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Sentencia T-569/11

SISTEMA DE CARRERA ADMINISTRATIVA-Finalidad

La consagración constitucional del sistema de carrera como principal forma


de acceso al empleo público es reflejo de la necesidad de contar con
servidores públicos cuyas capacidades, experiencia, conocimiento y
dedicación les permitan atender eficazmente las responsabilidades que les
han sido confiadas, ya que para el Constituyente de 1991 resulta claro que el
“desarrollo económico y social de un país depende, entre otras variables, de
la calidad del talento humano de su burocracia.”

CONCURSO PUBLICO Y PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DEL


MERITO-Finalidad

La jurisprudencia constitucional ha señalado reiteradamente que el mérito y


el concurso público son los dos pilares fundamentales de la carrera
administrativa dentro de la Carta Política de 1991. En virtud del mérito se
pretende que las capacidades, cualidades y eficacia del aspirante sean los
factores determinantes “para el acceso, permanencia y retiro del empleo
público.” Por su parte, el concurso público es el mecanismo para establecer
el mérito, ya que aquel está exclusivamente dirigido a comprobar “las
calidades académicas, la experiencia y las competencias requeridas para el
desempeño de los empleos.” La Corte ha manifestado que el concurso público
debe ser comprensivo de “todos y cada uno de los factores que deben reunir
los candidatos a ocupar un cargo en la administración pública”, incluidos
aquellos factores en los cuales “la calificación meramente objetiva es
imposible”, ya que aquello garantiza la erradicación de cualquier margen de
subjetividad en la escogencia del concursante.

CONCURSO PUBLICO DE MERITOS-Etapas

El agotamiento de las diferentes etapas del concurso – siempre y cuando se


respeten las reglas inicialmente establecidas – traerá como consecuencia
necesaria la designación obligatoria de aquel quien ocupa el primer lugar en
la lista de elegibles y de aquellos que lo preceden en el orden, dependiendo
del número de vacantes disponibles. La Corte ha expresado que “cuando se
fijan en forma precisa y concreta cuáles son las condiciones que han de
concurrir en los aspirantes y se establecen las pautas o procedimientos con
arreglo a los cuales se han de regir los concursos, no existe posibilidad
legítima alguna para desconocerlos y una vez apreciados éstos quien
ocupará el cargo será quien haya obtenido mayor puntuación”, ya que
justamente el nombramiento del más apto es la finalidad para la cual aquel
ha sido instituido
Expediente T-2878113

LISTA DE ELEGIBLES-Línea jurisprudencial sobre nombramiento


del primero de la lista en concurso de méritos

ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2008-Declarado inexequible en su


totalidad/INEXEQUIBILIDAD DE INSCRIPCION
EXTRAORDINARIA EN CARRERA ADMINISTRATIVA-Efectos
retroactivos

COMISION NACIONAL DEL SERVICIO CIVIL-Orden para que


unifique lista de elegibles

Referencia: expediente T-2878113

Acción de tutela instaurada por Hames


Andrés Ruano Riveros contra la Comisión
Nacional del Servicio Civil y la Secretaría
de Gobierno Distrital de Bogotá.

Magistrado Ponente:
JORGE IVAN PALACIO PALACIO

Bogotá, D.C., veintiuno (21) de julio de dos mil once (2011).

La Sala Quinta de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los


Magistrados Nilson Pinilla Pinilla, Jorge Ignacio Pretelt Chaljub y Jorge Iván
Palacio Palacio, quien la preside, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, profiere la siguiente:

SENTENCIA

Dentro del proceso de revisión del fallo dictado por la Sala de Casación Penal
de la Corte Suprema de Justicia, que revocó la decisión de primera instancia
proferida por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá.

I. ANTECEDENTES.

El señor Hames Andrés Ruano Riveros presentó acción de tutela contra la


Comisión Nacional del Servicio Civil y la Secretaría de Gobierno Distrital de
Bogotá, buscando la protección efectiva de sus derechos fundamentales a la
igualdad, debido proceso, trabajo y acceso a cargos públicos, de conformidad
con los siguientes:

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Expediente T-2878113

1. Hechos.

- Cuenta que se inscribió en la convocatoria Núm. 001 de 2005, realizada por


la Comisión Nacional del Servicio Civil (CNSC) para proveer, por concurso
de méritos, los empleos de carrera administrativa de las entidades y
organismos del orden nacional y territorial regidos por la Ley 909 de 2004.

- Manifiesta que una vez superadas todas las etapas de la primera fase del
concurso, escogió, el seis (6) de agosto de dos mil ocho (2008), el empleo
Núm. 15356, denominación “Profesional Universitario”, código 219, grado
15 de la Secretaría de Gobierno de Bogotá, para el cual dicha entidad había
reportado un total de once (11) vacantes.

- Explica que el veintiséis (26) de diciembre de dos mil ocho (2008), el


Congreso de la República expidió el Acto Legislativo 01 de 2008, “por el
cual se adiciona el artículo 125 de la Constitución Política.” En virtud de
dicho instrumento, los servidores que, a la fecha de publicación de la Ley
909 del 2004, estuviesen ocupando cargos de carrera vacantes de forma
definitiva, en calidad de provisionales o de encargados del sistema general
de carrera, serían inscritos en carrera administrativa, de manera
extraordinaria y sin necesidad de concurso público.

- Agrega que la Sala Plena de la Corte Constitucional, mediante sentencia C-


588 de 2009, declaró retroactivamente la inexequibilidad del Acto
Legislativo Núm. 01 de 2008.

- Comenta que el veintiuno (21) de diciembre de dos mil nueve (2009), la


Comisión Nacional del Servicio Civil expidió la Resolución Núm. 1580, por
medio de la cual conformó listas de elegibles para la provisión de cargos de
carrera de la Secretaría de Gobierno de Bogotá. Indica que ocupó el puesto
once (11) dentro de la listado expedido para proveer el empleo para el cual
concursó, razón por la cual asegura haber ganado la última de las vacantes
ofertadas.

- Relata que la Comisión Nacional del Servicio Civil, mediante oficio del
ocho (8) de abril de dos mil diez (2010), informó a la Secretaría de Gobierno
de Bogotá de la firmeza de la Resolución Núm. 1580 del veintiuno (21) de
diciembre de dos mil nueve (2009).

- En razón de lo anterior, explica que, el tres (3) de mayo de dos mil diez
(2010), solicitó a la Dirección de Gestión Humana de la mencionada entidad
que procediera a nombrarlo en el cargo para el cual había concursado y
resultado elegible.

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Expediente T-2878113

- Sin embargo, señala que la Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá le


respondió, a través de oficio del veinte (20) de mayo de dos mil diez (2010),
que de los once (11) cargos inicialmente reportados, cuatro (4) estaban
siendo desempeñados por personas beneficiarias del Acto Legislativo Núm.
01 de 2008, “motivo por el cual la Comisión solamente ofertó siete”.

- Agrega que bajo dicha consideración, la comisión accionada nombró en


período de prueba solamente a las primeras siete (7) personas de la lista de
elegibles. Indica que las vacantes restantes, por el contrario, siguieron siendo
ocupadas por personal en provisionalidad y encargo que no figuraban en el
aludido listado.

- Manifiesta que la conducta de las entidades demandadas “constituye una vía


de hecho”, ya que desconocen que la Corte Constitucional, a través de la
sentencia C-588 de 2009, declaró la inexequibilidad del Acto Legislativo
Núm. 001 de 2008 con efectos retroactivos, por lo cual no es posible
“desconocer la lista de elegibles conformada para proveer los once empleos
vacantes distinguidos con el Núm. 15356.”

Como consecuencia de lo anterior, el señor Ruano Riveros solicita que se


protejan sus derechos fundamentales a la igualdad, al trabajo, al debido
proceso y al acceso a cargos públicos, ordenando a la Comisión Nacional del
Servicio Civil y a la Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá que realicen
las gestiones necesarias para que sea nombrado, en el empleo Núm. 15356,
denominación “Profesional Universitario”, código 219, grado 15, de la
Secretaria de Gobierno Distrital de Bogotá, con efectos retroactivos “y por
ende genere todos los derechos que se derivan del mismo, a partir del 22 de
abril de 2010, fecha en que fueron nombrados quienes conforman la lista de
elegibles.”

2. Contestación de las entidades demandadas.

2.1. Comisión Nacional del Servicio Civil

Dentro del término legalmente establecido para ello, la Comisión Nacional del
Servicio Civil solicitó que se declarara improcedente la solicitud de tutela de
la referencia, toda vez que, a su juicio, el reclamante contaba con las acciones
contencioso administrativas para plantear su inconformidad con lo consignado
en los actos administrativos de los cuales discrepaba. Adicionalmente, adujo
la carencia actual de objeto dentro de la presente acción de tutela, ya que la
Comisión Nacional del Servicio Civil procedió, en virtud de las Circulares
Núm. 053 y 054 del veintiocho (28) de octubre de dos mil nueve (2009), a
seguir lo dispuesto por la Corte Constitucional en la sentencia C-588 del

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Expediente T-2878113

mismo año y, en consecuencia, realizó las gestiones necesarias para proveer


los cargos ocupados por personas que estaban cobijadas por lo contemplado
en el Acto Legislativo 01 de 2008. La entidad accionada precisó que reanudó
el concurso de dichos empleos atendiendo las expectativas no solo de aquellos
quienes venían participando en el concurso de méritos, sino también del
personal “que tenía la expectativa de ser inscrito de manera extraordinaria
por el acto administrativo”, permitiendo que aquellos servidores públicos que
se hubieran beneficiado de la antecitada reforma constitucional y que en razón
de ella hubieran optado por no continuar en la Fase II de la Convocatoria No.
01 de 2005, pudieran seguir concursando.
2.2. Secretaria de Gobierno Distrital de Bogotá.

Notificada de la presente acción de tutela, la Secretaria de Gobierno Distrital


de Bogotá solicitó al juez de instancia que denegara la solicitud de amparo,
por considerar, contrario a lo sostenido por el accionante, que la Comisión
Nacional del Servicio Civil había ofertado tan solo siete (7) vacantes, las
cuales fueron todas proveídas en virtud de la Resolución Núm. 1580 de 2009.

3. Intervenciones de terceros.

3.1. Coadyuvantes de la parte actora.

Las señoras Nancy Martínez Peña (octava en la lista de elegibles), María


Teresita Franco Gallego (novena en la lista de elegibles) y Gloria Elisa
Tamayo Tamayo (décima en la lista de elegibles) coadyuvaron, en escritos
independientes, al señor Hames Andrés Ruano Riveros en su pretensión de ser
nombrado en el empleo Núm. 15356, denominación “Profesional
Universitario”, código 219, grado 15, de la Secretaria de Gobierno Distrital de
Bogotá. Las coaduyantes señalaron que se encuentran en idéntica situación
fáctica y jurídica que el peticionario, razón por la cual, de ordenarse el
nombramiento del señor Ruano Riveros, no existe circunstancia alguna que
impida que ocurra lo mismo respecto de sus casos particulares. Agregaron
que, tal como ocurre con el reclamante, el desconocimiento de lo ordenado en
la sentencia C-588 de 2009 vulnera gravemente sus derechos fundamentales,
ya que a pesar de haber participado de manera satisfactoria en el concurso de
méritos y haber resultado elegibles para uno de los once (11) cargos ofertados,
la Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá se ha rehusado reiteradamente a
nombrarlos.

3.2. Carolina María Gómez Caro.

El a quo vinculó oficiosamente a la señora Carolina María Gómez Caro, por


considerar que podía verse afectada por las decisiones que se adoptaran dentro
del trámite de tutela de la referencia. En efecto, la Sala Penal del Tribunal

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Expediente T-2878113

Superior de Bogotá estimó pertinente su comparecencia al presente trámite, ya


que aquella se había inscrito para participar en el concurso de méritos
adelantado por la Comisión Nacional del Servicio Civil para proveer las
cuatro (4) vacantes del empleo no ofertadas inicialmente.

Al respecto, la señora Carolina María Gómez Caro informó que se había


inscrito en la Convocatoria Núm. 001 de 2005 y que, una vez superadas las
pruebas básicas, se postuló para el Núm. 15356, denominación “Profesional
Universitario”, código 219, grado 15, de la Secretaria de Gobierno Distrital de
Bogotá.
No obstante lo anterior, y ante los múltiples inconvenientes que se han
presentado para la provisión de dicho cargo, relata que decidió inscribirse en
el empleo Núm. 53640 de la Comisión de Regulación de Agua Potable, a
través de mensaje enviado al Coordinador de la Fase II del concurso de
méritos.

3.3. Nubia Consuelo Cerón Morales.

Vinculada de manera oficiosa por parte del fallador de primer grado, la señora
Nubia Consuelo Cerón Morales, quien participó, en virtud de lo señalado en
las Circulares 053 y 054 de 2009, de la Fase II de la Convocatoria No. 001 de
2005, no se pronunció sobre los hechos que motivaron la solicitud de tutela de
la referencia.

