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Mecánica
Cinemática y dinámica
Albert Gras Martí
PID_00217991
CC BY • PID_00217991 2 Mecánica
CC BY • PID_00217991 Mecánica
Índice
Introducción .......................................................................................... 7
Objetivos ................................................................................................. 9
CC BY • PID_00217991 Mecánica
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Introducción
Desde épocas remotas la humanidad se interesó por cómo podía describir los
movimientos de los astros y los movimientos de los objetos sobre la Tierra.
Hoy en día estamos acostumbrados al hecho de que los movimientos se pue-
dan medir o controlar, por ejemplo con radares en las carreteras, con sistemas
de posicionamiento global (GPS) para orientarnos o con el cuentakilómetros
de los coches. Puede que no lo sepáis, pero el uso del GPS se sirve de conceptos
de física muy sofisticados, de la denominada física relativista, que la humani-
dad ha tardado muchos siglos en desarrollar y entender.
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Objetivos
A partir del trabajo de este módulo, los estudiantes seréis capaces de alcanzar
los objetivos siguientes:
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¿Qué aprenderemos?
Cualitativo y cuantitativo
¿Qué supondremos?
Los conceptos matemáticos básicos que necesitaremos para estudiar los movi-
mientos los recordaremos brevemente a medida que se vayan necesitando.
Así, por ejemplo, repasaremos los conceptos matemáticos de división, propor-
cionalidad y valor medio.
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Además, si comparamos la tarea que ha hecho esta persona con la de otra que
haya hecho una tarea parecida podremos comparar, por ejemplo, el tiempo to-
tal que cada uno ha tardado en hacer su tarea o la velocidad con que subían y
bajaban las escaleras.
Una persona se sube a un coche y lo conduce, hasta que en algún momento lo aparca.
¿Qué conceptos de los que hemos mencionado en la actividad anterior se aplicarán para
describir este movimiento? ¿Qué otros conceptos se pueden aplicar?
Solución
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Seguramente algunos de vosotros tendréis listas más largas, que incluyan quizás el efecto
del viento sobre el movimiento del coche. Una de las tareas de la ciencia es definir bien
y delimitar el problema que se quiere abordar, porque de lo contrario no se puede avan-
zar en la resolución del problema planteado. En cada caso deberemos precisar en qué as-
pectos del proceso queremos fijarnos.
Como hemos visto, los movimientos o los procesos se pueden describir cuali-
tativamente. La descripción cuantitativa de estos movimientos o procesos a
menudo se hace mediante fórmulas que expresan relaciones entre las magni-
tudes involucradas. En el subapartado siguiente veremos un ejemplo.
Podéis hacer el experimento siguiente: una persona A sujeta entre los dedos Figura 1
pulgar e índice un billete de 10 euros por un extremo y lo cuelga verticalmente
entre los dedos pulgar e índice de otra persona, B, que los tiene bien abiertos.
El extremo inferior del billete está a la altura de los dedos abiertos de B (figu-
ra 1). Se trata de que A suelte el billete y de que B intente atraparlo cerrando
los dedos, pero sin mover la mano hacia arriba o hacia abajo: sólo puede cerrar
el pulgar y el índice, una vez que A haya soltado el billete. Se puede apostar
que si B atrapa el billete, se lo queda, y lo pierde, en caso contrario.
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Supongamos que todos los procesos fisiológicos anteriores se pueden hacer, tí-
picamente, en un intervalo de tiempo tB. Supongamos también que el tiempo
de caída del billete entre los dedos de B es tA.
¿De qué depende el tiempo de caída del billete tA? Este tiempo lo determinan
procesos físicos, no fisiológicos. El tiempo tA depende de:
Hay una expresión que facilita la discusión cuantitativa del experimento que
muestra la figura 1. Resulta que el tiempo tA que tarda un billete de longitud
L que cae libremente al pasar entre los dedos de una mano se puede calcular
mediante la expresión siguiente:
2L
tA (1)
g
tA = 0,16 s (2)
es decir, el tiempo de caída del billete entre los dedos de B es de menos de dos
décimas de segundo; exactamente, 1,6 décimas de segundo, o 16 centésimas
de segundo.
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Vais conduciendo por la ciudad a 36 km/h y se cruza una persona por delante del coche.
¿A qué distancia mínima se debe cruzar para que no lo atropelléis inevitablemente, aun-
que frenéis rápidamente?
Solución
Para analizar esta situación podemos suponer que nuestra respuesta es “instantánea”, es
decir, que no vamos charlando con el copiloto o hablando por el móvil, y que el coche
también responde instantáneamente, de manera que cuando frenamos se detendrá en se-
co, sin deslizarse.
Calculamos qué distancia recorre el coche durante el tiempo que una persona necesita
para responder al estímulo. Si circulamos a una velocidad v, el espacio que recorremos en
este tiempo es:
Distancia Velocidad Tiempo v t (3)
Dado que tomamos el tiempo de respuesta como 0,16 s, conviene convertir la velocidad
del vehículo a metros por segundo:
km 1.000 m m
36 36 10 (4)
h segundos s
60 min 60
min
Observemos que en la conversión de unidades hemos operado con las unidades (m, min,
s) de la misma manera que con las cifras: se pueden dividir, multiplicar, simplificar, etc.
Además, hemos hecho intervenir factores de conversión para pasar de km a m, de horas
a minutos y de minutos a segundos: esto permite saber qué estamos haciendo en cada
paso y no equivocarnos.
m
Distancia 10 0,16 s 1,6 m (5)
s
Es decir, el coche se desplazará unos 2 metros desde el momento en que advertimos que
hemos de accionar el freno hasta que el coche se detiene. Debemos tener presente este
hecho, que es inevitable por buenos reflejos que tengamos. Si el peatón aparece delante
del coche a menos de 2 m y circulamos a 36 km/h o más, no podremos evitar el atropello.
Ahora podemos analizar la dependencia del tiempo de caída del billete en fun-
ción de su longitud.
b) Una persona dice que si el billete tuviese longitud doble, el tiempo de caída sería do-
ble. ¿Es eso cierto?
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Solución
Para analizar los movimientos resulta útil conocer la relación entre el espacio
recorrido y el tiempo que se tarda en recorrerlo. Esta relación se denomina ley
o ecuación de movimiento.
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Conviene notar que, aunque solemos emplear unos símbolos específicos para
referirnos a magnitudes concretas (como t para el tiempo o v para la veloci-
dad), esto no siempre es posible porque hay más magnitudes que letras; a
menudo, la notación que se utiliza varía según el autor de la gráfica. Nos
hemos de fijar siempre en lo que dice el texto o el pie de figura, para saber
de qué magnitudes estamos hablando. En las figuras 2 y 3, por ejemplo,
tanto d como D representan un desplazamiento.
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e v t (7)
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¿En qué momento se mueve más rápidamente el objeto que se desplaza según la gráfica
de la figura 2?
Solución
Las líneas rectas son las funciones matemáticas más sencillas. Recordémoslo.
y ( x) m x (8)
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representa una recta que pasa por el origen y responde a una proporcionalidad
Variables, funciones,
directa entre las magnitudes y y x, como demostraremos a continuación. Es constantes y parámetros
decir, si multiplicamos la variable independiente por una constante c1, por En una función y(x) la variable
independiente, x, puede tomar
ejemplo, obtenemos c1x y la función se multiplica por el mismo valor c1: cualquier valor. La variable de-
pendiente y toma el valor que
resulta de calcular la función
para aquel valor de x.
y(c1x) c1 y( x) (9)
En la ecuación (8) m es un pa-
rámetro, un valor constante
para cada recta, que no depen-
de de las variables x ni y.
La notación y(c1x) significa que calculamos la función de la ecuación (8) sus-
tituyendo x por c1x. La expresión (9) se lee de la manera siguiente: “el valor de
la función y en el punto c1 por x es igual a c1 por el valor de la función en x”.
Demostración
y si tenemos en cuenta que en un producto de varios factores podemos eliminar los parén-
tesis y reordenar los factores gracias a las propiedades distributiva y commutativa del pro-
ducto, obtenemos:
y(c x) c (mx) c y( x) (11)
1 1 1
Una expresión como la (7) o la (8) no sirve para representar el último tramo
del movimiento que se indica en la figura 2 o la figura 3, porque la recta co-
rrespondiente no pasa por el origen. Recordemos cómo se representan analí-
ticamente las rectas en la forma más general.
y mx n (12)
¿qué representan m y n? ¿Son proporcionales las magnitudes y y x? (es decir, si, por ejem-
plo, se duplica la magnitud x, ¿se duplicará también la magnitud y?).
e c t d (13)
Pendiente y ordenada
en el origen
donde t es el tiempo y e la posición de un vehículo, ¿qué representan c y d? Si triplicamos
el tiempo, ¿se triplica la distancia recorrida por los vehículos? La expresión de una función li-
neal:
Solución y mx n
gráficamente representa una
a) La función (12) se denomina función lineal porque su representación gráfica es una recta de pendiente m y de or-
línea recta (figura 5). denada en el origen n.
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Vemos que los resultados (16) y (17) son diferentes, porque el término independiente es
diferente.
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1.1, la persona que sube y baja las escaleras. En términos del recorrido que ha
seguido la persona en función del tiempo, obtenemos una gráfica como la in-
dicada en la figura 6.
4) los cambios de pendiente siempre ocurren para los mismos valores de incre-
mento de distancia recorrida, y corresponden a la longitud h de las escaleras;
6) a medida que pasa el tiempo, los tramos de subida se hacen en más tiempo.
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Solución
a) Podemos interpretar los cambios de pendiente como los puntos en los que la persona
se encuentra abajo o arriba de las escaleras.
b) Lo que se dice en el punto 5 es de esperar, porque bajar las escaleras sin llevar peso en
las manos suele hacerse más rápido que subiendo con peso en las manos.
Lo mismo ocurre con el punto 6 porque, por el motivo que acabamos de explicar, las ve-
locidades de subida son menores que las de bajada. Como probablemente la persona se
va cansando, el intervalo de tiempo que dura la tercera subida, t5 – t4, es más largo que
el intervalo de tiempo que dura la segunda, t3 – t2, y éste es más largo que el tiempo que
dura la primera subida, t1.
Solución
El movimiento que se representa en la figura 7 es más complicado que el de los casos ana-
lizados hasta ahora. Se compone de una curva creciente que comienza en e = 0; al cabo
de un tiempo, el desplazamiento se mantiene constante hasta que, por fin, se produce
un retroceso que no acaba en el punto de partida, e = 0.
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• Una gráfica lineal que pasa por el origen corresponde a una proporcionali-
dad directa entre las magnitudes que se representan.
Ya hemos visto diversos lenguajes de los que podemos servirnos para describir
los movimientos: el lenguale verbal, el gráfico y el algebraico. Pero, ¿cuántos
tipos de movimientos hay?
Si nos fijamos en los movimientos que podemos hacer o los que podemos
observar en nuestro entorno, como caminar, volar, correr, viajar en algún
vehículo, los diversos tipos de movimientos que se dan en las atracciones de
un parque, el aletear de un ave, etc., veremos que todos pertenecen a uno de
los tres tipos siguientes, o bien a una combinación de ellos:
1) Translaciones
2) Rotaciones
3) Vibraciones
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Las rotaciones están presentes en muchas atracciones de feria (el tiovivo, la no-
ria, etc.) o en el movimiento de los astros (el Sol, la Tierra, la Luna, etc.); el giro
de la Tierra sobre ella misma nos da el día y la noche, y la rotación de la Tierra
alrededor del Sol y la inclinación del eje de rotación de la Tierra nos da las es-
taciones. A veces efectuamos giros parciales, como cuando vamos en bicicleta
y doblamos una esquina entre dos calles.
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Las dos preguntas anteriores son diferentes y tienen respuestas bien diferen-
ciadas, como vemos en la tabla 1.
Número de variables
Distancia Posición
a) 1 1
b) 1 2
c) 1 2
d) 1 3
¡Veamos por qué! Primero deberemos hablar de cómo localizamos los puntos
por donde pasa el objeto que se mueve.
donde i , j , k son tres vectores unitarios en la dirección de los ejes cartesianos.
y análogamente para los tres componentes del vector de posición r :
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La determinación de la posición de un punto sobre una línea (que no tiene por qué ser
recta) requiere sólo 1 variable. Podemos dar, por ejemplo, la distancia medida sobre la Trayectoria
trayectoria del objeto que se mueve, es decir, sobre la línea imaginaria que recorre el ve-
Denominamos trayectoria de
hículo (figura 11). Esta distancia se mide con respecto a un punto concreto, que toma- un punto que se desplaza a
mos como origen. la línea imaginaria por la cual
Figura 11 pasa durante su movimiento.
Figura 11
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Solución
La columna “distancia” de la tabla 1 siempre tiene el valor 1 porque con una sola variable
podemos determinar la distancia que ha recorrido un vehículo a lo largo de su trayecto-
ria, cualquiera que sea el recorrido. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el cuentakilóme-
tros, cuando es el mismo vehículo el que viaja; si lo transportan en tren o en barco, por
ejemplo, debemos mirar el cuentakilómetros del medio de transporte para conocer la dis-
tancia que ha recorrido el vehículo.
• ... en línea recta, hace falta una variable, por ejemplo la posición x sobre el eje X;
• ... por una carretera, se necesitan dos variables (longitud y latitud, como las que pro-
porciona el GPS, o las posiciones x e y en unos ejes cartesianos bidimensionales);
• ... por el mar, hacen falta dos variables, como en el caso anterior;
• ... por el aire, necesitamos tres variables, porque a las dos variables de los dos casos an-
teriores hay que añadir la altura. Pueden ser las tres variables x, y, z de unos ejes carte-
sianos tridimensionales en el espacio (figura 9).
Cuando el objeto se mueve, las coordenadas del punto que describen la loca-
lización son función del tiempo. Por ejemplo, un movimiento bidimensional
se puede representar con dos funciones del tiempo, x(t) e y(t), que son las co-
ordenadas cartesianas del punto que permite localizar en cada instante el ob-
jeto que se mueve (figura 12).
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• Los movimientos son sobre una línea, sobre una superficie cualquiera, en
particular un plano, o en el espacio, y hablamos de movimientos en una,
dos o tres dimensiones, respectivamente.
Fuente: http://es.wikipedia.org/
CC BY • PID_00217991 30 Mecánica
Si un vagón se mueve por la montaña rusa de la figura 14 podemos observar los tres tipos
de movimientos básicos que hemos mencionado en el subapartado 1.4: translaciones, ro-
taciones y vibraciones. ¿Dónde se pueden ver?
Solución
La montaña rusa tiene una pendiente de caída inicial, A, un bucle, B, una colina, C, un
pozo, D, y una subida final, E. El movimiento de translación ocurre en la mayor parte de
la trayectoria; este movimiento puede ser uniforme, en tramos planos horizontales, y
también acelerado, en caídas y subidas con un aumento o una reducción de la velocidad
(es decir, con aceleración).
Incluso habiendo visto un caso muy sencillo, justo es decir que hoy en día hay
herramientas muy útiles que un ingeniero puede utilizar para resolver proble-
mas de mecánica: las simulaciones de procesos por ordenador.
CC BY • PID_00217991 31 Mecánica
http://www.funderstanding.com/coaster
Solución
Podéis modificar diversos parámetros de la simulación, como la velocidad inicial del va-
gón, la altura de la colina, el radio del bucle, etc.
Por ejemplo, para unos determinados valores de los parámetros, el vagón puede salir des-
pedido, porque no puede mantenerse sobre la trayectoria que define la montaña rusa. Po-
déis verlo si aumentáis la velocidad inicial o reducís la altura de la colina, por ejemplo.
En cualquier caso, tanto en los movimientos reales como en los descritos me-
diante simulaciones por ordenador se deben tener en cuenta las condiciones
iniciales de los movimientos y los parámetros que los determinan.
CC BY • PID_00217991 32 Mecánica
caso a otro. Por ejemplo, si uno quiere estudiar cuál es la máxima velocidad a
la que se puede tomar una curva a una velocidad determinada sin volcar, el
radio de la curva de la carretera sería un parámetro. Para el caso de la montaña
rusa de la figura 14 hemos marcado en la figura 16 algunos parámetros: alturas
de las colinas (H1, H2 i H4), radio del bucle (R) y profundidad del pozo (H3).
Pero podrían haber sido más, como la longitud de los tramos horizontales, la
curvatura de la cumbre de la colina o la masa del carrito.
• Las simulaciones por ordenador son herramientas útiles para analizar mo-
vimientos complicados.
Con las discusiones que hemos entablado hasta ahora sobre movimientos ya
estamos en condiciones de formalizar los conceptos básicos que nos permiti-
rán caracterizarlos. Es lo que vamos a hacer en el próximo apartado. Aquí re-
cordaremos brevemente algunos conceptos elementales de matemáticas que
nos serán necesarios.
CC BY • PID_00217991 33 Mecánica
Fijémonos en que el valor medio de una magnitud no tiene por qué ser un va-
lor del conjunto de valores de la magnitud. Ninguna familia tiene 1,2 hijos, ni
es necesario que la calificación 7,3 figure entre las calificaciones de un alum-
no, que pueden ser valores como 5, 6,5, 7,5, 9, etc., y que no haya ningún 7,3.
Como ejemplo del significado de valor medio que acabamos de dar, volvemos
al vehículo en movimiento. Un vehículo puede tener una velocidad media
de 100 km/h, por ejemplo, y su velocidad en cada instante, que se denomina
velocidad instantánea, puede ser 0 km/h (cuando está detenido), 92 km/h,
117 km/h, etc. Si este vehículo viaja durante 2 h a una velocidad media de
100 km/h, recorrerá 200 km en 2 h, y ésta sería la misma distancia que reco-
rrería si siempre viajase a 100 km/h, es decir, si asignamos un valor a la mag-
nitud velocidad que sea idéntica en todo momento.
CC BY • PID_00217991 34 Mecánica
En una familia, un miembro se come un pollo y los otros tres miembros no comen nin-
guno. ¿Cuál es el tanto por ciento de pollo que come cada miembro de la familia, de me-
dia? ¿Qué significa el resultado que obtenemos?
Solución
1 pollo pollo
0,25 (25)
4 personas persona
Si los cuatro miembros de la familia hubiesen comido la misma cantidad de pollo, cada
uno de ellos habría comido 1/4 (un 25%).
Puede que recordéis lo que nos decían de pequeños “dividir es repartir”. Esto
tiene sentido en algunos casos, por ejemplo si tenemos 8 regalos que quere-
mos repartir entre 4 criaturas. Si calculamos el cociente siguiente:
8 regalos regalos
2 (27)
4 criaturas criatura
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4 criaturas criaturas
0,5 (28)
8 regalos regalo
El resultado puede que os sorprenda: ¡no puede haber media criatura! Vemos
que cuando hacemos una división no siempre “repartimos”. Asimismo, la di-
visión entre las dos magnitudes, sean criaturas dividido por regalos, o regalos
dividido por criaturas, da el mismo resultado en términos de criaturas y rega-
los: si tenemos en el segundo caso 0,5 criaturas/regalo y queremos saber lo que
corresponde a cada criatura (no a cada regalo), multiplicamos numerador y de-
nominador del resultado (28) por 2 y obtenemos:
es decir, 1 criatura para cada 2 regalos, cosa que ya sabemos: a cada criatura le
corresponden dos regalos.
La conclusión que sacamos de este ejemplo es que una división entre dos mag-
nitudes cualesquiera A y B:
A
(30)
B
3/ 5
a) (31)
4/ 9
F
b) (donde F es una fuerza y m una masa) (32)
m
F
c) (donde F es una fuerza y q una carga eléctrica) (33)
q
8 EUR
d) (34)
4 kg
m
e) d (donde m es una masa y V un volumen) (35)
V
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F
f) p (donde F es una fuerza y S una superficie perpendicular a la fuerza) (36)
S
12 cm
g) (37)
4 cm
Solución
a) Es la cantidad del numerador (de cuya magnitud tenemos 3/5) que correspondería a
una unidad de la magnitud del denominador (de la cual tenemos 4/9). Resulta:
3 5 27 27 / 20
(38)
4 9 20 1
Corresponden veintisiete vigésimos (de la magnitud) del numerador a cada unidad (de
la magnitud) del denominador.
b) Veréis en el apartado 3 que se trata de la magnitud aceleración, o fuerza que actúa por
unidad de masa.
c) Veréis en la segunda parte del curso que se trata de la magnitud intensidad del campo
eléctrico, o fuerza que actúa por unidad de carga eléctrica.
f) La magnitud presión se define como la fuerza que actúa por unidad de superficie per-
pendicular a la dirección de la fuerza.
CC BY • PID_00217991 37 Mecánica
1.6.3. Proporcionalidades
km
Distancia v t 36 3 h 108 km (39)
h
Distancia t (40)
Símbolo
de proporcionalidad,
o bien, si introducimos la constante de proporcionalidad, que en este caso es ab
la magnitud que denominamos velocidad, escribiremos: significa que la magnitud a es
proporcional a la magnitud b,
es decir, que el cociente a/b es
constante.
dvt (41)
Observad que cuando decimos que d/t es constante significa que el resultado
de la división, v, no depende de las magnitudes que dividimos d y t.
La ecuación (41) nos dice que hay proporcionalidad directa entre el espacio
recorrido y el tiempo que se ha tardado en hacerlo. Esto no pasa con el billete
que cae (véase el subapartado 1.2 y la actividad 1.3): la longitud del objeto que
cae y el tiempo que tarda en caer no son proporcionales. Si tomamos un billete
más grande, por ejemplo un billete imaginario (o un trozo de cartón) que
mida el doble que el billete de 10 euros, 25,4 cm, el tiempo que tardaría en
caer entre los dedos de una persona no sería el doble que el tiempo que tarda
en caer un billete de 10 euros, sino sólo un 41% más de tiempo. Este cálculo
ya lo hemos hecho en la actividad 1.3, a partir de la relación (1):
2L
t (42)
g
CC BY • PID_00217991 38 Mecánica
Haced una gráfica del tiempo de caída, ecuación (42), en función de la longitud del bi-
llete. Para simplificar los cálculos, suponed que la relación es:
Haced una tabla para unos pocos valores de L y la gráfica correspondiente. ¿Sale una fun-
ción lineal, es decir, una recta?
Fijaos en la ecuación (43): cuando escribimos t(s) o L(cm) es una manera de indicar en qué
unidades se deben medir las magnitudes, sin tener que especificar las unidades en las que
se miden los coeficientes numéricos que tenga la expresión, como el factor 0,1, porque las
unidades en las que viene dado este factor se pueden decidir por el contexto. ¿Qué unida-
des son?
Solución
2L
t (44)
981 cm/s2
Si suponéis que vamos a expresar la longitud del billete en cm, y esto lo indicamos con
los símbolos L(cm), y calculamos los factores numéricos, obtenemos:
En la expresión anterior, las unidades en las que se mide el factor numérico 0,045 son
segundos partido por la raíz de cm. Se han obtenido de calcular la raíz cuadrada del co-
ciente de unidades de 2/g.
Utilizaremos la expresión (43) en lugar de la (45) para trabajar con números más sen-
cillos.
Para hacer una tabla y la gráfica de la función t(L) hemos de dar valores a la variable L. En
principio, la fórmula matemática (43) vale para cualquier valor de L, sea grande o peque-
ño, siempre que no sea negativo. Podríamos tomar valores como L = 10 cm, 3.500 cm,
2,3 106 cm, etc. Según el contexto de cada problema, deberá escogerse un intervalo de
valores determinados de la magnitud que queremos representar.
En este caso, como estamos hablando de caída libre de billetes, los valores típicos de la
longitud de un billete son de algunos centímetros. Si, además, queremos saber cómo se
comporta la función para valores pequeños de la variable, con el fin de hallar tendencias
de la función, podemos tomar L en el intervalo 0 < L < 10 cm, por ejemplo. De esta manera,
confeccionamos la tabla 2 para unos cuantos valores de L, que sustituimos en la expresión
(43). Podemos tomar valores sencillos que permitan hacer los cálculos mentalmente. En
general, sencillamente utilizamos la calculadora para obtener los valores.
L (cm) t (s)
0 0,0
1 0,1
4 0,2
9 0,3
CC BY • PID_00217991 39 Mecánica
la función para valores más grandes que los que hay en la tabla: este procedimiento se
denomina extrapolación.
Figura 17
Figura
Representación gráfica de la
función dada por la ecuación
t = 0,1 L para los valores
de la tabla 2. Se ha dibujado
una curva que pasa por los
puntos de la gráfica.
figura 1 el doble de tiempo si tiene doble longitud? Porque la relación que liga ab/c = c a b
las magnitudes “tiempo de caída” y “longitud” del billete no es lineal. Tam-
bién decimos que no se trata de una proporcionalidad directa entre t y L, por-
que no tenemos una potencia unitaria de L. Según la ecuación (42), en el caso
de la caída libre de un billete, la potencia de L es 1/2, es decir:
t L (46)
O también:
t L1/ 2 (47)
t constante L (48)
Nos dicen que la aceleración de la gravedad en la Luna es 5/9 del valor de la gravedad
terrestre.
a) ¿Sería más fácil, o más difícil, atrapar un billete (en el experimento de la figura 1) en
la Luna o en la Tierra?
b) Calculad también el tanto por ciento que se alarga o se acorta el tiempo de caída de
los billetes en la Luna, con respecto a la Tierra.
CC BY • PID_00217991 40 Mecánica
Solución
Si la gravedad lunar es menor que la terrestre, la aceleración de caída de los objetos que
caen libremente en la Luna es menor que la aceleración con la que caen en la Tierra. Por
lo tanto, el tiempo de caída en la Luna será mayor que en la Tierra. En consecuencia, ten-
dremos más tiempo para atrapar el billete que cae. Será más fácil en la Luna.
t Luna gT 9
1,34 (52) Tanto por ciento
tTierra gL 5
Si una magnitud tiene, por
En la Luna el tiempo de caída es un 34% más largo que en la Tierra. ejemplo, el valor:
a 1,34 b
entonces a es “uno coma
Recordemos lo que significa la constante de proporcionalidad en una relación treinta y cuatro” veces mayor
que b.
de proporcionalidad como:
Podemos expresar este resulta-
do en tanto por ciento; multi-
a bn (53) plicamos y dividimos la
igualdad anterior por 100:
• representad t en función de L;
• representad t en función de la variable L ;
• representad L en función de t (es decir, tomad L como variable dependiente y t como
independiente).
CC BY • PID_00217991 41 Mecánica
Solución
Las gráficas cualitativas como las de la figura 18 pueden esbozarse a partir de algunos va-
lores que demos a la variable independiente en la función analítica correspondiente, o Funciones inversas
bien puede recordarse lo que ya se sabe de la asignatura de matemáticas.
En una función elemental cual-
La función de la figura 18a es la misma que hemos visto en la figura 17. La función re- quiera:
y = y(x)
presentada en la figura 18b es una representación lineal, como las que hemos visto antes,
pero ahora la variable independiente está elevada a una potencia diferente de la unidad. podemos despejar la variable x
y escribir:
El caso c es el de la función: x = x(y)
Esta función es la función in-
1 2
L gt (55) versa de la primera.
2
Por ejemplo, si:
que se obtiene a partir de la ecuación (42) despejando L y representa una parábola. El sig- t L
nificado de esta gráfica es el mismo que el de la figura 18a: a medida que aumenta la va-
despejamos x y obtenemos:
riable L, la variable t crece a un ritmo más lento que si la relación fuese lineal. Las dos
funciones a y c son funciones inversas la una de la otra (ved el cuadro de la derecha). L t2
Las funciones y x 2 y
Cuando confeccionamos la gráfica 18c tomando t como variable independiente, de y x son funciones inversas
acuerdo con la ecuación (55), observamos que la magnitud L crece más rápidamente con la una de la otra, como lo son
el tiempo que si la relación L(t) fuese lineal. El crecimiento es cuadrático, es decir, con la función exponencial y la fun-
una potencia 2: ción logarítmica, entre otras.
L t2 (56)
Acabaremos este subapartado con unas ideas básicas sobre el sistema de uni-
dades que se utiliza en ciencias e ingeniería.
CC BY • PID_00217991 42 Mecánica
Tiempo segundo s
Masa kilogramo kg
1.8. Recapitulación
Hemos visto ejemplos de lenguajes verbal, algebraico, gráfico y tabular que uti-
liza la ciencia para hacer descripciones de movimientos o, en general, para des-
cribir los procesos de interés. Se pueden utilizar todos a la vez para hacer una
descripción más completa.
CC BY • PID_00217991 43 Mecánica
Vamos conduciendo un coche por una pendiente y levantamos el pie del ace-
lerador. El vehículo continúa subiendo. ¿Por qué? Pisamos el freno y el vehí-
culo se detiene poco a poco. ¿Por qué?
¿Se pueden describir estos procesos con los conceptos que hemos visto en este
apartado? Nota: se trata únicamente de un ejercicio de uso del lenguaje verbal
cualitativo, descriptivo.
CC BY • PID_00217991 44 Mecánica
CC BY • PID_00217991 45 Mecánica
2. Conceptos de cinemática
Veremos cómo pueden deducirse las leyes de movimiento a partir del conoci-
miento de la aceleración de un objeto. Como ejemplo de aplicación, volve-
remos al movimiento de caída libre que hemos visto en el apartado 1 y
determinaremos las leyes del movimiento de un objeto que cae.
Partículas y modelos
Por ejemplo, una partícula puntual situada en el centro de la Tierra, y que con-
tenga toda la masa de la Tierra, puede representar la Tierra en su movimiento
alrededor del Sol. Un punto puede representar también una pelota que lanza-
mos al aire o un vehículo que se mueve por una carretera. Normalmente situa-
CC BY • PID_00217991 46 Mecánica
En este módulo utilizaremos los términos partícula, cuerpo y objeto como sinó-
nimos.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Una cosa es decir que son las 11 horas y otra es decir que un barco ha tardado
11 horas en llegar. En el primer caso estamos hablando de un instante de tiem-
po concreto (medido desde la medianoche) y en el segundo se trata de un in-
tervalo de tiempo medido desde cualquier origen de tiempo. Un intervalo de
tiempo se representa de la manera siguiente:
t 11 h (57)
t 11 h (58)
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x 74,5 km (59)
x 74,5 km (60)
s s2 s1 (61)
CC BY • PID_00217991 48 Mecánica
Sin más detalles sobre la teoría que describe el movimiento de la pelota que
lanzamos verticalmente, cualquiera de las tres gráficas de la figura 21 puede
ser correcta, porque sólo sabemos que la distancia recorrida aumenta monóto-
namente con el tiempo: a medida que pasa el tiempo, la distancia total que
recorre la pelota en el movimiento hacia arriba y hacia abajo va en aumento.
Y ¿qué ocurre con la función que describe la posición que ocupa la pelota en
cada instante?
Si hacemos una gráfica que represente dónde está la pelota en cada momento,
es decir, la posición que ocupa en cada instante, y tomamos el eje X de manera
que x > 0 en la dirección vertical y hacia arriba, la gráfica posición-tiempo que
representa el movimiento de ascenso y descenso de la pelota puede ser como
la de la figura 22a: la pelota está cada vez más alta a medida que pasa el tiempo
y, después de llegar a la altura máxima, comienza a bajar.
a. Gráfica cualitativa. b. Gráfica cualitativa en la que se indican algunos puntos de interés del proceso
y se ha puesto la flecha en el extremo de cada eje de coordenadas.
CC BY • PID_00217991 49 Mecánica
Por lo tanto, debemos ser cuidadosos con lo que queremos representar en una
gráfica determinada y saber interpretar lo que se quiere transmitir.
Hay que tener en cuenta que hemos dibujado la figura 22 sin basarnos en nin-
guna consideración teórica, y simplemente teniendo en cuenta el hecho de
que la pelota sube y baja. Más adelante veremos si la curva concreta que he-
mos dibujado en la figura 22 puede ser cualitativamente correcta. Volveremos
sobre la gráfica de la figura 22 y discutiremos, por ejemplo, la pendiente de la
curva x(t) y su curvatura. Veremos si representa bien el hecho que conocemos,
que la pelota se va frenando a medida que sube, se detiene instantáneamente
en el punto más alto de la trayectoria y a continuación vuelve a caer y aumen-
ta su velocidad gradualmente. Como se ha dicho antes respecto a la figura 21,
hasta que no tengamos una teoría válida sobre el movimiento de la pelota (o
si no hacemos un experimento en el que se midan las posiciones y velocidades
de la pelota en cada instante), no podemos afirmar si la gráfica cualitativa de
la figura 22 es correcta o no.
a) Exponed algún argumento para descartar la línea recta de la figura 21 como curva dis-
tancia-tiempo correcta (recordad lo que se comentó con respecto a la figura 22).
CC BY • PID_00217991 50 Mecánica
Solución
a) Hemos dicho que la pelota lanzada hacia arriba se va frenando hasta que se detiene en
el punto más alto de la trayectoria. Por lo tanto, la velocidad del movimiento de subida
y de bajada no es constante y la distancia recorrida no puede ser proporcional al tiempo,
no podemos escribir que D t. Solamente para un movimiento a velocidad constante
correspondería una variación D(t) lineal.
b) La pelota comienza el movimiento con una velocidad inicial que se va reduciendo has-
ta que en el instante tM y en el punto xM se anula y después vuelve a aumentar, pero en
sentido contrario. Cualitativamente, podemos hacer la gráfica de la figura 23. Hemos su-
puesto que las velocidades de ascenso son positivas y que las velocidades de descenso son
negativas.
Figura 23 +
Figura 23
2.2. La velocidad
De un objeto que se mueve, no sólo nos interesa la posición que ocupa sino
también con qué velocidad se mueve. ¿Cómo definimos la velocidad de un ob-
jeto que se mueve? Comenzaremos hablando del concepto de velocidad me-
dia para llegar a continuación a la definición de velocidad instantánea.
CC BY • PID_00217991 51 Mecánica
s
v (62)
t
Velocidad media
La velocidad media de un cuerpo que se ha desplazado un intervalo del-
A veces se representa un valor
ta ese durante un tiempo delta te se calcula como el cociente entre el medio con una_ raya encima de
espacio que ha recorrido y el tiempo que ha tardado en recorrerlo. la variable, v, pero por no in-
ducir a confusiones con el sím-
bolo de flecha, que representa
una magnitud vectorial, utiliza-
remos aquí el símbolo <v>.
Es muy importante que aprendamos a definir correctamente las magnitudes.
Por ejemplo, sería incorrecto decir lo siguiente, respecto a la ecuación (62):
CC BY • PID_00217991 52 Mecánica
a) En una carretera recta, un vehículo recorre 100 km hacia el este en 2 h, i desde aquel
punto hace 200 km hacia el oeste en 2 h más. ¿A qué velocidad media ha hecho los 300
km? ¿A qué distancia del punto original acaba el recorrido?
b) ¿Qué significado tiene la expresión (62)? (recordad el concepto de valor medio del
subapartado 1.6.1).
Solución
600 km km
v B-A 100 (64)
6h h
100 km km
v B-T 80 (65)
5/ 4 h h
Por lo tanto, en esta parte del trayecto, B-T, habéis viajado a una velocidad
media inferior a la del trayecto B-A. Y como no es posible mantener una ve-
locidad idéntica en todo momento, es posible que en el trayecto inicial de 100
km hayáis conducido (por lo menos en algunos momentos) a, por ejemplo,
120 km/h. Igualmente, podríais encontrar trayectos en los que la velocidad
media durante algunos intervalos de tiempo haya sido cualquier valor entre
0 y 100 km/h, por ejemplo.
CC BY • PID_00217991 53 Mecánica
Cuando nos referimos a la velocidad de un objeto podemos estar hablando En algunos procesos la veloci-
dad de una partícula alcanza
de la velocidad media, de la velocidad máxima, de la velocidad límite, de un valor que no rebasa, como
en la caída de un paracaidista.
la velocidad mínima, etc. Pero si no lo especificamos, se sobreentiende que Es lo que se conoce como velo-
hablamos de la velocidad instantánea. ¿Cómo se define esta velocidad? cidad límite.
Una velocidad instantánea en
un instante t es una velocidad
media calculada en un interva-
Pensemos, primero, en una partícula que se mueve en una dimensión. La va- lo que hacemos cada vez más
pequeño alrededor de t.
riable x basta para describir la posición de la partícula sobre una línea recta.
Si una partícula puntual se mueve de manera que está en la posición x en un
instante de tiempo t, la posición instantánea viene dada por la función ma-
temática x(t). Luego, la velocidad instantánea de esta partícula, es decir, la
velocidad que tiene la partícula en el instante t, se define de la manera si-
guiente:
dx
v (66)
dt
dx x
v lim (67) Secante
dt t 0 t
La recta de la figura es una se-
cante a la línea curva porque
la corta en dos puntos.
El cociente incremental x/t es más que una velocidad media, ecuación (62). Figura 25. Recta secante
a una curva
Por lo tanto, para calcular una velocidad instantánea debemos calcular una ve-
locidad media en un trayecto muy, muy corto; matemáticamente, a partir de
un trayecto que hacemos en un incremento de tiempo que tiende a cero.
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Figura 26
Figura 26
Solución
Tangente trigonométrica
La figura 28 muestra la posición instantánea de la partícula. En el instante t ocupa la po-
sición x y al cabo de un incremento de tiempo t la partícula está en x + x. Los intervalos En un triángulo rectángulo,
x y t forman un triángulo rectángulo con el segmento de secante de la curva, figura 28. la tangente del ángulo que
forma la hipotenusa con uno
Recordemos que la función trigonométrica tangente de un ángulo, como el ángulo de
de los catetos es el cociente del
la figura 28, es el cociente del cateto opuesto al ángulo por el cateto contiguo, es decir, el segundo cateto por el primer
cociente de incrementos: cateto,
x tan = a/b
tan (68)
t Figura 27. Definición de la
tangente de un ángulo.
Este cociente es la velocidad media de la partícula que recorre la distancia x en el tiem-
po t.
CC BY • PID_00217991 55 Mecánica
Veamos un ejemplo.
c) Proponed una función x(t) que represente mejor la posición de una pelota que lanza-
mos verticalmente y vuelve a las manos.
Solución
Vemos en la figura 30 que la velocidad en el punto superior B es nula (la recta tangente
es horizontal y tan 0° = 0) y que en el punto A la velocidad es menor (en valor absoluto)
que en el punto C (menor pendiente de la recta tangente en A). En A la partícula está
subiendo (pendiente positiva) y en C, bajando (pendiente negativa). ¿Cómo sabemos
que la velocidad en C es en sentido descendente? Porque la posición x disminuye a me-
dida que pasa el tiempo, y esto hace que las pendientes de las rectas tangentes a la fun-
ción x(t) sean negativas. Veámoslo con más detalle.
Se puede ver en la definición de velocidad (ecuación 67) que velocidades negativas co-
rresponden a movimientos en el sentido descendente del eje X (figura 31). En efecto, si
la partícula está en la posición x1 en el instante t1, y al pasar un intervalo de tiempo t
positivo (t > 0) la partícula está en una posición más baja, x2 = x1 + x, con x < 0, (y
por lo tanto x2 < x1), entonces el cociente x/t será negativo por ser el cociente de dos
números de signo contrario, t > 0 y x < 0. Lo mismo ocurrirá para la velocidad instan-
tánea. Ésta se calcula como el límite del cociente incremental x/t, que siempre es ne-
gativo en el movimiento descendente y, por lo tanto, v = dx/dt < 0.
CC BY • PID_00217991 56 Mecánica
b) La pelota sale con una velocidad determinada de la mano que la lanza y se va frenando
mientras sube, hasta que se detiene instantáneamente a una altura determinada, y a con-
tinuación comienza a caer a una velocidad cada vez mayor. Podemos suponer que la grá-
fica cualitativa de la velocidad de la pelota es como en la figura 23, pero podemos
asegurar que una curva x(t) como la de la figura 22 o la figura 29 no puede representar el
movimiento de subida y bajada de la pelota, porque entre los puntos A y B de la figura 29
la velocidad comienza con un valor pequeño y va en aumento: la función tiene cada vez
más pendiente hasta que cerca del punto B la velocidad se reduce de nuevo.
c) La función x(t) que buscamos debe tener un máximo en la posición en la que la pelota
llega al punto más alto. Y la pendiente de la curva debe decrecer monótonamente hasta
anularse en el mismo punto. Por lo tanto, una gráfica cualitativa más correcta sería la de
la figura 32. Hemos supuesto que la función es simétrica (la pelota tiene el mismo com-
portamiento subiendo que bajando) y hemos situado el origen de coordenadas en el pun-
to en el que se lanza la pelota.
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Solución
dx
v t 12 t (71)
dt
y, para el instante t = 5 s:
m m
v 5s 12 5s 60 (72)
s2 s
Figura 33
Figura 33
Diagrama cualitativo de
la evolución temporal de:
a. la posición x(t) = 6 · t2 + 5,
ecuación 70, i b. la velocidad
v(t) = 12 · t, ecuación 71.
CC BY • PID_00217991 58 Mecánica
La velocidad instantánea en
un punto tiene la dirección
de la tangente a la curva que
representa la trayectoria en ese
punto.
x x(t )
y y(t ) (73)
z z(t )
r (t ) x(t )i y(t ) j z(t )k (74)
En cada situación podemos escoger las direcciones XYZ de la manera que más
convenga para describir el movimiento. En el apartado 3 veremos un ejemplo.
v ( v x , v y , vz ) v x i v y j vz k (76)
Explícitamente:
dx dy dz
vx vy vz (77)
dt dt dt
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a
r (t ) 4t 2 , t ,3sen(5t ) 4t 2 i tj 3sen(5t )k (78) Fijaos en que en la expresión 78 hemos
escrito el vector posición en dos
notaciones diferentes, pero debéis tener
presente que ambas significan lo mismo.
donde el tiempo t se mide en segundos, y la posición en metros.
Solución
a) El vector velocidad se obtiene de derivar cada componente del vector de posición con
respecto al tiempo: Módulo de un vector
y vectores unitarios i , j , k
dr
v 8t, 1, 15cos 5t 8t i j 15cos 5t k (79)
dt El módulo del vector
b) El módulo de un vector cualquiera es la raíz cuadrada de la suma de las componentes a (ax , ay , az )
del vector al cuadrado. De esta manera obtenemos, para el vector de posición: es la “longitud” del vector,
a ax2 ay2 az2
r 16t 4 t 2 9sen2 5t (80)
y para la velocidad: es decir, la distancia desde el
origen hasta el extremo del
v 64t 2 1 225cos2 5t (81) vector.
Los vectores unitarios i , j , k
tienen módulo unidad.
c) La componente primera de r , x = 4t 2 , debe dar un valor en metros cuando sustitui-
mos un valor de t en segundos; entonces 4 debe medirse en m/s2. De esta manera, la fun- Por ejemplo:
ción x = 4t2 es, esplícitamente:
i 1
m porque
x(m) 4 t (s)2 (82)
s2 i (1,0,0)
dx m
vx 2 4 2 t (s) (83)
dt s
m m
vx 8 3s 24 (84)
s2 s
CC BY • PID_00217991 60 Mecánica
Una partícula se mueve a lo largo del eje X. Describid verbalmente el movimiento que
corresponde a cada curva de la figura 35. Por ejemplo, en el caso V diríamos que el objeto
parte del reposo (v = 0), y constantemente aumenta de velocidad, a un ritmo cada vez
mayor.
Solución
Recordemos que para un movimiento a lo largo del eje X positivo, una velocidad positiva
corresponde a un movimiento que se aleja del origen. También es positiva la velocidad
de una partícula que se mueve hacia el origen desde valores negativos de la posición x
(figura 36). La velocidad negativa se da cuando la partícula se acerca al origen desde va-
lores positivos de la posición. También es negativa la velocidad si la partícula se aleja del
origen desde valores negativos de la posición. Estos resultados se pueden explicar de la
misma manera que hemos hecho en la figura 31, teniendo en cuenta el signo del cocien-
te dx/dt. También lo podemos ver porque si el vector velocidad apunta en el sentido que
hemos tomado como positivo en el eje, es positiva, y si apunta en el sentido contrario,
es negativa.
Figura 36. Velocidades positivas
y negativas en una dirección
determinada
Curva I: La partícula inicia el movimiento con una velocidad determinada y positiva que
va reduciéndose hasta que se anula; a partir de este momento la partícula se mueve en
dirección contraria, porque la velocidad pasa a ser negativa. Además, la curva tiene una
pendiente menor a medida que pasa el tiempo y, por lo tanto, la velocidad negativa au-
menta (en valor absoluto) a un ritmo menor que antes de cambiar de signo.
Curva II: Ésta se parece al caso I, pero ahora la variación es lineal; la partícula inicia su
movimiento con una velocidad determinada que se reduce linealmente hasta que se anu-
la. A continuación, continúa moviéndose cada vez a mayor velocidad pero en sentido
contrario, siempre con un aumento lineal de la velocidad con el tiempo.
Curva III: Hasta que llega al mínimo de la curva, la descripción de este movimiento es
como la del caso I. Una vez llega al mínimo, es decir, a la velocidad máxima de la partí-
cula en el sentido de las coordenadas decrecientes, la velocidad se va reduciendo hasta
que se anula de nuevo; a partir de este momento, el sentido del movimiento es otra vez
en el sentido de coordenadas crecientes y con una velocidad en aumento.
CC BY • PID_00217991 61 Mecánica
Curva IV: Es como la I pero sin que se llegue a anular la velocidad. La partícula tiene una
velocidad positiva (en el sentido creciente de las coordenadas) que se reduce con el paso
del tiempo; la reducción se hace más rápida durante un intervalo de tiempo, hasta que
la velocidad se vuelve casi constante.
dr dr
r r (86)
dt dt
Solución
r r x2 y 2 z 2 (87) Derivada de un producto
b) Por otro lado, el módulo del vector de posición es: Si y = u · v, y tanto u como v
son funciones de otra variable
x, entonces la derivada de y
r r x2 y 2 z 2 (88) respecto de x es:
y’ = u · v’ + u’· v
Por lo tanto, r 2 x2 y 2 z 2 , que coincide con r r .
Otra forma dellegar es recordando la expresión equivalente del producto escalar de dos
vectores a y b en términos del coseno del ángulo que forman:
a b a b cos (89)
r r r r cos 0 r r 1 r 2 (90)
d d
r r r r (91)
dt dt
da:
dr dr dr dr
r r r r (92)
dt dt dt dt
CC BY • PID_00217991 62 Mecánica
dr dr
2r 2r (93)
dt dt
Y si recordamos la expresión (75) del vector velocidad, v dr / dt , escribiremos:
dr
r v r (94)
dt
d) Para una partícula que se mueve alrededor de un círculo de radio R (figura 38), la dis-
tancia al centro de giro es constante, r R, y la expresión (90) es:
(95)
r r R2
r v 0 (96)
porque el módulo del vector de posición es constante y, por lo tanto, su derivada es nula,
dR/dt = 0. Es decir, si recordamos la expresión (89) del producto escalar de dos vectores,
concluimos del resultado (96) que los vectores de posición y velocidad son perpendicu-
lares en todo instante en un movimiento circular, porque si los módulos de los vectores
no se anulan, el producto (89) sólo se puede anular si cos = 0, es decir, si = 90°. Esto
resulta también claro en la figura 38, porque las rectas tangentes a la trayectoria circular,
que dan la dirección del vector velocidad, son perpendiculares a los radios correspon-
dientes.
• Expresa el espacio que recorre una partícula por unidad de tiempo (signifi-
cado).
CC BY • PID_00217991 63 Mecánica
2.3. La aceleración
¿En qué intervalo de tiempo se está acelerando una partícula que tiene la ve-
locidad representada en la figura 39?
Solución
La velocidad varía en todo instante para cualquiera de los cinco movimientos de la figura
35 y, por lo tanto, la partícula siempre está acelerada.
CC BY • PID_00217991 64 Mecánica
Representad el movimiento de la Tierra alrededor del Sol como una circunferencia, con el
Sol en el centro, y representad en diversos instantes el movimiento de la Tierra mediante
su vector de posición con respecto al Sol. Representad también el vector de velocidad de
la Tierra en un punto de la trayectoria. ¿Está acelerada la Tierra en su movimiento?
Solución
La gráfica de la actividad 2.8 (figura 38) nos sirve. El vector velocidad y el vector de po-
sición son perpendiculares en todo instante. Además, como el vector velocidad está cam-
biando de dirección en todo momento, el movimiento de la Tierra está acelerado
continuamente.
v
a (97)
t
CC BY • PID_00217991 65 Mecánica
Actividad 2.11. Definición de a
Solución
c) Cuando calculamos las medias temporales de una magnitud, sea la velocidad o la ace-
leración, el incremento de tiempo puede ser cualquiera, incluso muy grande o muy pe-
queño. No hay ninguna restricción. La aceleración media que calculemos en cada caso
tendrá significado en el intervalo de tiempo en el que la hemos calculado.
Si una partícula se mueve con una velocidad v y esta velocidad varía con el
tiempo según una función v(t ) , la aceleración instantánea de la partícula se
define como:
dv
a (98)
dt
CC BY • PID_00217991 66 Mecánica
Una definición operativa de aceleración (es decir, una definición que nos per-
mita calcularla), se puede leer así: “la aceleración es la derivada de la velocidad
con respecto al tiempo”.
dr
v (100)
dt
CC BY • PID_00217991 67 Mecánica
v
a (102)
t
en que hemos representado entre paréntesis las magnitudes, para indicar que
sólo queremos saber las unidades en las que se miden. Como las velocidades
se miden en m/s, obtenemos:
m/s m
a 2 (103)
s s
Si decimos “3 por 4”, sabemos que nos referimos a la operación de multiplicar, “3 4”.
Pero no olvidemos que la preposición “por” tiene el significado de división cuando lee-
mos m/s2, metros por segundo al cuadrado. En otros contextos puede tener el significado
de multiplicación, como en “a por t da v” (simbólicamente, v = a · t). Para evitar confu-
siones se suele utilizar “por” cuando hablamos de unidades, como en los metros por se-
gundo (m/s) o en los newtons por gramo (N/g). Pero no se menciona la operación de
multiplicar cuando se trata de unidades que se multiplican: newton metro (N · m), kilo-
gramo segundo (kg · s), etc.
A partir de la definición (98) o (101), las tres componentes cartesianas del vec-
tor aceleración,
a ax , ay , az axi ay j az k (104)
CC BY • PID_00217991 68 Mecánica
son, explícitamente:
dv x d 2 x dv y d2y dvz d 2 z
ax 2 ay az 2 (105)
dt dt dt dt 2 dt dt
Solución
Para un movimiento circular, el producto escalar del radio vector y de la velocidad en to-
do instante es nulo, ecuación (96): Radio vector
r v 0 (106) Radio vector es el nombre que
recibe el vector de posición en
Si derivamos con respecto al tiempo esta expresión, obtenemos: un movimiento circular.
dr dv
v r 0 (107)
dt dt
(109)
r a v 2
r a cos v 2 (110)
Como los módulos de los vectores que aparecen en la ecuación anterior y el cuadrado de
la velocidad son positivos, concluimos que cos = –1, y el ángulo que forman los vecto-
res de posición y de aceleración es de 180° o radianes: r y a son antiparalelos en todos
los puntos de la trayectoria.
CC BY • PID_00217991 69 Mecánica
Este resultado conviene que lo recordéis: se obtiene a partir de la ecuación (110) si hace-
mos y denominamos ac al módulo de la aceleración, ac a a y R r r .
La figura 40c muestra la velocidad v en un instante y la velocidad v ' en un instante pos-
terior. Se puede ver que la aceleración es centrípeta porque el cambio del vector velocidad
entre dos puntos de la trayectoria, v , para un incremento de tiempo que tiende a cero,
tiene dirección radial y dirigida al centro; y al dividir el cambio de velocidad por el incre-
mento infinitesimal de tiempo obtenemos el vector aceleración, que también estará di-
rigido hacia el centro.
v2
ac
r
Calculad la aceleración para los movimientos que se han discutido en las actividades 2.5
y 2.6.
Solución
En la actividad 2.5 hemos visto que la velocidad del cuerpo varía linealmente con el
tiempo:
dx
v t 12 t (112)
dt
dv m
a t 12 2 (113)
dt s
dr
v 8t, 1, 15cos 5t 8t i j 15cos 5t k (114)
dt
y, por lo tanto:
dv
a 8 , 0 , 75sen 5t 8 i 75sen 5t k (115)
dt
CC BY • PID_00217991 70 Mecánica
Nos hemos hecho una idea cualitativa y hemos aprendido a calcular cuantita-
tivamente la magnitud vectorial que denominamos aceleración, tanto el valor
medio como el instantáneo.
Una ley del movimiento o una ecuación del movimiento nos indica qué posi-
ción ocupa en cada instante el objeto que se desplaza. La caracterización total
de un movimiento en términos cinemáticos requiere conocer las tres funcio-
nes posición, velocidad y aceleración, r (t ), v(t ), a(t ) . Pero sólo necesitamos
conocer una de estas funciones para tener determinadas las otras dos, porque
las tres están relacionadas. Veámoslo. Como la discusión es parecida si trata-
mos movimientos en una, dos o tres dimensiones, bastará con centrarnos en
el caso más sencillo del movimiento unidimensional.
Para un movimiento en una dimensión a lo largo de una recta (el eje X, por
Vectores que dependen
ejemplo) necesitaríamos conocer la función x(t) para tener totalmente deter- del tiempo
minado el movimiento, porque la velocidad y la aceleración en todo instante
Con la notación r (t ) para
se obtienen por derivación de esta función, ecuaciones (77) i (105): el vector de posición estamos
dando tres funciones del
tiempo,
x = x(t), y = y(t), z = z(t)
dx
vx (116) Vectorialmente,
dt
r (t ) x (t )i y (t ) j z (t )k
y análogamente para los vecto-
dv d2x res velocidad y aceleración.
ax x 2 (117)
dt dt
Constante, uniforme,
vx(t)? Entonces podremos determinar fácilmente la aceleración por deriva- estático
ción, como en la expresión (117) anterior. Constante: que no varía. Pue-
de ser constante en el tiempo,
con respecto a la posición, etc.
Y ¿cuál es la función x(t) que corresponde a una velocidad vx(t) dada? La re- Uniforme: que tiene el mismo
lación entre ambas magnitudes es la ecuación (116). Una ecuación como la valor en todos los puntos del
espacio.
(116), en la cual la incógnita, x, está dentro del signo de derivación, se deno- Estacionario: que no depende
mina ecuación diferencial. Para obtener la posición x(t) se puede comenzar es- del tiempo. Puede ser estacio-
nario pero no uniforme, es de-
cribiendo la ecuación (116) en términos de diferenciales, despejando el cir, tener valores diferentes en
puntos diferentes del espacio.
diferencial de la posición, dx:
dx v xdt (118)
CC BY • PID_00217991 71 Mecánica
Esta expresión se lee así: “la posición de una partícula se obtiene me-
diante la integral con respecto al tiempo de la velocidad de la partícula”.
Por lo tanto, para conocer la posición de una partícula en todo momento sólo
tenemos que integrar la expresión (119) para un movimiento unidimensional
en el que se conozca la velocidad. A continuación veremos el caso más sencillo
que se puede presentar, el de una partícula que se mueve a velocidad constante.
vx v (120)
x v dt constante (121)
dt t (122)
x vt constante (123)
CC BY • PID_00217991 72 Mecánica
x(t 0) x0 (124)
Y a partir de la ecuación (123) vemos que la constante tiene que ser el valor x0,
y la ley que da el espacio que recorre el objeto en un tiempo determinado es:
x x0 vt (125)
dv
a (126)
dt
CC BY • PID_00217991 73 Mecánica
La ecuación diferencial (126) tiene una solución sencilla, ya que estamos bus-
cando una función v(t) que tenga una derivada constante, y esto sólo ocurre
para la función lineal. Asimismo, calculamos la solución de la ecuación dife-
rencial paso a paso, como si se tratase de una función a = a(t) cualquiera. Pri-
mero escribimos la ecuación diferencial así:
dv a · dt (127)
dv a dt (128)
v a dt constante (129)
v a dt constante (130)
CC BY • PID_00217991 74 Mecánica
Por lo tanto, para un cuerpo que se acelera con aceleración constante y parte
del reposo, la velocidad en el instante t es:
va ·t (133)
v v0 a · t (135)
Para un movimiento z(t) a lo largo de la línea definida por el eje Z, por ejem-
plo, la velocidad se define así:
dz
v (136)
dt
CC BY • PID_00217991 75 Mecánica
pero no la función z(t). La expresión anterior es, por lo tanto, otra ecuación
diferencial, que vamos a escribir así (dejando a la izquierda la parte que no co-
nocemos):
dz
a·t (137)
dt
dz a t dt (138)
z a t dt C (139)
z a t dt C 1 at 2
2
C (140)
y, por lo tanto, C = z0. Escribiremos, por fin, de las expresiones (140) y (141):
z 1 at 2 z0 (142)
2
Representad gráficamente las funciones z(t), v(t) y a(t) para el movimiento de un objeto
que parte del reposo con aceleración constante a y dirigida en el sentido de z creciente.
Haced también el caso en el que la aceleración vaya en el sentido de las z decrecientes, y
sea igual en módulo a la de la gravedad, a g.
Solución
Las expresiones (142), (133) y a = constante son, gráficamente, las de la figura 41.
CC BY • PID_00217991 76 Mecánica
Figura 41
Figura 41
Cuando la aceleración tiene el sentido negativo del eje Z, la parábola es decreciente (fi-
gura 42a), porque la expresión (142) es ahora:
z z0 21 at 2 (143)
Por otra parte, la recta v(t) de la ecuación (133) tiene ahora pendiente negativa (figura
42b):
v a · t (144)
Figura 42
Figura 42
Eje z de coordenadas y:
a. posición,
b. velocidad y
c. aceleración para un movi-
miento con aceleración cons-
tante y dirigida en el sentido
negativo del eje z.
g 9,81 m / s2 (145)
CC BY • PID_00217991 77 Mecánica
z 1 at 2 (146)
2
es decir:
z t 2 (147)
Ahora ya podemos volver al experimento del billete que cae, del apartado 1.
a) Haced la correspondencia entre los resultados anteriores para un cuerpo en caída libre
y el problema del billete que cae (subapartado 1.2).
b) Calculad también la velocidad con la que cae al suelo un objeto desde una altura L.
Solución
El tiempo que tarda en caer una partícula desde la altura z0 L hasta el suelo (z 0) es,
según la expresión (143), con a = g, el siguiente:
1 2
0 L gt (148)
2
y despejamos el tiempo:
2L
t (149)
g
Hemos deducido, por lo tanto, la expresión (1) del apartado 1: el tiempo que da la ecua-
ción (149) es el que tarda el punto superior de un billete de longitud L en tocar el suelo.
En otras palabras, es el tiempo que tarda en pasar verticalmente todo el billete por un
punto del espacio en caída libre. La expresión (149) se ha obtenido a partir del cálculo de
la trayectoria de una partícula que se mueve con aceleración constante.
CC BY • PID_00217991 78 Mecánica
De la misma manera que hemos deducido la expresión del tiempo de caída libre de un
objeto cualquiera, podemos deducir la velocidad con la que llegaría el objeto al suelo. Si
en la expresión (144), con a = g, v = –gt, sustituimos el tiempo de caída libre, ecuación
(149), obtenemos:
2L
v g 2 gL (150) Recordad
g
a b a 2b
La velocidad de caída depende de la raíz cuadrada de la altura inicial del objeto. El signo
negativo indica que es una velocidad que tiene el sentido negativo del eje Z, es decir, una
velocidad decreciente.
En la expresión (150) no aparece la masa del objeto que cae. Por lo tanto, todos
los objetos que caen desde una altura L bajo la acción únicamente de la grave-
dad terrestre, llegan al suelo con la misma velocidad en módulo, 2 gL . Por
ejemplo, un objeto que cae de una altura de 10 m llega al suelo a una velocidad
aproximada de 14 m/s.
a) ¿Qué función nos dará la velocidad del móvil en cada instante posterior a t1? Haced
una gráfica cualitativa de la función y calculad también su expresión matemática.
Solución
v v1 , 0 t t1 (151)
v v1 a(t t1 ), t t1 (152)
CC BY • PID_00217991 79 Mecánica
Solución
Como la función velocidad está definida en dos intervalos, conviene calcular el espacio
recorrido en cada uno de ellos por separado. Además, haremos el cálculo tanto por vía
geométrica como analítica, para ver dos maneras de abordar el problema.
x v1 · t1 (153)
Este resultado se obtiene de forma analítica si recordamos (subapartado 2.4.1) que para
un movimiento uniforme (a velocidad constante) la distancia recorrida es el producto de
la velocidad por el tiempo.
x v dt constante (154)
t2
x v dt (155)
t1
da el espacio recorrido por una partícula entre estos dos intervalos de tiempo.
Geométricamente, el cálculo (155) equivale a encontrar el valor del área sostenida entre
la curva v(t) y el eje X, entre las ordenadas correspondientes a los dos instantes de tiempo
t1 y t2 (figura 45).
Figura 45
Figura 45
CC BY • PID_00217991 80 Mecánica
Ahora debemos calcular el espacio que recorre la partícula a partir del instante t1. A partir
de t1 el movimiento es uniformemente acelerado (con aceleración negativa), hasta que la
velocidad se anula. La velocidad instantánea, según la actividad 2.16, ecuación (152), es:
Para poder calcular analíticamente el espacio recorrido en esta parte del movimiento de-
bemos ver en qué instante t2 se anula la velocidad. Hacemos v(t2) = 0 y obtenemos:
v1 (158)
t 2 t1
a
Gráficamente, el espacio total recorrido por la partícula es el área del triángulo rectángulo
indicado en la figura 46, que sumada a la del rectángulo, da el espacio total que recorre
la partícula.
Figura 46
Figura 46
t2 t2
espacio v dt v1 a(t t1 ) dt (160)
t1 t1
t2
t2 t 22 t2
espacio ( v1 at1 )t a ( v1 at1 )(t 2 t1 ) a a 1 (161)
2 t1
2 2
El espacio total recorrido por el vehículo sería, entonces, la suma del espacio que recorre
a velocidad constante y el que recorre con un movimiento acelerado:
v12 v
x v1t1 v1(t1 1 ) (162)
2a 2a
En este ejemplo hemos comprobado que a veces los cálculos gráficos son más simples que
los analíticos.
CC BY • PID_00217991 81 Mecánica
• Hemos deducido leyes del movimiento para partículas a partir del conoci-
miento de la aceleración o de la velocidad a la que se mueven.
• Hemos visto que el cálculo implica hacer derivaciones o integraciones y
aplicar las condiciones iniciales del problema.
2.5. Recapitulación
CC BY • PID_00217991 82 Mecánica
Podemos decir también, como conclusión, que llegar a entender los conceptos
que hemos estado introduciendo (y los que se introducen en ciencia, en gene-
ral) es un proceso lento y difícil, y por esto es necesario volverlos a ver en di-
versas circunstancias y desde puntos de vista diferentes. Sólo de esta manera
se llegarán a “entender”, es decir, llegaremos a apropiarnos de su significado
y sabremos utilizar estos conceptos para hacer uso de ellos en la resolución de
problemas.
c) La Tierra da una vuelta casi circular al Sol, que está a unos 1,5 108 km, en
un año. ¿A qué velocidad (en m/s) nos movemos alrededor del Sol?
CC BY • PID_00217991 83 Mecánica
CC BY • PID_00217991 84 Mecánica
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
CC BY • PID_00217991 85 Mecánica
Así, para una persona que va en coche, o en cualquier vehículo con velocidad
constante y en línea recta, son el resto de objetos (árboles, farolas, vacas) los
que se mueven. Y si estamos sentados en casa, para un observador que nos
mire desde la Luna ciertamente nos moveríamos nosotros, y no él, juntamente
con la silla donde estamos sentados.
En cada caso podemos escoger las direcciones XYZ de la manera que más nos
convenga para describir el movimiento. Por ejemplo, una partícula que se
mueva en línea recta y a una velocidad constante, que en módulo vale v0, pue-
de describirse con el vector velocidad siguiente, referido a un determinado sis-
tema de referencia:
v v
v 0 1,2, 1 0 ( i 2 j k ) (163)
6 6
CC BY • PID_00217991 86 Mecánica
v0 v0 v0
vx , vy 2 , vz (164)
6 6 6
La dirección del espacio (1, 2, 1) i 2 j k se representa en la figura 51 res-
Dirección en el espacio
pecto a unos ejes de coordenadas determinados. La dirección es la del vector
(a,b,c) = ai bj ck
que va desde el origen de coordenadas hasta el extremo opuesto del paralele-
La dirección en el espacio
pípedo que tiene estas coordenadas. (a, b, c) es la misma que tiene
un vector que va desde el ori-
gen de coordenadas hasta el
Figura 51. Dirección del espacio definida por punto P de coordenadas
(a, b, c).
el vector (1, 2, 1) = i 2 j k
v2
v v 0 1 4 1 v02 (165)
6
r r0 v t (166)
donde r0 x0 , y0 , z0 es la posición de la partícula en el instante t 0
(figura 52).
x x0 vx · t (167a)
y y0 v y · t (167b)
z z0 vz · t (167c)
CC BY • PID_00217991 87 Mecánica
v ' v0 1,0,0 v0i ' (168)
es decir:
vx’ v0, vy’ 0, vz’ 0 (169)
r ' r0 ' v ' t (170)
donde r0 ' x0 ', y0 ', z0 ' es la posición inicial de la partícula referida al nuevo
sistema de referencia (figura 52).
Figura 52
Figura 52
CC BY • PID_00217991 88 Mecánica
Solución
Ya hemos visto en la actividad 2.10 que la Tierra es un cuerpo acelerado, tanto por el mo-
vimiento de rotación alrededor de su eje como por el movimiento de rotación alrededor
del Sol. Por lo tanto, estrictamente hablando, la Tierra no es un sistema inercial.
Así, cualquier sistema de referencia que esté en reposo sobre la Tierra es un sis-
tema de referencia inercial, en muy buena aproximación.
Reposo y velocidad
Los sistemas de referencia inerciales tienen una propiedad muy importante. constante
Sabemos, por experiencia propia, que no podemos distinguir entre el movi- El caso v = 0 es un caso particu-
lar de v = constante.
miento rectilíneo y uniforme y el reposo: cuando estamos sentados en el tren
Dos sistemas de referencia
y pasa por el lado de otro tren, si ambos viajan con movimiento rectilíneo y inerciales son indistinguibles,
en el sentido que no podemos
uniforme (que incluye el caso de velocidad nula de alguno de los dos trenes) hacer ningún experimento que
demuestre que un sistema
no somos capaces de distinguir si nos movemos nosotros, el otro tren, ambos inercial está en reposo y el otro
o ninguno de los dos. Aún existe otra manera de enunciar el hecho experi- no, o al revés.
CC BY • PID_00217991 89 Mecánica
Pero si el vehículo frena en seco, o acelera, o toma una curva de manera brus-
ca, puede que el café se derrame, y seguramente la superficie del líquido y la
taza se moverán; ¡hasta nosotros mismos nos zarandearemos! Tampoco po-
dríamos recoger como antes la pelota que hemos lanzado al aire, y el adorno
ya no colgaría en dirección vertical.
Vais en un tren a una velocidad rectilínea y uniforme y dejáis caer una piedra por la ven-
tana, sin velocidad inicial (no la lanzáis: simplemente abrís la mano y la piedra cae fuera
del vehículo). Describid y haced un esquema de cómo veríais el movimiento de la piedra
vosotros y una persona que lo mirara desde el suelo. Es decir, representad el movimiento
de la piedra desde el sistema de referencia vuestro y desde un sistema de referencia situa-
do en el exterior del vehículo y solidario al suelo.
Solución
Visto desde el tren, la piedra cae al suelo en línea recta, tanto si el tren está en reposo
como si se mueve con velocidad rectilínea y uniforme (figura 53a).
Visto desde el exterior del tren, cuando abrimos la mano la piedra tiene una velocidad
inicial horizontal que coincide con la del tren y la trayectoria que se verá desde fuera del
tren es parabólica. Gráficamente se muestra en la figura 53, en a el caso visto desde el tren
y en b, el caso visto desde fuera.
Figura 53
Figura 53
Trayectoria de caída de un
objeto visto a. desde el tren
o b. desde el suelo.
CC BY • PID_00217991 90 Mecánica
Figura 54. Movimiento de caída de un objeto visto desde el tren o desde el suelo
Figura 54
Por otro lado, es posible que hayáis tenido la experiencia de dejar caer objetos como un
papel o una bolsa desde un tren o un coche, y hayáis podido ver cómo el objeto se ve
arrastrado en dirección contraria a vuestro movimiento. Es decir, no cae verticalmente al
suelo fuera de la ventana. En este caso está jugando un papel importante el rozamiento
causado por el aire, y esta fuerza es la que frena el objeto y modifica la situación que he-
mos comentado en las figuras anteriores. (Un buen ejercicio es que os imaginéis como
sería la trayectoria del objeto vista desde los dos sistemas de referencia mencionados.)
Según lo que acabamos de decir, cuando el movimiento del vehículo (un va-
gón de metro, por ejemplo) es rectilíneo y uniforme, es equivalente decir que
el metro se aproxima al andén o que el andén se acerca al vagón. En los casos
anteriores, la velocidad relativa entre el vagón y el andén será v o v , según
si hablamos desde un sistema de referencia inercial o desde otro. Podemos ha-
cer el esquema equivalente de la figura 55, en el que un coche juega el papel
del vagón, y un edificio el del andén.
CC BY • PID_00217991 91 Mecánica
En el ejemplo de los dos vehículos del párrafo anterior, ¿qué velocidad diría un observa-
dor de un vehículo que tiene el otro vehículo?
Solución
Cada uno de ellos diría que su sistema de referencia está en reposo, pero que el otro ve-
hículo se le acerca a una velocidad que es la suma de ambas velocidades, es decir,
( v1 v2 ) , visto desde el vehículo 1, o v1 v2 visto desde el 2.
Por lo tanto, las velocidades de un objeto tienen valores diferentes según el sis-
tema de referencia desde el que se miden. ¿Y qué ocurre con las aceleraciones?
Como acabamos de ver, si desde los dos sistemas inerciales de la figura 55, el
coche y el edificio, observamos un tercer cuerpo, cada uno le asignará una ve-
locidad diferente. Si el observador del edificio, O, dice que el tercer cuerpo tie-
ne una velocidad v , entonces el sistema inercial situado en el coche, O’, le
asignará al cuerpo una velocidad diferente:
(171)
v' v V
donde V es la velocidad del sistema solidario al vehículo, O’, medida desde el
edificio.
Este resultado se obtiene del análisis de la figura 56, que muestra cómo deter-
minamos la posición del tercer cuerpo, P, desde los sistemas de referencia O y
O’. La posición del cuerpo es r desde el sistema O, y es r ' desde el sistema O’.
Si el sistema O’ está en la posición rOO ' referida al sistema O, podemos escribir
que r r ' rOO ' (suma de vectores); es decir:
r ' r rOO ' (172)
CC BY • PID_00217991 92 Mecánica
a dv / dt (173)
dv dV (175)
a'
dt dt
dv (176)
a'
dt
a a' (177)
Las velocidades de los objetos son magnitudes relativas, cuyo valor de-
pende del sistema de referencia inercial en el que se miden.
CC BY • PID_00217991 93 Mecánica
CC BY • PID_00217991 94 Mecánica
6) Cuando una pelota cae al suelo, rebota (¿se deforma la pelota cuando toca
el suelo?).
Indicad muy brevemente qué fuerzas actúan sobre los objetos anteriores justo en el mo-
mento inicial en el que ejercemos la acción correspondiente (frenar, golpear, etc.) y en
momentos posteriores.
Solución
En el caso 5, la maceta puede deformar el capó, pero también puede que la fuerza que
ejerce el capó sobre la maceta sea una fuerza elástica: el peso de la maceta deforma el ca-
pó, el cual, al recuperar su forma, hace rebotar la maceta. Lo mismo pasa con la red de
cuerdas de una raqueta de tenis: se deforma al recibir el impacto de la pelota y al recupe-
rar la forma lanza la pelota en sentido contrario al del impacto.
