El acompañamiento con los niños de cuarto grado de la Institución Educativa Escuela Normal

Superior Claudina Múnera, en el área de Lenguaje que pudimos observar se basó en la utilización
de los libros de todos aprender como una propuesta que pretendía "escuchar" a los niños, conocer
sus intereses, necesidades, sentimientos e inquietudes; basados en esto, y en el comprensión de
textos, deducción, interpretación de textos y gráficas, despertando la conciencia del lenguaje a
través de ejercicios que les permitieron relacionar, hacer asociaciones o establecer semejanzas y
diferencias. Los aprendizajes están inmersos en la cotidianidad de los niños, esto es lo que hace
que tengan sentido y significado para ellos, en este caso la docente encargada del área del
lenguaje la profesional Sara Elizabeth Aguirre, conocía las necesidades de cada uno de ellos, es por
esto que ella nos entregó cuatro estudiantes con bajo rendimiento académico y con ayuda de las
maestras en formación en la Licenciatura Básica con énfasis en Inglés de la Universidad de
Manizales, le apostamos a mejorar los índices de calidad de sus calificaciones y brindar asesoría a
su proceso de enseñanza.

Unas de las estrategias que utilizaba la docente era manejar todos los géneros literarios, dándole
un valor importante al cuento dentro de este proceso, y por eso incluía la lectura diaria, Utilizando
un cuadro de seguimiento de la velocidad y de los errores cometidos por determinado tiempo, ella
decía que al leer en voz alta, se desarrollaban la capacidad de atención y el vocabulario; se ayuda a
que el niño exprese sus emociones, temores, esperanzas, descubrimientos, pensamientos y
secretos. Al compartir estos sentimientos se establece un lazo afectivo entre el maestro y los
niños, que favorece el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura.

El aprendizaje de la lectura y la escritura es un proceso dinámico donde la creatividad es muy

importante. Se realizan ejercicios que estimulan el desarrollo del pensamiento divergente, para
que los niños busquen diferentes alternativas ante una situación dada. Al estimular dicho
pensamiento, les damos la oportunidad de crecer siendo seres autónomos, seguros de sí mismos,
capaces de tomar decisiones y, de esa forma, los educamos para la vida y no sólo para el
momento.

Todas estas actividades les permiten descubrir el sentido de la lengua escrita y comprender que a
través de ella pueden comunicarse, y lo que es aún mejor: expresarse. Esta forma de trabajo le da
un giro a lo tradicional y cambia la posterior relación que el niño tenga frente a los libros y el
lenguaje. Esto posibilita que en un futuro sean mejores lectores y escritores.

Una ventaja de todo esto es que cada niño tenía su guía de trabajo en el cual cada uno
interactuaba y llenaba sus líneas con la interpretación a sus respuestas, siendo éste el gestor en
su proceso de adquisición de la lengua escrita; llevando a niños y niñas a conocer el mundo de las
letras en una forma amena y agradable, donde ellos podían plasmar sus vivencias y experiencias y,
al hacerlo, dar un claro sentido y significado a su aprendizaje.