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EL LIBRO DE JOB
– Análisis Monográfico-
CICLO
TEOLOGÍA
SEMESTRE ACADÉMICO
2019-I
AUTOR
BENITES VERA, Simón Moisés
DOCENTE
Pbro. Antonio Carrasco.
MOCHE-PERÚ
2019
ÍNDICE
ÍNDICE………………………………………………………………………………………... 01
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………. 02
1
INTRODUCCIÓN
2
CAPÍTULO I
JOB “AD EXTRA”: EL TIEMPO DE NARRACIÓN
1
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. Libros Sapienciales. Libro de Job. BAC, Madrid, 1967, p.18-20.
2
Cfr. MACKENZIE R., Transfondo cultural y religiosos del libro de Job, en Concilium, XIX (1983), 189, p.328-
335.
3
En arqueología, filología y otras disciplinas, el post quem es la fecha más antigua o lejana de la aparición de
un objeto o fenómeno (cfr. WIKIPEDIA, Terminus post quem, URL
[https://es.wikipedia.org/wiki/Terminus_post_quem], (01/07/2019).)
3
1.1.2. El contexto histórico del texto: trasfondo político, religioso y sapiencial de la
época4
Para la fecha en que se compuso Job, había en el medio oriente una robusta tradición
sapiencial entre los sumerios y los egipcios. Pero nos interesa situarnos en el ámbito israelita.
Por este motivo surge la pregunta ¿Qué textos bíblicos pudieron influenciar la redacción de
Job? Las pruebas apuntan a: 1) Jeremías, específicamente a las lamentaciones sobre la vida
humana del cap. 3, así como a sus “confesiones” en el cap. 12. Probablemente el hagiógrafo
encontró en estos pasajes el estímulo para poner en boca de Job sus controversiales reproches.
4
Cfr. MACKENZIE R., Transfondo cultural y religiosos del libro de Job, p.328-335.
4
Y, 2) los salmos: sal 1, que desarrolla el principio de retribución; el sal 37, que recoge la
misma idea de la retribución pero esta vez sostenida por la experiencia de la vida; y
finalmente el sal 73, que parece ser el más cercano a la idea central de Job: la acción de
gracias de un hombre que ha superado una crisis de fe. Experimentó la impotencia ante la
prosperidad de los injustos y el fracaso del fiel; dudando de la capacidad de Dios para a
mantener sus promesas. La superación de la crisis le viene como don divino, que le permite
ver que la riqueza del impío dura poco y la fidelidad a Dios, en cualquier contexto, es un
tesoro mayor a cualquier otro.
5
Por los motivos expuestos se puede afirmar una composición temporal en cuatro
etapas5:
a) El prólogo y el epílogo: el cuento primitivo.
Es muy cercano al cuento popular tal como se contaba en las tiendas, antes de que
penetrara en el patrimonio sapiencial de Israel. Atendiendo a los nombres de las personas, de
los lugares, y a la aparición de camellos domesticados, parece ser que la tradición nació en
Edom o la región de Haurán, en la Transjordania, a finales del segundo milenio.
5
Cfr. LÉVEQUE J., Job, El libro y el mensaje, Verbo Divino, Navarra, 1987, p. 5-6.
6
Ibib.
6
1.2. SOBRE EL AUTOR Y LOS DESTINATARIOS7
No conocemos nada del nombre del autor de este libro sapiencial, pero por las
características del texto se puede afirmar de que fue un judío conocedor de la ley mosaica
(Cfr. 24, 2-11); aunque tiene cuidado de presentar a Job fuera de los límites del judaísmo
(obedece a una intención universal de la obra).
Los autores sagrados antiguos veían a Moisés como el autor del texto, al mismo Job
o a Salomón; sin embargo, hoy, (tal como ya los explicamos en el apartado anterior) los
especialistas en la Escritura creen que el libro fue redactado en los tiempos posteriores al
exilio.
El texto está reflejando las inquietudes de las escuelas de “sabios” de la época,
inquietudes por los problemas personales del individuo que les empujan a revisar las
tradiciones establecidas. Aquí el autor no teme poner en tela de juicio la existencia de la
Providencia divina. Se interroga por la existencia y el sentido del mundo, así como su destino.
