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A comienzos de setiembre del mismo año ya estaban listos dos barcos, el “Santiago” y el “San
Cristóbal”. El día 13 zarpó el “Santiago”, al mando de Francisco Pizarro, con 112 españoles y
algunos indios nicaraguas de servicio.
De Panamá se dirigieron a las islas Perlas, luego desembarcaron en Puerto Piñas, avanzaron por
la costa colombiana hasta que llegaron a un punto que llamaron Puerto de Hambre, por que se
acabaron las provisiones, y el barco “San Crisóbal” no aparecía para socorrerlos. Entonces
Pizarro envío a Gil de Montenegro con el “Santiago” para recoger alimentos en las islas
Perlas. Durante 47 días esperó el capitán en Puerto de Hambre. Cuando llegó Montenegro ya
habían muerto más de 30 expedicionarios por la falta de comida.
A comienzos de 1525 se reanudó el viaje y llegaron al Fortín del Cacique de las Piedras, donde
los españoles fueron recibidos con una lluvia de piedras y lanzas, que dejaron varios heridos,
entre ellos el mismo Francisco Pizarro. Dejando 5 desaparecidos, los sobrevivientes se
reembarcaron y emprendieron el retorno hasta Chochama, al sudeste de Panamá.
Mientras tanto, Almagro ya estaba en camino con 50 hombres a bordo del “San Cristóbal”, y
para su mala fortuna desembarcó en el Fortín de Cacique de las Piedras. Los indígenas los
atacaron con fiereza. En el combate una flecha le cayó en un ojo a Diego de Almagro, quien por
poco es capturado por los nativos. Un negro esclavo logró rescatarlo, pero el manchego quedó
tuerto para siempre. Almagro mandó incendiar el fortín rebelde, que desde entonces es
recordado como Pueblo Quemado.
Almagro buscó a Pizarro hasta el río San Juan, en los manglares colombianos. Al no encontrarlo
regresó hasta las islas Perlas. Aquí se enteró que su compañero estaba en Chochama. Al
reencontrarse se abrazaron y prometieron intentarlo de nuevo, pase lo que pase.
En octubre de 1526, Pizarro y Almagro, con los dos barcos, partieron de Chochama hacia el Sur
y llegaron al rio de San Juan. Mientras Almagro volvía por refuerzos a Panamá, el piloto
Bartolomé Ruiz, exploró la costa sudamericana occidental hasta Coaque, en cuyo viaje capturó
una balsa de indios tumbesinos con los cuales confirmó la existencia del Tawantinsuyo. Luego
Pizarro avanzó con su expedición hacia la bahía de San Mateo y al río Santiago, a fines de julio
de 1527, y luego llevó a sus hombres que se hallaban descontentos a la isla del Gallo, mientras
enviaba los dos barcos a Panamá, con Almagro y el veedor Juan Carballo.
En una de las naves, los soldados descontentos, enviaron a la esposa del gobernador de Panamá
un ovillo grande de algodón en cuyo seno iba una denuncia escrita, que terminaba con un texto
que decía:
“A Señor Gobernador
miradlo bien por entero
allá va el recogedor
y aquí queda el carnicero”
Enterado del documento el gobernador de Panamá, Pedro de los Ríos, envió dos barcos a
recoger a la fuerza a los expedicionarios, los mismos que llegaron a la Isla del Gallo a fines de
setiembre de 1527. Al mando de ellos venía el capitán Juan Tafur, a recoger a todos los
hombres. Entonces Pizarro, viendo a punto de fracasar su empresa, asumió un gesto heroico,
desenvainó su espada, trazó una raya en la arena de la playa y les dijo a sus hombres: “Por este
lado se va a Panamá a ser pobres, por éste al Perú a ser ricos, escoja el que fuere buen
castellano lo que más bien le estuviere”. Sólo trece hombres atravesaron la raya siguiendo a
Pizarro, los célebres “Trece del Gallo”. Los demás soldados se embarcaron con Tafur rumbo a
Panamá, y éste trasladó a Pizarro y a su pequeñísima hueste a la Isla Gorgona.
