0 evaluări0% au considerat acest document util (0 voturi)
89 vizualizări2 pagini
El documento discute la relación entre las percepciones individuales y las políticas públicas, y cómo estas últimas pueden conducir a sociedades libres y democráticas. Argumenta que las políticas públicas deben considerar las dimensiones sociales y humanistas, no solo los criterios economicistas. También sugiere que las políticas deben implementarse no solo por los gobiernos, sino también por actores no gubernamentales para resolver problemas sociales. Finalmente, señala que una sociedad verdaderamente libre requiere de una democracia limitada que proteja los dere
El documento discute la relación entre las percepciones individuales y las políticas públicas, y cómo estas últimas pueden conducir a sociedades libres y democráticas. Argumenta que las políticas públicas deben considerar las dimensiones sociales y humanistas, no solo los criterios economicistas. También sugiere que las políticas deben implementarse no solo por los gobiernos, sino también por actores no gubernamentales para resolver problemas sociales. Finalmente, señala que una sociedad verdaderamente libre requiere de una democracia limitada que proteja los dere
El documento discute la relación entre las percepciones individuales y las políticas públicas, y cómo estas últimas pueden conducir a sociedades libres y democráticas. Argumenta que las políticas públicas deben considerar las dimensiones sociales y humanistas, no solo los criterios economicistas. También sugiere que las políticas deben implementarse no solo por los gobiernos, sino también por actores no gubernamentales para resolver problemas sociales. Finalmente, señala que una sociedad verdaderamente libre requiere de una democracia limitada que proteja los dere
Relacionar los conceptos de percepción de individualidad vacía y marcada con
principios reguladores de la adquisición de signos y el trazo de políticas públicas conducentes a sociedades libres y democráticas. Los ciudadanos percibimos los mensajes que nos transmiten respecto al trazo de las políticas públicas realistas que son priorizados en la agenda pública, LA dimensión social de las Políticas Públicas nacido por situaciones que afectan y es percibida de manera especial por los miembros de las diferentes sociedades civiles los cuales constituyen su principal destinatario y, por lo tanto, inciden tanto de forma directa como indirecta sobre aquellos. De esta manera, encontramos un entramado de fórmulas que sobredimensionan los criterios economicistas y relegan el análisis de la parte humanista y social de la política de los gobiernos, implica ante una determinada información simplemente se interroga, indaga, se interfiere, argumentan, se cuestiona, que es el antídoto que se debe perseguir ante cualquier gestor público, cualquier política pública, es la garantía de una ciudadanía plena ajena a las ciudadanías. Asume el trazado de Políticas Públicas como aquellas que se podrían implementar, no sólo desde los gobiernos sino, fundamentalmente, por actores no gubernamentales donde la acción del mercado sería la mano invisible que daría solución a aquellos problemas de mayor demanda social. De esta tendencia se han derivado otras La tendencia economicista según la cual el trazado de Políticas Públicas consiste en aquellas acciones que generen menores costos gubernamentales y mayores beneficios empresariales privados. La llamada hacia fuera que consiste en priorizar el trazado de Políticas Públicas proteccionistas de los intereses de las transnacionales de capital extranjero. La denominada no responsabilidad gubernamental a partir de la cual se perfila la idea de que, desde su trazado hasta su implementación, estaría basada en la corresponsabilidad de actores diversos de las diferentes sociedades civiles. Estos actores suelen denominarse ciudadanos autónomos y contribuyentes. Se puede sintetizar que el conjunto de estas tendencias sugiere que el método para alcanzar las tres economía, eficiencia y eficacia consiste en la reducción abrupta de aquellos bienes y servicios de carácter público, indispensables para la reproducción individual de la vida de cada persona. Fundamentalmente la privatización de los servicios de la educación, de la salud, de las pensiones y de las jubilaciones, así como la reducción de la oferta de empleos protegidos y el incremento del denominado sector informal. En este sector, las acciones para garantizar las condiciones de empleo y de salarios decorosos por parte de los gobiernos no cuentan como obligación. A menudo se cree que un país libre es lo mismo que un país democrático. Y lo cierto es que mucha gente alrededor del mundo comenzó a avanzar hacia la libertad con el voto, logrando así influenciar las políticas públicas que hasta entonces habían sido impuestas por gobernantes no elegidos o por grupos de rufianes. Pero una verdadera sociedad libre puede existir solamente bajo una democracia estrictamente limitada. Para comenzar, las votaciones no pueden imponer lo que cada ciudadano tiene que hacer con respecto a su trabajo y a su propiedad. Democracia no debe significar nada más allá de la selección de administradores del sistema legal, el cual se debe limitar a proteger los derechos fundamentales del ciudadano. Clave de la transición democrática, ésta solamente se construye por la confianza depositada en una ciudadanía cada vez más organizada, convertida en un efectivo agente del cambio democrático que se realiza en y por la libertad. Los actores políticos serán tales, en la medida que el reconocimiento, la tolerancia y el respeto sean los signos inequívocos de una propuesta liberadora que trascienda en el ámbito personal, familiar, local, regional y nacional, hacia la construcción y realización de una sociedad de libertades públicas que tenga sustento y garantía en la Constitución y las leyes, explicándose también por las libertades personales que logren complementarse con las del otro y los otros, fundadas en el respeto y la confianza mutua de las ideas, iniciativas y realizaciones que esperan por oportunidades; una democracia que por realmente representativa, sea participativa (y viceversa); una sociedad de derechos humanos, capaz de explicarse al actualizarlos y escrupulosamente respetarlos; con sendas estrategias de desarrollo, asentado en la recuperación y mejoramiento sustancial de la calidad de vida, resultado definitivo de todo esfuerzo económico y productivo con equidad social. Atte. William Samuel MANTARI ARAUJO
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales