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Ejemplo de análisis de un poema:

El texto elegido "Perdóname por ir así buscándote", pertenece al poemario o "poema"


(según el propio autor, intentando darle un sentido de unidad) titulado La voz a ti debida,
perteneciente a Pedro Salinas, escrito en 1933.

Perdóname por ir así buscándote


tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.

Y que a mi amor entonces, le conteste


la nueva criatura que tú eras.

Como esta generación se inspira en los escritores del Siglo de Oro español, Salinas
cultiva lo que Spitzer1 denomina “conceptismo interior”, es decir, toma de los barrocos el
dinamismo de las contradicciones, la profundidad y agudeza de sus expresiones, los juegos
conceptuales… que permiten penetrar en la apariencia de la realidad y rescatar su esencia. A
esta influencia literaria se le agrega la renacentista clásica ya que el título ha sido tomado de
un verso de la Égloga III de Garcilaso, dato que sugiere también su carácter amoroso.

1
Spitzer, Leo. “El conceptismo interior de Pedro Salinas” en Lingüística e Historia Literaria. Madrid: Gredos,
1955. p. 230.
A pesar de estar casado el autor, la destinataria de estos poemas no era su esposa sino
una estudiante estadounidense de la Universidad Internacional de Verano de Santander (de
donde él fue secretario), Katherine R. Whitmore, que sería luego profesora de lengua y
literatura española. Era seis años menor que él y hechizó a su profesor desde el primer
encuentro. El affaire se mantuvo mediante cartas aun cuando Katherine regresó a Estados
Unidos; posteriormente volvió, pero la esposa del poeta había descubierto el romance y a
causa de esto intentó quitarse la vida. Luego del fallido suceso todo terminó. Pero el amor
siguió embriagando el corazón del escritor, quien lo demostró con la creación de sus obras
Razón de amor y Largo lamento, además de La voz a ti debida.
El tema del poema que nos concierne en esta ocasión es el amor como forma de
conocimiento y de enriquecimiento de la persona amada. Amando, el yo poético inicia el
camino hacia la esencia de la amada, hacia su profundidad, y desde allí rescata lo mejor de
ella depurándola de sus matices negativos, devolviéndola a sí misma y al mundo, renovada.
Pedro Salinas afirma en palabras recogidas por Gerardo Diego: “Estimo en la poesía,
sobre todo la autenticidad. Luego, la belleza. Después, el ingenio.”2 Al destacar la
autenticidad (no la verdad) por encima de la belleza, el poeta revela que la poesía es para él
un modo de conocimiento de realidades profundas, una forma de acceso a la esencia de la
realidad velada por lo aparente, la "esfinge" escondedora de lo verdaderamente valioso.
Dentro del ámbito de la métrica, cabe destacarse el nutrido empleo de los
encabalgamientos. Raramente el sentido del verso acaba en sí mismo; éste se rebasa y
continúa en los versos siguientes; eso le otorga al poema un aspecto de conversación que no
se interrumpe, como un fluir de la conciencia que le brota al poeta como si surgiese
improvisadamente, impulsado por la intensidad de su sentimiento. Salinas utiliza en esta
pieza lírica el encabalgamiento abrupto (rematado antes de la 5ª sílaba del verso encabalgado)
para poner de relieve la palabra que viene a continuación, que queda resaltada en el fluir del
poema, y lo combina con versos más largos que contienen palabras largas tales como:
"perdóname", "buscándote", "torpemente", "preciosísimo", "ascendiendo", (generalmente,
al final de verso) que le imprimen un ritmo más detenido, más reflexivo.

2
(Poesía de la Generación del 27: Antología Crítica Recomendada editado por Víctor de Lama, pág 72)
books.google.com.ar/books?isbn=8441402396
Para Salinas: “La poesía es una aventura hacia lo absoluto”3. Según él, el sentimiento
y la inteligencia (o el ingenio) confluyen de modo particular, le permiten ("nadador por tu
fondo, preciosísimo") zambullirse en los sentimientos, en lo vivido, para develar lo que hay
más allá de las anécdotas concretas; es decir, para acercarse a lo absoluto. En esa hondura,
encuentra la beatitud, el bien precioso, lo mejor de ese ser, e intenta que aflore, no sin
dificultad y hasta con dolor porque implica para el tú despojarse de malezas enraizadas en la
personalidad que le impiden mostrarse en toda su excelsitud.
De allí que el poema comience con un verbo apelativo reiterado en anáfora, pidiendo
perdón: la voz lírica sabe que este movimiento es penoso pero necesario para lograr la
felicidad y el bien de ambos. El amor lo hace posible, permite que ella se eleve por encima
de sí misma, y que él goce por haberla descubierto. Este proceso que lo lleva a apoderarse de
lo más precioso de la amada, aparece sugerido con una comparación: la luz dorada del
atardecer que enciende aún las copas de los árboles cuando ya lo demás está en sombra, “el
mejor tú” es el tesoro sacado a la luz. El ascenso está aludido mediante un juego de palabras
en el que alcanzan un rol importante los pronombres: “Y entonces tú/ en su busca vendrías,
a lo alto. / Para llegar a él/ subida sobre ti/ como te quiero”. ¿Por qué el autor no usa
nombres? Porque pretende lograr mayor universalidad y porque busca expresar la verdadera
esencia de la amada y del amante. Y continúa: "tocando ya tan sólo a tu pasado/ con las
puntas rosadas de tus pies,/ en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo/ de ti a ti misma."
Aquí se establecen tres isotopías: la primera, indicada por los pronombres personales yo
y tú; la segunda, que refiere al movimiento ascendente (asociadas a connotaciones positivas),
desde lo profundo hacia lo alto; y la tercera, que alude al tiempo: el pasado y el condicional,
que sugiere el futuro. El tú se corresponde con el pasado, y con lo profundo, el fondo -que
no está connotado disfóricamente porque es "preciosísimo". El yo se vincula con el futuro
y con lo alto, la luz…
¿Será egoísta esta pretensión? ¿Hacer a mi amada (tú) tan grande como yo? ¿Pensar que
yo estoy en lo alto y debo rescatarla de ella misma? ¿Buscar hacerla como yo soy o como
creo se debe ser?
La misión del amor es unir a dos almas en una. La felicidad de ambos será mayor en la
medida en que cada uno logre lo mejor del otro. Si cada uno procura conseguir el movimiento

3
Ibid, pág. 72.
ascendente del otro, esa pareja podría acercarse al Amor. A través del amor se llega al
conocimiento profundo del tú, del yo, e incluso del mundo, pues el amor descubre realidades
que, hasta entonces, podían pasar desapercibidas.
Los dos últimos versos anuncian la culminación del proceso, el poema se cierra con una
paradoja, figura inmersa en el campo de la antítesis, muy característica de la obra: “y que a
mi amor le conteste / la nueva criatura que tú eras”: hay una contradicción entre el futuro
que anuncia la “nueva criatura” y el pasado “era”; con ella se pretende expresar que esa
“nueva mujer” ya era, ya estaba en potencia, no la ha creado el poeta, solo la ha sabido
develar, la ha sacado a la luz. Ha descubierto a la bella mujer interior que ni ella misma
conocía.

Autora: M. E. Dobra

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