Respecto al caso 6, cuando una pelota cae al suelo siempre se deforma más o menos, se-
gún la elasticidad que tenga la pelota y la velocidad con la que choca contra el suelo. Esto
es fácil de ver con una pelota grande de plástico blando y llena de aire o de agua. También
se deforma de manera análoga la pelota de tenis o el balón de fútbol.
Solución
a. Movimiento (trayectoria) de
la pelota.
b. Fuerzas que actúan sobre la
pelota en tres instantes del mo-
vimiento.
CC BY • PID_00217991 95 Mecánica
Mientras la pelota vuela hacia el (o desde el) tablero (figura 57a), no actúa ninguna fuerza
aparte
de la gravedad terrestre, que denominamos peso, P , y la fricción del aire, Ff (y
Ff ' cuando vuela desde el tablero), que siempre se opone al movimiento de la pelota (fi-
gura 57b). En el momento del impacto actúa la fuerza que el tablero ejerce contra la pe-
lota, perpendicular al tablero, y la gravedad terrestre, que siempre está presente (para
simplificar el análisis no consideramos la fricción que hay entre la pelota y el tablero).
• La Tierra actúa en todo momento y hace caer los objetos, pero a veces no
se nota, como cuando una bola de billar se mueve por una mesa horizontal,
porque otros cuerpos evitan que esta fuerza actúe, es decir, la contrarrestan.
Hemos visto que hay diversos tipos de fuerzas y que aplicando fuerzas conse-
guimos mover objetos, detenerlos o cambiar su estado de reposo o de movi-
miento. Profundizaremos ahora en qué característica de los objetos hace que
las fuerzas que se aplican tengan efectos diferentes.
Suponed que tenéis unos papeles encima de la mesa y que están en reposo.
¿Actúa alguna fuerza sobre los papeles? Hemos dicho en el subapartado ante-
rior que la fuerza de la gravedad actúa en todo momento y sobre cualquier ob-
jeto que tenga masa. Por eso decimos que los objetos tienen peso.
CC BY • PID_00217991 96 Mecánica
La aceleración de la gravedad g siempre está dirigida hacia el centro de la Tie-
rra, es decir, verticalmente y hacia abajo.
Pero los papeles están encima de la mesa, que impide que caigan al suelo. Por Figura 58. El peso y nuestra mano
actúan sobre un objeto que
lo tanto, diremos que la mesa también ejerce una fuerza sobre los papeles. Si sostenemos en el aire
queremos levantar los papeles de la mesa, hemos de sujetarlos (aplicarles una
fuerza), y en ese momento diríamos que nuestra acción “vence” la fuerza de
la gravedad: sobre los papeles que mantenemos en el aire actúan nuestras ma-
nos (que ejercen una fuerza) y la fuerza de la gravedad terrestre (observad la
figura 58).
Pero no siempre es tan fácil aplicar una fuerza y mover objetos como en el caso
de los papeles.
Queremos mover una estantería llena de libros. ¿Por qué cuesta tanto? Y si queremos
arrastrar una silla o una bombona de butano vacía, ¿por qué nos cuesta menos?
Solución
Solemos decir que el mayor o menor peso de los objetos es lo que nos permite moverlos
con mayor o menor facilidad. Pero esta afirmación no es correcta. Aunque no podéis ha-
cer el experimento, si movierais los objetos en el espacio, en una región muy alejada de
planetas y de estrellas, de manera que los objetos no “pesasen”, seguiría siendo mucho
más fácil mover la bombona que la estantería. Es la masa del objeto, la cantidad de ma-
teria, y no el peso, lo que cuenta.
En el caso familiar de los objetos que están en el suelo y queréis arrastrarlos, debéis hacer
fuerza para vencer la fricción (o rozamiento) que ejerce la base de los objetos sobre la
superficie en la que se encuentran. La fuerza de fricción es proporcional al peso de los
objetos.
CC BY • PID_00217991 97 Mecánica
Cuando la pieza de hierro de un martillo está floja, una manera de conseguir que quede
bien fijada a la madera es dar un golpe seco al martillo por la parte del mango (figura 59).
Esto permite encajar mejor el hierro. Explicad por qué.
Figura 59
Figura 59
Solución
Con esta acción aprovechamos la inercia de una masa en movimiento: cuando move-
mos el martillo hacia la mesa, movemos tanto la madera como el hierro. Con el golpe
seco frenamos la madera, pero la pieza de hierro, que está floja y tiene mucha más iner-
cia (porque tiene mucha más masa que la madera), es más difícil de detener y continúa
moviéndose un poco hacia la mesa. De esta manera, se fija mejor la pieza de hierro a la
madera.
• Hay que ejercer fuerzas para poner objetos en movimiento, y también para
detenerlos. Según la inercia del cuerpo, la fuerza que haya que ejercer sobre
cada cuerpo será diferente.
• En términos físicos, no debemos decir que un objeto que pesa más tiene
más inercia, sino que la masa es la responsable de la inercia que presenta
el objeto.
Hasta ahora hemos analizado una parte de lo que ocurre al ejercer una fuerza:
hemos hablado de la Tierra que atrae los cuerpos, o de la raqueta que golpea
la pelota, etc. A continuación vamos a ver que las fuerzas no actúan solas,
sino por pares.
CC BY • PID_00217991 98 Mecánica
Si golpeamos la mesa con el puño nos hacemos daño, por lo tanto también
podemos decir que la mesa golpea nuestro puño. “Es imposible tocar sin ser
tocado”.
¿Cómo se puede hacer el análisis de las fuerzas que actúan en una situación
dada? Pensad en la competición de tirar de una cuerda por parte de dos perso-
nas que pretenden que el otro cruce una línea marcada en el suelo (observad
la figura 60).
Indicad cuáles de estas fuerzas actúan en la competición de la figura 60, y hacia dónde
están dirigidas:
Solución
Las personas ejercen una fuerza sobre la cuerda, las fuerzas a y b en la figura 61. La cuerda
está sometida a una fuerza, que se denomina tensión, y ejerce una fuerza sobre las perso-
nas (las fuerzas opuestas a a y b).
Las personas aprovechan la fuerza de rozamiento de los zapatos contra el suelo para in-
tentar no moverse: c y d son las fuerzas que ejercen las personas contra la superficie del
suelo, y esta superficie ejerce fuerzas contrarias sobre las personas. Por ejemplo, c es la
fuerza que ejerce la persona de la izquierda sobre el suelo cuando la otra persona intenta
que se le acerque. Por esto, el suelo ejerce la fuerza de reacción opuesta a c, es decir, en
contra del posible movimiento de la persona de la izquierda.
CC BY • PID_00217991 99 Mecánica
También el suelo (la superficie sobre la que se hallan las personas) ejerce una fuerza con-
tra las personas que se opone a su peso (las fuerzas opuestas a e y a f).
Por lo tanto, acción y reacción actúan juntas pero no sobre el mismo cuerpo.
Y así, para cada fuerza que actúa en cualquier situación, siempre hay otra em-
parejada, igual y opuesta; ¡pero las dos fuerzas del par actúan sobre cuerpos di-
ferentes! Se denominan fuerzas de acción y reacción. Este hecho debe tenerse
siempre presente: sobre cada cuerpo sólo actúa una de las fuerzas del par ac-
ción-reacción. El peso de un objeto es la fuerza que ejerce la Tierra sobre el ob-
jeto; la fuerza de reacción correspondiente es la fuerza que ejerce el objeto sobre
la Tierra. Las dos fuerzas del par acción-reacción son iguales en módulo.
Solución
a) Podemos aproximar el vuelo de un ave diciendo que éste vuela porque mueve las alas
e impulsa el aire hacia atrás: la fuerza que ejercen las alas empujando el aire hacia atrás
es igual, pero opuesta, a la fuerza que ejerce el aire sobre el ave, y que lo empuja hacia
adelante y lo hace avanzar.
La fricción o rozamiento del ave contra el aire frena el avance del ave. Esta fuerza es igual,
pero opuesta, a la que el ave ejerce contra el aire.
La Tierra atrae al ave hacia abajo. El ave atrae la Tierra con una fuerza igual a su peso,
pero dirigida hacia el ave.
En la figura 62a mostramos los pares de fuerzas que intervienen cuando un ave vuela ha-
cia la izquierda, y que hemos designado de la manera siguiente:
• F1 : impulso de las alas que apartan el aire hacia la derecha.
• F2 : reacción del aire, F2 = F1 , que impulsa al ave hacia la izquierda.
• F3 : rozamiento del aire, que va en la dirección contraria al movimiento.
• F4 : reacción del ave sobre el aire, F4 F3 .
• P : peso del ave, la fuerza que la Tierra ejerce sobre el ave.
• FT : atracción de la Tierra por parte del ave, FT = P
Figura 62
Figura 62
b) De todas las fuerzas mencionadas sólo actúan sobre el ave las que mostramos en la
figura 62b: el peso, el impulso del aire y la fricción contra el aire.
Como habitualmente sólo nos interesa saber qué movimiento tiene un cuer-
po, no nos hemos de preocupar de las fuerzas que este cuerpo ejerce contra los
otros, sino que sólo deberemos tener en cuenta una de las dos fuerzas de cada
par acción-reacción.
Las fuerzas son magnitudes vectoriales: además del módulo de las fuerzas es
importante saber en qué dirección actúan, porque esto también explica qué
efecto ejercen.
c) Todos podemos hacer la posición de la figura 63b: sólo hace falta que nuestros brazos
aguanten nuestro peso (de hecho, cada brazo sólo ha de aguantar la mitad de nuestro pe-
so). Pero, ¿por qué es más difícil de hacer la postura 63c?
Figura 63. Un cuadro colgado y una persona que cuelga de unas anillas
Solución
a) El clavo sostiene el cuadro. Por lo tanto, el clavo ejerce una fuerza igual al peso del cua-
dro. Pero la fuerza del peso actúa sobre el cuadro, no sobre el clavo. La fuerza que actúa
sobre el clavo es la que le transmite el cuadro a través de los hilos con los que lo atamos.
En un análisis más detallado, podríamos decir que también la Tierra ejerce una fuerza so-
bre el clavo, y que la pared donde el clavo está clavado ejerce otra fuerza sobre el clavo.
Pero en el análisis de la figura 63a se sobreentiende que nos queremos fijar sólo en el sis-
tema cuadro-hilos-clavo, aunque no podemos olvidar la acción “indirecta” de la Tierra
sobre el cuadro, porque sin el peso del cuadro no habría problema para resolver.
b) Sobre la mano izquierda del gimnasta en la figura 63b actúa la tensión del hilo que lo
soporta (y tira de la mano hacia arriba) y también parte del peso de la persona (que tira
de la mano hacia abajo a través del brazo). Las dos fuerzas deben equilibrarse.
c) La postura 63c es más difícil que la 63b porque los músculos están sometidos a una
tensión mayor, por la dirección de las fuerzas que actúan. Para profundizar en la respues-
ta a esta pregunta necesitamos aprender a representar las fuerzas y a operar con ellas. Lo
veremos en el apartado 4.
Pensemos en otra situación: una barca que se remolca por un río de tres ma-
neras diferentes, como podéis ver en la figura 64. Las flechas indican la direc-
ción en la que tiramos de la barca con dos cuerdas.
Figura 64. Tres maneras de remolcar una barca tirando de ella con dos cuerdas
en las direcciones de las flechas
Solución
Si tiramos de la barca con dos fuerzas orientadas según un ángulo agudo (en las direccio-
nes de la figura 64c), lograremos un efecto mayor (para la misma fuerza) que si tiramos
de manera que las fuerzas formen un ángulo más obtuso, como en la figura 64b.
Por lo tanto, las fuerzas son más o menos efectivas según la dirección con la
que se apliquen. Cuando decimos que una fuerza es más o menos efectiva es-
tamos hablando de qué parte de la fuerza se “aprovecha” para lo que quere-
mos; así, si tiramos de un carro, intentaremos tirar de él en paralelo al suelo,
y no desviados hacia arriba o hacia abajo, porque esta desviación evitaría que
aprovecháramos una parte de la fuerza al desplazar el carro.
Figura 65
Figura 65
• Las fuerzas siempre se encuentran por pares, pero actúan sobre cuerpos di-
ferentes.
¿Cómo continuaremos?
Hemos visto que las fuerzas aplicadas sobre un cuerpo causan cambios en su
estado de reposo o de movimiento. Veremos ahora brevemente que los mis-
mos cuerpos pueden provocar efectos (fuerzas) sobre otros objetos.
2h
t (178)
g
Por otra parte, en el subapartado 3.3 hemos dicho que podemos levantar un
objeto si le aplicamos una fuerza que contrarreste su peso. Alzar objetos de
masa diferente nos supone aplicar fuerzas diferentes durante el tiempo en que
levantamos el objeto.
v 2 gh (179)
¿Qué no hemos considerado aún para tener en cuenta la diferencia que sabe-
mos que hay en la dinámica de cuerpos diferentes y en los efectos que produ-
cen sobre terceros cuerpos?
c) Si recogemos el lápiz o el libro caído al suelo, el esfuerzo (la fuerza) que ha-
cemos es diferente. ¿En qué se traduce este esfuerzo, respecto al objeto que le-
vantamos?
e) Asimismo, en el caso anterior, una vez que los objetos están en el suelo, la
fuerza que utilizamos para lenvantarlos es la misma que cuando caen desde
mayor altura. ¿No hay aquí una contradicción?
Cerraremos este apartado dejando las cuestiones anteriores abiertas. Las con-
testaremos en apartados posteriores, cuando comencemos a cuantificar los
efectos de las fuerzas sobre los cuerpos, y cuando introduzcamos otros concep-
tos como los relacionados con el trabajo y la energía que entran en juego en
los procesos mencionados.
• El análisis del movimiento de caída libre nos muestra que, para compren-
der los efectos de este movimiento, no basta con conocer el tiempo de caí-
da libre o la velocidad con la que un objeto llega al suelo.
3.6. Recapitulación
Los efectos que ejercen unos objetos sobre otros dependen de diversos facto-
res: velocidades relativas, distancia que los separa, masa, etc.
¿En cuál de los tres casos podemos definir un sistema de referencia inercial so-
lidario al objeto que se mueve?
La dinámica es la parte de la mecánica que estudia las causas que producen los
movimientos y la relación entre las causas y los efectos que se observan. Hemos
comenzado a estudiar cualitativamente la dinámica en el apartado 3, y en este
apartado formalizaremos los conceptos necesarios y las relaciones que se esta-
blecen entre ellos: leyes y fórmulas que relacionan magnitudes físicas. Enun-
ciaremos las tres leyes básicas de la dinámica, las tres leyes de Newton.
Introducción
De cada concepto daremos una definición operativa, que nos permitirá ver su
significado y la manera en que se podría determinar o medir. Porque la física,
aparte de tratar de describir el mundo físico que nos rodea, introduce magni-
tudes mensurables e investiga las leyes que las relacionan entre ellas.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Solución
Cuando levantamos una piedra, cuando golpeamos una bola de billar, cuando un libro
cae de la mesa al suelo, etc., estamos modificando la velocidad del cuerpo. En los ejem-
plos anteriores, la velocidad pasa de un valor nulo a un valor no nulo.
Las fuerzas que actúan en los ejemplos anteriores son la gravedad terrestre, la fuerza que
hacemos con las manos, la fuerza de impacto del taco de billar, etc.
Imaginad ahora que viajáis en un vehículo (un tren, un avión, un coche) que
se mueve a velocidad constante y en línea recta. Ya sabemos que cuando ha-
blamos de velocidad constante significa que el vector velocidad es constante:
no cambia ni su módulo ni su dirección ni su sentido; es decir, nos movemos
en línea recta y a tantos m/s, invariables. Si el vehículo frena o acelera, incluso
si sólo cambia de dirección, nuestros cuerpos (y los objetos situados dentro del
vehículo) lo notan. Según lo que hemos dicho, es como si hubiera alguna fuer-
za que, cuando un vehículo arranca desde la situación de reposo, o cuando
toma una curva, o cuando acelera bruscamente, empuje nuestro cuerpo contra
el asiento delantero o trasero, o contra la puerta del vehículo.
c) El coche en el que viajáis va a velocidad constante por una carretera recta y lisa y, de
repente, hay una fuerte bajada (un cambio de rasante brusco).
Solución
a) Nos damos un golpe contra el lateral del coche, o contra la persona a la que tenemos
al lado. Notamos que nos movemos en sentido contrario a la curva, hacia el exterior de
la curva.
c) Notamos que el cuerpo se eleva, como si el estómago se nos subiese hacia arriba.
La ley de la inercia es, por lo tanto, una declaración del hecho de que los es-
tados de reposo o de movimiento rectilíneo y uniforme son estados naturales
de los objetos, y que son necesarias interacciones con otros objetos para pro-
ducir cambios en este movimiento.
Solución
Figura 66
Figura 66
Una fuerza es la acción ejercida por un agente externo al cuerpo que está en
reposo o en movimiento (en un movimiento cualquiera, acelerado o no) y que
le provoca un cambio de velocidad. Decimos cambio en el sentido más amplio,
que incluye una modificación del vector velocidad en términos de módulo, di-
rección o sentido.
Sabéis que si os tiráis por un tobogán, vais bajando por él cada vez con mayor rapidez: es
un movimiento acelerado.
Pero también puede ser que hayáis observado que a veces una persona se tira por el to-
bogán y al cabo de unos instantes de estar cayendo continúa el movimiento con una ve-
locidad que parece constante.
Solución
Al deslizarnos por un tobogán la fuerza de la gravedad es la que nos hace caer. Como esta
fuerza actúa constantemente, el movimiento es cada vez más rápido: se trata de un mo-
vimiento acelerado. Según el principio de inercia, las fuerzas provocan cambios en el es-
tado de movimiento.
Pero no es esta fuerza la única que actúa, porque también hay fuerzas de fricción entre
nuestro cuerpo y la superficie del tobogán. Hay veces que nos lanzamos y no caemos: la
fuerza de fricción, la reacción del tobogán que nos sostiene y nuestro peso se compensan
(dan una fuerza resultante nula) y, como no actúa ninguna fuerza total, entonces nuestro
cuerpo no se acelera: si estaba en reposo, continúa en reposo.
También puede ocurrir que comencemos a caer y mientras estamos moviéndonos se pro-
duzca una cancelación de fuerzas (fricción, reacción del tobogán y peso) y entonces se
mantiene la velocidad constante de caída porque no actúa ninguna fuerza que acelere el
movimiento de caída. De acuerdo con el principio de inercia, si no actúa una fuerza, no
se modifica el estado de movimiento (rectilíneo y uniforme) del cuerpo.
En los dos ejemplos vemos que, de acuerdo con el primer principio, el estado
de movimiento rectilíneo y uniforme, o el estado de reposo, son estados en los
que no actúa ninguna fuerza que los altere. Observemos que lo que importa
es la fuerza total, o fuerza neta: una fuerza nula puede ser el resultado de sumar
diversas fuerzas.
Figura 67
Figura 67
Figura 69
Figura 69
Si no hay fricción, la caída de B será del tipo “caída libre”. En efecto, podría-
mos comprobar (por ejemplo, disparando otra ráfaga de fotos) que las posicio-
nes de B para incrementos constantes de tiempo siguen una relación del tipo
de la ley de movimiento en caída libre, ecuación (147) del apartado 2:
l ( t )2 (180)
Figura 70
Figura 70
Por lo tanto, podemos asociar un valor de la fuerza que ejerce B a cada valor
Relación funcional
del alargamiento del muelle, y determinar así qué fuerza ejerce B sobre A para
Si aplicamos una fuerza a un
cada ángulo. Por el momento, daremos la fuerza en unidades arbitrarias, es de- muelle, éste se estira o se con-
trae. Debe haber alguna fun-
cir: construiremos una escala 0,1, 2, etc., sobre el muelle, de manera que el va- ción que describa esta relación,
lor 0 corresponda a la posición del extremo del muelle cuando , y de la que sólo podemos intuir
que va a ser monótona cre-
mediremos qué punto de la escala alcanza el muelle estirado para cada valor ciente: al incrementar la fuerza
aplicada, el muelle se alarga
del ángulo del plano inclinado. Podemos construir una tabla de valores expe- más.
rimentales de fuerza y de aceleración para cada ángulo, porque la fuerza y la
aceleración pueden medirse independientemente (la fuerza, a partir del alar-
gamiento del muelle, y la aceleración, a partir de la ráfaga de fotos).
Observad que no hemos propuesto ninguna hipótesis sobre qué relación fun-
cional existe entre la fuerza aplicada y el alargamiento del muelle. Ya vais a ver
en el apartado 6 que en algunos casos esta relación es sencilla, pero para el ex-
perimento que nos ocupa no es necesario investigarla. Podemos continuar la
discusión del experimento sin conocer la relación que liga fuerzas y alarga-
mientos o compresiones en un muelle elástico.
Ahora cambiamos el objeto A por otro parecido, pero más grande o más pe-
queño. Repetimos los experimentos y representamos en una gráfica fuerza-
aceleración la relación que existe para cada ángulo entre las fuerzas que indica
el medidor (el alargamiento del muelle) y la aceleración que observamos en el
objeto (por medio de la ráfaga de fotos). Si lo hacemos para objetos diferentes,
obtendremos una gráfica como la de la figura 71.
Figura 71
Figura 71
Figura 72
Figura 72
¿Qué significa este resultado que hemos obtenido de los experimentos de me-
dida de fuerzas aplicadas y de aceleraciones producidas por diversos cuerpos?
Nos damos cuenta de dos hechos:
Figura 73
Figura 73
El primer hecho, que las fuerzas aplicadas resultan ser directamente proporcio-
nales a las aceleraciones que adquieren los objetos, es una ley de la naturaleza.
La constante de proporcionalidad es un valor único para cada objeto, una
“propiedad” de cada objeto.
F ma (182)
Masa m
Mientras que la escala de fuerzas del experimento mental anterior era arbitra-
Utilizamos único para indicar
ria, la existencia de este número único para un cuerpo determinado no es un que la masa es una magnitud
escalar y que es una propiedad
asunto de definición o de convenio y no puede deducirse a partir de principios
de cada objeto concreto. Aun
teóricos: es un hecho físico experimental, una ley de la naturaleza, que deno- así, objetos diferentes en for-
ma, color, textura, etc., pue-
minamos segunda ley de Newton. Newton llegó a la conclusión anterior por den tener valores idénticos
de m.
conjetura, y no por pruebas experimentales directas, pero se dio cuenta de su
carácter de ley básica del movimiento, y por eso lo denominamos segunda ley
de Newton de la dinámica.
La masa, igual que la longitud y el tiempo, es una de las siete unidades funda-
mentales del Sistema Internacional. La unidad de masa inercial se denomina
kilogramo, se simboliza por kg y corresponde (por convenio internacional) a
la masa de una pieza patrón determinada conservada en París.
Solución
m
1 N = 1 kg 1 (183)
s2
Es decir, 1 newton (1 N) es la fuerza que, aplicada a una masa de 1 kg, le comunica una
aceleración de 1 m/s2.
Teniendo en cuenta que las magnitudes fuerza y aceleración son magnitudes vectoriales,
escribid la segunda ley en forma de ecuación vectorial y explicitad también la definición
de aceleración para obtener una ecuación diferencial. Escribid las tres ecuaciones que ob-
tengáis para las componentes de los vectores.
Solución
Sobre una partícula pueden actuar diversas fuerzas a la vez. En las expresiones anteriores
se debe utilizar la fuerza neta o resultante.
dv
F m (186)
dt
O, si empleamos la relación entre la aceleración y el vector de posición, a d 2 r / dt 2 :
d 2r
F m 2 (187)
dt
De la misma manera que hemos escrito las relaciones (185) a partir de la (184), las rela-
ciones (186) o (187), como toda expresión vectorial, equivalen a tres ecuaciones, cuando
las escribimos componente a componente. Por ejemplo, la (187) sería:
Se trata de ecuaciones diferenciales cuando conocemos las fuerzas y buscamos las coor-
denadas de la trayectoria de la partícula, porque aparecen bajo el signo de derivación.
Las relaciones (186) o (187) indican que, si conocemos las fuerzas que actúan
sobre un sistema, la resolución de las ecuaciones diferenciales anteriores nos
permite obtener la ley de movimiento r r (t ) y también la velocidad de la
partícula en todo momento.
• Hemos planteado la segunda ley de Newton, F ma , como resultado de
un experimento mental que podría reproducirse fácilmente en un labora-
torio de física.
• La existencia de una única masa inercial asociada a cada objeto, y que in-
dica la aceleración que adquirirá si le aplicamos una fuerza, es una propie-
dad básica de la naturaleza.
En efecto, si aplicamos dos fuerzas F1 y F2 a un objeto de masa m, la acelera-
ción resultante de esta masa es la suma de las aceleraciones que le provocaría
cada fuerza por separado, a a1 a2 .
F1 F2
a a1 a2 (190)
m m
F m1 m2 a (191)
es igual a la suma de las fuerzas que provoca la aceleración a a las dos masas
por separado:
F m1a m2a F1 F2 (192)
Esto vale tanto para las fuerzas, F F1 F2 , como para las masas o las acelera-
ciones. El principio de superposición vale también para cualquier otra magni-
tud vectorial que aparezca en este curso, como la velocidad, el momento
lineal, el campo gravitatorio o el eléctrico, etc.
F Fxi Fy j Fz k (193)
La notación vectorial es, pues, bien compacta y potente: una sola ecuación
vectorial representa tres ecuaciones escalares y, además, lleva implícito el
cumplimiento del principio de superposición de las magnitudes involucradas.
Vamos a repasar a continuación las ideas básicas del álgebra de vectores. En una primera lectura de este apartado
a
podéis pasar directamente al
subapartado 4.4, y continuar trabajando
los aspectos conceptuales de la segunda
ley de Newton, y ver a continuación la
discusión de la tercera ley de Newton.
En una nueva lectura de este apartado
4.3.1. Suma de magnitudes vectoriales podéis realizar las actividades siguientes,
que son importantes desde el punto de
vista práctico, pero no lo son tanto en
términos conceptuales.
Solución
a) El par de fuerzas de la figura 74a equivale a una sola fuerza de 2 N que actúa hacia la
derecha. Esta es la fuerza resultante de la suma de las fuerzas de la figura 74a:
¿Cómo obtenemos la resultante en el caso anterior, en el que las fuerzas que suman no
tienen la misma dirección del espacio?
Los dos procedimientos alternativos que vamos a comentar ahora para sumar dos vecto-
res valen para cualquier par de fuerzas que formen un ángulo determinado, no sólo para
fuerzas perpendiculares como las del ejemplo 74c.
Gráficamente, la suma de dos fuerzas que tienen direcciones perpendiculares, como las
fuerzas de la figura 74c, puede calcularse de dos maneras: la primera opción es cerrar el
cuadrilátero con rectas paralelas a los dos vectores que se suman y trazar el vector que
une el vértice de los vectores que se suman con el vértice común opuesto. Este es el vector
suma.
Figura 74g
Figura 74g
También pueden sumarse las dos fuerzas perpendiculares si hacemos una copia de una
de las fuerzas a , por ejemplo, en el extremo de la otra, a ' , y unimos el origen del segun-
do vector con el extremo del que hemos copiado (figura 74h). Éste es el vector suma.
Figura 74h
Figura 74h
Copiamos el vector
a en
el extremo del b , vector a ,
y unimos el origen del vector
b
con el extremo del vector a ' .
r (3 N)2 (4 N)2 5N .
Cuando los vectores no forman ángulos rectos, pueden utilizarse relaciones trigonomé-
tricas para calcular la resultante (como el teorema del coseno). Los dos procedimientos
gráficos mencionados en las figuras 74g y 74h son válidos también para vectores que no
forman ángulos rectos, es decir, valen también para vectores en cualquier otra dirección: c2 = a2 + b2 – 2 · a · b · cos
sólo es necesario formar el paralelepípedo correspondiente.
A veces conviene descomponer una fuerza en dos componentes que formen unas direc-
ciones determinadas. Por ejemplo, si un vehículo es arrastrado por una grúa que ejerce
una fuerza F en una dirección que forma un ángulo con respecto al suelo (figura 75) y
queremos saber qué parte de la fuerza del cable de la grúa se utiliza para arrastrar el coche
y qué parte se utiliza para elevar la parte delantera del vehículo, debéis descomponer la
fuerza de la grúa en las componentes horizontal y vertical de la fuerza. Hacedlo.
Solución
Descomposición de la fuerza
de la figura 10 en dos compo-
nentes, horizontal y vertical.
En este caso hablamos de proyecciones ortogonales, porque los vectores en los que des-
componemos el vector original son perpendiculares. Pero podemos utilizar direcciones
no ortogonales para proyectar vectores, si nos interesa más en un problema concreto.
El cálculo del módulo de las proyecciones puede hacerse aplicando las propiedades de las
funciones trigonométricas elementales. Como el ángulo de la figura 76 es igual al , por
ser ángulos formados por dos rectas paralelas de dirección Fh y una recta que las corta, de
dirección F , podemos escribir:
Fh F cos (195)
Fv F sen (196)
Solución
Para ver como se mueve en sentido horizontal el avión, necesitamos conocer la compo-
nente horizontal de la velocidad del avión, que obtenemos descomponiendo el vector
velocidad de la misma manera que descomponemos fuerzas (figura 77).
Figura 77
Figura 77
Obtenemos:
m m
v H v·cos 250 cos 15o 241 (197)
s s
dH 16.000 m
t 66 s
vH m (198)
241
s
Solución
Necesitáis descomponer el vector peso P en una componente que vaya en la dirección
del plano inclinado y otra que sea perpendicular al plano inclinado. Luego, dibujamos el
vector peso (figura 79) y construimos un rectángulo a partir de rectas paralelas y perpen-
diculares al plano inclinado, que pasan por el origen y por el extremo del vector peso.
Los lados del rectángulo definen las componentes del peso.
El ángulo que forman la perpendicular al plano y la dirección del peso es el mismo que
forma el plano inclinado con el suelo, (por ser rectas perpendiculares entre perpendi-
culares). Por lo tanto, las dos componentes del peso son:
Figura 79
Figura 79
Una vez hemos descompuesto el peso en dos componentes, podemos analizar la dinámi-
ca del movimiento de la caja a partir del efecto que provoca cada componente. Según la
segunda ley de Newton, si conocemos las fuerzas que actúan sobre la caja, sabremos a
qué aceleración está sometida. La caja puede caer por el plano inclinado.
El efecto del plano es mantener la caja sobre su superficie y así el plano inclinado ejerce
una fuerza que se denomina normal, porque es perpendicular al plano y dirigida hacia la
caja. Esta fuerza iguala la componente perpendicular del peso, y sería la fuerza de reac-
ción que ejerce el plano, en respuesta a la fuerza de acción que ejerce la caja.
Cuando un objeto se apoya sobre una superficie, la componente del peso del objeto per-
pendicular a la superficie provoca una fuerza de reacción de la superficie. La fuerza de
reacción siempre tiene dirección perpendicular a la superficie, y por esto hablamos de fu-
erza normal o, simplemente, normal. La fuerza normal aparece siempre que hay contacto
entre dos cuerpos.
La componente Ppar es la que hace caer la caja por el plano, la que acelera la masa. La
componente paralela siempre es menor que el peso y, por lo tanto, la caja cae por el plano
con una aceleración menor que en caída libre, exactamente con una aceleración:
a g · sen (202)
Esta expresión resulta de igualar (segunda ley de Newton) la componente Ppar con m · a:
Ppar m · a (203)
a g sen (205)
Únicamente para el ángulo = /2 (plano vertical) recuperamos el caso de caída libre con
la aceleración g y entonces toda la fuerza P que ejerce la Tierra es la que hace caer la caja.
Vamos a ver ahora cómo se debe expresar un peso correctamente, como una
fuerza.
Solución
Aceleración de la
a) Se debería hablar de una masa de 3,0 kg. Nos referimos a un objeto sobre el cual la Tie- gravedad, g
rra ejerce una fuerza gravitatoria de unos 30 N:
Aunque el valor de g (hasta la
segunda cifra decimal) es:
m
mg 3,00 kg 9,81 = 29,43 N (207) m
s2 g 9,81
s2
a menudo se aproxima por:
b) Si la báscula marca 70,0 kg para nuestro cuerpo, entonces pesamos aproximadamente
700 N o, más exactamente: m
g 10
s2
m
70,00 kg 9,81 686,70 N (208)
s2
¿Sabríais averiguar por qué es equivalente a las unidades habituales, g = 9,81 m/s2?
Solución
P mg (210)
Por lo tanto:
g P / m 9,81 N/kg (212)
1 N 1 kg 1 m/s2 (213)
La expresión (209) puede ser más clara que la habitual (9,81 m/s2) con respec-
to al significado físico de la constante g, porque g es la fuerza (peso) por unidad
de masa, g = P/m.
Solución
Por ejemplo, si sujetamos en el aire una masa de 1 kg (1 tetrabic de leche, por ejemplo)
estamos ejerciendo una fuerza de unos 10 N:
Las fuerzas que comunican aceleraciones pueden ejercerlas una persona, por
ejemplo, pero también objetos inanimados (como un muelle comprimido que
se suelta, un cartucho de pólvora que explota e impulsa una bala de una esco-
peta o un vehículo que choca a otro).
• Peso y masa son magnitudes diferentes. El peso se refiere a una fuerza par-
ticular, mientras que la masa es una propiedad que caracteriza a cada cuer-
po cuando lo sometemos a cualquier fuerza.
• Tampoco se puede decir que “la aplicación de una fuerza se impone sobre
la inercia de un objeto y lo acelera”. La inercia no es ninguna fuerza, la iner-
cia es la tendencia de los cuerpos a permanecer en el estado de reposo o de
movimiento rectilíneo y uniforme en el que puedan estar inicialmente.
Las leyes de Newton de la dinámica son tres, la primera ley, o ley de inercia,
la segunda ley, o ley fundamental de la dinámica y la tercera ley, o ley de la
acción y la reacción. Ya hemos visto las dos primeras, vamos a comentar a con-
tinuación la tercera.
Cuando tenemos una interacción entre dos o más cuerpos, como la Luna, el
Sol y la Tierra, o una pelota y una raqueta en un día de viento, o dos vehículos
que chocan, etc., habitualmente sólo nos interesa conocer qué efecto tienen
las fuerzas que actúan sobre uno de los cuerpos que interaccionan. En los
ejemplos anteriores, puede interesarnos saber qué le ocurre a la Luna o a la pe-
lota o a uno de los vehículos. La tercera ley de Newton nos permite separar
mentalmente dos o más cuerpos que interaccionan y aplicar la segunda ley de
Newton a uno de los objetos aisladamente.
La tercera ley de Newton dice que las fuerzas siempre se ejercen por pa-
res: si un cuerpo A ejerce una fuerza FA B sobre un cuerpo B, entonces
el cuerpo B ejerce una fuerza igual y contraria sobre el cuerpo A, FB A .
Se habla de fuerza de acción y fuerza de reacción (figura 81). Simbólica- Ya habéis visto el concepto de acción
a
y reacción en el subapartado 3.4.
mente:
FB A FA B (215)
Si nos interesa el comportamiento del sistema “A más B” (es decir, del conjun-
to de ambos cuerpos A y B) diremos que si no actúa ninguna fuerza externa al
sistema, entonces la fuerza a la que está sometido el sistema es nula, porque
las dos fuerzas se compensan:
FB A FA B 0 (216)
La expresión (216) indica que un sistema no puede estar acelerado por fuerzas
internas, porque éstas se anulan por pares. Las fuerzas internas a un sistema
no modifican el estado de movimiento.
Además, si en el sistema formado por los dos cuerpos A y B hay una fuerza exter-
na FA que actúa sobre el cuerpo A, y otra fuerza externa FB que actúa sobre B,
entonces la dinámica del cuerpo B viene determinada por el valor de la fuerza
total que actúa sobre B, FB FA B . Si la masa de B es mB , podemos escribir
que la aceleración que tendrá el cuerpo B es, por la segunda ley de Newton,
ecuación (182), F ma :
FB FA B
aB (217)
mB
De manera parecida diremos que, en el caso que acabamos de discutir, si sobre el cuerpo
A actúa una fuerza FA , la aceleración del cuerpo A viene determinada por... (escribid la
ecuación).
Solución
La aceleración del cuerpo A será diferente, en general, de la del cuerpo B, ecuación (217).
Las fuerzas externas que actúan sobre un sistema, como las fuerzas FA y FB
del ejemplo anterior, no forman un par de fuerzas de acción y reacción. Vea-
mos por qué.
En el ejemplo anterior de los dos cuerpos A y B debe cumplirse la relación (215). ¿Qué
nos dice el tercer principio de la dinámica (o tercera ley de Newton) sobre las fuerzas FA
y FB ? ¿Deben ser iguales y opuestas? Exponed un ejemplo.
Solución
Las fuerzas FA y FB no tienen por qué ser iguales y opuestas, porque no forman un par
de acción-reacción. Lo que sí que debe ser igual a FA , y de sentido contrario, FA , es la
fuerza que ejerce el cuerpo A sobre el agente externo que actúa sobre A.
Igualmente, FB es la fuerza que ejerce el cuerpo B sobre el agente externo.
Para aclarar de qué hablamos cuando en el ejemplo anterior decimos que te-
nemos dos cuerpos A y B y que sobre ellos actúan fuerzas externas al sistema
formado por los dos cuerpos, veamos un ejemplo: el sistema de los dos cuerpos
Tierra-Luna, con el Sol como cuerpo externo.
Figura 82
Figura 82
Las fuerzas que actúan entre los tres cuerpos son las siguientes:
• FTierra Luna : fuerza que ejerce la Tierra sobre la Luna.
• FLunaTierra: fuerza que ejerce la Luna sobre la Tierra, FLunaTierra FTierra Luna
(fuerza de reacción).
• FSol Tierra: fuerza que ejerce el Sol sobre la Tierra, FSolTierra es la fuerza de
reacción que ejerce la Tierra sobre el Sol.
• FSol Luna : fuerza que ejerce el Sol sobre la Luna, FSol Luna es la fuerza de
reacción que ejerce la Luna sobre el Sol.
La aceleración de la Tierra está provocada únicamente por las fuerzas que ac-
túan sobre ella: la del Sol y la de la Luna.
F FLunaTierra
aTierra Sol Tierra (219)
mTierra
y la aceleración de la Luna estará dada por las fuerzas que actúan sobre la Luna:
la del Sol y la de la Tierra:
FSol Luna FTierra Luna
aLuna (220)
m Luna
Las fuerzas externas al sistema Tierra-Luna, las fuerzas que ejerce el Sol y que
aparecen en las relaciones (219) y (220) no forman pares de acción-reacción
entre sí, igual que pasa en las relaciones (217) y (218) con las fuerzas FA y FB :
no tiene nada que ver la fuerza que ejerce el Sol sobre la Tierra con la fuerza
que ejerce el Sol sobre la Luna.
Hay que prestar atención, pues, a qué fuerzas actúan sobre un cuerpo concreto
y con cuáles forman un par acción-reacción. Veamos otro ejemplo.
a) ¿Qué objetos de los que hay a nuestro alrededor pueden ejercer fuerzas?
• Cuando la golpeamos.
• Cuando la pelota vuela hacia el otro jugador.
Solución
a) Todos los cuerpos pueden ejercer fuerzas: un muelle comprimido por una mano ejerce
una fuerza sobre la mano para recuperar su longitud inicial; una silla ejerce una fuerza
sobre la persona que se sienta, una mesa ejerce una fuerza sobre el libro que está apoyado
sobre ésta; etc. Y, por la tercera ley de Newton, la persona ejerce la misma fuerza (y opues-
ta) sobre la silla, o el libro la ejerce contra la mesa, etc.
b) La fuerza que impulsa la pelota es la de la raqueta, y actúa en el instante del golpe (pre-
cisamente, durante la interacción entre la raqueta y la pelota). La aceleración de la pelota
en el instante del golpe es la producida por la suma de la fuerza gravitatoria y la fuerza
que la raqueta ejerce sobre aquélla. En vuelo, únicamente actúan sobre la pelota la atrac-
ción gravitatoria y el rozamiento provocado por el aire.
Pero la atracción gravitatoria entre una raqueta y una pelota es tan extrema-
damente pequeña en comparación con la que ejerce la Tierra sobre estos ob-
jetos, que no es necesario tenerla en cuenta.
Solemos olvidar que un papel ejerce una fuerza sobre la Tierra. El hecho de que
una hoja de papel sea atraída por la Tierra no nos sorprende, pero nos resulta
extraño que este papel atraiga la Tierra con una fuerza idéntica, en módulo,
pero de sentido contrario, como nos dice la tercera ley de Newton. Una cosa
es que una fuerza resulte despreciable y otra es que no exista una fuerza. Va-
mos a ver la actividad siguiente.
Solución
La mesa sí se deforma cuando depositamos una hoja de papel, por la misma razón que se
deforma si nos subimos encima, pero el efecto es tan pequeño que es inobservable para
nosotros.
Por lo tanto, a pesar de que en algunos casos ciertas fuerzas son despreciables
o tienen efectos despreciables, debemos tener presente lo que afirma la tercera
ley de Newton o tercer principio de la dinámica, que se puede enunciar de
forma abreviada de la manera siguiente: para cualquier acción hay una re-
acción igual y opuesta.
Una idea fundamental del enunciado del tercer principio es que estamos ha-
blando de dos fuerzas diferentes y que cada una de éstas actúa sobre un cuerpo
diferente.
Peso del libro
g (221)
masa del libro
Órdenes de magnitud
El orden de magnitud es el exponente del factor 10 que relaciona los valores de las mag-
nitudes que comparamos.
Por ejemplo, si un objeto es 1.000 veces mayor que otro, decimos que es 3 órdenes de
magnitud (103 veces) mayor.
Si un objeto tiene una masa de 0,01 kg y otro de 100 kg, decimos que es cuatro órdenes
de magnitud más masivo (100 kg / 0,01 kg = 104).
Si el orden de magnitud de alguna propiedad es el mismo para dos objetos, decimos que
tenemos el mismo orden de magnitud con respecto a esta propiedad.
Solución
La fuerza
que ejerce el libro sobre la Tierra, por el tercer principio de la dinámica, es P ,
si P es el peso del libro y, por lo tanto, obtenemos la aceleración de la Tierra a partir de
la aplicación del segundo principio de la dinámica:
P
aTierra (222)
masa de la Tierra
y, como el peso de un cuerpo es el producto mg :
masa del libro g masa del libro
aTierra g (223)
masa de la Tierra masa de la Tierra
Como la masa del libro (del orden de 1 kg) es muchos órdenes de magnitud inferior a la
de la Tierra (del orden de 6 1024 kg), podemos decir de la relación (223) que:
a Tierra a libro g (224)
La masa de la Tierra es muy grande en comparación con los objetos que nos
rodean y no podemos ver las fuerzas de acción y reacción en el caso del sistema
Tierra-objeto. En el caso de otras fuerzas a distancia, como dos imanes de ta-
maño diferente, sí que podemos observar que ambos se aceleran (se atraen o
se repelen) y, por lo tanto, sí que vemos en acción las dos fuerzas que predice
la tercera ley de Newton.
Análogamente, si tenemos, por ejemplo, dos bolas que contienen imanes, las
dos se mueven por la fuerza a distancia que actúa, que es la fuerza magnética
que hace que las bolas se atraigan o se repelan.
Explicad por qué no se mueve el imán grande en la situación que acabamos de describir,
tanto si lo sujetamos con las manos como si lo dejamos reposar sobre la mesa, cerca de
los clavos.
Solución
La figura 84 muestra algunos clavos delante de un imán. El rozamiento del imán con la
mesa (o la sujeción del imán por la mano) impide el movimiento del imán, porque esta
fuerza es superior a la que ejercen los clavos sobre el imán.
También hay fricción de los clavos con la mesa, pero en este caso la fuerza del imán es la
más grande y la resultante es una aceleración de los clavos en la dirección del imán.
Vemos que el hecho de no percibir una fuerza no equivale a que no exista. Si ponemos
el imán sobre una superficie resbaladiza, podremos ver que los clavos atraen el imán.
La tercera ley de la dinámica nos dice que las fuerzas siempre actúan por pares.
Por lo tanto, es importante saber representar todas las fuerzas que actúan sobre
un cuerpo cuya dinámica nos interese, y que sean únicamente las fuerzas que
actúan sobre el cuerpo. También es importante no representar más que fuerzas
en un diagrama de fuerzas: ni velocidades, ni aceleraciones, por ejemplo. De
hecho, los diagramas de fuerzas son útiles a la hora de resolver problemas de
dinámica. Vamos a verlo.
Figura 85
Figura 85
La suma de las fuerzas hacia abajo (peso y fuerza que ejercemos) se ve compen-
sada exactamente por la reacción normal de la mesa, que se dirige hacia arriba:
P Fmano Fmesa (225)
La fuerza total que actúa sobre el libro es nula y, por eso, el libro tiene acele-
ración nula.
b) Imaginad que la mesa está inclinada (o que el libro está en un atril). Confeccionad el
diagrama de cuerpo libre para el libro cuando nos ayudamos de los dedos para mantener-
lo en el atril.
Solución
a) El diagrama de cuerpo libre para el libro es igual que el de la figura 86, pero con una
fuerza de la mesa menor, porque ahora compensa únicamente el peso del papel,
figura 87.
b) Ahora intervienen las fuerzas siguientes sobre el libro: el peso, la fuerza normal de la
mesa, la fuerza que ejercemos con los dedos y la fuerza de fricción que ejerce el atril sobre
el libro. Supongamos que con los dedos sujetamos el libro por la parte inferior. Como el
movimiento que provocaríamos con la mano para evitar la caída del libro es en el sentido
ascendente del atril, la fuerza de fricción tiene la dirección contraria. En la figura 88 se
representan las cuatro fuerzas mencionadas.
Fijaos en que si quitamos la mano, el libro tenderá a deslizarse y caer por el atril y, en-
tonces, la fuerza de fricción tendría el sentido contrario al de la figura 88: iría en sentido
ascendente del atril. Las fuerzas de fricción siempre tienen dirección contraria a la del
movimiento. Si el libro se mantiene en reposo sobre el plano inclinado sin la ayuda de la
mano es porque la fuerza de fricción compensa exactamente la resultante del peso y de
la normal.
a) Siempre que un agente externo ejerce una fuerza sobre un cuerpo, hay una
fuerza igual en módulo y de sentido contrario que el cuerpo ejerce sobre el
agente externo.
• En el caso de dos fuerzas iguales y opuestas que actúan sobre un objeto (por
ejemplo, si dos personas tiran de una tercera con la misma fuerza y en sen-
tidos opuestos), el efecto sería estrictamente nulo. Pero esto no significa
que no haya fuerzas en acción.
4.6. Recapitulación
Ya estamos equipados con las tres leyes de Newton de la dinámica, que permi-
ten abordar cualquier problema de movimientos.
• La tercera ley de Newton, o ley de acción y reacción, afirma que las fuerzas
siempre actúan por pares y que cada una de las fuerzas del par actúa sobre
un cuerpo diferente. Son las fuerzas de acción y reacción.
b) “Lo que hace que un cuerpo se mueva en línea recta y con velocidad uni-
forme es lo mismo que lo que hace que un cuerpo que está en movimiento se
detenga.”
c) “La Luna y la Tierra se atraen por la fuerza gravitatoria. Pero para mantener
la Luna girando alrededor de la Tierra no es necesario que actúe ninguna fuer-
za, según el principio de inercia.”
Si una fuerza siempre acelera un objeto, ¿por qué no se acelera un libro que
reposa sobre una mesa, si le aplicamos una fuerza pequeña en la dirección ho-
rizontal?
Explicad los efectos descritos en la actividad 4.2 a la luz del primer principio
de la dinámica. Explicad qué ocurre si:
Aplicación numérica: supongamos que la pelota tiene una masa de 100 g, está
a una altura inicial de 1 m, y el golpe le comunica una velocidad de 10 m/s.
¿A cuántos metros cae?
Describid las fuerzas de acción y reacción para una silla que está en el suelo y
explicad por qué está en equilibrio.
b) Si el cuerpo se desliza por el plano inclinado sin rozamiento, ¿con qué ace-
leración cae?
Figura 91. Un cuadro colgado y una persona que cuelga de unas anillas
Descripción de procesos
De esta manera, para subir un objeto por unas escaleras es necesario hacer un
“esfuerzo”, que denominaremos trabajo en términos físicos y que definiremos
de manera precisa en este apartado. Es necesario hacer un trabajo diferente
para subir, por ejemplo, que para subir con una caja llena de libros. Además,
si los objetos que hemos subido arriba del armario caen al suelo o encima de
una mesa de cristal, tienen un efecto diferente si se trata de un solo libro o si
se cae la caja llena de libros. En este apartado formalizaremos los conceptos
necesarios para describir estas situaciones en términos científicos.
La ciencia emplea palabras de uso cotidiano de una manera muy concreta, con
un significado preciso, que no siempre se corresponde con el significado que
le damos en el lenguaje cotidiano. Por ejemplo, introduciremos los conceptos
físicos de energía y de trabajo que hace una fuerza. También definiremos el
término momento lineal que, al no ser un término habitual, no suele dar lugar
a confusiones. En todos los casos deberemos memorizar tanto el nombre
como la definición operativa del término, su significado, las unidades en las
que se mide y las relaciones más importantes en las que interviene.
De la misma manera que la ciencia tarda años (y, a veces, siglos) en depurar
los conceptos y las leyes que formula, aprender a utilizar el lenguaje científico
es un proceso que requiere esfuerzo. La comprensión y la memorización de es-
tos conceptos abstractos y de las expresiones algebraicas que los definen o los
También veréis que las leyes físicas limitan los tipos de movimientos o de pro-
cesos que son posibles.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Los contenidos de este apartado se basan en las tres leyes de Newton que ya
conocéis (apartado 4). Emplearemos también, como en otros apartados, el ál-
gebra vectorial y el cálculo integrodiferencial.
Resulta útil, por lo tanto, definir una magnitud nueva que tenga en cuenta
tanto la masa como la velocidad del cuerpo. La denominamos momento li-
neal y se representa habitualmente con la letra p :
p mv (226)
Definid con palabras la unidad SI de la magnitud momento lineal. ¿Cuándo diremos que
una partícula tiene un momento lineal unitario?
Solución
Según la ecuación (227), el momento lineal se mide en unidades de kilogramo metro por
segundo.
Una partícula tiene un momento lineal unitario si tiene una masa de 1 kg y se mueve a
una velocidad de 1 m/s, por ejemplo, o si tiene una masa de ½ kg y se mueve a una velo-
cidad 2 m/s, etc.
El concepto de momento lineal p mv es muy potente para describir fenóme-
nos físicos, como veremos durante el curso. Se trata de un concepto abstracto
que no tiene equivalente (ni se suele emplear) en el lenguaje ordinario, fuera
de los usos científicos y, por lo tanto, resulta un término muy técnico. Pode-
mos relacionar el concepto de momento lineal con el concepto de fuerza, de
la manera siguiente.
La fuerza neta (o fuerza resultante) que actúa sobre una partícula que
tiene un momento lineal p coincide con la derivada temporal del mo-
mento lineal.
Solución
d(mv )
Fneta (229)
dt
dv
Fneta m (230)
dt
Fneta ma (231)
Por lo tanto, la expresión (228) es otra forma de expresar la segunda ley de Newton.
Imaginad que durante un breve tiempo hemos aplicado una fuerza (le hemos dado un
golpe) a un objeto que cae en caída libre y que la fuerza tiene, por ejemplo, dirección ho-
rizontal, perpendicular a la dirección inicial de caída. ¿Cómo será el movimiento de caída
del objeto después del golpe?
Solución
Aplicar brevemente una fuerza en dirección horizontal al objeto que cae verticalmente
equivale a dar al objeto que cae una velocidad “inicial” horizontal que antes no tenía, es
decir, a acelerarlo en la dirección horizontal. La trayectoria, en este caso particular, será
como la de la figura 92, es decir, parabólica a partir del impacto. Respecto al movimiento
del objeto, el problema es como el del lanzamiento horizontal de un objeto que hemos
estudiado en el problema 4.6, con la única diferencia de que el objeto ahora también tie-
ne una velocidad inicial de caída.
Figura 92
Figura 92
Ahora vamos a ver qué efecto tiene una fuerza cuando actúa a lo largo de la
trayectoria de la partícula. El concepto de trabajo que introduciremos es básico
en la mecánica y en toda la física.
dW F dr (232)
Figura 93
El trabajo que hace una fuerza que actúa entre los puntos a y b de la tra-
yectoria (definidos por los vectores de posición r1 y r2 , respectivamen-
te) se llama trabajo finito y se representa:
r2
W F dr (233)
r1
F ( Fx , Fy , Fz ) dr (dx, dy , dz ) (234)
así:
dW Fx dx Fy dy Fz dz (235)
También puede calcularse el trabajo infitesimal que hace una fuerza a partir
de la definición de producto escalar de dos vectores, como el módulo de cada
factor multiplicado por el coseno del ángulo que forman:
dW F dr cos (236)
donde es el ángulo que forman los vectores fuerza y desplazamiento en cada
Letra griega
punto (figura 93).
es la letra griega theta y se lee
“teta”.
Cuando se escribe de esta manera, como la ecuación (236), se ve más claro que
la definición de trabajo implica que no se hace trabajo, dW = 0, en uno de los
tres casos siguientes:
• cuando no se aplica ninguna fuerza, F 0 ,
• cuando el punto de aplicación de la fuerza no se mueve, dr 0 ,
• cuando estos dos vectores (fuerza y desplazamiento de su punto de aplica-
ción) son perpendiculares ( = /2; cos 0).
dW F// · dr (238)
r2
W F// dr (239)
r1
donde dr es módulo del elemento de trayectoria, el vector dr .
Figura 94
Figura 94
Por lo tanto, una fuerza sólo hace trabajo si está dirigida durante el desplaza-
miento o, al menos, si la fuerza tiene una componente no nula en la dirección
del desplazamiento (figura 94): la componente F// hace trabajo, pero no lo
hace la componente F.
El hecho de que se pueda aplicar una fuerza sin hacer ningún trabajo si no hay
movimiento en la dirección de la fuerza, es diferente del significado informal
que tiene el término trabajo en los usos cotidianos. En términos de la física,
una persona que sostiene un paquete sin moverse no hace ningún trabajo,
porque la fuerza que aplica no se desplaza, dr 0 . Si se aplica una fuerza y se
desplaza en sentido vertical sí que hace trabajo (figura 95a). También se hace
trabajo si la fuerza se desplaza en una dirección oblicua (figura 95b).
Campos de fuerzas
Hablamos de campo de fuerzas porque en cada punto del espacio donde ponemos una
partícula de masa m, ésta es sometida a la fuerza de atracción terrestre, la fuerza de su pe-
so, mg.
Vamos a ver con más detalle el concepto de campo en los módulos de electrostática y
magnetostática.
En resumen, sólo se hace trabajo si se aplica una fuerza y ésta tiene una com-
ponente en la dirección del movimiento (o, alternativamente, si se produce
un desplazamiento en la dirección de la fuerza).
Solución
La fuerza gravitatoria terrestre no hace ningún trabajo, porque la fuerza es radial (centrí-
peta) y el movimiento es circular, perpendicular a la fuerza (figura 96).
Figura 96
Figura 96
Por lo tanto, una fuerza puede acelerar una masa, pero puede no hacer ningún
trabajo, como en el caso de la órbita lunar (figura 96). En el caso de la figura
95c no hay fuerza neta ni, por lo tanto, aceleración de la masa.
Observemos también que sobre la Luna no actúa más que una fuerza, la de
atracción terrestre, y que esta fuerza centrípeta es la que la mantiene en órbita
alrededor de la Tierra (si queremos ser estrictos, de hecho, todos los cuerpos
del universo contribuyen a la fuerza que actúa sobre la Luna, pero considera-
remos sólo el sistema aislado Tierra-Luna).
Ahora que ya sabemos calcular el trabajo que puede hacer una fuerza, es útil
calcular el ritmo al que se hace este trabajo.
5.2.1. Potencia
zar el esfuerzo que se hace por unidad de tiempo. Puede hacerse un mismo tra-
bajo en un tiempo determinado o en el doble de este tiempo, por ejemplo.
James Watt
La potencia es el trabajo que se desarrolla por unidad de tiempo:
La denominación de la unidad
de medida vatio es en honor de
dW este matemático e inventor es-
P (241) cocés (Greenock, Escocia,
dt 1736 - Handsworth, Inglaterra,
1819), que experimentó con
la máquina de valor. Las mejo-
La unidad de potencia en el Sistema Internacional es el vatio, simboli- ras que introdujo fueron claves
zado por W. para el desarrollo de esta tec-
nología y de la revolución
industrial.
W
P (242)
t
Y ¿en qué unidades se mide esta nueva magnitud que hemos introducido, la
potencia? Ya hemos visto en diversas ocasiones cómo obtener las unidades a
partir de la definición de la magnitud. En la actividad siguiente lo volveremos
a hacer.
Símbolos i magnitudes
James Prescott Joule
Ya somos conscientes de que los símbolos expresan aquello que se dice en el contexto.
La denominación de la unidad
Así, podemos ver la letra P referida a magnitudes distintas: P puede ser el momento lineal
de medida julio es en honor de
de un conjunto de partículas, puede ser la magnitud peso o, como en la ecuación (241), este científico inglés (Salford,
puede referirse a una potencia. Inglaterra, 1818 – 1889), que
contribuyó al estudio de las
En cada caso debe prestarse atención al significado de los símbolos cuando interpretamos transformaciones energéticas
el significado de una fórmula o cuando la aplicamos. Si este significado no queda claro que ocurren en procesos físi-
por el contexto, se debe explicitar. cos.
Solución
podemos tomar un valor unitario para cada una de las magnitudes que intervienen. Si
denominamos julio a la unidad de trabajo, lo definiremos como el trabajo que se hace
cuando una fuerza de 1 N mueve el punto de aplicación una distancia de 1 m en la mis-
ma dirección que el desplazamiento de la partícula:
Simbólicamente:
1 J 1 N 1 m 1 N m (245)
Análogamente, si escribimos la unidad para cada una de las magnitudes que aparecen en
la definición (241) de potencia, obtenemos:
1J J (246)
1W 1
1s s
1.000 J
1 kW 1.000 W (247)
1s
1J J (248)
1 kW 1.000
1 ms s
Subimos una masa de 3,0 kg a una altura de 3,0 m en 1,5 s. ¿Qué potencia hemos desa-
rrollado? Comparadla con la potencia que proporciona una bombilla eléctrica doméstica
típica.
Solución
Para levantar
un objeto sin acelerarlo debemos ejercer una fuerza igual y contraria a su
peso, F P :
F// mg (249)
W = mgh (252)
un valor muy parecido a la potencia de una bombilla eléctrica típica tradicional (60 W).
La potencia mide el ritmo al que se hace trabajo. Un mismo trabajo puede de-
sarrollarse en el tiempo de muchas maneras, y la potencia mide su evolución
temporal. Si un sistema desarrolla una potencia P(t), el trabajo que hace el sis-
tema entre los instantes t1 y t2 es:
t2
W P (t ) dt (255)
t1
• Hemos introducido el concepto físico de trabajo que hace una fuerza como
la integral de la componente tangencial de la fuerza sobre la trayectoria de
la partícula.
Cuando un objeto se mueve puede producir efectos sobre otros objetos. Por
ejemplo, podemos utilizar el balanceo de una bola de acero para demoler un
edificio. Para ayudar a describir procesos en los que intervienen cuerpos en
movimiento conviene introducir el concepto de energía cinética, asociado al
hecho que un cuerpo se mueve.
1 2
Ec mv (256)
2
Decimos, por lo tanto, que un objeto que se mueve, no sólo tiene una posición
en el espacio, una masa, una velocidad y un momento lineal; sino que tam-
bién tiene una energía, en forma de energía cinética. Simbólicamente, espacio,
masa, velocidad, momento lineal y energía cinética se escriben, respectiva-
mente: r , m, v , p , Ec .
v v v2 v v v v v2 (257)
Por lo tanto, la expresión (256) puede escribirse también en términos del cua-
drado del módulo del vector velocidad:
1
Ec mv 2 (258)
2
Y ahora, como siempre que introducimos una nueva magnitud, nos pregun-
tamos en qué unidades del Sistema Internacional se va a medir. También es-
cribiremos la energía cinética de otra forma.
Solución
a) La unidad en la que se mide la magnitud energía cinética puede obtenerse, como siem-
pre hacemos, dando el valor unitario a las magnitudes que intervienen en su definición,
o en cualquier otra ecuación en la que aparezca. Así, de la ecuación (256):
1 m2
[ Energía cinética ] [ ] [ m ][ v ] kg 2 (259)
2 s
Podemos ver que esta unidad coincide con la unidad de trabajo, el julio. En efecto, en la
actividad 5.6 hemos calculado el trabajo que hace una fuerza igual y contraria al peso del
objeto al desplazarse una distancia h en la dirección de la fuerza, ecuación (252):
m
[W ] [ mgh ] kg m (261)
s2
que coinciden con las de la energía cinética (ecuación 259). Entonces, la energía cinética
puede medirse también en julios, o N · m.
Por lo tanto, de acuerdo con la ecuación (256), la energía cinética que tiene una masa de
un kilogramo que se desplaza a una velocidad de un metro por segundo es Ec = 0,5 J, me-
dio julio.
Un julio es la energía cinética que tiene, por ejemplo, una masa de 2 kg que se mueve a
1 m/s.
b) Si recordamos que p mv , ecuación (226), podemos hacer aparecer el producto mv
en el numerador de la energía cinética si multiplicamos y dividimos la expresión (256)
por la masa de la partícula:
2
1 1 mv (262)
Ec mv 2
2 2 m
y si sustituimos el producto mv por el momento lineal obtenemos:
p2 p2
Ec (263)
2m 2m
p2 p2 (264)
Antes de ver la relación que existe entre energía cinética y trabajo, introduci-
remos el concepto de energía potencial, que mide la energía que tiene un cuer-
po en función de la posición que ocupa en un campo de fuerzas.
Para levantar un cuerpo a cierta altura, la fuerza que se debe ejercer en cada
momento es igual y opuesta al peso del cuerpo (figura 97).
La energía potencial que gana el objeto es, por definición, igual al tra-
bajo que hemos hecho.
E p F h (265)
E p mg h (266)
La energía potencial tiene la misma unidad que el trabajo y que la energía ci-
nética, el julio (J), porque la hemos definido en términos de trabajo.
En el caso más general de que sobre una partícula actúe una fuerza que puede
tener un valor diferente en cada punto del espacio, decimos que la partícula
está inmersa en un campo de fuerzas. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando
una nave espacial viaja de la Tierra a la Luna; sobre la nave actúa una fuerza
diferente en cada punto del trayecto, la resultante de las fuerzas gravitatorias
terrestre y lunar, que atraen la nave en dirección a la Tierra y a la Luna, respec-
tivamente.
Algunos campos de fuerzas tienen la propiedad de que el trabajo que hacen las
fuerzas del campo entre dos puntos cualesquiera no depende del camino por
el que se desplace la partícula. En este caso, se habla de campos conservativos.
El campo gravitatorio es un ejemplo de campo de fuerzas conservativas. En el
subapartado 5.3.7 profundizaremos más en esta cuestión.
Por lo tanto, el trabajo que hace una fuerza conservativa sobre una partícula
en un recorrido cualquiera entre a y b es igual a la disminución de la energía
potencial del sistema, Wfuerzas conservativas Ep ab.
Figura 98
Figura 98
Una fuerza F hace trabajo
para trasladar una partícula del
punto a al b en contra de las
fuerzas del campo. dr es un
elemento de trayectoria. La
energía potencial de la partícu-
la ha aumentado en Ep ab.
Explícitamente, si Fcampo es la fuerza que ejerce el campo de fuerzas conserva-
tivo sobre una partícula situada en un punto, entonces la fuerza que ejercere-
mos en contra del campo para mover la partícula será F Fcampo , y escribimos
la definición (269) de diferencia de energía potencial de la manera siguiente:
r2
E p ab F dr (270)
r1
si r1 es el vector de posición de la partícula en el punto a y r2 en el punto b.
r2
E p ab Fcampo dr (271)
r1
Está claro que levantar un objeto a una altura determinada implica aplicar una
fuerza para levantarlo y, por lo tanto, hacer un trabajo. Si la fuerza aplicada
compensa exactamente el peso, entonces la fuerza total que actúa sobre la par-
tícula es nula. Pero durante el desplazamiento entre a y b podemos ejercer una
fuerza mayor que el peso, con lo que la fuerza neta que actúa sobre la partícula
no será nula, y ésta se acelerará, de acuerdo con la segunda ley de Newton. Esto
significa que llegará a la altura h con una determinada velocidad, es decir, con
una determinada energía cinética. En la altura h, pues, tendrá tanto energía ci-
nética como potencial, como consecuencia del trabajo que hacen las fuerzas.
actuará ninguna fuerza neta y el trabajo que haremos será el menor posible,
porque todo el trabajo que hacemos se convertirá en energía potencial y nin-
guna fracción del mismo se convertirá en energía cinética de la partícula.
Además, este camino puede ser arbitrario, es decir, al hacer la integral que da
el trabajo no podemos obtener resultados diferentes según el camino que es-
cojamos. Cuando ocurre esto, decimos que el campo de fuerzas en el que se
encuentra la partícula es conservativo y el concepto de energía potencial es
útil.
Volveremos sobre esta idea más adelante. Antes, haremos una consideración
sobre el camino de integración que hemos utilizado para llegar al resultado de
la ecuación (266) y, a continuación, hablaremos de algunas propiedades gene-
rales del concepto de energía potencial.
Figura 99
Figura 99
Repetid el cálculo de la expresión (266) para una trayectoria oblicua como la de la figura
99b.
Solución
En el caso de la trayectoria de la figura 99b, el camino que recorremos es más largo que
para el caso de ascenso vertical:
h
camino (272)
cos
La fuerza que debemos aplicar es la que contrarresta el peso del objeto, F mg . Para
calcular el trabajo que hacemos al levantar el objeto, de acuerdo con la ecuación (270),
debemos saber qué vale la proyección de esta fuerza sobre el camino que seguimos
(figura 100).
Figura 100. Proyección de la fuerza que hacemos
sobre el objeto en la trayectoria oblicua de la
figura 99b
F// F cos mg cos (273)
Por lo tanto, el trabajo que hacemos si seguimos el camino oblicuo es, ecuación (269):
2 2
Ep12 F·dr F// ·dr (274)
1 1
2 2
Ep12 mg cos dr mg cos dr (275)
1 1
Hemos sacado los factores constantes de la integral, y la integral es el camino oblicuo que
seguimos, ecuación (272):
h
Ep12 mg cos (276)
cos
Hemos obtenido el mismo resultado (266) que si vamos por el camino más corto:
En el ejemplo anterior hemos visto que puede hacerse el mismo trabajo si apli-
camos una fuerza mayor, mg, para un camino corto, h, o una fuerza menor,
mg cos, para un camino más largo, h/cos. Es lo mismo que conseguimos si
subimos un objeto por un plano inclinado: hacemos menos fuerza para em-
pujarlo, pero el camino es más largo. En definitiva, hacemos el mismo trabajo
en ambos casos (si suponemos que no existe rozamiento en el movimiento por
el plano inclinado), y la energía potencial del objeto en el punto superior del
plano inclinado es la misma.
camino de la figura 99c hay partes del camino que son de subida, y nosotros
hacemos el trabajo, mientras que otras partes del camino son de bajada, y es
el campo gravitatorio el que hace el trabajo; estas contribuciones tienen signo
contrario.
En resumen, un camino cualquiera que vaya del plano 1 al plano 2 que está a
una distancia h del primero, siempre dará como resultado que la diferencia
de energía potencial de una masa m entre los dos planos situados a una altura
relativa h es mgh.
Son campos conservativos aquellos en los que el trabajo que se hace para llevar
una partícula entre dos puntos en contra de las fuerzas del campo sólo depende
de estos puntos y no del camino que se recorre entre ambos.
Pero la definición de energía potencial no nos dice cómo fijar un origen para
el valor de esta energía. En cada problema podemos escoger el origen de ener-
gías potenciales que más nos convenga. En la actividad siguiente vamos a ver
qué efecto tiene la elección del origen de la energía potencial.
Ec 0 (279)
Solución
El origen de una magnitud es el valor cero de esta magnitud. Por ejemplo, una carretera
empieza por el kilómetro cero; una cuenta bancaria está a cero si no tenemos ni debemos
dinero; un eje de coordenadas tiene un punto cero y valores positivos y negativos a am-
bos lados del cero.
Pero un objeto puede estar en una posición inferior a la altura h = 0 que hemos tomado
como origen y, por lo tanto, h < 0 y la energía potencial será negativa. Es el caso, por
ejemplo, de que escojamos el suelo de la habitación como origen de energías potenciales.
Si el objeto se coloca encima de un armario de altura H, su energía potencial es mgH. Pero
si el objeto se cae por el balcón, cuando esté a una altura de –h1 metros debajo del balcón,
tendrá una energía potencial negativa, –mgh1.
Como conclusión:
• Si el objeto está en el suelo, tiene energía potencial nula si hemos tomado el suelo co-
mo origen de energías potenciales.
• Si el objeto está encima del armario, tiene energía potencial positiva (y vale mgH); co-
incide con el trabajo que hemos hecho para colocarlo.
• Si el objeto está a una altura h1 por debajo del suelo, tiene energía potencial ne-
gativa (y vale mgh1). Es el trabajo que ha hecho el campo de fuerzas conservativo (no
nosotros) para llevarlo.
Por otro lado, a veces resulta útil disponer de una magnitud en la que el efecto
de un campo de fuerzas pueda calcularse sin referencia a la partícula que sufre
el efecto del campo. Esta magnitud se definirá en el apartado siguiente.
Con este objetivo puede definirse la energía potencial por unidad de magnitud
activa. Esta nueva magnitud se denomina potencial. A partir de la definición
general de la energía potencial, la diferencia de potencial gravitatorio entre
dos puntos se define de la manera siguiente:
E p 12
Vp 12 (280)
m
Es decir (si recordamos cómo se leen los cocientes, subapartado 1.6.2), pode-
mos exponer lo siguiente del potencial gravitatorio.
Solución
a)
1) Sólo tiene sentido definir el potencial para campos conservativos, igual que la energía
potencial.
c) El potencial gravitatorio con respecto al suelo en un punto del espacio que está a
una altura h es:
V gh (281)
Figura 101
Figura 101
Insistimos en el hecho de que las fuerzas deben ser conservativas para que el
concepto de energía potencial pueda definirse. Vamos a ver un ejemplo.
Supongamos que trasladamos de esta manera el libro desde un punto A a un punto B de-
terminados por dos caminos diferentes sobre la mesa. ¿Podremos hablar de diferencia de
energía potencial EpAB?
Solución
No puede definirse una energía potencial para un proceso en el que intervienen fuerzas
de fricción, porque las fuerzas de fricción no son conservativas.
En efecto, si calculamos el trabajo que hacemos en contra de las fuerzas de fricción por
dos caminos diferentes que van del punto A al B, y un camino tiene más longitud que el
otro, el trabajo que haremos será diferente: cuanto más camino se recorra, más trabajo
hay que hacer, porque la fricción siempre está presente y actúa en sentido contrario al
movimiento. Por esto, la fuerza que debemos ejercer para superarla es una fuerza paralela
al desplazamiento, y el trabajo resultante es siempre positivo.
A continuación, vamos a ver que la energía cinética está asociada con el traba-
jo total, y no solamente con el que hacen las fuerzas conservativas.
Cuando una fuerza acelera una partícula, le cambia su velocidad. Podemos cal-
cular el trabajo que hace la fuerza neta (o resultante) que actúa sobre una par-
tícula y deducir una relación entre este trabajo y la variación de energía
cinética que tendrá la partícula.
