Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
(354). El principio rige incluso en aquellos Códigos que, como los de Jujuy y Santa Fe, instituyen el
procedimiento oral para el trámite de determinadas cuestiones.
La presentación de las alegaciones críticas, en cambio, se encuentra en líneas generales sujeta a sistemas
diversos.
Uno de ellos, que es el predominante en la legislación argentina, subordina ese tipo de alegaciones al
principio de escritura, aunque hace una concesión al de oralidad en el supuesto del informe in voce que se
autoriza a formular ante las cámaras de apelaciones cuando se trata de apelación de sentencia definitiva y se ha
producido prueba en segunda instancia. En la práctica, sin embargo, a raíz de la gravitación que ejercen ciertos
hábitos judiciales y profesionales incompatibles con la vigencia del principio de oralidad, el referido informe es
sustituido por la presentación de memoriales escritos.
De acuerdo con el segundo sistema las alegaciones críticas se producen por escrito o de palabra según el tipo
de procedimiento (escrito u oral) aplicable al caso. Tal es el sistema seguido por los Códigos de Buenos Aires,
Jujuy y Santa Fe.
El tercer sistema, finalmente, sujeta las alegaciones que analizamos al principio, de oralidad, el que es
aplicable, por lo demás, a todo tipo de proceso. A este sistema responde v.gr., el Código de La Rioja (355).
Sin perjuicio de los tres sistemas precedentemente descriptos, algunos códigos provinciales adhieren al
sistema de protocolización (oralidad actuada) al estructurar el trámite de ciertos procesos especiales, como los
de interdictos y el de desalojo, en los cuales las alegaciones de las partes, con excepción de la demanda
introductiva, deben formularse verbalmente y registrarse en actas (v.gr. arts. 532 Ver Texto , 543 Ver Texto ,
546 Ver Texto y 547, Cód. de Salta). En la práctica, sin embargo, dicho trámite se reduce a la incorporación en
el expediente de escritos ya confeccionados por las partes, no cabiendo calificar a esa práctica como viciosa si se
tiene en cuenta que el principio de protocolización, aplicado a las alegaciones, redunda en notorio desmedro de
la celeridad de los procedimientos, pues la necesidad de documentar las manifestaciones que formulan las partes
en el acto de la audiencia entorpece las tareas habituales del personal judicial auxiliar y se traduce en pérdidas
de tiempo que pueden obviarse mediante la presentación de escritos (356).
Por lo que concierne a los actos probatorios que requieren el lenguaje oral como modo de expresión, la
mayor parte de los ordenamientos procesales civiles vigentes en la República sujetan su producción al principio
de protocolización (oralidad actuada), ya que las declaraciones emitidas por las partes, por los testigos y,
eventualmente, por los peritos (cuando dictaminan en audiencia o suministran explicaciones con respecto al
informe escrito) deben ser registradas en actas que consignen con la mayor fidelidad posible las expresiones de
los declarantes. Hacen excepción, aunque limitada a las cuestiones que deben tramitar mediante las reglas del
procedimiento oral, los Códigos de Jujuy, Santa Fe y Buenos Aires, ya que las declaraciones vertidas durante la
audiencia señalada para la vista de la causa no son objeto de documentación (357) y el acta se limita a consignar
el nombre de los comparecientes, de los peritos y testigos y de sus circunstancias personales, sin perjuicio de
que, a pedido de parte y siempre que el tribunal lo considere pertinente, se deje constancia de alguna
circunstancia especial (Jujuy, art. 368 Ver Texto ; Santa Fe, art. 561 Ver Texto ; Buenos Aires, art. 840 Ver
Texto ).
C) Ventajas e inconvenientes de ambos principios
Se ha discutido intensamente acerca de la conveniencia de aceptar el predominio de los principios de
escritura o de oralidad, pudiendo resumirse las ventajas e inconvenientes de ambos en los siguientes términos:
1º) El de escritura exhibe la ventaja de proporcionar fijeza o permanencia a la actividad desplegada durante
el curso del proceso que, en tanto queda documentada en el expediente permite su examen en cualquier
momento, particularmente en las instancias superiores. Asimismo, depara a los jueces mayores posibilidades de
reflexión en el estudio de las causas.
