estas precauciones extremas.
En general muchos códigos establecen que una estructura es sísmicamente aceptable cuando cumple con
los siguientes requerimientos: 1) debe resistir un terremoto de pequeña magnitud sin presentar daño
alguno; 2) debe resistir un terremoto moderado sin permitir daño estructural pero sí algunos daños a
elementos no estructurales, y 3) debe ser capaz de resistir sin colapsar un terremoto fuerte, aun y cuando se
presenten daños estructurales y daños en elementos no estructurales, garantizando, eso sí, la vida de sus
ocupantes.
Sin embargo, la realidad ha demostrado una y otra vez que satisfacer estos requerimientos no es tarea fácil
y a veces imposible de lograr. La razón de esto radica en el hecho de que los niveles de daños así
establecidos, o lo que es lo mismo, la posibilidad real de poder garantizar según un tabulador de daños
preestablecido la capacidad de respuesta estructural y el desempeño o grado de reserva disponible de una
edificación durante un sismo depende de un sinnúmero de variables, algunas muy difíciles de controlar,
asociadas a factores de muy diversa índole, como son: la magnitud y duración del sismo, el tipo de
amenaza geológica, factores de tipo estructural, arquitectónicos, constructivos y socioeconómicos.
De allí que la evaluación de la vulnerabilidad sísmica de edificaciones sea un proceso complejo que varía
de edificación a edificación, que incluye la tipificación, identificación, y evaluación de las áreas críticas o
puntos débiles de las mismas.
Con esto en mente, a lo largo de este libro se discuten en detalle muchos de los factores que aislada o
conjuntamente contribuyen a incrementar la vulnerabilidad de las edificaciones durante la acción de un
terremoto. Para ello, se ha incorporado una selección de fotografías y figuras que permiten en forma visual
interpretar tan errático comportamiento de las mismas.
Se analizan ejemplos reales que muestran claramente la influencia negativa que han ejercido ciertas
configuraciones estructurales en el pésimo desempeño de edificaciones que han sido severamente
dañadas durante terremotos recientes, así como también la nefasta influencia que ejercen los cambios
bruscos de rigidez, la distribución arbitraria y caprichosa de los tabiques de mampostería, la influencia de
las condiciones de suelo local y la mala calidad constructiva, especialmente en áreas en las que la
construcción masiva de la vivienda popular es llevada a cabo por los pobladores locales, los cuales en la
mayoría de los casos no tienen el conocimiento mínimo necesario ni la supervisión técnica adecuada para
realizar este trabajo y utilizan muchas veces materiales inapropiados.
Si nos basamos únicamente en el mal comportamiento sísmico que han experimentado las edificaciones
en las últimas décadas parecería lógico recomendar que en zonas sísmicas las configuraciones
PREFACIO
estructurales ideales deben ser sencillas, regulares, continuas y simétricas, tanto en elevación como en
planta. Los mismos principios deben regir en la selección de la naturaleza, configuración y ubicación de
los elementos no estructurales.
Ahora bien, es un hecho real que la selección de la configuración de la edificación depende de una gran
cantidad de variables adicionales que en muchos casos dominan la toma de decisiones, tales como la
geología local, la topografía, las condiciones climáticas, la facilidad de acceso al sitio, los aspectos
socioeconómicos, los requerimientos urbanísticos, el estilo arquitectónico de la zona, y el uso previsto
para la edificación.
El progreso experimentado en las últimas décadas nos permite concluir que en aquellas zonas en las que
las edificaciones han sido diseñadas, construidas y supervisadas de acuerdo a las recomendaciones
normativas de los códigos, el daño ocasionado durante terremotos representa tan solo una pequeña
fracción del daño experimentado en zonas en las que las edificaciones no cumplen con estos requisitos. No
obstante, independientemente de los grandes avances tecnológicos alcanzados y tomando además en
consideración la variedad y complejidad de las variables que entran en juego, resulta importante
reconocer que, aún hoy día una gran parte del proceso del diseño de edificaciones sismorresistentes, se
basa en el criterio, experiencia y sentido común del profesional involucrado.
Existen dos tendencias entre los ingenieros. La primera, básicamente académica, opina que la ingeniería
es una rama de las matemáticas, que la convierte en un conjunto complejo de procesos matemáticos de
difícil interpretación y aplicación práctica. La segunda agrupa a los ingenieros que pensamos en las
matemáticas como una herramienta al servicio de la ingeniería, haciendo de ella una ciencia de aplicación
práctica en la que el conocimiento, la observación, el criterio y el ingenio se combinan para construir
obras al servicio y al alcance de todos.
Este libro, no es un libro de diseño estructural. Refleja un enfoque personal y parte de la experiencia
acumulada en varios años de ejercicio profesional de su autor sobre los temas relacionados con la
vulnerabilidad sísmica de edificaciones.
El libro está dividido en 12 Capítulos y 1 Apéndice. Su contenido y secuencia han sido programados
partiendo de la base que el lector no está familiarizado con el tema, o en su defecto no es un especialista en
PREFACIO
la materia. Se han incluido todos aquellos temas básicos, que a juicio del autor debe conocer un ingeniero
en un área tan extensa y compleja como la ingeniería sismorresistente.
Por ejemplo, es imposible entender el comportamiento de una estructura bajo cargas sísmicas sino se
tienen claros los conceptos básicos de la dinámica estructural; pero tampoco puede entenderse la
dinámica estructural sino se tienen claros los conceptos básicos de grados de libertad, rigidez y del
análisis matricial.
Dependiendo del grado de conocimiento previo, parte del material incluido en el libro puede estudiarse en
una secuencia diferente a la programada sin por ello perder la continuidad.
Los primeros 3 capítulos cubren aspectos relacionados con ciencias de la tierra: el fenómeno sísmico, la
caracterización del movimiento vibratorio, los espectros de respuesta y el efecto que las condiciones del
suelo local ejercen en el comportamiento de edificaciones durante sismos.
En el Capítulo 4 se analizan las etapas que intervienen en el proceso de análisis y diseño estructural de
edificaciones. El Capítulo 5 estudia el comportamiento básico de los materiales comúnmente utilizados en
la construcción de edificaciones, tales como el acero y el concreto armado.
El Capítulo 7 presenta tópicos relacionados con aspectos de tipo normativo. Se propone una metodología
orientada al control del daño estructural relacionado con los efectos de interacción suelo-estructura. Se
hace especial énfasis en el terremoto de Caracas de 1967.
El Capítulo 9 estudia el comportamiento de edificios con rigidez al corte. Este tipo de idealización
estructural le permitirá al lector abordar en forma simplificada el tema relacionado con el análisis
dinámico de edificios, tratado en detalle en el Capítulo 10.
Finalmente, el Apéndice A contiene: un listado en lenguaje QBASIC (de fácil conversión al lenguaje Visual
Basic) de algunas subrutinas de soporte relacionadas con procedimientos numéricos de análisis
discutidos en el libro.
PREFACIO
Reconocimientos
Son muy pocas las personas que en la vida llegan a tener un Maestro. Yo he sido muy afortunado… tuve
cuatro. El primero y más importante de todos mi adorado padre Vicente Alonso Fernández; luego, Celso
Fortoul Padrón, ambos profesores de mi querida Universidad Central de Venezuela. Finalmente los
profesores Harry Bolton Seed y Vitelmo V. Bertero de la Universidad de California, Berkeley, con quienes
tuve el honor de trabajar durante mis estudios de postgrado. Todos ellos marcaron mi espíritu, me dieron
su ejemplo, sellaron mi forma de ver la vida… me hicieron mejor persona.
Y por fin… le toca el turno a Mercedes, mi compañera del alma, también ingeniero civil, silencioso motor
de esta obra. Es ella la que se llevó la peor parte: interpretar y dibujar todos los gráficos, transcribir todos
los manuscritos, aguantar mi mal genio, pasar noches enteras sin dormir, y aún así, amar a este
cascarrabias en que me he convertido.
Agradecimientos
Quiero aprovechar la oportunidad para saludar y agradecer de una manera muy sincera a la Directiva de la
Empresa PAG Marketing Soluciones C.A. por el continuo apoyo que me ha brindado para la realización de
esta obra. Muy especialmente al ingeniero Miguel Ángel Álvarez, Jefe de Mercadeo de dicha empresa, y al
ingeniero Arnaldo Gutiérrez.
PREFACIO
Contenido
PRÓLOGO
PREFACIO
Organización del libro
Reconocimientos
Agradecimientos
VULNERABILIDAD SÍSMICA I
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
CONTENIDO
II VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
CONTENIDO
CONTENIDO
IV VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
CONTENIDO
VULNERABILIDAD SÍSMICA V
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
CONTENIDO
VI VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
CONTENIDO
8.12.1 Ejemplo
8.13 Método de la Rigidez Directa
8.14 Miembros de Armaduras Planas
8.15 Vigas con Rigidez a Flexión
8.16 Ensamblaje de la Matriz de Rigidez Total
8.16.1 Ejemplo 1
8.16.2 Ejemplo 2
8.16.3 Ejemplo 3
8.17 Restricciones en los Apoyos. Formulación Matricial
8.18 Condensación Estática. Caso Sísmico
8.19 Cargas Aplicadas en los Miembros
8.19.1 Estructura Primaria
8.19.2 Estructura Complementaria
8.19.3 Ejemplo 4
8.20 Programa Gauss3
8.21 Bibliografía Seleccionada
8.21.1 Bibliografía Recomendada
8.21.2 Bibliografía Consultada
CONTENIDO
CONTENIDO
VULNERABILIDAD SÍSMICA IX
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
X VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Campoma. Terremoto de
Cariaco, 1997. Traza de la
falla. (Foto J.L. Alonso).
1.1 INTRODUCCIÓN
Es bien sabido que un gran porcentaje de la población de nuestro planeta está ubicado en zonas sometidas
a la acción de un diverso número de amenazas naturales, que aunadas al alto grado de vulnerabilidad de
sus construcciones y al consiguiente elevado costo del daño ocasionado, las convierten en zonas o
regiones de alto riesgo.
Entre las amenazas naturales que más afectan las edificaciones caben destacar los terremotos, las
erupciones volcánicas, el deslizamiento de taludes, las avalanchas, las inundaciones y los deslaves. De
todas estas, la amenaza sísmica es la que ocupa el centro de interés de este Capítulo.
Reciben el nombre de amenaza sísmica, aquellas amenazas de tipo geológico que están directamente
asociadas a la acción de terremotos. Entre las amenazas sísmicas podemos citar: la amplitud y duración de
las sacudidas fuertes del terreno, la aceleración en la superficie, el fallamiento y ruptura superficial, la
inestabilidad y deslizamiento de taludes, la licuefacción, los maremotos y cualquier otro fenómeno físico
asociado o causado por los sismos.
En este Capítulo se discuten temas básicos de la sismología relacionados con la deriva continental,
tectónica de placas, tipos de fallas, tipos de ondas, sismogramas, ubicación de epicentros, magnitud,
intensidad y acelerogramas, conceptos éstos fundamentales para el entendimiento del fenómeno sísmico
y de sus efectos en edificaciones.
Los continentes, al igual que los océanos, no son unidades estáticas de la superficie terrestre. Su ubicación
ha variado notablemente a lo largo de la historia geológica de la tierra.
Hoy día, muchos geólogos parecen estar de acuerdo con la hipótesis que los continentes actuales
proceden de una masa continental única existente en el período precámbrico a la que denominan Pangea
cuya fragmentación produjo unidades menores que sufrieron grandes desplazamientos hasta alcanzar su
posición actual, dando origen a los continentes, tal y como se muestra en la figura 1.1.
(a)
(b)
Hace 1 millón
de años
(c)
1,2 3
Figura 1.1 Deriva Continental según Wegener , (adaptado de Verney, 1979 ).
La primera teoría sobre la fragmentación y separación de los continentes que aportaba argumentos y
1
pruebas geológicas fue enunciada por el geofísico alemán A. Wegener .
La teoría Wegener, denominada también de la teoría de la deriva continental, suscitó grandes controversias,
pues si bien hoy puede afirmarse que, aunque correcta en su idea central, no explicaba de manera
satisfactoria las causas de la fragmentación de los continentes y su posterior separación.
En la década de los años cuarenta y principios de los cincuenta del siglo XX se desarrolló la técnica
geofísica denominada paleomagnetismo. Mediante esta técnica fue posible establecer la posición relativa
de los polos a través del tiempo, y en general se pudo demostrar que los polos han variado su posición con
respecto al eje de rotación de la tierra y además, que los continentes se han desplazado entre sí.
Con respecto a la deriva continental, el paleomagnetismo permitió comprobar los siguientes eventos:
• Pangea existió como una unidad desde el período Paleozoico hasta fines del Triásico. Durante este
intervalo de tiempo geológico, el cual comprende aproximadamente 300 millones de años, el Polo Sur
migró a través de África del Sur y la Antártida, por una distancia angular de 90°.
• Pangea comenzó a desintegrarse a finales del Triásico, cuando América del Norte se separó del
noroeste de África y la fase más intensa de dispersión de los continentes se efectuó durante el
Mesozoico y el Terciario.
Zona divergente
Manto Convección
Inferior
Borde en zona de
Núcleo subducción
Manto interior
Superior
Núcleo
exterior
Figura 1.2 Corte de la Tierra
mostrando su división en capas,
Manto las corrientes de convección, la
sólido
1216 2270 km 2900 km convergencia (subducción) y la
km 6386 km divergencia de las placas
continentales de la corteza
4
(adaptado de Noson et al)
La corteza es la capa rígida de la Tierra. Se divide en corteza oceánica con un grosor que varía entre 3 y 15 km
(compuesta básicamente por rocas ígneas), y en corteza continental, debajo de algunos cinturones
montañosos cuyo grosor puede alcanzar los 70 km.
Por debajo de la litosfera hasta una profundidad de unos 660 km se observa una capa blanda,
relativamente plástica situada en el manto superior que se conoce como astenosfera (esfera débil). Esta
zona, bastante dúctil, permite el movimiento relativo de la litosfera con respecto a la astenosfera.
El manto, con un espesor de unos 2900 km constituye más del 80% del volumen de la Tierra. Para efectos
de la transmisión de las ondas sísmicas se comporta como un sólido. Sin embargo, las rocas que
conforman el manto son capaces de fluir muy lentamente. Se divide en manto superior (e » 660 km) y en
manto inferior o mesosfera (e » 2240 km).
El núcleo está compuesto fundamentalmente de hierro. Se divide en dos: el núcleo interno (roca) y el
núcleo externo (líquido). La rotación de la Tierra origina dentro del núcleo externo una circulación de
fluido que genera el campo magnético en nuestro planeta.
Durante las décadas de los años cincuenta y sesenta, los grandes avances tecnológicos permitieron
cartografiar en detalle el suelo oceánico. Estos estudios pusieron en evidencia la existencia de dorsales
oceánicas que se caracterizan por un intenso volcanismo y por la presencia de actividad tectónica a
grandes profundidades.
La tectónica de placas permite explicar el movimiento observado en la litosfera terrestre por medio de los
mecanismos de subducción y de expansión del fondo oceánico. Estos mecanismos generan los
continentes y las cuencas oceánicas.
Recordemos que la litosfera es la capa externa rígida de la tierra. Está dividida en numerosos fragmentos
denominados placas que están en constante movimiento, y cuyas formas y tamaño cambian
continuamente.
5
La corteza de la tierra está dividida en 7 placas continentales y en 14 placas de tamaño intermedio . Así, las
placas Africana, Sudamericana, Norteamericana, Euroasiática, Indo-Australiana, la placa Antártica y la
placa del Pacífico son las continentales. Las placas del Caribe, Nazca, Cocos, etc., son algunas de las placas
de tamaño intermedio. La figura 1.3 muestra la distribución espacial de estas placas.
Las deformaciones relativas que tienen lugar en las zonas de contacto de las placas ocurren en franjas
relativamente estrechas, cercanas a sus bordes, pudiendo ocurrir lentamente en forma continua o brusca-
mente en forma de terremotos (deformación sísmica). Ya que la deformación ocurre predominantemente en
los bordes o linderos entre las placas es de esperarse que la ubicación de los terremotos se concentre en las
proximidades de los bordes de las placas, tal y como se ilustra en la figura 1.4.
(a)
6 7
Figura 1.3 Placas tectónicas en su configuración actual, (tomado de Keller E.A. ; basado en Chistopherson, R.W. ).
(b)
Figura 1.4 Actividad sísmica global. Observe que la ubicación de los epicentros coincide en su gran mayoría con
6 8
los bordes entre placas, (tomado de Keller E.A. ; basado en Hamblin, W.K. ).
Existen 3 tipos de límites o bordes de placas plenamente identificados, cuyas características influyen
directamente en la naturaleza de los sismos que ocurren en sus zonas de contacto. Son ellos:
1. Límites Divergentes
Este tipo de borde se produce fundamentalmente en las dorsales oceánicas. A medida que las placas se
separan, fenómeno también conocido como expansión del fondo oceánico, las fracturas creadas se rellenan
con roca fundida que sube desde la astenosfera inferior ocasionando el ascenso del fondo oceánico en
4,9
estas zonas. Las figuras 1.2 y 1.5 muestran este fenómeno .
Este tipo de falla tiene lugar en el borde de dos placas que se deslizan una con respecto a la otra sin destruir
litosfera antigua ni crear litosfera nueva. La dirección de estas fallas es paralela al movimiento de las
placas, (figura 1.5).
Una gran mayoría de las fallas de transformación se ubica a lo largo de las dorsales centro-oceánicas,
mientras que algunas otras atraviesan los continentes. La falla de San Andrés en California (figura 1.6) así
como la falla de Boconó en Los Andes venezolanos son ejemplos de este tipo de falla.
La mayoría de los terremotos asociados a los límites divergentes y de transformación son terremotos poco
profundos, y se indican en la figura 1.5 con una equis.
3. Límites de Subducción
También llamado borde convergente, es un borde en el cual dos placas se juntan en forma tal que una de las
placas de la litosfera se consume en el manto a medida que desciende por debajo de la otra.
Ya que el tamaño de la Tierra permanece constante, la creación de un nuevo material de placa que tiene
lugar en los bordes de placas divergentes debe balancearse por la desaparición del material de placa que
tiene lugar en las zonas de subducción. La figura 1.7 muestra este tipo de borde de placa y la ubicación de
sismos superficiales (marcados con equis) y de sismos profundos (marcados con círculos) que tienen lugar
en la superficie inclinada que se incrusta por debajo de una cordillera montañosa.
Figura 1.7 Ubicación de sismos superficiales (x) y profundos (círculos) en zonas de subducción,
9 10
(tomado de Bolt, B.A. ; fuente: Press y Sievers ).
Este tipo de borde se observa en las costas occidentales de Chile, México, Centroamérica, y al Sur de la
cadena de las Islas Aleutianas en Alaska. Los terremotos en los bordes de subducción se generan en el
plano inclinado conocido como Zona de Benioff.
En algunas ocasiones, cuando dos placas continentales se mueven una con respecto a la otra, se produce
una colisión continental que da origen a la formación de cordilleras montañosas. Así por ejemplo, la
cordillera del Himalaya se formó en una serie de etapas al colisionar frontalmente la placa Indo-
Australiana con la placa Euroasiática. Algo similar está ocurriendo en la colisión continental entre las
placas de África y Euroasiática, dando como resultado la reducción actual del Mar Mediterráneo.
1.5 FALLAS
Así como la teoría de la tectónica de placas clasifica a escala continental los movimientos relativos entre
ellas de acuerdo a uno de los tipos de límites o bordes de placa recién definidos, a menor escala el
movimiento en una zona puntual puede ser muy complicado.
A nivel local, el movimiento entre dos porciones de la corteza de la Tierra suele ocurrir a lo largo de algún
desplazamiento horizontal ya existente o quizás a lo largo de distintas estructuras geológicas de la
corteza conocidas como fallas.
Una falla se define como el plano de rotura en una masa rocosa a lo largo de la cual se produce movimiento,
(ver figura 1.8).
La longitud de las fallas puede variar desde unos pocos metros hasta varios cientos de kilómetros que se
extienden a lo largo de la superficie de la Tierra hasta profundidades que pueden alcanzar decenas de kilómetros.
El ancho en las zonas de falla puede tener varios kilómetros, siendo a menudo más fáciles de identificar a
partir de fotografías aéreas que a nivel del suelo.
Su presencia en algunas ocasiones puede detectarse a simple vista y se refleja fácilmente en la topografía
superficial, (geomorfología). En otras ocasiones, su presencia es muy difícil de detectar.
La presencia de una falla no necesariamente implica que la misma sea sísmicamente activa. Es decir, la
falla puede tener lugar por infinidad de causas y ser sísmicamente inactiva. En otras ocasiones, la no
presencia de la traza superficial de una falla no implica por ello que no pueda generar un sismo. De hecho,
en la mayoría de los eventos sísmicos, la ruptura de las fallas no se hace visible en la superficie de la Tierra.
Los movimientos repentinos que tienen lugar a lo largo de las fallas son la causa de la mayoría de los
terremotos. Dependiendo de su geometría y de la dirección de su movimiento relativo, los geólogos
clasifican las fallas en: fallas normales, fallas inversas y fallas de desplazamiento horizontal, (figura 1.8).
El buzamiento de una falla (en inglés dip) es el ángulo de inclinación de una capa de roca o de una superficie
de falla medido desde la horizontal. El rumbo, (en inglés strike), es la dirección de la línea de falla en la
superficie relativa al Norte, (ver figura 1.8a).
Una falla de desplazamiento horizontal o falla transcurrente (en inglés strike-slip fault) involucra
desplazamientos laterales de roca en la dirección paralela a su rumbo. Las fallas transcurrentes pueden
tener un rumbo lateral izquierdo (en inglés left-lateral strike slip fault) mostrada en la figura 1.8d, o tener un
rumbo lateral derecho (en inglés right-lateral strike slip fault) no mostrada en la figura 1.8.
La figura 1.8b muestra una falla normal (en inglés normal fault), en la cual la roca ubicada por encima del
plano de falla inclinado se desliza hacia abajo en relación a la roca situada por debajo, que le sirve de soporte.
La figura 1.8c representa una falla inversa (en inglés reverse fault), en la cual el material situado encima del
plano de falla o bloque de techo asciende con respecto al material situado debajo o bloque de muro.
Finalmente las figuras 1.8e y 1.8f representan fallas oblicuas, que son aquellas donde la falla experimenta
movimiento vertical y horizontal combinados. En los ejemplos mostrados, todas las fallas son de rumbo
lateral izquierdo.
Los terremotos de San Francisco en 1971 y de Northridge en 1994 fueron ocasionados por fallas inversas
(ver figuras 1.8c y 1.9) cuya traza no afloró a la superficie (falla ciega). En ambos casos el bloque del techo se
levantó bruscamente en la dirección vertical causando fuertes movimientos del terreno en esa dirección.
Traza de
falla
b = buzamiento
(a)
b
Hastial
(Muro)
Bloque
colgante
(Techo)
El daño observado en el terremoto de Northridge fue superior al causado por el terremoto de San
Fernando, a pesar de que ambos terremotos tuvieron una magnitud Richter igual a 6.7. En el caso de
Northridge, el foco fue localizado debajo de la ciudad, mientras que en el sismo de San Fernando, el foco
estuvo más alejado y ubicado por debajo del bloque de montañas vecino, (ver sección 1.7).
SUR NORTE
Northridge
Aluvión Bloque de
Falla montañas
ciega
Compresión
Foco Figura 1.9 Terremoto de
Northridge del 17 de
Falla enero de 1994, (adaptado
12
de Strahler y Strahler ).
Las placas de la Tierra están en continuo movimiento. A medida que el movimiento relativo entre ellas
tiene lugar, una gran cantidad de energía elástica de deformación se acumula en los materiales que
conforman sus bordes, aumentando paulatinamente los esfuerzos de corte en los planos de falla que
separan las placas.
Cuando el esfuerzo de corte sobrepasa la capacidad de resistencia al corte de la roca en el plano de falla, la
roca falla y la energía acumulada es entonces liberada. Los efectos de esta ruptura dependen de la
naturaleza y características de las rocas que conforman la superficie de falla.
Por ejemplo, si la roca es débil y dúctil la energía de deformación acumulada será liberada lentamente y no
se traducirá su efecto en un terremoto. Por el contrario, si la roca es fuerte y frágil, la ruptura ocurrirá en
forma brusca y la energía se liberará explosivamente en forma calórica o en forma de ondas vibratorias
que dan origen a los terremotos.
Este deslizamiento repentino de los bloques de falla permite que la roca deformada vuelva a su forma
13
original. La teoría del rebote elástico describe este proceso sucesivo de creación y liberación de energía de
deformación en la roca adyacente a las fallas.
La figura 1.10 ilustra gráficamente este fenómeno. En ella se muestra la similitud del fenómeno real con el
14
comportamiento de una barra de madera dúctil y frágil .
El desplazamiento relativo total de las placas es igual a la suma de los desplazamientos parciales
observados según el rumbo de la falla, más la de los desplazamientos ocasionados por el alabeo o comba
producidos por la distorsión de las márgenes de las placas en las proximidades a la falla.
Figura 1.10 Teoría del rebote elástico de terremotos, (adaptado de Foster, R.J., 1988)14.
En resumen, la gran mayoría de los terremotos se produce por la liberación repentina de energía elástica
de deformación acumulada en la roca que ha sido sometida a grandes esfuerzos.
Conviene destacar que el fenómeno no es tan simple como el modelo parece indicar. Las fallas no son
uniformes geométricamente así como tampoco lo son las propiedades de los materiales que las
conforman, pudiendo existir zonas fuertes y zonas débiles en la superficie de la falla.
Esto trae como consecuencia que cada segmento de falla exhiba un comportamiento diferente al resto de
los demás. Por ejemplo, algunos segmentos del sistema de fallas de San Andrés, en el estado de California,
se desplazan en forma lenta y gradual dando como resultado un movimiento conocido como fallamiento
cedente (en inglés fault creep) con poca actividad sísmica apreciable. Otros segmentos se deslizan de
manera regular ocasionando sismos de magnitud moderada.
Algunos segmentos permanecen bloqueados durante cientos de años almacenando una enorme energía
de deformación elástica antes de liberarla y dar como resultado terremotos de gran magnitud. Este
proceso ocurre en forma alternada ya que la falla exhibe largos períodos durante los cuales el
desplazamiento está bloqueado seguidos de rupturas instantáneas.
No todo el movimiento que se produce a lo largo de las fallas es horizontal. También es común la presencia
de desplazamientos verticales conocidos como escarpes. En algunas ocasiones los sismos tienen lugar a
grandes profundidades, no observándose desplazamiento alguno en la superficie.
La rata del movimiento relativo de los bloques que conforman las fallas en los bordes de placas no es
uniforme, pudiendo variar desde escasos milímetros al año hasta varios centímetros al año. Por ejemplo,
La figura 1.11 muestra el movimiento relativo de la placa del Caribe con respecto a la placa Sudamericana,
15
obtenido a partir de observaciones geodésicas y tecnología GPS . En esa figura se puede apreciar que la
placa del Caribe es la que experimenta mayor desplazamiento, siendo el desplazamiento total relativo del
orden de 2 centímetros al año.
Figura 1.11 Movimiento relativo de las placas del Caribe y Sudamericana obtenido a partir de
15
observaciones geodésicas y tecnología GPS, (Pérez et al )
El punto en el plano de falla donde se origina la ruptura y se da inicio a la liberación de energía mediante la
propagación de ondas sísmicas recibe el nombre de foco o hipocentro. Su ubicación se define mediante las
coordenadas de longitud, latitud y profundidad focal.
El epicentro es el punto sobre la superficie terrestre ubicado directamente sobre el foco o hipocentro.
También se lo define como la proyección vertical del foco sobre la superficie terrestre. La figura 1.12
claramente ilustra la ubicación del foco, del epicentro y la dirección de las ondas sísmicas resultantes.
Cuando un terremoto ocurre se generan dos tipos de ondas: ondas corpóreas y ondas superficiales. Las ondas
corpóreas, que son las que pueden viajar a través del interior de la Tierra, son de dos tipos: ondas P y ondas
S, (ver figuras 1.13a y 1.13b).
Onda Love
Epicentro Ondas
Onda de Rayleigh
corte (S)
Onda de
compresión (P)
Foco
Falla
Onda frontal
Figura 1.12 Ubicación del foco, del epicentro y distribución de las ondas sísmicas generadas
6
durante un terremoto, (tomado de Keller, E.A. ).
Las ondas P, también denominadas ondas primarias, ondas de compresión u ondas longitudinales, son ondas
que comprimen y expanden las rocas en la dirección de la propagación de la onda. Este movimiento
ondular es similar al generado por las cuerdas vocales humanas cuando mueven el aire para producir
sonidos.
Onda P
Compresión Medio no alterado
Dilatación
(a)
Medio no alterado
Onda S
a
a: amplitud doble
longitud de onda
(b)
9
Figura 1.13 Deformaciones producidas por ondas corpóreas: (a) Ondas P, y (b) Ondas S. (tomado de Bolt, 1999) .
Ya que los sólidos, los líquidos y los gases no experimentan un cambio de volumen cuando se los
comprime, recuperan elásticamente su forma original cuando cesa la fuerza actuante. Esta propiedad
permite a las ondas P viajar a través de estos materiales.
Las ondas S, conocidas también como ondas secundarias, ondas de corte u ondas transversales, causan
deformaciones por corte cuando viajan a través del material. Ya que los fluidos (aire y líquidos) no tienen
rigidez al corte, no pueden transmitir las ondas S.
El movimiento de una partícula individual es perpendicular a la dirección en la que viajan las ondas S. Por lo
tanto, la dirección del movimiento de las partículas permite dividir a las ondas S según dos componentes:
las ondas SV (plano de movimiento vertical) y las ondas SH (plano de movimiento horizontal).
La velocidad a la que viajan las ondas corpóreas varía en función de la rigidez de los materiales que
atraviesan. Ya que geológicamente hablando los materiales son más rígidos a compresión, las ondas P
viajan a mayor velocidad que el resto de las ondas, y por esta razón son las primeras en llegar.
Las ondas superficiales son aquellas que viajan a través de la superficie de la Tierra. Estas ondas son las que
causan el mayor daño a edificaciones y a cualquier tipo de obras civiles.
Se producen como resultado de la interacción entre las ondas corpóreas, la superficie y las capas
superficiales de la corteza de la Tierra. Su amplitud decrece exponencialmente con la profundidad de los
depósitos, y su efecto es más significativo a distancias más alejadas del epicentro que en el propio
epicentro. El terremoto de Cariaco de 1997 confirma este último hecho, (ver Capítulo 12 del libro).
Las ondas superficiales más importantes son las ondas Love y las ondas Rayleigh, mostradas en la figura
1.14. Las ondas Love exhiben un complejo patrón de movimiento horizontal del terreno. Las ondas
Rayleigh se asemejan al movimiento de rodamiento que caracteriza a las olas del mar.
Onda Love
Medio no alterado
(a)
Onda Rayleigh
Medio no alterado
Figura 1.14 Deformaciones
producidas por ondas
superficiales: (a) Ondas Love,
y (b) Ondas Rayleigh, (tomado
9
de Bolt, 1999)
(b)
De las dos ondas superficiales, las ondas Love viajan más rápidamente que las ondas Rayleigh. Sin
embargo, las ondas superficiales viajan más lentamente que las ondas corpóreas.
1.8 SISMOGRAMAS
Los sismógrafos son instrumentos que registran las ondas sísmicas. Ya que los terremotos causan
movimiento horizontal y vertical del terreno, es preciso utilizar sismógrafos de componente horizontal
según dos direcciones ortogonales (Norte y Sur), y sismógrafos diseñados para medir el movimiento
vertical. Los registros así obtenidos reciben el nombre de sismogramas.
Resulta importante señalar que la velocidad de las ondas S a través de material rocoso como por ejemplo el
granito, es aproximadamente de 3 kilómetros por segundo. En general, en cualquier material sólido las
ondas P viajan 1,7 veces más de prisa que las ondas S, mientras que las ondas superficiales viajan al 90 por
ciento de la velocidad de las ondas S.
Ya que las ondas superficiales están confinadas a una zona estrecha de la corteza terrestre, no se propagan
por el interior de la Tierra como las ondas S y P, conservando su máxima amplitud durante más tiempo.
Además en las ondas superficiales el intervalo de tiempo entre las crestas (período) es más largo, razón por
la cual se las conoce también como ondas largas u ondas L.
P
Ondas Rayleigh
S
10 segundos Distancia de la fuente a Berkeley= 88 km
18h43m30s 18h44m30s
Figura 1.15 Sismograma (componente vertical) correspondiente a un terremoto de magnitud 5.3 a 88 km,
9
(tomado de Bolt B.A., 1999 ).
En esta figura se aprecian aspectos muy significativos. Con la llegada de la primera onda P (ver primera
flecha vertical), el sismograma detecta un incremento repentino del movimiento del terreno que se
prolonga por unos 12 segundos. A partir de este instante, las amplitudes del registro se incrementan
sustancialmente durante unos 8 ó 9 segundos adicionales. El punto en el cual este cambio brusco de
amplitudes tiene lugar, marca la llegada de la primera onda S, (ver segunda flecha vertical).
Después de este segundo tren de ondas, las ondas que viajan a través de la superficie de la Tierra desde el
epicentro (Santa Ana) hasta la ciudad de Berkeley continúan llegando por un período adicional de unos 30
segundos.
Estas últimas ondas son ondas superficiales que han tardado más tiempo en llegar a Berkeley que las
ondas corpóreas. Ya que el sismograma mostrado en la figura 1.15 corresponde a la componente vertical,
las ondas superficiales mostradas en el registro son básicamente ondas Rayleigh.
Con el auxilio del gráfico distancia-tiempo mostrado en la figura 1.16 es posible determinar la distancia al
epicentro. Para ello, basta con medir directamente en el sismograma la diferencia entre el tiempo de
llegada de la primera onda P y de la primera onda S.
16
Por ejemplo, si la diferencia del tiempo de llegada es
15
de 4,85 minutos, puede concluirse a partir del gráfico
14 de la figura 1.16 que la distancia al epicentro de ese
13 terremoto medida desde la estación en donde se
12 registró el sismograma fue de 3.300 kilómetros.
Primera
Tiempo de llegada (minutos)
11
onda S
10 La distancia epicentral recién evaluada no permite sin
aS
4.85 min
9
ao
Primera
6 onda P
5 P La figura 1.17 nos muestra que la localización precisa
da del epicentro puede únicamente lograrse cuando se
4 on
la
a de conoce la distancia epicentral de tres o más
3 rv
Cu estaciones sismológicas.
2
1 En esta figura, cada círculo representa la distancia
0 del epicentro a la estación correspondiente. El
0 1000 2000 3000 4000 5000
epicentro queda ubicado en el punto donde los tres
Distancia al epicentro (km)
círculos se cruzan. Hoy día, la ubicación de
Figura 1.16 Gráfico distancia-tiempo utilizado para epicentros se obtiene en tiempo real y con gran
calcular la distancia epicentral a partir de un 5 precisión gracias a la extensa red sismológica
sismograma conocido, (adaptado de Tarbuck y Lutgens ). existente a nivel mundial.
Sismógrafo 3
6000 km
Sismógrafo 1
2000
km
las cuervas
00
k
m
A partir del foco, la ruptura se extiende a lo largo del plano de falla a velocidades de 2 a 3 kilómetros por
segundo. El punto en la superficie del terreno ubicado directamente sobre el hipocentro se denomina
epicentro.
La distancia sobre la superficie del terreno medida desde el epicentro hasta el sitio de ubicación del
observador, ciudad, o sitio de referencia de interés, recibe el nombre de distancia epicentral.
Distancia epicentral
Sitio
Epicentro
Hipocentro
Distancia
Figura 1.18 Posiciones relativas del foco, hipocentral R
epicentro y el sitio.
Finalmente, la distancia entre el observador y el foco recibe el nombre de distancia focal o distancia
hipocentral, (ver figura 1.18).
En la práctica, conviene sin embargo distinguir dos escenarios posibles. Si la longitud de la ruptura de la
falla es corta y el sitio o zona de interés está ubicado a una distancia considerable de la falla, la distancia
real del sitio a la falla, Dr, puede considerarse para efectos prácticos igual a la distancia epicentral D, tal y
como se muestra en la figura 1.19a.
Ahora bien, ya que el epicentro tan solo nos permite a manera de referencia ubicar en la superficie del
terreno el punto en el que se inicia la ruptura de la falla, la distancia epicentral puede en ocasiones
conllevar a errores de interpretación de daños muy significativos.
En efecto, en la figura 1.19b se muestra un caso en el que el sitio de interés (por ejemplo, una población que
se haya visto afectada durante un sismo) se encuentra a una distancia considerable del epicentro donde se
dio inicio a la ruptura de la falla, pero a una distancia muy corta de la zona de disipación de energía en
sitios en los que la ruptura de la falla se aproxima al lugar afectado de interés.
En este segundo escenario, la distancia del sitio a la zona de disipación de energía está mucho mejor
representada por la distancia Dr existente entre el sitio y la falla, y no por la distancia epicentral D.
Epicentro Epicentro
Distancia
epicentral, D
Distancia
Ruptura epicentral, D
de la Ruptura
falla de la
falla
Distancia a la zona
de disipación de Sitio
energía, Dr Sitio
(a) (b)
Distancia a
la falla, Dr
Esta acotación resulta especialmente útil a la hora de interpretar los registros de aceleración y el daño
observado en edificaciones que hayan sido afectadas durante la acción de un sismo reciente, o cuando se
desea caracterizar en forma más realista la amenaza sísmica de zonas urbanas o de asentamientos
industriales ubicados en las proximidades de sistemas de fallas sísmicamente activos.
Debido a la enorme importancia que reviste tanto en la sismología como en la ingeniería sismorresistente
la evaluación cuantitativa del tamaño de un terremoto, centraremos la atención en establecer las
diferencias conceptuales que existen entre la intensidad y la magnitud de un sismo.
A pesar de que la intensidad y la magnitud son básicamente dos medidas distintas de un terremoto, son
frecuentemente confundidas por el público. La magnitud se calcula directamente a partir del registro
obtenido durante un terremoto en un sismómetro torsional calibrado. La intensidad se determina a partir
de observaciones personales de los daños causados por un terremoto a personas, construcciones y a la
topografía del terreno. La primera es una medida objetiva (instrumental) mientras que la segunda es una
medida subjetiva.
La idea de medir la magnitud de un terremoto a partir de un sismograma fue introducida por Charles
16
Richter en 1935, sismólogo del Instituto Tecnológico de California, Caltech .
El nivel cero se construye para cada estación a partir de un terremoto estándar. Éste se define como aquél
capaz de producir en el sismómetro torsional (del tipo desarrollado por H.O. Wood y J. Anderson) de una
estación ubicada a 100 kilómetros de distancia de la fuente de disipación de energía, una amplitud
máxima de 0,001 milímetros. A este terremoto se le asignó por magnitud el valor cero.
La escala de magnitud local ML (en inglés Richter local magnitude) así definida, viene expresada
matemáticamente por la relación:
(1-1)
La escala de la magnitud local de Richter es la escala de magnitud más conocida a nivel mundial. Es
particularmente útil en la determinación de la magnitud de terremotos poco profundos. El término local
se refiere a que fue concebida únicamente para terremotos con distancias epicentrales no mayores a 600
km en el estado de California. De acuerdo a esta escala logarítmica, cada vez que la magnitud se
incrementa en una unidad, la amplitud de las ondas sísmicas se incrementa 10 veces.
La figura 1.20 muestra un diagrama idealizado que permite evaluar la distancia epicentral y la magnitud
local de un sismo a partir: a) de la diferencia del tiempo de llegada entre las ondas P y S obtenidas
directamente a partir del sismograma, y b) de la máxima amplitud del sismograma.
En el ejemplo mostrado en la figura 1.20, la magnitud local del sismo ML y la distancia epicentral se
obtienen uniendo mediante una línea recta las ordenadas correspondientes a los valores de la amplitud
máxima del sismograma (23 mm en el ejemplo) con la diferencia del tiempo de llegada de las primeras
ondas P y S (t=24 segundos en el ejemplo). La magnitud resultante fue ML=5 , y la distancia epicentral de
unos 220 kilómetros.
24 s 30 mm
Amplitud
20
P S 23 mm
Registro del sismógrafo 10
Tiempo
(s) 0 10 20
Distancia S-P
km s Magnitud Amplitud
500 50 ML mm
400 100
40 6 50
300
30 20
5
200 20 10
4 5
100 10
60 8 3 2
6
40 1
4 2 0.5
20 1 0.2
2
0.5 0.1
0
Figura 1.20 Diagrama para la evaluación de la magnitud local de Richter de un
9
terremoto local, (tomado de Bruce Bolt ).
Una de las limitaciones de la magnitud local de Richter es que no hace ninguna distinción entre las
distintas ondas sísmicas. Para grandes distancias epicentrales las ondas corpóreas tienden a atenuarse,
siendo en este caso las ondas superficiales las que dominan el movimiento.
La magnitud de ondas de superficie MS (en inglés surface wave magnitude) es una medida de magnitud
aceptada mundialmente. Fue desarrollada por Gutenberg y Richter en 193617. Mide la amplitud de las
ondas Rayleigh de período aproximadamente igual a 20 segundos, y viene dada por la relación:
(1-2)
Esta escala de magnitud (en inglés body wave magnitude) es ideal para determinar la magnitud de sismos
profundos. Fue elaborada por Gutenberg en 194518, y viene dada por la relación:
(1-3)
Es una medida de la magnitud basada en el momento sísmico M0 de la fuente generadora del sismo. Fue
19,20
formulada por Kanamori en 1977 y por Hanks y Kanamori en 1979 .
Esta escala de magnitud (en inglés moment magnitude) no depende de los niveles de las sacudidas del
terreno. Depende del momento sísmico cuyo valor únicamente depende de los factores que causan la
ruptura a lo largo de la falla. Viene dada por:
(1-4)
Para sismos históricos, el momento sísmico puede evaluarse a partir de registros geológicos.
21
Hoy día
puede obtenerse directamente a partir de las componentes de largo período de un sismograma .
La energía total liberada durante un terremoto se puede evaluar a partir de la relación de Gutenberg y
Richter 22 dada por la relación:
(1-6)
En esta ecuación, E viene dada en ergios. De ella se desprende que un aumento de 1 unidad en la magnitud
1,5
se traduce en un incremento de 10 de energía liberada.
23
Kanamori demostró recientemente que la relación (1-6) es también válida para la magnitud momento
MW. Sustituyendo en la ecuación (1-6) la magnitud MS por la magnitud MW, y combinándola con la ecuación
(1-4) se desprende que la cantidad de energía liberada durante un sismo es proporcional al momento
sísmico M0.
1.11.6 Intensidad
El concepto de intensidad de un terremoto se basa en la apreciación personal de los efectos producidos por
un terremoto sobre un área determinada.
La intensidad, a diferencia de la magnitud, puede tomar diferentes valores para un mismo terremoto.
Varía desde lo meramente perceptible hasta la máxima destrucción en las zonas próximas al epicentro.
La medida de la intensidad está afectada por muchos factores. Entre ellos, la distancia epicentral, la
profundidad del foco, la magnitud del terremoto, la geología y condiciones del suelo local, la proximidad o
no a zonas pobladas y el tipo de construcción existente.
Su aplicación ha facilitado el estudio de terremotos históricos que ocurrieron antes de la aparición de los
instrumentos modernos de medición. Ha permitido además caracterizar con relativo acierto la rata de
recurrencia de terremotos esperados en distintas localidades, contribuyendo así a la evaluación de la
amenaza sísmica.
La escala de intensidad de Mercalli modificada (MMI) permite evaluar el daño ocasionado por un sismo en
un área o región afectada. La tabla 1.1 contiene esta información. Ha sido traducida a todos los idiomas.
La escala de intensidad fue originalmente desarrollada por el sismólogo italiano Mercalli y posteriormente
modificada en 1931. La intensidad de un sismo se obtiene básicamente a partir de datos recogidos en
encuestas realizadas a moradores de las zonas afectadas por el sismo.
II. Sentido sólo por unas pocas personas en reposo, especialmente en los pisos elevados de los
edificios.
III. Sentido con bastante nitidez en los interiores, especialmente en los pisos superiores de los
edificios, pero muchas personas no lo reconocen como un terremoto.
IV. Durante el día, sentido en interiores de edificios por muchas personas, en los exteriores
por muy pocas. Sensación de que un camión pesado haya chocado contra el edificio.
V. Sentido por casi todo el mundo; muchos se despiertan. A veces se observan cambios en los
árboles, los postes y otros objetos altos.
VI. Sentido por todos; muchos se asustan y salen a la calle. Algunos muebles pesados se
mueven; pocos casos de paredes caídas o chimeneas dañadas. Poco daño.
VII. Todo el mundo corre a la calle. Daño despreciable en los edificios de diseño y construcción
buenos; de ligero a moderado en las estructuras de construcción ordinaria; considerable
en los edificios pobres o con estructuras mal diseñadas.
IX. Daño considerable en estructuras especialmente diseñadas. Los edificios son desplazados
de sus cimientos. Se abren grietas en el suelo.
XI. Quedan de pie muy pocas estructuras, si queda alguna. Se destruyen los puentes; grandes
grietas en el terreno.
XII. Daño total. Se ven ondas en el suelo. Los objetos son lanzados al aire.
Esta técnica permite además estimar valores de aceleración pico horizontal en la superficie de depósitos en
función de los valores de intensidad, permitiendo anticipar los niveles probables de daño asociados a
distintos terremotos, (ver secciones 1.13.2 y 12.6 del libro).
Recibe el nombre de isosista el contorno que une los puntos de igual intensidad. Así, para un determinado
terremoto se pueden dibujar mapas de contornos de líneas que unen sitios que han experimentado igual
intensidad.
Generalmente la intensidad es mayor en las zonas más próximas al epicentro. El término intensidad
epicentral es una medida cruda que a menudo sirve para describir el tamaño y extensión geográfica del
sismo.
La figura 1.21 muestra la distribución espacial de isosistas estimadas para dos eventos históricos. Uno, en
la costa occidental, del estado de California, correspondiente al terremoto de San Francisco del 18 de abril
de 1906, y el otro correspondiente al terremoto de Nueva Madrid del 16 de diciembre de 1811. Las
magnitudes momento asignadas fueron MW=7.7 y MW=7.5 respectivamente.
Algo interesante se observa al comparar el área de afectación de ambos terremotos, siendo mucho mayor
la del terremoto de Nueva Madrid que la del terremoto de san Francisco. Esto indica que la atenuación del
movimiento en la superficie fue mucho mayor en la costa occidental que en la región centro-oriental.
Muchos de los desastres naturales que han sacudido a la humanidad durante siglos han sido ocasionados por
terremotos. No es por tanto ninguna sorpresa que un enorme esfuerzo investigativo esté enfocado a la
predicción sísmica. Básicamente existen dos tipos de predicción sísmica. Una a corto plazo y otra a largo plazo.
La predicción a corto plazo pretende, como su nombre lo indica, predecir la ocurrencia de sismos en
espacios cortos de tiempo. Se basa en la observación de ciertas anomalías precursoras que ocurren en las
proximidades de las fallas activas, tales como posibles levantamientos, subsidencia y deformación de las
rocas, y en algunos casos cambios bruscos en el magnetismo de las rocas.
Para ello se utilizan medidores de deslizamiento, inclinómetros y perforaciones. También es posible medir
el movimiento a través de la falla mediante la utilización de la tecnología láser. En definitiva, el objetivo de
la predicción de terremotos a corto plazo es tratar de anticipar con antelación la ubicación y magnitud de
un terremoto en un corto lapso de tiempo.
La predicción a corto plazo es una misión difícil y a veces imposible de lograr, ya que resulta bastante
complicado estudiar y supervisar el comportamiento de los focos o hipocentros potenciales de sismos
debido a su gran profundidad. Hasta hoy no existe ningún método fiable que permita la predicción de
sismos a corto plazo.
Las predicciones a largo plazo proporcionan información probabilística que intenta pronosticar la
ocurrencia de un sismo con una magnitud o intensidad determinada en intervalos de tiempo variables de
30, 50 ó más años, denominados períodos de retorno.
Los pronósticos a largo plazo se basan en la suposición de que los terremotos, al igual que otros
fenómenos de la naturaleza, son repetitivos o cíclicos. Con la ayuda de la información sísmica histórica e
26
instrumental, se han establecido patrones probabilísticos de recurrencia de los sismos .
27
Por ejemplo, la figura 1.22 muestra un mapa del estado de California en el que se indica en forma
porcentual la probabilidad de ocurrencia de grandes sismos esperada entre los años 1988 y el 2018 a lo
largo del sistema de fallas de San Andrés.
Sin embargo, la información contenida en el gráfico de la figura 1.22 fue incapaz de predecir un terremoto
de gran magnitud en Parkfield en las fechas previstas a pesar de la enorme evidencia e información
disponible en ese tramo de falla que indicaba que la probabilidad de ocurrencia de un sismo de gran
magnitud en esa localidad era del 90%. De hecho, aún se está esperando la llegada de ese gran sismo en
esa localidad.
Otro sismo que no se pudo predecir fue el sismo de Northridge del 17 de enero de 1994, a escasos
kilómetros de la ciudad de Los Ángeles. Ese sismo tuvo una magnitud moderada de 6.6, muy inferior a la
de un gran sismo de magnitud 8 que puede ocurrir a lo largo del sistema de fallas de San Andrés. No
obstante, ese sismo ha sido uno de los más destructores que han sacudido la región, causando unas 50
muertes y daños materiales superiores a los 30 billones de dólares, (ver figuras 1.23 y 1.24).
Cabe preguntarse entonces, ¿Podemos o no predecir terremotos utilizando este enfoque probabilístico?
Al parecer, suponer que la ocurrencia de sismos pequeños o moderados en ciertos tramos de las fallas
pueden ser sismos premonitores de uno más grande, puede no ser tan cierta. Suponer que una falla es un
simple sistema que gradualmente almacena esfuerzos y súbitamente los libera al sobrepasar un cierto
umbral tampoco parece obedecer a una ley predecible. De hecho, varios estudios sismológicos llevados a
cabo modelando con el computador escenarios de acumulación y liberación de esfuerzos a través de
sistemas de fallas han arrojado resultados tan dispersos que indican que la predicción certera a largo
plazo de terremotos mediante estas técnicas es hasta la fecha imposible.
Figura 1.23 Terremoto de Northridge. Fallamiento Figura 1.24 Terremoto de Northridge. Colapso de edifico de
superficial del terreno, (EERI28). estacionamiento de vehículos, (EERI29).
El sismo de Kobe, Japón del 17 de enero de 1995, con una magnitud de 7.2 y una profundidad focal de 20
km dejó sin hogar a unas 300.000 personas, 5.500 murieron y se desataron más de 600 incendios. Las
pérdidas materiales ascienden a unos 140 billones de dólares, convirtiéndolo en el sismo más devastador
de la historia en términos de daños materiales, (ver figuras 1.25 y 1.26).
Este sismo, ocurrió a lo largo de una zona de subducción en el que la placa de Filipinas se sumerge por debajo
de la placa de Japón. Como dato curioso, este sismo no era esperado por la comunidad científica de Japón.
Figura 1.25 Terremoto de Kobe. Edificio colapsado, (EERI29). Figura 1.26 Terremoto de Kobe. Colapso de la autopista
elevada de Hanshin.(EERI28).
1-28 VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Conscientes de estas limitaciones e incertidumbres, los geólogos y sismólogos están orientando sus
esfuerzos hacia la predicción de terremotos con un enfoque más modesto, pero más realista. De hecho el
objetivo se centra en anticipar cuales son las áreas más susceptibles a la ocurrencia de grandes sismos.
Los acelerogramas se definen mediante dos componentes ortogonales de traslación horizontal y según
una componente vertical. Las amplitudes de aceleración asociadas a la componente vertical suelen ser
menores que las correspondientes a las componentes horizontales. Sin embargo, en zonas muy próximas
a la zona epicentral, la componente de aceleración vertical puede ser muy significativa, tal y como se
observó en el terremoto de Cariaco, Venezuela en 1997, (ver Capítulo 12 del libro).
Desde el punto de vista práctico de la ingeniería resulta necesario definir e identificar en cada componente
del registro de aceleraciones tres parámetros fundamentales: la duración del movimiento fuerte del
terreno, la amplitud máxima, y el contenido de frecuencias. Sin embargo, el conocimiento de cada
parámetro por sí solo no resulta suficiente para evaluar con precisión el daño potencial que el movimiento
del terreno puede ocasionar a construcciones civiles.
33
La duración efectiva del movimiento fuerte más comúnmente adoptada es la propuesta por Bolt ,
conocida como la duración acotada. Se define como el lapso de tiempo transcurrido desde que la amplitud
de la aceleración del terreno en el registro excede por vez primera un valor o umbral de ± 0.05g hasta el
instante en que el registro sobrepasa por última vez dicho umbral.
La figura 1.28 muestra la duración acotada del movimiento fuerte correspondiente a las componentes
Este-Oeste (E-W) de dos registros de aceleración obtenidos instrumentalmente en la localidad de Gilroy,
34
California, durante el terremoto de Loma Prieta de 1989 , con magnitudes estimadas MS ³7.1 y MW =6.9.
El primer registro identificado como Gilroy No.1, registrado en roca, tuvo una duración acotada de movimiento
fuerte de 10,41 segundos, mientras que el segundo registro identificado como Gilroy No.2, registrado en la
superficie de un depósito de suelo aluvional rígido de 165 m de espesor, tuvo una duración acotada de
movimiento fuerte de 14,67 segundos. La distancia epicentral de ambas estaciones sismológicas fue muy
similar, igual a 21,8 km y 22,8 km respectivamente.
Las figuras 1.29 y 1.30 muestran la variación de la duración acotada (umbral =+_ 0,05g) con la magnitud y
35
la distancia epicentral: a) en suelos rocosos y b) en suelos aluvionales .
50
M=8.5 (a) Roca
DURACIÓN ACOTADA (s)
40 M=8.0
30
M=7.5
20 M=7.0
M=6.5
10 M=6.0
M=5.5
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120
DISTANCIA EPICENTRAL (km)
Figura 1.29 Duración acotada vs magnitud y distancia epicentral esperada en roca, (tomado
de Chang y Krinitzsky35).
Este fenómeno se ve claramente reflejado en los registros de aceleración correspondientes al terremoto del
36
19 de septiembre de 1985 mostrados en forma esquemática en la figura 1.3 . La magnitud de ese
37
terremoto fue MS=8.1, y la distancia a la zona de ruptura de la falla fue de unos 300 km , mientras que la
38
distancia epicentral con respecto a la Ciudad Universitaria fue de 394 km, y la profundidad focal de 16 km .
90
80 (b) Aluvión
M=8.5
70 M=8.0
50
M=7.5
40
M=7.0
30
M=6.5
20 M=6.0
M=5.5
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120
DISTANCIA EPICENTRAL (km)
Figura 1.30 Duración acotada vs magnitud y distancia epicentral esperada sobre aluvión,
(tomado de Chang y Krinitzsky35).
0
ondas de corte comprendidas entre
450 y 600 m/s a profundidades entre
200 cm/s 2
12 y 21 m. La aceleración máxima SCT E-W
del registro fue aproximadamente
igual a 0,04g. 0
La aceleración máxima del registro fue de 0,17g, es decir, 4,25 veces mayor que la máxima aceleración del
registro en roca obtenida en la UNAM. La duración del sismo en esta zona fue superior a los 60 segundos.
La figura 1.32a muestra un ejemplo de los daños ocasionados a uno de los más de cien edificios que
colapsaron en ese terremoto. Algo similar se pudo observar en el terremoto de Loma Prieta en 1989. En esa
oportunidad se observó mucho daño estructural en edificaciones construidas en suelo blando en el
Distrito de la Marina en la Ciudad de San Francisco y en el elevado de la autopista de doble piso de Nimitz
(ver figura 1.32b) en la ciudad de Oakland, California, ambas ubicadas a unos 125 km del epicentro.
De los tres parámetros mencionados el más utilizado para caracterizar el movimiento del terreno es el
valor pico de la aceleración horizontal PHA (del inglés Peak Horizontal Acceleration).
Para cualquier componente del movimiento del terreno, la aceleración horizontal pico (PHA) es el máximo
valor absoluto de la aceleración horizontal obtenida del acelerograma de esa componente.
La figura 1.33 muestra una correlación entre los valores pico de la aceleración horizontal y las
intensidades de daño propuesta por varios autores. A pesar que esta correlación dista mucho de ser
precisa, puede resultar de gran ayuda en la estimación del valor pico de la aceleración horizontal en áreas
afectadas durante terremotos en las que no se dispuso de registros instrumentales. Tal fue el caso del
terremoto de Cariaco de 1997, (ver sección 12.6 del Capítulo 12 del libro).
1000
Hershberger, (1956)
Trifunac and Brady Richter, (1958)
100 (1975a)-horizontal
Medvedev and
Aceleración (cm/s2)
1 Ishimoto, (1932)
JMA (Okamoto, 1973)
0.1
II IV VI VIII X XII
Intensidad equivalente modificada de Mercalli
La figura 1.34 muestra varios registros de aceleración del movimiento del terreno obtenidos
instrumentalmente en distintas localidades durante la acción de sismos de diferente magnitud. De ellos
se desprende que el contenido de frecuencias y duración de los registros está íntimamente ligada a la
magnitud del terremoto, a la distancia del sitio a la zona de disipación de energía o zona de falla y a las
40
características geológicas y geotécnicas del sitio .
Figura 1.34 Comparación de registros de acelerogramas del movimiento fuerte del terreno asociadas a
sismos de magnitud variable, (adaptado de Chopra40).
El daño en estructuras durante la acción de sismos varía entre otras muchas variables, en función de la
magnitud del sismo y de su duración, independientemente del valor de la máxima aceleración del registro.
La figura 1.34 parece sugerir por ejemplo que la componente CHAN1:90 Deg, estación Corralitos, del
sismo de Loma Prieta de 1989, es potencialmente más destructora que la componente N29W del sismo de
Stone Canyon en Melendy Ranch de 1972, a pesar de que la aceleración pico en ambos registros es
comparable, aún y cuando está fehacientemente demostrado que el daño en edificaciones depende de
otras muchas variables no menos importantes.
Puede demostrarse analíticamente que sea cual sea el registro de aceleraciones del movimiento fuerte del
terreno, la influencia combinada de la amplitud de las aceleraciones, su contenido de frecuencias y la
duración del movimiento fuerte del terreno durante la acción de sismos, pueden representase
gráficamente en una forma muy conveniente mediante gráficos que reciben el nombre de espectros
sísmicos de respuesta. Este tema será tratado en detalle en el Capítulo 2 del libro.
Con el fin de incorporar el conocimiento adquirido de los desastres naturales pasados en la planificación
de las actividades humanas, debemos evaluar las amenazas y riesgos con ellas relacionadas. A pesar de
que los términos evaluación de la amenaza y evaluación del riesgo son a menudo utilizados indistintamente,
no son términos sinónimos.
La evaluación de la amenaza envuelve las siguientes interrogantes: ¿Qué tan a menudo se espera que
ocurra el evento o la amenaza?, y si ocurre, ¿Cuáles serán sus efectos?
Los resultados de la evaluación de la amenaza son, o deberían ser, utilizados por las autoridades
municipales, urbanistas e ingenieros con el fin de planificar en forma segura el uso de la tierra y de
41
incorporar los resultados en códigos y ordenanzas .
Entre las amenazas naturales que más afectan las edificaciones caben destacar las amenazas de origen
geológico tales como terremotos, erupciones volcánicas y las avalanchas. De todas estas, la amenaza
sísmica es la que ocupa el centro de interés de este libro.
Reciben el nombre de amenaza sísmica aquellas que están vinculadas directamente a la acción de
terremotos. Por ejemplo, el movimiento fuerte de la superficie del terreno, el fallamiento superficial, los
deslizamientos de taludes, la licuefacción y los maremotos o tsunamis.
El proceso de identificar y cuantificar el peligro o amenaza sísmica en una región o país con el objetivo de
delimitar en mapas zonas sujetas a un grado similar de amenaza se conoce como regionalización sísmica
de la amenaza.
Su evaluación supone un conocimiento exhaustivo de las fuentes sísmicas capaces de generar terremotos
y de sus probabilidades de ocurrencia. Únicamente cuando se dispone de una cantidad significativa de
registros del movimiento fuerte del terreno podrán definirse tendencias y de allí generarse pronósticos de
la sismicidad. Esta información suele normalmente expresarse mediante relaciones empíricas de tipo
probabilístico y mapas de zonificación sísmica regional que no necesariamente reflejan el nivel del daño
potencial que pueden experimentar las edificaciones durante la acción de un sismo.
Figura 1.35 Mapa de riesgo sísmico que muestra los contornos de isoaceleraciones máxima esperadas en
24
un período de retorno de 50 años, con una probabilidad de excedencia de 10%, (Skinner, B.J. y Porter, S. ).
La figura 1.35 por ejemplo, muestra un mapa de amenaza sísmica basado en la aceleración horizontal
máxima esperada en los Estados Unidos de América, Alaska y Hawai para un período de retorno de 50
años. La probabilidad de excedencia de dichos máximos es de 1 en 10.
La figura 1.36, muestra un mapa de peligrosidad sísmica de España basado en la aceleración máxima
42
esperada para un período de retorno de 500 años . Es evidente que la amenaza sísmica representada es
apreciablemente menor que la mostrada en la figura 1.35 para los Estados Unidos de América, indicando
este hecho una actividad sísmica moderada en esa zona de la Península Ibérica.
0.06
0.08
período o intervalo de tiempo 0.0
4 .08
entre dos eventos sucesivos, .10
sino el intervalo de tiempo en 0.06
años en el que, con una 0.0
4
probabilidad de excedencia
conocida, se producirá un
movimiento del terreno de
características dadas, por
ejemplo una aceleración mayor 0.04
0.06
a 0.20g.
0.13
0.0 .11
0.04
0
0.15
9
Gran parte de la información relacionada con la amenaza sísmica en Venezuela puede encontrarse en una
26
reciente publicación reseñada al final de este Capítulo.
El riesgo sísmico puede definirse como la probabilidad de que en un determinado sitio y durante la acción
de alguna amenaza natural se produzcan perdidas de vidas, económicas y sociales que excedan ciertos
valores o niveles prefijados de daño. Por ejemplo, daños ocasionados por las sacudidas fuertes del terreno
durante un terremoto.
Para evaluar el riesgo es preciso establecer la probabilidad de que una amenaza cualquiera con una
magnitud determinada ocurra dentro de un período de tiempo determinado. Toma en consideración los
siguientes aspectos:
1. La ubicación de las edificaciones de vivienda y oficinas, hospitales, industrias, escuelas, sistemas de
emergencia, líneas de vida, ferrocarriles, viaductos, etc., del área en estudio.
2. Determinación del grado potencial de exposición a la amenaza o evento previstos, (inundaciones por
ejemplo).
3. Vulnerabilidad de las edificaciones y de la población al ser sometidos a la amenaza.
En áreas propensas a la ocurrencia de terremotos, resulta posible evaluar el riesgo sísmico de edificaciones
o de cualquier tipo de obra civil en función de la amenaza sísmica, de su vulnerabilidad y del costo e
importancia de las mismas. La figura 1.37 muestra las variables involucradas en la evaluación del riesgo
sísmico.
El riesgo sísmico
depende de:
De la figura 1.37 se desprende que el riesgo sísmico en edificaciones podrá reducirse únicamente si se
reduce alguna de las variables involucradas. De estas variables, la reducción de la vulnerabilidad
estructural es quizás la alternativa más eficaz de que disponen los ingenieros estructurales y arquitectos
para conseguir el objetivo perseguido.
Las pérdidas materiales o de vidas registradas durante la acción de terremotos dependen en gran parte de
la capacidad de respuesta de la edificación. La vulnerabilidad sísmica de una estructura puede definirse
como el límite en el que se sobrepasa el grado de reserva o el nivel de capacidad de respuesta previsto
disponible ante una amenaza sísmica conocida.
Ya que el riesgo sísmico de una edificación depende de su vulnerabilidad, y cuando se teme que algunas
edificaciones nuevas o algunas existentes que, bien por su antigüedad o por su importancia, puedan sufrir
daños importantes ante la acción de sismos futuros, se hace preciso emprender un proceso de evaluación
de su vulnerabilidad estructural, a fin de mantener el riesgo sísmico dentro de niveles mínimos de
seguridad aceptables.
El proceso de evaluación incluye dos aspectos fundamentales: la tipificación y evaluación de los daños
potenciales, y la determinación de sus causas. En general los daños ocasionados en edificaciones durante
la acción de terremotos se dividen en daños a elementos estructurales y daños a elementos no
estructurales. Pero también, se producen graves daños en los sistemas electro-mecánicos e instalaciones
sanitarias. En el caso de hospitales se pueden ver afectados los equipos médicos, laboratorios, salas de
cirugía, etc., ocasionando la inutilización de los mismos.
En general, los daños suelen ser causados por una combinación de variables asociadas comúnmente a los
factores mostrados en la figura 1.38.
a) Factores geológicos
b) Factores estructurales
Vulnerabilidad
Estructural
depende de:
c) Factores arquitectónicos
d) Factores constructivos
e) Factores socio-económicos
Los diferentes factores que inciden en la vulnerabilidad de las edificaciones se reseñan en la tabla 1.2 que
se muestra a continuación.
Factores Estructurales
Tipología estructural. Problemas torsionales. Detalles de refuerzo estructural
Tipo de material: acero, concreto Cambios bruscos de rigidez: Pisos deficientes en las conexiones y
armado, madera, mampostería, etc. blandos, columna corta, efecto de armado de elementos
látigo. estructurales.
Deficiencia en la estimación de las Deformación lateral excesiva entre Golpeteo o colindancia de
cargas. niveles contiguos. edificaciones contiguas.
Deficiencia en el análisis y diseño Distribución asimétrica de Normas utilizadas. Edad de la
estructural. rigideces y de masas. edificación.
Ductilidad disponible. Geometría irregular de la planta. Apoyos de vigas o tramos en
puentes de tamaño insuficiente.
Factores Arquitectónicos
Configuración geométrica Distribución asimétrica o impropia Ubicación asimétrica del núcleo de
irregular en la planta y en el de elementos de fachada. escaleras y de ascensores.
alzado de la edificación.
Ordenanzas: retiros, alturas, Utilización indiscriminada de Sistema de escape deficiente o
porcentaje de construcción, etc. materiales inflamables. inexistente.
Grandes luces y pocas columnas. Uso excesivo de espacios abiertos. Distribución errática de la tabiquería.
Factores Constructivos
Encofrado deficiente. Uniones defectuosas de elementos Falta de recubrimiento propiciando la
prefabricados. corrosión.
Mala calidad de los materiales Falta de unión apropiada entre los Conexiones metálicas defectuosas.
utilizados en la construcción. elementos estructurales y los
tabiques de mampostería. Anclajes deficientes de equipos
Protección deficiente contra el Soldaduras defectuosas. médicos y hospitalarios.
fuego.
Incompatibilidad de los Defectos del vaciado y del curado Remodelación y/o eliminación total o
materiales utilizados. del concreto. parcial de paredes internas,
Falta de inspección eficiente. Refuerzo inadecuado en las ejecutada generalmente por
conexiones o juntas de los propietarios del inmueble en
Mano de obra defectuosa. elementos de concreto armado. viviendas y locales comerciales.
Factores Socio-Económicos
Cambio del uso previsto en la Educación de la población. Ordenanzas vigentes.
edificación original.
A lo largo de los Capítulos del libro se discutirán aspectos relacionados con algunos de los factores
mencionados, haciendo especial énfasis en aquellos que han demostrado tener mayor incidencia en el
daño observado en edificaciones.
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2.1 INTRODUCCIÓN
Un terremoto es un fenómeno natural caracterizado por vibraciones de la corteza terrestre causadas por
una repentina liberación de energía. Esta energía se irradia en todas direcciones desde su origen o foco en
forma de ondas que se disipan rápidamente a medida que se alejan del mismo.
Ahora bien, sea cual sea el registro de aceleraciones del movimiento del terreno, la influencia combinada
de la amplitud de las aceleraciones, su contenido de frecuencias y la duración del movimiento, pueden
representarse gráficamente en una forma muy conveniente. Los valores de respuesta (aceleraciones
absolutas, velocidades y desplazamientos relativos) de sistemas de un grado de libertad con distintas
frecuencias o períodos naturales y con una razón de amortiguamiento crítico constante, pueden
evaluarse en función del tiempo, y sus valores máximos dibujarse en gráficos que reciben el nombre de
espectros sísmicos de respuesta.
Existen varios tipos de cargas dinámicas capaces de inducir movimientos vibratorios en suelos y en
estructuras. Se pueden distinguir dos categorías de movimiento vibratorio: movimiento periódico y
movimiento no-periódico.
Los movimientos periódicos son aquellos que se repiten a intervalos regulares de tiempo.
Matemáticamente, un movimiento, u(t) , se dice que es periódico si existe algún período T, tal que se
cumpla que u(t+T)=u(t) para todo valor de t. La forma más simple de movimiento periódico es un
movimiento armónico simple en el cual el desplazamiento u(t) varía sinusoidalmente con el período.
Los movimientos vibratorios no-periódicos son aquellos que no se repiten a intervalos de tiempo
constante. Se originan por la acción de cargas impulsivas, tales como explosiones, impactos producidos
por la caída libre de un objeto, o por la acción de cargas transitorias de más larga duración producidos por
la acción del tráfico de vehículos u originados por un sismo. La figura 2.1 muestra ejemplos típicos de
movimientos vibratorios periódicos y no-periódicos
t t
(a) (c)
u(t) u(t)
t t
(b) (d)
Figura 2.1 Tipos de movimiento vibratorio: (a) Armónico simple; (b) Periódico (Pulso rectangular); (c) Movimiento
transitorio debido a cargas de impacto; (d) Movimiento transitorio (terremotos).
A pesar de lo complejo que a simple vista pudieran parecer los movimientos periódicos y transitorios
mostrados en la figura anterior, existen técnicas matemáticas que permiten expresar dichos movimientos
como una sumatoria de una serie de movimientos armónicos simples, tales como las series de Fourier.
En muchas aplicaciones de la ingeniería geotécnica de terremotos, las amplitudes del movimiento del
terreno (aceleración, velocidad y desplazamiento) pueden describirse satisfactoriamente por medio de un
número finito de puntos (datos) en lugar de por una función analítica. En estos casos, los coeficientes de
Fourier, se obtienen por sumatoria en vez de por integración. Esta técnica se conoce como la transformada
discreta de Fourier, conocida en la literatura matemática por las siglas DFT, (del inglés Discrete Fourier
Transform).
El advenimiento de los computadores en la década de los años 60, hizo posible mejorar el algoritmo DFT,
dando como resultado la transformada rápida de Fourier, conocida por las siglas FFT, (del inglés Fast
1,2
Fourier Transform) . Una explicación detallada de este algoritmo puede encontrarse en la bibliografía
reseñada, y escapa de los objetivos de este libro.
Una vibración es un movimiento periódico que se produce cuando a un cuerpo o sistema de cuerpos
interconectados se lo desplaza de su posición de equilibrio. En general existen dos tipos de vibración: libre
y forzada.
La vibración libre ocurre cuando el movimiento se mantiene por la acción de fuerzas gravitacionales y
fuerzas elásticas de recuperación, tal como el movimiento de un péndulo o la vibración de una cuerda
elástica. La vibración forzada ocurre cuando al sistema se le aplica una fuerza externa periódica o
intermitente. Ambas vibraciones pueden ser de dos tipos, amortiguadas y no amortiguadas.
La forma más simple del movimiento vibratorio libre no amortiguado puede representarse mediante el
modelo mostrado en la figura 2.2. En esa figura, el bloque tiene una masa m y está atado a un resorte con
una rigidez k. El movimiento vibratorio tiene lugar cuando el bloque se desplaza una distancia y, a partir
de su posición de equilibrio y luego se le permite al resorte recuperar su posición original.
La figura 2.2 muestra también el diagrama de cuerpo libre de la masa, donde FS representa la fuerza
elástica de recuperación ejercida por el resorte, y FI la fuerza de inercia que se opone a la dirección del
movimiento. Aplicando el principio de D'Alambert de equilibrio dinámico, se obtiene que:
La fuerza de inercia es proporcional a la masa m y a la aceleración ÿ, mientras que la fuerza del resorte es
proporcional a su rigidez k, y a su desplazamiento y.
Es decir,
(2-2) y
(2-4)
Sustituyendo A y B en la ecuación (2-3) se obtiene finalmente una expresión que define el desplazamiento
de un oscilador simple en función del tiempo, y tiene por valor
(2-7)
La ecuación (2-7) revela que el movimiento es armónico y periódico, pudiendo ser expresado por un seno o
por un coseno en función de la misma frecuencia w. La figura 2.3 muestra la curva que se obtiene al
graficar dicha ecuación, siendo C la amplitud del movimiento y a el ángulo de fase que representa el
desfasamiento de la curva medido desde el origen cuando t = 0.
Mediante una simple transformación trigonométrica puede demostrarse que la amplitud del movimiento
C viene dada por la siguiente relación:
(2-8)
siendo
(2-9)
En la figura 2.3 se observa que la ecuación (2-7) completa un ciclo cada tiempo T, de forma que wT=2p.
Despejando T, se obtiene que
(2-10)
Esta longitud de tiempo recibe el nombre de período, sus unidades se miden en segundos y puede también
escribirse como:
(2-11)
Finalmente, la frecuencia f se define como el inverso del período, o lo que es lo mismo como el número de
ciclos completados en la unidad de tiempo.
1 w (2-12)
T 2p
y
v0
C
y
0
0 t
a/w
T=2p/w
f=21p % mk
VULNERABILIDAD SÍSMICA 2-7
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
La frecuencia f se expresa en ciclos por segundo o lo que es lo mismo en hertz (Hz), siendo
1 Hz=1 ciclo/s=2 π rad/s.
2.4.1 Ejemplo
Determine el período de vibración del péndulo mostrado en la figura 2.4. Suponga que la masa del péndulo
m está concentrada en el extremo de la barra cuya longitud es igual a L.
Solución:
F in
L
q F it
s m
q
W=mg
Aplicando las ecuaciones del equilibrio según la dirección tangencial del movimiento se obtiene que:
(1)
En esta ecuación Fit representa la fuerza tangencial de inercia que tiene por valor
(2)
Para valores pequeños del arco recorrido s es posible establecer la siguiente relación:
De donde s=qL. Derivando entonces s dos veces con respecto al tiempo obtendremos la aceleración
tangencial de la masa m, y tiene por valor Sustituyendo en la ecuación (2) se obtiene entonces
que la fuerza de inercia tangencial tiene por valor
(3)
Sustituyendo este valor en la ecuación (1) podrá entonces escribirse que:
(4)
Observando además que para valores pequeños de q, se cumple que sen q » q, puede finalmente escribirse
que la ecuación del equilibrio dinámico del movimiento viene dada por la siguiente relación:
(5)
Comparando esta ecuación con la ecuación (2-1) se observa que ambas son idénticas, en donde w2=g/L. De
aquí que la frecuencia circular w, en este ejemplo, tenga por valor
(Respuesta)
Todos los sistemas mecánicos poseen un grado de rozamiento o de amortiguamiento que causa que la
vibración desaparezca en el tiempo. Por esta razón es preciso incluir su efecto en el análisis.
El tipo de fuerza desarrollado bajo estas circunstancias es conocido como amortiguamiento viscoso. La
magnitud de esta fuerza de amortiguamiento que denotaremos FD puede por tanto expresarse como:
(2-14)
De esta manera el equilibrio dinámico se obtiene por sumatoria de las fuerzas actuantes. Así,
es decir: (2-15)
Posición de
equilibrio
k
FS
m m
FI
c
FD
(a) (b)
Figura 2.6 Sistema de un grado de libertad con amortiguamiento viscoso.
La ecuación (2-15) es una ecuación diferencial lineal homogénea de segundo orden. Sus soluciones son del
tipo
(2-16)
En esta ecuación e es la base del logaritmo natural y z es una constante. El valor de z se obtiene
sustituyendo esta solución en la ecuación (2-15). De esta forma, la ecuación característica es por tanto:
es decir,
(2-17a)
(2-17b)
La solución de la ecuación (2-15) es por tanto una combinación lineal de exponenciales que envuelve
ambas raíces.
de donde:
(2-18)
a) Sistema sobre-amortiguado
b c
Ocurre cuando c > cc . En este caso, las raíces z2 y z1
son ambas reales y el sistema no vibra ya que el a
amortiguamiento es tan grande que cuando el bloque
t
se desplaza y se deja luego en libertad, el bloque
simplemente se arrastra y retrocede hasta recuperar
su posición original, (caso c de la figura 2.7). Figura 2.7: Tipos de oscilación: (a) Sub-amortiguado,
(b) Críticamente amortiguado, (c) Sobre-amortiguado.
Ocurre cuando c = cc. En este caso z1 = z2 = - cc /2m = - w. Bajo estas condiciones, el bloque regresa a su
posición de equilibrio siguiendo una curva exponencial en el tiempo de la forma
(2-19)
c) Sistema sub-amortiguado
Ocurre cuando c < cc . En este caso, la fuerza resistiva es relativamente pequeña, el carácter oscilatorio del
movimiento se conserva, pero la amplitud de la vibración disminuye en el tiempo y el movimiento
finalmente cesa, (caso a de la figura 2.7).
Este es el caso más frecuente. Aquí, las raíces z1 y z2 son números complejos y la solución de la ecuación
(2-15) se demuestra que es del tipo
(2-20)
En esta ecuación D y f son constantes que se determinan a partir de las condiciones iniciales del
problema. La constante wd recibe el nombre de frecuencia circular amortiguada y tiene por valor:
(2-21)
Definiendo como razón de amortiguamiento crítico al cociente c/cc, la ecuación (2-21) puede escribirse
como:
(2-22)
En donde
(2-23)
En la figura 2.8 se observa que la amplitud no es constante y decrece sucesivamente en cada ciclo. Sin
embargo, las oscilaciones ocurren a iguales intervalos de tiempo. Este intervalo se conoce como el período
amortiguado de vibración y se obtiene a partir de la ecuación (2-22) mediante la relación
(2-24)
En estos casos, puede suponerse que la frecuencia wd » w. Por ejemplo, si suponemos que x = 0,10; la
frecuencia circular amortiguada tendrá por valor
c
De-(( 2m)t
Td
D
x1
x2 x4
x3
t
0 t1 t2 t3 t4
D
c
-De-(( 2m)t
c
x=D [e -(( 2m)t sen (wd t + f)]
Figura 2.8 Representación gráfica de un sistema sub-amortiguado.
El caso más general de vibración de un sistema de 1 grado de libertad se presenta cuando el sistema
incluye los efectos de amortiguamiento y de un movimiento forzado ocasionado por la acción de una
fuerza externa P(t), tal y como se muestra en la figura 2.9a.
