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REPÚBLICA DE COLOMBIA

RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO

JUZGADO PRIMERO ADMINISTRATIVO


YOPAL - CASANARE

Yopal, siete (7) de abril de dos mil dieciséis (2016)

Medio de Control: Reparación Directa- Ministerio del Transporte, falta de legitimación por
pasiva, establecimiento - Invías, falla en el servicio vial - concurrencia de
culpas con la víctima - Accede parcialmente a pretensiones.
Demandante : Rafael Cáceres Fonseca y otros
Demandado : Nación -Ministerio de Transporte e Invías
Expediente : 85001-33-33-001-2013-00337-00

1. ASUNTO

Dictar sentencia de primer grado, dentro del proceso de la referencia,


una vez establecida la estructuración de los presupuestos procesales] y la
inexistencia de causales de nulidad que invaliden lo actuado.

2. ANTECEDENTES

2.1. La demanda. Rafael Cáceres Fonseca, Miryam Vera Patiño, Julián


Arley Cáceres Vera, Jesús Alberto Cáceres Vera, Luis Eduardo Vera Galvis,
Albina Patiño Alarcón, Humberto Cáceres Fonseca, Mauricio Cáceres
Fonseca, Rafaela Cáceres, Luis Emiro Cáceres Fonseca, Henry Alberto
Cáceres Fonseca y Matilde Vera Patiño, quien actúa en nombre propio y en
de sus menores hijos, Wilson Alexis vera Patiño y Walter Smith Montaña Vera,
por medio de apoderado judicial presentaron demanda de reparación
directa en contra de la Nación - Ministerio de Transporte y contra el Instituto
Nacional de Vías - Invías, en procura de obtener por este medio que se
declare que las demandadas son responsables de los perjuicios materiales y
morales que se les causó con ocasión de la muerte de Diego Armando
Cáceres Vera en un accidente de tránsito en la vía Pajarito (Boyacá) -
Aguazul (Casanare)

En consecuencia piden que se condene a las demandadas a pagarles


por concepto de perjuicios materiales la suma de $46.548.151 ($5.000.000 por
daño emergente y $41.548.151 por lucro cesante) y por concepto de
perjuicios morales, el valor equivalente a 790 salarios mínimos legales
mensuales vigentes para ser repartido entre los demandantes; además
solicitan la indexación de los valores reconocidos y que se condene en
costas a la parte demandada.

2.2. Hechos: se resume así lo planteado en la demanda: a) Diego


Armando Cáceres Vera falleció el 09 de octubre de 2011 en un accidente
de tránsito ocurrido en la vía que del Municipio de Pajarito (Boyacá)
conduce al Municipio de Aguazul (Casanare), al caer de la motocicleta en
que se movilizaba como pasajero, por causa de la desestabilización que
generó en el vehículo el hecho de haber pasado por un hueco presente en
la vía sin ningún tipo de señalización.

Son aquellos requisitos que deben estar presentes en todo proceso, para que al Juez le resulte posible proferir una
sentencia de mérito con efectos de cosa juzgada material, sobre las pretensiones y excepciones propuestas. Ellos
son: a) demanda en forma; b) competencia; c) capacidad para ser parte y d) capacidad procesal.
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b) El fallecido era soltero, se encontraba realizando sus estudios


secundarios y pertenecía a un núcleo familiar muy unido, de manera que su
muerte causó abatimiento moral en sus familiares.

c) El Ministerio de transporte es responsable de los perjuicios causados a


los demandantes por su omisión en el deber legal de proteger y garantizar la
movilidad del difunto, al no vigilar, controlar, proyectar y hacer ejecutar el
cuidado y mantenimiento vial en la vía nacional Sogamoso - Pajarito -
Aguazul - Yopal.

d) El Invías es también responsable por omitir proteger y garantizar la


construcción, mejoramiento y mantenimiento de la referida vía, la cual no se
encuentra concesionada.

e) Según la Fiscalía 32 Seccional de la URI de Yopal, el accidente ocurrió


"...debido a las malas condiciones de la vía"

3. Trámite - 3.1.- Admisión y traslado. La demanda inicialmente fue


inadmitida mediante auto de 06 de febrero de 2014, sin embargo,
subsanadas las falencias allí advertidas, se procedió a su admisión por medio
de auto de 20 de marzo de la misma anualidad, en el cual se hizo
advertencia que el Despacho no tendría como parte demandante al señor
Luis Eduardo Vera Galvis, "toda vez que el poder por el otorgado no cumple
con lo previsto en el artículo 69 del decreto 960 de 19702", a menos que se
subsanara dicha falencia dentro de los diez días siguientes, lo cual no
ocurrió.

Surtidas las notificaciones electrónicas (fls. 103-106 c.1), se corrió


traslado de la demanda en cumplimiento de lo previsto en el artículo 1993
de la Ley 1437 de 2011. Dentro del término legal, el Ministerio de transporte
(fls. 108-118) y el Invías (fls. 148-152) contestaron la demanda.

3.2. Contestación Nación - Ministerio de Transporte se opone a todas las


pretensiones de la demanda por considerar que no es el responsable de la
construcción, mantenimiento y señalización de las carreteras del orden
nacional.

Respecto de algunos de los hechos dice no constarle estos y respecto


de los otros indica que el contenido de ellos son consideraciones subjetivas
de la parte demandante.

Como excepción de mérito plantea la que denomina "FALTA DE


LEGUITIMACION EN LA CAUSA POR PASIVA", fundamentada en que el
órgano estatal encargado de la construcción, mantenimiento y señalización
de las vías nacionales es el Instituto Nacional de Vías, razón por la cual no se
configuran en su contra los requisitos de la falla en el servicio.

2Cuando se trate de personas que no sepan o no puedan firmar, en la diligencia de reconocimiento se leerá de
viva voz el documento, de todo lo cual dejará constancia en el acta, que será suscrita por un testigo rogado por el
compareciente, quien, además imprimirá su huella dactilar, circunstancia que también se consignará en la
diligencia indicando cuál fue la impresa.

3 Modificado por el artículo 612 del C.G.P.

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Exp. 85001-33-33-001-2013-00337-00

El Instituto Nacional de Vías, en su contestación manifiesta que se


opone a la totalidad de las pretensiones de la demanda por considerar que
existe un rompimiento del nexo causal entre sus actuaciones y los daños
alegados por la parte actora.

En relación con los hechos expresa que son ciertos aquellos que se
pueden comprobar con los documentos aportados con la demanda, como
la fecha de nacimiento y defunción de Diego Armando Cáceres Vera. Del
accidente de tránsito dice que ocurrió el 08 de octubre de 2011 a las 11:30
PM, pero que no está probado que la causa del mismo haya sido el mal
estado de la vía, ya que quien conducía la motocicleta era un menor de
edad sin licencia de conducción.

Refiere que si bien la muerte de un ser humano produce afectación a


sus familiares cercanos, algunos de los demandantes son parientes lejanos de
la victima de los que no se deduce mayor aflicción.

Indica que no se encuentra probado que la causa del accidente haya


sido el mal estado de la vía, la presencia de deformaciones sobre ella o su
falta de señalización; así como tampoco existe prueba de la pericia del
conductor de la motocicleta para maniobrar esa clase de vehículos, toda
vez que no tenía licencia de conducción.

Señala finalmente que no es cierto que la Fiscalía 32 Seccional de la URI


de Yopal haya determinado que la causa del accidente fuera las malas
condiciones de la vía. Explica que esa anotación se hizo con fundamento en
el informe policial del accidente de tránsito con la finalidad de hacer
efectivo el pago del SOAT y los gastos funerarios, ya que según la fecha de
expedición de la certificación, la respectiva investigación no había
culminado, sino que se hallaba en su etapa inicial.

Propone las siguientes excepciones de mérito:

"HECHO DE UN TERCERO": el menor que conducía la motocicleta


carecía de autorización legal para ejercer esa actividad, pues no tenía
licencia de conducción, de donde se deduce que esta fue la causa del
accidente dada su evidente impericia, negligencia, imprudencia y violación
de las normas de tránsito.

"CULPA EXCLUSIVA DE LA VÍCTIMA O DE TERCEROS": fue la propia


víctima del accidente quien se puso en la situación de peligro al aceptar
subirse a una motocicleta que iba a ser conducida por otro menor de edad
sin licencia de conducción. La responsabilidad no puede ser más que de los
padres o cuidadores de los menores, o de ellos mismos.

"FALTA DE LEGITIMIDAD POR PASIVA" La responsabilidad por los hechos


materia del proceso corresponde al conductor de la motocicleta o a sus
padres o curadores por conducir o permitir la conducción del vehículo sin
contar con la respectiva licencia; igualmente, no hay legitimidad para
demandar al Invías por cuanto no se acredita el mal estado de la vía en el
lugar exacto que se aduce en la demanda, ya que el croquis del accidente
no señala el lugar y posición final de la motocicleta, por lo que se rompe el
nexo causal.

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3.3. Audiencia inicial. (fls. 165-166) El 23 de enero de 2015 se realizó


audiencia inicial bajo los parámetros del artículo 180 del C.P.A.C.A., en ella,
entre otras cosas, se fijó el litigio concluyéndose que el punto central de la litis
consiste en determinar si le es atribuible responsabilidad extracontractual a
las demandadas por los perjuicios materiales y morales causados a los
demandantes con ocasión de la muerte de Diego Armando Cáceres Vera
en accidente de tránsito ocurrido el 09 de octubre de 2011 en la vía que
comunica los municipios de Pajarito y Aguazul.

Conforme a la fijación del litigio se efectuó el decretó de pruebas y se


señaló el 29 de abril de 2015 para la realización de la audiencia de pruebas
(Art. 181 del C.P.A.C.A.)

3.2. Audiencia de pruebas. En la fecha y hora fijadas por el Despacho se


llevó a cabo la audiencia de que trata el artículo 181 del C.P.A.C.A.
incorporando jurídica y materialmente las pruebas documentales allegadas
al proceso, sin que las partes presentaran objeción alguna frente a ellas; se
practicaron los testimonios decretados a petición de la parte demandante y
se evacuó el interrogatorio de parte y el testimonio decretado a solicitud del
Ministerio de Transporte; finalmente ante la falta de arribo de una de las
pruebas documentales solicitadas mediante oficio, se dispuso oficiar
nuevamente a fin de obtener la prueba.

Llegada la referida prueba se corrió traslado de ella sin que las partes se
pronunciaran al respecto, luego de lo cual, mediante auto se corrió traslado
para que las partes presentaran sus alegatos y el Ministerio Publico rindiera su
concepto.

3.3. Alegatos de conclusión. Dentro de término la parte demandante y


el Ministerio de Transporte presentaron sus alegatos de conclusión; el Instituto
Nacional de Vías los presentó extemporáneamente, razón por la cual no se
tienen en cuenta; el Ministerio Publico, por su parte, se abstuvo de rendir
concepto.

- Parte demandante (fls. 186-193). El apoderado judicial de esta parte


comenzó mencionando los hechos que se encuentran probados, entre estos,
i) el fallecimiento de Diego Armando Cáceres Vera en un accidente de
tránsito ocurrido en la vía Pajarito - Aguazul, el día 09 de octubre de 2011,
por causa de la presencia de un hueco de gran tamaño en la vía, sin que
señal alguna advirtiera de su peligrosidad; ii) la existencia de dicho hueco
en el lugar del accidente desde hacía mucha tiempo, sin que el Invías
hubiera dispuesto la reparación de la vía; iii) el dolor sufrido por los
demandantes ante la pérdida de su familiar; y iv) los perjuicios materiales
causado a los demandantes con la muerte de Diego Armando.

Considera la parte demandante que es evidente la falla en el servicio


por parte de las demandadas por haber omitido el cumplimiento de su
deber de mantenimiento y señalización de la vía nacional en que ocurrió el
accidente, tal como lo tiene suficientemente decantado la jurisprudencia
del Consejo de Estado.

Con fundamento en lo anterior, solicita se acceda a las pretensiones de


la demanda y se nieguen las excepciones propuestas por la parte
demandada.

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presentada el mismo 11 de diciembre de esa anualidad4, debe tenerse por


interpuesta dentro de término.

3.3. De la legitimación en la causa. La legitimación en la causa por


activa aparece demostrada respecto de todos los demandantes, por
presumirse el perjuicio moral sufrido por ellos con ocasión del deceso de
Diego Armando Cáceres Vera, con quien tenían algún grado de parentesco,
según se observa en los registros civiles aportados con la demanda (fls. 17 -
32)

En cuanto a la legitimación por pasiva, por derivarse el presente caso


de un accidente de tránsito ocurrido en una vía nacional, es clara la
legitimación del Invías, pues de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 1 del
decreto 2056 de 2003, vigente para la fecha de los hechos, el objeto de este
establecimiento público consiste en ejecutar "las políticas, estrategias,
planes, programas y proyectos de la infraestructura no concesionada de la
Red Vial Nacional de carreteras primaria y terciaria..., de acuerdo con los
lineamientos dados por el Ministerio de Transporte."

Ahora, con respecto al Ministerio de Transporte, la jurisprudencia del


Consejo de Estado5, de manera reiterada ha dicho, que la construcción,
conservación y mantenimiento de las vías nacionales corresponde al Invías y
no al Ministerio de Transporte, razón por la cual ha declarado la falta de
legitimación de este último, o ha confirmado las decisiones en ese mismo
sentido emitidas en primera instancia.

Si bien dicha decisión se ha fundamentado en el derogado artículo 5367


del decreto 2171 de 1992, en el cual se establecía el objeto del Invías, el
artículo 18 del decreto 2056 de 2003, el cual estuvo vigente hasta el 20 de
noviembre de 2013 (derogado por el decreto 2618 de 2013), consagraba en
términos similares ese mismo objeto, de manera que resulta válida la
aplicación del precedente a este caso.

Sobre el particular se ha dicho el Consejo de Estado:

"El objetivo del Instituto Nacional de Vías, como establecimiento público del
orden nacional, con personería jurídica, autonomía administrativa y
patrimonio propio, adscrito a dicho ministerio [de Transporte], es "ejecutar las
políticas y proyectos relacionados con la infraestructura vial a cargo de la
Nación en lo que se refiere a carreteras". Para el cumplimiento de este
objetivo, se asignaron al instituto varias funciones generales y, entre ellas, la de
ejecutar la política del Gobierno Nacional en relación con la infraestructura
vial de su competencia, de conformidad con los lineamientos establecidos
por el Ministerio de Transporte.

4 Ver folios 1 y 122.

5 Ver por ejemplo sentencias de 06 de septiembre de 2001, C.P.: Alier Eduardo Hernández Enríquez, radicación:

66001-23-31-000-1996-3160-01(13232-15646); de 04 de octubre de 2007, C.P.: Enrique Gil Botero, radicación


(acumulados) 47001-23-31-000-1996-05001-01 (16.058) y 47001-23-31-000-1997-05419-01 (21.112); y, de 14 de marzo de
2012, C.P.: Jaime Orlando Santofimio Gamboa, radicación: 76001-23-25-000-1997-03056-01 (22.032)

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ARTÍCULO 53. Corresponde al Instituto Nacional de Vías ejecutar las políticas y proyectos relacionados con la
infraestructura vial a cargo de la Nación en lo que se refiere a carreteras.

8 Artículo 1°. Objeto del Instituto Nacional de Vías. El Instituto Nacional de Vías, Invías, tendrá como objeto la
ejecución de las políticas, estrategias, planes, programas y proyectos de la infraestructura no concesionada de la
Red Vial Nacional de carreteras primaria y terciaria, férrea, fluvial y de la infraestructura marítima, de acuerdo con
los lineamientos dados por el Ministerio de Transporte.

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El Ministerio de Transporte (fls. 194-205) reiteró en sus alegatos lo dicho en


la contestación de la demanda, relacionando las normas jurídicas que
considera pertinentes a fin de demostrar su falta de legitimación en la causa
por pasiva, por cuanto según la ley no es el Ministerio, sino el Invías, la
entidad encargada de la construcción, conservación y señalización de las
vías nacionales.

A continuación realizó un breve análisis de las pruebas recaudadas


dentro del proceso, de las cuales extrae que el conductor de la motocicleta
en que se movilizaba la víctima, no tenía la pericia suficiente para
maniobrarla, y además, el casco de protección que portaba la víctima no
constituía un elemento de seguridad idóneo, acorde con la normatividad
respectiva, razones por las cuales estima que los padres de Diego Armando
Cáceres Vera incurrieron en una falta de cuidado al permitirle asistir, bajo
esas circunstancias, a la reunión de la cual regresaba en el momento del
accidente.

Finalmente solicita se declare que el Ministerio de Transporte no es la


entidad que debe responder por los hechos y pretensiones de la demanda,
por no ser la entidad encargada de las funciones cuya omisión en su
cumplimiento se aduce fue la causa del accidente.

3. CONSIDERACIONES DEL JUZGADO

3.1. Problema Jurídico. Corresponde en esta oportunidad al Despacho


determinar si el Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Vías son
patrimonialmente responsables de los daños causados a los demandantes
por la muerte de Diego Armando Cáceres Vera ocasionada en un
accidente de tránsito ocurrido en una carretera del orden nacional.

3.2. De la caducidad de la acción. De acuerdo a lo prescrito en el literal


i) numeral 2 del artículo 164 del C.P.A.C.A., la demanda de reparación
directa "... deberá presentarse dentro del término de dos (2) años, contados
a partir del día siguiente al de la ocurrencia de la acción u omisión causante
del daño..."

En el presente caso el hecho acaeció el día 09 de octubre de 2011, por


lo que la acción caducaría el día 10 de octubre de 2013, sin embargo, como
el 07 de octubre de 2013 se presentó solicitud de conciliación extrajudicial
ante un Agente del Ministerio Publico, el termino se suspendió desde esa
fecha hasta el 11 de diciembre de 2013, fecha en que se celebró la
audiencia de conciliación y se expidió la respectiva constancia de haberse
declarado fallida.

Entonces, desde el día siguiente a la fecha de los hechos (10 de octubre


de 2011) al día anterior al de la presentación de la solicitud de conciliación
(06 de octubre de 2013) habían transcurrido 23 meses y 26 días, es decir,
faltaban cuatro días para que operara la caducidad; el termino de
caducidad se suspendió del 06 de octubre de 2013 al 11 de diciembre del
mismo año, reanudándose el conteo del término a partir del día siguiente,
por lo que la acción caducaría el 15 de diciembre de 2013, pero como fue

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Conforme a lo anterior, esta Sala concluye que el Ministerio de Transporte no


es la entidad directamente responsable de adelantar las diversas acciones
relacionadas con la construcción, reconstrucción, mejoramiento,
rehabilitación y conservación de la infraestructura vial a cargo de la Nación.
Esta obligación ha sido asignada, de manera específica y expresa, al Instituto
Nacional de Vías. Así se desprende, también, de lo consignado en la parte
motiva de la Resolución 66 del 4 de mayo de 1994, expedida por el Consejo
Nacional de Política Económica y Social CONPES, citada en la primera parte
de estas consideraciones, en el sentido de que la red nacional de transporte
está conformada por las carreteras que están a cargo de la Nación, "a través
del Instituto Nacional de Vías INVIAS".

Se considera, en consecuencia, que el daño causado, en el presente caso,


no resulta imputable al Ministerio de Transporte, sino exclusivamente al Instituto
Nacional de Vías."9

Posteriormente, expuso lo siguiente:

" la Sala tiene por probada la excepción de falta de legitimación en causa


por pasiva, presentada por la Nación - Ministerio de Transporte, en atención a
que de acuerdo con la ley 64 de 1967 y el decreto 2171 de 1992, las funciones
de construir, conservar y mantener las carreteras nacionales, corresponde al
INVIAS y no al Ministerio de Transporte como erróneamente lo consideró la
parte demandante. "10

Por último, en sentencia más reciente, indico lo que sigue:

"Respecto del Ministerio de Transporte, quien alegó dentro de su contestación


de la demanda la falta de legitimación, se tiene que de acuerdo con la Ley
64 de 1967 se creó el Fondo Nacional Vial como un establecimiento público
del orden nacional, con el objeto de construir, conservar y mantener las
carreteras nacionales. Desde entonces, el Ministerio de Transporte no ha
construido carreteras, toda vez que el órgano ejecutor era el Fondo Vial
Nacional. Adicionalmente, mediante el Decreto 2171 de 1992 se reorganizó el
sector transporte y se reestructuró el Fondo Vial Nacional por el "Instituto
Nacional de Vías - INVIAS" (Art. 52), cuyo objeto es ejecutar las políticas y
proyectos relacionados con la infraestructura vial a cargo de la Nación, en lo
que refiere a carreteras (art. 53), por lo cual es acertado considerar que no
existe en cabeza del Ministerio de Transporte legitimación en la causa por
pasiva."' I

Siendo claro que el Ministerio de Transporte no tenía para la fecha de


los hechos la obligación de realizar la reparación o mantenimiento ni la
señalización de la vía Pajarito - Aguazul, y teniendo en cuenta que la omisión
o incumplimiento de esta obligación fue, según se plantea en la demanda,
la causa que originó el accidente en que perdió la vida Diego Armando
Cáceres, habrá que declararse su falta de legitimación en la causa por
pasiva al no ser el sujeto que debe responder por los daños alegados.

3.4. Del régimen de responsabilidad aplicable. El artículo 90 de la


Constitución Política, predica que el Estado es responsable patrimonialmente
por los daños antijurídicos que le sean imputables por la acción u omisión de
las autoridades públicas, responsabilidad ésta que puede surgir en virtud de

9Sentencia de 06 de septiembre de 2001, C.P.: Alier Eduardo Hernández Enríquez, radicación: 66001-23-31-000-1996-
3160-01(13232-15646)

10 de 04 de octubre de 2007, C.P.: Enrique Gil Botero, radicación (acumulados) 47001-23-31-000-1996-05001-01


(16.058) y 47001-23-31-000-1997-05419-01 (21.112)

11de 14 de marzo de 2012, C.P.: Jaime Orlando Santofimio Gamboa, radicación: 76001-23-25-000-1997-03056-01
(22.032)

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diversos títulos de imputación, tales como la falla del servicio, el riesgo


excepcional o el daño especial, entre otros.

En tratándose de casos como el que aquí se estudia, en el cual, el daño


que la parte actora sufrió se le imputa a la parte demandada por no haber
dado cumplimiento a algunas de sus obligaciones; necesariamente emerge
como régimen de imputación el de falla en el servicio, por la omisión en que
incurrió la Administración al no realizar el mantenimiento necesario a una vía
en mal estado, o implementar la debida señalización, a fin de evitar la
ocurrencia de accidentes de tránsito. Así, por vía jurisprudencial se ha
señalado:

"La Sala, de tiempo atrás, ha dicho que la falla del servicio ha sido en el
Derecho Colombiano y continúa siendo, el título jurídico de imputación por
excelencia para desencadenar la obligación indemnizatoria del Estado; en
efecto, si al Juez Administrativo le compete una labor de control de la acción
administrativa del Estado y si la falla del servicio tiene el contenido final del
incumplimiento de una obligación a su cargo, no hay duda que es ella el
mecanismo más idóneo para asentar la responsabilidad patrimonial de
naturaleza extracontractual.

"... la falla del servicio o la falta en la prestación del mismo se configura por
retardo, por irregularidad, por ineficiencia, por omisión o por ausencia del
mismo... se da la omisión o ausencia del mismo cuando la Administración,
teniendo el deber legal de prestar ese servicio, no actúa, no lo presta y queda
desamparada la ciudadanía"12

En claro lo anterior, pasa el Despacho a verificar si en el presente caso


la parte demandante logró demostrar dentro del proceso los elementos de
la falla del servicio, a saber: (1) el daño antijurídico; (ji) la falencia de la
Administración por omisión, irregularidad, ineficiencia o ausencia del servicio;
y el nexo de causalidad, eficiente y determinante, entre la anomalía
administrativa y el daño. Igualmente se verificará si la parte demandada,
para exonerarse de responsabilidad acreditó la existencia de alguna causa
extraña o el hecho exclusivo y determinante de la víctima.

Debe señalarse que las pruebas fueron regular y oportunamente allegas


al proceso, mismas que en término, no fueron objetadas ni tachadas, motivo
por el cual constituyen plena prueba de los supuestos facticos que ellas
contienen, mismas que valoradas en conjunto, bajo las reglas de la sana
critica, permiten tener por establecido lo siguiente:

3.4.1.- Del daño antijurídico. Este lo constituye la muerte del joven Diego
Armando Cáceres, supuesto éste que se encuentra plenamente acreditado
con el protocolo de necropsia que milita a folios 33 a 39 (c.1), el registro civil
de defunción visible a folio 32 (c. 1); el informe policial de accidentes de
tránsito (fI. 70 c. 1), y los testimonios vertidos dentro del proceso, pruebas de
las cuales, se establece que el día 09 de octubre de 2011 a las 02:40 AM
falleció el joven Diego Armando Cáceres Vera, a causa de un accidente de
tránsito, ocurrido por la presencia de huecos sobre la vía, los cuales hicieron
que el conductor de la motocicleta en que se movilizaba perdiera el

12 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, C.P.: Mauricio Fajardo Gómez, sentencia de 14 de septiembre

de 2011, radicación: 66001-23-31-000-1998-00496-01(22745)

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equilibrio y cayeran juntos al suelo, sufriendo aquel un "TRAUMA


CRANEOENCEFALICO DE CARÁCTER CONTUNDENTE DE ALTO IMPACTO" 13

En conclusión, la pérdida de la vida de Diego Armando Cáceres Vera,


de esa forma, es un daño que los integrantes de la parte activa, quienes
demandan en su calidad de abuelos, padres, hermanos, tíos y primos del
mismo, no tenían, ni tienen el deber legal de soportar, por lo que se tendrá
por probado el daño antijurídico.

3.4.2.- La falencia de la administración por omisión, irregularidad,


ineficiencia o ausencia del servicio. La falla que se atribuye a la
administración es haber omitido cumplir sus deberes de garantizar el
mantenimiento de la vía Pajarito (Boyacá) - Aguazul (Casanare); veamos si
tal falencia le es atribuible al Instituto Nacional de Vías y si se encuentra
acreditada en el proceso:

Para la fecha en que ocurrieron los hechos, se encontraba vigente el


decreto 2056 de 2003 "Por el cual se modifica la estructura del Instituto
Nacional de Vías, Invías, y se dictan otras disposiciones.". Esta norma
consagraba que al Invías correspondía como objeto lo siguiente:

"... la ejecución de las políticas, estrategias, planes, programas y proyectos


de la infraestructura no concesionada de la Red Vial Nacional de carreteras
primaria y terciaria, férrea, fluvial y de la infraestructura marítima, de acuerdo
con los lineamientos dados por el Ministerio de Transporte."

Por su parte el articulo 2 ibídem establecía como una de las funciones


del Invías, la de "2.1 Ejecutar la política del Gobierno Nacional en relación
con la infraestructura de su competencia, de conformidad con los
lineamientos establecidos por el Ministro de Transporte.", y más
concretamente, en el artículo 15 se establecen las siguientes funciones en
cabeza de la Subdirección de la Red Nacional de Carreteras

"15.1 Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos relacionados con la


infraestructura de la red primaria no concesionada y cumplir la regulación
técnica establecida, así como la normatividad ambiental vigente.

15.2 Administrar integralmente los procesos de construcción, conservación,


rehabilitación, operación, señalización, y de seguridad de la infraestructura
de carreteras primarias no concesionada."

De otra parte, de acuerdo con el "Manual de Señalización Vial -


Dispositivos para la Regulación del Tránsito en Calles, Carreteras y Ciclorrutas
de Colombia", adoptado mediante Resolución 1050 de 2004, del Ministerio
de Transporte, las señales de tránsito preventivas "tienen por objeto advertir
al usuario de la vía la existencia de una condición peligrosa y la naturaleza
de ésta" (numeral 2.2.1), y dentro de ellas se encuentra la que se denomina
"Depresión" de la cual se dice así:

"se empleará para advertir al conductor la proximidad a un hundimiento


brusco en la superficie de la vía, que puede causar daños o desplazamientos
peligrosos o incontrolables del vehículo. Debe removerse cuando cesen las
condiciones que obligaron a instalarla. Deberá complementarse con la señal

'3 Según se anota en el protocolo de necropsia (fl. 39)

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reglamentaria SR-30 - Velocidad máxima, para disminuir gradualmente la


velocidad de circulación, una vez se va acercando a la depresión."14

De conformidad con lo anterior, corresponde al Instituto Nacional de


Vías velar por el mantenimiento y la debida señalización de las carreteras
nacionales, de tal forma que si en una de estas existen huecos que
comprometan la vida o la integridad de quienes por allí transitan, es deber
suyo proceder a repararla, y en caso de no ser posible su arreglo inmediato,
deberá instalar las señales correspondientes a fin de advertir a los
conductores sobre el peligro al que se avecina y así puedan tomar las
medidas necesarias tendientes a evitar la ocurrencia de un accidente.

En el caso de marras, el Invías tenía la obligación de realizar el


mantenimiento o las reparaciones necesarias a la vía Pajarito - Aguazu115, en
cercanías a la Vereda Monterralo de este último municipio, respecto de los
huecos en ella presentes, o en su defecto, debió haber instalado las señales
preventivas que advirtieran de ese peligro a las personas que por allí
transitaban, sin embargo, según las pruebas obrantes en el plenario, ninguna
actividad tendiente a reparar la vía fue llevada a cabo por dicha entidad,
pese a que esos huecos ya existían desde antes de la ocurrencia del
accidente; también se demuestra con lo depuesto por los testigos José
Evaristo Castro Carvajal, Abel Antonio Reyes Acosta y Yuberney Abril
Hinojosa, que no existía en el lugar señalización alguna que advirtiera de esa
situación peligrosa, lo que hubiera podido evitar el infortunado suceso que
dio origen a este proceso.

Sobre la imputabilidad de omisiones similares a las estudiadas en el


presente asunto al Invías, el Consejo de Estado ha expuesto así:

"Como responsable del mantenimiento de las vías, el Instituto debía


garantizar que el tránsito por las mismas se realizara de tal manera que
no pusiera en riesgo la integridad de las personas que transitaran por
las mismas. Es decir, que no existieran obstáculos sobre las vías o que
de existir estos, se removieran de manera inmediata o se señalizaran
de manera eficaz, es decir, con las señales que permitieran identificar
oportunamente la existencia del obstáculo, o de impedir el tránsito por
esas vías mientras estos fueran removidos."16

En otra oportunidad expreso lo que sigue:

"Así, recordando las declaraciones rendidas en el proceso y las


distintas pruebas documentales aportadas al mismo -informe del
accidente de tránsito-, es preciso concluir que, sumado al deterioro y
mal estado de la vía, la zona del accidente no contaba con
señalización alguna que advirtiera la existencia de los huecos,
situación que imposibilitó a Una Vanessa cerciorarse de su existencia y,
por tanto, evitar el peligro que significaban.

De esta forma, considera la Sala que el INVIAS incumplió su deber de


velar por el mantenimiento y señalización de la carretera en que
ocurrió el accidente, pues, sumado al deterioro de la misma, no ubicó

14 Página 29 del "Manual de Señalización Vial - Dispositivos para la Regulación del Tránsito en Calles, Carreteras y

Ciclorrutas de Colombia"
15 Según informa la Dirección Territorial Casanare del Invías, esta vía es "de Orden Nacional" (fl. 8 c. de pruebas)

16 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección B, C.P.: Ruth Stella Correa Palacio, sentencia de 28 de julio de

2011, radicación: 50001233100019965474-01 (20.112)

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las señales necesarias para prevenir a los usuarios y transeúntes sobre


la existencia de los huecos en la vía. Esto se afirma en razón a que el
INVIAS no instaló la cantidad mínima de señales temporales requeridas
tratándose de la aproximación a obstáculos y/o peligros sobre la vía...

En el caso concreto está acreditado que, pese a la existencia de


huecos en la vía -en términos técnicos, "depresiones"-, en la zona del
accidente no se encontraba instalada ninguna de estas señales que
advirtieran su presencia. Por tanto, se encuentra que, sumado al
incumplimiento de la obligación de mantenimiento de la carretera, se
configuró la falla del servicio consistente en la falta de señalización de
los huecos presentes en la carretera que significaban peligro para los
usuarios y transeúntes, pues de cumplirse con este requerimiento, la
señora Lina Vanessa Ruiz Valencia hubiera advertido y,
eventualmente, evitado el accidente."»

De conformidad con lo anterior, siendo la vía del Cusiana del orden


Nacional, su mantenimiento y señalización corresponde al Invías, por ende,
resulta clara la falencia del Instituto Nacional de Vías, por omisión en el
cumplimiento de sus deberes legales.

3.4.3.- El nexo de causalidad, eficiente y determinante, entre la


anomalía administrativa y el daño. Finalmente, frente al tercer elemento sine
qua non para que se pueda predicar responsabilidad del Estado por los
hechos narrados en la demanda, debe señalarse que éste se halla
acreditado. Veamos:

Según se desprende del interrogatorio de parte rendido por Jesús


Alberto Cáceres Vera, en concordancia con lo dicho por el testigo Edinson
Arialdo Barrera Daza, el día 08 de octubre de 2011, la víctima se desplazó en
motocicleta, como pasajero, junto con otros jóvenes, de la Vereda
Monterralo de Aguazul a la Vereda Pueblo Nuevo del Municipio de Recetor,
a fin de asistir a una fiesta de cumpleaños de una compañera de colegio,
fiesta de la cual se regresó en la motocicleta que conducía Edinson Arialdo
Barrera Daza, a eso de las once de la noche.