Aunque la deducción que veremos aquí puede hacerse, análogamente, en el Figura 102. Fuerza variable
que actúa sobre una partícula que
caso general con magnitudes vectoriales en tres dimensiones, lo haremos en se mueve a lo largo de un eje
el caso más sencillo: un objeto que se mueve en una dimensión, por ejemplo
a lo largo del eje X. Sobre el objeto actúa una fuerza F que puede ser variable,
F(x) (figura 102). Calculamos el trabajo que hace esta fuerza si la aplicamos al
objeto de manera continua entre dos puntos cualesquiera, a y b:
b
W F( x)dx (282)
a
Sabemos que si actúa una fuerza neta sobre una partícula, ésta se acelera. Por
la segunda ley de Newton aplicada al caso de movimiento unidimensional, si
la partícula tiene una masa m, la aceleración que adquiere en cada punto es:
F ( x) (283)
a( x)
m
Por lo tanto, podemos escribir el trabajo que hace la fuerza aplicada a la partí-
cula de la manera siguiente:
b b
W F( x)dx ma( x)dx (284)
a a
b dv
W m dx (285)
a dt
En un movimiento unidimensional la velocidad v dr / dt sólo tiene una
componente no nula, la componente en la dirección x, y v = dx/dt. Ahora ha-
cemos el pequeño truco de desplazar en la ecuación (285) la diferencial de
tiempo al segundo factor (recordad que, a efectos prácticos, una derivada tam-
bién puede considerarse un cociente de diferenciales; por lo tanto, podemos
manipular las magnitudes del cociente como si fuesen funciones). De esta ma-
nera obtenemos:
b dv b dx
W m dx m dv (286)
a dt a dt
dx
v (287)
dt
Resulta:
b
W m dv v (288)
a
W 1m
2 vb2 va2 (290)
Recordad
b
b x2
1 mv 2
a x dx
2
Si tenemos en cuenta que el término es la energía cinética de la partí- a
2
b2 a2
cula que tiene una masa m y que se mueve a la velocidad v, ecuación (256),
2 2
hemos llegado a:
W 1 mv 2 21 mva2
2 b (291)
Ec 1 mv 2 21 mva2
2 b (292)
Ec ,b Ec ,a W (295)
Ec ,b Ec ,a (296)
Figura 103
Figura 103
b
Fneta dr Ec (297)
a
En general, cuando una fuerza actúa sobre una partícula, ésta se acelera y la
fuerza puede hacer un trabajo: es lo que ocurre, por ejemplo, cuando tiramos
de una persona que lleva patines. También podemos decir que un cuerpo se
acelera, de manera que aumenta su velocidad, gana energía cinética. Existe
una relación entre la aceleración (producida por una fuerza) y el aumento de
energía cinética de un cuerpo.
La cantidad de energía cinética que gana una partícula es igual al trabajo que
hace la fuerza neta que actúa sobre la partícula.
Por otra parte, cuando las fuerzas son conservativas, el trabajo que hacen las
fuerzas del campo se traduce en una reducción de la energía potencial de la
partícula, ecuación (267).
Por lo tanto:
Estos resultados generales pueden ayudarnos a entender qué ocurre cuando le-
vantamos un objeto de masa m a una altura h y después lo dejamos caer libre-
mente. Vamos a analizarlo.
• el trabajo que hace la fuerza neta es nulo, y la energía cinética del objeto
no varía cuando lo levantamos;
• visto de otra manera: el trabajo de las fuerzas del campo gravitatorio es ne-
gativo, mgh, y, por lo tanto, la energía potencial de la partícula, que es
0 (mgh) = +mgh, aumenta; obtenemos el mismo resultado que si consi-
deramos la fuerza aplicada.
vantamos el objeto sin acelerarlo. Si la fuerza aplicada fuera mayor que el peso,
F P 0 , entonces el objeto llegaría a la altura h con una determinada energía
cinética, igual al trabajo de la fuerza neta.
En el proceso de caída libre del objeto desde la altura h sólo actúa la fuerza del
campo conservativo y el trabajo que hace se convierte en energía cinética del
objeto. Al mismo tiempo, este trabajo (positivo, porque la dirección de la fuer-
za y el desplazamiento coinciden en el sentido vertical y hacia abajo) reduce
la energía potencial de la partícula. En el subapartado 5.5.2 volveremos sobre
esta cuestión.
• El trabajo que hace la fuerza neta que actúa sobre una partícula se invierte
íntegramente en aumentar la energía cinética de la partícula.
• Hemos recordado, del subapartado anterior, que cuando las fuerzas son
conservativas, el trabajo que hacen las fuerzas del campo se convierte en
una reducción de la energía potencial de la partícula.
Acabamos de ver la relación entre el trabajo de las fuerzas que actúan sobre
una partícula y los cambios en su energía cinética y potencial. Las fuerzas son
tanto la fuerza aplicada como la debida al campo de fuerzas en el que se en-
cuentre la partícula.
Supongamos que dos masas puntuales se mueven con una velocidad determi-
nada, de manera que el momento lineal de cada partícula es, respectivamente,
m1v1 y m2 v2 . Empezamos con la explicitación de la tercera ley, la ley de ac-
ción y reacción: la fuerza que ejerce una partícula sobre otra es igual a la fuerza
que ejerce la segunda partícula sobre la primera:
F1 F2 (298)
Si suponemos que el sistema formado por las dos partículas es aislado (es decir,
que no actúa ninguna fuerza externa sobre ninguna de las dos partículas), la
fuerza total que actúa sobre el sistema de las dos partículas en conjunto es nula:
F1 F2 0 (299)
La segunda ley de Newton F ma nos permite escribir para cada partícula, la
relación entre la fuerza y el cambio de velocidad que se produce por unidad de
tiempo:
dv1
F1 m1a1 m1 (300)
dt
dv
F2 m2a2 m2 2 (301)
dt
d
F2 p2 (303)
dt
d
dt
p1 p2 0 (304)
Una magnitud que no varía con el tiempo tiene derivada temporal nula; por
lo tanto, la ecuación (304) indica que:
p1 p2 constante (305)
p1 p2 p3 ... constante (306) Universalidad de la ley
de conservación del
momento lineal
A esta constante se la llama constante del movimiento.
La ley que expresa la ecuación
(306) es una ley muy funda-
mental de la naturaleza, y sir-
ve, por ejemplo, para detectar
partículas subatómicas.
Una constante del movimiento es el valor de una magnitud (momento
lineal, energía total, etc.) que se conserva durante la evolución de un
sistema.
ptotal antes ptotal después (307)
de la manera siguiente:
m1v1 m2 v2 m1v1 ' m2 v2 ' (308)
Esto significa que en una colisión de las dos bolas, la velocidad de cada una
puede variar (en módulo, dirección y sentido), pero siempre que se mantenga
la igualdad anterior.
La relación (308) también será válida si dos bolas chocan en el aire. En este ca-
so, sobre el sistema sí que actúa en todo momento una fuerza externa, la fuer-
za gravitatoria, que acelera las bolas en la dirección vertical y hacia abajo. Sin
embargo, si aplicamos la ley de conservación (308) a dos instantes infinitesi-
malmente cercanos a la colisión de las bolas justo antes y justo después del
choque, durante este incremento de tiempo que tiende a cero la aceleración
que produce la fuerza de la gravedad es nula y podemos ignorarla. La relación
(308) nos sirve para determinar la relación entre las velocidades de las bolas
antes y después de la colisión. En cualquier otro momento, la aceleración de
la gravedad determina la trayectoria y la velocidad instantánea de cada bola.
Solución
La ley de conservación del momento lineal no impide que pueda pasar lo que propone
el enunciado de la actividad: si igualamos el momento lineal total (de las dos bolas) antes
del choque, en el que sólo se mueve la bola 1, con el momento lineal total después del
choque, en el que suponemos que sólo se mueve la bola 2, obtenemos:
m1v1 m2 v2 ' (309)
Esta expresión nos permite obtener la velocidad de la bola 2 a partir de las masas de las
bolas y de la velocidad que lleva la bola 1 antes del choque.
Figura 104
Figura 104
Figura 105
Figura 105
Y si choca una bola pequeña contra una grande, la pequeña rebotará y la gran-
de se moverá en el sentido que llevaba la pequeña (figura 106).
Figura 106
Figura 106
Y, por otro lado, en el subapartado 5.4 hemos demostrado que el trabajo de Un campo estacionario de
fuerzas es un campo en el que
todas las fuerzas que actúan sobre un sistema (sean conservativas o no) y la las fuerzas que actúan no de-
variación de energía cinética que producen están relacionados según la ecua- penden del tiempo. Pero un
campo estacionario puede ser
ción (294). Si igualamos el trabajo hecho en los dos casos anteriores, podemos un campo de fuerzas no unifor-
me, es decir, las fuerzas pue-
obtener una relación entre los dos conceptos energéticos, cinético y potencial. den tener valores diferentes en
puntos diferentes.
Vamos a verlo.
En un campo de fuerzas estacionario, el trabajo que hacen las fuerzas del cam-
po para trasladar una partícula de un punto a otro no depende del camino que
se recorra. Este hecho nos proporciona una relación muy importante: la ley (o
principio) de la conservación de la energía. Con el objetivo de obtener la ex-
presión de esta ley recordemos que el trabajo que hace una fuerza, como las
fuerzas del campo conservativo, es igual al incremento de la energía cinética
de la partícula, ecuación (294):
W Ec (310)
Ec E p 0 (312)
Ahora escribimos los incrementos anteriores como la diferencia entre los va-
lores en el punto 2 y los valores en el punto 1:
Ec 2 Ec1 E p2 E p1 0 (313)
Ec 2 E p2 Ec1 E p1 (314)
EM Ec E p (315)
es decir:
1
EM mv 2 E p (316)
2
entonces podemos escribir una ecuación como la (316) para cada instante del
movimiento del sistema. Por ejemplo, en un instante determinado, que deno-
minaremos punto 1, la energía mecánica vale:
1
EM 1 mv12 E p1 (317)
2
EM 1 EM 2 (318)
Como los puntos 1 y 2 (igual que los caminos que van de un punto al otro)
son arbitrarios, es decir, son dos puntos cualesquiera del campo de fuerzas
conservativo en el que se encuentra la partícula, podemos enunciar finalmen-
te la ley de conservación de la energía.
El término constante significa que para cualquier proceso que suceda en el sis-
tema, sobre el que actúan fuerzas conservativas, la suma Ec + Ep dará en todo
momento el mismo resultado. Dicho con otras palabras, la suma de las energía
de la partícula (cinética, que sólo depende de la velocidad, y potencial, que
sólo depende de las coordenadas) no varía con el desplazamiento de la partí-
cula. Esta suma la hemos denominado energía total o, simplemente, energía de
la partícula.
una pelota grande que lanzamos: la energía total de la pelota, cinética más po-
tencial, es constante si despreciamos los efectos del rozamiento, que es una
fuerza no conservativa. Las fuerzas de rozamiento o de fricción no son fuerzas
conservativas porque el trabajo que se hace contra la fuerza de rozamiento no
es el mismo si vamos de un punto a otro por un camino o por otro. Cuanto
más larga sea la trayectoria que va de un punto a otro, más trabajo se hace con-
tra las fuerzas de fricción.
Ec E p 0 (321)
es decir, que si sólo hacen trabajo las fuerzas conservativas, no existe ningún
cambio en la energía mecánica total del sistema:
( Ec E p ) 0 (322)
WT F dr Wfuerzas conservativas Wfuerzas no conservativas E p Wfuerzas no conservativas (323)
W Ec (324)
En esta expresión, si observáis (315) ya veis que Ec Ep EM. Por lo tanto,
hemos encontrado el resultado siguiente.
Retomemos la actividad 5.12: una bola de billar de masa m1 que se mueve a velocidad
v1 choca contra otra bola de billar de masa diferente m2 que está en reposo. ¿Puede
detenerse la primera bola en el choque? (Suponed que la colisión de bolas de billar es
elástica.)
Solución
Supongamos que es posible el proceso que expone el enunciado: una bola de velocidad
v1 (bola 1) choca contra otra bola (bola 2) que está en reposo y la bola 1 se detiene.
El momento lineal inicial del sistema es simplemente m1v1 . Si, al chocar, suponemos que
la primera bola se detiene y la segunda se mueve con una velocidad v2 , entonces el mo-
mento lineal total del sistema después del choque es m2 v2 . La aplicación de la ley de con-
servación del momento lineal nos da una relación entre las velocidades de las dos bolas
(actividad 5.12, ecuación (309)):
(327)
m1v1 m2 v2
La energía potencial de las bolas es gravitatoria, Ep = mgh, y como podemos tomar el ori-
gen de energías potenciales a la altura de la superficie de la mesa, Ep = 0 en todo momen-
to; por lo tanto, sólo tenemos energía cinética y la aplicación de la ley de conservación
de la energía (ecuación 314) se simplifica bastante porque inicialmente sólo tenemos la
partícula 1 en movimiento, y después del choque sólo la 2:
1
mv2
2 1 1
21 m2 v22 (328)
1
m2 v 2
2 2 2
1
m v 2
2 2 2
(329)
m2
1
m2 v 2
2 1 1
1
m v 2
2 2 2
(330)
m2
1
m2 v 2
2 1 1
1
mv2
2 1 1
(331)
m2
m2 m1 m12 (332)
Los teoremas que hemos obtenido se denominan ley de conservación del mo-
mento lineal (subapartado 5.5.1) y ley de conservación de la energía (este subapar-
tado). Se trata de dos leyes fundamentales de la mecánica. Su carácer general
nos permite aplicarlos a todos los fenómenos, para cualquier tipo de fuerzas
conservativas que actúen dentro del sistema aislado. Vamos a ver otro ejemplo
de aplicación de estas leyes.
Aplicad la ley de conservación de la energía a un cuerpo que cae verticalmente desde una
altura h. ¿Qué deducís de ello?
Solución
Cuando un cuerpo cae, se acelera por la atracción de la Tierra (figura 107). A medida que
cae cada vez más rápido, su energía cinética aumenta y su energía potencial decrece de
manera que la ganancia de energía cinética Ec es igual a la pérdida de energía potencial Ep.
Si el cuerpo cae desde el reposo (es decir, sin que tenga una velocidad inicial), la energía
total a una altura h, E(h) = Ec + Ep, es sólo potencial, Ep = mgh:
A medida que cae el objeto, parte de la energía potencial se convierte en energía cinética.
La energía total que tiene la partícula en una posición x de la trayectoria es la suma de
las energías cinética y potencial en este punto:
E( x) Ec ( x) E p ( x) (334)
es decir:
En particular, cuando el cuerpo llega al suelo con una velocidad final vf, la energía total
es sólo cinética porque hemos tomado el origen de energías potenciales en la posición
del suelo; por lo tanto:
1
mgh mv f2 (337)
2
v f 2 gh (338)
Ya dedujimos esta ecuación por otro método en el apartado 2, ecuación (150). Resulta
muy instructivo que comparéis como se dedujo el resultado (338) en aquel caso y ahora.
Vemos que las leyes de conservación pueden utilizarse como alternativa a las
ecuaciones del movimiento para calcular la velocidad de un cuerpo que cae.
También pueden emplearse para resolver muchos otros tipos de problemas de
dinámica.
Un objeto que se mueve no sólo tiene una posición en el espacio, una masa,
una velocidad y un momento lineal, sino que también tiene una energía, en
forma de energía cinética, energía potencial y una energía mecánica total.
Simbólicamente, la posición, la masa, la velocidad, el momento lineal, la ener-
gía cinética, la energía potencial y la energía mecánica se escriben, respectiva-
mente: r , m, v , p, Ec , E p , EM .
Estos son dos de los resultados más importantes de la mecánica, que se utilizan
en muchas otras ramas de la física.
• El trabajo de todas las fuerzas que actúan sobre una partícula modifica su
energía cinética.
Tabla 4. Relaciones generales entre el trabajo de las fuerzas y la energía de las partículas
EM = Ec Ep (Definición)
EM = constante Conservativas
5.6. Recapitulación
b) Una fuerza hace trabajo sólo si tiene al menos una componente de la fuerza
en la dirección del desplazamiento de la partícula. El concepto físico de traba-
jo que hace una fuerza puede expresarse de manera muy sintética gracias al ál-
gebra vectorial.
• Por otra parte, en cualquier proceso físico que ocurra en un sistema aislado
la energía total del sistema se conserva. Esta ley de conservación tiene una
validez más general que la de la conservación de energía mecánica que he-
mos visto en este apartado.
la pelota una velocidad mayor cuando regresa a nuestras manos que cuando
la lanzamos?
Nos dicen que cuando una pelota cae verticalmente y rebota, pierde un tanto
por ciento r de su energía en el impacto. Se trata de un ejemplo de proceso
inelástico, en el que la energía cinética de la pelota no se conserva.
Hemos visto en la actividad 5.8 que si subimos un objeto por un plano incli-
nado hacemos menos fuerza para empujarlo, pero el camino es más largo.
Aplicad el principio de conservación de la energía para calcular el trabajo que
hacemos cuando arrastramos el objeto por el plano inclinado, en compara-
ción con el trabajo que se hace al subir el objeto verticalmente (suponed que
el plano no tiene rozamiento).
Introducción. Vibraciones
Como vimos en el subapartado 1.4, los movimientos básicos que puede tener
una partícula o un conjunto de partículas son de tipo translacional, rotacional
y vibracional. Hasta ahora hemos tratado los movimientos en general y, prin-
cipalmente, el movimiento translacional. En este apartado nos centraremos
en el movimiento vibracional por la importancia que tiene en muchos fenó-
menos físicos y porque es un buen ejemplo de aplicación de todo lo que he-
mos aprendido en estos apartados de mecánica.
Por todos lados vemos cuerpos que oscilan movidos por el viento, como un
columpio, una lámpara que cuelga del techo, una palmera, un edificio alto o
un puente. Hace años era habitual tener en casa un reloj de pared en el que la
oscilación de un péndulo marcaba el paso del tiempo. En los aparatos de radio
y de televisión se generan oscilaciones de corrientes eléctricas.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
a. Oscilaciones de un péndulo.
b. Oscilaciones de una masa
unida a un muelle.
Recordad
oscilación completa
f (341)
tiempo
1 Hz 1 s1 (342)
Solución
a) De la ecuación (339):
1 1
f 50 s1 50 Hz (343)
T 0,02 s
b) Si recordamos que el prefijo giga indica mil millones, un gigahercio serán mil millones
de hercios o 109 Hz. Así, de la ecuació (339):
1 1 1
T 10 9 s 1 ns (344)
f 1 GHz 10 9 Hz
Una función como la de la figura 109, por ejemplo, a pesar de ser periódica,
no nos serviría para describir las oscilaciones del péndulo o del muelle de la
figura 108, porque no presenta simetría para las oscilaciones a un lado y al otro
de la posición de equilibrio y no toma valores negativos.
Las funciones periódicas más sencillas son las trigonométricas básicas, las fun-
ciones seno y coseno. Estas funciones toman valores positivos y negativos en
un ciclo y se repiten periódicamente. Las funciones seno y coseno son funcio-
nes armónicas.
Un péndulo y una masa unida a un muelle como los de la figura 108 pueden
oscilar de manera que el movimiento venga descrito por la relación (346). En
el caso del péndulo, la variable x(t) está relacionada con el ángulo que el pén-
dulo forma con la vertical (figura 111a); en el caso del muelle, la variable x(t)
es el desplazamiento con respecto a la posición de equilibrio de la masa que
vibra con el muelle, figura 111b.
Figura 111
Figura 111
Por otra parte, como el periodo de la función coseno es igual a 2, el periodo
del movimiento de un oscilador se relaciona con mediante el cociente si-
guiente:
2
T (348)
o también:
2
(349)
T
Solución
y como la función coseno tiene periodo 2, la diferencia entre los argumentos de las dos
funciones coseno anteriores debe ser 2 (o un múltiplo de 2):
T 2 (352)
o bien:
2
T (353)
Si comparamos las relaciones (349) y (339) vemos que la relación entre la fre-
cuencia angular y la frecuencia de oscilación, f, es:
= 2f (354)
Por lo tanto, podemos hablar de fase inicial o fase en el instante que tomamos
como inicio del tiempo; es la fase inicial.
Solución
Por lo tanto, la velocidad también oscila con la misma frecuencia que la posi-
ción.
Como hemos dicho, la velocidad también varía según una ley armónica, la
ecuación (356), pero con la función seno en lugar de la función coseno que
describe el desplazamiento del oscilador. Una función coseno oscila con una
fase que se diferencia en 90° de una función seno. Esto significa que ambas
funciones toman los mismos valores, pero cuando sumamos 90° 2 al argu-
mento de una de ellas.
Veámoslo
Una relación
Podemos emplear la propiedad de las funciones trigonómetricas comentada al margen trigonométrica útil
para escribir la función velocidad (356) de la manera siguiente:
El coseno de la suma de dos
ángulos puede expresarse co-
mo:
v A cos t (358)
2
cos a b cos a cos b sena senb
En efecto, si desarrollamos el coseno de la expresión (358) para los dos ángulos a = t +
y b = 2 , obtenemos:
v A cos t cos A sen t sen (359)
2 2
Otra manera de ver que las funciones seno y coseno están desfasadas en una cantidad
es geométricamente, a partir de la representación gráfica de las funciones trigonomé-
2
tricas, como podéis ver en la figura 112. Observad que la altura de los triángulos corres-
ponde al seno y la base al coseno.
Figura 112
Figura 112
Gráficamente, una función pasa por los valores máximos “antes” que la otra
(figura 113). ¿Qué significa esto? Observad que en los extremos de la oscila-
ción, cuando x A, la posición es la máxima posible y la velocidad es nula (el
oscilador se detiene instantáneamente). Esto se corresponde con que si t
0, la ecuación (346) da x = A y la ecuación (360) da v = 0.
En resumen, una función seno y una función coseno de un mismo ángulo to-
man los mismos valores pero con un “retraso” o desfase de /2.
Figura 113
Figura 113
Podemos determinar qué fuerza debe actuar sobre la partícula para que ésta
efectúe un movimiento oscilatorio armónico. La aceleración de la partícula es
la derivada de la velocidad, ecuación (356), con respecto al tiempo:
dv
a A2 cos t (361)
dt
La aceleración varía con el tiempo con la misma ley temporal que la coorde-
Derivada del seno
nada de la partícula, x cos(t , ecuación (346), pero con una diferencia
de fase de 180° (o radianes), porque la aceleración puede expresarse de la ma- dsenx
cos x
dx
nera siguiente: Y si c es una constante,
2
a A cos(t ) (362) dsen(cx )
c · cos(cx )
dx
Demostración
es decir:
También se llega al mismo resultado a partir de la figura 112 y las relaciones trigonomé-
tricas para los ángulos 1 = + /2, y 2 = + .
a 2 x (365)
F m2 x (367)
La fuerza que actúa sobre una partícula que describe oscilaciones armó-
nicas es en cada momento proporcional al desplazamiento de la partí-
cula, F x, y de signo contrario al desplazamiento:
F = kx (368)
El signo menos que aparece en la expresión (368) indica que la fuerza está di-
rigida en sentido opuesto al desplazamiento. Esto significa que si la partícula
se mueve con valores positivos de la elongación, x > 0, la fuerza es negativa y
va dirigida hacia el origen de coordenadas; mientras que si la partícula se mue-
ve con valores negativos de la elongación, x < 0, la fuerza es positiva y va diri-
gida también hacia el origen de coordenadas.
Figura 115
Figura 115
Faplicada kx (369)
En un resorte que tenga una respuesta lineal como la descrita por la ecuación
(369) el coeficiente k representa la rigidez del resorte: para una misma fuerza
aplicada F, cuanto mayor sea k, menor será el alargamiento del resorte, el resorte
será más rígido. De la misma manera que leemos cualquier cociente de magni-
tudes, podemos decir, de k Faplicada/x, que k representa la fuerza que debemos
aplicar a un muelle por unidad de desplazamiento que le provocamos. La uni-
dad en la que se mide la constante elástica de un resorte, k, es N/m = N m1.
Si una vez alargado o comprimido el muelle, lo soltamos, la masa que está uni-
da al muelle empezará a oscilar. Si comparamos la relación (370) con la (367),
F m2 x , vemos que la frecuencia angular de oscilación del muelle es:
k
(371)
m
Ya hemos empleado muelles para medir fuerzas cuando hemos discutido las
bases experimentales de la segunda ley de Newton en el aparado 4. Pero en
aquella ocasión no especificamos que el muelle fuera elástico, porque no era
necesario: únicamente necesitábamos construir un medidor de fuerzas, y eso
requería que la relación estiramiento-fuerza fuese unívoca, no que fuese nece-
sariamente lineal como la relación (370).
a) Comprobad que los dos miembres de la relación (371) se miden en las mismas unida-
des.
b) Explicad por qué oscila el muelle, si separamos la masa del punto de equilibrio.
Solución
La constante elástica del resorte se define en la relación (371) y se mide en newton por
metro:
F N
k (372)
x m
Por lo tanto, los dos miembros de la ecuación (371) se miden en las mismas unidades,
como debe ser en cualquier ecuación que utilicemos en física o en ingeniería.
Al pasar por el punto inicial (en el que x = 0 y, por lo tanto, según la ecuación (370),
F = 0 y a = 0) no actúa ninguna fuerza sobre la masa pero la masa tiene una velocidad
determinada y, por inercia, continua moviéndose; ahora es la masa la que en su movi-
miento comprime el muelle cada vez más, y el muelle ejerce una fuerza en sentido con-
trario y cada vez mayor, que va frenando la masa hasta que en el punto de máxima
elongación la detiene completamente.
Vemos entonces, que la dinámica del sistema, la fuerza que actúa, nos permite
determinar qué frecuencia tiene el movimiento oscilatorio.
F kx (374)
E p kx dx (376)
es decir:
1 2
E p kx constante (377)
2
1 2
Ep kx (378)
2
Ahora sumamos las energías cinética, 1/2 mv2, y potencial, ecuación (378),
para encontrar la energía mecánica total de la partícula que oscila:
1 1
E Ec E p mv 2 kx2 (379)
2 2
1
E mA22 (380)
2
Vamos a ver ahora cómo son las dependencias temporales de las energía de un
oscilador que conserva la energía total, es decir, para el cual las oscilaciones no
se amortiguan.
a) Deducid la expresión (380) de la energía total del oscilador. Tened en cuenta las rela-
ciones (346), (356) y (371).
b) Analizad cómo varían con el tiempo la energía cinética y la energía potencial del os-
cilador y confeccionad una gráfica de estas funciones.
Solución
mv 2 mA2 2
Ec sen2 t (381)
2 2
x2 mA2 2
Ep k cos2 t (382)
2 2
donde hemos tenido en cuenta la relación (371) para eliminar la constante k en la ecua-
ción (382). La energía total del oscilador es:
mA2 2 mA2 2
E sen2 t cos2 t (383)
2 2
mA2 2
E
2
sen2 t cos2 t (384)
b) Las energías cinética y potencial del oscilador varían en cada punto de la oscilación,
pero la suma de las dos es siempre constante.
En la figura 117 tenéis representada la variación temporal de la energía cinética del osci-
lador, ecuación (281), y la energía potencial del oscilador, ecuación (382). Observad que
ambas energías son positivas y varían con el tiempo según las funciones sen2(t ) y
cos2(t ), respectivamente, así cuando una aumenta, la otra disminuye, de manera que
la suma es siempre constante e igual a la energía total.
Hemos visto que el proceso de la oscilación está relacionado con el paso perió-
dico de la energía potencial a la cinética y viceversa. El valor medio (por pe-
riodo de oscilación) de las energías potencial y cinética es el mismo y vale la
mitad de la energía total del oscilador, E/2:
E
Ec E p (387)
2
Una vez vistas las características generales del movimiento oscilatorio, vamos
a terminar el apartado con una discusión sobre el modelo del péndulo simple
y las oscilaciones pequeñas que puede hacer un péndulo.
En física se trabaja con un modelo denominado péndulo simple, del que ya he-
mos hablado en el subapartado 6.1. Un péndulo simple está constituido por
una masa unida a un hilo no extensible que cuelga de un punto (figura 118).
Figura 118
Figura 118
Sobre la masa del péndulo actúan el peso, P, y la reacción del hilo, la denomi-
Nota
nada tensión del hilo, y ambas fuerzas se equilibran porque tienen direcciones
En un mismo apartado nos he-
opuestas y el mismo módulo: mos encontrado con el proble-
ma de designar dos
magnitudes que no tienen
nada que ver entre sí con el
P T (388) mismo símbolo, T: tensión de
un hilo y periodo de un péndu-
lo oscilante. El contexto dejará
El péndulo está en reposo porque no actúa ninguna fuerza neta (o resultante). claro a cuál nos referimos en
cada caso.
Tenemos dos fuerzas que actúan sobre el péndulo y, por lo tanto, existen tam-
bién dos fuerzas de reacción que el péndulo ejerce sobre otros cuerpos.
¿Cuáles son estas dos fuerzas de reacción que ejerce el péndulo y que hemos mencionado
en el párrafo anterior?
Solución
La Tierra atrae la masa m con una fuerza que denominamos peso, P mg . Por lo tanto,
la masa m ejerce una fuerza igual y contraria sobre la Tierra, la reacción R P (figura
119b).
Una vez hecho el análisis del péndulo estático estudiaremos el péndulo en mo-
vimiento.
Ya hemos visto qué significan las oscilaciones pequeñas para un muelle elás-
tico que oscila: la fuerza recuperadora debe depender linealmente del despla-
zamiento de la masa y, en este caso, el sistema oscila con un MAS. ¿Cuáles
serán las oscilaciones pequeñas para un péndulo? Debemos estudiar la diná-
mica del péndulo.
Podemos descomponer el peso del péndulo, P mg , en dos componentes
(figura 120), una a lo largo del hilo (tangente al hilo) y la otra perpendicular
al hilo. La primera componente, P · cos , compensa la tensión del hilo, T,
cuando el péndulo está en la posición de máxima separación con respecto a
Figura 120
Figura 120
Pero la fuerza neta (389) que actúa sobre el péndulo en la dirección tangente
a la trayectoria no es proporcional al desplazamiento angular, es decir, no es
proporcional al ángulo. La fuerza neta ahora depende del seno del ángulo. Po-
dríamos obtener la dinámica del oscilador en el caso más general, y resolver la
ecuación diferencial que se obtiene de sustituir la expresión (389) de la fuerza
que acelera el péndulo, en la segunda ley de Newton, F = ma. La ecuación di-
ferencial resultante no tiene solución analítica, y debe resolverse con la ayuda
de un ordenador. El caso particular más importante en la práctica, es el de las
Desarrollo de Taylor
oscilaciones pequeñas. para el seno
F mg (392)
b) Comprobad con una calculadora manual si la aproximación es buena para los ángulos
Figura 121. Arco x y ángulo
de 10° o 30° (391). que lo define, sobre una
circunferencia de radio l
Solución
La condición << 1 significa que el ángulo de oscilación debe ser mucho más pequeño
que 1 radián (que como habéis visto en (393), equivale a unos 60°).
En la práctica, amplitudes angulares de 20-30° (que no son << 60°) dan movimientos os-
cilatorios que pueden describirse como MAS con buena aproximación.
b) Para 10°, = 0,1745 radianes, mientras que sen 0,1745 = 0,1737. Ambos valores, y
sen , coinciden en las primeras dos cifras decimales.
Para 30°, = 0,5236 radianes, y sen 0,5236 = 0,5. Ahora sólo coincide la primera cifra
decimal del valor del ángulo y del seno del ángulo.
x l (394)
mg
F x (395)
l
mg
k (396)
l
Por lo tanto, la frecuencia angular del péndulo será, según la ecuación (371),
que nos dice k / m , cuando introducimos el valor de k de la ecuación
(396):
mg / l g
(397)
m l
l
T 2 (398)
g
A l m (399)
¿Qué longitud debe tener un péndulo para que su periodo de oscilación sea de un segun-
do, o su frecuencia de 1 Hz?
Solución
En la expresión (398) queremos que el periodo del péndulo sea 1 s y queremos conocer
su longitud:
l
T 1s 2
m (401)
9,81
s2
Al despejar l obtenemos:
2
m 1 s
l = 9,81 = 0,2485 m = 24,85 cm (402)
s2 2π
Con un péndulo que tenga un hilo de un poco más de un palmo y una masa cualquiera,
las oscilaciones pequeñas tendrán una frecuencia de 1 Hz y nos permitirá contar fácil-
mente el paso de los segundos a fuerza de contar el número de oscilaciones: cada oscila-
ción completa tardará 1 s.
d2x (403)
m kx
dt 2
d2x
2 x 0 (404)
dt 2
Cualquier sistema cuya dinámica conduce a una ecuación diferencial del tipo
(404) corresponde a un MAS que puede describirse por una ley de movimiento
armónico, como la ecuación (346):
6.5. Recapitulación
En este apartado hemos podido aplicar casi todos los conceptos, lenguajes y
leyes físicas que hemos aprendido en este módulo de mecánica.
La relación (380):
1
E mA22 (406)
2
k
(407)
m
1 k 1
E mA2 kA2 (408)
2 m 2
Calculad la constante elástica de un muelle para la que se han medido los da-
tos de la figura 122.
Para describir estas dos situaciones necesitamos más conceptos de los que he-
mos visto en este apartado exploratorio. Como veremos en los apartados si-
guientes, las palabras clave para describir estos procesos son inercia, energía
cinética, energía potencial, fricción, etc. ¡Volveremos sobre ello!
Como las tres gráficas posición-tiempo son líneas rectas, las tres muestran
cuerpos que se mueven con una velocidad constante que viene dada por el
gradiente o la pendiente constante de la recta.
En el caso de una noria bastaría con dar el ángulo que forma el radio del carrito
(la línea que une la posición del carrito con el centro de la noria) con una recta
horizontal.
Figura 123
Figura 123
La posición de un objeto en un
círculo puede darse mediante
el ángulo que forma la recta
que une el centro del círculo
con la posición instantánea del
objeto, con respecto a una rec-
ta horizontal que tomamos
como origen de ángulos.
r constante (409)
si r es el radio de la noria.
En lugar de las magnitudes (r, ), que se denominan coordenadas polares del
punto que se mueve sobre el círculo, podemos dar las coordenadas cartesianas
(x,y) del punto del plano.
km 1.000 m 72.000 m m
72 72 20 (410)
h 60 min 60 s/min 3.600 s s
Por lo tanto, una velocidad típica por carretera es de unos 20-30 m/s.
c) ¡Viajamos a unos 30 km/s = 30.000 m/s! Es una velocidad enorme: nos ve-
mos en todo momento en una nave espacial (la Tierra) que viaja por el univer-
so a 30 km por segundo.
1.000 m
2 r 2π 1,5 108 km m m
km 29.886 30.000 (411)
1año 365 días 24 h min 60 s s s
60
día h min
s 5m 3 m m
b) Pendiente = v 0,4 (413)
t 5s 0 s s
d v t (414)
También podemos decir que la distancia recorrida coincide con la integral de-
finida de la función velocidad entre el instante inicial y el instante tA:
tA
d v dt (415)
0
En los tres casos se trata de objetos cuya velocidad cambia con el tiempo y, por
lo tanto, tienen un movimiento acelerado. Como son líneas rectas (con gra-
dientes y pendientes constantes) los tres casos muestran aceleraciones cons-
tantes.
La tercera recta tiene una pendiente negativa, por lo tanto el cuerpo represen-
tado en el gráfico está frenando (desacelerando o acelerando negativamente).
Por lo tanto, cuando dejamos caer el objeto, y visto desde el tren en mo-
vimiento, la fricción con el aire hará que el objeto se desplace en la direc-
ción en que se mueven los árboles, contraria a nuestro movimiento, en vez
de verticalmente como caería una piedra. Visto desde el tren, el objeto pa-
rece que se va hacia atrás de la ventana. La trayectoria del objeto será pa-
rabólica.
Cuanto mayor sea la superficie del objeto que cae, mayor será el arrastre en
sentido contrario al movimiento del vehículo, porque la fricción con el aire
será mayor.
Pero tampoco se moverá hacia atrás, porque no existe ninguna fuerza en esta
dirección. La pelota sólo se moverá hacia adelante cuando la parte posterior
del vehículo pase por la posición que ocupa la pelota y la arrastre.
b) Las cuestiones son diferentes y también lo son las respuestas. Para mante-
ner un cuerpo en movimiento rectilíneo y uniforme no es necesario hacer na-
da, no se debe aplicar ninguna fuerza. Pero para que un cuerpo en movimiento
se detenga, es necesario aplicar una fuerza. Es la primera ley de Newton, la ley
de la inercia.
Pero la fricción entre dos objetos que no se mueven (lo que se denomina fric-
ción estática) tiene un valor máximo determinado, que depende de las super-
ficies de los objetos que están en contacto.
En los tres casos vemos que el vehículo que cambia de estado de movimiento
(en reposo o rectilíneo y uniforme) contiene partes que no están rígidamente
unidas al vehículo: es el caso de los pasajeros del coche del caso a), de la per-
sona que va de pie en el caso b) y de los órganos internos de nuestro cuerpo
en el caso c). Cuando el vehículo frena o se acelera, las partes que no están rí-
gidamente unidas al vehículo tienden (por el primer principio) a continuar su
movimiento rectilíneo y uniforme.
En el caso a nuestro cuerpo choca contra la puerta del coche porque es el co-
che el que cambia su dirección de movimiento (se acelera en la curva).
En el caso b los pies están bastante fijados al suelo del autobus por el rozami-
neto de la suela de los zapatos; cuando el vehículo frena, la parte superior del
cuerpo sigue moviéndose en línea recta: por esta razón parece que nos empu-
jan hacia adelante.
En el caso c nuestro cuerpo se mueve hacia abajo con el coche que baja, pero
nuestros órganos internos tienden a quedarse a la misma altura en la que se
encontraban y moviéndose en línea recta, por eso tenemos la sensación de
que “se nos suben”, cuando en realidad es el resto del cuerpo el que “baja”.
Debéis tener cuidado con la idea de que la gravedad es un efecto del aire o la
atmósfera, o que la gravedad ejerce una fuerza que “empuja” hacia abajo, en
lugar de ser una fuerza que “estira” hacia abajo.
a) Falso. La fuerza gravitatoria no tiene nada que ver con la atmósfera, sólo es
debida a la Tierra (¡la Tierra también atrae la atmósfera!).
b) Un globo lleno de aire cae al suelo porque el conjunto del globo más el aire
que contiene es más denso que el aire y la fuerza gravitatoria sobre el globo
inflado supera el empuje hacia arriba que la atmósfera ejerce sobre el globo.
2) que se mueve con una velocidad que sólo tiene componente horizontal y
vale v0.
x v0t (418)
2h
tc (419)
g
y la posición de la pelota en cada instante es, según la ecuación (143) del apar-
tado 2:
y h 21 gt 2 (420)
2h
dH = v0 tc = v0 (421)
g
2
x (422)
y h 21 g
v0
Para los valores numéricos del enunciado, m = 100, g = 0,1 kg, v0 = 10 m/s y
h = 1 m, obtenemos, a partir de la ecuación (421):
m 2 1 m
dH 10 20 m 4,5 m
s m
10 2
s
El ejemplo de esta situación física nos sirve para hablar de los diferentes nive-
les de descripción que pueden hacerse.
En un primer nivel de descripción se puede decir que si P mg es la fuerza
que la Tierra ejerce sobre la silla (su peso), entonces el suelo ejerce sobre la silla
que se apoya en él una fuerza igual y opuesta:
FTierra P (423)
La fuerza total sobre la silla es nula, FTierra P 0 , y ésta está en equilibrio. Es-
quemáticamente, tenemos la situación de la figura 126.
En otro nivel de descripción podemos decir que cada una de las patas está en
contacto con el suelo; por lo tanto, por ejemplo, la pata 1 de la silla ejerce una
fuerza F1 sobre el suelo, que es igual y opuesta a la fuerza que ejerce el suelo
que soporta la silla, R1 : R1 = F1 es la reacción del suelo a F1 . Lo mismo po-
dríamos decir de los pares de fuerzas sobre cada pata:
F2 = R2 (424)
F3 = R3 (425)
F4 = R4 (426)
Por simetría, cabría esperar que F1 = F2 , y que F3 = F4 , pero este hecho no
tiene importancia para el tema que nos ocupa.
El peso de la silla se ha repartido entre las cuatro patas P F1 F2 F3 F4 .
La silla está en equilibrio porque la fuerza que la Tierra ejerce sobre ella (el pe-
so) se compensa por la reacción del suelo sobre cada una de sus patas:
P R1 R2 R3 R4 (427)
P mg (428)
El plano ejerce una reacción sobre la masa, cuya dirección es normal (perpen-
dicular) al plano, R , y también ejerce una fuerza de fricción que se opone al
posible movimento, Ff . Como el cuerpo tiene tendencia a caer, la fricción tie-
ne el sentido contrario, hacia arriba (figura 129).
P R Ff 0 (429)
P R (430)
P// Ff (431)
b) La fuerza que acelera la masa que cae por el plano inclinado es la resul-
tante de las fuerzas paralelas al plano. Por la segunda ley de Newton, la acele-
ración de caída será:
P// Ff ma (432)
P// mg sen
a g sen
m m
La postura c es más difícil para el gimnasta que la b porque debe aplicar más
fuerza para mantenerse en equilibrio. Para ver cuál es la razón, podemos em-
pezar por el cuadro que está colgado de dos hilos. Si los hilos de los que cuelga
el cuadro son más largos (figura 132), la tensión a la que están sometidos es
menor.
Para verlo, podemos hacer un esquema en el que la suma de las dos tensiones,
aplicadas en la dirección de los hilos, compense el peso del cuadro. Ambos
conjuntos de hilos de longitud (y, por lo tanto, ángulo entre ellos) diferente,
obtenemos lo que muestra el esquema de la figura 132.
Está claro que cuando el ángulo que forman los hilos del cuadro es mayor, las
fuerzas de tensión de los hilos deben ser también mayores.
El mismo tipo de razonamiento permite concluir que los brazos del gimnasta
soportarán una tensión mayor en el caso c que en el b.
El teorema de conservación de la enegía nos dice que no, que cuando lanzamos
una pelota verticalmente, la velocidad con la que regresa a nuestra mano es la
misma, en módulo, que la velocidad con la que la lanzamos. Vamos a verlo.
Suponed que lanzamos la pelota con una velocidad inicial vi y desde una al-
tura que tomamos como origen de alturas y, por lo tanto, como origen de
energías potenciales gravitatorias.
1
mvi2 mg h (433)
2
1
mgh mv 2 (434)
2
Por lo tanto, si comparamos la ecuación (433) con la (434), vemos que la ve-
locidad con la que llega es v2 = vi2, la misma con la que salió, pero en sentido
contrario:
v vi (435)
La gráfica cualitativa muestra los rebotes de la pelota que cae desde una altura
inicial h0.
Figura 133. Altura de una pelota que rebota,
en función del tiempo
E p 0 mgh0 (436)
E p1 E p 0 (1 r ) mgh1 (437)
Podemos relacionar las alturas a las que llega la pelota en cada rebote. De la
ecuación (437), cuando se sustituye la expresión de la ecuación (436), la rela-
ción entre la altura a la que llega después del primer rebote y la altura inicial es:
h1 h0 (1 r ) (439)
Podemos relacionar la velocidad antes del segundo rebote, v’, con la velocidad
Observación
antes del primer rebote, v; para hacerlo dividimos miembro a miembro las ex-
Observad que la bola sólo pier-
presiones que tenemos en las ecuaciones (441) y (442): de energía en el choque: la ve-
locidad con la que sale de un
choque es la misma que la ve-
v2 h0 locidad con la que efectúa el
2
(443) choque siguiente.
v' h1
v2 1
(444)
v'2 1 r
v' 1 r v (445)
W E p (446)
E p mgh (447)
dW F dr cos (448)
si el desplazamiento ( dr ) es nulo, el trabajo es nulo.
Lo mismo podríamos decir del trabajo de las fuerzas del campo, que es
nulo en el recorrido cerrado que ha descrito el libro, al volver al punto de
partida.
x A cos (449)
y A sen (450)
(t 0) 0 (452)
Por lo tanto:
x A cos(t 0 ) (453)
1 1
E mA22 kA2 (454)
2 2
que indica que para un muelle dado (y, por lo tanto, para una constante elástica
k dada), la energía total del oscilador es independiente de la masa y depende
cuadráticamente de la amplitud de la oscilación.
Supongamos que una sola medida del periodo da un tiempo t1 y que la medida
Recordad
tiene un error . Este error depende del instrumento con el que medimos el
La letra grega se lee
tiempo y de otros factores, como que nunca vamos a cometer el mismo error “épsilon”.
al activar y desactivar el cronómetro.
T t1 (455)
Ep 1 kl 2 (457)
2
2Ep 2 0,6 J
k 2
2
120 J/m2 (458)
l (0,01 m)
Para obtener el valor de k de una manera más precisa, deberíamos utilizar al-
gún método como el del ajuste por mínimos cuadrados.
Resumen
Los conceptos y leyes que hemos estudiado en mecánica son los fundamentos
para toda la física. En particular, las tres leyes de Newton permiten resolver
muchos problemas de dinámica. Conceptos como velocidad, aceleración,
energía, energía cinética, energía potencial, momento lineal, movimiento ar-
mónico simple, frecuencia angular, etc., y las leyes de conservación del mo-
mento lineal y de la energía, son de utilidad en toda la física y, en general, en
todas las ciencias y las ingenierías.
Pero con los conceptos que hemos estudiado en estos seis temas, podemos
abordar multitud de problemas de la vida cotidiana y también problemas de
interés en ingeniería. Por otra parte, los conceptos que hemos introducido y,
sobre todo, la manera como hemos llegado a ellos, nos ha mostrado un modo
de aprender a definir magnitudes y a enfrentarnos a situaciones problemáticas
que nos pueden servir en otras materias de estudio o de trabajo.
La tabla siguiente muestra algunas de las relaciones más importantes que he-
mos estudiado en este módulo. Las relaciones se presentan en el orden en el
que han ido apareciendo en los apartados anteriores.
2h
t Tiempo de caída en caída libre
g
dW
P Potencia
dt
mv 2 Energía cinética
Ec
2
E M Ec E p Energía mecánica
1 2
Ep kx Energía potencial en un MAS
2
1 2 2
E mA Energía total en un MAS
2
d 2x
2x 0 Ecuación diferencial de movimento de un MAS
dt 2
Ejercicios de autoevaluación
2. Caen una manzana pequeña y una manzana grande de un árbol. El tiempo que tardan en
llegar al suelo...
a) ... es el mismo.
b) ... es mayor para la manzana grande.
c) ... es mayor para la manzana pequeña.
d) Todas las respuestas anteriores son correctas.
4. Un caballo ejerce una fuerza de 1 kN sobre un carro. El carro ejerce una fuerza sobre el ca-
ballo que...
a) ... depende de la aceleración del carro.
b) ... es menor de 1 kN para que el caballo pueda moverlo.
c) ... es mayor de 1 kN para que el caballo no pueda moverlo.
d) ... vale 1 kN.
5. Cuando un caballo arrastra un carro, la fuerza que hace que el caballo avance es...
a) ... la fuerza que ejerce el carro sobre el caballo.
b) ... la fuerza que ejerce el caballo sobre el carro.
c) ... la fuerza que ejerce el caballo sobre el suelo con las patas.
d) ... la fuerza que ejerce el suelo sobre las patas del caballo.
6. Cuando se aplica una fuerza constante sobre un cuerpo que se mueve, ésta hace que tenga...
a) ... un movimiento acelerado.
b) ... un movimiento centrípeto.
c) ... un movimiento uniforme.
d) ... una velocidad constante.
9. Cuando vais en un vehículo que toma una curva bruscamente, os veis empujados hacia
un lado porque...
a) ... tendéis a moveros en línea recta.
b) ... actúa una fuerza contrífuga sobre vosotros.
c) ... el coche ejerce una fuerza sobre vosotros y hacia el exterior de la curva.
d) ... actúa la gravedad.
10. Cuando se chuta un balón de fútbol que está en reposo sobre el césped, la componente
vertical de la velocidad es mayor...
a) ... justo después de abandonar el pie que lo chuta.
b) ... en el punto más alto de la trayectoria.
c) ... justo antes de tocar el suelo.
d) Las dos respuestas a y c son correctas.
11. ¿Cómo afecta la gravedad terrestre a la bala de un rifle que se dispara horizontalmente?
a) La bala empieza a caer cuando ha perdido la mayor parte de la velocidad que lleva.
b) La velocidad de caída dependerá de su velocidad inicial horizontal.
12. Cuando observamos un objeto que se mueve en un círculo, ¿qué podemos inferir?
a) Que existe una fuerza centrífuga que actúa sobre el objeto.
b) Que existe una fuerza que empuja el objeto a lo largo del círculo.
c) Que sobre el cuerpo actúa una fuerza dirigida hacia el centro del círculo.
d) Que no actúa ninguna fuerza sobre el objeto.
15. ¿Qué diferencia existe entre el trabajo que se hace cuando se mueve un libro de 10 kg a
velocidad constante en una trayectoria recta horizontal de 100 m, y el que se hace cuando se
levanta a una altura de 2 m un libro de ½ kg?
a) Se hace más trabajo en el primer caso.
b) Se hace más trabajo en el segundo caso.
c) Se hace el mismo trabajo en ambos casos.
d) No se hace trabajo en ningún caso.
19. Un libro de 2 kg que está sobre una estantería de 2 m de altura tiene ( ... ) energía poten-
cial que dos libros de 1 kg que están a 1 m de altura.
a) la misma
b) el doble de
c) la mitad de
d) No se pueden comparar, porque el origen de energías potenciales es diferentes en los dos
casos.
21. Dejamos caer una pelota desde una altura de 3 m. Rebotará hasta una altura...
a) ... de menos de 3 m.
b) ... de 3 m.
c) ... de más de 3 m.
d) ... que depende de cómo sea la pelota.
25. Un camión tiene más momento lineal que un coche que se mueve a la misma velocidad
porque el camión...
a) ... tiene más masa.
b) ... no tiene perfil aerodinámico.
c) ... tiene las ruedas más grandes.
d) ... tiene una energía cinética menor.
28. Un rifle es capaz de disparar una bala a una velocidad de 600 km/h. El rifle está sobre un
tren que va a 60 km/h y dispara en la dirección de la marcha del tren. La velocidad de la bala,
vista por un observador que ve pasar el tren desde la estación es...
a) ... 600 km/h.
b) ... 60 km/h.
c) ... 660 km/h.
d) ... 540 km/h.
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
Glosario
aceleración f Ritmo al que cambia la velocidad de un objeto con el tiempo. El cambio de
velocidad puede ser en magnitud, dirección o sentido.
acción y reacción f Par de fuerzas que se ejercen dos objetos entre sí según la tercera ley
de Newton.
campo de fuerzas m Perturbación del espacio que rodea una masa, una carga eléctrica o
un imán, de manera que otra masa, carga eléctrica o imán que se introduzca en él experimen-
tará una fuerza.
colisión elástica f Colisión en la que los objetos que chocan, rebotan sin producir defor-
maciones ni generar calor. Más concretamente, colisión en la que la energía cinética total del
sistema es la misma antes y después de la colisión.
sin. choque elástico
colisió no elástica f Colisión en la que los objetos que chocan quedan distorsionados o se
general calor. Más concretamente, colisión en la que la energía cinética total del sistema no
es la misma antes y después de la colisión.
sin. choque no elástico
componente m o f Cada una de las proyecciones en las que puede descomponerse un vector
y que actúa en una dirección diferente del espacio.
conservación del momento lineal f Principio que afirma que, en ausencia de una fuerza
neta externa, el momento lineal de un objeto o de un sistema no cambia.
elasticidad f Propiedad de un sólido que hace que experimente un cambio de forma cuan-
do actúa sobre él una fuerza deformadora y que vuelve a la forma original cuando se elimina
la fuerza deformadora.
energía potencial gravitatoria f Energía potencial que tiene un cuerpo por la posición
que ocupa en el seno de un campo gravitatorio. En el caso de calcularse cerca de la superficie
de la Tierra es Ep = mgh.
escalar adj Dicho de una magnitud física, como la masa, el volumen o el tiempo, que queda
totalmente especificada por un número.
frecuencia f Número de vibraciones por unidad de tiempo de un cuerpo o medio que vibra.
Se mide en hercios (Hz).
frecuencia natural f Frecuencia a la que un sistema oscilante tiende a vibrar si está per-
turbado o si la fuerza perturbadora deja de aplicársele.
fricción f Fuerza que actúa para resistir contra el movimiento relativo (o el intento de mo-
vimiento) de un objeto sobre otro con el que está en contacto.
fricción estática f Fuerza entre dos objetos que están en reposo relativo, debida a las fuer-
zas de contacto que tienden a oponerse al deslizamiento del uno con respecto al otro.
fuerza f Cualquier acción que tiende a acelerar un objeto, como un empuje o un estiramien-
to. Se mide en newton y es una magnitud vectorial.
fuerza centrípeta f Fuerza dirigida hacia el centro de una trayectoria curvada o circular y
que hace que la partícula siga la curva.
fuerza de acción f Fuerza del par de fuerzas de acción-reacción que describe la tercera ley
de Newton.
fuerza de reacción f Fuerza del par de fuerzas de acción-reacción que describe la tercera
ley de Newton, igual en intensidad y de dirección opuesta a la fuerza de acción.
fuerza neta f Fuerza resultante de la suma de todas las fuerzas que actúan sobre un objeto.
fuerza normal f Fuerza que ejerce la superficie sobre la que se apoya un objeto, que equi-
libra la componente del peso en la dirección de la normal.
g m Símbolo de gramo.
hercio m Unidad de frecuencia del Sistema Internacional, equivalente a una vibración por
segundo.
sbl Hz
Hz m Símbolo de hercio.
interacción f Acción mutua entre objetos en los que cada objeto ejerce una fuerza sobre el
otro y ambas fuerzas son iguales y opuestas.
inversamente proporcional loc Dicho de dos magnitudes que cambian en sentido opues-
to: cuando una aumenta la otra disminuye.
J m Símbolo de julio.
julio m Unidad de trabajo y de energía del Sistema Internacional, equivalente al trabajo que
hace una fuerza de un newton que se ejerce sobre un objeto que se mueve un metro en la
dirección de la fuerza.
sbl J
k m Símbolo de kilo-.
kg m Símbolo de kilogramo.
kilo- Prefijo del Sistema Internacional para indicar mil, como en kilogramo, kilovatio, etc.
km m Símbolo de kilómetro.
kW m Símbolo de kilovatio.
m m Símbolo de metro.
m m Símbolo de mili-.
m f Símbolo de masa.
M m Símbolo de mega-.
magnitud fundamental f Magnitud que se toma como base para definir todas las
magnitudes de una disciplina. En el caso de la mecánica son necesarias tres magnitudes
fundamentales: la masa, la longitud y el tiempo. Para toda la física se toman siete magnitu-
des fundamentales.
masa f Magnitud escalar positiva asociada a todo objeto y que mide su inercia, igual al co-
ciente entre la fuerza que actúa sobre el objeto y la aceleración que le comunica.
sbl m
MJ m Símbolo de megajulio.
N m Símbolo de newton.
newton m Unidad de fuerza del Sistema Internacional, equivalente a la fuerza que, aplicada
a un kilogramo de masa, produce una aceleración de un metro por segundo cada segundo,
1 N = 1 kg 1 m/s2.
sbl N
no elástico-a adj Cualidad de un material que no recupera la forma original después de ha-
berlo estirado o comprimido.
parábola f Trayectoria que sigue un objeto sobre el que sólo actúa la fuerza de la gravedad
y que no cae en línea recta al suelo. La función matemática que describe su trayectoria es una
parábola.
potencia f Ritmo al que se hace o se transfiere energía. Trabajo que se hace o energía que se
transforma por unidad de tiempo. Se mide en vatios.
primera ley de Newton f Ley que afirma que todo cuerpo continúa en el estado de reposo
o de movimiento en línea recta y a velocidad constante, si no actúa sobre él ninguna fuerza
neta que cambie su movimiento.
sin. ley de inercia
rotación f Movimiento de un objeto que gira sobre un eje que habitualmente está localiza-
do dentro del objeto y que pasa por su centro de masas.
s m Símbolo de segundo.
segunda ley de Newton f Ley que afirma que la aceleración que produce una fuerza neta
sobre un cuerpo es directamente proporcional a la intensidad de la fuerza neta, tiene la misma
dirección y sentido que la fuerza neta y es inversamente proporcional a la masa del cuerpo.
teorema trabajo-energía cinética m Teorema que afirma que el trabajo que hace una
fuerza que actúa sobre un objeto es igual a la energía cinética que gana el objeto.
tercera ley de Newton f Ley que afirma que cuando un cuerpo ejerce una fuerza sobre
otro, el segundo cuerpo ejerce una fuerza igual y contraria sobre el primero. Cualquier fuerza
de acción tiene una reacción igual y opuesta.
sin. ley de acción y reacción
trabajo m Producto de la fuerza que actúa sobre un objeto y la distancia que se mueve en la
dirección de la fuerza aplicada.
vector m Representación de una magnitud vectorial mediante una flecha que indica su di-
rección y sentido. La longitud de la flecha representa el valor de la magnitud. El punto de
donde parte la flecha indica el punto en el que está aplicada la magnitud.
vectorial adj Magnitud física que se representa con un vector y, por lo tanto, tiene módulo,
dirección y sentido. Son ejemplos de magnitudes vectoriales la fuerza, la velocidad o la ace-
leración.
velocidad f Distancia recorrida sobre la trayectoria por unidad de tiempo. Tiene también
una dirección y un sentido.
W m Símbolo de vatio.
Bibliografía
Bibliografía utilizada
Arons, A. B. (1990). A guide to Introductory Physics Teaching. Nueva York: Wiley & sons.
Becerra Labra, C. (2004). La enseñanza de la mecánica newtoniana con una estructura proble-
matizada en el primer curso universitario: Efectos sobre el clima del aula, el aprendizaje conceptual
y la capacidad para la resolución de problemas. Tesis doctoral. Universidad de Alicante.
Becerra Labra, C.; Gras Martí, A.; Martínez Torregrosa, J. (2004). “Análisis de la re-
solución de problemas de física en secundaria y primer curso universitario en Chile”. En-
señanza de las Ciencias (22, núm. 2, pàg. 275-285).
Landau, L.; Ajiezer, A.; Lifshitz, E. (1979). Curso de Física General. Editorial Mir.
Mosca, G.; Kyker, G. C. (1991). Study Guide to accompany Paul A. Tipler - Physics for Scientists
and Engineers. Nueva York: Worth Publishers.
Price, K.; Kelly, G. (2000). Success at AQA AS, Oxford: Oxford University Press.
Bibliografía recomendada
El estudiante que quiera profundizar en algunos de los temas tratados en esta parte de la
asignatura, o que desee hacer más ejercicios, puede consultar alguno de los muchos textos
de física general que existen en cualquier biblioteca universitaria. Por mencionar alguno, ci-
taremos el de Tipler:
Tipler, P. A. (1985). Física (2.a ed., 1991 reimp.). Barcelona: Editorial Reverté.
Algunas lecturas que os pueden ayudar a entender la mecánica sin ayuda de fórmulas:
Webgrafía
Los temas de mecánica se tratan en un gran número de páginas web, tanto con hipertextos
digitales como con simulaciones de procesos. No tendréis ningún problema para encontrar-
las con una sencilla búsqueda por Internet.
• Podéis también consultar un curso completo de física por Internet, con centenares de ani-
maciones y simulaciones, del prof. Ángel Franco: Curso Interactivo de Física en Internet:
http://www.sc.ehu.es/sbweb/fisica_/
Electrostática
Efectos de las cargas eléctricas
en situaciones estáticas
Carles Navau i Ros
PID_00217986
Índice
Introducción .......................................................................................... 5
Objetivos ................................................................................................. 6
Resumen .................................................................................................. 92
Solucionario ........................................................................................... 99
Glosario ................................................................................................... 99
Introducción
Una vez hecho todo el estudio en el vacío, empezaremos a estudiar los efectos
electrostáticos en presencia de materia (apartado 5). Introduciremos los mate-
riales dieléctricos, la permitividad de los materiales y los materiales conductores.
También trataremos los conceptos energéticos en materiales. Finalmente, en
el apartado 6 estudiaremos en detalle el caso de un dispositivo muy utilizado
tecnológicamente: el condensador de placas planoparalelas.
Objetivos
4. Saber plantear las ecuaciones necesarias para calcular la fuerza que una dis-
tribución de cargas ejerce sobre otra, y saberlas resolver en algunos casos
sencillos.
1. Carga eléctrica
Toda la materia que conocemos está formada por unos pocos tipos de partícu-
las que denominamos partículas fundamentales de la naturaleza. Estas partí-
culas tienen diferentes propiedades físicas de las cuales aquí nos interesa sólo
una: la carga eléctrica.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Algunas partículas elementales tienen carga eléctrica. Esto hace que estas par-
tículas puedan ejercer influencia sobre otras partículas que también tengan
carga eléctrica. La electrostática es la parte de la física que se dedica a estudiar
esta influencia entre cargas, siempre que estén en situación estática (paradas
las unas respecto de las otras).
Representación
En realidad, las partículas fundamentales que contienen carga son los del electrón
electrones (que se denotan por e–). Cada electrón tiene una cantidad de-
Un electrón se simboliza con
terminada de carga: una ‘e’, que recuerda la palabra
electrón, seguido de un supe-
ríndice ‘’ que nos recuerda
1 e– 1,6 · 10–19 C (culombios) que se le asigna carga negativa.
Observad el signo menos. Se escribe porque hay dos tipos de cargas que deno-
Quarks y protón
minaremos, respectivamente, positivas y negativas. Por convenio, asignamos a
El protón está formado por tres
la carga del electrón el tipo negativo, que escribimos con un signo menos. Ha- partículas que se denominan
blar del signo de las cargas es lo mismo que hablar del tipo de carga (positiva quarks. Los quarks tienen una
carga eléctrica igual a 1/3 de la
o negativa) que es. carga del electrón, y puede ser
positiva o negativa según el tipo
de quark (hay de seis tipos). Sin
embargo, cabe señalar que los
Aunque no sea una partícula fundamental, en esta asignatura conside- quarks que forman los protones
no se pueden encontrar por se-
raremos que la unidad de carga positiva indivisible es la carga del pro- parado, sino que siempre for-
tón (que se escribe p). La carga del protón es la misma que la del man entidades con la carga del
protón.
electrón pero de signo (de tipo) positivo:
Tanto los electrones como los protones, en la mayoría de los casos que nos van
a interesar en esta asignatura, ocupan muy poco espacio y podemos suponer
que estas partículas son puntuales. Esto quiere decir que, al tratarlas en un pro-
blema, vamos a suponer que ocupan un único punto del espacio.
A pesar de esta consideración de carga puntual, sea la del electrón o la del protón,
con mucha frecuencia los electrones y los protones se hallan repartidos por toda
una extensión que de ningún modo podremos considerar puntual. En este caso
hablaremos de cargas distribuidas. Para entender esta situación, echemos un vis-
tazo a la figura 1. Se observa cómo las cargas individuales se pueden considerar
como cargas puntuales, pero si hay muchas y están muy juntas, podemos consi-
derar que hay una única carga que ocupa toda una extensión del espacio.
Figura 1
Figura 2
Cabe decir que las densidades de carga pueden variar a lo largo de la línea.
Aunque hablemos de una línea, el
Es decir, si tenemos, por ejemplo, una línea de 1 metro de longitud, que razonamiento es válido también
para la superficie o para el
volumen.
está cargada, podría pasar que los primeros 10 cm tuvieran una densidad
mayor de carga que los 90 cm restantes. Tenemos que diferenciar claramen-
te qué quiere decir carga total y qué quiere decir densidad de carga. En caso
de que las densidades sean las mismas en todas partes, diremos que son
densidades uniformes.
• En el caso lineal: la carga total (Q) es igual a la densidad lineal () por la
longitud (L) de la línea de carga:
Q L (1)
Q S (2)
Q V (3)
Ejemplo 1
Si tenemos una línea de corriente recta de longitud 2 m cargada con una carga total de
2 C, ¿cuánto vale su densidad lineal de carga, supuesta uniforme?
Solución
Puesto que la corriente está distribuida en una línea (recta) y la densidad lineal es unifor-
me, podemos aplicar la siguiente ecuación (ecuación 1):
Q L (4)
Q 2C (5)
1 C/m
L 2m
Ejemplo 2
Si una carga de 1C está ahora distribuida en una superficie esférica y sabemos que la den-
sidad superficial de carga es uniforme y de valor 0,5 C/m2, ¿cuál es el radio de la su-
perficie esférica que contiene la carga?
Solución
Puesto que la corriente está uniformemente distribuida por toda una superficie, podemos
aplicar (ecuación 2):
Q S (6)
Q 1C
S 2,0 m2 (7)
0,5 C/m 2
Ejemplo 3
Supongamos que tenemos una línea recta de longitud L 3 m, cargada con una densidad
Un crecimiento lineal es un
no uniforme de carga. La densidad en un extremo de la barra es 0 2 C/m y va creciendo crecimiento a ritmo constante.
linealmente hasta que en el otro extremo de la barra es 1 5 C/m. Calculad la carga total
de la barra.
Solución
Tenemos ahora una distribución no uniforme de carga y, por lo tanto, no podemos apli-
car la expresión simplificada para la carga total sino que tendremos que considerar todos
los diferenciales de carga que hay a lo largo de toda la barra. Esto querrá decir que ten-
dremos que sumar todos los diferenciales de carga. Es decir, deberemos hacer una integral
desde el punto donde x 0 hasta al punto donde x L (que serán los límites de la inte-
gral). Efectivamente:
x L x L
dq dl Q dq dl (9)
x0 x0
Es importante que os déis cuenta de que la densidad no es constante sino que depende
de la posición de la línea donde miramos (nos dicen que va creciendo linealmente de un
extremo al otro). Antes de continuar, pues, necesitamos saber cuál es la expresión mate-
mática de la . Para hacerlo, fijémonos en la figura 3.
Figura 3
Esquema de la geometría y de
los ejes de coordenadas utiliza-
dos en el ejemplo 3. La barra
cargada ocupa el eje X desde
x 0 hasta x L.
Hemos considerado que la barra está sobre el eje X y que empieza en el origen. En este
punto, nos dicen en el enunciado que la densidad es (x 0) 0 (la densidad de carga La ecuación de una recta
en x 0 es 0). En el otro extremo de la barra, sabemos que (x L) 1 (la densidad de
Recordemos que la ecuación
carga en x L es 1). Sabemos, además, que de un extremo hasta el otro, la densidad de
de una recta es:
carga crece de manera lineal, es decir, a partir de un valor inicial, va creciendo proporci-
y = mx + n
onalmente con la distancia al extremo inicial. Que algo crezca de forma lineal significa
que se puede expresar como una recta. donde m es la pendiente de la
recta y n su ordenada al origen
(el punto donde la recta corta
(x) 0 mx (10) con el eje Y).
Hay que encontrar, pues, el valor de m. Si aplicamos la segunda de las condiciones ante-
riores y sustituimos l(x) y x por 1 y L, respectivamente, podemos encontrar el valor de m:
1 0
a
Podéis ver lo que significa crecimiento
m lineal en el módulo “Mecánica” de esta
L (11) asignatura.
Recordad que:
x L
0
x L 0 x2 x2
Q 0 1 x dx 0 x 1
x0 L L 2 x0 (12) xdx
2
c
0 L2 1 0 2 C/m 5 C/m
0 L 1 L ·3 m = 10,5 C
L 2 2 2
Es importante que repaséis todos los pasos en el cálculo anterior. En particular, repasad
el cálculo de la integral y la evaluación de la primitiva siguiente por los valores de los lí-
mites de la integral:
b
b Bx2 Bb 2 Ba2
a ( A Bx )d x Ax
2 Ab 2 Aa 2
a
(12b)
Este ejemplo puede parecer muy complicado, pero observad bien los pasos más impor-
tantes: la densidad de carga no es uniforme y, por lo tanto, es necesario que hagamos una
suma de diferenciales (una integral). Si esto es así, necesitamos saber la función matemá-
tica que nos dice cómo cambia la densidad. Una vez encontrada, hacemos los cálculos
necesarios.
Hemos visto que la carga total se puede encontrar en forma de cargas puntuales
o de densidades de volumen. Sin embargo, en determinadas situaciones la
podremos modelizar como densidad lineal o superficial de carga.
Ahora ya sabemos qué es la carga, pero ¿qué pasa si hay cargas? ¿Cuál o qué
efectos tienen? Lo veremos en el apartado siguiente, dedicado a la fuerza elec-
trostática y al campo eléctrico.
Ya hemos comentado que las cargas electrostáticas se ejercen una cierta in-
fluencia entre sí. En efecto, cuando una carga eléctrica (que denominaremos
de prueba) está en una región del espacio donde hay presentes otras cargas, esta
carga de prueba “nota” algo. Nota una influencia. Nota que hay algo que la
está afectando.
¿Cuál es este efecto? ¿Qué nota la carga de prueba? La respuesta es que nota
una fuerza, la fuerza electromagnética.
Con mucha frecuencia, sin embargo, nos interesará conocer cuáles son los
efectos electrostáticos que unas determinadas distribuciones de cargas produ-
cirían en un cierto punto del espacio, aunque no hubiera una carga de prueba.
Y todavía iremos más lejos: nos interesará conocer cuáles son los efectos elec-
trostáticos que una determinada distribución de cargas podría hacer en todos
los puntos del espacio. Si somos capaces de hacer esto, habremos conseguido
saber todo lo que, desde el punto de vista electrostático, se puede saber de una
determinada distribución de cargas: cuáles son los efectos electrostáticos que
una distribución de carga cualquiera puede hacer sobre cualquier otra distri-
bución de carga situada en cualquier región del espacio.
Empecemos, sin embargo, por el caso más sencillo: vamos a ver qué le pasa a
una carga de prueba cuando está en presencia de una única “otra” carga pun-
tual. Esto lo haremos en el subapartado 2.1. Posteriormente, en el subapartado
2.2 introduciremos el concepto de campo electrostático que nos permitirá
concentrar toda la información electrostática de un conjunto de cargas. Cal-
cularemos, en este mismo subapartado, el campo electrostático de algunas de
las distribuciones de carga más habituales. Estos cálculos nos permitirán cal-
cular las fuerzas electrostáticas que las distribuciones de cargas hacen sobre
otras distribuciones de cargas: lo haremos en el subapartado 2.3.
¿Qué aprenderemos?
En este apartado aprenderemos cuáles son los efectos de la carga eléctrica: ve-
réis que las cargas hacen una fuerza entre ellas y aprenderéis también qué es
la fuerza por unidad de carga, lo cual nos permitirá definir el concepto de cam-
po electrostático.
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
• La fuerza que se hacen las cargas tiene la dirección que va desde una carga
hasta la otra. Además, si las cargas son del mismo tipo (las dos positivas o
las dos negativas) la fuerza es repulsiva; mientras que si las cargas son de
diferente tipo, la fuerza es atractiva.
1 qq '
Fqq ' uˆ (13)
4 d 2
En esta ecuación:
1
• El factor ---------- es un valor que depende del medio en el que se en-
4
cuentran las cargas. En particular, es un valor que depende del me-
dio y de algunas otras condiciones (temperatura, por ejemplo) que
haya. De momento, consideraremos que las cargas se encuentran en
el vacío. Denominaremos 0 a la permitividad en el vacío. En este ca-
so, 0 8,85 · 1012 C2/Nm2. Las unidades, como vemos, son los cu-
lombios al cuadrado por newton y metro cuadrado.
Figura 4
Observad bien que, de acuerdo con la tercera ley de Newton, cuando una carga Para simplificar el tratamiento,
a
consideraremos en todo este
recibe una fuerza debida a la presencia de una segunda carga, esta segunda car- subapartado sólo campos
electrostáticos en el vacío. Dejaremos
ga recibe una fuerza, debida a la primera, de igual intensidad y de sentido con- para más adelante el tratamiento de los
campos electrostáticos en presencia de
materia.
trario (podéis ver la figura 5a).