4. Decisiones judiciales objeto de revisión.

4.1. Sentencia de primera instancia.

La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, mediante sentencia del


dieciséis (16) de septiembre de dos mil diez (2010), concedió el amparo
reclamado por el peticionario. El a quo señaló que no era lógico ni razonable
que las entidades accionadas no proveyeran la totalidad de cargos ofertados
inicialmente, toda vez que el Acto Legislativo 01 de 2008, en virtud del cual
se ordenaba la inscripción extraordinaria en carrera a ciertos servidores
públicos (incluyendo algunos ocupantes del empleo Núm. 15356,
denominación “Profesional Universitario”, código 219, grado 15, de la
Secretaria de Gobierno Distrital de Bogotá), había desaparecido del mundo
jurídico con la declaratoria de inexequibilidad decretada en la sentencia C-588
de 2009 de la Corte Constitucional. Así, el juez de instancia encontró que la
negativa de la Comisión Nacional del Servicio Civil y de la Secretaria
Distrital de Gobierno de Bogotá de nombrar a los integrantes de la parte
actora en los cargos para los cuales resultaron elegibles, supuso desconocer el
riguroso orden de mérito definido en la Resolución 1580 de 2009, lo cual a su
turno resultó en el quebrantamiento no solo de las reglas del concurso, sino

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Expediente T-2878113

también de los principios de la buena fe, confianza legítima y respeto al acto


propio.

En consecuencia, el Tribunal ordenó el nombramiento del peticionario y las


personas ocupantes de los puestos siete (7), ocho (8), nueve (9) y diez (10) en
el empleo mencionado.

4.2. Impugnación de las entidades accionadas

La Secretaría Distrital de Gobierno de Bogotá, inconforme con la decisión de


primera instancia, solicitó su revocatoria bajo dos argumentos medulares.

En primer lugar, reiteró que si bien había reportado once (11) cupos para el
empleo Núm. 15356, denominación “Profesional Universitario”, código 219,
grado 15 a la Comisión Nacional del Servicio Civil, aquella había
“fraccionado la oferta”, ofreciendo solamente siete (7), toda vez que los
cuatro (4) cargos restantes estaban siendo ocupados por personas que se
beneficiaban del Acto Legislativo 01 de 2008 y que, en consecuencia, tenían
derecho a la inscripción extraordinaria en carrera administrativa. Agregó que
ante la declaratoria de inexequibilidad de la referida reforma constitucional, la
Comisión Nacional del Servicio Civil reinició el concurso respecto de los
cuatro (4) cargos restantes, respetando cabalmente la obligación constitucional
de proveer dichas plazas mediante tal mecanismo.

En consecuencia, la entidad accionada sostuvo que “remover esos cargos del


concurso y suplirlos con la lista de elegibles divulgada mediante Resolución
Núm. 1580 del veintiuno (21) de diciembre de dos mil nueve (2009),
generaría la vulneración de los derechos de quienes se encuentran inscritos
en el proceso pertinente, impidiendo que de resultar beneficiados por el
proceso de selección puedan ser nombrados en los cargos por inexistencia de
los mismos.”

En segundo lugar, la entidad impugnante manifestó que la solicitud de amparo


de la referencia carecía de inmediatez, ya que la lista de elegibles dispuesta en
la Resolución Núm. 1580 del veintiuno (21) de diciembre de dos mil nueve
(2009) había cobrado firmeza el cinco (5) de febrero de dos mil diez (2010),
es decir, más de cuatro (4) meses después de haber sido presentada la
demanda de tutela. Así, explicó que lo que el actor pretendía a través de la
presente acción era conjurar su propia negligencia y desidia, al haber dejado
caducar la acción contencioso administrativa de la cuál disponía para
cuestionar la legalidad de dicho acto administrativo.

4.3. Sentencia de segunda instancia.

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Expediente T-2878113

La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, mediante


sentencia del veintiuno (21) de octubre de dos mil diez (2010), revocó la
decisión de primera instancia, declarando improcedente la solicitud de tutela
promovida por Hames Andrés Ruano Riveros. En criterio del juez de segundo
grado, las entidades accionadas no desconocieron los derechos fundamentales
del peticionario, ya que encontró que la decisión de proveer siete (7) de las
once (11) plazas inicialmente reportadas para el empleo para el cual había
concursado no obedeció a la expedición del Acto Legislativo 01 de 2008,
sino a “la magnitud de la convocatoria” y a la necesidad de “evitar
traumatismos en las plantas de personal de las entidades.”

Adicionalmente, el ad quem consideró que el reclamante contaba con otros


mecanismos judiciales de defensa para ventilar la presente controversia. En
efecto, la Sala razonó que la inconformidad del actor giraba en torno a la
normatividad que reguló la convocatoria Núm. 001 de 2005 – en especial el
Acuerdo Núm. 21 de 2008 – y que en consecuencia, cualquier reparo que
tuviera respecto de ella debía hacerlo en ejercicio de la acción ordinaria de
nulidad simple ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo.

5. Pruebas.

- Folio 18, copia de la “Información Básica del Aspirante y del Empleo” de


la página web de la Comisión Nacional del Servicio Civil, del señor Hames
Andrés Ruano Riveros.
- Folios 19 a 26, copia de la Resolución Núm. 1580 del veintiuno (21) de
diciembre de dos mil nueve (2009), “por la cual se conforman listas de
elegibles para proveer empleos de carrera de la Secretaría Distrital de
Gobierno, convocados a través de la Convocatoria No. 01 de 2005.”
- Folios 119 a 128, copia del Acuerdo Núm. 21 de 2008 de la Comisión
Nacional del Servicio Civil.
- Folios 129 y 130, copia de la Circular 048 de 2009 de la Comisión
Nacional del Servicio Civil.
- Folios 131 a 135, copia de la Circular 053 de 2009 de la Comisión
Nacional del Servicio Civil.
- Folios 136 a 141, copia de la Circular 054 de 2009 de la Comisión
Nacional del Servicio Civil.
- Folios 180 y 181, copia de la “Constancia de Registro a Empleo
Específico” de la página web de la Comisión Nacional del Servicio Civil,
del señor Hames Andrés Ruano Viveros.

6. Solicitud de Medida Provisional.

En escrito radicado el veintinueve (29) de marzo de dos mil once (2011) ante
la Secretaría General de la Corte Constitucional, el señor Hames Andrés

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Expediente T-2878113

Ruano Viveros manifestó que la Comisión Nacional del Servicio Civil expidió
la Resolución Núm. 1050 del 2011, mediante la cual se conformó la lista de
elegibles para proveer las vacantes restantes del empleo Núm. 15356.

Comentó que el artículo 1 de la mencionada resolución incluyó en la lista de


elegibles, en los dos primeros lugares, a las señoras Carolina María Gómez
Caro y Nubia Consuelo Cerón Morales, quienes obtuvieron puntajes de 55.278
y 54.672 respectivamente.
En adición, precisó que obtuvo un puntaje de 58.826 por lo cual, al igual que
ocurrió con ocho (8) personas con puntajes superiores al de las mencionadas
personas, ocupa un mejor lugar dentro de la lista de elegibles.

De otra parte, refirió que la Resolución Núm. 1050 de 2011 no hizo ninguna
mención sobre la Resolución Núm. 1580 de 2009, por lo cual, en suma,
asegura que existe incertidumbre sobre si la primera derogó la segunda y en
consecuencia incluyó en la lista de elegibles a personas con puntajes inferiores
y que en estricto orden de méritos, no deberían ocupar los primeros lugares.

Así las cosas, recordando que la Resolución Núm. 1050 de 2011 está vigente,
es plenamente exigible y podría desconocer eventualmente el “derecho
adquirido” a ser nombrado en el empleo Núm. 15356, el peticionario solicita
la suspensión provisional de los efectos de dicho acto administrativo o “en su
defecto, la medida de conservación o seguridad que el Despacho estime
conveniente con la finalidad de proteger los derechos fundamentales
invocados y evitar así que se produzcan mayores perjuicios.”

Por otro lado, el peticionario subrayó que el elegible que ocupaba la séptima
posición de la primera lista presentó renuncia, la cual fue aceptada mediante
Resolución Núm. 1009 del quince (15) de julio de dos mil diez (2010). Así,
precisó que la Comisión Nacional del Servicio Civil, mediante Auto Núm.
529 del veintitrés (23) de diciembre de dos mil diez (2010), autorizó el uso de
la lista de elegibles conformada mediante la Resolución Núm. 1580 de 2009,
para que fuera nombrada la elegible que ocupaba el puesto ocho (8), la cual se
posesionó en el mes de febrero de dos mil once (2011).

II. ACTUACIONES SURTIDAS POR LA CORTE


CONSTITUCIONAL.

1. Decreto de pruebas.

Mediante Auto del doce (12) de abril del presente año el magistrado
sustanciador decretó la práctica de algunas pruebas. Así, ordenó a la Comisión
Nacional del Servicio Civil que informara a esta Corporación sobre los
siguientes aspectos:

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Expediente T-2878113

1. “¿Por qué de las once (11) personas señaladas en la Resolución Núm.


1580 del veintiuno (21) de diciembre de dos mil nueve (2009) como
elegibles para el cargo, la Comisión Nacional del Servicio Civil
nombró apenas a siete (7)?
2. Teniendo en cuenta que las cuatro (4) personas restantes elegibles
para el cargo habían sido nominadas a través de la Resolución Núm.
1580 del veintiuno (21) de diciembre de dos mil nueve (2009), sírvase
explicar cuáles fueron los motivos o bajo qué causales la Comisión
Nacional del Servicio Civil dictó la Resolución Núm. 1050 del
veintitrés (23) de marzo de dos mil once (2011).
3. Sírvase precisar qué efectos tiene la designación de elegibles realizada
en la Resolución Núm. 1050 del veintitrés (23) de marzo de dos mil
once (2011) respecto de lo dispuesto previamente en la Resolución
Núm. 1580 del veintiuno (21) de diciembre de dos mil nueve (2009) en
lo relativo a su vigencia o derogación.”

En lo atinente al primer interrogante, la Comisión Nacional del Servicio Civil


respondió que, en consideración a la expedición del Acto Legislativo Núm. 01
de 2008, “y con el objeto de evitar traumatismos derivados de la modificación
constitucional que permitía la inscripción extraordinaria”, optó por iniciar la
Fase II del concurso de méritos únicamente con aquellos cargos que se
encontraban en vacancia definitiva con posterioridad a la entrada en vigencia
de la Ley 909 de 2004. Así, señaló que de las once (11) plazas inicialmente
reportadas, cuatro (4) de ellas habían sido provistas de manera provisional con
anterioridad a la expedición de la citada ley, por lo cual consideró prudente
abstenerse de ofrecerlas.

Respecto a la segunda pregunta, la entidad requerida contestó que, ante la


declaratoria de inexequibilidad del Acto Legislativo Núm. 01 de 2008,
reanudó el concurso público para proveer las vacantes que inicialmente no se
habían ofrecido. En tal sentido, explicó que una vez aplicadas las pruebas
definidas en el proceso de selección, conformó lista con dos (2) elegibles
mediante la Resolución Núm. 1050 del veintitrés (23) de marzo de dos mil
once (2011).

Finalmente, en cuanto al tercer cuestionamiento, la Comisión señaló que, toda


vez que la Resolución Núm. 1580 de 2009 había sido proferida con el fin de
proveer apenas siete (7) de las once (11) plazas existentes para el empleo
Núm. 15356, aquella no sufría modificación o derogación alguna con la
expedición de la Resolución Núm. 1050 de 2011, la cual se limitaba a
conformar la lista de elegibles para designar las cuatro (4) vacantes restantes.
En efecto, la entidad requerida manifestó que la elaboración de dos listas de
elegibles para ocupar las diversas plazas disponibles para dicho cargo

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Expediente T-2878113

obedeció al fraccionamiento de la oferta en dos momentos, el cual se hizo


necesario ante la expedición del Acto Legislativo 01 de 2008.

2. Resolución de la solicitud de medida provisional.

La Sala Quinta de Revisión, mediante auto del doce (12) de mayo del presente
año, negó la solicitud de medida provisional presentada por el señor Hames
Andrés Ruano Riveros, por considerar que, con los elementos de juicio
disponibles en el expediente, no se avizoraba ningún perjuicio irremediable, que
hiciera meritoria la adopción de medidas, incluso antes de emitir la decisión.

III. CONSIDERACIONES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL.

1. Competencia.

Esta Sala de Revisión es competente para revisar las presentes decisiones de


tutela, de conformidad con lo previsto en los artículos 86 y 241 de la
Constitución Política, el Decreto 2591 de 1991 y las demás disposiciones
concordantes.