Suponiendo por ejemplo que P(t)=F0 sen w0 t, entonces la ecuación diferencial que describe el movimiento
se obtiene a partir del equilibrio dinámico de las fuerzas actuantes en el diagrama de cuerpo libre de la
figura 2.9b. Así,
(2-25)
Posición de
equilibrio
k
P(t) FS P(t)
m m
FI
c
FD
(a) (b)
Una vez que la fuerza aplicada sobre el sistema en reposo mostrado en la figura 2.9a comienza a actuar, la
amplitud de la oscilación aumenta. Sin embargo, después de un tiempo lo suficientemente largo se
alcanza una situación de estado estacionario en la que las oscilaciones se producen con una amplitud
constante. Cuando esto sucede, la solución de la ecuación (2-25) es del tipo:
(2-26)
En esta ecuación, w0 representa la frecuencia de la fuerza periódica actuante en rad/s. Las constantes C y f
se obtienen mediante las relaciones:
(2-27)
tan (2-28)
El ángulo f representa la diferencia de fase que existe entre la carga aplicada y la vibración estacionaria
resultante del sistema amortiguado.
La ecuación (2-27) describe un fenómeno conocido como resonancia. Así, cuando la razón de
amortiguamiento crítico x es igual a cero y la razón de frecuencias w0 / w es igual a la unidad, el
denominador de la ecuación (2-27) es cero y en consecuencia la amplificación F0 / k se hace igual a infinito.
Dicho en otras palabras, un sistema oscilante alcanza su máxima respuesta cuando la frecuencia de la
fuerza actuante o impulsora coincide con la frecuencia natural del oscilador. La figura 2.10 ilustra
claramente esta situación.
F0/k
5
x = 0.0
4
x = 0.2
3
x = 0.5
2
x = 1.0
1
1 2 3 w0 /w
Figura 2.10 Amplificación dinámica.
Este fenómeno alcanza particular relevancia en el caso de respuesta sísmica de edificaciones. En efecto,
puede considerarse que una edificación es un oscilador con un conjunto de frecuencias naturales que
dependen de su masa, de su rigidez, de las irregularidades en planta y altura, y del tipo de material
utilizado en su construcción. La fuerza impulsora periódica es proporcionada por las sacudidas del terreno
generadas durante un sismo.
Se puede producir un resultado desastroso cuando la frecuencia natural de la edificación coincide con una
de las frecuencias contenidas en las sacudidas del terreno. Cuando esto sucede, las amplitudes de vibración
de la edificación3,4, pueden magnificarse hasta alcanzar un valor de amplitud muy grande, lo
suficientemente grande como para dañar estructuralmente el edificio y en algunas ocasiones destruirlo.
En el terremoto de Caracas de 1967 pudo demostrarse que las condiciones del suelo local del Valle de
Caracas ejercieron, entre otras, una enorme influencia en la distribución y magnitud del daño observado
en edificios, produciéndose fuertes amplificaciones de respuesta estructural cuando el período
fundamental de la edificación era similar al período fundamental del depósito de fundación.
En efecto, se pudo observar que edificios cuya calidad constructiva y configuración estructural eran
similares se comportaron de manera diferente dependiendo del espesor del depósito de suelo sobre el cual
estaban fundados. Por ejemplo, en depósitos de suelo muy rígido, las estructuras flexibles o de período
largo experimentaron fuerzas sustancialmente menores a las que experimentaron en ese mismo tipo de
suelos los edificios rígidos de corto período. Por el contrario, los edificios rígidos, tuvieron una mejor
respuesta en un aluvión profundo (depósito flexible) que la que experimentaron en ese mismo tipo de
3
suelo los edificios altos o flexibles , (véanse los Capítulos 3 y 7 del libro).
Este fenómeno de resonancia se pudo observar también en un muelle costero de la ciudad de Cumaná,
4
ubicada a 75 km del epicentro del terremoto de Cariaco de 1997 que sacudió la región Nor-Oriental de
Venezuela, tal y como se puede observar en la portada de este Capítulo, (ver Capítulo 12 del libro).
Las figuras 2.11 y 2.12 muestran parte de las instalaciones del complejo portuario de Kandla, en la India,
destinado al suministro de agua.
El complejo está situado a unos 50 km del epicentro del terremoto de magnitud Mw = 7.7 que el 26 de
enero de 2001 tuvo lugar en la localidad de Bhuj. Ese complejo, al igual que otras instalaciones
industriales vecinas (planta fertilizadora, y numerosos tanques de almacena-miento), fueron construidos
sobre rellenos altamente licuables
fundados sobre un antiguo riachuelo
5
con acceso al mar .
amplificación de su respuesta,
producida cuando su período
fundamental coincidió con el período
fundamental o predominante del
depósito de fundación (suelo blando).
originaron en el tablero cuando la frecuencia asociada a los vórtices o turbulencias generados por el viento
que soplaba a través del puente coincidió con alguna de las frecuencias naturales de oscilación del puente.
La figura 2.13 muestra una foto del puente oscilando en forma desmesurada instantes antes de que se
6
produjera su derrumbe .
La figura 2.14 muestra dos registros de aceleración del movimiento del terreno obtenidos
instrumentalmente durante dos sismos de distinta magnitud.
0 0
-1200 -1200
100 100
VELOCIDAD
0 0
cm/s
-100 -100
40 40
DESPLAZAMIENTO
0 0
cm
-40 -40
0 5 10 15 0 5 10 15
TIEMPO (s) TIEMPO (s)
Figura 2.14 Comparación de registros de aceleración, velocidad y desplazamiento correspondientes a los sismos
7,8
de San Fernando (1971) y San Salvador, (1986) .
El primero, de magnitud local ML=6.4, correspondiente a la componente S16E del terremoto de 1971
registrado en la presa Pacoima, en el valle de San Fernando, California7. El segundo, de magnitud MS=5.4,
correspondiente a la componente CHN-3 90° registrada en el Centro de Investigación Geotécnica (CIG)
durante el terremoto del 10 de octubre de 1986, en San Salvador8.
Las aceleraciones máximas registradas fueron de 1,1g y 0,705g respectivamente, valores éstos 13,75 y
8,81 veces mayores que la máxima aceleración estimada analíticamente en la superficie de los depósitos
de Los Palos Grandes, en la ciudad de Caracas durante el terremoto del 29 de julio de 1967, (ver Capítulo 7
del libro).
A cada acelerograma le corresponde un espectro elástico de respuesta único. De aquí que una forma
efectiva de comparar acelerogramas se obtenga mediante una comparación de sus espectros de respuesta
correspondientes. Esta comparación resulta más efectiva cuando se comparan los espectros normalizados
de aceleración, es decir, aquellos espectros adimensionales que resultan de dividir todas las ordenadas del
espectro de aceleración por la aceleración máxima del terreno.
rT (t)
Las bases teóricas del proceso de evaluación de espectros
9
sísmicos de respuesta se discuten a continuación .
r(t)
rg (t) m Supóngase que el sistema estructural mostrado en la figura
2.15 se somete en su base a una serie de desplazamientos que
varían en el tiempo durante la acción de un sismo. Supóngase
además que la masa m del sistema está concentrada en el tope
de una columna de masa despreciable, con una rigidez axial
infinita y una rigidez a flexión k. Sean w, T y x la frecuencia
natural, el período natural y la razón de amortiguamiento
crítico del sistema. Un sistema así idealizado en el plano X, Y,
k, w posee 1 solo grado de libertad lateral, que varía también con el
T, x tiempo y que en este caso representa el desplazamiento
relativo de la masa respecto a la base.
La figura 2.16 muestra el diagrama de cuerpo libre de equilibrio dinámico de las fuerzas que actúan sobre
la masa m en el instante de tiempo t. Son éstas: la fuerza de inercia FI, la fuerza de amortiguamiento FD y la
fuerza elástica FS. Obsérvese que no existe ninguna fuerza externa P(t) aplicada a la masa.
La ecuación del equilibrio dinámico de las fuerzas actuantes viene por tanto dado por la ecuación:
(2-30)
donde:
FD m
(2-31a)
P(t)=0
FI (2-31b)
FS (2-31c)
Es importante observar que en el caso sísmico analizado la fuerza de inercia depende de la aceleración
total de la masa r̈T (t) , que incluye la componente de la aceleración relativa de la masa r̈ (t) respecto a la
base de la estructura, más la componente de aceleración del terreno r̈g (t) en el instante de tiempo t.
Derivando la ecuación (2-29) dos veces con respecto al tiempo se cumple que:
(2-32)
(2-33)
(2-34)
donde
(2-35)
Obsérvese que la ecuación diferencial del equilibrio dinámico así obtenida, es del mismo tipo que la ecuación
(2-25) del movimiento vibratorio forzado de un sistema de 1 grado de libertad discutida en la sección 2.6.
En la ecuación (2-35), Pef (t) representa la fuerza efectiva asociada a la aceleración del terreno en el instante
de tiempo t medida directamente del acelerograma. El signo negativo simplemente indica que la carga
efectiva se opone a la dirección de la aceleración del terreno.
El efecto de la carga efectiva sobre el sistema estructural analizado es por lo tanto equivalente al efecto
que sobre dicho sistema ejercería una carga P(t) = Pef (t) sin estar sometido a ninguna excitación en su
base. En otras palabras, en el sistema equivalente la base permanece inmóvil, pero se le imparte a la masa
una carga efectiva que tiene por valor Pef (t) = m r̈ g(t) , tal y como se indica en la figura 2.17.
rT(t)
r(t)
r(t)
k k
Dividiendo todos los elementos de la ecuación (2-34) por la masa m, la ecuación diferencial del
movimiento del sistema estructural equivalente adopta por tanto la forma siguiente:
(2-36)
× y r̈ (t) representan el desplazamiento relativo, la velocidad relativa y la
En la ecuación (2-36), r(t), r(t)
aceleración relativa de la masa m del sistema en el instante de tiempo t, siendo r̈ g(t) la aceleración del
terreno correspondiente. En dicha ecuación x es la razón de amortiguamiento crítico del sistema,
(normalmente x=5% ), que tiene por valor x=c/2 m wd, siendo wd la frecuencia circular amortiguada.
(2-37)
En la práctica, para valores de la razón de amortiguamiento crítico x pequeños (x £ 20%) similares a los
comúnmente encontrados en edificaciones, se cumple que:
(2-38)
(2-39)
donde:
(2-40)
La solución de la ecuación diferencial (2-39) permite evaluar, en cada instante, el desplazamiento relativo
en función de la aceleración del terreno correspondiente, y tiene por valor:
(2-42)
En la ecuación (2-42) hemos deliberadamente omitido el signo negativo de la fuerza efectiva ya que dicho
signo no representa ninguna modificación real del registro de aceleraciones. En otras palabras,
únicamente nos ocuparemos del valor absoluto de la respuesta, instante a instante.
Denotando a la integral de la ecuación (2-42) por la variable V(t), el desplazamiento relativo adopta
entonces la forma:
1 (2-43)
w
La velocidad relativa se obtiene derivando con respecto al tiempo la ecuación (2-42) del desplazamiento
relativo, es decir:
(2-44)
Finalmente la aceleración total de la masa del sistema puede obtenerse reagrupando términos
directamente a partir de la ecuación (2-39) tal y como a continuación se indica:
(2-45)
Reemplazando en la ecuación (2-45) los valores de r(t) y r(t)× obtenidos en las ecuaciones (2-42) y (2-44), se
tiene que la aceleración total o absoluta r̈T (t) viene dada por:
(2-46)
Repitiendo el proceso para cada una de las aceleraciones del registro, se obtienen histogramas que
representan respectivamente la variación con el tiempo del desplazamiento relativo, de la velocidad
relativa y de la aceleración total de la masa m del sistema de 1 grado de libertad con una frecuencia natural
w y una razón de amortiguamiento crítico x conocidas. De los histogramas de respuesta así obtenidos se
pueden seleccionar los valores máximos en valor absoluto e introducir las siguientes definiciones:
Los valores espectrales así definidos dependen de la frecuencia natural no amortiguada del sistema y de la
razón de amortiguamiento crítico.
Con el fin de simplificar la notación de estas variables, en este libro de ahora en adelante se denotará a los
valores espectrales como a continuación se indica:
Recordando además que en la ecuación (2-43) el desplazamiento relativo de la masa podía expresarse en
forma más compacta denotando a la integral de la ecuación (2-42) por la variable V(t), el desplazamiento
espectral puede alternativamente escribirse como:
(2-53)
La figura 2.18 muestra en forma esquemática el proceso matemático utilizado para la construcción de
espectros elásticos de respuesta.
Los valores espectrales asociados a un sistema con una frecuencia natural wj conocida, y con un
amortiguamiento crítico x fijo, corresponden a los valores máximos en valor absoluto de los histogramas
de respuesta indicados. Obsérvese que los máximos de respuesta en cada histograma no ocurren en el
mismo instante de tiempo.
Repitiendo el proceso para sistemas de un grado de libertad con igual masa y con una razón de
amortiguamiento crítico idéntica, pero con períodos naturales que varían dentro de un rango establecido,
digamos 0 £ T £ 3 segundos, y utilizando como excitación sísmica el mismo acelerograma, se pueden
obtener mediante esta técnica gráficos que muestran la variación de cada uno de los valores espectrales
de respuesta con el período. Estos gráficos reciben el nombre de espectros elásticos de respuesta.
La figura 2.19 muestra los espectros de aceleración absoluta o total, de velocidad relativa y de
desplazamiento relativo correspondientes a la componente E-W del registro medido en la superficie de un
depósito aluvional de 165 m compuesto por suelo rígido en la localidad de Gilroy California, durante el
terremoto de Loma Prieta de 198910 .
Sa
Sv
k, wj r(t)
Tj, x
Svj
t T
Tj
rg(t) r (t) máx
Sd
r(t) r (t) máx
rg(t)
rgmáx Figura 2.18
Sdj Construcción de
t t T espectros elásticos de
Tj respuesta. Esquema
Histogramas de Valores ilustrativo.
Registro fuente respuestas espectrales
El proceso puede repetirse para distintos valores de la razón de amortiguamiento crítico. El resultado
obtenido es una familia de espectros. Así, las figuras 2.20 y 2.21 muestran los espectros de aceleración
absoluta y de velocidad relativa de la componente N-S del terremoto del Centro11 , California del 18 de
mayo de 1940 evaluados para razones de amortiguamiento crítico x= 1%, 5% y 20% .
0.5 1.5
Aceleración (g) Gilroy E-W x = 5%
1
Sa (g)
0
0.5
Suelo rígido Tp =0.27
-0.5 0
0 10 20 30 40 0 1 2 3
Tiempo (s) Período (s)
20 20
x = 5% x = 5%
Sd (cm)
Sv (cm/s)
10 10
0 0
0 1 2 3 0 1 2 3
Período (s) Período (s)
Figura 2.19 Espectros elásticos de respuesta. Componente E-W Gilroy, Terremoto de Loma Prieta,
10
California, 1989, (adaptado de la referencia ).
5
x = 1%
2.0
4
Aceleración espectral S a(g)
1.5
x = 1% 3
x = 5%
1.0 x = 5%
x = 20% 2
0.5
1
0 x = 20%
0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Período (s)
0
0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Período (s)
En efecto, considérese que el pórtico mostrado en la figura 2.22 (caso a) es un sistema estructural con
rigidez al corte, es decir, un sistema con rigidez axial infinita en las vigas y columnas (no hay deformación
axial), y con rigidez a flexión también infinita en la viga (no experimenta deformación a flexión), es decir
las juntas no rotan.
rT (t) rT (t)
(a) (b)
rg (t) rg (t)
rT (t) rT (t)
r (t) r(t)
r (t) r(t)
(c) (j)
rg (t) rg (t)
Un sistema con estas características en el que solamente se permiten las deformaciones por flexión en las
columnas, es un sistema plano de rigidez al corte de un solo grado de libertad lateral, r(t), (véase Capítulo 9
de este libro). Supongamos ahora, que dicho sistema se somete a un acelerograma en su base. Bajo estas
condiciones en cualquier instante de tiempo t la aceleración total de la masa m viene dada por la ecuación
(2-32), es decir:
Supóngase además que incrementamos sucesivamente la rigidez de las columnas, (casos b, c,…j). A
medida que esto sucede, es evidente que el desplazamiento relativo de la masa r(t) con respecto a la base
de la columna se hace cada vez más pequeño, hasta llegar un momento (caso j, en la figura) en el que r(t) es
virtualmente igual a cero, y por lo tanto la aceleración relativa correspondiente r̈ (t) también es igual a
cero.
(2-54)
Cuando esto sucede, la rigidez a flexión de las columnas tiende a infinito y por tanto la frecuencia circular
no amortiguada también tiende a infinito. Ya que el período natural del sistema T viene dado
por la relación T=2p/w, cuando w=¥ el período T es igual a cero.
Esta ecuación nos indica claramente que cuando el sistema estructural tiene un período T=0 el sistema se
mueve como un cuerpo infinitamente rígido y la aceleración de su masa es en todo instante igual a la
aceleración del registro de la base.
Recordando que la aceleración espectral del sistema se define en la ecuación (2-49) como
puede escribirse entonces, que cuando T=0 , la aceleración espectral correspondiente se obtiene
sustituyendo en la ecuación (2-49) el valor de ¨rT (t) , dado en la ecuación (2-54), es decir:
(2-55)
que es precisamente la aceleración máxima del registro de aceleraciones, designada en algunas normas
como A0. Dicha aceleración, al igual que el resto del acelerograma, suele expresarse como un porcentaje de
la aceleración de la gravedad.
A cada acelerograma le corresponde un espectro de respuesta único. De aquí que una forma efectiva de
comparar acelerogramas, se obtenga mediante una comparación de sus espectros de respuesta
correspondientes. Esta comparación resulta más efectiva cuando se comparan los espectros normalizados
de aceleración, es decir, aquellos espectros adimensionales que resultan de dividir todas las ordenadas del
espectro de aceleración por la aceleración máxima del terreno.
La figura 2.23a muestra el espectro de aceleraciones obtenido a partir de la componente N-S del acelerograma
12
registrado en el edificio de La Prefectura en la ciudad de Akita , el 16 de junio de 1964. La magnitud del
terremoto fue 7.5, la distancia epicentral 165 km y la aceleración máxima del registro, A0=0,095 g.
La figura 2.23b muestra el espectro normalizado correspondiente, siendo en ambos espectros el período
predominante Tp=0.75 segundos el período asociado a la máxima aceleración espectral.
San = Sa/Ao
A 0= rg máx
0.2 2
0.1 1
Ao=0.095g Tp=0.75s
Tp=0.75s
0 0
0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
Período T (s) Período T (s)
Figura 2.23 Espectro de aceleración absoluta (a) y espectro normalizado (b). Componente N-S, edificio de La
Prefectura de Akita, terremoto de Niigata, Japón, 1964, (adaptado de la referencia 11).
Otras dos funciones comúnmente utilizadas en la ingeniería estructural sismorresistente son la seudo-
velocidad espectral y la seudo-aceleración espectral.
Se define como seudo-velocidad espectral al valor máximo absoluto de la variable V(t) , es decir:
(2-56)
Ahora bien, según la ecuación (2-43) el desplazamiento relativo r(t) viene dado por:
De esta ecuación se desprende que el valor máximo de la variable V(t) en valor absoluto tiene lugar cuando
el desplazamiento relativo r(t) alcanza su máximo valor absoluto, es decir:
(2-57)
Combinando la ecuación (2-57) con las ecuaciones (2-53) y (2-56), es posible expresar la seudo-velocidad
espectral Psv con el desplazamiento espectral Sd mediante la siguiente expresión:
(2-58)
Se define además como seudo-aceleración espectral la siguiente relación:
(2-59)
Combinando las ecuaciones (2-58) y (2-59) puede finalmente escribirse:
(2-60)
La ecuación (2-60) indica que la seudo-aceleración espectral y la seudo-velocidad espectral pueden
evaluarse directamente a partir del desplazamiento espectral. Esta ecuación permite graficar
13
convenientemente los tres valores espectrales en un solo gráfico trilogarítmico .
100
La figura 2.24 muestra el espectro
combinado trilogarítmico 50
10
correspondiente a la componente 10 0
0
5 2
Norte-Sur del terremoto del Centro 20
50
10 5
de 1940, evaluado para razones de
Seudo-Velocidad ( ins )
10 20
amortiguamiento crítico x = 0%,
10
m
0.
ud
2
za
5
la
sp
Ac 0.
De
ele 1
logarítmicas. 01
1 0.
ra
c ió
n
(g
)
0.5
0.
1
01
00
0.
Figura 2.24 Espectro combinado trilogarítmico
0.2
N-S del terremoto del Centro, 1940. 0.02 0.05 0.1 0.2 0.5 1 2 5 10 20 50
Período T (s)
El advenimiento de los computadores personales permite en forma rápida el cálculo de los espectros
verdaderos (ecuaciones 3-47, 3-48, y 3-49), razón por la cual en este libro se recomienda utilizar en el
análisis y diseño los espectros referidos a una escala no logarítmica.
Nótese que en la ecuación (2-61) el valor máximo de la aceleración total absoluta y el desplazamiento
máximo relativo ocurren en el mismo instante de tiempo. Por tanto, se obtiene que:
(2-62)
Una simple inspección de la ecuación (2-46) sugiere que las diferencias entre la aceleración total absoluta
real y la seudo-aceleración aumentan a medida que aumenta la razón de amortiguamiento crítico x.
Esta diferencia se hace aún más notoria para sistemas estructurales con períodos naturales muy largos.
Sin embargo, para valores bajos de la razón de amortiguamiento crítico ( x £ 10% ), y para valores de
períodos naturales menores a 6 segundos, las diferencias son virtualmente despreciables, pudiendo por
tanto, para la gran mayoría de los sistemas estructurales construidos en la práctica, aceptarse como
válida la siguiente relación:
(2-63)
(2-64)
Recordando además que , la ecuación (2-64) puede entonces escribirse como sigue:
(2-65)
El valor máximo de la fuerza elástica se obtendrá cuando el desplazamiento relativo r(t) alcance su valor
máximo, es decir:
(2-66)
(2-67)
Por otra parte, de acuerdo a la ecuación (2-60) la seudo aceleración espectral está relacionada con el
desplazamiento espectral mediante la relación
(2-68)
La ecuación (2-68) simplemente indica que la máxima fuerza elástica resistente generada en el sistema es
igual al producto de la masa por la seudo-aceleración. En contraste, el producto m r̈T (t), o lo que es lo
mismo, el producto de la masa m del sistema estructural por la aceleración total absoluta r̈T (t), es igual al
valor máximo de la suma combinada de las fuerzas elásticas y de amortiguamiento.
9
D. E. Hudson demostró que en la práctica, para valores de x £ 20% la aceleración espectral es
virtualmente idéntica a la seudo aceleración, es decir:
(2-69)
Por esta razón, en este libro se utilizará indistintamente cualquiera de las dos aceleraciones espectrales.
La velocidad espectral Sv y la seudo velocidad espectral Psv no son iguales, pudiendo apreciarse grandes
diferencias a medida que aumenta el período T.
La figura 2.25 muestra las diferencias existentes entre los espectros de velocidad relativa, seudo-
velocidad, aceleración espectral absoluta o total, y seudo-aceleración, evaluadas a partir de la
componente N24E del registro de aceleraciones de Chicoutimi North en el terremoto de Saguenay, Québec,
14
del 25 de noviembre de 1988 .
En las figuras 2.26 y 2.27 se observa la marcada diferencia que existe entre las formas y amplitudes de los
espectros de aceleración absoluta y velocidad relativa correspondientes a 6 acelerogramas registrados en
la superficie de depósitos con características litológicas diferentes. En las gráficas se utilizaron sismos de
magnitud y distancia epicentral distintas y los espectros mostrados fueron calculados mediante la técnica
descrita anteriormente para una razón de amortiguamiento crítico x = 5%.
8
x = 5%
0,3 Sa
0,25 Psa
0,2
0,15
0,1
0,05
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4 1.6 1.8 2
Período (s)
Figura 2.25 Comparación de espectros calculados para x=5% según el método exacto y el método de
14
seudo respuesta espectral, (adaptado de Filiatrault A ).
1.4 2.5
México x =5% x =5%
1.2
2.0
Corralitos
1.0 Castaic
1.5 Miyagi-Ken-Oki
0.8
S d (m)
El Centro
Sa (m)
La tabla 2.1 muestra una comparación de las características más relevantes de dichos registros15.
15
Tabla 2.1 Características de los registros seleccionados
Registro No. Sismo, (Año) Localidad registro Componente A0 (g) Duración (seg.)
Los valores máximos del desplazamiento y de las fuerzas internas generadas en un sistema estructural
bidimensional de 1 grado de libertad sometido en su base a un movimiento del terreno cuyos espectros de
respuesta son conocidos pueden evaluarse fácilmente a partir de los conceptos discutidos en las secciones
anteriores.
En efecto, considérese por ejemplo que el sistema estructural mostrado en la figura 2.28a es un tanque
elevado de masa m, sustentado por una columna tubular hueca metálica de altura H, inercia I, rigidez a
flexión k, y diámetro exterior d, cuya masa es despreciable en comparación con la masa del tanque que
soporta en el tope.
Supóngase además que la rigidez axial del tubo es infinita, (no se deforma axialmente), y que el sistema no
rota en la junta de unión del tanque con el tubo, es decir, el sistema solo puede desplazarse
horizontalmente y por tanto tiene un solo grado de libertad lateral, (sistema con rigidez al corte).
Bajo estas condiciones el desplazamiento máximo de la masa m del sistema estructural mostrado tiene
lugar cuando el desplazamiento relativo r(t) alcanza su valor máximo en valor absoluto, es decir:
(2-70)
r(t)
máx
m
Fso = Fs (t) máx
Fso
k
H d
T,w,x
(a) (b)
Vbo = Fso
M bo
M bo
Vbo
(a) Fuerza actuante
(b) Diagrama de cuerpo libre
Figura 2.28 Tanque elevado: fuerza actuante y diagrama de cuerpo libre de las solicitaciones resultantes.
Recordando además que el desplazamiento espectral Sd está relacionado con la seudo velocidad Psv y con la
seudo-aceleración Psa mediante la relación:
Psa = w Psv = w 2 Sd
(2-72)
La fuerza elástica máxima que actúa en la masa del sistema analizado puede evaluarse directamente a
partir de la ecuación (2-68), siendo la seudo-aceleración espectral la ordenada del espectro correspondiente
2-34 VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Denotando a la fuerza máxima por la variable Fso, es posible entonces encontrar a partir del diagrama de
cuerpo libre mostrado en la figura 2.28b los siguientes valores de respuesta máxima:
En el caso del sistema estructural estudiado, es posible además calcular la tensión máxima basal mediante
la siguiente relación:
(2-76)
(2-77)
2.11.1 Ejemplo 1
Con el fin de ilustrar mediante un ejemplo sencillo la enorme influencia que ejerce la forma del espectro de
aceleración absoluta o de seudo-aceleración en la respuesta de un sistema estructural de 1 grado de libertad,
consideramos apropiado elegir para esta discusión el sistema estructural mostrado en la figura 2.29a.
El tanque elevado está conformado por una columna metálica tubular de 6 metros de altura, un diámetro
4
igual a 16,8 cm y un momento de inercia I = 1.694 cm . Dicha columna soporta en el tope un peso de 5.000
kgf. Encuentre el máximo desplazamiento en el tope y la tensión máxima a flexión producida en la base
empotrada del perfil tubular.
(b) x=5%
(a) 0.4
W
N-S Akita 1964
Magnitud=7.5
W= 5000 kgf Dist. Epic.=165km
H= 6 m Tp = 0.75 s
6 0.3
E= 2.1X10 kgf/cm2 A 0= rg máx
0.807
0 1 2 3 4
2.02
Período T (s)
Los valores de a, j y R para efectos de este ejemplo fueron tomados directamente de las recomendaciones
17
normativas venezolanas , y tienen por valor:
La aceleración máxima del terreno, Ad = 0.095 g, fue tomada directamente del registro de aceleraciones
obtenido en el edificio de la Prefectura de Akita, Japón. En cualquier caso, los factores de reducción serán
los estipulados en las normas de cada país.
2.11.2 Ejemplo 2
Supóngase ahora que intuitivamente se pretende rigidizar el perfil tubular de soporte del tanque elevado
utilizado en el ejemplo anterior con el fin de obtener un sistema estructural más seguro y resistente ante
la misma solicitación sísmica. Sea el nuevo elemento de soporte seleccionado para el logro de ese objetivo,
4
un perfil tubular con un diámetro de 27,3 cm y un momento de inercia I = 10.600 cm .
Solución:
Para el cálculo de las solicitaciones máximas se utilizó el mismo procedimiento utilizado en el ejemplo 1.
La tabla 2.2 contiene una comparación de los resultados obtenidos.
Estos resultados demuestran la gran diferencia de respuesta estructural que se observa, aún durante un
mismo terremoto, al cambiar la rigidez del sistema, sugiriendo este hecho que la intuición no siempre es el
mejor aliado en la predicción del comportamiento estructural.
Hibbeler Russel C., (1995), Engineering Mechanics. Dynamics. Seventh Edition, Prentice Hall.
Thomson W.T. and Dale M.D., (1998), Theory of Vibration with Applications. 5th. Edition, Prentice Hall.
Clough R. and Penzien J., (2003), Dynamic of Structures, 2nd Edition (Revised), CSi, Computers and
Structures, Inc. Berkeley, California.
Paz Mario, (1991), Structural Dynamics. Theory and Computation, Third Edition, Chapman & Hall, N.Y.
Chopra, K.A., (2001), Dynamics of Structures. Theory and Applications to Earthquake Engineering. 2nd
Edition, Prentice Hall.
3
Seed H.B. y Alonso J.L., (1974), Efectos de Interacción Suelo-Estructura en el Terremoto de Caracas de 1967, I
Congreso Venezolano de Sismología e Ingeniería Sísmica, Caracas.
4
Alonso J.L. y Bermúdez M., (1999), El Terremoto de Cariaco de 1997, Revista No. 370 de la Fundación Juan
José Aguerrevere del Colegio de Ingenieros de Venezuela.
5
EERI, Earthquake Engineering Research Institute , (2002), 2001 Bhuj, India, Earthquake Reconnaissance
Report, Oakland, CA.
6
Biblioteca de la Universidad de Washington, División de Colecciones Especiales. Fotografía original de
Farquharson.
7
Seed, H.B., Murarka, R., Lysmer, J., and Idriss, I.M., (1976), Relationships of Maximum Acceleration,
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8
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9
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Conference in Earthquake Engineering, Berkeley, California, pp. 4-1 to 4-12.
10
Kramer, S.L., (1996), Geotechnical Earthquake Engineering, Prentice Hall International Series in Civil
Engineering Mechanics.
11
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Symposium on Earthquake Engineering, Vancouver, B.C., The University of British Columbia, Canada.
12
Seed H.B., (1969), The Influence of Local Soil Conditions on Earthquake Damage, Preprint of State of the Art
Lecture, seventh International Conference on Soil Mechanics and Foundation Engineering, Mexico City,
August.
13
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of Technical Services.
14
Filiatrault André, (2002), Elements of Earthquake Engineering and Structural Dynamics, Second Edition,
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15
García R., Luis E., (1998), Dinámica Estructural Aplicada al Diseño Sísmico, Universidad de Los Andes,
Facultad de Ingeniería, departamento de Ingeniería Civil, Bogotá, Colombia.
16
Biggs, J.M., (1964), Introduction to Structural Dynamics, McGraw-Hill, Inc., New York.
17
Norma Venezolana COVENIN MINDUR 1756-2001, (2001), Edificaciones Sismorresistentes, Caracas.
3.1
3.2
3.3
3.4
3.5
3.6
3.7
3.8
3.9
3.10
3.11
3.12
3.13
3.14
3.15
3.16
3.17
Introducción
Fallamiento Superficial
Deslizamiento de Taludes
Licuefacción del Suelo
Tipos de Suelos
Clasificación de los Suelos en Zonas Sísmicas
3
Influencia de las Condiciones del Suelo en el Movimiento del Terreno
AnáLisis Dinámico de Depósitos
El Terremoto de Caracas. Efectos de Interacción Suelo-Estructura
Influencia del Suelo Local en La Forma del Espectro
Espectros Normalizados Promedio
Método Propuesto para la Anticipación de Espectros Normalizados
Período Fundamental del Depósito. Método Propuesto
Microzonificación Sísmica de Áreas Urbanas
Caso de Interés: El Valle de Caracas
Consideraciones Adicionales
Bibliografía Seleccionada
Influencia del Suelo Local
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Falla de la pared de un
muro de contención
debido a la presión del
material de suelo
inestable. El Morro de
Lecherías. (Foto J.L. Alonso).
3.1 INTRODUCCIÓN
En el Capítulo 1 comentábamos que la corteza de la Tierra está conformada por placas que se mueven
relativamente entre sí, dando como resultado la ruptura de fallas que originan los terremotos.
Reciben el nombre de amenaza sísmica aquellas amenazas asociadas directamente con la ocurrencia de
terremotos. Las amenazas sísmicas varían de zona a zona, dependiendo el nivel de la amenaza de las
condiciones geológicas y del tipo y uso dado al terreno.
Los terremotos originan amenazas geológicas que en muchas ocasiones causan daño severo a
edificaciones y muerte a sus ocupantes, tales como fallamiento superficial, sacudidas fuertes del terreno,
ruptura del terreno, deformación tectónica, y en áreas costeras, tsunamis o maremotos.
Numerosas investigaciones han demostrado que aún en una misma localidad las variaciones de las
propiedades del suelo local ejercen una enorme influencia en la forma de los espectros y en el patrón de
distribución de daños observados durante terremotos. En este Capítulo se analizan estos factores. Se
propone un método para la anticipación de espectros tomando en cuenta la distancia a la zona de
disipación de energía y el período fundamental del depósito. Todos estos aspectos encuentran directa
aplicación en la microzonificación sísmica de áreas urbanas, y están enmarcados dentro de lo que se
conoce como Ingeniería Geotécnica.
La Ingeniería Geotécnica es una de las ramas de la Ingeniería Civil más importante. Abarca tópicos de
mecánica de suelos y de diseño de fundaciones. Sienta las bases para evaluar la interacción entre la
geología ambiental y las obras construidas por el hombre, tales como muros de contención, presas y
fundaciones para edificaciones (zapatas aisladas, fundaciones corridas, losas de fundación, pilotes, etc.).
Los geólogos estudian las fallas, la rata de su actividad sísmica, el proceso de ruptura, y los intervalos de
recurrencia de terremotos. Estiman además la magnitud máxima esperada. Para ello, toman en cuenta el
contexto tectónico regional y los datos sismológicos disponibles, (sismicidad histórica e instrumental).
Desde el punto de vista de la ingeniería, definir qué es una falla activa depende de la importancia de la
estructura o del uso previsto para la tierra, (zonas urbanas, industriales, turísticas, etc.). En general, se
cataloga una falla como activa cuando existe evidencia geológica de su movimiento durante un período
histórico que indica que volverá a moverse durante la vida útil prevista para una determinada obra civil.
Ya que en muchas ocasiones la evidencia geológica del movimiento no es muy clara, o no existe, se hace
preciso llevar a cabo estudios geológicos a nivel regional que tomen en cuenta la actividad sísmica a lo
largo de la traza de las fallas y los factores geomorfológicos que indiquen la presencia de actividad sísmica,
tales como escarpas, charcas empozadas, lagunas, hundimientos, cambios repentinos en el alineamiento
o curso de ríos y arroyos, o de estructuras hechas por el hombre, tales como cercas, brocales, aceras, etc.
Cualquier movimiento de falla que tenga lugar debajo de una edificación con una amplitud de tan solo
pocos centímetros puede traducirse en daños severos a la estructura. La figura 3.1 muestra un aspecto del
daño causado a una vivienda por el fallamiento superficial del terreno durante el terremoto de Kocaeli,
1
Turquía del 17 de agosto de 1999 . La figura 3.2 muestra el daño a una vía férrea causado por el fallamiento
2
superficial del terreno ocurrido durante el terremoto de Chi-Chi, Taiwán, del 21 de septiembre de 1999 .
Figura 3.1 Fallamiento superficial. Terremoto de Figura 3.2 Fallamiento superficial. Terremoto de Chi-Chi.
Kocaeli, Turquía, 19991 . Taiwán, 19992.
Un talud es básicamente cualquier masa de tierra, natural o construida por el hombre, desprovista de
soporte lateral, cuya superficie forma un ángulo con la horizontal. Las colinas y montañas, terraplenes de
los ríos, presas de tierra, cortes en las laderas de las carreteras, zanjas, etc. son ejemplos típicos de taludes.
Los taludes están sujetos a cargas gravitacionales. En ocasiones pueden estar sujetos a terremotos, y
comúnmente a la acción del agua, (erosión superficial y filtraciones). Estos fenómenos originan muy a
menudo, fallas de taludes por deslizamiento.
En general, los planos de deslizamiento son de forma más circular que rectos. Las fuerzas resistentes que
se generan dependen de las fuerzas normales que actúan sobre el plano de deslizamiento, así como
también de las propiedades de suelo, tales como la cohesión y el ángulo de rozamiento interno.
Los materiales de la tierra en su estado natural tienden a alcanzar su equilibrio. Este proceso tiene lugar
durante muy largos períodos geológicos de tiempo. En áreas que son geológicamente jóvenes, los
materiales de la Tierra no han alcanzado aún su estado natural de estabilidad.
Figura 3.3 Deslizamiento del talud en el Morro de Figura 3.4 Deslaves de Vargas, 1999 (Foto J.L. Alonso).
Lecherías, estado Anzoátegui, (Foto J.L. Alonso).
Así por ejemplo, la mayoría de los valles, márgenes de bahías y zonas costeras están conformados en sus
bases inferiores por material suelto reciente que no ha sido compactado y endurecido por procesos de
larga duración.
Los deslizamientos de tierra son comunes en la mayoría de las colinas y montañas. La figura 3.3 muestra el
deslizamiento ocurrido en julio de 1993 en la cumbre de una formación geológica inestable ubicada en el
Morro de Lecherías, estado Anzoátegui, en el oriente venezolano.
A veces, durante la acción de una fuerte y continua precipitación en zonas montañosas, se produce el
En muchas ocasiones, la inestabilidad geológica es causada por el hombre. Las laderas montañosas que
circundan muchas ciudades han sido ocupadas por miles de viviendas sin ningún tipo de planificación
urbana. En estas zonas, la deforestación, los cortes de taludes y una pésima o inexistente disposición de
las aguas servidas, han acelerado y contribuido a la fragilidad y deterioro de los suelos. Esta condición
origina muy frecuentemente grandes deslizamientos e inestabilidad geológica. Las figuras 3.6 y 3.7
muestran ejemplos de esta situación.
Figura 3.6 Conjunto de viviendas sin planificación Figura 3.7 Inestabilidad del talud causada por el
urbanística, (Foto J.L. Alonso). hombre, (Foto J.L. Alonso).
Las figuras 3.8 y 3.9 muestran etapas del derrumbamiento del Viaducto No. 1 de la autopista que une las
ciudades de Caracas y la Guaira en el Litoral Central venezolano. En esa ocasión, y a pesar de los enormes
esfuerzos llevados a cabo para controlar el fenómeno, el colapso de esa importante obra vial fue imposible
4,5
de evitar .
Este tipo de material tiende a debilitarse durante la acción de las sacudidas y a compactarse, originándose
presiones hidrostáticas excesivas capaces de producir un incremento en la presión de agua en los poros,
dando como resultado una disminución de su capacidad portante. Esto trae como consecuencia que el
material fluya, un proceso conocido como licuefacción.
Cualquier tipo de edificación construida sobre un suelo potencialmente licuable puede sufrir daños
irreparables durante la acción de un sismo.
La figura 3.11 muestra daños en las instalaciones portuarias, ocasionados por licuefacción durante el
terremoto de Kocaeli, Turquía, en agosto de 1999. La figura 3.12 muestra el deslizamiento y hundimiento
de un enorme terraplén causado por la licuefacción repentina generada durante el fuerte terremoto de la
ciudad de Anchorage, Alaska, del 17 de marzo de 19646.
Son incontables los ejemplos en los cuales se han producido daños severos en obras civiles causados por
los efectos de licuefacción: Niigata, Japón, (terremoto del 16 de junio de 1964); Ciudad de México,
(terremoto de México del 19 de septiembre de 1985); Distrito de la Marina, (terremoto de Loma Prieta del
17 de octubre de 1989); Ciudad de Kobe, (terremoto de Kobe del 16 de enero de 1995); Cariaco y Cumaná,
(terremoto de Cariaco del 9 de julio de 1997-ver Capítulo 12 del libro), por citar solo algunos. Con la única
excepción de Ciudad de México en 1985 (fundada sobre un antiguo lago), el resto de los eventos citados
ocurrió en poblaciones costeras.
Es importante observar que en la planificación urbana debe tomarse muy en cuenta el peligro potencial
que supone construir en la vecindad de zonas geológicamente inestables, o en terrazas propensas a
deslizamientos, aunque a primera vista no lo sean.
(c) (d)
Cono Cono
(e) (f)
Material
Licuado
Flujo de agua
(g) (h)
9 10
Figura 3.13 Ejemplos típicos de fallamiento por licuefacción (adaptado de Seed, R.B. et al y EERI )
Desde el punto de vista de la ingeniería, un suelo se define como un conjunto de partículas sólidas
compuestas de agregados no cementados de granos de minerales y materia orgánica descompuesta, con
líquido y gas ocupando los espacios vacíos existentes entre las partículas sólidas. Esta combinación se
conoce como la masa de suelo.
Dependiendo de su consistencia, la masa de suelo puede variar ampliamente desde sedimentos blandos
(limo, fango, barro), arcillas y material orgánico altamente compresibles, hasta formaciones firmes de
arena, grava y roca.
En su fase sólida, el suelo puede adoptar formas que pueden variar en tamaño desde grandes piezas de
roca dura, densa o cantos rodados, hasta pequeñísimas partículas invisibles al ojo humano.
La fase líquida está conformada de agua que contiene cantidades variables de electrolitos disueltos. La
fase gaseosa está compuesta esencialmente de aire, aunque pueden existir gases orgánicos en depósitos
biológicos.
Todos estos materiales pueden coexistir en una gran variedad de composiciones, densidades, humedad y
contenidos de aire.
Recordemos que las capas de la Tierra se dividen en 4: la corteza, el manto, el núcleo exterior y el núcleo
interior (figura 1.2 del Capítulo 1). De ellas, solamente la capa exterior conocida también como regolita es
la que reviste mayor interés para los ingenieros.
Las rocas y los minerales de la superficie de la Tierra fueron los materiales que dieron origen a la formación
de los suelos. Los granos de mineral que conforman la fase sólida de un agregado de suelo son el producto
de la meteorización de las rocas. El tamaño de los granos es muy variable. Muchas de las propiedades
físicas de los suelos están dictaminadas por el tamaño, forma y composición química de los granos.
Los procesos mecánicos suelen ser causados por la expansión y contracción de las rocas ocasionadas por el
continuo aumento y pérdida de calor. Durante estos cambios, el agua penetra en los poros y grietas
existentes de las rocas, dando lugar a su estallido cuando el agua se congela.
Otros agentes mecánicos de desintegración y meteorización de las rocas son atribuibles al viento, al agua
que corre por los ríos y arroyos y a las olas del mar.
En los procesos químicos, los minerales de las rocas se transforman en otros minerales producto de
reacciones químicas.
Los materiales resultantes de la meteorización pueden desplazarse pendiente abajo por gravedad,
pudiendo también desplazarse a otros lugares por la acción de otros agentes erosivos como las aguas
superficiales, los glaciares, el viento y las olas del mar. Dependiendo de su modo de transporte y
deposición, los suelos se clasifican en:
1. Suelos Glaciales: transportados y depositados por glaciares.
2. Suelos Aluviales: transportados por el agua y depositados en las riberas por la corriente.
3. Suelos Lacustres: formados por deposición en lagos tranquilos.
4. Suelos Marinos: formados por deposición en los mares.
5. Suelos Eólicos: transportados y depositados por el viento.
6. Suelos Coluviales: son suelos que se mueven por gravedad desde el sitio de su origen y caen ladera
abajo durante los deslizamientos de tierra, avalanchas de piedras y deslaves.
Los depósitos de gravas, arena, limo (barro, fango) y arcilla que se formaron por meteorización de las rocas
pueden compactarse y cementarse por la acción de agentes como el óxido de hierro, la calcita, la dolorita y
el cuarzo. Este mortero de cementación es transportado en forma de solución por el agua, y llena los
espacios existentes entre las partículas y granos. El resultado final recibe el nombre de roca sedimentaria.
Las rocas sedimentarias pueden a su vez meteorizarse y formar sedimentos. La mayoría de los sedimentos
son depositados en los océanos. Sin embargo, se acumulan también en las llanuras de inundación de los
ríos, en los desiertos y en los pantanos. También pueden sufrir un proceso de metamorfismo, dando como
resultado las rocas metamórficas.
Al final del Capítulo se listan algunas referencias que pueden orientar al lector interesado en estos temas.
Dependiendo del tamaño predominante de las partículas, los suelos se clasifican en gravas, arenas, limos
o arcillas. La tabla 3.1 muestra la clasificación de los suelos de acuerdo al tamaño de sus partículas
propuestas por distintas instituciones.
Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) >2 2 a 0,06 0,06 a 0,002 < 0,002
U.S. Department of Agriculture (USDA) >2 2 a 0,05 0,05 a 0,002 < 0,002
American Association of State Highway and 76,2 a 2 2 a 0,075 0,075 a 0,002 < 0,002
Transportation Officials (AASHTO)
Clasificación unificada (ASTM) 76,2 a 4,75 4,75 a 0,075 Finos, (limos y arcillas)
< 0,075
El suelo se utiliza como material de construcción y como soporte de fundación de estructuras. De allí que
el ingeniero civil deba estudiar y evaluar las propiedades del suelo, tales como su origen, la gradación de
sus granos, su capacidad de drenaje, su compresibilidad, su resistencia al corte y su capacidad portante de
carga.
Ya que las condiciones del suelo local ejercen una enorme influencia en la respuesta estructural de
edificaciones durante terremotos, es imprescindible llevar a cabo en cada localidad estudios geotécnicos
que permitan clasificar correctamente el tipo de suelo en función de sus características estáticas y
dinámicas.
11
Por ejemplo, el Uniform Building Code del año 1997 clasifica el perfil de los suelos en función de las
propiedades dinámicas promedio de los primeros 100 pies (33 metros) del depósito. La tabla 3.2 contiene
esa información.
11
Tabla 3.2 Tipos de perfiles de suelo según el 1997 UBC
Los tipos de suelo que requieren especial atención (suelos SF) son los siguientes:
1. Suelos propensos a sufrir algún deslizamiento, fallamiento potencial o colapso durante la acción
sísmica, tales como suelos licuables, arcillas altamente sensibles, o suelos mal cementados.
2. Turba y/ o arcillas con gran cantidad de materia orgánica, (H > 3 m).
3. Arcillas de alta plasticidad (H > 7,5 m) con un índice de plasticidad mayor que 75.
4. Depósitos de gran espesor (H > 36 m) compuestos de arcillas blandas o medianamente blandas.
La clasificación de suelos propuesta en el Uniform Building UBC 97 es más fácil de interpretar que la
12
propuesta en las normas venezolanas COVENIN para edificaciones sismorresistentes (véase la tabla 7.2,
sección 7.3 del libro).
Esto se debe básicamente a las siguientes razones: 1) la norma COVENIN mezcla en una misma tabla los
tipos de suelos, las formas espectrales y el factor de reducción de la aceleración j; y 2) es algo engorrosa
en su concepción.
En la tabla 3.2 se distinguen cinco tipos de perfiles se suelo, designados como el SA hasta el SE. Se incluye un
sexto tipo de perfil SF que requiere una evaluación más cuidadosa. Una cosa es el tipo de suelo y otra es la
posibilidad de que el mismo sea inestable durante un sismo.
Las características del contenido de frecuencias de los registros sísmicos de aceleración del terreno en
7, 8
cualquier localidad dependen de varios factores. Entre ellos cabe destacar :
1. La magnitud y duración del sismo.
2. La distancia a la zona de disipación de energía.
3. Las características geológicas de las rocas a través de las cuales se transmiten las ondas sísmicas.
4. Tipo y velocidad del fallamiento.
5. Condiciones del suelo local.
En el Capítulo 1 del libro habíamos someramente discutido algunos de estos factores. En esta sección
centraremos la atención en la influencia de las condiciones del suelo local en las características del
movimiento del terreno.
En la sección 1.13.2 del libro comentábamos que la variable más comúnmente utilizada para describir la
amplitud de cualquier movimiento del terreno es la aceleración máxima horizontal, denominada por
algunos la aceleración pico horizontal, PHA, (del inglés Peak Horizontal Acceleration).
Para cualquier componente del movimiento, simplemente representa la mayor aceleración horizontal en
valor absoluto obtenida directamente a partir del acelerograma correspondiente.
Ya que los registros de aceleración horizontal del terreno se obtienen según dos componentes
ortogonales, resulta posible obtener la máxima aceleración pico resultante sumando vectorialmente las
dos componentes ortogonales. Sin embargo, la dirección resultante usualmente no coincide con ninguna
de las componentes medidas instrumentalmente.
Uno de los motivos por los cuales se utilizan tan frecuentemente las aceleraciones horizontales para
describir el movimiento del terreno durante un terremoto está relacionado con las fuerzas de inercia
desarrolladas en una estructura, hecho éste especialmente relevante en estructuras rígidas.
También comentábamos que existe una correlación entre la aceleración horizontal pico y la intensidad de
daños equivalentes en la escala modificada de Mercalli, (ver figura 1.33).
Las aceleraciones verticales han recibido menos atención que las horizontales, básicamente por la gran
reserva que tienen las edificaciones a resistir cargas gravitacionales y fuerzas dinámicas verticales
inducidas por las aceleraciones verticales durante la acción de un sismo.
Desde el punto de vista de la ingeniería sismorresistente, es una práctica habitual considerar la máxima
aceleración vertical o aceleración pico vertical, PVA, (del inglés Peak Vertical Acceleration) igual a dos tercios de
la aceleración pico horizontal, PHA. La norma venezolana (artículo 4.2) estipula un valor igual a 0,7 A0 ,
siendo A0 el valor máximo del coeficiente de aceleración horizontal de la zona sísmica en estudio.
La influencia que las condiciones de suelo local y la distancia a la zona de disipación de energía ejercen en
la atenuación de las aceleraciones pico promedio del terreno se pueden observar claramente en el gráfico
de la figura 3.14.
0.7
En esa figura se aprecia que para dos
sismos con magnitudes comparables, las Valores promedio
0.6 en roca M s≈6.6
aceleraciones pico registradas en roca son
0.6
Valley de 1979, (tomado de Seed, Idriss )
M
M =8.
0.4 = 5
M 7.6
M
M =
=
M= =5. 6.1
6.
6
5.0 6
0.2
8
La figura 3.15 muestra curvas promedio de atenuación de aceleración en roca para sismos con distinta
magnitud. Estas familias de curvas pueden utilizarse para estimar las aceleraciones pico esperadas en
roca durante sismos de distinta magnitud a distancias variables de la zona de disipación de energía.
Algunas de estas curvas fueron evaluadas basadas en registros reales de terremotos y otras fueron
obtenidas a partir de estudios analíticos.
En esa figura se aprecia que para distancias muy próximas a las zonas de disipación de energía (campo
cercano), las aceleraciones pico son virtualmente independientes de la magnitud del sismo, para sismos
con magnitudes MS >6.5 .
Conviene destacar que las curvas de atenuación en la figura 3.15 son valores promedio representativos de
la actividad sísmica del Oeste de los Estados Unidos, y están asociadas a sismos superficiales, es decir,
sismos con profundidades focales someras (H < 70 km).
Estas curvas de atenuación difieren notablemente de las curvas de atenuación representativas de la zona
15
Este de los Estados Unidos , sugiriendo este hecho que en cada región deben llevarse estudios
sismológicos que permitan representar en forma más o menos precisa las leyes de atenuación de la zona o
región en estudio.
Esta discusión trae a colación un sabio comentario del Profesor Harry Bolton Seed quien en una
oportunidad me dijo, (palabras más, palabras menos) lo siguiente: …Mister Alonso: hasta ahora estábamos
un 500% errados. Ahora podemos afirmar con gran satisfacción que estamos tan solo un 100% errados,… ¡una
verdad del tamaño de una casa!
Existen docenas de leyes de atenuación disponibles a nivel mundial, ¿Cuál usar? En Venezuela se han
llevado a cabo varios intentos orientados a la obtención de leyes de atenuación regional. De ellos, cabe
destacar el estudio llevado a cabo por miembros del staff técnico de la Fundación Venezolana de
16
Investigaciones Sismológicas, FUNVISIS .
En Venezuela un 80% de la sismicidad es en general somera (< 70km). Sin embargo, estudios sismológicos
recientes han puesto en evidencia que hay una actividad microsísmica a menor escala que tiene lugar en la
zona noroccidental de Los Andes venezolanos, no solamente en la zona continental sino también en
ciertas áreas del Caribe. Parte de esta actividad tiene lugar a profundidades de unos 150 km. Esta
subducción ocurre al noroeste de las islas de Aruba y Curazao.
8
Las curvas mostradas en las figuras 3.16 y 3.17, fueron obtenidas para distintos tipos de suelos . En ellas
se puede observar que a excepción de los suelos blandos, los valores pico de la aceleración (figura 3.16) no
difieren notablemente entre sí; como máximo un 25%.
Esto nos permite concluir que para efectos prácticos y para valores de la aceleración en roca A0 ≤ 0,15g, las
aceleraciones tanto en la roca como en la superficie de estos tipos de suelos pueden considerarse iguales.
0.6
En el caso de suelos blandos se
Roca
observa una marcada amplificación
0.164
0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7
Máxima Aceleración en la Roca (g)
0.6
Máxima Aceleración en la Superficie (g)
0.5
0.4
0.3
0.29 Roca
Relación empírica
0.2 recomendada para
el análisis (Idriss)
0.1
0.0
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6
0.164
18
Figura 3.17 Variación de la aceleración en la superficie de depósitos de suelos blandos (adaptado de Idriss )
3.7.2 Ejemplo 1
Solución:
Se obtiene directamente a partir de la figura 3.15. Así, para D = 20 millas y una magnitud Ms = 6.6 se
obtiene que la aceleración promedio esperada en roca para el sismo y distancia señalados es
aproximadamente igual a 0,164g.
Conocido el valor de la aceleración en el lecho rocoso del depósito se obtiene, del gráfico de la figura 3.17
(suelos blandos), que la aceleración en al superficie del depósito blando, A0, es aproximadamente igual a
0,29g.
3.7.3 Ejemplo 2
Repita el ejemplo anterior para un depósito conformado por un suelo no-cohesivo de gran espesor.
Solución:
La aceleración en la superficie, en este caso, sufrió una ligera reducción, siendo la relación de
aceleraciones resultante igual a 0,146/0,164=0,89 .
La velocidad horizontal pico, PHV, (del inglés Peak Horizontal Velocity), es otro parámetro utilizado para
caracterizar el movimiento del terreno. Para estructuras altas o flexibles, el valor PHV provee un mejor
7
índice del potencial de daños que el obtenido con la aceleración horizontal pico, PHA , (ver secciones 7.9 y
7.10 del libro).
Los movimientos sísmicos son producidos por ondas que se trasmiten más rápidamente y con menos
pérdida de energía a través del lecho rocoso que a través de los suelos suprayacentes.
Cuando el lecho rocoso presenta una superficie horizontal de gran extensión y las capas del suelo ubicadas
por encima son también horizontales, se puede suponer que el movimiento sísmico en el interior del suelo
es producido esencialmente por ondas de corte que se propagan verticalmente a través del depósito,
desde la roca hasta la superficie del mismo. Esta hipótesis simplifica el análisis ya que el problema queda
reducido al de una onda de corte unidimensional. Ya que las componentes verticales del movimiento
sísmico están siempre presentes, el problema de transmisión de la onda es normalmente más complejo
que el simulado en un modelo unidimensional.
Cuando el lecho rocoso y/o los estratos del suelo son inclinados, suponer que la onda de corte es
unidimensional no es una hipótesis correcta. En este caso, un modelo bidimensional es más
representativo para considerar el movimiento de la onda y la geometría irregular del depósito, debiendo
emplearse técnicas como la de los elementos finitos, bastante más complejas.
Los resultados que se obtienen de un modelo matemático en el cual se suponen capas semi-infinitas
horizontales, pueden diferir de los resultados de un análisis bidimensional con elementos finitos en el
cual toman en cuenta los contornos irregulares del depósito. Sin embargo, tan importante como
seleccionar adecuadamente los métodos de análisis son las consideraciones siguientes:
a. La incertidumbre que existe en la cuantificación de las propiedades del suelo que caracterizan una
zona dentro de un depósito dado.
b. Las limitaciones en la predicción de las características del terremoto más probable al cual una
estructura será sometida durante su vida útil.
Dos de los modelos unidimensionales más versátiles utilizados en la actualidad para analizar la respuesta
de perfiles horizontales de suelos son:
19
a. La solución de análisis modal de un sistema de masas discretas .
20
b. La solución continua de la ecuación de la onda de corte .
Para las mismas condiciones de borde los dos modelos analíticos dan básicamente los mismos resultados;
sin embargo, en el caso de depósitos con estratos horizontales, la técnica de la propagación de ondas
presenta las ventajas siguientes:
1. Las características elásticas del lecho rocoso pueden ser consideradas en el análisis.
2. Se pueden usar diferentes amortiguamientos para estratos de suelo significativamente diferentes.
Sea cual sea el método analítico seleccionado, todos toman en cuenta que la relación esfuerzo-
deformación de suelos sometidos a cargas cíclicas (terremotos por ejemplo) no es lineal. La relación
esfuerzo-deformación de los suelos tiene la forma histerética mostrada en la figura 3.18a, pudiéndose
para fines analíticos ser representada mediante el modelo bi-lineal mostrado en la figura 3.18b.
Esfuerzo Esfuerzo
Deformación Deformación
a) b)
G eq.
C 2
G eq.
1
A
0 B 0 D
e1 e2 Figura 3.19 Determinación
de parámetros linealmente
equivalentes para suelos
A' Área del Ciclo Área del Ciclo
(leq. )1 = (l eq. )2 = 4 p (Area OCD) con características
4 p (Area OAB) C' histeréticas no lineales.
El grado de relativa similitud encontrado entre los resultados analíticos y los observados
instrumentalmente parecen indicar que estos análisis, en la mayoría de los casos, proveen al ingeniero
con resultados que les pueden ser de guía útil para efectos del diseño estructural.
Con el fin de llevar a cabo estudios analíticos de la respuesta dinámica de cualquier tipo de depósito, es
necesario disponer de la siguiente información:
a) La topografía superficial, la configuración y geometría del depósito y cualquier irregularidad entre los
estratos que lo conforman.
b) El tipo de suelo del depósito (caracterización geotécnica) y evaluación de la variación de la velocidad de
ondas de corte (estudios geofísicos).
c) Las características de los movimientos inducidos en el lecho rocoso de depósitos durante un sismo con
una magnitud y distancia a la falla conocidas.
Para ello, es preciso determinar previamente en la roca la variación de la aceleración con el tiempo
21
(acelerogramas) del movimiento esperado en ese estrato . Esto implica determinar:
a) La magnitud del sismo esperado.
b) La distancia a la zona de disipación de energía.
c) La máxima amplitud de la aceleración esperada en la roca, (figura 3.15).
d) El período predominante Tp de estos movimientos, y
e) La duración del sismo.
Resulta importante señalar que para que los resultados del análisis dinámico del depósito arrojen
resultados confiables es recomendable realizar dichos análisis utilizando como registro fuente en la roca
registros diferentes obtenidos a partir de acelerogramas reales y/o sintéticos, requiriéndose para ello
tener mucho criterio y experiencia en el tema.
El 29 de Julio de 1967, un terremoto moderado de magnitud MS =6.3 y con un epicentro ubicado a unos 62
km de la Ciudad de Caracas (figuras 3.20 y 3.21) causó sorpresivamente la destrucción total de cuatro
edificios de apartamentos (10 a 12 pisos) en el valle de Caracas y daños estructurales de consideración a
otros doscientos sesenta. En el Litoral Caraqueño, la única concentración de fuerte daño estructural fue
localizada en la Urbanización Caraballeda que descansa también sobre depósitos aluvionales y coluviales
que en algunas partes (Hotel Macuto Sheraton por ejemplo) alcanzan 100 metros de espesor. En esa
13
urbanización tuvo lugar el colapso de los 5 pisos superiores del edificio Mansión Charaima . El saldo total
de vidas en ese sismo se estima fue superior a 300.
22,23
Esta sección se basa en los resultados obtenidos por el profesor H.B. Seed y el autor .
A pesar de que desafortunadamente no fue posible obtener instrumentalmente ningún registro del
24
terremoto, se pudo estimar que las aceleraciones máximas probables de la superficie del terreno en la
zona este de Caracas debieron ser del orden de 0.06 a 0.08g. Observaciones de registros de terremotos
similares parecen indicar que la aceleración máxima en la roca ha debido tener una amplitud
aproximadamente igual a la mitad de esos valores.
EPICENTRO CARABALLEDA
MAR CARIBE
A
CORDILLERA
DE LA COSTA
Las Adjuntas 0
10 km 0
45
45
0
0
20
22,23
Figura 3.20 Ubicación relativa de Caracas con respecto al epicentro (Red mundial) .
Sierra del
NORTE Ávila SUR
Valle de
Mar Caracas
Caribe Costa
A raíz del terremoto, y gracias a la iniciativa de la Comisión Presidencial para el Estudio del Sismo, se
realizaron estudios geofísicos que determinaron la profundidad de los depósitos de aluvión en el valle de
Caracas, tal y como se muestra en la figura 3.22. Al mismo tiempo, se realizaron estudios de suelos y se
llevó a cabo un estudio detallado de la ubicación de los edificios dañados y no dañados a lo largo de toda la
ciudad. Ya que las características dinámicas de los suelos que componen el valle de Caracas son
relativamente uniformes en toda su extensión, la profundidad del aluvión se constituyó en la única
variable significativa capaz de afectar la respuesta dinámica de los depósitos y en consecuencia de las
estructuras sobre ellos fundadas.
45
Falla 0
Las Adjuntas VALLE DE CARACAS
45
H Ts H Ts
0
0 Roca 0.18 100 0.89
20 20 0.32 130 1.03
30 0.38 180 1.19
45 0.51 230 1.39
60 0.66 280 1.53
75 0.77 300 1.655
Figura 3.22 Mapa de Caracas mostrando el espesor del aluvión a la roca, según Weston
Geophysical Engineers International, Inc. U.S.A.25, 1969.
Con la ayuda de esta información se pudo investigar la relación existente entre la intensidad de daño
estructural (definida como el cociente de dividir el número total de edificios dañados entre el número total
de edificios existentes en cualquiera de las zonas estudiadas), y la profundidad aluvional de los depósitos
26
en diferentes zonas de la ciudad de Caracas. Los resultados de esta investigación son los mostrados en la
figura 3.23.
100
De la figura 3.23 claramente se
desprende que para depósitos N = No. DE PISOS
aluvionales con espesores inferiores a 90
los 100 metros, la intensidad de daños N > 14
(arriba definida) fue mayor para 80
edificios comprendidos en el rango de
3 a 9 pisos, mientras que para
Públicas de 1955. La esbeltez en la dirección Norte-Sur era igual a 3,88 mientras que la relación de esbeltez
en la dirección larga, Este-Oeste, era igual a 1,51.
A la luz de estos resultados, se investigó la posibilidad de que esos efectos pudieran haber sido anticipados
analíticamente como resultado de los efectos de interacción suelo-estructura.
0
Vsp =210 m/s 3.9.2 Condiciones del Suelo Local
20
Vsp =450 m/s
Profundidad del Aluvión (metros)
Para la caracterización del suelo, se utilizaron las curvas promedio de la variación del módulo de corte y de
la razón de amortiguamiento con las deformaciones unitarias obtenidas mediante ensayos realizados con
13
innumerables muestras de suelos no-cohesivos .
Estas curvas se utilizaron conjuntamente con los resultados mostrados en la figura 3.25 con el fin de
determinar, para cualquier nivel de deformación unitaria de corte, los valores del módulo de corte y razón
de amortiguamiento correspondientes al suelo de Caracas.
que en 1952 afectó el Condado de Kern, en California. La aceleración máxima estimada en roca para el
terremoto de Caracas fue de 0.03g.
19
La respuesta dinámica de los depósitos se determinó con la ayuda de análisis apropiados , tomando como
excitación el acelerograma así generado. La figura 3.26 muestra la variación de los espectros de
aceleración y del período fundamental del suelo TS con la profundidad de los depósitos aluvionales del
valle de Caracas, calculada analíticamente para el terremoto de 1967. La razón de amortiguamiento crítico
adoptada en el análisis fue del 5%.
0.4 .4 .4 .4
ACELERACIÓN (g)
0.3 .3 .3 .3
0.2 .2 .2 .2
0.1 .1 .1 .1
0 0 0 0
0 0.5 1.0 1.3 2 0 0.5 1.0 1.3 2 0 0.5 1.0 1.3 2 0 0.5 1.0 1.3 2
PERÍODO (s) PERÍODO (s) PERÍODO (s) PERÍODO (s)
.3 .3 .3 .3
.2 .2 .2 .2
.1 .1 .1 .1
0
0
0 0.5 1.0 1.3
0
2 0 0.5 1.0 1.3 2 0 0.5 1.0 1.3 2 00 0.5 1.0 1.3 2
PERÍODO (s) PERÍODO (s) PERÍODO (s) PERÍODO (s)
0 A 0 = 0.062g A 0= 0.067g A 0= 0.06g A 0 = 0.063g
0 0 0
50
100
150 130
200 180
Ts = 1.03 s
250 230
Ts = 1.19 s
300
T s = 1.39 s 300
350
Ts = 1.655 s
Figura 3.26 Terremoto de Caracas de 1967. Espectros de aceleración y períodos fundamentales de
los depósitos evaluados analíticamente13 .
VULNERABILIDAD SÍSMICA 3-27
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
En general, los efectos de interacción suelo-estructura son de dos tipos: a) efectos físicos de contacto que
cuantifican las diferencias en la respuesta de la superficie del terreno en zonas adyacentes al edificio
debido a la presencia de éste, o cuantifican los cambios que se introducen en la respuesta de la estructura
como resultado de la deformabilidad del suelo del depósito, y b) cambios en la respuesta estructural del
edificio inducidos al variar las condiciones del suelo local, y en consecuencia, variando las características
de los movimientos generados en la superficie de los depósitos, aún para un mismo terremoto.
Con el fin de estudiar los efectos de la interacción suelo-estructura han sido desarrollados varios modelos
analíticos que comprenden desde sistemas de masas discretas interconectadas con resortes y
amortiguadores, hasta modelos más complejos que permiten estudiar el problema en dos y tres
dimensiones mediante el uso de elementos finitos.
Estudios recientes han demostrado que en sistemas acoplados suelo estructura, la influencia de la
deformabilidad del terreno en el período, corte basal y desplazamientos laterales de edificios, rara vez
sobrepasan el 15% de los valores que se hubiesen encontrado para la respuesta dinámica de los mismos si
estos no hubiesen estado acoplados directamente al depósito, es decir, si se les hubiese analizado
dinámicamente empleando como acelerograma el obtenido en la superficie del depósito al someter las
bases rocosas del mismo a un acelerograma determinado.
Por otra parte, también ha sido demostrado que la variación del contenido de frecuencias de los
acelerogramas obtenidos en la superficie de depósitos como consecuencia de variar las condiciones del
suelo local, aún para un mismo terremoto, se traducen en variaciones de la respuesta estructural que
algunas veces pueden llegar a un 500%.
22,23
En efecto, en esa investigación , y con el fin de estudiar la influencia que las variaciones de las
condiciones del suelo local ejercen en la respuesta estructural de un sistema suelo estructura
desacoplado, se estudió el comportamiento dinámico de un edificio aporticado flexible (similar a los
comúnmente construidos en Caracas), sometiéndolo en su base a los acelerogramas generados en la
superficie de los depósitos aluvionales de Caracas.
La figura 3.27 muestra la variación del máximo corte basal y del máximo momento de vuelco basal
resultante. Nótese que la respuesta máxima de la estructura ocurre cuando el período fundamental de la
misma (en este caso T1 = 1,65 segundos) coincide con el período fundamental del deposito (Ts = 1,655
segundos para un depósito con una profundidad de 300 metros de aluvión).
A la luz de estos resultados, parece lógico concluir que para la mayoría de las construcciones civiles (edificios
altos y flexibles en general), los efectos de la interacción física entre el suelo y la estructura son pequeños, y
por tanto despreciables, especialmente si los comparamos con los efectos que se pueden inducir en la
respuesta dinámica de la estructura si se alteran las condiciones del suelo local (espesor del aluvión en el
caso del valle de Caracas), aún para un mismo terremoto. Resulta importante señalar que este tipo de
27
comportamiento ha sido observado más recientemente en el terremoto de Ciudad de México de 1985 .
0.08
la superficie (g)
Aceleración en 0.04
0.00
0 100 200 300 400 500
1400
T1=1.65 s
1000
de Vuelco (kips-ft)
variable
400
Vmáx= Máximo corte basal
200 M máx= Máximo momento basal Figura 3.27 Variación del
máximo corte basal y del
0
0 100 200 300 400 500 máximo momento de
Espesor del Aluvión (metros) vuelco con la profundidad
Período
Fundamental del
del aluvión. Terremoto de
Depósito Ts (s) Caracas, 1967
0.0
0.4
0.8
0.9
1.0
1.1
1.2
1.3
1.4
1.5
1.6
1.8
Con el fin de evaluar analíticamente para el terremoto de Caracas de 1967 la variación de la respuesta
estructural de edificios de distintos períodos fundamentales con la profundidad de los depósitos, se
adoptó el modelo desacoplado de suelo-estructura.
De la figura 3.27 se desprende que, aunque la variación de la aceleración máxima en la superficie de los
depósitos no varía sustancialmente con la profundidad de aluvión de los mismos, sin embargo, se observa
un incremento muy pronunciado en los valores del máximo corte basal y del máximo momento de vuelco
en el edificio estudiado cuando el espesor de los depósitos es mayor de 150 metros. Nótese también, que
para ese edificio, la forma de las distribuciones de los máximos cortes básales y de los máximos momentos
de vuelco, son muy similares a la forma de la distribución de intensidad de daños mostrada en la figura 3.23.
A la luz de estos resultados, se evaluó analíticamente la distribución promedio del índice de potencial de
daños, Fr (ecuación 3-1), para grupos de estructuras con períodos fundamentales comprendidos entre 0,29
y 0,65 segundos, 0,75 y 1,20 segundos, y 1,25 y 1,70 segundos respectivamente, y para depósitos
aluvionales de distinto espesor.
(3-1)
siendo
Vmax = Corte basal máximo
T = Período fundamental de la estructura
W = Peso del edificio
C = Coeficiente de corte basal de diseño, (MOP1955), (ver figura 7.14 de la sección
7.7 del libro)
Quedó demostrado analíticamente, que los efectos de interacción suelo-estructura ejercieron una enorme
influencia en la distribución observada de la intensidad de daño estructural durante el terremoto de
Caracas de 1967, y estos efectos se debieron fundamentalmente a la variación de la amplitud y del
contenido de frecuencias de los movimientos del terreno inducidos en la superficie de los depósitos como
consecuencia de variar las condiciones del suelo local (en este caso, variando el espesor de los depósitos).
También se pudo concluir que “la respuesta estructural es máxima cuando su período fundamental coincide o
es próximo en magnitud, al período fundamental de los depósitos.”
De particular importancia es el hecho de que índices tales como Fr pudieron simular analíticamente y con
un grado aceptable de precisión la distribución de la intensidad de daño estructural a todo lo largo de la
ciudad, indicando así la factibilidad de que los procedimientos analíticos aquí empleados puedan
aplicarse en la estimación del patrón de intensidad de daños esperado ante la acción de sismos futuros.
En la sección 2.8 del Capítulo 2 habíamos definido el período predominante Tp como el período asociado a
la máxima aceleración espectral, siendo éste uno de los parámetros más representativos del espectro de
aceleraciones.
La influencia que las condiciones del suelo local ejercen en las formas de respuesta se ilustra claramente en la
figura 3.29.
5 0 5 0
Magnitud=6.9 1 Magnitud=6.9 N=80 a 100
Dist. Epic=132 km Dist. Epic=125 km
4 7 4 14
N=3-18
11 19
N=20-45 22 N=50
3 14 3 N=7-20
26
Sa A 0
Sa A 0
N>50 N>100
31
22 34 N=15-20
2 24 2 N=30-40
40
N=25-30
N=40-120 47
1 31 1 N=15-20
51 N=70-100
Tp=1.3 s 53
Tp=0.3 s N=20-30
54
N>100
00 1 2 3 4 00 1 2 3 4
Período T (s) Período T (s)
Figura 3.29 Influencia de las condiciones de suelo local en la forma de los espectros
normalizados de aceleración absoluta7 .
En efecto, en dicha figura se muestran los espectros normalizados de aceleración absoluta generados a partir
de los acelerogramas registrados durante un terremoto de magnitud Ms=6.9 a distancias similares de 132
km y 125 km respectivamente en la superficie de depósitos de distinta composición litológica: el primero,
7
(sitio A), un suelo muy rígido y el segundo, (sitio B), compuesto por capas intermedias de arcilla blanda .
En el sitio A el período predominante Tp es igual a 0,3 segundos, mientras que en el sitio B el período
predominante Tp es igual a 1,30 segundos. El drástico corrimiento del período predominante hacia la
derecha es indicativo de que el suelo en el sitio B es un suelo blando.
La figura 3.30 muestra 2 espectros de aceleración obtenidos durante el sismo de San Francisco, California,
del 22 de marzo de 1957. El primero (a), fue obtenido en roca en la localidad del Golden Gate Park, y el
segundo (b), en la superficie de un depósito de suelo blando. La aceleración en roca fue de 0,105g, mientras
que en la superficie del depósito de suelo blando la aceleración registrada fue de 0,048g.
0.4 0.4
0.2 0.2
0.1 0.1
35 Arcilla blanda
Lecho
rocoso
55 Arcilla media
100
Arcilla dura 21
10
Arena
90 Arcilla dura
200
42 Arena y grava
300
Lecho
rocoso
Figura 3.30 Espectros de aceleración en depósitos con distinta composición litológica. Terremoto
de San Francisco del 22 de marzo de 19577.
18
Este hecho contradice los resultados propuestos por Idriss mostrados en la figura 3.17. Esta
incongruencia quizás se deba a la pequeña magnitud de este sismo, a pesar de que ocasionó daños algo
28
severos en las localidades de Westlake y Daly City, en las proximidades de San Francisco .
Resulta importante observar que para una edificación, por ejemplo con un período fundamental de 1
segundo, la ordenada de la aceleración espectral en el depósito (b) de suelo blando es 3 veces mayor que la
ordenada correspondiente al mismo período en la superficie del depósito (a) de suelo rocoso, indicando un
peor desempeño de las edificaciones flexibles en el depósito de suelo blando, aún y cuando la aceleración
en la superficie del depósito blando fue 54,29% menor que la registrada en roca, (ver también ejemplos de
la sección 2.12 del Capítulo 2 del libro).
Otro ejemplo interesante se observa comparando los acelerogramas y espectros de aceleración mostrados
en la figura 3.31.
0.3 0.3
(a) (b)
San Francisco, 1957 Kern county, 1952
E-W, Cal Tech Atheneum
Aceleración Espectral, (g)
Aceleración Espectral, (g)
M=5.25 D=18 km
N45E Southern Pacific Suelo no cohesivo
0.2 Co. Building 0.2 M=7.6 D=127 km
Suelo Blando A 0=0.053g
A 0=0.048g
0.1 0.1
Tp =0.2s Tp =0.64s
0.049g
0.008g
0.0 0.0
0 1 2 3 0 1 2 3
Período Natural, T (s) Período Natural, T (s)
0.06
(a)
Aceleración, (g)
0.04
0.02
0.00
0.02
0.04
0.06
0 5 10 15 20
0.06
Aceleración, (g)
En esa ocasión, dos eventos muy disímiles en magnitud, tipo de suelo y distancias epicentrales, una
cercana de 18 km, y la otra lejana de 127 km, alcanzaron en la superficie de los depósitos correspondientes
aceleraciones pico comparables, una igual a 0,048g y la otra igual a 0.053g con una diferencia del orden
del 11%.
Es evidente que el período predominante del espectro en el sismo de Kern County está desplazado hacia la
derecha, debido fundamentalmente a la influencia de la gran distancia epicentral y a las marcadas
diferencias en el contenido de frecuencias que se observan en los acelerogramas mostrados.
Por ejemplo para una edificación con un período fundamental de 2 segundos la aceleración espectral en el
sismo de Kern County es 6,125 veces mayor que la aceleración espectral correspondiente, para el mismo
período en el sismo de San Francisco, siendo por tanto más vulnerable.
Hasta la fecha se han llevado a cabo numerosas investigaciones con el fin de anticipar formas espectrales
normalizadas típicas promedio representativas de la respuesta de depósitos de distinta composición
litológica.
Las formas espectrales normalizadas comúnmente se obtienen promediando, para cada tipo de suelo, los
espectros de aceleración correspondientes disponibles obtenidos directamente de los registros de
terremotos pasados.
De esta manera, multiplicando las ordenadas de los espectros normalizados promedio, bien sea por
factores representativos de la intensidad del espectro, o bien, por la aceleración máxima estimada, se
pueden obtener, para cada grupo de suelos, espectros elásticos de respuesta en la superficie de los
depósitos.
4
NÚMERO TOTAL DE x=5%
REGISTROS ANALIZADOS: 104
Aceleración Normalizada
1
Roca
(28 registros)
Figura 3.32 Espectros promedios
de aceleración para diferentes 0
condiciones de suelo29. 0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Período T (s)
Quizás, uno de los estudios más divulgados en la literatura reciente corresponde a la familia de formas
29
espectrales propuestas para los 4 tipos de suelos más usuales por Seed, Ugas y Lymer . La figura 3.32
ilustra dichos resultados. Este procedimiento es muy sencillo y de fácil aplicación. No obstante se requiere
experiencia y juicio para la selección de las aceleraciones esperadas.
La figura 3.33, muestra las diferencias obtenidas al comparar los espectros normalizados obtenidos a
partir de los registros instrumentales en la superficie de 3 depósitos con características litológicas
distintas asociados a 3 eventos sísmicos recientes y los anticipados mediante las curvas propuestas por
Seed, Ugas y Lysmer. De esta simple comparación resulta evidente que las formas espectrales no siempre
pueden anticiparse en forma satisfactoria simplemente escalando formas espectrales normalizadas
promedio.