Todos estos elementos que hemos observados nos arrojan datos sobre los posibles
destinatarios originales de la obra: judíos en contacto con el mundo helénico y conocedores
del ambiente “sapiencial” egipcio.
7
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p.20.
7
1.3. SOBRE LA HISTORICIDAD Y CANONICIDAD DE JOB
1.3.1. La historicidad de Job8
En la tradición bíblica encontramos a Job citado junto a Noé y Daniel (cfr. Ez 14, 4).
Es presentado como modelo de santidad y de amistad con Dios (Cfr. Eclo 49,9). En el libro
que lleva su nombre es exhibido como un jeque nómada, modelo de rectitud moral y piedad
religiosa, a pesar de no ser israelita. Por este motivo, en el original, Dios nunca es llamado
por el protagonista como Yahvé – nombre privativo del Dios de Israel- sino más bien con las
voces genéricas de Elohim o Eloah, que básicamente expresan la idea de divinidad entre los
semitas.
La crítica moderna lo relaciona con un mítico personaje del mismo nombre que
aparece en los poemas de Ugarit (Ras Shambra9). Este paralelismo también se puede
establecer con unas colecciones de poemas egipcios que datan del segundo milenio antes de
Cristo, en los que igualmente se toca el problema del sufrimiento. Lo mismo se puede decir
de las similitudes entre el libro de Job y la literatura clásica griega, como en la materia del
Prometeo Enamorado, de Esquilo10.
A La luz de estos datos, y sin desmerecer su carácter inspirado, la pregunta central
sería: lo que se relata sobre la vida y las pruebas de Job ¿es una historia real o una ficción
literaria entorno a un personaje legendario de la tradición?
Sobre el texto en sí hay muchas inverisimilitudes que no se pueden tomar al pie de la
letra. Es el caso del prólogo con la sucesión automática de las calamidades que le sobrevienen
a Job (1, 13-19) o el silencio de siete días y siete noches de los amigos de Job sentados a su
lado antes de empezar el ciclo de sus discursos (3, 1-31) o, del mismo modo, los sucesos del
epílogo que responden a las exigencias le prólogo11.
En cuanto a los paralelos con escritos no judíos, en ninguno de los casos se puede
establecer una dependencia literaria del libro de Job; las semejanzas son accidentales y se
explican por la similitud del tema que tocan. Así mismo, la teología que desarrolla Job es
8
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p. 17-20.
9
Es el nombre moderno del montículo que marca el sitio de la antigua ciudad de Ugarit, localizado en la costa
siria frente a la isla de Chipre. Entre los restos se hallan una serie de textos que narran mitos y leyendas
autóctonos. Ellos han proporcionado valiosas fuentes para el conocimiento de la religión cananea (Cfr.
BIBLIATODO DICCIONARIO, Ras Shambra, URL [ https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/ras-shamra],
(01/07/2019).)
10
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p. 25-30
11
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p. 18
8
distinta a los textos con los que se hace paralelismo. Job destaca primordialmente el misterio
de los designios divinos12.
Estos puntos llevan a concluir en que nos hallamos ante una composición didáctica,
estructurada artificialmente en función de una idea teológica eje: no hay una conexión
necesaria entre el pecado y el sufrimiento. Sobre la existencia histórica del protagonista no
hay suficientes pruebas para confirmarla o negarla.
12
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p. 27- 29
13
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p.30.
14
Cfr. MORLA V., Comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén. Job 1-28, Ed. Desclée De Brouwer, Bilbao,
2007, p. 11
15
Escritor eclesiástico y obispo de Mopsuestia (Cilicia); nació en Antioquía hacia el año 350 (por ello llamado
también Teodoro de Antioquía). Sostenía algunas posiciones que no eran compatibles con la verdadera fe de la
Iglesia. El concilio Constantinopolitano condenó algunas de sus ideas después de su muerte que aconteció en
el 428.
9
Concluimos, pues, en que el uso de Job como libro inspirado era común; desde su
origen en la comunidad judía así como, posteriormente, entre los cristianos.
CAPÍTULO II
JOB “AD INTRA”: EL TIEMPO NARRADO
a) Sobre el género16
Lo que acabamos de exponer respecto a la composición del libro de Job condiciona
de algún modo la determinación de su género literario.
