Presentada por: Marcia Fernanda Ruiz Muñoz Louis Althusser, filósofo marxista francés plantea en “los aparatos ideológicos del Estado” en la condición final de la producción está la reproducción misma de las condición de producción, así pues se deben reproducir las fuerzas productivas y las relaciones de producción existentes, lo cual implica la reproducción de los medios de producción y la fuerza de trabajo. La reproducción de la fuerza de trabajo se presenta en dos pilares fundamentales, el primero es la reproducción de mano de obra calificada para lo cual cuenta con un sistema educativo que posibilita no solo la instrucción en tanto la cultura necesaria que debe tener el proletario sino también el entendimiento y aceptación de las reglas que el modo de producción capitalista necesita para su mantenimiento, una de ellas es el respeto a la división social-técnica del trabajo. Cuando hablamos de aceptación claramente se evidencia la reproducción de la sumisión a las reglas del orden establecido. De esta manera no solo la escuela sino distintas instituciones estatales aseguran el sometimiento a la ideología dominante y a la práctica de la ideología. Ahora bien, para realizar el análisis de la reproducción de las relaciones de producción, Althusser, retoma la postura marxista que afirma que la sociedad está hecha de una infraestructura y una superestructura en la que respectivamente se encuentra la economía y los aparatos ideológicos y jurídicos, ubicando al Estado en estos últimos. Así pues entiende al Estado como como una máquina de represión que permite a las clases dominantes asegurara su dominio frente a la clase obrera, en este sentido constituye la fuerza de ejecución e intervención represiva de la burguesía. Desde la teoría marxista plantea que la lucha política de las clases gira alrededor del Estado pues es allí donde está la confrontación directa por la toma y conservación del poder de una clase, sin embargo Althusser plantea que para el análisis del Estado deben distinguirse dos formas de actuación del mismo. Por un lado los aparatos represivos del Estado que funcionan mediante el ejercicio de la violencia y por otro los aparatos ideológicos del estado que funciona desde la ideología, una forma de violencia disimulada y que termina siendo simbólica. Althusser afirma que el aparato ideológico por excelencia del modo de producción capitalista es el escolar y por supuesta la familia, si en el feudalismo era la dupla iglesia-familia la que garantizaba la reproducción, en el capitalismo será la escuela- familia. El autor define ideología como el sistema de ideas, de representaciones que dominan el espíritu del uno hombre o de un grupo social que no tiene historia propia pues es una representación falsa de la realidad construida a partir de imaginarios, lo que también se podría llamar una falsa conciencia que contribuye a la alienación. Ahora bien la ideología, si bien es una construcción de imaginarios es materializada a través de los aparatos ideológicos materiales que prescriben practicas materiales reguladas evidenciadas en actos materiales de sujetos que actúan con toda conciencia según su creencia. Los planteos de Althusser se han venido evaluando a la luz del pensamiento estructuralista en tanto es a través de unas representaciones macros que se construyen identidades y practicas desde los diferentes ámbitos y campos de la vida cotidiana y se califica incluso como determinista. Sin embargo claramente Althusser no solo identifica un sujeto sujetado sino también un sujeto que interpela, así pues encuentra que la ideología existe por el sujeto y para los sujetos, ello implica que es el sujeto el creador de la ideología y por tanto creados de subjetividades. De esta manera no solo existe un sujeto sujetado sino un sujeto subjetivado que interpela y se somete.