5 1.0 5
SAN FRANCISCO, 9/02/1971 BUCAREST,RUMANIA, 4/03/1977 MÉJICO, 19/05/1962
Ms =6.6 DIST. EPICENTRAL: 37km Ms =7.2 DIST. EPICENTRAL:165km Ms =7.1 DIST. EPICENTRAL: 260km
0.9
(CALTECH SEISMOLOGICAL LAB.) (ICCPDC-INCERC.) x = 5% x = 5%
4 COMPONENTE A0 0.8 SUELO: ALUVIÓN PROFUNDO 4 SUELO: BLANDO
NS 0.089g (GRUPO II) (GRUPO I)
0.7
Aceleración Espectral
EW 0.192g
Registro Registro
3 0.6 3
Registro
0.5
SUELO: ROCA
2 (GRUPO II) 0.4 2
0 0 0
0 1 2 3 0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 0 1 2 3
Período T (s) Período T (s) Período T (s)
En realidad, anticipar formas espectrales es un problema complejo puesto que la forma de los espectros
varia no solamente en función de las características del perfil de suelo del depósito, sino también en
función de otros parámetros importantes, como son: la distancia a la zona de disipación de energía y la
rigidez del depósito en el sitio de la estación del registro.
En este libro se han clasificado los suelos en función de su forma espectral en 2 grandes grupos: el grupo I
correspondiente a los suelos blandos, y el grupo II que abarca todos los demás.
Basados en las variaciones observadas de las formas espectrales de los 104 registros instrumentales
utilizados por Seed, Ugas, Lysmer, y en los resultados obtenidos analíticamente de la respuesta no-lineal
29,30,31,32,33
de depósitos ubicados en distintas regiones de Venezuela ,se ha visualizado un método analítico
sencillo que permite, mediante el auxilio del gráfico de la figura 3.34, resolver el siguiente problema:
conocidos la distancia a la falla, la forma del espectro de aceleraciones, y en consecuencia, el periodo
predominante espectral Tp, determinar, para el tipo de suelo del depósito en donde se obtuvo el registro, el
espectro normalizado suavizado de aceleraciones. El método propuesto para la evaluación del período
fundamental del depósito será explicado en la sección 3.13.
La forma de los espectros y la ubicación relativa del periodo predominante espectral Tp, depende
básicamente de los siguientes parámetros:
Los períodos T1, T2, Tp, T3, T4 y T5 indicados en dicha figura son períodos notables del espectro normalizado
de aceleración cuyos valores se obtienen como a continuación se indica:
Tabla 3.3
T1 T2 Tp T3 T4 T5
FST1 FST2 FSTp 2Tp T2 1,5T3 2,5T4
En la tabla 3.4 se observa que la amplificación espectral b varía en función de la distancia D (en
kilómetros) a la zona de disipación de energía.
(3-2)
Resulta sin embargo importante señalar que la posición relativa de los puntos notables del espectro base
de la figura 3.34 no es estática. Los períodos T1,T2 y T3, y en consecuencia el periodo predominante Tp, son
variables que dependen de un factor de corrimiento FS, y de unos valores fijos de referencia - T1, -
T2, y -
T p,
mostrados en la tabla 3.4.
Tabla 3.4
Grupo Suelo T- 1 T- 2 T- p b Anmin
I Blando 0,22 0,33 0,38 2,8+ 0,005 D 0,6
II Roca 0,18 0,30 0,38 3+ 0,005 D 0,3
Rígido 0,18 0,30 0,38 3+ 0,005 D 0,35
No cohesivos (gran espesor) 0,18 0,30 0,38 3+ 0,005 D 0,45
El valor de la variable FS puede encontrarse para cada tipo de suelo mediante la siguiente relación:
(3-3)
El factor de corrimiento FS es una variable, que dependiendo de su valor, desplaza el periodo predominante del
espectro base Tp, hacia la izquierda o hacia la derecha. Así, de la ecuación (3-3), se desprende que cuando FS < 1
se tiene que Tp < T-p , y en consecuencia el espectro base se desplaza hacia la izquierda. Por el contrario,
cuando FS > 1, se tiene que Tp > T-p , y en consecuencia el espectro base se desplaza hacia la derecha.
3.12.1 Ejemplo 3
Foster City, California, cuyo espectro es el mostrado en la figura 3.35. Compare luego la forma del espectro
resultante con la del acelerograma registrado en dicho evento. La magnitud fue Ms=7.0 mientras que la
18
distancia epicentral fue igual a 48 km. El tipo de suelo es blando .
0.4 150
0.29
0.2 Tp =0.66 s 730
183
200 1056
0.0
0
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
0.5
Roca
Período T (s)
Figura 3.35 Espectro de aceleraciones y condiciones del suelo local. Foster City, terremoto de Loma Prieta
del 17/10/1989 (adaptado de Idriss18 ).
Solución:
3,04 1,744
Se obtienen multiplicando las ordenadas normalizadas recién evaluadas por la aceleración máxima A0 del
registro de aceleraciones. En el ejemplo, A0 = 0,29 g. Así,
Para efectos ilustrativos calcularemos un solo valor. Sea por ejemplo el valor de aceleración espectral
asociado al período T = 0,85 segundos.
De la figura 3.34 se desprende que en este tramo la aceleración normalizada viene dada por la ecuación:
(3-4)
1.4
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
Encuentre, utilizando el 0
2.8
método propuesto en la
0.382
0.573
0.747
1.121
sección 3.12, el espectro de Período T (s)
aceleraciones correspondiente Figura 3.36 Anticipación del espectro de aceleraciones según el
a la componente E-W del método propuesto.
registro de instrumental l
obtenido en la estación SCT del terremoto de Ciudad de México del 19 de septiembre de 1985 cuyo espectro
de aceleraciones es el mostrado en la figura 3.37. Compare luego la forma del espectro suavizado
resultante con la del acelerograma registrado en dicho evento. La magnitud fue Ms =8.1 a una distancia
epicentral a la falla de 300 km. El suelo es blando.
0.7 D = 300 km
Arcilla 75
20
0.6
0.5 30 31
Arena densa limosa 110
0.4 34 Arcilla 110
38
0.3 40 900
Estrato duro
0.2 50
0.17 D : Distancia a la falla
0.1 Tp =2 s
1.0
2.0
3.0
4.0
Solución
Tp = 2 s A0 = 0,17 g D = 300 km
Siguiendo las mismas etapas del ejemplo 3 se obtiene finalmente el espectro mostrado en la figura 3.38.
Observe el buen grado de similitud encontrado.
1.0
Ciudad de Méjico x=5%
0.9 19/09/1985
Estación SCT Registro E-W
0.8 M s = 8.1
0.731 D = 300 km
0.7
Aceleración Espectral S a(g)
0.6
0.5 Método
propuesto
0.4 Ts =2 s
0.3
0.2
0.17 D : Distancia a la falla
0.1 Tp =2 s 0.102
0.0
Figura 3.38 Anticipación del
1.737
2.263
0.0
1.0
2.0
3.0
4.0
1.158
espectro de aceleración
Período T (s)
según el método propuesto.
3.12.3 Ejemplo 5
4
H (m)
x=5%
0 Arcilla arenosa
KERN COUNTY, 3.3
21/07/1952
10 Grava
E-W M s =7.6
3
Aceleración Normalizada An
D=127km
16.5
A 0= 0.053g 20
Caltech Athenaeum
2 30
Arena y grava
90
100
1 105
ALUVIÓN NO-COHESIVO
PROFUNDO GRUPO II 110
Tp=0.77 s Roca
Figura 3.39 Espectro
normalizado de aceleración 0
34 0 1 2 3
y perfil del depósito .
Período T (s)
Solución:
4
Para suelos aluvionales no-cohesivos de gran espesor, x=5%
3.635
KERN COUNTY,
c) Factor de corrimiento (ecuación 3-3) 21/07/1952
3 E-W Ms =7.6
Aceleración Normalizada A n
D=127 km
A 0 = 0.053g
Caltech Athenaeum
d) Períodos notables del espectro (tabla 3.3)
2
1.5
1
Registro real
Método propuesto
1.4
0.365
0.608
0.932
Período T (s)
f) Puntos notables del espectro normalizado (figura 3.34) Figura 3.40 Anticipación del espectro de
aceleraciones según el método propuesto.
(tabla 3.4)
Numerosas observaciones llevadas a cabo después de la ocurrencia de sismos destructivos han mostrado
que existe una marcada correlación entre el daño ocasionado en edificaciones y las condiciones
geotécnicas locales, siendo en general mayor el daño en depósitos aluvionales de gran espesor o en
depósitos de suelo blando que el observado en depósitos de suelo duro rígido o en roca.
A pesar que gran parte del daño observado es atribuible a asentamientos excesivos del terreno,
deslizamientos y licuefacción, existe también evidencia de que las condiciones del suelo local afectan
directamente las características de los movimientos del terreno: amplitudes, contenido de frecuencias, y
la forma del espectro. La figura 3.29 muestra claramente que existe un desplazamiento de la forma
espectral hacia la zona de períodos más largos a medida que disminuye la rigidez del depósito. En la
sección 3.10 ya habíamos discutido algo al respecto.
Comentábamos en las secciones anteriores que las condiciones del suelo local ejercen una enorme
influencia en la forma del espectro de aceleraciones. En esta sección se propone un método analítico
GRUPO I: Suelos blandos GRUPO II: Roca, suelos rígidos y no
cohesivos de gran espesor
3.0 2.0
2.0 2.0
2.0
1.8
1.8
1.6
1.6 1.4
1.5 1.0
1.4 1.2
1.2 1.0
1.0 1.0 0.6
0.8 0.5 0.4
0.6 0.2
0.5
0.1
Ts : Período fund. depósito (s)
0.0 0.0
0 50 100 150 300 350 0 50 100 150 200 250
Distancia a la Falla (km) Distancia a la Falla (km)
Figura 3.41 Variación propuesta del período predominante en función del período fundamental del
depósito y de la distancia a la falla.
sencillo que permite evaluar el período fundamental del depósito Ts a partir de: la distancia a la falla D, la
forma del espectro de aceleraciones asociado a algún registro instrumental, el período predominante del
espectro Tp y el tipo de suelo donde se obtuvo el registro.
La ubicación relativa del período predominante espectral Tp depende básicamente de los siguientes
factores: a) del período fundamental del depósitoTs, y b) de la distancia a la zona de disipación de energía, D.
Dependiendo del tipo de suelo (grupos I y II), el período fundamental del depósito puede hallarse
directamente a partir de las curvas mostradas en la figura 3.41. En suelos blandos (grupo I), el período
fundamental del depósito Ts es igual al período predominante del espectro de aceleraciones Tp para
distancias a la falla mayores a 140 km.
3.13.1 Ejemplo 6
Obtener mediante el método propuesto el período fundamental de los depósitos de suelo en donde se
obtuvieron los registros de aceleración de los siguientes tres eventos sísmicos:
a) Foster City (figura 3.35); terremoto de Loma Prieta del 17 de octubre de 1989.
b) Ciudad de México (estación SCT ; figura 3.37); terremoto de México del 19 de septiembre de 1985.
c) Caltech Atheneaum (figura 3.39); terremoto de Kern County del 21 de julio de 1952.
Solución:
Caso a:
18
Tipo de suelo: blando (Grupo I)
18
Distancia epicentral D = 48 km
Período predominante Tp = 0,66 s, (figura 3.35).
Con esta información y con el auxilio de las curvas correspondientes al grupo I mostradas en la figura 3.42
se obtiene, que el período fundamental del depósito es igual a 0,84 segundos.
Caso b:
27
Tipo de suelo: blando (Grupo I)
27
Distancia a la falla D = 300 km
Período predominante Tp = 2 s (figura 3.37).
Con esta información y con el auxilio de las curvas correspondientes al grupo I mostradas en la figura 3.42
se obtiene, que el período fundamental del depósito es igual a 2 segundos.
Caso c:
34
Tipo de suelo: No-cohesivo de gran espesor (Grupo II)
29
Distancia epicentral D = 127 km
Período predominante Tp = 0,77 s
Con esta información y con el auxilio de las curvas correspondientes al grupo II mostradas en la figura 3.42
se obtiene, que el período fundamental del depósito es igual a 1,47 segundos.
3.0 2.0
GRUPO I GRUPO II
Ts : Período dinámico del sitio (s) Ts : Período dinámico del sitio (s)
2.5 2.5 Ts
0.0 0.0
0 50 100 150 300 350 0 50 100 150 200 250
48
127
Distancia a la Falla (km) Distancia a la Falla (km)
Figura 3.42 Utilización de las curvas propuestas para la evaluación del período fundamental del depósito.
En las primeras etapas de un proceso de microzonificación sísmica, por ejemplo, la evaluación del período
fundamental de un depósito de suelo por medio de esta técnica puede ser particularmente útil en una
ciudad donde existe una red de acelerógrafos instalados y se produce un sismo.
En efecto, conocidas las formas de los espectros de aceleración obtenidos a partir de los registros de
aceleraciones en la superficie del terreno (acelerogramas), puede obtenerse el período fundamental
(también llamado período dinámico) de los depósitos directamente a partir de los gráficos de la figura 3.41
si el tipo o grupo de suelo y la distancia a la falla en la estación sismológica son conocidos.
De esta forma podrían detectarse, en una primera etapa de interpretación de daños, cambios en la
geometría, espesor, rigidez e identificación del tipo de suelo que conforman los depósitos en áreas
determinadas de una ciudad sin necesidad de llevar a cabo perforaciones profundas o costosos estudios
geotécnicos y geofísicos del terreno.
La microzonificación sísmica de una ciudad envuelve el manejo de una gran cantidad de información referente
a la evaluación del riesgo sísmico, amenaza geológica, clasificación de las propiedades del suelo local, análisis
de la respuesta dinámica de los depósitos, y evaluación de los efectos de interacción suelo-estructura.
Implica además la creación de códigos, normas y reglamentos para el diseño, planificación urbana,
ordenanzas municipales, cobertura de seguros, planes de defensa civil, clasificación de las edificaciones
La figura 3.45 muestra un mapa indicando la vulnerabilidad sísmica de edificaciones ubicadas en el valle
de Caracas evaluada tomando en cuenta las condiciones del suelo y geología local, el tipo de estructura y
36
su variación con la profundidad de los depósitos de aluvión .
Las figuras 3.46 y 3.47 muestran que la ubicación de edificaciones en el valle de Caracas en las zonas de los
cerros y montañas (zona R en la figura 3.45) y en las zonas de los Palos Grandes, Altamira, Santa Eduvigis y San
Bernardino (zonas A y B en la figura 3.45) son diametralmente opuestas a las recomendadas en la figura 3.45.
Catia San
Cota Mil Bernardino
90 C 90 230 A
45 120
45
San Martín C 0 160
45 0
0 R
0
R 0 R 0
El Paraiso 0
0
Las
Mercedes
Falla Petare
45
Las R
Adjuntas 0 R C metros
0 1000 2000 3000 4000
El Valle
45
0
0
20 VULNERABILIDAD SÍSMICA DEL VALLE DE CARACAS
R
E ZONAS A y B: Vulnerables para edificios altos y/o
C flexibles, T1³1.0 s. Aptas para edificios rígidos.
O
M ZONA C: Aptas para cualquier tipo de edificación
E racional.
N
D ZONA R: Inadecuada para edificios rígidos con pantallas o
A estructuras bajas aporticadas con exceso de tabiquería,
C quintas y viviendas de escasos recursos, T1 £ 0,3 s.
I
O
Figura 3.45 Mapa esquemático de microzonificación N ZONA DE FALLA: 1) Tacagüa-El Avila: Prohibitiva para
36 E cualquier tipo de edificación, (Deslaves, Cota Mil).
sísmica de la ciudad de Caracas . S 2) Las Adjuntas: Construcción no recomendable.
Figura 3.46 Asentamiento de viviendas en cerros Figura 3.47 Concentración de edificios altos en la
perimetrales al valle de Caracas, (Foto J.L. Alonso). zona de Los Palos Grandes, (Foto J.L. Alonso).
El rápido, creciente, desorganizado y continuo desplazamiento de la población rural hacia las grandes
ciudades como en el caso de la ciudad de Caracas reviste características alarmantes, causando por un lado
la ubicación indiscriminada de viviendas marginales o de escasos recursos en terrenos inapropiados y de
altísima peligrosidad (ver figuras 3.4 a la 3.7, 3.46 y 3.48), y por el otro, el congestionamiento del tráfico
vial, de hospitales, colegios, edificios de vivienda, industrias, etc., aumentando en forma exponencial la
densidad humana por unidad de área, y por ende, su vulnerabilidad ante la ocurrencia de amenazas
naturales.
Esta situación, aunada a un anárquico crecimiento urbanístico experimentado en las zonas periféricas de
las grandes ciudades ubicadas en zonas sísmicamente activas, aumenta la posibilidad de que un
terremoto pueda diezmar estas zonas.
Figura 3.48 Etapa inicial de asentamiento de Finalmente, conviene nuevamente resaltar que
viviendas de escasos recursos, (Foto J.L. Alonso). desde el punto de vista de la ingeniería geotécnica
debe tenerse especial cuidado en la selección
apropiada de las zonas destinadas a la construcción de viviendas. Pero esta recomendación no solo es
válida para la construcción de viviendas de escasos recursos en zonas montañosas geológicamente
inestables como es el caso que recién apuntábamos. También es válida para todo tipo de construcción de
edificaciones en zonas potencialmente licuables tales como las mostradas en el Complejo Turístico El
Morro, ubicado en la región nororiental de Venezuela, (ver figura 3.50).
Figura 3.49 Asentamiento piloto de viviendas de bajos Figura 3.50 Complejo Turístico El Morro,
recursos económicos, (Foto J.L. Alonso). diciembre de 2006, (Foto J.L. Alonso).
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4.7
4.8
4.9
4.10
4.11
Introducción
Proceso del Análisis y Diseño Estructural
Identificación de las Cargas o Acciones
Clasificación de las Cargas en Edificaciones
Métodos de Diseño Estructural
Solicitaciones para el Estado Límite de
Agotamiento Resistente
Factores de Minoración de la Resistencia
Ejemplo
La Seguridad. Aspecto Fundamental
Comentarios Adicionales
Bibliografía Seleccionada
4
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Durante siglos el hombre ha dedicado enormes esfuerzos en la construcción de sus viviendas, acueductos,
puentes, viaductos, túneles, ferrocarriles, tanques, torres de transmisión eléctrica, edificios industriales,
aeropuertos, hangares, refinerías, presas, etc. Para ello, ha hecho uso de los principios del análisis y diseño
estructural. Su diseño ha estado motivado por la necesidad del uso de dichas obras de ingeniería. En este
Capítulo se analizan las etapas que intervienen en el proceso del análisis y diseño estructural de
edificaciones, especialmente aquellas ubicadas en zonas de alto riesgo sísmico.
Para el análisis y diseño de cualquier obra civil es preciso definir su uso, identificando y cuantificando las
acciones o cargas que pueden actuar sobre la estructura durante su vida útil. Para ello debemos tomar en
cuenta los factores físicos ambientales que intervienen para producir dichas cargas.
Una vez que las cargas han sido estimadas, el siguiente problema radica en seleccionar las combinaciones
más desfavorables de cargas que pudieran simultáneamente actuar sobre la estructura. Por ejemplo,
puede darse el caso que las pilas de un puente que atraviesa una quebrada sean golpeadas por un flujo
torrencial de agua y piedras, y al mismo tiempo originarse en su plataforma de rodamiento un
atascamiento de camiones y vehículos de carga en ambos sentidos. Pero también pudiese ocurrir que las
pilas del puente o sus estribos se hundieran por efectos de licuefacción producidos durante un terremoto.
El ingeniero estructural debe por tanto considerar distintas combinaciones de posibles escenarios y elegir
para el diseño el más desfavorable.
En zonas de alto riesgo sísmico, el proceso de la concepción de una edificación sismorresistente obliga a
los profesionales involucrados en el diseño a la difícil tarea de seleccionar acertadamente desde su inicio la
configuración y ubicación de los sistemas resistentes del conjunto. Este proceso debe incluir la naturaleza,
tamaño y ubicación tanto de los elementos estructurales como la de los elementos no estructurales.
Si la configuración inicial de la edificación es deficiente, también lo será el resultado final. Por el contrario,
si la concepción de la configuración y del esquema inicial es satisfactoria, el resultado final será más que
aceptable. De ahí la enorme importancia de una buena concepción inicial de la configuración, forma,
simetría y planificación constructiva de una edificación.
El primer aspecto del proceso del análisis y diseño estructural involucra la solución numérica de sistemas
de ecuaciones basados en los principios de la mecánica estructural, incorporando en el modelo las
propiedades de los materiales constructivos seleccionados. Durante este proceso se relacionan las
acciones o cargas externas impuestas al modelo estructural con su respuesta (esfuerzos y deformaciones
resultantes), permitiendo como objetivo primordial el diseño en forma segura y económica.
Para que el diseño sea exitoso el ingeniero estructural debe poseer un conocimiento exhaustivo de las
propiedades de los materiales constructivos seleccionados, así como también conocer y aplicar los
requerimientos normativos correspondientes. Una vez que se ha llevado a cabo un diseño preliminar en el
que se definen la geometría, proporciones y dimensiones de las secciones de los elementos que conforman
el sistema estructural, éste debe satisfacer los requerimientos de rigidez y resistencia, así como también
los requisitos relacionados con el uso, seguridad, eficiencia, estética y economía de la edificación.
El diagrama de flujo de la figura 4.1 sintetiza conceptualmente las etapas del proceso del análisis y del
diseño estructural de edificaciones comúnmente construidas por el hombre.
Inicio
Cumple No cumple
SI NO
Fin
Figura 4.1 Etapas del proceso del análisis y diseño estructural.
Quizás la tarea más difícil que un ingeniero estructural encara durante el proceso del diseño es la
identificación y estimación acertada de las cargas o acciones que pueden actuar sobre la estructura
durante su vida útil. Debe además ser capaz de distinguir con claridad la diferencia que existe entre cargas
estáticas y cargas dinámicas. Para ello es preciso recordar que la mecánica es una rama de la física que
estudia el estado de reposo o de movimiento de cuerpos sometidos a la acción de fuerzas, así como
también sus efectos.
A continuación se analizan los distintos tipos de cargas o acciones con las que un ingeniero estructural
debe estar familiarizado durante el proceso del análisis y diseño.
Las cargas estáticas son aquellas cargas que se aplican muy lentamente a la estructura y por ende pueden
considerarse invariables en el tiempo. Las deformaciones resultantes también ocurren muy lentamente y
alcanzan su máximo valor cuando la fuerza estática aplicada alcanza también su valor máximo.
Las cargas dinámicas son aquellas que actúan sobre la estructura, normalmente caracterizadas por
cambios rápidos en magnitud y en dirección. En consecuencia, las deformaciones correspondientes
también varían bruscamente, observándose que las deformaciones máximas no necesariamente tienen
lugar cuando las fuerzas aplicadas alcanzan sus valores máximos. Este es el caso asociado a la acción
sísmica.
La figura 4.2 muestra una clasificación general de acuerdo al tipo y duración de las cargas.
Entre los tipos de carga o acciones dinámicas que actúan sobre las estructuras pueden distinguirse las
originadas por la acción de equipos o maquinarias rotativas, impacto en puentes producidos por el frenado
de vehículos de carga, choque de barcos en muelles, explosiones, la acción del viento y el movimiento
sísmico.
El comportamiento dinámico de un sistema estructural bajo cargas dinámicas difiere del comportamiento
bajo cargas estáticas en los siguientes aspectos:
1. En el problema dinámico, tanto las cargas aplicadas como todo lo relacionado con la respuesta
estructural del elemento (deformaciones, fuerzas internas, esfuerzos, etc.) varían en el tiempo. En
consecuencia existirán tantas respuestas distintas como variaciones con el tiempo experimente la
carga aplicada. En el caso estático, por el contrario la carga aplicada permanece invariable en el
tiempo, y en consecuencia la respuesta estructural o solución es una sola.
2. El segundo y quizás más importante aspecto que distingue el problema dinámico del estático radica en
el hecho de que en el caso dinámico los desplazamientos de las juntas, así como también las
Cargas
Estáticas Dinámicas
La figura 4.3 muestra la diferencia de respuesta del diagrama de momentos de una viga simplemente
1
apoyada, sometida a la acción, a) de una carga estática P, y b) de una carga dinámica, P(t) .
P P(t)
y y
x x
fuerzas de
inercia
Diagrama de
momentos
2,3
En las normas venezolanas , se define como acciones a aquellos fenómenos que producen cambios en el
estado de tensiones y deformaciones en los elementos de una edificación. Las acciones se clasifican en
permanentes, variables, accidentales y extraordinarias. Se establecen además los criterios y requisitos
mínimos de las cargas o acciones que deben ser consideradas en el proyecto y construcción de
edificaciones.
Debido a su importancia y complejidad, las acciones correspondientes a los sismos y al viento son
4,5
analizadas en normas separadas elaboradas para ese fin.
Las acciones permanentes son aquellas que actúan continuamente sobre la edificación y cuya magnitud
puede considerarse invariable en el tiempo, como por ejemplo, las cargas debidas al peso propio, rellenos,
paredes, tabiques, frisos, instalaciones fijas, etc. Igualmente el empuje estático de líquidos y tierras que
tengan un carácter permanente, las deformaciones y los desplazamientos impuestos por el efecto de
pretensión, los debidos a movimientos diferenciales permanentes de los apoyos, las acciones reológicas y
de temperatura permanentes, etc.
La norma incluye los pesos unitarios probables de materiales comúnmente utilizados en la construcción,
tales como: piedras naturales, piedras artificiales, componentes de morteros y concretos, morteros,
maderas para uso estructural y no estructural, metales procesados y materiales varios. Incluye además
los pesos unitarios probables de los siguientes elementos constructivos: tabiques y paredes de
mampostería, tabiques y paredes de otros materiales, losas de piso y techos, revestimientos de techos,
impermeabilizantes, pavimentos y frisos (enlucido, revoque) y revestimiento de paredes.
La tabla 4.1 contiene una lista parcial de los pesos aproximados de algunos de los materiales comúnmente
utilizados en pisos, paredes, techos, etc., que hemos seleccionado a título ilustrativo.
3
Tabla 4.1 Pesos de algunos materiales usados en la construcción
DESCRIPCIÓN PESO UNIDAD
Losa nervada e=20 cm armada en una dirección 270,00 Kgf/m2
Losa nervada e=25 cm armada en dos direcciones 375,00 Kgf/m2
Tejas curvas de arcilla con mortero de asiento 100,00 Kgf/m2
Arena 1.600,00 Kgf/m3
Cemento 1.200,00 Kgf/m3
Bloque de concreto 15x20x40 cm sin frisar 210,00 Kgf/m2
Cielo raso colgante de paneles livianos 20,00 Kgf/m2
Revestimiento de porcelana con base de 1,5 cm 40,00 Kgf/m2
Concreto armado de agregados ordinarios 2.500,00 Kgf/m3
Las acciones variables son aquellas que actúan sobre la edificación con una magnitud variable en el
tiempo y que se deben a su ocupación y uso habitual, como cargas de personas, objetos, vehículos,
ascensores, maquinarias, grúas móviles, sus efectos de impacto, así como las acciones variables de
temperaturas y reológicas, y los empujes de líquidos y tierras que tengan un carácter variable, (reológicas:
son aquellas debidas a las deformaciones que experimentan los materiales en el tiempo por efectos de
retracción, fluencia, etc.).
Entre las acciones variables horizontales se encuentran: las cargas en tribunas de estadios, gimnasios,
hipódromos y otras estructuras similares, evaluadas según cualquier dirección como un 5% de las cargas
verticales correspondientes. Al mismo tiempo se considera el efecto de soportes temporales como son:
apuntalamientos y encofrados, expresándolos también como un porcentaje de su peso vertical.
Finalmente se consideran las acciones debidas a los empujes variables de tierras, materiales granulares y
líquidos.
Las cargas variables sobre entrepisos incluyen provisiones causadas por vibraciones y fuerzas de impacto
importantes originadas por ascensores, montacargas, maquinarias, grúas móviles, etc., basándose en los
datos técnicos del fabricante de los equipos.
La tabla 4.2 mostrada a continuación contiene un resumen de algunas de las cargas mínimas distribuidas
2
variables sobre entrepisos, expresadas en kgf/m .
3
Tabla 4.2 Ejemplos típicos de cargas mínimas distribuidas variables normativas
CARGA
USO DE LA EDIFICACIÓN AMBIENTE kgf/m
2
Son las acciones que en la vida útil de la edificación tienen una pequeña probabilidad de ocurrencia solo
durante lapsos breves de tiempo. Este tipo de cargas, también conocidas en otros países como cargas
ambientales, son causadas por el medio ambiente del lugar en el que está ubicada la edificación. En los
edificios son causadas básicamente por la lluvia, la nieve, el viento, cambios bruscos de temperatura y sismos.
3
Las acciones accidentales son definidas en la norma venezolana como aquellas que en la vida útil de la
edificación tienen una probabilidad de ocurrir solo durante lapsos breves de tiempo, como las acciones
6
debidas al viento o al sismo. En la norma americana ASCE , se incluye además dentro de este tipo de
acciones, la nieve, y la lluvia.
a. Viento:
Son muchas las fallas estructurales causadas por la acción del viento en edificaciones, especialmente en
aquellas regiones que son periódicamente afectadas por huracanes y tornados. La magnitud y la duración
de las cargas de viento varían en función de la ubicación geográfica, la altura de las edificaciones sobre la
superficie del terreno, la proximidad a edificaciones vecinas, y en función de las características e
intensidad del fenómeno.
4
Las acciones de servicio por efecto del viento se determinan mediante la siguiente relación :
(4-1)
En esta ecuación, W representa la magnitud estimada del empuje o succión que el viento produce sobre la
superficie tributaria afectada A. Su valor varía en función de la altura de la edificación sobre el terreno y
2
con la ubicación geográfica de la misma. La variable q, es la presión dinámica en kgf/m ejercida por el
viento que sopla en el plano normal a su dirección; G es el factor de respuesta ante ráfagas, que toma en
cuenta la naturaleza fluctuante del viento y su interacción con las construcciones; finalmente, la variable
C, es el coeficiente de empuje o succión que varía en función de la forma y orientación de la edificación con
respecto a la dirección desde donde sopla el viento (Barlovento).
b. Nieve:
En aquellas latitudes en las que se registran muy bajas temperaturas durante la estación de invierno, las
cargas del hielo y la nieve son muy importantes. Para el diseño de techos se utilizan cargas que oscilan
2
entre 50 y 200 kgf/m , dependiendo su magnitud primordialmente de la pendiente del techo y en menor
grado del tipo y textura de su superficie.
Los valores de carga de diseño más altos se utilizan en el diseño de techos planos, disminuyendo su
magnitud en techos inclinados. Resulta importante señalar que en algunos casos extremos se han
2
registrado cargas por nieve que superan los 400 kgf/m .
La nieve es una variable. Puede cubrir completamente un techo, o solo parte de él. Puede amontonarse
contra paredes o contra parapetos, e incluso puede deslizarse de un techo a otro techo con cota más baja.
El viento puede a veces soplar y limpiar los techos de la nieve, pero en ocasiones puede permanecer en su
posición aún durante la acción de vientos muy fuertes. La norma venezolana no contempla este tipo de
acciones.
c. Lluvia
A pesar de que las cargas en edificaciones asociadas a la nieve suelen ser más desfavorables que las
producidas por las lluvias, esta situación puede tornarse crítica en techos planos y terrazas de
edificaciones con acceso en las que su perímetro está cerrado por muros de mampostería. La precipitación
es un fenómeno atmosférico que es particularmente severo en regiones próximas al Ecuador.
Si el agua en un techo plano se acumula más rápidamente de la que sale a través de los bajantes de agua de
lluvia, se produce un encharcamiento o empozamiento, que en casos extremos (bajantes pluviales
inoperantes) se traduce en un incremento significativo de la carga muerta.
d. Sismo
Las fuerzas que una edificación debe resistir durante la acción de un sismo se originan de las sacudidas del
terreno, sobre el cual está fundada. La respuesta estructural, es decir, la magnitud y distribución de las
fuerzas y desplazamientos resultantes así inducidos varía en función de las características y propiedades
tanto de la estructura como de su fundación, así como también de las características, contenido de
frecuencias y duración del sismo actuante.
7
La figura 4.4 muestra en forma esquemática el comportamiento de un edificio durante un sismo . A
medida que las ondas sísmicas viajan a través de la superficie del terreno la base del edificio se desplaza
repetidamente de su posición original a la derecha y a la izquierda. Estos desplazamientos originan
fuerzas de inercia que se oponen a estos movimientos, dando como resultado desplazamientos laterales y
verticales del edificio que empieza a
vibrar como una viga en volado según
una serie de oscilaciones complejas.
Resulta importante diferenciar la naturaleza de las fuerzas causadas por la acción del viento de las
producidas por un sismo. Las fuerzas del viento son fuerzas externas aplicadas a la edificación y su
magnitud varía proporcionalmente en función de la superficie expuesta de la misma, mientras que las
fuerzas ocasionadas durante la acción de un sismo son fundamentalmente fuerzas de inercia, cuyas
magnitudes varían en función de las masas de la estructura y no en función del área expuesta, (véase el
Capítulo 10 del libro).
En el caso del viento, las fuerzas generadas pueden ser consideradas como cargas estáticas, contrastando
este tratamiento con el carácter dinámico de la respuesta de una edificación durante el sismo.
Se puede lograr que una estructura resista mejor el viento al hacerla más rígida, y por tanto más segura.
En el caso sísmico, hacer una estructura más rígida no necesariamente la hace menos vulnerable, (ver
ejemplo 2, de la sección 2.12.2 del Capítulo 2 del libro).
En los Capítulos 6 y 7 se tratarán en detalle las previsiones necesarias para el análisis y diseño de
edificaciones sismorresistentes.
Son las que normalmente no se consideran entre las que actúan en la vida útil de una edificación y que, sin
embargo, pueden presentarse en casos excepcionales y causar catástrofes, como las acciones debidas a
8,9,10
explosiones, incendios, etc .
El diseño de un miembro estructural implica la selección de una sección transversal que sea capaz de
resistir con seguridad y económicamente todas las cargas previsibles que puedan actuar sobre aquel
durante la vida útil de la estructura.
Desde comienzos del siglo XX hasta el comienzo de los años 60 la gran mayoría de las estructuras
existentes de acero y de concreto armado se diseñaban con métodos elásticos.
En este método, el proyectista debe primero estimar las cargas de trabajo o servicio, es decir, las cargas
que probabilísticamente se espera ocurran durante la vida útil de la edificación debidas a su ocupación y
uso habitual.
Una vez conocidas las cargas, se procede a la selección de las propiedades transversales del miembro,
como área y momento de inercia, de forma que sean lo suficientemente grandes como para prevenir que el
esfuerzo máximo exceda al esfuerzo permisible. En el caso del acero, por ejemplo, un valor típico del
esfuerzo permisible puede definirse como una fracción del esfuerzo cedente Fy, por ejemplo 0,6 Fy.
En el diseño de miembros de concreto armado para cargas de servicio se supone que los esfuerzos son
proporcionales a las deformaciones unitarias tanto para el concreto como para el acero. Este enfoque de
diseño se conoce también como diseño por teoría elástica, clásica o diseño por esfuerzos de trabajo.
La teoría elástica o método de los estados límites de servicio estudia el comportamiento de las estructuras
bajo la acción de las cargas normales de servicio, garantizando su buen funcionamiento bajo este régimen
de cargas. Por ejemplo, trata de asegurar que las grietas asociadas con la flexión en vigas de concreto
armado se mantengan limitadas, y al mismo tiempo controlar que las deflexiones o vibraciones a corto y a
largo plazo bajo dichas cargas no sean excesivamente grandes, con el fin de garantizar el confort y el buen
funcionamiento de la edificación.
Las vibraciones verticales originadas en el tablero de un puente o en los pisos de un edificio, así como
también las vibraciones laterales y torsionales que se producen en un edificio alto originan sensaciones
muy desagradables en los usuarios. De allí que se preste gran atención al control de las mismas.
A partir del año 1963, otro enfoque de diseño conocido como el diseño por resistencia o por estados límites
ganó popularidad entre los proyectistas porque es un enfoque más racional que el método ASD, permite
un mejor control de la seguridad de la estructura y además conlleva a diseños más económicos.
El método de los estados límites o de diseño por resistencia se basa en los conceptos de los estados límites.
Se define como estado límite la situación más allá del cual una estructura, miembro o componente
estructural queda inútil para su uso previsto, sea por su falla resistente, deformaciones y vibraciones
excesivas, inestabilidad, deterioro, colapso o cualquier otra causa.
Existen dos tipos de estados límites: los de resistencia y los de servicio. Los estados límites de resistencia se
basan en la capacidad de carga o seguridad de las estructuras. Están relacionados con las resistencias de
pandeo, plásticas, de fatiga, de fractura, etc.
Los estados límites de servicio tienen que ver con el comportamiento de las estructuras bajo cargas
normales de servicio y están asociados con aspectos de uso y ocupación, tales como deflexiones excesivas,
vibraciones y aparición de fisuras o grietas en los elementos estructurales.
El estado límite de agotamiento se alcanza cuando se agota la resistencia de la estructura o de alguno de sus
miembros. El estado límite de servicio se alcanza cuando las deformaciones, vibraciones, agrietamiento o
deterioro de la estructura afectan el funcionamiento previsto de la misma, pero no su capacidad
resistente.
12
En el método de diseño por estados límites o diseño por factores de carga y resistencia LRFD , las cargas
estimadas de servicio se multiplican por ciertos factores de cargas, casi siempre mayores de 1,00 (también
llamados factores de mayoración) y las cargas resultantes últimas o factorizadas son utilizadas para el
diseño de la estructura. Ésta debe dimensionarse para tener una resistencia de diseño última o nominal
capaz de resistir las cargas últimas o cargas factorizadas.
En otras palabras, la resistencia de diseño o capacidad de un elemento debe ser por lo menos igual a la
resistencia requerida, también llamada demanda, calculada a partir de las cargas de servicio factorizadas
(mayoradas). Es decir, debe cumplirse que:
En esta relación, FMR representa el factor de minoración de resistencia. En otras palabras, debe siempre
cumplirse que:
(4-2)
En la ecuación (4-2), Rn representa la resistencia nominal o teórica calculada mediante los métodos e
hipótesis de diseño correspondientes. La resistencia requerida o la demanda U se calcula aplicando
factores de carga apropiados a las cargas de servicio. Finalmente, el factor , es un factor de resistencia,
menor que la unidad, (llamado también factor de minoración de resistencia) empleado para reducir la
resistencia teórica o nominal y obtener la resistencia de diseño. Toma en cuenta la importancia probable
de un elemento en particular en la respuesta global de la estructura y el control de calidad probable
alcanzado. Por estas razones, se utiliza un valor de menor para columnas que para vigas.
Para un elemento estructural sometido por ejemplo a momento, corte y fuerza axial, debe cumplirse por lo
tanto que:
(4-3a)
(4-3b)
(4-3c)
En estas ecuaciones los subíndices n indican las resistencias nominales a flexión, cortante y axial
respectivamente, mientras que los subíndices u indican los efectos (solicitaciones) mayorados de
momento, cortante y axial.
Los factores de mayoración de las cargas pueden aplicarse directamente a las cargas de servicio o a los
efectos internos (solicitaciones) producidos por las cargas, calculados a partir de las cargas de servicio.
Para el diseño de estructuras de acero o de concreto armado por el método de los estados límites
utilizaremos los factores de mayoración de las solicitaciones, los factores de minoración de las resistencias
teóricas, así como las combinaciones tanto de servicio como de agotamiento resistente recomendadas en
13,14
las normas.
Como solicitaciones nos referiremos al conjunto de fuerzas axiales, fuerzas cortantes, momentos flectores
y momentos torsores que permiten el diseño de las secciones de los elementos y miembros estructurales.
Distinguiremos dos tipos de solicitaciones:
1. Solicitaciones de Servicio: Solicitaciones producidas por las acciones de servicio no mayoradas. Las
acciones se clasifican en permanentes, accidentales (sismos) y extraordinarias.
2. Solicitaciones Mayoradas: Conjunto de solicitaciones simultáneas combinadas de servicio,
multiplicadas por los factores de mayoración fijados en las normas aplicables al material utilizado,
necesario para diseñar las secciones de los elementos y miembros estructurales en el estado límite de
agotamiento existente.
Cuando se diseñen estructuras para usos específicos de resistir empujes de tierra, contención de líquidos
o la estructura pueda estar sometida a cambios bruscos de temperatura, asentamientos diferenciales u
otros regimenes de servicio, deberán también considerarse las acciones debidas a los mismos. Es decir
deberán considerarse:
Las solicitaciones sobre la estructura, sus miembros y juntas para el estado límite de agotamiento
resistente, U, se determinarán basados en las hipótesis de solicitaciones que produzcan el efecto más
desfavorable. Las combinaciones son las indicadas en la tabla 4.3 mostrada a continuación.
Tabla 4.3 Combinaciones de solicitaciones para el Estado Límite
de Agotamiento Resistente
Combinaciones Ecuación
U = 1,4 CP (4-4)
U = 1,2 CP + 1,6 CV + 0,5 CVt (4-5)
U = 1,2 CP + 1,6 CVt + (0,5 CV ó 0,8 W) (4-6)
U = 1,2 CP + 1,3 W + 0,5 CV + 0,5 CVt (4-7)
U = 0.9 CP ± 1,3W (4-8)
U = 1,2 CP + CV ± S (4-9)
U = 0,9 CP ± S (4-10)
Cuando los efectos estructurales de otras acciones sean importantes para el diseño, sus solicitaciones se
incorporaran mediante la siguiente combinación:
En la ecuación (4-9) el factor de carga variable varía en función de los siguientes escenarios, (tabla 4.4):
En las ecuaciones (4-14), (4-15) y (4-16) el factor de la carga variable será igual a 1,00 excepto en pisos y
terrazas de edificaciones destinadas a vivienda donde su valor será igual a 0,50.
Las etapas del proyecto, diseño y construcción de una estructura están a menudo plagadas de
incertidumbres que afectan directamente a la resistencia nominal o teórica de los miembros que la
conforman.
En efecto, la resistencia de los materiales cambia con el tiempo y disminuye debido a la fatiga y a la
corrosión. Por otra parte, las fuerzas internas que se generan en los miembros estructurales causadas
durante la ocurrencia de fenómenos naturales como huracanes, sismos, etc., pueden a menudo
sobrepasar las supuestas en el proceso del análisis y diseño. Por ejemplo, durante la acción de un sismo,
pueden inesperadamente producirse deslizamientos y hundimientos del terreno, y en ocasiones pérdida
de la capacidad portante del mismo, difíciles de predecir.
Los esfuerzos producidos durante las etapas de fabricación y montaje de estructuras metálicas son a veces
de consideración, especialmente los causados por el descuido y mal trato dado a los perfiles que son
golpeados y forzados en forma violenta a tomar su posición correcta con el fin de alinear los agujeros con
los conectores.
Durante la construcción de un edificio es una práctica común apilar materiales de construcción tales
como bloques de arcilla, sacos de cemento y arena en los pisos, generando cargas a veces muy superiores a
las cargas de diseño previstas en el proyecto.
En lo que respecta a la carga viva, los errores en su estimación pueden ser del 100 % y aún mayores. La
carga viva se especifica en los reglamentos de construcción o en las normas como cargas equivalentes
uniformemente repartidas, pudiendo a menudo ser sus efectos muy diferentes a los efectos de las cargas
reales. De hecho, se producen a diario cambios en las cargas de tránsito en los puentes debidas a la marcha
no controlada de camiones de carga con exceso de peso, llegando en ocasiones a producirse el colapso
total de la estructura del puente. En zonas propensas a huracanes y sismos, la estimación de las cargas
laterales está sujeta aún a mayor incertidumbre.
Por todas estas razones, las resistencias nominales o teóricas se multiplican conservadoramente por
factores de minoración, que son los que toman en cuenta estas incertidumbres.
Las tablas 4.6 y 4.7 resumen algunos de los factores de minoración de resistencia utilizados en el diseño
por estados límites de estructuras metálicas y de concreto armado.
CASOS FACTOR
4.8 EJEMPLO
Una columna de acero ubicada en el piso superior de un edificio destinado a vivienda está sometida a las
siguientes acciones (cargas) de servicio:
Se pide determinar:
a) Combinación de cargas factorizadas más desfavorable y el valor de la carga correspondiente.
b) Si el factor de minoración es de 0,85; ¿cuál es la resistencia nominal axial requerida?
Solución:
a) Para evaluar la combinación más desfavorable de solicitaciones para el estado límite de agotamiento
resistente utilizaremos las combinaciones de la tabla 4.3. Así, sustituyendo en esa tabla la variable U por
Pu, se tiene que:
(4-4)
(4-5)
(4-6)
En el ejemplo, el viento w=0. Por tanto, la combinación de carga 0,5CV es la que gobierna. Así,
(4-7)
(4-8)
(4-9)
(4-9a)
(4-9b)
(4-10a)
(4-10b)
Respuesta:
b) Reemplazando el valor de la carga Pu recién hallada en la ecuación (4-3c), se obtiene, para = 0,85 el
valor de la resistencia axial nominal requerida. Es decir, despejando Pn de la ecuación Pu ≤ Pn, se tiene
que:
u
Es decir, la columna debe tener una capacidad resistente nominal requerida de al menos 98,82 t.
En los capítulos anteriores ha quedado demostrado que los daños ocasionados en edificaciones son de
diversa índole y van desde fisuras y daños menores en la mampostería solamente objetables desde el
punto de vista estético hasta el colapso parcial o total de las mismas con pérdidas en muchas ocasiones de
vidas humanas.
Uno de los objetivos fundamentales que el ingeniero estructural debe procurar en el diseño es garantizar
la seguridad del equilibrio estático de la edificación que se espera será sometida durante su vida útil a la
acción sísmica o a cualquier otro tipo de amenaza natural.
Uno de los aspectos que más influye en la seguridad de las edificaciones es el relacionado con la tipología
estructural. En efecto, elementos estructurales isostáticos tales como una viga simplemente apoyada o
una viga en voladizo fallan totalmente al producirse la falla en alguna de sus secciones. El mecanismo de
falla de los elementos isostáticos es por tanto total.
En cambio, en una viga continua, el colapso de algunos de sus tramos intermedios se producirá cuando se
produzcan tres rótulas plásticas o fallos que lo transformen en un mecanismo cinemático. En otras
palabras, las estructuras son mucho más seguras a medida que aumenta su hiperestaticidad, ya que éstas
poseen mecanismos alternativos que impiden, o al menos retrasan el colapso. Claro está, esta seguridad
es solo posible cuando los elementos que conforman el sistema estructural se comportan en forma dúctil.
Ilustraremos esta discusión con dos ejemplos reales, que permiten establecer una comparación de la
respuesta estructural de 2 edificaciones de tipología estructural diferente ante dos amenazas no
relacionadas con un evento sísmico, pero que permiten entender claramente este concepto.
Otro ejemplo más reciente, igualmente espectacular, es el mostrado en las figuras 4.6 y 4.7. En ellas se
aprecia el daño ocasionado a 2 edificaciones de concreto armado, bien construidas, con suficientes líneas
de resistencia (hiperestaticidad) que sufrieron el embate de una avalancha de lodo y enormes peñones
durantes los deslaves que tuvieron lugar en la urbanización Los Corales, en el estado Vargas, en el litoral
central de Venezuela. Los deslaves se originaron por la acción de las lluvias torrenciales de los días 15 y 16
de diciembre de 1999 y la condición de inestabilidad geológica generada en la zona por esta causa.
Esta catástrofe, conocida como el Desastre de Vargas, es considerada el peor desastre natural ocurrido en
Venezuela y Sudamérica durante el siglo XX. El número de fallecidos aunque sin carácter oficial se calcula
en miles y varía de acuerdo a la fuente de información, mientras que la cifra de los damnificados tampoco
confirmada oficialmente se cuenta en decenas de miles. Las pérdidas materiales se estiman en casi 2
billones de dólares.
Figura 4.6 Edificio 1. Derrumbe parcial causado Figura 4.7 Edificio 2. Derrumbe parcial causado
por el deslave en el estado Vargas. Venezuela. por el deslave en el estado Vargas. Venezuela.
(Foto J.L. Alonso). (Foto J.L. Alonso).
La colisión del alud fue de tal magnitud, que los 2 edificios, separados entre sí unos 70 m, perdieron las
columnas del nivel planta baja del pórtico extremo, originando este impacto el colapso de los elementos
estructurales que se apoyaban en dichos pórticos. En la figura 4.6 pueden apreciarse en una misma foto,
las dos edificaciones a las que hacemos referencia.
También se puede apreciar que las losas quedaron colgando del resto de la edificación, demostrando este
hecho sin precedentes la enorme reserva que tenían esas edificaciones de resistir tan impresionante
impacto para el que obviamente no habían sido diseñadas.
Conviene resaltar el hecho de que las 2 edificaciones mostradas estaban construidas en una zona de alto
riesgo sísmico.
En este Capítulo hemos revisado los requerimientos normativos básicos necesarios para la estimación de
las solicitaciones de diseño. Sin embargo, en el caso sísmico la cuantificación acertada de estas
solicitaciones no es un problema sencillo, tal y como se pudo constatar en los Capítulos anteriores.
En efecto, el daño observado en edificaciones durante sismos está íntimamente relacionado con un
sinnúmero de variables, algunas muy difíciles de controlar, asociadas a factores de muy diversa índole
como son: riesgos geológicos y factores de tipo estructural, arquitectónico, constructivo y
socioeconómico.
Ahora bien, es importante señalar que el ingeniero estructural debe tomar decisiones que afectan la
seguridad de la edificación, tanto en las etapas del diseño como durante su construcción. Esto está
íntimamente ligado con el concepto de coeficiente de seguridad.
Conviene recordar que una solicitación límite es aquella que inutiliza la obra o la pone fuera de servicio. Por
ejemplo, una rotura de una columna por falta de resistencia; deformaciones excesivas que comprometen el
buen funcionamiento vial de un puente; el pandeo y fisuración de las juntas de unión de los elementos
metálicos que ponen en peligro la estabilidad del conjunto; o bien la presencia de fisuras que reducen la
funcionalidad de un acueducto, etc.
Adicionalmente se cometen errores durante la etapa de la construcción, bien sea porque la resistencia de
los materiales (concreto por ejemplo) no es constante en toda la edificación, porque hay errores de
replanteo, o bien porque la longitud de anclaje de las barras de refuerzo es insuficiente, o porque hay
grietas en el concreto que al permitir la corrosión del refuerzo de acero disminuyen la vida útil de la
estructura, por citar algunos ejemplos.
Finalmente, es importante destacar que la estructura de una edificación se comportará tan bien como haya
sido proyectada pero no mejor de como se la haya construido, recordándonos este hecho la necesidad de
que la fase constructiva se realice bajo una estricta y competente supervisión profesional.
Basados en lo anterior, a lo largo de los Capítulos siguientes se discuten en detalle muchos de los factores
que inciden en la vulnerabilidad sísmica de edificaciones con el fin de guiar al ingeniero en la difícil tarea
de minimizar los daños estructurales durante la acción de sismos futuros.
López, J.L., (2006), Los Deslaves de Vargas de 1999 y sus Medidas de Prevención, Capítulo II, Ingeniería Forense
y Estudios de Sitio, BANESCO Seguros C.A., Editor José Grases.
Bolívar, J., (2006), Metacálculo Estructural. Casos. Capítulo XVII, Ingeniería Forense y Estudios de Sitio,
BANESCO Seguros C.A., Editor José Grases.
Gutiérrez, A., (2006), Tormentas Tropicales y Vientos Huracanados en Venezuela, Capítulo I, Ingeniería
Forense y Estudio de Sitio, BANESCO Seguros C.A., Editor José Grases.
6
American Society of Civil Engineers, (2002), Minimum Design Loads for Buildings and Other Structures,
ASCE 7-02
7
Ghosh, S.K., and Fanella, D.A., (2003), Seismic and Wind Design of Concrete Buildings, Portland Cement
Association, International Code Council, Inc.
8
SFPE, (2002), Handbook of Fire Protection Engineering, 3rd Edition, DiNenno, P.J. Editor, National Fire
Protection Association, Quincy MA, USA.
9
ECCS, (2001), Model Code on Fire Engineering, 1st Edition, European Convention for Constructional
Steelwork, Technical Committee 3, Brussels, Belgium.
10
AISC, (2004), Fire Resistance of Structural Steel Framing, Design Guide 19, Chicago, Illinois, USA.
11
American Institute of Steel Construction, AISC, (1989a), Manual of Steel Construction: Allowable Stress
Design, ASD, 9th Edition Chicago, USA
12
American Institute of Steel Construction, AISC, (1993), Load and Resistance Factor Design Specifications for
Structural Steel Building, LRDF. Chicago, USA.
13
Norma Venezolana COVENIN 1618:1998, (1998), Estructuras de Acero Para Edificaciones. Método de Los
Estados Límites, (Primera Revisión).
14
Norma Venezolana FONDONORMA 1753:2006, (2006), Proyecto y Construcción de Obras en Concreto
Estructural, (1ra Revisión).
15
ASCE, (2005), Ronan Point Apartment Tower Collapse and its Effects on Building Codes, J. Perf. Constr. Fac.,
Volume 19, Issue 2, pp 172-177.
Estación Caracas.
Red ferroviaria
Ezequiel Zamora,
2006 (Foto J.L.
Alonso).
5.1 INTRODUCCIÓN
La ciencia de la resistencia de materiales abarca básicamente dos áreas de estudio. El análisis y el diseño.
En el análisis se pretende determinar cual es la carga máxima que puede aplicarse a un cuerpo sin que se
exceda algún límite preestablecido de esfuerzo y deformación. En el proceso del diseño se busca
determinar el tamaño y forma del miembro para que soporte las cargas previstas sin que se excedan los
límites establecidos de esfuerzo y/o deformación.
El acero, el concreto armado, la madera y la mampostería de bloques de concreto con refuerzo metálico
son quizás los materiales de construcción formal más utilizados a nivel mundial. Todos se adaptan a una
enorme cantidad de aplicaciones, y han demostrado tener un comportamiento adecuado en zonas
sísmicamente activas siempre y cuando se los utilice acatando los requerimientos normativos referentes
al análisis, diseño y construcción.
La gran mayoría de las edificaciones construidas con madera y mampostería se limitan a estructuras que
varían de uno a tres niveles de altura y se diseñan sísmicamente utilizando el método de fuerzas estáticas
equivalentes.
Por el contrario, la utilización del acero y del concreto en la construcción ha permitido la ejecución de todo
tipo de obras de ingeniería, grandes o pequeñas, tales como edificios, puentes, pavimentos, presas, muros
de contención, túneles, diques, etc. por citar algunas. Así, la figura 5.1 muestra un aspecto del proceso
constructivo de la estructura metálica del Complejo Habitacional Árbol Para Vivir ubicado en Lecherías,
estado Anzoátegui, obra del Arquitecto Fruto Vivas. La figura 5.2 muestra la Torre Phelps, una edificación
de concreto armado ubicada en la Ciudad de Caracas.
Es por esta razón que en este libro el acero y el concreto armado serán los materiales de construcción
elegidos para el diseño de estructuras en zonas sísmicamente activas. En Norte América, al igual que en
muchos países europeos y asiáticos, la madera y sus derivados se utilizan masivamente y su empleo está
altamente tecnificado. Sin embargo, en Venezuela su uso es muy limitado y básicamente se la utiliza en la
construcción como material de encofrado, acabados, revestimiento y cerramiento. Por ejemplo, los pares o
viguetas de madera se utilizan a menudo en los techos de viviendas familiares.
Figura 5.1 Árbol Para Vivir. (Foto J.L. Alonso). Figura 5.2 Torre Phelps. Caracas. (Foto J.L. Alonso).
Ya que no existe en Venezuela una cultura constructiva generalizada de la madera, hemos decidido no
incluirla en este libro como material estructural de construcción en regiones sísmicamente activas. Por
esta razón, en este Capítulo centraremos la atención únicamente en el estudio del comportamiento básico
del acero y del concreto.
Se define como material elástico aquel material que es capaz de recuperar completamente sus
dimensiones originales una vez removidas las fuerzas que sobre él actúan. Esto implica la ausencia de
deformaciones permanentes. Esta propiedad recibe el nombre de elasticidad.
En estos materiales se observa una relación general entre el esfuerzo y la deformación que fue
originalmente postulada por Robert Hooke (1635-1703) y que se conoce como la ley de Hooke. Esta ley
establece que en todo cuerpo elástico se cumple que el cociente que existe entre el esfuerzo presente y la
deformación producida es una constante para ese material. Es decir,
Por ejemplo, cuando un miembro es sometido a una simple fuerza de tensión, se alarga cierta cantidad. Si L
es la longitud original del miembro y D L es el cambio de longitud, la deformación, e, presente en el
miembro se define como:
(5-1)
En la expresión (5-1), la deformación es una cantidad adimensional. Sin embargo, resulta conveniente
referirla como cantidad de deformación por unidad de longitud. De esta forma, las dimensiones de la
deformación pueden expresarse en milímetros/milímetros o en pulgadas/pulgadas, dependiendo del
sistema de unidades que se adopte.
1
Se pueden diferenciar dos tipos de materiales elásticos :
a) Materiales linealmente elásticos que exhiben una relación lineal esfuerzo F, deformación e, (figura 5.3a).
b) Materiales no linealmente elásticos que exhiben una cierta curvatura en su diagrama esfuerzo
deformación, (figura 5.3b).
FS FS
En las figuras 5.3a y 5.3b el módulo de elasticidad
representa la pendiente a la curva esfuerzo-
deformación en el rango elástico, y viene dado por
rga
Ca
la relación:
ga
Car
rga
ga
(5-2)
car
ca
Des
Des
No existe ningún material conocido cuyo comportamiento sea completamente elástico para todos los
rangos posibles de esfuerzo. Sin embargo, la mayoría de los materiales empleados en la ingeniería son
elásticos, o casi elásticos durante un rango apreciable de esfuerzos.
Adicionalmente a las propiedades mecánicas definidas mediante ensayos, existen otras propiedades
mecánicas que describen como un material responde a la carga y a la deformación. Estas propiedades se
definen a continuación:
1. Rigidez: Es la propiedad que permite a un material resistir grandes esfuerzos sin permitir
deformaciones apreciables. En otras palabras, es la capacidad de resistir cualquier tipo de
deformación. La rigidez de un material depende directamente del módulo de elasticidad. Por ejemplo
el acero estructural con un módulo de elasticidad Es=2,1 x 106 kgf/cm2 se deformará menos bajo el
2
efecto de una carga que un material tal como la madera, donde E es igual o menor a 70.330 kgf/cm .
2. Resistencia: Es una propiedad que se determina en función del mayor esfuerzo que el material es capaz
de resistir antes de romperse. Puede indistintamente definirse en función del punto cedente o de la
resistencia última. Así, la resistencia cedente se define como la tensión o esfuerzo para la cual un
material exhibe una deformación límite de la proporcionalidad entre tensiones y deformaciones. Por
otra parte, la resistencia última o resistencia de agotamiento es la máxima resistencia posible de una
sección. En realidad ninguno de estos valores es realmente el adecuado para definir la resistencia del
material ya que el comportamiento del mismo bajo carga difiere con el tipo de esfuerzo y con la
naturaleza del proceso de carga.
3. Elasticidad: es la propiedad del material que le permite recuperar sus dimensiones originales después
de retirar la carga que lo deformó. No existe ningún material conocido completamente elástico para
todos los rangos posibles de esfuerzo. Sin embargo, la mayoría de los materiales empleados en la
ingeniería son elásticos, o casi elásticos durante un rango apreciable de esfuerzos.
(5-3)
La ductilidad también se expresa por el porcentaje de reducción del área de la sección de la probeta en
el plano de fractura. Es decir;
(5-4)
En esta ecuación, r es la reducción del área de la sección, Ai el área inicial de la sección de la probeta y
Af el área de la sección de la probeta en el plano de fractura.
También puede definirse ductilidad como la capacidad que poseen los componentes de un sistema
estructural de hacer incursiones alternantes en el dominio inelástico, sin pérdida apreciable de su
capacidad resistente. Un porcentaje alto de elongación indica que el material es dúctil.
5. Fragilidad: Se dice que un material es frágil cuando experimenta una fractura abrupta sin
experimentar ninguna deformación plástica antes de fracturarse. Un material frágil no es un material
dúctil ni tampoco maleable, y falla repentinamente sin previo aviso. Un material frágil no exhibe
punto cedente, y su resistencia a la ruptura es aproximadamente igual a su resistencia última.
Ejemplo de materiales frágiles son el hierro fundido, el concreto y la piedra. Estos materiales son
comparativamente poco resistentes a la tracción. Por estas razones se les suele ensayar a compresión.
6. Maleable: Se dice que un material metálico es maleable cuando puede extenderse en planchas muy
delgadas, como el cobre. Se aplica este término a los materiales que pueden trabajarse fácilmente,
como la arcilla. La mayoría de los materiales que son muy dúctiles son también muy maleables.
7. Tenacidad: Se dice que un material es tenaz cuando es capaz de disipar energía manteniendo un
comportamiento histerético estable. La tenacidad es igual al área comprendida debajo de la curva
esfuerzo-deformación medida desde el origen hasta el punto de ruptura. Un cuerpo se dice que es
tenaz cuando es capaz simultáneamente de soportar grandes esfuerzos y grandes deformaciones sin
romperse.
8. Resilente: Se dice que un material es resilente cuando es capaz de soportar cargas de gran impacto sin
generar esfuerzos que sobrepasen el límite elástico. La resilencia se mide por el área contenida debajo
de la zona elástica en la curva esfuerzo-deformación.
En general podemos decir que existen en la actualidad variedad de materiales creados por el hombre con
la finalidad de satisfacer una enorme demanda de aplicaciones en la ingeniería. Las propiedades
mecánicas de los mismos varían en gran medida como resultado de la diversidad de composiciones
químicas utilizadas durante el proceso de elaboración de cada material.
Fuerza
S1 Deformación
Fuerza
S2 Deformación
Fuerza
S3 Deformación
Figura 5.4 Curvas fuerza-deformación de un miembro de concreto armado con diferentes grados de
2
tenacidad (adaptado de García y Sozen ).
Probablemente el más simple y completo ensayo existente para determinar las propiedades mecánicas de
un gran número de materiales utilizados en ingeniería es el ensayo a tracción. Los metales y los materiales
plásticos son usualmente sometidos a ensayos de tracción, mientras que un material tal como el concreto
se ensaya a compresión debido a su poca resistencia a tracción y su enorme fragilidad.
Las propiedades mecánicas del acero se obtienen directamente de los diagramas de esfuerzo-deformación
obtenidos a partir de ensayos a tracción de las muestras o probetas. Las propiedades así obtenidas
dependen básicamente de su composición química, de los procesos de laminado y del tratamiento térmico
de los aceros ensayados. También varían en función de la rapidez de carga del ensayo, de las condiciones y
geometría de la muestra y de la temperatura ambiente existente durante la prueba, pudiendo obtenerse
una gran variedad de resultados, aún para un mismo tipo de acero.
La figura 5.5 muestra en un diagrama no a escala, una versión idealizada de la curva esfuerzo-
deformación de un acero dúctil con poco contenido de carbono.
Fs
C
Fu
Punto D
cedente
Fy A B
Es
1
0
ey ep eu es Figura 5.5 Curva idealizada de
esfuerzo-deformación de un
Rango Endurecimiento Estricción
Rango plástico por deformación acero dúctil.
elástico
a) Rango elástico
Abarca la recta comprendida entre el origen y el punto A. En esta zona, el esfuerzo o tensión es
proporcional a la deformación. En otras palabras, el acero está en el rango elástico y por tanto su
comportamiento en esta zona es elástico. Se define como limite de proporcionalidad el esfuerzo o tensión
máxima para el cual es válida la ley de Hooke.
Módulo de elasticidad: Se define como módulo de elasticidad a la relación que resulta al dividir el esfuerzo
que se aplica entre la deformación elástica resultante en la región elástica de la curva esfuerzo-
deformación. Se determina este valor por medio de la pendiente de dicha porción elástica del diagrama.
6 2
Para todos los aceros estructurales el módulo de elasticidad tiene por valor Es=2,1 x 10 kgf/cm .
b) Rango plástico
Una vez que el acero sobrepasa su límite elástico, también conocido para fines prácticos como el límite de
proporcionalidad o punto de cedencia, (punto A), el acero incursiona en el rango plástico, (rango AB). En este
rango se dice que el acero se comporta plásticamente. Esto implica que la deformación unitaria del acero
no es reversible. En otras palabras, si se suprime súbitamente la tracción del acero, éste no recuperará su
longitud original sino más bien retendrá una deformación permanente.
A partir del punto A se observa que la deformación sigue aumentando sin que se produzca ningún
incremento en la tensión o esfuerzo de la muestra que se está ensayando. El punto en el cual este
comportamiento se inicia recibe el nombre de punto cedente y el esfuerzo o tensión correspondiente
recibe el nombre de esfuerzo o tensión cedente, Fy. La deformación unitaria correspondiente es la
deformación cedente, ey .
c) Rango de endurecimiento
En la figura 5.5 se observa que a partir de un cierto instante (punto B de la curva) aumenta nuevamente la
capacidad resistente del acero, incrementándose en forma continua hasta alcanzar una ordenada máxima
en el punto C, en donde la tangente a la curva se hace horizontal. Este punto representa el esfuerzo o
tensión última Fu. Este valor máximo del esfuerzo o tensión se conoce también como resistencia a la
tracción. Este comportamiento recibe el nombre de endurecimiento (en inglés strain-hardening).
En los aceros de tipo A36, la deformación unitaria plástica, ep, que precede a la fase de endurecimiento por
deformación es de diez a veinte veces mayor que la deformación unitaria cedente, ey. A partir de este
punto, la deformación se incrementa rápidamente hasta llegar un momento en el que se produce la falla,
bien por una deformación excesiva, o bien por la ruptura del material de la muestra. El punto D muestra
esta última condición.
En los aceros de alta resistencia tratados térmicamente no se observa un flujo plástico o zona de cedencia
bien definida, sino que por el contrario el diagrama esfuerzo-deformación muestra una curva ascendente
continua hasta llegar al punto de máxima resistencia a la tensión Fu.
En estos aceros, su resistencia cedente, Fy se define arbitrariamente como el punto que se obtiene al cortar
la curva esfuerzo-deformación con una línea recta hipotética paralela a la parte inicial elástica de la curva
que tiene como origen de abscisas una deformación unitaria e=0.2% llamada también corrimiento, tal y
como se indica en la figura 5.6.
En la actualidad existen en el mercado más de 200 aceros con esfuerzos o tensiones cedentes mayores a
2
36.000 lb/plg , tales como los del acero ASTM 36.
La ASTM es la asociación americana para pruebas y materiales (American Society for Testing and Materials).
Las curvas esfuerzo-deformación mostradas en la figura 5.7 muestran algunos ejemplos de aceros
disponibles expresadas en unidades del Sistema Inglés USCG (U. S. Customary System).
FS
Fu
Fy
ES
1
0 eS
Figura 5.6 Definición del punto
cedente en aceros de alta resistencia. 0.2% corrimiento
Resistencia a la tensión, Fu
(c)
Fy=100 klb/plg
60 (b)
2
Fy=50 klb/plg
20
0
0.00
0.05
0.10
0.15
0.20
0.25
0.30
0.35
0.40
Deformación, plg/plg
Figura 5.7 Curvas esfuerzo-deformación para tres aceros con denominación ASTM.
Energía
Durante el proceso de descarga (línea AB en la
a
disipada F1
Dec s
arg
ES
figura 5.8), la respuesta del material es
Rec
1
Figura 5.8 Efecto de carga y descarga (adaptado de Popov ).
Una vez reiniciado en B el proceso de recarga, el material se deforma siguiendo prácticamente la misma
trayectoria de descarga anterior exhibiendo un comportamiento linealmente elástico hasta alcanzar el
punto C. A partir de aquí, si el material sigue cargándose, éste sigue deformándose conservando la
trayectoria original (pendiente) hasta alcanzar el punto D.
Una vez iniciado en D nuevamente el proceso de descarga, el material sigue la trayectoria DE hasta
alcanzar el punto E (cero carga) en el eje de las abscisas.
Si por ejemplo en el punto E se revierte la dirección y sentido de aplicación de la carga, la trayectoria del
material sigue hasta alcanzar el punto G.
Obsérvese que el valor absoluto de la ordenada del esfuerzo F1 en el punto D, es mayor que el esfuerzo F2
correspondiente al punto G. Este fenómeno físico fue observado por vez primera por Bauschinger y se lo
conoce con su nombre.
Cuando un material es cargado cíclicamente de forma tal que entra en el rango inelástico, la energía
disipada en cada ciclo está dada por el área encerrada bajo el bucle o curva cerrada así formada, llamado
también bucle histerético, (ciclo OABO en la figura 5.8).
La figura 5.9 muestra un ciclo histerético de un material inelástico conocido como modelo Ramberg-
Osgood.
FS
Energía disipada
por ciclo
eS
Para efectos del análisis resulta a veces conveniente representar en forma simplificada los diagramas
esfuerzo-deformación obtenidos a través de ensayos de muestras en el laboratorio. En la figura 5.10 se
muestran idealizaciones típicas del comportamiento del acero, comúnmente utilizadas en el análisis.
no lineal perfectamente
plástico
FS FS FS
Descarga
Fs Es
Es = Es
1
es
1 1
eS eS eS
(a) Linealmente elástico (b) Elástico, (c) Elástico,
no-linealmente plástico perfectamente plástico
FS FS FS
E2
1
E 2< E 1
E1
1
eS eS eS
(d) Rígido, (e) Elástico, con (f) Modelo tipo
perfectamente plástico endurecimiento lineal Baushinger
Cuando el acero se somete a una carga repetitiva, el diagrama esfuerzo-deformación toma la forma
indicada en la figura 5.11a. En las ramas de descarga se observa marcadamente el efecto Baushinger.
En la figura 5.11, (a) representa el comportamiento histerético real del acero, (b) el modelo elasto-plástico,
(c) el modelo bilineal y (d) el modelo Baushinger.
FS FS
(a) (b)
A B
eS O eS
D C
(c) FS (d) FS
A B B C
A
E
G
O eS O eS
D
D C
F E
3
Figura 5.11 Comportamiento histerético del acero .
Los aceros estructurales al carbono dependen de la cantidad de carbono utilizada para desarrollar su
resistencia a través de un amplio rango de espesores. A comienzos de la década de los sesenta, apareció en
el mercado norteamericano el acero ASTM A36 (del inglés American Society For Testing Materials) con un
punto de cedencia más elevado y un contenido de carbono que lo hacía más apto para el proceso de
soldadura. Los especímenes de prueba utilizados en los ensayos a tensión de los perfiles laminados se
toman del alma de la sección.
Los aceros de alta resistencia comprenden varios niveles de resistencia y composiciones químicas que
varían en función de los requisitos de construcción: remachada, empernada, soldada o con protección a la
corrosión. Las altas resistencias obtenidas dependen de las proporciones de los elementos de aleación
utilizados. Se venden en el mercado bajo varias denominaciones: ASTM A514 grados F y B, ASTM A572
grado 42, ASTM A588 grado 46, etc. Los aceros de alta resistencia exhiben un alto punto de cedencia a
expensas de una notable pérdida de ductilidad.
Existen otros tipos de aceros que no necesariamente son aptos para su aplicación en la ingeniería
estructural, tales como los utilizados en los casos de submarinos, proyectiles, equipos espaciales o rieles
de ferrocarriles.
Dependiendo del país de origen, existen distintas denominaciones que identifican las propiedades
mecánicas de los aceros. La tabla 5.1 contiene un cuadro comparativo de las propiedades mecánicas de
algunos de los tipos de acero estructural comúnmente utilizados en la construcción en Venezuela.
En el proceso de diseño uno de los objetivos fundamentales radica en la selección apropiada de las
secciones transversales de los miembros que conforman la estructura. La selección de un perfil comercial
suele siempre ser la más económica. En aquellos casos en que las dimensiones de los elementos son muy
grandes, se realiza su fabricación por encargo en talleres de metalurgia calificados, por ejemplo en el caso
de vigas de acero de gran peralte utilizadas en viaductos.
La figura 5.12 muestra algunas de las secciones transversales típicas de acero obtenidas mediante un
proceso de laminado en caliente.
Ángulo
La figura 5.13, muestra las secciones de planchas y otros perfiles comúnmente utilizados. Por ejemplo, las
barras pueden tener secciones transversales circulares, cuadradas o rectangulares.
Cuando una sección rectangular tiene un ancho igual o menor a 8 pulgadas, esta se cataloga también
como una barra. Así una barra de 8 x 3/8 tiene un ancho de 8 pulgadas y un espesor de 3/8 pulgadas. Si el
ancho es mayor de 8 pulgadas la sección se llama plancha.
Soldadura Soldadura
típica típica
Remachados Soldados
o atornillados
utilizadas en vigas que cubren grandes luces, la figura 5.14 muestra algunos de estos perfiles compuestos.
En aquellos casos en que los elementos estructurales están sometidos a esfuerzos de compresión o flexo-
compresión suelen utilizarse básicamente piezas simples o piezas compuestas. Se denominan piezas
simples a las constituidas mediante la unión de dos perfiles del mismo tipo unidos entre sí mediante
cordones intermitentes de soldadura dispuestos a separaciones predeterminadas. Se denominan piezas
compuestas a las que están constituidas por dos o más piezas simples enlazadas entre sí mediante
presillas soldadas o mediante barras de celosía. La figura 5.15 muestra ejemplos típicos de elementos
estructurales conformados por piezas simples y compuestas.
S S
S
S
En estructuras metálicas es muy frecuente la utilización de perfiles metálicos dispuestos por parejas. Las
figuras 5.16, 5.17 y 5.18 muestran casos típicos del uso de perfiles así dispuestos. Las dimensiones y
propiedades de los elementos metálicos utilizados en los detalles constructivos de las figuras anteriores,
así como también las correspondientes a los perfiles I, IPN, pueden encontrarse en los cuadernos SIDETUR
5
del Manual de Estructuras de Acero .
En cada país se elaboran manuales para el diseño y construcción de acero que incluyen perfiles con las
especificaciones y tolerancias estipuladas por distintos fabricantes que se ciñen a las normativas
5,6,7,8,9
vigentes.
Finalmente, existe otra categoría de productos de acero para uso estructural menor, formada por perfiles
laminados en frío que son fabricados doblando láminas de acero en la forma deseada.
5 5
Figura 5.16 Aplicación en columnas . Figura 5.17 Aplicación en columnas .
5
Figura 5.18 Aplicación en vigas de celosías .
Una estructura está constituida por el ensamblaje de sus miembros estructurales. Para ello es preciso
conectarlos entre sí de forma tal que las cargas que actúan sobre la estructura sigan su camino en forma
continua y ordenada hasta las fundaciones de la edificación. Para que esto sea posible es preciso diseñar
las conexiones o juntas en forma tal que la unión de los elementos estructurales sea segura, económica y
fácil de construir.
El comportamiento de una conexión es tan complejo que resulta bastante difícil realizar su diseño a partir
de un enfoque puramente teórico. Su comportamiento no puede ser descrito únicamente por simples
fórmulas. El diseño de las conexiones se sustenta en fórmulas empíricas que se basan a menudo en una
sólida interpretación de resultados obtenidos de la observación de su comportamiento durante la vida útil
de las edificaciones y en estudios experimentales de investigación.
Cada método tiene sus ventajas y desventajas. Así, en comparación con los remaches o con los pernos, las
principales ventajas de la soldadura son la economía, que se obtiene ahorrando el material (ausencia de
huecos), rigidez de la conexión y una limpia apariencia de la misma. El proceso de soldadura reduce
además el ruido ocasionado durante el proceso de remachado y apriete (ajuste) de los pernos.
La soldadura resulta muy efectiva cuando se desea obtener juntas continuas, rígidas y resistentes a
momentos.
Entre sus desventajas más significativas está la necesidad de contar con personal especializado y el alto
costo de la inspección. Su falla es frágil.
Entre las ventajas obtenidas con el proceso de colocación de pernos cabe destacar el empleo de mano de
obra menos especializada, menos costosa y menos numerosa, y equipos más simples. Esto se traduce en
un rápido proceso de erección, y en caso necesario, permite la simple remoción y reparación de pernos
fatigados o defectuosos. Además, ensayos realizados en el laboratorio demuestran que las conexiones
empernadas exhiben una mayor resistencia a la fatiga. Sin embargo, el costo de los pernos o tornillos de
alta resistencia es relativamente alto.
La figura 5.19 resume en forma esquemática lo relativo al tema de las conexiones metálicas.
La selección del tipo de conexión que se utilizará en una edificación depende del tipo de construcción
(simple, rígida o semirígida), del tipo de acciones previstas (estáticas o dinámicas), de la economía, de la
disponibilidad del material y de la disponibilidad de mano de obra especializada.
Todas las conexiones ofrecen algún tipo de restricción al movimiento. Dependiendo del tipo de restricción
las conexiones se clasifican en totalmente rígidas, del tipo FR, (del inglés fully restricted) y en parcialmente
rígidas, del tipo PR (del inglés partially restricted).
TIPO DE CONEXIÓN
• Remachada
• Empernada
• Soldada
RIGIDEZ DE LA CONEXIÓN
• Simple
• Rígida
• Semirígida
TIPO DE SOLICITACIÓN
• Fuerza de corte
• Momento
• Corte y momento
• Compresión
• Tensión
CONEXIONES
Dependen de: GEOMETRÍA
• Angulares
• Planchas
• Planchas y angulares
• Atiesadores
LUGAR DE FABRICACIÓN
• Conexión de taller
• Conexión de campo
RESISTENCIA
• Fricción
• Aplastamiento Figura 5.19 Clasificación de
las conexiones metálicas.
Las del tipo FR son conexiones rígidas o continuas típicas de los marcos o pórticos cuyas uniones
permanecen prácticamente sin cambio bajo la acción de las cargas actuantes (juntas rígidas). Las
conexiones del tipo PR permiten una modificación geométrica de los elementos de conexión durante la
acción de las cargas actuantes. Se clasifican en las conexiones simples y semirígidas.
Conexiones Simples
Son conexiones del tipo PR en las cuales se permite la rotación de los extremos de la viga. Se asume además
que el momento en el extremo es despreciable y se las supone capaces de resistir únicamente la fuerza
cortante.
La tabla 5.2 muestra algunas conexiones simples empernadas típicas, (figuras 5.20a, b, c y d). Las figuras
5.21 y 5.22 muestran una isometría de dos conexiones a corte simples empernadas entre viga y columna.
(a)
Caso (a)
(b)
Caso (b)
(c)
Caso (c)
Figura 5.20c
(d)
Caso (d)
Conexión simple viga-columna con
ángulos superior e inferior de asiento.
Figura 5.20d
Figura 5.21 Conexiones a corte simples Figura 5.22 Conexiones a corte simples
empernadas entre viga y columna. empernadas entre viga y columna.
Conexiones Semirígidas
Son conexiones del tipo FR. En teoría, este tipo de conexiones no permite la rotación en el extremo de la
viga y transfiere el 100% del momento al empotramiento. Suelen utilizarse en edificios en los que tanto la
resistencia al viento (edificios altos) como la resistencia al sismo se obtienen dotando de continuidad a los
miembros estructurales de la edificación.
Con el fin de rigidizar el nodo o zona de unión entre la viga y la columna, se colocan planchas rigidizadoras
o atiesadores. Las figuras 5.24 y 5.25 muestran los atiesadores.
