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Edgardo Mercado Jarrín

Mi tema va estar orientado a presentarles una alternativa global de regionalización. Esta


alternativa la voy a plantear fundamentalmente basándome en aspectos geopolíticos,
de manera que mi exposición va a consistir en primer lugar en hacer un breve análisis
de las influencias geopolíticas que permanentemente están impactando en la
conducción política del Estado, y de qué manera influye en un proceso de
regionalización: la forma, la ubicación, la presencia de las cuencas fluviales y en qué
forma pueden acentuar o disminuir las vulnerabilidades geopolíticas del Perú, para
luego presentar una proposición: hacia dónde debe desarrollarse el Perú, cuál es la
dirección general en que debe desarrollarse, para finalmente presentar ya una
alternativa de regionalización.
Estimo, en primer lugar, que, estando en vísperas de poner en marcha un proceso de
regionalización, sería equívoco de nuestra parte si este proceso de regionalización,
además de lo que norma la Constitución, no fuera formulado y no fuera conducido de
manera de corregir las grandes vulnerabilidades que venimos sufriendo.
No puede haber una concepción de regionalización ausente a dos realidades de la
década presente. El Perú hoy día cada vez más depende del sector externo.
Hemos tenido un proceso de desarrollo económico dependiente, que se expresa en una
deuda de 14 mil millones de dólares y en la escasez de recursos pues no tenemos ni para
comprar alimentos; y en segundo lugar hacemos frente a un proceso subversivo que
surge del Ande, producto de la miseria, del hambre, del abandono político y la injusticia
social. Como consecuencia de esta situación un proceso de regionalización, además de
las finalidades y de los propósitos que las leyes y la Constitución le asignan, tiene que ir
paralelo a la necesidad de modificar la estrategia de desarrollo, que durante más de una
centuria ha sido la causa de esta situación y se ha mostrado incapaz de prevenir la
iniciación de un proceso subversivo que como una mancha de aceite avanza en todo el
país.
Como consecuencia, no es que las democracias en la América Latina estén en crisis, lo
que realmente está en crisis en América Latina es un modelo, es una estrategia de
desarrollo obsoleto, que ha privilegiado a unos pocos en detrimento de las mayorías.
Por ello debemos tener la habilidad y la creatividad —el próximo gobierno tendrá que
hacerlo— de crear un nuevo modelo de desarrollo, una nueva estrategia de desarrollo
diferente, orientada funda. mentalmente a potenciar el Interior del país, Tenemos que
llevar adelante, en el futuro, una política de interiorización: hay que desarrollar el país
hacia adentro, hay que ocupar los grandes espacios vacíos y el proceso de
regionalización tiene que ir en ayuda de esto. Una nueva estrategia de desarrollo tiene
que orientar el crecimiento a disminuir la pobreza, a hacer de los pobres verdaderos
productores, a vigorizar el mercado de consumo, para que realmente haya un proceso
de industrialización; consecuentemente tenemos que efectuar una política agraria
fundamentalmente destinada a satisfacer las necesidades básicas de nuestros
pobladores.
Resulta muy satisfactorio,—porque hay unanimidad en todos los partidos políticos—,
constatar que en el futuro, dentro de esta estrategia de desarrollo será prioritario el
desarrollo agrícola. Hay que volver al agro, hay que fortalecer el campo, hay que elevar
los niveles de vida del campesino. Pero no solamente hay que dar prioridad a una política
agraria, sino que simultáneamente hay que reformular también un nuevo tipo de
política industrial. Si a nosotros nos faltan alimentos, si tenemos el ejemplo del
desarrollo de la Comunidad Económica Europea fundamentalmente a base de la
agricultura, nosotros tenemos que ser coherentes y orientar nuestro proceso de
industrialización en la misma dirección a fortalecer el campo; priorizar la agro-industria,
para aumentar la calidad de la vida, para frenar los movimientos migratorios, para
asentar al campesinado en su lugar de origen, para darle mayor valor agregado a los
productos del campo.
Un análisis breve del proceso demográfico del Perú nos dice que en los últimos 20 años
el Perú ha crecido a una tasa del 2.5%. Mientras que las ciudades han crecido al 5.4%
nuestro espacio rural ha crecido entre 1.8% y el 2.0%, de manera que hay un
despoblamiento relativo del campo. Cada vez gastamos más en alimentos y no tenemos
las divisas necesarias para comprarlos: al mismo tiempo alarmantemente disminuye la
mano de obra en las áreas rurales, de manera que tenemos que priorizar una nueva
estrategia de desarrollo. Tiene que haber una concepción de la regionalización para
ayudar a cambiar la estrategia de desarrollo, para avanzar hacia el interior del país,
conquistar los grandes espacios que aún no han sido conquistados, y expandir la
frontera agrícola, para desligarnos cada vez más de la dependencia del exterior y para
evitar que el flagelo del terrorismo siga campeando como lo viene haciendo en nuestras
grandes áreas rurales. Pero para ello tenemos que analizar de qué manera producen
estímulos geopolíticos los diferentes accidentes geográficos del Perú.