En el informe policial de accidentes de tránsito, el cual se presume fue


elaborado en contacto directo con el lugar de los hechos, se anota en el
numeral 12, como hipótesis de la causa del accidente de tránsito, la
contemplada en el código 306. Revisado el "Manual para el
diligenciamiento del formato del informe policial de accidentes de tránsito",
adoptado mediante resolución 6020 de 2006, del Ministerio de Transporte, se
puede leer la siguiente descripción de la hipótesis denominada "Huecos",
cuyo código es el numero 306: "Cuando la calzada tenga huecos que
alteren la velocidad o dirección de los vehículos."

Igualmente, según lo informado de manera unánime por José Evaristo


castro Carvajal (quien tiene su morada muy cerca del lugar del accidente y
quien salió a socorrer a la víctima al poco tiempo de su ocurrencia), Abel
Antonio Reyes Acosta y Yuberney Abril Hinojosa, en sus declaraciones

17 Consejo de Estado, Sección Tercera, C.P.: Enrique Gil Botero, sentencia de 22 de julio de 2009, radicación: 76001-

23-31-000-1995-01182-01(16333)

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rendidas en la audiencia de pruebas, al unísono señalaron que en el lugar


del accidente existían unos huecos que habían sido también causa de otros
accidentes menores y en razón de los cuales la comunidad de la vereda
Monterralo ya había realizado una manifestación pública consistente en el
cierre de la vía, a fin de obtener su reparación.

Si bien por la hora y el lugar en que ocurrieron los hechos (cerca de la


media noche), difícilmente pudo haber testigos presenciales del accidente
que den certeza absoluta de lo sucedido, lo cierto es que según las referidas
pruebas se puede colegir que la causa del accidente fue la existencia de
huecos sobre la vía.

Derivado de lo anterior, debe señalarse que haber omitido el Invías


realizar las respectivas actividades de mantenimiento y señalización de la vía
Pajarito - Aguazul, es la causa eficiente para. la producción del resultado
dañoso, ya que de haberse encontrado esa vía en buenas condiciones, sin
huecos, el accidente no se hubiera producido; de igual forma, de haberse
instalado las señales de tránsito preventivas necesarias, el conductor de la
motocicleta en que se movilizaba la víctima, advertido del peligro, hubiera
podido evitar la causación del accidente obedeciendo las señales.

3.4. De las excepciones propuestas por el Instituto Nacional de Vías.

3.5.1.- Hecho de un Tercero. Considera el Invías que en sub judice se


configura esta causal exculpativa de la responsabilidad administrativa, por
cuanto el conductor de la motocicleta en que se movilizaba Diego Armando
Cáceres no contaba con licencia de conducción, lo que demuestra su
"impericia, negligencia, imprudencia y violación de las normas".

En criterio del Despacho, si bien el hecho de conducir un vehículo sin


haber obtenido la licencia de conducción correspondiente es una infracción
a las normas de tránsito que conlleva a las sanciones establecidas en el
Código Nacional de Tránsito18, ello no implica que indefectiblemente deba
concluirse que quien no haya cumplido con ese trámite no cuente con la
capacidad necesaria para maniobrar un vehículo; si bien este hecho puede
constituirse en indicio de la falta de pericia, éste por sí solo no es
demostrativo del hecho alegado, no es de tal entidad que permita dar por
probada la causal exonerativa alegada siendo éste desvirtuado con otros
medios de prueba directos, mediante los cuales se acredito el mal estado de
la vía.

En efecto, en el sub examine, se cuenta con los testimonios de los


señores José Evaristo Castro Carvajal, Abel Antonio Reyes Acosta y Yuberney
Abril Hinojosa, quienes son contestes en afirmar que el joven Edinson Arialdo
Barrera Daza sabía manejar motocicleta, que lo habían visto hacerlo dentro
del casco urbano de Monterralo y que lo hacía "bien", afirmación que se ve
respaldada con el hecho de que este joven, el mismo día del accidente, ya
había conducido de la Vereda Monterralo de Aguazul a la Vereda Pueblo
Nuevo de Recetor, siendo a su regreso que ocurrió el lamentable suceso, lo
que demuestra que sí sabía conducir motocicleta, pues de otro modo no
hubiera podido realizar ese trayecto.

18 Ver ordinal Dl del artículo 131 de la ley 769 de 2002

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Tampoco se demuestra con la falta de la licencia de conducción, que


esta haya sido la causa determinante del accidente o que haya tenido
incidencia en el mismo, pues como ya se dijo, la causa determinante fue la
existencia de los huecos y la falta de señalización del peligro que estos
representaban, de manera que aun si el conductor de la motocicleta
hubiera tenido para esa fecha su respectiva licencia, en todo caso el
accidente se hubiera producido.

Téngase en cuenta que para que el hecho de un tercero o de la misma


victima pueda tener efectos liberadores de la responsabilidad de la
administración, según tiene dicho el Consejo de Estado, es necesario "... que
la conducta desplegada por el tercero [o la victima] sea tanto causa del
daño, como la raíz determinante del mismo, es decir, que se trate de la
causa adecuada, ..."19; igualmente ha dicho que si ese hecho se trata tan
solo de "... una concausa en la producción del daño no eximirá al
demandado de su responsabilidad y, por ende, del deber de indemnizar,
aunque, eso sí, habrá lugar a rebajar su reparación en proporción a la
participación del tercero [o de la víctima] z

Con respecto a la noción de concausa, la misma corporación ha


señalado lo siguiente:

"... el comportamiento de la víctima [o del tercero] que habilita al


juzgador para reducir el quantum indemnizatorio es aquel que
contribuye, de manera cierta y eficaz, en la producción del hecho
dañino, es decir, es el que se da cuando la conducta de la persona
agraviada [o del tercero] participa en el desenlace del resultado,
habida consideración de que contribuyó realmente a la causación de
su propio daño [o a la causación del daño a la víctima] 21

Como quiera que no advierte el Despacho la forma en que el hecho de


que el conductor de la motocicleta en que se movilizaba Diego Armando
Cáceres Vera no tuviera licencia de conducción, pero si tuviera la pericia
suficiente para ejercer la conducción de motocicletas, haya contribuido a la
producción del daño, la excepción denominada "hecho de un tercero" no
prospera, ni tampoco hay lugar a declarar la concurrencia de culpas.

3.5.2.- Culpa Exclusiva de la Victima o de Terceros. Según se aduce en


la contestación de la demanda, fue la propia víctima del accidente quien se
puso en la situación de peligro al aceptar subirse a una motocicleta que iba
a ser conducida por otro menor de edad sin licencia de conducción.
También se dice en esta excepción que la responsabilidad no puede ser más
que de los padres o cuidadores de los menores al permitirle viajar en esas
condiciones.

Que la víctima haya decidido subirse a esa motocicleta o que los


padres o cuidadores de los menores involucrados en el accidente,
posiblemente hayan actuado de manera irresponsable, tales conductas no

19 Ver al respecto sentencias de 07 de abril de 2011 y de 24 de junio de 2015, del Consejo de Estado, Sección

Tercera - Subsección A, la primera con ponencia del Dr. Mauricio fajardo Gómez dictada dentro del proceso
referenciado: 52001-23-31-000-1999-00518-01(20750), y la segunda bajo la ponencia del Dr. Hernán Andrade Rincón,
dictada dentro del proceso radicado bajo el número 050012333000201200022-01 (AG).
20 Ibíd.

21 Consejo de Estado, Sección Tercera - Subsección A, C.P.: Carlos Alberto Zambrano Barrera, sentencia de 11 de

julio de 2012, radicación: 76001-23-31-000-1999-00096-01(24445)

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constituyen la causa determinante del accidente, ni tampoco puede


catalogarse como una concausa, habida cuenta que este se produjo, se
itera, no por la impericia del conductor, sino por el mal estado de la vía, por
la presencia de huecos en la vía, sin ninguna señalización que advirtiera su
peligrosidad.