Figura 5. Definición conceptual del campo electrostático creado por una carga puntual
Esto quiere decir que el campo electrostático generado por una carga puntual,
q’i, debe ser, si nos fijamos en la ecuación 13 y consideramos la fuerza dividida
por la carga de prueba, q:
1 q'
E uˆ (14)
40 d 2
Esta expresión, sin embargo, no nos sería muy útil a la hora de calcular cam-
pos electrostáticos en situaciones más complicadas (como veremos más ade-
lante). Reescribiremos la ecuación 14 de una manera mucho más útil.
Consideramos que tenemos una carga de valor q’ situada en una posición r '
respecto de unos ejes de coordenadas X, Y, Z (figura 8). Queremos saber el cam-
po electrostático que esta carga genera en otro punto, de posición r . Podemos
escribir el campo de la siguiente manera:
(15)
Figura 6
Figura 7
Representación esquemática
del campo electrostático crea-
do por una carga puntual posi-
tiva.
a. Se representan los vectores
de campo en algunos puntos.
La longitud de los vectores in-
dica la magnitud del campo.
b. Se representan las líneas de
campo (subapartado 2.2.2).
Ejemplo 4
r 2i 6 j k [m] (17)
Por lo tanto, el vector r r ' es:
r r ' 6 j 6k [m] (18)
1 q' 2 1 10 9
E uˆ r-r ' 9 · 10 2
9
(j k) ( j k ) [N/C] (21)
4 0 r - r ' 2 6 2 2 4 2
Pero aún nos da más: una vez determinado el campo electrostático crea-
do por una cierta distribución de cargas, todos los posibles efectos elec-
trostáticos que puede producir esta distribución se podrán hallar
(calcular) a partir de la expresión del campo electrostático.
Hemos visto cómo se puede encontrar el campo electrostático creado por una
única carga puntual. Ahora nos preguntamos: ¿cuál es el campo electrostático
creado por dos cargas puntuales?
En el caso del campo electrostático creado por dos cargas, este principio impli-
ca que el campo electrostático que hay en un punto es la suma (vectorial) del
campo electrostático creado por una carga, más el campo electrostático (vec-
torial) creado por la otra carga.
1 q1' 1 q2'
E (r ) E1 (r ) E2 (r ) uˆ ' uˆ ' (22)
40 r r1' 2 r r1 40 r r2' 2 r r2
iN 1 q i'
E (r ) ' ur r' (23)
i 1 4 0 r r
2 i
i
Que se lee diciendo que el campo electrostático E creado en un punto
del espacio r debido a N cargas puntuales es el sumatorio () de las car-
gas, contando las cargas desde la primera (i 1) hasta la última (i N),
q 'i
del factor 1 / 4 0 multiplicado por ' 2 urr . Hay que tener en cuenta
'
r ri i
que cada uno de estos sumandos depende de la carga (q’i ) que conside-
raremos en cada sumando.
Ejemplo 5
Queremos calcular el campo electrostático que cuatro cargas de valores idénticos q situa-
das en los vértices de un cuadrado de lado L crean en el centro de este cuadrado.
Solución
Haremos este ejemplo algebraicamente (con letras). Repetidlo metiendo números: ¡os los
podéis inventar!
Figura 8
Si nos fijamos en la figura 8 y, sobre todo, nos fijamos en cómo hemos escogido los ejes
de coordenadas, veremos que:
r L i L j
2 2
r1' 0 i 0 j
'
r2 Li
(24)
r3' Li Lj
r4' Lj
Necesitamos, en cada caso, el vector r ri ' , el módulo vector en cada caso r ri ' , y el
vector unitario en la dirección de este vector, ur ri' También en cada caso:
r r1' L i L j r r1' 2 L ur r ' 1 i 1 j
2 2 2 1 2 2
' '
r r2 L i L j r r2 2 L ur r ' 1 i 1 j
2 2 2 2 2 2
(25)
r r3' L i L j r r3' 2 L ur r ' 1 i 1 j
2 2 2 3 2 2
r r4' L i L j r r4' 2 L ur r ' 1 i 1 j
2 2 2 4 2 2
1 Q 1 Q 1
E (r ) i 1 j i 1 j
4 0 2 L 2 2 2 2 L 2 2 2
2
2
(26)
1
j 1
Q Q
2
i 1 2
i 1 j
2L 2 2 2L 2 2
2 2
Por último, es necesario hacer todas estas operaciones, que son sumas de vectores. Si lo
hacéis, veréis que el resultado final es
E (r ) 0 (27)
Después de hacer todos estos cálculos, ¡resulta que al final el campo es cero! ¿No podría-
mos haberlo predicho con antelación? ¡Sí! Para verlo es necesario ir un poco más allá de
las expresiones matemáticas y ver qué representan. En el subapartado siguiente veréis
cómo se puede hacer esto y qué conclusiones podemos sacar de la forma del campo elec-
trostático, antes de calcularlo.
También tenemos otra ventaja: los campos electrostáticos son fácilmente vi-
sualizables. Puesto que lo que queremos es saber cuál es el campo que hay en
un punto, lo que podríamos hacer es dibujar, en cada punto, un vector que
representara este campo. Este vector sería la clave para saber qué hay en aquel
punto, electrostáticamente hablando. De todos modos, en lugar de dibujar un
vector en cada punto (figura 7a), hay una forma equivalente de verlo: dibuja-
mos unas líneas, continuas, de manera que en cada punto nos indiquen la di-
rección del vector que tendría que haber (figura 7b). Puesto que está claro que
no podemos dibujar infinitas líneas que pasen por todos los puntos, sólo di-
bujaríamos algunas, y entonces podríamos dibujarlas más espesas allí donde
el campo fuera más intenso y más dispersas allí donde el campo fuera menos
intenso.
Las líneas de campo son unas líneas que cumplen las siguientes propie-
dades:
Figura 9
En la figura 10 vemos dos casos un poco más complicados: los casos de dos
cargas puntuales. Como podemos ver, cerca de las cargas el campo es más in-
tenso que en los alrededores (hay más densidad de líneas, las líneas están más
juntas).
Cuando nos alejamos de las cargas, sin embargo, el campo electrostático que
hay en un punto determinado ya no es tan claro como era antes, ya que las
dos cargas afectan simultáneamente a aquel punto. Para determinarlo exacta-
mente, hay que aplicar el principio de superposición: el campo electrostático
total es la suma (vectorial) de los campos electrostáticos individuales. Para ver
el proceso de construcción de los campos creados por diferentes cargas, fijé-
monos en la figura 11.
Figura 10
Figura 11
Enlace recomendado
Figura 12
También vemos en la figura 12b cómo los argumentos de simetría nos per-
miten asegurar que el campo electrostático creado por un anillo en un punto
del eje tiene que ir en la dirección del eje. Esto se ve fijándonos en que cada
diferencial de carga crearía un campo electrostático, cuyas componentes se
cancelarían entre sí cuando se considerasen todos los diferenciales. De esta
manera, se cancelarían todas las componentes excepto la que va en la direc-
ción del eje.
Una vez sepáis las propiedades principales de los campos creados por cargas La visualización de los campos
a
electrostáticos es una herramienta
sencillas y hayamos definido, por argumentos de simetría, la dirección del importante que utilizaremos
frecuentemente a lo largo de esta
asignatura y, por lo tanto, será
campo en algunos puntos especiales, podemos tener una idea aproximada del importante familiarizarnos con la misma.
Los argumentos de simetría nos han permitido determinar la dirección del cam-
po creado por algunas distribuciones continuas de carga en algunos puntos. Ve-
remos a continuación cómo hacer el cálculo matemático de estos campos.
1 (carga infinitesimal)
E (r )
4 0 (Todas las infinitas cargas)
2
r r'
ur r ' (28)
La letra
Por lo tanto, el campo electrostático en un punto r creado por una
es la letra griega gamma ma-
distribución continua de cargas que ocupan una región del espacio yúscula y se lee “gamma”.
se escribe:
1 dq '
40 r r ' 2
E (r ) ur r ' (29)
donde r ' es el vector que nos indica dónde están las cargas. Dado que
las cargas están distribuidas por toda una región, el vector r ' es variable
y va recorriendo toda esta región.
El símbolo (gamma mayúscula) quiere decir que la integral se tiene que ex- Podéis ver el apartado 1.
a
tender por todas partes allí donde haya cargas creadoras de campo. Dependi-
endo de cuál sea la distribución de cargas, deberemos hacer la integral sobre
una línea de carga, sobre una superficie de carga o sobre un volumen cargado.
Además, el diferencial de carga (dq) tendrá una u otra expresión dependiendo
de la densidad que le corresponda a la distribución:
Ejemplo 6
Carga homogénea
Calcularemos el campo electrostático creado por una barra de longitud L 1 m, ho-
mogéneamente cargada con carga total Q 2 C, en un punto P situado a una distancia Un cuerpo homogéneamente
cargado quiere decir que su
d 0,75 m de un extremo de la barra y en la dirección de la propia barra.
carga tiene el mismo valor en
todos los puntos. Hay que dis-
Solución
tinguirlo de “constante”, que
querría decir que tiene el mis-
Primero, tenemos que definir unos ejes de coordenadas. Lo hacemos como se muestra en
mo valor en todo momento.
la figura 13, donde también hemos dibujado un punto cualquiera de la barra (a una dis-
tancia x’ del origen) y el desplazamiento diferencial que consideramos de este punto (dx’).
Solucionaremos el ejemplo algebraicamente y, al final, sustituiremos los parámetros por
los valores indicados en el enunciado.
Figura 13. Definición de las dimensiones y de los ejes de coordenadas para el ejemplo 6
r ( d L) i
r ' x'i ( x ' varia des de 0 fins a L)
r r ' (d L x ')i
r r ' d L x' (30)
uˆr r ' i
dl ' dx '
dq ' dl ' dx '
Ahora hay que hacer la integral. Por lo tanto, resolvemos la integral* respecto de la va-
riable x’. Es necesario darnos cuenta de que el vector unitario i no depende de x’, ya
que, sea cual sea el valor de x’, el vector unitario es el mismo. Tenemos, entonces: 1 1
* ( a x ) 2
dx
a x
C
x ' L
1 1 1
E( P ) i i (32)
4 0 d L x ' x '0 4 0 d d L
Esta expresión permite calcular el campo electrostático en cualquier punto del eje que
esté a una distancia d del extremo de la barra (siguiendo el eje X). Si queremos saber el ** Recordad que:
campo en un punto determinado (d 0,75 m), sólo es necesario sustituir por este valor. 1
9 10 9 Nm2 /C2
4 0
Considerando que la densidad lineal de carga es uniforme, tenemos que Q/L 2,0 C/m.
Por lo tanto**:
1 1
(33)
E ( P ) 2 9 10 9 i 1, 37 10 i N/C
10
0, 75 0, 75 1, 0
Ejemplo 7
Solución
Primero, tenemos que definir unos ejes de coordenadas. Lo hacemos como en la figura
14, donde representamos un plano cargado, considerado infinitamente grande y que
pensamos que está cargado positivamente.
Figura 14
En este caso, las cargas creadoras de campo están distribuidas en toda una superficie que
consideramos infinitamente grande. Puesto que la placa se considera infinita, por argu-
mentos de simetría (volved a mirar la figura 12) ya podemos asegurar que el campo sólo
podrá tener componente Z, en cualquier punto que esté por encima (o por debajo) de la
placa. Además, los argumentos de simetría también nos permiten asegurar que el campo
será el mismo, independientemente de las coordenadas X e Y del punto donde miramos
el campo; de hecho, el campo sólo dependerá, en principio, de la distancia a la que nos
encontramos de la placa.
Por lo tanto, calculamos el campo en un punto de coordenadas (0, 0, a). Con la notación
que hemos utilizado hasta ahora, tenemos (ver figura 15a):
r ak
r ' x'i y ' j ( x ' i y ' varien des de - fins a +)
r r ' x ' i y ' j ak (34)
r r ' x '2 y '2 a2
dq d S
dS d x ' dy '
Ahora hay que introducir estos “ingredientes” en la ecuación 29 y hacer la integral co-
rrespondiente, teniendo en cuenta que dq dS:
1 x ' y ' dS ( x ' i y ' j ak )
E(r )
4 0
x '
y ' ( x ' y ' a ) x '2 y '2 a 2
2 2 2
(35)
Para hacer la integral hay que considerar que dS dx’dy’. Se podría hacer toda la integral,
pero los argumentos de simetría nos permiten asegurar que sólo tendremos componente
Z del campo. Por lo tanto, las componentes en X y en Y tendrán que anularse al hacer la
• El cálculo para z < 0 daría el mismo resultado excepto que el sentido del
campo sería el opuesto. De hecho, continúa valiendo la propiedad de que
el campo sale de las cargas positivas: si toda la placa se considera positiva,
el campo “sale” de la placa (ver la figura 15b). En este caso, para los puntos
donde z < 0, la expresión del campo vendría dada por: E(r ak ) k
2 0
E E( z 0) E( z 0) 2 (38)
2 0 0
Habéis visto las expresiones generales que permiten calcular cualquier campo
electrostático. Habéis visto también algunos ejemplos concretos. Hay algunas
características de estos ejemplos que son características generales de los cam-
pos electrostáticos: a
Figura 16
Figura 17. Líneas del campo electrostático creado por una placa
finita cargada positivamente
Figura 17
El primero de estos efectos, como ya hemos visto, es que si una nueva carga
está en presencia de este campo, esta carga recibe una fuerza electrostática.
En este subapartado calcularemos las fuerzas que se ejercen sobre las cargas.
La ley de Coulomb nos permitía calcular directamente la fuerza que una
carga ejercía sobre otra. Ahora vamos un paso más allá: calcularemos la
fuerza que cualquier distribución de carga ejerce sobre otra distribución de
carga.
Esta expresión va mucho más allá del cálculo de la fuerza debida a dos cargas
puntuales. De hecho, esta ecuación es el motivo del “salto conceptual”: quiere
decir que la fuerza que recibe una carga puntual en presencia de cualquier
campo electrostático, independientemente de cómo se ha creado, viene dada
por la ecuación 39.
Insistimos en qué quiere decir la ecuación 39. La F representa la fuerza que
recibe la carga q situada en el punto r , punto en el que hay un campo elec-
trostático E(r ) creado por una distribución cualquiera de cargas que no viene
al caso (véase la figura 5c).
Ejemplo 8
Para entender lo que implica la ecuación 39, haremos un ejercicio cuya solución ya co-
nocemos: calcularemos la fuerza que una carga puntual q1 hace sobre otra carga puntual q2
que está separada una cierta distancia a.
Solución
La solución nos viene dada por la ecuación 13, la ley de Coulomb. Observad la figura 18,
donde hemos situado la partícula 1 (q1) en el origen de coordenadas y hemos definido
como X el eje que une las dos cargas. El primer paso es calcular el campo electrostático
creado por la partícula 1. Según la ecuación 15, tendremos que calcular el campo creado
por la carga 1 teniendo en cuenta lo siguiente:
r'0
r ai
(40)
r r ' ai
r r' a
1 q1 (41)
E (r ) i
40 a2
Y, finalmente, aplicando la ecuación 39 para calcular la fuerza que recibe la carga q2 te-
nemos:
1 q1q2
F12 i (42)
40 a2
que, como habíamos dicho, es exactamente la expresión que obtendríamos aplicando di-
rectamente la ley de Coulomb (ecuación 13).
Claro está que en este caso sería más sencillo calcularlo directamente utilizando la ley de
Coulomb, pero cuando las distribuciones de carga que crean el campo y las que reciben
la fuerza se complican, es mucho más sencillo realizar los cálculos de fuerza calculando,
primero, el campo electrostático.
Cuando la carga que recibe la fuerza no es una carga puntual, sino que está
distribuida por toda una línea o superficie o volumen, la ecuación 39 se debe
modificar para tener en cuenta dos cosas:
2) Que la carga recibidora no ocupa un único lugar del espacio, sino que está
distribuida. Esto hace que el campo que tendremos que considerar no sea el
campo en un punto, sino que debemos considerar, en cada punto donde hay
carga distribuida, el campo que hay en aquel punto.
Finalmente, hay que considerar que la fuerza total que recibirá la distribución
de cargas será la suma (vectorial) de la fuerza que recibiría cada diferencial de
carga. Una suma de infinito diferencial es una integral. De esta manera, la
ecuación para calcular la fuerza recibida por una distribución continua de car-
ga es:
Toda
la distribución
E(r )dq (43)
Ejemplo 9
Calcularemos la fuerza que una carga puntual Q hace sobre una barra cargada con den-
sidad lineal homogénea, de valor (lambda), y de longitud L, colocada de manera que el
inicio de la barra está situado a una distancia d de la carga.
Solución
Lo primero que debemos hacer es tener claro que consideramos que la carga creadora es
la carga puntual Q y que la barra es la carga distribuida que recibe la fuerza. Lo segundo,
es escoger unos ejes de coordenadas. De esta manera, situamos, tal y como se indica en
la figura 19, el origen de coordenadas encima de la carga creadora y el eje X lo definimos
en la dirección en que está la barra.
El tercer paso es calcular el campo electrostático creado por la carga creadora en todos los
puntos ocupados por la barra. En este caso no podemos decir que la barra esté en un solo
punto y, por lo tanto, deberemos introducir una variable que nos indique que el campo
se está calculando en toda una serie de puntos. Esto quiere decir que en la ecuación 15,
para calcular el campo, tendremos que decir que r es una variable. Como lo hemos he-
cho siempre, consideramos los “ingredientes” necesarios para la ecuación 15:
r xi donde x varía entre d y d L
r'0
(44)
r r ' xi
^ i
u r r '
r r' x
1 Q
E ( x) i
40 x2 (45)
Hemos calculado
el campo electrostático creado por la carga puntual creadora en los
puntos r xi , que son los que ocupa la barra. Ahora hay que calcular la fuerza electros-
tática sobre la barra utilizando la ecuación 43:
1 Q
F E ( r ) dq i dq (46)
toda la línea toda la línea 4 0 x 2
La línea está situada sobre el eje X, y tiene una distribución con densidad homogénea.
Por lo tanto, dq dx. Sustituyendo la integral anterior, estableciendo los límites de la
barra como límites de integración y sacando fuera de la integral aquellos términos inde-
pendientes de x, tenemos:
xd L 1 Q Q x d L 1
F
4 0 xd x2
i dx i dx
xd 40 x2 (47)
Observad que la dirección de la fuerza estará en la dirección del eje X, tal y como se ve
mediante el vector unitario en esta dirección: i . Finalmente, haciendo la integral, te-
niendo en cuenta los límites:
Q 1 d L Q 1 1 (48)
F i i
4 0 d
x 4 0 d L d
• Va en la dirección positiva del eje de las X (ya que 1/d siempre es mayor que 1/(d L)),
si tanto la densidad como la carga Q son del mismo signo; y en el sentido opuesto si
son de diferente signo.
• La fuerza decrece a medida que la distancia d aumenta, ya que la barra está más lejos
de la carga. Observad, sin embargo, que en este caso la fuerza no decrece cuadrática-
mente con la distancia.
• Cuanto más larga es la barra, más intensa es la fuerza, ya que la longitud L está di-
vidiendo en un término negativo y, por lo tanto, cuanto mayor sea L, menor será
el término negativo.
Ejemplo 10
Calcularemos la fuerza que una barra de longitud L, cargada con densidad homogénea
de valor , hace sobre una carga puntual de valor Q, situada a una distancia d del extremo
de la barra, en su misma dirección.
Solución
Observad que este ejemplo es el complementario del anterior. Si hacemos este ejemplo
es para remarcar la diferencia que hay al considerar una distribución la “creadora de cam-
po” y la otra, la “recibidora de fuerza”, o a la inversa. En este ejemplo, la distribución
creadora de campo será la barra y la recibidora de fuerza será la carga puntual.
Situando el origen de coordenadas y el eje X tal y como se muestra en la figura 20, vemos
que el campo que crea la barra en el punto donde está la carga (que es la recibidora de la
fuerza) es el que ya hemos calculado en la ecuación 32 del ejemplo 6:
1 1
E(x (d L)) (49)
i
40 d L d
Y podemos calcular la fuerza que recibe la carga puntual utilizando la ecuación 39. Tene-
mos entonces:
Q 1 1
F QE F i
40 d L d (50)
Aunque parezca que este ejemplo sea mucho más sencillo que el anterior, hay que tener
en cuenta que hemos utilizado una expresión que ya habíamos calculado antes. Sin em-
bargo, justamente ésta es la gran ventaja de utilizar el campo eléctrico y no calcular di-
rectamente fuerzas: una vez calculado el campo, para calcular fuerzas ya nos podemos
despreocupar de las cargas creadoras y sólo hay que fijarse en las cargas recibidoras de
fuerza.
Es más, si ahora queremos cambiar la posición o la distribución de las cargas que reciben
la fuerza, el cálculo hecho previamente del campo creado por las cargas creadoras nos
continúa sirviendo. Debemos tener presente, sin embargo, que el campo previamente
calculado era el campo sobre el eje X y, por lo tanto, sólo podremos aprovechar aquella
expresión sobre el eje.
Hemos visto que las cargas ejercen entre ellas una fuerza que es la fuerza de
Coulomb. Además, si tenemos varias cargas (o densidades de carga), el efecto
total es la suma de los efectos de cada una por separado.
Por otra parte, hemos visto también las líneas de campo que nos permiten ha-
cernos una idea cualitativa de forma visual.
Ahora ya sabemos qué efectos tienen las cargas y que podemos trabajar con el
campo eléctrico para tenerlos en cuenta. Pero ¿hay algo más que pueda gene-
rar un campo eléctrico? Es decir, ¿la carga es la única fuente de campo eléctri-
co? En el apartado siguiente veremos que efectivamente es así.
3. Teorema de Gauss
¿Qué aprenderemos?
En este apartado aprenderemos que las cargas son las únicas fuentes del campo
eléctrico, y lo haremos a través del teorema de Gauss.
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
El flujo es una magnitud que evalúa la cantidad de campo que está atravesan-
En este apartado, abreviaremos
do una determinada superficie. Por lo tanto, para definir el flujo nos hacen fal- “flujo de campo electrostático”
con “flujo”.
ta un campo y una superficie. Observad la figura 21: hemos dibujado unas
líneas de campo en una cierta región del espacio y cinco superficies. Todas las
superficies (excepto la D) son iguales, pero no todas son atravesadas por la mis-
ma cantidad de líneas de campo. El flujo de campo es una medida de cuántas
líneas de campo atraviesan las superficies.
Figura 21
Necesitamos, sin embargo, dar una definición precisa del flujo. Como se pue-
de ver en la figura 21, el flujo tendrá que depender no sólo de lo intenso que
sea el campo, sino también de cómo están encaradas las superficies y también
de cómo son estas superficies (cuadradas, redondas, más grandes, más peque-
ñas, etc.).
• El flujo será mayor cuanto mayor sea la superficie: en la figura 21, aunque
Componente normal
el campo es el mismo allí donde están las superficies D y E están encaradas
Hablar de la “componente
de la misma manera, la superficie D es mayor y, por lo tanto, la atravesará normal” de un campo sobre
más campo. El flujo será mayor a través de D que de E. una superficie es una manera
exacta de decir la “componen-
te que atraviesa” la superficie
perpendicularmente.
Todas estas observaciones se pueden resumir en una única definición.
Figura 22
que quiere decir que hay que calcular la componente normal (la que
atraviesa) del campo eléctrico evaluado en cada punto de la superficie y
sumar (integrar) todos estos valores para toda la superficie. La unidad
del flujo eléctrico en el sistema internacional es el newton-metro cua-
drado por culombio: Nm2/C.
Hay que remarcar que el flujo de campo electrostático es una magnitud escalar,
ya que sólo cuenta la componente normal en la superficie que atraviesa porque
ésta es la única componente que ayuda a “atravesar” la superficie. La otra com-
ponente, la componente transversal, no atravesaría la superficie considerada.
Ejemplo 11
La situación
Suponed del ejemplo 11
que tenemos un campo electrostático que tiene una expresión:
E (r ) E0 x i E0 y j . Queremos calcular el flujo de campo electrostático que atraviesa una
superficie cuadrada de lado L situada en el plano XZ.
Solución
La superficie está “sesgada” respecto de la dirección del campo (¡haced el dibujo!) y, por
lo tanto, el flujo que atraviesa la superficie se puede encontrar sólo teniendo en cuenta
la componente del campo transversal (normal) en la superficie. Puesto que la superficie
está en el plano XZ, la componente del campo que la atraviesa será la componente en la
dirección del eje Y. De esta manera:
E0 y dS E0 y dS E0 y L2 (52)
S S
Notación
El teorema de Gauss afirma que el flujo de campo eléctrico que atravie-
sa cualquier superficie cerrada (S) es proporcional al valor de la carga El símbolo ò denota que la
S
neta que hay dentro de esta superficie (Qint). La constante de proporcio- superficie S sobre la cual se cal-
nalidad es la inversa de la constante dieléctrica del medio ( para un me- cula la integral es una superfi-
cie cerrada.
dio general, y 0 en el caso particular del vacío). Matemáticamente, y
considerando que las cargas están en el vacío, tenemos:
Q
E dS int (53)
0
S
Figura 23. Líneas de campo y de flujo eléctrico producidas por una carga puntual
Figura 23
• La superficie de Gauss que escogemos no tiene por qué ser una superficie
real. Nos fijamos en superficies cerradas “virtuales” que podemos imaginar-
nos situadas dentro de un campo electrostático.
• Que el flujo a través de una superficie cerrada sea cero no quiere decir que
el campo electrostático deba ser cero en todos los puntos del interior de la
superficie (observad, por ejemplo, la figura 23a).
El teorema de Gauss tiene una validez general, es decir, es válido siempre. Sin
embargo nosotros lo utilizaremos para calcular el campo electrostático en de-
terminadas situaciones. En efecto, si fuéramos capaces de despejar E de la ex-
presión del teorema de Gauss, tendríamos una manera alternativa de
calcularlo. Esto sólo será posible en algunos casos. De hecho, esto será posible
en aquellos casos en los que, por argumentos de simetría, podamos conocer a
priori la dirección del campo en todo momento. A continuación describimos
dos de los casos más habituales: la simetría esférica (subapartado 3.3.1) y la si-
metría cilíndrica infinita (subapartado 3.3.2).
Decimos que un sistema de cargas tiene simetría esférica cuando vemos lo mis-
mo independientemente de la dirección en que miremos. Dicho de otra ma-
nera, un sistema simétrico de forma esférica se puede describir sólo teniendo
en cuenta las distancias radiales, ya que no hay dependencia de los ángulos.
El ejemplo típico de simetría esférica, y el que le da nombre, es el caso de una
esfera, o de varias esferas concéntricas.
Ejemplo 12
Calcularemos el campo creado por una distribución superficial esférica de carga (de radio
R), cargada homogéneamente con densidad de carga . Para hacerlo, utilizaremos el teo-
rema de Gauss.
Figura 24
Esquema de la distribución de
carga y de las superficies de
Gauss utilizadas en el ejemplo
12. Notad que la carga está si-
tuada sólo en la superficie de la
esfera marcada (la esfera es
todo el interior, pero la carga
sólo está en la superficie). No-
tad también que, aunque di-
bujado bidimensionalmente,
estamos representando esferas
tridimensionales: tanto la su-
perficie esférica de carga como
las superficies de Gauss
son cerradas.
Solución
Observad la figura 24. Tenemos una superficie cargada (la carga sólo está en la superficie)
de forma esférica. Puesto que la carga está distribuida uniformemente por esta superficie,
el sistema tiene simetría esférica (miremos en la dirección que miremos, siempre vemos
lo mismo). Por lo tanto, podremos aplicar el teorema de Gauss si elegimos una superficie
imaginaria, también esférica y centrada en el centro de la esfera de carga, y calcularemos
el flujo que la atraviesa.
Calcularemos por separado los dos términos del teorema de Gauss (ecuación 53) para el
caso en que la superficie de Gauss se halla dentro de la superficie de carga:
( 1) (2 ) ( 3) ( 4)
E nˆ dS E dS E dS ES E 4r
2
(54)
S S S
Qint 0
0 (55)
0 0
• En la igualdad (1) hemos tenido en cuenta que, en toda la superficie de Gauss (ver fi-
gura 24), el campo eléctrico y el vector unitario de la superficie forman un ángulo de Producto escalar
0o (son paralelos). Por lo tanto, su producto escalar es el producto de sus módulos.
El producto escalar entre dos
vectores es un número (esca-
• En la igualdad (2) hemos utilizado unos conceptos de simetría: el módulo del campo lar) que también se puede cal-
tiene que ser el mismo en cualquier punto de la superficie de Gauss (ya que el proble- cular como:
ma tiene, como decíamos, simetría esférica). Por lo tanto, lo podemos sacar de la inte-
)
A B A B cos( AB
gral (que es una integral a lo largo de la superficie).
) indica el cose-
donde cos( AB
• En las últimas igualdades, (3) y (4), hemos utilizado el hecho de que la integral de dS
no del ángulo que forman los
es S y que la superficie de una esfera de radio r es 4r2. dos vectores.
• En la ecuación 55 hemos visto que la carga interior que hay en la superficie de Gauss
es cero, porque la carga real está en una superficie de radio R, que consideramos, de
momento, que está por fuera de la superficie de Gauss.
Ahora, aplicando la igualdad del teorema de Gauss con los resultados calculados por cada
uno de los miembros, encontramos:
E 4r2 0 (56)
que, despejando E, nos lleva a concluir que, para radios r < R, el campo electrostático vale:
E(rR) 0 (57)
Si elegimos una superficie de Gauss de radio superior al radio donde están las cargas (fi-
gura 24), la primera línea del cálculo del flujo es exactamente lo mismo que antes. sin
embargo En lo que respecta a la segunda, la carga interior que hay en la superficie de
Gauss ahora ya no es cero, sino que es toda la carga que hay en la superficie real cargada:
E dS E dS E dS ES E 4r
2
Recordad que la superfície de una
S S S
(58) esfera de radio R es 4R2.
Qint
dS dS S 4R
S S
2
0 0 0 0 0
(59)
Aplicando otra vez el teorema de Gauss con estos resultados y despejando el módulo del cam-
po electrostático, encontramos:
4R2
E 4r 2
0
(60)
4R2 R2 Q 1
E (r R) int
0 4r 2 0 r 2 4 0 r 2
Observad que el campo que crea una distribución simétrica de forma esférica de carga es,
fuera de la esfera cargada, igual al campo que crearía una única carga puntual situada en
el centro de esta esfera de valor igual a la carga total de la esfera (ecuación 15).
Estos resultados se pueden resumir en la figura 25, donde representamos el módulo del
campo eléctrico en función de la distancia radial. Puesto que la simetría es esférica, no
hay que dar ninguna información angular sino que el campo electrostático sólo depende
de la distancia radial del punto donde miramos al centro de la esfera, que lo hemos de-
nominado r.
Figura 25
Figura 25
La simetría cilíndrica tiene lugar cuando hay una dirección preferente y las
otras direcciones no son distinguibles. El ejemplo típico es un cilindro, donde
el eje es la dirección preferente y las direcciones perpendiculares al eje son in-
distinguibles, simétricas.
Ejemplo 13
Calcularemos el campo creado por un hilo recto, infinitamente largo y cargado con una
densidad lineal de carga .
Solución
Figura 26
Fijaos en la figura 26. La carga está distribuida por todo un cable infinitamente largo.
Pero para poder aplicar el teorema de Gauss tenemos que escoger una superficie cerrada:
escogemos como superficie de Gauss un cilindro de radio r, pero con tapas, porque tiene
que ser cerrado. Consideramos la longitud del cilindro como L. Entonces hay que calcu-
lar el flujo de campo que atraviesa este cilindro. Para hacerlo, separaremos el flujo que
atraviesa la superficie lateral, SL, y el flujo que atraviesa las tapas (las dos), S1 y S2:
E dS
S
S1
E dS E dS E dS
S2 SL (61)
• El campo electrostático, por argumentos de simetría, siempre tiene que ser radial, salien-
do del cable: si el cable es infinito, no hay manera de que el campo marque preferente-
mente “hacia abajo” o “hacia arriba” y, por lo tanto, debe ser forzosamente radial.
vector superficie. Por lo tanto, el producto escalar del campo por el vector superficie
será el producto de sus módulos.
• En las tapas, tanto en la S1, como en la S2, el campo electrostático será perpendicular
al vector superficie. Por lo tanto, su producto escalar será cero.
E dS
S
S1
E dS E dS E dS 0 0 E dS
S2 SL SL (62)
Y podemos ir aún más lejos: considerando que el módulo del campo electrostático debe
ser el mismo en toda la superficie lateral (porque toda la superficie lateral está a la misma Superficie de un cilindro
distancia del cable y porque hay simetría cilíndrica):
La superficie lateral de un ci-
lindro de radio r y longitud L
E dS E dS E dS E SL E 2rL
S
SL SL (63)
es 2rL. La superficie de cada
una de las caras es r2. La su-
perficie total sería, pues:
Por otra parte, la carga que hay en el interior del cilindro de Gauss es la carga que, estando 2rL + 2r2 2r(r L)
en el interior del cilindro, esté en la línea de carga. Por lo tanto:
Qint
L
dl
dl
L
L (64)
0 0 0 0
Finalmente, aplicando el teorema de Gauss y los resultados anteriores (63) y (64) obtenemos:
L
E 2 rL E (r ) (65)
0 2 0 r
Observad que, en este caso, el módulo del campo decae inversamente proporcional a la
distancia al cable y no inversamente proporcional al cuadrado de la distancia (como lo
hacía en el caso de una carga puntual).
Hemos visto el concepto de flujo y con él, el teorema de Gauss, que dice que:
“El flujo de campo eléctrico que atraviesa una superficie cerrada es igual a la
carga encerrada por la superficie, partido por la permitividad del medio, que
en el caso del vacío es 0”.
Este teorema nos está diciendo que las cargas eléctricas son las fuentes del
campo eléctrico.
Hasta ahora hemos visto que el efecto electrostático que origina un conjunto a
Podéis ver el concepto energía en el
módulo “Mecánica” de esta asignatura.
de cargas se puede “concentrar” en la expresión del campo electrostático crea-
do por este conjunto de cargas. De momento ya hemos visto uno de sus efec-
tos importantes: la fuerza electrostática. En este apartado estudiaremos otro de
sus efectos: la energía electrostática. Efectivamente, las cargas crean un campo
electrostático que se extiende por la región que las rodea, y este campo elec-
trostático contiene energía.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
La respuesta es cero. No hemos tenido que gastar energía porque no hay ninguna
otra carga que afecte a nuestra carga solitaria. Podemos llevar la carga desde el infi-
nito sin tener que hacer ninguna fuerza y, por lo tanto, sin tener que gastar energía.
Si os fijáis en la figura 27b, vemos que para ir al punto r2 desde el infinito hay Podéis ver el concepto fuerza
a
conservativa en el módulo “Mecánica”
muchos caminos posibles. ¿Cuál habrá que escoger? de esta asignatura.
Así, para calcular la energía que habrá que utilizar para desplazar la segunda Trabajo y energía se pueden entender
a
como dos conceptos complementarios.
partícula hasta r2 , bastará calcular el trabajo que cuesta llevarla desde el infi- La energía se tiene, el trabajo se hace.
Se necesita tener energía para poder
nito hasta ese punto por cualquier camino. Y puesto que podemos elegir el ca- hacer trabajo.
Figura 27
el producto escalar de estos dos vectores es igual al producto de sus módulos. El trabajo, W, realizado por una
fuerza es igual al producto es-
Después (igualdad 2), hemos considerado la fuerza entre dos cargas (ecuación calar entre la fuerza y el despla-
zamiento, integrado a lo largo
13) y el desplazamiento a lo largo del eje X. Finalmente, hemos sacado de la del camino seguido en el des-
integral todas aquellas magnitudes constantes. plazamiento:
W F dl
C
x d
q1q2 1 1 q1q2 (67)
Wr2 x 4 d * 1
x dx
1
C
40 x 0
2
x
Éste es el trabajo que nos ha costado llevar la segunda carga desde el infinito
hasta una distancia d de la primera carga. Recordemos que la primera no nos
ha costado nada en términos energéticos.
1 q3q1 1 q3q2
W3 (68)
40 d31 40 d32
Es decir, un sumando para cada carga que ya había en el sistema. Para llevarle
una cuarta y una quinta y una sexta y sucesivas tendríamos que repetir el pro-
ceso. Observad que, cada vez que llevamos una nueva carga, aparecen tantos
términos como cargas anteriores había. Y en cada uno de estos términos, apa-
rece el producto de la nueva carga por una de las anteriores y la distancia entre
la nueva carga y la que ya estaba.
1 qi q j 1 j N i N 1 qi q j
U
2 j 1 i 1;i j 40 dij
Todas las parejas 4 0 dij
(69)
1 1 dq dq '
2 de carga 40 d
U Distribución (70)
donde se tiene que integrar dos veces para la distribución de cargas (para poder
contar todos los pares de diferenciales). d representa la distancia entre estos
dos diferenciales.
Ejemplo 14
Observad que:
Calcularemos la energía electrostática de un sistema de 4 cargas iguales situadas en los 2-
------
2 2 2 2
= ------- ------- = ---------------- = 2
vértices de un cuadrado de lado L. 2 2 2 2
2
Solución
1 qi qj
U
Todas las parejas 4 0 dij
Si una vez tenemos definido un sistema de cargas quisiéramos poner una carga
Enlace recomendado
más, ¿qué energía necesitaríamos? Respuesta: depende del punto donde la
Podéis “jugar” con la
queramos poner y depende también del valor de la carga que queramos poner. electroestática y ver el
potencial electroestático en:
Podemos pensar como si cada punto del espacio tuviera una especie de “ener-
http://www.falstad.com/
gía latente” que no se utiliza si no le ponemos realmente una carga. La “ener- emstatic
gía latente” que hay en un punto del espacio, por unidad de carga, es el
potencial electrostático.
Está claro que la energía que necesitaríamos también depende del punto don-
de las cargas se consideran “energéticamente gratuitas”. Llamamos a este pun-
to origen de potencial electrostático (o sencillamente, origen de potencial).
jN
1 qj
V (r ) (72)
j 1 4 0 r rj
donde r rj representa la distancia entre la carga j y el punto en el que
queremos saber el potencial. Observad que tiene signo positivo para in-
dicar que es el potencial creado por un sistema de cargas (y que sería equi-
valente al potencial que necesitaríamos –negativo– para fabricarlo).
Figura 28
Figura 28
• Allí donde las líneas son más densas (están más juntas unas con
otras) quiere decir que el potencial cambia más rápidamente.
Por otro lado, el potencial electrostático que hay en un punto está relacionado
Trabajo realizado
con el campo electrostático que hay en aquel punto. De hecho, así como el por una fuerza
campo es la fuerza por unidad de carga, el potencial es la energía por unidad El trabajo, W, realizado por una
fuerza, es igual al producto es-
de carga. Por lo tanto, la relación entre potencial y campo tiene que ser la mis- calar entre la fuerza y el despla-
ma que hay entre energía (o trabajo) y fuerza. zamiento, integrado a lo largo
del camino seguido en el des-
plazamiento:
W F dl
C
En efecto, se puede ver a partir de las ecuaciones 23 y 72, que la diferen-
cia de potencial entre dos puntos A y B del espacio es:
Componentes tangencial
B y normal
V (rB ) V (rA ) E (r ) dl (73)
A La componente tangencial de
un vector (o de un campo) a lo
largo de una línea es la compo-
Esta ecuación representa la relación entre el campo electrostático pre- nente de este vector (o campo)
sente en el espacio y la diferencia de potencial entre dos puntos. En en la dirección de la línea. La
componente perpendicular se
definitiva, lo que quiere decir es que la diferencia de potencial entre denomina componente normal.
dos puntos es la componente tangencial del campo electrostático in-
tegrado (sumado) mediante una curva cualquiera que une los puntos
A y B.
En la figura 28 hemos dibujado, para dos casos diferentes, las líneas equipo-
tenciales y las líneas de campo que ya habíamos dibujado antes. Os debéis fijar
especialmente en el hecho de que, en cada punto, la línea equipotencial que
pasa es perpendicular (en aquel punto) a la línea de campo en el mismo punto.
• Las líneas de campo van de los puntos donde el potencial es más alto
hacia los puntos donde el potencial es más bajo, y lo hacen en la di-
rección en que la variación es máxima.
1 (Carga infinitesimal)
V (r )
4 0 (todas las infinitas cargas)
r r'
(74)
1 dq '
V (r )
40
r r'
(75)
Hay algunos casos en los que escoger el infinito como origen de potencial nos
puede provocar algún inconveniente: hay ejemplos en los que, para simplifi-
car el tratamiento matemático, se considera que las cargas llegan hasta el infi-
nito (un cable cargado, supuesto infinitamente largo, un cilindro considerado
infinito, etc.). En estos casos no se puede escoger el origen de potencial en el
infinito porque entonces llegaríamos a algunas contradicciones. Entonces, te-
nemos que establecer el origen de potencial en algún otro punto, pero siempre
con la misma idea: el potencial será cero allí donde consideramos que las car-
gas son energéticamente gratuitas. Este punto en general lo podemos escoger
nosotros. En un circuito, por ejemplo, se considera este punto allí donde tene-
mos la fuente de electrones: la pila o el enchufe de la corriente, aunque en es-
tos casos las cargas no son “monetariamente” gratuitas.
Ejemplo 15
Calcularemos el potencial electrostático creado por una carga puntual situada en el ori-
gen en todos los puntos del espacio.
Solución
decoordenadas, r ' 0 . Queremos
Suponemos una carga de valor Q, situada en el origen
calcular el potencial en un punto genérico r xi yj zk . Aplicando la ecuación 72, en-
contramos:
1 Q
V (r )
4 0 x2 y 2 z 2 (76)
El interior de la raíz cuadrada es, de hecho, la ecuación del lugar geométrico ocupado por
esferas de radio constante centradas en el origen (puntos tales que su distancia al origen
es constante). Por lo tanto, las líneas equipotenciales (en este caso, superficies equipoten-
ciales) serían esferas con centro en la carga creadora, como se había visto en la figura 28a.
Ejemplo 16
Calcularemos el potencial electrostático creado por dos cargas puntuales separadas una
distancia d. Consideraremos las cargas de igual magnitud y signo opuesto.
Solución
Figura 30
Figura 30
d
r1' i
2
d (77)
r2' i
2
r xi yj
d
2
d
r r1' x i yj r r1' x y 2
2 2 (78)
d
2
d
r r2' x i yj r r2' x y 2
2 2
1 q q
V (r ) (79)
4 0 d
2
d
2
x 2 y x y
2 2
2
Esta expresión se puede dibujar en forma de líneas equipotenciales, que son, precisamen-
te, las que hemos dibujado en la figura 28b.
Ejemplo 17
Calcularemos el potencial electrostático creado por una línea recta de carga de longitud
L y con densidad de carga homogénea . Lo queremos calcular en un punto genérico del
plano XY que marca la propia línea de carga.
Solución
Estamos en la situación de la figura 13. Utilizamos los mismos ejes de coordenadas de esta
figura. Queremos calcular el potencial en un punto genérico del plano XY. Por lo tanto:
r xi yj
r ' x 'i ( x 'varía desde 0 hasta a L )
r r ' ( x x ')i yj (80)
r r ' ( x x ') 2 y 2
dq ' dx '
Ahora, hay que introducir estas magnitudes en la ecuación 75 y hacer las integrales ne-
cesarias*:
* dx
1 dq ' 1 x ' L dx '
(a x )2 b 2
V (r ) (81)
4 0
r r ' 4 0 x ' 0
( x x ') 2 y 2
Ln a x (a x )2 b 2
x x2 y 2 Ln A LnB Ln
A
V (r ) Ln (82) B
40 x L ( x L)2 y 2
LnA Ln
1
A
Es importante remarcar que, en los tres ejemplos que hemos mostrado, hemos
supuesto, todo el rato, que el origen de potencial estaba en el infinito. Esto nos
ha permitido utilizar las ecuaciones 72 y 75.
Atención
A partir de la ecuación 69, y considerando una distribución contínua de
Notad que en la ecuación 83
carga, podemos escribir la energía electrostática, Ue, de un sistema de utilizamos en lugar de V para
cargas distribuidas (volúmicamente) como: el potencial, por no confundir-
lo con el volumen.
1
2 c
Ue dV (83)
0
Ue
2 Todo el espacio
E E dV (84)
y cuáles son los datos de los que disponemos o bien que podemos calcular. Os
tenéis que dar cuenta de que en la ecuación del campo (ecuación 84) hay que
hacer la integral sobre todo el espacio y esto, a veces, es complicado si el cam-
po se extiende hasta el infinito. Este problema no aparece en el caso de la ex-
presión del potencial (ecuación 83), pero ahora debemos conocer la
distribución de cargas y no sólo el campo que estas cargas producen. En defi-
nitiva, tenemos dos expresiones equivalentes para calcular lo mismo: en cada
caso concreto utilizaremos aquella que nos sea más sencilla.
Hemos aprendido que este potencial está definido salvo una constante, es decir,
hay que escoger siempre cuál es el origen de potenciales.
También hemos podido ver que nos podemos hacer una idea cualitativa del
potencial mediante las líneas de potencial. Recordad que éstas nunca se
pueden cortar, ya que eso quiere decir que en un punto tenemos dos valores
para el potencial.
Hasta ahora hemos estudiado las propiedades principales de los campos elec-
* A efectos electrostáticos, el aire
trostáticos (subapartado 2.2), de la fuerza electrostática (subapartado 2.3) y de (en las condiciones habituales) es
muy similar al vacío.
la energía electrostática (apartado 4) en el vacío. Hemos considerado que las
cargas creaban un campo electrostático y nos hemos preocupado de aprender
sus propiedades suponiendo que, en todo momento, estas cargas estaban si-
tuadas en un medio muy concreto: el vacío*.
¿Qué pasa, sin embargo, si estos campos electrostáticos, en lugar de afectar a car-
gas que están en el vacío, afectan a cargas que están en el interior de un material?
Toda la materia está formada por electrones y por protones** y, por lo tanto,
** También hay neutrones, que no
la materia es susceptible de recibir la influencia de los campos electrostáticos. tienen carga eléctrica y que, por lo
tanto, no tienen efectos
electrostáticos.
En general, estos electrones y estos protones están presentes en la materia en
forma de átomos con un núcleo atómico positivo y los electrones formando
capas a diferentes distancias de este núcleo. Por lo tanto, hay también unas
fuerzas eléctricas internas (atómicas, podríamos decir) que también afectan a
los electrones y los protones que hay dentro de un material.
Veremos las respuestas en este apartado. De hecho, veremos qué les pasa a las
cargas microscópicas de los materiales y veremos cómo, dependiendo de qué
les pasa, podremos tener diferentes tipos de materiales.
¿Qué aprenderemos?
también la permitividad del medio, que nos permitirá trabajar con cierto tipo
de materiales de la misma manera que lo hemos hecho hasta ahora.
Veremos también que hay un tipo muy especial de material, que son los con-
ductores, en cuyo interior el campo eléctrico siempre es 0.
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
Figura 31
Figura 31
a. Representación esquemática
de los dipolos formados en un
material cuando actúa un cam-
po electrostático externo.
b. La distribución de cargas
equivalente es una distribución
superficial ya que, en el inte-
rior, las cargas de signo contra-
rio cancelan sus efectos.
Estos dipolos son microscópicos, pero puesto que el efecto se extiende por
“Pequeño” y “grande”
todo el material, se produce una respuesta macroscópica del material: es de-
Pequeño y grande son concep-
cir, los efectos individuales (microscópicos) son muy pequeños, pero se acu- tos relativos. Cuando habla-
mos de efectos microscópicos
mulan de manera que, en global (macroscópicamente), se nota un efecto pequeños, utilizamos “peque-
que no es pequeño. Decimos que se ha producido una polarización del ma- ño” en el sentido de que es un
efecto casi imperceptible para
terial. Hay que decir que la orientación de los dipolos puede darse en varias los sistemas de medida de los
que disponemos. No obstante,
direcciones, lo que equivale a decir que la polarización es una magnitud el efecto acumulado es fácil-
mente medible: entonces deci-
vectorial. mos que “no es pequeño”.
Estas cargas ligadas tienen una relación con la polarización que se ha generado
en el material. De hecho, fijaos en que la densidad superficial ligada tiene que
depender de la polarización que haya en la superficie (de las cargas que que-
den no compensadas en la superficie), mientras que la densidad volúmica
debe depender de cómo varía la polarización a medida que nos movemos por
el material (porque sólo cuando varía es cuando no quedan compensadas las
cargas interiores). De esta manera, tenemos que:
La pregunta que nos hacemos entonces es: si hay un campo electrostático ex-
teriormente aplicado y la reacción del material consiste en inducir unos dipo-
los microscópicos que producen un campo de polarización, ¿cuál es el campo
electrostático total que hay en el interior de un dieléctrico? ¿Cómo se puede
tener en cuenta el efecto de las cargas microscópicas?
Este campo es el campo de desplazamiento eléctrico, D , y se define
como:
D 0 E P
(85)
donde 0 es la permitividad del vacío, E es el campo electrostático y P
la polarización. Las unidades de D son los C/m2 (culombios por metro
cuadrado), igual que las de la polarización. Observad bien que el campo
electrostático E tiene que ir multiplicado por la permitividad del vacío,
0 (‘épsilon sub cero’).
cerrada
Superficie DdS Qint (85b)
r0 (87)
Ejemplo 18
Calcularemos el campo eléctrico creado por una carga puntual que está dentro del agua,
que tiene una permitividad relativa de r 80.
Solución
El campo de desplazamiento eléctrico que genera la carga libre, a partir del teorema de
Gauss con D (equación 85b), es:
1 q
D ur (88)
4 d 2
1 q
E ur (89)
4 0 d 2
Sin embargo, si consideramos ahora que la partícula está bajo el agua, nos encontramos
con que las moléculas del agua se polarizan, pero que el campo de desplazamiento sigue
siendo el mismo, ya que en este campo sólo cuentan las cargas libres. Entonces, utilizan-
do la ecuación 86, tenemos que el campo electrostático es:
1 q
E ur (90)
4 d 2
Puesto que la permitividad relativa del agua es 80, vemos que el campo electrostático
creado por una partícula bajo el agua es 80 veces inferior que el campo electrostático crea-
do por esta misma carga si estuviera en el vacío.
El ejemplo anterior nos ilustra una propiedad que, de hecho, es general para
todos los materiales isótropos, homogéneos y lineales, y que enunciamos a
continuación.
Sin embargo, en otros materiales, la respuesta frente a los campo eléctricos puede depen-
der de muchas cosas: de la dirección del campo aplicado; del módulo del campo aplicado;
de la posición dentro del material; en algunos casos, incluso de los campos previamente
aplicados sobre el material; etc. El tratamiento de todos estos efectos se hace consideran-
do que la permitividad del material no es una constante sino que depende de diferentes
parámetros que tienen en cuenta las dependencias comentadas.
to, todas las cargas están ligadas a sus correspondientes dipolos moleculares.
No queda ninguna carga que “salte” de su átomo y pueda moverse libremente
por del material.
Cuando hay algunas cargas eléctricas que quedan libres para moverse a través
del material, decimos que el material es conductor: pensad que las cargas, al mo-
verse, “conducen” una corriente de un punto a otro del material conductor.
Ejemplo 19
Calcularemos el campo electrostático que hay en todos los puntos del espacio y debido
a una carga puntual positiva, de valor Q, rodeada por una capa esférica conductora de
radio interior a y de radio exterior b.
Solución
Tenemos, por lo tanto, una situación como la de la figura 32. Queremos calcular el cam-
po electrostático en todos los puntos del espacio. Tenemos tres regiones: la región inte-
rior a la capa, el interior de la capa y la región exterior a la capa.
Figura 32
Utilizando el teorema de Gauss* encontramos que el módulo del campo es (la dirección
es siempre apuntando hacia fuera de la carga puntual central): * Podéis ver la ecuación 52 del
apartado 3. Ved también el ejemplo
12.
1 Q
E ra
4 0 r 2
E0 ar b (91)
1 Q
E br
4 0 r 2
El cálculo que hemos tenido que hacer (ved el ejemplo 12) no parece complicado y, ade-
más, parece que la capa conductora no haya hecho ningún efecto aparte de hacer cero el
campo en su interior. Hay algo importante, sin embargo, que es necesario tener en cuen-
ta: si el campo electrostático creado por la carga central tiene un cierto valor, también en
el interior de la capa conductora, ¿qué cargas han hecho que, justamente dentro del con-
ductor, el campo creado por la carga se haya compensado?
La respuesta es la siguiente: las cargas que han quedado libres dentro del material con-
ductor por el efecto del campo externo (el de la carga central). Estas cargas se han movido
hacia la superficie de manera que, en el estado final estacionario, han compensado el
campo eléctrico en su interior. Estas cargas se denominan cargas inducidas.
En este ejemplo podemos calcular estas cargas: las cargas inducidas son cargas “arranca-
das” de sus lugares habituales y que se han movido hacia la superficie. Si los electrones
se han movido, han creado un exceso de carga negativa en una superficie y, por lo tanto,
un exceso de carga positiva en otra. Muy importante: las cargas inducidas tienen que su-
mar siempre cero.
Figura 33
Figura 33
Puesto que el flujo debe ser (por el teorema de Gauss, ecuación 53) igual a la carga total
interior a la superficie (dividida por la permitividad), se deduce que la carga total interior
tiene que ser cero:
Qint
E dS 0 (93)
0 S Recordad que la superficie de una
esfera de radio R es 4R2.
Puesto que la carga puntual central vale Q, la carga total distribuida por toda la superficie
interior tiene que valer Q. Esto quiere decir que en la superficie interior debe haber una
carga inducida, distribuida uniformemente, de densidad superficial:
Q
ind (r a)
4a2 (94)
y, en la superficie externa, una carga total inducida de valor Q y, por lo tanto, con una
densidad superficial:
Q
ind (r b) (95)
4b 2
1
2 Cargas
Ue f dV (96)
No hay que hacer la demostración matemática, pero recordad que las cargas li-
bres dependían de la variación del campo de desplazamiento, D , y el potencial
electrostático depende de la integral del campo electrostático E (ecuación 73).
Si nos fijamos bien, sólo se trata de sustituir 0 E por D en la ecuación
para la energía en el vacío (ecuación 84).
s dS S
1
U e Q (99) y, por tanto, Q = S.
2
Atención
Por lo tanto, la energía en un sistema de N conductores es:
En las ecuaciones 98 a 100 he-
1 N mos utilizado para el poten-
U e i Qi (100) cial, pero dado que no aparece
2 i 1 el volumen, hubiéramos podi-
do escribir V.
donde i y Qi son el potencial y la carga, respectivamente, del conduc-
tor i.
Ejemplo 20
Solución
Para responder, primero hay que calcular la energía que tienen los conductores mientras
están conectados a la fuente de potencial (ecuación 100):
1 1 5 V 1C 5V 2 C (101)
Ui 1 Q1 2 Q2 7,5 J
2 2 2 2
Por otra parte, una vez los desconectamos de la fuente, la carga total nunca puede cam-
biar (las cargas se pueden repartir entre los conductores, pero éstos las pueden perder si
no están conectados a ninguna fuente). Por lo tanto, la carga total del sistema, una vez
desconectadas las fuentes, debe continuar siendo 3 C. Además, cuando conectamos los
dos conductores entre sí, en el fondo estamos creando un único conductor y todos sus
puntos tienen que estar al mismo potencial (podríamos decir que al conectar los dos con-
ductores el uno con el otro las cargas se redistribuyen hasta que el potencial en todos sus
puntos se iguala). Denominamos al nuevo potencial de este nuevo “conductor único”,
y que no conocemos, serán los 3 V que nos indica el enunciado. Por lo tanto, tenemos
estas dos condiciones (las primas (‘) indican la situación después de la conexión):
Q1 Q2 Q1' Q2' 3 C
1 3V 3C (102)
U f ' ( Q1' Q '2 ) 4,5 J
2 2
Por otra parte, hemos visto que podemos definir la permitividad del medio, ,
y que cuando trabajamos con materiales isótropos, homogéneos y lineales
(i.h.l.) podemos utilizar todo lo que hemos visto en el resto del módulo, sim-
plemente cambiando la permitividad del vacío, 0, por la del medio, .
¿Qué aprenderemos?
En este apartado veremos una aplicación muy común de todo lo que hemos
visto hasta ahora: los condensadores de placas paralelas.
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
El primer paso que hay que hacer es calcular el campo eléctrico creado por la
distribución de cargas que mostrábamos en la figura 34: dos placas planas
iguales, paralelas, separadas una distancia d, cargadas con densidad superficial
de carga igual y de signo contrario. Para hacerlo, utilizaremos dos resultados
conocidos:
Figura 35
Figura 35
Estos cálculos están resumidos en la figura 35a, donde hemos dibujado el campo
creado por las placas separadamente. Observad que el campo debido a la placa
positiva “sale” de la misma, mientras que el campo creado por la negativa, “en-
tra”. Anteriormente ya hemos encontrado el valor del campo (ecuación 37): ha-
bíamos visto que el módulo del campo electrostático es el que expresa la
ecuación siguiente (103) y la dirección es la que se indica en la figura 35:
E1 (103)
2 0
E (104)
2 0 2 0 0
Placa 2
V E dl (105)
Placa 1
Figura 36
Figura 36
xd xd
V Exdx Ex dx (106)
x0 x0
donde Ex es la componente del campo E en la dirección del eje X. Finalmente,
hay que darse cuenta de que la componente x del campo electrostático es justo
la expresión del campo que habíamos calculado en el subapartado 6.1 (ecua-
ción 104) y que la integral que queda es sencillamente la distancia entre las placas.
0 2
Ue
2
V
E dV (109)
0 2 2
Ue
2
V
E dV 0 E d V
2 V
(110)
2
Ue Sd (111)
2 0
Esta ecuación se puede combinar con la ecuación 108 para obtener la energía
electrostática almacenada en un condensador en función de la diferencia de
potencial entre las placas:
2 1 1
Ue Sd V S V Q (112)
2 0 2 2
donde Q es la carga con que está cargado el condensador, y que es igual, como se
ha visto en la ecuación anterior, a la densidad de carga superficial por la superficie.
Q0 S0
C (114)
d d
0
C S (115)
d
La capacidad es, por lo tanto, una propiedad del condensador que depende
sólo de su geometría (la superficie de las placas, S, y la separación entre las mis-
mas, d) y del material que hay en el interior del condensador (la permitividad,
, que en este caso corresponde al vacío, 0).
1 2 1 Q2
Ue C V (116)
2 2 C
Ejemplo 21
C' S r 0S (118)
d d
Es decir, la capacidad del condensador con un dieléctrico dentro ha aumentado en un
factor igual a r. Por este motivo los condensadores reales llevan dieléctricos: para aumen-
tar su capacidad.
Ejemplo 22
Solución
Además, cuando dos condensadores están conectados en serie, la carga con la que se car-
gan los dos tiene que ser la misma, denominémosla Q. Por lo tanto, la capacidad equiva-
lente sería, según la definición de capacidad (ecuación 113), la carga en el condensador
equivalente dividida por la diferencia de potencial total. Es decir:
Q Q
Ceq (119)
VAC VAB VBC
1 1 1
(121)
Ceq C1 C2
Ejemplo 23
Solución
En este caso, como podemos ver en la figura 38, la diferencia de potencial entre las placas será
la misma en los dos condensadores. Ahora, además, la carga total con la que se cargan los
condensadores tendrá que ser la carga con la que se cargaría el condensador equivalente.
Qtot Q1 Q 2
Ceq C1 C2 (122)
VAB VAB
Ahora ya hemos tratado todos los conceptos que se tenían que ver en el mó-
dulo. En el apartado siguiente tenéis algunos ejercicios para que los podáis tra-
bajar y consolidar.
7. Problemas resueltos
7.1. Enunciados
1 1
u i j (123)
2 2
d) ... tenga las dos componentes que disminuyan a medida que nos aleja-
mos del origen de coordenadas.
e) ... tenga un campo vectorial cualquiera, pero cuyo módulo sea inver-
samente proporcional al cuadrado de la distancia al origen de coordena-
das.
( xi y j )
E ( x,y ) K (124)
x2 y 2
3/ 2
10. Calculad a qué distancia tendrían que estar dos cargas de 0,5 C para ha-
cerse una fuerza equivalente al peso en la tierra que tendría un objeto
de 1.000 kg.
7.2. Soluciones
1. Nos piden que escribamos algún ejemplo de campo vectorial que cumpla
las condiciones indicadas. De hecho, todas las expresiones de los campos
vectoriales (en un espacio bidimensional) deben seguir la misma estructu-
ra: A( x, y ) Ax ( x, y )i Ay ( x, y ) j , donde se ve que cada una de las dos com-
ponentes puede depender de las dos variables (del espacio bidimensional).
También hay otra manera de escribir un campo, teniendo en cuenta el mó-
dulo y la dirección: A( x, y ) A( x, y ) uˆ ( x, y ) , donde indicamos que, tanto el
módulo como el vector unitario, pueden depender del punto del espacio
donde estamos calculando el campo. Así, hay muchas soluciones a este
problema. Sólo mostraremos un ejemplo de cada uno de los apartados. En-
contrad algunos más:
a) A 3i (125)
1 1 3 3
b) A 3uˆ 3 i j i j (126)
2 2 2 2
5
c) A 3i j (127)
y
10 10
d) A i j (128)
x y
2 2
x y
2 2
10 10 10 2 10 2
e) A i 2 j A 2 (129)
x y
2 2
x y 2
x y2 d2
( xi 0 j ) x
E ( x, 0) K K 3j (130)
x 0
2 2 3/ 2
x
b) Cuando x 0, tenemos:
(0i y j ) y
E(0,y ) K K 3j (131)
0 y
2 2 3/2
y
2 2
K x y K
2 2
Kx Ky
E ( x,y ) (132)
x y x y x2 y 2 x y
2 2 3 / 2
2 2 3 / 2
3 / 2 2 2
R K
E(R) K 3 2 (133)
R R
3.
Figura 40
Figura 40
Esquema de un dipolo y de un
cuadripolo correspondiente al
problema resuelto número 3.
Está construida a partir
de la figura 39.
Situamos los ejes de coordenadas como en la figura 39. Por lo tanto, tene-
mos que definir el punto donde queremos mirar el campo, r , y los puntos
donde hay cargas creadoras. Después aplicaremos la ecuación 23 y haremos
los cálculos correspondientes. Numerando las cargas como en la figura 40,
los ingredientes que nos hacen falta para la ecuación 23 son:
r xi
r1' b j r r1' xi b j r r1' x2 b 2 (134)
r2' b j r r2' xi b j r r2' x2 b 2
1 q ( xi bj ) q ( xi bj )
E ( x,0,0) (135)
40 ( x2 b 2 ) x2 b2 ( x2 b 2 ) x2 b 2
q 2bj
E ( x,0,0) 2 2 3/2 (136)
40 ( x b )
Observad que la dirección del campo va sólo según el eje Y (en sentido ne-
gativo). De hecho, esta conclusión la habríamos podido extraer sólo por ar-
gumentos de simetría: observad la figura 40, donde hemos dibujado los
campos creados por las cargas individualmente. El campo total es la suma
(vectorial) de estos dos campos.
q 2x 2x
E ( x,0,0) 3 2 i (137)
40 x 2 3/2
(x b )
una única expresión vectorial. Una manera de hacerlo (no la única) es con-
siderar el ángulo de giro a medida que “rodeamos” el anillo. Entonces, los
puntos donde hay cargas creadoras de campo están situados en:
r ' Rcos() j Rsen()k (138)
Observad bien que los ejes para r ' son los Y y los Z, ya que el eje X es el
del eje del anillo y las cargas creadoras están, por lo tanto, en el plano YZ.
Figura 41
Figura 41
Coseno de un ángulo
Para calcular esta componente, sólo es necesario tener en cuenta el campo
En un triángulo rectángulo, el
total y multiplicarla por el coseno del ángulo que forma con el eje X(el coseno de un ángulo es el cate-
to contiguo dividido por la hi-
de la figura 41), que será x / x2 R2 . Por lo tanto: potenusa:
x
cos
R2 x 2
1 dl x
Ex ( x,0,0)
40 Anillo x R2
2
x R2
2
(139)
Ahora hay que resolver esta integral. Observad que la integral se tiene que
hacer para todo el anillo, y esto quiere decir que lo que varía mientras ha-
cemos la integral es el ángulo, pero ni x, ni R, ni varían. Por lo tanto, al
hacer la integral, todos los términos que hay en el integrando pueden salir
del interior y obtenemos:
1 x
40 x R2 3 / 2 anillo
Ex ( x,0,0) dl (140)
2
1 2 Rx R x
Ex ( x,0,0) (141)
40 x2 R2 3 / 2 20 x2 R2 3 / 2
Figura 42
Figura 42
Como hemos visto en el ejemplo 12, vemos que, por simetría, el campo Ved el ejemplo 12 en el subapartado
a
3.3.1 de este módulo.
electrostático sólo puede ser radial (saliendo de la esfera), y además, el mó-
dulo del campo sólo puede depender de la distancia al centro: con estos ar-
gumentos podíamos desarrollar el primer término del teorema de Gauss de
la siguiente manera:
E dS E dS E dS ES E 4r
2
(142)
S S S
4
Q int (r R ) Vcarga R 3 (143)
3
4
Qint (r R) VSup. Gauss r 3 (144)
3
Por lo tanto, el campo electrostático en las dos regiones del espacio (inte-
rior y exterior) nos queda finalmente:
4
R3
Q ( r R ) R 3
• Exterior: E 4r int
2
E (r R ) 3 2 (145)
0 0 4r 30r 2
Figura 43
4
r 3
Qint (r R)
• Interior: E 4r 2
E (r R) 3 2 r (146)
0 0 4r 30
E dS
S
SL
E dS E dS E SL E 2 rL
SL (147)
Para calcular la carga interior que hay en las superficies de Gauss, tenemos
que distinguir entre dos regiones (ver la figura 44), según si escogemos un
cilindro de Gauss interior a la corteza de carga o bien exterior a la misma.
Figura 44
Figura 44
Qint(r R) 0 (148)
Para un radio del cilindro de Gauss mayor que R, la carga interior será:
R
• Exterior: E (r R ) (151)
0r
• Dipolo: U
1 q 2
(152) a
80 b Podéis ver un dipolo y un cuadripolo en
el ejercicio 3 de este módulo.
1 2q2 2q2 q2
• Cuadripolo: U (153)
4 0 b b 2b
1 Q
E (154)
40 r 2
2
0 r b 1 Q
U r a 40 r 2 4r dr
2
(155)
2
r 0 , 02m
1 Q2 r b 1 Q 2 1
U
2 4 0 r a r 2
dr
8 0 r r 0 , 01m
2, 25 1011 J (156)
c) Ahora no hay campo, así que no hay energía. Se habrá producido una des-
carga del sistema (un cortocircuito) que habrá liberado 2,25 · 1011 J de energía
(ecuación 156).
Figura 46
Figura 46
• Si el dieléctrico llena el espacio entre las placas de manera que toca las dos
placas (situación b de la figura 46), la diferencia de potencial entre los ex-
tremos del dieléctrico y entre los extremos de la zona vacía tiene que ser la
misma, ya que los dos materiales (el dieléctrico y el vacío) tocan las mismas
placas. Por lo tanto, esto es lo mismo que decir que el condensador es como
si fuera un sistema de dos condensadores conectados en paralelo.
1 1 1 d /2 d /2 d 1 d 3
1 (157)
C C1 C2 r 0 S 0 S 2 S0 2 S0 4
4 0
Por lo tanto: C S (158)
3d
r 0 ( S / 2 ) 0 ( S / 2 ) S 0
C C1 C2 2 1 (159)
d d 2d
3 0
Por lo tanto: C S (160)
2 d
E 2i N/C (161)
D E r 0 2 i = 60 i 5, 31 10 11 i C/m2 (162)
P D 0 E r 0 E 0 E 0 (r 1) E 40 i 3, 54 10 11 i C/m2 (163)
10. La fuerza que se hacen dos cargas puntuales de valor Q nos viene dada por
la ley de Coulomb (ecuación 13), que en módulo se escribe:
1 Q2
F (164)
40 d 2
1 Q2 (0,5)2
d 9 109 479,2 m (165)
40 F 9.800
¡Un resultado sorprendente! Dos cargas tendrían que estar separadas casi
medio kilómetro para ejercerse mutuamente la misma fuerza que el peso
de 1.000 kg. Parece increíble, pero no demuestra más que la fuerza electros-
tática es mucho más intensa que la fuerza de la gravedad (aunque son difí-
ciles de comparar, ya que una se debe a las cargas y la otra a las masas, este
ejemplo puede servir para hacer esta comparación).
Resumen
Las cargas eléctricas ejercen influencia sobre otras cargas eléctricas. Si consi-
deramos situaciones estáticas, hablamos de efectos electrostáticos. Hemos
visto que los efectos electrostáticos se pueden vehicular mediante un concepto
matemático que denominamos campo electrostático. El campo electrostáti-
co es un campo vectorial que, por lo tanto, define un vector en cada punto del
espacio. Este vector contiene toda la información electrostática del sistema.
Las fuentes de campo electrostático, las causas de estos efectos electrostáticos
son las cargas eléctricas, que pueden ser de dos tipos: positivas y negativas.
Las cargas pueden estar, a la vez, situadas en puntos del espacio o distribuidas
en líneas, superficies o volúmenes.
1 q'
Eq ' (r ) 2 ur r ' (15)
40 r r '
1 dq '
E (r ) 2 ur r '
40 r r ' (29)
Qint
E dS
S
0 (53)
Todas estas consideraciones nos han permitido presentar algunas de las carac-
terísticas principales de los campos electrostáticos y dibujar estos campos me-
diante las líneas de campo, que son líneas que en todo punto son paralelas al
vector campo eléctrico y cuya densidad es proporcional al módulo del campo
eléctrico.
Para calcular efectos “reales” de las cargas hemos estudiado la fuerza electros-
tática que las cargas reciben en presencia de campo eléctrico y la energía elec-
trostática que un sistema de cargas tiene (ecuaciones 43 y 69):
F E (r ) dq
Toda la distribución
(43)
1 qi q j 1 j N i N 1 qi q j
U
2 j 1 i 1 40 dij
Todos los pares 4 0 dij
(69)
1 dq '
V (r )
40
r r '
(75)
D E (86)
E (104)
0
También hemos visto que la diferencia de potencial entre las placas del con-
densador y la energía almacenada es (ecuaciones 108 y 116):
Q
V d d (108)
0 0 S
1 2 1 Q2
Ue C V (116)
2 2 C
donde la C es la capacidad del condensador que es una magnitud que sólo de-
pende de la geometría del condensador y del material que hay en su interior.
De hecho, la capacidad es la magnitud que nos determina la funcionalidad de
un condensador dentro de un circuito.
Ejercicios de autoevaluación
1. El campo electrostático creado por una carga puntual en cualquier punto del espacio...
a) ... depende siempre de las características del medio que rodea la carga.
b) ... depende siempre sólo de la distancia a la cual nos encontramos.
c) ... depende siempre sólo de la distancia a la cual nos encontramos y de la carga que lo crea.
d) ... no depende de la distribución concreta de las cargas que crean el campo.
2. El campo electrostático creado por una distribución esférica y homogénea de carga, mira-
do en un punto exterior a la esfera...
a) ... siempre decrece con la distancia en función de 1/r (siendo r la distancia al origen).
b) ... siempre decrece con la distancia en función de 1/r 2 (siendo r la distancia al origen).
c) ... siempre decrece con la distancia en función de 1/r 3 (siendo r la distancia al origen).
d) ... siempre decrece con la distancia en función de 1/r 3/2 (siendo r la distancia al origen).