El Perú, en su forma, es un país alargado, por su forma nuestras fronteras son recortadas
e irregulares. ¿Qué significa eso? Significa que el Perú proporcionalmente a su área
territorial tiene un perímetro fronterizo mucho más extenso que el de nuestros países
vecinos; que tenemos dentro de un perímetro extenso relativamente menos espacio
geográfico.
Como somos un país de forma alargada, el poblador de Tumbes y el poblador de Tacna,
el poblador de Caballococha y el poblador de Puno, tienen mayores índices de
diferenciación. La forma del país no favorece el centripetismo político administrativo y
si a eso agregamos que Lima es una zona excéntrica, que la Cordillera Andina se levanta
como un muro de contención a los influjos geopolíticos que emanan de Lima
Metropolitana para hacer más dinamitas nuestras fronteras, un proceso de
regionalización no puede negar la necesidad de fortalecer la periferia, y de fortalecer el
juego dialéctico de centro y periferia.
Nosotros somos un país geopolíticamente ubicado al centro occidental del Continente
Americano y esa es una ventaja, a la que se añade el hecho que el Perú posee las fuentes
de los grandes formadores de la Amazonía. Nosotros, debido a nuestra ubicación, somos
un país privilegiado en los procesos de integración andina y en los de cooperación
amazónica. Como consecuencia, un proceso de regionalización tiene que tener en
cuenta el privilegio de la posición central del Perú, para favorecer dichos procesos.
No podemos hablar de integración andina si no nos integramos, si no nos articulamos
internamente. El Perú es un país de dos litorales, del Pacífico y del Atlántico; los grandes
formadores del Amazonas nacen en nuestro territorio, el Ucayali y el Marañón. Nuestras
eventuales regiones tienen que dar frente al Océano Pacífico y frente al Océano
Atlántico, no podemos aislar a ciertas regiones. Una región frente al litoral obtiene más
libertad de movimiento, fortalece el intercambio y el comercio, fortalece su sentido de
independencia y de soberanía.
Pero en el Perú ha habido una distorsión histórica en la percepción frente a sus fronteras
marítimas. Nosotros sentimos que somos fundamentalmente un país marítimo. No
señores, el Perú no es un país marítimo, somos fundamentalmente un país continental
y marítimo, primando la continentalidad. El mar, la maritimidad del país es muy
importante y seguirá siendo sumamente importante para el Perú, pero estimo que dos
hechos históricos cambiaron la percepción de la continentalidad del país y por ello
estamos dejando de ser lo que fuimos, y lo que debemos ser, dejando de ser lo que
fuimos, y lo que debemos ser, nuestra verdadera identidad: un país fundamentalmente
andino. La Guerra del Pacífico, que le perdió en el mar diez años antes del 79, al adquirir
dos acorazados Chile, y obtener la superioridad marítima, marca ya una distorsión en la
percepción peruana de su concepto de maritimidad, pues el Pacífico Sur ha sido el
escenario de una suerte de competencia histórica con nuestro vecino del Sur. Nuestra
gran riqueza ictiológica, que durante muchos años ha servido y seguirá sirviendo como
fuente de recursos alimenticios en un país como el nuestro deficitario en ellos, es el otro
factor que distorsiona nuestra percepción.
Pero nosotros somos un país con 10,153 kilómetros de perímetro fronterizo y solamente
con 3,079 de frontera marítima, cuyo cociente nos da 3.3; y este cociente de
continentalidad sí es un indicador de soluciones políticas, Esto nos dice que el Perú ha
abandonado su percepción andina para favorecer un desarrollo costero periférico que
acentúa su maritimidad; tenemos que volver al Ande y despertar las fuerzas dormidas
de la continentalidad, tenemos que volver los esfuerzos del desarrollo hacia el interior
y eso tiene que corregirse, entre otros instrumentos, a través de una política de
regionalización efectiva y eficiente.
Pero, el más importante entre todos los factores es la cordillera, y cómo gravita la
cordillera en el trazo y en el diseño de una geoestrategia de regionalización. El Perú es
un país fundamentalmente encabalgado, porque estamos a uno y otro lado de la
cordillera. Para estar bien montados, para estar bien encabalgados, hay que mantenerse
sobre la montura y hay que tener los estribos al mismo nivel. Pero el Perú ha perdido su
equilibrio, ya el Perú no está asentado sobre la cordillera.