No obstante lo anterior, el Despacho declarará de oficio la


concurrencia de culpas en atención a que las consecuencias del accidente
probablemente serían otras si la victima hubiera utilizado un casco de
seguridad apropiado para usuarios de motocicletas, según las normas
técnicas, de manera que le protegiera contra golpes en la cabeza.

Según se lee en el protocolo de la necropsia practicada a la víctima,


este fue el mecanismo de la muerte:

"TRAUMA CRANEOENCEFALICO DE CARÁCTER CONTUNDENTE DE ALTO


IMPACTO QUE PRODUCE FRACTURA TEMPORAL IZQUIERDA Y A NIVEL
OCCIPITAL, SECUNDARIO A ESTO HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA Y
CEREBRAL DIFUSA QUE PRODUCE SHOCK NEUROGENICO Y CESE DE
FUNCIONES VITALES"

Y como causa de la muerte se anota:

"SHOCK NEUROGENICO CON DAÑO CEREBRAL IRREVERSIBLE,


PRODUCIDO POR HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA Y CEREBRAL DIFUSA
SECUNDARIOS A TRAUMA CRANEOENCEFALICO SEVERO DADO POR
TRAUMA CONTUNDENTE DE ALTO IMPACTO"

Por otro lado, en respuesta a la pregunta sobre que elementos de


protección llevaban el día del accidente, el joven Edinson Arialdo Barrera
Daza (conductor de la motocicleta) respondió:

"llevábamos dos cascos, normalmente, pero no sirvieron, al momento


del impacto caímos y los cascos volaron, no sirvió ninguna protección"

Y al ser preguntado sobre qué tipo de cascos eran, contestó:

"No sé cómo se llaman, pero eran los más básicos, creo que se llaman
cascos de cachucha o algo así"

Aunque de las pruebas obrantes en el expediente no es posible


determinar con exactitud si el casco utilizado por la victima el día del
accidente cumplía o no los requisitos legalmente exigidos, lo cierto es que de
acuerdo al precitado testimonio el Despacho puede concluir que en efecto
ese casco no los cumplía o que la víctima no lo portaba debidamente
abrochado, pues de lo contrario al menos una mínima protección le hubiera
proporcionado, y no se hubiera separado tan fácilmente de su cabeza
dejándola expuesta al contundente golpe que sufrió.

No haber utilizado la victima un casco de seguridad en debida forma,


de manera que le protegiera contra golpes en la cabeza, es una conducta
que contribuyó de manera cierta y eficaz a la causación de su propio daño,
razón por la cual, las condenas que aquí se impongan serán rebajadas en un
treinta 30%, porcentaje en que se considera participó la misma victima en la
producción del daño.

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3.5.3.- Falta de Legitimidad por Pasiva: se fundamenta esta excepción


en que la responsabilidad por los hechos materia del proceso corresponde al
conductor de la motocicleta o a sus padres o curadores por conducir o
permitir la conducción del vehículo sin contar con la respectiva licencia; por
ser estos argumentos los mismos con que se fundamentan las excepciones
anteriores, el Despacho se abstendrá de pronunciarse nuevamente sobre lo
mismo.

Otro argumento que sustenta la misma excepción consiste en que no


hay legitimidad para demandar al Invías por cuanto no se acredita el mal
estado de la vía en el lugar exacto que se aduce en la demanda, ya que el
croquis del accidente no señala el lugar y posición final de la motocicleta.

Es cierto que en el informe policial del accidente de tránsito no se deja


constancia del lugar donde quedó ubicada la motocicleta después del
accidente para así poder determinar que su causa probable fue el mal
estado de la vía, sin embargo, como ya se expuso en el numeral 3.4.1. de
estas consideraciones, valoradas en conjunto las pruebas obrantes en el
expediente, se puede concluir que la causa del accidente fue la presencia
de huecos en la vía Pajarito - Aguazul, sin ningún tipo de señalización que
advirtiera sobre su peligrosidad.

Era un hecho notorio, y por ende eximido de prueba, el mal estado


generala de dicha vía, la cual apenas hace dos años fue intervenida para
mejorar algunos tramos, removiendo obstáculos, haciendo obras de arte y
reponiendo la carpeta asfáltica entre el municipio de Aguazul y Pajarito,
existiendo aun hoy, tramo sin intervenir en este sector de Monterralo.

Demostrado como quedó, que el Instituto Nacional de Vías es


responsable del mantenimiento y señalización de la vía Pajarito - Aguazul,
demostrada igualmente la existencia de huecos en dicha vía y sector, su mal
estado general, siendo esta la causa principal que produjo el accidente
donde perdió la vida Diego Armando Cáceres Vera, es el Invías el
responsable en concurrencia con la culpa de la misma víctima, como se
dejó establecido en precedencia.

3.5.De las indemnizaciones solicitadas en la demanda. Pide la parte


demandante dentro del acápite de pretensiones de la demanda, que se
declare responsable a las demandadas por los perjuicios materiales y
morales que le fueron ocasionados por causa de la muerte de su familiar, y
como consecuencia de tal declaración solicita se condene a la
demandada a pagar a título de perjuicios morales la suma de 200 SMLMV
para sus padres, 100 SMLMV para sus hermanos, y 70 SMLMV para cada uno
de sus abuelos, tíos y primos.

A título de daño emergente solicita el pago de los $5.00.000 que


debieron sufragar por concepto de gastos funerarios.

A título de lucro cesante consolidado y futuro solicita el pago de


$41.548.151.

Finalmente solicita que el valor de las condenas que se profieran sea


debidamente indexado, y que se condene en costas a la parte
demandada.

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3.5.1. De los perjuicios materiales - Daño emergente: esta pretensión


será negada en razón a que los gastos funerarios en que los demandantes
afirma haber incurrido no fueron acreditados dentro del proceso, antes bien,
a folio 64 obra una certificación suscrita por el Fiscal 32 Seccional URI de
Yopal en la que hace constar que la muerte del menor se produjo en un
accidente de tránsito cuando este se movilizaba en una determinada
motocicleta, certificación que fue expedida, según se señala en ella misma,
"... con el fin de hacer efectivo el pago del seguro obligatorio SOAT y de los
gastos funerarios...", lo que indica que dichos gastos fueron cubiertos no por
los familiares, sino por el SOAT.

-. Del lucro cesante. Se fundamenta esta pretensión en una providencia


de la Sección Tercera del Consejo de Estado, fechada de 22 de febrero de
200722, mediante la cual se repuso la decisión de improbar el acuerdo
conciliatorio logrado en sede judicial entre las partes del proceso; en su lugar
se aprobó ese acuerdo en el cual la entidad demandada, acogiendo las
recomendaciones hechas por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), acepta pagar una suma de dinero por concepto de lucro
cesante a favor de los padres de una menor de edad que se encontraba en
proceso de formación escolar y que no desempeñaba actividad lucrativa
alguna, tal como ocurre en el caso presente.

Estudiada la providencia citada, encuentra el Despacho que el Consejo


de Estado, para aprobar la conciliación, luego de determinar que el
acuerdo conciliatorio no se encontraba viciado de nulidad, se limitó
únicamente a verificar si el acuerdo era o no lesivo del patrimonio público,
tal como lo establece el artículo 7 de la ley 288 de 199623, encontrando que
no lo era por lo siguiente:

"- Resulta acorde con la vinculación a que se sometió el Estado frente a la


recomendación de la Comisión Interamericana, realizada en interpretación de
la Convención Americana de Derechos Humanos, porque dicha
recomendación, cuando es aceptada, obliga a los Estados24.

- Lo propuesto por la Comisión Interamericana guarda coherencia con los


lineamientos planteados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(Corte IDH) en casos similares."

Como se puede observar, el caso sub judice no se asemeja al estudiado


por el Consejo de Estado, pues en el de marras no se ha declarado por parte
de ningún órgano internacional de derechos humanos, en decisión expresa,
que el Estado colombiano es responsable de la muerte de Diego Armando
Cáceres, derivado de hechos que implican violación a los derechos
humanos, ni sobre este ha realizado recomendación alguna la CIDH para
que sea aplicable la jurisprudencia de la Corte IDH en casos similares al
expuesto en la referida providencia.

Nótese que el Consejo de Estado, de antaño ha mantenido su posición


de negar el reconocimiento de indemnizaciones por concepto de lucro

22 C.P.: Ramiro Saavedra Becerra, radicación 25000-23-26-000-2000-0662-01


23 "Por medio de la cual se establecen instrumentos para la indemnización de perjuicio a las víctimas de violaciones
de derechos humanos en virtud de lo dispuesto por determinados órganos internacionales de Derechos Humanos."
24 El artículo 1° de la Ley 288 de 1996 dispone que el Gobierno Nacional deberá pagar las indemnizaciones de los

perjuicios causados por violaciones de los derechos humanos que se hayan declarado por parte de los órganos
internacionales de derechos humanos, como la Comisión Interamericana.