Una conexión bastante usual de viga a columna por momento se obtiene mediante una plancha
previamente soldada en taller en el extremo de la viga que se atornilla luego al alma o al ala de la columna.
La figura 5.24 muestra este tipo de conexión.
En dicha figura se aprecia también la solución adoptada de doble plancha: una soldada en taller en el
extremo de la viga y la otra soldada a dos planchas rigidizadoras o atiesadores en el alma de la columna
soldada a sus alas.
Las figuras 5.27 y 5.28 ilustran este tipo de conexión realizada en la edificación industrial mostrada en la
figura 5.26. La utilización de la doble plancha facilita en obra la instalación y apriete (o ajuste) de los
pernos.
Figura 5.27 Conexiones tipo FR, (Foto J.L. Alonso). Figura 5.28 Conexiones tipo FR, (Foto J.L. Alonso).
En algunas ocasiones resolver satisfactoriamente una conexión se convierte en un arte más que en una
ciencia. Esto ocurre cuando la geometría de la edificación es espacialmente compleja, o cuando el número
de miembros que concurren a una junta estructural es muy numeroso. Ejemplos de estos casos se
observan en las figuras 5.29, 5.30 y 5.31.
Figura 5.31. Conexión en estructura metálica de uso industrial, (Foto J.L. Alonso).
El empleo de conexiones soldadas resistentes a momento WSMF (del inglés welded steel moment frames) ha
sido un procedimiento universalmente aceptado en la construcción de edificios.
Su uso tomó particular relevancia al final de la década de los años 60, años en los que la resistencia de
edificios para cargas laterales era básicamente absorbida por pórticos de acero resistentes a momento o
mediante un sistema mixto en el que los núcleos de ascensores eran de concreto armado y el perímetro de
la edificación de acero.
En un principio, todas las conexiones entre vigas y columnas eran conexiones soldadas resistentes a
momento. Sin embargo, con el seguir de los años, variables de tipo económico motivaron a los ingenieros a
limitar el uso de estas conexiones en algunos de los pórticos ubicados normalmente en el perímetro y
conectar mediante conexiones simples las vigas con el resto de las columnas interiores de la edificación.
Esto fue posible gracias a la disponibilidad de perfiles más grandes y al aparente buen desempeño que este
tipo de solución estructural ofrecía.
A comienzos de los años 70, algunas investigaciones llevadas a cabo sobre el comportamiento cíclico de
conexiones a escala natural, demostraron que conexiones con alas soldadas y almas conectadas a
columna mediante pernos de alta resistencia permitían algún grado de rotación inelástica (dúctil) antes
de que se produjera la fractura de las soldaduras de las alas. Ya
que la fabricación de este tipo de conexión era más económica
de fabricar y más rápida de ensamblar en obra, se convirtió
rápidamente en la metodología estándar, a tal punto que fue
codificada en el código UBC 1988 (Uniform Building Code).
Figura 5.32 Falla en soldadura. Este tipo de daño fue generalizado, observándose tanto en
11
Terremoto de Northridge (EERI, 1994) edificios viejos como en edificaciones nuevas, altos o
Figura 5.33 Rotura del ala, falla en soldadura y agrietamiento en alma de columna. Terremoto de
11
Northridge (EERI, 1994) .
La severidad de los daños varió desde pequeñas grietas hasta conexiones severamente dañadas. Lo más
interesante es que este tipo de falla se observó en sitios en los que el nivel de las sacudidas fue moderado,
(aceleraciones del terreno inferiores a 0,3g).
En aquellos lugares en los que la severidad de las sacudidas fue mayor, se observaron fracturas en todas
las conexiones resistentes a momento en uno o más niveles de la edificación. En algunos casos, el daño
estructural ocasionado por estas fracturas produjo deformaciones laterales permanentes en edificaciones
que posteriormente tuvieron que ser demolidas.
Pero aún hay más. Investigaciones recientes han descubierto daños que no habían sido previamente
detectados en edificaciones con conexiones a momento WSMF que fueron sacudidas durante el terremoto
de Loma Prieta, California en 1989.
12
Bertero et al ha documentado exhaustivamente el daño observado en conexiones resistentes a momento
durante terremotos recientes. En el terremoto de Kobe de 1995, las estructuras metálicas con este tipo de
13
conexiones sufrieron al aparecer más daño que el observado en California .
La figura 5.34 muestra gráficamente un resumen de las fallas típicas observadas en conexiones viga-
12,13
columna soldadas resistentes a momento WSMF, durante la acción de terremotos recientes , la figura
5.25 muestra este tipo de conexión.
Pandeo
G D del alma
G
Fractura
del alma
I
H
E A C
Pandeo del
atiesador
COLUMNAS VIGAS
A: Pandeo del alma F: Pandeo del ala
B: Fractura del ala G: Pandeo del alma
C: Laminación del ala H: Fractura del alma
D: Pandeo del ala I : Fractura del ala
E: Fractura de soldadura E: Fractura de soldadura
12,13
Figura 5.34 Fallas típicas observadas en conexiones rígidas soldadas durante terremotos recientes .
(a) Unión viga-columna sin atiesadores, (b) Nodo en columnas con atiesadores en el alma.
El concreto u hormigón es un material artificial que se obtiene a partir de una mezcla de arena, grava,
piedra triturada, cemento, agua y en algunas ocasiones aditivos que se mezclan entre sí en forma
cuidadosa y en proporciones debidamente preestablecidas que da como resultado un material pétreo de
14
gran resistencia . El agua y el cemento interactúan químicamente permitiendo la unión del agregado fino
y grueso.
Con el fin de darle a la mezcla la trabajabilidad necesaria que facilite el llenado de moldes o encofrados y
de esa manera garantice el cubrimiento del acero de refuerzo existente se puede agregar a la mezcla en
forma controlada agua adicional, y en ocasiones, aditivos plastificantes.
Para garantizar la buena calidad del concreto y la resistencia requerida es preciso controlar las condiciones
de humedad y temperatura, desde el instante que se coloca la mezcla en los encofrados hasta el momento en
que la misma fragüe y se endurezca. El proceso que controla estas condiciones recibe el nombre de curado.
14
El Manual del Concreto Estructural , reseñado en la bibliografía consultada al final de este Capítulo,
ofrece un excelente tratado de todo lo relacionado con la tecnología del concreto estructural, obra ésta que
no puede faltar en la biblioteca de los ingenieros estructurales involucrados en el diseño y construcción de
edificaciones de concreto armado.
Las curvas esfuerzo-deformación se obtienen a partir del ensayo a compresión de cilindros, prismas o
probetas sujetos a carga axial uniformemente repartida de acuerdo a ciertos procedimientos normativos
15
preestablecidos .
400 P P
Área=A
2 (kgf/cm)
300
a Falla
típica
200
f =P/A
L 30 cm
c
100
P P
0 0.001 0.002 0.003 0.004
15 cm
Deformación unitaria e=a/L
La figura 5.36 muestra los diagramas esfuerzo-deformación, obtenidos a los 28 días de tomadas las
muestras en cilindros con concretos de resistencia a la compresión variable.
1. Las curvas permanecen virtualmente rectas desde el inicio del ensayo hasta alcanzar el esfuerzo a la
compresión que oscila entre 0,3 f´
c y 0,5 f´
c . Durante este rango de esfuerzos, el comportamiento del
concreto es lineal.
490
420
420
350 350
fc ( kgf/cm 2 )
280 280
210 210
140 140
100
70
3. Independientemente de las resistencias de las muestras de concreto ensayadas, todos los concretos
alcanzan sus máximos esfuerzos o resistencias máximas a una deformación ec=0,002.
4. A pesar de que la rotura de las muestras ocurre para deformaciones unitarias que varían entre 0,003 y
0,004, para efectos del diseño se asumirá que el esfuerzo correspondiente a la rotura es ec=0,003. Este
valor es conservador para la mayoría de los concretos de resistencia normal utilizados en la práctica.
2
Sin embargo, cuando la resistencia excede valores superiores, digamos a 400 kgf/cm , esta hipótesis es
poco conservadora.
5. Finalmente, se observa que los concretos de baja resistencia son menos frágiles que el resto. En otras
palabras, soportan deformaciones unitarias últimas mayores antes de romperse.
En la figura 5.37 se agrupan rangos de resistencias a la compresión del concreto de acuerdo a sus
14
denominaciones y al uso previsto .
La dosificación del concreto suele llevarse a cabo mediante métodos y reglas básicamente orientativos.
Las proporciones definitivas de sus componentes deben establecerse mediante ensayos de laboratorio
que permitirán después en la obra introducir las correcciones que resulten necesarias o convenientes.
1300
1200 1200
1100
1000
900 850
fć (kgf/cm 2 )
800 800
800
700
600
500
400 380
350 350 350 350
300
210
200 180
160 140
100 60 80
20
Concreto Concreto Concreto Concretos Zonas Alta Concreto Ultra alta
Celular Pobre Liviano Normales Sísmicas Resistencia C/ fibras Resistencia
De acero
14
Figura 5.37 Rangos de resistencias a la compresión de diferentes tipos de concreto (adaptado de Porrero et al ).
Para la dosificación deben tenerse en cuenta la resistencia, la consistencia y el tamaño máximo del
agregado grueso que se piensa utilizar.
Quizás, uno de los factores que más influye en la resistencia del concreto es la relación agua/cemento de la
mezcla. Se puede comprobar en el laboratorio mediante ensayos que a medida que la relación
agua/cemento aumenta, la resistencia máxima del concreto disminuye. La tabla 5.3 muestra la relación
agua/cemento y la resistencia f´ c a los 28 días de concretos preparados en obra, sin aire incorporado,
16
cuando no existen datos de ensayos de resistencia, (Norma 1753, Artículo 5.5, tabla 5.5 ).
El módulo de Elasticidad del concreto no tiene como en el caso del acero un valor único. Su valor varía con
la resistencia del concreto, con la edad del concreto, con el tipo y velocidad de carga, y con las proporciones
y características del cemento y del agregado.
2. Módulo tangente: Se define como la pendiente de una tangente a la curva medida en cualquier punto
de la misma. Por ejemplo a 60% de la resistencia máxima del concreto.
Ec inicial
Ec tangente
Esfuerzo, fc
E c secante
0
Deformación ec
3. Módulo secante: se define como la pendiente de una línea recta trazada desde el origen hasta un punto
de la curva comprendido entre un 25 y un 50% de su resistencia última a compresión f´.c
Para la determinación del módulo de elasticidad Ec empleado en los cálculos de deformaciones y períodos
de vibración, en la Norma COVENIN 1753 (Artículo 8.3)16 se recomiendan las siguientes expresiones:
2
(kgf/cm ) (5-5)
Esta expresión es válida para valores del peso unitario del concreto wc comprendidos entre 1.440 y 2.500
3
kgf/m .
3
Cuando en la ecuación (5-5) se hace wc=2.300 kgf/m , Ec adopta entonces la expresión:
2
(Kgf/cm ) (5-6)
3
La ecuación (5-6) sobreestima el módulo de elasticidad Ec cuando wc=2.300 kgf/m , dando como resultado
estructuras más rígidas con períodos de vibración más cortos. Esto puede ocurrir en concretos con
elevados porcentajes de porosidad. En general, para concretos de peso normal puede utilizarse la
15
ecuación (5-6), (sección 8.5 de la Norma ).
El módulo de Corte, también conocido como módulo de rigidez, se denomina a la resistencia que oponen
los materiales a ser deformados por corte puro. En el caso de materiales isotrópicos, existe una relación
entre el módulo de elasticidad E y el módulo de corte G dada por la relación:
(5-7)
Se define como la propiedad que exhibe el concreto de continuar deformándose durante largos períodos
de tiempo bajo la acción de cargas permanentes o sostenidas. Una vez que la deformación inicial elástica
tiene lugar, la deformación adicional que se produce bajo estas condiciones de carga recibe el nombre de
fluencia, (conocido como creep en la lengua inglesa) deslizamiento, movimiento horizontal o deformación
plástica.
Si la carga permanece constante durante un período largo de tiempo, el acortamiento continuará durante
un período de varios años, siendo la deformación final observada de dos a tres veces la deformación
inicial.
La fluencia está directamente relacionada con la duración y magnitud de la carga aplicada. Si el esfuerzo
sostenido durante el período de aplicación de la carga permanece por debajo de 0,5 f´,
c la deformación es
directamente proporcional al esfuerzo. Por el contrario, para valores superiores a 0,5 f´,
c la deformación
plástica aumenta rápidamente.
Resulta importante señalar que la aplicación sostenida de cargas durante largos períodos de tiempo no
solamente causa fluencia en el concreto, sino también reduce la capacidad resistente del mismo.
La fluencia o deformación del concreto bajo cargas sostenidas depende de varios factores:
a) Un buen curado del concreto previo a la aplicación de las cargas reduce notablemente las
deformaciones por fluencia.
b) En general la fluencia disminuye a medida que aumenta la resistencia del concreto.
c) La fluencia aumenta con el aumento de la temperatura. Alcanza sus valores máximos para
temperaturas del concreto de 65° a 70°C.
d) La fluencia disminuye con el aumento de la humedad.
e) La presencia de acero de refuerzo en zonas del concreto sometidas a compresión reduce notablemente
la fluencia del concreto.
5.10.5 Retracción
Con el fin de producir una mezcla trabajable que permita durante el vaciado que el concreto fluya
libremente entre las barras de refuerzo y llene todos los espacios y oquedades, de forma tal que la mezcla
se compacte y no se produzcan espacios vacíos, debe adicionarse a la mezcla casi el doble de la cantidad de
agua que en teoría se requiere para hidratar el cemento.
Una vez que el concreto ha sido curado y comienza a secarse, el exceso de agua que no ha reaccionado con
el cemento empieza migrar desde el interior de la masa de concreto hacia la superficie. A medida que la
humedad se evapora, el volumen de concreto disminuye.
La pérdida de humedad del concreto varía en función de su distancia a la superficie. En efecto, el secado
ocurre más rápidamente cerca de la superficie de los elementos estructurales, (vigas y losas) ya que la
distancia que el agua tiene que recorrer para escapar es más corta. Por el contrario, este proceso de secado
es más lento en el interior del elemento ya que la distancia a recorrer es mayor.
Se define como retracción el acortamiento por unidad de longitud, o lo que es lo mismo, la pérdida de
volumen que sufre el concreto con el tiempo como consecuencia de la pérdida de agua, principalmente, en
las etapas iniciales del fraguado.
La magnitud de los esfuerzos por retracción depende fundamentalmente del contenido inicial de agua en
la mezcla de concreto y de la humedad relativa del ambiente. Si la humedad relativa aumenta, la retracción
del concreto disminuye. De hecho, si el concreto es expuesto a una humedad relativa del 100% o se
sumerge en agua, el concreto aumentará su volumen ligeramente gracias a las condiciones ideales de
hidratación.
Ya que el proceso de secado ocurre más rápidamente en las superficies expuestas al exterior que en el
interior de los elementos estructurales, los esfuerzos causados por la retracción son inicialmente mayores
cerca de la superficie que en el interior. En consecuencia, se desarrollan unas fuerzas internas que se
equilibran entre sí: fuerzas a compresión en el interior, y fuerzas a tracción o tensión en el exterior.
Adicionalmente, la retracción crea esfuerzos en los miembros en los que su movimiento está restringido
en sus extremos, que se traduce en la creación de fisuras y grietas que aparecen en la superficie de los
miembros cuando los esfuerzos por retracción superan la resistencia a tracción del concreto.
La retracción debe controlarse ya que la creación de fisuras o grietas permite el paso de agua hacia el
interior del miembro estructural, afea su apariencia, reduce la resistencia al corte y expone el acero de
refuerzo a la atmósfera, propiciando la corrosión y el estallido del concreto en la superficie. En dos
palabras, aumenta notablemente la vulnerabilidad de la estructura.
Con el fin de minimizar el fisuramiento, el ingeniero estructural debe tomar las siguientes precauciones:
a) Minimizar el contenido de agua.
b) Utilizar en la mezcla agregados no porosos.
c) Controlar exhaustivamente el proceso de curado.
d) Limitar el área o la longitud de los vaciados, vaciando las losas preferiblemente por paños pequeños.
e) Utilizar juntas de expansión para controlar la ubicación de las grietas, especialmente en losas o en
paredes de concreto armado.
f) Adicionar refuerzo para limitar el ancho de las grietas. Por ejemplo, la utilización de mallas de refuerzo
electrosoldadas en las losas reduce las grietas y las convierte en pequeñas fisuras, a veces
imperceptibles a la vista.
g) Utilización de aditivos plastificantes reductores de agua, (entre un 6 a un 12%).
La incorporación en cantidades volumétricas controladas (0,5 a 12% del volumen) de fibras en el concreto
ha dado como resultado una mejora apreciable en sus características mecánicas. Las fibras comúnmente
utilizadas están hechas de acero, acero inoxidable, vidrio, asbesto, plástico y vegetales.
Así como la resistencia del concreto se incrementa en la dirección de las barras de refuerzo, la presencia de
fibras colocadas en forma aleatoria y dispersa provee resistencia adicional en todas direcciones.
Los esfuerzos a tracción inducidos en el concreto proyectado son transferidos a las fibras de acero gracias
a la buena y duradera unión que se desarrolla entre ambos materiales. Ven su principal aplicación en la
estabilización de taludes rocosos y en el revestimiento primario de túneles mineros.
A pesar de las ventajas de su aplicación, los costos son usualmente bastante elevados, razones por las
cuales su utilización se ha visto reducida a aplicaciones tales como pavimentos de autopistas y en
entradas de garajes en viviendas en las que se sustituye las barras de acero de refuerzo por fibras de
refuerzo. También se las utiliza como refuerzo adicional en tanques de concreto de almacenamiento de
agua subterráneos en los que se temen filtraciones o contaminaciones de aguas servidas de los terrenos
vecinos.
Las fibras sintéticas se utilizan como refuerzo del concreto convencional y del concreto proyectado,
incrementando la resistencia a flexión y la ductilidad. Este tipo de fibra sustituye a la fibra de acero.
El concreto tiene alta capacidad resistente a la compresión y muy baja resistencia a la tracción; de ahí que
se combine el concreto con un refuerzo de acero para lograr un mejor desempeño del material resultante:
el concreto armado. En esta combinación es el acero el encargado de proveer la resistencia a tensión de la
que adolece el concreto. El refuerzo de acero también es capaz de resistir fuerzas a compresión en
columnas y vigas.
Con el fin de garantizar la adherencia entre el acero y el concreto, especialmente en zonas sísmicas, las
barras de acero (llamadas en Venezuela cabillas) deben tener protuberancias o estrías en su superficie. Se
las suele denominar barras estriadas o corrugadas. También existen barras lisas, no recomendables como
refuerzo en elementos de concreto armado.
La designación de las barras de refuerzo corresponde al diámetro nominal, pudiendo ser expresada en
octavos de pulgada (tabla 5.4) o en milímetros, (tabla 5.5).
La denominación de las barras o cabillas de refuerzo expresadas en el sistema de unidades métrico MKS se
las conoce en la nomenclatura inglesa como barras blandas (soft metric bars).
El concreto reforzado también llamado concreto armado es quizás el material de construcción más
utilizado. Está presente en casi cualquier tipo de obra civil: viaductos, edificios, túneles canales de drenaje,
muros de sostenimiento, chimeneas, silos, muelles, etc., por citar algunos, (las figuras 5.39 y 5.40
representan 2 de estos ejemplos).
Entre las numerosas ventajas que ofrece el concreto armado como material de construcción cabe destacar
las siguientes:
a) Posee una enorme capacidad resistente a la compresión.
b) Ofrece una excelente capacidad resistente a las acciones del fuego y del agua.
c) Su mantenimiento es relativamente bajo.
d) Gran rigidez. Esto trae como consecuencia una reducción notable de los desplazamientos de la
edificación bajo la acción de cargas laterales.
e) No presenta una reducción de su resistencia con el pasar de los años, aumentando, bajo condiciones
apropiadas, la vida útil de la edificación.
f) Es quizás el único material económico disponible para la construcción de zapatas de fundación, losas
corridas, muros colados, muros atirantados, pilotes, vigas de riostra etc.
g) No se requiere de una mano de obra altamente especializada.
Figura 5.40 Viaducto del Sistema Ferroviario Ezequiel Zamora. (Foto J.L. Alonso).
h) Es también un material muy apropiado para la construcción de tanques subterráneos, piscinas, silos
de almacenamiento, etc.
i) Los materiales necesarios para la fabricación del concreto suelen estar normalmente disponibles en la
cercanía de las obras.
j) Ya que el concreto durante el proceso del vaciado es un material pastoso y fluido permite adoptar
infinidad de formas dependiendo de la geometría de los encofrados o moldes. La figura 5.41 por ejemplo,
muestra el proceso de colocación de vigas prefabricadas pretensadas de concreto armado en forma de T.
g) En el caso de estructuras altas de concreto armado, el tamaño de las columnas al nivel de los
estacionamientos de los sótanos o de los pisos inferiores dificulta el paso de los vehículos y/o
disminuye el número de puestos de automóviles, lo cuál a veces hace poco atractivo, desde el punto de
vista del promotor, la construcción de grandes torres de concreto armado.
h) El proceso del curado del concreto no es siempre bien controlado, y algunas veces no se lleva a cabo,
trayendo como consecuencia un deterioro en la resistencia del concreto.
i) La construcción de estructuras de concreto armado requiere de un control exhaustivo de la mezcla.
Esto implica la toma de un gran número de cilindros o probetas y su ensayo respectivo.
A pesar de todas estas desventajas, el concreto armado sigue siendo uno de los materiales de construcción
universalmente más utilizado. Por ejemplo, la figura 5.42a muestra la estructura de un edificio de
concreto armado en su etapa constructiva. La figura 5.42b muestra la edificación totalmente construida.
3. En miembros sometidos a flexión, las secciones transversales planas antes de la aplicación de las
cargas permanecen planas aún y cuando el elemento cargado se deforme. De ahí que los esfuerzos
varíen linealmente a partir del eje neutro.
Para efectos del diseño se supondrá que el concreto no resiste esfuerzos a tracción.
f 'c
0.15 f c'
» 0.5 f c'
ec » 0.0006 eu
Ec
En la práctica no existen columnas cargadas con una carga axial pura. Sin embargo, su discusión permite
ilustrar en forma simple las distintas fases del comportamiento del concreto y del acero bajo diversos
19
escenarios de esfuerzo y deformación .
La figura 5.44 muestra dos columnas típicas de concreto reforzado. Una es una columna cuadrada con 4
barras de refuerzo longitudinal confinadas mediante ligaduras dispuestas a separación constante. La
otra, es una columna de sección circular armada con 8 barras de refuerzo longitudinal confinadas
mediante una espiral.
(5-8)
La figura 5.45 muestra los diagramas esfuerzo-deformación del acero y del concreto seleccionados para
esta breve discusión, en los que por comodidad se han dibujado los gráficos utilizando la misma escala
horizontal para las deformaciones unitarias del acero y del concreto (hipótesis No. 2), pero se han utilizado
2
dos escalas distintas verticales para indicar los esfuerzos en ambos materiales, expresados en kgf/cm .
En dicha figura se identifican los escenarios con los números romanos I, II y III respectivamente.
Este escenario ocurre cuando una columna, cuyas dimensiones y área de acero se conocen, es sometida a
cargas axiales de servicio. Normalmente bajo estas condiciones los esfuerzos a compresión tanto en el
concreto como en el acero permanecen en el rango elástico. En este caso la deformación unitaria del
concreto, y del acero, vienen dadas por las siguientes relaciones:
(5-10)
Ya que de acuerdo a la hipótesis No. 2 las deformaciones unitarias del concreto y del acero son iguales,
igualando las ecuaciones anteriores se obtiene que:
(5-11)
fs fc
3500 500
2
fc' =400 kgf/cm
II
2800 400
Esfuerzos (kgf/cm2)
1400 200
0,85 f c'
I
762
127
700 100
0.00035 0.0013
0.00 0
0 0 0.001 0.002 0.003 e
ec » 0.0006
Rango elástico
(concreto)
Figura 5.45 Curvas esfuerzo-deformación del concreto y del acero, utilizados en el ejemplo.
Sustituyendo el valor de fc dado en la ecuación (5-11) en la ecuación general (5-9), y observando además
que el área de concreto puede expresarse en función del área total gruesa de la sección Ag, se obtiene
finalmente:
(5-12)
Es importante recalcar que esta expresión es válida únicamente en el rango de esfuerzos en el que el
comportamiento del concreto es elástico. La zona sombreada en la figura 5.45 indica aproximadamente el
rango de esfuerzos en el que el concreto se comporta elásticamente, es decir, hasta un valor del esfuerzo
aproximadamente igual a 0,4 f´.
c
Escenario II: Comportamiento inelástico del concreto
Para valores de la deformación unitaria del concreto superiores a 0,0005 ó 0,0006 el comportamiento del
concreto deja de ser lineal. Es decir, ya no es válida en el concreto la relación ec = fc / Ec.
En este caso, la deformación unitaria del concreto así como también los esfuerzos correspondientes fc y fs
deben obtenerse directamente a partir de las curvas esfuerzo-deformación de los materiales, similares a
las mostradas en la figura 5.45. En este escenario, la carga axial resistente de la columna se encuentra
aplicando directamente la ecuación general (5-9).
(5-13)
Figura 5.46 Falla de columna, (Foto J.L. Alonso). La figura 5.46 muestra una columna del Liceo Raimundo ical
20
Martínez Centeno que falló, básicamente a compresión axial durante el terremoto de cariaco de 1997 .
Obsérvese el estallido del núcleo de concreto y la curvatura en la dirección vertical de las barras de
refuerzo, producidas en parte por la falta de confinamiento provisto por las ligaduras.
5.13.1 Ejemplo
Una columna de concreto armado cuyas curvas esfuerzo-deformación son las mostradas en la figura 5.45
tiene una sección de 30x40cm y está reforzada con 8 barras No. 25M. El esfuerzo cedente del acero es 4.200
2 3
kgf/cm y el peso unitario del concreto wc=2.500 kgf/m . Se pide:
a) Calcular la magnitud de la carga axial necesaria para producir en el concreto un esfuerzo a compresión
2
igual a 127 kgf/cm .
b) Calcular la magnitud de la carga necesaria para producir en la columna un acortamiento unitario igual
a 0,0013.
c) Calcular la carga última nominal resistente Pn de la columna.
d) Calcular la deformación unitaria cedente del acero.
e) Calcular la fuerza axial resistente requerida Pu (demanda).
Solución:
2
a) De la figura 5.45 se desprende que para un esfuerzo en el concreto fc =127kgf/cm la deformación
unitaria de la columna es igual a 0,00035. Ya que la deformación así obtenida es menor que 0,0006 se
concluye que el concreto en este escenario de carga se comporta elásticamente.
La carga actuante P puede entonces calcularse directamente a partir de la ecuación (5-12). En efecto,
en la columna del ejemplo se tiene que:
Módulo de elasticidad:
Módulo de elasticidad:
Relación modular:
Sustituyendo estos valores en la ecuación (5-12) se obtiene entonces que la carga axial P actuante tiene
por valor:
»
2
El esfuerzo en el acero fs se obtiene de la ecuación (5-11), y tiene por valor fs=n x fc= 762 kgf/cm .
Alternativamente, el valor del esfuerzo fs puede obtenerse directamente a partir de la curva esfuerzo-
deformación del acero mostrada en la figura 5.45.
b) De la curva esfuerzo-deformación del concreto mostrada en la figura 5.45 se observa que cuando la
columna experimenta un acortamiento unitario de 0,0013 el concreto ya no se encuentra en el rango
2
elástico (0,0013>0,0006). El esfuerzo en el concreto correspondiente es fc = 356 kgf/cm tomado
directamente del gráfico.
Para esa misma deformación unitaria se obtiene que el esfuerzo en el acero (aún en el rango elástico)
tiene por valor:
Sustituyendo estos valores en la ecuación general (5-9) se obtiene que la carga axial P necesaria para
producir el acortamiento ec =0,0013 tiene por valor:
c) La carga última nominal resistente Pn viene dada por la ecuación (5-13), y tiene por valor
2
La resistencia máxima del concreto f´c es igual a 400 kgf/cm y fue tomada directamente de la curva
esfuerzo-deformación del concreto.
Obsérvese que se ha despreciado la pequeña curvatura existente antes de la fluencia del acero. Es decir,
se ha supuesto un comportamiento del acero elástico, perfectamente plástico (véase la figura 5.10c).
e) La fuerza axial resistente requerida, Pu, o lo que es lo mismo la demanda requerida se obtiene a partir
de la siguiente relación; (ecuación 4-3c, Capítulo 4 del libro):
Es decir, la columna debe ser capaz de resistir una carga axial de al menos 363,75 toneladas.
18
El ACI 2008 (sección 10.3.5) recomienda un factor de minoración igual a 0,65.
En una viga cargada se pueden distinguir tres modos de falla a flexión. Cada modo de falla tendrá lugar
dependiendo del porcentaje de acero ubicado en la zona de la viga sometida a tensión. De estos tres modos
de falla, dos son del tipo frágil, mientras que uno es dúctil.
Ya que el objetivo básico del ingeniero estructural es diseñar vigas que exhiban un comportamiento dúctil
que dispongan de alta capacidad de disipación de energía, las vigas deben ser diseñadas de forma tal que
su falla sea dúctil.
Ocurre cuando la viga está sobrereforzada, es decir, cuando el área de acero a tensión es excesiva. En este
caso, cuando la viga se carga hasta producirse la falla, ésta se inicia por aplastamiento del concreto en la
zona de compresión que produce su desintegración en forma repentina y frágil. Esto se produce mucho
antes de que los esfuerzos en el acero a tensión alcancen su esfuerzo cedente.
La figura 5.47 muestra una viga sobrereforzada sometida a una carga que aumenta paulatinamente su
valor hasta que se produce la falla en la viga. En este instante, la carga de falla Pu, produce el diagrama de
momentos Mu indicado en la figura 5.47a.
La figura 5.47b muestra las distribuciones de deformaciones y esfuerzos generados en una sección AA
ubicada en el punto medio de la viga, en donde se observa que la posición del eje neutro EN está muy
próxima al baricentro de las barras de acero a tensión, de área AS.
La figura 5.47c muestra los diagramas esfuerzo-deformación denotando con círculos los esfuerzos en el
acero y en el concreto en el momento de producirse la falla.
18
Con el fin de evitar la falla frágil que se origina en vigas sobrereforzadas a tensión, el código ACI
establece un límite a la máxima cantidad de acero que debe colocarse en la viga.
Al limitar el porcentaje de acero a tensión, o lo que es lo mismo la cuantía de acero, r, se logra que el eje
(a) Pu (b)
Aplastamiento b
Compresión
A ec= 0.003
A
A d
E.N.
fs
(c)
fc
Acero
fy
Concreto
falla
Fs
fc
0 0 es ey 0.003
Deformación
21
Figura 5.47 Falla a Flexión en una viga sobrereforzada .
neutro suba de posición hacia la zona comprimida de la viga, dando como resultado un incremento en el
esfuerzo de acero a tensión más rápido que el incremento producido en el esfuerzo a compresión del
concreto. Esto significa que la viga fallará en forma dúctil al ceder el acero antes de que el concreto
empiece a aplastarse.
La figura 5.48 muestra una comparación del comportamiento de una viga sobreforzada (a) con una viga
subrereforzada (b), ambas de iguales dimensiones. La figura 5.48c muestra el diagrama carga-
desplazamiento resultante.
La figura 5.49 muestra el efecto que una carga, P, que se incrementa paulatinamente, ejerce en las
deformaciones unitarias del concreto y del acero y en los esfuerzos correspondientes de una viga
subreforzada, es decir, con poco acero a tensión.
La figura 5.49a muestra la viga simplemente apoyada y el diagrama de momentos que se produce bajo la
acción de una carga P aplicada en el punto medio de la viga.
Pu Pu
d1 d2
Sobrereforzada Rotura
Subreforzada
(c)
0 d1 d2
Deformación
Figura 5.48 Comparación del comportamiento de una viga subreforzada con una viga sobrereforzada
21
(Adaptado de Leet ).
Los gráficos de las figuras 5.49b y 5.49c muestran la sección de la viga y las distribuciones de las
deformaciones y de los esfuerzos correspondientes que se producen en el concreto y en el acero al
incrementar paulatinamente la carga actuante.
La figura 5.49d muestra los diagramas esfuerzo-deformación asociados a los casos de carga 1, 2 y 3. Los
círculos denotan los esfuerzos correspondientes generados en el concreto y en el acero.
De todo lo anterior se desprende que el aumento de la carga P produce un incremento en el esfuerzo del
concreto en las fibras más alejadas del eje neutro haciendo que el concreto incursione en el rango no-
lineal. Sin embargo, este aumento de esfuerzo en el concreto no produce ningún aumento en el esfuerzo
del acero ya que éste fluye (es >ey) en línea recta bajo un esfuerzo cedente fy constante. Por lo tanto, la
fuerza de tensión en el acero T= fy As permanece constante en este rango.
Ya que en todo momento debe cumplirse que C=T, siendo C=ab 0,85 f´c , (bloque rectangular equiva-
22
lente ) la única forma posible para que esto ocurra a medida que aumenta el esfuerzo a compresión en el
concreto es que suba el eje neutro. En otras palabras, la distancia c debe disminuir y por tanto disminuir la
altura a del bloque rectangular de compresión equivalente.
(a) P
M= PL
4
b
(b) e c1 e c2 ec3= 0.003
E.N. final
E.N.
d
inicial
e s1 < e y e s2 =e y e s3 > e y
As
f c1 f c2 0.85 f 'c
(c) C
c a
E.N. inicial
E.N. final (d-a/2)
fs1 A s fy A s T = fy As
As (fs1 < f y ) (fs2 = f y ) (fs3 = fy )
fs
(d) Acero
2 3
fy
1 Concreto
f s1
2 3
1
0 e s1 e y 0.003 e s3
Deformación
21
Figura 5.49 Proceso de falla de una viga subreforzada, (Adaptado de leet ).
En el sistema SI, b1 debe tomarse igual a 0,85 para resistencias del concreto ≤ 30MPa inclusive. Para
resistencias mayores a 30MPa, b1 se puede determinar con la siguiente expresión:
donde:
(5-14)
Finalmente, la falla total tiene lugar cuando el concreto alcanza una deformación unitaria igual a 0,003 en
la fibra superior de la sección. En este instante el concreto en la viga estalla y se produce su colapso.
La figura 5.50 muestra el comportamiento dúctil de una viga subreforzada de un edificio de oficinas
durante el terremoto de Managua de 1972. En ella se aprecia la tremenda deformación que experimentó la
viga durante ese sismo.
Este comportamiento dúctil de la viga impidió el colapso total de la losa nervada que estaba simplemente
apoyada sobre la viga en su tramo intermedio.
Obsérvese además que la viga del fondo no sufrió daños de importancia por haber sido impedido su
movimiento por una pared divisoria que le sirvió de apoyo.
Figura 5.50 Falla dúctil de una viga subreforzada. Terremoto de Managua de 1972. (Foto, J:L: Alonso).
Al producirse las grietas, el esfuerzo en el acero de refuerzo a tensión se incrementa porque disminuye la
sección del concreto a compresión) y por tanto el acero debe ahora adicionalmente absorber la tensión que
antes era absorbida por el concreto no fisurado.
En ocasiones, las dimensiones de las vigas son mucho más grandes que las realmente necesarias para
resistir los esfuerzos a flexión. Esto se traduce en una altura útil d de la viga muy grande, pudiendo
suceder que el diseñador piense erróneamente que no es necesario dotar a la viga con mucha área de acero
a tensión. Cuando esto sucede, el momento resistente nominal resultante puede ser menor que el
momento de agrietamiento de la sección.
Si por alguna eventualidad el momento de agrietamiento de la viga llega a incrementarse, digamos por la
presencia de una carga accidental no prevista originalmente (acopio de materiales, cambio de uso de la
edificación, etc.), la viga fallará abruptamente por rotura del acero a tensión, produciéndose una falla frágil.
(5-16)
donde h es la altura, bw es el ancho del alma de la viga, y fr es el esfuerzo máximo a tracción del concreto.
Con el fin de evitar que se produzca una falla frágil por falta de acero a tensión, las normas establecen
16,18
cuantías mínimas de acero a tensión . Así, en el Capítulo 10 (sección 10.3.1.1) de la Norma COVENIN
16
1753:2003 se establece que en cualquier sección rectangular de un miembro a flexión, el área As
suministrada cumplirá los siguientes requerimientos:
para (5-17)
Para (5-18)
Se estipula además que para miembros de sección T con alas a tracción, el área mínima de acero será
obtenida sustituyendo en la ecuación (5-18), el valor bw por el menor de los siguientes valores: a) bw, b) la
anchura del ala.
Con el fin de garantizar un comportamiento dúctil y un control adecuado de falla en miembros sometidos
a flexión, los códigos permiten únicamente el diseño de vigas subreforzadas. Esto es particularmente un
requisito imprescindible en regiones sísmicamente activas.
16
La ductilidad se define como la capacidad que poseen los componentes de un sistema estructural de
hacer incursiones alternantes en el dominio inelástico, sin pérdida apreciable de su capacidad resistente.
Esto trae como consecuencia que el eje neutro suba hacia la zona a compresión y por tanto el esfuerzo a
compresión en el concreto aumente más lentamente, mientras que el esfuerzo a tensión en el acero lo
hace más rápidamente, garantizando de esta manera un comportamiento dúctil de la viga.
La cuantía del acero a tensión de una viga rectangular se define mediante la relación siguiente:
(5-19)
esta ecuación r representa el área de acero a tensión por unidad de área de concreto. Un valor elevado de r
es señal de que la viga está muy reforzada.
A medida que la cuantía de acero en una viga subreforzada aumenta, el eje neutro se desplaza hacia el
centroide de las barras de acero a tensión (hacia abajo en nuestra discusión), alejándose de la zona de
máxima compresión del concreto y aumentando por ende el esfuerzo a compresión del concreto.
Puede llegar un momento tal en el que el área de acero a tensión suministrada a la viga sea tal que propicie
que el concreto alcance el esfuerzo máximo 0,003 en el mismo instante en el que la deformación del acero
alcanza su deformación cedente ey. En ese instante, se destruye la capacidad resistente del concreto y
estalla súbitamente en forma frágil. En otras palabras, bajo este escenario desaparece la ductilidad. Este
tipo de falla se conoce como falla balanceada.
Denotando el área de acero a tensión existente al producirse la falla balanceada por As b, y sustituyendo
dicha área en la ecuación (5-19) se obtiene la cuantía de acero balanceada.
(5-20)
(5-21)
En la ecuación (5-21), 1 = ab/cb siendo ab la profundidad del bloque equivalente a compresión cuando
ocurre la falla balanceada, y cb la profundidad del eje neutro correspondiente.
Con el fin de garantizar que el concreto en vigas sometidas a flexión falle de una manera dúctil, el código
18
ACI 318-08 especifica que en cualquier sección de la viga, el acero de refuerzo asociado al momento
flector positivo (tramo) o negativo (apoyo) no exceda nunca el valor r=0,025 para aceros con resistencia
fy = 4.200 kgf/cm2, es decir:
(5-22)
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7
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11
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12
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14
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15
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Compresión de Cilindros de Concreto, (ASTM C31, C39 y C192).
16
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Estructural, (1ra Revisión).
17
Hognestad, E., (1952), Ineslestic Behavior in Test of Eccentrically Loaded Short Reinforced Concrete Columns,
Journal of the American Concrete Inst.
18
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sistema métrico). Es un Estándar del ACI Producido por el Comité 318. American Concrete Institute,
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19
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S.A. Colombia.
20
Alonso J.,L. y Bermúdez M., (1999), El terremoto de Cariaco, Revista 370 de la Fundación Juan José
Aguerrevere del Colegio de Ingenieros de Venezuela, Caracas.
21
Leet, K., (1982), Reinforced Concrete Design, McGraw-Hill Book Company.
22
Whitney, C.S., (1942), Plastic Theory of Reinforced Transactions of the ASCA, Vol 107, pp 251-326.
6.1 INTRODUCCIÓN
Este Capítulo centra su atención en los aspectos relacionados con la configuración arquitectónica de
edificios (forma, tamaño, distribución de rigideces, etc.) así como también en los aspectos de tipo
estructural, aspectos ambos íntimamente ligados al comportamiento sísmico de la edificación.
Se incluyen ejemplos que muestran la enorme influencia que han ejercido ciertas configuraciones
arquitectónicas y estructurales en el pésimo desempeño de edificaciones que han sido severamente
dañadas durante terremotos recientes, tales como los cambios bruscos de rigidez, la distribución y
ubicación de la tabiquería, la geometría irregular en planta, etc. Finalmente se incluyen recomendaciones
de tipo estructural y constructivo orientadas a minimizar la vulnerabilidad sísmica en las etapas
preliminares del diseño.
Al igual que en muchas áreas de investigación y del conocimiento, a medida que se disponga de más
información referente al comportamiento de edificaciones durante terremotos, mejor y más acertado será
el diseño.
El objetivo del diseño sismorresistente de edificaciones es diseñar estructuras con una capacidad
resistente que supere la demanda sísmica actuante.
Es evidente que para cumplir con estos requisitos se requiere estimar previamente cual es la demanda
sísmica, y a partir de allí, la capacidad resistente. El logro de estos requisitos solo es posible con el
concurso multidisciplinario de muy diversas especialidades, tales como la ingeniería estructural y
geotécnica, la arquitectura, ciencias de la tierra (sismología y geología), así como también la participación
de urbanistas y alcaldías municipales.
Esto se debe a que en el desempeño sísmico de una edificación intervienen en forma combinada
numerosos factores muy difíciles de modelar simultáneamente en el laboratorio; por ejemplo: la
licuefacción, los asentamientos repentinos de alguno de los cimientos, la distribución errática de la
tabiquería, defectos constructivos, el nivel de las sacudidas del terreno, el agrietamiento, la capacidad real
de disipación de energía, la topografía del terreno, las condiciones geotécnicas del sitio, la geometría de
los depósitos, etc.
Las estaciones de captación de registros estaban ubicadas en un radio de unos 15 km del epicentro. Las
aceleraciones máximas registradas en la superficie oscilaron entre 0,15g y 1,78g. Los resultados de esta
investigación se resumen en la tabla 6.1.
1
Tabla 6.1 Daños Observados. Terremoto de Northridge
Tipo de daño % de edificaciones afectadas
Muy grave 2%
Moderado 15 %
Insignificante 64 %
Ninguno 19 %
Los resultados obtenidos son sorprendentes. Indican que de un total de 530 edificios ubicados en las zonas
donde se registró el movimiento más fuerte del terreno, (Valle de San Fernando, Santa Mónica, y el oeste de
Los Ángeles), únicamente 10 edificaciones (menos del 2%) mostraron daños graves, 78 edificaciones (15%)
sufrieron daño moderado y 340 (64%) tan solo daño insignificante.
Estos índices de daños resultaron ser muy inferiores a los que se hubiesen podido anticipar basándonos
únicamente en los resultados del análisis y diseño estructural estipulados en las normas.
Otro resultado sorprendente es el enorme rango de variación observado en las aceleraciones pico
máximas obtenidas de los registros y su poca o casi nula influencia en el daño observado en edificaciones
durante ese terremoto.
Este hecho corrobora lo que afirmábamos en el Capítulo 3 de este libro: la aceleración pico no es la variable
sismológica que más influye en el daño de obras civiles durante un terremoto. Todo parece indicar que la
duración del evento, el contenido de frecuencias de las sacudidas, las condiciones litológicas, y la velocidad
espectral son variables más influyentes.
Otra fuente de incertidumbre radica en la falta de registros del movimiento fuerte del terreno en zonas o
regiones en donde más se los necesita. A pesar del enorme incremento de registros de terremotos
obtenidos durante las últimas décadas, el número de registros asociados a terremotos de magnitud M > 8
se limitan tan solo a los obtenidos durante el terremoto de México de 1985 y el de Shrilanka en 2005.
La figura 6.1 muestra la distribución espacial de registros obtenida al graficar el número de eventos
asociados a terremotos con magnitud superior a 5.5 y a distancias epicentrales variables ocurridos en
2
Norte y Centroamérica durante los años 1934 y 1994 en eventos con aceleraciones pico superiores a 0.05g .
En ese gráfico se observa que la mayoría de los eventos disponibles corresponden a terremotos de
magnitud 5.5 a 7.5 que tuvieron lugar a distancias epicentrales comprendidas entre 0 y 100 km.
336
288
240
192
Registros
144
96
48
>
(20 300
] (10 0,3
5,6 00
(5. ] (50 0,2 ]
6.5 00] m)
(6, 7] (20 ,10 l (k
5, 0 ra
(6. 7.5
] (10 ,50 ]
en
t
Ma (7, ,8] (0, ,20 ]
E pic
gn
itu (7.5 >8 10 ]
cia
d ]
s tan
Di
2
Figura 6.1 Distribución espacial de registros de Norte y Centroamérica, 2934-1994, (adaptado de Naeim ).
Esta información, si bien no completa, permite llevar a cabo estimaciones “aceptables” del desempeño
estructural ante una variedad de sismos típicos de magnitud inferior a M=7.5. Pero, ¿qué hacer en
regiones como el Norte de Sudamérica en donde la información de registros asociada a terremotos con
magnitudes superiores a M=6 es virtualmente inexistente?... ¿qué hacer en regiones donde las leyes de
atenuación y los mecanismos de falla pueden no ser los mismos? Uno se pregunta... ¿podemos importar la
información obtenida e implantarlas en nuestros códigos?
Las estructuras vienen en todas las formas y tamaños. Pueden ser metálicas, de concreto armado, de
madera, de mampostería, de fibra de vidrio, etc. Pero, todas tienen por lo menos algo en común: todas
necesitan cimientos o fundaciones. Una fundación es el medio mediante el cual la superestructura
interactúa con el suelo de fundación.
Bajo condiciones estáticas, las cargas verticales son transferidas a la fundación y de allí al suelo que las soporta.
Durante la acción de un terremoto las cargas que se transmiten a la fundación pueden exceder notablemente la
magnitud de las cargas verticales y en algunos casos producir un levantamiento de los cimientos.
Durante un terremoto puede producirse fallamiento del suelo. Por ejemplo, puede producirse el fenómeno
de licuefacción en suelos saturados conformados por arenas sueltas, dando como resultado una pérdida
momentánea de la capacidad portante del suelo. De más está decir el daño que va a sufrir una edificación
bajo estas circunstancias.
Para que una fundación sea capaz de resistir en forma adecuada y económica las cargas transmitidas por la
edificación es preciso realizar previamente una investigación geotécnica exhaustiva. Esta investigación
permitirá obtener información relacionada con el tipo de suelo, (resistencia, compresibilidad,
permeabilidad, etc.), así como también debe proveer al ingeniero estructural con alternativas económicas
y eficientes para transmitir las solicitaciones resultantes en forma segura (pilotes, pilas, zapatas aisladas,
corridas, etc.).
El estudio geotécnico no debe limitarse como sucede en el 90% de los casos a la realización de alguna que
otra perforación en la que se lleva un control del número de golpes. ¡No!
Ya que las condiciones del suelo local ejercen una enorme influencia en la respuesta estructural de
edificaciones durante terremotos, es imprescindible llevar a cabo en cada localidad estudios geotécnicos
3 ,4
que permitan clasificar el tipo de suelo en función de sus características estáticas y dinámicas.
5
Por ejemplo, el Uniform Building Code del año 1997 clasifica el perfil de los suelos en función de las
propiedades dinámicas promedio de los primeros 100 pies (33 metros) del depósito. La tabla 6.2 contiene
esa información.
Los tipos de suelo que requieren especial atención (suelos SF) son los siguientes:
1. Suelos propensos a sufrir algún deslizamiento, fallamiento potencial o colapso durante la acción
sísmica, tales como suelos licuables, arcillas altamente sensibles, o suelos mal cementados.
2. Turba y/ o arcillas con gran cantidad de materia orgánica, (H > 3 m).
3. Arcillas de alta plasticidad (H > 7,5 m) con un índice de plasticidad mayor que 75.
4. Depósitos de gran espesor (H > 36 m) compuestos de arcillas blandas o medianamente blandas.
5
Tabla 6.2 Tipos de perfiles de suelo según el 1997 UBC
Velocidad promedio de ondas de corte en
Perfil de suelo Descripción
m/s de los primeros 33 m de profundidad
SA Roca dura > 1.500
SB Roca 760 a 1.500
SC Suelos muy densos y roca blanda 360 a 760
SD Suelos rígidos 180 a 360
SE Suelos blandos < 180
SF Este tipo de suelos requieren un estudio de campo especial
Una simple comparación de la clasificación de los suelos y de las características litológicas recomendadas
6
en el UBC1997 con las recomendaciones en la sección 5.1 de la norma venezolana COVENIN pone de
manifiesto la falta de uniformidad de criterios existente. Esto sin duda alguna aumenta el nivel de
incertidumbre a la hora de tomar decisiones.
La configuración del edificio es el resultado de un proceso que envuelve consideraciones de tipo urbano,
imagen, uso y estilo. Este proceso está directamente relacionado con la forma, el tamaño, naturaleza y
ubicación de los elementos resistentes y no-estructurales del edificio.
En general, un edificio no es un conjunto uniforme. Está formado por un conjunto de partes o volúmenes
interconectados o separados entre sí que exhiben un comportamiento poco uniforme durante un sismo.
Cada una de las partes tiene distinta rigidez y resistencia causada por la interacción de elementos no-
estructurales con la estructura o bien por su configuración geométrica en planta o en altura. En cierta
forma, la configuración de la edificación es la responsable de la distribución de las fuerzas sísmicas así
como también del valor relativo de las mismas.
originados por el efecto de vuelco. Tal fue el caso del edificio Caromay mostrado en la figura 6.2.
El edificio Caromay, de 19 niveles y un sótano, es un edificio aporticado de concreto armado muy esbelto,
de planta curva que sufrió considerable daño estructural en casi todas las columnas del nivel sótano
durante el terremoto de Caracas de 1967. Las secciones de las columnas que fallaron a compresión
variaban de 25 x 80 cm a 40 x 90 cm.
7
La figura 6.3 muestra la configuración en planta y en elevación del edificio Caromay . En ella se indican:
a. Envigado y columnas de la planta tipo (niveles 2 al 19).
b. Distribución en planta de la tabiquería interna y en las fachadas Norte y Sur.
c. Envigado y columnas del nivel Lobby y la geometría del nivel sótano.
d. Corte en elevación. Sección A-A.
De las dimensiones indicadas en el corte A-A de la figura 6.3 se desprende que la esbeltez altura / ancho =
48,60/9,75 = 4,98 » 5 es enorme.
4 5 6 Techo
3 7
2 8
2.70m
1 A 9 P-18
2.70m
P-17
D
2.70m
6.70
P-16
C
2.70m
m
6.35
P-15
m
B
2.70m
3.57
A P-14
(a) ENVIGADO Y COLUMNAS (PLANTA TIPO)
2.70m
4 5 6
3 7 P-13
2 8
2.70m
1 9
P-12
2.70m
D P-11
m
6.07
2.70m
m
C P-10
2.70m
6.53
P-9
m
B
3.57
2.70m
(b) DISTRIBUCIÓN DE TABIQUERÍA
P-8
4 5 6
2.70m
7
3 8
2 P-7
9
1
2.70m
A
P-6
2.70m
P-5
D
2.70m
P-4
2.70m
C
P-3
2.70m
B
P-2
Rampa
2.70m
Lobby
A
Muro de
concreto
7.60m 4.35m 4.70m
Muro de
concreto A B C D
(c) ENVIGADO Y COLUMNAS (N. SÓTANO Y LOBBY) (d) CORTE: SECCIÓN A-A
7
Figura 6.3 Edificio Caromay. Ubicación de vigas, columnas y distribución de la tabiquería .
6-10 VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Estudios llevados a cabo después del terremoto demostraron que la disposición radial de los ejes de
columnas y de la tabiquería así como su enorme esbeltez convirtió a la estructura aporticada en una viga
en volado sometida a flexión.
El corte basal resultante resultó ser aproximadamente igual al 20% del peso del edificio; es decir, 8 veces
mayor que el corte basal previsto en el diseño original suponiendo que la estructura se comportaría como
una estructura aporticada sin haber previsto la contribución de la tabiquería a la rigidez del conjunto.
Este hecho demuestra el tremendo grado de incertidumbre del desempeño estructural que existe cuando
intervienen en la ecuación variables arquitectónicas no contempladas en el análisis, relacionadas en este
ejemplo con la configuración, forma y distribución de elementos no-estructurales en fachadas y en el
interior de la edificación.
Un sistema estructural puede definirse como un sistema tridimensional interconectado por miembros
estructurales planos y unidireccionales. Generalmente, pero no siempre, estos elementos planos y
lineales están dispuestos en planos verticales y horizontales.
Los sistemas estructurales deben estar diseñados para resistir las cargas gravitacionales y además las
cargas laterales (viento, sismo o presión de terreno).
1. Diafragmas horizontales
En la mayoría de las edificaciones las cargas gravitacionales son transmitidas a las columnas y a las
pantallas mediante sistemas estructurales horizontales planos que forman las cubiertas de techo y de
piso. Cuando estos sistemas tienen suficiente rigidez y resistencia para funcionar como un plano
rígido, se los denomina diafragma horizontal.
Son de distinto tipo. Entre ellos se distinguen: las losas macizas; las losas nervadas con nervios en una
o en dos direcciones, y las losas conformadas por un sistema de vigas altas y losas de cualquiera de los
tipos antes mencionados. En el caso de las losas nervadas, los espacios entre nervios se logran
utilizando encofrados recuperables metálicos, de madera, de fibra de vidrio, o también utilizando
bloques de arcilla, concreto aligerado y en ocasiones bloques de poliestireno expandido (anime).
Cada uno de ellos ofrece sus ventajas y desventajas, y su elección depende de factores arquitectónicos y
estructurales tales como: la luz entre apoyos, la intensidad de la carga, el uso destinado a la edificación
(vivienda, oficinas, hospitales, etc.).
Existe además un sistema de piso conformado por paredes de carga y losas macizas de concreto
armado de relativo poco espesor, vaciadas monolíticamente. Se los conoce como sistemas tipo cajón.
Las luces entre las paredes son variables y dependen en general del costo y tolerancia de los moldes
metálicos utilizados como encofrado.
Están conformados básicamente por columnas, paredes o pantallas, vigas de transferencia y soportes
colgantes.
a) Columnas.
En edificios muy altos de concreto armado la sección transversal de las columnas impone serias
limitaciones de espacio en los niveles inferiores, especialmente en el área destinada al
estacionamiento de vehículos.
b) Paredes de Carga.
Son elementos estructurales planos, dispuestos en planos verticales que se distinguen por su gran
esbeltez. Pueden poseer o no algunas aberturas. Son resistentes a la compresión y en muchas ocasiones
su cuantía de acero es la mínima. Dependiendo de la magnitud de la carga vertical que soportan, a
veces es preciso reforzarlas con ligaduras espaciadas verticalmente, al estilo de las columnas.
c) Vigas de Transferencia
Es un sistema conformado por elementos horizontales de gran peralte que se encarga de transferir las
cargas provenientes de las columnas de los pisos superiores a las columnas de los pisos inferiores. Un
ejemplo de este sistema podemos encontrarlo en la estructura de las torres del Parque Central
construidas en la ciudad de Caracas a principios de la década de los años 70, (ver figuras 6.4 y 6.5)
La figura 6.4 muestra las 2 torres gemelas y parte del conjunto habitacional del Parque Central. Cada torre
de 58 niveles, alcanza una altura total de 225m. Está conformada por una estructura tubular de 5
volúmenes prismáticos inscritos dentro de una estructura piramidal truncada. La figura 6.5 muestra un
corte esquemático de la estructura de las torres.
Se puede observar que en el sistema estructural adoptado, las columnas perimetrales de concreto armado
están unidas entre sí mediante vigas de arriostre en las fachadas.
Existen además 5 macrolosas reticulares de transferencia de gran altura, de concreto armado, que
transfieren las cargas verticales de las estructuras metálicas internas a las columnas perimetrales del
edificio. En su época fueron consideradas las torres de concreto armado más altas del mundo.
El diseño sismorresistente de edificaciones debe tomar en cuenta los siguientes principios básicos: 1)
visualizar cual será la deformación real de la estructura durante un terremoto; 2) entender como se
transmiten las fuerzas laterales desde el nivel techo hasta la fundación del edificio, y 3) garantizar la
estabilidad lateral de la edificación, (ver sección 6.17).
Resulta oportuno señalar que si bien en el diseño las fuerzas sísmicas se consideran actuando desde la
parte superior de la edificación hacia abajo, en realidad las fuerzas sísmicas se transmiten desde el suelo
hacia arriba.
El tipo de arriostramiento vertical de los elementos estructurales que resisten las fuerzas sísmicas
depende del tipo y configuración de la estructura. Pueden ser paredes de corte, pórticos arriostrados con
diagonales, pórticos resistentes a momentos o una combinación de las anteriores.
La figura 6.6 resume en forma esquemática los sistemas estructurales típicos utilizados para resistir
fuerzas sísmicas laterales. Las características más relevantes de estos sistemas estructurales se resumen a
continuación.
Es un sistema espacial conformado por marcos rígidos capaces de resistir las cargas gravitacionales y
los momentos a flexión causados por la acción de las cargas laterales. Un aspecto muy importante de
este tipo de sistema radica en la necesidad de dotarlo con suficientes líneas de resistencia o líneas
redundantes. Las estructuras con esta tipología pueden ser de concreto, acero y/o estructuras
compuestas de elementos metálicos y de concreto, (figura 6.6a).
En este tipo de sistemas las cargas gravitacionales y las cargas laterales son resistidas por paredes
verticales que actúan como paredes de corte. Las paredes de corte pueden ser de concreto armado, de
mampostería armada o estructuras metálicas constituidas por paneles verticales con diagonales. Las
estructuras tipo cajón de concreto armado pertenecen a este grupo, (figura 6.6b).
A este grupo pertenecen aquellos sistemas estructurales conformados por un sistema aporticado
espacial encargado de soportar las cargas gravitacionales y por paredes de corte encargadas de
absorber el 100% de las cargas laterales. Las paredes de corte pueden ser de concreto armado o estar
constituidas por elementos metálicos arriostrados diagonalmente, (figura 6.6c).
(a) Sistema con pórticos (b) Sistema con paredes (c) Sistema mixto
(d) Sistema dual concreto (d') Sistema dual con (d'') Sistema dual con arriostramiento
arriostramiento metálico en X metálico en V invertida
d) Sistema dual
Un sistema dual es un sistema que reúne en un bloque espacial dos sistemas estructurales que
comparten las mismas tareas: resistir conjuntamente las cargas gravitacionales y las cargas laterales.
La resistencia a cargas laterales se reparte en forma tal que el 25% de las mismas debe ser resistida por
los marcos o pórticos resistentes a momentos, mientras que el resto son resistidos por las paredes de
corte. Los dos sistemas deben diseñarse en forma tal que el corte basal resultante sea resistido
proporcionalmente a la rigidez de los sistemas, (figuras 6.6d, 6.6d¢y 6.6d²).
e) Péndulo invertido
Son estructuras en las que una gran porción de su masa se concentra en el tope de la columna de
soporte. Estos sistemas deben tratarse como sistemas generalizados de 1 grado de libertad de
traslación horizontal, (figura 6.6e).
Son sistemas estructurales no identificados dentro del grupo de sistemas estructurales recién definidos.
Además de los sistemas estructurales recién discutidos cuyos esquemas han sido mostrados en la figura
6.6, existen otros sistemas estructurales cuyas características conviene comentar. Son estos: el sistema
tubo en tubo, y un sistema híbrido de concreto armado y/o de acero conformado por pórticos y paredes de
mampostería.
En edificios muy altos o muy esbeltos se hace necesario proveer a la estructura con la mayor rigidez y
resistencia posible. En edificios altos de oficinas por ejemplo, este requerimiento ha dado origen a la
creación de un sistema estructural conformado por un núcleo rígido central de pantallas que
interactúa con un sistema perimetral de pórticos resistentes a momento. Este sistema es conocido con
el nombre de tubo en tubo.
Entre sus ventajas están la excelente capacidad de las columnas y pórticos que conforman las fachadas
a resistir el volcamiento, aunada a la enorme capacidad de las pantallas de concreto armado a resistir
fuerzas laterales.
Este híbrido estructural está conformado por un sistema de pórticos de concreto armado o de acero resistentes
a momento, y en ocasiones, por un sistema dual (pórticos más pantallas), en los que se han rellenado total o
parcialmente los pórticos tanto interiores como en fachadas con paredes de bloques de arcilla.
En ningún caso, el ingeniero estructural toma en cuenta en el análisis la influencia que estas paredes
ejercen en la rigidez de la edificación. Tan solo se toma en cuenta su peso.
En Venezuela, al igual que en muchos otros países, este tipo de práctica constructiva es utilizada
indistintamente en edificios de concreto armado destinados a vivienda, hospitales, colegios, etc. Más
recientemente, se ha extendido su uso en el cerramiento de estructuras metálicas.
De todos es conocida, la nefasta influencia que han exhibido edificaciones en las que la ubicación
indiscriminada de la tabiquería ha propiciado enorme daño estructural y en ocasiones el colapso de la
edificación. Este efecto es mucho más significativo en el caso de mezclar las estructuras metálicas con las
paredes de bloques de arcilla. ¿Por qué?
Bueno, sencillamente porque la rigidez de los perfiles metálicos es pequeña en comparación con la rigidez
que aportan al conjunto las paredes de arcilla que se mezclan entre ellos. El comportamiento estructural
de este tipo de híbrido (metal más bloques) es totalmente impredecible, debiendo por tanto ser tratado
con mucho cuidado. A este punto volveremos más adelante. La tabla 6.3 resume los sistemas estructurales
mostrados en las figuras 6.7a la 6.18.
El concepto de rigidez relativa es quizás uno de los aspectos más importantes del diseño sismorresistente
de estructuras. La regla básica consiste en considerar que cuando dos o más elementos estructurales se
combinan para resistir una fuerza, cada uno de los elementos absorbe una fracción de esa fuerza
proporcionalmente a su rigidez relativa.
Por ejemplo, si en la pantalla de concreto armado mostrada en la figura 6.19 se aplica una fuerza
horizontal F en la parte superior de la misma, esta fuerza será resistida por los 3 pilares de poca altura
mostrados. Denotando por R1, R2 y R3 a las reacciones horizontales ejercidas por los tramos de columnas
indicados, la fuerza F será igual a la sumatoria de estas reacciones.
L1 a L2 a L3
R1 R2 R3
La suma de las reacciones R1, R2 y R3 es igual a la fuerza actuante F, pero la magnitud de cada reacción
depende de la rigidez relativa de los pilares, de forma que cuanto menos se deforma horizontalmente un
pilar, mayor es la fuerza que resiste.
La rigidez de un elemento se define como la fuerza que hay que aplicar en su extremo libre (manteniendo
el otro fijo) para que se produzca una deformación unitaria (1cm, 1mm, 1 pulgada, etc.). Este principio es
siempre válido independientemente del material constructivo utilizado.
Una simple observación del ancho de los pilares de la figura 6.19 revela que el pilar 2 es más rígido que el
pilar 1, y casi dos veces más rígido que el pilar 3.
Ya que los 3 pilares están interconectados entre sí en la parte superior por una viga de transferencia
monolítica que forma parte de la pantalla, para que la fuerza aplicada F produzca un desplazamiento
uniforme d en el tope se requiere que la fuerza R2 en el pilar 2 sea mucho mayor que las fuerzas que se
necesitan para que los pilares 1 y 3 se desplacen la misma cantidad. En otras palabras, cuando la
estructura se deforma lateralmente una cantidad bajo la aplicación de la carga horizontal sísmica F, el
pilar 2 absorberá más fuerza que el pilar 3, y el pilar 3 menos fuerza que el pilar 1.
En el diseño sismorresistente de edificios, debe tomarse en cuenta el incremento relativo que experimenta
el costo por metro cuadrado de losa con la altura o número de pisos.
En edificaciones de poca a mediana altura, el diseño de edificaciones para cargas laterales está dominado
por el efecto de las cargas verticales, verificándose en el proceso la capacidad del sistema para resistir las
cargas horizontales.
En edificios de gran altura el sistema estructural puede o no ser capaz de resistir las cargas laterales,
siendo por tanto necesario reforzar el sistema estructural a expensas de incrementar notablemente el
costo de la edificación.
Numerosos estudios han puesto en evidencia el pésimo desempeño observado en edificaciones que han
sido severamente dañadas durante terremotos como consecuencia directa de poseer una configuración
irregular, tanto en planta como en elevación, en contraposición con el mejor desempeño exhibido por
edificaciones de configuración regular.
Estas relaciones varían de acuerdo a la dirección cartesiana en que se midan. La figura 6.20 muestra 2
edificaciones de la misma altura con las siguientes dimensiones de largo y ancho: Largo1 = 23 m, Ancho1 =
8 m, Largo2 = 8 m, Ancho2 = 23 m, Altura = 40 m.
Y Y
Altura
Altura
X
X
cho
2
cho 1 An
An
Larg Larg
o1 o2 Z
Z
Figura 6.20 Relación de esbeltez.
Este ejemplo claramente indica que a pesar de que la configuración vertical y en planta es regular y
simétrica, la edificación es casi 3 veces más esbelta en una dirección que en la otra, propiciando ésta
condición un incremento en la fuerza axial de las columnas en la dirección corta de la planta.
Figura 6.22 Vista de edificios no afectados ubicados a escasos 100m del edificio
Miramar. Cumaná, Terremoto de Cariaco de 1997, (Foto J.L. Alonso).
El edificio Miramar, presentaba una distribución irregular geométrica de áreas en la primera planta con
respecto a las restantes y un cambio brusco de rigidez en las columnas a doble altura de la esquina
diametralmente opuesta al núcleo de escaleras conformado por pantallas de concreto armado.
Esta notable irregularidad produjo una torsión enorme en la planta del nivel inferior que dio como
resultado el colapso casi inmediato (según testigos oculares) de la edificación, (véase Capítulo 11 del libro).
Las edificaciones vecinas no dañadas tenían una distribución relativamente uniforme de rigideces tanto
en planta como en elevación.
Basados en las consideraciones discutidas en esta y en las secciones anteriores puede concluirse que la
forma y configuración de un edificio están directamente relacionadas con su mejor o peor desempeño
sísmico.
Con el fin de orientar al lector en el proceso de identificación de los efectos que la forma y configuración
del edificio ejercen en su comportamiento sísmico, hemos agrupado estos efectos en el cuadro mostrado
en la figura 6.23.
En las próximas secciones se incluyen algunas recomendaciones contenidas en los comentarios del
12
National Earthquake Hazard Reduction Program y en las normas venezolanas para edificaciones
6
sismorresistentes . Se incluyen para ello numerosos gráficos y fotografías que ilustran los efectos de la
configuración del edificio.
ESBELTEZ
IRREGULARIDAD TORSIONAL
TORSIÓN
TORSIÓN ACCIDENTAL
IRREGULARIDAD VERTICAL DE
DISCONTINUIDAD DE COLUMNAS
RESISTENCIA Y RIGIDEZ
PISO BLANDO
6.7 TORSIÓN
Las fuerzas de inercia producidas durante un sismo actúan a través del centro de masa, cm, de la
estructura. Si la estructura no es uniforme el centro de masas y el centro de rigidez cr, no coinciden y en
consecuencia se producen momentos de torsión. La figura 6.24 ilustra esta situación.
Dicha figura muestra un diafragma rígido de una losa de planta cuadrada de un edifico de concreto
armado soportada perimetralmente por 2 pantallas contiguas, y el resto por 3 columnas también
cuadradas13.
La magnitud del momento torsional Mt (indicado en la figura para fines ilustrativos únicamente)
desarrollado en la planta del edificio varía en función de la dirección y del sentido de la carga aplicada. En
cualquier caso Mt viene dado por el producto de la fuerza aplicada por su excentricidad. Así,
(6-1)
(6-2)
ex
cr cr
ey
Fx
cm cm
cr
cm
Fy
Fy
cr cr
ey
cm Fx
ex cm
Figura 6.24 Torsión en planta causada por una distribución descompensada de rigidez de
13
los elementos portantes, (adaptado de Reitherman ).
Para poder calcular los momentos torsionales es preciso conocer de antemano la posición del centro de
masas, cm, y del centro de rigidez, cr. La posición del centro de masas es muy fácil de calcular. La posición
del centro de rigidez es harina de otro costal.
La posición del centro de rigidez es un problema de difícil solución, especialmente en edificios de varios
pisos. Para su evaluación existen varios criterios, que a continuación se listan:
14
a) Criterio de rigidez relativa :
De acuerdo a este criterio, la posición del centro de rigidez, cr, puede evaluarse en forma similar a la
utilizada para la evaluación del centro de gravedad de una sección. Esta interpretación implica que, al
15
b) Criterio de no-rotación de un piso :
En este criterio se plantea que la posición del centro de rigidez en un piso cualquiera es la que se
obtiene cuando la carga horizontal aplicada en ese nivel no causa rotación del mismo mientras que el
resto de los pisos o niveles pueden rotar. Esta técnica requiere que la estructura sea analizada
tridimensionalmente.
16
c) Criterio de no-rotación de los pisos :
Este criterio establece que la posición del centro de rigidez de cada piso es la posición en la cual las
cargas laterales aplicadas impiden o previenen la rotación de la estructura como conjunto. Esta técnica
depende de la distribución vertical de las cargas laterales.
17
d) Criterio del centro de corte :
Cuando las fuerzas de corte son conocidas en cada nivel, la ubicación del centro de corte, sc, (del inglés
shear center), se obtiene en el lugar de aplicación de la resultante de todas estas fuerzas. La ubicación
del centro de corte, sc, no coincide con la del centro de rigidez cr.
Conviene señalar que durante un sismo la torsión en planta se produce aún y cuando el centro de masa y el
centro de rigidez coincidan.
La explicación de esto se debe al hecho de que la dirección de las ondas sísmicas, o lo que es lo mismo, el
movimiento horizontal del terreno no tiene por qué ocurrir a lo largo de los ejes principales de la planta
del edificio, y con igual intensidad.
Otra causa de torsión es que el agrietamiento o la plastificación de los miembros que tiene lugar durante
un terremoto fuerte no ocurre según un patrón definido simétrico.
El deterioro de la rigidez de los elementos estructurales depende de muchos factores difíciles de predecir
teóricamente, tales como: los defectos constructivos ocultos, la magnitud, duración y distancia epicentral
del terremoto, los efectos de interacción suelo-estructura, y la errática ubicación de la carga viva en el
momento del sismo, por citar algunos.
La figura 6.25 muestra esta situación en una edificación de planta rectangular, aparentemente regular,
durante el terremoto de 2001 en Bhuj, India.
18
Figura 6.25 Efectos torsionales en edificación aparentemente regular. Bhuj, India. (EERI ).
En general, aquellos edificios en los que la excentricidad entre el centro estático de masas y el centro
estático de rigidez excede el 10% de la dimensión del edificio en la dirección perpendicular a la dirección
de aplicación de la fuerza sísmica, se clasifican como edificios irregulares en planta.
El sistema de miembros verticales resistentes a las fuerzas laterales (columnas, pantallas, etc.) puede
disponerse o ubicarse en forma tal que las excentricidades antes mencionadas permanezcan dentro del
límite del 10% establecido.
Sin embargo, aún así la reubicación de dichos elementos puede ser asimétrica dando como resultado una
distribución variable de las fuerzas torsionales a lo largo de dichos elementos. La figura 6.26 muestra una
irregularidad torsional en planta del tipo Ia y Ib.
2
1
Aún en el caso que el centro de masas y el centro de rigidez coincidan, hay que considerar en el análisis el
efecto de una torsión accidental. Este requisito es obligatorio en el caso de diafragmas rígidos.
La torsión accidental Mta toma en cuenta el hecho de que la distribución de la masa del diafragma no es tan
uniforme como se supone. Su valor, en cada dirección ortogonal se obtiene multiplicando la fuerza sísmica
aplicada en el piso, Fx o Fy por un porcentaje de la dimensión de la estructura perpendicular a la dirección
en la que actúa la fuerza sísmica12 .
Así, en la figura 6.27 el momento torsor adicional (no indicado en la figura), resultante de la aplicación de
una fuerza sísmica en la dirección mostrada, tiene por valor:
(6-3)
Cuando las fuerzas laterales se aplican en forma concurrente según dos direcciones ortogonales, la
torsión accidental debe tomarse en cuenta únicamente en la dirección en la que se produce el efecto más
desfavorable.
(6-4)
A
donde
Figura 6.27 Momento torsor adicional
dmax : es el desplazamiento máximo del nivel i. Mt=Fx ey
En dicha sección de la norma se especifica que los efectos de la componente rotacional del terreno y de las
incertidumbres en la ubicación de centros de masa y rigidez, se incluyen en el diseño añadiendo a los
resultados del análisis dinámico, las solicitaciones más desfavorables que resulten de aplicar
estáticamente sobre la edificación los momentos torsores allí indicados.
Resulta importante señalar que existen ciertas incongruencias en el tratamiento de los efectos
torsionales. En efecto, la filosofía del diseño sismorresistente se basa en el concepto de ductilidad. Es decir,
considera que la estructura incursiona en el rango inelástico y que las deformaciones son posibles
suponiendo que existe el refuerzo o las previsiones necesarias para que la estructura no colapse.
Sin embargo, la distribución de las fuerzas torsionales de corte en cada uno de los miembros producidas
durante un terremoto se basa en considerar que el centro de rigidez en cada nivel permanece en una
posición fija. Esto equivale a suponer que la rigidez de los miembros de la estructura permanece siempre
en el rango elástico.
En realidad, cuando alguno de los miembros incursiona en el rango inelástico, la rigidez relativa de los
miembros cambia, dando como resultado que la posición del centro de rigidez en cada nivel varíe de
posición y en consecuencia se altere la distribución de las fuerzas torsionales de corte.
En nuestra opinión, la mejor forma de controlar los efectos torsionales es tratando de minimizar los
factores de configuración que la originan.
Las figuras 6.28 y 6.29 muestran dos ejemplos de edificaciones que colapsaron parcialmente por efectos
20
desfavorables de torsión en el terremoto de Kocaeli, Turquía de 1999 .
Figuras 6.28 Influencia de los efectos de torsión. Figuras 6.29 Influencia de los efectos de torsión.
20 20
Kocaeli, Turquía en 1999, (EERI ). Kocaeli, Turquía 1999, (EERI ).
Desde el punto de vista del diseño sismorresistente las edificaciones se clasifican en dos grupos
estructurales: estructuras regulares y estructuras irregulares.
12
Dentro de las estructuras irregulares distinguiremos tres tipos :
• Irregularidad geométrica: entrantes y salientes, (tipo II).
• Irregularidad en el diafragma: huecos, (tipo III).
• Sistemas portantes no paralelos.
Un edificio con una configuración geométrica regular de la planta puede ser una planta cuadrada,
rectangular o circular. Una configuración rectangular o cuadrada con pequeños entrantes o salientes
puede seguir siendo considerada como una configuración regular, dependiendo eso sí, del tamaño de esos
salientes o entrantes.
Así por ejemplo, la figura 6.30 muestra 6 casos de plantas con distintas configuraciones geométricas.
Dependiendo del tamaño de los entrantes podrían ser considerados como configuraciones regulares
(figuras 6.30a, 6.30c y 6.30e) o como configuraciones irregulares (figuras 6.30b, 6.30d y 6.30f).
Es evidente que la determinación de cuando una forma de la planta es regular es un tanto subjetiva.
Conscientes de esta situación, las normas sísmicas de muchos países dan indicaciones más objetivas, que
facilitan al ingeniero estructural esta selección.
Una configuración en forma de cruz, o en forma de L, o en forma de U se caracteriza por una respuesta de
sus alas que puede llegar a ser independiente del comportamiento del edifico en su conjunto. Las formas
geométricas en forma de H, aunque posiblemente simétricas, también se clasifican como irregulares
debido a la respuesta de sus alas. La figura 6.31 muestra una irregularidad en planta tipo II.
La figura 6.32 ilustra algunas deformadas modales típicas de edificaciones que presentan irregularidades
en planta del tipo .
Figura 6.32 Deformadas modales típicas de edificaciones con irregularidades severas en la forma de la
planta del tipo II.
Conviene señalar que un edificio puede tener una configuración geométrica simétrica en planta sin
entrantes ni salientes y sin embargo ser catalogada como irregular en planta, bien sea por tener una
distribución irregular de la masa o por tener una distribución vertical irregular de rigideces en el sistema
estructural de columnas o paredes de corte destinadas a resistir las fuerzas laterales.
En las figuras 6.33a y 6.33b se muestra una edificación con planta regular y una configuración sencilla. Sin
embargo, el sistema estructural mostrado es asimétrico, y sísmicamente vulnerable. Esto se debe a la
distribución asimétrica de los núcleos rígidos de circulación vertical y a la ubicación aleatoria de pantallas
interiores entre columnas y/o en las fachadas.
(a) (b)
Figura 6.33 Falsa simetría de forma causada por distribución arbitraría de aberturas y pantallas de concreto.
Cuando en el diafragma se observan diferencias notables de rigidez en alguno o en varios de los niveles de
la edificación se producen cambios en la distribución de las fuerzas laterales a lo largo del sistema vertical
resistente de dichas fuerzas, dando como resultado la creación de fuerzas torsionales no previstas al
considerar a la edificación como regular. La figura 6.34 muestra este tipo de irregularidad.
hueco
La discontinuidad del
b diafragma existe cuando:
• Área del hueco > 0,5 a x b
• La rigidez del diafragma
cambia más de 50% de un
piso al próximo.
a
12
Figura 6.34 Discontinuidad del diafragma. Irregularidad en planta tipo III (adaptado del NEHRP ).
Este tipo de discontinuidad se presenta por la presencia del hueco de escaleras de ascensores o por algún
patio interior de ventilación vertical. También es muy común encontrarlo en edificaciones escolares.
Cuando los sistemas estructurales que resisten las fuerzas laterales no son paralelos a los ejes principales,
los métodos convencionales de distribución de fuerzas laterales recomendados en el método estático
equivalente no son aplicables. En estos casos, la estructura es irregular en planta. La figura 6.35 muestra
este tipo de irregularidad.
Comentarios
Figura 6.35
La figura 6.36 muestra (para fines ilustrativos únicamente) un sistema estructural de 12 niveles de planta
triangular simétrica, conformado por columnas esquineras circulares de concreto armado de gran
diámetro interconectadas entre sí por vigas de gran peralte. Las figuras 6.37 y 6.38 muestran claramente
la torsión desarrollada en el modelo.
VULNERABILIDAD SÍSMICA 6-33
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Debido a la perfecta simetría del modelo el centro de masa y el centro de rigidez en todos los niveles
coinciden, observándose una torsión casi perfecta alrededor del eje vertical de la planta que pasa por su
centro de gravedad. Sin embargo, en la realidad difícilmente encontraremos una edificación triangular
aislada similar a la recién mostrada, a no ser que obedezca a algún requerimiento arquitectónico.