El gran desarrollo socio-económico, el 50% de la población y el 80% de nuestra economía
están sobre la Costa; hoy día somos un país desarticulado, somos geopolíticamente un
país en proceso de abandono de nuestro hábitat natural y en todo caso tenemos que
buscar nuevamente el equilibrio, entre el desarrollo de la Costa, la Sierra y la Selva y
asentarnos nuevamente sobre los Andes.
¿Por qué duró más de 400 años el Imperio Incaico? Porque el Imperio Incaico jamás salió
de su hábitat geográfico, porque los incas con un instinto geopolítico mantuvieron su
dominio territorial sobre los Andes. Si los incas hubieran incursionado en la zona de
Argentina hacia la pampa húmeda, más al sur de Tucumán, o si en la Costa se hubieran
proyectado más al sur en la región del Maule, el valle central, hubieran introducido el
principio de disociación y no hubiéramos tenido el privilegio de tener 400 años de
civilización incaica y la proyección hasta hoy de sus grandes corrientes culturales. Y es
que los incas, geográficamente, se mantuvieron sobre su hábitat, el hábitat de los Andes,
lo que el Perú de ahora no está haciendo. Eso tiene que ser corregido a través de una
estrategia efectiva de regionalización del país.
Los Andes peruanos juegan a manera de un muro de contención que impide que los
influjos geopolíticos, las fuerzas centrífugas y contrípetas de los centros dinámicos de la
Costa lleguen hacia nuestras fronteras. Los Andes peruanos producen el cantonalismo
geopolítico, la dispersión política, porque no existen en ellos verdaderas gargantas
geopolíticas.
No se ha analizado por qué Chile y Argentina acaban de llegar a un acuerdo, porque
entre otros factores los Andes se achatan en el Sur y forman la única garganta
geopolítica en Sudamérica. Así entre Puerto Varas (Chile) y Bariloche (Argentina), la
región más hermosa de los lagos argentinos, hay una corriente interactuante entre
chilenos y argentinos; cientos de miles de chilenos trabajan en la Patagonia, porque los
Andes al achatarse conforman una verdadera garganta geopolítica, lo que permite la
intercomunicación económica-social de un lado y de otro,

un verdadero vínculo entre chilenos y argentinos. Cuando uno viaja en Europa, la zona
de Baviera, a través de los Alpes al norte de Italia por el paso del Brennero; ahí han
transcurrido los años y se mantiene históricamente un mismo núcleo humano, los
tiroleses: los tiroleses germanos, los tiroleses austriacos tienen las mismas costumbres,
la misma lengua, gustan de la misma comida porque el paso del Brennero es una
garganta geopolítica y hay una actividad interactuante entre estos Estados. Cuando uno
toma el automóvil y por la costa del Mediterráneo se acerca a España, la primera
sorpresa es ver los letreros en un lenguaje distinto al nuestro, el catalán. Y es que
también los Pirineos se achatan al Sur y se produce una garganta geopolítica entre
España y Francia, la Provenza, ha influido mucho sobre la región de Cataluña, y los
catalanes se sienten autónomos, hablan otro idioma y se creen distintos.
Sí, somos un país encabalgado, pero lamentablemente no tenemos gargantas
geopolíticas sino simplemente abras, la de Porculla, por ejemplo, por donde pasa la
carretera de penetración, o el Boquerón del Padre Abad, por donde pasa otra carretera.
Entonces para vencer el muro de contención de la cordillera, para mantener y fortalecer
la identidad nacional hay que crear artificialmente verdaderas gargantas geopolíticas,
construir corredores geopolíticos transversales. Por eso una regionalización de sentido
transversal privilegia la geoestrategia de cualesquiera alternativa de regionalización,
porque de lo contrario estaríamos aumentando el sentido disgregador, la función de
fraccionamiento que geopolíticamente produce la cordillera.
El fenómeno complejo de Sendero Luminoso no ha sido estudiado en sus verdaderas
raíces telúricas y geopolíticas. El Ande va provocando en el poblador andino peruano
ciertas energías que se van acumulando con el tiempo, debido a la dificultad para
dominar su ámbito, a los obstáculos para crear espacios aptos para la agricultura. La
lucha por la supervivencia del hombre del Ande es un reto permanente que va poco a
poco creándoles y al mismo tiempo reservándoles ciertas energías, las que frente a un
elemento catalizador estallan en violencia u otras formas que hay que saber contener o
encauzar.
Cuando el Imperio Incaico comienza a surgir en la zona del Cusco —los incas sí tenían
un gran sentido geopolítico— a los incas se les presentaban dos alternativas: o ampliar
el núcleo demótico de la zona del Cusco hacia el Norte, para dominar a los Huaris, la
gran civilización de los Huaris, o proyectarse al Sureste, a la gran civilización pacífica de
los Tiahuanacos. Si los incas se hubieran proyectado inicialmente al Norte, donde ha
surgido hoy Sendero Luminoso, quizás no hubiéramos tenido Imperio Incaico, porque
los huaris eran aguerridos, eran violentos, características en parte producto del suelo.