2. Presentación del caso y planteamiento del problema jurídico.

2.1. El señor Hames Andrés Ruano Riveros presentó acción de tutela contra la
Comisión Nacional del Servicio Civil y la Secretaría de Gobierno Distrital de
Bogotá, solicitando la protección efectiva de sus derechos fundamentales a la
igualdad, al trabajo, al debido proceso y al acceso a cargos públicos, los cuales
asegura fueron vulnerados producto de la negativa de dichas entidades de
nombrarlo en el empleo Núm. 15356, denominación “Profesional
Universitario”, código 219, grado 15, de la segunda de aquellas, a pesar de
haber ocupado el puesto once (11) dentro de la lista de elegibles conformada
para proveer igual número de vacantes de dicho cargo, la cual fue consignada
en la Resolución Núm. 1580 de 2009.

Por su parte, las entidades demandadas aseguraron que el número de vacantes


ofertadas no era de once (11) sino siete (7), toda vez que para el momento de
la inscripción de los concursantes en la segunda fase de la convocatoria – en
donde aquellos escogerían el empleo para el cual se postulaban – cuatro (4) de
las plazas estaban siendo ocupadas por personas que se beneficiaban del Acto
Legislativo 01 de 2008. En consecuencia, manifestaron que con el fin de evitar
el desconocimiento de los derechos de aquel personal, la Comisión Nacional
del Servicio Civil “fraccionó” la oferta, prometiendo solamente siete (7)
empleos. La Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá explicó que nombró
en estricto orden de méritos a las siete (7) primeras personas de la lista de

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Expediente T-2878113

elegibles, con lo cual cumplió cabalmente con su obligación de proveer dichos


cargos conforme a las reglas del concurso.

Adicionalmente, la Comisión Nacional del Servicio Civil relató que, ante la


declaratoria de inexequibilidad de la aludida reforma constitucional, reinició el
concurso para las cuatro (4) vacantes restantes, en el cual permitió la
participación de aquellas personas que estuvieron cobijadas por la inscripción
extraordinaria decretada a través del mencionado acto legislativo que se
hubieran retirado del concurso.
2.2. La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá protegió los derechos
fundamentales del peticionario, luego de considerar que aquel había superado
exitosamente la totalidad de las etapas del concurso y que, para el momento
en que la Comisión Nacional del Servicio Civil realizó la oferta del empleo
para el cual el actor concursó, las plazas convocadas habían sido
efectivamente once (11). De esa forma, aseveró que, al devenir inexequible el
Acto Legislativo 01 de 2008, las cuatro (4) plazas no proveídas inicialmente
por haber sido ocupadas por personal cobijado por dicha reforma
constitucional, debían llenarse por los concursantes que ocuparon los puestos
ocho (8), nueve (9), diez (10) y once (11) de la lista de elegibles publicada
mediante la Resolución Núm. 1580 de 2009, incluyendo al señor Hames
Andrés Ruano Riveros.

Por su parte, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia,


revocó la decisión del a quo, declarando improcedente la solicitud de tutela de
la referencia. En sentir del fallador del segundo grado, el peticionario contaba
con otros mecanismos judiciales de defensa para hacer valer los derechos
presuntamente vulnerados, ya que pudo haber cuestionado la legalidad del
Acuerdo Núm. 21 de 2008 a través de la acción contencioso administrativa de
simple nulidad. Adicionalmente, el ad quem encontró que la Comisión
Nacional del Servicio Civil siempre estuvo ofertando tan solo siete (7) plazas
para el cargo para el cual el peticionario se postuló, por lo cual descartó
rotundamente el desconocimiento de sus derechos fundamentales.

Posteriormente, la Comisión Nacional del Servicio Civil expidió la Resolución


Núm. 1050 de 2011, mediante la cual conformó lista de elegibles para proveer
las cuatro (4) plazas restantes para el empleo Núm. 15356, denominación
“Profesional Universitario”, código 219, grado 15, de la Secretaría de
Gobierno Distrital de Bogotá. En dicho listado figuraron en los dos (2)
primeros lugares las señoras Carolina María Gómez Caro y Nubia Consuelo
Cerón Morales, las cuales obtuvieron puntajes inferiores al señor Hames
Andrés Ruano Riveros.

2.3. De conformidad con los antecedentes expuestos, la Sala deberá


determinar si se desconocen los derechos fundamentales a la igualdad, al

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Expediente T-2878113

trabajo, al debido proceso y al acceso a cargos públicos del señor Hames


Andrés Ruano Riveros, ante la negativa de la Comisión Nacional del Servicio
Civil y la Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá a nombrarlo en el cargo
para el cual participó en un concurso de méritos y ocupó un lugar dentro de la
lista de elegibles, por considerar que su posición dentro de dicho listado estaba
por fuera de las vacantes ofertadas ya que (i) las plazas restantes que fueron
ofrecidas inicialmente estaban siendo ocupadas por personas cobijadas por el
Acto Legislativo Núm. 01 de 2008 y (ii) ante la declaratoria de
inexequibilidad de dicha reforma constitucional, la Comisión Nacional del
Servicio Civil reinició el concurso para proveer tales vacantes, el cual culminó
en la lista de elegibles de la Resolución Núm. 1050 de 2011.

Previo a resolver la controversia planteada, la Sala determinará si la acción de


tutela resulta procedente, esto es, si el reclamante dispone de medios de
defensa judiciales idóneos y eficaces para hacer valer los derechos
presuntamente vulnerados.

De ser así, la Corte reiterará su jurisprudencia relacionada con (i) el sistema de


carrera administrativa; (ii) la declaratoria de inexequibilidad del Acto
Legislativo 01 de 2008, contenida en la sentencia C-588 de 2009 y (iii) los
efectos retroactivos de dicha determinación. Posteriormente, aplicará dichas
consideraciones al caso concreto.

3. Procedencia de la acción de tutela: Falta de idoneidad y eficacia de los


mecanismos ordinarios de defensa judicial.

3.1. Siguiendo lo dispuesto en el artículo 86 de la Carta Política, en conjunto


con el artículo 6º del Decreto 2591 de 1991, la Corte Constitucional ha
señalado de manera reiterada que la acción de tutela constituye un mecanismo
de protección de derechos de naturaleza residual y subsidiaria.1 Como
consecuencia de dicha afirmación, esta Corporación ha manifestado que su
procedencia está condicionada a (i) la falta de eficacia e idoneidad de los
mecanismos judiciales de defensa ordinariamente establecidos y (ii) la
inminencia de la consumación de un perjuicio irremediable.2

En lo relativo a la idoneidad y eficacia del instrumento judicial ordinario, la


Corte ha expresado enfáticamente que es “deber del juez de tutela examinar si
la controversia puesta a su consideración (i) puede ser ventilada a través de
otros mecanismos judiciales y (ii) si a pesar de existir formalmente, aquellos
son o no suficientes para proveer una respuesta material y efectiva a la

1
Sentencia T-645 de 2008, T-1088 de 2007, T-1080 de 2005, T-1109 de 2004, entre otras.
2
Sentencias T-582 de 2010, T-773 de 2009, T-108 de 2007, T-436 de 2005, T-859 de 2004, entre otras.

13
Expediente T-2878113

disputa puesta a su consideración.”3 Por consiguiente, “no es suficiente, para


excluir la tutela, la mera existencia formal de otro procedimiento o trámite de
carácter judicial. Para que ello ocurra es indispensable que ese mecanismo
sea idóneo y eficaz, con miras a lograr la finalidad específica de brindar
inmediata y plena protección a los derechos fundamentales, de modo que su
utilización asegure los efectos que se lograrían con la acción de tutela. No
podría oponerse un medio judicial que colocara al afectado en la situación de
tener que esperar por varios años mientras sus derechos fundamentales están
siendo violados.”4

3.2. Tratándose de la procedencia de la acción de tutela para cuestionar


decisiones adoptadas dentro de un concurso público de méritos, la Corte
Constitucional ha seguido los anteriores derroteros, al manifestar
reiteradamente que, aun cuando los afectados con dichas determinaciones
cuentan con las acciones contencioso administrativas para cuestionar su
legalidad, dichos mecanismos judiciales de defensa “no son siempre idóneos y
eficaces para restaurar los derechos fundamentales conculcados.”5

Para este Tribunal, las acciones judiciales contempladas en el Código


Contencioso Administrativo no alcanzan una protección efectiva de los
derechos de los participantes de un concurso de méritos, ya que las notorias
condiciones de congestión del aparato judicial colombiano y el diseño mismo
de tales instrumentos hacen que una controversia de tal estirpe tarde varios
años – muchas veces excediendo el término de duración del concurso mismo –
lo cual hace imposible que los afectados obtengan un remedio pronto y
oportuno a las vulneraciones de las cuales pudieron haber sido objeto. Para
esta Corporación, la protección de los derechos infringidos al dejar de
nombrarse a quien ocupó el primer puesto dentro de un concurso, no pueden
someterse a un trámite dispendioso y demorado como es el ordinario, pues con
ello se está prolongando en el tiempo la violación del derecho fundamental.6
Ciertamente:

“Considera la Corte que en materia de concursos de méritos para la


provisión de cargos de carrera se ha comprobado que no se encuentra
solución efectiva ni oportuna acudiendo a un proceso ordinario o
contencioso, en la medida que su trámite llevaría a extender en el tiempo
de manera injustificada la vulneración de derechos fundamentales que
requieren de protección inmediata. Esta Corte ha expresado, que para
excluir a la tutela en estos casos, el medio judicial debe ser eficaz y

3
Sentencia T-582 de 2010. En esta oportunidad, la Corte conoció de una solicitud de tutela promovida por
una persona que había ocupado el primer puesto de una lista de elegibles para conformar la terna para el cargo
de gerente de un hospital departamental, el cual se rehusaba reiteradamente a designarlo.
4
Sentencia T-468 de 1999.
5
Sentencia T-556 de 2010.
6
Sentencias T-556 de 2010 y T-095 de 2002, entre otras.

14
Expediente T-2878113

conducente, pues se trata nada menos que de la defensa y realización de


derechos fundamentales, ya que no tendría objeto alguno enervar el
mecanismo de tutela para sustituirlo por un instrumento previsto en el
ordenamiento legal que no garantice la supremacía de la Constitución
en el caso particular.”7

De otra parte, esta Corporación ha expresado que las medidas con las que
cuenta el juez contencioso administrativo para resolver disputas de esta
naturaleza no conllevan realmente al restablecimiento de los derechos
vulnerados y, por ello, carecen de idoneidad y eficacia para protegerlos
cabalmente. Así lo manifestó la Corte en la sentencia T-388 de 1998, al
sostener que:

“En reiterada jurisprudencia y acogiendo el mandato contenido en el


artículo 6 del decreto 2591 de 1991, esta Corporación ha
determinado que las acciones contencioso administrativas no
consiguen en igual grado que la tutela, el amparo jurisdiccional de
los derechos fundamentales amenazados o vulnerados en los procesos
de vinculación de servidores públicos, cuando ello se hace por
concurso de méritos, pues muchas veces el agotamiento de dichas
acciones implica la prolongación en el tiempo de su vulneración y no
consiguen la protección del derecho a la igualdad concretamente, ya
que, en la práctica, ellas tan solo consiguen una compensación
económica del daño causado, la reelaboración de la lista de elegibles
(cuando inconstitucionalmente se ha excluido a un aspirante o se le
ha incluido en un puesto inferior al que merece) y, muchas veces, la
orden tardía de nombrar a quien verdaderamente tiene el derecho de
ocupar el cargo, pero sin que realmente pueda restablecerse el
derecho a permanecer en él durante todo el tiempo que dura el
proceso contencioso administrativo y con lo cual se ve seriamente
comprometido el derecho, también fundamental, a la participación en
la conformación, ejercicio y control del poder político, en la
modalidad de acceder al desempeño de funciones y cargos públicos".

En conclusión, para la Corte es indudable que los mecanismos judiciales de


defensa existentes en el ordenamiento jurídico colombiano para impugnar las
decisiones adoptadas dentro de un trámite de concurso de méritos – debido a
su complejidad y duración en el tiempo – carecen de idoneidad y eficacia para
proteger los derechos fundamentales de aquellos que resulten afectados con
dichas determinaciones, por lo cual la acción de tutela se convierte en el
instrumento para protegerlos adecuada y oportunamente.