Tiene, sin embargo, como inconveniente la complejidad formal y consecuente lentitud, derivadas del sistema
de comunicación que inevitablemente debe instituir entre las partes y entre éstas y el órgano judicial, así como la
posibilidad de que este último incurra en valoraciones erróneas de los hechos controvertidos a raíz de la práctica
consistente en delegar la recepción de la prueba en el personal judicial subalterno.
2º) El principio de oralidad presenta, entre sus principales ventajas, la de simplificar el procedimiento y
establecer una estrecha vinculación entre los jueces, las partes y los órganos de prueba, configurando asimismo
un obstáculo a maniobras maliciosas. Tiene en cambio el inconveniente representado por los equívocos a que
pueden conducir eventuales deficiencias de memoria o de concentración en los jueces que asisten a las
audiencias, particularmente cuando éstas son prolongadas.
Pero en el balance que se haga de las ventajas e inconvenientes de ambos principios, siempre debe tenerse en
cuenta, como recuerda WACH (358), que el proceso no es una creación estética sino un producto de la
inteligencia, "una maquinaria hecha con sutileza y construida según las leyes severas de la lógica", cuya forma
más adecuada será aquella que en mayor medida asegure el cabal conocimiento del material litigioso y, por
ende, el logro de sentencias justas. Por ello, si cabe hablar de la superioridad del principio de oralidad sobre el
de escritura, es en cuanto a que el primero se halla íntimamente vinculado a la vigencia de otros principios
complementarios que resultan idóneos para alcanzar aquel objetivo: tales el de inmediación, que al requerir el
contacto directo del juez con los medios de prueba, facilita a aquél un mejor conocimiento de los hechos
controvertidos; el de la concentración de la actividad procesal en una audiencia o en muy pocas audiencias
temporalmente próximas entre sí y con respecto a la decisión final del pleito; el de la inmutabilidad o identidad
del juez o jueces que deben seguir personalmente la causa desde el comienzo hasta el final; el de la publicidad
de los procedimientos; el de la limitación de los recursos respecto de las providencias interlocutorias, etcétera.
De ello se sigue, asimismo, que la vigencia del principio de oralidad carece de razón de ser con respecto a la
alegación de las cuestiones de derecho: "El lugar que corresponde a la oralidad -dice acertadamente LASCANO-
está en la prueba; cuando no hay prueba la oralidad no es necesaria y ni siquiera conveniente, a menos que se
trate de cuestiones simples, fáciles de considerar y resolver de inmediato. La ventaja primordial de la expresión
verbal radica precisamente en que constituye un medio que conduce a una más exacta expresión de la realidad
de los hechos. Eso es lo que en definitiva destacan los autores de todas las épocas -desde BENTHAM a
CHIOVENDA-, que han hecho el elogio apasionado del procedimiento oral. La mayor facilidad con que se ha
incorporado la oralidad en el procedimiento penal de casi todos los países, se debe en gran parte, a que en lo
criminal, el objeto materia del proceso es el delito, vale decir, un hecho material susceptible de probarse. El
asunto de derecho, la cuestión legal, constituye algo accesorio, que no llega a absorber el debate sino por
excepción. Son los hechos y las complicaciones de los mismos los que atraen la atención y el interés de las
partes, el juez y el público, ansiosos todos de llegar al descubrimiento de la verdad; y como el descubrimiento de
la verdad es la razón de ser y objetivo primordial de la instrucción, se explica que se utilice el medio más idóneo
para conseguirlo" (359).