Pero los incas, con un buen criterio ratzeliano, primero anexaron la zona políticamente
más valiosa. Tiahuanaco; y al aumentar su cultura y sus posibilidades, después se
volcaron y dominaron a los Huaris.
En la Guerra del Pacífico, perdimos la guerra a los 14 meses de iniciada la campaña en
la costa del Pacífico, pero la Resistencia de la Breña duró tres años. Si los núcleos de
resistencia de la Sierra, del Ande, si los núcleos de Cáceres en Ayacucho, de Campero en
Bolivia, y del Almirante Montero en Arequipa se hubieran unido, no hubiera habido
Tratado de Ancón. Chile conmemora el día de la Infantería el día de la Batalla de
Concepción; los campesinos de la zona del centro, de la zona de Ayacucho, de la zona
de Huancayo, de la zona de Concepción, se alzaron solos, se organizaron y condujeron
solos y combatieron denodadamente frente a los atropellos y vejámenes del ejército
chileno, y en Concepción no quedó vivo ni un chileno para contar la historia.
Aún hoy día no se analiza el complejo fenómeno de la subversión, el ejercicio de la
violencia en el Ande, siempre hay la lucha entre el hombre de altura y el hombre del
valle, debido a que este último pretende mantener ciertos privilegios sobre aquellos;
esta lucha por la dominación que se repite históricamente en el Perú, se repitiendo en
el caso de Sendero Luminoso. Se puede observar que Sendero no exhibe éxitos por
encima de los 3400 metros de altura.
Las grandes comunidades indígenas que habitan en altitudes superiores son las que se
han convertido en el elemento de contención de Sendero Luminoso. De modo que si el
Ande provoca estas características propias, si produce estas reservas de energía las que
frente a un elemento catalizador, como en el caso actual, —la pobreza generalizada que
vivimos, el atraso de los pueblos andinos, su abandono político y económico—, produce
estas reacciones de violencia, no puede darse un proceso de regionalización que las
ignore, que no las integre, que aísle a estas zonas. Por eso un proceso de regionalización
transversal resulta un elemento coadyuvante en la tarea de afirmar la identidad
nacional, porque una de las grandes debilidades del país es la falta de identidad y
tenemos que buscar el mestizaje de los caracteres que nos distancian y confrontan y
atacar las raíces estructurales de los problemas.
Pero nuestras cuencas hidrográficas también son portadoras de tendencias hacia
posiciones independientes entre los pobladores que las habitan. Ya Ciro Alegría, en su
novela El mundo es ancho y ajeno, sin tener un conocimiento geopolítico, decía: “el río
Marañón es un valle egoísta”, porque efectivamente los valles de curso paralelo son
valles egoístas. De manera que nuestra identidad nacional no sólo está parcelada por la
cordillera, no sólo está desintegrada por una serie de factores raciales, etnográficos,
culturales, sino además por el curso paralelo de ciertas cuencas.
Un proceso de regionalización no debe convertirse en un instrumento que ahonde esas
diferencias. Así, un proceso de regionalización que constituya regiones o las forme a lo
largo de los grandes valles longitudinales como el valle del Marañón tramo sur-norte, el
Ucayali, el Huallaga o el Urubamba, no estará haciendo otra cosa que acentuando el
carácter independiente de estas zonas. Una regionalización transversal tiende
indudablemente a limitar esas diferencias.
Pero, ¿qué sucede en el centro del país? A la altura del Nudo de Pasco hay un
desprendimiento de la Cordillera que avanza hacia el Oriente e irradia en un “abanico
de dispersión” los principales cursos de agua formadores del Amazonas, los que
constituyen en la Selva Central un núcleo de fuerte centralización estatal y las
posibilidades de mezclar los intereses complementarios de las cuencas radiales del
Pichis-Pachitea y Perené-Tambo y sirve de base a grandes extensiones de tierra de las
cuales aproximadamente 2 millones de hectáreas son de rendimiento económico. Estas
cuencas radiales producen un gran centripetismo político y constituyen el corazón
terrestre del Perú.
Es lo que se observa han producido en Europa las cuencas radiales; así, la Isla de Francia,
el centro de París, debido a la forma radial en que se dispersan el Sena y los principales
ríos franceses, ha producido la gran centralización estatal francesa; y sucede lo mismo
en la Meseta de Valdai en la zona de Moscú. Cuántas veces ha sido cambiada la capital
de la Rusia zarista y de la Unión Soviética de Moscú a Petrogrado pero han tenido que
regresar nuevamente a Moscú porque los ríos de esta zona se dispersan en una zona
radial y generan un gran poder de centralización estatal. Por eso es que Moscú sigue
siendo y será por mucho tiempo la capital de la Unión Soviética. Estos conceptos
recogidos de la observación de los estímulos que provocan los accidentes geográficos
hay que tenerlos en cuenta para un proceso de regionalización.