Si se considera el libro en su composición actual (relato en prosa y poesía), la
categoría que mejor le convendría sería la de debate o disputa legal. Este género, tal como
está reflejado en la literatura sapiencial de la antigua Mesopotamia, presenta la siguiente
estructura: 1) prólogo y epílogo mitológico; 2) el debate propiamente dicho; y 3) una teofanía,
en la que un dios zanja la cuestión debatida.
Por otro lado, si se obvia el marco narrativo texto, nos hallamos ante otra alternativa:
diálogo o lamentación, sobre el modo en que el hombre debe responder al sufrimiento y al
papel desempeñado en él por la divinidad).
Pero también es posible identificar una subcategorías de géneros literarios
pertenecientes a ciertos fragmentos del texto: elementos proféticos, rasgos sálmicos,
terminología legal y sabiduría.
En síntesis, aunque algunos estudiosos no están de acuerdo con esto 17, Job presenta
un sutil proyecto pedagógico para sus lectores, de acuerdo a las condiciones literarias de la
época.
16
Cfr. MORLA V., Comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén. p. 19-20
17
(Ibib.) En el mismo libro del que se obtuvo la información, se afirma que la combinación de elementos
proféticos, rasgos sálmicos, terminología legal y sabiduría, evidencian la ausencia de un propósito pedagógico.
10
b) Sobre el estilo literario18
Al leer el libro de Job se advertirá el contraste entre la prosa del prólogo y el epílogo,
por una parte, y el cuerpo poético, por otra (que ocupa la mayor parte del texto).
El poeta o poetas responsables de los diálogos (cap. 3 al cap. 41) manifiestan maestría
en el cultivo de la poesía hebrea. Las razones de esta afirmación son el uso del paralelismo
hebreo, hasta tal punto de recrear todo un mundo de ambigüedades y equívocos que hacen
de Job un libro único. Estos no sólo se limitan a repetir (paralelismo sinonímico) o contrastar
(paralelismo antitético) el pensamiento de las frases.
Otro recurso consiste en repetir un mismo término en lugares estratégicos del poema,
de modo que el lector puede descubrir el propósito del autor. Por ejemplo en el cap. 28, se
repite el término «lugar» en los versículos 1, 6, 12, 20 y 23, de modo que es posible advertir
la intención: describir el lugar natural de las cosas dentro del orden cósmico; pues “Todo
tiene su lugar”. Entre otros elementos a mencionar se encuentran el uso polivalente de las
metáforas animales y vegetales. Todo para indicar una tensión entre la vida, don de Dios, y
la muerte.
En conclusión, más que ningún otro texto del Antiguo Testamento, el libro de Job se
caracteriza por poner de relieve un intenso vínculo entre estilo poético y mensaje teológico.
Para ese fin el autor o autores, recurren con frecuencia a juegos de palabras, dobles sentidos,
analogías, etc. De este modo, se va poniendo en evidencia la necia actitud de los amigos de
Job, que pretenden deducir del orden del mundo y de regular la interacción de sus elementos
18
Cfr. MORLA V., Comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén. p. 13-17
11
con una mecánica retribucioncita; frente a la misteriosa obra divina que supera la capacidad
humana para comprender el cosmos.
2.1.2. LA ESTRUCTURA
La presente parte es la más extensa de la obre y la componen tres secciones en las que
destacan una serie de personajes.
A. Los tres amigos de Job; le van a visitar, y, atónitos por su deplorable situación,
suponen que este sufre por pecados ocultos anteriores. Por este motivo le invitan a
volverse a Dios y a arrepentirse, único medio para reconciliarse con Yahvé y recobrar
la bonaza perdida (3,1 – 31,40).
En el fondo ellos encarnan una tesis tradicional de la época (que en algunos ámbitos
de hoy sigue vigente): la prosperidad y el premio de esta vida son proporcionales a la
virtud y “justicia” personales; la desgracia y sufrimiento, por su parte, son
proporcionales al pecado. Esta idea da lugar a tres ciclos de discusiones en las que
intervienen, por orden, los tres amigos:
a) Diputa con Eliafaz (3,1 – 14,22) Los sufrimientos provienen necesariamente de
pecados cometidos anteriormente. Dios es Justo, conoce y castiga todos los
pecados.
19
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p.17.