7
Sentencia SU-913 de 2009.

15
Expediente T-2878113

3.3. Abordando el asunto puesto a consideración de la Sala, se encuentra que


el señor Hames Andrés Ruano Riveros presentó acción de tutela contra la
Comisión Nacional del Servicio Civil y la Secretaría de Gobierno Distrital de
Bogotá, por considerar vulnerados sus derechos fundamentales a la igualdad,
debido proceso, trabajo y acceso a cargos públicos, producto de la negativa de
las entidades accionadas de nombrarlo en el cargo para el cual asegura haber
resultado elegible. El reclamante señala que ocupó el puesto once (11) dentro
de la lista de elegibles conformada mediante la Resolución Núm. 1580 de
2009 y afirma que en consecuencia, tiene derecho a ocupar la última de las
plazas ofertadas para el empleo para el cual se postuló. Así las cosas,
observando que la presente controversia versa sobre una persona que, dentro
de un concurso de méritos, no fue nombrada a pesar de haber ocupado un
lugar dentro de la lista de elegibles que presuntamente le daba derecho a ser
designado en el cargo para el cual concursó, la acción de tutela resulta la vía
más eficaz para proteger sus derechos fundamentales.

3.4. Por otro lado, en lo relativo al requisito de inmediatez, la Sala observa


que la solicitud de amparo de la referencia lo cumple a cabalidad, ya que el
tiempo transcurrido entre el hecho presuntamente generador de la violación de
sus derechos fundamentales y la presentación de la solicitud de amparo no
excede los 30 días y, en ese sentido, no resulta desproporcionado ni arbitrario.

Es preciso aclarar que la supuesta vulneración de los derechos fundamentales


del peticionario no está dada por el contenido del mencionado acto
administrativo, sino por su alegada falta de aplicación. En consecuencia, la
Sala observa que el término de caducidad de la acción contencioso
administrativa de nulidad y restablecimiento del derecho no puede usarse
como parámetro para determinar la inmediatez – tal y como lo adujeron las
entidades accionadas – toda vez que dicho mecanismo, como atrás se explicó,
no resultaba idóneo ni eficaz para obtener la ejecución efectiva de la lista de
elegibles.

En ese sentido, la Corte observa que el actor elevó diversas peticiones escritas
tendientes a que se diera cumplimiento al contenido de la antecitada
resolución y que la última de aquellas fue respondida por las entidades
accionadas el 20 de mayo del 20108. Del mismo modo, la Sala nota que la
acción de tutela fue presentada el 16 de junio de dicho año. Así, la Corte
encuentra que transcurrieron menos de 30 días entre dicha respuesta y la
formulación de la petición de tutela lo cual, lejos de mostrar desinterés y
desidia, refleja la profunda preocupación del peticionario por hacer valer sus
derechos fundamentales.

8 Folio 3 del cuaderno de primera instancia.

16
Expediente T-2878113

Por consiguiente, al haberse verificado la falta de idoneidad y eficacia de los


mecanismos ordinarios de defensa y la inmediatez en la presentación de la
solicitud de tutela, la Sala continuará con el examen sustancial del presente
asunto.

4. El sistema de carrera administrativa. Reiteración de jurisprudencia.

4.1. El artículo 125 de la Carta Política de 1991 le otorgó rango constitucional


al sistema de carrera, como regla general para la provisión de los empleos en
los órganos y entidades del Estado. La carrera administrativa ha sido definida
por esta Corporación como un “sistema técnico de administración de personal
que tiene por objeto garantizar la eficiencia de la administración pública y
ofrecer a todos los colombianos igualdad de oportunidades para el acceso al
servicio público, la capacitación, la estabilidad en sus empleos y la
posibilidad de ascender”, y ha sido considerada como el “instrumento más
adecuado ideado por la ciencia de la administración para el manejo del
esencialísimo elemento humano en la función pública.”9

La consagración constitucional del sistema de carrera como principal forma de


acceso al empleo público es reflejo de la necesidad de contar con servidores
públicos cuyas capacidades, experiencia, conocimiento y dedicación les
permitan atender eficazmente las responsabilidades que les han sido confiadas,
ya que para el Constituyente de 1991 resulta claro que el “desarrollo
económico y social de un país depende, entre otras variables, de la calidad
del talento humano de su burocracia.”10

4.2. En adición, el sistema de carrera como principio constitucional es un


verdadero mecanismo de protección de los derechos fundamentales, ya que
garantiza que el acceso al empleo público se realice en igualdad de
oportunidades y de manera imparcial, evitando que fenómenos subjetivos de
valoración como el clientelismo, el nepotismo o el amiguismo sean los que
imperen al momento de proveer vacantes en los órganos y entidades del
Estado.11

Para esta Corporación, el sistema de carrera administrativa es una


manifestación más del principio de igualdad de oportunidades contenido en
los artículos 13 y 125 la Carta Política, en tanto aquel debe estar orientado
para: (i) garantizar un tratamiento igualitario para todos los ciudadanos que
deseen aspirar a ocupar un cargo público, sin distingo alguno por motivos de
género, raza, condición social, creencia religiosa o militancia política; y (ii)

9
Sentencia C-356 de 1994.
10
Sentencia C-319 de 2010.
11
Ibíd.

17
Expediente T-2878113

contemplar medidas positivas frente a grupos sociales vulnerables o


históricamente discriminados en términos de acceso a cargos públicos.12

En consecuencia, resulta vulneratorio del principio de igualdad de


oportunidades cualquier práctica que discrimine a los aspirantes a un empleo
público en razón de su raza, sexo, convicciones religiosas o políticas.
Asimismo, se considera contraria al mencionado principio toda conducta que
– sin justificación alguna – rompa el equilibrio entre los participantes de un
concurso. De igual manera, resultan inconstitucionales por desconocer el
principio de igualdad de oportunidades, aquellos concursos públicos que
carezcan de medidas efectivas para garantizar condiciones más favorables a
personas pertenecientes a ciertas poblaciones cuyas posibilidades de acceso al
empleo público haya sido tradicionalmente negado.13

Para la Corte Constitucional, en observancia de los diversos instrumentos


internacionales sobre Derechos Humanos que ha ratificado Colombia, el
principio de igualdad de oportunidades tiene como objetivo que toda persona
pueda aspirar a un cargo público, en las mismas condiciones, prerrogativas y
deberes que los demás aspirantes.14

4.3. De otra parte, esta Corporación, a partir del mandato contenido en el


artículo 125 de la Carta, ha derivado un conjunto de reglas orientadoras del
sistema de ingreso, ascenso y retiro del servidor público. Así, este Tribunal ha
señalado que: (i) el empleo público es, por regla general, de carrera; (ii) los
funcionarios, cuyo sistema de nombramiento no haya sido determinado por la
Constitución o la ley, serán nombrados por concurso público; (iii) el ingreso a
la carrera administrativa y los ascensos serán por méritos; y (iv) el retiro se
dará únicamente por calificación no satisfactoria en el desempeño del empleo,
por violación del régimen disciplinario “y por las demás causales previstas en
la Constitución o la ley”.15

12
Ibíd.
13
Ibíd.
14
El artículo 21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece el derecho de toda persona a
acceder, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. A su turno, el artículo 23 de la
Convención Interamericana de Derechos Humanos reproduce tal garantía en idénticos términos, elevándolo a
la categoría de derecho político, es decir, con la misma importancia que el derecho a elegir y ser elegido.
Igualmente, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos señala en su artículo 25 que “todos los
ciudadanos tendrán acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país”. La
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, por su parte,
reconoce en su artículo 4° el derecho a la igualdad de toda mujer de acceder “a las funciones públicas de su
país y a participar en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones”. En adición, el artículo 7 de la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer garantiza, en igualdad
de condiciones con los hombres, el derecho de aquellas a “participar en la formulación de las políticas
gubernamentales y en la ejecución de éstas, y ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas
en todos los planos gubernamentales.”
15
Ver las sentencias C-901 de 2008, C-315 y C-211 de 2007, C-1122 de 2005 y C-349 de 2004, entre otras.

18
Expediente T-2878113

Desde esta perspectiva, la jurisprudencia constitucional ha señalado


reiteradamente que el mérito y el concurso público son los dos pilares
fundamentales de la carrera administrativa dentro de la Carta Política de
1991.16 En virtud del mérito se pretende que las capacidades, cualidades y
eficacia del aspirante sean los factores determinantes “para el acceso,
permanencia y retiro del empleo público.”17 Por su parte, el concurso público
es el mecanismo para establecer el mérito, ya que aquel está exclusivamente
dirigido a comprobar “las calidades académicas, la experiencia y las
competencias requeridas para el desempeño de los empleos.”18 La Corte ha
manifestado que el concurso público debe ser comprensivo de “todos y cada
uno de los factores que deben reunir los candidatos a ocupar un cargo en la
administración pública”, incluidos aquellos factores en los cuales “la
calificación meramente objetiva es imposible”, ya que aquello garantiza la
erradicación de cualquier margen de subjetividad en la escogencia del
concursante.19

4.4. La Sala Plena de este Tribunal, en sentencia C-040 de 1995, explicó


detalladamente las etapas que, por regla general, conforman los concursos
públicos para proveer los empleos de carrera20. En dicha oportunidad esta
Corporación explicó que la escogencia del servidor público de carrera debe
estar precedida de las fases de (i) convocatoria, (ii) reclutamiento, (iii)
aplicación de pruebas e instrumentos de selección y (iv) elaboración de lista
de elegibles, enfatizando en que aquellas deben adelantarse con apego al
principio de buena fe y los derechos a la igualdad y debido proceso. Dijo allí
la Corte:

“1.- La convocatoria (que dice la ley por convocación), es el primer


paso del procedimiento de selección y consiste en un llamado que hace
la Administración a quienes reúnan determinadas calidades o
condiciones para incorporarse a un empleo de carrera administrativa.
En ella se consagran las bases del concurso, las cuales difieren de
acuerdo con el tipo de concurso y el cargo por proveer; en términos
generales, se pueden mencionar, a manera de ejemplo, algunas de las
previsiones que debe contener, a saber: la identificación del cargo, las
funciones, la remuneración, los requisitos de estudios para el desempeño
del empleo, títulos, experiencia, o en su lugar la forma como se
compensan esas exigencias, los documentos que debe presentar el
candidato para su inscripción, la demostración de calidades, las
funciones del cargo, la clase de exámenes o pruebas que se van a
realizar, la indicación del sitio, fecha y hora en que se llevará a cabo el

16
Sentencias C-319 y T-502 de 2010, C-588 de 2009, C-901 de 2008, entre otras.
17
Sentencia C-315 de 2007.
18
Sentencia C-1122 de 2005.
19
Sentencias C-588 de 2009, C-315 de 2007 y C-387 de 1996, entre otras.
20
Reiterado en la sentencia SU-913 de 2009.

19
Expediente T-2878113

concurso, el tiempo límite de inscripciones, lugar en donde se reciben


éstas, la fecha en que se publicarán los resultados, en fin, todos aquellos
factores que habrá de evaluarse dentro del concurso. Regulaciones que,
como se consagra en el artículo 5o. del mismo decreto, acusado
parcialmente, "es norma reguladora de todo concurso y obliga tanto a la
administración como a los participantes", es decir, es ley para las
partes.”

“La convocación garantiza a los aspirantes, en el evento de que cumplan


las exigencias estatuídas, igualdad de oportunidades para acceder a
ocupar cargos públicos, y el derecho a concursar en igualdad de
condiciones.”

“2.- El reclutamiento, tiene como finalidad determinar quiénes de las


personas que se inscribieron para participar en el concurso, reúnen los
requisitos y condiciones exigidas por la administración, para lo cual se
debe elaborar una lista en la que aparezcan los candidatos admitidos y
los rechazados, teniendo en cuenta que en este último caso, solamente se
permite excluir a quienes no cumplan con las exigencias señaladas en la
convocatoria, las que deberán indicarse a cada uno de los afectados en
forma escrita y precisa.”

“Adviértase que en esta etapa del concurso se hace un análisis


meramente objetivo, (edad, nacionalidad, estudios, títulos, profesión,
antecedentes penales y disciplinarios, etc) para determinar la aptitud
legal de los aspirantes, lo cual se realiza antes de las pruebas o
exámenes de conocimientos.”

3.- La aplicación de pruebas o instrumentos de selección, tiene como fin


esencial "apreciar la capacidad, idoneidad y potencialidades del
aspirante y establecer una clasificación de los mismos respecto a las
calidades requeridas para desempeñar con eficiencia las funciones y
responsabilidades del cargo" (art. 8o. dec. 1222/93). Con la realización
de las pruebas se busca la evaluación del candidato no sólo en el
aspecto intelectual por medio de exámenes de conocimientos generales y
profesionales específicos de acuerdo con el cargo, sino también sus
condiciones de preparación, competencia, capacidad o aptitud física,
comportamiento social, idoneidad moral, presentación personal,
capacidad para relacionarse con las personas, antecedentes personales
y familiares, etc, para lo cual se practicarán pruebas sicológicas,
entrevistas y todos aquellos otros mecanismos que se consideren aptos
para ese fin.