La figura 6.39 muestra los daños ocasionados durante el terremoto de México de 1985 a una edificación de
concreto armado de forma triangular ubicada en una esquina.
Este tipo de irregularidades en la configuración vertical de una edificación afecta la respuesta sísmica de
los entrepisos generando fuerzas cuya distribución dista mucho de la distribución supuesta en un análisis
estático equivalente. Deben ser tratadas utilizando métodos sofisticados de análisis dinámico, y en lo
posible deben evitarse.
Las figuras 6.41 y 6.42 muestran esta irregularidad. Este tipo de discontinuidad, especialmente la indicada
en la esquina inferior derecha de la figura (eje desalineado) debe evitarse. La NEHRP identifica a estas
irregularidades como tipo IV.
La figura 6.42 muestra un ejemplo inusual de ésta irregularidad. Obsérvese que las columnas de la fachada
del palafito mostrado, aún en construcción, no están alineadas con los pilotes y simplemente descansan
sobre una losa elevada a 1 metro del nivel del agua. Obsérvese además el débil sistema estructural de vigas
y columnas utilizado y la pobre calidad constructiva.
Eje desalineado de
columna
Este tipo de irregularidad vertical se presenta cuando la rigidez lateral de dos pisos consecutivos varía o
difiere notablemente. Las figuras 6.43 y 6.44 muestran este tipo de discontinuidad vertical.
Figura 6.43 Piso blando. Irregularidad Figura 6.44 Piso extremadamente blando.
12 12
vertical tipo Ia, (adaptado del NEHRP ). Irregularidad vertical tipo Ib, (NEHRP ).
Son innumerables los casos de edificaciones que han sido severamente dañadas durante terremotos
recientes por una desafortunada y difundida exigencia arquitectónica a incorporar una planta abierta
libre (piso blando) y de concentrar la tabiquería de las fachadas y divisiones internas en el resto de los
niveles de la edificación.
Edificios como el Palace Corvin que sufrió el colapso total de uno de sus módulos estructurales durante el
terremoto de Caracas de 1967 y el Hotel New Society dañado durante el terremoto de Mindanao en
Filipinas en 1976, son apenas algunos de los cientos de edificios cuya vulnerabilidad sísmica se desbordó
por esta mala y difundida práctica.
Las figuras 6.45 y 6.46 muestran dos ejemplos interesantes de piso blando. La figura 6.45 corresponde a un
piso libre entre los niveles 2 y 3 de un edificio de concreto armado ubicado en la ciudad de Caracas. En la
figura 6.44 observamos el colapso total de las columnas del primer piso causado por la presencia de un
piso blando en la planta baja de una edificación, ocurrido durante el terremoto de Bhuj, en la India en el
año 2001.
Figura 6.45 Piso blando. Edificio en la Figura 6.46 Colapso del nivel Planta Baja.
18
ciudad de Caracas, 2006 (Foto J.L. Alonso). Bhuj, India, 2001. (EERI ).
Casos aún más graves se presentan cuando los muros de corte de concreto armado, diseñados para
absorber y resistir las fuerzas sísmicas laterales del edificio, son repentinamente eliminados en alguno de
los entrepisos antes de llegar a la cimentación y son reemplazados por una hilera de columnas que deben
absorber súbitamente el enorme cortante y momento de vuelco que se produce en la zona de transición y
la consiguiente deformación al corte. Esta situación también se traduce en la formación de un piso blando.
En el terremoto de Caracas de 1967 las columnas circulares del nivel Mezzanine del Hotel Macuto Sheraton,
ubicado en el litoral central cercano a la ciudad de Caracas, fallaron por esta circunstancia a pesar de tener
un diámetro de 1,10 metros y de estar fuertemente zunchadas, (véase las figuras 6.47 y 6.48).
Figura 6.47 Hotel Macuto Sheraton. Fachada Sur, (Foto J.L. Alonso). Figura 6.48 Columna nivel Mezanina
H. Macuto Sheraton, (Foto A. Ruiz).
La figura 6.49 muestra en corte la configuración vertical de un pórtico típico del edificio Macuto Sheraton.
En ese corte se puede apreciar la tremenda discontinuidad de rigideces existentes en el entrepiso que une
el nivel mezanina con el primer piso.
Las dos pantallas de concreto ubicadas entre los ejes D y C y los ejes B y A desaparecen por debajo del
primer piso a través de un tubo o cajón de transición de concreto armado hasta transformarse en 4 hileras
de columnas circulares que conectan el cajón con las cimentaciones.
Particularmente fueron severamente dañadas las columnas circulares de los ejes B y C del nivel Mezzanina.
El tipo de daño indica que estas fracturas fueron causadas por una combinación muy desfavorable de
solicitaciones. Se incrementó notablemente la fuerza axial en esas hileras de columnas, (por demás las más
cargadas estáticamente) como consecuencia del momento de vuelco, y probablemente también la
deformación por corte en la zona de contacto del tope de esas columnas con el cajón de transición.
Techo
Piso 7
Piso 6
Piso 5
Piso 4
Piso 3
Piso 2
Piso 1
Junta de
Auditorium expansión
Mezzanine
Salón de Entrada
Nivel Playa
F E D C B A
Un caso muy similar lo constituye el Hospital Olive View, ubicado en el Valle de San Fernando en California,
que experimentó deformaciones relativas permanentes de más de 30 cm en las columnas del nivel planta
baja en el terremoto de San Fernando de 1971, (figuras 6.50 y 6.51). Dicho complejo hospitalario tuvo que
ser demolido.
Volcamiento de la
torre de escaleras
Volcamiento de la
torre de escaleras Nivel Planta Baja
Techo
Ala C
Ala B
Volcamiento de la Piso 5
torre de escaleras Piso 4
Patio
Piso 3
Niveles A
1-5
Piso 2
Ala D Piso 1
Ala A
A
Estacionamiento
colapsado
Volcamiento de la E G H K M S
torre de escaleras
Una edificación se clasifica en esta categoría cuando las masas de pisos adjuntos son significativamente
diferentes. Esto puede ocurrir cuando en algún nivel existe alguna masa pesada, tal y como una piscina, o
un depósito de libros, (figura 6.52).
Masa
pesada
Este tipo de irregularidad vertical tiene lugar cuando existe algún escalón a lo largo del eje vertical de la
edificación. Se considera importante cuando la dimensión horizontal de la planta de un nivel es mayor al
130% de la dimensión del piso contiguo. En estos casos se requiere la realización de un análisis dinámico
de la edificación. La figura 6.53 muestra algunas irregularidades volumétricas de este tipo.
El edificio La Protectora, figura 6.54, es un ejemplo interesante del pésimo desempeño de una edificación
durante el terremoto de Managua de 1972.
3.5
9.9 3.8 11.6 5.5
5.3
5.3
Edificio
La Protectora
5.3
5.3
3.5
PLANTA
Figura 6.54 Edificio La Protectora. (Foto J.L. Alonso).
Figura 6.55 Planta del edificio La Protectora.
Dicha edificación poseía una planta de geometría irregular y discontinuidades geométricas, entrantes y
salientes, tanto en planta como en elevación. La figura 6.55 muestra una planta tipo de los 3 primeros
niveles de la edificación. En ella se observan grandes luces entre columnas y una distribución irregular de
tabiques de mampostería y ventanales de gran tamaño en las fachadas, así como también la ubicación
asimétrica del núcleo de escaleras. Resultado: la edificación tuvo que ser demolida.
Las figuras 6.56, 6.57 y 6.58 muestran edificaciones con irregularidad geométrica vertical severa.
Figura 6.58 Estructura metálica con irregularidad geométrica total (Foto J.L. Alonso).
Resulta importante destacar que hoy día existe una marcada tendencia arquitectónica de proyectar
edificios con columnas esquineras, o con columnas a doble, triple y hasta más altura. Esta condición,
desde el punto de vista sísmico, las convierte en edificaciones muy vulnerables, (figuras 6.59, 6.60 y 6.61).
Figura 6.59 Edificio con 2 Figura 6.60 Edificio con cambios Figura 6.61 Edificio con columnas
columnas libres de gran altura, bruscos de rigidez. esquineras de gran altura,
(Foto J.L. Alonso). (Foto J.L. Alonso). (Foto J.L. Alonso).
Una situación muy particular se presenta cuando las paredes de mampostería ubicadas entre columnas de
un mismo nivel no cubren toda su altura, por ejemplo para permitir la colocación de ventanas en la parte
superior. La figura 6.64 ilustra en forma esquemática el problema.
Ventanas
F2
h'2
h2
F1
h'1
h1
Paredes de bloques
Bajo estas condiciones, las columnas no pueden deformarse en la zona confinada por la presencia de la
tabiquería que se lo impide, y por ende, la deformación ocasionada por las fuerzas de corte generadas al
nivel de la losa superior no puede tener lugar en tan corta longitud de columna restante, ocasionando una
eminente falla por corte.
Este fenómeno se suele presentar en estructuras metálicas o de concreto armado en las que se confinan
sus miembros con elementos de mampostería, rígidos y frágiles que interactúan entre sí causando
generalmente la falla del elemento estructural vertical que las une.
Las figuras 6.65, 6.66 y 6.67 muestran algunos ejemplos de estructuras donde los miembros que
presentaban estas características fallaron de forma más que evidente durante la acción de sismos
recientes.
Por ejemplo, la figura 6.65 muestra, el efecto de columna corta resultante, y en la figura 6.66 se aprecia una
fractura de la columna en la zona de unión del machón con el muro de mampostería que claramente
ilustra éste efecto.
En la figura 6.67 se observan los daños de una edificación industrial en la que muchas de sus columnas
fallaron por esta causa durante el reciente terremoto de Bhuj, India, en 2001.
Lamentablemente encontramos
con frecuencia edificios cuya
vulnerabilidad estructural es alta
por tener columnas con estas
características. Así, las figuras 6.68
y 6.69, por ejemplo, muestran un
grupo de columnas susceptibles al
efecto de columna corta. En un
caso en un edificio de aulas de la
Universidad Simón Bolívar, y en el
otro, en un edificio de oficinas de
construcción reciente, ambos en la
ciudad de Caracas.
6.13 COLINDANCIA
El Golpeteo entre edificaciones colindantes tiene lugar cuando dos o más edificaciones vecinas contiguas,
sin ninguna junta de separación adecuada, vibran en forma desfasada durante la acción de un terremoto.
Las figuras 6.72 y 6.73 muestran edificios que sufrieron este efecto durante el terremoto de Managua de
1972. En la 6.72 podemos observar el colapso de un edificio de concreto armado como consecuencia de la
fractura de sus columnas en la zona de contacto con las cumbreras de los techos de las dos viviendas
colindantes de baja altura. En la figura 6.73 claramente se ve también el efecto de golpeteo entre dos
edificaciones, una de un solo nivel y techo de tejas (la de la izquierda) y la otra un edificio de concreto
armado de 6 niveles.
Figura 6.72 Colapso total de una edificación en la ciudad de Figura 6.73 Daño en un edificio por efecto de
Managua, 1972, (Foto J.L. Alonso). golpeteo, Managua, 1972, (Foto J.L. Alonso).
Managua no fue un caso aislado. También durante el terremoto de México en 1985 muchas edificaciones
colindantes resultaron seriamente dañadas y en algunos casos total o parcialmente destruidas, y esto ha
sucedido en cada uno de los eventos sísmicos documentados. La figura 6.74 muestra ejemplos muy
significativos del daño que han sufrido algunas estructuras con estas características.
Las figuras 6.75 y 6.76 ilustran ahora la colindancia existente entre edificaciones ubicadas en algunos
sectores de la ciudad de Caracas.
21
Figura 6.74 Colapso de edificios colindantes en Ciudad de México, durante el terremoto de 1985. (EERI ).
Figura 6.75 Colindancia entre edificios. Figura 6.76 Colindancia entre edificios. (Foto J.L. Alonso).
(Foto J.L. Alonso).
correspondientes a un conjunto de tres edificaciones contiguas adosadas entre sí, con alturas de
entrepisos distintas, modelados con un programa tridimensional de análisis estructural.
En nuestra ciudad vemos diariamente muchas construcciones que reúnen ésta u otras de las
características antes mencionadas. Incluso, algunas suman más de un factor y por supuesto que esto
aumenta su vulnerabilidad. Muchas veces no nos percatamos de ello hasta que ya es demasiado tarde. Las
figuras 6.79 y 6.80 muestran una analogía entre los daños sufridos en unos edificios contiguos en la ciudad
de México, y un grupo de edificios con características similares pero en esta oportunidad en Caracas.
21
Figura 6.79 Ciudad de México. 1985. (EERI ). Figura 6.80 Caracas. 2006. (Foto J.L. Alonso).
Con el fin de orientar al ingeniero y al arquitecto en la toma de decisiones que permitan empezar con el pie
derecho en las etapas preliminares del anteproyecto de una edificación en zonas sísmicamente activas, se
incluyen una serie de configuraciones estructurales que han demostrado ser muy vulnerables o
inadecuadas, y al mismo tiempo algunas propuestas de mejoras conceptuales orientadas a la reducción de
esta vulnerabilidad. Para su mejor interpretación las hemos agrupado en 3 bloques:
Formas Estructurales
BLOQUE I. Figura 6.81 CASO 1 CASO 2 CASO 3
Configuración Original Forma en L Forma en U Forma en H
Mejora Propuesta A 1-A 2-A 3-A
Mejora Propuesta B 1-B 2-B 3-B
CASO 1 1A 1B
CASO 2 2A 2B
CASO 3 3A 3B
Formas Estructurales
BLOQUE II. Figura 6.82 CASO 4 CASO 5 CASO 6
Configuración Original Forma en T Forma Doble U Irregular
Mejora Propuesta A 4-A 5-A 6-A
4A 5A 6A
Formas Estructurales
BLOQUE III. Figura 6.83 CASO 7 CASO 8
Configuración Original Forma mostrada Forma mostrada
Mejora Propuesta A 7-A 8-A
CASO 7 7A
CASO 8 8A
En las propuestas 2B y 3B, se sugiere la colocación de paredes de corte de concreto armado o de diagonales
metálicas en las zonas indicadas. Sin embargo, la selección de cual es la solución más conveniente
dependerá de cada edificación en particular, y en definitiva del criterio del ingeniero estructural
responsable del proyecto.
Con el fin de ilustrar algunas irregularidades de rigidez vertical que son sísmicamente vulnerables, se
incluyen a continuación algunas de estas configuraciones. La figura 6.87 muestra ejemplos poco
recomendables.
En algunas ocasiones en las que los pórticos resistentes a cargas laterales están conformados por
pantallas de concreto que interactúan con marcos de vigas y columnas, pueden presentarse algunos
puntos débiles, o articulaciones en las uniones de las vigas con los muros. En estos casos esta situación
puede solventarse mediante la incorporación de losas de amarre corridas en el nivel de la cimentación y/o
incorporando además una viga de amarre de gran peralte en el nivel superior. La figura 6.88 ilustra esta
situación.
Figura 6.86 Daños estructurales. Terremoto de Managua, 1972. (Foto J.L. Alonso).
Viga de
amarre
Losa de Losa de
amarre amarre
24
Figura 6.88 Algunas propuestas para mejorar la conexión adecuada de marcos y muros .
Piso Blando
A lo largo de este Capítulo se han incluido numerosos gráficos y fotografías de edificaciones que nos han
permitido ilustrar aquellos aspectos relacionados con la configuración estructural que de una manera u
otra incrementan la vulnerabilidad estructural durante la ocurrencia de un sismo.
El hecho de señalar que una edificación de las mostradas es sísmicamente vulnerable no significa que
vaya a colapsar durante un evento futuro. En la gran mayoría de los casos presentados se han tomado en
cuenta estas irregularidades geométricas tanto en el análisis como en su diseño. Es recomendable, eso sí,
que cuando nos enfrentemos a un proyecto estructural de estas características estemos conscientes de la
importancia de tomar en cuenta estos factores que hemos mencionado para lograr un diseño adecuado.
En las secciones anteriores se comentaron aspectos relacionados con los temas siguientes:
1. Configuración arquitectónica del edificio y aspectos de tipo estructural, aspectos ambos íntimamente
ligados al comportamiento sísmico de la edificación.
2. Se incluyeron ejemplos que muestran la influencia que han ejercido ciertas configuraciones
arquitectónicas y estructurales en el pésimo desempeño de edificaciones que han sido severamente
dañadas durante terremotos recientes, tales como los cambios bruscos de rigidez, la distribución y
ubicación de la tabiquería, la geometría irregular en planta, etc.
3. Se discutió en detalle la incidencia de pisos blandos y columnas cortas.
4. Se mostró el efecto devastador producido por el golpeteo entre edificaciones contiguas en las que no
existe ninguna separación entre ellas o la misma es insuficiente.
5. Se definieron aquellos aspectos de la configuración asociados a la torsión.
6. Se definieron los tipos de sistemas estructurales resistentes comúnmente empleados en la práctica
para resistir las fuerzas laterales originadas durante la acción de terremotos.
7. Se discutieron aspectos normativos relacionados con los temas de torsión, irregularidad geométrica. Se
recomienda además que cuando las irregularidades son extremas debe llevarse a cabo un análisis
dinámico tridimensional de la estructura.
Cabe ahora preguntarse, ¿estamos realmente seguros que los problemas se resuelven utilizando un
software sofisticado, algunas veces una versión pirata adquirida en los pasillos de nuestras universidades
a muy bajo precio? ¿Qué opina el amigo lector? ¿Quién le garantiza al ingeniero estructural que ese
software funciona adecuadamente? ¿Creen ustedes que un software original en el que se han invertido
miles de horas hombre, con manuales y soporte técnico vale 3 dólares?
Conviene alertar a los profesionales de la ingeniería que aún y cuando estos programas nos arrojen
aparentemente buenos resultados, es necesario conocer las limitaciones y fundamentos teóricos que los
respaldan, y no solo eso, es imprescindible saber interpretar los resultados obtenidos de cualquier
software, ya sea este original o no, porque muchas veces se comete el error de diseñar con resultados que
pueden ser totalmente incompatibles con la realidad.
Si bien es cierto que en los últimos años se han llevado a cabo valiosas iniciativas (publicaciones, congresos y
seminarios) tendientes a crear conciencia de la necesidad de compartir la responsabilidad del diseño
sismorresistente, aún falta mucho por hacer en este campo. Es importante que los profesionales involucrados
trabajen en conjunto desde que se inicia un nuevo proyecto, con el fin de lograr soluciones que minimicen el
riesgo potencial de la estructura al tiempo que garanticen la concepción arquitectónica del mismo.
Un aspecto que merece la pena resaltar es el relacionado con la inclusión de tabiques con bloques de
arcilla, o de concreto aligerado como cerramiento interior y/o en fachadas, entre elementos estructurales
metálicos, (figuras 6.16 y 6.18)
Las estructuras metálicas se calculan, por lo general, sin tomar en cuenta la gran rigidez que le confiere a
la estructura la presencia de estos tabiques. Este problema puede sin embargo solventarse fácilmente
mediante la utilización de paneles ligeros hechos a la medida, no portantes de poca rigidez. Éstos se
colocan entre los elementos metálicos de la estructura para proporcionar el revestimiento y la separación
de ambientes.
Estos paneles deben entre otros cumplir los siguientes requisitos: proporcionar el aislamiento térmico y
acústico requerido; ser resistentes al fuego; permitir la colocación de marcos de puertas y ventanas; tener
la suficiente holgura para permitir los movimientos o desplazamientos entre los paneles y el esqueleto
metálico de la estructura.
Pueden ser prefabricados e instalados en obra como un mecano de acuerdo a detalles adecuados de
construcción que garanticen su estabilidad durante sismos. Los paneles ligeros pueden construirse
utilizando una gran combinación de materiales, tales como madera, metal y plástico. Pueden ser tipo
sándwich en los que se utiliza por ejemplo como material aislante el poliestireno expandido, conocido en
Venezuela con el nombre de anime.
Muchas edificaciones destinadas al uso Figura 6.90 Edificios prefabricados en las cercanías de la
de viviendas, oficinas o a instalaciones ciudad de Los Teques. Venezuela, (Foto J.L Alonso).
industriales se construyen utilizando
elementos prefabricados de concreto
armado: vigas, columnas, sistemas de
piso y paredes. También se pueden
utilizar piezas curvas de concreto
pretensado en la construcción de
túneles, puentes, sistemas de drenajes y
alcantarillado, etc.
Resulta interesante comentar que las edificaciones mostradas en la figura 6.91 presentaron un
desempeño satisfactorio durante el terremoto de magnitud 7.2 de Rumania del 4 de marzo de 1977.
En algunas ocasiones, para reducir su peso las losetas prefabricadas pueden estar conformadas por
paneles aligerados.
En sistemas industriales el sistema puede estar compuesto por losetas acanaladas en forma de U, de
longitud variable que se apoyan a su vez sobre las vigas principales de la estructura. Una vez que las
losetas están colocadas en su sitio, las juntas entre todos estos elementos son rellenadas con una mezcla
de cemento, dando como resultado un diafragma rígido.
En regiones sísmicamente activas, las conexiones entre las losetas individuales se refuerzan con acero
debidamente confeccionado que a su vez se suelda o se entrelaza con conectores de acero embutidos en la
cara superior de las vigas que le sirven de apoyo. Luego son rellenados los espacios con concreto.
Las columnas y las vigas pueden haber sido previamente vaciadas mono-líticamente “in situ”. En otros
casos, las columnas, las vigas y las paredes son a su vez elementos prefabricados en los que sus uniones se
realizan mediante conectores, anclajes y planchas, debidamente detallados que son posteriormente
reforzados añadiendo una mezcla de concreto que garantice su unión.
Actualmente existen cientos de patentes de detalles de uniones de elementos prefabricados que han
demostrado un buen funcionamiento, al menos bajo un régimen de cargas de servicio.
La figura 6.93 muestra un ejemplo de unión de elementos prefabricados viga-columna-losa. La figura 6.94
muestra un grupo de piezas curvas prefabricadas destinadas al revestimiento de los túneles del Metro que
actualmente se construye en la ciudad de Valencia, Venezuela.
Figura 6.92 Elementos prefabricados, Figura 6.93 Etapa constructiva de una edificación
Bucarest. (Foto J.L Alonso). conformada por elementos estructurales prefabricados.
(Foto J.L. Alonso).
Figura 6.94 Elementos curvos prefabricados. Metro Las figuras 6.95, 6.96 y 6.97 muestran ejemplos de
de Valencia. (Foto J.L. Alonso). este pésimo desempeño. Las dos primeras durante
el terremoto de Managua de 1972, y la última, en el
terremoto de Kocaeli, Turquía en 1999.
Las conexiones entre elementos prefabricados deben diseñarse en forma tal que sean capaces de resistir
las cargas mayoradas verticales y horizontales previstas sin que se produzca el colapso, ni deformaciones
o rotaciones excesivas, siendo recomendable que la resistencia de las conexiones exceda la de los
miembros que en ella se conectan.
Las conexiones deben diseñarse previendo el espacio necesario para la erección y fácil colocación de los
elementos prefabricados, así como también permitir la curvatura de las barras de refuerzo y la posibilidad
de efectuar el postensado de los cables si esto fuera necesario.
Figura 6.95 Managua, 1972. Figura 6.96 Managua, 1972. (Foto J.L. Alonso).
(Foto J.L. Alonso).
20
Figura 6.97 Kocaeli, Turquía, 1999 (Foto EERI ).
Las conexiones además deben ser simples con el fin de facilitar y agilizar el proceso de desconexión de los
equipos utilizados para su montaje, y permitir así su posterior inspección.
Los detalles en las uniones deben contemplar tolerancias que cubran no solo variaciones en la longitud y
elevación sino también provean una suficiente superficie de apoyo que garantice la capacidad de soporte.
Esto es especialmente crítico en los apoyos de vigas pretensadas de los puentes o viaductos en los que
durante la acción de un sismo el desplazamiento horizontal de los pilares supere la dimensión prevista
para el apoyo de las mismas, causando el desplome repentino del tablero.
En algunas ocasiones, a pesar de que la superficie de apoyo de las vigas prefabricadas ha sido satisfactoria,
la excesiva proximidad o poca holgura existente entre las vigas contiguas de un puente se ha traducido en
un efecto de martilleo o colindancia entre las mismas.
25
El trabajo presentado por William Lobo plantea recomendaciones para el diseño y la rehabilitación de
puentes en áreas sísmicamente activas.
Uno de los aspectos fundamentales del diseño estructural es el relacionado con la estabilidad del sistema
elegido. Esto es particularmente crítico en edificios de gran altura.
En la sección 6.3.2 habíamos comentado que la estabilidad lateral puede lograrse mediante la
incorporación de sistemas estructurales conformados por pantallas, diagonales, pórticos resistentes a
momento (juntas rígidas), o mediante una combinación de los anteriores que actúan como planos rígidos
de corte capaces de resistir las cargas laterales producidas por un sismo o por la acción del viento.
En algunas edificaciones la incorporación de estos planos de rigidez resulta una tarea simple. En muchas
otras, sin embargo, la circulación se ve obstruida por la presencia de paredes de corte o diagonales que
crean problemas de funcionamiento que limitan su ubicación.
En edificaciones de baja o mediana altura, por ejemplo, se puede utilizar un sistema de pórticos básico
aumentando su rigidez mediante la incorporación de paredes de corte o diagonales metálicas en algunas
de sus fachadas o en núcleos de circulación vertical, (ascensores, escaleras, etc.).
Cada vez que una estructura se rigidiza mediante la incorporación de sistemas de pantallas y/o diagonales
debe tenerse especial cuidado en ubicarlos simétricamente. Cuando esto no se cumple el resultado se
traduce en fuertes efectos indeseables de torsión que tienen lugar cuando el centro de rigidez del edificio
no coincide con el centroide de aplicación de la carga horizontal, (ver secciones 11.3 y 11.4 del libro).
La mayoría de las edificaciones de mediana a gran altura tienden a ser relativamente esbeltas. Bajo la
acción de cargas laterales su comportamiento se asemeja al de un volado vertical, produciéndose
momentos de vuelco que deben equilibrarse y ser resistidos por la estructura, (ver sección 6.3).
El momento resistente desarrollado es generalmente provisto por pares de fuerzas que se generan a lo
largo de los elementos verticales de la estructura, tal y como se indica en las figuras 6.98a y 6.98b.
En la figura 6.98 se observa que en una edificación sometida a la acción de fuerzas laterales, la magnitud
de las fuerzas verticales resistentes desarrolladas en las columnas son generalmente proporcionales al
brazo del par que las separa, siendo mucho menores en edificios con menor esbeltez (más anchos, figura
6.98b) que en edificios con mayor esbeltez, (más estrechos, figura 6.98a).
Las figuras 6.99 y 6.100 muestran ejemplos de dos edificaciones con pórticos de concreto armado. La
primera muy esbelta. La segunda menos esbelta.
b1 b2 > b1
Para finalizar conviene resaltar
que aquellas edificaciones que
Momento
Momento poseen un alto grado
de vuelco redundante de elementos
de vuelco
estructurales con múltiples
caminos o posibilidades de
trasmitir las fuerzas sísmicas a
la fundación, tienen un mejor
comportamiento sísmico que
aquellas edificaciones con
menos redundantes. En otras
palabras, las estructuras con
(a) (b) mayor hiperestaticidad se
comportan mejor.
Momento Momento
resistente resistente
Figura 6.98 Efecto de la esbeltez en la magnitud de las fuerzas verticales (pares resistentes)
desarrolladas bajo la acción de cargas horizontales.
Figura 6.99 Edificio alto y esbelto, Figura 6.100 Edificio alto, menos esbelto,
(Foto J.L. Alonso). (Foto J.L. Alonso).
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7.1 INTRODUCCIÓN
Uno de los objetivos fundamentales del diseño sismorresistente de edificaciones radica en anticipar con
acierto el nivel y la magnitud de las fuerzas y de los desplazamientos a los que va a ser sometida una
edificación durante la acción de un terremoto. En otras palabras, se necesita conocer cual es la demanda
con el fin de proveer la capacidad resistente requerida. Sin embargo, ya que la magnitud de estas fuerzas
no puede determinarse con exactitud, deben estimarse en forma tal que el producto final sea
económicamente viable y seguro.
Las fuerzas sísmicas en una estructura dependen de muchos factores, entre los que cabe destacar la
magnitud del terremoto, su duración, distancia a la falla, las características geotécnicas del sitio y el tipo
de sistema estructural para resistirlas. El tipo de material constructivo, y la importancia y uso de la
edificación son también variables que intervienen en la ecuación.
La determinación de las fuerzas sísmicas puede llevarse a cabo mediante dos tipos de análisis: el método
estático equivalente y el análisis dinámico. El primero de ellos es apropiado para estructuras que son
regulares, es decir, aquellas cuya distribución de rigideces y masas es razonablemente uniforme.
Las estructuras que no calzan dentro de esta categoría son denominadas estructuras irregulares. Estas
irregularidades incluyen variaciones significativas entre los varios niveles de la edificación, tanto de masa
como de rigidez. Las estructuras con estas características violan las hipótesis en las que se basan las
fórmulas empíricas utilizadas en el método estático equivalente. En consecuencia, su utilización puede
conducir a resultados erróneos. En estos casos deben utilizarse métodos de análisis dinámico
tridimensional que permitan tomar en cuenta las irregularidades de la estructura así como también el
amortiguamiento, las frecuencias y las deformadas modales correspondientes.
Otro aspecto fundamental que debe tomarse en cuenta es la deriva y la inestabilidad lateral que se
produce en una edificación durante la acción de un terremoto fuerte. En muchos casos, y especialmente en
estructuras en las que la torsión puede influir notablemente en la respuesta, el control de la deriva puede
convertirse en el factor que gobierna la selección del sistema estructural apropiado.
En este Capítulo se discuten aspectos normativos de interés relacionados con el análisis y con el diseño
sismorresistente de edificios. Se propone además una metodología para la determinación de espectros de
aceleración y coeficientes de corte basal para distintos tipo de suelo. Se introduce el concepto del nivel de
daño con aplicaciones directas al valle de Caracas y a la ciudad de Mérida.
En el Capítulo 3 comentábamos que hasta la fecha se han llevado a cabo varios estudios tendientes a
anticipar formas espectrales de aceleración normalizadas típicas promedio, representativas de la
1,2,3,4,5
respuesta sísmica de depósitos de distinta composición litológica
Las formas espectrales normalizadas comúnmente se obtienen promediando, para cada tipo de suelo, los
espectros de aceleraciones normalizados obtenidos, bien a partir de registros de terremotos reales o bien
a partir de registros de terremotos artificiales. De esta manera, multiplicando las ordenadas de los
espectros promedio por la aceleración máxima esperada del terreno en una localidad determinada, se
pueden obtener para cada tipo de suelo los espectros elásticos de respuesta correspondientes.
La figura 7.1 por ejemplo, muestra una familia de 9 espectros de aceleración calculados a partir de 9
acelerogramas generados artificialmente con el fin de anticipar cual sería la respuesta esperada en la
6
localidad de Woodland Hills, California, si el terremoto de Northridge de 1995 volviera a repetirse . En
todos los casos la razón de amortiguamiento crítica adoptada fue x=5% .
2.5
Aceleración Espectral (g)
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0
Período (s)
6
Figura 7.1 Familia de espectros de aceleración , x=5%.
La figura 7.2 muestra la forma del espectro resultante al promediar las 9 formas espectrales de la figura 7.1
y además las formas espectrales correspondientes a las envolventes superior e inferior. Lo importante en
esta discusión es darse cuenta que ninguno de los 3 espectros mostrados en la figura 7.2 es un espectro
real sino una representación suavizada de ellos.
2.5
1.5 Promedio
0.5
0.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0
Período (s)
6
Figura 7.2 Espectro promedio y envolventes superior e inferior , x=5%.
A0(g)
normalizada similares a la mostrada
en la figura 7.3. b
1 2 H
TS
En esa tabla, el valor del período T* corresponde al período T2 de la figura 7.3, mientras que el valor T1 es en
todos los casos igual a0,25 T* .
En la sección 7.2 de esa norma se especifica que las ordenadas de la aceleración de diseño se obtienen
directamente a partir de las formas espectrales normalizadas de aceleración correspondientes en función
del período T, mediante las siguientes relaciones:
(7-1)
(7-2)
(7-3)
donde:
Ad = Ordenada del espectro de diseño, expresada como una fracción de la aceleración de la gravedad.
a = Factor de importancia, (COVENIN: tabla 6.1).
A0 =Coeficiente de aceleración horizontal, (COVENIN: tabla 4.1). Depende de la sismicidad de la región.
El factor de reducción de respuesta R, depende del tipo de estructura, del material de construcción (acero
o concreto armado) y del nivel de diseño correspondiente, (ver sección 7.5 del libro).
R >1
T0 T+ T* T
Período T (s)
7
Figura 7.4 Forma espectral elástica (R =1) y de diseño (R >1) tipificadas en la norma COVENIN .
7
Figura 7.5 Mapa de zonificación sísmica de Venezuela
Tabla 7.3 Factor de importancia Tabla 7.4 Nivel de diseño (COVENIN: Tabla 6.2)
(COVENIN: Tabla 6.1)
Zona sísmica
Grupo a Grupo 1y2 3y4 5, 6 y 7
A 1,30 ND2
A; B1 ND3 ND3
B1 1,15 ND3
B2 1,00 ND1(*)
B2 ND2 ND2(*) ND3
(*) Para edificios de hasta 10 pisos ó ND3 ND3 ND2(**)
30 m de altura
(**) Para edificios de hasta 2 pisos ó 8 m de altura
Tabla 7.5 Clasificación según los tipos de estructuras (COVENIN: Artículo 6.3)
Tipo I Sistemas estructurales constituidos por pórticos. Ejes de columnas continuos hasta las fundaciones.
Tipo I´ Sistemas estructurales constituidos por pórticos más tabiquería. (Propuesto en este libro).
Tipo II Estructuras constituidas por combinación del Tipo I y III. Ambos con el mismo nivel de diseño. Los
pórticos deben resistir por lo menos el 25% de la fuerza sísmica.
Tipo III Pórticos diagonalizados, muros de concreto armado, estructuras mixtas acero-concreto y los del
Tipo II cuyos pórticos no resisten por lo menos el 25% de la fuerza sísmica.
Tipo IIIa Muros de concreto armado acoplados con dinteles o vigas dúctiles, así como pórticos de acero con
diagonales excéntricas acopladas con eslabones dúctiles.
Tipo IV Estructuras que no poseen diafragmas con la rigidez y resistencia necesarias para distribuir
eficazmente las fuerzas sísmicas entre los miembros verticales. Estructuras sustentadas en una sola
columna. Edificaciones con losas sin vigas.
+
El valor T utilizado en la figura 7.4 se obtiene directamente de la tabla 7.7. Debe siempre cumplirse que
+
T0 < T y T0=T* /4.
Tabla 7.7 Valores de T+(COVENIN: Tabla 7.2)
R T+
R<5 0,10 (R-1)
R³5 0,40
Las regulaciones normativas en países con actividad sísmica se basan en consideraciones provenientes de
la teoría de la dinámica de estructuras. Básicamente, los códigos contemplan al menos dos métodos para
el análisis dinámico de estructuras: el método estático equivalente y el método de respuesta espectral.
En la mayoría de los códigos se requiere que las estructuras se diseñen al menos para resistir una distribución
de fuerzas laterales estáticas equivalentes preestablecidas, siendo pocos los códigos que incluyen
recomendaciones de diseño para resistir las fuerzas verticales producidas durante la acción de terremotos.
7
En la norma venezolana , la fuerza cortante basal V0, en cada dirección del análisis, se determinará de
acuerdo con la expresión:
donde: (7-4)
(7-5)
(7-6)
siendo:
(7-7)
En dicha norma se especifica además que el coeficiente de corte basal debe ser siempre mayor al dado por
la relación a A0 /R, es decir:
(7-8)
Para la determinación del peso total de la edificación, W, a las acciones permanentes deberán sumarse los
8
porcentajes de las acciones variables establecidas en las normas de acciones mínimas , según se indica a
continuación:
a) Recipientes de líquidos: cien por ciento (100%) de la carga de servicio, con el recipiente lleno.
b) Almacenes y depósitos en general, donde la carga tenga el carácter de permanente, tales como
bibliotecas o archivos: ( cien por ciento (100%) de la carga de servicio).
c) Estacionamientos públicos: en ningún caso el valor que se adopte será menor que el cincuenta por
ciento (50%) de la carga variable de servicio establecida en las normas respectivas, considerando el
estacionamiento lleno.
d) Edificaciones donde pueda haber concentración de público, más de unas 200 personas, tales como
educacionales, comerciales, cines e industrias, así como escaleras y vías de escape: cincuenta por
ciento (50%) de la carga variable de servicio.
e) Entrepisos de edificaciones, no incluidos en (d) tales como viviendas y estacionamientos distintos de
(c): veinticinco por ciento (25%) de la carga variable de servicio.
f) Techos y terrazas no accesibles: cero por ciento (0%) de la carga variable.
WN FN Ft
N + Las fuerzas laterales de diseño en cada nivel y para
Wj Fj cada dirección ortogonal considerada en el análisis se
j obtendrán al distribuir verticalmente la fuerza
cortante basal V0 de acuerdo a la siguiente expresión,
(figura 7.6):
W2 F2 (7-9)
hj 2
W1
Donde Ft es la fuerza lateral concentrada en el nivel N,
F1 calculada de acuerdo con la siguiente expresión:
1
V0
(7-10)
Figura 7.6 Distribución de fuerzas laterales normativas.
(7-11)
(7-12)
En edificios de altura intermedia, el corte basal de diseño V0 depende del período fundamental T
(ecuaciones 7-9 y 7-10). Ahora bien, ya que el período fundamental en una edificación varía en función de
la masa y de la rigidez de la estructura, el período únicamente podrá evaluarse cuando la estructura haya
sido diseñada, ya que es en ese momento cuando la rigidez y la masa podrán ser evaluadas. En otras
palabras, el diseño sismorresistente no puede llevarse a cabo si no se conoce el período, pero al mismo
tiempo el período no puede evaluarse hasta que el diseño sísmico haya sido realizado. Parece un círculo
vicioso sin aparente solución.
Conscientes de esta situación los códigos y normas sísmicas proponen fórmulas aproximadas empíricas
para la evaluación del período fundamental T con el fin de poder iniciar el proceso de diseño.
Así por ejemplo, en la sección 9.3.2.2 de la norma venezolana para edificaciones sismorresistentes, se
proponen relaciones empíricas que permiten evaluar en función de la tipología estructural de la La tabla
edificación su período fundamental. La tabla 7.8 resume esta
información. En dicha tabla, Tabla 7.8 Período fundamental
Ct=0,07 para edificios de concreto armado o mixtos de acero- Estructura Tipo Período Ta(s)
0.75
concreto. I Ta=Ct hn
0.75
II, III, IV Ta=0.05 hn
Ct=0,08 para edificios de acero, (estructuras más flexibles).
hn= Altura de la edificación medida desde el último nivel hasta el primer nivel cuyos desplazamientos
estén restringidos, total o parcialmente.
Ta= Período fundamental de la edificación estimado en base a relaciones empíricas, (dado en segundos). El
período Ta así evaluado puede utilizarse directamente en la ecuación (7-10) para el cálculo de la fuerza de
tope Ft.
Los períodos fundamentales así calculados deliberadamente dan como resultado períodos más cortos que
los períodos “reales” de las estructuras verdaderas. Es decir, el período así evaluado se desplaza hacia la
izquierda en el eje de las abscisas del espectro de aceleración (figura 7.4), dando como resultado mayores
valores de aceleración espectral, y en consecuencia, mayores fuerzas de corte basal.
9 10
El UBC-97 y el IBC-2000 proponen expresiones similares a las mostradas en la tabla 7.8. En efecto,
proponen que el período fundamental T de la edificación venga dado por la relación:
(7-13)
donde:
Ct=0,035 para edificios aporticados con marcos rígidos de acero.
Ct=0,030 para edificios aporticados con marcos rígidos de concreto.
Ct=0,030 para edificios aporticados con arriostramientos excéntricos.
Ct=0,020 para el resto de las edificaciones.
hn es la altura del edificio en pies.
La última ecuación se aplica únicamente en edificios con un número de pisos menor o igual a 12,
conformados estructuralmente por pórticos con marcos rígidos de concreto armado y/o de acero con
alturas de entrepisos mayores o iguales a 3 metros.
En la sección 9.5 del Capítulo 9 del libro se ilustra mediante un ejemplo de aplicación práctica, el método
estático equivalente.
Un espectro de respuesta sísmica constituye una herramienta muy eficiente para la evaluación de las
fuerzas laterales (acciones) inducidas en edificaciones sometidas a una excitación sísmica conocida,
(véase el Capítulo 2 del libro).
Por otra parte si la estructura tiene múltiples grados de libertad, la respuesta máxima del sistema (fuerzas
laterales, desplazamientos de las juntas, fuerzas de corte basal, etc.) puede evaluarse en dos direcciones
ortogonales a partir de dicho espectro para un número predeterminado de modos de vibración.
El UBC-97 por ejemplo, estipula que si la fuerza de corte basal obtenida del análisis dinámico modal al
incluir en la forma espectral las condiciones del suelo del sitio resulta menor que la fuerza cortante basal
obtenida a partir del análisis estático equivalente, dicha fuerza debe escalarse hasta igualar el valor
obtenido del análisis estático equivalente. En caso contrario, la fuerza de corte basal obtenida a partir del
análisis dinámico puede disminuirse en forma escalada hasta alcanzar el valor de la fuerza de corte basal
obtenida en el método estático equivalente.
Finalmente, las solicitaciones internas en los extremos de los miembros o en cualquier otro punto de
interés (momentos flectores, cortes y fuerzas axiales) pueden evaluarse mediante alguna combinación
apropiada de los efectos modales, (véase Capítulo 10 del libro).
Sea cual sea el método de análisis utilizado, el coeficiente de corte basal viene dado por la siguiente
relación
(7-7)
El nivel relativamente bajo de las fuerzas laterales recomendadas en las normas para el diseño
sismorresistente de edificaciones se sustenta en la hipótesis de que los miembros puedan deformarse
inelásticamente. Para ello es preciso dotarlos con la ductilidad necesaria para garantizar que la estructura
sobreviva sin colapsar frente al tren de cargas cíclicas que sobre ella actúan durante un sismo.
Es decir, se trata por todos los medios de evitar cualquier tipo de falla frágil y permitir que los miembros se
deformen inelásticamente al ser sometidos a solicitaciones por flexión, corte o fuerza axial. Esta es la
razón por la cual existen recomendaciones normativas para el detallamiento adecuado de los miembros
11,12
en zonas sísmicas .
El factor de modificación de respuesta R, conocido en las normas venezolanas como factor de reducción de
respuesta, puede interpretarse como el factor por el que hay que dividir las ordenadas del espectro de
7
respuesta elástica para obtener el espectro de diseño, (ver figura 7.4 y tabla COVENIN 6.4 ).
En otras palabras, el factor R representa el cociente de dividir la fuerza elástica que se desarrollaría en la
estructura al utilizar en el análisis el espectro elástico de diseño V¢E , entre la fuerza de diseño V que se
produce al utilizar en el análisis el espectro reducido de diseño. La figura 7.7 muestra gráficamente la
13
relación entre la fuerza sísmica lateral y la deriva o desplazamiento lateral resultante .
En la figura 7.7, la fuerza V (eje de ordenadas) representa la fuerza de corte basal de diseño. Esta fuerza
debe distribuirse verticalmente a lo largo de la altura del edificio de acuerdo a lo estipulado en las normas.
En esa figura, dxe representa el desplazamiento lateral en los distintos niveles de la estructura obtenidos a
partir del análisis, o lo que es lo mismo, producidos por la aplicación de las fuerzas laterales obtenidas a
partir de la fuerza de corte basal de diseño V, siendo QE las solicitaciones resultantes en los miembros
(momentos, fuerzas de corte, fuerzas axiales, etc.).
Respuesta elástica de la
estructura
V'E
Fuerza Lateral Sísmica V
Deriva bajo Rd
cargas de Rótulas
diseño progresivas
R
Resistencia
cedente total
VY
W0
d xe dx d'xe
Cd Deriva de diseño
13
Figura 7.7 Relación inelástica fuerza-desplazamiento .
A medida que la estructura responde inelásticamente, los desplazamientos elásticos en los niveles de la
estructura se incrementan desde dxe hasta una cantidad dx = Cd dxe, mientras que las fuerzas o solicitacio-
nes en los miembros se incrementan desde QE hasta un valor W0 QE. Ambos coeficientes, el coeficiente de
amplificación del desplazamiento Cd y el factor de sobre-resistencia W0 dependen del tipo de sistema
estructural, (ver tabla 7.9).
Los valores V¢E y d¢xe representan el corte basal y el desplazamiento lateral en los distintos niveles
correspondientes a una respuesta hipotética elástica de la estructura utilizando como solicitación el
espectro elástico de respuesta.
La estructura debe ser diseñada de forma tal que el nivel de cedencia límite disponible, o lo que es lo mismo,
la fuerza máxima cedente, VY , sobrepase el nivel de fuerza de diseño V. Obsérvese que el cociente R dado
por la relación:
(7-15)
es siempre mayor que la unidad, es decir, R > 1 . De esta manera, todas las estructuras se diseñan para
fuerzas menores a las que se producirían utilizando el espectro elástico (R =1) en una estructura cuyo
comportamiento fuese linealmente elástico.
La reducción de respuesta es posible por varias razones: 1) a medida que la estructura entra en el rango
inelástico, comienza a ceder, y el período fundamental efectivo de la estructura aumenta, hecho éste que
en muchos casos se traduce en una reducción de la demanda (las ordenadas del espectro se reducen al
aumentar el período, especialmente en estructuras flexibles), y 2) se produce un incremento en la
capacidad de disipación de energía al incrementarse ciclo a ciclo la deformación inelástica. Este fenómeno
se conoce también como amortiguamiento histerético que se suma al amortiguamiento viscoso.
La energía de disipación resultante del comportamiento histerético puede cuantificarse por el área bajo la
curva fuerza-desplazamiento obtenida después de varios ciclos de excitación.
(7-16)
De dicha figura se desprende que el coeficiente de modificación de respuesta R viene dado por la siguiente
relación:
(7-17)
14
En esta ecuación W0 es el factor de sobre-resistencia . Este factor toma en cuenta el aumento de resistencia
que tiene lugar en la estructura cuando el resto de los miembros remanentes y redundantes empiezan a
incursionar en el rango inelástico a medida que se incrementan las deformaciones, (pushover).
La filosofía del buen diseño sismorresistente se basa por tanto en concebir estructuras con el mayor número de
redundantes y grados de hiperestaticidad posibles, de forma que pueda obtenerse un alto nivel de sobre-
resistencia una vez que empiece el proceso de plastificación en el resto de la estructura que la convierta en
un mecanismo inestable.
Se define como nivel de cedencia (en inglés significant yield level) al nivel en el cual tiene lugar la completa
plastificación de la zona más crítica de la estructura. En la figura 7.7 ese nivel es el correspondiente al
valor VY del diagrama lateral-deformación mostrado.
A medida que aumenta la carga actuante, tiene lugar la formación de rótulas plásticas adicionales, y por
ende aumenta la capacidad resistente (curva gruesa) hasta alcanzar un valor máximo. La capacidad
adicional de resistencia o sobre-resistencia asociada a dicho máximo constituye la resistencia de reserva
necesaria que debe poseer una estructura para resistir las fuerzas sísmicas que pueden generarse a partir
del terremoto (espectro) de diseño.
Conviene recalcar que la sobre-resistencia recién discutida únicamente es posible a partir de la formación
secuencial de rótulas plásticas en estructuras bien diseñadas y con suficientes elementos redundantes
provistos con el refuerzo necesario para garantizar su deformabilidad (ductilidad). Cuando estas
condiciones se cumplen, la máxima sobre-resistencia cedente W0 tiene lugar para niveles de carga que
son de dos a cuatro veces mayores que el nivel de carga especificado para el diseño.
En general, los factores de reducción o modificación de respuesta R contemplados en los códigos para el
diseño sismorresistente de edificaciones se basan en la consideración de los aspectos siguientes:
• Comportamiento de estructuras durante terremotos pasados.
• Nivel de capacidad de respuesta inelástica del sistema.
• Posibilidad de falla estructural del sistema resistente a carga vertical.
• Redundancia e hiperestaticidad estructural del sistema destinado a resistir cargas laterales.
• Disponibilidad de líneas estructurales de respaldo.
15
Tabla 7.9 Coeficientes de Diseño R, W0 , Cd. Estructuras de concreto armado (SEI/ASCE 7-02)
TIPO DE SISTEMA ESTRUCTURAL RESISTENTE A FUERZAS LATERALES R W0 Cd
EDIFICIOS TIPO CAJÓN:
Los muros resisten las cargas verticales y horizontales.
Muros con refuerzo especial 5 2,5 5
Muros con refuerzo básico 4 2,5 4
EDIFICIOS CON PANTALLAS Y PÓRTICOS
Las cargas horizontales son resistidas por las pantallas o diagonales. La
carga vertical es resistida por ambos.
Pantallas con refuerzo especial 6 2,5 5
Pantallas con refuerzo básico 5 2,5 4,5
EDIFICIOS APORTICADOS
Los pórticos soportan las fuerzas verticales y las fuerzas laterales.
Pórticos con refuerzo especial 8 3 5,5
Pórticos con refuerzo intermedio 5 3 4,5
Pórticos con refuerzo básico 3 3 2,5
EDIFICIOS MIXTOS ESPECIALES
Los pórticos soportan el 25% de las fuerzas laterales. Las pantallas
resisten el resto
Pantallas con refuerzo especial 8 2,5 6,5
Pantallas con refuerzo básico 7 2,5 6
PÉNDULO INVERTIDO O VOLADOS
Refuerzo especial 2,5 2 1,25
7.6 DERIVA
La deriva Dx del nivel x se define como la diferencia de los desplazamientos laterales totales dx y dx-1 entre
dos niveles o pisos consecutivos, y viene dada por la relación:
(7-18)
En la figura 7.8 se distinguen las siguientes derivas:
Deriva total (7-19)
Deriva entre niveles (7-20)
En estructuras de concreto armado, el desplazamiento lateral dx del centro de la masa del nivel x debe
calcularse mediante la ecuación:
(7-23)
donde:
Cd = Factor de amplificación del desplazamiento lateral dado en la tabla 7.9.
dxe = Desplazamiento lateral del nivel x calculado para las fuerzas de diseño utilizando el espectro
reducidode diseño, (fuerzas previamente divididas por el coeficiente R).
I = Factor de importancia (factor a en la norma COVENIN).
5
5
F5
D5 = d5 - d4
d4
h5 D4
F4
D 4 = d 4 - d3
d3
h4 D3
F3
D3 = d 3 - d 2
d2
h3 D2
F2
D2 = d 2 - d1
d1
h2
F1
D1 = d1
h1
Figura 7.8 Cálculo de la
Base
deriva de piso.
El análisis de la deriva se lleva a cabo suponiendo que la estructura se comporta elásticamente bajo la
acción de las fuerzas laterales de diseño. Ya que en la realidad la estructura incursiona en el rango no-
lineal, su rigidez disminuye (se degrada), siendo menor que la utilizada en el análisis. El coeficiente de
amplificación del desplazamiento , toma en cuenta esta diferencia de rigidez amplificando por tanto los
desplazamientos laterales hasta alcanzar aquellos que se hubieren obtenido si la rigidez reducida hubiese
sido utilizada en el análisis.
Por ejemplo, si en la figura 7.9 la deriva de diseño del nivel x es Dx , el momento flector de vuelco en ese
nivel se incrementaría por una cantidad igual al producto de la cantidad Dx por el valor de la carga
gravitacional que actúa sobre ella.
En esta ecuación b es el cociente de dividir el corte (demanda) entre el corte (capacidad) para un nivel
comprendido entre los niveles x y x-1 . Si el valor de b no se calcula, debe suponerse entonces un valor de
b=1. Cuando el valor de q es mayor que qmax la estructura es potencialmente inestable y debe por ende
rediseñarse.
Controlar la deriva producida en una edificación durante la acción de fuertes vientos o de un sismo es una
tarea prioritaria del diseño, básicamente porque: 1) garantiza la estabilidad estructural; 2) minimiza el
daño potencial de los componentes no-estructurales, y 3) previene la pérdida de vidas.
Se ha podido comprobar que el daño en edificaciones ocasionado durante un sismo está directamente
relacionado con la magnitud del desplazamiento relativo entre los distintos niveles. De allí que una forma
eficaz de reducir los daños se obtenga reduciendo la deriva.
La distribución e intensidad del daño relacionado con la deriva es muy variable. Depende del grado de
detallamiento incorporado en el diseño tanto de los elementos estructurales como de los no-
estructurales. Las figuras 7.10 y 7.11 muestran daños ocasionados por una deriva excesiva.
Estudios recientes han propuesto índices que relacionan los daños con la deriva producida entre dos
18
niveles consecutivos , (ver tabla 7.10).
Tabla 7.10
Índice de Deriva TIPO DE DAÑO ESPERADO
0,002 Daño no-estructural: mínimo.
0,007 Daño no-estructural: casi seguro.
Daño estructural: algo probable.
0,015 Daño no-estructural: presente.
Daño estructural: muy probable.
La mayoría de los códigos incluyen requerimientos que controlan la deriva. La norma venezolana
establece los siguientes valores límites del índice de deriva entre niveles:
Resulta importante señalar que en general las recomendaciones normativas no especifican en forma clara
cuales son las hipótesis o suposiciones que deben incorporarse en el análisis para la evaluación de la
deriva. Sin embargo, e independientemente de cuan complicado sea incorporar analíticamente en el
modelo el efecto de la deriva, su control es probablemente la forma más efectiva y simple de minimizar los
daños en edificaciones durante un sismo, y por tanto de reducir su vulnerabilidad.
Figura 7.12 Edificio calculado antes de 1967 Figura 7.13 Edificio calculado después de 1967.
(Foto J.L. Alonso). (Foto J.L. Alonso).
Para demostrar el beneficio que el control de la deriva ejerce en la rigidez de las edificaciones, basta con
observar ocularmente la diferencia entre dos edificaciones con pórticos de concreto armado, con la misma
tipología estructural (tipo I') y un número de pisos comparable, ubicadas ambas en la ciudad de Caracas.
La torre de apartamentos de vivienda mostrada en la figura 7.12 fue diseñada antes del año 1967 cuando
no existía ninguna restricción normativa acerca de la deriva, mientras que la edificación mostrada en la
19
figura 7.13 fue diseñada después del terremoto de 1967 utilizando las Normas Provisionales MOP 1967 .
En el Artículo 11 de esa última, norma se estipulaba en una corta frase lo siguiente: el desplazamiento
relativo máximo entre dos puntos consecutivos medidos a partir de un eje vertical de la edificación no puede ser
superior que el 0,2% de la distancia que los separa. Este requerimiento era conocido en el argot ingenieril
como el 2 por mil, y fue la primera vez que en las normas venezolanas se incluyó una limitación de la
deriva.
Como consecuencia de este nuevo requerimiento, las columnas de la edificación de 15 niveles mostrada en
la figura 7.13 aumentaron considerablemente de sección. Esto contrasta con las dimensiones de las
columnas y vigas de la edificación mostrada en la figura 7.12. Ambas edificaciones están construidas en
parcelas contiguas, tienen geometría en forma de H y están separadas unos 30 m. Resulta evidente que la
edificación diseñada tomando en cuenta el control de la deriva es definitivamente menos vulnerable
sísmicamente que aquella en la que no se tomó en cuenta este requerimiento.
En las secciones anteriores de este Capítulo se revisaron aspectos generales normativos relacionados con:
a) la sismicidad regional, b) formas espectrales; c) factores de reducción de respuesta espectral; d) el
método estático equivalente; e) la deriva, y f) el control de la deriva. En esta y en las siguientes secciones se
propone una metodología orientada al control de daños de edificaciones en zonas sísmicas.
Para ello, comenzaremos recordando que el coeficiente de corte basal C se define por la relación:
(7-7)
En esta ecuación V0 es la fuerza de corte basal, y W es el peso del edifico incluidas las cargas permanentes y
variables normativas.
Recordemos además que en el método estático equivalente, el corte basal puede evaluarse mediante la
relación:
(7-4)
en donde
Sustituyendo en la ecuación (7-7) el valor de la fuerza de corte basal V0 (ecuación 7-4) se obtiene que:
(7-26)
De la ecuación (7-26) se desprende que el coeficiente de corte basal depende de la aceleración espectral de
diseño Ad. En consecuencia depende de la forma del espectro elástico de respuesta.
Ya que la forma del espectro de aceleraciones depende a su vez de las características del sismo, de las
condiciones del suelo local y de la distancia epicentral, resulta evidente que el coeficiente de corte basal
no es un valor constante, aún para una misma edificación y para una misma solicitación sísmica.
La figura 7.14, muestra la variación del coeficiente basal con el número de pisos adoptada por la norma
20
venezolana del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de 1955 .
A raíz del terremoto de Caracas de 1967 se modificó la norma del año 1955, incluyéndose por vez primera
la influencia de las condiciones del suelo local, los efectos torsionales y el control de la deriva. La figura
7.15 muestra los coeficientes de corte basal propuestos en la Norma Provisional del MOP para
19
Construcciones Antisísmicas de 1967 y su variación con el tipo de estructura, el uso de la edificación y el
tipo de suelos.
Sin embargo en esa nueva norma no se tomó en cuenta la influencia del período fundamental del edificio,
asignándole a todas las estructuras de un mismo tipo, un coeficiente de corte basal constante,
0.09
independientemente del número de pisos. En
Interpretación Oficial: C=N1å 0.30 otras palabras, esto equivale a decir que la
0.08 (N-1)+4.5
0.30
Interpretación No Oficial: C=å (N-1)+4.5 forma del espectro de aceleraciones es una
0.07 línea recta.
N=Número De Pisos
Coeficiente de Corte Basal C
II. Estructuras cuya capacidad para resistir las fuerzas sísmicas, en la dirección que se considera, sea
esencialmente debida a corte o a fuerza axial y que por lo tanto no poseen la ductilidad necesaria para
prevenir fallas de tipo frágil. Entre otros, forman parte de este grupo, todos los sistemas resistentes a
fuerzas horizontales constituidos preponderantemente por muros de concreto o de ladrillos. Tanto el
tipo I como el II deberán poseer, en la dirección que se considera, dos o más líneas de resistencia
constituidas por muros, pórticos, etc., y en los cuales los elementos horizontales que constituyen los
entrepisos y cubiertas serán lo suficientemente rígidos y resistentes como para distribuir eficazmente
las fuerzas sísmicas entre los elementos verticales.
III. Estructuras sustentadas por una sola columna o que posean solamente una línea de resistencia normal
a la dirección que se considera, o aquellas cuyos entrepisos y cubiertas sean elementos sin la rigidez y
resistencia necesarias para distribuir eficazmente las fuerzas sísmicas entre los diversos elementos
verticales.
VALORES DE C
DEPÓSITOS ALUVIONALES (I) ROCA (2)
TIPO DE
ESTRUCTURA USO DEL EDIFICIO USO DEL EDIFICIO
PLANO
LADERA CONO ALUVIONAL CONO LADERA
PLANO DE
INUNDACIÓN TERRAZA
TERRAZA
ALUVIONES
ROCA
19
Figura 7.15 Coeficientes de corte basal normativos, MOP 1967 .
Posteriormente, en el año 1987, la Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), aprobó una
nueva norma para el diseño de edificaciones antisísmicas. En dicha norma se incorporaron entre otros por
vez primera los siguientes aspectos: perfiles típicos del subsuelo; formas espectrales; niveles de diseño;
factores de reducción de respuesta; irregularidad estructural; método estático equivalente; efectos
torsionales; el método de superposición modal; control del desplazamiento; efectos P-Delta y colindancia
entre edificaciones.
7
La norma actual para edificaciones sismorresistentes no difiere mucho de la filosofía y alcance de la
22
norma COVENIN del año 1987 . Ha incorporado, eso sí, modificaciones y mejoras que el lector puede
fácilmente revisar.
En el Capítulo 3 del libro se discutieron en detalle los efectos de interacción suelo-estructura observados
23,24
en el terremoto de Caracas de 1967 , demostrándose que el patrón de distribución de daños en
edificaciones estuvo directamente relacionado con los patrones de distribución del corte basal a lo largo
del valle de Caracas. La figura 7.16 muestra las características promedio de los suelos del valle de Caracas21.
0
Vsp =700 fps Más recientemente, se realizó un proyecto orientado a la
Profundidad del Aluvión en metros
Con el fin de investigar cual hubiera sido el comportamiento de dicha edificación si hubiese estado
hipotéticamente construida en el municipio Chacao, se escogió la sección 4-4 que atraviesa dicho
municipio en la dirección Suroeste-Noreste mostrada en la figura 7.18.
Para ello fue preciso incorporar como datos los resultados del estudio de la evaluación de los efectos de
21
interacción suelo-estructura observados en el valle de Caracas durante ese evento sísmico .
Cota Mil
Falla Tacagüa-El Ávila
Falla
45 4
Tacagüa - El Ávila 90
0 0 45
120 Cota Mil
90 90 230
45 120 45
0 160
45 0
0
0
4 0 0
0
0
45
0
VALLE DE CARACAS
45
H Ts
0
0 230 - 300 1.95 £ Ts £ 2.20
20 160 - 230 1.75 £ Ts £ 1.95
120 -160 1.50 £ Ts £ 1.75
90 -120 1.30 £ Ts £ 1.50
Falla Las Adjuntas 45 - 90 0.80 £ Ts £ 1.30
0 - 45 0.18 £ Ts £ 0.80
Roca » 0.18
27
Figura 7.18 Mapa de isoprofundidades del valle de Caracas .
Estos resultados corroboraron en buena medida el rango de valores de los períodos obtenidos
analíticamente en los estudios realizados por Seed en 1970 y Alonso y Larotta en 197421,30.
En la figura 7.19, se distinguen los siguientes aspectos: 1) la topografía irregular y atípica de los depósitos
aluvionales del valle de Caracas; 2) todos los espesores de depósitos de aluvión existentes, y 3) una
correlación precisa de la variación de la respuesta estructural de la edificación estudiada con el espesor de
los depósitos.
En la Sección 4-4 de la figura 7.19 se observa que en el municipio Chacao la variación del corte basal
máximo y del coeficiente de corte basal correspondiente, obtenidos mediante el análisis dinámico de esa
edificación en depósitos de suelo de distinto espesor, se traduce en variaciones que algunas veces
alcanzan un 500%.
En dicha figura, se observa además, que los valores máximos de respuesta de la edificación estudiada
tienen lugar cuando el período fundamental de la misma (T1=1,65s) alcanza un valor próximo al período
fundamental del depósito ( 1.58 £ Ts £ 1,70 para H ³ 280 m ), produciéndose un fenómeno de resonancia.
700 700
MANSIÓN CHARAIMA W=6843 t SEED y ALONSO, 1974
600 600
T1=1.65 s
500 N=11 pisos 500
Vmax (t)
400 400
H
300 300
200 200
100 100
0 0
Período Ts
Ts=0.15
Ts=0.30
Ts=0.52
Ts=0.66
Ts=0.80
Ts=0.89
Ts=1.15
Ts=1.20
Ts=1.27
Ts=1.40
Ts=1.53
Ts=1.58
Ts=1.70
Ts=1.58
Ts=0.15
(s)
0.2 0.2
ESTE ESTUDIO
Coef. C
0.1 0.1
0.0 0.0
C=0.037 VERSIÓN OFICIAL C=0.0207 VERSIÓN NO-OFICIAL
Aceleración (g)
0.16 0.16
SISMO DE CARACAS DE 1967 (SEED, et al. 1970)
0.08 0.08
0.00 0.00
80
40
960 DAÑADOS 960
920 A 920
80
60
40
100
20
880 880
140
160
20
840 840
180
100
200
240
120
140
260
800 800
160
180
200
220
280
240
300
260
280
760 760
300
325
Figura 7.19 Distribución del corte basal y del coeficiente de corte basal del edificio Mansión Charaima a lo largo
25
de la sección 4-4 del municipio Chacao en el valle de Caracas .
El coeficiente de corte basal utilizado en el diseño de edificios antes del terremoto de Caracas de 1967 era
el recomendado en las normas del MOP de 1955, y su valor dependía únicamente del número de pisos del
edificio, tal y como se muestra en la figura 7.14.
Es muy probable que el coeficiente de corte basal utilizado en el diseño del edificio Mansión Charaima, al
igual que en el diseño de la inmensa mayoría del resto de las edificaciones de aquella época, se haya erse
obtenido utilizando la versión no oficial. En ese caso, el coeficiente de corte basal tendría por valor C =
0.0207. En caso de haberse utilizado la versión oficial, el valor de C sería C = 0.037.
Independientemente del valor utilizado para el coeficiente de corte basal en el diseño de la edificación, y
considerado además que para esa época no existía la práctica de confinar las columnas apropiadamente
con las ligaduras y separación requeridas y por tanto su ductilidad era casi nula (factor de reducción R=1),
puede concluirse que el edificio Mansión Charaima también habría experimentado graves daños
estructurales y probablemente el colapso en distintas zonas del municipio Chacao, al igual que sucedió en
la urbanización Caraballeda en el Litoral Central.
De las secciones anteriores puede concluirse que, aún en una misma localidad y para un mismo terremoto,
las condiciones del suelo local ejercen una enorme influencia en el contenido de frecuencias de los
registros generados en la superficie de los depósitos, así como también en la distribución del daño
estructural.
Desde el punto de vista del diseño estructural, los efectos que un terremoto puede ocasionar a edificios
pueden expresarse en función de las fuerzas laterales y de las deformaciones que dichas fuerzas pueden
inducir en los mismos.
Sin embargo, así como los valores de la aceleración espectral proporcionan un buen índice para la
evaluación de las fuerzas laterales máximas en edificios ante la acción de un terremoto determinado, no
necesariamente son el mejor índice para la evaluación del daño que dichas fuerzas pueden ocasionar.
Para una gran variedad de estructuras civiles (edificios altos, aporticados rellenos parcialmente con
tabiques de mampostería, y flexibles en general), la velocidad espectral, Sv, representa un mejor índice
31
para la evaluación del daño esperado durante un terremoto . Esto se evidenció claramente en el
terremoto de Caracas de 1967.
Ya que no se dispuso de ningún registro instrumental de ese terremoto, fue preciso generar un registro en
la roca a partir de registros reales de terremotos que fueron escalados convenientemente a fin de
reproducir las características del terremoto de Caracas de 1967. La respuesta dinámica de los depósitos del
valle de Caracas permitió con un grado de confiabilidad “aceptable” evaluar los espectros elásticos de
aceleración y velocidad relativa correspondientes en la superficie de depósitos aluvionales de distintos
21
espesor , (Capítulo 3, figura 3.26).
31
Se define como índice de daño potencial a la relación:
(7-27)
En esta relación, SV representa el valor de la ordenada del espectro elástico de velocidad relativa asociada
al período fundamental de la edificación, y C el coeficiente de corte basal estipulado en las normas.
Con el fin de investigar la relación de este índice con la distribución del daño observado en edificios en el
valle de Caracas durante el terremoto de 1967, se utilizaron los espectros de velocidad relativa obtenidos
en la superficie de cada uno de los depósitos.
La figura 7.20 muestra la relación existente entre los valores promedio del índice de daños SV/C , calculados
analíticamente para edificios con un período fundamental expresado por las relaciones N/10 y N/12
21
respectivamente, y la intensidad de daño estructural observada en el terremoto de Caracas de 1967 ,
siendo SV la velocidad espectral correspondiente (expresada en pies por segundo), y C el coeficiente de
corte basal estipulado en las normas del MOP de 195520.
80
T » N /10
60
40
T » N /12
20
x = 5%
0 10 20 30 40 50 60
SV /C (ft/sec)
Figura 7.20 Relación entre la intensidad de daño estructural y el índice de daño potencial
21
observado en el terremoto de Caracas .
La figura 7.21 muestra una familia de curvas de la distribución del índice de daños SV/C obtenida a lo largo
de una sección transversal del municipio Chacao utilizando como solicitación sísmica el terremoto de
25
Caracas y los espectros suavizados de velocidad evaluados en la superficie de los depósitos .
21
Conviene señalar que aunque la forma de estas curvas difiere ligeramente de las encontradas por Seed ,
su correlación con el patrón de daños observado en el terremoto de Caracas de 1967 es desde el punto de
vista práctico la misma.
60 60
Sv: Velocidad Espectral (pies/seg) T=2.00
50 C : Coeficiente de Corte Basal de Diseño
T : Período fundamental de la estructura (s) T=1.80 50
Índice de daños S v/C
40 40
T=1.40
30 30
T=0.80
20 2.00 2.00 20
1.80 1.80
1.40 T=0.50 1.40
10 0.80 0.8 10
0.50 0.5
0.20 T=0.20 0.2
0 0
Aceleración (g)
0.16
SISMO DE CARACAS DE 1967
0.08
0.00
80
SEVERAMEMTE
40
960 960
920 DAÑADOS 920
80
60
100
40
20
880 880
140
160
20
180
840 840
100
200
240
120
140
260
160
180
200
220
800
280
240
800
300
260
280
300
325
760 760
720 NORTE 720
680 680
640 N 1 2 3 640
4
600 600
560 5 5B
ROCA 560
520 520
4 SECCIÓN 4-4
A 3
MUNICIPIO
1 2 CHACAO
Figura 7.21 Variación del índice de daños a lo largo de una sección transversal del municipio Chacao.
Terremoto de Caracas de 1967.
En dicha figura se observa que el índice de potencial de daños SV/C asociado a edificios con períodos
fundamentales comprendidos entre 1 y 2 segundos (N » 9 a 18 pisos), alcanza sus valores máximos
precisamente en la zona de La Castellana, Altamira y Los Palos Grandes, zonas por demás, las más
afectadas durante el terremoto de Caracas (4 edificios evidenciaron colapso total en Altamira y Los Palos
Grandes y muchos otros sufrieron daños de distinta índole). En la Castellana no se registró daño en
edificios altos simple y llanamente porque para esa época no existían edificios altos en esa urbanización.
Hoy día sin embargo es otra la situación. Resulta interesante apuntar que en esas urbanizaciones los
edificios que sufrieron mayor daño estructural fueron precisamente los edificios comprendidos entre los 9
y 18 pisos.
De esa figura también se desprende que el índice de potencial de daños asociado a estructuras con un
rango de períodos fundamentales comprendido entre los 0,2 y 0,5 segundos (edificios bajos y viviendas
unifamiliares en general), es substancialmente menor para ese terremoto, tal y como lo demuestra la
observación del poco daño estructural que dichas estructuras sufrieron en el Municipio Chacao.
Algo realmente interesante se observa en la figura 7.22. En ella se han dibujado los espectros de velocidad
relativa obtenidos analíticamente mediante análisis dinámicos en la superficie de depósitos de gran
espesor del valle de Caracas. Para su determinación se utilizó como registro en la base el registro generado
21
por Seed, Idriss y Dezfulian para el terremoto de 1967 .
0.50
21
Figura 7.22 Espectros de velocidad en la superficie de depósitos de gran espesor .
Los valores de velocidad relativa seleccionados corresponden a depósitos con espesores de aluvión que
oscilan desde 100 m hasta 230 m, precisamente en las áreas del valle de Caracas en las que se evidenció
mayor daño estructural en edificaciones de 8 a 18 pisos.
En dichas curvas se observa que las ordenadas de los espectros de velocidad relativa SV son mayores a 0,5
ft/sec (0,1524 m/s) en un rango de períodos comprendidos entre 0,7 y 2 segundos, coincidiendo este rango
de períodos con el rango de períodos de edificaciones tipo I' (aporticadas más tabiquería), o lo que es lo
mismo, estructuras cuyos períodos fundamentales eran del orden de N/12, siendo N el número de pisos.
7.10 METODOLOGÍA PROPUESTA PARA EL CONTROL DE DAÑOS RELACIONADOS CON LOS EFECTOS DE
INTERACCIÓN SUELO-ESTRUCTURA
Si observamos la variación del índice de daños mostrado en la figura 7.21 podríamos pensar en la
posibilidad de diseño de limitar el daño estructural asociado a sismos futuros a niveles, digamos
aceptables o tolerables. Es más, podríamos permitir para una estructura determinada un nivel de daño
mayor si la fuente sísmica corresponde, por ejemplo, a un terremoto de gran magnitud, y uno menor si la
magnitud del sismo esperado durante la vida útil de la estructura es menor. Hay que tomar en cuenta
además que para un sismo con una magnitud conocida el nivel del daño disminuye a medida que aumenta
la distancia a la falla.
Basados en la distribución del daño observado en edificaciones durante el terremoto de 1967, y tomando
en consideración que el daño estructural en el municipio Chacao se debió, en gran medida, a los efectos
desfavorables de interacción suelo-estructural, se propone en este libro una escala de daños que va desde
el valor cero correspondiente a daño mínimo hasta el valor que corresponde al derrumbamiento o colapso
de la edificación.
(7-28)
En esta ecuación M es la magnitud local Richter y D la distancia a la falla en kilómetros. La figura 7.23
muestra las curvas resultantes de aplicar dicha ecuación.
1. El nivel de daño máximo permitido es un valor que se elige en función de la sismicidad local. Por
ejemplo, en zonas como el valle de Caracas donde la ocurrencia de sismos de gran magnitud es más
improbable que en Centroamérica y en la costa occidental de Norteamérica, el nivel de daño esperado
es menor.
Así, para el diseño de edificios en el valle de Caracas, puede considerarse como una amenaza sísmica
razonable la producida por un sismo de magnitud 6.8 a una distancia epicentral D igual a 35 km. En este
caso, el nivel de daño permitido correspondiente se obtiene a partir de la ecuación (7-28) como a
continuación se indica:
Obsérvese que para un nivel de daño igual a 2,80, el índice de daño potencial SV/C esperado es igual a
30 ft/sec, o lo que es lo mismo, igual a 9,144 m/s. Este valor puede considerarse como un nivel de daño
máximo de referencia por debajo del cual la edificación puede sobrevivir en forma exitosa desde el
punto de vista de los efectos de interacción suelo-estructura, (véase la franja gris clara en la figura
7.23).
2. Para una misma edificación, y para una distancia epicentral constante, el nivel de daño esperado
aumenta a medida que aumenta la magnitud del sismo.
3. Para una misma edificación, y para sismos de igual magnitud, el nivel de daño esperado disminuye a
medida que aumenta la distancia a la falla.
N daño Sv /C
EFECTOS DE INTERACCIÓN
SUELO-ESTRUCTURA ÚNICAMENTE 9
F 90
8 Ndaño: Nivel de Daño 8
M : Magnitud del Sismo 80
75 7 D : Distancia a la Falla (km) 7
Nivel de Daño Ndaño
E 70
6 6
60 60
D 5 2
Ndaño=0.5 (M-4) (15/D)
0.4 5
50
45 4 4
40
C M=8.0
3 3
30 30
2.8
M=7.5
B 2 2 20
M=7.0
M=6.5
1 1 10
M=6.0
A M=5.5
0 0
150
15
25
50
75
100
125
175
200
225
ESCALA DE
DAÑOS
Distancia a la Falla D (km)
4. Para una misma edificación es posible obtener un nivel de daño constante a medida que aumenta la
magnitud del sismo y su distancia epicentral. Por ejemplo, para un sismo de magnitud ML=7.5 a una
distancia D de unos 100 km el nivel de daño esperado es:
,
Este valor es muy parecido al obtenido para un sismo de magnitud ML=6.8 a una distancia epicentral
de 35 km. Este resultado tiene lógica pues el daño no solo depende de la magnitud y cercanía del sismo
sino de la duración de las sacudidas.
Como quiera que el concepto de la escala de daños así definido se basó fundamentalmente en el
comportamiento de estructuras aporticadas con tabiquería durante el terremoto de Caracas de 1967, y
7
tomando en cuenta además que las normas COVENIN no contemplan este tipo de híbrido estructural tan
comúnmente extendido en nuestras ciudades, hemos creído conveniente sugerir la inclusión en la norma
de este híbrido estructural, que designaremos como tipo I´. Para cada nivel de diseño, los factores de
reducción de respuesta R correspondientes al nuevo tipo estructural se encuentran tabulados en la tabla
7.6 (sección 7.3 del libro).
En la parte superior izquierda de la figura 7.23 se ha identificado el tipo probable de daño esperado con la
escala de niveles de daño recién definida. Esta escala únicamente refleja los daños de estructuras tipo I´
relacionados con los efectos de interacción suelo-estructura. Esta observación es importante pues el daño
estructural observado en los edificios de ese municipio no se debió únicamente a estos efectos, sino a una
combinación de factores igualmente importantes, tales como: geometría irregular de las plantas, cambios
bruscos de rigidez, distribución de la tabiquería, escasa ductilidad en las columnas y en ocasiones
defectos constructivos.
Esta información nos permite sugerir que una metodología similar a la aquí propuesta puede servirnos de
guía para limitar el nivel de daño relacionado con los efectos de interacción suelo-estructura ¿cómo?
controlando los valores del coeficiente de corte basal en forma tal que no se sobrepase el nivel máximo de
daño permitido elegido (véase sección 7.15).
La figura 7.24 muestra la variación normalizada del cociente de dividir las ordenadas de la velocidad
espectral Sv asociada a estructuras con períodos fundamentales variables (0 £ T £ 5 s) obtenidas
analíticamente en la superficie de un depósito aluvional de 70 m de espesor en el valle de Caracas para las
solicitaciones sísmicas siguientes: a) un sismo de magnitud ML=6.5 a una distancia epicentral de 56 km, y
b) un sismo de magnitud ML=7.7 a una distancia epicentral de 150 km.
Los registros de aceleraciones utilizados en la roca fueron generados artificialmente a partir de registros
existentes. En ambos casos se llevó a cabo un análisis dinámico no-lineal a paso a paso del depósito de
suelo seleccionado utilizando la variación del módulo de corte con la profundidad y las variaciones del
amortiguamiento y de la rigidez del depósito con las deformaciones disponibles para el valle de Caracas.
Tabla 7.12
Sismo Magnitud Distancia Epicentral A0 (roca) A0 (superficie) Ts (suelo) Duración acotada
1 6.5 56 km 0.04 g 0,091 g 0,7 s 8s
2 7.7 150 km 0.04 g 0,098 g 1,0 s 14 s
De los resultados obtenidos en el análisis y de las curvas mostradas en la figura 7.24 se desprende lo
siguiente:
1. En ambos eventos, la aceleración máxima en la roca es igual a 0,04g. La aceleración máxima de los
registros obtenidos en la superficie es comparable en ambos eventos, no excediendo su diferencia el
11%.
2. Las velocidades espectrales correspondientes al sismo de magnitud 7.7 a 150 km son mucho mayores
que las obtenidas en ese depósito para el sismo de magnitud 6.5 a 56 km.
0.6
0.4
0.2
M=6.5: D=56 km
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5
Período T (s)
3. Esto nos indica que para una misma estructura ubicada en ese depósito, la velocidad espectral varía
considerablemente dependiendo de la magnitud y de la duración del sismo, observándose diferencias
que en algunos casos superan el 300%.