12
b) Disputa con Bildad (15,1 – 21,34) Aplican el principio anterior: Si Job sufre, es
porque ha sido infiel a Yahvé, quebrantando los derechos del prójimo. Por tanto,
su castigo es justo.
c) Disputa con Sofar (22,1 – 31, 40) Se repiten las anteriores argumentaciones sin
ninguna novedad en la argumentación.
B. La intervención de Elihú; el representa a la nueva generación (31,40 – 37, 24). Se
encara con los tres amigos de Job después de no haber defendido adecuadamente la
justicia divina frete a las arrogancias de Job, y aporta una nueva idea: los sufrimientos
son para purificar la virtud, para probar hasta dónde llega la fidelidad del justo hacia
Dios.
C. La intervención de Yahvé (42,10-17); el hombre no debe hacer juicio sobre la
providencia divina, porque no conoce sus misteriosos designios. Su omnipotencia y
sabiduría brillan en los instintos de los animales y las maravillas de la naturaleza. Al
hombre no le queda más que aceptar el misterio.
El texto aborda el profundo problema teológico sobre el sentido y la función del dolor
en la vida de un hombre justo, con las consecuencias que ese padecer acarrear sobre las
relaciones del hombre con Dios.
20
Cfr. BROWN R., Comentario Bíblico San Jerónimo. Tomo II. Job, Ed. Cristiandad, Madrid, 1971, p. 449-451
13
En esta línea, el autor de Job trataba de demostrar, a la luz de una concepción de las
relaciones hombre-creador, así como en su propia experiencia, que el problema del
sufrimiento del justo estaba mal planteado: Dios puede tener otros propósitos, aparte del puro
ejercicio de la justicia retributiva.
Para plasmar su mensaje, el escritor utilizó un viejo relato que, sin duda, era muy
conocido entre sus contemporáneos. La introducción de los tres sabios refuerza su idea: la
intención no es burlarse de Elifaz, Bildad y Sofar; sino presentar, a través de ellos, la
respetable postura tradicional, para luego introducir el tema de Job, que viene a ser un caso
límite. El desenlace da como resultado que aquellos sabios, y con ellos las escuelas
tradicionales, se equivocan.
Por tanto, no siempre se puede establecer una relación directa entre pecado y
sufrimiento; las razones por las que Yahvé permite el dolor son un misterio. No deben
aventurarse juicios temerarios sobre la culpabilidad del que sufre. Sin embargo, el enigma
del sufrimiento queda sin explicación pues no se da la verdadera clave del misterio: los
sufrimientos de esta vida encontrarán su compensación en los gozos de la vida eterna 21. Por
el momento, al hombre sólo le queda confiar en que el designio del Creador tiene un propósito
desconocido pero que es bueno para él.
Los temas teológicos que aborda el texto son muy amplios, pero podemos destacar
los siguientes:
a) Monoteísmo estricto
Partiendo del uso de una variedad de los nombres divinos se puede hablar de un
monoteísmo rígido: los nombres (Yahvé, Elohim, Eloah, Sadday) se aplican al mismo y único
Dios, aunque manteniendo el contexto no israelita. Es decir que las alusiones a mitos
populares no empañan el monoteísmo de la religión israelita; se tratan de recursos literarios.
21
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p. 16
14
Job y sus amigos son verdaderos creyentes, pero quedan fuera de la alianza con Israel.
El motivo: hablar en nombre de toda la humanidad, en presencia de un Dios que se ha dado
a conocer a través de la revelación a Israel.
Ellos no esperan su salvación sino a base de mantener una conducta limpia durante
toda su vida. Sólo Job anda buscando a tientas una relación más íntima y permanente fundada
no en el mero intercambio de servicios y dones, sino en una comunión amorosa, porque en
el fondo ha descubierto que el Creador es amor22.
b) El hombre
Dios es quien modela al hombre en el seno materno puesto que la vida y permanencia
en ella vienen de él. Por eso, Dios es también el autor de la muerte; de allí que en la boca de
Job nunca aparece la idea del suicidio, a pesar de maldecir su triste situación. Pero la muerte
puede considerarse como un bien, en cuanto que representa la cesación de los dolores de esta
vida23.
c) Dios y el hombre
La mirada de Dios se extiende a todas las acciones del hombre, al que vigila para
darle el merecido pago de su conducta; el hombre, por otro lado, frete a Dios, es un ser
imperfecto, indigno de presentarse ante a él. Esto expresa la concepción tradicional sobre
la que se basa la doctrina de la retribución, que el fondo exige que las relaciones de Dios y
el hombre estén presididas por su justicia.