Luego de estar en ella, solos, seis meses, en marzo de 1528, volvió el piloto Ruiz a la isla para
recoger a Pizarro. Pizarro convenció a Ruiz para explorar el Sur y llegaron a la isla Santa Clara y
a continuación a Tumbes, donde los españoles por primera vez encontraron una ciudad
importante y civilizada con fortalezas, templos y murallas. Varios españoles descendieron a
tierra y comprobaron la importancia de la ciudad y su elevada cultura y por lo que es más,
confirmaron visualmente la existencia del Imperio del Tawantinsuyo.
Pizarro llamó a Tumbes, Nueva Valencia y luego navegó hacia el Sur por las costas del reino
vasallo de Chimor, hasta llegar a la desembocadura del río Santa. El Tawantinsuyo había dejado
de ser un sueño y un mito, había sido descubierto y Pizarro volvió en triunfo a Panamá.
Al volver a Panamá con la noticia del descubrimiento del Tawantinsuyo, Pizarro tropezó con las
dificultades que le puso y la casi oposición del gobernador, Pedro de lo Ríos, que quería impedir
una nueva expedición, por lo que los tres socios decidieron negociar la conquista del Perú con el
propio rey. Pizarro fue designado por sus socios como Procurador, es decir apoderado en el
lenguaje de la época, y viajó a España con ese carácter, en octubre de 1528, acompañado del
griego Pedro de Candia, llevando oro, plata, piedras preciosas, llamas y tejidos del Perú. En
Sevilla, Pizarro fue apresado por antiguas deudas con el bachiller Enciso, todavía de la época de
su estancia en el Darién. Logró salir libre gracias a la influencia de su pariente, Hernán Cortés,
conquistador de México y éste lo ayudó para que fuera recibido en la corte. Allí se entrevistó en
Toledo, con el propio rey, Carlos V, a quien expuso sus planes y pretensiones y negoció con el
Consejo de Indias.
Por esta Capitulación, Pizarro obtuvo la autorización para conquistar el Perú, fundar ciudades,
dentro de los límites de su gobernación que abarcaría una longitud de 200 leguas a lo largo de la
costa sudamericana del Pacífico, a partir del río de Temumpalla (Santiago) en el norte del
Ecuador hasta Chincha, en la costa central del Perú. Se le dio el título de Adelantado, alguacil
mayor, gobernador y capitán general del territorio adjudicado y un sueldo de 725.000
maravedíes por año.
Por la misma capitulación Diego de Almagro ganó la jerarquía de hidalgo, fue nombrado
gobernador de la fortaleza de tumbes y se le concedió una renta de 300.000 maravedíes al año.
Hernando de Luque, en virtud del Real Patronato, fue propuesto al Papa como Obispo de Tumbes
y protector de los indios. A Bartolomé Ruiz se le nombró Piloto Mayor del Mar del Sur y a los
trece valientes españoles de la Isla del Gallo se les dio el status de hidalgos y se les designó
Caballeros de la Escuela Dorada.
La Corona por su parte tendría derecho al quinto real, el 20% de las riquezas que obtuvieran los
españoles, con el despojo de los indios.
Esta Capitulación, como vemos, privilegió a Pizarro y postergó a Almagro y a Luque y fue el
origen de las futuras desavenencias entre los tres socios.
Partieron de Panamá en enero de 1531, tocando como primer punto la bahía de San Mateo, de
donde continuarán su viaje por tierras a través de la región de Coaque. En esta zona fueron
atacados por el mal de las verrugas y aún se encontraban en este camino cuando el cacique
Tumbalá los invitó a visitar su isla Puná, isla en la cual Pizarro terminará cerciorándose de que el
Imperio de los Incas se debatía en guerra civil.
Llegaron a Tumbes en enero de 1532. Al llegar a esta ciudad, Pizarro le ordenó a Hernando de
Soto que tomara preso al cacique Chilimasa en represalia porque los tumbesinos lo habían
atacado. De Tumbes se trasladaron a Poechos donde su cacique Maizavilca le obsequió a don
Francisco Pizarro a uno de sus sobrinos, al que le llamaron Martinillo.