4. Todo esto parece indicar que a pesar de la escasa diferencia de la aceleración máxima obtenida en la
superficie, las estructuras con períodos superiores a 0,8 segundos serán mucho más solicitadas en el
evento de magnitud 7.7 a 150 km.
El 18 de abril de 1906, aproximadamente a las 5:12 a.m. hora local, tuvo lugar en California un fuerte
terremoto de magnitud Ms=8.25 como consecuencia de la liberación de energía causada por la repentina
y brusca ruptura de las zonas de contacto de la placa del Pacífico y la placa de Norte América. Esa ruptura
tuvo una extensión visible de 430 km.
El desplazamiento horizontal relativo entre las zonas de contacto de las placas alcanzó los 6 metros en el
condado de Marín, justamente al Norte de la ciudad de San Francisco, moviéndose la zona Oeste de la falla
en dirección Norte con respecto a la zona Este de la misma. El desplazamiento vertical máximo observado
32
a lo largo de la falla fue inferior a 1 metro .
El terremoto fue sentido en un área de un millón de kilómetros cuadrados. Como dato curioso, el daño se
concentró más en ciudades ubicadas en la zona Oeste de la falla, (San Francisco, y San José), que en las
ciudades ubicadas en la margen Este de la falla (Berkeley a tan sólo 25 km de la falla de San Andreas).
De todas, la ciudad de San Francisco fue la más afectada, produciéndose un saldo de 2.500 muertes y un
daño severo en edificaciones que resultaron paradójicamente más afectadas por los incendios que
tuvieron lugar a consecuencia del sismo que por las sacudidas del terreno en sí.
A partir de ese mismo día empezó la cuenta regresiva de lo que en California se conoce como The Big One. El
estado de California alberga millones de habitantes que se distribuyen en su zona costera de Norte a Sur
en las proximidades del sistema de falla de San Andreas.
Ya que ésta es una falla geológicamente activa, y ya que ambas márgenes de la falla siguen moviéndose, es
de esperarse que algún día vuelva a ocurrir un evento sísmico, The Big One, con características similares a
las del terremoto de 1906.
Sin embargo no se necesita la ocurrencia de otro evento sísmico de esas proporciones para que se
produzcan daños a lo largo de las zonas urbanas ubicadas en la zona de falla de San Andreas. De hecho,
durante estos últimos 101 años han ocurrido en California una serie de terremotos muy destructores de
magnitud inferior a la del terremoto de 1906. Por citar algunos: el terremoto de Long Beach del 10 de
marzo de 1933; el terremoto del Centro, Imperial Valley del 18 de mayo de 1940; el terremoto de San
Fernando del 9 de febrero de 1971; el terremoto de Santa Cruz del 17 de octubre de 1989 también conocido
como el terremoto de Loma Prieta; y más recientemente, el terremoto de Northridge del 17 de enero de
1994.
De estos terremotos, los de San Fernando (1971), Loma Prieta (1989) y Northridge (1994) produjeron los
32
siguientes daños :
Existe una gran diferencia entre la situación de preocupación colectiva que se vive en el estado de
California en relación al tan esperado The Big One y la que se observa en Venezuela en relación a la posible
repetición de alguno de los 3 grandes sismos históricos que tuvieron lugar en nuestro país: los terremotos
del 21 de octubre de 1766, del 26 de marzo de 1812 y del 29 de octubre de 1900.
De estos tres sismos, los dos últimos (1812 y 1900) podrían considerarse los sismos que más han afectado
directamente a la ciudad de Caracas. Puede observarse que en los 3 casos seleccionados la magnitud Ms es
mayor a 7.5. De ocurrir nuevamente un evento como el de 1900, las edificaciones en el valle de Caracas y
en general en el Litoral Central se verían seriamente afectadas, evidenciándose una posibilidad real de
38
producirse licuefacción en numerosas localidades .
Ahora bien, resulta importante señalar que aunque el terremoto de Caracas de 1967 fue un sismo de
magnitud moderada, ML =6.3, a una distancia epicentral intermedia, D=62 km , fue lo suficientemente
Suponiendo que la relación espesor del depósito - versus - velocidad espectral relativa Sv que se observa en
la figura 7.22 es un 50% verdadera y un 50% especulación, lo que se observa en la figura 7.25 es motivo de
preocupación.
En efecto, en esa figura se han superpuesto los espectros de velocidad relativa, evaluados analíticamente
en depósitos de gran espesor en el valle de Caracas para un sismo de magnitud similar a la del terremoto
de Caracas pero a una distancia epicentral de 35 km producido en la falla de San Sebastián en el Litoral
Central.
1.5
1.0
Los valores de los espectros de velocidad relativa mostrados en la figura 7.25 fueron evaluados
21
originalmente suponiendo un sismo de magnitud ML=7 a una distancia epicentral de D=25 km . En esa
investigación realizada a fines de la década de los años 60 y publicada en febrero de 1970, se supuso que la
aceleración esperada en la roca para un terremoto con esas características era igual a 0,12g. Sin embargo,
39
las curvas de atenuación de aceleración en la roca, publicadas por Seed e Idriss a finales de 1982,
claramente indican una incongruencia con estos valores. En consecuencia, y a fin de utilizar los resultados
de los análisis dinámicos llevados a cabo en Caracas en 1970, hemos recalculado la magnitud y las
distancia epicentrales de ese evento. La magnitud resultante es ML=6.3, (magnitud local Richter similar a
la asignada al terremoto de Caracas de 1967) y la nueva distancia epicentral resultante es D=35 km.
Una simple comparación de los espectros de velocidad relativa Sv mostrados en la figura 7.25 con los
correspondientes al terremoto de Caracas de 1967 mostrados en la figura 7.22 pone de manifiesto lo
siguiente:
1. Las velocidades espectrales en el caso del sismo cercano, de magnitud ML=6.3 a 35 km, se amplifican
notablemente con respecto a las obtenidas para el terremoto de Caracas de 1967. Esta amplificación se
observa no solo para los valores pico de velocidad sino también en todo el rango de períodos mostrado.
2. Este hecho indica que el índice de daños Sv/C es como mínimo 2,5 veces mayor en el caso de un evento de
esta naturaleza que el obtenido durante el terremoto de 1967. Esto sería particularmente nefasto para
aquellos edificios que fueron diseñados y construidos antes del año 1967, especialmente aquellos con
un número de pisos comprendido entre los 8 y 20 pisos ubicados en depósitos de gran espesor aluvional
similares a los de La Castellana, Altamira, Los Palos Grandes, Santa Eduvigis y San Bernardino.
3. Una suerte similar correrían las edificaciones en la urbanización Caraballeda del Litoral Central,
ubicadas en las cercanías del Hotel Macuto Sheraton, diseñadas antes de 1967.
4. Los edificios altos (tipo I y II) diseñados utilizando los coeficientes de corte basal estipulados en la norma
provisional del MOP de 1967, son mucho más seguros que los diseñados de acuerdo a la norma del MOP
del 1955, particularmente aquellos construidos en depósitos aluvionales de gran espesor.
5. Para depósitos de gran espesor aluvional los coeficientes mínimos de corte basal de diseño para
edificaciones del tipo I y del tipo II recomendados en las normas provisionales del MOP de 1967 son más
conservadores que los valores mínimos recomendados por la norma COVENIN vigente.
7
En efecto, la norma COVENIN estipula que en ningún caso el coeficiente de corte basal sea menor que el
obtenido mediante la relación:
Esto puede fácilmente comprobarse con un ejemplo muy sencillo. Supóngase que queremos evaluar el
coeficiente mínimo de corte basal de una edificación de 15 pisos destinada a vivienda, conformada por
pórticos de concreto armado, y fundada sobre un depósito aluvional de 230 m de espesor en la
urbanización Los Palos Grandes de la ciudad de Caracas.
VULNERABILIDAD SÍSMICA 7-41
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
19
a) Norma provisional MOP 1967
Uso del edificio: Grupo 2 Tipo de estructura: Tipo I
Tipo de suelo: Aluvión Coeficiente de corte basal: C=0,06
7
b) Norma COVENIN
Factor de importancia: a =1 Factor de Reducción: R = 6
Tipo de Suelo: S2 Coeficiente de aceleración: A0 = 0,3
Tipo de estructura: Tipo I Coeficiente de corte basal:
La norma venezolana para edificaciones sismorresistentes vigente cataloga al valle de Caracas, a la Región
Capital, y en general a todo el Distrito Federal y al estado Vargas como zona sísmica 5, siendo la
aceleración máxima en la superficie A0=0,30 g.
Esta recomendación normativa equivale a suponer que la aceleración en el lecho rocoso así como en la
superficie de todos los depósitos que conforman tan extensas y diferentes zonas, es la misma, aseveración
ésta que no es del todo cierta, si bien pudiera ser conservadora. Esta incoherencia normativa se repite para
todas las zonas sísmicas del territorio nacional.
21,25,30
Con el fin de incorporar en el diseño de edificaciones en el valle de Caracas la información existente
hemos incorporado en esta sección los resultados analíticos de la respuesta dinámica de los depósitos del
valle de Caracas asociados a seis posibles terremotos de distinta magnitud y distancias epicentrales
variables que consideramos como una muestra factible de la enorme gama de terremotos capaces de
afectar las regiones mencionadas. La tabla 7.13 resume esta información.
Para cada una de las 6 solicitaciones sísmicas mencionadas se obtuvieron, mediante métodos de análisis
no-lineal, valores de la aceleración máxima en la superficie de depósitos rocosos, rígidos y aluvionales del
valle de Caracas, que denotaremos como A0 (g).
Se agruparon los eventos en 3 categorías dependiendo de la menor o mayor cercanía del depósito de
fundación respecto a las posibles fuentes de actividad sísmica. Son estas: sismos cercanos (5 £ D < 30 km),
sismos intermedios (30 £ D < 80 km) y sismos lejanos (80 £ D £ 160 km).
Para fines prácticos, se promediaron en forma ponderada los valores de las aceleraciones de la superficie
obtenidas analíticamente modificándolas por un factor de mayoración o minoración que varía en función
de la duración del evento, o lo que es lo mismo, en función de la magnitud.
H
dientes a la acción de
terremotos lejanos,
Roca
t e r re m o t o s i n t e r - 0.30
medios, y terremotos
cercanos, solicitaciones
estas dos últimas las 0.20 SISMOS CERCANOS
más importantes desde (D < 30 km)
el punto de vista SISMOS INTERMEDIOS
(30 £ D < 80km)
sísmico, en especial la 0.10
correspondiente a los
SISMOS LEJANOS
sismos cercanos. (80 £ D £ 160 km)
0.00
0 50 100 150 200 250 300
Espesor del Depósito H (m)
Es más, con la única excepción de los sismos lejanos, se observa que el nivel de aceleración es mayor en la
superficie de los depósitos de suelo rígido tipo S1 (0 £ H £ 30 m) y Vsp > 500 m/s que en la de depósitos de
suelos de gran espesor aluvional tipo S2. En efecto, se produce una des-amplificación de la aceleración en
la superficie en los depósitos con profundidades aluvionales superiores a los 25 m (sismos cercanos) y 40
m (sismos intermedios).
En esta sección se propone un procedimiento simple que permite estimar, para fines del diseño, el nivel de
las aceleraciones máximas probables esperadas en la superficie de los depósitos del valle de Caracas para
los tres tipos de solicitaciones sísmicas consideradas. La figura 7.27 y el cuadro I correspondiente
permiten evaluar analíticamente la aceleración en la superficie de depósitos del valle de Caracas.
VALLE DE CARACAS
2.50
2.20 2.20
1 2
An
Aceleración Máxima Normalizada A n
0.00
50 100 150 200 250 300
15
30
60
70
40
20
CUADRO I
A 0 = An x Aroca VALLE DE SOLICITACIÓN SÍSMICA
CARACAS CERCANA INTERMEDIA LEJANA
H = Espesor del depósito (m) A roca 0.28g 0.12g 0.05g Figura 7.27 Método
A n =Aceleración normalizada A nmáx 1.30 1.60 2.20 propuesto para la
Aroca= Aceleración en la roca (g) H1 15m 20m 40m evaluación de la
A 0= Aceleración en la superficie (g) aceleración en el
H2 30m 40m 300m
p = Exponente
p 0.70 0.50 — valle de Caracas.
7.12.1 Ejemplo 1
Solución:
(rama ascendente)
7.12.2 Ejemplo 2
Solución:
An=1,20 (H > H2 )
En los capítulos 2 y 3 del libro quedó claro que el contenido de frecuencias de los registros de aceleración
obtenidos en localidades de distinta composición litológica, así como también la forma de sus espectros
de respuesta correspondientes, varían en función de la rigidez y dureza de los depósitos de suelos sobre
los cuales se obtuvieron los registros, así como también en función de la magnitud y de la distancia a la
falla.
Se propuso además una metodología que permite anticipar la forma del espectro de aceleración en
función de las variables señaladas.
En la sección 3.12 del Capítulo 3 se clasificaron los suelos en función de su forma espectral en 2 grupos: el
grupo I correspondiente a los suelos blandos y el grupo II que agrupa a todos los demás.
Con el fin de establecer una correlación aproximada entre las formas espectrales propuestas (grupos I y II)
7
y las formas espectrales tipificadas en la sección 5.1 de la norma venezolana COVENIN , el lector puede
referirse a la tabla 7.14 mostrada a continuación.
9
En la tabla 7.14, Vsp representa la velocidad promedio de las ondas de corte, (UBC-97 ). En la norma
7
COVENIN , la variable H es la profundidad a la cual se consigue material cuya velocidad de las ondas de
corte, Vs, es mayor que 500 m/s, A0 es el coeficiente de aceleración horizontal y H1 es la profundidad
medida desde la superficie hasta el tope del estrato blando.
En esta sección, se propone un procedimiento aún más simplificado para la obtención de espectros
normalizados de aceleración válidos para una gran variedad de tipo de suelos, similares a los que
conforman el valle de Caracas, y la ciudad de Mérida en Los Andes venezolanos, (véase suelos blandos;
sección 7.14).
La figura 7.28 muestra la forma tipo del espectro normalizado de aceleración propuesto.
b = Amplificacion Espectral x = 5%
A 0 = Acel. Max. Terreno -g-
T s = Período Fundamental Depósito (s)
A n= Acel. Espectral Normalizada
p = Exponente
A 0(g)
Aceleración Espectral Normalizada
1 2 H
b Ts
ROCA
p
T2
A ni= b
Ti
1.00
0.00
T1 T2 Ti
Período T (s)
La tabla 7.15 resume las variables notables del espectro normalizado de aceleraciones propuesto para este
tipo de suelos, (S1 y S2; grupo II).
Para suelos tipo S1, (roca y suelos rígidos) y tipo S2 (aluviones de gran espesor) la variación propuesta del
período fundamental del depósito Ts con su espesor H es la mostrada en la figura 7.29. En el caso del valle
de Caracas por ejemplo, los valores de la aceleración A0 en la superficie son los indicados en el cuadro I de la
figura 7.27. En aquellos casos en los que se desconozca el valor A0, deben utilizarse los valores indicados en
los mapas de amenaza sísmica correspondientes. En Venezuela se utilizarán los valores recomendados en
7
la Norma COVENIN .
3.00 3.00
Ts: Período fund. depósito (s) A 0 (g)
2.75 2.75
H : Espesor del depósito (m)
2.50 S1: Roca y suelos duros H 2.50
Período Fundamental del Depósito (s)
2.00 2.00
SUELOS S2
1.75 0.75
1.50 1.50
1.25 1.25
1.00 1.00
0.75 0.75
0.67
0.50 0.50
7.13.1 Ejemplo 3
Evalúe para el valle de Caracas los espectros elásticos de aceleración en la superficie de dos depósitos
aluvionales de espesor H igual a 35 y 250 metros respectivamente. Utilice como aceleración del terreno la
aceleración correspondiente a un sismo cercano con una distancia a la falla D = 20 km. Suponga un factor
de importancia a=1 .
Solución:
1. Aceleración del terreno A0 : Se obtiene a partir de los gráficos de la figura 7.27, y el cuadro I.
Así, para H = 35 m, la aceleración normalizada se obtiene a partir de la siguiente relación (rama
descendente; figura 7.27):
de donde:
Para H = 250 m, la aceleración normalizada es constante y tiene por valor An = 0,8 . La aceleración en
la superficie es por tanto A0=An x Aroca =0,8 x 0,28 g = 0,224 g.
H Aroca An An x Aroca
35 m 0,28 g 1,167 0,327 g
250 m 0,28 g 0,80 0,224 g
Tipo H T1 T2 b P
S2 35 m (0,15) (0,75) (0,5) (0,75) 3 + 0,005(20) 1,2
S2 250 m (0,15) (2) (0,5) (2) 3 + 0,005(20) 1,2
es decir:
H T1 T2 b P
35 m 0,1125 0,375 3,1 1,2
250 m 0,30 1,00 3,1 1,2
a) Para H = 35 m
para Ti=0,5 s
para Ti=1,00 s
y así sucesivamente.
b) Para H = 250 m
A0= 0,224 g; b= 3,1 (tabla 7.15)
Ts= 2,00 s (Figura 7.29)
y así sucesivamente.
1.40
VALLE DE CARACAS: SISMOS CERCANOS x=5%
1.30
1.20
1.10 A0
1.014 H = 35 m
1.00 A 0 =0.327 g
Aceleración Espectral A (g)
Ts =0.75 s Ts H
0.90
0.80
H = 250 m ROCA
0.70 A 0 =0.224 g
0.6944 Ts =2.00 s
0.60
0.50
0.40
0.327
0.30
Figura 7.30 0.224
Espectros elásticos 0.20
de aceleración 0.10
evaluados mediante
el método 0.00
0.30
0.3750
Período T (s)
Estos resultados claramente indican que, para una solicitación sísmica cercana, una edificación con
un período fundamental de 2 segundos estará 2,22 veces más solicitada en un depósito aluvional de
250 m que en uno de 35 m.
En forma análoga, una edificación rígida, con un período fundamental de 0,15 segundos, estará 2.21
veces más solicitada en un depósito de 35 m que sobre un depósito de 250 m.
7.13.2 Ejemplo 4
Solución:
En lugar de utilizar los gráficos de las figuras 7.27 y 7.29, en este ejemplo utilizaremos los valores de
21
respuesta obtenidos analíticamente por Seed, Idriss y Dezfulian para un depósito de 230 m de espesor.
Así, de la figura 7.21 se tiene que para H = 230 m la aceleración en la superficie del depósito es A0 =0,06 g.
1,2
En la rama descendente: A=An a (0,695/T)
Tabla 7.16
Períodos An A=A0 An Períodos An A=A0 An
0,00 1,000 0,060 1,40 1,428 0,086
0,2085 3,31 0,199 1,60 1,217 0,073
0,695 3,31 0,199 1,80 1,057 0,0634
0,80 2,796 0,168 2,00 0,931 0,056
1,00 2,139 0,128 2,50 0,712 0,043
1,20 1,719 0,103 3,00 0,572 0,034
En la tabla 7.16 los valores de la aceleración espectral normalizada fueron hallados con el auxilio de la
figura 7.28 y de la tabla 7.15.
La figura 7.31 muestra una comparación de los resultados obtenidos analíticamente con los
resultados obtenidos con el método aquí propuesto.
De esta comparación se desprende que existe un grado “aceptable” de similitud entre el espectro
obtenido analíticamente utilizando un registro fuente artificial y el obtenido utilizando el método
simplificado propuesto, sugiriendo este resultado la factibilidad de utilizar este procedimiento para la
evaluación de espectros elásticos de aceleración en la superficie del valle de Caracas para sismos
cercanos, intermedios o lejanos de magnitudes y distancias epicentrales variables.
H = 230 m
Ts =1.39 s
Aceleración Espectral A (g)
A0 =0.06g
Método propuesto
0.2
Seed, Idriss y Dezfulian
(obtenido analíticamente)
0.1
0.06
0.0
0.695
Período T (s)
Figura 7.31 Espectros elásticos de aceleración obtenidos en la superficie de un depósito de 230 m.
7.13.3 Ejemplo 5
Solución:
Superficie Roca
0.80 0.80
A 0 =0.68 g
0.70 0.70
0.60 0.60
A 0=0.40 g
0.50 0.50
0.40 ? 0.40
0.30 ? A0 =0.46 g 0.30
0.20 Amplificación de aceleraciones ≈1,70 (promedio) A 0 =0.27 g 0.20
0.10 Período de retorno = 55 años (6.3 £ M £ 7; 8 £ D £ 12 km - Falla Boconó) 0.10
Período de retorno = 35 años (5.6 £ M £ 6; 8 £ D £ 12 km - Falla Boconó)
0.00 0.00
Aceleración Máxima del Terreno (g)
Superficie Roca
0.60 0.60
0.50 TS = 0.40 s 0.50
TS = 0.30 s
0.40 ? 0.40
?
0.30 0.30
TS = 0.35 s
0.20 TS = 0.25 s 0.20
0.10 Período de retorno = 55 años (6.3 £ M £ 7; 8 £ D £ 12 km - Falla Boconó) 0.10
Período de retorno = 35 años (5.6 £ M £ 6; 8 £ D £ 12 km - Falla Boconó)
0.00 0.00
Período Fundamental del Suelo (s)
1700 1700
Río Albarregas
1600 1600
Roca
Roca
Figura 7.32 Valores máximos probables de respuesta del terreno esperados en la ciudad de
Mérida. (Períodos de retorno de 35 y 55 años40 ).
En esta sección se propone un procedimiento algo más simple que el discutido en el Capítulo 3. En suelos
blandos, la forma del espectro de aceleración depende básicamente del período fundamental del depósito
TS y de la distancia a la falla D.
Al igual que en los suelos tipo S1 (roca y rígidos) y S2 (depósitos aluvionales de suelos no-cohesivos
profundos), en suelos blandos la forma del espectro de aceleración normalizada es similar a la mostrada
en la figura 7.28.
En suelos blandos (tipo S3 y tipo S4; grupo I) se proponen los valores que se indican a continuación:
(7-29)
Las ordenadas del espectro elástico de aceleración se obtienen mediante la siguiente relación:
(7-30)
En Venezuela, los valores del coeficiente de la aceleración en la superficie del depósito A0 pueden
7
obtenerse de acuerdo a lo estipulado en la tabla 4.1 de la norma COVENIN . En cualquier otro país, a partir
de los mapas de amenaza sísmica disponibles correspondientes.
En aquellos casos en los que la aceleración máxima en la roca de los depósitos de suelo blando es conocida
(análisis de riesgo sísmico por ejemplo), la aceleración en la superficie de los mismos puede
alternativamente evaluarse con el auxilio de la figura 7.33 mostrada a continuación.
0.6
Máxima Aceleración en la Superficie (g)
Basada en cálculos
0.5
1989, Loma Prieta
0.4
0.3
En dicha figura, la curva de trazos discontinuos mostrada es el resultado de una exhaustiva investigación
41
realizada por Idriss a partir de un gran número de registros de terremotos recientes reales, y otros
obtenidos mediante procedimientos analíticos en la superficie de depósitos de suelo blando.
Por ejemplo, si la aceleración máxima esperada en la base rocosa de un depósito de suelo blando es 0,30g,
la aceleración esperada en la superficie sería igual a 0,36g.
En general, el rango de períodos fundamentales del suelo en depósitos de suelo blando oscila entre 0,7 £ TS
£ 1,2 s, con excepción de Ciudad de México, donde debido a la enorme distancia epicentral (D»400 km) y a
la gran magnitud de los terremotos que afectan la costa del Pacífico, los períodos son iguales o mayores a 2
segundos. Cuando el período fundamental del depósito no es conocido puede suponerse para efectos
prácticos un valor del período TS= 1 segundo.
7
En este libro, los suelos tipo S4 son suelos blandos en los que la distancia epicentral o la distancia a la zona
42
de disipación de energía es superior a los 140 km .
7.14.1 Ejemplo 6
x = 5%
Encuentre el espectro normalizado de Akita, Niigata 16/06/64
4 Ms =7.5 D=165 km
aceleraciones en la superficie de un depósito de (Seed, 1969).
suelo blando en el que se espera un terremoto de 3.625 Componente N-S
A0 =0.095g
magnitud 7.5 a una distancia epicentral de 165 Ts =0.78 s
km. El período fundamental del depósito es
Aceleración Normalizada
Método
propuesto
(Período 1
predominante)
Para demostrar la efectividad del método propuesto, superpondremos el espectro obtenido con el
espectro normalizado de aceleración de la componente NS del terremoto de Akita, Niigata del 16 de
junio de 1964 mostrado en la figura 7.34. El resultado obtenido es muy satisfactorio.
Las figuras 7.35, 7.36 y 7.37 muestran la variación propuesta de los coeficientes de corte basal con el
período fundamental de la estructura. En ellas, el factor de vida útil Fu se define mediante la siguiente
relación:
(7-31)
En esta ecuación, Vu representa la vida útil de la edificación en estudio. Así, para una estructura con una
vida útil de 40 años, el factor de vida útil tiene por valor:
(7-31)
Para cada tipo de suelo se propone una distribución distinta, pero en todas, el coeficiente mínimo de corte
basal de diseño está relacionado directamente con: 1) el factor importancia de la edificación, 2) el tipo de
estructura, 3) la vida útil de la edificación, y 4) la aceleración en la superficie.
En el caso de suelos aluvionales profundos (tipo S2), y de suelos blandos (tipo S3 y S4), el coeficiente de
corte basal varía además en función del período fundamental del depósito, TS.
Fu=1.15+0.2(Vu -25)/50
a = Factor de importancia (7-32a)
A 0(g)
Ts H
(7-32b)
C2 Roca
C1 (7-32c)
2.0
3.0
1.0
0.5
0.8
Período T (s)
F u =1.15+0.2(Vu-25)/50 (7-33a)
a = Factor de importancia
(7-33b)
C2
(7-33c)
A0 (g)
C 2 = 3,3 f C0 (7-33d)
Ts H
C1
Roca
Fu=1.15+0.2(Vu-25)/50
a = Factor de importancia
A 0 (g) (7-34a)
C2 Ts H
(7-34b)
Roca
(7-34c)
C1
Figura 7.37
Distribución del coeficiente de corte basal
propuesta para suelos blandos tipo S3 y S4.
0 0.4 TS 1.4 TS 2.4 TS T
Período T (s)
En ningún caso, el factor de vida útil Fu será menor que 1. Este factor toma en consideración la posibilidad
de que una estructura experimente un mayor número de sismos a medida que su vida útil aumente.
También, en ningún caso el coeficiente de corte basal resultante será menor al valor C1 obtenido mediante
las ecuaciones (7-32b), (7-33c) y (7-34b). En estas ecuaciones, R representa el factor de reducción de
7
respuesta, (COVENIN , tabla 6.4). Se ilustrará el procedimiento mediante ejemplos sencillos.
7.15.1 Ejemplo 7
Encuentre la variación del coeficiente de corte basal en el valle de Caracas para edificaciones de pórticos
de concreto armado con tabiquería (tipo I') construidas sobre depósitos con espesores H=0m (roca) y
H=28m. Utilice para ello la distribución de aceleraciones en la superficie de los depósitos correspondiente
a sismos cercanos mostrada en la figura 7.27. Obtenga el período fundamental del depósito a partir de la
figura 7.29. Suponga un factor de importancia a= 1, una vida útil de 35 años y un nivel de diseño ND3.
Solución:
Los depósitos de suelo son del tipo S1 (grupo II). En consecuencia, utilizaremos la distribución del
coeficiente de corte basal, indicada en la figura 7.35.
1. Para H = 0 m (roca)
A0=Aroca= 0,28 (Cuadro I; figura 7.27: sismos cercanos).
R=5 (Tabla 7.6: sección 7.3 del libro; tipo I'; ND3)
(ecuación 7-31)
(ecuación 7-32a)
(ecuación 7-32b)
(Ecuación 7-32c)
2. Para H = 28 m
A0 = An x Aroca
A0 = 1,3x 0,28 = 0,364 (Cuadro I; figura 7.27: sismos cercanos).
R=5 (Tabla 7.6: sección 7.3 del libro; tipo I'; ND3)
Fu = 1,19
f = 0,238
C1 = f A0 (ecuación 7-32b)
C1 = 0,238 x 0,364 = 0,0866
C2 =1,3 C1 (ecuación 7-32c)
C2 = 1,3 x 0,0866 = 0,1126
0.1126
0.10 H = 28 m
0.0866
0.0666
0.05
H=0m
SISMOS CERCANOS
Figura 7.38 Distribución del
coeficiente de corte basal
0.0
2.0
3.0
1.0
0.5
0.8
resultante.
Período T (s)
7.15.2 Ejemplo 8
Repita el problema anterior para edificaciones tipo I', (R=5) ubicadas sobre depósitos aluvionales del valle
de Caracas de espesores iguales a 70, 150 y 275 m y sismos cercanos.
Solución:
Los depósitos de suelo asociados a esos espesores de aluvión en el valle de Caracas son del tipo S2, (grupo
II). En este caso se utilizará la distribución de corte basal indicada en la figura 7.36. Los valores de C2 y C1 se
encuentran tabulados a continuación.
Variable H = 70 m H = 150 m H = 275 m Fuente
TS (s) 1,13 1,67 2,11 Figura 7.29
0,4 TS 0,452 0,668 0,844 Figura 7.36
A0 0,224 0,224 0,224 Figura 7.27
C0=0,06 TS 0,0678 0,1002 0,1266 (7-33a)
f = a Fu /R 0,238 0,238 0,238 (7-33b)
C1 = f A 0 0,0533 0,0533 0,0533 (7-33c)
C2 = 3,3 f C0 0,0533 0,079 0,10 (7-33d)
1.5
2.0
2.5
3.0
1.0
hidroeléctrica Planta Centro Morón, en el estado Falcón. Los depósitos de suelo en esa localidad son
blandos (tipo S3; grupo I). El espesor del aluvión es de 50 metros y el período fundamental promedio del
43,44
depósito TS es aproximadamente igual a 1 segundo . Considere las estructuras como edificaciones
esenciales (a=1,3). Considere como vida útil de la edificación 50 años y el coeficiente de aceleración A0 =
0,21. Asuma como nivel de diseño ND3.
Solución:
1. Puntos notables (figura 7.37)
0,4 TS = 0,4 x 1= 0,4 s 2,4 TS = 2,4 x 1= 2,4 s
1,4 TS = 1,4 x 1= 1,4 s Fu = 1,15 + 0,2 (50-25)/50 = 1,25
2. Cálculo de C1 y C2
Variable Tipo I Tipo IV Fuente
La figura 7.40 muestra la distribución del PLANTA CENTRO MORÓN SUELOS TIPO S3
coeficiente de corte basal resultante. Vu =50 años a=1.30
0.30 Ts = 1.00 s A 0 =0,21
Coeficiente de Corte basal C
2.0
3.0
0.4
1.0
1.4
2.4
coeficiente de corte basal C, dependen directamente de la forma del espectro de aceleraciones reducido de
diseño. La ordenada Ad depende a su vez del período fundamental de la estructura T.
En el Capítulo 3 se hizo referencia al fenómeno de licuefacción que suele ocurrir durante la acción de un
sismo en suelos no-cohesivos saturados, generalmente arenas y limos libres de partículas de arcilla.
Durante este proceso, conocido también como licuación, se produce una pérdida de capacidad de soporte
de algunos estratos sumergidos que se traduce en el hundimiento parcial de algunos estratos del
depósito. Su efecto en edificaciones no puede ser más desastroso, (figura 7.43).
Suele presentarse en zonas costeras, lagos y riberas de los ríos. Afecta a todo tipo de obras civiles: puentes,
edificaciones, carreteras, taludes, etc.
Sin embargo, en el caso de construcciones de viviendas livianas (casas de uno o dos niveles), galpones
industriales, etc., la solución con pilotes profundos es definitivamente muy costosa.
Existen otras alternativas, como son el empleo de losas de cimentación de gran peralte, que en el caso de
viviendas resultarían también muy costosas.
Es en estos casos cuando se hace necesario emprender técnicas de mejora de terrenos con estas
características orientadas a aumentar su capacidad portante y de esta manera estabilizar los suelos de
tipo granular, reduciendo así su deformabilidad.
En la actualidad existen varios procedimientos de mejora de terrenos, entre los que cabe destacar los
46,47
siguientes :
La selección de cuál es el procedimiento de mejora más apropiado depende entre otras causas del costo de
su ejecución y de la importancia de la edificación.
Es evidente que con el uso de los vidrios reflejantes (curtain walls) en edificios de oficina que proliferan en
el ámbito de las ciudades modernas se ha intentado cumplir con cuatro funciones que se manifiestan
como modificadores.
De este modo actúan: a) como un modificador climatológico, que mejora el comportamiento térmico y
proporciona un microclima para los usuarios; b) como un modificador económico, mediante la manera en
que por su presencia se abarata el costo; c) como un modificador estético, ya que permiten que la pureza
geométrica de la forma se exprese con mayor abstracción; y d) como un modificador simbólico, en virtud
de que la imagen del edificio influye en los propietarios, usuarios y observadores del mismo.
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8.1 INTRODUCCIÓN
Durante muchos años los ingenieros se vieron obligados a resolver problemas estructurales mediante la
aplicación de métodos matemáticos clásicos de álgebra lineal. Este trabajo resultó siempre ser tedioso, y
en algunas ocasiones imposible de realizar.
El advenimiento y desarrollo de las computadoras ha tenido un impacto muy significativo en el campo del
análisis estructural. Gracias a ello, hoy en día es posible resolver problemas de ingeniería que involucran
la resolución de sistemas de miles de ecuaciones, siendo este logro posible no solo gracias a la tecnología
alcanzada en el área de la informática, sino también gracias al desarrollo de software especializado
basado en técnicas de análisis matricial y de cálculo numérico orientadas a la resolución de sistemas
estructurales complejos. Estas técnicas resultan especialmente útiles en el análisis dinámico de
estructuras en las que se involucra la variable tiempo y en la evaluación de las frecuencias y deformadas
modales.
Con el fin de orientar a los estudiantes y profesionales no familiarizados con el análisis estático y dinámico
de estructuras, en este Capítulo se discuten procedimientos matriciales relacionados con los siguientes
aspectos: evaluación de la matriz de rigidez de la estructura mediante el método de la rigidez;
incorporación de las condiciones de apoyo en la matriz de rigidez de la estructura; técnica de la
condensación estática y su aplicación al caso sísmico y cargas aplicadas en los miembros.
Los métodos de análisis estructural se dividen en dos grupos: aquellos que consideran a la estructura
como un medio continúo, y aquellos que la consideran como un sistema formado por el ensamblaje de un
número finito de elementos discretos interconectados a un número finito de puntos denominados juntas.
En este libro, consideraremos a la estructura como un conjunto discreto de elementos en el que las juntas
se ubican en la intersección de los ejes longitudinales de los miembros, que a su vez están en equilibrio
estable bajo la acción de las cargas externas. Esta concepción de la estructura es muy ventajosa, pues
permite su representación matemática en forma matricial, sentando las bases para un proceso
sistemático y computarizado.
Las fuerzas y parejas de momentos que actúan sobre una estructura se clasifican en dos tipos: fuerzas
externas y fuerzas internas.
Las fuerzas externas se clasifican a su vez en fuerzas externas aplicadas y en fuerzas de reacción generadas
en los soportes. Las fuerzas aplicadas, usualmente denominadas acciones o cargas, tienden a ocasionar
desplazamientos en la estructura y son normalmente valores conocidos.
Las fuerzas de reacción o reacciones, son fuerzas ejercidas por los soportes de la estructura que tratan de
impedir el movimiento del conjunto y de mantener el equilibrio. Las reacciones son normalmente
incógnitas y deben determinarse analíticamente.
Las fuerzas internas son fuerzas y momentos que se generan en los miembros bajo la acción de las fuerzas
externas. Tienen igual magnitud pero de signo contrario. No aparecen en las ecuaciones de equilibrio de la
estructura ya que se anulan entre sí.
Las fuerzas internas se determinan aplicando las ecuaciones de equilibrio estático en cada miembro de la
estructura.
Consideremos, por ejemplo, que el sistema estructural de la figura 8.1 está formado por elementos
arbitrarios de cualquier geometría, a, b, c, …p, etc., unidos entre sí en las juntas A, B, C, D y E. Supongamos
además, que sobre dicho sistema actúan en las juntas un grupo de fuerzas externas R1, R2, ...Rn,etc.
Bajo la acción de este grupo de cargas o fuerzas externas, la estructura experimenta desplazamientos según
la dirección de las cargas actuantes. Así, r1 es el desplazamiento medido según la dirección de la carga externa
R1; r3 es la rotación de la junta B medida según la dirección de la fuerza externa R3, y así sucesivamente.
Aislemos ahora el elemento p del sistema, tal y como se muestra en la figura 8.2. Bajo la acción de las
cargas y desplazamientos externos, el elemento p se deforma, produciéndose a su vez fuerzas internas en
la dirección de dichas deformaciones.
R3
R2 B
a
A
r2
R1 r1 A' B'
C' r3
rn
Rn
b C p
c
E
D
j
sp
B
vpi B''
vpj
C
spi vpk p
C''
spk
E
Figura 8.2 Sistema de fuerzas y deformaciones internas del elemento p.
En la figura 8.2, Spi representa la fuerza interna del miembro p generada según la dirección i, mientras que
Vpi es la deformación resultante medida según la dirección de la fuerza interna actuante Spi .
Es evidente que cuando un sistema estructural tal como el mostrado en la figura 8.1 es sometido a un
conjunto de fuerzas externas aplicadas en las juntas, el sistema se desplaza en la dirección de dichas
fuerzas. Como consecuencia de los desplazamientos de las juntas, los elementos que en ellas concurren
también se deforman y ofrecen resistencia a dichas deformaciones, originándose fuerzas internas que
están en equilibrio con las fuerzas externas.
Las ecuaciones básicas del análisis estructural se derivan directamente a partir del equilibrio de las
fuerzas, de la compatibilidad de los desplazamientos y de las relaciones fuerza-desplazamiento.
La compatibilidad se obtiene por geometría relacionando los desplazamientos de las juntas con las
deformaciones generadas en los extremos de los miembros. Las relaciones fuerza-desplazamiento se
establecen entre las fuerzas y deformaciones de los extremos de los miembros y entre las fuerzas nodales
aplicadas en las juntas y los desplazamientos de las mismas. Finalmente, el equilibrio en cada nodo o
junta de la estructura requiere que todas las fuerzas nodales expresadas en función de los
desplazamientos no conocidos deben ser iguales a las cargas externas aplicadas. De esta manera, si las
fuerzas en las juntas son conocidas, podremos evaluar los desplazamientos.
Básicamente existen dos métodos de análisis estructural: el método de las fuerzas y el método de los
desplazamientos también conocido como el método de la rigidez. La tabla 8.1 muestra las diferencias
fundamentales existentes entre ambos métodos.
La figura 8.3 resume esquemáticamente las transformaciones matriciales posibles que relacionan los
elementos estructurales con el conjunto de cargas y desplazamientos del sistema ensamblado.
x =
F
Método de las
x = x = x =
b f h
Fuerzas
R s v r
Desplazamientos
Método de los
= x = x = x
e k a
= x
K
En este libro se ha elegido el método de los desplazamientos como método de análisis. En las próximas
secciones se discutirán los fundamentos teóricos básicos del método estándar de los desplazamientos y
del método de rigidez directa.
Los grados de libertad de una estructura se definen como el número mínimo de parámetros necesarios
para describir de manera única la configuración deformada de la estructura. Estos parámetros pueden ser
ciertos desplazamientos y rotaciones en diversos puntos preseleccionados de la estructura, denominados
juntas o nodos, que tienen lugar alrededor y según la dirección de los ejes cartesianos X, Y, Z, y en los que
se han discretizado o concentrado las masas del sistema estructural en las juntas. En un sistema así
idealizado, cada masa tiene 6 posibles grados de libertad. En el caso de sistemas planos cada junta posee 3
grados de libertad: una rotación alrededor del eje Z normal al plano, y dos desplazamientos según las
direcciones cartesianas X, Y.
La figura 8.4 muestra los grados de libertad de sistemas estructurales planos y espaciales en los que los
elementos se interconectan en sus extremos. En esta figura, N representa el número total de grados de
libertad de las juntas incluyendo los grados de libertad restringidos NGLr de los apoyos, siendo NJ el
número de juntas.
En la figura 8.4c no se han indicado, por razones de espacio, los grados de libertad restringidos en las
juntas de los apoyo según las direcciones cartesianas correspondientes. Los desplazamientos asociados a
los grados de libertad restringidos son conocidos, cero en los ejemplos mostrados, pudiendo
eventualmente corresponder a asentamientos estimados del terreno. Están indicados en la figuras 8.4a,
8.4b, y 8.4d mediante líneas discontinuas.
De esta manera resulta posible tratar cualquier estructura de múltiples grados de libertad como una
estructura de un solo grado de libertad si se supone que sus desplazamientos están definidos por un
patrón de deformación o forma deformada conocida, cuyas amplitudes, en el caso dinámico, dependen de
una coordenada generalizada preseleccionada que varía en función del tiempo.
La figura 8.5 muestra un sistema generalizado típico de un grado de libertad. En dicha figura, por ejemplo,
el desplazamiento en cualquier punto del eje de la columna empotrada sometida a la acción del sistema de
cargas P(y, t) mostrado puede expresarse en función de la deformada f(y), y de la coordenada generalizada
X(t), tal y como se indica a continuación:
El valor máximo del desplazamiento en el tope ocurrirá cuando la coordenada generalizada alcance su
valor máximo. Así, para y=L, se obtiene:
Y
X(t)
P(y,t)
En un sistema estructural de este tipo, las juntas se consideran ubicadas en los puntos de intersección de
los ejes de gravedad o centroide de las secciones de los miembros. Las juntas también pueden estar
ubicadas en aquellos puntos en donde se observa un cambio en la dirección de los ejes de los miembros o
en donde se observa un cambio brusco de sección de los mismos. También se consideran como juntas los
puntos de apoyo de la estructura e incluso el extremo libre de un miembro en volado, o aquellos puntos en
donde existan fuertes cargas concentradas.
La figura 8.6 muestra algunos ejemplos típicos de estructuras en el plano. En ellas se indican las juntas
dentro de círculos y los miembros dentro de cuadrados para su identificación, siendo NJ el número de
juntas y NM el número de miembros.
La identificación de los miembros o elementos estructurales, así como también la numeración de sus
juntas es arbitraria.
2 NJ=5 3
4
NM=7
1 2 4 5
6 7
1 5
3
8 7
7
6 8
3 6 NJ=8
NM=8 2 3 4
4 5
1 5
1 2
NJ=3
NM=2
1 2
1 2 3
En todo sistema estructural, existe una relación fuerza-desplazamiento. Esta relación debe estar referida a
un sistema coordenado que por conveniencia será el sistema coordenado cartesiano dextral. Las
rotaciones se consideran positivas cuando están orientadas en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Este sistema se denotará con el nombre de sistema coordenado global.
La figura 8.7 muestra las direcciones de los ejes de un sistema cartesiano tridimensional dextral. La figura
8.7a muestra una isometría espacial de un bloque rectangular referido a dicho sistema. En ella se indican
el origen, el largo, el ancho y la altura del cuerpo. La figura 8.7b muestra la planta del bloque y la dirección
positiva de los ejes cartesianos correspondientes. En la figura 8.7c se indica la elevación (plano XY).
En la práctica resulta más conveniente rotar el sistema de coordenadas mostrado en la figura 8.7a
alrededor del eje Y en el sentido contrario a las agujas del reloj, tal y como se muestra en la figura 8.8a. En
este caso, la ordenada positiva del eje de las X en la planta del bloque está dirigida hacia arriba, tal y como
se indica en la figura 8.8b. En la figura 8.8c se indica la elevación (plano XY).
Y
Y
Y 0 X
0 altura altura
Z
ancho 0 x
X
go Origen
lar ancho
Z
Z ancho
(a) Isometría (b) Planta (Plano XZ) (c) Elevación (Plano XY)
Figura 8.7 Sistema dextral coordenado global.
Y X
X Y
largo
ancho
Origen
altura Origen ancho
0 altura
o Z
ch Y
largo an 0 Z 0 X
Z Origen
(a) Isometría (b) Planta (Plano XZ) (c) Elevación (Plano XY)
Obsérvese que en ambas figuras el ancho y la altura de cuerpo, es decir, su proyección en el plano
cartesiano XY es la misma, siendo esta proyección la que normalmente se utiliza en la representación
cartesiana de sistemas bidimensionales planos. En este libro se adoptará el sistema de coordenadas
globales mostrado en la figura 8.8.
En la figura 8.4c de la sección 8.4, se indican los grados de libertad de una estructura aporticada espacial
apoyada en 6 articulaciones. Obsérvese que el sistema cartesiano global de coordenadas utilizado es el
sistema dextral indicado en la figura 8.8a. La dirección positiva de los grados de libertad rotacionales es la
indicada, y sigue la ley del tirabuzón de la mano derecha.
El vector desplazamiento asociado a los grados de libertad en el sistema coordenado global, se denotará
por la letra r, y el vector de fuerza externa asociado con el vector r se denotará por la letra R.
Las figuras 8.9a y 8.9b muestran ejemplos de una armadura plana y de un marco rígido plano. En ambas se
han numerado las juntas y los grados de libertad correspondientes. Se han representado con líneas
discontinuas aquellos grados de libertad restringidos por las condiciones de apoyo cuyos
desplazamientos son conocidos, cero en los ejemplos. Así, la armadura tiene 3 grados de libertad
restringidos, mientras que el marco plano tiene 5. Para efectos del análisis conviene particionar el vector
de desplazamientos r separando las componentes de desplazamiento no restringidas de las restringidas.
Y 6 8
2 6 4 X 5 7
1 3 5
2 4
7 8 9
1 6
12 2 4 10
3 5 11 1 3 9
NJ=6; NM=9 N=NJ x 2=12
NGLr=3
2 5
2 4 3
2 1 6 4
Y
3 Z X
1
3 7 8
11
NJ=4 9
NM=3 12 10
1 N=NJ x 3=12
NGLr=5
(a) Modelo estructural (b) Sistema R , r
Figura 8.9 Sistema coordenado global.
4
Y 2 P2
3
X j j j
p p p
a a a
x
y
2
1
S P v
i R p ; rp i sp ; vp P1 i Sp= S1 = P1 ; vp= v1
2 2 2
1
(a) Sistema global (b) Sistema local (c) Fuerzas axiales
5 4 Vj Pj
5
4
6 6 Mj
j j
j
p
p p
Pi
x
a a a v1
y
2 Vi Vi v2
2 Mi v
1 sp= ; vp= v3
Mi Pj 4
3 i R p ; rp 3 i sp ; vp i Vj v5
1 Mj v6
Pi
(d) Sistema Global (e) Sistema local (f) Solicitaciones
Usualmente, las deformaciones internas de un miembro son calculadas refiriendo sus componentes
según los ejes principales de inercia de la sección. Por esta razón, resulta conveniente definir un sistema
coordenado tal, que para cada sección del miembro, el eje x corresponda al eje longitudinal del miembro y
los ejes y, z, coincidan con los ejes principales de inercia de la sección. El sistema coordenado así definido
recibe el nombre de sistema coordenado local. La rotación es positiva en el sentido contrario a las agujas
del reloj.
El vector deformación interna del miembro referido al sistema coordenado local se denotará por la letra v.
El vector fuerza interna correspondiente se denotará por la letra s.
Las figuras 8.10a, b, d y e, muestran la dirección de las coordenadas globales y locales en los extremos de
miembros unidireccionales de armaduras y marcos planos. En las figuras 8.10c y 8.10f, se indican las
fuerzas y deformaciones internas en los extremos del miembro referidas al sistema de coordenadas local.
Son estas la fuerza axial, la fuerza de corte y el momento flector.
La elección de cual es la junta de origen del miembro se selecciona arbitrariamente. Nótese que las
coordenadas locales del elemento están orientadas paralela y perpendicularmente al eje longitudinal del
miembro. Esta convención establece la dirección positiva de las coordenadas del elemento y la dirección
en que se mide el ángulo a.
Las deformaciones en las estructuras son causadas por la acción individual o combinada de momentos
flectores, fuerzas axiales y fuerzas de corte. En vigas y estructuras aporticadas con marcos rígidos, las
deformaciones más importantes se producen por la acción de los momentos flectores, mientras que en el
caso de armaduras las deformaciones dominantes están relacionadas con las cargas axiales.
En vigas continuas, las deformaciones axiales son mucho más pequeñas que las ocasionadas por los
momentos flectores y por las fuerzas de corte, pudiendo por tanto despreciarse en el modelo el efecto de
las fuerzas axiales en estos elementos.
Uno de los objetivos fundamentales del análisis estructural es determinar como se deforma la estructura
bajo la acción de cualquier régimen de cargas externo. Esto puede lograrse mediante métodos
convencionales de análisis estructural.
Sin embargo, antes de adentrarnos en la discusión de alguno de los procedimientos analíticos disponibles,
conviene repasar algunas reglas sencillas que permitan al ingeniero estructural anticipar la forma
2,3
deformada de la estructura mediante un boceto o trazado preliminar de la misma .
Con el fin de construir un croquis cualitativo de la deformada de una estructura rígida o de una viga
continua bajo la acción de cargas externas, deben tomarse en cuenta las siguientes hipótesis o reglas:
• Un miembro se deforma en la dirección de la carga que sobre él actúa.
• Se desprecian las deformaciones ocasionadas por corte y por carga axial.
• Las juntas de la estructura se consideran rígidas. Pueden desplazarse y rotar como cuerpo rígido,
siendo la orientación relativa de los extremos de los miembros conectados a una junta la misma, antes
y después de que la junta se haya desplazado.
• El desplazamiento de las juntas depende del tipo de apoyo. Así por ejemplo, una junta empotrada no
puede rotar ni desplazarse; una junta en una articulación puede rotar pero no puede desplazarse
horizontal ni verticalmente; una junta sobre un rodillo puede rotar y trasladarse paralelamente a su
superficie de apoyo pero está impedida a desplazarse perpendicularmente a dicha superficie.
8.8.1 Ejemplo 1
Dibuje la deformada del marco rígido mostrado en la figura 8.11. Desprecie las deformaciones axiales en
vigas y columnas.
Solución:
c) Finalmente dibuje la forma deformada de la junta tomando en cuenta que las juntas B y C rotaron en el
mismo sentido horario, pero no se deforman, es decir conservan el ángulo recto, (figura 8.11c).
L L
Es evidente que la rotación de las juntas B y C en los extremos de las columnas dependerá de la rigidez
relativa de la viga respecto a la de las columnas. Así, sí la rigidez de la viga es significativamente mayor
que la de las columnas, la rotación de las juntas B y C disminuirá, y viceversa.
8.8.2 Ejemplo 2
Dibuje la deformada de los miembros del marco plano mostrado en la figura 8.12. Desprecie las
deformaciones axiales en vigas y en columnas.
Solución:
p D
8.9 ELEMENTO ESTRUCTURAL BÁSICO
yp
VB
VA
MB
NA NB xp
A p B
MA
Figura 8.14 Solicitaciones posibles en los extremos del miembro p
Para determinar los esfuerzos en cualquier sección del elemento basta con conocer al menos 3 de las 6
solicitaciones de los extremos del miembro mostradas en la figura 8.14. Aplicando las ecuaciones del
equilibrio estático se pueden calcular las solicitaciones internas en cualquier sección del miembro.
En la figura 8.15 se seleccionaron como solicitaciones básicas los momentos flectores en los extremos A y B
y la fuerza axial en el extremo B, es decir, MA, MB y NB .
MB
NB
A p B
MA
L
Para mayor comodidad en el proceso analítico identificaremos las solicitaciones y las deformaciones en los
extremos del elemento básico del sistema de coordenadas local tal como se indica en la figura 8.16.
y
L vk
vi Mj
Nk x
B
Mi A p vj
En esa figura, los vectores fuerza interna, sp y deformación interna vp del miembro básico en coordenadas
locales son los indicados a continuación:
(8-1)
Así, por ejemplo, vj representa la rotación del extremo B del miembro en la dirección del momento Mj,
positiva en sentido contrario a las agujas del reloj. La deformación vk representa la deformación axial del
elemento, positiva según la dirección del eje local x del miembro, y así sucesivamente.
El resto de las solicitaciones, los cortes VA, VB y la fuerza axial en el extremo A, NA, se determinan por
estática. Así,
(8-2a)
(8-2b)
(8-2c)
La figura 8.17 muestra las 6 solicitaciones posibles en los extremos del miembro definidas en función de
las deformaciones de los extremos del elemento básico.
y
L vk
Mi vi Mj
Nk Nk x
p vj
Mi+Mj M I+Mj
L L
Figura 8.17
De todo lo anterior se desprende que existe una relación muy definida entre las solicitaciones básicas
generadas en los extremos del miembro necesarias para mantener el elemento en su configuración
deformada y las deformaciones básicas correspondientes. Es decir,
(8-3)
En esta ecuación sp representa el vector fuerza interna del elemento básico; vp el vector deformación
correspondiente y kp es la matriz de rigidez del elemento básico en coordenadas locales. En la sección 8.10
se mostrará un procedimiento para la evaluación de los coeficientes de rigidez de la matriz kp .
La figura 8.18 muestra un miembro horizontal cualquiera en su posición deformada. Los desplazamientos
en sus extremos están expresados en coordenadas globales. En esa figura también se indican las
deformaciones internas vi, vj y vk correspondientes al elemento estructural básico en coordenadas locales.
Como el elemento es horizontal, la dirección de las coordenadas globales y locales coincide.
En la figura 8.18 se han numerado las coordenadas globales a fin de facilitar su aplicabilidad a la
programación. Así, R1 corresponde a la fuerza horizontal del extremo A aplicada en la dirección de la
coordenada global del desplazamiento horizontal r1; R6 corresponde al momento flector del extremo B del
miembro aplicado en la dirección de la rotación r6, etc. Los signos positivos son los indicados en dicha
figura.
6 4
y
r3 vi y
2 B
D
vj r6
1 y r5
A posición
r2 3 original
A B
p
r1 r4
L
L+v k
Figura 8.18 Sistema de coordenadas globales del miembro, r y deformaciones locales correspondientes.
vi Rotación en coordenadas locales del extremo A del miembro, medida desde la cuerda que une los
extremos A y B hasta la tangente a la curva deformada en el extremo A, positiva en el sentido
contrario a las agujas del reloj.
vj Rotación en coordenadas locales del extremo B del miembro, medida desde la cuerda que une los
extremos A y B hasta la tangente a la curva deformada en el extremo B, positiva en el sentido
contrario a las agujas del reloj.
vk Deformación del miembro en la dirección de la coordenada local x del mismo a lo largo de su eje
longitudinal. Viene dada por: vk = r4 - r1
r3 = qA Rotación en coordenadas globales del extremo A medida desde la posición original no-
deformada del miembro hasta la tangente a la curva deformada en el extremo A, positiva en el
sentido contrario a las agujas del reloj.
r6 = qB Rotación en coordenadas globales del extremo B medida desde la posición original no-deformada
Puede demostrarse que las ecuaciones que relacionan los momentos o solicitaciones a flexión en los
extremos de las juntas de un elemento unidireccional plano cargado entre sus apoyos, vienen dadas por
las siguientes expresiones:
(8-5)
(8-6)
E E
Estas ecuaciones representan las ecuaciones de la deflexión de la pendiente en las que MAB y MBA son los
momentos de empotramiento en los extremos A y B del miembro originados por la aplicación de las cargas
externas. Su sentido positivo es el sentido contrario al de las agujas del reloj.
Las ecuaciones (8-5) y (8-6) serán utilizadas para la determinación de los coeficientes de rigidez del
miembro básico en la próxima sección.
La figura 8.19 muestra los sistemas coordenados global y local de un pórtico plano, en los que se ha
adoptado como sistema local el correspondiente al elemento estructural básico.
El marco plano mostrado en la figura 8.19a tiene 12 grados de libertad de los cuales, 5 están restringidos,
(r8 = r9 = r10 = r11 = r12 = 0).
2 5 y
2 4
2
3 6 4 x 5
1 6
3
1 3 4
(a) 3 8
(b) 7 9
11 2
9
12 10 8
1 (c)
Sistema global R , r
x
7
x
y
y
1
Sistema local básico
Figura 8.19 Sistemas coordenados: global y local básico. S p, vp
Obsérvese que la elección de cual es la junta inicial y cual la final de los miembros es arbitraria. Por ejemplo,
en los miembros 1 y 2 la junta inicial elegida fue siempre la junta de la izquierda, pero en el miembro
vertical se eligió como origen la junta articulada en el extremo inferior (ver coordenadas locales x, y).
La figura 8.20 muestra la deformada del marco plano analizado así como también los desplazamientos de
sus juntas referidos al sistema de coordenadas global.
r1 r4
r2 r3 r5
r6
r7
r8=r9=0
r10=r11=r12=0
En esta ecuación vp es el vector básico de deformación del miembro p, sp es el vector básico de fuerzas
internas y kp es la matriz de rigidez local del miembro. La figura 8.21 muestra el miembro básico indicando
sus deformaciones y solicitaciones internas correspondientes.
En la figura 8.21a, vi y vj son las deformaciones (rotaciones) de los extremos i y j, siendo vk la deformación
axial del miembro. En la figura 8.21b, Mi y Mj son los momentos flectores en los extremos del miembro y
Nk es la fuerza axial.
vk
vj Mj Nk
p j p j
y
x
vi Mi Mi
vi i vp= vj i sp= Mj
vk Nk
(a) Deformaciones (b) Solicitaciones
Por conveniencia resulta más práctico denotar numéricamente las deformaciones y las solicitaciones tal y
como se indica en la figura 8.22.
La matriz de rigidez del miembro p, kp es de orden (3x3) y se obtiene asignando uno a uno, desplazamientos
unitarios en la dirección de las coordenadas del elemento básico mostrado en la figura 8.22.
2 3
p j
y
x
s1 v1
sp= s2 vp = v2
1 s3 v3
i sp , vp
Figura 8.22 Numeración de las solicitaciones y deformaciones del miembro básico, (coordenadas locales).
La figura 8.23 muestra en forma gráfica las componentes de fuerza kij (también llamados coeficientes de
rigidez) que se generan en los extremos del miembro en la dirección de las coordenadas básicas de
desplazamiento como consecuencia de aplicar uno a uno desplazamientos unitarios en la dirección de
dichos desplazamientos. Los coeficientes de rigidez kij de la matriz kp se obtienen mediante las ecuaciones
de deflexión de la pendiente.
Así, de la figura 8.23a se tiene que para una rotación unitaria en la dirección de la coordenada local del
miembro v1=1, los coeficientes de rigidez respectivos se obtienen como a continuación se indica
(ecuaciones 8-5 y 8-6):
v1=1 k21
1
(a) k31 vp = 0
k11 0
k22
0
(b) k32 vp = 1
k12 0
v2=1
k23 0
k33
(c) vp = 0
k13 1
v3=1
Figura 8.23 Generación de los coeficientes de rigidez kij . Miembro básico.
Las solicitaciones en los extremos del miembro se obtienen en función de las deformaciones de sus
extremos aplicando el principio de superposición. Así;
(8-8)
Sustituyendo en la ecuación (8-7) los coeficientes de rigidez recién obtenidos, puede escribirse finalmente
que:
(8-9)
En esta ecuación, kp representa la matriz de rigidez del miembro básico en coordenadas locales. La tabla
8.2 muestra la matriz rigidez básica de miembros planos de marcos, vigas y armaduras.
2
En marcos
(3 solicitaciones) 3
1
2
En vigas continuas
(despreciando la
fuerza axial) 1
Armadura plana
(solo fuerza axial) 1
En las próximas secciones se discutirán técnicas de análisis orientadas a la generación de la matriz de rigidez total
de la estructura mediante el uso del computador, técnicas éstas basadas en el método de los desplazamientos.
En el método matricial de los desplazamientos, también conocido como método de la rigidez, los
desplazamientos o grados de libertad del sistema se relacionan con las fuerzas externas correspondientes
mediante la siguiente relación:
(8-10)
La matriz de rigidez total de la estructura es una matriz de orden (N x N), siendo N el número total de
grados de libertad de la estructura. En ella, el coeficiente kij representa la fuerza generada según la
dirección de la coordenada generalizada i cuando se le imparte al sistema un desplazamiento unitario
según la dirección de la coordenada generalizada o grado de libertad j y el resto de los desplazamientos
es igual a cero.
El tamaño de la matriz de rigidez depende de las limitaciones de desplazabilidad del sistema. Así, por
ejemplo, el pórtico plano mostrado en la figura 8.24a tiene 3 grados de libertad en cada junta. Sin embargo,
si suponemos que las rigideces axiales de las vigas y de las columnas es infinita, es decir, no se deforman
axialmente, el número de grados de libertad de la estructura se reduce a los mostrados en la figura 8.24b.
En el caso de la figura 8.24a, la matriz K es de orden ( 18 x 18 ), mientras que en el caso de la figura 8.24b la
matriz K es de orden ( 8 x 8 ).
5 8
4 7 2
6 9 4 5
2 11
1 10 1
3 6
3 12
14 17
13 15 18 16 7 8
Figura 8.24 Grados de libertad
de un pórtico plano según
(b) Sistema R; r con rigidez axial
(a) Sistema global R, r infinita en vigas y columnas diferentes hipótesis.
Para evaluar los coeficientes de influencia de rigidez de la matriz de rigidez total de la estructura K, se
imponen desplazamientos unitarios en la dirección de cada uno de los grados de libertad, dejando en cada
caso los demás iguales a cero. Repitiendo el proceso para cada grado de libertad, se obtiene el resto de los
coeficientes de rigidez de la matriz de rigidez total de la estructura K.
r 1=1
k41 k 46 k56
k 26
k 21
k 51
r6=1
1 0
0 0
0 k 11 0 k 36 k 66 k16
k 61
r= 0 k 31 r= 0
0 0
0 1
0 0
0 0
k71 k81 k 76 k86
(a) (b)
Figura 8.25 Evaluación de los coeficientes de influencia de la matriz de rigidez total de la estructura.
La figura 8.25 muestra los coeficientes de influencia de rigidez evaluados para el modelo estructural de la
figura 8.24b, a) cuando r1=1 y b) cuando r6=1.
De esta manera resulta posible expresar las fuerzas externas en función de los desplazamientos del
sistema aplicando el principio de superposición. Así, la fuerza Ri evaluada según la dirección de la
coordenada generalizada o grado de libertad i vendrá dada por la siguiente relación:
(8-11)
Repitiendo el proceso para cada uno de los N-1 grados de libertad restantes (N= 8 en el ejemplo mostrado),
se obtiene un sistema de N ecuaciones con N incógnitas, que expresado en forma matricial es de la forma:
(8-12)
En esta sección se evaluará la matriz de rigidez total de la estructura mediante el método estándar de los
desplazamientos.
(8-13)
en donde:
(8-14)
(8-15)
La matriz a se obtiene por geometría imponiendo desplazamientos unitarios en la dirección de los grados
de desplazabilidad r y encontrando las deformaciones internas correspondientes.
La matriz a está integrada por coeficientes de influencia de desplazamiento que expresan las deformaciones
de los miembros (medidas en la dirección de las coordenadas locales del miembro) en función de
desplazamientos nodales (medidas en la dirección de los grados de libertad o sistema global), siendo estos
coeficientes generados por geometría.
En general, para una estructura plana con n miembros, con m=3n deformaciones locales y con N grados
de libertad pueden escribirse las siguientes relaciones:
(8-16)
Finalmente, la matriz de rigidez total de la estructura K será de orden (N x N) tal y como se indica a
continuación:
(8-17)
(8-18)
8.12.1 Ejemplo
Generar la matriz de rigidez total de la estructura, mostrada en la figura 8.26 mediante el método
estándar de los desplazamientos. Despreciar deformaciones por carga axial y por corte.
Solución: B b C
Miembro EI L (m)
La solución envuelve los siguientes pasos:
c AB EI 0 L
1. Numeración de las juntas. BC 2.5 EI 0 L
D CD 2.5 EI0 L/2
a
2. Definir los sistemas de coordenadas
globales R, r y local s, v. Para efectos
ilustrativos únicamente, en el ejemplo A
no se han incluido los grados de Figura 8.26 Ejemplo. Datos del sistema estructural.
libertad restringidos en los apoyos.
2 3 3 4
1
2 5
Sistema R; r Sistema s; v
4. Formación de la matriz a. Se obtiene por geometría mediante la relación v = a r , asignando uno a uno
los desplazamientos unitarios en la dirección de cada uno de los grados de libertad del sistema. Así,
r1=1 1
r2=1
1 0
r= 0 r= 1
0 0
1/L 0 0
1/L 1 0
0 1 0
r3=1 a=
0 0 1
0 2/L 0 1
r= 0 2/L 0 0
1
6. Relación R=K r
Observe que la matriz de rigidez total de la estructura K es una matriz cuadrada y simétrica de orden
(N x N), siendo N el número de grados de libertad del sistema, (en este ejemplo N=3).
Una mejora notable del método estándar de los desplazamientos puede lograrse si la matriz de rigidez de
los miembros en vez de ser referida al sistema de coordenadas local s, v se expande y se refiere al sistema
global de coordenadas R, r. En este caso, las filas de la matriz ap (p es un miembro cualquiera) contienen
coeficientes no nulos asociados con los grados de desplazabilidad a los cuales el miembro está conectado.
Esto implica que en vez de multiplicar todos los términos del triple producto aT k a para obtener K, los
coeficientes de rigidez de los miembros puedan ser sumados directamente K . En otras palabras, si p es un
miembro cualquiera y n es el número de miembros, hallaremos K de la siguiente forma:
(8-19)
Supóngase por ejemplo que se desea encontrar mediante el método generalizado de los desplazamientos
la matriz de rigidez total de la estructura mostrada en la figura 8.27.
4
La elección de cuál será la junta inicial I y cuál la junta final II es c
2
arbitraria. Lo mismo ocurre con la numeración de las juntas. No II II
obstante, conviene llamar I a la junta del miembro de menor número y II
I
II a la junta del miembro de número mayor. a d
a 1 2 1 I II
b
b 1 3
c 2 4
Figura 8.27 Identificación de las
d 3 4
juntas y de los miembros.
El vector deformación (en coordenadas locales) de cada miembro puede expresarse en función de los
grados de libertad de las juntas a las cuales está conectado. En el ejemplo hay 4 juntas y por consiguiente 4
vectores desplazamiento, r1,r2,r3 y r4 respectivamente, de 3 grados de libertad cada uno, tales que:
Para efectos de esta discusión se han incluido todos los grados de libertad de las juntas; es decir, no se han
considerado las restricciones impuestas por los apoyos, (véase la sección 8.17).
Los sistemas coordenados global R, r y local s,v son los mostrados en la figura 8.28.
4
ry 8
9
r4q r 4x 12
r 2y c
3 7
r 2x 2 11
2
rq
r 1y d
Figura 8.28
a Sistemas
rq3 r x3
r 1x
10 coordenados
1 global y local
rqi b 5
básico.
6
Sistema R , r r y3 4 Sistema local s , v
I
y
ry a
L
I a
rq
I vi I
rx
Figura 8.29 Sistemas I
coordenados del miembro p. Sistema R ; r Sistema básico s p ; vp
2. Encontrar las deformaciones del miembro cuando se deja libre la junta I y se impide el desplazamiento
en el extremo II, es decir:
(8-20)
o en forma compacta:
(8-21)
En la ecuación anterior TI es la matriz de transformación desplazamiento-deformación resultante. Los
coeficientes de la matriz de transformación TI se obtienen por geometría, (véase secciones 8.14 y 8.15).
3. Encontrar las deformaciones del miembro cuando se libera la junta II y se impide el desplazamiento en
el extremo I
(8-22)
o en forma compacta:
(8-23)
Reagrupando las ecuaciones (8-21) y (8-23) en una sola ecuación, se obtiene en forma particionada la
siguiente relación:
(8-24)
Las matrices TI y TII son matrices de transformación que relacionan el vector deformación del
miembro (p en nuestro caso) con los desplazamientos de la junta I y de la junta II respectivamente.
(8-25)
4. Para cada miembro, generar la matriz de rigidez del miembro expandida (en coordenadas locales)
mediante la relación:
(8-26)
(8-27)
Los coeficientes de la matriz de rigidez expandida del miembro se obtienen efectuando los siguientes
productos matriciales:
(8-28)
siendo
(8-29)
(8-30)
(8-31)
(8-32)
De estas ecuaciones se desprende que la matriz de rigidez expandida del miembro puede evaluarse
directamente a partir de las ecuaciones (8-29) a la (8-32). El tamaño de la matriz de rigidez expandida del
miembro depende: 1) del tipo de elemento (marcos, vigas continuas, armaduras, etc.), y 2) varía
dependiendo de si la estructura está en el plano o es una estructura tridimensional.
1. Definición de los sistemas coordenados global y local del miembro básico. Para ello hay que recordar
que en miembros de una armadura plana solo existen dos grados de libertad posibles en cada uno de
los extremos: un desplazamiento según la dirección global X y un desplazamiento según la dirección
global Y.
Por otra parte, los miembros de una armadura solo pueden deformarse axialmente (al menos en
teoría), y por tanto la única solicitación interna es la fuerza axial. Según estas hipótesis, el vector
desplazamiento de las juntas del miembro, rp es de orden (4 x 1), mientras que el vector deformación
vp es de orden (1 x 1).
Y 4
1
X
3 II
II
p
p
a a
2
x
1
I I
Sistema global R ; r Sistema local s p ; v p
II
Y II Y p
1 0
0 1
r= 0 I' r= 0
v1
p 0 a 0
a r2=1
a
X X
I I' I
v1
El miembro se acorta El miembro se acorta
r1=1
a r4=1
II II'
Y Y II
a p
v1
0
p 0
0 r=
a 0 0
r= 1 1
0
I X I X
v
Cuando r3=1 se tiene que cos a= r1 ; como el miembro se alarga por lo tanto se tiene que v1=cos a,
3
porque va en la dirección positiva del sistema de coordenadas locales. Cuando r4=1 el miembro se
v
alarga; por lo tanto de la relación sen a= r1 se tiene que v1=sen a.
4
(8-33)
En la ecuación (8-33):
Considérese ahora el elemento de viga de sección constante mostrado en la figura 8.31 en el que por
comodidad la dirección de los ejes coordenados locales del miembro coinciden con la de los ejes
coordenados globales X,Y.
La generación de la matriz expandida de rigidez del miembro de la viga mostrada envuelve los siguientes
pasos:
Y, y
1. Definición de los sistemas coordenados global y local del
miembro.
A, I, E
X, x
La figura 8.32a muestra las coordenadas globales del
miembro y la figura 8.32b el sistema local de coordenadas. L
1 3
4 2
2
I II 1 I II
(a) Sistema global R p ; r p (b) Sistema local s p ; v p
La matriz de transformación del miembro p, se encuentra por geometría, y vincula los spondientes
desplazamientos de los extremos del miembro con las deformaciones correspondientes mediante la
relación:
siendo vp el vector deformación del miembro de orden (2 x 1), y rp el vector desplazamiento de los
extremos del miembro, de orden (4 x 1). De allí que el orden de la matriz de transformación Tp sea (2 x 4).
I'
1 L
r2=1
r1=1 1 L I II
I
II
L L
II '
1 L r3=1 I
1 L
I II r4=1 II
L L
(8-34)
Recordemos que la matriz de rigidez total de la estructura Kp relaciona los desplazamientos de todas las
juntas del sistema estructural r con el vector de las fuerzas externas R aplicadas en la dirección de las
coordenadas globales r. Es decir:
(8-10)
De esta manera, en un sistema de n miembros, la matriz de rigidez total de la estructura K se obtiene por
superposición mediante la relación:
(8-35)
8.16.1 Ejemplo 1
Encuentre mediante la aplicación del método de rigidez directa la matriz de rigidez total de la estructura
mostrada en la figura 8.33.
Solución:
11
12
10
5
6
siendo: 4
N el número total de grados de libertad. 2
NJ el número de juntas. 3 9 7
NGLr el número de grados de libertad restringidos. 1
Ya que el sistema está conformado por 4 juntas y a su vez los miembros están conectados entre sí por
juntas rígidas, en cada junta existen 3 posibles grados de libertad: un desplazamiento rx según la
dirección del eje X, un desplazamiento ry según la dirección del eje Y, y una rotación rq alrededor de un
eje perpendicular al plano. En consecuencia, el número total de grados de libertad N es igual a 12.
De la relación R=K r se desprende que el vector desplazamiento r es de orden (12 x 1), el vector fuerza
R externa es también de orden (12 x 1) y la matriz de rigidez total K es de orden (12 x 12).
Con el fin de evaluar la contribución de cada miembro a la matriz de rigidez total del sistema,
imaginemos que la matriz K, en su fase preliminar, es una matriz en donde todos sus coeficientes son
iguales a cero, es decir;
(8-36)
Una vez definida la matriz K con todas sus casillas iguales a cero, se procede a evaluar la contribución
de cada miembro de la estructura en dicha matriz. Para ello, y con fines ilustrativos vamos a adoptar la
siguiente notación gráfica:
a 1 2 c 1 3
b 2 4 d 3 4
1 2 3 4 1 2 3 4
A continuación se ilustra gráficamente la
1 1
contribución de cada uno de los miembros.
2 2
3 3
4 4
Miembro a Miembro b
1 2 3 4 1 2 3 4
1 1
2 2
3 3
1 2 3 4 Desplazamientos
en las juntas r i
( i =1, 2, 3, 4)
0 1
0 2
K=
0 3
0 4
Identificación
de las acciones R i
( i =1, 2, 3, 4)
Figura 8.36 Matriz de rigidez total de la estructura
De esta discusión se desprende que: 1) la contribución de cada miembro está ligada únicamente a los
grados de libertad de los extremos de sus juntas; 2) la matriz de rigidez total de la estructura es una
matriz simétrica, y 3) la distribución espacial de estas contribuciones depende de la numeración
elegida de las juntas.
8.16.2 Ejemplo 2
Ensamble la matriz de rigidez total de la viga mostrada en la figura 8.37 mediante el método de rigidez
directa. Considere los grados de libertad restringidos en los apoyos.
2 EI EI
L L L
Solución:
1 2 3 4
3 4
2 6
1
5
(b) Sistema local s ; v
El siguiente esquema nemotécnico indica la contribución de cada elemento a la matriz de rigidez total
de la estructura K.
4. La matriz de rigidez de cada miembro del sistema estructural mostrado se puede evaluar
directamente a partir de la ecuación de rigidez expandida de miembros de vigas en el plano indicada
en la ecuación (8-34).
Observando que la rigidez del tramo a de la viga es dos veces la rigidez de los tramos b y c, y basándonos
Es importante notar que la matriz de rigidez total K de la estructura es singular. Por tanto dicha matriz
debe modificarse con el fin de incorporar las condiciones de apoyo, (véase secciones 8.17 y 8.18). En el
ejemplo r1=r2=r5=r7=r8=0. La matriz de rigidez total de la estructura es de orden (8 x 8) y es
simétrica.
8.16.3 Ejemplo 3
Basados en la numeración de las juntas de los pórticos indicada en las figuras 8.38a y 8.38b, construya en
forma gráfica la matriz de rigidez total de la estructura K mediante el método de la rigidez directa. Llene
las casillas correspondientes a las submatrices no nulas con unas equis.
Solución:
La matriz de rigidez total de la estructura puede obtenerse gráficamente haciendo una cuadrícula de
10x10 elementos, en las que cada casilla contiene las submatrices de rigidez de los extremos de los
miembros que conforman la estructura.
1 2 1 6
3 4 2 7
5 6 3 8
7 8 4 9
Figura 8.38 9 10 5 10
(a) (b)
Caso (a)
Caso (b)
En las secciones anteriores se discutieron técnicas para la generación automática de la matriz de rigidez
total de la estructura. En el método de rigidez directa, la matriz de rigidez de la estructura se obtuvo
sumando la contribución de las matrices expandidas de rigidez de cada uno de los miembros al conjunto.
La matriz así obtenida relaciona los desplazamientos de todas las juntas del sistema con el vector de
fuerza externa correspondiente mediante una relación del tipo:
Sin embargo, este proceso no contempla, al menos en esta primera etapa, la incorporación de las
restricciones de desplazamiento de los apoyos. El objetivo de esta sección centra su atención en la
incorporación de estas restricciones.
Hasta ahora hemos asumido que los apoyos restringen ciertos desplazamientos, haciéndolos, en la
práctica, iguales a cero. Si en la ecuación anterior agrupamos los desplazamientos conocidos iguales a
cero y los separamos de aquellos que no son cero, la misma puede rescribirse en forma particionada como
a continuación se indica:
(8-37)
En la ecuación (8-37), ri es el vector que agrupa los desplazamientos desconocidos asociados a los grados
de libertad no restringidos, mientras que el vector rj contiene todos los grados de libertad restringidos en
las juntas (ceros). Análogamente, el vector Ri representa el vector de fuerza externa asociado a los
desplazamientos no restringidos, mientras que el vector Rj representa las reacciones desconocidas en los
apoyos correspondientes a los grados de libertad restringidos.
(8-38)
(8-39)
(8-41)
Sustituyendo el vector ri en la ecuación (8-39) se obtienen directamente las reacciones en los apoyos Rj
mediante la siguiente operación matricial:
(8-42)
En general, es una práctica común y eficiente hallar únicamente la matriz Kii en lugar de la matriz de
rigidez total de la estructura K . En efecto, conociendo la matriz Kii resulta posible evaluar el vector
desplazamiento rii de las juntas no restringidas sin necesidad de evaluar la matriz Kji. En programación,
resulta muy conveniente formular únicamente la matriz Kii en lugar de toda la matriz K, ahorrando
tiempo de ejecución y almacenamiento de memoria. Esto es especialmente útil cuando se analizan
sistemas estructurales con miles de grados de libertad.
En la práctica no todos los grados de libertad no restringidos (libres) están asociados a cargas externas. El
vector Ri de hecho puede contener un gran número de fuerzas que son cero. Ejemplo típico de esta
situación se presenta en edificios sujetos a cargas laterales producidas por el viento o por un sismo.
Por ejemplo, considérese el pórtico plano de la figura 8.39a en el que se permiten únicamente
deformaciones axiales en columnas y se considera que la rigidez axial en las vigas es infinita. Bajo estas
hipótesis cada junta posee dos grados de libertad, mientras que todas las juntas de un mismo nivel
experimentan un mismo desplazamiento horizontal.
En la figura 8.39b hemos incluido a título ilustrativo algunas juntas con sus respectivos grados de libertad.
Para efectos de esta discusión no se tomaron en cuenta los grados de libertad restringidos en los apoyos.
En el diseño de edificaciones sismorresistentes, se requiere que las estructuras se diseñen al menos para
resistir una distribución de fuerzas horizontales equivalentes que varían con la altura del edificio. En el
ejemplo, estas cargas externas están aplicadas en la dirección de las coordenadas o grados de libertad r1,
r2, … r7 , mientras que en las 56 coordenadas restantes del sistema no existen cargas o fuerzas externas
aplicadas. Es decir, el vector fuerza externa R contiene elementos con cargas distintas a cero, (R1, R2, …R7)
y cargas nulas (todas las demás).