El mismo protagonista, después gritar sus dudas sobre esta justicia divina, la reconoce
como algo esencial, y por esa misma razón tiene la esperanza de que recuperará la salud y
será rehabilitado en la sociedad.
Reconocer esta relación, que engendra un “temor reverencial”, manifiesta lo que el
autor llama “verdadera sabiduría”. Ello implica el apartamiento sistemático del mal. La
oración, finalmente, se constituye como el medio eficaz para obtener la benevolencia
divina24.
22
Cfr. BROWN R., Comentario Bíblico San Jerónimo, p. 451
23
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p. 21
24
Cfr. AA.VV. Biblia Comentada IV. p. 22
15
d) La justicia
Siempre se había tenido como máxima que Yahvé era justo y fuente de justicia. Pero
esta justicia podía ser entendida en dos formas completamente distintas. Desde el punto de
vista de los oprimidos, la justicia significaba liberación, salvación; y para el pecador,
significaba destrucción. En bien de la paz y de obtener la bendición divina, la observancia
ritual, social y minuciosa de la ley aseguraba la prosperidad del individuo y del pueblo. Vivir
bajo la ley constituía una vida justa. Cualquier hombre puede vivir de acuerdo con ellas y
asegurarse la felicidad y el éxito25.
25
Cfr. BROWN R., Comentario Bíblico San Jerónimo, p. 449
26
LÉVEQUE J., Job, El libro y el mensaje, Verbo Divino, Navarra, 1987, p. 16
16
CAPÍTULO III
JOB EN EL TIEMPO
3.1.1. EN EL JUDAÍSMO27
Llama también la atención que el libro de Job sea el único, junto con el Levítico, del
que se ha encontrado en Qumrán un tárgum o versión aramea de época tan temprana. En la
cueva 11 aparecieron extensos fragmentos de esta versión, escritos en una elegante caligrafía
de comienzos del siglo I d.C. (11Q10).
Con casi total certeza se puede afirmar que la versión griega de Job es obra
seguramente del mismo traductor que Proverbios. La traducción enlaza así dos libros que
pertenecen al mismo mundo sapiencial, aunque a dos escuelas de sabiduría muy opuestas,
una tradicional y otra crítica. Aquí se acentúa la figura paciente, un tanto suavizada, del
personaje y tiende a rebajar el tono de las expresiones más impías del texto hebreo.
Pero lo más llamativo es el hecho de que su texto es una sexta parte más breve que el
hebreo, seguramente por eliminación de pasajes oscuros o difíciles. Los cambios del texto de
la versión griega de los Setenta responden por lo general a consideraciones de carácter
teológico, como la típica sustitución midrásica de “fuego de Dios” por “fuego del cielo”
(1,16).
27
Cfr. TREBOLLE J. & POTTECHER S., Job, Trotta, Madrid, 2011, p. 174-177
17
El pasaje de Job que mayor influjo ha tenido posteriormente a través de las antiguas
versiones es en el que Job afirma estar convencido de que su desgracia no tendrá la última
palabra, pues al final su defensor se alzará de su lado y verá a Dios (19,25-26).
La figura de la mujer de Job en la tradición latina respondió a los escasos datos del
texto canónico que, al calificarla de necia, dio pie a compararla con Eva para convertirla en
adjutrix diaboli (Agustín, Enarrationes in Psalmos XCVII 6)29.
Al igual que los rabinos judíos, los escritores cristianos especularon sobre la autoría
del libro de Job atribuyéndolo a Moisés, al mismo Job, a Elihú, a Salomón, o a uno de los
profetas. Según Jerónimo, el libro fue escrito en hexámetros al modo de una obra épica o,
según Teodoro de Mopsuestia, de un drama griego30.