Figura 47
4. Si tenemos una carga positiva de 1 C situada en el vacío en el centro de una esfera de radio
R, el flujo de campo eléctrico total a través de la superficie de la esfera es (en el Sistema
internacional)…
a) 1/ C m
b) 1/ C
c) 1/ N m2/C
d) 1/e0 C/2
b) i , j
c) i , j
d) i , j
7. El flujo de campo eléctrico debido a un campo de módulo E 2 · 103 N/C que atraviesa
una superficie cuadrada de lado 0,01 m, como el que muestra la figura 49, vale…
a) ... 2,0 N m2/C
b) ... 0,17 Nm2/C
c) ... 0,10 N m2/C
d) Ninguna de las anteriores
Figura 49
a) ... i
b) ... i
c) ... j
d) ... j
2 1
9. El vector unitario i j indica la dirección de uno de los 4 campos representados
5 5
en la figura 51, ¿cuál es?
a) A
b) B
c) C
d) D
Figura 51
10.Cuatro cargas puntuales A, B, C, D, están distribuidas como muestra la figura 52. Esta fi-
gura nos muestra la distribución del campo eléctrico. ¿Qué carga tiene la distribución?
Figura 52
13.Dos cargas positivas y una negativa de valor total q se encuentran en el vacío. El flujo de
campo eléctrico que crean a través de una superficie cilíndrica de radio R y longitud L que
las rodea será…
a) No lo podemos calcular.
b) ... q/0.
c) ... q/0 R2L.
d) Ninguna de las anteriores.
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
Glosario
campo de desplazamiento eléctrico m Campo vectorial definido para tener en cuenta
sólo el flujo eléctrico producido por las cargas libres, las no producidas en el fenómeno de
polarización. El campo de desplazamiento eléctrico se relaciona con el campo electrostático
a través de la permitividad.
campo electrostático m Entidad matemática que se utiliza para concentrar, con una sola
expresión, toda la información electrostática de un sistema de cargas.
carga eléctrica f Propiedad que tienen algunas partículas fundamentales y que les confiere
la posibilidad de interaccionar con otras partículas que también tengan esta propiedad. La
interacción es de tipo electromagnético.
condensador de placas planoparalelas m Dispositivo formado por dos placas planas, pa-
ralelas entre sí y cargadas cada una de éstas con la misma carga, pero de signo contrario. Este
dispositivo se utiliza en los circuitos para almacenar energía en forma de campo eléctrico.
densidad de carga f Carga por unidad de longitud (superficie o volumen) cuando esta car-
ga está distribuida por toda una línea (superficie o volumen)
densidad de carga ligada f Densidad de carga equivalente que se puede considerar en sus-
titución de la polarización en los dieléctricos.
dipolo m Sistema formado por dos cargas eléctricas de igual magnitud y sentido opuesto.
flujo eléctrico f Magnitud que mide qué cantidad de campo atraviesa una determinada su-
perficie. Depende del campo electrostático, de la superficie y de la orientación relativa entre
estos dos elementos.
fuerza electrostática f Fuerza que se ejercen entre sí dos sistemas de cargas. Esta fuerza es
la resultante de la interacción electrostática.
líneas de campo f pl Líneas imaginarias que sirven para dibujar el campo y para dar una
idea de cuál sería la dirección y la intensidad del campo electrostático en un determinado
punto del espacio.
permitividad del medio f Propiedad de los medios materiales que da cuenta de las propi-
edades eléctricas de los mismos. En el valor de la permitividad se concentran todos los efectos
microscópicos.
potencial electrostático m Magnitud escalar que mide la energía por unidad de carga que
hay en un cierto punto del espacio. Se puede considerar también como una función matemá-
tica que indica la energía “en potencia” de un punto del espacio.
Bibliografía
Feynman, R. P.; Leighton, R. B.; Sands, M. (1987). Física. Electromagnetismo y materia
(vol. II). Pearson Addison Wesley.
Magnetostática
e inducción
electromagnética
Carles Navau i Ros
PID_00216069
c FUOC • PID_00216069
Magnetostática e inducción electromagnética
Índice
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1. Corriente eléctrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.1. Intensidad y densidad de corriente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.2. ¿Qué hemos aprendido? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2. Fuerza magnetostática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.1. Fuerza entre dos electrones en movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.2. Fuerza entre corrientes eléctricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
2.3. Fuerza de Lorentz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
2.4. ¿Qué hemos aprendido? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
4. Teorema de Ampère . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
4.1. Circulación de campo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
4.2. Definición matemática del teorema de Ampère . . . . . . . . . . . . . . . 40
4.2.1. Campo de inducción magnética
debido a un cable infinito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
4.2.2. El cable coaxial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
4.2.3. Campo de inducción magnética en el interior
de una bobina infinita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
4.3. Otros ejemplos de campos ~B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
4.4. ¿Qué hemos aprendido? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
c FUOC • PID_00216069
Magnetostática e inducción electromagnética
9. Problemas resueltos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
9.1. Enunciados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
9.2. Soluciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
Solucionario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
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5 Magnetostática e inducción electromagnética
Introducción
Todos estos efectos son los que estudiaremos en este módulo, que se estructu-
ra de la manera siguiente: en el apartado 1 veremos qué entendemos exacta-
mente por corriente eléctrica y definiremos sus magnitudes más importantes,
en especial la intensidad de corriente eléctrica. La corriente eléctrica será la
causante de la fuerza magnética que estudiaremos en el apartado 2. Introdu-
ciremos entonces el concepto de campo de inducción magnética (apartado 3)
como una herramienta que nos permitirá condensar toda la información mag-
nética de un sistema en una única expresión matemática vectorial. Cuando los
sistemas magnéticos tienen una alta simetría, el teorema de Ampère (aparta-
do 4) nos permite calcular campos de inducción de manera sencilla. A con-
tinuación, introduciremos una de las leyes importantes de esta asignatura: la
ley de inducción de Faraday (apartado 5), que nos permitirá entender cómo
se pueden generar y transformar las corrientes que hay en los circuitos eléctri-
cos. La ley de inducción de Faraday también nos permitirá estudiar la energía
magnética que hay en los circuitos (apartado 6). En el apartado 7 estudiaremos
c FUOC • PID_00216069
6 Magnetostática e inducción electromagnética
c FUOC • PID_00216069
7 Magnetostática e inducción electromagnética
Objetivos
10. Estudiar, con un cierto detalle, los materiales ferromagnéticos, con especial
atención al ciclo de histéresis y las magnitudes que se derivan del mismo.
c FUOC • PID_00216069
9 Magnetostática e inducción electromagnética
1. Corriente eléctrica
.
Las cargas eléctricas se pueden mover, y a las cargas eléctricas en movimien- Frecuentemente abreviaremos
to las denominamos corriente eléctrica. La magnitud que nos interesará para “intensidad de corriente
eléctrica” y la denominaremos,
tratar con corrientes eléctricas es la intensidad de corriente eléctrica. sólo, intensidad.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Un ejemplo concreto nos servirá para ver la relación entre la intensidad y las Espacio recorrido
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10 Magnetostática e inducción electromagnética
v Figura 1
| v | ∆t
Observad que:
Todavía hay, sin embargo, un punto importante que no hemos tenido en La intensidad
cuenta. Cuando hay muchas cargas moviéndose, no todas lo hacen en la mis-
La intensidad no es una
ma dirección de la velocidad y, por lo tanto, a la hora de atravesar una super- magnitud vectorial, pero
necesitaremos indicar cuál es
ficie, la intensidad dependerá de la dirección de la velocidad y de cómo está
el circuito por el que circula
situada la superficie. Dicho de otra manera, cuando hablemos de intensidad, la intensidad de corriente.
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11 Magnetostática e inducción electromagnética
I
a. b. dS c.
dl
K dV
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12 Magnetostática e inducción electromagnética
En la ecuación anterior os tenéis que fijar especialmente en cuáles son las Observación
magnitudes vectoriales y en cuáles no lo son. En particular, observad bien
La comprobación de la
que la intensidad lineal no es una magnitud vectorial aunque necesita una
ecuación 3 se puede realizar
línea (el circuito de corriente) para poder quedar definida. Las densidades de de distintas maneras:
comprobando que las
corrientes superficial y volúmica sí que son magnitudes vectoriales. unidades se corresponden
adecuadamente, haciendo
los límites volúmicos cuando
El tipo de corriente más habitual es aquél que está forzado a circular por un cir- alguna de las dimensiones
cuito. En la práctica, lo que se tiene es un material conductor por donde pasa tiende a cero, etc.
corriente. La mayoría de las veces utilizaremos corrientes lineales que son las
que circulan por los cables, que se consideran suficientemente lagas y delga-
das como para tratarlas (con buena aproximación) unidimensionalmente. Por
este motivo, en un circuito de corriente hablamos de intensidad de corriente
o, sencillamente, de intensidad que pasa por el circuito. Para simplificar el tra-
tamiento, si no decimos explícitamente lo contrario, consideraremos que las
corrientes que estamos estudiando son lineales y, por lo tanto, definidas por
una intensidad y un circuito por el que circula esta intensidad.
Ahora ya sabemos qué es la intensidad, pero ¿qué pasa cuando hay una inten-
sidad o, simplemente, cargas en movimiento? ¿Qué efectos tienen? Lo vere-
mos en el apartado siguiente, dedicado a la fuerza magnetostática y al campo
de inducción magnética.
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13 Magnetostática e inducción electromagnética
2. Fuerza magnetostática
.
En este apartado veremos qué efectos tienen las cargas en movimiento (las Este apartado es bastante paralelo al
apartado 2 del módulo “Electrostática”
intensidades) sobre otras cargas en movimiento (otras intensidades). Consi- donde explicábamos los efectos que las
cargas estáticas hacían sobre otras
deraremos sólo intensidades constantes que ejercen influencia sobre otras in- cargas estáticas.
La corriente más sencilla que hay es la que produce una carga q moviéndose
con velocidad constante ~v. Por lo tanto, el caso más sencillo que hay que
estudiar será ver qué influencia ejerce una carga moviéndose con velocidad
constante sobre otra que también se mueve con velocidad constante. A partir
de aquí, iremos viendo los otros casos más complejos como superposición
(como suma, también podríamos decir) de los efectos en este caso sencillo.
Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿cuál es la influencia que unas in-
tensidades hacen sobre otras intensidades? La respuesta es: influencia mag-
nética. De hecho, las cargas en movimiento notan una fuerza debida a la
presencia de otras cargas en movimiento. Esta influencia (fuerza) es exacta-
mente el mismo tipo de influencia que la que se hacen los imanes entre sí.
Por este motivo, está justificado el hecho de darles el mismo nombre: fuerza
magnética.
¿Qué aprenderemos?
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14 Magnetostática e inducción electromagnética
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
X
Producto vectorial
donde d es la distancia entre las dos cargas (que irá cambiando a medida
que las cargas se mueven), y el símbolo × indica que se debe hacer el = (Ay Bz – Az By )~i + (Az Bx –
producto vectorial entre los dos vectores. Ax Bz )~j + (Ax By – Ay Bx )~k
û~r2 –~r1 es el vector unitario en la dirección que va desde la posición de la La constante µ0 se denomina
permeabilidad del vacío, y se lee
carga 1 hasta la posición de la carga 2 (~r2′ – ~r1′ ). “mu sub zero”.
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15 Magnetostática e inducción electromagnética
. Notación
El producto vectorial se
puede indicar tanto con el
signo ∧ como con el signo ×.
µ0 = 4π · 10–7 N/A2 = 1,2566 · 10–6 N/A2 (5) Aquí emplearemos × pero al
escribir con bolígrafo
usaremos ∧ para no
confundirlo con la letra x.
Ejemplo 1
Calcularemos la fuerza que un electrón, que está en el punto (2,0,0) metros y que se
mueve sobre el eje X con una velocidad de 10 m/s, ejerce sobre otro electrón que está a
(0,0,3) metros y que se está moviendo con una velocidad de 20 m/s dirigida en el sentido
del eje Y (podéis ver la figura 4).
20 m/s
10 m/s
Solución
Debemos utilizar la ecuación 4. Por lo tanto, es necesario encontrar todos los ingredientes
que hay en esta ecuación:
q √
d= 22 + 0 + (–3)2 = 13 m (6)
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16 Magnetostática e inducción electromagnética
–19 2
~F1→2 = µ0 (–1,6 · 10 ) (20~j × (10~i × √1 (–2~i + 3~k))) (13)
4π 13 13
Ahora sólo es necesario hacer las operaciones matemáticas. En particular, observad que
es necesario hacer dos productos vectoriales (cuyo resultado es 0~k (m/s)2 ). Finalmente,
sustituyendo el valor de µ0 (ecuación 5) tenemos el resultado buscado:
Aparentemente no se cumple
Si calculamos ~F2→1 obtenemos: la tercera ley de Newton en el
ejemplo 1. Esto se debe a que
aquí sólo tenemos en cuenta
10–19 )2
~F2→1 = 10–7 (–1,6 ·√ la fuerza magnética, y no
400~j = 2,19 · 10–44~j N (15)
13 13 todas las fuerzas que hay
entre las dos partículas, como
por ejemplo la fuerza
Realmente, se trata de una fuerza muy pequeña: es aproximadamente el peso que tiene eléctrica.
(en la Tierra) una millonésima parte de la millonésima parte de un protón. ¿Es la fuerza
magnética siempre tan pequeña? No, no siempre. Si sólo tenemos una carga costaría
mucho tener fuerzas mayores, pero cuando tengamos intensidades del orden de 1 A
tendremos muchas cargas (trillones de cargas) moviéndose... y sus efectos se sumarán.
Hay que darse cuenta de otro detalle importante: la fuerza que acabamos de calcular
es sólo la fuerza en el momento exacto al que se refiere el enunciado. En efecto: las
partículas se están moviendo y, por lo tanto, su posición y la distancia que las separa va
cambiando. Como consecuencia, la fuerza (ecuación 4) también va cambiando.
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17 Magnetostática e inducción electromagnética
I I
µ0 I2 d~l2 × (I1 d~l1 × ~R)
= (16)
4π C1 C2 kRk3
La ecuación 16 parece muy complicada. Intentemos, sin embargo, ver sus par-
tes más importantes:
• Para calcular la fuerza entre dos circuitos, es necesario tener en cuenta to-
das las “parejas de diferenciales” que se puedan hacer entre los dos circuitos
(observad la figura 5), es decir, la interacción entre los dos circuitos. Esto
se traduce en la doble integral (integral para uno y para el otro circuito) en
la ecuación 16.
• Para cada una de estas parejas de diferenciales, que están situadas en los
puntos ~r1 y ~r2 , la contribución a la fuerza es inversamente proporcional al
2
cuadrado de la distancia entre estos dos diferenciales:
~r2 – ~r1
. Observad
Observación
el denominador de la ecuación 16.
Hay que resaltar que la
ecuación 16 fue la primera
• Para cada una de estas parejas de diferenciales, la contribución a la di-
que se encontró
rección de la fuerza viene dada por el doble producto vectorial I2 d~l2 × experimentalmente. Por
razones pedagógicas, sin
(I1 d~l1 × ~R). embargo, hemos empezado
explicando la ecuación 4 para
la fuerza entre dos cargas, ya
Es decir, la ecuación 16 es como la ecuación 4 cambiando las magnitudes q~v que es más sencilla que la
por Id~l, tal y como ya se avanzaba en la ecuación 3. ecuación 16.
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18 Magnetostática e inducción electromagnética
Figura 5. Relaciones entre los circuitos utilizados en la ley de Ampère (ecuación 16) Figura 5
r1
r2
I2 Y
Ejemplo 2
Calcularemos la fuerza que un segmento de cable que va desde el origen hasta el punto
(1,0,0) metros, por el que circula una intensidad de 1 A, ejerce sobre otro segmento de
cable que va desde el punto (0,1,0) metros hasta el punto (0,1,1) metros, por el cual
circula una intensidad de 2 A.
Solución
Debemos aplicar la ecuación 16 y, por lo tanto, necesitamos encontrar todos los ingre-
dientes. Es muy conveniente hacer un pequeño esquema representando los datos del
enunciado. Dibujamos, por lo tanto, la figura 6.
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19 Magnetostática e inducción electromagnética
p
k~r2 – ~r1 k = x 2 + 1 + z2 (22)
Por lo tanto, nos queda que la fuerza que hace la corriente 1 sobre la 2 es (utilizando los
metros como las unidades de distancia):
~
i ~j ~k
dx~i × (–x~i + 1~j + z~k) = dx ~ ~
0 = dxk – zdxj (24)
0
–x 1 z
~i ~j ~k
~ ~ ~
dzk × (dxk – zdxj) = ~
dz = (+z)dxdzi (25)
0 0
0 –zdx dx
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20 Magnetostática e inducción electromagnética
Es decir:
I1 I2 µ0 (+z)dxdz~i
I I
= (27)
4π C1 C2 (x2 + 1 + z2 )3/2
Y ahora hay que hacer la integral que nos queda. Pondremos los límites de las integrales:
Hay que tener en cuenta que si tenemos dos cargas en movimiento o dos co- Recordad que en el módulo
“Electrostática” hemos tratado la fuerza
rrientes (pensad que, al fin y al cabo, las corrientes no son más que conjuntos electrostática.
~FLorentz = ~F ~
electrostática + Fmagnetostática
Hemos visto que las intensidades se ejercen entre ellas una fuerza que es la
fuerza de Lorentz. Además, si tenemos diversas intensidades, el efecto total es
la suma de los efectos de cada una por separado.
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21 Magnetostática e inducción electromagnética
Finalmente, hemos aprendido que las cargas también se ejercen entre sí una
fuerza electrostática, que se suma a la magnética que se ejercen por el hecho
de estar en movimiento.
Ahora que ya sabemos los efectos que se producen entre las corrientes, ha-
remos lo mismo que con el campo electrostático y definiremos un campo
magnético.
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22 Magnetostática e inducción electromagnética
Igual que pasaba con el campo electrostático, es muy conveniente definir los
efectos de las cargas en movimiento, de las intensidades, por medio de una
función matemática vectorial que, de alguna manera, contenga toda la in-
formación magnética del sistema de cargas en movimiento. Las ventajas de
hacerlo así son las que ya hemos comentado cuando presentábamos el campo
electrostático: aparte de poder condensar toda la información en una única
función, una vez definida esta función podemos trabajar en la misma inde-
pendientemente de las fuentes que la han creado. Sin embargo, también igual
que pasaba con el campo electrostático, esta función (el campo) tomaba enti-
dad física cuando la considerábamos la portadora de energía o la transmisora
de fuerza. Nos dedicaremos a estas consideraciones más adelante. Ahora, de
momento, debemos entender bien qué es el campo de inducción magnética
y hay que saberlo calcular en aquellos casos que podamos.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
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23 Magnetostática e inducción electromagnética
. Campos magnéticos y de
inducción magnética
El campo de inducción magnética creado por una corriente es un cam-
po vectorial que nos permitirá definir, en cada punto del espacio, cuál No es lo mismo el campo
magnético que el campo de
sería el efecto magnético que esta corriente haría si en aquel punto hu- inducción magnética.
biese otra corriente. Veremos la diferencia más
adelante, pero ya desde
ahora hay que ir con mucho
cuidado de no confundirlos.
• La fuerza que recibe una carga en movimiento depende no sólo del valor
de la carga, sino también de la velocidad que tiene esta carga. Además, es
necesario tener en cuenta que la velocidad es un vector y que la fuerza
también depende de la dirección de esta velocidad.
• La fuerza que queremos calcular puede ser la fuerza sobre todo un circuito
por donde circula una cierta intensidad y no sólo sobre una sola carga.
~Fq = q~v × ~
B(~r) (30)
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24 Magnetostática e inducción electromagnética
Z
~F = Id~l × ~B(~r) (31)
C
Las ecuaciones 30 y 31 se utilizan habitualmente para calcular la fuerza que Líneas de campo
actúa sobre una carga en movimiento y sobre un circuito, una vez sabido el
Los campos de inducción
campo de inducción magnética que hay en la región del espacio ocupada por magnética se pueden
la carga o por el circuito. visualizar utilizando líneas de
campo de la misma manera
(y con las mismas
propiedades) que lo
. hacíamos con las líneas de
campo electrostático.
De hecho, puesto que experimentalmente sabemos cuál es la fuerza en-
tre cargas en movimiento o circuitos (ecuaciones 4 y 16), podemos de-
ducir lo siguiente:
µ q~v × (û~r–r~′ )
B(~r) = 0
~ (32)
4π ||~r – r~′ ||2
Dirección web
• El campo de inducción magnética creado por un circuito de corrien- Podéis “jugar” con el campo
de inducción magnética en
te, C , con intensidad I, es (comparando las ecuaciones 31 y 16) http://www.falstad.com
/vector3dm.
Id~l × (û~r–r~′ )
Z
µ
B(~r) = 0
~ (33)
4π C ||~r – r~′ ||2
Vale la pena estudiar a fondo todas las partes de la ecuación 33. Observad la fi-
gura 7. Las características más importantes del campo de inducción magnética
generado por un circuito son las que se muestran en la figura.
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25 Magnetostática e inducción electromagnética
µ0 I dl × u^ r − r'
inducción magnética
(ecuación 33).
B (r )
4π 2
C r r'
Hay que resaltar que la expresión matemática del campo de inducción mag-
nética contiene un producto vectorial entre dos vectores que van cambiando
a medida que nos movemos por el circuito (cuando hacemos la integral). Esto,
en la práctica, quiere decir que es muy difícil conocer, a priori, la dirección del
campo de inducción magnética, excepto en algunos casos sencillos.
Por lo tanto, antes de ver algunos ejemplos de cálculo, vale la pena conocer Campo ~
B
algunos rasgos característicos de los campos de inducción magnética que nos
Siempre que hablamos de
permitirán, al menos, tener una cierta intuición previa de cómo deben ir las “campo ~B” nos referimos al
líneas de ~B. campo de inducción
magnética. Más adelante,
veremos también el
“campo H”,~ que será el
3.2. Intuiciones con el campo de inducción magnética campo magnético. Ya hemos
comentado que son cosas
distintas.
Antes de calcular un campo vectorial, es interesante intentar visualizarlo, al
menos en algunos puntos determinados para tener una idea de cómo serán los
vectores en esos puntos. Esto nos permitirá, por un lado, simplificar el cálculo
y, por el otro, comprobar que los cálculos no están mal.
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26 Magnetostática e inducción electromagnética
• En los dos casos anteriores podemos utilizar las “reglas de la mano dere-
Dirección web
cha”: con la mano derecha, si el pulgar nos marca la dirección de la co-
rriente, el sentido de cierre del resto de los dedos nos marcará el sentido Consultad este enlace,
donde hallaréis una
del campo de inducción ~B; si el sentido de cierre de los dedos (de la mano
animación que muestra la
derecha) nos indica la dirección de la corriente en una espira circular, el regla de la mano derecha y
hacia donde se dirige el
pulgar nos indicará el sentido del campo ~B que lo atraviesa (podéis ver resultado del producto
la figura 8 para ver la dirección del campo ~B y de las intensidades que lo vectorial:
http://www.fisica.uh.cu/
generan). bibvirtual/fisica_aplicada/
fisica1y2/interactivas1/
Con estas propiedades ya podemos, aproximadamente, predecir la forma del vectores/cross.html.
Figura 8. Campo de inducción magnética creado por un cable y un por una espira Figura 8
a. Campo de inducción
a.
magnética creado por un
I cable recto por donde pasa
B una intensidad I.
I
b. Campo de inducción
magnética creado por una
espira circular en un punto
del eje. En todos los casos, el
B campo es tangente a la línea
dibujada (línea de campo).
b.
I
B I
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27 Magnetostática e inducción electromagnética
Cabe decir que el cálculo de campos magnéticos suele ser muy complejo desde
el punto de vista matemático en la mayoría de las situaciones. Hay, sin embar-
go, algunos casos en los que son muy importantes y que los podemos resolver.
Los calcularemos a continuación: el campo ~B creado por una corriente recta,
por un cable también recto pero infinitamente largo y por una espira circular
(en un punto de su eje).
p
||~r – ~r ′ || = x2 + (y – y′ )2 (37)
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28 Magnetostática e inducción electromagnética
Z y=L
µ Idy′~j × (x~i + (y – y′ )~j)
B(~r) = 0
~ (39)
4π y=–L (x2 + (y – y′ )2 )3/2
Y ahora ya sólo hay que hacer las operaciones y las integrales que sea necesa-
rio. En particular, observad que, antes de hacer la integral, es necesario hacer
el producto vectorial, cuyo resultado es –xdy′~k. Finalmente, por lo tanto, te-
nemos:
Z y′ =L
~ µ0 I~k –xdy′ R dy
= √y +C
B(x,y) = = (a2 +y2 )3/2 a2 a2 +y2
4π y′ =–L [x2 + (y – y′ )2 ](3/2)
" #
µ0 I~k y–L y+L
= – – p + p (40)
4π x x2 + (y – L)2 x x2 + (y + L)2
Y
Esquema utilizado para
calcular el campo ~B generado
por un trozo de cable recto
por el cual pasa una
intensidad I. Calculamos el
campo en un punto genérico
y (x,y) del plano XY: el punto (x,y).
r − r'
y’
L
r' r
X
x
• Segundo, hemos hecho el cálculo sólo para puntos (x,y,0) del plano XY. A Podéis ver el subapartado 3.3 del
módulo “Electrostática”.
causa de la simetría cilíndrica del problema, el resultado se puede extender
a todo el espacio sencillamente “girando” el problema respecto al eje Y.
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29 Magnetostática e inducción electromagnética
( " #)
~ µ0 I~k y–L y+L
B(x,y) = límL→∞ – – p + p = (41)
4π x x2 + (y – L)2 x x2 + (y + L)2
µ0 I~k –L L
= – – √ + √ = (42)
|{z} 4π x x2 + L 2 x x2 + L 2
L>>>y
µ0 I~k –L L
= – – + = (43)
|{z} 4π xL xL
L>>>x
µ0 I~k 2
= – (44)
4π x
µ I2
B(x,y) = 0 (–~k)
~ (45)
4π x
Esta ecuación, como decíamos, está encontrada en un punto del plano XY. Sin
embargo, observad que también podríamos “girar el problema” alrededor del
eje Y y no cambiaría nada (el problema tiene simetría cilíndrica).
Un detalle más: observad que, tal y como está puesto el dibujo, el eje Z está Podéis ver el subapartado 3.3 del
módulo “Electrostática”.
saliendo del papel y, por lo tanto, el campo ~B entra en el papel por las x
positivas (x > 0) y sale por las x negativas (x < 0), tal y como ya podíamos
saber a partir de la regla de la mano derecha (subapartado 3.2). Podéis ver
una representación del campo en la figura 10 donde veis que los campos que
“entran en el papel” se simbolizan con el símbolo ⊗ y los campos que “salen
del papel” se simbolizan con el símbolo ⊙. Observad también que a medida
que nos alejamos del cable, el campo es menos intenso (esto lo simbolizamos
haciendo más pequeños los símbolos).
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30 Magnetostática e inducción electromagnética
Y
Figura 10
• La magnitud del campo (el módulo) decrece linealmente a medida que Decrecer linealmente
nos alejamos del cable. En la ecuación 45, podéis ver cómo el módulo del
Decrecer linealmente con la
campo ~B se va haciendo pequeño a medida que x se hace mayor (porque distancia, en un cable
está dividiendo). infinito, es lo mismo que
decir que es inversamente
proporcional a la distancia al
• El campo de inducción magnética creado por un cable infinito es directa- cable. Es decir, que si la
distancia se multiplica por
mente propocional, en todos los puntos, a la intensidad del cable que crea dos, la magnitud que decrece
este campo. linealmente con la distancia
se divide por dos; si la
distancia se triplica,
Directamente proporcionales la magnitud se divide por
tres, y así sucesivamente.
Dos magnitudes son directamente proporcionales cuando al doblar una, se duplica tam-
bién el valor de la otra; al triplicar una, se triplica el valor de la otra, y, en general, si
al multiplicar una por cualquier número, el valor de la otra queda multiplicado por este
mismo número.
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31 Magnetostática e inducción electromagnética
Figura 11
Figura 12
a. Esquema en perspectiva
para calcular el campo
creado por una espira circular
por donde circula una
intensidad I en un punto de
su eje. Hemos puesto el eje
de la espira en la dirección ~k.
3.3.3. Campo debido a una espira circular en un punto de su eje b. El mismo dibujo que en (a)
pero mirándolo desde el eje
positivo del eje Z. Es decir,
Consideramos ahora una circunferencia plana, de radio R, por donde circula ahora la espira está situada
justo delante de nosotros y,
una corriente de intensidad constante I. A este sistema lo denominamos una por lo tanto, el eje Z cae
espira circular de radio R. Queremos calcular el campo de inducción magnética perpendicular al plano del
papel y por este motivo no lo
en cualquier punto del eje de la espira, que marcamos como el eje Z (podéis vemos.
ver la figura 12a). c. Las proyecciones
trigonométricas para calcular
las componentes de los
vectores ~r ′ y d~l′ .
Y Y Y
a. b. c.
dl' sen( )
sen( ) cos( )
I
I X
r'
r − r' r'
Z X X
r cos( )
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32 Magnetostática e inducción electromagnética
Mirando la figura 12c podemos deducir que la dirección del vector diferencial
de línea es (a esto se denomina la dirección angular): – sen(θ)~i + cos(θ)~j. Longitud de un arco
En una circunferencia de
Veréis que sólo hemos indicado las proyecciones con senos y cosenos. Esto radio R, la longitud de un
arco de θ radianes es igual a
sólo es la dirección. El módulo del diferencial de línea es la longitud de arco θR. Es muy importante
que corresponde a un movimiento diferencial a lo largo de la línea. Si la línea remarcar que esta expresión
sólo es válida si los ángulos se
es una circunferencia, sabemos que la longitud de un arco es igual al radio miden con radianes.
multiplicado por el ángulo expresado en radianes.
~r = z~k (46)
~ ~′
√ 2
r – r
= R + z2 (50)
Z
µ θ=2π
IRdθ[– sen(θ)~i + cos(θ)~j] × [–R cos(θ)~i – R sen(θ)~j + z~k]
B(~r) = 0
~ (51)
4π θ=0 (R2 + z2 )3/2
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33 Magnetostática e inducción electromagnética
~i ~j ~k
– sen(θ) cos(θ) 0 =
(52)
–R cos(θ) –R sen(θ) z
h i
= z cos(θ)~i + z sen(θ)~j + R(sen2 (θ) + cos2 (θ))~k (53)
h i
µ0
Z θ=2π IRdθ z cos(θ)~i + z sen(θ)~j + R~k
~
B(~r) = =
4π θ=0 (R2 + z2 )3/2
Z θ=2π
µ0 IR
= (z cos(θ)~i + z sen(θ)~j + R~k)dθ (54)
4π (R2 + z2 )3/2 θ=0
µ 2πIR2 ~ µ0 IR2 ~k
B(~r) = 0
~ k= (55)
4π (R2 2
+z )3/2 2 (R + z2 )3/2
2
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34 Magnetostática e inducción electromagnética
Frecuentemente, cuando utilizamos una espira, nos interesa el campo que hay
en su centro. El centro de la espira es un punto del eje, también. De hecho,
es el punto con z = 0. El campo magnético en el centro de la espira es, por lo
tanto:
µ I R2 ~ µ0 I ~
B(z = 0) = 0
~ k= k (56)
2 (R2 )3/2 2R
Hemos visto hasta ahora distintas expresiones para los campos de inducción
magnética creadas por diferentes distribuciones de carga. En todos los casos
nos basábamos en las ecuaciones que definen estos campos (ecuación 32 y 33).
Veremos, en este subapartado, algunos ejemplos más de campos de inducción
magnética, pero lo haremos sólo visualmente, sin hacer el cálculo matemá-
tico. El motivo: matemáticamente son demasiado complicados de obtener, y
su cálculo no nos aportaría más información que la que nos han aportado los
cálculos que ya hemos hecho.
De esta manera, en la figura 13, podemos ver las líneas de campo corres-
pondientes a tres sistemas muy habituales y que, por lo tanto, vale la pena
estudiar.
Figura 13. Líneas de campo para tres sistemas de corriente distintos Figura 13
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35 Magnetostática e inducción electromagnética
En la figura 13b tenéis las líneas de campo creadas por una bobina finita.
Notad especialmente cómo las líneas de campo atraviesan el interior de la
bobina prácticamente en línea recta y siguiendo el eje de la espira. Todas las
líneas pasan por el interior de la bobina y, cuando salen, tienden a curvarse
para dar la vuelta y volver a entrar en la bobina por el lado contrario por
donde han salido.
Ahora que ya hemos visto los campos ~B creados por algunas distribuciones de
corriente, haremos un resumen de sus propiedades más importantes:
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36 Magnetostática e inducción electromagnética
I
~
B · d~S = 0 (57)
S
Recordad que estudiasteis el teorema
de Gauss en el apartado 3 del módulo
lo que se conoce como teorema de Gauss para el campo magnético. “Electrostática”.
Hemos visto que podemos definir un campo que se denomina campo de in-
ducción magnética. Este campo da vueltas en lugar de nacer de la carga en
movimiento o de la intensidad (como sucedía con el campo eléctrico). En
consecuencia, el efecto del campo magnético sobre una carga es que la hace
girar.
Por otro lado, hemos visto también las líneas de campo, que nos permiten
hacernos una idea cualitativa del campo de forma visual.
Ahora ya sabemos qué efectos tienen las cargas en movimiento y las corrientes
y hemos visto que podemos trabajar con el campo de inducción magnética
para tenerlas en cuenta. Vamos a ver a continuación qué relación hay entre
las corrientes y el campo de inducción: la ley de Ampère.
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37 Magnetostática e inducción electromagnética
4. Teorema de Ampère
.
¿Qué aprenderemos?
En este apartado aprenderemos que las intensidades (es decir, las cargas en
movimiento) son las fuentes del campo de inducción magnética, y lo haremos
a través de la ley de Ampère.
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
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38 Magnetostática e inducción electromagnética
. Producto escalar
Se define la circulación (se simboliza Γ, gamma mayúscula) de un El producto escalar entre dos
campo de inducción magnética como la suma de los valores de la com- vectores es:
Z Z
Γ= Bt dl = B · d~l
~ (58)
C C
Figura 14
Bt = B
A
Esquema explicativo del
significado de la circulación
de un campo a lo largo de
una línea. Observad que sólo
tenemos en cuenta la
componente tangencial del
B
0 < Bt < B campo. Esta componente se
debe sumar (integrar) a lo
largo de todo el circuito
Bt = 0 sobre el que queremos
D calcular la circulación.
Bt < B
Bt < 0
C
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39 Magnetostática e inducción electromagnética
Ejemplo 3
Solución
Si dibujamos la situación que nos indica el enunciado (figura 15) nos damos cuenta de
que hay que separar el cálculo en cuatro partes, una para cada lado del cuadrado, ya que
el diferencial de línea (el vector que nos indica cómo tenemos que avanzar por la línea)
cambia según el lado del cuadrado. Así pues, tenemos, en cada uno de los cuatro lados:
1 a
3
a dl3
2 Figura 15
dl2
En unos ejes coordenados,
dibujamos los vectores de
Y
campo de inducción
magnética ~B.
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40 Magnetostática e inducción electromagnética
Observad el signo negativo del diferencial de línea cuando éste va en sentido contrario
al sentido positivo del eje.
Γ = Γ1 + Γ2 + Γ3 + Γ4 = (63)
Z Z Z Z
= B0~i · d~l1 + B0~i · d~l2 + B0~i · d~l3 + B0~i · d~l4 (64)
1 2 3 4
Z a Z a
= 0+ B0 dx + 0 + B0 (–1)dx = (65)
0 0
= 0 (66)
En este caso, la circulación es cero. Observad que la circulación en los lados que van en
la dirección del eje Y es cero porque la componente tangencial del campo en estos la-
dos es cero. En cambio, en los lados que van en la dirección del eje X, la componente
tangencial del campo es el mismo campo (el campo ~B va en la misma dirección que el
circuito.). Puesto que el campo es uniforme y recorremos los dos segmentos en direccio-
nes opuestas, al final, la contribución de los dos segmentos se cancela y nos queda el
cero que hemos encontrado.
I
B · d~l = µ0 Itr
~ (67)
C
donde Itr representa la intensidad neta que atraviesa la línea de corrien- Forma toroidal
te y C representa la línea cerrada (podéis ver la figura 16). Una superfície toroidal es la
superficie generada por la
rotación, en el espacio, de
una circunferencia en torno a
un eje de su plano que no
Como ya habíamos comentado, el teorema de Ampère es siempre válido. A pe- corta la circunferencia.
O, dicho de otra manera, una
sar de esto, en esta asignatura lo utilizaremos fundamentalmente para encon- forma toroidal es la forma
trar el campo de inducción magnética en casos sencillos. Estos casos serán que tendría un tubo
cilíndrico, cerrado sobre sí
aquéllos que nos permitan despejar de la ecuación anterior el campo ~B. En la mismo de manera que
formase una circunferencia.
práctica, esto será posible cuando la corriente que cree el campo tenga sime-
O todavía mejor: ¡es la forma
tría cilíndrica infinita (cuando podamos girar la corriente respecto de un eje de una rosquilla! O, todavía
mejor, podéis ver la figura 19.
y continuemos teniendo la misma situación) o bien cuando la corriente esté
enrollada sobre sí misma formando una bobina muy larga (infinita, de hecho)
o bien toroidal (podéis ver la figura 19b).
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41 Magnetostática e inducción electromagnética
Figura 16
Figura 16
C2
I2
En los subapartados que siguen veremos cómo, con la ayuda del teorema
de Ampère, podemos calcular el campo de inducción magnética en el caso de
un cable infinito, de un cable coaxial también infinito y de una bobina muy
larga.
Consideremos un hilo recto, infinito, por el que circula una intensidad cons-
tante I. Situamos el eje Z como el eje a lo largo del hilo. Ésta es una simetría
que nos permitirá, como veremos, aplicar el teorema de Ampère (ecuación 67)
para encontrar el campo de inducción magnética en todos los puntos del
espacio. Hay que recordar también que este caso ya lo habíamos calculado
en el subapartado 3.3.2. Ahora veremos cómo los argumentos de simetría y
el teorema de Ampère nos permitirán hacer el cálculo de manera mucho más
sencilla.
Primero hay que ver qué nos permiten decir las simetrías sobre el campo de
inducción creado por un hilo:
• Ya lo habíamos comentado, el campo de inducción magnética da vueltas Podéis ver el subapartado 3.2 y la
figura 8.
al cable. Esto quiere decir, como se ve en la figura 17a, que en cada punto
el campo tiene la dirección angular (es decir, que “da vueltas”).
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42 Magnetostática e inducción electromagnética
a. b. Figura 17
I I
Dibujo explicativo para ver
las simetrías del campo de
inducción magnética para el
caso de un cable recto,
r considerado infinitamente
B largo y por el cual circula una
dl intensidad de corriente I
constante.
I I I
B · d~l |{z}
~ = Bdl |{z}
= B dl = B2πr (68)
Bkd~l
~ B=cte
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43 Magnetostática e inducción electromagnética
µ0 Itr = µ0 I (69)
Por lo tanto, igualando las dos expresiones anteriores (ecuaciones 68 y 69) nos
queda:
B2πr = µ0 I (70)
µ0 I 1
B= (71)
2π r
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44 Magnetostática e inducción electromagnética
Figura 18
a. b. c.
R R
a. Dibujo de un cable coaxial.
r
La región A corresponde al
interior del cable y la región B
A corresponde a su exterior.
R A
r Las líneas de Ampère
B utilizadas para el cálculo del
B
campo de inducción
magnética son las líneas
discontinuas:
b. para el cálculo en la región
También aquí debemos elegir (para la región A y para la B) unas líneas cerradas Ay
que permitan utilizar el teorema de Ampère. La simetría cilíndrica que tiene el c. para el cálculo en la
región B.
cable coaxial (igual que la tenía el cable normal) nos permite intuir que aquí
también podemos elegir líneas cerradas que rodeen el cable (la parte central o
bien todo el cable coaxial). Por lo tanto, tanto en la región A como en la B, si
elegimos una circunferencia de radio r que esté dentro de la región correspon-
diente y que tenga el centro en el núcleo central del cable, podemos aplicar los
mismos conceptos de simetría que habíamos utilizado en el ejemplo anterior.
Es decir, tanto si r > R como si r < R, tenemos:
I
B · d~l = B2πr
~ (72)
El campo creado por un cable coaxial de radio R por donde circula una
intensidad I (de ida por el núcleo) y –I (de vuelta por la superficie exte-
rior) es:
µ0 I 1
B(r < R) = (75)
2π r
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45 Magnetostática e inducción electromagnética
a.
a. Bobina lineal, donde el
cable se enrolla sobre sí
mismo de manera helicoidal
formando un cilindro de un
l l l cierto radio. La intensidad
viene dada por una batería
l conectada a los extremos del
l N S cable. Vemos también un
corte transversal de la bobina
finita. En este caso las líneas
indican la dirección y sentido
del campo de inducción
magnética.
b. b. Bobina toroidal, donde el
I cable se enrolla sobre sí
I
mismo formando espiras de
un determinado radio y
después se cierra sobre sí
I mismo formando un toro. La
B
intensidad también vendría
dada por una batería, que no
b B
B a se ve en este caso. Podéis ver
r B I en cada caso una
representación de las líneas
de campo ~B que hay en el
interior de estas bobinas.
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46 Magnetostática e inducción electromagnética
En la figura 19b tenemos también una bobina, pero esta vez los cables de
corriente están enrollados en forma toroidal. Tal y como se ve en la figura en
detalle, las líneas de campo ~B que rodean los cables tienen un efecto global
en el centro del toroide que hace que las líneas de campo en el eje del toroide
den vueltas.
Observad que, en el caso de la bobina lineal, si fuese muy y muy larga, las Recordad
líneas de campo irían por el interior de la bobina y en línea recta. Además, tal Recordad que una ⊗
y como se ve en el detalle de la figura, si la intensidad está muy densamente representa líneas de campo
que entran hacia el papel, y
enrollada (no hay espacios entre las corrientes que se enrollan) todas las líneas un punto ⊙, líneas de campo
de campo dan la vuelta al toroide entero y ninguna línea atraviesa hacia el que salen del mismo.
exterior.
Está claro que, en realidad, una bobina infinita no puede existir. Sin embargo,
si la consideramos lo bastante larga como para no tenernos que preocupar
por los extremos de la bobina, el sistema que resulta de esto es lo bastante
sencillo como para poder calcular el campo de inducción magnética aplicando
el teorema de Ampère. Para hacerlo, empezamos considerando una bobina
formada por un cable por el que circula una intensidad constante I, enrollado
sobre sí mismo en forma de tirabuzón y de una longitud L muchísimo mayor
(infinitamente mayor) que el radio del tirabuzón (podéis ver la figura 19a).
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47 Magnetostática e inducción electromagnética
Z Z Z Z Z
Bd~l
~ = Bd~l +
~ Bd~l +
~ Bd~l +
~ Bd~l =
~
L1 L2 L3 L4
Z Z Z
= Bd~l |{z}
~ = Bdl |{z}
= B dl = BL (77)
L1 L1 L1
Bkd~l
~ B=cte
Ahora hay que calcular la intensidad que atraviesa la línea de Ampère. Como La densidad de espiras n es el
número de espiras por unidad
podéis ver en la figura 20 el número de espiras de corriente que atraviesan esta
de longitud: n = N/L.
línea es igual a N, que es igual a la densidad de espiras, n, multiplicado por la
longitud L. Para cada una de estas espiras circula una intensidad I (de hecho,
es la misma corriente que está enrollada sobre sí misma). Por lo tanto, la in-
tensidad que atraviesa la línea de Ampère es: Itr = nLI. Finalmente, aplicando
el teorema de Ampère (ecuación 67) tenemos:
Z
Bd~l = µ0 Itr =⇒ BL = µ0 nLI
~ (78)
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48 Magnetostática e inducción electromagnética
B = µ0 nI (79)
Nos podríamos preguntar si, como pasaba con la electrostática, hay una fun-
ción potencial que nos permita calcular el campo de inducción a partir del
potencial. Esta función debería tener que ver con la energía magnética del sis-
tema y representar la energía en potencia que el campo magnetostático tiene
en un punto. Sí que existe una función potencial magnética, se denomina
potencial vectorial magnético. Aunque no la estudiaremos en detalle en es-
ta asignatura, vale la pena que conozcamos alguna de sus propiedades más
importantes:
• Es una función vectorial, éste es uno de los principales motivos por los
que no se estudia esta función en esta asignatura, ya que la complicación
matemática que implica en su tratamiento y en su relación con el campo
de inducción magnética va más allá de lo que podemos tratar aquí.
c FUOC • PID_00216069
49 Magnetostática e inducción electromagnética
De hecho, hay pocos casos más que podamos calcular de manera analítica
(llegando hasta la expresión matemática general desde la expresión de la defi-
nición). Cabe decir, sin embargo, que las expresiones que hemos dado (ecua-
ción 33 y las equivalentes) son las que se utilizan para calcular campos de
inducción magnética, pero se hace utilizando procedimientos numéricos con
la ayuda de ordenadores. Se pueden calcular las líneas de campo, las fuerzas
magnéticas y todo lo que se puede conocer, pero es muy difícil (imposible, a
veces) encontrar una expresión matemática sencilla que describa estas magni-
tudes.
Hemos visto el concepto de circulación y, con él, hemos visto la ley de Ampè-
re, que afirma que:
“La circulación del campo de inducción magnética que atraviesa una línea
cerrada es igual a la intensidad encerrada por la línea, multiplicada por la
permeabilidad del medio, que en el caso del vacío és µ0 .”
Esta ley nos está diciendo que las intensidades son las fuentes del campo de
inducción magnética.
También hemos visto que, mediante esta ley, en algunos casos puntuales y
muy concretos podemos obtener el módulo del campo magnético. Para ha-
cerlo tenemos que saber a priori cuál será la dirección del campo magnético y
ser capaces de encontrar una curva cerrada tal que el diferencial de línea sea
siempre paralelo o perpendicular al campo.
Hasta ahora hemos visto qué pasa cuando la intensidad es constante o las car-
gas se mueven con velocidad constante. Veremos a continuación que cuando
estas cargas varían en el tiempo (y en otros casos) se produce un fenómeno
muy interesante: el de la inducción.
c FUOC • PID_00216069
50 Magnetostática e inducción electromagnética
Hemos visto que las cargas en movimiento producen campos magnéticos, pe-
ro también nos podríamos preguntar: ¿cómo se producen las cargas en movi-
miento? O bien, ¿cómo se crean las corrientes eléctricas? Hay diferentes ma-
neras: si sobre una carga que está estática aplicamos un campo electrostático,
Podéis ver el módulo “Electrostática”.
ésta recibirá una fuerza que la acelerará y la moverá. Por lo tanto, aparece-
ría un campo de inducción magnética. Os tenéis que dar cuenta de que si a
esta misma carga le aplicamos un campo magnético estático, puesto que la
carga es estática, no notaría nada.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
• Cuando pasaba una corriente por un cable, si había una brújula imantada
cerca, ésta se orientaba por culpa de la corriente en el cable (figura 21a). Si
no había corriente no había influencia sobre las brújulas (figura 21b).
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51 Magnetostática e inducción electromagnética
Amperímetro Amperímetro
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52 Magnetostática e inducción electromagnética
Esta ley es muy importante y hay que conocerla y entenderla en detalle. Sin
embargo, para entenderla en profundidad hay que definir (en profundidad)
qué es el flujo magnético y qué es la fuerza electromotriz inducida. Lo hare-
mos a continuación y, después, volveremos a enunciar la ley de Faraday, pero
entonces un poco más matemáticamente.
El flujo del campo de inducción magnética a través de una superficie se define Podéis ver el subapartado 3.1 del
módulo “Electrostática”
de la misma manera que se definía para el campo electrostático. De hecho,
la definición que dábamos, y que repetimos aquí, se podría hacer genérica
para cualquier campo. En el caso de ~B:
Z
Φ= ~
B · d~S (80)
S
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53 Magnetostática e inducción electromagnética
Para entender este concepto podríamos hacer un símil con el agua que baja
por un canal y que atraviesa una cierta superficie puesta dentro de la corriente
del agua. El flujo de agua sería una manera de contar cuánta agua baja por el
canal cada intervalo de tiempo. En el caso magnético, el flujo es una manera
de contar cuántas líneas de campo atraviesan la superficie en cuestión.
El concepto de flujo magnético es del todo equivalente al concepto de flujo Podéis ver las figuras y las explicaciones
del apartado 3 del módulo
eléctrico explicado en el módulo “Electrostática”. De hecho, el concepto de “Electrostática”.
Hay todavía un detalle más: si tenemos un circuito cerrado, hay muchas su-
perficies que podríamos tener en cuenta. Dicho de otra manera: hay muchas
superficies diferentes que están limitadas por un mismo circuito. Aunque no
lo demostraremos aquí, sí que es necesario decir que el flujo de campo magné-
tico que atraviesa el circuito es independiente de la superficie elegida (siempre
que ésta esté rodeada por el circuito). Por lo tanto, puesto que podemos elegir,
elegiremos la más sencilla, naturalmente.
Ejemplo 4
Solución
Es importante traducir los datos del enunciado al lenguaje matemático. Observad bien
la figura 22. En particular, hay que escribir el campo de inducción ~B. Es un campo que va
en la dirección del eje Z (es decir, ~k) y que tiene de módulo un valor creciente de 0,001
veces el tiempo que ha pasado (en segundos). Es decir: ~B = 0,001t~k, donde t indica el
tiempo (en segundos) que ha pasado desde el principio.
Para calcular el flujo del campo ~B a través de la espira, utilizamos la ecuación 80, teniendo
en cuenta que:
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54 Magnetostática e inducción electromagnética
• Elegimos la superficie plana en el plano XY que está en la parte interior del circuito
(si el circuito es la circunferencia, elegimos el círculo).
• Esta superficie tiene un vector de superficie que le es perpendicular. Por lo tanto,
dirigido según la dirección ~k: d~S = dS~k.
Y El campo de inducción
magnética está dirigido
B(t)
según la dirección del eje Z
(indicado con el símbolo ⊙).
El módulo de este campo
depende del tiempo.
Z Z
Φ= ~B · d~S = 0,001t~k · dS~k (81)
S S
Y ahora hay otro punto importante: el campo de inducción magnética depende del tiem-
po, ciertamente, pero hacemos la integral respecto a la superficie y, respecto a la superfi- Magnitud constante y
cie, el campo de inducción es uniforme. Por lo tanto: magnitud uniforme
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55 Magnetostática e inducción electromagnética
Esta definición es bastante compleja. Sólo es necesario que nos quedemos con
la información principal: cuando hay una variación de flujo, hay un efecto
global sobre los electrones que los hace mover principalmente en una direc-
ción. Es decir, hay un efecto global que produce una corriente.
Por lo tanto, en un circuito conductor, para que haya una corriente, pode-
mos ponerle una pila, podemos ponerle una fuente de tensión o una fuente
de corriente y también podemos inducirle una corriente (una fuerza electro-
motriz inducida) por medio de una variación del flujo magnético que la atra-
viese.
La fuerza electromotriz inducida también se denota por fem y se simboliza co- Fem
mo E (épsilon caligráfica, con frecuencia sencillamente épsilon). Sus unidades Se utiliza el término “fem”
son las de una diferencia de potencial: los voltios (V). para referirse a la fuerza
electromotriz en general, sea
inducida o no. En este
módulo sólo hablaremos de
fuerza electromotriz inducida
5.2.3. La ley de inducción de Faraday-Lenz y, por lo tanto, siempre
utilizaremos el término “fem”
en este sentido.
¿Qué relación hay entre la corriente inducida en un circuito y la variación de
flujo magnético? Esto lo responde la denominada ley de inducción de Faraday-
Lenz.
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56 Magnetostática e inducción electromagnética
dΦm
E =– (83)
dt
Hay que tener muy presente que la causa que ha creado una corriente inducida
no es la presencia de un flujo magnético, sino su variación. Esto quiere decir
que para encontrar la dirección de la corriente inducida no nos debemos fijar
en la dirección del campo que atraviesa un circuito, sino en si el flujo que este
campo produce al atravesar el circuito aumenta, o bien disminuye. Una vez
sabido esto, el sentido de la corriente inducida será tal que creará un campo
que intentará compensar la variación de flujo:
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57 Magnetostática e inducción electromagnética
Ejemplo 5
Solución
Primero, tenemos que calcular el flujo magnético que atraviesa el circuito. De hecho, en
este caso, puesto que el circuito está situado en el plano XY:
Z Z
Φm = ~B · d~S = ~B · d~S (84)
S S
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58 Magnetostática e inducción electromagnética
Según la ley de Faraday (ecuación 83), ahora tenemos que derivar la ecuación 86 respecto
al tiempo para encontrar la fem inducida: Recordad que una superficie se
puede representar mediante un
vector perpendicular a la
misma.
dΦm
E =– = –0,0025 V = –2,5 mV (87)
dt Recordad que ~k · ~k = 1, ya que ~k
es un vector unitario.
E = RI (88)
donde E es la tensión que hay en el circuito (en nuestro caso, la fem), R representa la
resistencia del cable e I la intensidad que circularía por el mismo.
E –2,5
I= = = –0,25 mA (89)
R 10
El signo de la corriente nos indica la dirección. Según la ley de Lenz que hemos comenta- Dirección web
do, puesto que el flujo magnético que atraviesa el circuito en sentido saliendo del papel
aumenta, la intensidad inducida debe tender a disminuirlo. Por lo tanto, la corriente in- Podéis ver la regla de la
ducida tiene que crear un campo de inducción magnética en la dirección entrando en mano derecha en cualquiera
el papel. Según lo que habíamos visto en el subapartado 3.2 y utilizando la regla de la de los enlaces siguientes:
mano derecha, esto quiere decir que la corriente inducida iría en el sentido de las agujas http://www.youtube.com
del reloj (tal y como miramos la figura 24). /watch?v=2leLwaQ9ueA
http://commons.wikimedia.
org/wiki/File:Right_hand
_rule.png.
5.3. Ejemplos y aplicaciones
Suponed que tenemos una situación como la que mostramos en la figura 25.
Tenemos una espira situada dentro del campo magnético generado por un
imán (en la figura sólo vemos los polos positivo y negativo del imán, pero
pensad en un imán de tipo herradura o bien en dos imanes de los que sólo
mostramos un extremo). El campo inducción magnética es constante y la su-
perficie de la espira también lo es. Sin embargo, el dispositivo está montado
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59 Magnetostática e inducción electromagnética
La fuerza que hace que las espiras giren es la que nos da los distintos tipos de
generadores de corriente:
• En una central térmica, el carbón que se quema sirve para calentar agua
que, una vez se ha convertido en vapor de agua, a presión, se hace incidir
sobre las paletas de la turbina (que contienen las espiras que giran).
• En una central nuclear, la ruptura del uranio desprende una energía que
se utiliza para calentar agua que, como en las centrales térmicas, se utiliza
para mover las turbinas por medio de vapor a presión.
con una velocidad angular ω, respecto del eje Z (podéis ver la figura 26) y
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60 Magnetostática e inducción electromagnética
a. b. c.
Esquema de una espira
girando en presencia de un
campo de inducción
a magnética uniforme y
a constante (representado por
las flechas).
a. Espira en el momento del
giro en el que no hay flujo
magnético que la atraviesa.
x x x
b. La misma espira cuando ha
girado un poco y ya hay flujo
magnético que la atraviesa.
c. Posición de la espira en el
momento en que el flujo que
1) Primero, es necesario calcular el flujo magnético que atraviesa la espira. la atraviesa es máximo.
Ahora, la espira está girando y, por lo tanto, el flujo que atravesará la espira va-
riará, aunque el campo sea constante y uniforme. De hecho, supongamos que
la espira gira con una velocidad angular ω (omega). Esto querría decir que el
ángulo entre el vector de inducción magnética ~B y el ángulo entre el vector
En un movimiento
que representa la superficie d~S es ωt, donde t es el tiempo. Es decir: circular...
dΦm
E =– = B0 ωπa2 sen(ωt) (92)
dt
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61 Magnetostática e inducción electromagnética
• Cuanto mayores son las espiras (cuanto mayor sea a), mayor puede ser la
corriente inducida.
Hemos visto cómo podemos obtener corriente alterna. Sin embargo, ¿cómo
se genera una corriente continua (corriente de intensidad constante)? Hay
distintas maneras de obtenerlo. Aquí os presentaremos una que se basa en el
principio de Faraday.
El flujo que atraviesa la superficie rodeada por el circuito cerrado es, según la
ecuación 80:
Z Z Z
Φ= ~
B · d~S = B0~k · dS~k = Φ = B0 dS (93)
S S S
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62 Magnetostática e inducción electromagnética
Z
Φ = B0 dS = B0 S = B0 L(x1 + vt) (95)
S
Ésta es la expresión del flujo en función (explícita) del tiempo. Ahora quere-
mos calcular la fuerza electromotriz inducida y, para esto, utilizaremos la ley
de Faraday (ecuación 83):
dΦm d
E =– = – [B0 L(x1 + vt)] = –B0 Lv (96)
dt dt
que es una fem constante (ya que hemos considerado que v es constante). La
intensidad inducida será I = E /R, siendo R la resistencia del circuito. Es decir,
B0 Lv
I=– (97)
R
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63 Magnetostática e inducción electromagnética
visto en el subapartado 3.2 esto se puede hacer con una intensidad que vaya
en el sentido contrario a las agujas del reloj (tal y como estamos mirando el
papel), ya que esta intensidad (según la regla de la mano derecha) crearía un
campo que iría hacia fuera del papel y, por lo tanto, disminuyendo el flujo
errante (véase la figura 27b).
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64 Magnetostática e inducción electromagnética
Sin embargo, la situación puede ser más compleja. Si consideramos dos circui-
tos (que denominaremos 1 y 2) por los que pasa una cierta intensidad, el cam-
po de inducción del primero afecta al segundo y viceversa. Si consideramos
que el campo de inducción magnética del 1 (por ejemplo) es variable, además
de la fuerza magnética que hace sobre el segundo (por el hecho de tener in-
tensidad), se inducirá al 2 una nueva corriente (la corriente inducida) que se
deberá superponer a la corriente que ya circulaba. Esto hará que el campo crea-
do por este segundo cambie y, por lo tanto, induzca una corriente al primero
que se tendrá que superponer a la que ya había. Esto hace que el campo del
primero cambie y, por lo tanto, induzca una corriente al segundo que se ten-
drá que superponer a la que ya había. Esto hace que el campo del segundo...
Sin embargo, todavía más, si tenemos un solo circuito por donde circula una
intensidad variable, el flujo del campo ~B generado por este circuito que atra-
viesa el mismo circuito será variable y, por lo tanto, el mismo circuito creará
una inducción sobre sí mismo: habrá una autoinducción.
¿Qué aprenderemos?
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65 Magnetostática e inducción electromagnética
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
6.1. Autoinductancias
Supongamos que tenemos un circuito por donde circula una cierta intensi- Notación
dad I1 . El campo ~B1 creado por este circuito atraviesa el circuito y, por lo tanto, Φ es la letra griega phi (fi)
podemos calcular el flujo, Φ11 , como: mayúscula. Φ11 se lee “fi sub
uno, uno”.
Z
Φ11 = ~
B1 · d~S (98)
S
Notad que utilizamos los subíndices para indicar qué flujo estamos calculan-
do: el subíndice 13, por ejemplo, querrá decir el flujo que atraviesa el circuito 1
debido al campo de inducción magnética creado por el circuito 3. Por lo tan-
to, el subíndice 11 indica que calculemos el flujo que atraviesa el circuito 1
debido al campo de inducción ~B creado por este mismo, por el circuito 1.
dΦ11
L= (100)
dI
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66 Magnetostática e inducción electromagnética
Uno de los momentos en los que se utiliza mucho esta definición es a la ho-
ra de incorporar bobinas (también denominadas inductores) en los circuitos
eléctricos. Las bobinas vienen determinadas por su valor de L y su influencia
en un circuito eléctrico viene determinada por la definición de la ecuación
100 junto con la ley de Faraday (83).
dI
E = –L (101)
dt
Ejemplo 6
Solución
Habíamos visto que el campo ~B que había en el interior de la bobina tenía la dirección
axial y tenía un valor (ecuación 79):
B = µ0 nI (102) Espira
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67 Magnetostática e inducción electromagnética
dΦ πN 2 r 2
L= = µ0 (104)
dI a
que, como habíamos dicho, depende sólo de la geometría y del medio que hay en el
interior de la bobina.
Sin embargo, la situación puede ser más compleja. Si consideramos dos circui-
tos vecinos por los cuales circulan unas ciertas intensidades I1 e I2 , el campo
de inducción magnética creado por uno de éstos (por ejemplo, el 1) puede
atravesar la superficie determinada por el otro (por ejemplo, el 2). Podemos
hablar del flujo Φ12 : el flujo que atraviesa 2, debido al campo creado por 1.
En general, podemos definir Φij como el flujo que atraviesa el circuito i debido
a la intensidad que hay en el circuito j. Si consideramos todos los circuitos
rígidos, entonces la variación de flujo sólo puede ser debida a una variación
de las intensidades que hay en los otros circuitos. Es decir:
dΦij
• dIj nos dice que el flujo que atraviesa el circuito i debido al j cambia porque
cambia la intensidad que pasa por el circuito j.
dIj
• dt nos dice que la intensidad que pasa por el circuito j varía con el tiempo.
dΦij
Los coeficientes dIj son constantes, independientes de la corriente si conside-
ramos que los campos ~B son proporcionales a la intensidad (ecuación 33).
dΦij
Mij = (106)
dIj
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68 Magnetostática e inducción electromagnética
Z
Um = E Idt (107)
Z t Z I1
dI
Um = I · L1 dt = L1 IdI (108)
0 dt 0
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69 Magnetostática e inducción electromagnética
1
Um = L I2 (109)
2 11
1
Um = L I 2 + M12 I1 I2 (110)
2 22
Por lo tanto, la energía para crear un sistema de dos corrientes por las
que circulan intensidades I1 y I2 es:
1 1
Um = L I 2 + L I 2 + M12 I1 I2 (111)
2 11 2 22
Z
1
~ ~
2
Um =
B(r)
dV (112) Notación
2µ0 V
La notación ||~B(~r)|| es
equivalente a B(~r) y quiere
que quiere decir que se debe hacer una integral sobre todo el volu-
decir el módulo del campo
men V que contiene campo de inducción (no confundáis este V con de inducción magnética en ~r.
el potencial; aunque tienen la misma letra, el contexto es del todo dis-
tinto). Observad que dentro de la integral está el módulo al cuadra-
do del vector campo de inducción magnética dividido por la permitivi-
dad del medio en el que se encuentra el campo. En el caso del vacío, µ0 .
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70 Magnetostática e inducción electromagnética
Ejemplo 7
A partir del cálculo (en el subapartado 4.2.2) del campo de inducción magnética en un
cable coaxial, queremos calcular, ahora, cuál es la energía magnetostática almacenada en
este cable.
Solución
De hecho, puesto que el cable considerado era infinito, la energía también se hará infi-
nita. Tiene más sentido preguntarnos por la energía por unidad de línea (es decir, en el
Sistema Internacional de unidades, los julios que habría por cada metro de cable).
Habíamos calculado que el campo en el exterior del cable se cancelaba y que en el interior
del cable coaxial el módulo del campo de inducción era
µ0 I
B(~r) = (113)
2πr
2
1 µ0 I
Z
Um = dV (114)
2µ0 r<R 2πr
La integral de la ecuación 112 se debe realizar por todo el espacio. Sin embargo, como
decíamos, el campo en la región exterior del cable es cero. Por lo tanto, sólo es necesario
hacer la integral sobre la región interior del cable: r < R.
Para hacer esta integral, hay que tener en cuenta que la variable r es la distancia radial
del punto hasta el núcleo central del cable coaxial. A causa de la simetría del campo, su
módulo será el mismo en cualquier punto de la vuelta de radio constante. Por lo tanto,
puesto que debemos hacer la integral para todo el volumen, debemos tener en cuenta
toda la vuelta. Observad que el módulo del campo es el mismo en toda esta vuelta.
Matemáticamente, esto quiere decir que el diferencial de volumen dV se puede pensar
como un diferencial de superficie que da vueltas multiplicado por toda la vuelta de golpe:
dV = 2πrdrdz (podéis ver un esquema de esta explicación en la figura 28).
Además, como hemos comentado, necesitamos la energía por unidad de longitud (línea
en el eje Z). Esto quiere decir que, puesto que el cable es infinito, ¡si lo contamos todo
habrá infinita energía! Está claro que esto es una simplificación matemática (no existen
los cables infinitos) y que lo que tiene interés es saber cuánta energía hay en una deter-
minada longitud de cable. Dado que la energía se distribuye uniformemente a lo largo
del cable, sólo debemos dividir la energía por la longitud que queramos considerar.
Por lo tanto, cuando calculemos la energía, en lugar de calcular todo el volumen, sólo
calcularemos la integral en una capa: es decir, la energía por unidad de línea, que es
equivalente a decir la variación de energía con la longitud, o bien la derivada de la
energía respecto de la longitud:
2
dUm 1 µ0 I
Z
= 2πrdr (115)
dz 2µ0 R0 <r<R 2πr
Ahora, finalmente, sólo hay que hacer la integral, vigilando los límites de integración.
Un detalle muy importante: observad que consideramos el radio interior como R0 y no
exactamente cero. Por simplicidad, cuando calculábamos el campo (subapartado 4.2.2)
considerábamos el radio interior como una línea para no complicar el cálculo y hacerlo
más comprensible. Está claro que, en realidad, el cable interior del cable coaxial debe
tener un cierto radio. Si ahora considerásemos el radio interior como exactamente cero,
nos saldría una integral divergente (que se hace infinita). Observad, además, que en el
c FUOC • PID_00216069
71 Magnetostática e inducción electromagnética
cálculo que estamos haciendo no contamos la energía que habría entre cero y R0 , es
decir, la energía en el interior del cable interno, porque será muy pequeña en relación
con la energía calculada. Finalmente, por lo tanto, nos queda:
dUm µ0 I 2
Z R 1 µ0 I 2
= dr = ln (R/R0 ) (116)
dz 4π R0 r 4π
dr de grueso dz.
b. El corte separado y
r c. el mismo corte puesto con
otra perspectiva donde se
puede ver un elemento de
grueso dr situado a una
distancia (radio) r del centro.
Si este elemento da toda la
vuelta, ocupa una superficie
de 2πr que es la longitud
para dr, que es el grueso.
Hemos visto la energía asociada a las corrientes y que ésta se define mediante
la autoinducción y la inducción mutua.
En este punto ya hemos hecho una descripción general del magnetismo. Sin
embargo, quizás os resulte extraño que siempre hayamos trabajado en el vacío.
¿Qué pasa si hay materia? Lo veremos en el apartado siguiente.
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72 Magnetostática e inducción electromagnética
Hasta ahora hemos tratado los fenómenos magnéticos desde el punto de vista
de las corrientes eléctricas que los producen y del campo de inducción que
estas corrientes generan en un punto del vacío. Sin embargo, todos hemos
oído hablar de los imanes y de su magnetismo, de las brújulas imantadas, del
campo magnético de la Tierra, etc., y ninguna de estas cosas está conectada a
ninguna fuente de corriente.
Nos deberíamos preguntar: ¿los efectos magnéticos de estos objetos son los
mismos que los efectos magnéticos debidos a cargas en movimiento? La res-
puesta es que sí. Y, por lo tanto, nos debemos preguntar: ¿cuál es, por lo tanto,
el origen del magnetismo en estos objetos? ¿De qué están hechos para poder
tener este magnetismo interno?
Igual que pasaba con el campo electrostático, cuando los campos magnéticos
actúan sobre algunos materiales, éstos pueden responder de una manera com-
plicada dependiendo de su estructura atómica, molecular y cristalina. Será ne-
cesario, por lo tanto, estudiar cómo se comportan los materiales bajo el efecto
de los campos magnéticos y por qué algunos de estos materiales tienen un
magnetismo interno.
¿Qué aprenderemos?
Veremos también que hay un tipo muy especial de materiales, los materiales
ferromagnéticos, que tienen un comportamiento con histéresis.
c FUOC • PID_00216069
73 Magnetostática e inducción electromagnética
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
7.2. Imantación
c FUOC • PID_00216069
74 Magnetostática e inducción electromagnética
El caso mostrado
Km n^ M corresponde a corrientes
uniformemente distribuidas,
y en este caso la corriente
equivalente se cancela en
n^ todo el volumen del material
excepto en la superficie.
También se muestran los
n^ vectores normales en la
superficie que rodea el
material, la dirección de la
corriente superficial y la
dirección del vector de
n^ imantación.
el interior del material no hay una corriente neta, pero en la superficie del Consultad este enlace,
material, las corrientes no están compensadas y aparece lo que decimos una donde hallaréis una
~ m (mostrada en la figura 29). Se puede animación que muestra la
corriente de imantación superficial: K regla de la mano derecha y
ver que: hacia donde se dirige el
resultado del producto
~m = M
K ~ × n̂ (117) vectorial:
http://www.fisica.uh.cu/
bibvirtual/fisica_aplicada/
fisica1y2/interactivas1/
donde n̂ es el vector unitario normal en la superfície del material (podéis ver vectores/cross.html.
la figura 29). Observad que, según la ecuación anterior, la corriente superficial
de imantación va por la superficie del material y en la dirección perpendicular
a la dirección de la imantación (mostrada en la figura 29 como un aspa ⊗).
Por otro lado, si la imantación no es uniforme, en el interior del material las
corrientes microscópicas tampoco se cancelan completamente entre sí y apa- Recordad que la dirección del
rece una corriente volúmica que denominamos corriente volúmica de imanta- vector resultante de un
producto vectorial viene dada
ción: ~Jm . El tratamiento matemático es más complicado y no consideraremos por la regla de la mano
derecha.
este tipo de corriente de imantación en este módulo.
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75 Magnetostática e inducción electromagnética
Una vez dicho esto, veremos qué es el campo magnético y cuál es la diferencia
con el campo de inducción magnética (que es el campo ~B que hemos estado
estudiando hasta ahora).
Lo que sucede frecuentemente es que tenemos un cierto control sobre las co- Este procedimiento es similar al que
habíamos hecho en el módulo
rrientes de transporte pero no sobre las corrientes microscópicas. Sería, por “Electrostática” cuando hablábamos de
densidades de carga ligadas y del
lo tanto, muy útil introducir un nuevo campo que nos permita diferenciar campo de desplazamiento.
~ = 1~ ~
H B–M (119)
µ0
tación.
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76 Magnetostática e inducción electromagnética
c FUOC • PID_00216069
77 Magnetostática e inducción electromagnética
~ = χm H
M ~ (121)
~ ~ = κ m µ0 H
B = µ0 (1 + χm )H ~ = µH,
~ (122)
Fijaos que, por un lado, la relación entre la imantación y el campo magnéti- Notación
co es proporcional y, por otro lado, la relación entre el campo de inducción
A veces, a la permeabilidad
magnética y el campo magnético también es proporcional. Por lo tanto, la relativa se la llama µr , que se
relación entre la imantación y el campo de inducción magnética también es lee “mu sub erre”.
proporcional:
~ = χm ~
M B (123)
(1 + χm )µ0
Materiales diamagnéticos
c FUOC • PID_00216069
78 Magnetostática e inducción electromagnética
Materiales paramagnéticos
Tabla 1
Material 10 –5 )
χ m ( ·1 Tabla 1
También es importante resaltar que todos los materiales tienen un cierto dia-
magnetismo de manera natural, pero no todos tienen un efecto paramagnéti-
c FUOC • PID_00216069
79 Magnetostática e inducción electromagnética
7.4.2. Ferromagnéticos
El hecho de tener un efecto magnético muy grande quiere decir que los ma-
teriales ferromagnéticos pueden hacer que un campo magnético aplicado sea
fuertemente modificado a causa de la presencia de este material.
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80 Magnetostática e inducción electromagnética
Saturación
en sentido
contrario
Los ferromagnéticos son unos materiales no lineales. Esto quiere decir que la
~ y que la relación entre el
imantación no siempre es proporcional al campo H
campo ~B y el campo H
~ tampoco es lineal.