20
Expediente T-2878113

4.- Lista de elegibles. Valoradas cada una de las pruebas se procede a la


elaboración de la denominada lista de elegibles, de acuerdo con el
puntaje obtenido por cada participante, indicando los candidatos que
aprobaron "en riguroso orden de mérito", como lo ordena el artículo 9o.
del decreto 1222 de 1993, objeto de impugnación.”

Para este Tribunal, la etapa de convocatoria juega un papel primordial en el


desenvolvimiento del concurso, ya que en dicha etapa la administración, al
establecer las bases de dicho trámite, señala de manera definitiva e irrevocable
las reglas que aplicará dentro de aquel, sin que tenga posibilidad de
desconocerlas o modificarlas posteriormente. Tal imposición constituye una
garantía para los administrados, toda vez que les permite saber con certeza
cuáles son las reglas a las que estarán sometidos dentro del concurso –
especialmente los requisitos y condiciones necesarias para acceder al empleo
al cual aspiran – y los legitima para ejercer la acción de tutela por violación al
derecho al debido proceso o cualquier otro derecho fundamental, cuando
quiera que aquellas resulten transgredidas. En efecto, en la sentencia T-256 de
1995, la Corte sostuvo lo siguiente:

“ Al señalarse por la administración las bases del concurso, estas se


convierten en reglas particulares obligatorias tanto para los
participantes como para aquélla; es decir, que a través de dichas reglas
la administración se autovincula y autocontrola, en el sentido de que
debe respetarlas y que su actividad, en cuanto a la selección de los
aspirantes que califiquen para acceder al empleo o empleos
correspondientes, se encuentra previamente regulada, de modo que no
puede actuar en forma discrecional al realizar dicha selección. Por
consiguiente, cuando la administración se aparta o desconoce las reglas
del concurso o rompe la imparcialidad con la cual debe actuar, o
manipula los resultados del concurso, falta a la buena fe (art. 83 C.P.),
incurre en violación de los principios que rigen la actividad
administrativa (igualdad, moralidad, eficacia e imparcialidad), y por
contera, puede violar los derechos fundamentales al debido proceso, a la
igualdad y al trabajo de quienes participaron en el concurso y resultan
lesionados en sus intereses por el proceder irregular de aquélla".

4.5. Ahora bien, el agotamiento de las diferentes etapas del concurso –


siempre y cuando se respeten las reglas inicialmente establecidas – traerá
como consecuencia necesaria la designación obligatoria de aquel quien ocupa
el primer lugar en la lista de elegibles y de aquellos que lo preceden en el
orden, dependiendo del número de vacantes disponibles. La Corte ha
expresado que “cuando se fijan en forma precisa y concreta cuáles son las
condiciones que han de concurrir en los aspirantes y se establecen las pautas
o procedimientos con arreglo a los cuales se han de regir los concursos, no

21
Expediente T-2878113

existe posibilidad legítima alguna para desconocerlos y una vez apreciados


éstos quien ocupará el cargo será quien haya obtenido mayor puntuación”, ya
que justamente el nombramiento del más apto es la finalidad para la cual aquel
ha sido instituido.21

Así, mediante las listas de elegibles, la administración reconoce el derecho


que tiene aquel que ocupó el primer lugar dentro de aquella a ser nombrado en
el cargo para el cual concursó. A través de la lista de elegibles se organiza la
información de los resultados del concurso, señalándose quiénes tendrán
derecho a ser nombrados, de acuerdo con el número de plazas a ocupar, así
como el orden de elegibilidad en que han quedado los participantes según su
puntaje22. De esta forma, figurar en el primer lugar de la lista de elegibles no
genera una simple expectativa de ser nombrado, sino que en realidad
configura un auténtico derecho adquirido. Por consiguiente, la Corte ha
señalado reiteradamente que las listas “son inmodificables una vez han sido
publicadas y se encuentran en firme, salvo expresas excepciones legales.”23
En la sentencia T-455 de 2000 la Corte ratificó el carácter vinculante e
inviolable de las listas de elegibles al manifestar que:

“Consagra el artículo 83 C.P. que las actuaciones de los particulares y


de las autoridades públicas deberán ceñirse a los postulados de la buena
fe, la cual se presume en todas las gestiones que se adelanten ante ellas.

Se entiende que cuando una entidad pública efectúa una convocatoria


para proveer un empleo de carrera administrativa, es porque
indudablemente existe el cargo y carece de toda razonabilidad someter a
un particular interesado en el mismo a las pruebas, exámenes y
entrevistas que pueden resultar tensionantes para la mayoría de las
personas, sin que el proceso adelantado y sus resultados se traduzcan en
el efectivo nombramiento.

En consecuencia, una vez que se han publicado los resultados, es


perentorio que la entidad que ha convocado al concurso entre a proveer
el cargo respectivo, designando para el efecto a quien ocupó el primer
lugar y, por sus méritos, se ha hecho acreedor a ocuparlo.

Para la Corte es indudable que quien respondió a una convocatoria


hecha por una entidad pública, presentó los exámenes, pruebas,
entrevistas, documentación exigida y además, practicados aquéllos los
superó satisfactoriamente y ocupó el primer lugar en una lista de
elegibles, tiene, en tal virtud y por mandato constitucional, no una mera

21
Sentencias C-319, C-181 y T-606 de 2010, C-588 de 2009 y T-969 de 2006, entre otras.
22
Sentencias T-556 y T-606 de 2010, entre otras.
23
Sentencias SU-913 de 2009, T-024 de 2007, T-132 de 2006, entre otras.

22
Expediente T-2878113

expectativa sino un verdadero derecho adquirido a ser nombrado en el


cargo correspondiente.”

En otras palabras, cuando la administración – luego de agotadas las diversas


fases del concurso – clasifica a los diversos concursantes mediante la
conformación de una lista de elegibles, está expidiendo un acto administrativo
de contenido particular, “que a pesar de su naturaleza plural en cuanto lo
integra un conjunto de destinatarios, crea derechos singulares respecto de
cada una las personas que la conforman.”24

En consecuencia, esta Corporación ha señalado que las listas de elegibles


generan derechos subjetivos que, por regla general, no pueden ser
desconocidos por ninguna autoridad, a menos que sea necesario por motivos
de utilidad pública e interés social y siempre que medie indemnización previa
del afectado25; o en hipótesis en las cuales su producción o aplicación
conlleve el desconocimiento de derechos fundamentales. En efecto, una vez
ha adquirido firmeza el acto administrativo mediante el cual se conforma la
lista de elegibles, aquel, salvo en las mencionadas excepciones, se torna
inmutable e irrevocable, sin perjuicio de los recursos judiciales contencioso
administrativos que se podrían presentar en contra de él por fraude o
incumplimiento de los requisitos de la convocatoria.26

Así las cosas, cuando la administración designa en un cargo ofertado


mediante concurso público a una persona que ocupó un puesto inferior dentro
de la lista de elegibles, desconoce los derechos fundamentales al debido
proceso, igualdad y trabajo de aquellos aspirantes que la anteceden por haber
obtenido mejor puntaje. En idéntica forma, se vulneran los derechos
fundamentales de quienes ocupan los primeros lugares en las listas de
elegibles, cuando aquellas se reconforman sin existir razones válidas que lo
ameriten.27

No obstante lo anterior, no puede olvidarse el reconocimiento del derecho a


ser nombrado en el cargo para el cual se concursó está necesariamente
condicionado a la posición que se ocupó dentro de la lista de elegibles y al
número de plazas o vacantes a proveer.

4.6. La jurisprudencia constitucional ha expresado de manera uniforme y


reiterada que los concursos – en tanto constituyen actuaciones adelantadas por
las autoridades públicas – deberán realizarse con estricta sujeción al (i)
derecho al debido proceso (Art. 29 Const.); (ii) derecho a la igualdad (Art. 13

24
Sentencia SU-913 de 2009.
25
Sentencias C-147 de 1997, C-155 de 2007, C-926 de 2000, C-624 de 2008, T-494 de 2008, entre otras.
26
Ibíd.
27
Sentencia T-556 de 2010.

23
Expediente T-2878113

Const.) y (iii) principio de la buena fe (Art. 83 Const.)28 Dicha obligación se


traduce, en términos generales, en el imperativo que tiene la administración de
ceñirse de manera precisa a las reglas del concurso ya que aquellas, como bien
lo ha sostenido esta Corporación, constituyen “ley para las partes” que
intervienen en él.29

El derecho al debido proceso ha sido definido por la Corte como “el respeto a
las formas previamente definidas, en punto de las actuaciones que se surtan
en el ámbito administrativo y judicial, salvaguardando en todas sus etapas los
principios de contradicción e imparcialidad.”30 Para esta Corporación, el
debido proceso es de especial importancia para el cabal desenvolvimiento de
las diversas etapas del concurso, ya que solo a través de aquel es posible
“brindar a los administrados seguridad jurídica y garantizar su defensa, así
como el correcto funcionamiento de la administración y la certeza de la
validez de sus actuaciones.”31 En consecuencia, se desconoce el derecho
fundamental al debido proceso de una persona “cuando el nominador cambia
las reglas de juego aplicables al concurso y sorprende al concursante que se
sujetó a ellas de buena fe.”32

Compaginado con el derecho al debido proceso, el principio de la buena fe


garantiza que, en las relaciones jurídicas que se generen entre la
administración y los administrados, la primera actúe con lealtad y de forma
consecuente “con sus conductas precedentes de manera que los
administrados no se vean sorprendidos con conductas que, por ser contrarias,
defrauden sus expectativas legítimamente fundadas”33. Así, se vulnera el
principio de la buena fe en aquellas hipótesis en las cuales se defrauda “la
confianza de quien se sometió a las reglas establecidas para acceder a un
cargo de carrera administrativa después de haber superado todas las pruebas
necesarias para determinar que él había ocupado el primer lugar.”34

4.7. En conclusión, conforme a la jurisprudencia constitucional, el respeto al


derecho al debido proceso de los participantes de un concurso público se
materializa en el acatamiento de, entre otras, las siguientes reglas:

- En la etapa de la convocatoria, la administración debe señalar de manera


clara y precisa las reglas del concurso, sin que pueda desconocerlas o
modificarlas posteriormente. Las reglas del concurso son obligatorias para la
administración y los participantes.

28
Sentencia T-502 de 2010.
29
Sentencia SU-913 de 2009.
30
Sentencia T-214 de 2004.
31
Sentencia T-224 de 2006.
32
Sentencias SU-913 de 2009 y SU-133 de 1998, entre otras.
33
Sentencia T-048 de 2009.
34
Ibíd.

24
Expediente T-2878113

- El trámite del concurso debe garantizar la igualdad de oportunidades de


todos los concursantes, es decir, debe proveer las mismas condiciones y
posibilidades para que aquellos demuestren las capacidades exigidas para
acceder al empleo ofertado.
- La clasificación final de los aspirantes debe realizarse conforme a las reglas
establecidas en la etapa de convocatoria del concurso y se materializa a través
de la lista de elegibles, acto administrativo plural de contenido particular.

- La lista de elegibles, una vez en firme, es, salvo motivos de utilidad pública,
interés social o violación de derechos fundamentales, definitiva e irrevocable
y, debe usarse para proveer las plazas ofrecidas conforme a las reglas dictadas
al inicio del concurso público.

5. La declaratoria de inexequibilidad del Acto Legislativo 01 de 2008.

5.1. El veintiséis (26) de diciembre de dos mil ocho (2008), el Congreso de la


República expidió el Acto Legislativo 01 de 2008, “por el cual se adiciona el
artículo 125 de la Constitución Política.” En virtud de dicha enmienda, se
pretendía que los servidores que a la fecha de publicación de la Ley 909 del
2004, estuviesen ocupando cargos de carrera vacantes de forma definitiva, en
calidad de provisionales o de encargados del sistema general de carrera, fueran
inscritos en carrera administrativa, de manera extraordinaria y sin necesidad
de concurso público.

5.2. La Sala Plena de la Corte Constitucional, mediante la sentencia C-588 de


2009, declaró inexequible dicha reforma, al advertir que aquella implicaba el
rompimiento de uno de los ejes definitorios de la Constitución Política de
1991. En dicha oportunidad, la Corte reiteró la tesis según la cual el poder de
reforma del constituyente derivado debe examinarse a la luz del denominado
juicio de sustitución, toda vez que si bien el Congreso cuenta con competencia
para reformar la Constitución, carece de la posibilidad de modificar o
reemplazar sus ejes definitorios o estructurales. De esa forma, cuando la
pretendida enmienda excede dicho límite, aquella adolece de un vicio de
competencia “por ejercicio excesivo del poder de reforma” y en consecuencia
deviene en inconstitucional. Así las cosas, este Tribunal confrontó el
contenido del artículo 125 de la Carta – y las relaciones que la jurisprudencia
constitucional ha establecido entre dicha disposición y otros preceptos
constitucionales – con el artículo 1º del Acto Legislativo Núm. 01 de 2008,
encontrando que el segundo se oponía irreconciliablemente a lo primero y en
consecuencia, suspendía parcial y temporalmente la Constitución de 1991.

En efecto, la Corte advirtió que la pretendida reforma, al prescindir del


concurso público como mecanismo de ingreso y ascenso a la carrera
administrativa para aquellas personas que ocuparan cargos de provisionalidad

25
Expediente T-2878113

o encargo, introducía una excepción que producía un quebrantamiento


insalvable de los principios del mérito y concurso público, como elementos
definitorios del sistema de provisión de empleos públicos contemplados en el
artículo 125 Superior, con lo cual dejaba sin eficacia práctica tal eje esencial
de la Carta Política de 1991. Dijo allí la Corte:

“El artículo 1º del Acto Legislativo No. 01 de 2008 no modifica ninguna


de las excepciones al régimen de carrera previsto en el artículo 125,
pero introduce, una excepción al régimen general de carrera
administrativa, pues permite una inscripción en carrera, distinta de la
que claramente surge del contenido del artículo 125 superior que, se
repite, en cuanto regla general, guía los otros sistemas de carrera, sean
especiales o específicos.

La introducción de esa excepción afecta algunos otros elementos del


régimen de carrera que el Constituyente Originario plasmó en el artículo
125 superior, pues el criterio del mérito que, según lo visto, tiene
también carácter de regla general es desplazado por los requisitos que,
conforme al precepto acusado, dan derecho a la inscripción
extraordinaria en carrera, es decir, por la circunstancia de ocupar, a la
fecha de publicación de la Ley 909 de 2004, cargos de carrera
definitivamente vacantes en provisionalidad o en encargo, de cumplir
“las calidades y requisitos exigidos para su desempeño” al momento de
comenzar a ejercer el respectivo cargo y de ocuparlos a la fecha de la
inscripción extraordinaria.

La excepción al principio del mérito le otorga carácter prevalente a


otros criterios que bien podrían ser la experiencia o la duración en el
ejercicio del cargo de carrera, lo que, de conformidad con la
interpretación que la Corte ha hecho del artículo 125 superior, no es
indicativo de la existencia del mérito personal, pero ni siquiera un factor
decisivo o determinante de su evaluación.

Desplazado el mérito, es obvio que también queda desplazado el


concurso público que sólo tiene sentido cuando se trata de evaluar el
mérito y las distintas calidades de los eventuales aspirantes.
Expresamente el artículo demandado señala que la inscripción
extraordinaria en carrera administrativa opera “sin necesidad de
concurso público” y, de otra parte, suspende “todos los trámites
relacionados con los concursos públicos que actualmente se están
adelantando sobre los cargos ocupados por empleados a quienes les
asiste el derecho previsto en el presente parágrafo.

26
Expediente T-2878113

Cabe destacar, entonces, que, una vez más, se establece una excepción a
una regla general, puesto que el concurso público, en tanto componente
esencial del sistema de carrera administrativa tiene, en la concepción del
Constituyente de 1991, el carácter de regla general para la provisión de
los empleos en los órganos y entidades del Estado.”

Adicionalmente, la Corte estimó que el trato diferencial concedido por el Acto


Legislativo 01 de 2008 resultaba en el desconocimiento del principio de
igualdad de oportunidades, ya que mientras que los servidores en
provisionalidad y los encargados tenían derecho a inscribirse en carrera
administrativa, dicha posibilidad estaba completamente vedada para el resto
de las personas, incluso cuando reunieran los requisitos exigidos para ingresar
a ella. Así, este Tribunal advirtió que la reforma objeto de control concedía un
privilegio constitucionalmente inadmisible, ya que eximía, sin razón legítima
alguna, a los ocupantes de cargos públicos en provisionalidad o encargo de la
necesidad de participar en un concurso y sobretodo del imperativo de contar
con las aptitudes y requisitos necesarios para acceder a un empleo público. En
palabras de la Corte:

“En efecto, si fuera del todo posible condensar en unas pocas frases las
diferencias, se tendría que contraponer a la carrera administrativa,
contemplada en el artículo 125 superior, un derecho de inscripción
extraordinaria que reemplaza sus elementos esenciales, pues el
principio del mérito es sustituido por el hecho de ocupar, como
provisionales o como encargados, cargos de carrera definitivamente
vacantes, mientras que, de otra parte, el concurso, exigido por el
artículo 125 superior como instrumento para determinar el mérito, no
cumple ningún papel en la hipótesis normada por el parágrafo añadido
que, simplemente, prescinde de él y suspende los que se adelantaban.

Además, mientras que el derecho de acceder al desempeño de cargos


públicos encuentra en la carrera, tal como se previó en el artículo 125
superior, un elemento que propicia su ejercicio por parte de cualquier
ciudadano que se considere dotado de las calidades y requisitos
exigidos para ejercer un cargo público, el parágrafo insertado por el
artículo 1º del Acto Legislativo No. 01 de 2008 excluye a las personas
que no ocupan cargos en el sector público en calidad de provisionales
o de encargados de la posibilidad de hacer uso de ese derecho en el
supuesto allí regulado.

Como si todo lo anterior no bastara, del influjo del principio


constitucional de igualdad se sustrae a los servidores que ejercen
cargos de carrera en provisionalidad o en encargo, concediéndoles un
trato favorable consistente en permitirles el ingreso automático a

27
Expediente T-2878113

carrera, es decir, sin necesidad de concurso, trato al que no acceden


los restantes ciudadanos capacitados para aspirar a un cargo público,
para quienes tampoco rige la igualdad de oportunidades, pues el punto
de partida de los servidores provisionales o encargados constituye, en
la práctica, un privilegio, tal como ha calificado la Corte el pretendido
derecho al ingreso automático mediante inscripción extraordinaria en
carrera administrativa.”

Asimismo, este Tribunal halló que el Acto Legislativo 01 de 2008 hacía inane
el principio de supremacía constitucional, ya que en virtud de dicha reforma
preceptos fundantes de la Carta Política de 1991 como la igualdad de
oportunidades, el sistema de carrera, el concurso y el mérito perdían la
eficacia que el constituyente originario quiso imprimirles inicialmente. En
idéntica forma, esta Corporación advirtió que la citada enmienda se
encontraba en completa oposición con los principios de separación de poderes
y reserva de ley, toda vez que le atribuía a la Comisión Nacional del Servicio
Civil la facultad de regular la inscripción extraordinaria en la carrera
administrativa, lo cual era un asunto de resorte exclusivo del poder legislativo.

6. Los efectos retroactivos de la sentencia C-588 de 2009.

6.1. Luego de advertir que la reforma bajo examen suspendía la Constitución


en lo relativo a los ejes definitorios anteriormente reseñados, la Corte declaró
la inexequibilidad del Acto Legislativo 01 de 2008 de manera retroactiva, es
decir, ordenando que se dejara sin efectos cualquier consecuencia que la
mentada reforma pudo haber producido mientras estuvo vigente.

Este Tribunal recordó que el carácter permanente de la Carta Política de 1991


supone que aquella, hasta tanto no sea efectivamente reemplazada por otra a
través de los mecanismos ordinariamente establecidos, debe regir en todo
momento. Por consiguiente, al haberse adoptado temporalmente una supuesta
“reforma” que en realidad daba al traste con varios elementos estructurales de
la Constitución, esta Corporación consideró que la Carta de 1991 dejó de regir
en dicho interregno y de esa forma se presentó una situación anómala
“inadmisible desde todo punto de vista constitucional.” Díjose allí:

“Tanto el demandante, como el Procurador General de la Nación


solicitan que a la presente decisión se le otorguen efectos retroactivos.
La Corte tiene facultad para dotar de efectos retroactivos a sus
sentencias y, en esta oportunidad, hará uso de esa facultad, porque,
conforme se ha explicado, el artículo 1º del Acto Legislativo No. 01 de
2008 tiene por efecto suspender una parte de la Constitución, cuyo
carácter permanente no admite soluciones de continuidad como la
acabada de examinar, a lo cual cabe agregar que la materia objeto de

28
Expediente T-2878113

suspensión constituye uno de los ejes definitorios de la identidad


constitucional y que la sustitución parcial desconoce la integridad de la
Carta, integridad cuya guarda también está confiada a la Corte
Constitucional.

Por lo demás, repugna a la lógica elemental y al sentimiento


constitucional que de un acto que de ninguna manera puede ser
clasificado como reforma constitucional, puedan surgir derechos cuyo
amparo sólo sería posible en detrimento de los derechos constitucionales
definidos por el Constituyente Primario y al precio de conferirle efectos
a una sustitución de la Constitución o de proteger los derechos que,
supuestamente, surgieron mientras estuvo vigente tal sustitución. En
otras palabras, si esta decisión únicamente tuviera efectos hacia el
futuro, ello equivaldría a convalidar una situación anómala y a aceptar
que la Constitución no rigió durante un lapso y eso es, desde todo punto
de vista, inaceptable.”

De esta forma, el carácter retroactivo de la decisión supuso la orden de


reanudar los concursos que, en virtud de lo dispuesto en el Acto Legislativo 01
de 2008, habían sido suspendidos, así como también el mandato de dejar sin
efectos todas aquellas inscripciones extraordinarias que se hubieran realizado.

6.2. Ahora bien, debido a que la inexequibilidad ex tunc apareja la


retrotracción de cualquier efecto que el acto invalidado haya tenido en el
ordenamiento jurídico, la Corte observa que, en lo atinente a la Convocatoria
01 de 2005, la expedición de la mencionada enmienda llevó, en principio, a lo
siguiente:

(i) Modificación de la oferta: En primer lugar, y como consecuencia


natural de la expedición de la reforma, se modificó la oferta de vacantes a
proveer mediante el concurso de méritos, ya que aquellas ocupadas por
personal que se enmarcara en los supuestos de hecho comprendidos dentro
del Acto Legislativo 01 de 2008 tenían derecho a la inscripción
extraordinaria en carrera administrativa. En consecuencia, no todas las
plazas inicialmente reportadas podían seguir siendo ofrecidas.

(ii) Posibilidad de retiro de los concursantes beneficiados con el Acto


Legislativo 01 de 2008: Adicionalmente, y como efecto indirecto de lo
anterior, los beneficiados de la reforma podían, al tener derecho a ser
incorporados automáticamente a la carrera administrativa, dejar de
participar en la Convocatoria 01 de 2005.

Como se observa, el Acto Legislativo 01 de 2008 trajo consecuencias tanto


para aquellos que se beneficiaban de él como para los que no, toda vez que

29
Expediente T-2878113

mientras que los primeros tenían la facultad de dejar de participar en la


Convocatoria 01 de 2005, los segundos veían afectadas sus posibilidades de
acceder a un cargo público, ya que la oferta se había reducido.

6.3. De ese modo, la Sala observa que, en lo atinente a la Convocatoria 01 de


2005, la inconstitucionalidad de la referida reforma constitucional debe
necesariamente apuntar a exterminar tales secuelas. De este modo, la Sala
considera que el efecto retroactivo de la inconstitucionalidad del Acto
Legislativo conllevaba:

(i) La provisión de las vacantes ocupadas por personal en


provisionalidad mediante concurso público: Al declararse inexequible la
anotada reforma, las vacantes inicialmente excluidas del concurso debían
proveerse mediante tal mecanismo, ya que aquel es el único instrumento
constitucionalmente legítimo para ingresar a la carrera administrativa. Es
pertinente precisar que, en tanto lo que se pretendió a través de la
declaratoria de inexequibilidad ex tunc era regresar las cosas al estado en
que se encontraran antes de la expedición de la mencionada enmienda, la
denominada “reanudación” del concurso debía ofrecer a la totalidad de
los concursantes, la posibilidad de competir por el mismo número de
vacantes existentes originalmente.

(ii) La reincorporación de los concursantes beneficiados con el Acto


Legislativo 01 de 2008: Al declararse contrario a la Constitución el
derecho de acceder a la carrera administrativa sin necesidad de concurso
público, aquellos concursantes que decidieron retirarse de la
Convocatoria 01 de 2005 amparados en la presunción de
constitucionalidad que revestía la reforma tenían la posibilidad de
reincorporarse a dicho trámite.

No obstante lo anterior, resulta pertinente precisar que tales medidas no se


podían adoptar “con desmedro del derecho que asiste a quienes venían
inscritos en las respectivas convocatorias realizadas antes de expedirse el
Acto Legislativo” 35, ni desconociendo los principios constitucionales que
rigen los concursos públicos para la provisión de cargos de carrera.

6.4. En todo caso, es necesario señalar que las medidas a adoptar con el fin de
garantizar el efecto retroactivo de la declaratoria de inconstitucionalidad de la
reforma dependerán de las particularidades de cada situación concreta.