¿Cuáles son las grandes vulnerabilidades del Perú de hoy desde el punto de vista
geopolítico? Las vamos a analizar brevemente: en primer lugar, en la última década
están apareciendo nuevas tensiones en nuestras fronteras que cada día tendrán un
impacto más importante en nuestras regiones fronterizas; en segundo lugar, el
macrocrecimiento de Lima Metropolitana, debido a que todo el Poder está concentrado
en Lima Metropolitana; en tercer lugar, Lima Metropolitana como núcleo geohistórico
para articular el territorio ya cumplió su misión; la cordillera seguirá actuando como un
dique de contención que impedirá que el dinamismo de Lima Metropolitana llegue hacia
nuestras fronteras; y, finalmente en el Perú, el poblamiento espontáneo ha dado lugar
a la desarticulación espacial, han surgido diferentes centros de dominio pero que no
llegan a conformar un sistema de articulación territorial. Aspectos éstos que analizaré
brevemente.
¿Qué sucede con el Ecuador? El tiempo trabaja a su favor. El Ecuador se presenta,
particularmente hacia nuestras fronteras, como un país de forma compacta, forma que
favorece el centripetismo político, la administración, la cohesión en sus regiones
fronterizas con el Perú, y si añadimos que en el Ecuador, sobre la zona cordillerana, están
los grandes núcleos geoestratégicos como Loja, Cuenca y Quito, constataremos que
estos núcleos que dimanan fuerzas políticas, económicas, demográficas y de todo orden,
por su ubicación, no están expuestas a la acción frenante de la cordillera y además están
equidistantes con relación a nuestras fronteras de Tumbes, Piura y de la Cordillera del
Cóndor, de manera que desempeñan un rol dinamizador de ellas. Si a la ubicación de
estos centros añadimos el hecho de que un gran valle con-formado por el río Upano y el
río Zamora corre paralelo a 15 kilómetros de la frontera de la cordillera El Cóndor de
manera que aquí se está produciendo una acción de poblamiento muy interesante.
Ecuador ha creado un instituto de colonización, ha formalizado un contrato con Israel
para colonizar esta zona, ha establecido un Servicio Militar Obligatorio de colonización.
Corno consecuencia de esta situación se está creando un eje geopolítico de articulación
y dominación territorial a sólo 15 kilómetros de nuestra frontera. Por tanto, las
presiones son cada vez mayores en nuestra zona de frontera sin demarcar y si nosotros
no hacemos algo por contrarrestar, —y podemos hacerlo desde el punto de vista de la
regionalizacion—, tendremos en el futuro nuevas infiltraciones ecuatorianas y nuevos
problemas en la zona.
Pero a esto se añade que el Ecuador en los últimos años ha empleado muy bien sus
ingresos del petróleo y ha aumentado el coeficiente geovial de la zona, ha construido
cinco transversales. En primer lugar, viendo un mapa ecuatoriano, constatamos que en
plena Selva Alta, a pie de monte a cota 300 metros, corre ininterrumpidamente una
carretera en plena selva; es el único país que tiene terminada la Marginal de la Selva y
no ha hecho mucha propaganda. Esta es la carretera que va por el Zamora, por Macas,
por Puyo y Tena, Lago Agrio. De manera que en el Ecuador se puede llegar bordeando
la frontera peruana amazónica desde Tumbes hasta un punto navegable en el Putumayo
en la frontera con Colombia por la Marginal de la Selva ecuatoriana, y ahora desde ella
están construyendo carreteras de penetración que van hacia Napo, el Tigre, el
Corrientes, y en general a todos los afluentes septentrionales del Amazonas que llegan
a nuestra zona fronteriza.
Ustedes se preguntarán el porqué de la infiltración ecuatoriana en el 81. Esa infiltración
respondió a un hecho geopolítico: el mayor dinamismo ecuatoriano en la zona. Ecuador
ha construido una carretera de primer orden entre Guayaquil y Huaquillas hacia nuestra
frontera tumbesina. He viajado recientemente a Machala; bueno, mientras nuestra
carretera Panamericana se destruyó totalmente por las inundaciones, la de ellos está
intacta y por una simple condición: Ecuador cada vez que negocia un contrato de
construcción de carreteras, firma una cláusula adicional sobre su mantenimiento y exige
a los constructores que esa carretera, una vez terminada, tiene que ser mantenida
durante diez años. Por eso es que, a pesar de que las lluvias fueron igualmente
torrenciales uno y otro lado de la frontera, es lamentable constatar que mientras del
lado ecuatoriano están intactas las carreteras, y no ha tenido necesidad el Ecuador de
desembolsar grandes cantidades de dinero para su reparación, del lado nuestro están
totalmente destruidas.