Estando ya en el valle de Chira, en el lugar llamado por los indios Tangarara, Pizarro funda la
primera ciudad española en nuestro país, con el nombre de San Miguel (15 de mayo o julio de
1532). También en este lugar construyeron un fuerte donde se quedaron 60 hombres a las
órdenes de Sebastián de Benalcázar.
Atahualpa no aceptó la invitación para esa noche, sino para el día siguiente, Atahualpa ya estaba
en la plaza de Cajamarca y los únicos que se le presentaron por parte de los españoles fueron:
Hernando de Aldana, el traductor Martinillo y el dominico Valverde.
Por esta Capitulación, Pizarro obtuvo la autorización para conquistar el Perú, fundar ciudades,
dentro de los límites de su gobernación que abarcaría una longitud de 200 leguas a lo largo de la
costa sudamericana del Pacífico, a partir del río de Temumpalla (Santiago) en el norte del
Ecuador hasta Chincha, en la costa central del Perú. Se le dio el título de Adelantado, alguacil
mayor, gobernador y capitán general del territorio adjudicado y un sueldo de 725.000
maravedíes por año.
Por la misma capitulación Diego de Almagro ganó la jerarquía de hidalgo, fue nombrado
gobernador de la fortaleza de tumbes y se le concedió una renta de 300.000 maravedíes al año.
Hernando de Luque, en virtud del Real Patronato, fue propuesto al Papa como Obispo de Tumbes
y protector de los indios. A Bartolomé Ruiz se le nombró Piloto Mayor del Mar del Sur y a los
trece valientes españoles de la Isla del Gallo se les dio el status de hidalgos y se les designó
Caballeros de la Escuela Dorada.
La Corona por su parte tendría derecho al quinto real, el 20% de las riquezas que obtuvieran los
españoles, con el despojo de los indios.
Esta Capitulación, como vemos, privilegió a Pizarro y postergó a Almagro y a Luque y fue el
origen de las futuras desavenencias entre los tres socios.
Francisco Pizarro:
biografia, viajes, muerte, y
mucho mas
Francisco Pizarro González era un español conquistador que
dirigió una expedición que conquistó el Imperio Inca. Capturó y
mató al emperador inca Atahualpa, y reclamó las tierras para
España.
1 Biografía e historia
2 Muerte
3 Viajes
4 Perú y los Incas
5 Relación con Diego de Almagro
6 Relación con Hernan cortes
7 Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque
Biografía e historia
Francisco Pizarro nació en Trujillo, Cáceres, España en aquel
tiempo en la Corona de Castilla en la actual Extremadura, España.
Fue el hijo adulterino del coronel de infantería Gonzalo Pizarro y
Francisca González, una mujer de pequeños recursos. Su fecha de
nacimiento es incierta, pero se cree que será en algún momento
de la década de 1470, probablemente en 1474. Se prestó poca
atención a su educación y creció analfabeto.
Muerte
En Lima, el 26 de junio de 1541, un grupo de 20 partidarios
fuertemente armados de Diego de Almagro “el mozo “asaltaron el
palacio de Pizarro, asesinándolo y luego forzaron al aterrorizado
ayuntamiento a nombrar al joven Almagro nuevo gobernador del
Perú, según a Burkholder y Johnson. (ver articulo: Louis Pasteur)
La mayoría de los invitados de Pizarro huyeron, pero unos pocos
lucharon contra los intrusos, contados entre siete y veinticinco.
Mientras Pizarro luchaba por abrocharse el peto, sus defensores,
incluido su medio hermano Martín de Alcántara, fueron
asesinados.
Por su parte, Pizarro mató a dos atacantes y atravesó un tercero.
Mientras trataba de sacar su espada, fue apuñalado en la
garganta, luego cayó al suelo donde fue apuñalado muchas veces.
Pizarro que ahora tenía tal vez 70 años, se desplomó en el suelo,
solo, pintó una cruz en su propia sangre y lloró por Jesucristo.