Por ejemplo, esta Corporación, en la sentencia T-294 de 2011, estudió el caso


de una aspirante que (i) participó en la Convocatoria 01 de 2005, (ii) ocupó el
puesto dos (2) en la lista de elegibles conformada para proveer (2) dos
35
Sentencias C-588 de 2009 y T-294 de 2011.

30
Expediente T-2878113

vacantes del cargo para el cual concursó, pero (iii) no fue nombrada en dicho
empleo, toda vez que la segunda plaza estaba siendo proveída mediante el
trámite accesorio iniciado por la CNSC luego de la expedición de la sentencia
C-588 de 2009, que declaró inexequible el Acto Legislativo 01 de 2008.

En dicha oportunidad, la Corte sostuvo que la lista de elegibles alegada por la


reclamante no podía aplicarse para proveer las vacantes excluidas de la oferta
como consecuencia de la expedición del mencionado Acto Legislativo, ya que
desconocía el derecho de aquellos que, beneficiados por la mencionada
reforma, se retiraron del concurso. Sin embargo, reconociendo que la
inconstitucionalidad de la mencionada enmienda no podía realizarse en
“desmedro del derecho que asistía a quienes venían inscritos en las
respectivas convocatorias realizadas”, la Sala ordenó a la CNSC la adopción
de medidas para permitir que la accionante participara en el concurso de
méritos adelantado para llenar la plaza restante.

6.5. Sin embargo, es indispensable precisar que dicha solución no podrá


adoptarse en la totalidad de casos que versen acerca de la Convocatoria 01 de
2005 y la inexequibilidad del Acto Legislativo 01 de 2008, en tanto es posible
que, en algunos casos, el trámite adelantado por la CNSC para proveer las
vacantes inicialmente excluidas no se haya adelantado aún, o por el contrario
haya concluido con una segunda lista de elegibles.

De ese modo, en tales hipótesis, habrán de explorarse otras alternativas, no sin


olvidar que toda medida dirigida a hacer efectiva la inexequibilidad ex tunc
del Acto Legislativo 01 de 2008 respecto del mencionado concurso deberá en
todo caso garantizar (i) la continuación de la convocatoria, para el mismo
número de vacantes existentes antes de la expedición de la reforma; y (ii) la
reincorporación, en condiciones de igualdad con los demás participantes y sin
conceder ningún privilegio o beneficio, de aquellos que dejaron de participar
en la Convocatoria 01 de 2005 por beneficiarse de lo dispuesto en la citada
enmienda constitucional.

Con base en los fundamentos jurídicos expuestos, la Sala pasará a examinar el


asunto puesto a su consideración.

7. Análisis del caso concreto.

7.1. El señor Hames Andrés Ruano Riveros ejerció acción de tutela contra la
Comisión Nacional del Servicio Civil y la Secretaría de Gobierno Distrital de
Bogotá buscando la protección efectiva de sus derechos fundamentales a la
igualdad, al trabajo, al debido proceso y al acceso a cargos públicos, producto
de la negativa de dichas entidades a nombrarlo en el empleo Núm. 15356,
denominación “Profesional Universitario”, código 219, grado 15, de la

31
Expediente T-2878113

segunda de aquéllas, no obstante haber concursado en la Convocatoria 01 de


2005 y haber ocupado el puesto once (11) dentro de la lista de elegibles
consignada en la Resolución Núm. 1580 de 2009.

Las entidades demandadas manifestaron que dicha determinación se adoptó en


razón a la expedición del Acto Legislativo 01 de 2008, el cual, al consagrar el
derecho de inscripción extraordinaria de ciertos servidores que ocuparan
cargos públicos en provisionalidad, modificó el número de vacantes ofertadas
de once (11) a apenas siete (7). Agregaron que ante la declaratoria de
inexequibilidad de dicha enmienda, dada a través de la sentencia C-588 de
2009 de la Corte Constitucional, reiniciaron el concurso para las cuatro (4)
vacantes no ofertadas, el cual culminó con la lista de elegibles publicada a
través de la Resolución Núm. 1050 de 2011. De ese modo, aseveran que las
plazas ofertadas han sido cubiertas en su totalidad.

La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá concedió la protección a los


derechos fundamentales del peticionario, luego de considerar que, ante la
declaratoria de inconstitucionalidad del Acto Legislativo 01 de 2008, las
cuatro (4) plazas no proveídas inicialmente debían llenarse por los demás
concursantes de la lista de elegibles publicada mediante la Resolución Núm.
1580 de 2009, incluyendo al señor Hames Andrés Ruano Riveros. En opinión
del fallador de primer grado, aquella era la única forma de garantizar que los
efectos retroactivos decretados en la sentencia C-588 de 2009 se cumplieran
cabalmente.

Sin embargo, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia


revocó la decisión de primera instancia y, en su lugar, declaró improcedente la
solicitud de tutela de la referencia, por considerar que el peticionario contaba
con otros mecanismos judiciales de defensa para hacer valer los derechos
presuntamente vulnerados.

7.2. Como se manifestó en apartes precedentes, el sistema de ingreso, ascenso


y retiro de los servidores públicos de carrera administrativa, por expreso
mandato constitucional, se rige por los principios del mérito y concurso, los
cuales no buscan otra cosa que garantizar la idoneidad, las calidades
académicas, la experiencia y las competencias de los ocupantes de los
empleos.36

Adicionalmente, en razón a la importancia que juega el principio del concurso


dentro del sistema de carrera administrativa, la Corte ha sido reiterativa en
manifestar que aquel está gobernado por el derecho al debido proceso y el
principio de confianza legítima, toda vez que aquellos, al establecer la

36
Sentencia C-319 de 2010.

32
Expediente T-2878113

obligatoriedad e inmodificabilidad de las reglas de dicho trámite, permiten


hacer efectiva la igualdad de oportunidades para acceder a un cargo público.37

Asimismo, la jurisprudencia de este Tribunal es unívoca en señalar que “una


vez finalizado el concurso, la entidad correspondiente debe llevar a cabo los
nombramientos en las vacantes puestas a disposición de los participantes -
quienes solamente pueden adquirir tal calidad después de cumplir
satisfactoriamente los requisitos de inscripción exigidos por la
administración-, atendiendo a la lista de elegibles integrada y en el estricto
orden por ella establecido, que debe obedecer, indudablemente, al mérito de
los participantes.”38

En adición, debe recordarse, como se explicó atrás, que la declaratoria de


inexequibilidad retroactiva del Acto Legislativo 01 de 2008 conllevaba, en
últimas, respecto del mencionado concurso (i) la continuación de la
convocatoria, para el mismo número de vacantes existentes antes de la
expedición de la reforma; y (ii) la reincorporación de los beneficiados con
dicha enmienda, en condiciones de igualdad con los demás participantes y sin
concederles ningún privilegio o beneficio.

7.3. Teniendo en cuenta lo anterior, la Sala observa que el presente asunto


gira en torno a los efectos que debe tener la declaratoria de
inconstitucionalidad ex tunc del Acto Legislativo 01 de 2008 respecto de la
situación del señor Hames Andrés Ruano Viveros en la Convocatoria 01 de
2005.

Así, aun cuando la Sala reconoce que la conducta desplegada por la Comisión
Nacional del Servicio Civil para proveer las (4) cuatro plazas no ofrecidas a
raíz del Acto Legislativo 01 de 2008 perseguía intereses constitucionalmente
legítimos, en tanto pretendía garantizar los principios de igualdad de
oportunidades y confianza legítima de aquellos servidores públicos en
provisionalidad que optaron por no seguir participando en la Convocatoria 01
de 2005, reprocha enfáticamente que lo haya hecho en abierto y flagrante
desconocimiento de los intereses de aquellos que nunca se retiraron de dicho
proceso.

Para la Corte, la decisión adoptada en las Circulares 053 y 054 de 2009, es


decir, la reincorporación de aquellos concursantes que no participaron en la
Fase II de la Convocatoria con ocasión del Acto Legislativo 01 de 2008,
resulta constitucionalmente admisible solo en la medida en que se entienda
que tenía como objetivo reingresar al concurso público a dichas personas, con
el propósito de que compitieran con el resto de participantes, por el mismo

37
Sentencia C-588 de 2009.
38
Sentencia T-101 de 1999.

33
Expediente T-2878113

número de vacantes que se habían ofrecido antes de la expedición de la


reforma declarada inexequible, y no sólo por las vacantes que no se habían
retirado de la oferta en razón de aquella.

En otras palabras, la iniciación de un proceso adicional para permitir la


participación de aquellos cobijados con el Acto Legislativo, no podía apuntar
a la provisión de las vacantes que, a raíz de dicha medida inconstitucional,
fueron temporalmente excluidas de la convocatoria. Aquello equivaldría al
trámite de un concurso paralelo, exclusivo para dichas personas, que no solo
supondría el desconocimiento de los principios de libre concurrencia e
igualdad de oportunidades, sino que también les concedería un privilegio o
ventaja que ni la reforma ni su inconstitucionalidad les había reconocido.
Debe recordarse que dicha “reanudación” del concurso no era abierta a todas
las personas, sino que estaba limitada a aquellos aspirantes que no se hubieran
inscrito en la Fase II39 y, en consecuencia, carecía de las condiciones de libre
concurrencia e igualdad de oportunidades necesarias para proveer, a través de
un concurso de méritos, las plazas vacantes. Sostener lo contrario implicaría
que aquellos cobijados por el Acto Legislativo que se retiraron del concurso
inicial tienen derecho a una “cuota” de las vacantes existentes para el cargo
ofertado, respecto de la cual los demás aspirantes no tienen la posibilidad de
concursar.

Así las cosas, la Corte estima que la lista de elegibles contemplada en la


Resolución 1050 de 2011 no puede emplearse para proveer las cuatro (4)
vacantes restantes para el empleo Núm. 15356, denominación “Profesional
Universitario”, código 219, grado 15, de la Secretaría de Gobierno Distrital,
toda vez que la inexequibilidad retroactiva del Acto Legislativo 01 de 2008 no
conllevaba, de ninguna manera, el otorgamiento de un trato diferente y
preferencial para las personas cobijadas por dicha reforma constitucional, sino
que se limitaba, con el objeto de llevar las cosas al statu quo ante, a la
adopción de medidas para reincorporar al concurso a aquellos servidores en
provisionalidad que participaron de la convocatoria, superaron con éxitos la
Fase I, pero posteriormente se retiraron.

7.4. En igual sentido, la Sala considera que la lista de elegibles contenida en


la Resolución 1580 de 2009 tampoco puede usarse para proveer las vacantes
restantes, ya que aquella no tiene en cuenta aquel personal que, en razón a la
expedición del Acto Legislativo 01 de 2008, se retiró de la convocatoria.
39
La Circular 054 de 2009 de la Comisión Nacional del Servicio Civil fijó las condiciones de reanudación del
concurso respecto de las plazas ocupadas por personas beneficiadas con el Acto Legislativo 01 de 2008 de la
siguiente manera:
“Oferta pública de empleos OPEC de cargos reportados a través del aplicativo “Reporte de empleos y
servidores públicos que estuvieron cobijados por el acto legislativo”.
A estos empleos podrán inscribirse los aspirantes habilitados que no se han inscrito en la Fase II pero que
procedan a ello en la fecha que señale en su oportunidad la CNSC, la cuál será posterior al 7 de diciembre
de 2009.”

34
Expediente T-2878113

Sobre el particular, es indispensable recordar que esta Corporación, en la


sentencia T-294 de 2011, señaló enfáticamente que las listas de elegibles
dictadas dentro de los concursos realizados para los cargos no suspendidos
debido a la expedición del Acto Legislativo 01 de 2008, no pueden aplicarse
para proveer las plazas excluidas de la oferta en razón a dicha enmienda, ya
que lo procedente, en aras de cumplir con el mandato de la sentencia C-588 de
2009, es la reanudación del concurso suspendido.40
La Corte observa que hacer uso del mencionado listado dejaría incólume la
segunda de las consecuencias que generó la expedición de la pluricitada
reforma constitucional, es decir, el retiro de algunos participantes que se
ampararon en los beneficios que les traía dicha enmienda, lo cual resulta a
todas luces contrario al efecto retroactivo que la Sala Plena de esta Corte
pretendió imprimirle a la inexequibilidad de aquel acto.

Debe recordarse que antes de la expedición del Acto Legislativo 01 de 2008,


el número de plazas ofertadas eran once (11) y existían servidores públicos en
calidad de provisionales que compitieron en la Convocatoria 01 de 2005,
superaron exitosamente la Fase I pero que, creyendo haber adquirido un
derecho a raíz de la citada reforma, se retiraron del concurso.

En consecuencia, ante la inexequibilidad retroactiva de tal enmienda, la


reiniciación de dicho concurso público debía estar apuntando a garantizar, en
la medida de lo posible, no solamente el respeto de tales condiciones, sino
también la salvaguarda del derecho a la igualdad de trato y oportunidades de
la totalidad de sus participantes.