Pero no es a eso a lo que me estoy refiriendo. Ecuador ha construido en los últimos años
cinco transversales desde la Costa hasta la frontera amazónica: de Guayaquil a Cuenca;
de Cuenca a Machala; de Arenillas hasta Loja; de Santa Rosa otra transversal hasta Loja,
ambas se prolongan al Zamora; la que desde Huaquillas pasando por Macará llega a
Tumbes. Desde el río Zamora hay cinco penetrantes que llegan a la Cordillera de El
Cóndor, de manera que Ecuador en la última década ha cambiado el coeficiente de
movilidad a su favor de toda la zona fronteriza.
Pero veamos los recientes estudios de poblamiento del Ecuador. En la zona fronteriza,
en la Selva, ha surgido un nuevo frente de poblamiento. En un mapa oficial ecuatoriano,
en la zona por donde corre la Marginal ecuatoriana, Napo, Puyo, Tena, se constata un
crecimiento demográfico en el pie de monte selvático igual que en la zona serrana del
centro del país; la población en la Selva Baja está creciendo entre un 4.5% y 7%, de
manera que en el Ecuador el eje de poblamiento de la Sierra Central se está desplazando
en la dirección de la Selva Baja hacia nuestra frontera amazónica. Existe un plan de
colonización en plena ejecución, se está planificando a través de una verdadera red de
penetrantes de colonización amazónica: desde el Napo y en todos los afluentes de la
frontera con el Perú hasta el río Santiago.
De manera que ¿qué va a suceder en los próximos años? Hacia el año 2000 el frente
demográfico ecuatoriano, que en la década del 60 estaba sobre la cordillera y que hoy
avanza a media pendiente sobre la costa 300 metros de la Selva Baja avanzará
inexorablemente hasta la propia frontera del Perú y esto —ustedes son jóvenes— se
acordarán de lo que el General Mercado Jarrín les anuncie-- producirá en el futuro
nuevos incidentes si desde ahora no iniciamos una activa política de fronteras viva.
Y ¿qué sucede con relación a nosotros? la situación geopolítica es totalmente adversa.
Nuestros núcleos como Chiclayo y Lima resultan distantes y excéntricos. Por eso, si no
hacemos nada, reitero, el tiempo corre en favor del Ecuador, porque mientras el núcleo
de Chiclayo está sobre la Costa, totalmente alejado, la Cordillera a su vez bloquea la
acción dinamizadora de los desventajosamente situados núcleos costeños hacia la zona
sin demarcar; y mientras ellos cuentan con una zona cohesiva, nosotros tenemos una
zona totalmente dispersa; amplia sin capacidad centrifugadora, y por lo tanto las
posibilidades de integrarla son relativamente cada mas difíciles. Por eso para
contrarrestar esta situación geopolítica adversa dentro de un contexto de
regionalización, vengo proponiendo en la frontera del Norte la constitución de una
región faja que pueda “amarrar” toda la zona fronteriza ecuatoriana y a su vez mantener
la unidad en el desarrollo de todo nuestra zona fronteriza una región faja transversal
que incluya Costa, Sierra y Selva y que sirva para contrarrestar el ventajoso potencial de
crecimiento que encierra la zona fronteriza del Ecuador.
Y ¿que sucede con la frontera con el Brasil? Desde que el Brasil cambió su estrategia de
ocupación de la Amazónica viene quemando etapas en la conquista amazónica y esta
dando lugar a un nuevo tipo de presión. ¿En qué consistió el cambio de la estrategia de
ocupación? Los geógrafos brasileños concibieron conquistar la Amazonía ocupando
previamente el Planalto brasilero: Brasilia, es decir, había que dominar primero la
confluencia de las tres grandes cuencas, allí donde nacen formadores del San Francisco
hacia los de la Cuenca de la Plata y formadores del San Francisco hacia la Costa y en el
Planalto y los “divortium aquarum” de los formadores septentrionales del Amazonas,
haciendo descender las carreteras prácticamente entre los grandes ríos del Amazonas,
para después unir todas estas carreteras por la Transamazónica que desde Recife en el
Atlántico alcanzará la frontera peruana.
En esta estrategia ¿qué ha sucedido? se han constituido nuevos ejes de poblamiento y
así: en el eje Brasilia-Belem hay dos millones de habitantes, y sobre río Branco-Cuyabá
también hay un nuevo eje de poblamiento; lo mismo se está produciendo desde el rio
Madera pasando Manaos, hasta Boa Vista en la frontera con Venezuela. Pero el mismo
tiempo que el Brasil construía este sistema de carreteras en el divortium aquarum de
sus grandes ríos septentrionales, formadores del Amazonas, y la Trasamazónica que
desde Recife llega a Cruzeiro do Soul, continúa la Perimetral del Norte.