Viajes
En su afán por conquistar y explorar, Francisco Pizarro realizo
varios viajes al alto Perú, donde finalmente se estableció,
haciendo relación con otros conquistadores famosos y en
ocasiones batallando con ellos mismos. Aquí podemos conocer
toda la historia referente a sus viajes y expediciones.
Primera expedición
En noviembre de 1524, el primero de tres viajes partió de Panamá
para la ocupación del Perú con cerca de 80 hombres y 40
caballos. Juan de Salcedo era el alférez, Nicolás de Ribera era el
tesorero y Juan Carvallo era el inspector.
Principales etapas
históricas de...
Perú 20.000 a.C
10.000 a.C
200 a.C
Etapa Pre-inca: Paracas. Se desarrolló en el departamento de Ica.
Se dedicaron al tejido, realizaron las trepanaciones craneanas y
fardos funerarios.
Pacaicasa, Toquepala y Chivateros: Culturas nómades que
utilizaban la piedra como herramienta y arma.
Descubrimiento y desarrollo de la agricultura. Domesticación de
animales, construcción de aldeas. Descubrimiento de la cerámica y
arte textil.
2.600 a.C
2.100 a.C
Etapa Pre-inca: Caral. Es considerada la primera civilización de
América. Se desarrolló en los valles de Supe, Fortaleza y Pativilca
Etapa Pre-inca: Chavín. Está ubicado en el departamento de
Huánuco.
Etapa Pre-inca: Mochica. Se desarrollaron en la costa Norte del
Perú y fueron grandes ceramistas.
100 a.C
400 d.C
900 d.C
Etapa Pre-inca: Tiahuanaco. Se establecieron en la meseta del
Collao. Famosos por sus trabajos en piedra.
Etapa Pre-inca: Chimu. Se ubicaron cerca de Trujillo. Se
destacaron como orfebres.
1532 d.C
1438 d.C
1542 d.C
1780 d.C
1821 d.C
Etapa Inca: Formaron el Imperio del Tahuantinsuyo.
Etapa de Descubrimiento y Conquista. Los españoles conquistaron
el Tahuantinsuyo.
Etapa Virreinal. Se dio el proceso de mestizaje racial y cultura.
Etapa Emancipadora.Empieza la lucha por la justicia y la libertad.
Etapa de la Independencia. Proclamación de la Independencia por
don José de San Martín, el 21 de julio de 1821.
El origen de la palabra “Perú” tiene distintas teorías: Para el Diccionario
Oxford proviene de “Birú” que significa “Río”, pero algunos historiadores
afirman que esta denominación proviene del nombre de un cacique del
sur de Panamá y que, por este motivo, todas las tierras aledañas recibían
ese nombre. Los españoles, por su parte, ya hablaban de "Pirú o Birú"
refiriéndose a una zona inexplorada y de límites imprecisos al sur de
Panamá, lo que actualmente es nuestro territorio.
Sin embargo los españoles ya hablaban de "Pirú", antes de pisar lo que es ahora
nuestro territorio.
Diez años después, el navegante vasco Pascual de Andagoya parte al sur y pasa
el Golfo de San Miguel, en el actual territorio de Panamá, delante de la cordillera
del Sapo.
En realidad, "Birú" era el nombre del cacique de la región que se llamaba así por
él, es así que Andagoya conoce al cacique Birú quien realiza una hazaña
providencial.
En el año 1524 parte hacia esa región al sur, el vasto y misterioso territorio que
desde el diálogo con Andagoya con los indígenas del sur de Panamá, se conocía
como "Birú".
Mientras las expediciones españolas llegaban más al sur, la región llamada Perú
se iba ensanchando en la mente de los soldados.
De pronto "Perú" había llegado a significar todo lo que queda al sur de Panamá.
Desde entonces, la nación de América del Sur se llama como un anónimo cacique,
aquel que nunca soñó que su nombre sería el sinónimo de una de las culturas
más antiguas y ricas del mundo.
Tampoco han estado distanciadas las sustentaciones con base bíblica, como la
que construyeron los españoles asociando el nombre con el de los ofilitas, cuyo
jefe es Ofir descendiente del patriarca Noé.