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81 Magnetostática e inducción electromagnética
• ~ ya se ve que la imantación
Si ahora volvemos a aumentar el campo H,
irá por otro camino distinto a los anteriores (y si hubiéramos disminuido
~ sin llegar a la saturación, también habríamos vuelto por otro
el campo H
camino).
. Histéresis magnética
Tabla 2
Tabla 2. Propiedades de algunos materiales ferromagnéticos
Material Composición IS (T) CC (A/m) µr IS significa imantación de
saturación (medida en
Hierro magnético 2,15 0,8800 250
teslas, T); CC quiere decir
45 Permalloy 45Ni-55Fe 1,80 0,0024 2.700 campo coercitivo (medido en
Supermalloy 79Ni-5Mo-15Fe-0.5Mn 0,78 0,0040 100.000 amperios por metro, A/m); µr
es la permeabilidad relativa
Ferrita suave 48 %MnO-Fe2 O3 , 52 % ZnO-Fe2 O3 0,36 1.000
(en realidad es la
permeabilidad relativa inicial)
medida por campos
Los materiales ferromagnéticos son los más utilizados a la hora de poner mate- magnéticos aplicados bajos
en la curva inicial.
riales que presenten propiedades magnéticas, fundamentalmente porque son
unos materiales que pueden tener una alta permeabilidad relativa (observad Permeabilidad
la tabla 2). Esto quiere decir que el campo de inducción magnética puede ser
La permeabilidad es una
muchísimo mayor en su interior que en el aire. En la práctica, esto se tradu- magnitud que, en realidad,
ce en el hecho de que si tenemos un campo de inducción magnética, este depende del campo
magnético aplicado. Cuando
campo tenderá a quedar atrapado en el interior del material ferromagnético. hablamos de permeabilidad
Las líneas de campo, si hay un ferromagnético, circulan por su interior. Cuan- relativa inicial queremos decir
que contamos la
to mayor sea la permeabilidad, menos campo “se escapará” del interior del permeabilidad cuando el
ferromagnético. campo aplicado es cero.
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82 Magnetostática e inducción electromagnética
Los imanes permanentes son materiales ferromagnéticos con una alta coerci- Desimantación
tividad. Esto quiere decir que se necesitan campos magnéticos muy elevados
Hay distintos casos de
para desimantarlos o para cambiar significativamente su imantación. Había- desimantación. Por ejemplo,
el de las tarjetas de crédito al
mos visto que los materiales imantados creaban un campo magnético (ecua-
pasar por los sensores
ción 118). Este campo es el campo que permite que un imán haga fuerza mag- magnéticos o el de los discos
de grabación magnética.
nética sobre corrientes eléctricas o sobre otros materiales imantados (otros
imanes). La fuerza entre imanes es, por lo tanto, un ejemplo más de la fuerza
magnética. Vemos aquí cuál es la relación entre el magnetismo de los imanes
y el magnetismo de las corrientes de transporte: los dos crean un campo de
inducción magnética equivalente; la diferencia está en el hecho de que, en el
caso de los imanes permanentes, el origen de las corrientes equivalentes es de
tipo microscópico y sólo el efecto combinado de un gran número de átomos
provoca el efecto macroscópico que observamos.
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83 Magnetostática e inducción electromagnética
Finalmente, hay que decir que hemos hablado de los superconductores deno-
minados de tipo-I. También existen los superconductores que se denominan
de tipo-II que tienen unas propiedades similares a las de tipo-I, pero no tan
perfectas: el apantallamiento del campo ~B no es perfecto y la susceptibilidad
no es exactamente –1 (y depende del campo magnético aplicado). Además, los
materiales superconductores de tipo-II pueden transportar corriente sin pérdi-
das por debajo de un cierto valor (que se denomina corriente crítica) y tienen
un comportamiento histerético de la imantación (por lo tanto, no lineal).
Por otro lado, hemos visto que podemos definir la permeabilidad del medio,
µ, i que cuando trabajamos con materiales isótropos, homogéneos y lineales
c FUOC • PID_00216069
84 Magnetostática e inducción electromagnética
(i. h. l.) podemos utilizar todo lo que hemos visto en el resto del módulo, sin
más que cambiar la permeabilidad del vacío, µ0 , por la del medio, µ.
Llegados a este punto, ya hemos hecho una descripción general del magnetis-
mo. En el apartado siguiente veremos una aplicación muy importante de todo
lo que hemos visto: los transformadores.
c FUOC • PID_00216069
85 Magnetostática e inducción electromagnética
¿Qué aprenderemos?
En este apartado veremos una aplicación muy habitual de todo lo que hemos
estudiado hasta ahora: los transformadores.
¿Qué supondremos?
Supondremos que:
c FUOC • PID_00216069
86 Magnetostática e inducción electromagnética
Si hacemos pasar una corriente alterna por el circuito primario, el campo mag-
nético que generará será alterno. Una parte de este campo magnético atrave-
sará el secundario y, por lo tanto, habrá un flujo magnético variable con el
tiempo que atraviesa el secundario. Esto, según la ley de Faraday, tiene una
consecuencia: se inducirá un voltaje en el circuito secundario.
c FUOC • PID_00216069
87 Magnetostática e inducción electromagnética
Por lo tanto, todas las líneas de campo atraviesan los dos circuitos. Sin embar-
Recordad que Φ és la letra
go, el flujo magnético total que atraviesa cada uno de los circuitos depende griega fi mayúscula.
del número de espiras que haya en cada uno. Dicho de otro modo: si el flu-
jo magnético que atraviesa una espira es Φ, el flujo total que atravesará el
primario es:
Φ2 = N2 Φ (125)
dΦ
V1 = N1 (126)
dt
dΦ
V2 = N2 (127)
dt
Deducimos, por lo tanto, que la relación entre los voltajes del prima-
rio, V1 , y del secundario, V2 , en un transformador ideal es igual a la
relación entre el número de espiras que tiene el primario, N1 , y las del
secundario, N2 . Es decir:
V1 N1
= (128)
V2 N2
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88 Magnetostática e inducción electromagnética
Ejemplo 8
Solución
La relación de la ecuación 128 nos indica que si queremos pasar de 220 V a 12 V ne-
cesitaremos un transformador tal que, si el primario tiene 1.000 espiras, el secundario
tenga:
Ahora ya hemos visto todo los conceptos que se tenían que ver en el módulo.
En el apartado siguiente tenéis algunos ejercicios para que los podáis trabajar
y consolidar.
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89 Magnetostática e inducción electromagnética
9. Problemas resueltos
.
9.1. Enunciados
Figura 32
a. b.
Y
I
r
I R2
X R1
P
2r P
Figura 33
I r
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90 Magnetostática e inducción electromagnética
4. Una capa cilíndrica delgada, muy larga, de radio R, transporta una corrien-
te I en la dirección axial. Encontrad el campo magnético de inducción mag-
nética ~B en el interior y en el exterior del cilindro.
5. Un cable coaxial muy largo está formado por un hilo interior de radio R0
y por una capa conductora cilíndrica exterior de radio R. En un extremo, el
hilo está conectado a la capa exterior. En el otro extremo, el hilo y la capa
están conectados a los terminales opuestos de una batería, de manera que hay
una corriente, de valor I, que se va por el hilo y vuelve por la capa exterior. Su-
poned que el cable es rectilíneo. Determinad el valor del campo de inducción
magnética ~B,
Figura 34
I2 = 2I
I1 = I
v
α
b
Calculad:
a) El campo de inducción magnética creado por los dos cables en todos los
puntos del espacio.
b) La fuerza magnética que actúa sobre la partícula cargada.
c) ¿Cuál debería ser la posición exacta y la dirección de la velocidad de la
partícula para que la fuerza total fuese cero?
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91 Magnetostática e inducción electromagnética
Figura 35
B
r
Y
ω
S
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92 Magnetostática e inducción electromagnética
Figura 36
a = 5 cm
I2= 5 A
b = 10 cm
I1= 20 A
d = 2 cm
Figura 37
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93 Magnetostática e inducción electromagnética
9.2. Soluciones
1.
a) Figura 32a. Situamos los ejes de coordenadas según indica la figura 32a y
consideramos positivo en X la dirección hacia la derecha y positivo en Y la
dirección hacia arriba.
Z y′ =0
µ Idy′~j × (r~i – y′~j)
B1 (P) = 0
~ (135)
4π y′ =–2r (r 2 + y′2 )3/2
y′ =0 dx x
Z
Z
~ µ0 Idy′~j × (r~i – y′~j) (a2 + x2 )3/2
= √
B1 (P) = = a2 a2 + x2
4π y′ =–2r (r 2 + y′2 )3/2
Z y′ =0
µ0 Ir ~ dy′
= – k =
4π y′ =–2r (r 2 + y′2 )3/2
µ0 2I ~
= – √ k (136)
4πr 5
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94 Magnetostática e inducción electromagnética
– El radio es r, y no R.
h i
µ0
Z θ=0 Irdθ 0 · cos(θ)~i + 0 · sen(θ)~j + r~k
~
B2 (P) = =
4π θ=π (r 2 + 02 )3/2
Z Z
µ0 θ=0
Ir 2 dθ~k Iµ0 ~ θ=0
Iµ0 ~
= = k dθ = – kπ =
4π θ=π r3 4πr θ=π 4πr
Iµ0 ~
= – k (137) Observad que si seguimos la
4r
corriente, el ángulo θ va
de π a 0.
• 3.a parte. Cable recto en la dirección del eje X. El campo que crea este trozo
de cable en el punto P es cero. Esto se puede ver de distintas maneras. Una
manera es haciendo los cálculos a partir de la ecuación 33. Sin embargo,
hay otra más directa e intuitiva: puesto que el campo creado por un hilo
tiende a dar vueltas al hilo, el campo ~B que haya en un punto que esté en
el mismo eje del cable tiene que ser cero, porque no hay vuelta posible.
Dicho de otra manera, el diferencial de longitud d~l es siempre paralelo al
vector ~r – ~r ′ y, por lo tanto, su producto vectorial es cero. Por lo tanto,
~
B3 (P) = 0. Sin embargo, intentad hacer el cálculo vosotros mismos con la
ecuación 33.
µ I 2 ~k
B(P) = ~B1 (P) + ~B2 (P) + ~B3 (P) = – 0
~ 1+ √ (138)
4r π 5
b) Para la figura 32b haremos los cálculos de la misma manera, pero en lugar
de empezar a partir de las ecuaciones generales, utilizaremos los resultados que
acabamos de encontrar. En particular, podemos dividir el circuito anterior en
cuatro partes: los dos trozos de circuito rectos no harán campo ~B en el punto P
c FUOC • PID_00216069
95 Magnetostática e inducción electromagnética
ya que el punto está justo en la recta (en el eje) que contiene también estos
trozos de circuito (sería el mismo caso que el de ~B3 (P) en el apartado anterior).
Por lo tanto, sólo tendrán contribución al campo ~B en el punto P los dos trozos
semicirculares de circuito. Y estos trozos, según la ecuación 137, son:
Iµ
B1 (P) = 0 ~k
~ (139)
4R1
Iµ
B2 (P) = – 0 ~k
~ (140)
4R2
Iµ Iµ Iµ 1 1
B(P) = ~B1 (P) + ~B2 (P) = 0 ~k – 0 ~k = 0
~ – ~k (141)
4R1 4R2 4 R1 R2
2. El campo creado por un cable infinitamente largo por donde pasa una in-
tensidad I es, según la ecuación 45, en módulo:
µ0 I
B= (142)
2π r
Figura 38
r= x
I/4
r= y
X
I
donde r = |y| quiere decir que r es el valor absoluto (el valor sin tener en
cuenta el signo) de la coordenada y (lo mismo con r = |x| y la coordenada x).
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96 Magnetostática e inducción electromagnética
Es decir, que el campo total en un punto del plano XY, en módulo, será:
µ0 I I/4
B= ± (143)
2π y x
I I/4
± = 0 → y = 4x (144)
y x
El campo será cero en todos los puntos de la recta y = 4x. Repasad los cálculos
especialmente en lo referente a la dirección del campo ~B. Observad en espe-
cial el hecho de que, dependiendo del cuadrante que estemos mirando en el
plano XY, el campo ~B va hacia dentro o hacia fuera del papel. La solución
anterior incluye todos los casos, ya sean las x o las y positivas o negativas.
Dirección web
µ0 I µ0 I
B= – (145)
2πr 2R
Consultad este enlace,
donde hallaréis una
animación que muestra la
El campo será cero cuando regla de la mano derecha y
hacia donde se dirige el
resultado del producto
r = R/π (146) vectorial:
http://www.fisica.uh.cu/
bibvirtual/fisica_aplicada/
fisica1y2/interactivas1/
4. Utilizaremos el teorema de Ampère (apartado 4), ya que la simetría del siste- vectores/cross.html.
ma nos permitirá elegir una línea a lo largo de la cual la circulación del campo
será sencilla de calcular. En efecto, si elegimos una sección cualquiera del ca-
ble cilíndrico y escogemos una circunferencia de radio r que tenga el mismo
centro que la capa del cable, podemos ver que (haciendo una demostración
del todo igual a la que hacíamos en la ecuación 68) obtenemos (podéis ver la
figura 39):
I I I
B · d~l |{z}
~ = Bdl |{z}
= B dl = B2πr (147)
Bkd~l
~ B=cte
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97 Magnetostática e inducción electromagnética
Figura 39 Figura 39
a. b.
Capa cilíndrica muy larga de
dl
radio R.
B a. Vista lateral.
b. Vista desde arriba.
R
I I
I
µ0 I
r>R : B · 2πr = µ0 I ⇒ B(r > R) = (149)
2πr
I
B · d~l = B2πr
~ (150)
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98 Magnetostática e inducción electromagnética
Figura 40
Figura 40
r
r
πr 2
Itr = I (151)
πR20
Aplicando el teorema de Ampère (ecuación 67) para estas tres regiones encon-
tramos el resultado final:
µ0 I
B(r < R0 ) = r (152)
2πR20
µ0 I
B(R0 < r < R) = (153)
2πr
B(r > R) = 0 (154)
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99 Magnetostática e inducción electromagnética
6.
~ µ0 I ~
B1 = k (155)
2π y
~ µ0 2I ~
B2 = (–k) (156)
2π x
Es necesario notar que las expresiones anteriores son válidas tanto para x > 0
Observad que si x o y fuesen 0,
como para x < 0. De esta manera, también son válidas tanto para y > 0 como los campos de inducción
magnética divergirían.
para y < 0. Por lo tanto, para todo punto (x,y) (donde x 6= 0 y y 6= 0) tenemos:
µ 1 2 ~
B(x,y) = 0 I
~ – k (157)
2π y x
~F = q~v × ~
B = q(vy B~i – vx B~j)[N] (158)
vy = v sen α
α
vx = v cos α
Y si sustituimos B por la expresión 157 con x = b e y = a, queda:
~F = q µ0 I 1 2
– v(sen(α)~i – cos(α)~j) = (–6,67 · 10–7~i + 1,16 · 10–6~j)[N] (159)
2π a b
1
Y esto es una recta de pendiente m = .
2
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100 Magnetostática e inducción electromagnética
7.
a) El flujo, que se calcularía como una integral del campo magnético para
toda la superficie, vendría dado por la expresión siguiente (observad la deduc-
ción de las ecuaciones 90 y 91):
Z Z
Φm (t) = ~
B · d~S = BdS cos(ωt) = 2t 2 cos(ωt)πr 2 (161)
donde observad que el ángulo entre ~B y d~S es ωt, la velocidad angular por el
tiempo.
Por lo tanto, según la ley de Faraday (ecuación 83), la derivada (cambiada de Recordad la derivada del
signo) será la fem: producto:
(u · v)′ = u′ · v + u · v′
b) Ya que tenemos una fem y que la intensidad es I = fem/R (recordad la ley de La ley de Ohm establece que el
Ohm), podemos decir que hay corriente en la espira. Veamos qué valor tendrá voltaje es igual a la intensidad
por la resistencia.
para t = 1 s. Primero debemos pasar todas las unidades al sistema interna-
cional:
1m rpm
r = 3 cm = 3 cm · = 0,03 m (163)
100 cm
rpm son revoluciones por
minuto (rev/min) y son
rev 2π rad 1 min 10π rad unidades de velocidad
ω = 100 rpm = 100 · · · = (164) angular. Una revolución es
min 1 rev 60 s 3 s una vuelta, y una vuelta son
2π rad.
10π
fem = –4 · 1 · cos · 1 · π · 0,032 +
3
2 10π 2 10π
+ 2 · 1 · π · 0,03 · sen ·1 =
3 3
= –0,0456 V (165)
fem –0,0456
Iind = = = –0,0228 A = –22,8 mA (166)
R 2
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101 Magnetostática e inducción electromagnética
8.
µ0 I1
B= (167)
2π r
Podemos ver que el campo sobre los dos segmentos horizontales será el mismo
pero en sentido contrario, ya que tanto la intensidad como el campo que
“ven” estos segmentos es igual, pero la dirección de la intensidad es inversa.
De hecho, la fuerza sobre el segmento horizontal inferior será (ecuación 31):
Z d+a Z d+a
µ0 I µ 1
~F
segmento inferior = I2 dx~i × – 1 ~k = 0 I1 I2~j dx =
2π d r 2π d x
µ0 d+a ~
= I I ln j (168)
2π 1 2 d
Z b
µ I1 ~ µ 1
~F
segmento vertical = 0 –I2 dy~j × – k = 0 bI1 I2 ~i (170)
más cercano
2π 0 d 2π d
Y sobre el segmento vertical que está más alejado del cable (r = d + a), la
fuerza será:
Z b
~F µ0 (–I1 ) ~ µ0 1
= I2 dy~j × k = bI I (–~i) (171)
segmento vertical
más lejano
2π 0 (d + a) 2π 1 2 d + a
b) La fuerza total será la suma total de todas estas fuerzas parciales y, por lo
tanto:
µ 1 1
~F
total = I1 I2 0 b – ~i (172)
2π d d+a
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102 Magnetostática e inducción electromagnética
NI
B = µ0 nI = µ0 (173)
L
Z 2
1 1 µ0 NI µ0 πN 2 I 2 r 2
Um = ||~
B||2 dV = · πr 2 L = (174) Recordad que las notaciones
2µ0 V 2µ0 L 2L ||~
B || y B son equivalentes.
10.
Figura 41
~ µ0 I ~ Recordad que:
B cable = k (175)
2πd µ0 = 4 · π · 10–7 N/A2 y
ε 0 = 8,85 · 10–12 C2 /N · m2
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103 Magnetostática e inducción electromagnética
µ0 I 4 · π · 10–7 · 2
d= = = 2 · 10–7 m = 2 · 10–4 mm (176)
B2π 2·2·π
λ
Ecable =
λ 2πε 0 r
Ecable = = 0,0899 · 1012 N/m (177)
2πε 0 r
~F = q~E (178)
11. Nos piden que calculemos la variación del campo magnético ~B en función
del tiempo (d~B/dt). Dado que la dirección de la espira es constante, tendremos
que calcular la variación del módulo de ~B respecto al tiempo:
d|~B|
dt
el módulo del campo ~B para esta superficie: La ley de Ohm afirma que
la intensidad I es igual al
voltaje V dividido por la
Φ = Nπa2 |~B| (180) resistencia R:
V
I=
R
La intensidad inducida será la fem inducida dividida por la resistencia, y la
fem se calcula a partir de la ley de inducción de Faraday (ecuación 83) y la ley
de Ohm:
E 1 dΦ Nπa2 d|~B|
I= =– =– (181)
R R dt R dt
d|~B| I·R 4 · 30
=– =– = –191 T/s (182)
dt Nπa2 80 · π · 0,052
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104 Magnetostática e inducción electromagnética
Resumen
Z
µ Id~l × (~r – r~′ )
B(~r) = 0
~ (33)
4π C ||~r – r~′ ||3
Z
~Fq = I2 d~l × ~B(~r) (31)
C
Hemos visto cómo, a partir de estas ecuaciones, podemos calcular el campo de-
bido a diferentes distribuciones de corrientes. En particular, el cable recto y la
espira circular se han estudiado en detalle porque a partir de estos campos po-
demos, aplicando el principio de superposición, conocer aproximadamente
el campo ~B para muchas distribuciones más complejas de corrientes.
dΦm
E =– (83)
dt
c FUOC • PID_00216069
105 Magnetostática e inducción electromagnética
Z
1
~ ~
2
Um =
B(r)
dV (112)
2µ0 V
Para tener en cuenta el hecho de que hay unas corrientes de transporte (que
transportan carga) y unas corrientes de imantación (que no lo hacen) defini-
~ (diferente del campo de inducción magnética ~
mos el campo magnético H B)
como (ecuación 119):
~ = 1~ ~
H B–M (119)
µ0
c FUOC • PID_00216069
106 Magnetostática e inducción electromagnética
c FUOC • PID_00216069
107 Magnetostática e inducción electromagnética
Ejercicios de autoevaluación
1. Una espira se encuentra situada en el plano YZ. Cerca de la misma se encuentra un cable
infinito por el que circula una corriente de intensidad constante I, y este cable está orientado
paralelamente al eje Z como muestra la figura 42.
Figura 42
0
X
2. Dos cargas iguales q, situadas, respectivamente, en los puntos (0,0,0) y (0,a,0) en el ins-
tante t = 0, se están moviendo a una velocidad constante ~v en la dirección positiva del eje
de las X. La fuerza que recibe la carga situada en el punto (0,a,0) hace que se desvíe...
a) ... en el sentido positivo del eje de las X.
b) ... en el sentido positivo del eje de las Y.
c) ... en el sentido positivo del eje de las Z.
d) No se desvía.
3. El módulo de la fuerza que recibe la carga situada en el punto (0,a,0) de la cuestión anterior
es igual a...
1 q2 µ 0 q2 2
a) – v
4πǫ0 a2 4π a2
1 q2
b)
4πǫ0 a2
µ 0 q2 2
c) v
4π a2
d) Ninguna de las anteriores.
c FUOC • PID_00216069
108 Magnetostática e inducción electromagnética
4. Tres cables infinitos por los que circulan diferentes intensidades de corriente se encuentran
orientados en la dirección del eje Y y separados como muestra la figura 43. El punto donde
el campo magnético es más intenso en módulo es...
Figura 43
I 2I I/2
A B C D
X
d d d d d d
a) A
b) B
c) C
d) D
5. Tenemos un cable formado por dos segmentos rectilíneos de 1 m, tal y como muestra la
figura 44. La corriente que circula por el cable es de 50 A y el módulo del campo magnético
externo es 1,2 T. El cable recibe una fuerza igual a...
a) 120 ~k N
b) –102,42 ~k N
c) 60 ~k N
d) –42,42 ~k N
Figura 44
45º
I X
c FUOC • PID_00216069
109 Magnetostática e inducción electromagnética
6. Una carga puntual positiva (de carga +q y masa m) está situada a 1 m de un cable infinito
cargado positivamente que crea un campo eléctrico de módulo E y un campo de inducción
magnética de módulo B en el punto donde está la carga. Si la velocidad de la partícula va
en la misma dirección que el cable, la aceleración que experimentará la carga a causa de la
presencia del cable vale en módulo:
Eq qvB
a) +
m m
Eq
b)
m
qvB
c)
m
d) Ninguna de las anteriores.
7. En una región donde hay un campo magnético tenemos una espira cerrada. ¿Cuántas de
las afirmaciones siguientes son correctas?
“Se puede producir inducción si el campo magnético es constante en el tiempo.”
“Se puede producir inducción si el campo magnético es no homogéneo.”
“Se puede producir inducción si el flujo magnético que atraviesa la espira es constante con
el tiempo.”
“Se puede producir inducción si la densidad de flujo magnético que atraviesa la espira es no
homogénea.”
“Se puede producir inducción si el circuito es estático (no se mueve).”
“Se puede producir inducción si el circuito es móvil.”
a) 1
b) 3
c) 5
d) Ninguna de las anteriores.
8. Tenemos tres cables rectos (que consideramos infinitos) por los cuales pasa una intensi-
dad I en la dirección indicada por la figura 45. Si la fuerza (en módulo) que hace 2 sobre 3
es F, ¿qué afirmación es cierta?
a) La fuerza (módulo) que hace 1 sobre 3 es F/2.
b) La fuerza (módulo) que hace 3 sobre 2 es F/2.
c) La fuerza (módulo) que hace 2 sobre 1 es F/2.
d) La fuerza (módulo) que hace 3 sobre 1 es F/2.
Figura 45
I I I
2d
1 2 3
9. Suponed que tenemos un cable infinitamente largo (en la dirección Z) por el que pasa una
intensidad I = I0 – at 2 . Tenemos un segundo cable circular, de radio R y dispuesto en el plano
XY y atravesado por el primer cable (por su centro). ¿Qué intensidad se induce en el cable
circular?
a) µ0 (I0 – at 2 )πR2
b) 2atπR2 µ0
c FUOC • PID_00216069
110 Magnetostática e inducción electromagnética
c) µ0 (I0 – at 2 )R
d) Ninguna de las anteriores.
10. Tenemos un circuito conductor en una región del espacio donde hay un campo magné-
tico aplicado homogéneo. El flujo de campo magnético que atraviesa el circuito conductor...
a) ... siempre varía si varía el campo magnético aplicado (de cualquier manera).
b) ... siempre varía si varía el tamaño del circuito (de cualquier manera).
c) ... siempre varía si movemos de lugar el circuito (de cualquier manera).
d) Ninguna de las anteriores.
11. En una distribución de circuitos como la de la figura 46, ¿cuál de las respuestas produce
la inducción de una corriente en sentido horario en la espira circular (I0 es constante).
a) Que el circuito se alejase del hilo (se moviese hacia la derecha).
b) Que el circuito circular se acercase al hilo (se moviera hacia la izquierda).
c) Que el circuito circular girase en sentido horario .
d) Que el circuito circular girase en sentido antihorario .
Figura 46
I = I0
12. Si dos espiras de igual radio se acercan a lo largo de su eje común (según la figura 47) y
una de éstas tiene una intensidad constante...
a) ... aparece una fuerza magnética atractiva.
b) ... aparece una fuerza magnética repulsiva.
c) ... no aparece ninguna fuerza.
d) ... la fuerza magnética que recibe la espira de la izquierda es menor que la fuerza que
recibe la espira de la derecha.
Figura 47
c FUOC • PID_00216069
111 Magnetostática e inducción electromagnética
Solucionario
1. d; 2. b; 3. a; 4. b; 5. d; 6. b; 7. c; 8. c; 9. d; 10. d; 11. a; 12. b
Glosario
autoinducción f Efecto que puede producir una corriente eléctrica sobre sí misma. Espe-
cialmente importante cuando la corriente es variable con el tiempo.
campo magnético m Campo vectorial que tiene en cuenta la circulación de las corrientes
de transporte, sin contar las corrientes de imantación.
corrientes eléctricas f pl Movimiento de las cargas eléctricas por medio de un cable, su-
perficie o volumen.
flujo magnético m Magnitud escalar que nos indica la cantidad de campo de inducción
magnética que atraviesa una determinada superficie.
fuerza magnética f Fuerza que se producen las corrientes entre sí y que proviene de la
interacción magnética que se produce entre las mismas.
inductancia mutua f Efecto que puede producir una corriente eléctrica sobre otra corrien-
te eléctrica. Especialmente importante cuando la corriente es variable con el tiempo.
intensidad de corriente f Magnitud que indica la cantidad de carga que atraviesa una
determinada superficie durante un cierto tiempo.
ley de Ampère f Ley que relaciona la circulación de un campo magnético a través de una
línea cerrada con la intensidad que atraviesa esta línea.
ley de Lenz f Denominación con la que se conoce el signo de la ley de Faraday-Lenz y que
indica el sentido de la corriente inducida.
c FUOC • PID_00216069
112 Magnetostática e inducción electromagnética
principio de superposición m Principio que dice que el efecto combinado de dos corrien-
tes se puede considerar como la suma (vectorial) de los efectos que crearían las corrientes
individualmente.
Bibliografía
Feynman, R. P.; Leighton, R. B.; Sands, M. (1987) Física, Vol. II: Electromagnetismo y
materia. Pearson Addison Wesley.
Sears, F. W.; Zemansky, M. W.; Young, H. D.; Freedman, R. A. (1996) Física Universi-
taria, Vol. 2, (11.a ed.). Pearson Addison Wesley.
Ondas
electromagnéticas
Ecuaciones de Maxwell y ondas
electromagnéticas
PID_00217992
Índice
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1. Ecuaciones de Maxwell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.1. Resumen de las leyes de Maxwell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.2. Incompletitud de la ley de Ampère . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.3. La corriente de desplazamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.4. Las ecuaciones de Maxwell completas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.5. Propagación del campo electromagnético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.6. La ecuación de onda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
1.7. Funciones de varias variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
1.8. Solución de la ecuación de onda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.8.1. Carácter vectorial de las ondas electromagnéticas . . . . 29
1.9. Qué hemos aprendido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2. Ondas electromagnéticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2.1. ¿Qué es una onda? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.2. Descripción de una onda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.2.1. El frente de onda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
2.2.2. La longitud de onda λ y el número de onda k . . . . . . . . 39
2.2.3. La frecuencia angular ω y el período T . . . . . . . . . . . . . . . 41
2.2.4. La amplitud ~E_0 y ~B_0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
2.2.5. La fase . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
2.2.6. Diversas formas de expresar los campos eléctrico y
magnético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
2.3. Ondas armónicas, planas y monocromáticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
2.3.1. Ondas armónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
2.3.2. Ondas planas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
2.3.3. Ondas monocromáticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
2.4. Clasificación de las ondas electromagnéticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
2.5. Qué hemos aprendido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
3. Problemas resueltos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
3.1. Enunciados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
3.2. Soluciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Ejercicios de autoevaluación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Soluciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Introducción
Ampère publicó sus observaciones sobre electricidad y magnetismo entre 1822 Teorema de Gauss
(cuando publicó Recueil d’observations électro-dynamiques [“Colección de ob-
Lo que hemos visto en el
servaciones sobre electrodinámica”]) y 1827 (en su Théorie mathématique des módulo “Electrostática” es la
ley de Gauss aplicada al
phénomènes électro-dynamiques uniquement déduite de l’expérience [“Teoría mate-
electromagnetismo. Sin
mática de los fenómenos electrodinámicos, deducida exclusivamente a partir embargo, esta es solo una de
las aplicaciones del teorema
de los experimentos”]). Gauss formuló su ley en 1835, si bien no se publicó
de Gauss, que es un teorema
hasta 1867. Faraday y Henry descubrieron, independentmente y prácticamen- matemático fundamental en
geometría diferencial.
te a la vez, la inducción electromagnética. No obstante, puesto que el trabajo
de Faraday se publicó antes, es este el nombre que utilizamos para la ley de
inducción. A pesar de ello, Faraday se limitó a dar el módulo de la f.e.m. in- Heinrich Friedrich Emil
ducida y fue Lenz quien, en 1834, dio la interpretación física al signo de la Lenz
corriente inducida: es el signo negativo que aparece en la ley de Faraday-Lenz. Heinrich Friedrich Emil Lenz
(Dorpat, 12 de febrero de
1804 - Roma, 10 de febrero
No obstante, las leyes que se iban deduciendo se consideraban ecuaciones que de 1865). Químico, físico y
satisfacían, bien el campo electrostático, bien el campo magnético. Solo en matemático estonio. Se le
conoce por haber
el caso de la ley de Faraday vemos que hay una relación explícita entre am- descubierto en qué sentido se
produce la corriente
bos. Fue Maxwell quien se percató de que, en realidad, esta relación no era
inducida. Es por ello que a la
una curiosidad si no que era más profunda de lo que parecía a priori. Fue él ley de Faraday también se la
conoce como ley de
quien descubrió que el campo eléctrico y el campo magnético estaban relacio-
Faraday-Lenz.
nados y constituían el campo electromagnético. Con esta afirmación, unificó
dos campos que, hasta entonces, habían estado separados, y las diversas ecua-
ciones que hemos visto se convirtieron en las ecuaciones de Maxwell. Fue en
1873 cuando aparecieron por primera vez en su forma moderna*, publicadas
* Cuando decimos que
en A Treatise on Electricity and Magnetism (“Tratado de electricidad y magne- aparecieron las leyes de
Maxwell en forma moderna, lo
tismo”). decimos desde un punto de
vista conceptual. La notación
actual, con vectores, etc. es
Este nuevo enfoque de Maxwell no fue un simple ejercicio teórico, sino que posterior y se debe a Oliver
Heaviside (18 de mayo de
conllevó una serie de descubrimientos capitales tanto para la ciencia en gene- 1850 - 3 de febrero de 1925).
ral como para nuestra vida diaria en particular. Para que os hagáis una idea, de
las leyes de Maxwell derivan disciplinas como la telecomunicación o la elec-
trónica. Por tanto, no son solo un elemento de estudio, si no que son uno de
los pilares de nuestra civilización.
Ya veis, entonces, que si tuviéramos que estudiar las leyes de Maxwell a fondo
y todas sus consecuencias, quizás no acabaríamos nunca y, por tanto, no las
podemos abarcar todas en el espacio de este módulo. Nos centraremos, enton-
ces, solo en una, e incluso así, la estudiaremos de forma muy básica: las ondas
electromagnéticas.
La respuesta a esta pregunta es que no. Lo que ocurre es que tanto el campo
eléctrico como el magnético (lo que denominaremos campo electromagnético)
se propagan a una velocidad finita y, además, ¡pueden hacerlo en el vacío! Por
consiguiente, el campo que crea nuestra carga no aparece instantáneamente
en todo el universo, sino que sale de la carga y comienza a alejarse de ella. Lo
hace en forma de lo que se conoce como ondas electromagnéticas. Estas ondas
son un elemento clave de nuestra sociedad o incluso de nuestra civilización:
las ondas de radio, las ondas del teléfono móvil, etc., son ondas electromag-
néticas.
Este resultado es, por lo menos, curioso, y llevó a Maxwell a afirmar, en 1864, en un
artículo titulado A dynamical theory of the electromagnetic field (“Una teoría dinámica del
campo electromagnético”), que:
“El acuerdo de los resultados parece mostrar que la luz y el magnetismo son manifesta-
ciones de una misma sustancia y que la luz no es más que una perturbación electromag-
nética que se propaga mediante el campo de acuerdo con las leyes electromagnéticas.”
Y efectivamente, Maxwell tenía razón: la luz no es más que una forma de onda
electromagnética.
Ya veis, pues, que el módulo nos llevará desde los fundamentos del electro-
magnetismo hasta las ondas electromagnéticas. La estructura será precisamen-
te esta. En el primer apartado, dedicado a las leyes de Maxwell, reescribiremos
estas leyes y veremos que, en realidad, no las habíamos visto completas. Por
este motivo, tendremos que completar una, la ley de Ampère, y al hacerlo po-
dréis ver desde un punto de vista cualitativo que esta ley permite que los cam-
Así pues, este módulo va desde los aspectos más abstractos (las leyes de Max-
well) a los más concretos (las ondas electromagnéticas). Las primeras son un
conjunto de ecuaciones que constituyen un elemento capital de la historia de
la física y de la ciencia y la ingeniería actuales. Nos permiten explicar fenóme-
nos tan aparentemente dispares como por qué nos llega la luz del Sol o por
qué podemos comunicarnos a través del teléfono móvil. Y en todos estos fenó-
menos hay presentes unos “objetos” que derivan de las leyes de Maxwell: las
ondas electromagnéticas, unas ondas que estarán muy presentes a lo largo de
toda vuestra titulación, puesto que con ellas se puede transmitir información.
Objetivos
Los objetivos que vais a alcanzar con este módulo son los siguientes:
2. Conocer las leyes de Maxwell y comprender que son la base del electro-
magnetismo.
1. Ecuaciones de Maxwell
.
Comenzaremos este módulo por los fundamentos: las ecuaciones de Max- James Clerk Maxwell
well, que nos permitirán sentar las bases de todo lo que haremos durante el
Físico escocés (Edimburgo,
módulo y, sobre todo, entender el porqué del principal fenómeno que estu- 13 de junio de 1831–
Cambridge, 5 de noviembre
diaremos: la propagación de los campos electromagnéticos.
de 1879) conocido
principalmente por haber
El objetivo del módulo no es aprender pasos y demostraciones matemáticas desarrollado la teoría clásica
del electromagnetismo.
muy complicadas, sino saber qué significan las ecuaciones de Maxwell. Como
consecuencia, veréis que a menudo no haremos los pasos matemáticos; en
cambio, convendrá que entendáis los conceptos que hay detrás y que, con
frecuencia, se encuentran en estas ecuaciones.
Un vez las tengamos, veremos que nos permiten explicar cómo se pueden
propagar los campos eléctrico y magnético y que ambos cumplen un tipo de
ecuación que se conoce como ecuación de onda. Esta es una de las ecuacio-
Algunos fenómenos ondulatorios se
nes fundamentales de la física, puesto que la cumplen todos los fenómenos estudian en el módulo “Mecánica.
Cinemática y dinámica” al hablar del
ondulatorios, veremos una posible solución de la misma que nos ayudará a oscilador armónico.
entenderla y, más adelante, a comprender el motivo de su nombre.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
. Ecuaciones de Maxwell en
forma integral
Las leyes de Maxwell en forma integral en el vacío son:
Hablamos de ecuaciones de
• Ley de Gauss para el campo eléctrico: Maxwell en forma integral
porque hay otra manera de
expresarlas: en forma
I diferencial. Esta forma queda,
~Ed~S = Qint (1) no obstante, más allá de los
S ǫ0
objetivos de la asignatura.
I
~
Bd~S = 0 (2)
S
• Ley de Faraday-Lenz:
I Z
~Ed~l = – d ~
Bd~S (3)
C dt S
• Ley de Ampère:
I
Bd~l = µ0 I
~
encerrada (4)
C
Los diversos elementos que aparecen en las leyes de Maxwell son estos:
Z
φb = ~
Bd~S (5)
S
Michael Faraday
Entonces, podemos reescribir la ley de Faraday-Lenz de la siguiente manera: Michael Faraday (Newington
Butts, 22 de septiembre de
1791 – Hampton Court,
Surrey, 25 de agosto de
I
1867). Físico y químico
~Ed~l = – dφb (6)
dt inglés. Se le conoce, entre
C
muchos otros trabajos, por su
descubrimiento de la
inducción electromagnética.
La unidad de capacitancia se
Repasemos brevemente qué expresa cada una de las cuatro ecuaciones fun- denomina farad o faradio (F)
damentales del electromagnetismo, es decir, cada una de las ecuaciones de en su honor.
• La ley de Gauss afirma que el flujo neto de campo eléctrico que atravie-
sa una superficie cerrada es igual a la carga contenida en esta superficie
dividida por la permitividad del medio, ǫ, que en el caso del vacío es ǫ0 . Recordad que ǫ es la letra
griega épsilon.
Fijaos que no está hablando del campo eléctrico, sino del flujo de campo
eléctrico. Esta ley viene a decir, en palabras coloquiales, que existen car-
gas eléctricas y que estas son las fuentes del campo eléctrico.
campo magnético sobre una determinada curva cerrada, será igual a la in-
tensidad que atraviesa esta curva. Esta ley también contiene una informa- Recordad
ción importante: afirma que una intensidad genera un campo magnético, Los campos magnéticos se
esto es, relaciona el campo magnético con la fuente que lo origina. crean a partir de intensidades
de corriente eléctrica, que no
son más que cargas eléctricas
en movimiento.
.
Producto vectorial
En resumen, las dos primeras ecuaciones de Maxwell, las leyes de Gauss
para el campo eléctrico (ecuación 1) y para el magnético (ecuación 2) Recordad que el producto
vectorial de dos vectores ~ Ay
hacen referencia a las fuentes del campo eléctrico y magnético y nos di- ~B es ~
A × ~B = A · B sen α,
cen que existen las cargas eléctricas pero que no existen las magnéticas. donde α es el ángulo que
forman. Además, el vector
resultante es perpendicular a
La tercera, la ley de Faraday-Lenz (ecuación 3), y la cuarta, la ley de Am- ~
A y a ~B y va en la dirección
père (ecuación 4), hacen referencia a las circulaciones del campo eléc- que indica la regla de la
mano derecha al llevar el
trico y del campo magnético. El campo eléctrico está relacionado con la primer vector, ~A, sobre el
variación del flujo de campo magnético. En cambio, la circulación del segundo, ~B.
Vemos, pues, que si el flujo de campo magnético varía con el tiempo, se pro-
duce un campo eléctrico; pero, en cambio, si el flujo de campo eléctrico varía
con el tiempo, parece que no se produce un campo magnético. Como mínimo
las ecuaciones no indican nada sobre este hecho. ¿No os parece extraño? ¿Qué
tiene el campo magnético que es tan especial? ¿Por qué podemos producir un
campo eléctrico a partir del campo magnético, pero no a la inversa? ¿Podría
ser que estas ecuaciones tan importantes estuvieran mal?
Hemos dicho que las ecuaciones de Maxwell (ecuaciones 1, 2, 3 y 4) estaban André-Marie Ampère
incompletas, y nos ha hecho pensar en ello el ver que una variación del flujo
André-Marie Ampère
de campo magnético es capaz de producir un campo eléctrico, pero que no (Poleymieux-lès-Mont-d’Or,
ocurre a la inversa. Esto nos da una pista de cuál es la ecuación que habrá que 20 de enero de 1775 –
Marsella, 10 de junio de
corregir. 1836), físico y matemático
francés. Se le conoce por
haber descubierto las
Fijaos que, en la ecuación 3, la ley de Faraday-Lenz, tenemos que la variación interacciones mutuas entre
del flujo de campo magnético está relacionada con la circulación del campo conductores atravesados por
corrientes eléctricas. La
eléctrico. Podríamos esperar, por tanto, que una variación del flujo de cam- unidad de intensidad se
po eléctrico estuviera relacionada con la circulación del campo magnético, denomina ampere o amperio
(A) en su honor.
es decir, parece que la ley de Ampère (ecuación 4) podría estar incompleta.
¡Veámoslo!
Como queremos ver si la ley de Ampère está incompleta, comencemos obser- En el módulo “Magnetostática e
inducción electromagnética” se trabaja
vando esta ley y recordando cómo trabajamos con ella. Según la ley de Ampè- con la ley de Ampère.
re, si tomamos una curva cerrada cualquiera, la integral del campo magnético
µ 0 se lee “mu sub cero”.
S2
b.
I
Bd~l = µ0 I
~ (7)
Figura 2. Comparación de dos superficies cerradas por una curva de Ampère Figura 2
Curva de Ampère en un
a. circuito. En la figura se indica
S1 cuál es la superficie que
atraviesa la intensidad.
a. Se toma la superficie S1 ,
que es la más pequeña
encerrada por la curva.
b. Se toma una superficie S2
que pasa entre las placas del
I condensador, encerrada por
una curva cualquiera
alrededor de la intensidad I.
S2
b.
Apliquemos ahora la ley de Ampère para cada una de las superficies. Quizás
penséis que no es necesario porque deberíamos obtener los mismo. ¿Seguro?
¡Veámoslo!:
I
Bd~l = µ0 I
~ (8)
I
Bd~l = 0
~ (9)
¿Cómo podemos saber qué término falta en la ley de Ampère (ecuación 4)?
¿Por dónde comenzamos? ¿Cómo podemos encontrar en una ecuación un
término que no sabemos qué es? Bien, tenemos algunas pistas:
1) El elemento nuevo que hemos introducido y que nos ha hecho ver que algo
no iba bien, es el condensador. Por tanto, parece razonable suponer que cuan-
do el condensador no estaba, todo iba bien.
De todo ello podemos deducir que lo que ya teníamos está bien y que nos falta
sumar un término. Además, como sabemos que deberá ser del tipo µ0 I, las
unidades del nuevo término deberán ser las mismas que tiene µ0 I, puesto que
solo podemos sumar términos con las mismas unidades. Así pues, el nuevo
término deberá ser de la forma:
µ0 ID (10)
I
Bd~l = µ0 I + µ0 ID
~ (11)
I
Bd~l = µ0 ID
~ (12)
Sabemos que entre las placas de un condensador hay un campo eléctrico, cuyo El campo eléctrico entre las placas de
un condensador se estudia en el
módulo es: módulo “Electrostática”.
σ
E= (13)
ǫ0
Ahora bien, según si las placas son más grandes o más pequeñas, habrá más
o menos líneas de campo. Por consiguiente, más importante que el campo
eléctrico es, en este caso, el flujo de campo eléctrico, φe . Para ver la idea que
hay detrás, tomaremos placas redondas de radio R como las que tenéis en la
figura 3, puesto que sabemos calcular el área, y calcularemos el flujo de campo
eléctrico.
Z
φe = ~Ed~S (14) Recordad que φ es la letra
S griega phi, que se lee “fi”.
Sin embargo, dado que el campo entre las placas de un condensador es per- Producto escalar
pendicular a estas placas y, por tanto, paralelo al vector superficie, como po- El producto escalar de dos
déis ver en la figura 4, tenemos que el producto escalar será el producto de vectores ~A y ~B es
~
A · ~B = A · B · cos α, donde α
módulos: es el ángulo que forman ~ Ay
~B. Si los vectores son
Z paralelos, α = 0, cos α = 1 y,
φe = EdS (15) por tanto, ~ A · ~B = A · B.
S
Finalmente, dado que el campo es constante dentro de las placas del conden- Recordad
sador (véase la ecuación 13), puede salir fuera de la integral: La integral de una diferencial
de la misma variable que se
Z está integrando es,
φe = E dS = E · S (16) simplemente, aquella
S variable. Es decir:
Z
dx = x
2
El campo lo tenemos en la ecuación 13 y la superficie de un círculo* es πR .
Así obtenemos: * Recordad que hemos tomado
un condensador de placas
circulares de radio R .
σ σπR2
φe = E · S = πR2 = (17) Recordad que el área del círculo
ǫ0 ǫ0
es: A círculo = π R 2 , donde R es el
radio.
Por otro lado, la densidad de carga, σ, multiplicada por el área, que es πR2 , es
la carga total:
Recordad
σπR2 Q
φe = = (18)
ǫ0 ǫ0 Cuando tenemos una
densidad de carga superficial
σ constante, la carga total Q
Es importante no perder de vista a dónde queremos llegar: queremos saber có- es Q = σS, donde S es la
superficie total en que hay
mo calcular el nuevo término ID de la ecuación 11. Es decir, queremos encon- densidad de carga.
trar una intensidad. Lo que estamos haciendo ahora es ver cómo la podemos
encontrar. Para hacerlo hemos visto que la intensidad que llega al condensa-
dor se transforma en flujo de campo eléctrico y en la ecuación 18 vemos que
este flujo está relacionado con la carga. Pero, ¿hay alguna relación entre carga
e intensidad?
¡Pues sí! Y la relación está en la misma definición de intensidad: Tened presente la definición de
intensidad del módulo “Electrostática”.
dQ
ID = (19)
dt
Q = φe ǫ0 (20)
d(ǫ0 φe )
ID = (21)
dt
¡Y ya tenemos cómo calcular la corriente de desplazamiento! Por lo tanto, si Si un material es isótropo, sus
propiedades son
sustituimos la ecuación 22 en la 11, la ley de Ampère queda así:
independientes de la
dirección; si es homogéneo,
I sus propiedades son
dφe
Bd~l = µ0 I + µ0 ǫ0
~ (23) independientes de la
dt posición; y si es lineal, sus
propiedades son
directamente proporcionales
. al campo aplicado (es decir,
H~ ~ varían linealmente con el
Es decir, la circulación del campo magnético, Bdl, depende de la in- campo).
tensidad que atraviesa la curva de Ampère y de la corriente de despla-
zamiento, ID :
I
Bd~l = µ0 I
~
encerrada + µ0 ID (24)
dφe
ID = ǫ0 (25)
dt
donde:
Z
φe = ~Ed~S (26)
S
flujo.
c) ¿Cuál sería la corriente de desplazamiento sobre el cuadrado si éste estuviera en un Las tres situaciones que se
plano que formara 45◦ con el plano xy? piden en el ejemplo. En la
figura se representan los
Solución vectores campo ~E y
superficie ~S.
En los tres apartados debemos encontrar la corriente de desplazamiento. La estrategia a. La superficie es
para hacerlo es: perpendicular al campo (y,
por tanto, el vector superficie
es paralelo al campo).
1) Hallar el flujo de campo eléctrico con la ecuación 26. b. La superficie es paralela al
2) Derivar el flujo y multiplicar por ǫ0 , tal como indica la ecuación 25. campo (y, por tanto, el vector
superficie es perpendicular al
Las tres situaciones que se piden en el problema están representadas en la figura 5. campo);
c. La superficie y el campo
forman un ángulo de 45◦ .
Figura 5. Situaciones del ejemplo de cálculo de la corriente de desplazamiento
a. b. c.
S S
y E y y
S E E
1m 1m 45˚
x
1m
x x
z
z z
Z
φe = ~E · d~S (28)
S
Dado que la superficie no está curvada, independientemente del d~S que consideremos,
siempre irá en la dirección de ~S. Por tanto, ~E y d~S son paralelos (forman un ángulo de Recordad
0◦ ) y, si recordáis cómo se calcula el producto escalar y que el coseno de 0 es igual a 1,
encontramos que: El producto escalar de dos
vectores ~A y~ B que forman un
~E · d~S = E · dS · cos 0◦ = E · dS (29) ángulo α es:
~
A · ~B = A · B · cos α.
Z Z
φe = ~E · d~S = E · dS (30)
S S
Ahora fijaos bien que estamos haciendo una integral sobre la superficie, y no sobre el
tiempo. Esto es importante, porque el campo eléctrico del enunciado dado por la ex-
presión 27 varía en el tiempo pero no en el espacio. Por tanto, es el mismo en toda la
superficie. Como consecuencia, podemos sacar el campo de la integral de la ecuación 30:
Z Z
φe = E · dS = E dS (31)
S S
φe = E · S (32) Recordad
dφe Recordad
ID = ǫ0 = ǫ0 · 5 · 400 cos(400t) = ǫ0 · 2.000 cos(400t) A (34)
dt
d df (x)
dx
sen(f (x)) = dx
cos(f (x)).
Y ya tenemos la corriente de desplazamiento.
dφe
ID = ǫ0 =0 (37)
dt
c) En este caso, el procedimiento vuelve a ser el mismo, y, por tanto, nos limitaremos a
indicar los resultados. En esta ocasión, la diferencia es que ~E y d~S forman un ángulo de
45◦ . Entonces, la ecuación 29 queda:
√
2
φe = E · S = 5 sen(400t) · 1 · cos 45◦ = 5 sen(400t) N/C · m2 (39)
2
√
2
donde hemos utilizado que cos 45◦ = 2
.
√
dφe 2 √
ID = ǫ0 = 5 · 400 cos(400t) = 1.000 2 cos(400t) A (40)
dt 2
Ya tenemos completados los tres cálculos. Fijaos que el resultado que nos da un valor
más grande es el del apartado a, ecuación 34, cuando ~E y d~S son paralelos; mientras que
el más pequeño (que es 0) lo obtenemos con el apartado b, ecuación 37, cuando ~E y
d~S son perpendiculares. Esto se debe al producto escalar que hay en la definición del
flujo (ecuación 28). Si miráis las expresiones 29, 35 y 38, podéis ver que el ángulo que
forman ~E y d~S es lo que determina que la corriente de desplazamiento sea más grande o
más pequeña. Una manera de expresarlo sería decir que solo contribuye a la corriente de
desplazamiento la parte de ~E que está en la dirección del vector superficie.
I
~Ed~S = Qint (41)
S ǫ0
I
~
Bd~S = 0 (42)
S
• Ley de Faraday-Lenz:
I Z
~Ed~l = – d ~
Bd~S (43)
C dt S
• Ley de Ampère:
I Z
d
Bd~l = µ0 I
~
encerrada + µ 0 ǫ0 ~Ed~S (44)
C dt S
• ~E y ~B son, respectivamente, los campos eléctrico y magnético. La integral sobre una superficie cerrada
H se estudia en el módulo “Electrostática”
• ... d~S indica la integral sobre una superficie cerrada, S. y la integral sobre una curva cerrada,
HS
... d~l indica la integral sobre una curva cerrada, C.
en el módulo “Magnetostática e
• C inducción electromagnética”.
• Flujo magnético, φb :
Z
φb = ~
Bd~S (46)
S
• Corriente de desplazamiento, ID :
Z
d ~Ed~S
ID = ǫ0 (47)
dt S
Fijaos que con estas ecuaciones, si el flujo de campo magnético varía con el
tiempo, genera un campo eléctrico (ley de Faraday-Lenz, ecuación 43), pe-
ro ahora, además, si el flujo de campo eléctrico varía con el tiempo, genera
un campo magnético (ley de Ampère, ecuación 44). A continuación, en el
subapartado siguiente veremos un ejemplo matemático de cómo poder con-
seguir esta situación.
Como hemos dicho al final del subapartado anterior, fijaos en dos hechos:
Observad que aquí nos hemos centrado en el caso en que los campos eléctrico
y magnético varían con el tiempo. De hecho, lo que debe variar con el tiempo
es el flujo, por tanto también podría ser que los campos fueran constantes y
lo que variara fuera el flujo o, dicho de otra manera, la posición relativa de la
superficie sobre la cual calculamos el flujo, con el campo (pensad en una espira
girando en un campo magnético constante, por ejemplo).
Con estos dos hechos ya es suficiente para que los campos eléctrico y magné-
tico se puedan propagar. Para verlo, imaginad una situación en que el campo
magnético varíe con el tiempo, de tal modo que el campo eléctrico que genera
según la ley de Faraday (ecuación 43) también varíe en el tiempo; esto es, que
el campo magnético viene dado por una función que depende del tiempo y
que, al derivarla, sigue dependiendo del tiempo.
Fijaos en lo que debe ocurrir para que se produzca esta situación: que la fun-
ción que describe un campo dependa del tiempo, que lo haga de manera que
la podamos ir derivando indefinidamente y que siempre dependa del tiempo.
¿Se os ocurre alguna función así? Veremos una en el ejemplo siguiente.
Ejemplo
Pensad en una función f que dependa de una variable, que para nosotros ahora será el
tiempo t (por tanto la función será f (t)), y que se pueda ir derivando indefinidamente
sin que podamos hallar nunca que la derivada es 0.
Solución
que también varía con el tiempo. Y si ésta la volvemos a derivar con respecto al tiempo,
obtenemos: Recordad
d2 f (t)
d2 f (t) La notación dt 2 significa
= –Aω 2 cos(ωt) (50) que derivamos dos veces la
dt 2
función f (t) con respecto al
tiempo.
Volveremos a tener un coseno, que es la función inicial con que hemos comenzado, de
manera que ya volvemos a tener el ciclo. De hecho, también podríamos conseguir esta
situación con una función exponencial, pero en el fondo sería lo mismo, porque hay
Recordad
una relación directa entre la función exponencial y las funciones trigonométricas.
Así pues, ya veis que con un campo variable en el tiempo, según una función coseno, ya Podemos escribir una
tendríamos la situación que nos pedían. exponencial compleja como:
ejωt = cos ωt + j sen ωt
En el ejemplo anterior hemos visto que una función coseno como la que te-
néis en la ecuación 48 cumple los requisitos para que la podamos ir derivando
indefinidamente sin perder la dependencia en el tiempo. Por tanto, como he-
mos dicho al principio del apartado, si ocurre esto, los campos eléctrico y
magnético se podrán ir realimentando mutuamente.
Ahora bien, ¿es posible esta situación? ¿La encontramos en la naturaleza? Pues
sí, y es más habitual de lo que parece. Para que os hagáis una idea de hasta qué
punto es un fenómeno cotidiano, solo os diremos que la luz que nos llega del
Sol (o incluso de las estrellas y, de hecho, toda la luz) es un ejemplo de ello.
Hemos hallado, así, que es posible que los campos eléctrico y magnético se va-
yan realimentando mutuamente. Por tanto, siempre que esto ocurra, no ten-
dremos un campo eléctrico o uno magnético por separado, sino que tendre-
mos ambos. Es por ello que a menudo, en lugar de referirnos a cada campo por
separado, hablaremos de campo electromagnético.
∂ 2~E 1 ∂ 2~E
2
= 2 2 (51)
∂x c ∂t
∂ 2~
B 1 ∂ 2 ~B
= (52)
∂ x2 c2 ∂ t 2
Derivada parcial
donde x es el punto en el que estamos observando el campo (~E o ~B), es
∂f
decir, la posición, y t es el tiempo que los campos tardan en llegar a él. Recordad que el símbolo ∂t
indica la derivada parcial de
la función f con respecto a t.
Esto quiere decir que
derivamos f con respecto a t
Estas ecuaciones nos están diciendo que si derivamos dos veces un campo (~E o y tratamos como constante
~ cualquier otra variable que
B) con respecto a la posición (x), el resultado será igual que derivar dos veces el pueda contener.
mismo campo (~E o ~B) con respecto al tiempo (t) pero dividido por la velocidad
de la luz (c) al cuadrado. Si os fijáis, ambas ecuaciones tienen la misma forma:
∂ 2 f (x,t) 1 ∂ 2 f (x,t)
2
= 2 (53)
∂x c ∂t2
¿Qué significa, sin embargo, que una función dependa de dos (¡o más!) varia-
bles? Pues básicamente lo que su nombre indica, que la función varía cuando
varía con más de un elemento. Este tema, por sí solo, constituye una asigna-
tura completa en titulaciones como matemáticas y física. Aquí, sin embargo,
solo pretendemos que entendáis un poco la idea. Para hacerlo, utilizaremos la
siguiente función:
Imaginad ahora que os estáis “quietos” en un sitio (x fija). Para hacerlo fácil
vamos a considerar x = 0, con lo cual queda:
Veréis que la función va variando a medida que pasa el tiempo. Es lo que tenéis
representado en la figura 6. Fijaos en que, a efectos prácticos, es como si la x
no estuviera o fuera una constante más. Físicamente sería lo que hacemos
al calcular una derivada parcial con respecto al tiempo, como tenéis en la
ecuación 53.
Figura 6. Función f (x,t) que depende de la posición, x, y del tiempo, t, con la posición fija
Figura 6
Figura 7. Función f (x,t) que depende de la posición, x, y del tiempo, t, con el tiempo fijo Figura 7
Llegados a este punto, es hora de concretar un poco y ver bien cómo se propa-
gan los campos electromagnéticos, es decir, cómo son las ondas electromag-
néticas. Lo haremos en el siguiente subapartado.
Hemos visto que las funciones que satisfacen la ecuación de onda (ecua-
ción 53) deben ser funciones de varias variables como las vistas en el subapar-
tado 1.7. Por tanto, si el campo eléctrico, ~E y el campo magnético, ~B, deben
satisfacer la ecuación 53, deberán depender tanto de la posición x como del
tiempo t. Esto es, variarán tanto en el espacio como en el tiempo.
La pregunta que nos viene a la cabeza entonces es: muy bien, deben depender
de la posición y del tiempo, ¿pero cómo tiene que ser esta dependencia? Es
decir, ¿cómo deben de ser el campo eléctrico, ~E, y el campo magnético, ~B, que
satisfagan las ecuaciones de onda (ecuaciones 51 y 52, respectivamente)? Para
responder a esta pregunta os proponemos un ejercicio.
Ejercicio
Solución
que es precisamente el mismo tipo de función que la ecuación 54, que hemos utilizado
en el subapartado 1.7 para mostraros la dependencia en varias variables. A, k y ω siguen
siendo tres constantes cuyo significado, de momento, no nos preocupa.
Pero, ¿es realmente la expresión 57 solución de la ecuación 53? Para verlo, verificaremos
que cumple la ecuación de onda, es decir, la vamos a sustituir en ambos miembros de la
ecuación 53 y veremos que da lo mismo. ¡Hagámoslo!
Haremos cada derivada por separado. Comenzaremos por la derivada con respecto al
tiempo: Recordad
d
(sen(g(x))) = dg(x) cos(g(x))
∂f dx dx
= –Aω sen(ωt – kx) (58) d
y dx (cos(g(x))) =
∂t
– dg(x)
dx
sen(g(x)), donde g(x)
∂2f es una función que depende
= –Aω 2 cos(ωt – kx) (59) de x.
∂t 2
∂f
= Ak sen(ωt – kx) (60)
∂x
∂2f
= –Ak2 cos(ωt – kx) (61)
∂x2
∂2f 1 ∂2f
= (62)
∂x2 c2 ∂t 2
1
–Ak2 cos(ωt – kx) = (–Aω 2 cos(ωt – kx)) (63)
c2
Si simplificamos, obtenemos:
1 2
k2 = ω (64)
c2
1
k= ω (65)
c
Fijaos en qué hemos obtenido: resulta que aquellas dos constantes que habíamos puesto
casi como inventadas, ω y k, están, de hecho, relacionadas con la velocidad de la luz en
el vacío, c:
ω
c= (66)
k
Por tanto, observad que sin haber dicho nada sobre qué son estas constantes, ya sabe-
mos que:
∂ 2~E 1 ∂ 2~E
2
= 2 2 (69)
∂x c ∂t
∂ 2~
B 1 ∂ 2 ~B
= (70)
∂ x2 c2 ∂ t 2
ω
c= (71)
k
Es importante tener presente que las ecuaciones 67 y 68 son solo una solución
entre infinitas posibles. Os la hemos mostrado porque es el tipo de solución en
que nos vamos a centrar. No obstante, como veréis en el siguiente apartado,
ésta es una solución muy especial.
Sin embargo, todavía nos falta un paso para tener realmente la solución, ya
que los campos eléctrico y magnético son vectores. De hecho, como hemos
apuntado, las expresiones 67 y 68 son las soluciones en forma escalar. A con-
tinuación os mostraremos las expresiones en forma vectorial.
Figura 8. Representación de la onda completa de los campos eléctrico y magnético que se Figura 8
propagan en la dirección x
Tenéis representados los
y vectores campo eléctrico, ~E,
que van en la dirección del
E eje y y varían senoidalmente;
y los vectores campo
magnético, ~B, que van en la
dirección del eje z y también
x varían senoidalmente.
z B
Figura 9
B z
y
~k · ~r = k · r cos 0 = k · r (76)
~
B(~r,t) = ~B0 cos(k · r – ωt) (78)
Actividad
Figura 10. Representación de los campos eléctrico y magnético en función del tiempo Figura 10
y Representación de la onda
completa de los campos
E eléctrico y magnético en
función del tiempo t. Tenéis
representados los vectores
campo eléctrico, ~E, que van
t en la dirección del eje y y
z B varían senoidalmente; y los
vectores campo magnético,
~B, que van en la dirección del
eje z y también varían
senoidalmente.
En este apartado:
2. Ondas electromagnéticas
.
En los módulos anteriores hemos visto cómo calcular los campos eléctrico y
magnético a partir de, por ejemplo, una distribución de cargas o una corrien-
te. En el apartado 1 hemos visto cómo se propagan estos campos y nos hemos
quedado en el punto en que hemos comprobado que cumplen la ecuación de
onda. Llegados a este punto, podemos decir que hemos hallado los principios
que hacen que los campos eléctrico y magnético se puedan generar y reali-
mentar mutuamente. También hemos visto que cumplen la ecuación de onda
y hemos hallado una posible solución.
Ahora que ya hemos visto cómo se produce esta solución, nos vamos a cen-
trar en su carácter ondulatorio. Para comenzar, vamos a ver qué es una onda
y qué tipos de onda hay. Esto nos permitirá ver de qué tipo son las ondas
electromagnéticas. A continuación, os vamos a mostrar con qué parámetros
describimos la onda, y seguidamente veréis que, en realidad, hemos estado
trabajando todo el tiempo con unas ondas muy especiales: las ondas armóni-
cas, planas y monocromáticas. Finalmente, os vamos a presentar el espectro
electromagnético que nos permitirá ver que la luz y las ondas de radio están
más cerca de lo que pueda parecer a priori.
¿Qué aprenderemos?
• Qué es una onda y qué tipos de onda hay. De hecho, veréis que las ondas
electromagnéticas son ondas transversales no mecánicas.
• Cuáles son los parámetros que permiten describir las ondas.
• Qué son las ondas armónicas, planas y monocromáticas, que son de hecho
las que vamos a estudiar en este módulo.
• Qué es el espectro electromagnético y a qué corresponde.
¿Qué supondremos?
Todavía nos quedan muchas preguntas por responder. Quizás una de las que
primero surge es que hemos dicho que la ecuación 53 se denominaba ecua-
ción de onda pero, ¿por qué este nombre? ¿qué es una onda? y, quizás lo más
importante de todo, ¿cómo encaja todo esto en un módulo de electromagne-
tismo?
El ejemplo típico serían las oscilaciones que se forman al lanzar una piedra
al centro de un estanque. Podéis ver un ejemplo en la figura 11. Esta sería la Direcciones web
manera de crear las ondas. Ahora bien, imaginad que en el estanque hubiera
En la dirección
un corcho o un objeto que se os hubiera caído y que quisierais hacerlo llegar a http://commons.
wikimedia.org/wiki/
la orilla. Quizás alguna vez habéis intentado acercarlo golpeando el agua con File:Spherical_wave2.gif
un palo y creando ondas como las de la figura 11. Si lo habéis hecho, habréis podéis ver una animación
en la que se representa un
visto que las ondas avanzan hacia la orilla; cuando las oscilaciones llegan al movimiento de ondas desde
corcho, vemos que este comienza a oscilar arriba y abajo, pero... ¡no avanza! el centro hacia el margen.
También podéis ver una
Esta oscilación es lo que se conoce como onda y el hecho de que la onda en sí animación en la que se
avance (vaya hacia la orilla) pero no haga avanzar el corcho es lo que significa muestra un objeto oscilante
a causa de una onda en:
lo que hemos apuntado antes, “que transporta energía, pero no materia”. http://es.wikipedia.org/wiki/
Archivo:Simple_harmonic_
motion_animation.gif.
Figura 11. Ondas circulares
Figura 11
• Se desplazan.
• Transportan energía y momento lineal, pero no materia.
• Hay una oscilación: “algo” se mueve arriba y abajo. En el caso del agua,
este “algo” es la propia agua.
_10
Así pues, en lo concerniente a las ondas electromagnéticas, que son las que
nos interesan en este módulo, tenemos que:
Representación de los
y campos eléctrico, ~E, y
magnético, ~B, en la dirección
de propagación, ~k. Fijaos en
que los tres son
E perpendiculares entre sí y en
que el campo ~B va en la
dirección del producto
vectorial ~k × ~E.
B x
k
z
Ahora que ya tenemos una idea de qué son las ondas, el siguiente paso es
describirlas matemáticamente. En general, esto va a ser bastante complicado,
pero hay un caso en que es relativamente sencillo, que corresponde a una
onda del tipo que aparece en la ecuación 54. Lo hacemos a continuación.
De hecho, cuando una onda se puede describir con este tipo de función, se
denomina onda armónica.
~
B(r,t) = ~B0 cos(kr – ωt) (82)
Ya veis, por tanto, que las constantes A, k y ω, que hemos ido arrastrando
a lo largo de todo el módulo, tienen un cierto significado, que aclararemos
en este subapartado. Algunos de estos parámetros ya los visteis en el módulo
“Mecánica. Cinemática y dinámica”, al hablar de oscilaciones, pero conviene
repasarlos.
A lo largo de todo el módulo habéis visto que los campos eléctrico y magné-
tico se pueden propagar en forma de ondas. Por tanto, lo que debe ocurrir es
que una onda “viaje”. Y eso es precisamente lo que ocurre: la onda se desplaza
a una cierta velocidad y, entonces, es como si los campos eléctrico y magnético
fueran avanzando. En la figura 15 tenéis representada gráficamente esta idea.
a. b. c.
y 0 y 1 0 y 2 1 0
t=0 t=1 t=2
E E E E E E
B B B B B B
x x x x x x
z z z
Figura 15
En la figura tenéis representados los máximos de la onda en instantes diferen-
tes, pero comenzando a contar a partir del instante en que se generan. En la Representación de cómo viaja
una onda.
figura 15a tenéis la situación en el instante en que se genera el campo elec-
a. Instante t = 0, cuando se
tromagnético (el campo eléctrico ~E y el magnético ~B) y tenéis representado crea la onda;
b. Instante t = 1. Fijaos en
también el plano en que se encuentran, que podemos denominar plano 0. Co- que los campos creados en
mo veis, hemos representado la situación en que un campo vibra en el eje y (el t = 0 han avanzado y los
nuevos se sitúan detrás;
campo eléctrico) y el otro, en el eje z (el campo magnético). Tras cierto tiempo c. Un tercer instante, t = 2.
(figura 15b), que consideramos como el instante t = 1 (las unidades son arbi- Podéis ver cómo los campos
creados en los instantes
trarias), este plano se ha desplazado una cierta distancia y ha aparecido otro anteriores han seguido
máximo: es el segundo plano que veis aparecer, que denominamos plano 1. avanzando.
Fijaos en que el plano 0 está ahora un poco más adelantado. En la figura 15c
tenéis un tercer instante (t = 2) en que la onda ha avanzado otro trecho. Dirección web
Por otro lado, hay otra característica de los frentes de onda que hemos dibu-
jado en la figura 15: son paralelos y siempre perpendiculares a la dirección de
propagación.
λ Representación de la onda
completa de los campos
y eléctricos en la dirección de
E λ
propagación. En ella se señala
a qué corresponde la
λ longitud de onda. Fijaos en
que es la distancia entre dos
x puntos que están en el
mismo estado de vibración,
sea cual sea este estado.
λ
2π
k= (83)
λ
Vemos, por tanto que, como la función coseno tiene período 2π, los resultados
de las ecuaciones 85 y 89 son iguales.
2π
k= (90)
λ
Ejemplo
Solución
Para hacerlo, solo debemos sustituir los valores en la ecuación 90. Para evitar problemas,
pasaremos primero las unidades a m:
1m
580 nm = 580 nm = 5,8 · 10–7 m (91) Recordad que 1 nm = 1 0 –9 m.
109 nm
2π 2π
k= = (92)
λ 5,8 · 10–7
Ahora vamos a ver qué es la frecuencia angular, que hemos simbolizado con ω.
Dirección web
Para hacerlo, no partiremos directamente de esta frecuencia, sino que haremos
un recorrido algo diferente. Podéis ver el concepto de
frecuencia de una onda en
la animación disponible en:
Comenzaremos por una ecuación que habéis estudiado de sobras: la ecua- http://commons.wikimedia.
org/wiki/File:Wave_
ción del movimiento rectilíneo y uniforme. Una onda electromagnética que frequency.gif.
se desplaza en el vacío es, de hecho, un elemento que se mueve a velocidad
constante, c. Por tanto, podemos aplicarle esta ecuación.
La ecuación del movimiento rectilíneo y
uniforme se estudia en el módulo
“Mecánica. Cinemática y dinámica”.
Ahora imaginad que queremos calcular el tiempo, T, que tarda la onda en λ es la letra griega lambda
minúscula y se lee “lambda”; ω
recorrer el espacio correspondiente a una longitud de onda. Para hacerlo, solo
es la letra griega omega
deberemos sustituir el espacio por λ y la velocidad por c: minúscula y se lee “omega”.
λ
T= (95)
c
.
Recordad que SI es la sigla de
Sistema Internacional de
El período es el tiempo que tarda la onda en completar una oscilación. Unidades.
Su unidad de medida en el SI es el segundo (s).
Y ahora nos podemos plantear la misma pregunta que nos habíamos hecho
para calcular el número de onda en el subapartado 2.2.2: ¿cuántas oscilaciones Dirección web
2π
ω= (96)
T
No obstante, hay otro parámetro que se usa, la frecuencia, f , que indica cuánto
tarda la onda en completar una única oscilación. Se calcula como la inversa del Notación
período (que, recordad, es el tiempo que tarda en completar una oscilación):
En este módulo simbolizamos
la frecuencia con la letra f .
Sin embargo, en muchos
1 textos encontraréis que
f = (97) también se utiliza la letra
T
griega nu minúscula, ν.
.