Como dice el General Couto da Silva de todo este sistema de carreteras de Brasil, la que
resulta privilegiada con su desarrollo es la carretera que une la cuenca Purús y las
cuencas del Madera. Esta la zona más dinámica, la zona del mayor transporte, de mayor
conocimiento y de mayor crecimiento demográfico. Entonces ¿qué es lo que esta
sucediendo a partir de esta nueva estrategia de desarrollo de la Amazonía? Está
cambiando la dirección de las presiones que el Perú viene soportando con relación al
tremendo crecimiento económico y demográfico de Brasil.
Históricamente el dominio de la Amazonía no se ha hecho a través del Amazonas. Los
grandes flujos migratorios que conquistaron la Amazonia partieron de la zona de Sao
Paulo.
Fueron los mamelucos, los bandeirantes, una mezcla producto del mestizaje del
portugués y del nativo, los que impulsados por la ambición de extraer los diamantes y el
oro conquistaron la Amazonia. Dos grandes flujos dominaron la ocupación de la
Amazonia; uno, que viniendo de Sao Paulo, pasaba por Manaos hasta Boa Vista, y otro
que de Sao Paulo llegaba a la zona del Acre en la frontera del Perú con Bolivia.
Históricamente eso se está repitiendo, porque hoy, con la construcción de Itaipú, esta
es la zona más rica.

Sao Paulo es una Bélgica en la India, un enclave dentro del Brasil: con 20 millones de
habitantes es la zona más dinámica del Brasil moderno. En nuestra frontera amazónica
se esta produciendo un gran desborde demográfico. La presión demográfica del Brasil
ya pasa por el cuello Santa Catalina, la zona del Paraná, la zona de Santa Cruz de Bolivia
y llega a la zona peruana de Iñapari.
Cuando fui Comandante General, en una visita a Iñapari, pedí una Coca Cola en mi propia
frontera, casi no me la venden y estuve expuesto a morirme de sed porque el dueño de
la tienda en territorio peruano que vendía la Coca Cola solo sabía hablar portugués. O
sea, hoy día el Perú está frente a una nueva presión demográfica, la parte Sur de la zona
fronteriza de crecimiento brasileño, porque en esta zona la frontera forma una
convexidad que penetra este territorio peruano y que tiene geográficamente un núcleo
central que va vitalizando esta zona de crecimiento. Cruzeiro do Sul no ha sido
construido ahí al acaso, está geométricamente ubicado dentro de esta convexidad. De
manera que en el futuro inmediato el Perú en su frontera con Brasil estará sometido a
estas dos grandes presiones demográficas: la presión hacia Pucallpa y la presión hacia
Iñapari. ¿Puede ignorar un Plan de Regionalización la necesidad de hacer frente a estas
presiones? ¿O queremos que se repita la política de los hechos consumados del Barón
de río Branco de aquí a unos 10 o 20 años?
¿Y que pasa en Chile? Chile ha iniciado un proceso de regionalización antes que nosotros
y ha creado una nueva provincia en la región del Norte, la provincia de Parinacota, que
está en el Altiplano. Geopolíticamente es ya un país bioceánico , ya es un país atlántico,
aunque se quiere disimular ese mandato del reciente acuerdo del Beagle. Hoy aspira a
ser un país altiplánico y ha diseñado una nueva demarcación política en esta zona
fronteriza vecina al Altiplano.

Han construido una carretera que desde Pisagua va directamente a la zona de Putre, ha
cuadrillado toda esta zona por carreteras en la vecindad de la parte altiplánica, en el
límite con Bolivia y con el Perú y además hoy hay en esa zona 10,000 hombres sobres
las armas, que de alguna manera generan un inusitado tipo de economía local.
Esta surgiendo pues, en pleno balcón andino, una nueva presión económica y
demográfica hacia el Altiplano peruano. Aquí se esta conformando una especie de puño
amenazador que avanza sobre una zona muy difícil de controlar como es la zona de
Santa Rosa, la zona altiplánica del Perú.
¿Qué va suceder después del acuerdo de Beagle? Después del Acuerdo de Beagle habrá
muchos acuerdos de complementación chileno-argentinos en la Antártida para la
colonización, para la defensa de sus intereses frente a terceros y otra tarea de
complementación va ser el proyecto Greicos, para facilitar el desarrollo de la zona Norte
de Argentina, proyecto que favorece la salida de los proyectos por Arica y que conlleva
su crecimiento futuro.