Diez años después, el navegante vasco Pascual de Andagoya parte al sur y pasa el Golfo
de San Miguel, en el actual territorio de Panamá, delante de la cordillera del Sapo. Los
hombres de Andagoya bajan al nuevo territorio. A través de un intérprete, preguntan a los
indígenas del lugar cuál es el nombre de ese nuevo lugar -Birú- le contestan los indios. En
realidad, "Birú" era el nombre del cacique de la región que se llamaba así por él.
Andagoya conoce al cacique Birú quien realiza una hazaña providencial. Cuando la
embarcación de Andagoya se voltea en el río San Juan, Buenaventura, Birú lo salva de
morir. A partir de la expedición de Andagoya, todo lo que existe al sur de Panamá es
conocido por los españoles con el nombre de "Birú" o "Pirú". Esto significa que el nombre
de nuestro país se origina en una región de Panamá o, más aún, en el nombre que esa
región había recibido debido al nombre de su cacique. Cuando Andagoya se enferma y
renuncia a continuar con la expedición al sur, Francisco Pizarro decide tomar la posta. El
año 1524 parte hacia esa región al sur, el vasto y misterioso territorio que desde el diálogo
de Andagoya con los indígenas del sur de Panamá, se conocía como "Birú".
Boris Rincon Zapata.
Bien soy de Colombia; lo que se dice en los estudios era que la palabra Biru, que era el real
nombre del cacique, la pronunció un vasco de nombre Pascual de Andagolla, quien no era de
idioma español y lo hablaba algo mal; cuando llego a Panamá, dió su relato en la cual la palabra
Biru se pronuncio mal y el que la transcribió anoto en los informes como Perú según le escucho
decir a Don Pascual de Andagolla.
Es por eso que cuando Francisco de Pizarro leyó dichos informes, conocía por la transcripción el
nombre de Perú, y así nace el nombre de Perú. Ahora hay un debate de quién es el que le dió el
nombre de Perú, si Pascual o el cacique Biru. Debate que los expertos dejan en una especie de
tablas, sin inclinarse a un lado u otro. Lo importante es que en el informe aparece Perú, desde la
desembocadura del río San Juan en Buenaventura Colombia hacia todo el sur del territorio incaico.
Cómo surgió la palabra Perú?, es la pregunta que se plantean con frecuencia los
historiadores en nuestro país. Esto debido a que no hay solo una versión sobre el
origen del nombre del Perú pues nunca tuvo como referencia a algún territorio ni
a una etnia indígena en especial. De acuerdo con el reconocido historiador Raúl
Porras Barrenechea, Perú provenía de la corrupción lingüística de Birú o Virú.
Pero, ¿qué significaban ambos términos, si ninguno derivaban del idioma
quechua?
Según las publicaciones históricas, el nombre de Perú surge después que los
españoles conquistaron el primer asentamiento en la región: Santa María de la
Antigua, a orillas del Caribe, en los límites de Panamá y Colombia. Durante su
estadía, los invasores europeos saquearon todas las riquezas de las aldeas nativas.
Fue en ese trajín que los conquistadores oyeron sobre una región lejana (más al
sur) con tanto oro que necesitarían a varios hombres para llevárselo.
El líder de aquel grupo español era Vasco Nuñez de Balboa que hizo caso a las
indicaciones de los nativos y marchó hacia tierras nuevas que eran bañadas por el
Océano Pacífico. Dentro de ese grupo se encontraba un veterano soldado llamado
Francisco Pizarro.
La excursión fue guiada por el cacique Tumaco que llevó a los españoles a las
costas de Sudamérica, especialmente a las costas de Colombia. En esas
exploraciones, los conquistadores escucharían de un temido y poderoso cacique
llamado Birú que gobernaba una provincia del mismo nombre. Entonces, una
idea en los españoles surgió. Debían llegar contra este líder indígena para darle
muerte, pero nunca lo encontraron. Los pantanos de la amazonía y los mosquitos
desanimaron a los invasores que regresaron a Santa María de la Antigua.