Heinrich Rudolf Hertz
La frecuencia es el tiempo que tarda la onda en completar una única
oscilación. Su unidad de medida en el SI es el segundo elevado a me- Físico alemán (Hamburgo,
Alemania, 1857 – Bonn,
nos uno (s–1 ), que recibe el nombre de hercio y se representa con el 1894) conocido
símbolo Hz. principalmente por haber
demostrado la existencia de
las ondas electromagnéticas.
La unidad de frecuencia
recibe el nombre de hercio
Tenéis la situación representada en la figura 17. Fijaos en que es la figura 10, (Hz) en su honor.
es decir, una representación con respecto al tiempo, pero hemos representado
solo el campo eléctrico para simplificar la figura. En ella podéis ver que el
período es el intervalo entre dos puntos cualesquiera que estén en el mismo
estado de vibración (no necesariamente un máximo o un mínimo).
T Representación de la onda de
campo eléctrico en función
y del tiempo. Se señala a qué
E T
corresponde un período.
Fijaos en que es el tiempo
T que tarda la onda en volver a
estar en el mismo estado de
t vibración, sea cual sea este
estado.
Cabe decir también que si comparamos las ecuaciones 96 y 97, vemos que
ambas frecuencias están relacionadas de la siguiente manera:
ω = 2πf (98)
Ejercicio
Solución
Para hallar la relación entre la longitud de onda y la frecuencia, combinaremos las ecua-
ciones 95 y 97:
λ
T= (99)
c
1
f = (100)
T
c
f = (101)
λ
Ejemplo
El color amarillo tiene una longitud de onda de 580 nm. Si una onda de color amarillo
se desplaza por el vacío, calculad el número de onda, la frecuencia, la frecuencia angular
y el período de la misma.
Solución
Para hacer los cálculos comenzaremos pasando las unidades de la longitud de onda a
metros:
10–9 nm
580 nm = 580 = 5,8 · 10–7 m (102) Recordad que 1 nm son 10–9 m.
1m
2π
k= = 1,08 · 107 m–1 (103)
λ
2.2.4. La amplitud ~
E0 y ~
B0
Nos queda todavía un parámetro por definir, la A de la ecuación 80, que he-
mos simbolizado por ~E0 en la ecuación 81, y por ~B0 en la ecuación 82. De
hecho, tenéis representado este valor en la figura 18. Este parámetro se de-
nomina amplitud. Fijaos en que es el parámetro que indica el valor máximo
de la vibración y la dirección en que esta vibración se produce y, por ello, se
representa vectorialmente.
La amplitud, ~E0 en el caso del campo eléctrico y ~B0 en el caso del campo
magnético, representa la máxima separación con respecto a la posición
de equilibrio, tanto de la onda del campo eléctrico como de la del cam-
po magnético. La unidad de medida en el SI es la unidad de la onda Recordad que SI es la sigla de
Sistema Internacional de
que se propague; así, serían N/C en el caso del campo eléctrico y T en Unidades.
2.2.5. La fase
En las ecuaciones que hemos ido viendo a lo largo del módulo, del estilo de la
ecuación 80, como serían las ecuaciones 81 y 82, hay otro elemento presente
en todos los casos: kx – ωt, es decir, lo que hay dentro del coseno. Este término
tiene un nombre propio: se denomina fase.
Cabe decir que en todo el módulo hemos obviado un elemento, la fase inicial,
que podríamos simbolizar por φ0 . La fase inicial permite tener en cuenta el es-
tado de la oscilación en el instante y la posición iniciales.
La fase inicial
y Representación de los
campos eléctrico y
E
magnético en la dirección de
propagación y con una cierta
fase inicial.
x
B
z
Observad que lo único que hemos tenido que hacer ha sido añadir esta fase
inicial a la función trigonométrica, al coseno. Para ver que, efectivamente, es
la fase inicial, solo tenéis que hacer x = 0 y t = 0:
φ0 = 0 (111)
Esto es, hemos supuesto todo el tiempo la situación de la figura 8 y es por ello
que hasta ahora no ha aparecido la fase inicial. No obstante, debéis tener en
cuenta que este término existe. Cabe decir, sin embargo, que cuando tenemos
una única onda, este parámetro es irrelevante. Sí que tiene mucho sentido
considerarlo cuando tenemos dos o más ondas que interaccionan entre sí, ya
que entonces hallaremos situaciones diferentes según cuál sea, precisamente,
la fase inicial de cada una.
En este apartado hemos visto los parámetros que caracterizan una onda elec-
tromagnética: amplitud, frecuencia y longitud de onda. Con ellos hemos re-
presentado la onda con las expresiones 72 y 73 (que reproducimos aquí):
Estas ecuaciones son como la 81 y la 82, la situación de las figuras 8 o 19, con
aquellos ejes, pero las utilizamos porque no se pierde generalidad. Si queréis,
también podéis representarla en función de la longitud de onda mediante la
2π
ecuación 83: k = λ .
Podríamos dejar así este resultado, pero lo cierto es que pide a gritos que se
saque el factor común 2π, si bien no lleva a ningún lado:
~E(x,t) = E0 cos 2π( 1 x – ft) ~j (118)
λ
1
B(x,t) = B0 cos 2π( x – ft) ~k
~ (119)
λ
Ejemplo
Tenemos una onda electromagnética cuyo campo eléctrico está expresado por:
Solución
Para responder a todas las preguntas solo necesitamos comparar la ecuación 120 con la
expresión 81.
a) En este caso el campo oscila en la dirección ~i (podéis verlo por el vector unitario).
b) El campo se desplaza en la dirección z (podéis verlo porque z hace aquí la función que
hacía x en la ecuación 112.
c) Su amplitud vale 150 N/C.
d) Su frecuencia angular vale 1,5π · 106 s–1 .
e) Su número de onda vale 5,0 · 10–4 m–1 .
Ya veis, por tanto, que de la expresión de la onda extraemos gran parte de la información
para describirla.
Ahora que ya tenemos la onda descrita, veamos por qué las ondas representa-
das por las ecuaciones 81 y 82 son tan especiales: son ondas armónicas, planas
y monocromáticas.
Por tanto, todo lo que diremos con respecto a las funciones trigonométricas
es válido también para la exponencial compleja, ya que son dos maneras di-
ferentes de representar lo mismo.
Hemos dicho al principio del apartado que las ondas representadas por expre-
siones del tipo 80 (que correspondería al tipo de las ondas que describen los
campos eléctrico y magnético, ecuaciones 81 y 82) son muy especiales.
El motivo de ello es que son lo que se conoce como ondas armónicas, planas y
monocromáticas. Es decir, de los infinitos tipos de onda posibles, nos quedamos
solo con éstas. De esta manera podemos resolver analíticamente numerosos
cálculos que serían imposibles si escogiéramos casos más genéricos y además
este tipo de ondas nos proporcionan una manera relativamente fácil de descri-
birlas. Cabe decir también que, gracias al análisis de Fourier, estas ondas nos
servirán para describir ondas mucho más complejas, pero esto ya queda más
allá de los objetivos del módulo.
A continuación vamos a describir qué significa que una onda sea armónica,
plana y monocromática. Y veréis también que hay una razón mucho más
fundamental para trabajar con ellas.
Dentro de las ondas hay un tipo de ondas muy importantes, que incluso tie-
nen nombre propio: las ondas armónicas.
Observad que las ecuaciones 80, 81 y 82 cumplen esta condición, ya que son
una función cosenoidal. Además, como habéis visto en el subapartado 2.2.3,
son periódicas.
Para que os hagáis una idea de la importancia de las ondas armónicas, fijaos El término oscilación armónica hace
referencia a las oscilaciones que se ven
desde cuántos puntos de vista se nos ha aparecido una ecuación senoidal o en el módulo “Mecánica. Cinemática y
dinámica” al tratar el movimiento
cosenoidal: armónico simple.
• Y ahora vemos que las ondas que se describen con una función seno o
coseno se denominan ondas armónicas.
Ya veis que hemos llegado a soluciones del tipo de la ecuación 80 desde diver-
sos puntos de vista. Esto justifica en cierto modo la importancia de las ondas
armónicas. Ahora bien, hay tres elementos más que justifican su importancia:
• Finalmente, pero no por ello menos importante, las funciones seno y co-
seno son relativamente fáciles de tratar matemáticamente.
Así, pues, hemos visto que las ondas de las ecuaciones 54, 67 y 68 son armó-
nicas. Ahora vamos a ver que también son ondas planas.
Si os fijáis en las tres subfiguras de la figura 15, resulta que en ambas tan-
to el campo eléctrico como el campo magnético están siempre en el mismo
plano: que en el caso de la figura 15 es el plano yz. Además, los dos campos se
propagan siempre en la misma dirección, que en el caso de la figura 15 es la
dirección x. Cuando se da esta situación decimos que tenemos ondas planas.
Y os preguntaréis, ¿cómo puede tener una onda más de una frecuencia? Si re-
cordáis el subapartado 2.3.1, cuando hemos mostrado cómo era la solución de
la ecuación de onda, ya hemos dicho que gracias al teorema de Fourier, siem-
pre podríamos expresar una onda como una suma de ondas del tipo de la ecua-
ción 80. Es decir, cualquier onda se puede expresar como una suma de ondas
monocromáticas o, dicho en otras palabras, las ondas pueden estar formadas
por muchas ondas monocromáticas, cada una de una frecuencia diferente.
De todo lo que acabamos de explicar resulta que, sin haberlo dicho, en reali- Monocromático
dad nos habíamos centrado solo en ondas armónicas, planas y monocromáti-
El término monocromático
cas. Aunque esto os pueda parecer muy restrictivo, recordad nuevamente que, significa “de un solo color”.
Entenderéis el motivo de este
gracias al teorema de Fourier, podremos expresar siempre cualquier función
nombre en el
periódica como una suma de varias (quizás infinitas) ondas de este tipo. subapartado 2.4.
Hasta ahora hemos visto que los campos eléctrico y magnético cumplen las
ecuaciones de Maxwell y que, a partir de estas ecuaciones, se puede demos-
trar que ambos campos se propagan conjuntamente en forma de ondas, sin
necesidad de ningún medio, y que lo hacen a la velocidad de la luz, c. En es-
te módulo nos hemos centrado en las ondas armónicas (subapartado 2.3.1),
planas (subapartado 2.3.2) y monocromáticas (subapartado 2.3.3). Estamos
trabajando, por tanto, con ondas que se pueden describir con una función
senoidal o cosenoidal y que tienen una única frecuencia (o longitud de onda,
véase el subapartado 2.2.3).
No es preciso que memoricéis estos rangos, basta con que tengáis una idea de
su orden de magnitud (saber que cuando hablamos de microondas hablamos
de centenares de GHz, por ejemplo). Quizás sí que conviene saber, por su
importancia, cuál es el rango de la luz visible, entre 380 nm y 780 nm. Cabe
decir también que las fronteras no son tan marcadas como tenéis en la tabla 1,
sino que hay una cierta superposición entre los diversos rangos. En la figura 20
se da una representación gráfica en que, por su importancia, se ha ampliado
la zona correspondiente al visible (es decir, a la luz) y en ella podéis ver que,
en efecto, se produce una superposición entre diversos rangos.
De toda esta clasificación lo que llama más la atención, sin duda, es que solo
variando la frecuencia pasamos de tener ondas de radio a tener microondas
o luz visible. También puede sorprender que precisamente la luz solo sea un
fragmento de todo el espectro. Pero es un fragmento muy especial, ya que es
el conjunto de ondas electromagnéticas que podemos ver sin ayuda de instru-
mentos, solo con nuestros ojos.
Frecuencia en hertzios
24 22 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2
10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 1
Rayos cósmicos
Rayos γ
Rajos X Ondas hertzianas
Ultravioleta
Infrarrojo
Radar
FM
Luz visible
Televisión
Onda corta
400 500 600 700
Longitud de onda en nm Radiodifusión
Transmisión
de energía eléctrica
_14 _ _ _ _ _ _
10 10 12 10 10 10 8 10 6 10 4 10 2 1 10
2
10
4
10
6 8
10
Figura 20
En este sentido, el rango correspondiente a la luz es el más objetivo: si no lo
vemos, no es luz. El resto de la clasificación es puramente convencional y los De frecuencia más baja a más
alta (longitud de onda más
límites se han establecido de la forma que nos interesa actualmente, teniendo larga a más corta) hay ondas
presente la tecnología actual. Cabe decir que, especialmente en el rango de la de radio, microondas,
infrarrojo, visible, ultravioleta,
radio y la televisión, estos límites están actualmente en discusión. rayos X y rayos γ. En el caso
del visible, damos una
ampliación con los diversos
Otro elemento a tener presente es que cada rango es finito. Pensad por ejemplo colores.
en la banda del UHF (la de la televisión): el espacio que tiene asignado es
Los límites del rango de la luz
finito. Esto significa que si una emisora emite en una determinada frecuencia, visible están tomados para un
ser humano estándar, ya que las
aquella frecuencia ya está ocupada y nadie más podrá emitir en ella. Es por
frecuencias visibles varían de
ello que el espectro electromagnético se considera un recurso limitado y está una persona a otra.
Hay otra cuestión que también llama la atención en la figura 20: los nombres
Es cierto que el espectro es
no se corresponden exactamente con los de la tabla 1. Esto se debe a que un continuo y, por tanto,
parece que entre dos
la clasificación que os hemos mostrado se puede afinar mucho más según el
frecuencias deba haber un
ámbito en el que trabajemos. Pensad en ello por un momento con un tema número infinito de
frecuencias. Por ejemplo, si
que conocéis: la luz está en un rango que va de los 380 nm a los 780 nm de una emisora emite a
longitud de onda. Dentro de este rango sabemos que podemos encontrar los 400 MHz y otra a 439 MHz,
una tercera podría emitir a
diversos colores: cada frecuencia corresponderá a un color (y de aquí viene el 439,5 MHz y, así, añadiendo
nombre monocromáticas cuando nos referimos a ondas que tienen una única decimales, siempre podemos
encontrar “espacios” libres.
frecuencia). No obstante, esto no es tan
sencillo, ya que las emisoras
emiten en realidad en una
En la tabla 2 os hemos puesto este afinamiento, correspondiente a las ondas banda de frecuencias, es
decir, en un estrecho rango
de radiofrecuencia, que son las que se utilizan en el mundo de la telecomuni-
de frecuencias alrededor de la
cación. Veréis que algunas fronteras no coinciden exactamente con las de la frecuencia central. Si otra
emisora emitiera muy cerca,
habría interferencias.
tabla 1. De hecho, este subconjunto que os hemos puesto aquí, entre los 3 kHz
y los 3.000 GHz tiene nombre propio: se denomina espectro radioeléctrico.
Los nombres que aparecen en la tabla 2 son los que se utilizan habitualmente
en el sector de las telecomunicaciones y derivan de sus siglas en inglés, que os
hemos indicado entre paréntesis.
Así pues, hemos visto que la descripción de las ondas electromagnéticas armó-
nicas, planas y monocromáticas que habíamos hecho en el subapartado 2.2
nos ha permitido clasificar las ondas, es decir, establecer el espectro electro-
magnético.
En este apartado:
Con todo esto, ya habéis podido ver cómo se genera una onda electromag-
nética a partir de algo tan básico como las leyes de Maxwell (apartado 1); y
disponéis de las herramientas necesarias para describirlas y trabajar con ellas.
De hecho, aquí os hemos mostrado solo una introducción, muy reducida, de
lo que son las ondas electromagnéticas. A lo largo de la titulación iréis pro-
fundizando en esta cuestión; pero no solo esto, sino que se convertirán en el
elemento fundamental de muchas asignaturas: solo tenéis que pensar que una
señal no es más que una onda electromagnética.
3. Problemas resueltos
.
3.1. Enunciados
2. Calculad el campo magnético entre las placas del condensador del ejercicio
anterior, si está conectado a una corriente de 10 A.
3.2. Soluciones
dφe
ID = ǫ0 (122)
dt
Z
φe = ~Ed~S (123)
S
S
I
~E = σ ~i (124)
ǫ0
donde σ es la densidad de carga de las placas del condensador y ǫ0 , la permi- Las cargas se estudian en el módulo
“Electrostática”.
tividad del vacío. Sin embargo, al final siempre nos interesaba más trabajar
con la carga que con la densidad de carga. Para hacerlo, debéis recordar que la
carga se define como:
Z
Q= σdS (125)
S
Z Z
Q= σdS = σ dS = σ · S (126)
S S
Q
σ= (127)
S
~E = σ = Q ~i (128)
ǫ0 ǫ0 S
Z Z
φe = = E
EdS |{z} dS = E · S (130)
S S
E const.
Y sustituyendo el valor del módulo del campo, que podemos ver en la ecua-
ción 128, hallamos:
Q Q
φe = E · S = ·S= (131)
ǫ0 S ǫ0
dφe d Q ǫ0 dQ dQ
ID = ǫ0 = ǫ0 = = (132)
dt dt ǫ0 ǫ0 dt dt
Esto podría parecer que fuera 0. Ahora bien, es una derivada total, no una
derivada parcial. Esto significa que debemos tener en cuenta cualquier término
que dependa de t. Y la carga lo hace, ya que un condensador está conectado
a una red y se carga mediante una intensidad, I, como tenéis representado en
la figura 21. Para la definición de intensidad:
dQ
I= (133)
dt
dQ
Por tanto, la dt es la intensidad a la que están conectadas las placas del con-
densador, y la ecuación 132 queda:
ID = I (134)
Dado que podemos prever en qué dirección irá el campo magnético, y que
el problema presenta simetría, podemos resolverlo utilizando la ley de Am-
père del mismo modo que habíamos hecho en el módulo “Magnetostática e
inducción electromagnética”.
Campo en el interior de un
E condensador de placas
B circulares de radio R. En ella
R dl podéis ver dibujada la curva
de Ampère de radio r.
r
C
x
Sin embargo, recordad que ahora tenemos que utilizar la ley de Ampère com-
pleta (ecuación 44):
I
Bd~l = µ0 I
~
encerrada + µ0 ID (135)
C
I
Bd~l = µ0 ID
~ (136)
C
I I I
Bd~l |{z}
~ = = B
Bdl |{z} dl = B2πr (137)
C C C
Bkd~l
~ B const.
πr 2 r2 r2
ID,encerrada = ID = ID = I (138)
πR2 R2 R2
I
Bd~l = µ0 I
~
D,encerrada (139)
C
r2
B2πr = µ0 I (140)
R2
r
B = µ0 I (141)
2πR2
4π · 10–7 N/A2 · 10 A
B= r = 5 · 10–3 r [T] (142)
2π · (0,02 m)2
Fijaos en que hemos hallado el valor en módulo, que es lo que hallamos con
la ley de Ampère.
3.
ID = I (143)
Por otro lado, hemos visto varias veces (por ejemplo en la ecuación 133) que:
dQ
I= (144)
dt
Ya hemos visto que la capacidad C del condensador viene dada por la expre- La capacidad de un condensador se
estudia en el módulo “Electrostática”.
sión:
Q
C= (145)
∆V
Q =C·V (146)
dQ d(CV) dV
ID = = =C (147)
dt dt dt
b) En este apartado solo tenemos que sustituir lo que nos dan, en la ecua-
ción 147:
dV
ID = C = 5 · 10–6 F (30 · 5 · cos(5t)) V = 7,5 · 10–4 · cos(5t) A (148)
dt
4. Para escribir la expresión del campo magnético debemos comparar los datos
que nos dan con la expresión 82:
~
B(x,t) = ~B0 cos(kr – ωt) (149)
f = 5 MHz (150)
B0 = 10 T (151)
c
f = (153) Recordad que la velocidad de la
λ luz es c = 2 , 9 9 7 9 · 1 0 8 m/s.
2π
k= (154)
λ
2π
λ= (155)
k
c
f = k (156)
2π
2π
k= f = 0,1 m–1 (157)
c
Además, nos dicen que la onda se desplaza en la dirección z. Esto quiere decir
que r va a ser z. Por otro lado, si miráis la figura 8 y cambiáis los ejes para que
la onda dibujada se desplace en la dirección z, deberá oscilar en la dirección y.
Lo tenéis representado en la figura 23.
x Representación de la onda
completa de los campos
E
eléctrico y magnético en la
dirección de propagación.
z
y B
Con esto ya tenemos todos los ingredientes para expresar el campo magnético
(ecuación 149) a partir de los resultados obtenidos en las ecuaciones 151, 152
y 157:
~
B(z,t) = B0 cos(kz – ωt)~j = 10 cos(0,1z – 10π · 106 t)~j (158)
Resumen
En este módulo hemos comenzado viendo que las diversas ecuaciones del elec-
tromagnetismo que habéis estudiado en módulos anteriores (la ley de Gauss,
la ley de Gauss para el campo magnético, la ley de Faraday-Lenz y la ley de
Ampère) forman parte de un conjunto único, que es el de las ecuaciones de
Maxwell. Estas ecuaciones explican todos los fenómenos del electromagne-
tismo. No obstante, hemos comprobado que una de ellas, la ley de Ampère,
estaba incompleta. Para completarla, hemos introducido la corriente de des-
plazamiento y hemos visto que una variación de flujo de campo eléctrico pro-
duce un campo magnético. Una vez completada la ley de Ampère, ya hemos
podido escribir las leyes de Maxwell totalmente completas.
Con las leyes de Maxwell en su forma completa, hemos podido ver que una
variación del flujo de campo magnético genera un campo eléctrico (ley de
Faraday-Lenz) y que una variación del flujo de campo eléctrico genera un
campo magnético (ley de Ampère). Con estos dos fenómenos es posible lle-
gar a la conclusión de que los campos eléctrico y magnético se realimentan
mutuamente y pueden propagarse, incluso en el vacío. Además, hemos visto
que cumplen una ecuación que se conoce como ecuación de onda y cuya
solución son los campos eléctrico y magnético correspondientes a una onda
plana, armónica y monocromática:
~
B(r,t) = ~B0 cos(kr – ωt) (160)
Llegados a este punto, hemos definido los conceptos necesarios para describir
las ondas: el frente de onda, la amplitud, la longitud de onda, el número de
onda, la frecuencia, la frecuencia angular, el período y la fase.
Ejercicios de autoevaluación
f (x,t) x fijada
4. La frecuencia es...
a) ... el número de oscilaciones que completa una onda por segundo.
b) ... la inversa del período.
c) ... c/λ .
d) Todas las otras respuestas son ciertas.
7. Un campo eléctrico descrito por la expresión ~E(y,t) = 50 cos(1,3 · 107 y – 2π · 1014 t)~k N/C
vibra en...
a) ... la dirección x.
b) ... la dirección z.
c) ... la dirección y.
d) ... todas las direcciones a la vez.
8. Un campo magnético descrito por la expresión ~B(y,t) = 50 cos(2π · 1014 t – 1,3 · 107 y)~i T se
desplaza en...
a) ... la dirección x.
b) ... la dirección z.
c) ... la dirección y.
d) ... todas las direcciones a la vez.
9. Un campo eléctrico descrito por la expresión ~E(y,t) = 50 cos(2π · 1014 t – 2π · 2 · 106 y)~k N/C
tiene un período de...
a) ... 1,6 · 10–15 s.
b) ... 7,7 · 10–8 s.
c) ... 1,3 · 10–8 s.
d) ... 1 · 10–14 s.
10. Un campo eléctrico descrito por la expresión ~E(y,t) = 50 cos(2π · 1014 t – 2π · 2 · 106 y)~k N/C
tiene una longitud de onda de...
a) ... 5 · 10–7 m.
b) ... 8 · 10–8 m.
c) ... 1,6 · 10–15 m.
d) ... 7,7 · 10–8 m.
Soluciones
1. d; 2. c; 3. b; 4. d; 5. b; 6. c; 7. b; 8. c; 9. d; 10. a; 11. a
Glosario
amplitud f Separación máxima de la posición de equilibrio en un movimiento ondulatorio
que varía periódicamente.
fase inicial f Valor de la fase de una onda periódica en el instante inicial. Se mide en
radianes.
frecuencia f Número de oscilaciones que hace una onda periódica en un segundo. Se re-
presenta con la letra f o la letra griega ν (nu) y se mide en hercios (Hz).
frecuencia angular f Número de oscilaciones que hace una onda periódica en un ciclo de
2π radianes. Se representa con la letra griega ω (omega) y se mide en rad/s o s–1 .
infrarrojo m Zona del espectro electromagnético entre 300 GHz y 384 THz de frecuencia
(o entre 780 nm y 1 mm de longitud de onda).
ley de Ampère f Una de las ecuaciones de Maxwell en forma integral, que afirma que la
circulación del campo magnético sobre una curva cualquiera es igual a la intensidad que
atraviesa la curva multiplicada por la permeabilidad magnética del medio (µ o, en el caso del
vacío, µ0 ) más la corriente de desplazamiento.
ley de Faraday-Lenz f Una de las ecuaciones de Maxwell en forma integral, que afirma
que la circulación del campo eléctrico es igual a la variación en el tiempo del flujo del campo
magnético, con signo negativo. Este signo negativo se conoce específicamente como ley de
Lenz.
ley de Gauss f Una de las ecuaciones de Maxwell en forma integral, que afirma que el flujo
que atraviesa una superficie cerrada es igual a la carga encerrada por la superficie dividida
por la permitividad eléctrica del medio (ǫ o, en el caso del vacío, ǫ0 ).
ley de Gauss para el campo magnético f Una de las ecuaciones de Maxwell en forma
integral, que afirma que el flujo de campo magnético que atraviesa una superficie cerrada
es igual a cero. Esta ecuación establece que no hay cargas magnéticas y que, por tanto, las
líneas de campo magnético son cerradas.
leyes de Maxwell f pl Conjunto de cuatro ecuaciones (la ley de Gauss, la ley de Gauss
para el campo magnético, la ley de Ampère y la ley de Faraday-Lenz) que describen todos los
fenómenos electromagnéticos.
longitud de onda f Distancia entre dos puntos en el mismo estado de vibración en una
onda periódica. Se representa con la letra griega λ (lambda) y se mide en metros (m).
microondas f pl Zona del espectro electromagnético entre 1 GHz y 300 GHz de frecuencia
(o entre 1 mm y 30 cm de longitud de onda).
número de onda m Número de veces que vibra una onda en un ciclo de 2π radianes. Se
representa con la letra k y se mide en m–1 o bien en rad/m.
onda f Propagación de una perturbación (que puede ser densidad, presión, campo eléctrico,
campo magnético, etc.) con transporte de energía y de momento lineal, pero no de materia.
período f Tiempo que tarda una onda periódica en hacer una oscilación completa. Se re-
presenta con la letra T y se mide en segundos (s).
radio f Zona del espectro electromagnético por debajo de 1 GHz de frecuencia (o por encima
de 1 m de longitud de onda).
rayos γ m pl Zona del espectro electromagnético por encima de 30 EHz de frecuencia (o por
debajo de 10 pm de longitud de onda).
ultravioleta m Zona del espectro electromagnético entre 789 THz y 30 PHz de frecuencia
(o entre 200 nm y 380 nm de longitud de onda).
visible m Zona del espectro electromagnético entre 384 THz y 789 TH de frecuencia (o entre
380 nm y 780 nm de longitud de onda).
Bibliografía
Alonso, M.; Finn, E. J. (1998). Física. Campos y ondas (vol. 2). México: Editorial Addison
Wesley Logman.
Chabay, R; Sherwood, B. (1995). Electric & Magnetic Interactions. Nueva York: John Wiley
& Sons, Inc.
Tipler, P. A.; Mosca, G. (2005). Física para la ciencia y la tecnología (5.a edición, vol. 1B).
Barcelona: Editorial Reverté.
Termodinámica
y energía
Energías renovables
Laura Jarauta Rovira
Marta Morata Cariñena
PID_00217990
Índice
Introducción .......................................................................................... 7
Objetivos ................................................................................................. 10
Introducción
El uso y la aplicación de la energía ha mejorado la habitabilidad en las ciuda- El concepto de energía se estudia en
a
el módulo “Mecánica” de esta
des y ha aumentado el nivel de confort con la calefacción o la iluminación. asignatura.
La energía se puede definir como la capacidad de producir un trabajo. El concepto de trabajo se estudia en
a
el módulo “Mecánica” de esta
Como hay diferentes formas de trabajo, se invertirá en diferentes manifesta- asignatura.
Hay que destacar que, de los diferentes tipos de energía que podemos tener
(cinética, térmica, potencial, etc.), la que más interviene en nuestro día a
día, como sociedad industrializada y tecnológica, es la energía eléctrica.
Hemos llegado a un punto en el que no nos sorprende la facilidad con la
que encendemos una bombilla o enchufamos un aparato. Sin embargo, el
sistema eléctrico tiene un funcionamiento muy complejo. Por ejemplo, un
aspecto que muchas veces se desconoce del sistema eléctrico es que éste es-
tá coordinado hasta tal punto que la electricidad que consumimos en cada
momento se genera en ese preciso instante en la central eléctrica. Así pues,
no hay electricidad acumulada por si acaso nos ponemos a utilizar un apa-
rato, sino que en cada instante el consumo de electricidad es el mismo que
la producción.
Objetivos
10. Dar a conocer qué son las fuentes de energía renovable y cuáles son sus
peculiaridades en comparación con las fuentes de energía fósil.
14. Enumerar los diferentes tipos de plantas solares existentes: térmicas, ter-
moeléctricas y fotovoltaicas.
15. Describir cómo funciona una célula fotovoltaica y los diferentes tipos que
existen.
18. Describir los sistemas de generación aislados: cómo son y en qué casos
son necesarios.
¿Qué aprenderemos?
En este apartado veréis qué son conceptos tan cotidianos como el calor, la
energía y la temperatura, cómo se miden y en qué se diferencian. También ve-
réis una cosa fundamental para la termodinámica: la transmisión de calor.
¿Qué supondremos?
Para el estudio de este apartado supondremos que tenéis asimilados los con-
ceptos de trabajo y energía del módulo de mecánica.
1.1. Energía
El trabajo es una de las vías de transmisión de energía entre los cuerpos. Cuando
se habla de trabajo en un vocabulario común, asociamos este concepto al esfuer-
Por otro lado, la energía forma parte de un grupo de magnitudes que se de-
Recordad
nominan magnitudes extensivas. Estas magnitudes se caracterizan por ser
Recordad lo que habéis visto
aditivas. Si consideramos un sistema formado por dos partes, el valor total de en el módulo de mecánica,
una magnitud extensiva es la suma de los valores en cada una de las dos par- que el trabajo se expresa mate-
máticamente como el produc-
tes. Por ejemplo, la masa o el volumen de un cuerpo, o la energía de un sis- to escalar de la fuerza por el
desplazamiento:
tema termodinámico son magnitudes extensivas. W = F dx
Recordad
Así, desde una visión de la termodinámica, la energía se entiende como
N es el símbolo del newton, la
una propiedad extensiva que se puede presentar de múltiples formas: unidad de fuerza, y m es el sím-
mecánica, térmica, eléctrica, química, nuclear, etc. La unidad de energía es bolo del metro, la unidad de
longitud en el Sistema Interna-
exactamente la misma que la del trabajo físico. En el Sistema Internacio- cional de unidades.
Por otro lado, concebimos la energía como una magnitud física porque se
puede medir y atribuirle un valor numérico cuantitativo. Es decir, este elec-
trodoméstico consume tanta energía.
1.2. Calor
Pero ¿éste es el mismo calor del que hablamos habitualmente y que sentimos
nosotros?
Vemos, por tanto, que existen muchas formas de energía y que esta energía se
puede transformar en otra forma de energía o calor.
Actividad 1.1.
Pero si la energía se transforma en calor, ¿por qué en las noticias dan siempre
la temperatura? ¿Y por qué cuando nos dan la temperatura ya nos hacemos
una idea de si hará mucho calor o no? ¿Qué es la temperatura?
1.3. Temperatura
Así, diremos que un cuerpo está caliente si tiene una temperatura elevada. Eso
quiere decir que sus partículas, globalmente, tienen una velocidad elevada.
Por otro lado, este cuerpo tendrá mucha energía térmica si, además de tener
una elevada temperatura, tiene una gran cantidad de materia.
Celsius y kelvin
Por ejemplo, supongamos una sustancia que se calienta y logra una temperatura de
37 °C. ¿Cuánto marcará un termómetro en kelvin (K)?
Teniendo en cuenta que la sustancia está a 37 °C, y aplicando la fórmula anterior, obten-
dremos el valor de la temperatura de la sustancia expresado en kelvin (K).
T F 32
T C (4)
1,8
El calor, por su parte, se puede convertir en otras formas de energía, pero la trans-
formación nunca es completa, como veréis más adelante (en el apartado 2.5)
cuando estudiéis el primer principio de la termodinámica.
Como una forma de energía que es; el calor Q tiene unidades de energía. En el
Sistema Internacional de unidades se utiliza el julio (J), pero con frecuencia
también se utiliza la caloría (cal).
Por otro lado, habréis notado que si ponéis una olla de hierro al fuego, se ca-
lienta antes que por ejemplo una de cerámica; o que resulta más fácil des-
congelar un trozo de carne que un bote lleno de agua. Es decir, hay
materiales que se calientan o se enfrían muy deprisa y otros que tardan más.
Esto se debe a dos conceptos fundamentales que veremos en los siguientes
subapartados: el calor específico y el calor latente. Veremos también cómo
se producen estos procesos de transmisión de calor.
Q
ce (6)
m T
Q
Capacidad calorífica (7)
T
Imaginad una masa de 12 kg de hierro. ¿Cuánto calor hay que suministrar para elevar la
temperatura de la masa de hierro desde 80 °C hasta 120 °C?
Para calcular la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de 80 °C a 120 °C,
debemos calcular la capacidad calorífica de esta sustancia, es decir, la capacidad calorífica
dependerá de la cantidad de masa y del calor específico de la sustancia concreta según la
ecuación (8):
Fijaos en que en este ejemplo utilizamos J/kg °C en lugar de J/kg K. En realidad, en este
caso podemos utilizar ambas unidades indistintamente, ya que son julios por kilogramo
y por kelvin, pero un incremento de kelvin siempre tiene el mismo valor que un incre-
mento de grados Celsius. En otras palabras, la diferencia de temperatura tiene el mismo
valor en kelvin y en grados Celsius.
La cantidad de sustancia la sabemos: 12 kg. Para conocer el calor específico del hierro,
acudimos a la tabla 1, en la que el valor ce del hierro es 452 J/kg °C. Si tenemos en cuenta
estos datos, y los sustituimos en la ecuación (8), obtenemos:
J J
Capacidad calorífica mce 12 kg 452 5.424 o (10)
kg o C C
Una vez calculada la capacidad calorífica de la masa de hierro, como el hierro aumenta su
temperatura de 80 °C a 120 °C, el calor absorbido por el hierro se expresa con la ecuación (7):
Q
Capacidad calorífica (11)
T
Al aislar de esta ecuación el calor absorbido Q por la masa de hierro, como ya se ha cal-
culado la capacidad calorífica y se conoce el incremento de temperatura T, se obtiene:
J J
Q Capacidad calorífica T 5.424 o 120 80 C 5.424 o 40 C (12)
C C
Q 216.960 J (13)
Fijaos en que la cantidad de calor absorbida es positiva (Q > 0), ya que la temperatura del
cuerpo es inferior a la temperatura final de equilibrio (el cuerpo absorbe calor).
Con estas explicaciones se podría llegar a pensar que un cuerpo podría incre-
mentar su temperatura indefinidamente. No obstante, cuando el cuerpo llega
a ciertas condiciones de presión y de temperatura, se producen cambios. Todos
los días se producen cambios en la materia que nos rodea. Algunas de estas
transformaciones hacen cambiar el aspecto, la forma o el estado. A estos cam-
bios los denominamos cambios físicos de la materia.
Por ejemplo, ¿por qué en las calles hay una franja más oscura para el pavimen-
to? ¿Por qué los raíles de la línea de tren tienen una pequeña separación? En
el caso del pavimento, las franjas o juntas de dilatación absorben los movi-
mientos de dilatación y contracción del material causados por las variaciones
térmicas y, de esta manera, evitan grietas y desperfectos (fijaos en la fotografía
de la figura 1: las franjas oscuras que aparecen son las juntas de dilatación).
Algo similar sucede con los raíles de las vías del tren.
Por lo tanto, podemos concluir que los cambios de volumen que sufre la ma-
teria están relacionados con la temperatura y el espacio que ocupan.
Pero los cuerpos también sufren cambios de fase, es decir, pasan de sólido a
líquido y viceversa. Estos cambios de fase entre los tres estados de la materia
también implican un intercambio de energía.
Entre los cambios físicos más importantes tenemos los cambios de estado, que
son los cambios que se producen por transmisión del calor.
Figura 2. Esquema de los cambios de fase entre los diferentes estados de la materia
Figura 2
Matemáticamente:
Q = mcl (14)
tado sigue siendo el calor latente de fusión y, en el caso del paso de gas a
líquido, sigue siendo el calor latente de vaporización.
Q = mcl (15)
Es decir, cuando se produce una transferencia de calor que hace cambiar el aspecto de la
materia, este calor depende de la cantidad de masa de la sustancia y de lo que se conoce
como calor latente, cl, causado por el cambio de estado físico que se produce en la sus-
tancia. El calor latente de fusión del hielo son 334 J/g y, dado que la masa de hielo es de
50 g, al aplicar la ecuación (14) se obtiene:
J
Q mcl 50 g 334 16.700 J (16)
g
En conclusión, para fundir una masa de 50 g de hielo es necesario aportar 16.700 julios.
Aunque estos tres procesos pueden tener lugar simultáneamente, puede suce-
der que uno de los tres mecanismos predomine sobre los otros dos. Por ejem-
plo, el calor que se transmite a través de la pared de una casa lo hace
fundamentalmente por conducción; el agua de un cazo situado encima de un
quemador de gas se calienta preferentemente por convección, y la Tierra re-
cibe el calor del Sol casi exclusivamente por radiación.
Conducción
Microscópicamente se refiere a
La conducción se explica microscópicamente porque las partículas de un los niveles de las redes cristali-
nas, moléculas y átomos, y
cuerpo que tienen más temperatura, y por lo tanto con más energía cinéti- para su completa descripción
ca, transfieren su movimiento al resto de las partículas que tienen menos se requiere el uso de la mecáni-
ca cuántica.
temperatura. La ley que describe la transmisión del calor por conducción
es una ley experimental.
Recordad que la energía cinética se
a
estudia en el módulo “Mecánica” de
esta asignatura y se debe al movimiento
Existe un parámetro que depende del tipo de material y que regulará la capa- de los cuerpos.
Para verlo en un caso práctico, cuando ponemos a calentar una olla metálica,
se calienta muy rápido. Si colocamos un trapo sobre la olla, la temperatura que
alcanzará el trapo no tiene nada que ver con la que alcanza la olla.
Material k (W/m K)
Cobre puro 401
Aluminio 237
Vidrio 0,81
Plástico 0,25
Hormigón 1,2
Material k (W/m K)
Corcho 0,043
Polietileno rígido 0,023
Agua 0,6
Aire 0,026
Convección
La conducción del calor dentro del fluido resulta muy compleja de entender y
de estudiar. El movimiento de las partículas dentro del fluido a diferentes tem-
peraturas lleva el calor a diferentes puntos del dominio del fluido. Esto signi-
fica que a las ecuaciones de conducción del calor que describen el problema
hay que añadir las ecuaciones de continuidad y de conservación de la ener-
gía del fluido. Estas situaciones son muy complicadas de resolver analítica-
mente y sólo es posible resolverlas en casos muy concretos de convección y
para ello es necesario utilizar métodos numéricos y ordenadores.
Recordad
El estudio térmico de la convección se simplifica a partir del coeficiente
La letra es la letra griega alfa
medio de transmisión de calor por convección, , descrito a partir de minúscula.
la expresión siguiente:
Q
S (Ts Tf ) (17)
t
Tabla 3. Valores del coeficiente de transmisión de calor por convección en las situaciones más
usuales
1
RT ,convección (18)
S
Radiación
Todos los cuerpos, sea cual sea su temperatura, emiten energía de manera con-
tinua desde su superficie. Esta energía, denominada energía radiante, la trans-
portan ondas electromagnéticas. Por este motivo, la energía radiante se puede
transmitir también en el vacío.
Pese a que todos los cuerpos radian (emiten energía radiante), trataremos úni-
camente la energía radiante emitida por los sólidos y los líquidos, ya que la
emitida por los gases obedece a leyes muy diferentes y queda más allá de los
objetivos de este módulo.
Los cuerpos sólidos y líquidos emiten energía radiante que contiene ondas de
todas las frecuencias cuyas amplitudes dependen principalmente de la tempe-
ratura del cuerpo emisor y no del tipo de moléculas que lo forman. En cambio,
Toda la materia del cuerpo emite energía radiante, pero, en general, en su in-
terior, la energía emitida por cada punto es de nuevo absorbida por el propio
cuerpo y por ello la energía que se libera corresponde sólo a una capa fina de
la superficie del cuerpo. Es importante señalar que la energía emitida no sólo
depende de la temperatura de la superficie, sino también de su naturaleza.
Como curiosidad, los humanos notamos más la radiación que la temperatura am-
biente, es decir, si estamos en una sala con el aire a 20 °C, pero el techo o una pa-
red están a 50 °C por la radiación solar, nunca tendremos sensación de confort.
Lo mismo ocurre si la pared está fría, como en el caso de los edificios acristalados.
El calor y la temperatura son conceptos que están relacionados entre sí, pero
son muy diferentes:
• El calor es la energía total del movimiento de las moléculas que forman una
sustancia, mientras que la temperatura es una medida de esta energía mole-
cular media.
2. Leyes de la termodinámica
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Para el estudio de este apartado supondremos que habéis asimilado los con-
ceptos de trabajo y energía del módulo de cinemática y dinámica y que sa-
béis interpretar gráficos.
Dicho esto, comenzamos mostrándoos la relación entre ellos. Podéis ver la fi-
gura 4:
Sin embargo, aún hay otros elementos que necesitamos y que son clave para
enunciar los principios de la termodinámica: los conceptos de energía interna
y de entropía.
Energía interna
Entropía
La entropía S es una función de estado del sistema. Tiene un valor único para
cada estado de equilibrio, independientemente de cómo se llegó a dicho estado.
Según su definición, la entropía está relacionada con magnitudes que son me-
dibles y que se estudiarán en el segundo principio de la termodinámica.
Fijaos en que hasta ahora hemos hablado del concepto de energía como una for-
ma de trabajo y cómo este trabajo se transforma en diferentes formas de ener-
gía. Principalmente, hemos hablado de la energía como la transferencia de calor
o energía térmica en un determinado sistema. Los sistemas que son objeto del
estudio de la termodinámica se denominan sistemas termodinámicos.
Los límites del sistema se denominan frontera y están definidos por una su-
perficie arbitraria. La frontera puede ser real o imaginaria, puede estar en re-
poso o en movimiento y puede cambiar su forma o medida.
Figura 6
En un sistema termodinámico, las variables que definen el sistema y su estado El concepto de masa se define en
a
el módulo “Mecánica” de esta
son la masa (m), la presión (P), el volumen (V) y la temperatura (T). Ya cono- asignatura.
Presión
F
P (19)
S
El símbolo Hg corresponde al
1 bar = 105 Pa (21) elemento mercurio.
En el caso del volumen también se utilizan otras unidades, como el litro (sím-
bolo l), que es igual a un decímetro cúbico (dm3, 1 m3 = 1.000 l = 1.000 dm3).
Hasta ahora hemos hablado varias veces de sistema termodinámico, pero ¿por
qué nos hemos entretenido explicando otros conceptos antes? La respuesta es
que un sistema termodinámico queda definido en función de unas variables
o magnitudes termodinámicas, como la presión (P), el volumen (V) y la tem-
peratura (T), que adquieren unos valores fijos. Mientras el valor de las varia-
bles no cambie, el estado del sistema termodinámico tampoco lo hará.
Es fundamental que tengáis en cuenta que las variables termodinámicas sólo es-
tán definidas cuando el sistema termodinámico está en equilibrio termodinámi-
co. El concepto de equilibrio termodinámico ha salido varias veces, pero ¿qué
significa que un sistema termodinámico esté en equilibrio termodinámico?
• segundo, que haya equilibrio químico, es decir, que la composición del sis-
tema tampoco cambie, y
Una vez hemos visto qué es un sistema termodinámico, veremos qué tipos de
procesos termodinámicos existen.
El tipo de pared afectará al tipo de proceso que tenga lugar en ésta. Estos pro-
cesos se describen con diferentes tipos de diagramas, de entre los que destacan:
Una de las propiedades más importantes de este diagrama es que las áreas del a
En el subapartado 4.2.2 de este módulo,
se ve que el diagrama de la figura 9
diagrama corresponden a energías. corresponde a un tipo de proceso que se
conoce como de Rankine.
Una vez que hemos visto cómo se representan los procesos, veremos los proce-
sos en sí. En concreto, veremos los procesos isotermos, isócoros, isóbaros y
adiabáticos.
Se dice que dos sistemas están en equilibrio térmico si cada uno está individual-
mente en equilibrio y, si están aislados del exterior, cuando se ponen en contacto
a través de una frontera y no experimentan ningún cambio en sus estados.
La ley cero de la termodinámica nos dice que si tenemos dos cuerpos denomi-
nados A y B, con diferente temperatura, y los ponemos en contacto, en un
tiempo determinado t alcanzarán la misma temperatura, es decir, ambos ten-
drán la misma temperatura. Si después un tercer cuerpo, que denominaremos
C, se pone en contacto con A y B, también alcanzará la misma temperatura y,
por lo tanto, A, B y C tendrán la misma temperatura mientas estén en contac-
to. Y, por lo tanto, estarán en equilibrio.
Por ejemplo, cuando se añade leche fría al café, el café con leche resultante
no está tan caliente como el café, ni tan frío como la leche. Se obtiene así una
situación de equilibrio térmico en la que el café, que tenía una temperatura
mayor, cederá calor y la leche, con una temperatura más baja, absorberá el
calor que cede el café hasta que uno y otra lleguen a una temperatura final de
equilibrio.
Ejemplo 2.1
Se mezclan 150 kg de una sustancia A de calor específico 5.000 J/kg °C a 60 °C con 100 kg
de otra sustancia B de calor específico 0,88 cal/g °C a 60 °F. Calculad la temperatura final
de la muestra una vez que se haya llegado al equilibrio. Podéis suponer que la mezcla es
totalmente homogénea y que no hay intercambios de energía con el exterior ni calor ge-
nerado como consecuencia del proceso, ni calor perdido hacia el exterior.
Solución
Para resolver este problema, debemos comenzar fijándonos en que mezclamos dos sus-
tancias: la sustancia A con la sustancia B. Cada una tiene una temperatura diferente. ¿Có-
mo resolveremos el problema? En primer lugar, observad que las sustancias no sólo están
a diferentes temperaturas, sino que están a distinta escala. Por lo tanto, deberemos pasar
ambas temperaturas a la temperatura de medida en el Sistema Internacional, es decir, a
kelvin (K).
Para pasar la temperatura expresada en la escala Celsius (°C) a K, aplicaremos la fórmula (1).
Matemáticamente:
T (F) 32
T (C) (25)
1,8
60 32 28
TB (C) 15,55 C (26)
1,8 1, 8
J g
0,88 cal 4,184 1.000
cal cal Kg J (29)
Ce , B 0,88 3.681,92
gK 1g K Kg K
Ahora que ya lo tenemos todo en las mismas unidades, podemos continuar. Si tenemos dos
sustancias a diferentes temperaturas, el equilibrio térmico se conseguirá cuando el calor que
desprende la que está a mayor temperatura se iguale al calor que absorbe la sustancia que se
encuentra a menor temperatura, es decir, cuando el calor cedido sea igual al calor absorbido.
QA QB (30)
Q
Ce (31)
mT
Q mce T (32)
Si aplicamos que el calor cedido por A es igual al absorbido por B, donde Tf es la tem-
peratura final de equilibrio que alcanzará la mezcla, y que será mayor que TB y menor
que TA, tendremos:
QA = QB (33)
Tf = 318,59 K (36)
La temperatura final de equilibrio de la mezcla es, por lo tanto, 45,44 °C (318,59 K). Fi-
jaos en cómo esta temperatura se halla dentro del intervalo comprendido entre la tem-
peratura más alta y la más baja de las sustancias que constituyen la mezcla.
Q W U (37)
El primer principio de la termodinámica es la formalización del principio de Para la definición de energía interna,
a
podéis ver el subapartado 2.1.1 de este
conservación de la energía, según el cual la energía no se crea ni se destruye, módulo didáctico.
sólo se transforma.
Esta definición es compatible con lo que ya hemos visto: que el calor y el tra-
bajo son mecanismos de intercambio de energía entre los sistemas (podéis ver
por ejemplo el subapartado 1.4.3). El primer principio de la termodinámica
identifica el calor (Q) como una forma de energía, que se puede convertir en
En efecto, el primer principio no nos dice nada del sentido en el que pueden ocu-
rrir los procesos a la naturaleza de manera espontánea. Un ejemplo de esto es
cuando ponemos en contacto dos cuerpos con diferente temperatura: se establece
un flujo de calor desde el cuerpo con temperatura más alta hasta el de temperatu-
ra más baja. Según el primer principio, el calor cedido por el cuerpo caliente debe
ser igual al absorbido por el cuerpo frío, pero no explica por qué el flujo de calor
no se dirige desde el cuerpo frío hasta el caliente, que es un caso que no iría en
contra del principio de conservación de la energía.
tión. Esta reacción se da igualmente en un único sentido. Nunca se ha visto En una reacción de combustión
típica el combustible es la sus-
que productos de la combustión reaccionen al aportarles energía y devuelvan tancia que se quema y libera
el combustible y el comburente originales. energía, gracias a su gran poder
calorífico, mientras que el com-
burente es una sustancia que fa-
La observación de la naturaleza nos indica la existencia de una limitación de vorece la combustión al oxidar
el combustible. Por ejemplo, en
los procesos que tienen lugar en ella espontáneamente. Esta limitación del sen- una reacción con petróleo, el
combustible sería el petróleo y el
tido en el que se dan los procesos en la naturaleza, que describe el primer prin- oxígeno (por ejemplo de la at-
mósfera) sería el comburente.
cipio, impone la necesidad de establecer una ley general que determine la
espontaneidad de los procesos, es decir, que tenga en cuenta cuál es el sentido
en que se producen espontáneamente los procesos. Esta ley es el segundo prin-
cipio de la termodinámica.
a
Podéis ver el concepto de entropía en el
subapartado 2.1.1 de este módulo
El segundo principio de la termodinámica afirma que la entropía S, didáctico.
Matemáticamente:
Q
S (38)
T
Feynmann decía que la entropía siempre crece porque existen más modos
de tener las cosas desordenadas que de tenerlas ordenadas, por lo que es
más probable un estado con más entropía.
a
Podéis ver el concepto de entropía en el
subapartado 2.1.1 de este módulo
2.7. ¿Qué hemos aprendido? didáctico.
3. Acceso a la energía
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Cada mes, cada dos meses o cada trimestre nos llegan a casa las facturas de los
suministros. Normalmente, lo único que hacemos es mirar si la cifra que nos
toca pagar se parece a la que aparecía en la factura anterior y, si más o menos
se parecen, la archivamos y nos olvidamos de ella. No obstante, es importante
que conozcamos qué hay realmente detrás de cada unidad de energía que con-
sumimos y que podamos valorar si nos encontramos en un término medio de
consumo, por arriba o por abajo.
El objetivo de este apartado es, pues, dar una pincelada a algunos aspectos cla-
ve asociados al consumo de energía actual, y comenzaremos a escala mundial
para llegar al análisis de nuestro hogar.
La humanidad ha evolucionado mucho desde sus inicios y cada día parece que
la velocidad de cambio aumenta. Sólo necesitamos compararnos con nuestros
abuelos. Cuando ellos tenían nuestra edad no tenían ni móvil, ni reproductor
portátil de música, ni ordenador, etc. Todos estos aparatos, que ahora nos re-
sultan imprescindibles para llevar a cabo nuestro día a día, consumen energía
y esto, evidentemente, se nota a escala mundial.
ejemplo lo tenemos en las compañías de vuelo de bajo coste, que han permi-
tido que pasemos un fin de semana, por ejemplo, en Londres. Además, para
las vacaciones de verano elegimos destinos que eran completamente exóticos
hace cincuenta años. Y, finalmente, los desplazamientos diarios para ir de casa
al trabajo, que en muchos casos representan una gran inversión de tiempo y
un consumo de combustible notable a final de año.
Figura 8. Evolución del consumo energético por persona y por tipo de uso
Con esta revisión de la evolución del consumo energético podemos ver que
vivimos en una era en la que el uso intensivo de la energía en nuestro día a día
es un aspecto clave, y eso es muy bueno por una parte y malo por otra. Tiene
ventajas significativas, sobre todo de mejora de la calidad de vida, pero tam-
bién tiene grandes inconvenientes, como la dependencia que tenemos de la
energía y los costes que ésta implica.
2) Por otro lado, tenemos una dependencia exterior de la energía, sobre todo
de petróleo, gas y combustible nuclear, que no son recursos nacionales, sino
que provienen de otros países para nuestro consumo. Y en este sentido encon-
tramos numerosos casos de conflictos bélicos y de luchas por el dominio
Una imagen que sin duda hace reflexionar y nos transmite esta disparidad so-
cial a escala mundial es el montaje de la fotografía del mundo de noche que
la NASA publicó en su web y que os mostramos en la figura 10. La intensidad
luminosa de cada zona del globo terráqueo, aunque no se corresponda direc-
tamente con el consumo energético, nos da una idea muy acertada del estado
de desarrollo de las diferentes regiones del mundo, pese a que a la explicación
de la fotografía se relacione más con la densidad de población. Las zonas con
más intensidad luminosa son Estados Unidos, Europa y Japón, y las que me-
nos corresponden a África, China y el Amazonas.
Para explicarlo mejor, en la figura 11 tenéis el proceso que sigue la energía desde
Transformación
el origen, en la naturaleza (a modo de energía libre), hasta el destino, el consu- de la energía
mo final (la energía útil). En ella se puede apreciar que el concepto de energía Las transformaciones, desde la
primaria es el más global y el que incluye todas las pérdidas originadas en el sis- energía libre hasta la energía
útil, se producen según el pri-
tema energético (pérdidas por conversión, por transporte y por aplicación). mer principio de la termodiná-
mica, pero parte de la energía
se pierde en cada transforma-
Figura 11. Proceso de la energía, de la naturaleza al consumo ción, principalmente en forma
de calor.
Así, el concepto de energía primaria es muy útil para elaborar las estadísticas
energéticas, ya que incluye todo el consumo energético asociado al país (si sólo
miramos el mercado eléctrico, nos faltarán los combustibles de los vehículos; si
miramos los combustibles, nos faltará la energía necesaria para refinarlos, etc.).
La energía primaria es, pues, un término global que nos ayuda a valorar la ener-
gía que realmente necesitamos para seguir con nuestro modelo social.
Para analizar con más detalle cómo consumimos la energía, hemos creído con-
veniente desarrollar completamente el caso del consumo energético en España.
La geografía de la península Ibérica provoca que, energéticamente, sobre todo
en cuanto a la electricidad, sea casi una isla, que funciona de manera autónoma
e independiente, ya que las conexiones que tenemos con el exterior (Europa,
Portugal y Marruecos) son muy poco significativas respecto al consumo energé-
tico total. Los países centroeuropeos, en cambio, tienen un tejido eléctrico que
les permite comportarse como una red en la que las fronteras políticas son casi Consumo de energía
invisibles. Así, en Europa habrá un consumo energético mucho más uniforme
En el año 2008, los intercam-
entre países que en España, que en este sentido es más individual. bios de electricidad de España
con Europa fueron de 6.214
GWh, un 2,35% del total de los
263.530 GWh de energía con-
¿Y cómo es el consumo de energía primaria en España? Para analizarlo, hemos sumida.
accedido al informe que elabora el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural (Fuente: El sistema eléctrico es-
pañol 2008, Red Eléctrica de
y Marino denominado Perfil ambiental de España 2008 (el más reciente en el mo- España)
Entre estas fuentes, sólo las renovables y parte del carbón son locales, por lo
Recursos energéticos
que más del 80% de la energía primaria consumida proviene de fuera del
El petróleo proviene principal-
territorio estatal. A este aspecto nos referíamos cuando hablábamos de la de- mente de los Emiratos Árabes,
el gas proviene de Argelia (en
pendencia del sistema energético en el apartado 3.1.1, y esta dependencia nos el caso de España) y el com-
hace muy vulnerables, como sociedad, frente a países que nos suministran los bustible nuclear proviene del
Congo y de otros países africa-
recursos energéticos. nos.
Para acabar con los indicadores del sistema energético español, es importante
Unidad kTEP
hablar de la intensidad de la energía primaria, un concepto del que quizá ya
La unidad kTEP es la abreviatu-
habéis oído hablar. Este indicador nace de la necesidad de valorar el incremen- ra de kilotonelada equivalente
to en el consumo de la energía primaria de un país, asociado a su producto in- de petróleo y es una unidad de
energía (1 kTEP equivale a
terior bruto (PIB) anual. De esta manera, si un país está en vías de desarrollo 1.000 TEP o toneladas equiva-
lentes de petróleo), con las
en un momento de crecimiento económico, lo más probable es que incremen- equivalencias siguientes:
te su consumo de energía primaria, pero si este valor lo dividimos por el PIB, 1 TEP = 41.868.000.000 J
(julios) = 11.630 kWh
obtendremos un valor que nos indica, además, la eficiencia del país para pro- (kilovatios hora)
ducir una unidad de PIB. El gráfico de la figura 13 muestra la evolución de este En inglés, TEP corresponde a
TOE (tonne of oil equivalent).
indicador. En él podemos ver que España se encuentra por encima de la media
europea (es decir, que somos más “ineficientes”) y que, además, la tendencia
global, extraída de los últimos años, es más o menos estable.
Los usos que hacemos de la energía en el hogar los repartimos entre las
tres fuentes energéticas habituales: electricidad (iluminación y electro-
domésticos), gas natural (cocina y calefacción) y energía solar térmica
(para el agua caliente).
A continuación, y para ver qué impacto anual tiene en nuestras casas el con-
sumo de energía, os proponemos realizar una pequeña auditoría energética.
La escala de clasificación se ha
obtenido siguiendo el procedi-
miento establecido en el docu-
mento Escala de Calificación
Energética para Edificios de Nue-
va Construcción editado por el
Ministerio de Vivienda y por el
Ministerio de Industria, Turis-
mo y Comercio, para Barcelo-
na (zona climática C2) y para
edificios de viviendas. Si cam-
bia la ubicación de la vivienda
o el tipo de edificio, la escala ya
no es aplicable.
b) Si obtenéis una clasificación C, tenéis un hogar de tipo medio y seguro que tenéis la
opción de realizar alguna mejora que os ayude a reducir el consumo energético.
Hasta ahora hemos visto el consumo de energía que hacemos como sociedad,
y concretamente en nuestro hogar, así como la energía primaria que consume
España. Uno de los tipos de energía que más consumimos es la energía eléctri-
ca, que tiene un papel relevante y cada día mayor. Por ello es importante que
conozcáis algunos datos sobre este tipo de energía.
tencia de una diferencia de potencial entre dos puntos. Esto permite es-
tablecer una corriente eléctrica entre ambos, cuando se los pone en
contacto mediante un conductor eléctrico, para obtener de ellos trabajo.
El diagrama de Sankey
Para ver qué papel tiene la energía eléctrica respecto a la energía primaria (de-
Diagrama de Sankey
finida en el subapartado 3.1.2) que se consume en España, emplearemos el
Representación gráfica del
diagrama de Sankey para la energía en España en el año 2008, que se adjunta consumo de energía en un
en la figura 15. ecosistema natural o artificial,
a partir de franjas que repre-
sentan, según su grosor,
la cantidad de energía
En este diagrama entramos por la izquierda, donde vemos los diferentes tipos correspondiente y, según
su dirección, el destino final
de energía primaria consumida en España. A medida que avanzamos hacia la de esta energía.
derecha del diagrama, se producen pérdidas en el sistema (por autoconsumo,
por el transporte, por las transformaciones, etc.), en forma de flechas que no
llegan al límite de la derecha. Por lo tanto, llegamos a un punto en el que se
nos indica el consumo de energía final (la que pagamos en nuestras facturas y
que pasa por los contadores). Y totalmente a la derecha tenemos los porcenta-
jes de energía que consumimos para cada aplicación (transporte, industria y la
correspondiente a las residencias, el comercio y los servicios).
Veamos ahora, en los siguientes apartados, dos valores del sistema de genera-
ción eléctrica que extraemos del diagrama de la figura 3.8: el rendimiento glo-
bal del sistema de generación eléctrica y el valor de las pérdidas en el
transporte de electricidad.
Así, por cada 100 unidades de energía que entran en una central eléctrica, sólo
Recordad
48 se transforman en energía eléctrica y el resto, 52, se pierde en forma de
Las transformaciones de la
otros tipos de energía (principalmente calorífica en humos de combustión, energía las hemos tratado en
etc.) en la propia central. los apartados 1 y 2.
Las redes eléctricas que transportan la energía tienen pérdidas y las podemos
calcular a partir del propio diagrama de la figura 15.
O, dicho de otro modo, por cada kWh de energía eléctrica que llega a
nuestra casa se habrán perdido 1,44 kWh.
“El rendimiento de los radiadores X siempre es del 100%. En cambio las calderas [se en-
tiende que de gas o gasóleo] están sujetas a un coeficiente de rendimiento que puede al-
canzar el 90% cuando trabajan a plena potencia (calentamiento de agua sanitaria), pero
que se reduce sensiblemente cuando trabajan sólo para calefacción y se reduce aún más,
por debajo del 50%, si tenemos pocos radiadores en servicio”.
Solución
Para una caldera de gas o gasóleo, el rendimiento sí que es directamente el que obtene-
mos del aparato, ya que un combustible (gas o gasóleo) se transforma directamente en
calor, y no debemos tener en cuenta ningún otro rendimiento.
Como conclusión del ejemplo, vemos que incluso en el momento de trabajo de menos
rendimiento de la caldera de gas o gasóleo, que tendría un rendimiento del 50%, el ren-
dimiento global de la transformación es más alto que el del radiador eléctrico, que en
conjunto es del 40,9%.
Este ejercicio está muy ligado con la definición de sistema termodinámico, los límites y
el entorno que hemos explicado al principio del módulo. Fijaos en que si definimos el
sistema con límites en el aparato de calefacción, la afirmación es cierta; pero si el sistema
contempla desde la energía primaria a la energía útil, el rendimiento global cambia.
Entre estos tipos de contaminantes, los primarios están mucho más localiza-
dos, ya que los problemas y los impactos se producen en el mismo lugar en el
que se consume la energía, en el que se emiten los humos de combustión.
También es importante tener en cuenta que este tipo de contaminantes exis-
tirá tanto si quemamos combustibles fósiles, como si quemamos madera.
Los secundarios, en cambio, tienen efectos globales, es decir, en partes del pla-
neta en las que no existe ninguna central térmica y están asociados sólo a los
combustibles fósiles.
Los gases de efecto invernadero son los responsables del denominado cambio cli-
mático, del que oímos hablar continuamente en los medios de comunicación. La
emisión de gases de efecto invernadero está directamente vinculada al consumo
energético de la sociedad, ya que la mayoría se genera en los procesos de combus-
tión de los combustibles fósiles, que, como hemos visto en el diagrama de Sankey
de la figura 15, son la principal fuente energética actual. Pero ¿por qué los com-
bustibles fósiles son los responsables del efecto invernadero? Para contestar a esta
pregunta deberéis conocer el origen de los combustibles fósiles.
Una de las teorías de la formación del petróleo es que se produjo una acumu-
lación de enormes cantidades de restos de animales marinos y de vegetales te-
rrestres en los fondos marinos. Durante millones de años, mezclados con
sedimentos y bajo la intensa acción de la compresión y el calor generado, se
transformaron en petróleo y en gas. Es decir, el carbono que contienen los
combustibles fósiles proviene de los restos fósiles de esta materia orgánica y de
aquí el nombre de combustibles fósiles.
En el caso del carbón y del gas natural, el origen es el mismo: materia orgánica
fósil que quedó atrapada durante los movimientos de placas tectónicas y que
se transformó a causa de la presión y las altas temperaturas.
Hay diferentes teorías sobre los efectos que este cambio en la composición de
la atmósfera puede tener en el clima del planeta, pero si una cosa está clara es
que es un problema que nos afecta a todos. Pero ¿todos somos igual de respon-
sables? ¿Tiene sentido que llevemos a cabo políticas de reducción de gases de
efecto invernadero si otros países no colaboran en ello?
Si miramos los datos de la figura 16, podemos pensar que no, ya que Estados
Unidos y China son responsables del 40,5% de las emisiones mundiales.
El cambio climático es sin duda uno de los grandes retos a los que se enfrenta
conjuntamente la población mundial, por lo que es necesario adoptar medi-
das comunes. Por otro lado, trabajar para cambiar el sistema energético y ha-
1. Tomad las facturas de suministro energético (gas y electricidad) del último año y cal-
culad vuestro consumo anual en kWh.
2. Calculad ahora las emisiones asociadas a cada tipo de energía, utilizando los siguientes
factores de conversión:
a) 1 kWh eléctrico = 0,45315 kg CO2
b) 1 kWh gas = 0,20098 kg CO2
3. Calculad, a partir de la superficie de vuestro hogar, las emisiones generadas por metro
cuadrado: kg CO2/m2 por año (dividid las emisiones anuales por la superficie del piso).
4. Con estos valores, clasificad vuestra vivienda según la siguiente escala:
La escala de clasificación se ha
obtenido siguiendo el procedi-
miento establecido en el docu-
mento Escala de Calificación
Energética para Edificios de Nue-
va Construcción editado por el
Ministerio de Vivienda y por el
Ministerio de Industria, Turis-
mo y Comercio, para Barcelo-
na (zona climática C2) y para
edificios de viviendas. Si cam-
bia la ubicación de la vivienda
o el tipo de edificio, la escala ya
no es aplicable.
5. Valorad, siguiendo los baremos siguientes, qué tipo de vivienda tenéis respecto a las
emisiones:
a) Si obtenéis una clasificación A o B, vuestra vivienda es muy eficiente y realizáis una
buena gestión de la energía. Seguro que seguís recomendaciones de ahorro y eficiencia
energética.
b) Si obtenéis una clasificación C, tenéis una vivienda de tipo medio, y seguro que tenéis
opción de realizar una mejora que os ayude a reducir el consumo energético.
c) Si la clasificación que obtenéis es D o E, se puede decir que, en términos actuales, la
vivienda no es eficiente en ahorro y seguramente podéis adoptar medidas que os ayuden
a mejorar su comportamiento.
tionar correctamente para evitar que puedan afectar al medio ambiente con su
radiación y producir impactos irreversibles sobre el ecosistema.
Sea como sea, el uso de la energía nuclear genera unos residuos radioactivos
durante millones de años que es necesario tener en cuenta. Es cierto que no se
emiten gases de efecto invernadero, ya que no hay proceso de combustión,
pero no es cierto que sea una energía limpia, teniendo en cuenta que genera
unos residuos muy peligrosos que se deben tener en cuenta a la hora de plani-
ficar la generación energética.
Impacto social
Como hemos ido viendo, el sistema energético actual depende mucho de los
recursos fósiles ubicados fuera del territorio en el que se consume la energía,
lo que provoca que haya conflictos geoestratégicos a escala mundial por el
control de estos recursos. Esto sucede para los fósiles y también para el uranio
de las centrales nucleares.
Sin embargo, este aspecto a menudo no se tiene en cuenta, o se pasa por alto.
Asimismo, su coste global en el ámbito social, económico (costes de armamen-
to) y ambiental no es despreciable.
1) En primer lugar, la fuente que utilizan (radiación solar, viento, agua, etc.)
Recursos renovables
es un recurso local y renovable: locales
Hasta ahora hemos dado una pincelada a las demandas energéticas de la so-
ciedad, al mercado eléctrico y al impacto de este sistema. La energía eléctrica
es, como ya hemos comentado, un tipo de energía secundaria que proviene de
la transformación de otros tipos de energía.
De este modo, a diferencia del gas o del petróleo, que los podemos
tener almacenados en depósitos y suministrarlos en función de la de-
manda, el sistema eléctrico precisa una infraestructura mucho más
complicada para poder satisfacer en cada momento la demanda ge-
nerada.
1) los productores,
2) el sistema de transformación y transporte,
3) los comercializadores,
4) los consumidores, y
5) el operador del mercado ibérico de energía.
Lo primero que es necesario para que pueda existir el sistema eléctrico son los
productores.
Hay dos datos que deberemos tener en cuenta para valorar correctamente los
productores eléctricos: la potencia instalada y la cobertura de la demanda
anual de energía.
b) cuando se utilice como energía primaria alguna de las energías renovables Podéis ver las diferentes
a
transformaciones del calor en los
no consumibles (eólica o solar), biomasa o cualquier tipo de biocarburante, y apartados 1 y 2 de este módulo
didáctico.
En realidad, no. Lo que existe, como en todas las instalaciones, es una econo-
mía de escala. Los grandes parques eólicos que se encuentran en Navarra o en
la Muela (provincia de Zaragoza) generan tanta energía que es más rentable
promover la instalación sin ninguna ayuda. Lo que no es viable económica-
mente es instalar tres molinos o cuatro seguidores fotovoltaicos y, por ello, en
estos casos, es necesario un incentivo económico.
Una vez que la energía eléctrica ha sido producida, ésta debe “viajar” hasta el
punto de consumo o de demanda. Para llevarlo a cabo, existen las líneas eléc-
tricas de distribución.
1) En todo el territorio existe una red de alta tensión que interconecta todos
los puntos. Es de gran voltaje por dos motivos:
Asimismo, estas líneas tienen una gran amplitud, dado que los conductores eléc-
tricos deben estar a una distancia mínima para evitar que se creen arcos eléctricos
entre las líneas. Todas las líneas de alta tensión del territorio español son propie-
dad de la empresa Red Eléctrica de España, S. A., que tiene el monopolio.
2) De estas grandes líneas se pasa a las líneas de media tensión, que son líneas
de menor envergadura que recorren áreas de alcance regional.
3) Además, están las líneas de baja tensión, que son las que discurren por el
interior de las zonas habitadas, a menudo con un único cableado.
3.2.3. Comercializadores
Comercializadores
Una vez generada y distribuida, la energía se vende por medio de un
Una lista de comercializadores
contrato con el consumidor final. Los consumidores firman este contra- se puede consultar en la web
to con una empresa comercializadora. del Instituto para la Diversifica-
ción y Ahorro de la Energía
(IDAE):
• www.idae.es
Este aspecto es relativamente nuevo en el territorio español. Anteriormente, el
coste de la energía eléctrica para el consumidor doméstico estaba protegido le-
galmente por el Gobierno. Así, era mucho más barato tener el contrato de su-
ministro de energía eléctrica con la distribuidora de energía local, es decir, la
propietaria de las líneas eléctricas que llegan a nuestro hogar, que tenerlo con
una comercializadora que estuviese comprando la energía en el mercado libre.
Es lo que se conocía como tarifa regulada.
A raíz de la liberalización del mercado eléctrico se vio que una de las partes del
sistema que no se podía liberar eran las líneas de distribución, ya que no ten-
dría sentido que se llenara el territorio y las calles de infraestructuras de trans-
porte de energía eléctrica. Las distribuidoras, por lo tanto, mantienen su
monopolio exclusivo pero no son las que tienen el contrato con los consumi-
dores. Ahora son las comercializadoras las que poseen estos contratos.
3.2.4. Consumidores
En nuestros hogares, lo más normal es tener una potencia contratada de entre 4,4
y 6,6 kW. Si todos los elementos del hogar son eléctricos (cocina de inducción,
calefacción eléctrica, etc.), seguramente la potencia contratada será superior.
1) personas consumidoras en baja tensión (BT), familias y pymes, con una po-
tencia contratada inferior o igual a 10 kW (10 kW);
De estos tres grupos, los dos últimos deben estar obligatoriamente en un mer-
cado libre.
