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FREDERICK WINSLOW TAYLOR

Frederick Winslow Taylor (1856-1915). Nació el 20 de marzo de 1856, comenzó a estudiar

Derecho en la Phillips Exeter Academy, ubicada en New Hampshire. Más tarde aprobó el examen

para ingresar en Harvard; sin embargo, tuvo que abandonar su formación como consecuencia de

una grave enfermedad que le afectó la vista. Se dice que comenzó a sufrir este padecimiento de la

vista cuando era un adolescente. Durante esta etapa de su vida también presentaba un cuerpo con

una composición débil; esto influyó en que no pudiera participar en las actividades deportivas de

las que formaban parte sus compañeros.

En 1875 Frederick Taylor tenía una visión ya recuperada. En esa época ingresó a una empresa

siderúrgica industrial ubicada en Filadelfia donde laboró como obrero. Tres años después, en 1878,

trabajó en la Compañía de Acero de Midvale, en Utah, Estados Unidos. Muy rápidamente ascendió

dentro de la compañía y desempeñó las labores de maquinista, jefe de grupo, capataz, jefe de

capataces y director de la oficina de planos, hasta llegar a ser ingeniero jefe. En 1881, cuando

Frederick Taylor tenía 25 años, comenzó a introducir el concepto de estudio del tiempo en la

Compañía de Acero de Midvale.

Frederick se caracterizó desde joven por ser sumamente observador y minucioso. En la compañía

de acero observó con mucha atención y detenimiento cómo laboraban los hombres encargados de

cortar los materiales metálicos. Se concentró mucho en prestar atención a cómo llevaban a cabo

cada paso de ese proceso. Como consecuencia de esta observación, concibió la noción de

descomponer el trabajo en pasos sencillos para poder analizarlo de mejor forma. Además, para

Taylor era importante que dichos pasos tuvieran un tiempo de ejecución determinado y estricto, y

que los trabajadores cumplieran con esos tiempos.

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Frederick Taylor, es más conocido por el enfoque de una vía, para completar una tarea. La teoría

clásica evolucionó a partir de este pensamiento. La teoría de la administración científica de Taylor

(o taylorismo) se enfoca en la gestión del trabajo y los trabajadores.

Taylor publicó en 1911 las conclusiones sobre sus estudios en un libro llamado: “Principios del

management científico”. Elaboró una teoría científica sobre la base de estudios sobre movimiento

y tiempo que incrementan la eficiencia de un proceso. Se llama teoría científica, por el intento de

Taylor de aplicar los métodos de la ciencia a los problemas de la administración para lograr una

gran eficiencia industrial. Cuando surgió esta teoría en Estados Unidos, en plena Revolución

Industrial, había poca mano de obra fabril y por ello necesitaban aumentar la productividad

elevando la eficiencia de los trabajadores existentes. Su teoría se conoció como taylorismo y fue

clave para la organización industrial durante todo el siglo XX.

La teoría de la administración científica de Taylor, consiste en cuatro principios:

Planeación: Reemplazar los métodos informales de trabajo, la improvisación por métodos basados

en procedimientos científicos.

Preparación: Seleccionar, entrenar, y desarrollar a cada trabajador de acuerdo al método

planificado. Se debe preparar las máquinas y los equipos de producción, así como la distribución

física y la disposición racional de las herramientas y los materiales.

Control: Se debe controlar el trabajo para asegurar que se ejecute de acuerdo a las políticas y

normas establecidas y según el plan previsto. Se debe proveer de instrucciones y supervisión

detallada, sobre el desempeño de las tareas.

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Ejecución: Dividir el trabajo en lo posible de manera igual entre mandos y trabajadores para que

los mandos apliquen principios del management científico para planificar el trabajo y el desempeño

de las tareas de los trabajadores.

Cuando contaba con 45 años, Taylor decidió retirarse del ámbito laboral, pero siguió ofreciendo

charlas y conferencias en diversos institutos y universidades, con la intención de promover los

principios de la administración científica del trabajo. Taylor y su esposa habían adoptado tres niños,

y durante la década que abarcó desde 1904 hasta 1914, todos ellos vivieron en Filadelfia. Taylor

recibió muchos reconocimientos a lo largo de su vida. En 1906 la Sociedad Americana de

Ingenieros Mecánicos (ASME por sus siglas en inglés) lo nombró presidente; en ese mismo año

recibió el nombramiento de doctor honoris causa en el ámbito de las ciencias por parte de la

Universidad de Pensilvania.

Una de sus participaciones más emblemáticas tuvo lugar en 1912, cuando se presentó ante un

comité especial del Congreso de los Estados Unidos de América, con la intención de exponer las

características del sistema de gestión de maquinaria que él había creado.

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