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cesante a favor de los padres de una víctima menor de edad que no ejercía
legalmente alguna actividad lucrativa; así por ejemplo, en sentencia de 10
de agosto de 2001, emanada de la Sección Tercera25, expuso lo siguiente:

"La Sala ha dicho, en reiterada jurisprudencia, que para que un daño


sea indemnizable debe ser cierto, es decir que no trate de meras
posibilidades, o de una simple especulación:

"Ha sido criterio de la Corporación, que el daño para su reparación,


además de antijurídico debe ser cierto, sin que haya lugar a reparar
aquellos que constituyan una mera hipótesis o sean eventuales, y en
todo caso los que no pudieren llegarse a comprobar fehacientemente
en el proceso respectivo."

"En este sentido, la doctrina nacional igualmente ha esbozado su


criterio según el cual, el perjuicio eventual no otorga derecho a
indemnización, y que eventualidad y certeza se convierten en términos
opuestos desde un punto de vista lógico, pues el perjuicio es calificado
de eventual - sin dar derecho a indemnización' -, o de cierto - con lo
cual surge entonces la posibilidad de derecho a indemnización -, pero
jamás puede recibir las dos calificaciones."

Así el daño sea futuro debe quedar establecida la certeza de su


ocurrencia, no puede depender de la realización de otros
acontecimientos. Cuando de la muerte de un niño se trata, la
Corporación ha negado, tradicionalmente, la indemnización de un
daño futuro, consistente en el reconocimiento de lucro cesante por
unos hipotéticos ingresos del menor, por tener carácter de eventual. En
efecto, en estos casos el daño futuro está sometido a una doble
incertidumbre, por una parte que el menor llegara a obtener algún
ingreso y, que de cumplirse la primera condición, este se destinaría al
sostenimiento de sus padres y hermanos, y no, por ejemplo, que se
dedique al sostenimiento propio o a la formación de un nuevo hogar.
Así lo ha expresado la Corporación:

"La Sala confirmará el fallo apelado por cuanto lo encuentra ajustado a


derecho, si se tiene en cuenta que la presunta ayuda futura alegada
por los actores no puede, en este caso, configurar, un perjuicio, dado
que aquellos hechos, sólo pueden ubicarse en el campo de las
posibilidades, es decir, carecen de certeza, calidad ésta indispensable
para la configuración del daño.

"Realmente no encuentra la Sala razones suficientes, fáctico o jurídicas,


que le permitan afirmar la certeza del daño cuya reparación se
pretende por la parte recurrente.

"La verdad procesal enseña que el joven fallecido era estudiante de


último de bachillerato con aspiraciones de llegar en el futuro a ser
aviador, según manifestación de algunos declarantes. Empero, lo cierto
es que tal circunstancia futura era absolutamente incierta, ni siquiera su
ocupación laboral al término de sus estudios de bachillerato ofrecía
seguridad alguna para concluir que de su hipotética producción laboral
iban a depender económicamente los demandantes. Así, pues, frente a
la incertidumbre del daño en el caso examinado, no encontrándose
dentro del proceso elementos probatorios que pudieran desvirtuar lo
hipotético de la pretensión indemnizatoria por lucro cesante, ha de
concluirse, de acuerdo con el fallador de primera instancia que dicha
modalidad de daño carece de demostración y, por consiguiente, no
hay lugar a su reconocimiento.

25 Bogotá, D.C., diez (10) de agosto de dos mil uno (2001), radicación: 25000-23-26-000-1993-9314-01(12555)

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"De otra parte, cabe recordar que la obligación alimentaria o la ayuda


económica que una vez en edad productiva la víctima presuntamente
hubiera reportado a sus padres y hermanos, solamente tendría lugar en
el caso de que se acreditara la respectiva dependencia económica,
de éstos con respecto al occiso, por carecer sus parientes de los medios
económicos necesarios para sufragar los gastos de subsistencia,
dependencia que por lo demás no se acreditó, ni podía acreditarse al
ser la víctima laboral y económicamente improductiva."

No desconoce el Despacho que en sentencia de 30 de enero de 2012


la Subsección B de la Sección Tercera del Consejo de Estado26 reconoció a
favor de los padres de un menor de edad la indemnización por lucro
cesante que solicitaban, señalando lo siguiente:

"Aunque en el expediente no obra prueba que permita concluir que,


efectivamente, al momento de su deceso el menor Vallejo devengara
un salario mínimo, de conformidad con las reglas de la experiencia, es
posible inferir que cuando el menor Vallejo cumpliera la mayoría de
edad, esto es, el 22 de febrero de 1998 (cfr. registro civil de nacimiento,
fl. 11, c. 1), el joven Charlie Michael contribuiría al sostenimiento de su
madre y padre de crianza con el 50% de sus ingresos, contribución
que, se infiere, haría hasta que cumpliera 25 años de edad (22 de
febrero de 2005). Igualmente, que el 50% restante, lo destinaría para
sus gastos propios."

Pese al pronunciamiento anterior, posteriormente la misma corporación,


esta vez en sentencia emanada de la Subsección C, fechada de 05 de julio
de 201227, indicó lo siguiente:

"... la jurisprudencia ha sido pacífica en sostener que en tratándose de


la muerte de un menor de edad no hay lugar a reconocer el lucro
cesante por unos hipotéticos ingresos del menor, dado que estos son
eventuales, a menos que se acredite con grado de certeza la
obtención futura de estos ingresos y también que en estos casos están
sometidos a la doble eventualidad de que el menor hubiera podido
llegar a percibir ingresos y que los destinara a ayudar a sus padres.

En efecto, lo relevante a la hora de reconocer la indemnización de un


daño bajo el concepto de lucro cesante futuro, es justamente la
certeza sobre su existencia o su posterior materialización, es decir que
ello no puede quedar en el campo de las probabilidades o depender
de la realización de otros acontecimientos contingentes y extraños, ya
que no en vano se afirma por la doctrina que sólo del daño que es
cierto, no importa si es actual o futuro, se pueden derivar
consecuencias jurídicas y por ende ordenar su indemnización."

Igualmente el máximo tribunal de esta jurisdicción ha negado


pretensiones similares a la que se estudia con los siguientes argumentos:

"... sobre el lucro cesante debe aclararse que este no puede


construirse sobre conceptos hipotéticos, pretensiones fantasiosas o
especulativas que se fundan en posibilidades inciertas de ganancias
ficticias sino que, por el contrario, debe existir una cierta probabilidad

26 C.P.: Stella Conto Díaz del Castillo, radicación: 08001-23-31-000-1997-01925-01(22318)

27 C.P.: Olga Mélida Valle de la Hoz, radicación: 05001-23-31-000-1997-01942-01(23643)

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objetiva que resulte del decurso normal de las cosas y de las


circunstancias especiales del caso, de manera que el mecanismo
para cuantificar el lucro cesante consiste en un cálculo sobre lo que
hubiera ocurrido de no existir el evento dañoso..." 28

"... ha dicho la jurisprudencia que el aludido tipo de menoscabo (lucro


cesante) se reconoce en favor de los padres con ocasión de la muerte
de sus hijos, sólo bajo el supuesto de que estos últimos hubieran
alcanzado la edad necesaria para empezar a trabajar -18 años por
regla general y 15 años en casos excepcionales-, pues de lo contrario
se entraría en conflicto con las normas del ordenamiento legal que
proscriben el trabajo infantil." 29

De acuerdo con la jurisprudencia mayoritaria del Consejo de Estado, la


cual este Despacho adopta, los padres de un menor de edad que no
percibía por su propia cuenta ningún tipo de ingresos monetarios al
momento de su fallecimiento, y que por lo tanto no les colaboraba
económicamente, no pueden ser indemnizados a título de lucro cesante, por
cuanto considerar que han resultado perjudicados en el sentido de no poder
percibir a futuro las posibles sumas de dinero que este les hubiera
proporcionado de continuar aún con vida es tan solo un perjuicio eventual o
incierto que se sustenta en meras hipótesis.