El éxito de la oralidad, sin embargo, aún restringida al ámbito probatorio, se halla inexcusablemente
los mismos. Si no hubiese escritos preparatorios o si, habiéndose entregado los ejemplares correspondientes de
los mismos, no contuvieren las peticiones, se formularán éstas por lectura de un escrito que las contenga y que
deberá acompañarse el acta como anexo. Lo mismo se hará cuando se trate de peticiones que difieran en puntos
esenciales de las que se hubiesen leído anteriormente. La lectura de las peticiones podrá sustituirse por una
referencia a los escritos que las contengan, siempre que el Tribunal lo considere suficiente. La inobservancia de
estos preceptos producirá como consecuencia el no ser tenidas en cuenta las peticiones".
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (350)MILLAR, Los principios formativos, cit., pág. 151.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (351)GARSONNET y CÉZAR-BRU, Traité théorique et pratique de procédure civile et
commerciale, 3ª ed., t. II, págs. 350 y sigs. El Código Procesal italiano del año 1942 se halla también
fundamentalmente estructurado sobre la base del principio de oralidad. Deben redactarse por escrito la citación
(art. 163), la contestación de la demanda (comparsa di risposta, art. 167) y las conclusiones (comparse
conclusionali, art. 190), pero es oral el examen del pleito ante el magistrado instructor (art. 180) y la discusión
ante el colegio (art. 275). Sin embargo, la reforma del año 1950 atenuó sensiblemente la vigencia del principio
de oralidad, autorizando a los jueces, entre otras modificaciones, a disponer el trámite escrito durante la
instrucción. Sobre el fracaso, en la práctica, del procedimiento ante el juez instructor, al que la Relación Grandi
consideró el elemento cardinal del nuevo proceso, puede verse CARNELUTTI, Addio Chiovenda, en Rivista di
Diritto Processuale, sept. de 1948, págs. 121 y sgtes. Ver, asimismo, GULLO, Teorie e realta nella procedura
civile, misma revista, marzo de 1947, pág. 46.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (352)CHIOVENDA, Relación sobre el proyecto, etcétera, Ensayos, t. II, pág. 254.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (353)WACH, Conferencias sobre la Ordenanza procesal civil alemana, pág. 5.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (354)Salvo en los supuestos de integración y de transformación de la pretensión, aunque
con las limitaciones temporales que se mencionarán más adelante (ver infra, nros. 84 y 85).
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (355)El Código de La Rioja establece, en su art. 38 Ver Texto , inc. 5º, que los alegatos
"serán rigurosamente orales".
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (356)Igual sistema adoptaba, con relación al mismo tipo de procesos, el derogado
Código de Procedimiento de la Capital Federal. Con respecto a los inconvenientes que traería aparejada la
aplicación del procedimiento verbal y actuado previsto por la ley de prenda con registro, PODETTI, Tratado de
las ejecuciones, pág. 418.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (357)El art. 36 Ver Texto del Código de La Rioja dispone que "de todas las audiencias
de vista de la causa que se realicen en juicios ordinarios y de otras que el juez considere conveniente, se tomará
versión taquigráfica o grabación magnetofónica, las que no constituirán actuación judicial".
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (358) Conferencias, cit., pág. 2.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (359)LASCANO, Proyecto de código de procedimiento civil y comercial, La Plata,
1935, Exposición de motivos, pág. 57.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (360) Manual de procedimiento (civil y penal), 5ª ed., 1941, anotada por I. Halperín, t. I,
pág. 49.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (361)PASSI LANZA, ¿Oralidad total, restringida o ilimitada?, en La Ley, t. 123, pág.
1315.
https://informacionlegal.com.ar/maf/app/document?src=externalLink&crumb-action=append&c
ontext=91&docguid= (362)Como dice PODETTI, la celeridad "depende no de la forma del procedimiento,
sino de la existencia de instituciones que impidan que la inercia de los litigantes y profesionales por una parte y
de los jueces por la otra, demoren injustificadamente la sustanciación y resolución de los litigios, y que
simplifiquen el proceso (preclusión, perentoriedad de plazos, marcha automática, perención de oficio, sanciones
eficaces para los jueces que no fallen en el plazo que la ley les acuerda)" (Teoría y técnica del proceso civil, 1ª
ed. pág. 81).
dummy