La pancreatitis aguda es una enfermedad inflamatoria y puede cursar en forma leve
como una pancreatitis intersticial y en forma severa, que es causada por una necrosis isquémica y hemorrágica del parénquima pancréatico. Se debe primeramente explicar la fisiopatología de la pancreatitis aguda para comprender la evolución a una pancreatitis necrosante. Lo primero que va a ocurrir es la la lesión del tejido pancreático, esta misma se da por la activación del tripsinógeno el cual cuál llega a generar una respuesta inflamatoria en el paciente. Va a estar caracterizada por la participación de células CD40, linfocitos B, T y monocitos. Su evolución se da en tres fases: Primera fase: Se trata principalmente en la activación de enzimas digestivas en el interior del páncreas y daño de células acinares, ésta lesión acinar es consecuencia de la activación de tripsina. El avance del daño pancreático produce isquemia microvascular y obstrucción de los acinos pancreáticos, por lo que se deduce que el daño es ocasionado por las enzimas pancreáticas. Segunda fase: Implica la activación, quimioatracción y secuestro de leucocitos y macrófagos en el páncreas lo cual aumenta la respuesta inflamatoria, se ha demostrado que el secuestro de neutrófilos también activa el tripsinógeno. Tercera fase: Esta etapa depende de enzimas proteolíticas y citocinas activadas, estas digieren membranas celulares y causan proteólisis, edema, hemorragia intersticial y daño vascular y tres tipos de necrosis, la coagulativa, la grasa y la de las células del parénquima. Se pueden llegar a liberar péptidos bradicininos, sustancias vasoactivas e histamina esto ocasionado por el daño y muerte celular que a su vez produce vasodilatación, mayor permeabilidad vascular y edema con efectos profundos en muchos órganos. La necrosis acinar es el signo microscópico básico de la pancreatitis aguda necrosante. En primer instancia se puede observar trombosis en la microcirculación acompañadas de desprendimiento del endotelio, estos cambios no producen arresto de la circulación por lo que no son cambios visibles. Posteriormente los trombos comienzan a aparecer en la periferia y se extienden hacia el centro, en este caso si se da el arresto de la circulación, la fibrina crece en la periferia del trombo como una red entonces se genera la contracción y la cicatrización y junto con estos cambios se da la trombolisis. En los focos de fibrina generados se puede acumular calcio y es por eso la calcinosis que se ha encontrado en el parénquima pancreático. Al haber arresto de la circulación persistente se genera permeabilidad vascular lo cual desencadena hemorragia y posterior extravasación de glóbulos rojos más lisis celular provocando formaciones de hemosiderina en el parénquima pancreático. PANCREATITIS SEVERA
Es importante un vigoroso tratamiento de recuperación cuando existen complicaciones
cardiovascular y pulmonar, constituyéndose en llave del tratamiento de una severa pancreatitis aguda. El rápido reemplazo de volumen intravascular con más o menos 10 litros de cristaloides al día es esencial. Volumen que se reemplace con coloides puede ser necesario si hay significativa hemorragia o pérdida masiva de albúmina, dentro del tercer espacio. Hipocalcemia, resultado de la pérdida del calcio no ionizado. Solamente es necesario remplazar el calcio cuando hay una irritación neuromuscular evidente, lo que indica pérdida del calcio ionizado y la infusión endovenosa de gluconato de calcio es iniciada. Simultáneamente se reemplaza al magnesio porque comúnmente existe pérdida conjuntamente con el calcio. Muchos investigadores, piensan que la supresión alimentaria es importante para disminuir o poner en descanso al páncreas. Se han hecho estudios sobre la acción de la somatostatina o cualquier análogo del Octreotide, que tienen una potente acción inhibidora de la secreción pancreática, pero sus beneficios no han sido demostrados. Una diálisis peritoneal, junto a la infusión de proteasas inhibidoras, han permitido remover las enzimas pancreáticas y la reducción de las complicaciones y también de la mortalidad. En el riesgo de infección pancreática con pancreatitis necrotizante, el uso de un antibiótico es importante como profiláctico, otros sugieren que el uso profiláctico de Ampicilina no ofrece beneficio. Recientes estudios, en una investigación multicéntrica, indican que la utilización de Imipenem tiene una mejor penetración al tejido pancreático y tiene un mayor espectro antibacteriano que la ampicilina, reduciendo la infección. Pero es necesario el estudio con el uso de otros antibióticos. Pero en las necrosis pancreáticas infectadas tiene que haber un tratamiento antibiótico con la intervención quirúrgica de los abscesos pancreáticos o pseudoquistes. El drenaje con catéter percutáneo es seguro y eficaz para el pseudoquiste infectado. Sin embargo, su uso en el tratamiento de abscesos pancreáticos o necrosis infectada está asociado con alta mortalidad y morbilidad. En recientes aportes, en pacientes con severa pancreatitis por litiasis de vías biliares, la Extracción Endoscópica de cálculos de vías biliares dentro de las 48 a 72 horas de presentarse el cuadro, el riesgo de colangitis disminuye y puede influir en la supervivencia. BIBLIOGRAFÍA Shyu, J., Sainani, N., Sahni, A., Chick, J., Chauhan, N., Conwell, D., Clancy, T., Banks, P., Silverman, S. (2014). Necrotizing Pancreatitis: Diagnosis, Imaging, and Intervention. RadioGraphics. 34, 1218–1239. Flores, I., Huang, L., López, M. (2015). Manejo Quirúrgico de la Pancreatitis Aguda Necrotizante. Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica. 616, 575 – 581. Singh, M., Sachin, K., Saxena, A., Kumar, L., Jain, S., Rasool, S. (2018). Pancreatic Necrosis: A Challenging Complication of Acute Pancreatitis. International Clinical Pathology Journal. 6 (1), 00146.