El relato de Bartolomé de Las Casas cuenta que hubo otras expediciones y entre
ellas se generaron varios conflictos con los nativos de las zonas. Tras esas
batallas, los españoles decidieron no seguir buscando al cacique. Era un fin
innecesario.
Trascurrieron los años y nunca se supo más del misterioso cacique Birú. Allá por
el año 1523 llega un nuevo personaje al nuevo continente llamado Pascual de
Andagoya. Su primera misión fue encomendada por el gobernador de Panamá,
quien le pidió conciliar con los nativos del poblado de Chochama. Al llegar, notó
que nos indígenas no quería navegar por que, aseguraban, era temporada en que
salía al mar un tal cacique Birú para atacarlos. Pero Andagoya sabía de esa
leyenda, así como de otras misiones que no dieron con ese enigmático nativo.
Una de sus estrategias fue recorrer toda la costa junto a varios hombres de
Chochama. El grupo avanzó hacia el sur durante siete días. Fueron escoltados por
dos embarcaciones. El trajín concluyó en la desembocadura de un río. Y, contra
todo pronóstico, encontró el escondite de Birú. Se trataba de un gobernante de la
provincia del Chocó en Colombia. El poblado era una pequeña fortaleza que
finalmente cayó ante las modernas armas de los europeos. Se saqueó las riquezas
y se capturó al cacique.
El cacique al ver que los españoles se enloquecían con el oro y la plata, les dijo
que más al sur, donde las selvas son más frondosas y la geografía es más
montañosa, había otra región llena de tesoros que eran gobernados por un
poderoso rey. Fue así que se armó otra expedición junto a los hombres de Birú.
Esta vez, aquel reino no era una leyenda. Sí existió. Y el monarca de ese país era
nada menos que el inca Huayna Cápac, cuyo poder se extendía por el sur hasta
Chile y por el este hasta la sierra Argentina. Pero, ¿cómo sabía Birú de la
existencia de los incas? Fácil, a través del comercio. Ambas culturas
intercambiaban sus productos como tejidos o recursos del mar con productos de
la sierra.
No obstante algo pasó en esa odisea en busca del reino de los incas. En la
travesía el español sufrió un accidente y fue salvado por el cacique Birú. Tras ese
acontecimientos. Andagoya enfermó y retornaron a Panamá. Al retornar, mucho
antes que falleciera, ya había corrido la voz de la existencia de una cultura
centenaria lleno de oro y joyas. Es en este proceso que por primera vez en la
historia se escribe la palabra Perú. Para ser exactos un 23 de julio de 1523. Los
españoles nombraban aquella prometedora tierra como la provincia del Perú, en
vez de Birú.
El conquistador
Dicen que a la tercera es la vencida. Así que cuando Andagoya cayó en cama,
decidieron organizar otra expedición, esta vez bajo el mando de Francisco
Pizarro, quien unos años después del retorno del español, llevó a cabo la
conquista del misterioso país. El resto de la historia ya lo sabemos. Pizarro llegó
al Perú, se toparía con el imperio de los Incas, armaría una guerra civil,
capturaría a Huayna Cápac y se apoderaría de toda la región.
Luego de su muerte, 1541, las fronteras que dividían al Perú con otras países eran
inexactas. El cronista Pedro Cieza de León explicó que a mediados del siglo XVI
el Perú abarcaba por el norte Quito (Ecuador) hasta villa de Plata (actualmente
Bolivia).
Uno de los primeros historiadores que se preocupan del origen del nombre de
Perú es Raúl Porras Barrenechea. A diferencia de otros historiadores, el asegura
que el término Perú proviene de un río llamado Birú o de las versiones que
surgían en el valle mochica de Virú. Según Porras, pese a que realmente existió
Pascual de Andagoya, éste habría exagerado en sus crónicas. De otro lado, Fray
Bartolomé de las Casas también menciona en sus escritos al cacique Birú y
sostiene que fue un gran guerrero que ni los mismos españoles pudieron
derrotarlo.