En el presente caso el menor Diego Armando Cáceres, según como se


afirma en la demanda, se encontraba cursando sus estudios secundarios, sin
que se haya aportado prueba alguna de estar percibiendo por cualquier
concepto, diferente a la misma ayuda de sus padres, suma de dinero alguna
de la cual destinara una parte a colaborarle a estos, ni tampoco se
evidencia de las pruebas obrantes en el plenario, que en un futuro cercano
pudiera llegar a obtener algunos ingresos, ni que en caso de obtenerlos
colaboraría económicamente a sus padres, de manera que no existe la
certeza suficiente para acceder a esta pretensión, razón por la cual se
denegará.

Resulta abiertamente contradictorio que para reparar el perjuicio por


lucro cesante ocasionado a un menor de edad con el fallecimiento de
alguno de sus padres, según la jurisprudencia del Consejo de Estado30, se
presuma que aquel dependería de ellos hasta que cumpliera 25 años por
hallarse cursando los estudios necesarios para poder desempeñar una
profesión u oficio, e igualmente, de manera inversa también se pueda
presumir que los menores de edad al cumplir la mayoría de edad
conseguirían un trabajo en el que devengarían al menos un salario mínimo y
con este le ayudarían económicamente a sus padres.

Así como pueden surgir presunciones o meras hipótesis para considerar


que de los 18 a los 25 años de edad los hijos trabajarían y colaborarían
económicamente a sus padres, igualmente podría presumirse que en caso
de no estar dependiendo económicamente los hijos de sus padres hasta
cursar sus estudios superiores, aquellos, de tener que trabajar, en lugar de

28 Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, C.P.: Jaime Orlando Santofimio Gamboa, radicación: 66001-23-31-000-2001-
00731-01(26251), sentencia de 28 de agosto de 2014.
Consejo de Estado, Subsección B de la Sección Tercera, C.P.: Danilo Rojas Betancourth, radicación: 25000-23-26-000-2000-00719-
01(34086), sentencia de 28 de septiembre de 2015
30 Ver por ejemplo, sentencia de 22 de octubre de 2012, proferida por la Subsección C de la Sección Tercera del Consejo de Estado,
C.P.: Olga Mélida Valle de la Hoz, radicación: 52001-23-31-000-1997-08790-01(24776)

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Exp. 85001-33-33-001-2013-00337-00

ayudar a sus padres destinarían el dinero que ganaren en su propio


sostenimiento y en sufragar por si mismos el valor de sus estudios universitarios.

3.5.2.- De los perjuicios morales: estos se liquidaran teniendo en cuenta


la siguiente tabla aplicada por el Consejo de Estado31 en sus sentencias de
unificación para los casos en que la víctima falleció.

REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL EN CASO DE MUERTE


REGLA GENERAL

NIVEL 1 NIVEL 2 NIVEL 3 NIVEL 4 NIVEL 5


Relaciones Relación Relación Relación Relaciones
afectivas afectiva del 2° afectiva del 3° afectiva del 4° afectivas no
conyugales de de de familiares -
y paterno consanguinidad consanguinidad consanguinidad terceros
filiales o civil (abuelos, o civil o civil damnificados
hermanos y
nietos)
Porcentaje 100% 50% 35% 25% 15%
Equivalencia
en salarios 100 50 35 25 15
mínimos

Como quiera que en el presente caso los demandantes acreditaron su


parentesco con la víctima en grados de consanguinidad que se encuentran
contemplados en distintos niveles de la tabla anterior, se procede a liquidar
la indemnización por concepto de perjuicios morales, realizando la
respectiva reducción del 30% por haber concurrido la misma víctima en la
producción del daño, según se expuso anteriormente.

Para Rafael Cáceres Fonseca y Miryam Vera Patiño, en calidad de


padres de la víctima, se concederá la suma de 70 salarios mínimos legales
mensuales vigentes.

Para Julián Arley Cáceres Vera y Jesús Alberto Cáceres Vera, en calidad
de hermanos de la víctima, la suma de 35 SMLMV

Para Albina Patiño Alarcón, en calidad de abuela de la víctima, la suma


de 35 SMLMV

Para Matilde Vera Patiño, Humberto Cáceres Fonseca y Mauricio


Cáceres Fonseca, en calidad de tíos de la víctima, la suma de 24.5 SMLMV

Para Rafaela Cáceres, Luis Emiro Cáceres Fonseca, Henry Alberto


Cáceres Fonseca, Wilson Alexis vera Patiño y Walter Smith Montaña Vera, en
calidad de primos de la víctima, la suma de 17.5 SMLMV.

4. Costas. En lo que hace relación a la condena en costas, conforme a


la redacción del artículo 188 de la ley 1437 de 2011, el Juzgado no
condenará en costas a la parte demandada toda vez que esta no observó
una conducta dilatoria o de mala fe dentro de la actuación surtida, y los
argumentos de defensa presentados y sustentados fueron serios, criterio este
acuñado de forma sistemática por el H. Tribunal Administrativo de Casanare
en auto de fecha 21 de marzo de 2013, expediente 2012-00030 y en
sentencia de 31 de octubre de 2013, expediente 2012-00089, en virtud del
principio interpretativo del efecto útil.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencias de unificación jurisprudencial del 28 de agosto del 2014, rad. 26251, M.P. Jaime
31
Orlando Santofimio Gamboa y rad. 27709, M.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.

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DECISIÓN

En mérito de lo expuesto el Juzgado Primero Administrativo de


Casanare, administrando justicia en nombre de la República de Colombia y
por autoridad de la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: Declarar probada la falta de legitimación en la causa por


pasiva del Ministerio de Transporte, según la motivación expuesta.

SEGUNDO: Declarar no probadas las excepciones de mérito propuestas


por el Instituto Nacional de Vías.

TERCERO: Declarar que en la producción de la muerte del joven Diego


Armando Cáceres Vera ocurrida en un accidente de tránsito el día 09 de
octubre de 2011 en la vía que de Pajarito - Boyacá conduce a Aguazul
Casanare, existió una concurrencia de culpas entre el Instituto Nacional de
Vías y la misma víctima, según se expuso en la parte motiva de esta
providencia.

CUARTO: Como consecuencia de la anterior declaración, condenar al


Instituto Nacional de Vías a pagar a título de perjuicios morales las siguientes
sumas de dinero:

El valor equivalente a 70 salarios mínimos legales mensuales vigentes


para cada una de las siguientes personas: Rafael Cáceres Fonseca y Miryam
Vera Patiño.

El valor equivalente a 35 salarios mínimos legales mensuales vigentes


para cada una de las siguientes personas: Julián Arley Cáceres Vera, Jesús
Alberto Cáceres Vera y Albina Patiño Alarcón.

El valor equivalente a 24.5 salarios mínimos legales mensuales para cada


una de las siguientes personas: Matilde Vera Patiño, Humberto Cáceres
Fonseca y Mauricio Cáceres Fonseca.

El valor equivalente a 17.5 salarios mínimos legales mensuales vigentes


para cada una de las siguientes personas: Rafaela Cáceres, Luis Emiro
Cáceres Fonseca, Henry Alberto Cáceres Fonseca, Wilson Alexis vera Patiño y
Walter Smith Montaña Vera, de conformidad con los fundamentos expuestos
en la parte motiva.

QUINTO: Denegar las demás pretensiones tal cual se desarrolló en la


motivación de ésta sentencia.

SEXTO: Ordenar al Instituto Nacional de Vías que dé cumplimiento a la


sentencia en la forma y oportunidad prevista en el artículo 192 del CPACA.
Las sumas impuestas devengaran intereses moratorios desde la ejecutoria de
la sentencia en los términos de la preceptiva antes señalada.

SEPTIMO: Denegar las demás pretensiones de la demanda.

OCTAVO: No condenar en costas en esta instancia.

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NOVENO: De sobrar dineros de lo consignado por concepto de gastos


procesales, por Secretaría liquídense y devuélvanse a la parte interesada.

DECIMO: Ejecutoriada esta sentencia y para su cumplimiento,


expídanse copias, con constancia secretarial de ejecutoria, en los términos
del Art. 114 del C.G.P. (Ley 1564 de 2012). Por Secretaría, dese cumplimiento
a los incisos finales de los artículos 192 y 203 del C.P.A.C.A.

DECIMO PRIMERO: Cumplido lo anterior, archívese el expediente


dejando las anotaciones de rigor.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

Juzgado Primero Administrativo


Yopal — Casanare
NOTIFICACIÓN POR ESTADO

El auto anterior se notificó_por


estado elestrónjpo No. Z2
de hoy Oti —nbri L de
2016, siendo las 7 00 a.m.

SECRETARIA

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