Podemos comparar esta idea del sufrimiento del justo con la teología cristiana del
martirio. Los mártires, empezando por Esteban e Ignacio de Antioquía, no acusaron a Dios
de injusticia o crueldad al exigir de ellos el supremo sacrificio; ellos le ofrecen de buena gana
este testimonio definitivo de amor (Jn 15,13). Pero a fin de que los mártires más débiles no
carezcan de aliento, ahí está el ejemplo de la oración de Getsemaní, en que el mismo Hijo de
Dios pronuncia su lamentación y pide que se le libre de aquella prueba31.
Hay teólogos que prefieren examinar el mensaje del libro de Job desde los pobres.
Uniendo metodología teológica y espiritualidad, Gustavo Gutiérrez ofrece en su estudio las
siguientes reflexiones:
“La inocencia que Job reivindica enérgicamente nos ayuda a comprender la inocencia
de un pueblo oprimido y creyente con relación a la situación de dolor y de muerte que
le es impuesta... Job señala una pauta a través de su vehemente protesta, su
28
Cfr. TREBOLLE J. & POTTECHER S., Job, Trotta, Madrid, 2011, p. 183-185
29
Ibib.
30
Ibid.
31
Cfr. BROWN R., Comentario Bíblico San Jerónimo, p. 451
18
descubrimiento del compromiso concreto con el pobre y con todo el que sufre
injustamente, su enfrentamiento con Dios y, a través del reconocimiento de la
gratuidad, de su proyecto sobre la historia humana”32
32
GUTIÉRREZ G., Hablar de Dios desde el sufrimiento humano, Centro de estudios y publicaciones, Lima,
2017, p. 26.185
33
Elementos trabajados con: AA.VV. Biblia Comentada IV. Libros Sapienciales. Libro de Job. BAC, Madrid,
1967, p.132-165.
19
b) El segundo discurso de Elihú (cap. 34)
- Acusa a Job de injuriar a Dios con sus “arrogancias”(se declara inocente y acusa a
Dios de injusto)
- Dios obra siempre con justicia. (v 10)
- Castiga a los opresores (v 24)
- Vela por los derechos de la justicia (v 29-30)
c) El tercer discurso de Elihú (cap. 35)
- La conducta del hombre no afecta a Dios, en realidad en efecto de esas acciones lo
percibe este mismo (v 6-8)
- Dios exige el reconocimiento de su soberanía para auxiliar al angustiado (v 12-14)
d) El cuarto discurso de Elihú (cap. 36); reafirma lo anterior:
- El sentido del dolor: medio para llegar a Dios.
- Omnipotencia divina: se manifiesta en la tormenta que se va formando (v 29)
- Descripción de la tempestad (Cap. 37): Tormenta, como la manifestación airada de
Dios; Trueno, la voz de Dios; Nieve y lluvia, don de Dios.
- Durante la tempestad: el hombre permanece en su casa, para “descansar de la
actividad” y reconocer la obra de Dios.
20
- Búfalo (“uroc” mesopotámico) = toro salvaje, representa divinidad (cuernos),
fuerza y poder.
- Avestruz: “renanim” (hebreo; Onomatopeya de su canto)= es más veloz que el
caballo (sonido de la guerra), pero es cruel con sus hijos. Se le ha negado la
sabiduría ( 38, 16- 17)
- Hipopótamo: “Behemot” (animal monstruoso del folclor bíblico)
- Cocodrilo: “leviatán”(para destacar su carácter terrorífico) (40, 20-25)
21
BIBLIOGRAFÍA
a) Bibliografía base:
AA.VV. Biblia Comentada IV. Libros Sapienciales. Libro de Job. BAC, Madrid,
1967.
MORLA V., Comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén. Job 1-28, Ed. Desclée De
Brouwer, Bilbao, 2007.
b) Libros de consulta:
BROWN R., Comentario Bíblico San Jerónimo. Tomo II. Job, Ed. Cristiandad,
Madrid, 1971.
GUTIÉRREZ G., Hablar de Dios desde el sufrimiento humano, Centro de estudios y
publicaciones, Lima, 2017.
LÉVEQUE J., Job, El libro y el mensaje, Verbo Divino, Navarra, 1987.
MACKENZIE R., Trasfondo cultural y religiosos del libro de Job, en Concilium, XIX
(1983), 189, p.328-335.
TREBOLLE J. & POTTECHER S., Job, Trotta, Madrid, 2011.
22