Nivel
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
1 1
PB
Y
A B C D X
(8-43)
En esta ecuación, Ri agrupa las cargas horizontales aplicadas en cada nivel del pórtico, Rj es el vector de
cargas restantes (nulas en este caso), ri contiene los desplazamientos horizontales asociados al vector de
cargas horizontales, Ri y rj es el vector desplazamiento asociado al vector de carga nulo Rj.
(8-44)
(8-45)
8-48 VULNERABILIDAD SÍSMICA
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
(8-46)
Sustituyendo rj en la ecuación (8-44), resulta entonces posible expresar el vector de fuerza lateral conocido
Ri en función del vector desplazamiento correspondienteri mediante la siguiente expresión:
(8-47)
en donde:
(8-48)
(8-49)
Una vez obtenido el vector ri , puede calcularse el vector de desplazamientos restantes rj sustituyendo ri en
la ecuación (8-46).
Resulta importante resaltar que la matriz K del ejemplo es una matriz de orden (7 x 7) . Utilizando este
procedimiento de condensación no hace falta invertir la matriz de rigidez total de la estructura K, que en
nuestro ejemplo es de orden (63 x 63). En su lugar, basta con invertir dos matrices más pequeñas, Kjj y K. La
suma de los tamaños de estas matrices es igual al tamaño de la matriz de rigidez K.
Para concluir, es evidente que este proceso de condensación permite ahorrar una gran cantidad de tiempo
de ejecución con el computador.
En las secciones anteriores las cargas externas han sido consideradas como cargas aplicadas en la
dirección de los grados de libertad de las juntas. Estas cargas reciben el nombre de cargas nodales. Sin
embargo en la práctica las cargas no están aplicadas en las juntas sino más bien están aplicadas a lo largo
del eje de los miembros, con la única excepción de las armaduras o cerchas en las que las cargas se aplican
en las juntas.
Las cargas aplicadas sobre los miembros estructurales son de dos tipos: cargas concentradas y cargas
distribuidas. Las cargas concentradas se caracterizan indicando su punto de aplicación así como también
su dirección y magnitud. Las cargas distribuidas se definen indicando el tramo o zona donde actúan y la
variación de su magnitud en ese tramo.
En todos los casos el análisis de la estructura se realiza determinando primero las fuerzas nodales
equivalentes, aplicándolas luego sobre las juntas como fuerzas concentradas.
En aquellos casos en los que no existen cargas distribuidas, los puntos de los miembros en los que están
aplicadas las cargas concentradas pueden considerarse juntas adicionales asignándoles números. El
análisis se realiza entonces como se había discutido en las secciones anteriores. La figura 8.40 muestra un
ejemplo en el que se adicionan y renumeran las juntas en los puntos de aplicación de las cargas
concentradas.
3
2 b
a c
1 4
(a) (b)
5 d
c
3 4
b
2 e
a
1 6
(c) (d)
Figura 8.40 Geometría y grados de libertad del pórtico.
La figura 8.40a muestra las cargas concentradas actuantes y la 8.40b la numeración de las juntas e
identificación de los miembros estructurales correspondientes. La figura 8.40c muestra la renumeración
de las juntas y la figura 8.40d la identificación final de los miembros.
Ahora bien, el procedimiento de incorporar juntas en los puntos de aplicación de las cargas concentradas,
si bien es viable, aumenta el número de grados de libertad y en consecuencia el tamaño de la matriz de
rigidez total K de la estructura. Este procedimiento es especialmente más desfavorable en el caso de
estructuras tridimensionales en las que se incrementa en 6 el número de grados de libertad cada vez que
se añade una nueva junta.
Un procedimiento comúnmente utilizado consiste en incorporar cargas nodales equivalentes. Para ello, es
preciso definir dos estructuras auxiliares: la estructura primaria y la estructura complementaria.
La estructura primaria es una estructura auxiliar en la que sus desplazamientos han sido forzados a ser
cero. Las cargas que sobre ella actúan son las cargas externas (concentradas o distribuidas), los cambios de
temperatura y los asentamientos en los apoyos si los hubiera. Bajo este régimen de cargas, la estructura
primaria ofrece resistencia que se traduce en un sistema de fuerzas internas en la dirección de las
coordenadas locales de los miembros que denotaremos por s0 . Paralelamente, aparecen fuerzas nodales
en la dirección de las coordenadas globales que tratan de balancear las juntas. Denotaremos al vector de
fuerzas nodales primario como R0 .
La estructura complementaria es una estructura auxiliar, libre de moverse, en cuyas juntas actúa en la
dirección de las coordenadas globales un sistema o vector de fuerzas que denotaremos por RC tal que:
(8-50)
De esta forma, el vector definitivo de fuerza interna de la estructura s podrá hallarse por superposición
tal y como a continuación se indica:
(8-52)
8.19.3 Ejemplo 4
w
P
a
a b c
A B C D
L/2
L L L/2
Solución:
El problema de las cargas aplicadas entre los miembros es un caso típico que se presenta en el análisis y
diseño de vigas continuas de edificios. La figura 8.41 muestra una viga con cuatro apoyos, cargada con una
carga puntual inclinada en el punto medio del tramo AB y con una carga distribuida entre los apoyos B y C.
El análisis de esta viga continua puede considerarse como la superposición de: a) el análisis de la viga
suponiendo que todas sus juntas están impedidas de moverse (empotradas) y está sometida a las cargas
puntuales y distribuidas externas, y b) el análisis de la estructura original sometida a la acción de un
sistema de cargas nodales complementario.
Las figuras 8.42a y 8.42b muestran dichos sistemas. En el caso de vigas, suele despreciarse la deformación
axial, (fuerza axial cero). Por esta razón se ha omitido esta solicitación en el elemento local básico.
En el ejemplo, hemos incluido en los apoyos los grados de desplazabilidad restringidos, (r1, r3, r5 y r7=0 ).
1 3 5 7
4 6 8
2
6
2 4
1 3 5
2. Sistema primario
a
Pcos a
a a
Pv L a wL2 b wL2
8 12 12
Pv Pv wL wL
2 2 2 2
Pv Pv
Junta A Pv 2 2
2
0
R2 A
PvL PvL
PvL 8 8
8
0
R1
Junta B
=0
0
R03
Pv Pv wL wL
2 2 2 2
R04
Junta C
wL wL R05
2 2 wL
2
R06
wL2 WL2
12 12 wL2
12
C
El sistema primario puede entonces representarse esquemáticamente como se indica en la figura 8.43
w
Pv
wL2
Ph 12
Pv L
8 wL2- PvL
12 8
Pv Pv +WL wL
2 2 2 2
Figura 8.43 Sistema primario.
3. Sistema complementario
Pv Pv + wL wL
2 2 2 2
2
wL - Pv L
Pv L 12 8 wL2
8 12
De esta manera, los vectores de fuerza complementarios RC y fuerza interna s0 primarios tienen por
valor respectivamente:
Con el fin de proveer al lector con una herramienta que le permita calcular en forma rápida y eficaz los
desplazamientos de la estructura a partir de la matriz de rigidez y del vector de fuerza externa
correspondiente, hemos desarrollado un programa en lenguaje QBASIC, especialmente orientado a la
resolución de sistemas de ecuaciones lineales simétricos.
Este programa puede fácilmente adaptarse a un lenguaje moderno en ambiente Windows, tal como el
Visual Basic 6.0. El listado de dicho programa se encuentra en el Apéndice A.
Leet, K.M. y Uang, C.M., (2006), Fundamentos de Análisis Estructural, Segunda Edición, McGraw-Hill
Interamericana.
Nelson J.K. and McCormac J.C., (2003), Structural Analysis: Using Classical and Matrix Methods, Third Edition,
John Wiley & Sons, Inc.
Rajan S.D., (2001), Introduction to Structural Analysis & Design, John Wiley & Sons, Inc.
Felton L.P. and Nelson R.B., (1997), Matrix Structural Analysis, John Wiley & Sons, Inc., University of
California, Los Angeles. USA.
Yang T.Y., (1986), Finite Element Structural Analysis. Prentice Hall, Inc. Englewood Cliffs. N.J. 07635, USA.
Hibbeler R.C., (1999), Structural Analysis, Fourth Edition, Prentice Hall, New Jersey, USA.
Kassimali A., (1999), Structural Analysis, Second Edition, PWS Publishing, Series in Civil Engineering.
McGuire W., Gallagher R.H. and Ziemian R.D., (2000), Matrix Structural Analysis, Second Edition, John Wiley
& Sons, Inc., USA.
Uribe, J., (2000), Análisis de Estructuras, Segunda Edición, Editorial Escuela Colombiana de Ingeniería,
ECOE Ediciones, Colombia.
Lamar S. Fortoul P.C., (2007) Análisis Estático de Estructuras. Formulación Matricial, Ediciones CITESI.
República Bolivariana de Venezuela.
9.1
9.2
9.3
9.4
9.5
9.6
9.7
Introducción
Edificios con Rigidez al Corte
Generación de la Matriz de Rigidez
Ejemplos
Método Sísmico Estático Equivalente
Pantallas de Corte
Bibliografía Seleccionada
9 Edificios con Rigidez al Corte
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Aspectos de la
Ciudad de
Caracas, 2006.
(Foto J.L. Alonso).
9.1 INTRODUCCIÓN
Un edificio con rigidez al corte (shear building en inglés) se define como un sistema estructural aporticado
1
con las siguientes características :
1. La rigidez axial en las columnas es infinita, es decir, no se produce deformación axial en las columnas.
2. La rigidez axial en las vigas es también infinita, es decir no se produce deformación axial de las vigas.
3. Las columnas solo tienen rigidez a flexión.
4. La rigidez a flexión en las vigas es infinita en comparación con la rigidez a flexión de las columnas, es
decir no existe deformación por flexión en las vigas.
Un sistema estructural plano con estas características pasa de ser una estructura con tres grados de
libertad por junta a una estructura que únicamente posee tantos grados de libertad como masas
concentradas existen en sus niveles. Así, una estructura como la mostrada en la figura 9.1 tiene solamente
cuatro grados de libertad lateral.
2 m2 2
r3
K2
3 m3 3
r4
K3
4 m4 4
K4
En el ejemplo mostrado es posible relacionar los desplazamientos r con las fuerzas horizontales R
correspondientes mediante una relación del tipo:
(9-1)
La matriz de rigidez K es de orden (4x4) y está compuesta por coeficientes de rigidez kij, de forma tal quekij
representa la fuerza de corte horizontal producida en la dirección de la coordenada i cuando se aplica un
desplazamiento unitario rj=1, según la dirección de la coordenada j y el resto de los desplazamientos
permanecen iguales a cero. La ecuación (9-2) muestra los coeficientes de rigidez correspondientes a la
estructura del ejemplo.
(9-2)
Resulta importante señalar que cuando a una columna de un sistema aporticado con rigidez al corte se le
impone un desplazamiento unitario en uno de sus extremos, se producen momentos flectores en sus
extremos. Dichos momentos se obtienen mediante las ecuaciones de la deflexión de la pendiente.
La figura 9.2 muestra un sistema de un solo nivel con rigidez al corte. La masa del sistema está
concentrada en el tope, la masa de la columna es despreciable y la columna no se deforma axialmente sino
únicamente a flexión. En esa figura se indican además los sistemas de coordenadas global y local.
(9-4) 2 2
v2 v1
Esdecir: (9-5)
r1=1
Columna 1
k11 K1
k11 = K1
K1
k21
k 21= K1
1
k31 0
r=
0 k31= 0
0
k41
k41= 0
Figura 9.5 Coeficientes de
influencia (r1=1).
columna 2 r2 =1
k12 K1 k12 = K1
K1
k22 k22 = K1+ K2
K2
0
k32 r=1 K2 k32 =-K2
0
0
k42 k42 = 0
Figura 9.6 Coeficientes de
influencia (r2=1).
r 3 =1
Columna 3
k 13 k13= 0
k 23 K2 k23 = K2
0 K2
k 33 0 k 33= K2+ K3
r= 1 K3
0
k 43 K3 k 43= K3
Figura 9.7 Coeficientes de
influencia (r3=1).
columna 4 r4 =1
k14 k 14 = 0
0
r=0
k24 0 k 24= 0
1
k34 K3 k 34= K 3
K3 k 44 = K3+K 4
k 44
K4
Figura 9.8 Coeficientes de
influencia (r4=1).
K4
(9-7)
El ejemplo analizado (figura 9.1) el número de columnas de cada nivel Nc=2, por tanto:
9.4 EJEMPLOS
9.4.1 Ejemplo 1
X CUADRO DE COLUMNAS
B TIPO I zz I xx
1 7160 2340
4.00
2 3510 1200
A Z UNIDAD: cm4
x
4.00 4.00
z z
1 2 3
Planta tipo. Disposición de perfiles de columnas
Nivel x
3
2.40
2 2 2 2 2 2 2
2
2.40
1 2 1 1 2 2
1
1
2.60
1 1 1 1 1 1 1
1 2 3 A B A B
PÓRTICO A = B PÓRTICO 1 = 3 PÓRTICO 2
Sentido Z Sentido X Sentido X
Solución:
Con el fin de adoptar la misma convención utilizada en la práctica, la numeración de los niveles o pisos se hará
de arriba hacia abajo comenzando en el nivel superior, tal y como se indica en los pórticos de la figura 9.9.
Cada entrepiso está compuesto por una hilera de 3 columnas, y en cada hilera se identifican de izquierda a
derecha los tipos de columnas correspondientes. Así, las 3 columnas del nivel superior 3 en los pórticos A y
B son del tipo 2. Las columnas del nivel 2 son del tipo 1, 2 y 1, y así sucesivamente.
La rigidez de cada columna se obtiene directamente a partir de la ecuación (9-5), y la rigidez total del
entrepiso sumando la rigidez individual de todas las columnas, ecuación (9-6).
Con el fin de agilizar el proceso numérico, se elaboró el programa USB07C en lenguaje QBASIC cuyo listado
se encuentra en el Apéndice A del libro. Este programa evalúa la rigidez por piso en ambas direcciones
ortogonales, X y Z, de edificios con rigidez al corte.
Cabe destacar, que para los efectos del cálculo se expresan los momentos de inercia de las columnas, tanto
en sentido X como en el sentido Z en función de una inercia de referencia, que elegimos siempre como la
menor.
4
Así, comenzando primero con la dirección Z, el momento de inercia de referencia es Iref =Ixx =1.200 cm ,
4
mientras que el momento de inercia de referencia en la dirección X es Iref =Izz=3.510 cm , ambos
correspondientes a la columna tipo 2. Los resultados numéricos del ejemplo se encuentran en el listado
anexo. Observe que los momentos de inercia Ixx e Izz del perfil metálico están referidos a los ejes locales
de cada miembro.
Las matrices de rigidez totales de la estructura del ejemplo son por tanto, (ecuación (9-7)):
4 58
Puede observarse que el edificio es más rígido en la dirección X que en la dirección Z debido a la
orientación de las columnas.
9.4.2 Ejemplo 2
X
C
Planta tipo
Disposición de columnas
4.00
CUADRO DE COLUMNAS
B
Lx TIPO Lx Lz Forma
4.00
Lz 1 35 35
Z 2 35 45
A
4.00 UNIDAD: cm
4.00
1 2 3
Nivel
3
3.00
1 1 1 2 2 1 1 2 1 1
2
3.00
1 1 1 2 2 1 1 2 1 1
1
1 2 2 1 2 1 1
3.00
1 1 1
1 2 3 1 2 A B C A B
Solución:
En el caso de estructuras de concreto armado, los momentos de inercia de las columnas en las direcciones
X y Z se obtienen directamente a partir de las dimensiones de las columnas. Así, en el ejemplo, los
4
momentos de inercia de las columnas de la edificación expresados en m son los siguientes:
Propiedades de las columnas
4 4
Tipo Lx (cm) Lz (cm) Izz (m ) Ixx (m )
1 35 35 0,00125 0,00125
2 35 45 0,001608 0,00266
La tabla anexa muestra los resultados las rigideces de cada uno de los entrepisos según las direcciones Z y
X evaluados mediante la aplicación del programa USB07C. Las unidades vienen expresadas en t/m.
Las matrices de rigidez lateral Kz y Ky son del tipo indicado en la ecuación (9-7). El lector puede fácilmente
armar dichas matrices.
Los resultados obtenidos indican que la estructura es más rígida en la dirección Z que en la dirección X.
Estas diferencias son más evidentes si se comparan los períodos naturales de vibración de cada dirección.
En el Capítulo 10 se discuten técnicas para la obtención de las frecuencias y deformadas modales de
vibración de edificios con rigidez al corte.
Con el fin de inicializar al lector en el proceso numérico del análisis sísmico estático equivalente,
supongamos que estamos interesados en determinar los desplazamientos en ambas direcciones
ortogonales de una edificación ubicada en la ciudad de Caracas sobre un depósito aluvional de 100 metros
de espesor constituido por arenas densas.
Para efectos de esta discusión, hemos seleccionado la edificación de concreto armado, aporticada, de 8
niveles mostrada en la figura 9.11.
El uso previsto para la edificación es de vivienda. La altura de los entrepisos, de piso acabado a piso
acabado es de 2,50 metros. La losa es maciza, y tiene un espesor e = 15 cm. El edificio está ubicado en una
3
zona sísmica número 5. Suponga que wc= 2.500 kfg/m y un nivel de diseño ND3.
Solución:
Para simplificar el análisis con fines didácticos supondremos que el edificio es un edificio con rigidez al
corte, es decir, las juntas están impedidas de rotar y la rigidez axial, tanto en las vigas como en las
columnas es infinita. Bajo estas hipótesis, el número de grados de libertad de la edificación tridimensional
mostrada en la figura 9.11a se reduce a 16 desplazamientos: 8 según la dirección X y 8 según la dirección
ortogonal horizontal Z.
X
10.47
C
5.00
10.30
B
5.00
.30
.30
Z
A
Y 5.00 5.00
X
1 2 3
(a) Isometría Z
(b) Planta tipo
A 0 =0,30 g
1. Características Básicas
Como la estructura es aporticada, la norma la cataloga como una edificación del Tipo I, (sección 6.3).
Para un nivel de diseño ND3, el factor de reducción de respuesta espectral (sección 6.5.1) es R=6. Como
la edificación tiene un uso previsto de vivienda, el factor de importancia normativo (tabla 6.1) es a= 1.
Para la determinación de las cargas permanentes y variables haremos uso de las especificaciones
3
normativas venezolanas . Así,
a) Carga Permanente CP
Losa maciza, e = 15 cm
3 2
CP1 = 0.15 m x 2500 kgf/m CP1 = 375 kgf/m
2
Piso acabado, (granito e = 5 cm): CP2 = 100 kgf/m
2
Friso enlucido: CP3 = 25 kgf/m
2
Tabiquería: CP4 = 150 kgf/m
2
Sub- Total Carga CP CP = 650 kgf/m
2
b) El peso propio de las vigas es despreciable, (0,124 t/m ).
niveles 1 al 7:
nivel 8 (techo)
d) Carga Variable CV
2
Sobrecarga variable de vivienda: CV=175 kgf/m
3. Período Fundamental
Para efectos de la aplicación del método estático equivalente, la norma venezolana (sección 9.3.2.2)
permite calcular el período fundamental de edificaciones mediante la siguiente ecuación:
(9-8)
En esta ecuación, hn es la altura total de la edificación, y Ct es un coeficiente que depende del tipo de
sistema estructural.
4. Forma Espectral
De acuerdo a las características litológicas del depósito de fundación (figura 9.11d) el suelo es arena
densa, con una forma espectral S2 y un factor de corrección del coeficiente de aceleración horizontal
j= 0,90 (tabla 5.1 de dicha norma).
(9-9) 1
La variable W representa el peso total de la edificación por encima del nivel base (artículo 7.1). Para
efectos sísmicos el peso total W se determinará sumando a la totalidad de las cargas o acciones
permanentes los porcentajes de las cargas o acciones variables establecidas en el artículo 7.1 de la
norma. Así, en el caso de edificaciones destinadas a vivienda,
(9-10)
2
En el ejemplo, la carga permanente total por nivel tiene por valor CP=650 kgf/m , y la carga variable
3 2
supuesta para edificaciones de vivienda es CV =175 kgf/m .
Para encontrar el peso de cada losa, bastará multiplicar las cargas CP y CV obtenidas anteriormente por
su área más el peso de las columnas. Así,
Niveles 1 al 7
Nivel 8 (techo)
El peso W utilizado en el análisis sísmico se obtiene para cada nivel mediante la siguiente sumatoria:
nivel i=1 al 7
(9-11)
El coeficiente de corte basal, también conocido con el nombre de coeficiente sísmico tiene por valor:
(9-12)
Es decir, el coeficiente de corte basal de diseño utilizado en la edificación del ejemplo es igual a 9,94%
del peso sísmico del edificio. El valor mínimo del coeficiente sísmico estipulado en las normas (artículo
7.1) debe ser mayor o igual a a A0/R. Es decir C0(min)=1 x 0,30/6=0,05. Por tanto se cumple con este
requisito.
Las fuerzas laterales de diseño en cada nivel y para cada dirección de análisis se obtendrán al distribuir
verticalmente la fuerza cortante basal V0 determinada a partir de la siguiente expresión (artículo 9.3.3)
(9-13)
donde:
(9-14)
(9-15)
Rigidez lateral
La tabla anexa resumen las rigideces de pisos evaluados para cada una de las dos direcciones
ortogonales Z y X. Para su evaluación se hizo uso del programa USB07C.
Los desplazamientos en cada nivel se obtienen resolviendo los siguientes sistemas de ecuaciones:
Sentido X (9-16)
Sentido Z (9-17)
En estas ecuaciones el vector de fuerza lateral R es idéntico en ambas direcciones y está tabulado en la
tabla anexa. Los vectores desplazamiento correspondientes son rx y rz , ambos de orden (8x1). De esta
manera, en forma matricial puede escribirse que
(9-18)
(9-19)
Para la obtención de los desplazamientos se resolvió el sistema de ecuaciones lineales expresado en las
ecuaciones (9-16) y (9-17) en lugar de invertir las matrices. Se utilizó para ello el método de Gauss, (ver
programa Gauss3 en el Apéndice A).
Estos resultados claramente indican que el edificio analizado a pesar de tener una configuración
planta cuadrada es en promedio aproximadamente 2,06 veces más rígido en la dirección Z que en la
dirección X.
Durante el proceso de diseño de un edificio el ingeniero estructural en algunas ocasiones debe decidir si es
o no es conveniente incorporar pantallas de corte en el sistema estructural para resistir las fuerzas
laterales que se generan durante un sismo. El daño estructural está directamente relacionado con el
desplazamiento. De allí que una buena alternativa para reducir el daño sea reducir sus desplazamientos.
Las paredes de corte son elementos estructurales más difíciles de modelar que los pórticos. Son elementos
estructurales rígidos con masa distribuida. Para su análisis es preciso dividirlas en un sistema equivalente
de pequeños cuerpos o elementos interconectados en un limitado números de puntos discretos capaces
de modelar en forma aproximada pero satisfactoria el medio continuo. Esta técnica se conoce en el argot
estructural como discretización.
4,5
Un procedimiento de esta naturaleza es conocido como el método de los elementos finitos . La base del
método radica en la representación de un cuerpo o de una estructura mediante el ensamblaje de un
número finito de pequeños elementos denominados elementos finitos. Estos elementos están
interconectados en juntas llamadas nodos o puntos nodales.
Con el fin de modelar la variación aproximada de los desplazamientos en cada elemento finito se eligen
funciones matemáticas conocidas como funciones de desplazamiento o modelos de desplazamientos.
Existen una gran cantidad de funciones tales como polinomios y funciones trigonométricas que se
utilizan para esta tarea.
Una discusión detallada del método de los elementos finitos escapa de los objetivos de este libro y puede
encontrarse en la bibliografía recomendada al final del Capítulo.
Resulta sin embargo oportuno señalar que el método de los elementos finitos es una herramienta muy
poderosa utilizada en numerosas áreas de investigación, tales como la ingeniería estructural, ingeniería
mecánica y aeroespacial, mecánica de suelos, ingeniería de fundaciones, mecánica de rocas y conducción
de calor, por citar algunas.
La incorporación de las paredes de corte, también conocidas como pantallas, en un sistema estructural no
es un problema sencillo de resolver. Se las idealiza discretizándolas en elementos finitos. La exactitud de
esta idealización está directamente relacionada con el grado de subdivisión elegido.
9.6.1 Ejemplo 3
e
Inercia:
Figura 9.13
Área:
Factor de forma ¦s= 1,2 es decir:
Solución
a) Solución exacta
El desplazamiento d en el tope de la pantalla en volado mostrada en la figura 9.13 viene dada por la
6,7
siguiente relación .
(9-20)
En esta ecuación, el primer término es la deformación a flexión mientras que el segundo término es la
deformación debida al corte.
El factor fs es el factor de forma para cortante, que depende únicamente de las dimensiones de la sección
transversal del elemento y es un factor adimensional. En nuestro caso, una sección rectangular, fs tiene
por valor 1,2. La tabla 9.1 muestra los factores de forma correspondientes a varias secciones típicas.7
Sustituyendo en la ecuación (9-20) los valores correspondientes, se tiene que el desplazamiento en el tope d es:
En el método de los elementos finitos la solución es aproximada, siendo cada vez más exacta a medida que
se incrementa el número de elementos finitos en el modelo. Con el fin de comparar los resultados
obtenidos mediante la aplicación de este método con la solución numérica determinada en el inciso a,
(solución exacta), estudiamos la misma pantalla con varios modelos equivalentes, aumentando
paulatinamente en cada uno de ellos, el número de elementos en que subdividimos la pantalla.
Tabla de resultados
Chopra, A.K., (2001), Dynamics of Structures. Theory and applications to Earthquake Engineering. Second
Edition, University of California, Berkeley, Prentice Hall, N.J.
10.1 Introducción
10.2 Análisis Estático - vs - Análisis
10
10.9 Masa Efectiva Modal
10.10 El Método de Holzer
10.11 El Método de Transferencia
10.12 Programa USB103. Método de
Transferencia
10.13 Ejemplos de Aplicación
Mediante el Computador
10.14 Método Gráfico para la
Determinación de Períodos
10.15 Comentarios Adicionales
10.16 Respuesta Sísmica de Sistemas
de Múltiples Grados de
Libertad
10.17 Respuesta Modal
10.18 Análisis de Respuesta
Espectral
10.19 Aplicaciones Prácticas del
Método
10.20 Comentarios Finales
10.21 Bibliografía Seleccionada
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
En este Capítulo se pretende familiarizar al lector con los conceptos básicos de la dinámica. Para ello se
hará uso de los métodos de análisis estructural así como también de los conceptos de análisis vibratorio
formulados en los Capítulos anteriores del libro, haciendo especial énfasis en la formulación matricial de
dichos procedimientos.
Desde el punto de vista del diseño sismorresistente es muy importante que el ingeniero estructural elija
un procedimiento de análisis sencillo, que le permita interpretar acertadamente el comportamiento
dinámico de las edificaciones que proyecta. Solo así podremos eficientemente contribuir a la reducción de
la vulnerabilidad sísmica de edificaciones en zonas de alto riesgo sísmico.
El análisis dinámico puede considerarse como una extensión de los métodos de análisis estructural que
suelen estar referidos únicamente al análisis de cargas estáticas. Para el análisis y diseño de edificaciones
ubicadas en zonas sísmicamente activas, resulta conveniente identificar claramente las componentes de
las cargas estáticas y dinámicas actuantes. En el caso sísmico, la excitación dinámica proviene del
movimiento de sus soportes en lugar de ser producida por cargas dinámicas externas aplicadas en sus
miembros.
Una carga dinámica puede definirse como una carga cualquiera cuya magnitud, dirección y posición varía
con el tiempo. En consecuencia, la respuesta estructural a cargas dinámicas, por ejemplo las
deformaciones y los esfuerzos resultantes, varían también con el tiempo. En general, una carga de larga
duración tal y como la que se origina durante la acción de un sismo puede tratarse únicamente mediante
procedimientos de análisis dinámico.
La segunda diferencia fundamental radica en el hecho que cuando una estructura, por ejemplo la viga
mostrada en la figura 12-1b, se somete a una carga dinámica P(t), los desplazamientos resultantes no
dependen como en el caso estático (figura 10.1a) únicamente de la carga actuante P, sino también de las
1
fuerzas de inercia que se oponen a las aceleraciones que las producen .
P P(t)
y y
x x
En el caso dinámico, las solicitaciones internas producidas en cualquier sección x de la viga, (momentos
flectores y fuerzas de corte), deben equilibrar no solo las cargas externas aplicadas, (P(t), en el ejemplo),
sino también las fuerzas de inercia asociadas a las aceleraciones generadas en la viga.
Si el movimiento resultante al aplicar la fuerza P(t) es muy lento, las fuerzas de inercia resultantes también
serán muy pequeñas y por tanto despreciables. En este caso, el análisis de la respuesta de la viga en
cualquier instante de tiempo puede llevarse a cabo mediante procedimientos de análisis estático, aún y
cuando la carga y la respuesta del sistema varíen con el tiempo.
Los problemas de dinámica estructural varían en un rango que va desde modelos matemáticos muy
simplificados con pocos grados de libertad en los que apenas se requiere analizar uno o dos modos de
vibración, hasta modelos matemáticos muy sofisticados con cientos o miles de grados de libertad,
necesitándose en este último escenario la disponibilidad de computadores digitales de gran capacidad y
rapidez operativa.
Una de las decisiones más importantes que el ingeniero estructural debe afrontar a la hora del diseño
sismorresistente es decidir si la relación entre las fuerzas inducidas durante un sismo y los
desplazamiento generados, es lineal o no-lineal.
El análisis lineal para cargas estáticas y dinámicas ha sido utilizado en el diseño estructural durante
décadas. De hecho, las normas venezolanas vigentes para edificaciones sismorresistentes contemplan
2
únicamente este tipo de análisis, (véase el Capítulo 9 de la norma ).
Existen dos tipos de comportamiento no-lineal. El primero se basa en la relación no-lineal que existe entre la
fuerza y la deformación asociada al comportamiento del material utilizado (concreto, acero, etc.), tal como,
la ductilidad cedente, la rigidez y la degradación de la resistencia también conocida como fractura frágil.
A continuación se resumen brevemente las características de algunos de los métodos utilizados para el
análisis dinámico de edificaciones.
1. Análisis lineal: Utiliza acelerogramas (registros que muestran la variación de la aceleración del
terreno con el tiempo) como dato para la evaluación de la respuesta estructural instante a instante. En
este método de análisis se supone que durante todo el proceso las propiedades de los materiales
permanecen en el rango elástico.
3. Análisis estático no-lineal: Utiliza acelerogramas como solicitación, permitiendo que las
deformaciones de los materiales sobrepasen su punto cedente, e incursionen en el rango no-lineal,
(pushover). Esta técnica se sustenta en el análisis no-lineal estático y permite evaluar la capacidad
sísmica resistente de las estructuras. Básicamente consiste en llevar al límite a una estructura
previamente diseñada en la que se conoce el acero de refuerzo. Esto se logra mediante la aplicación de
cargas laterales que se incrementan gradualmente hasta que la demanda supere la capacidad
resistente de los miembros de la estructura.
4. Análisis sísmico por desempeño: El objetivo fundamental del método consiste en establecer, mediante
la creación de distintos escenarios sísmicos de referencia, una metodología analítica que permita
3, 4
evaluar un desempeño sísmico predecible de la edificación.
Resulta oportuno señalar que los procedimientos de análisis estructural están en la mayoría de los casos
orientados a sistemas estructurales típicos de puentes y edificios conformados por pórticos y miembros
diagonales de arriostramiento. Las paredes de corte de concreto armado suelen a veces modelarse como
columnas a las que concurren vigas en su eje central y en las que se simula su rigidez mediante la
incorporación de brazos rígidos en los nodos, a pesar de que esta idealización no toma en cuenta el posible
levantamiento o vuelco en la base que puede ser importante en este tipo de sistemas estructurales.
En este libro se hará uso únicamente del método de análisis dinámico espectral porque ofrece las
siguientes ventajas:
1. El procedimiento tiene una gran aceptación entre los ingenieros estructurales ya que proporciona un
método aproximado, pero a su vez relativamente preciso, que es en esencia un método estático de
análisis.
3. Este método separa el modelo estructural y sus frecuencias naturales y deformadas modales
correspondientes del proceso que involucra la identificación, estimación y generación de la amenaza
sísmica o sismo de diseño que pretende caracterizar la respuesta del depósito de fundación del sitio.
5. Permite además identificar durante el proceso del proyecto estructural aquellas deformadas modales
que, por su mayor participación, describen más acertadamente y en forma gráfica las posibles
deficiencias o puntos débiles de la solución analizada. En edificaciones existentes que son
sísmicamente vulnerables, esta técnica facilita además la selección de la alternativa de adecuación o
reforzamiento estructural más conveniente. Por estas razones ha sido la técnica seleccionada en este
libro.
Si en dicho sistema de masas concentradas las masas estuvieran restringidas a moverse únicamente en la
dirección vertical, el sistema solo tendría 3 grados de libertad.
Si las masas pudiesen tener además una inercia rotacional, es decir, pudiesen rotar, la viga (figura 10.4)
tendría entonces 2 grados de libertad por masa, es decir un total de 6 grados posibles de libertad.
P(t)
1 3 5
m1 m2 m3 2 4 6
f i1 fi2 f i3
Figura 10.3 Sistema equivalente de masas Figura 10.4 Sistema plano de 2 grados de
concentradas. libertad por masa.
Sin embargo, si en el sistema espacial las masas concentradas estuvieran impedidas de rotar, el número de
grados de libertad se reduciría a 3 desplazamientos por masa.
Y qy
ry
A'
qx
m
qz rx
A
X
m
rz
En aquellos casos en los que la masa del sistema estructural se distribuye uniformemente, por ejemplo a lo
largo de un eje vertical, los desplazamientos laterales pueden expresarse mediante una relación del tipo:
(10-1)
En esta ecuación, X(t) es una coordenada generalizada que varía en función del tiempo, mientras que f(y)
es cualquier patrón espacial de deformación compatible con la geometría y con las condiciones de apoyo
del sistema que relaciona los grados de libertad del sistema con la coordenada generalizada.
En general, el desplazamiento lateral total de un sistema estructural de este tipo puede encontrarse
mediante la sumatoria siguiente:
(10-2)
De esta ecuación se desprende que para cualquier grupo de funciones de deformadas supuestas en el
análisis, el desplazamiento resultante dependerá de la amplitud de las coordenadas generalizadas Xn (t)
correspondientes, (n=1,2,3...).
La forma de la deformada suele expresarse en términos de una ecuación que define la posición de la curva
elástica en su posición deformada. Por esta razón, el análisis dinámico se sistemas continuos
unidireccionales puede llevarse a cabo únicamente mediante ecuaciones diferenciales, ya que tanto la
variable y que define la deformada a lo largo de su eje longitudinal, como la variable tiempo son variables
independientes. En otras palabras, los sistemas continuos tienen infinitos grados de libertad.
En sistemas continuos, este procedimiento de análisis dinámico arroja resultados muy precisos, a
expensas, eso sí, de un cálculo matemático complejo.
Ahora bien, si pudiésemos representar la masa total distribuida del sistema mediante una serie de masas
concentradas en distintos puntos a lo largo de alguno de sus ejes coordenados, de forma tal que las fuerzas
de inercia se originaran únicamente en estos puntos, el problema se simplificaría considerablemente.
Puede demostrarse que las ecuaciones del movimiento dinámico de cualquier sistema de 1 grado de
libertad, independientemente de que tan complejo sea el sistema, siempre se reducen a la forma mostrada
1
en la ecuación (10-3) .
(10-3)
siendo
X (t) = La coordenada generalizada
M* = La masa generalizada del sistema
C* = El amortiguamiento generalizado
K* = La rigidez generalizada
P * (t) = La fuerza generalizada
La mayoría de los edificios pueden idealizarse como un sistema estructural en voladizo, generalmente
empotrado en la base. De esta manera se reduce el número de funciones de deformadas posibles que
pueden utilizarse para representar el desplazamiento horizontal.
Una vez que se selecciona la función que define dichos desplazamientos, la estructura está obligada a
desplazarse únicamente de esa forma. En consecuencia, si se desea obtener una buena aproximación,
tanto de las propiedades dinámicas del sistema así como de su respuesta, se debe tener particular cuidado
en la selección de la función de desplazamiento.
Las variables generalizadas identificadas en la ecuación (10-3) con un asterisco, pueden determinarse,
bien sea a partir del principio de Hamilton o mediante el principio de los desplazamientos virtuales.
Pueden identificarse dos tipos de sistemas generalizados de 1 grado de libertad: 1) Sistemas compuestos
por el ensamblaje de cuerpos rígidos en los que las deformaciones elásticas están asociadas a masas,
En este libro, la formulación de las ecuaciones del movimiento se limitará a sistemas estructurales
compuestos por un ensamblaje de masas concentradas interconectadas entre sí mediante elementos
discretos.
Una discusión exhaustiva de la obtención de las cantidades generalizadas de la ecuación del movimiento
de sistemas generalizados de 1 grado de libertad representada por la ecuación (10-3), es descrita en detalle
1
por Clough y Penzien .
En sistemas de masas, resortes y amortiguadores discretos (puntuales), los valores de las cantidades
generalizadas M *, K *, C * y P *, se obtienen directamente a partir de las siguientes ecuaciones:
(10-4)
(10-5)
(10-6)
(10-7)
En estas ecuaciones, Dfi representa el desplazamiento relativo entre dos masas concentradas contiguas,
ci los coeficientes de la matriz de amortiguamiento del sistema, pi las cargas externas aplicadas en cada
nivel, y Ki los coeficientes de rigidez.
En esta ecuación, w representa la frecuencia circular no amortiguada del sistema generalizado, y viene
dada por
(10-9)
(10-10)
Cuando el desplazamiento lateral es ocasionado por un sismo, la fuerza generalizada tiene por valor:
(10-11)
siendo r··g (t)la aceleración del terreno y L el factor de excitación del terremoto definido por
(10-12)
En la ecuación (10-11), Pef (t) representa la carga sísmica efectiva. En el caso sísmico por tanto la ecuación
generalizada del movimiento viene dada por:
(10-13)
El análisis de la respuesta sísmica espectral de sistemas generalizados de 1 grado de libertad, así como el
de sistemas de múltiples grados de libertad será tratado en detalle en las próximas secciones.
El objetivo básico de este método consiste en transformar un sistema de múltiples grados de libertad en
un sistema estructural equivalente de 1 grado de libertad que depende de una coordenada generalizada.
Esta transformación se ilustra esquemáticamente en la figura 10.6, en donde (a) representa la estructura,
(b) la discretización de las masas, (c) la forma deformada y (d) el sistema generalizado de 1 grado de
libertad. X(t)
R(y,t)=f(y)X(t)
X(t)
≡ ≡ K*
M*
y
C*
El grado de precisión de respuesta obtenido mediante esta idealización estructural depende de la forma
deformada asumida. Esta deformada depende a su vez de la esbeltez geométrica de la estructura que se
define mediante la relación H/D, siendo H la altura de la edificación y D su ancho.
La figura 10.7 muestra algunas deformadas típicas comúnmente utilizadas en el análisis dinámico
simplificado de edificios con distintas relaciones geométricas de esbeltez en los que se han concentrado
las masas a lo largo de un eje vertical, y se los ha idealizado como sistemas generalizados de 1 solo grado
de libertad.
Y
X(t)
X(t)
D r(y,t)=f(y) X(t)
y
f(y)=sen p H
(a) H/D £ 1.5 2H
X(t)
H
D r(y,t)=f(y) X(t)
y
f(y)=1-cos p
(c) H/D > 3 2H
D r(y,t)=f(y) X(t)
f(y)=y/H Figura 10.7 Deformadas basadas en la relación
6
(b) 1.5 < H/D £ 3 altura/ancho (adaptado de J.C. Anderson ).
Es importante señalar que la mayoría de los códigos para edificaciones sismorresistentes adoptan como
curva la ecuación de una recta, tal y como se muestra en el caso (b) de la figura 10.7.
10.6.3 Ejemplo 1
La figura 10.8 muestra un edificio aporticado de 4 niveles de concreto armado. La distribución de los
pórticos y su geometría tanto en planta como en alzado es la indicada. Las columnas tienen una sección de
2
35 x 35 cm. La resistencia del concreto es f´c=250 kgf/cm y su módulo de elasticidad es aproximadamente
2
igual a 240.000 kgf/cm . Los pesos son los indicados. Para el análisis suponga que el edificio es de rigidez al
corte.
2.5
4.0
2.5
Tabla 10.1
2 H Nivel Peso Wi
2.5
4.0
4 170 t
1 3 200 t
2 200 t
3.5 1 200 t
4.0
Base
Solución:
a) Relación H/D
En la figura 10.8 se observa que H=11 m y D=8 m. En consecuencia H/D=1,375 < 1.5 (Caso a, figura 10.7).
Por lo tanto supondremos que la deformada es f(y)=sen(p y/2H).
b) Rigidez de piso: Viene dada por la ecuación (10-6) y tiene por valor:
Niveles 4, 3 y 2:
Nivel 1:
c) Masas de piso
Nivel 4:
Niveles 3, 2 y 1:
e) Cantidades generalizadas: La tabla anexa resume los resultados del proceso analítico utilizado.
f) Frecuencia natural:
g) Período fundamental:
El procedimiento descrito en esta sección presenta las siguientes ventajas y/o desventajas:
Ventajas:
• Es un método aproximado sencillo.
• Toma en cuenta la rigidez de las columnas del entrepiso en ambos sentidos.
• Permite adoptar distintas funciones para la deformada.
• El período fundamental puede variar en cada dirección ortogonal. En ese caso, la respuesta espectral
en ambas direcciones es distinta.
• Requiere muy poco esfuerzo de cálculo.
• Da una idea aceptable de la rigidez del edificio, especialmente durante la etapa del anteproyecto.
Desventajas:
• El período fundamental depende de la deformada elegida.
• Se requiere experiencia para la elección de la función deformada.
• El procedimiento supone que las juntas no rotan. Esta hipótesis implica que la estructura sea más
rígida, es decir, el período fundamental obtenido es menor que el período fundamental real.
(10-14)
siendo,
FI = Matriz de fuerzas de inercia (N x 1)
FD = Matriz de fuerzas de amortiguamiento (N x 1)
FS = Matriz de fuerzas de elásticas (N x 1)
P(t) = Matriz de fuerzas de externas (N x 1)
(10-16)
(10-17)
la ecuación (10-14) puede reescribirse en la forma siguiente:
(10-18)
A diferencia del caso estático, el proceso de modelar y concentrar las masas no siempre garantiza que el
análisis dinámico de la estructura converja a una solución. Esto se debe en parte a la naturaleza iterativa
del método de análisis dinámico utilizado, no ocurriendo así en el análisis estático, en donde siempre es
posible encontrar algún tipo de solución aceptable. El término análisis dinámico se refiere al proceso
matemático que resuelve el problema de vibración libre de la estructura en el que se espera encontrar
como solución un grupo de frecuencias de vibración y sus deformadas correspondientes.
El análisis vibratorio consiste en determinar bajo que condiciones la ecuación del movimiento libre no-
amortiguado (10-19) tiene lugar.
Por analogía con los sistemas de 1 grado de libertad, se supondrá que el movimiento de vibración libre es
armónico simple. Extrapolando a sistemas de múltiples grados de libertad, podrá entonces escribirse que:
(10-20)
En esta ecuación, f representa la matriz de las deformadas posibles del sistema, y q un ángulo de fase. Es
importante señalar que la forma de las deformadas no varía con el tiempo. Únicamente varía su amplitud.
Derivando dos veces la ecuación (10-20) con respecto al tiempo se obtiene el vector aceleración del sistema
en vibración libre, y tiene por valor:
(10-21)
Sustituyendo r (t) y r·· (t) en la ecuación del movimiento libre no-amortiguado (10-19) se obtiene entonces:
(10-22)
Simplificando esta ecuación por el término sen ( w t + q ), la ecuación (10-22) finalmente adopta la forma
siguiente:
(10-23)
Puede demostrarse por la regla de Cramer, que el sistema vibra libremente con amplitudes finitas si se
cumple la siguiente condición:
(10-24)
La ecuación (10-24) se conoce como ecuación de frecuencias. Expandiendo el determinante se obtiene una
2
ecuación algebraica de grado N que permite obtener el vector de las N frecuencias w , en donde:
Conocidas las N frecuencias de vibración del sistema pueden evaluarse las amplitudes del movimiento o
deformadas modales asociadas a cada una de las frecuencias del sistema. Así, fn es el vector de la
deformada modal asociada a la frecuencia natural wn del modo n. De esta manera es posible encontrar la
matriz de deformadas modales asociadas a las N frecuencias correspondientes.
(10-25)
Una vez conocidas las frecuencias de vibración, las ecuaciones del movimiento vibratorio asociadas a cada
modo pueden expresarse en función de su frecuencia y de su deformada modal. Así, para el modo de
vibración n se tiene que:
(10-26)
Resulta conveniente recordar que el análisis de vibración libre de un sistema estructural es un caso
particular del problema matricial de autovalores y autovectores, siendo las frecuencias elevadas al
cuadrado los autovalores y las deformadas modales los autovectores.
El proceso es iterativo, existiendo varios procedimientos numéricos para su resolución. Entre los métodos
comúnmente utilizados para la resolución de este problema se citan: el método de Stodola, el método de
Holzer, el método de Householder y los algoritmos QL y QR. Estos métodos son recomendados para el caso
de matrices simétricas, (matriz K, por ejemplo).
Una explicación exhaustiva de estos procedimientos numéricos escapa de los objetivos de este Capítulo y
7,8 ,9,10,11,12
puede encontrarse en los textos especializados de cálculo numérico y álgebra matricial.
Resumiendo, si las condiciones iniciales son impuestas en forma correcta puede lograrse que la estructura
vibre en cualquiera de sus modos naturales, también llamados modos normales o modos principales. Así, en
un modo de vibración natural cualquiera, cada punto en la estructura se mueve armónicamente alrededor
de una posición de equilibrio, o lo que es lo mismo, la frecuencia de la oscilación es la misma para cada
punto de la estructura. Dicha frecuencia es la frecuencia natural de vibración de la estructura asociada al
modo de vibración involucrado.
En otras palabras, se puede entonces imaginar a un modo natural como a un estado deformado en el que
todos los puntos de la estructura vibran de acuerdo a una frecuencia natural única asociada a ese modo.
Una estructura elástica puede vibrar en distintos modos naturales. De hecho, una estructura tiene en
teoría infinitos modos naturales de vibración. Cada modo es distinto de los otros modos, al igual que sus
frecuencias naturales, aunque en algunas ocasiones sus frecuencias naturales son tan próximas que
resulta difícil identificarlos apropiadamente.
(10-27)
T
En esta ecuación, fn es la transpuesta del vector de deformada modal fn del modo n, M es la matriz de
masa del sistema estructural, y I es un vector unitario de orden ( N x 1 ).
La masa efectiva tiene dimensiones de masa y se la puede interpretar como aquella parte de la masa total
del sistema que responde, por separado, en cada modo de vibración. Esta interpretación es
particularmente válida para estructuras en las que las masas de cada nivel se han concentrado a lo largo
de un eje vertical, (ver sección 10.17.4).
El método de Holzer resulta particularmente útil para el análisis de frecuencias y deformadas modales de
edificios con rigidez al corte, en los que se supone que la rigidez de las losas es enorme con respecto a la de
las columnas, de forma tal que los desplazamientos laterales son el resultado de la flexión de las columnas
y en donde las juntas no rotan. En este tipo de sistema estructural la rigidez del entrepiso, es decir la
fuerza requerida para producir un desplazamiento relativo unitario entre dos niveles, tiene por valor
(10-28)
En la ecuación (10-28), I representa el momento de inercia de las Nc columnas del nivel i, y H la altura del
entrepiso. Se supone además que las masas están concentradas en las losas de piso y que el movimiento
del sistema es únicamente de traslación.
Esta propiedad hace posible calcular las fuerzas y los desplazamientos en toda la estructura mediante
aproximaciones sucesivas a partir del extremo libre de la cadena si suponemos en cada caso un valor de
una frecuencia tal que satisfaga las condiciones de apoyo del extremo empotrado.
a b c d e f
La gran ventaja que ofrece el método de Holzer es poder evaluar cualquier modo de vibración
independientemente de los demás. En edificios con rigidez al corte el número de modos de vibración es igual
al número de grados de desplazabilidad lateral, simplificándose de esta manera el esfuerzo operacional.
La figura 10.10 muestra los desplazamientos laterales de un edificio con rigidez al corte de 3 niveles
durante el proceso de evaluación de la deformada del modo 1.
En dicha figura, Ka, Kb y Kc representan la rigidez de cada entrepiso; ma, mb y mc las masas de cada nivel.
Los desplazamientos en cada nivel son ra, rb y rc, mientras que rbase representa el desplazamiento resultante
en la base. La frecuencia de vibración asumida es w1 para el primer modo.
ra=1.00
ma La figura 10.11 muestra los diagramas de
a cuerpo libre de las masas y de las columnas
rb en los que se indican las fuerzas que se
Ka
generan en la estructura al suponer una
mb
frecuencia w1 de vibración e impartir un
b
desplazamiento unitario r1=1,00 en el tope
Kb rc del edificio con rigidez al corte.
mc
c
Kc
Figura 10.10 Deformada resultante del primer modo
base
correspondiente a una frecuencia de vibración w1.
rbase
0
FIa
Va
ra =1.00
Va
a
rb (10-29)
Ka
b
Va
D ra
Va
FIb
rb Vb
Vb
b
rc
Kb (10-30)
c
D rb Vb
Vb
F Ic
rc Vc
Vc
b
(10-31)
Kc
base
rbase Vbase
Figura 10.11 Proceso para la evaluación de las
D rc deformadas del modo 1 en un edificio con rigidez al corte.
De los bloques de ecuaciones (10-29), (10-30) y (10-31) se desprende algo muy interesante. En efecto,
cuando la frecuencia w1=0 se tiene que:
Es decir, cuando w1=0 la estructura se desplaza como un cuerpo rígido (no vibra), siendo todos los
desplazamientos laterales iguales al desplazamiento unitario del nivel superior, tal y como se observa en
la deformada superior izquierda de la figura 10.9.
10.10.1 Ejemplo 2
Con el fin de ilustrar el método mediante un ejemplo sencillo, considérese el edificio de tres plantas con
rigidez al corte mostrado en la figura 10.12 Las rigideces de las columnas de los entrepisos así como los
pesos de las losas son los indicados en la tabla 10.2. Se pide, utilizando el método de Holzer, evaluar la
frecuencia y deformada modal del primer modo de vibración
1 W1
Tabla 10.2
K1
Nivel W mi Ki
2 W2 i (kgf) (Kgf.s2/cm) (Kgf/cm)
K2 1 19.620,00 20 1 x 104
4
3 W3 2 24.525,00 25 2 x 10
4
3 29.430,00 30 3 x 10
K3
base
Figura 10.12
Solución:
La masa en cada nivel se obtiene dividiendo el peso expresado en kgf entre la aceleración de la gravedad
2
g= 981 cm/s . Los valores de masa así obtenidos se encuentran en la tabla 10.2. El procedimiento envuelve
los pasos siguientes:
1. Se inicia el proceso de iteración suponiendo una frecuencia de vibración, w1. Sea, por ejemplo
2
w1 =100, es decir, w1=100 rad/s.
3. Comenzando de arriba hacia abajo, en cada nivel se procede a la evaluación de las ecuaciones (10-29),
(10-30) y (10-31). Así, para el tanteo 1 se tiene que:
Tanteo 1
Nivel 1
Nivel 2
Nivel 3
1.0 1.0
Este resultado indica que un movimiento
armónico del terreno, de amplitud 0,4067 cm a
una frecuencia de 10 rad/s, producirá en el
edificio una vibración de amplitud 1 cm en el
tope del mismo.
Tanteo 2
Nivel 1
Nivel 2
Nivel 3
El lector puede repetir el proceso y fácilmente comprobar que para una frecuencia w1=13,8 rad/s, es decir
2
para w1 =190,44, el valor absoluto del desplazamiento resultante en la base es virtualmente igual a cero,
indicando este hecho que esa frecuencia es la correspondiente al primer modo.
El análisis de edificios con rigidez al corte mediante el método de Holzer es muy sencillo ya que el sistema
en cadena solo tiene un grado de libertad por nivel. Este procedimiento puede formularse matricialmente
11
utilizando un tipo especial de matriz llamada matriz de transferencia .
Estas matrices relacionan los desplazamientos y fuerzas de corte en el extremo de cualquier elemento de
la cadena en función de los desplazamientos y fuerzas de corte en el otro extremo; de allí que el perfil
completo de fuerzas y desplazamientos de la cadena se pueda obtener mediante una secuencia de
multiplicaciones de matrices de transferencia.
La figura 10.15 muestra las fuerzas de corte y los desplazamientos generados entre 2 masas contiguas
concentradas de la cadena del sistema, la masa i y la masa i+1, ambas conectadas entre sí por el tramo
idealizado de columnas sin masa del entrepiso que las une.
(a)
(b)
es decir,
(10-32)
o en forma compacta
(10-33)
Vector de Estado:
En la ecuación (10-33) Pi representa la matriz de punto del nivel i, mientras que Zi y Z'i representan los
vectores de estado de los niveles i e i '.
Matriz de Campo:
Esta matriz realiza la transferencia de las fuerzas de corte y de los desplazamientos a través de los
elementos elásticos (columnas del entrepiso) que unen las masas de dos niveles consecutivos. Así, de la
figura 10.15 se tiene que:
(c)
(d)
En la ecuación (d) el desplazamiento relativo entre los niveles i e i ' viene dado por la relación:
(e)
(f)
(10-34)
o en forma compacta
(10-35)
En la ecuación (10-35), Z 'i representa la matriz de punto del nivel i ' mientras que Fi representa la matriz de
campo de dicho nivel.
En esta ecuación, Ti es la matriz de transferencia del nivel i. Efectuando el producto (ecuación 10-37), la
matriz Ti adopta finalmente la forma:
(10-39)
La figura 10.16 muestra en una estructura tipo cadena, las matrices de estado de un edificio con rigidez al
corte empotrado en su base y libre en el extremo superior.
(10-40)
3 Z3
N-1
N ZN
(10-41)
Base Z base
Si en la ecuación (10-41) se denota al producto de todas las
matrices de transferencia como la matriz Tb, puede entonces
Figura 10.16 Matrices de punto.
escribirse que:
(10-42)
siendo
(10-43)
La matriz Tb es una matriz de transferencia de orden (2 x 2). Reemplazando en ella los valores de las
matrices de estado del tope y de la base , se obtiene
(10-44)
(10-45)
(10-46)
Cuando las condiciones de borde se introducen en la ecuación (10-44) resulta entonces posible resolver,
para cada modo de vibración, el sistema de las N frecuencias de vibración asociadas a los N grados de
libertad del sistema.
En un edificio con rigidez al corte, el extremo superior de la cadena está libre mientras que el extremo
inferior está empotrado. En consecuencia, en este caso los vectores de estado correspondientes adoptan
los valores indicados a continuación:
(10-47) (10-48)
Cuando la frecuencia buscada es la correcta se cumplen entonces las condiciones de borde indicadas en las
ecuaciones (10-47) y (10-48).
Reemplazando estas condiciones de borde en las ecuaciones (10-45) y (10-46) se tiene por tanto que
(10-49)
(10-50)
De todo lo anterior se puede concluir que el desplazamiento en la base rb será cero únicamente si se
cumple que el término t22 es igual a cero; en caso contrario, el proceso debe repetirse con un nuevo valor de
frecuencia hasta cumplir con la condición de borde en la base.
La figura 10.17 resume en un diagrama de flujo los pasos numéricos del procedimiento del método de
transferencia.
Inicio
Modo n=1
1. Suponga wn
4. Calcule
Suponer nuevo NO SI Z 2 = T1 Z 1
valor wn ¿ t22 = 0 ?
Z 3 = T1 Z 2
Zbase = TN ZN
NO
Fin ¿ Otro Modo ?
SI
n= n+1
10.11.1 Ejemplo 3
Evalúe mediante el método de transferencia los períodos asociados a los 2 primeros modos de vibración de
la estructura mostrada en el ejemplo 2.
1. Supongamos que iniciamos el proceso iterativo asignándole a la frecuencia natural del modo 1 el valor
2
w1=10 rad/s, es decir, w1 =100.
2. Calculemos ahora las matrices de transferencia de cada nivel, empezando siempre por el nivel superior
de la estructura y de arriba hacia abajo. Sustituyendo en la ecuación (10-39) los valores de la frecuencia
w1, de la masa mi y de la flexibilidad del entrepiso fi, se obtienen para cada nivel las matrices de
transferencia correspondientes. Así,
Niveles 1, 2 y 3
Al efectuar este triple producto debe cumplirse que el coeficiente t22 tiene que ser igual a cero para
satisfacer las condiciones de empotramiento en la base; sin embargo se observa que el coeficiente t22 ¹ 0.
Es decir,
Este resultado (igual que el obtenido en el ejemplo 2 utilizando el método de Holzer), indica que no se
cumple con la condición de empotramiento; es decir, no se cumple que la matriz de estado en la base sea
En consecuencia, debemos elegir un nuevo valor de la frecuencia w1. El lector puede comprobar
numéricamente los valores indicados en la tabla 10.3.
Una vez calculada la frecuencia del modo 1, se procede a la evaluación de la frecuencia del modo 2. Para ello
debe recordarse que
Es decir, la frecuencia del modo 2 es mayor que la del modo 1. La frecuencia del modo 3 es mayor que la del
modo 2, y así sucesivamente.
Para efectos ilustrativos del ejemplo, supóngase que después de varios tanteos la frecuencia elegida para
2
el modo 2 sea w2=27,39 rad/s , es decir, w2 =750,21
Con esta frecuencia se procede nuevamente al cálculo de las matrices de transferencia, como a continuación
se indica:
El proceso se repite en forma análoga para los niveles 2 y 1. La tabla 10.4 ilustra los resultados numéricos del
proceso.
Tabla 10.4
De esta tabla se desprende que w2=30,49 rad/s Tanteo w1 w12 t22 T (s)
es la frecuencia del modo 2, siendo el período 129 27,39 750,21 -0,38254 0,229
natural correspondiente T2=2p/w2=0,206 s . 150 29,49 869,66 -0,14906 0,213
160 30,49 929,64 -0,00983 0,206
161 30,59 935,75 -0,00499 0,205
Resulta evidente que el método de transferencia es un procedimiento sistemático que requiere, al igual
que el método de Holzer, llevar a cabo un gran número de iteraciones y de operaciones matriciales, que
aunque simples, son tediosas de realizar manualmente, restándole atractivo a tan ingenioso método y
convirtiéndolo en otro método clásico inoperante.
Su uso está limitado a estructuras aporticadas, de rigidez al corte, de acero o de concreto armado. La única
información requerida está relacionada con los siguientes aspectos:
• Identificación del proyecto
• Para cada nivel, y de arriba hacia abajo suministre la siguiente información:
La rigidez de cada entrepiso puede evaluarse con el auxilio del programa USB06C, (Capítulo 9 del libro).
A continuación se muestran algunos ejemplos de aplicación real en la ingeniería llevados a cabo con el
programa USB103.
10.13.1 Ejemplo 4
2 W2
K2
Tabla 10.5
1 W1
Nivel i W (t) Ki (t/m)
3 19,62 1000
2 24,525 2000 K1
1 29,43 3000 base
Figura 10.18
Solución
Observe que la estructura de este ejemplo es idéntica a la de los ejemplos 2 y 3 analizados en las secciones
anteriores. Por conveniencia, las unidades adoptadas para el peso y la rigidez de los niveles están
expresadas en toneladas y en toneladas/metro, (tabla 10.5). Así mismo, la numeración de los niveles es la
comúnmente adoptada en la práctica, es decir, nivel base, nivel 1, nivel 2, y nivel superior 3.
Los resultados del procesamiento de datos así como también los correspondientes a los 3 modos de
vibración requeridos se listan a continuación.
Con el fin de demostrar analíticamente la efectividad del método de transferencia en la detección de zonas
estructuralmente vulnerables, se ha elegido la edificación con rigidez al corte mostrada en la figura
10.20a. En ella, la distribución de los pesos y de las rigideces de los pisos es constante.
Con el fin de establecer una comparación de respuestas, se han analizado además 3 casos adicionales que
hemos identificado como casos b, c, y d.
Para simular la presencia de un piso blando o débil se ha supuesto en el ejemplo que la rigidez de los
entrepisos en esos niveles es igual a un décimo de la rigidez del resto de los niveles. En el ejemplo
K=30.000 t/m y W=170 t.
5
K K
K5= 10 K K
4
K K K K
3
K K K
K3= 10 K
2
K K K K
1
K K K K
K1= 10
Este cambio de rigidez es una práctica usual dentro de la ingeniería y puede verse en múltiples edificios
construidos. Las figuras 10.21 y 10.22 muestran claramente dos edificaciones con esta característica.
Figura 10.21 Piso débil intermedio, Figura 10.22 Piso blando en el nivel Planta Baja,
(Foto J.L. Alonso). (Foto J.L. Alonso).
Solución: A continuación se resume un listado de los resultados obtenidos para los 4 casos analizados
mediante el programa USB103.
De los resultados obtenidos se observa que la masa efectiva modal del modo 1 o modo fundamental es la
más importante de los 5 modos analizados. Por esta razón, se ha elegido la deformada del modo 1 para
detectar las zonas más vulnerables de la edificación, es decir, aquellas zonas en las que el desplazamiento
relativo entre 2 niveles consecutivos es mayor. La figura 10.23 muestra dicha comparación.
Las deformadas del modo 1 mostradas en la figura 10.23 claramente muestran que los máximos
desplazamientos relativos tienen lugar precisamente en aquellos niveles en los que existe una reducción
de la rigidez de las columnas que los unen.
5
K
K5= 10
4
3
K
K3= 10
2
1
K
K1= 10
Estos resultados sugieren la factibilidad de utilizar esta técnica para detectar, de una forma simple, las
zonas que son más vulnerables en una edificación. En el Capítulo 11 se centrará la atención en esta técnica.
En los ejemplos anteriores quedó implícitamente demostrado que el período de un edificio con rigidez al
corte depende (en cada dirección ortogonal) de las siguientes variables:
• Número de pisos.
• Altura del entrepiso.
• Rigidez de las columnas.
• Masa o peso de las losas.
Así, para un edificio con un número N fijo de pisos, el período fundamental T1 aumenta cuando la rigidez
de las columnas disminuye y/o cuando la masa o peso de las losas aumenta.
Por el contrario, para un edificio con un número N fijo de pisos, el período fundamental T1 disminuye
cuando la rigidez de las columnas aumenta y/o cuando la masa o peso de las losas disminuye.
En otras palabras, para un edificio de N pisos, el período fundamental T1 varía en función de la relación
(10-51)
(10-52)
(10-53)
La masa de cada nivel está relacionada directamente con el peso mediante la relación
(10-54)
(10-56)
Con el fin de agilizar el proceso de evaluación del período fundamental T1 de edificios con un número de
pisos variable (N= 3, 5, 8, 10, 15 y 20) se propone un método gráfico para evaluar dicho período en función
de la relación K/W. La figura 10.24 muestra las curvas correspondientes del método propuesto.
De esta manera para un edifico con un número de pisos conocido N y con una relación K/W también
conocida, el período fundamental T1 puede evaluarse directamente utilizando las curvas de la figura 10.24.
Una vez evaluado el período fundamental T1, resulta posible evaluar los períodos T2 y T3 mediante las
siguientes expresiones:
(10-57)
(10-58)
Las unidades utilizadas son: tonelada/metro para la rigidez del entrepiso y toneladas para los pesos. La
aceleración de la gravedad g = 9,81 m/s. A continuación se ilustra el empleo de estas curvas mediante
algunos ejemplos.
900 900
3 5 8 10 15 20 N
N
600 600
Relación K/W
500 2 500
1
400 400
T2 = 0.335 T1
300 T3 = 0.205 T1 300
200 200
100 100
0 0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Período Fundamental T1 (s)
Figura 10.24 Evaluación del período fundamental T1 de edificios con rigidez al corte.
10.14.1 Ejemplo 6
Encuentre, utilizando las curvas de la figura 10.24, los períodos de vibración y las frecuencias asociados a
los 3 primeros modos de vibración de los edificios con rigidez al corte cuyas características se indican en la
tabla 10.6.
Tabla 10.6
Caso N K (t/m) W (t)
a 5 30.000 170
b 5 20.000 170
c 10 35.000 120
d 14 45.000 120
Solución: Utilizando las curvas de la figura 10.24 se obtienen los resultados mostrados en la tabla 10.7.
Tabla 10.7
Método Gráfico (figura 10.24)
Caso N K/W
T1 w1 T2 w2 T3 w3
a 5 176,47 0,53 11,855 0,178 35,299 0,109 57,644
b 5 117,65 0,65 9,666 0,218 28,822 0,133 47,242
c 10 291,67 0,79 7,953 0,265 23,710 0,162 38,785
d 14 375,00 0,96 6,545 0,322 19,513 0,197 31,894
900
3 5 8 10 15 20 N N
600
Relación K/W
14
500 2
1
400
375.00 d
T2 = 0.335 T1
300 c T3 = 0.205 T1
291.67
200
176.47 a
117.65 b
100
0.65
0.53
0.79
0.96
0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Período Fundamental T1 (s)
(10-59)
La tabla 10.8 muestra los valores correspondientes a los períodos y a las frecuencias correspondientes a los
3 primeros modos de vibración evaluados con el programa USB103. Observe el buen grado de similitud
obtenido con el método gráfico propuesto.
Tabla 10.8
Caso N T1 w1 T2 w2 T3 w3
a 5 0,532 11,80 0,182 34.490 0,115 54,414
b 5 0,654 9,60 0,223 28,180 0,141 44,489
c 10 0,795 7,90 0,264 23,795 0,161 38,985
d 14 0,967 6,50 0,322 19,525 0,194 32,401
En las secciones anteriores se han repasado los principios básicos del análisis dinámico de estructuras. Se
discutió la caracterización de sistemas de múltiples grados de libertad como sistemas generalizados de un
solo grado de libertad. Se formularon ecuaciones generales para el análisis de frecuencias y deformadas
modales de sistemas estructurales linealmente elásticos.
Con el fin de facilitar su entendimiento mediante ejemplos sencillos y sin por ello perder generalidad, en
este Capítulo se centró la atención en edificios con rigidez al corte. Se discutió el método de Holzer y el
método de transferencia. Se propuso además un método gráfico para la determinación de los períodos y
las frecuencias asociados a los 3 primeros modos de vibración.
Se ilustró la teoría mediante ejemplos didácticos. Algunos de los resultados obtenidos sugieren la
factibilidad de utilizar las técnicas discutidas para detectar, de una forma sencilla, zonas potencialmente
vulnerables en una edificación ocasionadas, por ejemplo, por una reducción brusca de rigidez en algún
entrepiso o por la presencia de una masa excesiva concentrada en alguno de sus niveles.
En las próximas secciones se discuten los principios básicos del análisis espectral de sistemas de múltiples
grados de libertad. Se plantean las ecuaciones matriciales del equilibrio dinámico y se discuten ejemplos
simples de aplicación. Un tratamiento exhaustivo de estos temas pueden encontrarse en la bibliografía
seleccionada al final del Capítulo.
La ecuación que define el equilibrio dinámico de un sistema estructural linealmente elástico de N grados
de libertad sometido a una excitación sísmica es de la forma:
(10-60)
En esta ecuación, Pef (t) es el vector de fuerza efectiva equivalente definido mediante la relación:
(10-61)
En la ecuación (10-61), I es un vector unitario que realiza la descomposición de la aceleración del terreno
r̈g (t) según las direcciones ortogonales X, Y, Z, (cosenos directores).
En la ecuación (10-60) el vector de fuerza es en cada piso igual al producto de la masa del nivel por la
aceleración de la gravedad con signo contrario. Así, para el nivel i la fuerza equivalente correspondiente
viene dada por la siguiente expresión:
(10-62)
Esto equivale a decir que el vector desplazamiento relativo r(t) de la estructura obtenido al someterla a
una aceleración del terreno ××rg (t) será idéntico al desplazamiento producido en la estructura, con su base
fija, en la que las fuerzas horizontales en cada nivel sean iguales a las expresadas en la ecuación (10-62).
La figura 10.26 ilustra gráficamente esta analogía en una estructura con rigidez al corte.
mN
N rN (t)
Posición
original
mi
-m i ××rg(t) ri(t)
i
=
m2
2
m1
1 r1(t)
××rg(t)
Excitación sísmica Base empotrada Desplazamiento
relativo
Figura 10.25 Sistema de fuerzas equivalentes.
La ecuación diferencial del movimiento (10-60) puede expresarse en función de un grupo de coordenadas
normales generalizadas suponiendo que el vector desplazamiento adopta la forma:
(10-63)
Haciendo uso de las condiciones de ortogonalidad puede desacoplarse la ecuación del movimiento en N
ecuaciones generalizadas asociadas a cada uno de las N frecuencias naturales y de las razones de
T
amortiguamiento crítico correspondientes. En efecto, premultiplicando la ecuación (10-60) por f n , y
recordando que para valores de m distintos a n, se cumple que:
(10-64)
(10-65)
(10-66)
De acuerdo a lo anterior, la ecuación desacoplada del movimiento asociada al modo n adopta por tanto la
forma:
(10-67)
Es decir:
(10-72)
(10-73)
siendo: (10-74)
(10-75)
Finalmente, sustituyendo en la ecuación (10-73) el valor de la fuerza generalizada P*n (t) por su valor, la
ecuación del movimiento en el modo n de un sistema de N grados de libertad, toma finalmente la forma:
(10-76)
en donde: (10-77)
(10-78)
En esta ecuación hemos deliberadamente omitido el signo negativo de la fuerza efectiva ya que dicho
signo no afecta en nada al registro de aceleraciones.
(10-79)
Una vez determinado el valor de la coordenada generalizada para cada modo, pueden obtenerse a partir
de ella los valores de respuesta del sistema estructural.
(10-80)
Esta ecuación representa la superposición de las contribuciones de respuesta de cada modo. En general,
las mayores contribuciones modales son aquellas relacionadas a las frecuencias menores, observándose
una disminución de su contribución a medida que aumenta el valor de las frecuencias. En la ecuación (10-
El vector de fuerzas elásticas que resisten los desplazamientos así producidos en la estructura se obtiene
directamente a partir de la ecuación de equilibrio estático siguiente:
(10-81)
En esta ecuación, cada triple producto representa el vector fuerza lateral asociado a cada uno de los modos
de vibración. Así, para el modo n, se tiene que
(10-82)
Recordando que la ecuación del movimiento vibratorio del modo n (ecuación 10-23) viene dada por la
relación:
(10-83)
Sustituyendo este valor en la ecuación (10-82), el vector Fsn ( t ) puede escribirse como:
(10-84)
En esta ecuación, wn2 Yn (t) representa la amplitud modal del modo n pre-multiplicada por el cuadrado de la
frecuencia modal correspondiente.
Finalmente, reemplazando en esta ecuación el valor Yn(t) obtenido en la ecuación (10-79) se tiene entonces
que el vector de fuerzas elásticas asociado al modo n toma la forma:
(10-85)
Se obtiene por sumatoria de las fuerzas elásticas de los N pisos. De esta forma, el vector de fuerzas de corte
vn(t) asociado al modo n viene dado por la relación:
(10-86)
(10-87)
La fuerza de corte basal puede evaluarse sumando las fuerzas laterales de cada nivel mediante la siguiente
relación:
(10-88)
T
En esta ecuación [1] representa un vector fila cuyos coeficientes son todos iguales a 1.
Sustituyendo en la ecuación (10-88) el valor del vector de fuerza lateral Fs(t) obtenido en la ecuación (10-
85) se tiene que:
(10-89)
T
Ya que el producto [1] M f es un escalar, puede reemplazarse su valor por la transpuesta de su producto.
n
Es decir:
(10-90)
T
Como la matriz M es diagonal, se cumple que M = M . Por lo tanto,
(10-91)
Reemplazando este triple producto por Ln, la ecuación (10-89) adopta la forma:
(10-92)
finalmente, sustituyendo en la ecuación (10-92) el valor de Yn (t) dado en la ecuación (10-79), el corte basal
adopta la forma (N es el número de pisos):
(10-93)
El coeficiente Ln2 / Mn* representa la masa efectiva total del modo n, (ecuación 10-27).
Puede fácilmente
10
demostrarse que la suma de todas las masas efectivas modales es igual a la masa total del
sistema . De ahí que cada una de las contribuciones modales de corte basal (ecuación 10-93) pueda
interpretarse como la reacción que ofrece la masa modal a la aceleración efectiva modal del terreno wn Vn (t).
(10-94)
Si la masa es una matriz diagonal, el factor de participación modal adopta la forma siguiente:
(10-95)
En esta ecuación, mi representa la masa del nivel i, y fin la deformada del modo n asociada a dicho nivel.
Este factor representa la contribución del modo n a la respuesta total del sistema. Observe que este factor
puede ser positivo o negativo.
En el análisis dinámico se calculan los modos y frecuencias de vibración del modelo. Esto es un
prerrequisito para la evaluación del análisis de respuesta espectral. En este método se hace uso de esas
frecuencias y deformadas modales para calcular las fuerzas, esfuerzos y desplazamientos del modelo.
En el método de análisis de respuesta espectral, cada uno de los modos del modelo se considera como un
sistema generalizado independiente de un grado de libertad en el que las máximas respuestas son
evaluadas por separado. Estas respuestas dependen de la dirección de aplicación del espectro
seleccionado. Finalmente, se combinan los valores de estas respuestas modales de una forma apropiada a
fin de obtener una respuesta global de la estructura como conjunto.
La masa efectiva modal (ecuación 10-27) refleja qué tanto participa cada modo de vibración en la respuesta
espectral del modelo. No todos los modos de vibración tienen la misma participación modal.
(usualmente espectros de aceleración), y además del grado de acoplamiento existente entre los modos de
traslación y los modos torsionales.
Debe tomarse en cuenta que el número de modos utilizados en el análisis espectral debe como mínimo
representar el 90% de la masa total de la estructura.
Un modo será más importante a medida que su participación sea mayor. En un modelo tridimensional, el
primer modo de vibración no tiene por qué ser el más importante. Por ejemplo, si el primer modo refleja
un movimiento del modelo según la dirección global Y, su participación será casi nula si la dirección
escogida para el espectro es la dirección global X, es decir, si el sismo se considera en la dirección X.
Los valores de respuesta alcanzan sus máximos valores cuando en cada modo la coordenada generalizada
Yn (t) alcanza su valor máximo. Es decir, (ecuación 10-79):
(10-96)
Recordemos además que la seudo velocidad y la seudo aceleración están relacionadas mediante la
expresión (ecuación 2-59):
(10-98)
Sustituyendo en la ecuación (10-96) el valor de la seudo velocidad asociada al modo n se tiene que:
(10-99)
o lo que es lo mismo
(10-100)
Recordando ahora que la relación Ln2 / Mn* es el factor de participación modal an, puede finalmente
escribirse que:
(10-101)
De esta ecuación se desprende que la respuesta máxima del sistema estructural en cada modo de
vibración es proporcional a las ordenadas del espectro de seudo aceleraciones, y por lo tanto depende de
su forma. Así, en el modo n, las ordenadas del espectro de aceleración son las asociadas a la frecuencia
natural wn, o lo que es lo mismo al período natural Tn, siendo Tn=2p/wn. Depende además del factor de
participación modal.
Sustituyendo el valor de Yn(máx) en las ecuaciones correspondientes se obtienen para cada modo los
siguientes valores máximos de respuesta:
siendo: (10-106)
En la ecuación (10-106), hN , hN-1, hN-2 ,… etc., son las alturas de cada uno de los niveles de la estructura
medidas hasta el nivel base, y S una matriz triangular inferior unitaria de orden N x N.
Los valores de respuesta utilizados en el diseño se determinan mediante una combinación de los
respectivos valores máximos modales.
Las respuestas máximas modales no pueden sumarse directamente, ya que éstas no ocurren al mismo
tiempo. Sumar estos valores en valor absoluto daría como resultado una respuesta muy conservadora y
antieconómica.
En la práctica se utilizan procedimientos estadísticos que permiten combinar de una forma más realista
las máximas respuestas modales. Entre ellos:
1
1. Raíz cuadrada de la suma de los cuadrados
Esta combinación conocida como SRSS (del inglés Square Root of the Sum of the Squares) evalúa la
máxima respuesta (desplazamientos, cortes, momentos, etc) mediante una relación del tipo:
(10-107)
En esta ecuación, çXin çrepresenta el valor absoluto de la respuesta máxima espectral en la dirección i
asociada al modo de vibración n.
Este método de combinación modal, también llamado el método de la respuesta probable, generalmente
da buenos resultados en sistemas estructurales con frecuencias naturales bien separadas.
Originalmente este método fue desarrollado para el análisis de estructuras en 2 dimensiones. En este
tipo de modelo estructural las frecuencias están bien definidas y separadas.
Ahora bien, en el análisis de estructuras en 3 dimensiones puede ocurrir que algunas de las frecuencias
asociadas a los modos de vibración según distintas direcciones tengan frecuencias naturales similares.
En estos casos, el método SRSS puede producir resultados poco conservadores.
Del inglés Complete Quadratic Combination, es un procedimiento especialmente apropiado para sistemas
13
con frecuencias naturales muy próximas. Fue desarrollado por Wilson, Der Kiureghian y Bayo .
Es un método más general de combinación de las máximas respuestas espectrales. En estos casos se
toma en cuenta la interacción modal introduciendo en la ecuación un término adicional afectado por
coeficientes de correlación entre los modos, los cuales varían de 0 a 1. De ahí que pueda decirse que el
método SRSS es un caso en particular de la combinación cuadrática completa cuando estos coeficientes
son iguales a cero.
4. Combinación Humar
15
Fue propuesto por Humar y es particularmente apropiado para la evaluación de la respuesta
torsional sísmica de edificios asimétricos. Tiene cierta similitud con el método DSC pero difiere en la
duración S de la parte central del movimiento fuerte del acelerograma. Supone además que la razón de
amortiguamiento crítico x para cada modo es la misma.
16
Estudios recientes han demostrado que cuando dos frecuencias asociadas a dos modos de vibración,
presentan una diferencia superior al 20%, todos los métodos convergen a la combinación SRRS.
Una explicación exhaustiva de los procedimientos citados puede encontrarse en las referencias
correspondientes.
2
La norma venezolana , plantea que el corte basal y la fuerza cortante en cada nivel se determinarán por
combinación de los respectivos valores modales utilizando para ello el método de la raíz cuadrada de la
suma de los cuadrados de cada valor modal o por la combinación cuadrática completa.
Supóngase que estamos interesados en evaluar los desplazamientos horizontales producidos en cada
nivel al someter esa estructura a un evento sísmico real utilizando para ello el método de combinación de
la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados.
Para efectos de este ejemplo, hemos elegido como solicitación sísmica los registros obtenidos
17
instrumentalmente en el terremoto de San Francisco de 1957 mostrados en el perfil litológico de la figura 10.27 .
A pesar de que la magnitud de ese sismo fue relativamente pequeña y los daños observados fueron de
poca importancia, ese evento es quizás uno de los eventos más documentados en la literatura, tanto desde
el punto de vista de la disponibilidad de registros de aceleración como también de la disponibilidad de las
características litológicas de los depósitos de suelo donde se obtuvieron los registros.
La distancia entre ambos depósitos es aproximadamente igual a 1,4 km. La distancia epicentral del evento
fue de 11 km. La razón de amortiguamiento crítico seleccionada es x=5% .
Los coeficientes de la matriz de masa se obtienen dividiendo los pesos de cada nivel por la aceleración de la
gravedad. Así:
0.5 0.5
x = 5% x = 5%
0.4 0.4
Espectro suavizado
0.3 0.3
Espectro real
0.2 0.2 Espectro suavizado
Espectro real
0.1 0.1
0.0 0.0
0 0.5 1.0 1.5 2.0 0 0.5 1.0 1.5 2.0
Modo 3
Modo 2
Modo 1
Modo 3
Modo 2
Modo 1
0.15 0.15
Máx Aceleración (g)
0.10g 0.10g
0.10 0.10
0.05 0.05
0.00 0.00
Mason and
Pine Streets
State
Building
0 0
Roca
Profundidad (m)
30 30
60 Arcilla arenosa 60
Arena
90 90
17
Figura 10.27 condiciones del suelo y espectros de aceleración. Terremoto de San Francisco, 1957 .
m
Expresando estos resultados en forma matricial se obtiene la matriz de masa M.
Etapa 2:
Las frecuencias y deformadas modales se calcularon en el ejemplo 4 de la sección 10.13.1, y tienen por
valor:
31
La tabla siguiente muestra los valores de aceleración espectral Sa asociados a los 3 modos de vibración de
la estructura para cada uno de los depósitos considerados en el ejemplo. Fueron obtenidos directamente a
partir de los espectros de aceleración correspondientes de la figura 10.27.
Aceleración espectral Sa (g )
Recordemos que para valores de la razón de amortiguamiento crítico x £ 20% la aceleración espectral
absoluta Sa es virtualmente igual a la seudo aceleración Psa, (véase ecuación (2-69) del libro). Por este
motivo, se utilizará indistintamente cualquiera de estos términos.
Los valores máximos de las coordenadas generalizadas se obtienen, para cada modo, a partir de la
ecuación (10-101). En esta ecuación, los valores de la aceleración espectral son los mostrados en la etapa 5.
2
Expresando ahora la aceleración de la gravedad en cm/s se obtienen finalmente los valores siguientes:
Coordenada Yn ( máx)
Modo 2
Nivel fi n Roca Suelo rígido
No. n=2 (-0,150) fi n (-0,163) fi n
3 1,000 -0,150 -0,163
2 -0,859 0,129 0,140
1 -0,790 0,119 0,129
Modo 3
Nivel fi n Roca Suelo rígido
No. n=3 (0,0077) fi n (0,007) fi n
3 1,000 0,0077 0,007
2 -3,477 -0,0268 -0,0243
1 4,015 0,0309 0,0281
Utilizando la combinación de la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados pueden obtenerse los
desplazamientos máximos probables en cada nivel. Así, en el depósito 1 (roca) se tiene que:
Nivel 3:
Nivel 2:
Nivel 1:
Nivel 3:
Nivel 2:
Nivel 1:
En las secciones anteriores quedó claramente demostrado, mediante ejemplos reales, que la utilización de
la técnica del análisis modal es una herramienta gráfica muy eficiente para la simulación e identificación
de las deficiencias o puntos débiles de las edificaciones durante la acción de un sismo. Esta aplicación será
ampliada en el Capítulo 11 del libro.
Con el fin de familiarizar al lector con el análisis modal hemos seleccionado un método iterativo
relativamente sencillo que le permite evaluar con el auxilio de un computador personal las frecuencias y
deformadas modales de edificios con rigidez al corte mediante el método de transferencia. En el Apéndice
A se incluye el listado de un programa escrito en lenguaje QBASIC elaborado para este fin.
García, R. L.E, (1998), Dinámica Estructural Aplicada al Diseño Sísmico, Universidad de Los Andes, Facultad
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13
Wilson, E. L., Der Kiureghian, A., and Bayo, E.P., (1981), A Replacement for the SRSS Method in Seismic
Analisys, Earthquake Engineering and structural Dynamics, 9 (2): 187-94.
14
Rosenblueth, E., and Elorduy, J., (1969), Responses of Linear Systems to Certain Transient Disturbances,
Proceeding of the Fourth World Conference on Earthquake Engineering, Santiago de Chile, Vol I, A-1, pp.
185-96.
15
Humar, J.L., (1984), Design for Seismic Torsional Forces, Canadian Journal of Civil Engineering, 11(2):150-63.
16
Carr, A.J. (1994), Dynamic Analysis of Structures, Bulletin of the New Zealand National Society for
Earthquake Engineering, 27(2):129-46.
17
Seed, H.B., (1969), The Influence of Local Soil Conditions on Earthquake Damage, State of the Art Lecture, Soil
Dynamics, Specialty Conference. México City, August.
11
11.1 Introducción
11.2 Entrepiso Blando
11.3 Efecto de Planta Irregular. Torsión
11.4 Discontinuidad de Rigidez
11.5 Efecto de Columna Corta
11.6 Influencia de la Tabiquería
11.7 Aplicación a la Adecuación Estructural de Edificaciones
11.8 Adecuación Estructural de la Unidad Educativa las
Mercedes
11.9 Adecuación Estructural de la Aduana Inglesa
11.10 Técnicas de Adecuación Estructural Utilizadas
11.11 Materiales Utilizados en el Reforzamiento Estructural
11.12 Consideraciones Adicionales
11.13 Bibliografía Seleccionada
pietrovitali@hotmail.com 20 Dec 2018
Reforzamiento
estructural de los
niveles 35, 36 y 37
del Centro Financiero
Provincial, BBVA,
(Foto J.L. Alonso).
11.1 INTRODUCCIÓN
El análisis dinámico de estructuras mediante la técnica del análisis modal elimina la variable tiempo del
proceso. En otras palabras este método separa el modelo estructural y sus frecuencias naturales y
deformadas modales correspondientes de la etapa del análisis que involucra la identificación y generación
de la amenaza sísmica o sismo de diseño que pretende caracterizar la respuesta dinámica del sitio.
El análisis de frecuencias y deformadas modales no debe ser considerado únicamente como una técnica
matemática de resolución del problema de autovalores. Al contrario, ofrece muchas ventajas al ingeniero
proyectista, entre las que cabe destacar: a) permite identificar aquellas deformadas modales que por su
mayor participación, describen más acertadamente las posibles deficiencias o puntos débiles de la
configuración estructural analizada, y b) en edificaciones existentes que son sísmicamente vulnerables,
esta técnica facilita la selección de la alternativa de adecuación o reforzamiento estructural más
conveniente.
Haciendo uso de la técnica del análisis modal, en este Capítulo se analizan ejemplos que muestran
claramente la influencia de algunos de los factores que más negativamente inciden en la respuesta
dinámica estructural. En ellos se ha hecho hincapié fundamentalmente en la influencia que han ejercido
ciertas configuraciones estructurales, usualmente impuestas por requerimientos arquitectónicos, en el
pésimo desempeño de edificaciones que han sido severamente dañadas durante sismos recientes. Se
comprueba la efectividad del método analizando edificaciones que colapsaron en el sismo de Cariaco del 9
de julio de 1997. Todas las fotografías mostradas en este Capítulo fueron tomadas por el autor, excepto que
se indique lo contrario.
En el Capítulo 6 del libro se mostraron ejemplos de edificaciones que habían sido seriamente afectadas
durante la acción de sismos cuando dos o más niveles consecutivos diferían notablemente en resistencia y
en rigidez.
Con el fin de investigar cual es la influencia que ejerce en el comportamiento de una edificación de planta
regular la incorporación de un piso blando, se han analizado tres estructuras conformadas por pórticos de
concreto armado con las siguientes características, (ver figura 11.1):
El objetivo básico es simular analíticamente el efecto que puede producir en una edificación la exclusión
de la tabiquería en esos niveles. Este tipo de práctica fue una de las causantes del gran daño estructural
que se observó en edificios durante el terremoto de Caracas del 29 de julio de 1967.
Para ello, se consideró hipotéticamente que el módulo de elasticidad del concreto de las columnas en los
entrepisos blandos es igual al 10% del valor del módulo de elasticidad del resto de las columnas.
En todos los casos analizados se utilizó el mismo modelo tridimensional y las mismas cargas, cambiando
únicamente la rigidez del piso en cuestión según la ubicación del piso blando que se quería analizar. Para
el análisis dinámico se consideró la combinación de la carga permanente más un por ciento de la carga
variable. En nuestro caso:
La tabla 11.2 contiene una comparación de los períodos de vibración y los factores de participación modal
correspondientes a los 8 primeros modos de vibración.
De los resultados de esta tabla se desprende que los primeros 2 modos de vibración son los que aportan
mayor participación modal, especialmente en la estructura tipo C, con un entrepiso blando entre los
niveles 0 y 1.
En esta tabla se observa además que la incorporación de pisos blandos flexibiliza la estructura como era
lógico esperar. Pero lo más significativo se desprende al comparar las deformadas modales en cada uno de
los pórticos analizados.
La figura 11.1 muestra a titulo ilustrativo, las deformadas modales de los 2 primeros modos de vibración
(en las direcciones ortogonales X y Z) correspondientes a las estructuras A, B y C analizadas.
Mode Shape 2 (.901 Sec) Mode Shape 2 (1.325 Sec) Mode Shape 2 (1.913 Sec)
1. En la edificación tipo A, las deformadas de los dos modos de vibración mostrados son curvas suaves
que no presentan cambios bruscos en sus amplitudes, típicas de una estructura con una distribución
uniforme de rigideces, en la que la diferencia de amplitudes entre los niveles consecutivos es gradual.
2. En la edificación tipo B, por el contrario, se observa que la amplitud relativa máxima de las deformadas
entre dos niveles consecutivos tiene lugar precisamente en el entrepiso intermedio en el cual las
columnas son menos rígidas (niveles 3 y 4). Es decir, en esta zona se crea el efecto de un entrepiso
blando en el que la amplitud de la deformación relativa entre dichos niveles es aproximadamente igual
al 60% de la deformación lateral total del edificio.
3. En forma similar, en la edificación tipo C, se observa que la amplitud relativa máxima entre los niveles
de la estructura tiene lugar en el nivel planta baja, entre el nivel 1 y el empotramiento de las columnas,
en la zona de columnas menos rígidas, propiciando la condición de un entrepiso blando en ese nivel.
Este ejemplo demuestra claramente la efectividad de la técnica del análisis modal en la identificación de
las zonas más vulnerables del sistema estructural estudiado, sugiriendo estos resultados la factibilidad de
que dicha técnica pueda utilizarse con éxito en la localización de zonas potencialmente vulnerables de
sistemas estructurales más complejos.
Modulo B
Junta
Estructural
Modulo A Modulo B
Junta
Estructural
Modulo A
Figura 11.4 Modelo tridimensional de la U.E. Las Mercedes, similar estructuralmente a la U.E. Raimundo
datos los correspondientes a otra edificación similar, la unidad educativa Las Mercedes, ubicada en Río
Chico, estado Miranda, en una zona de alta sismicidad y también fundada sobre un suelo blando.
Los 2 módulos estaban separados entre sí por una junta estructural tal como se muestra en la figura 11.4,
en la que se aprecia una isometría del conjunto, los dos módulos por separado y la ubicación de la
tabiquería en las fachadas.
La figura 11.5 muestra una vista en planta de la deformada torsional resultante obtenida a partir del
análisis dinámico. Obsérvese el enorme efecto de torsión y el desplazamiento relativo en la junta
estructural así obtenidos durante el análisis.
La figura 11.6 muestra una isometría parcial del modelo en el que se observa claramente la torsión del
conjunto y el desplazamiento relativo de los módulos en la junta.
En dicha figura se aprecia que en el modelo se ha incluido la tabiquería contribuyente, es decir aquellos
tabiques de mampostería que están ubicados entre columnas y por tanto aportan rigidez a la edificación.
Se observa además la inclusión de los volados en las fachadas.
En las figuras 11.7 y 11.8 se puede nuevamente observar el enorme desplazamiento generado en la junta
estructural que separa los dos módulos estructurales de la edificación. Comparando estas dos figuras se
aprecia la gran similitud obtenida entre el modelo analítico utilizado y la edificación real.
De todo lo anterior se desprende que el comportamiento de la edificación pudo ser modelado con gran
acierto, indicando este hecho que la metodología de análisis modal utilizada permite detectar con un margen
más que aceptable de precisión, las zonas vulnerables de una edificación, aún antes de que ocurra un sismo.
La segunda edificación analizada es el edificio Miramar. Esta edificación estaba ubicada en la ciudad de
Cumaná y también aparece reseñada en el Capítulo 12 dedicado al terremoto de Cariaco de 1997. Su
colapso fue total como se puede apreciar en la figura 11.9.
Esta condición suele propiciarse cuando las paredes de mampostería ubicadas entre columnas de un
mismo nivel no cubren toda su altura, por ejemplo para permitir la colocación de ventanas en la parte
superior, (véase la sección 6.12 del libro).
En esa figura se muestra la fachada principal y los pasillos de circulación de uno de los módulos de aulas.
Se puede apreciar además el efecto desfavorable de columna cautiva originado en ambos niveles de la
edificación como consecuencia de la presencia de tabiques de mampostería confinados a 2/3 de la altura
de las columnas y puertas de acceso a las aulas, (ver también las figuras 12.61, 12.66 y 12.67 del Capítulo
12 del libro).
Junta
Modulo de Cuerpo B
Cuerpo A
escaleras
Figura 11.17 Fachadas principales del conjunto y módulo de escaleras adosado al cuerpo A.
En la elaboración del modelo analítico se reprodujeron fielmente las medidas, secciones de los miembros,
ubicación de la tabiquería contribuyente, tipo de material de cerramiento y calidad del concreto obtenida
mediante ensayos de campo en el colegio Pedro Elías Marcano. Esto fue necesario ya que no se dispuso de
la Memoria Descriptiva de la edificación Valentín Valiente.
Resulta importante señalar que edificaciones escolares con esta misma tipología estructural se
encuentran diseminadas en todo el territorio Nacional, hecho éste muy preocupante, pues dichas
edificaciones son muy vulnerables.
Cada módulo, el A y el B, se compone de siete pórticos transversales separados entre sí a 4,50 m, con vigas
de carga altas en una sola dirección (sentido corto), con una luz de 6,10 m entre columnas y volados de 2,15
m en cada extremo.
En la otra dirección (sentido largo), existen dos pórticos sin ningún tipo de vigas de amarre, unidos entre sí
únicamente mediante los nervios de la losa nervada.
Como dijimos anteriormente, la escalera está adosada al cuerpo A, y se apoya directamente sobre los
voladizos de los niveles 1 y 2, lo cual hace que la planta de este módulo sea muy irregular. Obsérvese la
condición de columna cautiva generada en la parte inferior del módulo de escaleras, (figura 11.18). En el
caso del cuerpo B, la planta es regular y está separada mediante una junta estructural del módulo de
escaleras y del cuerpo A.
En los pórticos de las fachadas posteriores de ambos módulos, en los niveles 1 y 2, existe entre las
columnas un banquillo de concreto armado, con un tramo en volado, (viga de sección T), a una distancia de
En el análisis dinámico del modelo Figura 11.18 Unidad educativa gemela Pedro Elías M. Tunapuy.
mostrado en las figuras 11.17
(fachada principal) y 11.20 (fachada
posterior), se tomó en cuenta: la
tabiquería contribuyente en la
fachada principal, la ubicación de las
paredes divisorias de las aulas (altura
completa), la ubicación del módulo de
escaleras, de su tabiquería y la
presencia de los banquillos entre
columnas. Se despreció la influencia
de las fachadas conformadas por
bloques de ventilación ubicadas en
los extremos de los volados y la
influencia de las paredes de bloques
ubicadas en la planta baja no
interconectadas a las columnas de los
pórticos, por ser despreciable su
aporte a la rigidez del conjunto.
Figura 11.19 Banquillo de concreto armado en forma de T.
Las figuras 11.21 y 11.22 muestran
dos vistas de la deformada del cuerpo A correspondiente al primer modo de vibración. En ellas claramente
se observa la formación de columnas cortas o cautivas, tanto en la fachada principal como en la unión de
los banquillos y las columnas en la fachada posterior.
La figura 11.23 muestra una vista de la fachada posterior de los cuerpos A y B. En ella se observa la
deformada del cuerpo B asociada a su primer modo de vibración, similar al mecanismo de colapso
observado en la unidad educativa Valentín Valiente.
Cuerpo A
Cuerpo B
Figura 11.20 Isometría del conjunto mostrando la ubicación de los banquillos entre columnas
Figura 11.21 Deformada del modo 1 mostrando la formación de las columnas cortas en la fachada principal.
Cuerpo A
Cuerpo B
La tabla 11.3 anexa muestra los resultados del análisis modal, correspondientes a 30 modos de vibración
de este modelo analizado.
Tabla 11.3 Datos de Respuesta Espectral. U.E. Pedro Elías Marcano (Con Tabiquería)
X Direction Spectra : "UBC 97, Parametric Design Spectra, Ca = 0,46592; Cv = 1,1648"
Modal Combination Method : "CQC". Damping Ratio : "5 Percent"
Y Direction Spectra : "UBC 97, Parametric Design Spectra, Ca = 0,46592; Cv = 1,1648"
Modal Combination Method : "CQC". Damping Ratio : "5 Percent"
Z Direction Spectra : "UBC 97, Parametric Design Spectra, Ca = 0,46592; Cv = 1,1648"
Modal Combination Method : "CQC". Damping Ratio : "5 Percent”
Modo Frecuencia (Hz) Período (s) X Y Z
1 3,39351 0,29468 79,864 0,004
2 8,04669 0,124275 7,115 0,094 0,001
3 8,43231 0,118591 0,004 1,325 0,008
4 8,85844 0,112887 0,002
5 8,9856 0,111289 0,002
6 9,16237 0,109142 0,083 0,016
7 9,70883 0,102999 0,273 0,292 0,005
8 9,96623 0,100339 1,436 0,001 0,003
9 10,0215 0,0997854 0,023 0,008 0,003
10 10,1192 0,0988218 0,017 0,003
11 10,1493 0,0985288 0,037 0,014
12 10,2629 0,0974386 0,038 0,244 0,111
13 10,3617 0,096509 0,006 0,037 0,003
14 10,4242 0,0959304 0,005 0,006 0,014
15 10,5313 0,0949547 0,018 0,033 0,001
16 10,6095 0,094255 0,18 0,007
17 10,7445 0,0930705 0,003 0,002
18 10,9967 0,0909361 0,025 0,005 0,009
19 11,3891 0,0878031 0,006 0,086
20 11,501 0,0869489 0,423 0,001
21 11,7008 0,0854641 0,002 0,018 0,104
22 11,7549 0,0850711 0,001 0,081 0,442
23 11,7961 0,084774 0,012 0,126 0,418
24 11,876 0,0842032 0,004 0,036 0,221
25 11,9065 0,0839879 0,406 0,08
26 11,9606 0,0836075 0,029 1,382 0,014
27 11,9838 0,0834459 0,008 1,283 0,013
28 12,1862 0,08206 0,001 0,106
29 12,2808 0,081428 0,001 0,011 0,048
30 12,2954 0,0813314 0,05 0,106
Total: 89,111 6,078 1,719
Por otra parte, la figura 11.24 nos muestra una vista desde el interior de la estructura colapsada, en la cual
podemos apreciar el estado en que quedaron la columna, el banquillo auxiliar y la viga del techo después
del sismo. La falla de la columna mostrada se debió fundamentalmente a un efecto combinado de columna
cautiva y al desplazamiento de la losa.
2
de escaleras adosado al módulo A fue de 84 kgf/cm , valor éste por demás muy bajo.
Estos resultados parecen indicar que el concreto de esa edificación pudo estar fisurado a consecuencia de
los sismos que han ocurrido en esa zona, por demás muy próxima a la falla El Pilar Casanay, aunque
tampoco se descarta una calidad constructiva deficiente.
La resistencia del concreto en la edificación colapsada Valentín Valiente ha debido ser también bastante
baja. De hecho, se observaron cantos rodados de gran diámetro en algunos de los elementos estructurales
ubicados entre los escombros.
Las barras del acero de refuerzo de la edificación P.E. Marcano no presentaron evidencias de corrosión, con
excepción de las barras próximas a los extremos de las losas en volado, que evidenciaron gran deterioro
por tener muy poco recubrimiento, y al no existir gotero perimetral estaban expuestas a la lluvia.
Debido a que ambas unidades educativas tenían una configuración estructural y una distribución de
tabiques muy similares, y tomando además en cuenta que fueron construidas muy probablemente en la
misma época, (como parte de un plan nacional de construcción masiva de estructuras típicas destinadas
al uso escolar), podemos concluir que los resultados del análisis dinámico llevado a cabo en la edificación
P.E. Marcano son similares a los que se hubieran obtenido en la U.E. Valentín Valiente antes de que ésta
hubiese colapsado. De hecho, las deformadas modales obtenidas, mostradas en las figuras de la 11.21 a la
11.23, así lo confirman.
Es probable que más de uno se pregunte ¿cuál es el objetivo de dedicar tanto esfuerzo al estudio del
comportamiento de una edificación tan pequeña? La respuesta es simple. Se pretende sacar lecciones
sencillas basadas en el comportamiento sísmico de una edificación real que puedan ser de utilidad
práctica al ingeniero.
Recordemos que en el proceso del análisis y diseño estructural, generalmente no se toma en cuenta la
influencia que la tabiquería ejerce en la rigidez de la edificación. Tan solo se la considera como una carga
2
permanente distribuida, usualmente expresada en kgf/m o en kgf/m (en el caso de paredes sobre las
vigas, cuya ubicación esté muy bien definida), que debe sumarse al peso propio de los elementos
estructurales y demás cargas permanentes presentes, (revestimientos, frisos, impermeabilizaciones,
etc.).
Esta práctica puede traer errores en la respuesta dinámica de la edificación que fácilmente pueden superar
el 100%. Esto es particularmente notorio en edificaciones de pocos niveles conformadas por pórticos de
concreto armado con columnas de poca sección, siendo aún más crítico en el caso de estructuras
metálicas. Es decir, esas edificaciones a las que no se les presta mucha atención.
Con el fin de demostrar mediante un ejemplo este hecho tan significativo, se llevó a cabo un nuevo análisis
dinámico de la unidad educativa P.E. Marcano en el cuál se suprimió del modelo la presencia de la
tabiquería.
La tabla 11.4 muestra un resumen de los períodos y porcentajes de participación modal obtenidos en el
modelo sin tabiquería.
Tabla 11.4 Datos de Respuesta Espectral. U.E. Pedro Elías Marcano (Sin Tabiquería)
X Direction Spectra : "UBC 97, Parametric Design Spectra, Ca = 0,46592; Cv = 1,1648"
Modal Combination Method : "CQC". Damping Ratio : "5 Percent"
Y Direction Spectra : "UBC 97, Parametric Design Spectra, Ca = 0,46592; Cv = 1,1648"
Modal Combination Method : "CQC". Damping Ratio : "5 Percent"
Z Direction Spectra : "UBC 97, Parametric Design Spectra, Ca = 0,46592; Cv = 1,1648"
Modal Combination Method : "CQC". Damping Ratio : "5 Percent”
Las figuras 11.26 (a, b, c y d) muestran las deformadas modales del modelo sin tabiquería asociadas a los
modos de mayor participación modal (en este caso pertenecientes a los 4 primeros modos). En las figuras
11.26b (modo 2) y 11.25c (modo 3) se han omitido intencionalmente en el dibujo las losas de los niveles 1 y
2 con el fin de facilitar la visualización de los modos torsionales.
De la comparación de los resultados presentados en la tabla 11.4 y en las figuras 11.26 (a, b, c, y d) se
pueden sacar conclusiones muy interesantes.
En efecto, como era de esperarse, este modelo es mucho más flexible que aquel en el que se incluye la
tabiquería en el análisis. Esto se puede apreciar fácilmente observando la tabla 11.5. Para efectos de esta
discusión en esa tabla se han incluido únicamente la influencia de los dos primeros modos de vibración:
según la dirección X (sentido largo) y según la dirección ortogonal Z (sentido corto).
Por ejemplo, considerando únicamente el modo fundamental según la dirección horizontal X se observa
que la relación de períodos es igual a 2,51. En otras palabras, la edificación sin tabiquería es dos veces y
media más flexible en la dirección X (sentido largo) que en el caso en el que la edificación incluye la
tabiquería. En ambos casos los porcentajes de participación modal resultantes fueron 75,74% y 79,86%
respectivamente, (figuras 11.26 y 11.21).
Al comparar los resultados del modo 2 se observa algo mucho más interesante. La estructura sin tabiques
desarrolla, en ese modo, una deformada torsional con un porcentaje de participación modal muy alto
(64,90%). Según esta deformada, la edificación gira alrededor del núcleo de escaleras en forma muy
pronunciada. En el modelo con tabiquería, esto no sucede, siendo el valor de participación modal
despreciable (0,001%).
En el modelo sin tabiquería se desarrollan además otros modos de vibración con participaciones
significativas que se muestran en la figura 11.26, como son el modo 3 con una deformada torsional y el
modo 4, con una deformada de traslación según la dirección del eje X.
En el modelo sin tabiquería se evidencia también la formación de columnas cortas en aquellas columnas
que están interconectadas con los banquillos.
Todo esto indica que el colapso de la edificación estudiada, hubiera tenido adicionalmente una fuerte
componente torsional a la ya existente componente de traslación horizontal, hecho éste que no se
corresponde con el mecanismo de colapso real que experimentó la edificación escolar Valentín Valiente
durante el sismo de Cariaco, mostrado en la figura 11.25.
Es indudable que la edificación, (aparentemente muy sencilla) reunía muchos factores que aumentaban su
vulnerabilidad de forma extrema. Muchos de ellos, podrían haberse corregido a tiempo. Por ejemplo, con
el fin de minimizar la participación que ejerce la tabiquería en la rigidez de una edificación aporticada es
recomendable: a) aislar constructivamente las columnas de las paredes, y/o b) rigidizar la edificación en
ambas direcciones mediante la incorporación estratégica de pantallas de concreto o cruces metálicas que
reduzcan el desplazamiento horizontal de la edificación.
En edificaciones que han sido sacudidas y dañadas recientemente por un terremoto, o cuando se teme que
algunas, bien por su antigüedad, por estar próximas a cumplir su vida útil, o por su importancia, puedan
sufrir daños importantes ante la acción de sismos futuros, se hace preciso emprender un proceso de
reforzamiento estructural mejor conocido como adecuación estructural.
La primera interrogante que surge es determinar si una edificación debe o no ser reforzada. Una respuesta
fácil sería afirmar que cualquier edificación que haya sido diseñada y construida con normativas
anteriores a la norma actual vigente debe ser reforzada. Pero aún cuando una edificación cumpla con los
requisitos normativos vigentes no significa que no tenga deficiencias y por tanto que no sea vulnerable, y
esto solo podrá determinarse mediante una revisión exhaustiva del diseño estructural y de una
inspección de la misma.
Independientemente de si la edificación que se piensa reforzar haya sido o no afectada previamente por
un sismo, la concepción y el diseño de la solución de reforzamiento debe intentar satisfacer, dentro de lo
posible, los requerimientos normativos vigentes. Estos requerimientos incluyen una revisión de las
acciones: cargas permanentes, variables y sísmicas; pero aún garantizando teóricamente la resistencia
requerida, pueden existir deficiencias en la construcción de la edificación original que deben también ser
corregidas y por tanto, formar parte del proyecto de reforzamiento integral, convirtiendo el proceso de
reforzamiento en una suerte de ciencia y arte.
Conviene señalar que no basta con cumplir con los requerimientos normativos de prevención y mitigación
del daño estructural como apuntábamos antes. Es igualmente importante prevenir y mitigar el daño de
los elementos no estructurales. Esto incluye la rotura de vidrios, daños a instalaciones eléctricas y
sanitarias, caída de techos falsos, paredes de mampostería interior y de fachadas, parapetos y elementos
ornamentales, daños a los elevadores, etc., así como también evitar el efecto de columna cautiva discutido
en secciones anteriores.
La adecuación correctiva tiene lugar cuando una edificación ha sido afectada, bien sea por la acción de un
sismo o por la acción de alguna otra amenaza de tipo natural, (deslaves, inundaciones, etc.).
Las figuras 11.29 y 11.30 muestran ejemplos de edificaciones que fueron sometidas a un proceso de
adecuación estructural al haberse visto afectadas, la primera por el terremoto de Caracas de 1967, y la
segunda por el terremoto de Cariaco de 1997 en el estado Sucre.
Figura 11.27 Adecuación preventiva Figura 11.28 Adecuación preventiva Figura 11.29 Adecuación
de una edificación escolar, (1999). de un edificio de vivienda, (2007). correctiva. Edif. Petunia I y II.
En las próximas secciones se presentan los lineamientos y filosofía de diseño utilizados en los proyectos
de adecuación estructural preventiva de las siguientes edificaciones: el edificio Aduana Inglesa,
perteneciente al patrimonio histórico cultural de la ciudad costera de la Guaira, estado Vargas, y la Unidad
Escolar Las Mercedes, ubicada en la población de Río Chico, estado Miranda, ambos en Venezuela.
En estos dos últimos ejemplos de adecuación se utilizó la técnica del análisis modal para la identificación
de las zonas más vulnerables de dichas edificaciones, facilitando de esta manera la selección de la solución
de adecuación correspondiente.
Basados en los resultados de la fase preliminar se llevaron a cabo las siguientes etapas: 1) análisis
estructural de respuesta espectral de varias alternativas de adecuación estructural; 2) selección de la
alternativa más favorable, teniendo en cuenta variables tales como la respuesta estructural, la dificultad
constructiva, tiempo de ejecución, costo, etc. y 3) proyecto de reforzamiento estructural seleccionado,
(infraestructura y superestructura), memoria descriptiva, planos, especificaciones, detalles
constructivos, análisis de costos, etc.
11.8.1 Antecedentes
Está ubicada en la población de Río Chico, estado Miranda. Es una edificación de concreto armado
construida en la década de los años 80 en la región costera norte central de Venezuela. Las figuras 11.32 y
11.33 muestran vistas recientes de esta edificación.
Del levantamiento estructural y estudio de suelos realizado, se pudo concluir básicamente lo siguiente:
El análisis dinámico de este modelo permitió detectar claramente cuales eran las deficiencias más
notorias de la configuración de esta edificación escolar (ver figuras 11.5 a la 11.8).
El comportamiento estructural de esa unidad educativa pudo ser modelado analíticamente con gran
acierto. De hecho, el mecanismo de colapso de una estructura virtualmente idéntica (la unidad educativa
R.M. Centeno, en Cariaco) coincidió plenamente con los resultados obtenidos. Este hecho nos permite
concluir que la metodología utilizada nos ayuda a detectar, con un margen aceptable de confiabilidad, la
vulnerabilidad de las edificaciones aún antes de que ocurra un sismo.
Basados en los resultados de las deformadas modales obtenidas en el modelo, y tomando además en
cuenta los resultados de las exploraciones geotécnicas y de los ensayos de materiales realizados, (core-
drills, mediciones ultrasónicas, etc.), se llevó a cabo un proyecto de reforzamiento estructural de la U.E.
Las Mercedes.
Las características básicas de dicha adecuación se resumen a continuación: unión estructural de los dos
módulos en forma de U en todos los niveles, incluyendo la losa de fundación; engrosamiento de todas las
columnas existentes en todos los niveles, de 40x40cm a columnas de 60x60cm; unión y reforzamiento de
las columnas existentes en la junta estructural de los módulos en forma de U, obteniendo columnas
monolíticas de 60x100cm. La figura 11.34 muestra en forma resumida la planta y pórticos tipo resultantes
5
del proyecto de adecuación estructural de la U.E. Las Mercedes .
Además se propuso en el proyecto la incorporación de dos núcleos simétricos, conformados por pantallas
de concreto armado de 20 cm de espesor que se extienden verticalmente en los tres niveles de la
edificación, el arriostramiento de columnas por encima del nivel azotea mediante una pérgola estructural
y la demolición de su cerramiento perimetral.
1.30
1.30
F
F
3.60
7.20
7.20
3.60
E
E
3.60
3.60
3.60
D
D
3.60
VIGA DE AMARRE
7.20
7.20
C
C
3.60
3.60
3.60
B
B
3.60
7.20
7.20
3.60
A
A
1.30
1.30
1.30 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 1.30
.42
1 2 3 4 5 5' 6 7 8 9 10
4 #1"
1.00
VIGA DE AMARRE
3.05
.60
3.05
COLUMNAS
3.05
EXISTENTES
PANTALLA PANTALLA
1.30
8 #1" + 12 #3/4"
7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 7.20 1.30
.42 LIG. #3/8" c/.125
1 2 3 4 5 5' 6 7 8 9 10
5
Figura 11.34 Solución definitiva de adecuación estructural de la U.E. Las Mercedes .
Las figuras 11.35, 11.36 y 11.37 muestran vistas del proceso constructivo de adecuación estructural de la
edificación, que actualmente se está llevando a cabo de acuerdo a los lineamientos del proyecto de
adecuación.
La figura 11.36 muestra el refuerzo perimetral parcial de las columnas en el nivel Planta Baja, mientras que
en la figura 11.37 se observa el nuevo acero de refuerzo previsto para las bases de las columnas (cesta
cuadrada de acero) y los estribos de las vigas de riostra. Posteriormente, se vaciará monolíticamente este
conjunto, y se unirá al concreto de la losa corrida de fundación existente. Se observan además los
arranques del acero adicional perimetral de refuerzo longitudinal de las columnas, que han sido
previamente escarificadas para facilitar la unión del nuevo concreto con el viejo.
11.9.1 Antecedentes
La Aduana Inglesa es una edificación de origen colonial, construida posiblemente a fines del siglo XIX o a
comienzos del siglo XX. Forma parte del Patrimonio Cultural Histórico de Venezuela. Se encuentra ubicada
dentro de las instalaciones del Puerto de la Guaira, en el Litoral Central y, al igual que el valle de Caracas,
está enmarcada en una zona de alta sismicidad regional. Debido a su antigüedad, la edificación es
sísmicamente muy vulnerable y como es lógico pensar, no cumple con ninguna normativa constructiva
sismorresistente. Recientemente, fue severamente afectada durante los deslaves y lluvias torrenciales
que tuvieron lugar en el litoral central durante los días 15 y 16 de diciembre de 1999.
7
Para la realización del proyecto de reforzamiento estructural de la edificación , no se dispuso de ninguna
información referente al tipo de tipología estructural, infraestructura existente, información geotécnica,
planos arquitectónicos, ni calidad de los materiales utilizados en la construcción original. El mismo se
llevó a acabo gracias a la iniciativa de la empresa estatal Puertos del Litoral Central S.A., responsable del
mantenimiento del Puerto de la Guaira.
ISOMETRÍA
Figura 11.38 Isometría y fotografías del estado actual del edificio de la Aduana Inglesa.
1. La estructura está básicamente conformada por muros de carga portantes, de espesor variable, (50 cm
en los dos primeros niveles y 30 cm en el nivel superior), en las cuatro fachadas, entrelazadas entre si
perpendicularmente mediante 2 muros interiores, también de carga, que sirven de soporte para la
escalera interior que comunica el nivel Sótano con el nivel Terraza. Estos dos muros desaparecen en el
entrepiso comprendido entre el nivel Terraza y el nivel Techo, compuesto de cerchas de madera y
láminas de zinc. La falta de estos muros ortogonales en ese entrepiso la convierten en la zona más
flexible y vulnerable de la edificación, pudiendo colapsar sus paredes y la estructura de madera del
techo ante la acción de algún sismo de mediana magnitud.
2. Las losas del nivel Avenida y del nivel Terraza están conformadas por un sistema estructural de pares
de madera empotrados en el nivel Avenida y simplemente apoyados en la parte cubierta del nivel
Terraza. Están orientados en la dirección Norte-Sur y recubiertas con listones de madera machi-
hembrada. Estas losas están semidestruidas y muy afectadas por los efectos de la humedad y por la
presencia de colonias de termitas.
3. La cubierta de techo está conformada por un sistema de cerchas de madera a cuatro aguas
virtualmente destruido, simplemente apoyado en los muros de las fachadas y pobremente arriostrado
en el sentido paralelo a la fachada principal. Los balcones, también han colapsado en más de un 60% de
su extensión por la acción de las lluvias y la falta de un mantenimiento preventivo a la edificación.
4. El estado del enlucido de las paredes es deplorable, evidenciando signos de humedad, sulfatación y
corrosión de algunos aceros de refuerzo distribuidos al azar en dinteles de puertas y ventanas o en
machones embutidos en los muros portantes, evidenciándose un total abandono.
5. Las columnas exteriores a doble altura, que sirven de base a la Terraza exterior descubierta, son de
concreto armado de muy mala calidad y presentan muy poco acero de refuerzo longitudinal en las
esquinas. Virtualmente no existen ligaduras, estando el acero y el recubrimiento del concreto
totalmente afectados por la corrosión.
Con el fin de detectar en forma precisa las bondades o debilidades de la edificación existente, se llevó a
cabo un proceso de análisis dinámico de la misma. Se evaluaron los períodos de vibración y las deformadas
modales correspondientes a 25 modos de vibración. En el modelo se incluyeron todos los elementos
estructurales de la edificación (muros portantes, columnas de la terraza exterior, entrepisos de madera,
etc.), con excepción de los balcones y de la escalera, ya que por estar virtualmente destruidas, no aportan
ninguna contribución a la respuesta estructural del edificio.
Del resultado y observación de las deformadas del análisis dinámico de la edificación original se pudo
concluir lo siguiente: 1) el nivel Terraza y el sistema de cerchas del nivel Techo son totalmente inestables y
pueden colapsar bajo la acción de un sismo medianamente moderado; 2) los entrepisos de madera de los
niveles Avenida y Terraza son incapaces de transmitir las fuerzas horizontales de corte ocasionadas
durante un sismo; 3) las uniones de los muros portantes de las fachadas y de los muros internos portantes,
no son confiables, debido a la ausencia total de acero de refuerzo que las amarre; 4) el edificio Aduana
Inglesa, como conjunto, es una edificación sísmicamente muy vulnerable.
Basados en los resultados del levantamiento estructural y del análisis dinámico de la edificación existente,
se procedió al proceso de selección, análisis y diseño estructural de la solución de adecuación estructural
del edificio de la Aduana Inglesa. Para ello, fue preciso realizar previamente un estudio geotécnico de la
parcela. Este estudio recomendó que el tipo de fundación más recomendable para la construcción del
8
sistema estructural previsto para el reforzamiento fuera la utilización de losas corridas de fundación .
Los gráficos de la figura 11.39 identifican mediante algunas de sus deformadas modales las zonas más
vulnerables de la edificación.
(c) Deformada del nivel superior y cubierta. (d) Deformada parcial del conjunto.
Las figuras 11.40 y 11.41 muestran cortes y detalles de la sujeción de los muros portantes existentes
utilizados en la solución de adecuación estructural definitiva de la Aduana Inglesa. Las losas de madera
fueron sustituidas por losas macizas de concreto armado.
+11.05
(NIVEL TECHO)
MÉNSULA EN
VIGA EJE C1
+4.50
COLUMNA
COLUMNA TIPO C-2
TIPO C-2
+2.10 +2.10
(NIVEL AVENIDA) (NIVEL AVENIDA)
PEDESTAL .60x.60
PEDESTAL .60x.60
±0.00
-0.20 VER VER VER -0.20
NOTA 1 -0.50 NOTA 1 -0.50 NOTA 1
1 2 3 4 5 6 7 8
Figura 11.40 Pórtico longitudinal y amarre del mismo a los muros portantes interiores y de fachadas.
Las figuras 11.42 y 11.43 muestran respectivamente: a) el modelo del sistema estructural interno de
concreto armado de reforzamiento adoptado, y b) una isometría del edificio mostrando la deformada del
primer modo de vibración de la edificación ya reforzada.
LAMINA
+11.05
100X8
D-5
(NIVEL TECHO)
COLUMNA COLUMNA
VER
TIPO C-1 TIPO C-1
NOTA 6
+6.90 +6.90
(NIVEL TERRAZA)
COLUMNA COLUMNA
TIPO C-1 TIPO C-1
COLUMNA
TIPO C-2
ACERA +2.10
(NIVEL AVENIDA)
PEDESTAL .60x.60
DESCANSO
COLUMNA
TIPO C-1 +0.00 ESCALERA PAVIMENTO
-0.20 ACABADO FINAL
VER
-0.50 NOTA 1
(NIVEL SOTANO)
CONCRETO POBRE
Figura 11.41 Pórtico
FUNDACIÓN
transversal y amarre
LOSA DE e=10 cm
FUNDACION CONCRETO POBRE TIPO F-2
PROFUNDIDAD
e=10 cm
DESCONOCIDA
Figura 11.42 Sistema estructural de reforzamiento Figura 11.43 Deformada del modo 1 de la
interno adoptado edificación ya reforzada.
Sea cual sea el tipo de edificación, la selección de la estrategia o esquema de adecuación estructural
elegida debe como mínimo garantizar que la demanda debe ser siempre menor o al menos igual a la
capacidad sismo-resistente de la edificación.
El logro de esta meta podrá en principio alcanzarse mediante la aplicación de alguna de las estrategias
siguientes: disminuyendo la demanda sísmica y mejorando la capacidad resistente de la edificación.
Encamisado: Se utilizó para aumentar la resistencia axial, a flexión y al corte de elementos estructurales,
incrementando además la ductilidad y la rigidez de los mismos. Suele lograrse añadiendo acero de
refuerzo longitudinal y transversal; también colocando una malla electrosoldada alrededor del elemento
estructural, recubriéndolo posteriormente con concreto autocompactante vaciado en sitio o mediante la
aplicación de concreto proyectado, (shotcrete).
Con el fin de aumentar la adherencia del concreto nuevo con el concreto existente es preciso repicar
previamente la superficie del concreto de la columna mediante el uso de la técnica abrasiva del chorro de
arena (Sandblasting) o mediante el uso de martillos percusores de baja revolución. La aplicación en las
superficies de contacto de algún imprimante o puente de adherencia no es una solución constructiva
recomendable.
Las técnicas de rehabilitación y reforzamiento de miembros estructurales dependen básicamente del tipo
de material constructivo existente, de los objetivos y metas perseguidos en la solución elegida y en gran
parte de la experiencia del ingeniero responsable del proyecto de adecuación.
Los materiales utilizados en el reforzamiento estructural deben cumplir los siguientes requisitos: deben
ser de buena calidad y duraderos; los aceros de refuerzo y la estructura metálica deben protegerse de la
corrosión, especialmente en ambientes marinos; deben ser dimensionalmente estables y resistentes a los
cambios de temperatura. Finalmente debe garantizarse una adherencia adecuada de contacto entre los
materiales existentes y los nuevos, incluyendo la del acero y el concreto.
En este estudio, los materiales utilizados en el reforzamiento estructural fueron los siguientes:
Resinas y adhesivos epóxicos: Su empleo se limitó a la reparación de grietas y fisuras en pequeñas áreas
de concreto dañado. También puede utilizarse como mortero de relleno para conectar anclajes, cabillas,
pernos, etc., en elementos de concreto armado existentes. El adhesivo epóxico facilita en ocaciones la
unión entre el concreto fresco y el ya endurecido.
Concreto: Se utilizó para reemplazar secciones de elementos dañados, aumentar la capacidad resistente
en fundaciones, o en la construcción de nuevas pantallas y contrafuertes destinados a resistir las fuerzas
laterales en la edificación reparada. En el proceso constructivo se tomaron las precauciones necesarias
para el logro eficiente de la adherencia entre las superficies de concreto nuevo y el viejo: martillar y
escarificar las superficies de contacto, limpiándolas con un chorro de aire y humedeciéndolas previamente
al vaciado del concreto nuevo.
Concreto proyectado: Puede utilizarse solo o mezclado con fibras especiales para reparar y reforzar
elementos que han sufrido daños en su capacidad resistente y que han sido previamente forrados con
mallas de acero, muros existentes de concreto armado con recubrimientos deficientes. Puede utilizarse
además como recubrimiento de acero de refuerzo expuesto a la vista en losas de techo. Presenta como
ventajas una buena adherencia, rapidez y la ausencia casi total de encofrados. Como desventajas puede
señalarse el enorme desperdicio (rebote del material), y la necesidad de equipos y de un personal
especializado. No se utilizó esta técnica en los proyectos aquí analizados.
Morteros y grout: Son mezclas de cemento, arena y agua, comúnmente utilizados para rellenar grietas en
elementos de concreto armado o en paredes de mampostería. Se utilizó también como material de
nivelación de planchas en las bases de columnas metálicas que han sido colocadas y conectadas a la losa
de concreto de fundación con pasadores o pernos roscados embutidos previamente en la losa.
Acero de refuerzo: Fue empleado para reforzar secciones de concreto subreforzadas, con el fin de proveer
la ductilidad necesaria.
Perfiles metálicos: Se utilizan básicamente como elementos de arriostramiento con el fin de limitar los
desplazamientos laterales producidos, por ejemplo, durante la acción de un sismo. En el caso del edificio
de la aduana Inglesa, el sistema estructural adoptado para el cerramiento de techo a 4 aguas está
conformado cerchas espaciales metálicas, con perfiles UPN y perfiles angulares conectados entre sí
mediante planchas o cartelas metálicas. Este sistema de cobertura metálico sustituyó al sistema original
de vigas de madera que se encontraba muy deteriorado.
Poliestireno expandido (EPS): Se utilizó en la separación de juntas estructurales, y en la U.E. Las Mercedes
para aislar los tabiques y marcos de ventanas de las columnas en las fachadas de las aulas, minimizando
así el efecto de columna corta.
Láminas de fibra de Carbón: Se utilizan en aquellas situaciones en las que se requiere una adecuación
estructural liviana, que incremente la resistencia a flexión de los elementos estructurales y en las que se
pretenda corregir fallas causadas por la corrosión. Es una solución sumamente costosa. Entre sus
beneficios más sobresalientes se destacan: aumento de la resistencia a flexión y al corte, aumento de la
resistencia de confinamiento (ductilidad), resistencia a explosiones e impactos, adecuación sísmica,
rapidez de ejecución; sin embargo, este reforzamiento no resultó de aplicación práctica en las
edificaciones analizadas.
Control de la corrosión: Con el fin de minimizar el efecto del salitre presente en el ambiente marino que
rodea al edificio Aduana Inglesa, se recomendó que los perfiles metálicos, planchas, pernos, anclajes, etc.,
fueran sometidos a un proceso de sandblasting previamente a su montaje y a una protección con pintura
epóxica de poliamida de larga duración.
En este Capítulo pudo comprobarse mediante ejemplos reales que la metodología utilizada en la
adecuación estructural de las edificaciones aquí analizadas es simple y permite identificar con antelación,
mediante la técnica del análisis modal, las zonas vulnerables de las mismas.
Dicha estrategia debe tomar en consideración los siguientes aspectos: la amenaza sísmica, evaluación y
caracterización geotécnica del suelo local, el tipo de fundación existente, el tipo de material utilizado en la
construcción (acero, concreto armado, etc.), la calidad y resistencia de los materiales, el uso, edad e
importancia de la edificación, la normativa utilizada, la geometría e irregularidades en planta y alzado, la
distribución de las masas y rigideces, los cambios bruscos de rigidez, los requerimientos y restricciones
arquitectónicas, el costo de adecuación y la disponibilidad de un equipo y mano de obra especializados.
Las soluciones de adecuación estructural elegidas siempre deben satisfacer los objetivos perseguidos,
cumplir en lo posible con las recomendaciones normativas vigentes para edificaciones sismorresistentes,
ser conceptualmente sencillas y ser concebidas para facilitar su construcción, teniendo siempre en
cuenta, eso sí, que ninguna estructura se refuerza debilitándola.
Con el fin de minimizar el efecto negativo de columna corta se pueden adoptar las siguientes alternativas:
a) diseñar detalles constructivos para aislar adecuadamente la tabiquería de las columnas en aquellas
zonas en las que existe peligro potencial de que esto ocurra; b) rigidizar la estructura mediante diagonales
o núcleos de pantallas en lugares estratégicos que minimicen la desplazabilidad lateral de la edificación, c)
evitar en lo posible la incorporación en la estructura de elementos que propicien esta situación, y d)
utilizar paredes divisorias conformadas por paneles livianos. En todo caso, la solución definitiva
dependerá de las características propias de cada edificación y del criterio del profesional involucrado.
Como resultado del análisis realizado aplicando esta metodología, y gracias al trabajo en equipo llevado a
cabo entre los profesionales involucrados en el proyecto, se le hicieron varios cambios y mejoras a la
solución estructural originalmente concebida en el proyecto arquitectónico. Esto trajo como
consecuencia un mejoramiento sustancial del comportamiento estructural de la edificación bajo cargas
dinámicas.
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12.1 INTRODUCCIÓN
El 9 de julio de 1997 tuvo lugar en la región norte oriental de Venezuela un fuerte terremoto con una
magnitud de onda superficial MS=6.8, y una magnitud de momento MW=6.8, con un epicentro ubicado
1
entre las poblaciones de Cariaco y Casanay en el estado Sucre . Las coordenadas del epicentro fueron
10°43' N y 63°49' O, y la profundidad focal fue de 10 km de acuerdo a los datos suministrados por la USGS,
National Earthquake Information Center. El evento se originó a lo largo del sistema de falla El Pilar-
Casanay, en la dirección E-O en la zona de contacto de las placas del Caribe y Sudamericana.
Los terremotos de El Tocuyo en agosto de 1950, de Caracas en julio de 1967 y de Cariaco en julio de 1997
constituyen los eventos sísmicos más destructores que han afectado a Venezuela durante las últimas seis
décadas. En este Capítulo centraremos la atención en el más reciente de dichos eventos, el terremoto de
Cariaco de 1997.
El objetivo de este Capítulo es realizar una interpretación ocular de la distribución de los daños
ocasionados a edificaciones durante ese terremoto que permitan formular algunas conclusiones que
esperamos ayuden al mejor entendimiento del desempeño y vulnerabilidad sísmica de las mismas. Todas
las fotografías de este Capítulo relacionadas con este evento fueron tomadas por el autor, salvo que se
indique lo contrario.
La sismicidad en el estado Sucre, es básicamente atribuible al complejo movimiento relativo de la placa del
2,3,4,5
Caribe con la placa Sudamericana , y tiene lugar en la zona de contacto de estas placas, en lo que se
denomina la zona de falla El Pilar-Casanay.
El terremoto del 9 de julio de 1997 tuvo su epicentro a 7 km al Este de Cariaco, en esa falla, observándose
una traza de ruptura visible en la superficie del terreno de unos 40 km en la dirección Este-Oeste, tal y
como se observa en la figura 12.1. La figura 12.2 muestra la distribución espacial de las zonas más
afectadas del estado Sucre por este terremoto.
Figura 12.1 Mapa mostrando la ubicación del epicentro (estrella negra), superficie de fallamiento
1
y after-shocks ocurridos en los primeros 5 días después del terremoto, (Pérez et al ).
El terremoto dejó un saldo de 730 inmuebles totalmente destruidos, 960 parcialmente afectados, 522
personas rescatadas, 78 fallecidas y 5 desaparecidas. Las poblaciones más afectadas fueron la ciudad de
Cumaná y las poblaciones de Cariaco, Chiguana, Campoma, Marigüitar, San Antonio del Golfo y Casanay.
La figura 12.4 muestra uno de esos acelerogramas (registro UDO11). En esa localidad, la duración acotada
del movimiento fuerte del terreno (entre +0,05g y - 0,05g) fue de tan solo 2 segundos. La información
sismológica mostrada fue gentilmente suministrada por la ingeniero Gloria Romero del Departamento
Sismológico de La Fundación
Venezolana de Investigaciones
Sismológicas, FUNVISIS.
En otras palabras, el inicio y el final de Figura 12.5 Teatro de Cumaná. Sismo del 17 de enero de 1929,
(Cortesía de la Sra. Carmen Pacanins).
una ruptura sísmica está mecánica-
mente controlada por barreras geológicas de los tipos antes mencionados.
Esta segmentación natural del sistema de falla El Pilar-Casanay nos permite argumentar que a pesar de
que la magnitud del máximo sismo posible que teóricamente ella puede generar es del orden de 7.2 a 7.5
para períodos de retorno de 180 a 400 años, sismos menores de magnitud 6.1 £ M £ 6.6 podrían ocurrir
como consecuencia de la fractura de alguno de los segmentos de la misma en un futuro cercano.
A continuación se presenta un breve recuento de los aspectos geomorfológicos y de los estudios sísmicos
instrumentales realizados en la zona a raíz de dicho evento sísmico.
La población de Cariaco está ubicada en la margen derecha del río Carinicuao, conocido también como río
Cariaco, en la intersección de tres ríos que drenaban, quizás hace unos miles de años atrás, dos de ellos
hacia la laguna Buena Vista y un tercero hacia el río Carinicuao. Basados en el trabajo realizado por el
8
geólogo Ortega , se resumen a continuación los aspectos geomorfológicos más relevantes del valle de
Cariaco:
a) Geomorfológicamente, el valle de Cariaco limita por el Norte con la Cordillera de la Costa Araya-Paria, y
por el Sur con la serranía del Interior, separadas entre sí por el sistema de fallas de El Pilar.
b) Se ubica en la planicie aluvial del río Carinicuao, caracterizada por zonas pantanosas fangosas y
arenosas, producto de la sedimentación producida por el depósito de materiales procedentes
fundamentalmente de la erosión y del arrastre de distintos paleocauces que la modelan.
a) La saturación con agua de los sedimentos arenosos entre 3 y 5 metros de profundidad impidió la
identificación de interfases más profundas de las ondas P.
b) En las ondas de corte S se obtuvo una interfaz indicando sedimentos consolidados entre 60 y 100
metros de profundidad al Sur de Cariaco, hacia la serranía del Interior, cercano al borde de la cuenca.
c) El espesor de sedimentos con velocidades de onda S menores de 700 m/s supera los 100 metros en el
resto de Cariaco.
• El suelo de Cariaco en los primeros 10 metros es un suelo blando, con un índice de penetración muy
bajo (N° SPT < 20 golpes/pie), tal y como se deduce de los perfiles litológicos anexos, al final de este
13,14
Capítulo .
por efecto de la tabiquería y de corto período. A este punto volveremos más adelante.
• Un dato importante radica en observar que debido a las condiciones muy especiales de suelo blando,
10
especialmente en la superficie, los estudios dinámicos exhiben una desamplificación de la respuesta
espectral en la superficie (trazo grueso) con respecto a la roca (trazo fino), y un desplazamiento del
período predominante espectral de Tp »0,15 s en la roca hasta valores de Tp que varían entre 0,45 y 0,55s
tal y como se observa en la figura 12.6, (Tp es el período asociado a la máxima aceleración espectral).
PERFIL A
Acel. Espectral
Período (s)
PERFIL B
Acel. Espectral
Período (s)
PERFIL C
Acel. Espectral
Período (s)
10
Figura 12.6 Espectros de respuesta para 3 perfiles típicos en Cariaco .
• La caracterización dinámica obtenida a partir de las estructuras geotécnicas de los perfiles obtenidos
mediante el método de refracción sísmica utilizando como input en roca la componente horizontal del
sismo de Imperial Valley de 1979 (M=6.9 a 10,6 km) da como resultado amplificaciones espectrales que
oscilan entre 1,8 y 2 en la superficie de los depósitos, (línea de trazo grueso) en un rango de períodos
naturales comprendidos entre 0,4 y 0,7s.
• En la roca, por el contrario la amplificación espectral obtenida en los tres perfiles analizados (figura
12.6) es igual a 5, y ocurre para un período natural aproximadamente igual a 0,15 s, (línea de trazo fino).
• La forma de los espectros de aceleración obtenidos en la superficie (trazo grueso) en la figura 12.6,
corroboran que el suelo en Cariaco es un suelo blando.
En esta sección y en las próximas de este Capítulo se enfocará la atención en la discusión de algunos de los
tipos de amenaza geológica que se manifestaron en la zona como consecuencia del terremoto de Cariaco
de 1997. Son éstas, el fallamiento superficial, las amplitudes del movimiento del terreno, la licuefacción, y
el hundimiento del terreno en áreas costeras.
Las investigaciones de campo que usualmente se llevan a cabo después de la ocurrencia de un sismo
permiten a menudo lograr una mejor interpretación del comportamiento de la falla. En el terremoto de
Cariaco se observaron desplazamientos superficiales dextrales transcurrentes entre las placas del Caribe
y la Sudamericana superiores a los 40 cm, tal y como se muestra en la figura 12.7, entre las poblaciones de
Chamariapa y Cariaco.
La traza de la franja de fallamiento en la superficie del terreno se observó por más de 40 km según la
dirección Este-Oeste de la falla El Pilar-Casanay, desapareciendo visualmente al entrar en las tranquilas
aguas del Golfo de Cariaco. La figura 12.8 muestra el fallamiento superficial producido en la cercanía de
los embalses de cría de camarones de la localidad de Campoma, aproximadamente a 14 km al Oeste del
epicentro.
Figura 12.7 Traza de la falla. Figura 12.8 Traza de la falla en Campoma a 14 km del epicentro.
Figura 12.9 Hospital General y Escuela de Enfermeras, a escasos 150 m de la falla El Pilar. Cumaná.
El sistema de falla El Pilar-Casanay es el causante casi de toda la actividad sísmica en el estado Sucre y
atraviesa la ciudad de Cumaná, ubicada a unos 76 km al Oeste del epicentro. Considerando además que en
la ciudad de Cumaná a pocos metros del borde de este sistema de falla, y sobre un suelo rígido, se levantan
numerosas viviendas, el Hospital General, la Escuela de Enfermeras, y algunos otros edificios, resulta
evidente que esta proximidad a la falla aumenta exponencialmente la vulnerabilidad sísmica de esas
edificaciones e instituciones hospitalarias tal y como se observa en la figura 12.9
A pesar de que durante este sismo, esas edificaciones tan solo sufrieron daños menores, y teniendo en
cuenta la necesidad de que estas instalaciones vitales permanezcan activas en caso de un siniestro, sería
aconsejable llevar acabo una rehubicación o adecuación estructural de las mismas en un futuro inmediato
como parte de un plan de prevención y mitigación temprana de riesgo.
Una de las tareas más importantes, tanto de los sismólogos como de los ingenieros, radica en la medición
instrumental de registros del movimiento del terreno durante la acción de terremotos. Esto se logra
mediante la instalación de un arreglo de acelerógrafos en las áreas de alto potencial de riesgo sísmico.
Después del movimiento principal (main shock), se procede a la instalación de acelerógrafos portátiles que
se colocan en la zona de réplicas (after-shocks), con el fin de ajustar y determinar parámetros y datos que
complementen la información registrada en la red madre o red principal.
Por cierto, resulta interesante acotar que la norma venezolana para edificaciones sismorresistentes
vigente, basados quizás en el pobre desempeño de algunas edificaciones durante el terremoto de Cariaco
de 1997, incrementó la aceleración máxima horizontal de diseño en el estado Sucre de 0,30 a 0,40g. Esto
16
significa un aumento de 33,33% con respecto a lo estipulado en la norma anterior .
Con el fin de establecer una correlación entre el daño observado en edificaciones con las amplitudes de
aceleración del movimiento del terreno, hemos creído conveniente abordar el tema por poblaciones,
empezando desde la zona epicentral y terminando en la ciudad de Cumaná a unos 76 km del epicentro.
La distribución y patrón errático de daños observados en las edificaciones de la zona epicentral de Cariaco,
parece indicar que la aceleración vertical en esa zona ha debido ser muy alta. Por el contrario, las
aceleraciones pico máximas horizontales parecieran no tener una relación directa con el nivel y
distribución de daños observados en las zonas pobladas epicentrales, que probablemente se tradujeron
en pulsos aislados de mediana amplitud y corta duración.
MAR CARIBE
2
2 5
3 7
3 6
5
3
4 5
4
4
COLOMBIA
2
ZONA EN
1 RECLAMACIÓN
ZONA SÍSMICA A0
ZONA 7 0.40g
ZONA 6 0.35g
0
ZONA 5 0.30g
ZONA 4 0.25g
ZONA 3 0.20g
ZONA 2 0.15g Figura 12.10 Mapa de zonificación
BRASIL 15
ZONA 1 0.10g sísmica de Venezuela.
ZONA 0
Esto parece explicar el buen comportamiento atípico de algunas edificaciones de pobre material
constructivo (bajareque, bloques, barro, etc.), de otras edificaciones de concreto armado tales como
tanques y silos de gran altura y de estructuras de diversa tipología, de distinta edad y calidad constructiva.
Las figuras 12.11 y 12.12 muestran el buen desempeño de un tanque de concreto armado y de un silo
elevado, también de concreto armado ubicado en Las Manoas, a
escasos 4 km del epicentro, construidos ambos sobre un suelo
relativamente rígido.
Figura 12.11 Tanque; Las Manoas. Figura 12.12 Silo elevado; Las Manoas.
La figura 12.13 muestra el buen desempeño de dos pequeñas edificaciones contiguas bastante rígidas, de
2 niveles, ubicadas a la entrada de Cariaco, en suelo blando, conformadas por paredes de bloques de arcilla
trabados por columnas de pequeña sección conocidas en Venezuela con el nombre de machones. En
ninguna de ellas se aprecia daño alguno.
Figura 12.15 Población de Cariaco. Pero eso no es todo. En efecto, las figuras 12.17 y 12.18
Figura 12.16 Tanque elevado. Figura 12.17 Edificios colindantes. Figura 12.18 Edificios colindantes.
Sin embargo, la baja aceleración horizontal observada en Las Manoas y en la población de Cariaco no
parece justificar el pésimo comportamiento de otras edificaciones de concreto armado, ubicadas también
en Cariaco, que colapsaron parcial o totalmente durante el sismo.
En la figura 12.20 se observa el desplome de la losa de de una estructura aporticada de concreto armado de
1 solo nivel utilizada como comedor estudiantil del mismo liceo, del que estaba separado escasos metros.
El derrumbe fue vertical, causado por aplastamiento de sus columnas. De hecho se observa que una de las
columnas perforó la losa de techo y afloró por encima de ella. De todo lo anterior se desprende que la
amplitud de la aceleración vertical en esa zona ha debido ser muy grande.
Figura 12.20 Desplome de la estructura del comedor. Figura 12.21 U.E.R.M. Centeno. Desplome
vertical de fachadas
Las figuras 12.22 a la 12.24 son ejemplos de columnas que han fallado, entre otras razones, por
compresión axial, todas en los niveles 2 y 3 del liceo R. Martínez Centeno.
En la figura 12.25, por ejemplo, se observa el punzonamiento en una loseta de piso de concreto pobre
ocasionado por unas columnas de concreto armado, virtualmente sin carga vertical que soportaban el
peso de un sistema metálico liviano de techo con láminas metálicas. Es curioso observar que las columnas
quedaron en posición vertical.
Resulta importante destacar que en zonas epicentrales las aceleraciones verticales pueden, en algunas
ocasiones, alcanzar valores enormes. Así en el terremoto del Imperial
Valley, en California, en 1979, se registraron aceleraciones pico
verticales de gran amplitud, entre las fallas Imperial y Brawley. Esto
nos índica que no hay porqué extrañarse cuando afirmamos que en la
población de Cariaco y zonas aledañas la componente vertical de la
aceleración ha debido ser respetable y predominante como
claramente lo ilustran las figuras 12.19 a la 12.25.
Esta amplificación ocasionó daños severos en los tanques metálicos e instalaciones de la camaronera en la
población de Campoma, o la destrucción casi total de la población de Chiguana (figuras 12.26 y 12.27) a 14
y 18 km respectivamente al Oeste del epicentro.
Una comparación visual del tanque elevado mostrado en la figura 12.28 a unos escasos 50 metros del la unidad
educativa Valentín Valiente, (una de las 2 estructuras que colapsó totalmente en la población de Cariaco a unos
6 km del epicentro y la cual puede verse ligeramente en el extremo derecho de la foto), soportado por una
columna de sección pequeña, con otro tanque elevado, mostrado en la figura 12.29, soportado también por una
pequeña columna de concreto armado que fue construida en la orilla Sur del Golfo de Cariaco a unos 30 km del
epicentro, revela 2 hechos importantes: a) la aceleración horizontal en Cariaco fue muy pequeña, y b) las
condiciones del suelo local, tambien blando de fundación del segundo tanque amplificaron notablemente la
aceleración horizontal en ese sitio, dando como resultado la inclinación mostrada.
Figura 12.28 Tanque elevado a tan solo 50 metros de la unidad Figura 12.29 Tanque elevado
educativa Valentín Valiente. Cariaco. a unos 30 km del epicentro.
Otro ejemplo de interés no menos impactante se observa en las figuras 12.30 y 12.31. En efecto, la figura
12.30 muestra el derrumbe de la única casa tipo palafito situada en las orillas del Golfo de Cariaco, a unos
35 km del epicentro. Esto contrasta con la apacible fotografía de las Aquavillas del Complejo Turístico del
Morro de la figura 12.31, en la ciudad de Puerto la Cruz, a unos 170 km de distancia del epicentro, que no
sufrió en esta oportunidad ningún daño, pero que bien podría correr la misma suerte por ser sus depósitos
de fundación suelos blandos potencialmente licuables y estar ubicada a escasos kilómetros al Sur del
mismo sistema de falla El Pilar-Casanay que ocasionó este terremoto.
Figura 12.30 Palafito. Golfo de Cariaco. Figura 12.31 Aquavillas. Puerto La Cruz.
Las figuras 12.32, 12.33 y 12.34 muestran el efecto de latigazo que se observó en estructuras de distinta
tipología, una metálica y otras de concreto armado, ubicadas en depósitos de suelo blando, en la ciudad de
Cumaná.
La figura 12.32, por ejemplo, muestra la deformada de una torre metálica de iluminación, ubicada en el
extremo de un muelle de la zona portuaria. El suelo en esa zona costera es muy blando y está ubicado a
muy poca distancia de la desembocadura del río Manzanares en el Golfo de Cariaco (distancia epicentral
aproximada: 75 km)
El efecto de látigo es realmente espectacular, y se produjo por efecto de resonancia al coincidir el período
fundamental de la torre metálica (estructura muy flexible) con el período del depósito blando de
fundación.
Este hecho cobra particular relevancia si nos percatamos que en esa figura el faro contiguo a la torre
metálica, estructura muy rígida de concreto armado, no sufrió ninguna deformación, ni daño alguno.
En la figura 12.33 se muestran varias edificaciones de 4 niveles. Son estructuras mixtas de concreto
Figura 12.33 Urbanización Bermúdez. Cumaná. Figura 12.34 Detalle del vuelco de los tanques.
Pero,… ¿por qué la aceleración horizontal en la zona epicentral y en Cariaco fue tan baja? Hay quienes
podrían sorprenderse por el bajo nivel de daño observado en Cariaco y Las Manoas por el efecto de la
aceleración horizontal.
Esta interrogante cobra aún más relevancia si recordamos que el 29 de mayo de 2006 un sismo con una
magnitud inferior, igual a 6.2 en la escala de Richter, tuvo lugar en la Isla de Java, en Indonesia, causando
más de 5800 muertes y pérdidas
materiales incalculables a viviendas de
calidad constructiva similares al grueso
de las existentes en Cariaco.
En la figura 12.37 se aprecia una vista aérea del asentamiento agrícola Las Manoas, ubicado a tan solo 5 km
al Oeste del epicentro. En ella, se observan, el silo elevado, el tanque de concreto circular y un gran número
de viviendas y galpones metálicos que no sufrieron virtualmente daño alguno. Los dos tanques se pueden
apreciar con mayor detalle en las figuras 12.11 y 12.12 ya mostradas en la sección 12.5.1.
El tipo de suelo en Las Manoas es relativamente rígido en comparación con el suelo blando de la población
de Cariaco.
1000
Hershberger, (1956)
Trifunac and Brady Richter, (1958)
100 (1975a)-horizontal
Medvedev and
Aceleración (cm/s2)
1 Ishimoto, (1932)
JMA (Okamoto, 1973) Figura 12.38 Relación entre
la intensidad modificada de
0.1 Mercalli y la aceleración en
17
II IV VI VIII X XII la superficie .
Intensidad equivalente modificada de Mercalli
17
De la figura 12.38 se desprende que si suponemos que en Cariaco, el grado de destrucción o daño en la
escala de Mercalli modificada fue de VI a VII, la aceleración horizontal máxima del terreno ha debido ser
inferior a 0,10g.
Este hecho podría atribuirse quizás al hecho de que la zona del Valle de Cariaco ha sido rellenada con
sedimento colmatado, al igual que las lagunas de origen tectónico de Campoma y Laguna de Buena Vista,
hecho éste que junto a la poca pendiente hidráulica del Valle, hacen que los drenajes no existan o sean
intermitentes.
Estas observaciones aunadas a la poca profundidad del epicentro parecieran haber influido en el hecho de
aminorar precisamente las amplitudes de las ondas S y ondas Love (de corte ambas), en el sismo del 9 de
julio, disminuyendo por tanto las amplitudes de las aceleraciones horizontales en la superficie de esos
depósitos aluvionales.
Figura 12.39 Vivienda de bajareque. Cariaco. Figura 12.40 Vivienda de bajareque. Cariaco.
La unidad educativa Raimundo M. Centeno, colapsó parcialmente a pesar de exhibir una calidad
constructiva aceptable y de cumplir aparentemente con la norma vigente de su época. En ese caso, su
colapso podría atribuirse fundamentalmente a una desfavorable combinación de factores, tales como:
geometría en planta irregular, alta aceleración vertical, columnas muy solicitadas a esfuerzos torsionales
y de compresión, secciones insuficientes de columnas, luces de pórticos grandes, vigas altas en un solo
sentido y efectos puntuales de columna cautiva, (véase los Capítulos 6 y 11).
En este terremoto quedó una vez más demostrado que, aún en una misma localidad, las variaciones de las
características del suelo local ejercieron una enorme influencia en el patrón de distribución de daños de
edificaciones y viviendas, y en la amplitud y contenido de frecuencias de los movimientos del terreno
registrados en la superficie de los depósitos de suelo durante ese terremoto.
En zonas en las que los depósitos estaban formados por materiales granulares sueltos saturados, su
tendencia a compactarse originó presiones hidrostáticas excesivas capaces de producir licuefacción del
suelo, dando como resultado grandes asentamientos y daños estructurales considerables. En general, en
el sismo de Cariaco se observaron los siguientes fenómenos:
a) Desplazamientos de bloques de suelo que se movieron sobre capas de suelo totalmente licuadas en la
laguna Buena Vista, entre las poblaciones de Cariaco y Casanay, precisamente en la zona donde fue
ubicado el epicentro (figuras 12.35 y 12.36).
De hecho, la profundidad del mar en las costas de la Ciudad de Cumaná es superior a los 200 metros a tan
solo medio kilómetro de distancia de la desembocadura del Río Manzanares.
Las pérdidas materiales o humanas registradas durante la acción de terremotos (moderados o fuertes),
son causadas básicamente por el colapso total o parcial de obras de ingeniería, principalmente
edificaciones, que han sido diseñadas y construidas presumiblemente para proteger a sus ocupantes de la
acción de amenazas naturales, por ejemplo, terremotos. Las pérdidas económicas producidas en estos
eventos claramente indican que el nivel de daño observado (vulnerabilidad) varía, entre otros, en función
del tipo de estructuración y destino o uso que se le dé a la edificación, del tipo de fundación, de la
geometría de la planta, de los cambios bruscos de rigidez, de la edad de la construcción, de la calidad
constructiva, y de la influencia del suelo local.
En las poblaciones rurales más afectadas por el sismo, ubicadas a lo largo de la falla El Pilar-Casanay, las
viviendas típicas de uso más popular son viviendas de bajareque, muy utilizadas por lo general en
América Central, Colombia, Ecuador, República Dominicana y Venezuela.
Las viviendas mostradas en las figuras 12.39, 12.40 y 12.53 son viviendas de este tipo, que sufrieron
grandes daños. Son construcciones flexibles que estaban ubicadas, las dos primeras en el corazón de la
población de Cariaco sobre un suelo muy blando, y la tercera (figura 12.53) en la población de Casanay,
también sobre suelo blando, a escasos 11 km al este del epicentro, esta última.
Este comportamiento poco afortunado contrasta con el magnifico desempeño exhibido por una vivienda
de bajareque, flexible, fundada sobre una colina de suelo rígido en el asentamiento agrícola de Las Manoas
mostrada en la figura 12.54, a escasos 5 km del epicentro.
Figura 12.53 Vivienda de bajareque. Casanay. Figura 12.54 Vivienda de bajareque. Las Manoas.
suelo blando, sufrió daños estructurales aparentes, a excepción de grietas y fisuras en los tabiques de
bloques de arcilla de los edificios aporticados.
Tiene lugar cuando dos o más edificaciones vecinas contiguas, sin ninguna junta de separación adecuada,
vibran en forma desfasada durante la acción de un terremoto, produciéndose un martilleo o golpeteo
entre ellas, que en ocasiones es tan severo que puede ocasionar el desplome y colapso de las mismas. Este
fenómeno fué documentado en el Capítulo 6 del libro.
Las figuras 12.17 y 12.18 en la sección 12.5.1 de este Capítulo, muestran que no se evidenció dicho efecto
entre varias edificaciones de concreto armado contiguas, ubicadas en este caso en la Urbanización El
Tigre, en las afueras de Cariaco, a unos 7 km
del epicentro, evidenciándose el bajo nivel de
amplitudes de aceleración horizontal en la
zona.
conexiones metálicas, poco recubrimiento de las cabillas en zonas de alta corrosión, falta de
mantenimiento y en general una pobre inspección, dan como resultado un comportamiento estructural
deficiente, que en algunas ocasiones se traduce en el colapso total de la edificación.
Las figuras 12.27, 12.57 y 12.58 muestran ejemplos típicos de edificaciones con una pésima calidad
constructiva.
En general, puede afirmarse que todas aquellas construcciones que tenían defectos constructivos
resultaron las más dañadas.
La figura 12.57 muestra un detalle de mala práctica constructiva. En efecto, las vigas fueron vaciadas con
anterioridad al vaciado de la losa nervada de techo que quedó simplemente apoyada sin ninguna
conexión a las vigas, originándose su desplome total.
Figura 12.57 Detalle de mala práctica Figura 12.58 Uniones deficientes en los nodos de una
constructiva. Cariaco. estructura en construcción. Cariaco.
En los colegios y preescolares, especialmente aquellos conformados por un sistema estructural de perfiles
metálicos rellenos con paredes de bloques de concreto, se pudo observar que las paredes se separaban
totalmente de la estructura, derrumbándose en algunas ocasiones, debido básicamente a la falta de
previsión de un sistema apropiado de unión perfil-bloque, que garantice su comportamiento como
conjunto.
La figura 12.59 muestra el desprendimiento total de un panel de tabiquería producido por la falta de
adherencia entre el mortero de los bloques y la superficie lisa de las columnas en la unidad educativa
Raimundo Martínez Centeno.
En general, en Venezuela es frecuente encontrar este tipo de unión poco efectiva e inadecuada, entre los
Figura 12.59 Desprendimiento total de En 2 de estas estructuras se desarrolló una torsión en planta
panel de tabiquería. apreciable, mientras que en la otra se evidenció el efecto letal
de la columna cautiva. En el Capítulo 11 presentamos un estas
estudio más detallado del comportamiento de estas edificaciones durante el sismo y de cómo estos factores,
no solo influyeron notablemente en la forma en que colapsaron, sino que también pudieron anticiparse.
Por ejemplo, el edificio Miramar aparentemente bien construido, figuras 12.51 y 12.52, se desplomó
totalmente por efectos torsionales, en la Ciudad
de Cumaná, a unos 75 km de distancia del
epicentro, no habiéndose evidenciado daños en
ninguna edificación vecina.
Finalmente, las figuras 12.61 y 12.62 muestran aspectos de uno de los módulos de aulas de la unidad
educativa Valentín Valiente después del terremoto. Esta edificación, también en Cariaco, se derrumbó
completamente como consecuencia de una combinación desfavorable de mala calidad constructiva, edad de
la construcción, corrosión, altas aceleraciones verticales y fundamentalmente efectos de columna cautiva.
Figura 12.61 U.E. Valentín Valiente Figura 12.62 U.E. Valentín Valiente.
1. El terremoto de Cariaco del 9 de julio de 1997 tuvo una magnitud MS=6.8, una profundidad focal de 10
km. y fue localizado sobre el sistema de falla El Pilar-Casanay.
3. La información sísmica disponible hace suponer que las áreas urbanas del Estado Sucre serán
nuevamente sacudidas por sismos destructores.
5. En la zona del epicentro todo parece indicar que la componente vertical de aceleración ha debido ser
muy alta. Las aceleraciones horizontales, por el contrario, parecieran no haber alcanzado valores
altos. Quizás pulsos aislados de corta duración.
6. Los efectos de la aceleración horizontal se hicieron notar a distancias superiores a los 15 km del
epicentro, amplificándose en algunas ocasiones como consecuencia de la frecuente existencia de
8. En este terremoto se evidenció en forma muy clara la enorme influencia que las condiciones de suelo
local ejercieron en el patrón de distribución de daños de edificaciones y viviendas y en la amplitud y
contenido de frecuencias de los movimientos del terreno registrados en la superficie. Se observó
hundimiento del terreno, licuefacción, inestabilidad del talud marino, fallamiento superficial y
efectos desfavorables de interacción suelo-estructura.
9. En general, se observó que las estructuras flexibles tuvieron un mejor comportamiento en suelos
rígidos y viceversa.
10. La vulnerabilidad de las edificaciones se incrementó cuando la calidad constructiva, los materiales y/o
el sistema estructural constructivo era deficiente o inapropiado. En otras ocasiones se evidenció falta
de acero de refuerzo en los nodos, tal y como se ilustra en la figura 12.63. En ella se observa el colapso
parcial de la unidad educativa Pedro Arnal, ubicado en la ciudad de Cumaná, en un suelo blando, a
unos 78 km al Oeste del epicentro.
El cerramiento del patio central estaba conformado por cáscaras de doble curvatura (paraboloides
hiperbólicos) que se apoyaban en unas columnas cortas. Los nodos de unión entre las columnas y las
vigas de amarre no estaban confinados adecuadamente con ligaduras y estribos de refuerzo. La figura
12.64 muestra otra vista de la cubierta de cerramiento del patio.
Figura 12.66 U.E. Valentín Valiente. Efecto de Figura 12.67 U.E. Valentín Valiente. Efecto
columna corta. de columna corta.