7.5. Como corolario, este Tribunal encuentra que, para este caso, la medida
más eficaz para garantizar la retrotracción plena de los reseñados efectos del
Acto Legislativo 01 de 2008; respetar los derechos y las expectativas de los
participantes de la Convocatoria 01 de 2005 y salvaguardar los principios
constitucionales del concurso y el mérito, consiste en la unificación de ambas
listas de elegibles, para que aquellos que obtuvieron los mejores puntajes
tengan derecho a ocupar las once (11) plazas inicialmente ofertadas para
proveer el empleo Núm. 15356, denominación “Profesional Universitario”,
código 219, grado 15, de la Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá.

40
En dicha oportunidad, la Corte señaló: “En este caso, la Sala comparte los argumentos expuestos tanto por
el a-quo como por el ad-quem, en relación con que no es posible aplicar la retroactividad de la sentencia C-
588 de 2009 de esta Corte, en el sentido propuesto por la actora, es decir, entendiendo que el concurso
respecto del empleo OPEC No. 41923, ahora en discusión, no se suspendió en la Convocatoria Pública No.
01 de 2005 en aplicación del Acto Legislativo 01 de 2008, y que por tanto, la lista de elegibles conformada
mediante la Resolución No. 394 de 2009, es aplicable así mismo para proveer el cargo respecto del cual se
suspendió el concurso.”
“Considera la Sala que ésta interpretación no es procedente, toda vez que se ha evidenciado que
efectivamente el concurso público No. 01 de 2005 se suspendió respecto del empleo OPEC No.41923, que nos
ocupa, y que en aplicación de los efectos retroactivos ordenados por la sentencia C-588 de 2009, lo que
procede es la reanudación de dicho concurso suspendido.”

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Expediente T-2878113

De esta forma se garantizará que, tal y como acontecía antes de la expedición


del Acto Legislativo 01 de 2008, (i) todos aquellos legitimados para participar
en la Fase II de la Convocatoria 01 de 2005 pudieran hacerlo, (ii) se
compitiera por once (11) plazas para empleo ofrecido y (iii) el mérito fuera el
criterio decisivo para la provisión de dicho cargo.

En ese sentido, la Corte considera que, a diferencia de lo ocurrido en la


sentencia T-294 de 2011, no es posible ordenar a las entidades accionadas que
permitan la participación de los aquí peticionarios en el concurso para proveer
las cuatro (4) vacantes inicialmente excluidas de la Convocatoria 01 de 2005,
toda vez que, contrario a lo acontecido en tal oportunidad, dicho concurso ya
terminó. En efecto, mientras que en el primero dicho proceso incidental no
había culminado para el momento de la decisión, en este caso la Comisión
Nacional del Servicio Civil lo había finalizado mediante la lista de elegibles
contenida en la Resolución 1050 de 2011. En consecuencia, la única
alternativa idónea con la que se cuenta para amparar los derechos
fundamentales del reclamante y garantizar los principios constitucionales que
rigen los concursos públicos de méritos la constituye la unificación de las dos
listas de elegibles.

7.6. En estas condiciones la Corte revocará la sentencia de segunda instancia


que, dejando sin efectos la sentencia de primer grado, declaró improcedente la
solicitud de amparo. En su lugar, concederá la protección de los derechos
fundamentales a la igualdad, debido proceso, trabajo y acceso a cargos
públicos de Hames Andrés Ruano Riveros. Para ello se ordenará a la
Comisión Nacional del Servicio Civil que dicte una resolución contentiva de
una única lista de elegibles para el empleo Núm. 15356, denominación
“Profesional Universitario”, código 219, grado 15, de la Secretaría de
Gobierno Distrital de Bogotá, que comprenda los listados publicados a través
de las Resoluciones 1580 de 2009 y 1050 de 2011, en donde se clasifiquen a
los elegibles que no hayan renunciado a su derecho a figurar en ellas, en
estricto orden de méritos.

Con base en ella, la Secretaría de Gobierno Distrital deberá proveer, en un


término no menor a quince (15) días, las once (11) plazas disponibles para el
referido cargo, en estricto orden de méritos.

Finalmente, debido a la alta probabilidad de ocurrencia de situaciones


análogas a lo largo de los trámites adelantados con ocasión de la Convocatoria
01 de 2005, la Sala advertirá a la Comisión Nacional del Servicio Civil que
actúe en cumplimiento de los parámetros establecidos en la parte motiva de la
presente sentencia, especialmente en lo relacionado con la reincorporación de
las personas que se beneficiaron con el Acto Legislativo 01 de 2008 y la
unificación de las listas de elegibles.

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Expediente T-2878113

IV. DECISIÓN.

En mérito de lo expuesto, la Sala Quinta de Revisión de la Corte


Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de
la Constitución

RESUELVE:

Primero. LEVANTAR la suspensión de términos decretada para decidir el


presente asunto.

Segundo. REVOCAR la sentencia del veintiuno (21) de octubre de dos mil


diez (2010), proferida por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá,
mediante la cual se declaró improcedente, en segunda instancia, la solicitud de
amparo de la referencia. En su lugar, CONCEDER la protección de los
derechos fundamentales a la igualdad, debido proceso, trabajo y acceso a
cargos públicos del señor Hames Andrés Ruano Riveros.

Tercero. En consecuencia, ORDENAR a la Comisión Nacional del


Servicio Civil que, en el término de cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la
notificación de esta providencia, dicte una resolución contentiva de una única
lista de elegibles para el empleo Núm. 15356, denominación “Profesional
Universitario”, código 219, grado 15 de la Secretaría de Gobierno Distrital de
Bogotá, que sea comprensiva de los listados publicados a través de las
Resoluciones 1580 de 2009 y 1050 de 2011, en donde se clasifiquen a los
elegibles que no hayan renunciado a su derecho a figurar en ellas, en estricto
orden de méritos.

Cuarto. ORDENAR a la Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá que


provea, con fundamento en la resolución descrita en la orden tercera de esta
providencia y en un término no menor a quince (15) días contados a la
expedición del referido acto administrativo, las once (11) plazas disponibles
para el empleo Núm. 15356, denominación “Profesional Universitario”,
código 219, grado 15, en estricto orden de méritos.

Sexto. ADVERTIR a la Comisión Nacional del Servicio Civil que, en lo


sucesivo, actúe en cumplimiento de los parámetros establecidos en la parte
motiva de la presente sentencia, especialmente en lo relacionado con la
reincorporación a la Convocatoria 01 de 2005 de aquellas personas que se
beneficiaron con el Acto Legislativo 01 de 2008.

Séptimo. LÍBRESE la comunicación de que trata el artículo 36 del decreto


2591 de 1991, para los efectos allí contemplados.

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Expediente T-2878113

Cópiese, notifíquese, comuníquese, y cúmplase.

JORGE IVAN PALACIO PALACIO


Magistrado

NILSON PINILLA PINILLA


Magistrado

JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB


Magistrado

MARTHA VICTORIA SACHICA MENDEZ


Secretaria General

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Expediente T-2878113

Auto 218/11

Referencia: Solicitud de corrección de la


sentencia T-569 de 2011.

Acción de tutela instaurada por Hames


Andrés Ruano Viveros contra la Comisión
Nacional del Servicio Civil y la Secretaría
de Gobierno Distrital de Bogotá.

Magistrado Ponente:
JORGE IVAN PALACIO PALACIO

Bogotá D.C., seis (6) octubre dos mil once (2011).

La Sala Quinta de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los


Magistrados Nilson Pinilla Pinilla, Jorge Ignacio Pretelt Chaljub y Jorge Iván
Palacio Palacio, quien la preside, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, profiere el presente Auto.

I. ANTECEDENTES.

A través de escrito presentado el 30 de septiembre de 2011 en la Secretaría


General de esta Corporación, el señor Hames Andrés Ruano Viveros solicita
la corrección de la sentencia T-569 de 2011. El ciudadano fundamenta su
petición en los siguientes aspectos:

i) Plantea la existencia de un error en la parte resolutiva de la providencia,


relativa a la identificación del juez de segunda instancia, ya que allí se
mencionó a la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, cuando en realidad
quien conoció la impugnación fue la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia.

ii) Advierte que su nombre es “Hames Andrés Ruano Viveros”41 y sin


embargo, en diversos apartes de la parte motiva y resolutiva de la decisión es
identificado como “Hames Andrés Ruano Riveros”.

iii). Finalmente expone que “no figura en la parte resolutiva un numeral


quinto, es decir del numeral cuarto se pasa al sexto, por tanto, se genera
incertidumbre en la parte resolutiva, en el sentido que no se sabe si hubo otra

41 Como sustento de su afirmación anexa fotocopia de su cédula de ciudadanía.

39
Expediente T-2878113

disposición adicional a las que figuran en el fallo o si sólo fue un error en la


numeración”.

II. CONSIDERACIONES.

La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha señalado en múltiples


oportunidades42, que los errores de transcripción presentes en sus sentencias
deben corregirse aplicando para ello lo dispuesto en el artículo 310 de C.P.C.,
es decir, por imprecisiones cometidas por omisión o cambio de palabras o
alteraciones de éstas43.

En el presente asunto, la Sala constata que se incurrió en un error de carácter


mecanográfico, toda vez que en algunos apartes de la sentencia T-569 de
2011, se cambió el segundo apellido del accionante de “Viveros” por
“Riveros”.

En igual sentido, existe una imprecisión en el numeral segundo de la parte


resolutiva del fallo, ya que el juez que conoció en segunda instancia fue la
Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Por último, se incurrió en un yerro de carácter mecanográfico, al pasar en la


parte resolutiva del numeral “cuarto” al “sexto”.

Sentado lo anterior, en aras de evitar equívocos y hacer efectivo el


cumplimiento del fallo de la referencia, se hace necesario corregir los
aludidos aspectos.

En consecuencia la Sala Quinta de Revisión,

RESUELVE:

Primero: CORREGIR la sentencia T-569 de 2011, la cual quedará en todas


sus partes haciendo referencia al señor Hames Andrés Ruano Viveros, en
lugar de “Hames Andrés Ruano Riveros”.

Segundo: CORREGIR el numeral segundo de la parte resolutiva de la


Sentencia T-569 de 2011, el cual quedará así:

42 Cfr. A-174 de 2005, A-051 de 2007, A-067 de 2007, A-01 de 2008, A-259 de 2009, A-060 de 2010, A-048
de 2011, A-054 de 2011, A-085 de 2011, A-154A de 2011, entre otras.
43 La norma en cita reza: “Toda providencia en que se haya incurrido en error puramente aritmético, es
corregible por el juez que la dictó, en cualquier tiempo, de oficio o a solicitud de parte, mediante auto
susceptible de los mismos recursos que procedían contra ella, salvo los de casación y revisión.(…) Lo
dispuesto en los incisos anteriores se aplica a los casos de error por omisión o cambio de palabras o
alteración de éstas, siempre que estén contenidas en la parte resolutiva o influyan en ella”.

40
Expediente T-2878113

“Segundo. REVOCAR la sentencia del veintiuno (21) de octubre de dos


mil diez (2010), proferida por la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia, mediante la cual se declaró improcedente, en
segunda instancia, la solicitud de amparo de la referencia. En su lugar,
CONCEDER la protección de los derechos fundamentales a la igualdad,
debido proceso, trabajo y acceso a cargos públicos del señor Hames
Andrés Ruano Viveros.”

Tercero: CORREGIR los numerales sexto y séptimo de la sentencia T-569


de 2011, los que serán entendidos como quinto y sexto respectivamente, así:

“Quinto. ADVERTIR a la Comisión Nacional del Servicio Civil que, en


lo sucesivo, actúe en cumplimiento de los parámetros establecidos en la
parte motiva de la presente sentencia, especialmente en lo relacionado
con la reincorporación a la Convocatoria 01 de 2005 de aquellas
personas que se beneficiaron con el Acto Legislativo 01 de 2008.

Sexto. LÍBRESE la comunicación de que trata el artículo 36 del decreto


2591 de 1991, para los efectos allí contemplados.”

Cuarto: MANTENER intacta el resto de la providencia corregida.

Quinto: Remitir copia de la presente decisión a la Sala Penal del Tribunal


Superior de Bogotá, quien actuó como juez de primera instancia.

Sexto: Notificar el presente Auto a la Comisión Nacional del Servicio Civil y


la Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá.

Séptimo: Proceda la Secretaría General y la Relatoría de esta Corporación a


efectuar las anotaciones correspondientes.

Notifíquese, comuníquese y cúmplase.

JORGE IVAN PALACIO PALACIO


Magistrado

NILSON PINILLA PINILLA


Magistrado

41
Expediente T-2878113

JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB


Magistrado

MARTHA VICTORIA SACHICA MENDEZ


Secretaria General

42

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