Así, como consumidores de baja tensión tendremos un contrato con una co-
mercializadora, que será la empresa encargada de nuestro suministro. Antes,
en función del punto de consumo, el contrato debía firmarse obligatoriamen-
te con la distribuidora local de energía, sin ninguna alternativa. Ahora pode-
mos solicitar ofertas a diferentes comercializadores y contratar la que nos
ofrezca un precio mejor. También podremos contratar energía de comerciali-
zadores que sólo suministren energías renovables.
Hasta ahora hemos visto los diferentes agentes que forman el mercado eléctrico,
pero si, como hemos dicho al principio, el productor genera en cada instante la
energía eléctrica que consumimos, ¿como se coordinan los consumidores y los
productores? El operador del mercado ibérico de energía (OMEL) es el responsable
de ello.
2) Posteriormente, los productores ofrecen, para cada hora, la energía que po-
drán producir y a qué precio lo harán.
3) El OMEL cruza los dos datos y para cada hora se obtiene un precio de casa-
c€
ción (en el que se cruzan las curvas de demanda y la de oferta), al que se ven-
c€ significa céntimos de euro,
derá y se comprará la energía en esa hora. El precio al que cobrarán la energía es decir, que al multiplicar un
los productores será el precio de casación, es decir, pueden haber ofrecido la valor en c€ por 100, obtene-
mos el valor en euros.
energía a 3 c€/kWh, pero la cobrarán a 5 c€/kWh producido si son las 10 del
día 26 de noviembre del 2009 (según la figura 19).
Figura 19. Precio del mercado diario de electricidad para el día 26 de noviembre del 2009
A los consumidores les puede extrañar que se pueda prever nuestro consumo
individual, ya que un día llegamos a casa antes y encendemos todas las luces
y ponemos la lavadora, mientras que otro día estaremos fuera y no consumi-
remos nada. Y en ningún momento llamamos a la comercializadora eléctrica
para contárselo. Por lo tanto, ¿cómo lo pueden saber? Curiosamente, aunque
nuestro comportamiento individual no sea igual cada día, como sociedad sí te-
nemos un comportamiento homogéneo. Se trata de una curva de consumo
que varía sobre todo estacionalmente, pero que en general es muy estable. Po-
déis ver un ejemplo de esto en la figura 20, concretamente una curva típica-
mente invernal.
Estas curvas evolucionan con el tiempo y, de hecho, algún año el pico de con-
sumo anual, es decir, el día con más demanda eléctrica, se ha dado en el vera-
no, debido a los aires acondicionados, cuando tradicionalmente el pico de
consumo coincide con el día más frío del invierno.
Figura 21. Curva de detalle de la estructura de generación eléctrica en tiempo real del día 8 de
noviembre del 2009
Hemos visto que la energía es un factor clave en nuestra sociedad y que el sis-
tema que nos permite producir, transportar y consumir energía eléctrica es
muy completo. También hemos detallado los diferentes impactos medioam-
bientales, entre los que destaca el cambio climático, y hemos aprendido que
el sistema energético actual depende mayoritariamente de los combustibles
fósiles, que provienen de otros países.
Hasta ahora hemos hecho un repaso al sistema energético mundial, pero so-
bre todo español y, más concretamente, hemos analizado el sistema eléctri-
co. Tenemos, pues, hasta este punto, una visión general de las principales
características del sistema energético, de sus propiedades, de sus carencias y
de su funcionamiento.
Tabla 4
Cobertura anual de la
Tipos de central Potencia instalada
demanda en el año 2008
Además de las centrales térmicas, también hay las centrales hidráulicas, que
son las grandes presas hidroeléctricas. Esta tecnología queda fuera del alcance
de esta asignatura y por lo tanto no se explicará. Únicamente indicaremos que
la energía hidráulica representa un 18% de la potencia instalada y un 8% de
la energía generada durante el 2008, como podéis comprobar con los datos ad-
juntados en el subapartado 3.2.1.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Hasta ahora no se han inventado todas las tecnologías para permitir ciertas
Recordad
transformaciones entre diferentes formas de energía. Y, de las tecnologías dis-
Recordad que en el apartado 1
ponibles, no todas tienen el mismo rendimiento. En este sentido, y para aca- hemos hablado de diferentes
transformaciones de energía
bar con este breve recordatorio, en la figura 22 tenéis una tabla resumen con en situaciones cotidianas.
el rendimiento de los diferentes convertidores de energía.
¿Y qué sucede con el 95% de la energía eléctrica que consumen las lámparas
incandescentes y no se convierte en luz? ¡Pues que se convierte en calor!
¿Quién no se ha quemado alguna vez al tocar una lámpara metálica con una
bombilla incandescente que llevaba un rato funcionando? Sin embargo, cabe
señalar que desde septiembre del 2009, la Unión Europea ha prohibido la fa-
En la parte más alta del rendimiento, nos encontramos con las conversiones
de energía mecánica a eléctrica (99%) y también con la inversa, de eléctrica a
mecánica (94%). Estos rendimientos tan altos provocan que las centrales de
bombeo sean una opción muy eficiente para regular los sistemas eléctricos. Es-
tas centrales tienen dos embalses de agua conectados con cañerías. Cuando so-
bra energía eléctrica en la red, comienzan a bombear agua hacia el embalse
superior, con un rendimiento del 94%. Cuando falta energía, el agua baja des-
de el embalse superior hasta el inferior, y así se obtiene energía con un rendi-
miento del 99%. En total, habremos tenido un rendimiento global del 93%,
que sin duda es más alto que, por ejemplo, el rendimiento de acumular la
energía en baterías (que tienen un rendimiento del 74%). Un esquema de estos
tipos de centrales se puede ver en la figura 23, que muestra la central al final
de un tubo de caída de agua. El agua hace girar la turbina y genera electricidad.
Recordad
4.2.1. Combustibles
Hay otras centrales que funcionan con una combinación de estos combusti-
bles y otros de origen más renovable, como:
Fermentación anaerobia
Como idea principal, es importante saber que las centrales térmicas pue-
den funcionar con diferentes combustibles, solos o combinados, y que en
algunos casos se llevará a cabo una preparación previa de la mezcla para
optimizar el rendimiento del proceso de combustión de la central.
Otro aspecto importante, y del que quizá habéis oído hablar, es el impacto am-
biental que implica la quema de estos combustibles. En algunos casos podéis
haber oído, sobre todo por parte de los promotores de las centrales alimenta-
das con gas natural, que éste es un combustible limpio. ¿Por qué lo dicen?
2) El ciclo de Brayton, asociado al gas, se lleva a cabo de manera similar, tam- Los diagramas T-S se tratan en el
a
subapartado 2.3.1 de este módulo
bién en cuatro etapas, y lo podemos ver representado en el diagrama de la fi- didáctico.
gura 25:
Como resumen, lo que debe quedar claro es que, en los ciclos termodi-
námicos que se llevan a cabo en las centrales termoeléctricas, el calor
obtenido en el proceso de combustión se transforma en trabajo mecá-
nico, que se transforma en energía eléctrica mediante un alternador.
Otro aspecto que debemos remarcar es la liberación de Qf (el calor extraído del sis-
tema) de los ciclos termodinámicos. El calor que tienen el vapor o el gas, una vez
turbinados, se debe extraer del fluido para optimizar el rendimiento del ciclo.
En el caso del ciclo de Brayton, este calor se libera con los humos de combustión
de la chimenea. En el caso del ciclo de vapor, dado que es un ciclo cerrado (se
hace circular la misma agua una vez y otra), hay que tener un transformador ex-
terno que saque el calor. Es decir, deberemos pasar el calor que tenemos en el
agua a otro fluido. Éste podrá ser el agua de un río, de un lago o del mar o, en
un caso extremo, del aire. Esto provoca que este tipo de centrales siempre estén
cerca de algún curso o masa de agua que les permite extraer este calor del ciclo.
Como elementos clave de esta central, y siempre asociados a una de las partes
del ciclo termodinámico que hemos visto en el subapartado 4.2.2, tenemos los
siguientes (podéis ver la figura 26):
Otras centrales térmicas, alimentadas con gas o gasóleo, pueden llevar a cabo
un ciclo de Brayton o de gas. En este caso, como hemos comentado en el apar-
tado 4.2.2, el gas que genera el ciclo es el aire que se mezcla posteriormente
con el combustible, en la entrada, y los humos de combustión que se obtienen
de la caldera, en la parte final del ciclo. Así, son los humos de combustión los
que pasan por la turbina de gas.
En este caso, dado que es un ciclo abierto, tal y como hemos descrito en el
subapartado 2.1.3, no tendremos transformador de calor ni condensador. El
calor se evacua directamente al medio mediante los humos. Sí que se dispone
de un sistema de intercambiador aire-aire, en el que el aire de combustión, una
vez turbinado pero aún caliente, precalienta el aire exterior antes de pasarlo
por el proceso de compresión.
Dentro del grupo de las centrales termoeléctricas, es decir, que convierten ca-
lor en electricidad, se encuentran las centrales de ciclo combinado.
Los elementos que forman una central de ciclo combinado son el conjunto de
sistemas que formaban la térmicas convencionales, descritas en el subaparta-
do 4.2.3, que son los que se describen a continuación y que podéis ver en la
figura 28:
Hay muchas configuraciones posibles para las plantas de este tipo, en función
del número de ejes, alternadores, turbinas de vapor, etc., que existan. En la
mayoría de los casos, las centrales de ciclo combinado se construyen a partir
de conjuntos patentados. Se trata de centrales compactas que tienen una apa-
riencia externa muy similar que permite reconocerlas fácilmente. La figura 28,
precisamente, es un ejemplo de ello.
Las centrales nucleares, aunque pueda parecer que tienen una tecnología muy
diferente del resto de las centrales eléctricas, son en realidad centrales térmicas
nucleares.
Es decir, una central nuclear es exactamente igual que una central térmi-
ca con ciclo de Rankine o turbina de vapor, pero en lugar de tener una
caldera que genera vapor a partir del calor de combustión de un combus-
tible fósil, obtiene el calor del proceso de fisión del átomo de uranio.
Así, una central nuclear no es una especie de central en la que la fisión del ura-
nio genera directamente electricidad, sino que el uranio es la fuente de calor
que ayuda a generar el vapor. Este vapor, igual que en las centrales termoeléc-
tricas convencionales, pasa por un ciclo de turbina de vapor y genera electri-
cidad a partir de un alternador.
Una central nuclear obtiene el calor necesario para llevar a cabo el ciclo
de Rankine a partir de la reacción nuclear del uranio.
El proceso de enriquecimiento es necesario para obtener buenos rendimientos Los isótopos de un elemento
químico son átomos que tie-
de la generación de fisión. El uranio está presente en la naturaleza en las for- nen el mismo número atómico
(es decir, el mismo número de
mas conocidas como isótopos 238U y 235U (uranio 238 y uranio 235, respecti-
protones) y diferente número
vamente). De forma natural, la presencia de este segundo isótopo es de un másico (es decir, diferente nú-
mero de neutrones). Las pro-
0,7%, y en la barras de combustible, que son el producto del enriquecimiento piedades químicas de los
isótopos de un mismo elemen-
del uranio, es de un 4-5%. to son las mismas, pero las pro-
piedades físicas pueden ser
completamente diferentes. Por
Este isótopo se combina con óxido de uranio (UO2), un material de tipo cerá- ejemplo, los isótopos con una
mico que se utiliza en forma de pastillas, de un diámetro aproximado de un relación entre protones y neu-
trones que no sea adecuada
centímetro. Estas pastillas se introducen en unas vainas elaboradas con una para la estabilidad serán inesta-
bles, es decir, radioactivos.
aleación de circonio, con un diámetro de 4 cm y de 4 m de longitud. Una vez
Este elemento combustible, del que se adjunta una imagen en la figura 29, es
el que se emplea en las centrales térmicas nucleares para recoger el calor gene-
rado durante la fisión del uranio.
Figura 29. Detalle de las pastillas de UO2 y de un elemento de combustible de una central nuclear
Para extraer este calor generado por la fisión del uranio se hace circular agua a
Energía de fisión
presión a través de las vainas, que se lleva el calor liberado y aumenta así su
La energía de fisión es una
temperatura. Una vez tenemos este agua caliente, se lleva a cabo el ciclo de energía que se libera al dividir-
se un núcleo atómico de ura-
Rankine de vapor, igual que en las centrales térmicas descritas en el subapar- nio en otros productos, siem-
tado 4.2.3. pre radioactivos.
Cabe destacar que el calor generado por la reacción nuclear del uranio es mu-
cho mayor que el generado en una combustión. Para que os hagáis una idea,
453 g de uranio producen el mismo calor que 1.500 toneladas de carbón. Si lo
pasamos a las mismas unidades, tenemos que ¡453 g de uranio equivalen a
1.500.000.000 g de carbón! Es decir, el poder calorífico del uranio es más de
tres millones de veces superior al del carbón en términos de masa.
Las barras o elementos combustibles que ya no son aptas para calentar agua se
retiran. Actualmente, estos elementos consumidos se mantienen almacenados
en el interior de las propias centrales nucleares.
No obstante, dado que no hay pérdidas de calor por los humos de la chimenea
(que sí que se dan en las centrales de combustión), se acaban obteniendo unos
rendimientos globales de la central de entre el 30 y el 40%, similares a los de
las centrales térmicas de combustión, pero lejos de los rendimientos de las
centrales de ciclo combinado.
2) Impacto radiológico. Éste es, sin duda, el gran aspecto negativo de este
tipo de centrales. Aunque la cantidad de combustible utilizado es muy inferior
a la de las térmicas de combustión, una vez agotado el combustible se convier-
te en residuo. Pese a la poca cantidad generada, este residuo tiene una activi-
dad radioactiva que se puede mantener ¡durante millones de años! Aparte de
estos residuos, también se pueden emitir elementos radioactivos a través del
agua o de las chimeneas de refrigeración, aunque éste es un aspecto que en las
Accidente de Chernóbil
Protocolo de Kyoto
Por lo tanto, habrá que ver cómo se gestionan estos residuos. El gran problema
que tendrán estas instalaciones es que deberán servir ¡durante millones de
años! La magnitud temporal de estos residuos no es, pues, despreciable. Ade-
más, el uranio también es un elemento que se encuentra en cantidades finitas
en la Tierra, por lo que no es una energía renovable ni inagotable.
• Hemos conocido cómo funciona por dentro una central térmica (de gas,
fuel, petróleo, carbón o nuclear) y los ciclos termodinámicos que se llevan
a cabo en ésta, que son el ciclo de vapor o ciclo de Rankine y el ciclo de gas
o ciclo de Brayton.
• También hemos visto que una central nuclear utiliza, en el fondo, el mis-
mo ciclo que las centrales térmicas de combustibles fósiles, y que lo único
que las diferencia es el combustible y la manera de obtener calor. Asimis-
mo, hemos detallado los impactos ambientales de esta tecnología.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Supondremos que tenéis claras las fórmulas de cálculo de áreas circulares; los
factores de conversión de unidades, sobre todo de las unidades de energía, y
las operaciones básicas de la solución de problemas mediante la resolución de
ecuaciones de una variable.
Así, las centrales térmicas, excepto algunas de carbón que se abastecen direc-
tamente de una mina próxima, se emplazan en ubicaciones en las que hay una
buena comunicación y el abastecimiento de combustible tiene un coste razo-
nable, o en los puntos en los que la red eléctrica es apta para la conexión de la
central. Por lo tanto, habrá otros criterios de selección del emplazamiento que
podrán tener igual o más importancia que la disponibilidad de combustible:
la red eléctrica, la necesidad de una masa de agua que ayude a evacuar el calor
generado en el proceso, etc.
5.2.1. Viento
1) Localmente, en las zonas de costa hay un régimen de vientos y estas brisas El concepto de inercia térmica asociado
a
a la conservación de temperatura de la
son muy conocidas por la población local. Durante el día, con la radiación solar, materia se describe en el subapartado
1.4.1 de este módulo.
la tierra alcanza una temperatura superior a la de la superficie del mar. De esta
manera se crea una corriente de aire de mar a tierra. Cuando el sol se pone, la
tierra se enfría más que el mar, ya que la masa de agua tiene más inercia térmica
y conserva mejor la temperatura. Se invierte, por lo tanto, la diferencia de tem-
peraturas y, como consecuencia, también la dirección del viento. Por la noche
irá desde la tierra hacia el mar. En los valles se produce un efecto similar, ya que
no se calientan igual las laderas de las montañas que el fondo del valle.
Por ejemplo, en la figura 30 vemos los valores del Atlas eólico europeo para los
50 m de altura.
Un aspecto que se puede tener en cuenta a la hora de seleccionar un lugar ventoso son
ciertas características que se dan en estos emplazamientos, como:
• la toponimia del lugar: si una cordillera o una montaña se llama Pico ventoso, El pico
de la calma, Campos del huracán, Pico de era ventosa, etc., nos está dando una idea
de qué tipo de clima hay en él.
• los árboles: podéis observar que los árboles de las zonas ventosas no crecen rectos,
sino que siempre crecen con una cierta inclinación. Esta inclinación se debe a la
fuerza del viento.
En esta ecuación tenemos que P, la potencia (en W), es igual a la mitad del pro- Las palas son la parte del aero-
generador que gira con la ac-
ducto de la (rho), o densidad del aire (en kg/m3), por el área circular A que ba- ción del viento y que
describiremos en el apartado
rren las palas (en m 2) y por la velocidad v del viento (en m/s). 5.3.2. de este módulo.
Lo que vemos en esta ecuación es que la velocidad está elevada al cubo, por lo
que es el factor más determinante de la ecuación y, por lo tanto, éste será el
que querremos conocer. La correcta evaluación de la velocidad del viento es
de gran importancia, ya que es el término que más afecta al resultado. Así, una
diferencia del orden del 10% en su valoración significa una diferencia del 30%
en la producción obtenida. Estos valores, económicamente, pueden tener un
efecto desastroso.
Como idea, se debe señalar que la cuantificación del recurso eólico no es nada
fácil. Por lo tanto, hay que tener claro que existe un riesgo importante en
cuanto a la construcción y el diseño de los parques eólicos.
Como hemos visto, el viento es un recurso que se debe evaluar con mucho cui-
dado, ya que hay múltiples factores que influyen sobre él. La radiación solar,
en cambio, es un aspecto mucho más conocido y tabulado, por lo que su de-
terminación no suele requerir demasiados estudios previos y simplemente hay
que adoptar factores correctores a la hora de realizar los cálculos.
En cualquier caso, tanto para el viento como para la radiación solar, lo que sí
que es difícil es saber concretamente, día a día, cuál será la disponibilidad del
recurso (viento o sol) y, como consecuencia, cuál será la energía que generare-
mos. Por otra parte, ¿por qué queremos conocer esto?
Las centrales fotovoltaicas podrán llevar a cabo con facilidad esta predicción,
ya que tienen menos potencia y, por lo tanto, pueden cometer un error me-
nor. En el caso de los parques eólicos, éstos disponen de servicios contratados
de predicción del viento que, con modelos de simulación y los datos meteo-
rológicos, ajustan al máximo las predicciones de generación eléctrica.
En cualquier caso, lo que sí que habrá que hacer en un futuro, si se quiere que
el sistema eléctrico pueda funcionar de manera que ofrezca calidad y fiabilidad
con las energías renovables, es construir instalaciones de regulación. Efectiva-
mente, aunque la previsión que hemos realizado del viento o de la radiación
solar sea acertada, lo que se necesita para que funcione el sistema eléctrico es
que la energía se genere en el momento en el que se consume. Pero para las
energías renovables esto no funciona así; la energía se genera cuando existe el
recurso, es decir, cuando hace viento para la planta eólica y cuando es de día
y hace sol para las plantas fotovoltaicas. Por lo tanto, es necesario construir
instalaciones que ayuden a regular la generación y la demanda y puedan ac-
tuar en los momentos en los que éstas no se complementen: cuando se genera
y no hay demanda o, al contrario, cuando hay demanda y no se genera.
De hecho, esta idea no es nueva. Las centrales nucleares, que, como hemos
mencionado en el subapartado 4.3, no se pueden parar, generan electricidad
continuamente, día y noche. Una vez que se comprobó que la construcción
de estas centrales podía afectar al sistema eléctrico, paralelamente se constru-
yeron centrales de regulación para bombeo de agua (podéis ver el subapartado
4.1). Es decir, por las noches, cuando sobra energía, bombean agua desde un
embalse inferior a otro superior; y de día, cuando hay demanda de energía,
turbinan agua del embalse superior al inferior.
Una vez que hemos visto cómo funciona la determinación de los recursos eó-
licos y el aspecto de regulación eléctrica que hay que introducir en las energías
renovables, desarrollaremos con más detenimiento la energía eólica en este
apartado y la fotovoltaica en el siguiente, el subapartado 5.4.
Albert Betz
La ley de Betz afirma que sólo podremos convertir menos de 16/27
Albert Betz (Schweinfurt,
(aproximadamente el 59%) de la energía cinética del viento en energía
1885-Göttingen, 1968) fue un
mecánica mediante un aerogenerador. físico alemán pionero en la tec-
nología de las turbinas eólicas.
En el año 1910 se graduó en
Ingeniería Naval y en 1911 co-
menzó a investigar en el Insti-
Esto se debe a que el flujo de aire no se puede parar, es decir, una vez el viento tuto de Aerodinámica de la
pasa a través de un aerogenerador, éste no se queda con velocidad cero, en cal- Universidad de Göttingen. En
1920 publicó la ley de Betz. En
ma, sino que continúa existiendo. Por lo tanto, aquí hay un primer límite para su libro Wind-Energie und ihre
Ausnutzung durch Windmühlen
el aprovechamiento de la energía eólica. (“Energía eólica y su uso en ae-
rogeneradores”), publicado en
1926, da una buena visión del
Además, aparte de la ley de Betz, hay que tener en cuenta que tendremos unas conocimiento que se tenía de
la energía eólica y de los aero-
pérdidas eléctricas aproximadas del 11% y unas pérdidas mecánicas de más o generadores en aquella época.
Su teoría sobre la formación de
menos el 6%. las alas aún hoy es el funda-
mento para la construcción de
aerogeneradores.
Si sumamos las tres limitaciones (la ley de Betz, las pérdidas eléctricas y
las mecánicas), vemos que como máximo podremos extraer un 24% de
la potencia del viento, en un momento de máximo rendimiento.
5) Habrá que valorar la capacidad financiera del promotor para construir y ges-
tionar bien el parque. De este aspecto, sin embargo, se ocupa principalmente el
banco o caja que da el crédito al promotor para que pueda realizar el proyecto.
Pasemos ahora a describir con más detalle los diferentes elementos que for-
man un parque eólico.
5.3.2. Aerogeneradores
Concretamente, la energía cinética del viento hace girar las aspas y la energía
cinética de estas aspas es la que genera electricidad en un alternador. Como en
Comentemos ahora con detalle las partes que forman un aerogenerador. Ex-
ternamente, éste tiene cuatro partes diferenciadas y básicas, como podéis ob-
servar en la figura 34:
2) Torre: es la parte de acero que aguanta las palas. La torre puede ser de acero
macizo o de celosía, como las torres eléctricas. Por sus medidas y las fuerzas
que deben soportar, normalmente se elige la torre de acero maciza, que, pese
a tener un coste más alto, también aporta más garantías.
3) Rotor: está formado por las palas del aerogenerador y el buje, que es la pieza
que une las palas. Las palas son uno de los elementos de los aerogeneradores
4) Góndola: es la parte del aerogenerador que está detrás del rotor. En su in-
terior se hallan todos los mecanismos necesarios para transformar el viento en
electricidad.
Góndola
Web de interés
Los elementos que hay en el interior de la góndola son:
En el campo de la energía
eólica, hay varios recursos
• la multiplicadora, el generador y el transformador: transforman la energía cinética del
educativos que hacen muy
eje en energía eléctrica; comprensible esta energía.
• el mecanismo de orientación del aerogenerador: consta del motor de orientación y la Debemos mencionar
corona de orientación; especialmente el recurso que
• el sistema de control: formado por el anemómetro, la veleta y el controlador, y ofrece la Asociación Danesa
• otros elementos de seguridad, como el freno mecánico. de la Industria Eólica, y que
podréis encontrar en el
enlace siguiente:
Figura 34. Partes de un aerogenerador http://
windwithmiller.windpower.
org/es/kids/index.htm
Os recomendamos que
realicéis el curso acelerado de
energía eólica, en el que
conoceréis las principales
características de esta
tecnología, de manera fácil e
inteligible, en un entorno
gráfico.
Hasta aquí hemos visto las principales partes de un aerogenerador. Una de las
cualidades más destacadas de esta tecnología es su naturaleza eminentemente
mecánica, aparte de la base electrónica del controlador. Este aspecto provoca
que la tecnología de los aerogeneradores sea muy robusta y que las máquinas
se puedan reparar rápidamente y con mayor facilidad. Esto también permite
crear puestos de trabajo en las zonas próximas a los parques eólicos por la ne-
cesidad de mecánicos de molinos durante la explotación de la planta. Entre-
mos ahora en los aspectos más técnicos de los aerogeneradores.
Existen dos conceptos clave a la hora de definir las características de los aero-
generadores que nos aportan la misma información: el coeficiente de potencia
y la curva de potencia del aerogenerador.
1) El coeficiente de potencia
El término cp se lee “ce sub pe” y no debéis confundirlo con el calor específico que
hemos tratado en el subapartado 1.4.1. Este término es muy interesante, ya que
nos permite obtener directamente, a partir de la velocidad del viento, la potencia
eólica que nos da el aerogenerador. ¿Cómo? Pues a partir de la fórmula de la po-
tencia del viento que ya os hemos presentado en la ecuación 41 del subapartado
5.3. Si multiplicamos esta fórmula por el coeficiente de potencia, obtendremos di-
rectamente la potencia que da el molino para cada velocidad del viento. Así, si co-
nocemos este dato, la fórmula de la potencia del aerogenerador será:
donde los términos son los que ya hemos presentado al principio del apartado.
Sin embargo, el término cp no será constante para todas las velocidades, sino
que, tal y como podéis ver en la figura 35, varía para cada velocidad. El valor
máximo de este coeficiente se da con la velocidad de diseño del aerogenerador
(en el caso de la figura 35, esta velocidad es de 9 m/s y el cp es 0,44). A modo
de valoración de los aerogeneradores, si el coeficiente de potencia máximo cp
es superior a 0,5, podemos decir que se trata de una buena máquina. Si, en
cambio, es inferior a 0,4, se trata de una máquina mala o de poca calidad.
De hecho, la información que incluye es la misma que la del gráfico del coefi-
ciente de potencia, pero está presentada de manera diferente. Hay que señalar
que en este gráfico podemos apreciar implícitamente los conceptos de:
Para que veáis cómo están relacionados los términos de coeficiente de poten-
cia y curva de potencia, os proponemos el ejercicio siguiente.
Actividad 5.1.
Solución
En primer lugar hay que determinar los términos de la ecuación de potencia eléctrica del
aerogenerador que conocemos. La ecuación que hay que seguir es la 42.
Los pares de puntos del gráfico, P y v, son los que se muestran en la tabla siguiente.
Velocidad
4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19-25
(m/s)
Potencia
79 181 335 550 832 1.175 1.530 1.816 1.963 1.988 1.996 1.999 2.000 2.000 2.000 2.000
(kW)
Obtenemos un gráfico del coeficiente de potencia como el que se muestra en la tabla an-
terior (pasando los kW a W).
En este gráfico, el cp máximo es de 0,456 para una velocidad de 8 m/s. Podemos decir,
pues, que se trata de una maquina estándar, ni muy buena (cp > 0,5) ni muy mala
(cp < 0,4).
Aparte de los aerogeneradores, los parques eólicos tienen otros elementos que
resultan clave para asegurar el buen funcionamiento del parque:
Es importante tener claro, pues, que aparte de los aerogeneradores hay una se-
rie de elementos auxiliares que son imprescindibles para el funcionamiento de
un parque eólico. En algunos casos, el hecho de que estos factores no estén
bien resueltos puede suponer que el parque no se construya o que el rendi-
miento de éste sea inferior al que se calculó en el proyecto de diseño. Por lo
tanto, será necesario tenerlos muy en cuenta. Además, el impacto ambiental
es otro elemento que también hay que considerar.
Si bien es cierto que la energía eólica es una energía renovable y que como tal
puede ayudar a transformar el modelo energético, dependiente de las energías
fósiles, por otro más sostenible, existen ciertos impactos ambientales que de-
beremos considerar.
Los parques eólicos, al igual que muchos otros proyectos, están sujetos al pro-
cedimiento de evaluación ambiental de los proyectos, por lo que debe obte-
nerse una autorización administrativa para poderlos construir.
Aparte del impacto sobre las aves, el impacto visual y el impacto acústico, que son los
más conocidos, durante el desarrollo y la proyección de los parques eólicos también exis-
ten otros impactos, como:
• El efecto de parpadeo (flickering): con este nombre se conoce el efecto de sombra que
producen las aspas al girar sobre el territorio cuando el sol está bajo. Este aspecto se
tiene en cuenta a la hora de decidir la ubicación de los aerogeneradores para asegurarse
de que no se provocan molestias a la población de los alrededores.
• La afectación al patrimonio histórico y arqueológico: antes de construir los parques eóli-
cos se lleva a cabo una prospección arqueológica del terreno para asegurarse de que no se
afectan restos arqueológicos no catalogados. Este aspecto se lleva a cabo en la mayoría de
los proyectos que se realizan en suelo no construido (líneas eléctricas, carreteras, etc.).
Hasta aquí hemos visto los principales impactos negativos que puede tener un
parque eólico en el entorno. Entremos ahora a valorar los aspectos positivos
que aporta la construcción de los parques.
1) Energía generada por los parques eólicos: la energía, como hemos visto en
el apartado 3, es un aspecto totalmente necesario para la sociedad actual. No
nos podemos plantear vivir sin ella y el uso que hacemos de ella es notable.
En la actualidad, como hemos visto, la energía proviene de fuentes con más
impacto ambiental que la energía eólica (residuos radioactivos, humos, emi-
siones, etc.). Por lo tanto, si queremos continuar con el nivel energético glo-
bal, es necesario que optemos por formas de generación más respetuosas y que
éstas se alimenten de fuentes renovables, como la energía eólica.
2) Emisiones evitadas: los parques eólicos generan energía eléctrica sin emitir
ningún tipo de contaminación al ambiente. Por lo tanto, observamos que el
impacto ambiental es mucho menor que el de una central térmica. Esta tecno-
logía tampoco genera gases de efecto invernadero, por lo que no contribuye al
cambio climático.
3) Protección contra incendios: dado que los parques eólicos se sitúan en en-
tornos rurales, ayudan a la detección de incendios, ya que el personal de ex-
plotación del parque puede detectar los incendios próximos. Además, todos
los parques deben tener una balsa con agua para apagar posibles incendios del
propio parque. Cuando el incendio no se da en el parque, sino en los alrede-
dores, los bomberos utilizan también estas balsas. En este sentido, se ha com-
probado que los parques eólicos ayudan a la prevención y extinción de
incendios.
En este apartado hemos visto los impactos principales, tanto negativos como
positivos, que tiene la implantación de los parques eólicos. En muchos puntos
del territorio en los que se plantea la construcción de un parque eólico, se
crean plataformas en contra de los parques, con argumentos diversos, pero
muchas veces se alude a argumentos de protección del medio ambiente. Es de-
cir, que se argumentaba en contra de los parques eólicos para proteger el me-
dio ambiente, la fauna y la vegetación. Esto provoca que en algunos casos
lleguemos a oír o leer en los medios de comunicación que “los ecologistas es-
tán en contra de la construcción de un parque eólico”.
Hasta aquí hemos visto las principales características de los parques eólicos.
Técnicos de energía
Pasemos ahora a describir otra de las energías renovables: la solar fotovoltaica. fotovoltaica
En este apartado revisaremos los principales tipos de plantas fotovoltaicas y de Los técnicos competentes en
estas instalaciones son los inge-
instalaciones conectadas a la red. En el apartado 6 describiremos todos los ele- nieros industriales y los inge-
mentos necesarios para construir una planta fotovoltaica. nieros de telecomunicaciones,
entre otros.
Existen diferentes tipos de líquidos que pueden utilizarse en las plantas sola-
res. Normalmente es agua con glicol u otros productos químicos (como los an-
ticongelantes) que garantizan el buen funcionamiento de la instalación. No se
suele utilizar sólo agua porque conviene evitar que el líquido utilizado cambie
su estado, es decir, que no se congele ni se evapore (las temperaturas de trabajo
de las instalaciones solares pueden estar por debajo de los 0 °C y por encima
de los 100 °C).
Los captadores son como los que se muestran en la figura 37. Pese a que pue-
dan parecer dos tecnologías diferentes, ambos son captadores térmicos. El de
tipo (a) es el más habitual y se denomina captador plano. El (b), denominado
captador de tubos de vacío, alcanza temperaturas más altas y, dado que su cos-
te también es más alto, se reserva sólo para las aplicaciones de alta temperatu-
ra. Para los sistemas experimentales de aire acondicionado con energía solar
térmica se utilizan los captadores de tipo (b).
a) Captadores de cilindro parabólico: son captadores que reflejan los rayos so-
Fluido de trabajo
lares que reciben en su superficie y los concentran en un tubo central. Por este
Los fluidos de trabajo pueden
tubo circula un fluido especial que, al recibir el calor solar e incrementar la ser, entre otros, aire, vapor de
temperatura, se convierte en vapor. Este vapor, igual que en el ciclo de Ranki- agua, sodio fundido o sales
fundidas, según la tecnología
ne explicado en el subapartado 4.2.2, se hace pasar por una turbina que, aco- que se emplee.
• Instalaciones integradas en cubierta: son aquellas en las que las placas fo-
tovoltaicas se colocan directamente sobre la cubierta o la sustituye. Estas
instalaciones tienen poco impacto visual y son las que mejor se integran.
Dado que su orientación e inclinación será la que tenga el techo, se gene-
rará menos electricidad que en otros casos. Una instalación de este tipo es
la que se muestra en la figura 40.
Fuente: http://4.bp.blogspot.com
También existen dos subgrupos en función del soporte que tengan las placas
solares:
• Estructura fija: se trata de instalaciones como las que hemos visto de cu-
bierta con estructura, pero en lugar de estar sobre la cubierta, están sobre
el terreno. Se enroscan en cimientos de hormigón para que presenten la ro-
bustez y la estructura necesarias. Las instalaciones de este tipo son como las
que se muestran en la figura 42.
Como idea, os debe quedar claro, pues, que la energía solar fotovoltaica conec-
tada a la red no es económicamente viable si no dispone de este sistema de pri-
mas. Las primas las paga el Estado y, por lo tanto, hipotecan en parte el
sistema eléctrico actual. Para que os hagáis una idea del nivel económico de
las primas, según el Real Decreto 661/2007, las primas que se podían obtener
eran de 0,30 €/kWh, cuando el coste del kilovatio por hora eléctrico está alre-
dedor de los 0,05-0,06 €. Por lo tanto, estamos hablando de primas que ¡quin-
tuplican el coste real del kilovatio por hora!
Por último, cabe señalar que si actualmente estas plantas no son viables por sí
solas es porque el precio de la electricidad (el coste en €/kWh) es muy bajo. Es
decir, estamos en una época en la que la energía tiene un coste muy bajo. La
tendencia en el futuro será, sin duda, un incremento notable de los precios,
que estará directamente relacionado con el incremento del precio del petró-
leo. En el momento en el que se incremente el coste de la electricidad de ori-
gen fósil, las plantas fotovoltaicas serán económicamente viables por sí solas
y, por lo tanto, se podrán construir sin la necesidad de primas ni ayudas de las
administraciones.
energía eólica, en el que los errores de cuantificación del viento pueden sig-
nificar graves desviaciones de la energía generada.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
Para entender cómo funciona una planta solar fotovoltaica, describiremos los
diferentes elementos que la componen, los distintos tipos que puede haber y
las características que hay que tener en cuenta para dimensionarlos.
Los diferentes elementos que componen una instalación solar fotovoltaica au-
tónoma son los que podéis ver en la figura 44:
Figura 44
Para quien tenga curiosidad por saber cómo son las plantas fotovoltaicas
conectadas a la red, y no las autónomas, hay que decir que, en realidad, los
elementos que componen la instalación son los mismos y que lo único que
varía es el sistema de acumulación. Las plantas conectadas a la red no dis-
ponen de sistema de acumulación ni de regulador, sino que cuando se ge-
nera la energía, ésta se inyecta a la red y se vende en ese momento.
Posteriormente, cuando se produce consumo eléctrico nocturno, se consu-
me energía de la red. Las plantas conectadas a la red disponen, pues, de un
transformador y de un punto de conexión a la red, en lugar de un sistema de
baterías para acumular la energía, tal como podéis ver en la figura 45. El resto
de los elementos que componen la planta son los mismos.
Los semiconductores son materiales cuyas propiedades eléctricas se pueden adaptar me-
diante la adición de impurezas durante su fabricación para que satisfagan mejor necesi-
dades concretas. En el caso del silicio de tipo p (o positivo) se le introduce boro y en el
caso del silicio de tipo n (o negativo) se le introduce fósforo. Las impurezas se introducen
cuando el silicio está fundido y quedan posteriormente en el interior de la estructura del
material. Este proceso se denomina dopaje.
1) Silicio monocristalino
En este caso, las células de silicio se fabrican de tal manera que el cristal de si-
licio que se forma a partir del silicio fundido es el mismo en todo el material.
Este tipo de silicio es el más oscuro y su superficie es homogénea.
Podemos distinguir los paneles de silicio monocristalino porque las células que
forman el panel no ocupan completamente su superficie. ¿Por qué? Porque en la
fabricación de las células se obtiene una barra de silicio de sección circular de la
cual, posteriormente, se cortan las células con hilo de diamante (como si cortá-
ramos rodajas de una longaniza). Como el silicio monocristalino es caro y ade-
más tiene buen rendimiento, en la fabricación de los paneles no se recorta por
completo esta sección circular, sino que únicamente se recortan las partes exte-
riores y así queda el panel, como un conjunto de células achaflanadas. Este tipo
de módulo presenta un rendimiento medio del 14 al 15% y tiene prestaciones
aceptables con radiación solar baja. Una célula de silicio monocristalino es la que
se ha mostrado en la figura 47, y un panel monocristalino es el que aparece en
la figura 48, donde podéis ver que no toda la superficie está ocupada por silicio.
2) Silicio policristalino
El proceso de fabricación de
las células de silicio comienza
con la purificación del silicio,
según diferentes procesos
patentados. Posteriormente,
este silicio fundido se solidifica.
En función de los procesos de
purificación y solidificación ob-
tenemos un tipo de silicio u
otro.
Fuente: Wikimedia Commons (izquierda) y Proyectos técnicos y maquinaria LTDA [http://blog.ptmcolombia.com] (derecha)
3) Silicio amorfo
De hecho, éste es el tipo de silicio con el que estamos más familiarizados, ya que
casi todas las calculadoras tienen una placa de silicio amorfo para poderse car-
gar cuando no tienen pilas. Este tipo de silicio tiene un tono rojizo, a diferencia
de los demás, que suelen ser más azulados, y su rendimiento es mucho menor.
Se utiliza para las instalaciones solares fotovoltaicas que se instalan en las naves
industriales. Tiene aplicación, pues, en aquellos casos en los que se quiere con-
seguir unos ingresos por generación eléctrica adicionales, con una instalación
de bajo coste y que se amortiza en un tiempo más o menos razonable. Nunca
se utilizará en instalaciones autónomas, ya que su bajo rendimiento requeriría
duplicar o triplicar la superficie necesaria de paneles fotovoltaicos. Este tipo de
módulo tiene un rendimiento medio del 6%, pero presenta un buen compor-
tamiento con radiación solar baja. En la figura 50 podéis ver el detalle de una
célula de silicio amorfo y también un tipo de captador flexible de silicio amorfo,
como los que se colocan en las naves industriales.
En función del tipo de silicio que elijamos, conseguiremos más o menos ren-
dimiento. En los casos en los que la superficie no sea un factor limitante,
como en el caso de las naves industriales, se podrá elegir un tipo de silicio
amorfo, de menos rendimiento, pero con un coste mucho más económico.
Para las instalaciones autónomas deberemos elegir un panel de silicio mono-
cristalino o policristalino, según los costes y la superficie de que dispongamos.
Para acabar, es interesante que conozcáis la evolución del mercado del silicio. La
pureza del silicio que se utiliza en electrónica debe ser del 99,9%. Inicialmente,
como la demanda de silicio para la construcción de paneles fotovoltaicos era baja,
se utilizaba para estas aplicaciones el silicio de desecho de la industria electrónica.
Poco a poco, sin embargo, la demanda de silicio para aplicaciones fotovoltaicas
ha aumentado en todo el mundo y en la actualidad supera la demanda de silicio
del sector electrónico. El mercado de fabricación de silicio es muy reducido y exis-
ten pocas instalaciones en el mundo que se dediquen a la purificación de este ele-
mento. La disponibilidad de silicio a costes razonables es, pues, un punto débil en
el mercado de la energía solar fotovoltaica.
Curva I-V
jaos en que se han añadido, además, las curvas resultantes en caso de variación
de la temperatura.
Esta curva nos permite describir algunos puntos característicos que nos servirán Como podéis apreciar en la figura 51, el
a
voltaje máximo varía en función de la
para catalogar, definir y comparar los módulos de diferentes materiales o fabri- temperatura. A menor temperatura, más
voltaje, es decir, mejor rendimiento. Así,
cantes. en verano, una placa fotovoltaica en los
Pirineos tendrá mejor rendimiento que la
misma placa en Granada, donde tendrá
menos rendimiento por
sobrecalentamiento.
1) Corriente de cortocircuito o Icc (o Isc, del inglés short circuit): corresponde al
valor de corte de la curva con el eje de ordenadas, es decir, el punto de corte
con el eje de la intensidad, cuando el voltaje es cero. Es la corriente que obten-
dremos si ponemos en contacto los contactores positivos y negativos de la cé-
lula, es decir, si cortocircuitamos la célula, y es la corriente máxima que nos
puede dar la placa fotovoltaica. En el caso del gráfico de la figura 51, la corrien-
te de cortocircuito es de 5,13 A.
2) Voltaje de circuito abierto o Vco (o Voc, del inglés open circuit): cuando el
módulo no tiene ninguna carga conectada (y por tanto no circula intensidad
por el circuito) y su superficie se encuentra iluminada, el voltaje aumenta li-
geramente y alcanza un máximo. Es el punto del gráfico en el que la intensi-
dad es cero, es decir, el punto de corte con el eje de abscisas. En nuestro caso,
para una temperatura de 25 °C, el voltaje de circuito abierto será de 44,6 V.
P=V·I (45)
Por tanto, el punto de máxima potencia será aquel que en el gráfico maximice
el área del rectángulo que obtenemos para cada punto. En nuestro caso, y si-
guiendo el ejemplo de la figura 50, el punto de máxima potencia a 25 °C es el
En nuestro caso, el factor de forma será igual a 0,74. Cuanto más se aproxime
a 1, mejor será el comportamiento del módulo con las variaciones.
Tiempo de descarga
La capacidad de acumulación (CB) de las baterías es una cuestión básica
El tiempo de descarga es el
que es necesario tener en cuenta. Se expresa en amperios hora (Ah) y se tiempo que transcurre desde
calcula multiplicando la intensidad de descarga que puede proporcio- que comenzamos a consumir
energía de la batería hasta que
nar la batería (I, en amperios) por el tiempo de descarga (t, en horas). ésta llega al final del ciclo, es
decir, al estado de mínima car-
ga que puede conseguir sin
perder capacidad de carga o
estropearse.
Así:
Si, por el contrario, realizamos una descarga rápida, de una gran intensidad en
pocas horas, la batería se calentará y, por tanto, el rendimiento de la reacción
será más bajo y, como consecuencia, perderemos también capacidad de la ba-
tería. Lo mismo sucederá con el régimen de carga: si la cargamos con una in-
tensidad alta y en pocas horas, tendremos menos energía acumulada. De
hecho, si alguna vez habéis tenido problemas con la batería del coche después
de dejarlo parado durante un tiempo, habréis visto que, a veces, el mecánico
propone dejarla una noche haciendo una carga suave y profunda. De esta ma-
nera, si la batería está en condiciones, se puede volver a recuperar sin que haya
perdido su capacidad. En casos extremos en los que se haga un mal uso, la ba-
tería será irrecuperable y habrá que cambiarla.
6.1.3. Regulación
Es necesario proteger sobre todo el sistema de baterías porque, junto con los
paneles, son los elementos más caros.
• Desconexión por batería baja (o corte por baja): si el nivel de carga del acu-
mulador es demasiado bajo, el regulador corta directamente el suministro
eléctrico para evitar descargas profundas de las baterías, que son perjudi-
ciales, tal como hemos visto en el subapartado 6.1.2.
Existen dos tipos de reguladores: los de tipo paralelo y los de tipo serie. Los
primeros sólo son recomendables para las instalaciones pequeñas, ya que tie-
nen muchas menos prestaciones y se estropean más a menudo por sobreca-
lentamiento. En las instalaciones grandes se utilizarán, pues, los de tipo
serie.
Hasta aquí hemos visto tres elementos clave de una instalación fotovoltai-
Corriente continua
ca: los módulos que captan y transforman la energía solar, las baterías que
La corriente continua es aque-
acumulan la energía y el regulador que protege los elementos de un posible lla que no varía con el tiempo.
La corriente alterna tiene un
mal funcionamiento. Aparte de estos tres elementos, una instalación foto- comportamiento sinusoidal,
con una frecuencia de, por
voltaica debe tener un elemento que se encargue de transformar la corrien- ejemplo, 50 Hz en Europa y
te continua de los módulos fotovoltaicos o de las baterías en corriente 60 Hz en América.
y aparatos fuese reducida, aparte de que también resultaban más caros por
la poca salida que tenían.
El uso de los inversores supone una serie de ventajas, como pueden ser:
• para las instalaciones pequeñas, el coste del inversor puede representar un gas-
to importante (en torno al 20% de la inversión), y
e) Tipo de onda: en función del modelo de inversor podemos tener tres tipos
de ondas diferentes, lo que afectará también a la calidad de la corriente que
suministraremos:
• Onda cuadrada: son los más sencillos y económicos, pero también poco es-
tables. No soportan demasiadas sobrecargas y causan muchas interferen-
cias en los aparatos electrónicos de radio y telefonía. Sirven principalmente
para los circuitos de iluminación y cargas resistivas.
• Onda sinusoidal modificada: son los más comunes por su buena relación
calidad-precio y soportan bien las sobrecargas, pero también pueden causar
interferencias y ruidos en los aparatos de telecomunicaciones.
• Onda sinusoidal pura: son los equipos que proporcionan más calidad de ser-
vicio y son muy estables. Soportan bien los picos de consumo y no causan in-
terferencias. Son también los más caros.
Una vez hemos descrito todos los elementos que componen una instalación so-
lar fotovoltaica, es el momento de pasar a describir cómo se dimensiona una
instalación de este tipo.
Para hacerlo, iremos paso a paso y definiremos cuáles son los diferentes aspec-
tos que debemos tener en cuenta y los cálculos que hemos de realizar.
Actividad
A medida que vayáis leyendo el apartado, haced el cálculo de la instalación solar fotovol-
taica que necesitaríais para satisfacer el consumo de vuestra casa.
1) Datos de entrada
2) Datos a calcular
Para realizar los cálculos, iremos viendo, para cada equipo, cuál es el consumo
medio y obtendremos así un consumo o una demanda que satisfacer.
Para determinar los consumos eléctricos, lo más exacto sería tomar los catálo-
gos de los fabricantes de los diferentes equipos y extraer de ellos los datos.
Como esto representaría una inversión de tiempo considerable, se puede optar
por utilizar tablas con el valor más normal de consumo de los diferentes apa-
ratos, como la que os adjuntamos a continuación.
1) Aparatos de uso variable: son aquellos que se utilizan unas horas determi-
nadas al día, cuando el usuario los conecta. El consumo que tendremos será el
producto de su potencia en watts (W), que es la indicada en la figura 53, por
las horas (h) diarias de funcionamiento previstas.
Bombilla de
25-100 (60) Receptor de radio 35-50
incandescencia
Bombilla de bajo
9-20 (15) Batidora 200-300
consumo
Extractor de cocina
Fluorescente 4-58 (36) 50-70
o de baño
Reproductor de
Bombilla halógena 15-300 30-45
vídeo
Exprimidor de
Horno eléctrico 1.500-2.500 30-160
naranjas
Freidora 1.400-2.100
Figura 54. Energía eléctrica consumida por los aparatos domésticos de uso continuo
Aparato Energía (Wh/día) Aparato Energía (Wh/día)
Amplificador de
Radioteléfono 150 125-150
antena
Contestador
Lavadora en frío 400/lavado 175-250
automático
Lavadora 90 °C
1.800-2.500/lavado Radiorreloj 65-100
(5 kg)
Lavavajillas Ambientador
1.300-1.700/lavado 20-30
(14 servicios) eléctrico
Antimosquitos
Secadora 5 kg 3.200-3.500/secado 20-30
eléctrico
Nevera de bajo
Congelador normal
consumo (combi, 800-1.200 1.500-2.000
(300 l)
300 l)
Aparte de estos dos grupos de consumos, y sobre todo para el cálculo del con-
sumo de vuestra casa, es muy importante que tengáis en cuenta los denomi-
nados consumos fantasmas. Éstos son los consumos que se generan de manera
completamente inconsciente, y sobre todo se deben al modo en espera o
stand-by de los aparatos. Estos consumos, que pueden parecer insignificantes,
tienen una repercusión notable en el consumo global, y se dice que ¡represen-
Actividad
Para calcular vuestro consumo, situad estos aparatos, si los utilizáis, en una zona separada
de la tabla de cálculo para ver qué repercusión tienen en el consumo global y cómo va-
riará el dimensionado de la instalación si los tenéis en cuenta o no.
A partir de los datos de las figuras precedentes, elaborad una tabla como la que se adjunta
y caracterizad vuestro consumo diario. Esto sería lo que haríamos para determinar la de-
manda futura de nuestro sistema.
Consumos variables
Consumos continuos
Núm. de aparatos o
Aparato Energía (Wh/día o servicio) Energía (Wh/día)
servicios/día
Consumos fantasmas
Núm. de aparatos
Aparato Energía (Wh/día o servicio) Energía (Wh/día)
o servicios/día
De este modo, para efectuar el cálculo dividiremos el total del consumo diario
que hemos obtenido en el apartado anterior por el rendimiento de la instala-
ción. La expresión matemática será:
Comencemos a desarrollar nuestro ejemplo (vosotros deberéis hacerlo con los valores
que obtengáis del cálculo de la instalación necesaria en vuestra casa). Si en el subapartado
6.2.1 tenemos una demanda de 1.850 Wh y disponemos de una instalación que funciona
con corriente alterna (y, por tanto, con un rendimiento del 75%), la energía necesaria, y
que deberá aportar el conjunto de módulos fotovoltaicos, será de 2.467 Wh.
Una vez determinada la demanda que hemos de satisfacer con los módulos fo-
tovoltaicos, deberemos cuantificar el recurso que tendremos, es decir, la radia-
ción solar incidente.
Para obtener los valores de radiación solar incidente, será necesario que ten-
gamos en cuenta dos factores:
Observad que los datos de radiación de las tablas vienen expresados en meg-
ajulios (MJ) por metro cuadrado y día. Este valor nos indica la energía total
diaria que incide en una superficie.
Por ejemplo, en nuestro caso tenemos una radiación de 13,04 MJ/m2/día, que
equivale a 3,62 Wh/m2/día.
Horas de sol pico, HSP (h) = Energía radiación de las tablas (kWh/m2/día)
/ Potencia de calibrado de los módulos (kW/m2) (49)
Una vez tenemos la demanda diaria que cubrir y las horas de sol pico equiva-
lentes para la radiación solar incidente del emplazamiento de la instalación,
pasamos a calcular el número de módulos necesarios.
Para saber el número de módulos, realizaremos uno de los dos cálculos que os
detallamos a continuación, en función del tipo de uso de la planta:
los, la tolerancia del fabricante, etc. Este rendimiento tendrá un valor de entre
0,70 y 0,80.
Así pues, a partir de estos valores podremos obtener el número de módulos ne-
cesarios para nuestra instalación, en función de la demanda y de la radiación
solar incidente.
• consideraremos que utilizamos los módulos IS-170 de la tabla de la figura 57, que nos
dan una potencia pico de 170 Wp, y
• supondremos que nuestra instalación es de uso diario, por tanto, usamos la ecuación 50.
Por ello, el factor más importante que deberemos tener en cuenta es el nivel de
autonomía que queremos asumir con la instalación.
Así, a partir de los valores del fabricante y de los días de autonomía que ne-
cesitamos, determinaremos el número de baterías necesarias de nuestra ins-
talación.
Calculemos, para nuestro ejemplo, la capacidad necesaria de las baterías. Para hacerlo uti-
lizaremos los datos técnicos de unas baterías de tipo monobloque que se adjuntan en la
tabla 58. En esta tabla vemos, en la primera columna, los diferentes modelos disponibles
de baterías; en la segunda, la tensión nominal de cada una, y en la tercera, dos posibles
capacidades de carga (Cp) que hemos descrito en el apartado 6.1.2: una para una descarga
de 10 h y otra para una descarga de 100 h. Como veis, con la descarga rápida (10 h) siem-
pre tenemos un valor de Cp menor que con la de 100 h. El resto de las columnas indican
las dimensiones de las baterías y el peso.
Figura 58. Datos técnicos de diferentes modelos de batería de tipo monobloque (Isofotón)
Capacidad a 25 °C (Ah)
Longitud Amplitud Altura Peso con
MODELO Tensión (V)
(mm) (mm) (mm) ácido (kg)
10 h 100 h
Los valores que utilizaremos serán la energía necesaria (2.467 Wh), los días de autonomía
(5 días), el voltaje de la batería (12 V) y el valor de profundidad de descarga (0,45). Si sus- Ah
tituimos estos valores en la ecuación 6.10, obtenemos que la capacidad de descarga es:
Ah son amperios hora.
Capacidad de descarga = (2.467 · 5) / (12 · 0,45) = 2.284 Ahc100 (55)
El valor de la capacidad de descarga se expresa en amperios hora y un subíndice c100 que Capacidad de una batería
indica que esta capacidad de la batería la tendremos para un ciclo de descarga de 100 h.
El valor de la capacidad de des-
Con esta descarga, las cualidades de la mayoría de baterías se mantienen, por lo que será carga se expresa en amperios
el ciclo de descarga que utilizaremos para hacer los cálculos. hora y un subíndice c100, que
indica que esta capacidad de la
En nuestro caso, y teniendo en cuenta los diferentes modelos que aparecen, selecciona- batería la tendremos para un
ríamos el modelo 12.AV.204, ya que es el más grande y así tendríamos menos unidades. ciclo de descarga de 100 h.
Si consideramos que la capacidad es de 204 Ahc100, tal y como podemos ver en la tabla
de la figura 58, al realizar el cálculo tenemos que:
Así, necesitaremos doce baterías de este modelo (el número entero inmediatamente su-
perior al obtenido).
En este apartado los dimensionaremos para nuestro ejemplo, que recordad que
consta de seis módulos fotovoltaicos del modelo 170 y de doce baterías del mo-
delo 12.AV.204.
El regulador
Si hacemos el cálculo para nuestro ejemplo, el número de módulos es seis y, para facilitar
su montaje, haremos tres grupos en paralelo de dos módulos en serie. Si miramos las es-
pecificaciones del módulo fotovoltaico de la figura 57, vemos que, para el modelo 170, la
intensidad máxima es 5,13 A. Por lo tanto, según esta configuración, tendremos:
Los reguladores tienen intensidades máximas de 10, 15, 20 y 25 A. En nuestro caso, ele-
giremos un regulador de 20 A de intensidad máxima como mínimo, que es la intensidad
inmediatamente posterior a la intensidad que hemos obtenido.
El inversor
Respecto al cálculo, lo que hacemos es sumar todas las potencias de los apara-
tos que hemos enunciado en subapartado 6.2.1 y aplicarles un factor. Este fac-
Si en nuestro caso tenemos un aparato con una potencia unitaria, por si solo,
superior al valor obtenido, deberemos considerar que esta potencia es la de di-
seño del inversor. O, lo que es lo mismo, cuando obtengamos el valor de po-
tencia deberemos asegurarnos de que no existe ningún aparato eléctrico en
nuestra instalación con una potencia superior.
Continuando con nuestro ejemplo, supongamos que la potencia total instalada que he-
mos obtenido de las tablas del subapartado 6.2.1 es de 3.850 W (debemos sumar la po-
tencia de los consumos ocasionales y la de los continuos). Por lo tanto, la potencia de
nuestro inversor deberá cumplir, según las ecuaciones 34 y 35:
Así pues, elegiremos un inversor que tenga 2.000 o 2.500 W de potencia máxima en fun-
ción de los modelos disponibles en el catálogo del fabricante.
Si en nuestra instalación tenemos un horno eléctrico con una potencia de 3.000 W, de-
beremos comprar un convertidor que admita esta potencia máxima. Dado que esto au-
mentará el coste del convertidor, puede ser conveniente intentar plantear alternativas
(por ejemplo, en este caso, un horno de gas).
Cableado y protecciones
Hemos estudiado los elementos principales que forman una instalación solar
fotovoltaica autónoma, sus características y cómo dimensionarlos. Hemos cal-
culado también una instalación para nuestra casa, ¡y ello nos ayuda a ver las
necesidades de energía que tenemos!
Hasta ahora hemos analizado el sistema eléctrico, el que conforma la red eléc-
trica, y las energía renovables. También hemos estudiado los sistemas autóno-
mos fotovoltaicos, que sirven para electrificar zonas que no tienen acceso a la
red. En este apartado os describiremos aquellos sistemas que también son ca-
paces de generar electricidad, pero que no lo hacen conectados a la red, sino
que son sistemas autónomos.
¿Qué aprenderemos?
¿Qué supondremos?
¿Por qué son necesarios los sistemas de generación eléctrica autónoma? Aun-
que nos pueda parecer que la red eléctrica está extendida por todo el territorio
y que ya no tiene sentido plantearse alimentaciones autónomas, hay muchos
casos en los que esta opción es necesaria. ¿Cuáles? Por ejemplo, los dos casos
que os mostramos a continuación, para los que también describimos breve-
mente los motivos de electrificación autónoma:
Aparte de éstos puede haber otros casos, como las ferias o las atracciones pun-
tuales, los mercados de artesanías, las fiestas musicales en las plazas, los concier-
tos, etc.
Por lo tanto, en muchos casos habrá una demanda de energía eléctrica que
no podremos satisfacer con la red eléctrica. Para ellos deberemos encontrar
una solución:
Hemos visto que existen diferentes opciones de electrificación para las zo-
nas sin acceso a la red y que el mejor sistema de electrificación dependerá
de los costes y del tipo de solución que necesitemos, si debe ser temporal o
permanente.
8. Problemas resueltos
8.1. Enunciados
4) En una masía rural aislada, unos amigos vuestros quieren instalar un siste-
ma de energía fotovoltaica para tener electricidad durante los meses de verano
(de junio a septiembre). Los aparatos de los que quieren disponer son: doce
puntos de luz, televisión y vídeo, radio, batidora, ordenador, lavadora, nevera
combi y microondas. Como tenéis algunas nociones de diseño de estos siste-
mas, os preguntan cuántos módulos fotovoltaicos y cuántas baterías necesita-
rán. Os adjuntamos las características técnicas de los módulos fotovoltaicos y
de las baterías, además de la tabla de radiación solar del municipio.
Fuente: Isofotón
8.2. Soluciones
1)
2)
S = Q/T (61)
Si recordáis, el calor es una magnitud física que se mide y que depende del
calor específico y de la variación o incremento de temperatura. Dado que
en el proceso de 1 a 2 se produce un incremento de temperatura, la varia-
ción de calor en el proceso será positiva, ya que el incremento de tempera-
tura se calcula como la diferencia entre la temperatura final y la inicial, es
decir, la diferencia T2 – T1 da un valor positivo. Si el calor es positivo, se-
gún el convenio utilizado, es un calor que se absorbe en el proceso de 1 a
2 y, por lo tanto, al aplicar la definición del segundo principio de la termo-
dinámica (ec. 61), la entropía aumentará.
Figura 65
3)
Velocidad
del viento 0 5 10 15 20 25 30 35
(m/s)
Una vez que tenemos la potencia para cada velocidad del viento, calculamos
la energía que obtenemos a lo largo del año de la manera siguiente:
Horas al año (h) 1.256 1.873 1.689 1.973 906 715 192 156
Velocidad viento
0 5 10 15 20 25 30 35
(m/s)
P = 1/2 · · A · v3 · cp (63)
A es el área de barrido de las palas. El enunciado nos dice que el diámetro del
aerogenerador es 80 m, por lo tanto:
Del gráfico del aerogenerador extraemos la potencia que tenemos para cada
velocidad del viento, para este aerogenerador, y obtenemos los valores si-
guientes:
v (m/s) 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
P (kW) 50 100 200 400 700 900 1.200 1.500 1.700 1.900 1.950
v (m/s) 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
P (kW) 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000
v (m/s) 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
P (kW) 50 100 200 400 700 900 1.200 1.500 1.700 1.900 1.950 2.000
cp 0,26 0,27 0,31 0,39 0,45 0,41 0,40 0,37 0,33 0,29 0,24 0,20
v (m/s) 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
P (kW) 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000
cp 0,16 0,13 0,11 0,10 0,08 0,07 0,06 0,05 0,05 0,04
4)
Vídeo 1 45 2,0 90
Consumos continuos
Número de
Energía
Aparato aparatos o Energía (Wh/día o servicio)
(Wh/día)
servicios día
Figura 70. Radiación solar del emplazamiento (del enunciado del problema)
Orientación: 0°
Inclinación Ene Feb Mar Abr Mayo Jun Jul Ago Sept Oct Nov Dic Anual
40° 9,24 12,78 16,45 19,24 25,50 20,88 20,67 19,71 17,43 13,72 9,89 7,81 15,70
Dado que las tablas de los módulos fotovoltaicos muestran los valores están-
dares de prueba, para obtener las horas de sol pico (HSP) debemos dividir por
una radiación de 1 kWh/m2. Así:
Vistos los resultados, lo mejor será optar por diez módulos del módulo IS-
170, teniendo en cuenta que:
Resumen
Para acabar esta primera parte, hemos visto las tres leyes de la termodinámica:
1) La ley cero, que nos dice que al poner en contacto dos cuerpos con tempe-
raturas diferentes, acabarán alcanzando la misma temperatura.
Por otro lado, el impacto del sistema energético actual es múltiple. En éste des-
tacan impactos ambientales de alcance global, como el efecto invernadero
provocado por el consumo de combustibles fósiles, la generación de residuos
Las centrales térmicas son actualmente la tecnología más importante del mer-
cado eléctrico español. Éstas llevan a cabo ciclos termodinámicos de tipo Ran-
kine (asociado al vapor) o de tipo Brayton (asociado al gas). De los diferentes
tipos de centrales térmicas, las de más rendimiento son las de ciclo combinado,
que realizan a la vez el ciclo de vapor y el del gas y que alcanzan rendimientos
de generación próximos al 55%, en lugar del rendimiento del 30-35% de las
centrales térmicas convencionales.
Las centrales nucleares también llevan a cabo el ciclo de Rankine para generar
electricidad, es decir, en esencia también son centrales térmicas. La única diferen-
cia entre éstas y las centrales que queman combustibles fósiles es la fuente de
calor que utilizan. Al no quemar combustibles fósiles, no emiten gases de
efecto invernadero, pero generan residuos radioactivos de diferente intensi-
dad, cuya gestión no está del todo resuelta actualmente.
Entre las diferentes opciones disponibles para los sistemas de generación eléc-
trica autónoma, debemos analizarlas todas y determinar cuál es la que más
conviene en cada emplazamiento en el que haya una demanda y donde la red
eléctrica no llegue o el coste de hacerla llegar sea muy alto. Si necesitamos
una solución temporal, elegiremos principalmente un sistema de generador
autónomo con motor de gasóleo o gasolina. Como solución a largo plazo, ele-
giremos las plantas fotovoltaicas o los sistemas híbridos de energía fotovoltai-
ca y eólica.
Ejercicios de autoevaluación
6. La energía primaria es un término que ayuda a tener una visión global del consumo energético,
ya que...
a) ... no incluye las pérdidas por transformación energética.
b) ... representa el total de consumo energético, igual que la energía final.
c) ... incluye las pérdidas de transformación y transporte de la energía.
d) ... se valora la energía consumida por un país en relación con su PIB.
7. La energía eléctrica...
a) ... es un tipo de energía primaria.
b) ... es un tipo de energía secundaria y de energía final.
c) ... es un tipo de energía secundaria, que es necesario transformar antes del consumo.
d) ... es la energía más limpia que existe porque no genera emisiones al consumirla.
Solucionario
Glosario
acumulador m Sistema que permite independizar, en el caso de una instalación solar foto-
voltaica, la generación de energía del momento de consumo. El sistema está formado nor-
malmente por baterías de tipo plomo-ácido. Las baterías están formadas por partes
denominadas células que tienen un voltaje de 2 V.
aerogenerador m Aparato que transforma la energía cinética del viento en energía eléctri-
ca. Concretamente, la energía cinética del viento hace girar las aspas y la energía cinética de
estas aspas es la que genera electricidad en un alternador. Como en el caso de los generadores
eléctricos o de las turbinas, el movimiento del eje se transforma en energía eléctrica.
calor m Contenido energético de un sistema. No es una nueva forma de energía, sino una
transferencia de energía en la que interviene un gran número de partículas.
calor específico m Relación entre el calor que gana una unidad de masa (1 kg en el Sistema
Internacional de Unidades) de una determinada sustancia y el aumento de temperatura que
experimenta.
célula fotovoltaica f Elemento básico de un captador fotovoltaico que consta de dos capas
de silicio, una dopada positivamente (silicio de tipo p) y otra negativamente (silicio de tipo
n), y unos contactos positivos en la parte anterior de la célula (que suelen ser de plata) y un
contacto posterior negativo.
central de bombeo f Instalación que puede funcionar de manera reversible: puede generar
electricidad a partir de la energía acumulada en un salto de agua y puede consumir electrici-
dad y bombear agua de un nivel inferior a otro superior. Son instalaciones que se utilizan
sobre todo para regular el mercado eléctrico y ajustar las diferencies entre la oferta y la de-
manda.
central de ciclo combinado f Central térmica que dispone de dos ciclos termodinámicos:
un ciclo de Rankine para el vapor en circuito cerrado que toma la energía de un proceso de
combustión y un ciclo de Brayton para los humos de la quema del combustible. El rendi-
miento de generación de estas instalaciones se sitúa alrededor del 55%.
central nuclear f Central térmica que obtiene el calor necesario para activar el ciclo de
Rankine del vapor de la fisión nuclear de los elementos combustibles, elaborados de uranio.
central térmica f Central que, a partir de un ciclo termodinámico, genera electricidad. Este
tipo de centrales lleva a cabo un único ciclo termodinámico, que puede ser de tipo Brayton
o de tipo Rankine. El rendimiento medio de estas instalaciones se sitúa alrededor del 30%.
comercializadora f Agente del mercado eléctrico que emite contratos con los consumido-
res de energía y se encarga de considerarlos en el mercado de la energía eléctrica.
curva de potencia de un aerogenerador f Curva que indica la potencia eléctrica del ae-
rogenerador para las diferentes velocidades del viento.
energía eléctrica f Forma de energía que surge de la existencia de una diferencia de poten-
cial entre dos puntos. Esto permite establecer una corriente eléctrica entre ambos (cuando se
los pone en contacto mediante un conductor eléctrico) para obtener trabajo de ésta. Se trata
de un tipo de energía secundaria y también de un tipo de energía final.
energía final f Energía que consumimos realmente, es decir, la que pagamos con nuestras
facturas de gas y electricidad.
energía interna f Energía contabilizada por la suma de la energía cinética de las moléculas
y los átomos que constituyen el sistema, la energía de rotación y vibración, además de la
energía potencial entre las moléculas
energía primaria f Energía libre que puede ser captada y aprovechada por el hombre. Los
principales tipos de energía primaria son los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas na-
tural), la energía nuclear y las energías renovables (solar, eólica, biomasa, etc.). Es un térmi-
no muy utilizado en la estadística energética, ya que incluye las pérdidas por
transformaciones energéticas del sistema.
energía útil f Energía que realmente necesitamos, la que se utiliza para satisfacer la necesi-
dad que origina el consumo, la que aprovechamos. La diferencia entre la energía final y la
energía útil será el rendimiento del aparato que utilicemos.
factor de forma m Relación matemática, para la curva I-V de un captador solar fotovoltai-
co, que pone de manifiesto la proporcionalidad entre el valor de la superficie del rectángulo
delimitado por el punto de máxima potencia (Vpmp, Ipmp) y el rectángulo que se formaría des-
de los valores máximos de la curva (Vco, Icc).
gas de efecto invernadero m Gas que provoca el efecto conocido como cambio climático,
ya que altera la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera actual, princi-
palmente dióxido de carbono y metano.
instalación de energía solar térmica f Instalación que capta la energía solar con la fi-
nalidad de cubrir las necesidades térmicas.
sin. ondulador
kTEP f Kilotonelada equivalente de petróleo, que es una unidad de energía. Una kTEP equivale
a 1.000 TEP (toneladas equivalentes de petróleo) y tenemos las equivalencias siguientes: 1 TEP
= 41.868.000.000 J (julios) = 11.630 kWh (kilovatios hora). En inglés, TEP corresponde a TOE
(tonne of oil equivalent).
ley de Betz f Ley formulada por el físico alemán Albert Betz en 1926 que dice que única-
mente podremos convertir menos de 16/27 (aproximadamente el 59%) de la energía cinética
del viento en energía mecánica con la utilización de un aerogenerador.
pared rígida f Pared que no se puede desplazar y que no varía el volumen del sistema.
presión f Magnitud intensiva que se define como la fuerza por unidad de área o superficie.
productor eléctrico m Instalación que genera energía eléctrica a partir de diferentes tipos de
energía primaria (hidráulica, térmica, nuclear, solar, eólica, etc.). Para caracterizarla se valora la
potencia instalada y la cobertura anual de la demanda o mix de generación. Puede generarse en
régimen especial (con ayudas e incentivos por parte del Gobierno) o en régimen ordinario (sin
estas ayudas).
punto de máxima potencia m Punto que implica una potencia máxima entre los dife-
rentes puntos que forman la curva I-V de un captador fotovoltaico. El punto de máxima po-
tencia será aquel que en el gráfico maximice el área del rectángulo que obtenemos para cada
punto. Los valores de la intensidad y del voltaje en este punto se denominan intensidad del
punto de máxima potencia (Ipmp) y voltaje del punto de máxima potencia (Vpmp), respecti-
vamente.
regulador m Aparato que gestiona una instalación fotovoltaica y que, con cierta informa-
ción, da órdenes y hace actuar el sistema solar para evitar daños de los elementos.
segundo principio de la termodinámica m Ley que afirma que la entropía (S), es decir,
el desorden de un sistema aislado, nunca puede decrecer.
silicio monocristalino m Silicio dopado de tal manera que, al enfriarse el material, se for-
ma un único tipo de cristal. Es el tipo de silicio de más calidad y, por lo tanto, del que se ob-
tiene más rendimiento en la transformación de energía solar a electricidad. También es el
más caro.
sistema abierto m Sistema en el que puede haber flujo de materia y energía a través de su
frontera, denominada superficie de control.
sistema aislado m Sistema en el que no hay intercambio ni de masa ni de energía con los
alrededores.
sistema cerrado m Sistema en el que no hay flujo de materia a través de su frontera, aun-
que puede haber flujo de energía con el medio circundante.
temperatura f Medida del calor o de la energía térmica de las partículas de una sustancia.
volumen m Magnitud extensiva definida como la propiedad que tienen los cuerpos de ocu-
par un determinado espacio.
Bibliografía
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