De manera que en la frontera Sur constatamos una situación caracterizada por una
tendencia de desbalance: en la entrega de 1929, Tacna tenía 11 mil habitantes y Arica 5
mil habitantes. Hoy día, en 1985, estamos bajo un proceso inducido, provocado, de
desarrollo, pues primero se estableció la zona de Arica como puerto libre y zona franca.
Ahora, como el general Pinochet fue en su momento comandante General de la sexta
División con sede en Iquique y toda la zona Norte ha cobrado una gran vitalidad
económica. Estamos sufriendo las consecuencias del contrabando, y Tacna está
languideciendo. En 1985 Tacna tiene 100 mil habitantes y Arica se aproxima a los 200
mil habitantes. Si esta proporción sigue, imagínese ustedes que será en el año 2000
¿debemos ignorar esto en el proceso de regionalización?
Le voy a reseñar un hecho histórico: en la última guerra entre Israel y Egipto, cuando los
ejércitos egipcios avanzaban para conquistar el Sinaí y habían atravesado el Canal de
Suez, —los egipcios todavía celebran eso como victoria—, llegaron a un viejo canal en
desuso, inutilizable. Este accidente, marco el comienzo de la separación, de la
desarticulación y ahí comenzó la divergencia del avance de los dos grandes cuerpos del
ejercito egipcio, que ya estaban al otro Canal de Suez, en la zona del Sinaí. Esta fisura,
esta división de los dos grandes cuerpos que estaban dominando a las fuerzas israelíes,
fue detectada por los satélites norteamericanos y de ello se le informó a Israel; y
naturalmente el General Sharon, el héroe de la acción, atacó por el intervalo entre el
límite de estos dos ejércitos, provocando una profunda crisis, amenazando su
retaguardia y a la propia cuidad del El Cairo, pasó al otro lado y ellos celebran la victoria.
Y tuvo que intervenir la comunidad internacional porque Israel iba a llegar hasta la zona
del Canal de Suez.
De manera pues que, si desde ahora apreciamos el eventual surgimiento de un puño
amenazador hacia el Altiplano, que está creciendo en nuestra zona fronteriza poco
poblada, vamos a aumentar nuestra vulnerabilidad fronteriza en el Sur mediante la
creación de sendas regiones que limiten y separen Tacna y Moquegua de la región de
Puno. En todo caso, me siento obligado a prevenir desde ahora esta situación de
potencial vulnerabilidad.
¿Qué nos advierte desde ahora el crecimiento de Brasil? Tenemos que esforzarnos por
contenerlo. El proceso de regionalización debería crear en la zona del Ucayali una región
especial de contención, porque esa zona esta sometida desde el punto de vista
geopolítico a dos tipos de fuerzas, a dos tipos de tensiones.
A lo largo, el río une: la civilización egipcia se ha mantenido a través de los siglos desde
que se produjo un solo nucleamiento a través del Nilo. Cuando se unió el núcleo del
Delta en su desembocadura, con el nuevo superior de Tebas, ella apareció hace 3000
años y mas A.C. y el Nilo le ha dado la permanencia y continuidad a la civilización egipcia.
De manera que el río Ucayali a lo largo del departamento del mismo nombre, produce
un sentido de unidad y de cohesión; pero al mismo tiempo, ¿qué sucede en ese espacio
territorial? Sucede que en esa zona poseemos las fuentes de los ríos Purús y Yurúa, y a
todo país que tiene desembocadura históricamente tiende a ascender hacia las fuentes.
Esa influencia geopolítica la tiene Brasil, país que tiende a dominar dichas fuentes, toda
esta zona, favorecido por su mayor potencial de crecimiento. Por ello los pobladores del
Perú se ven atraídos a la zona brasileña y con más frecuencia pasan al otro lado, y cada
día hay una mayor presencia brasilera en la Zona del Yurúa y del Purús. ¿Qué ha sucedido
desde el punto de vista geopolítica? Además de estas nuevas presiones que aparecen
en nuestras fronteras, se ha producido el macro-crecimiento de Lima Metropolitana. En
el Perú de hoy el Poder esta concentrado en Lima Metropolitana. Hoy en día las
confrontaciones entre países son confrontaciones entre potenciales nacionales, no lo
son entre potenciales militares, son enfrentamientos entre organizaciones
administrativas, el éxito depende de la eficiencia para movilizar tanto los recursos
humanos como los recursos naturales.
El poder de una nación se puede graficar en lo que se llama una pirámide logística: el
poder del Perú está concentrado en la Lima Metropolitana. La pirámide logística en su
vértice tiene a las Fuerzas Armadas. En un segundo sector están las industrias
manufactureras, y ellas entre el 80 y 85% están concentradas en Lima Metropolitana,
solo el 5 y 6% en Arequipa, el 4% en Trujillo y el resto en todo el país. El tercer sector de
la pirámide logística esta constituida por las industrias extractivas, lo único que no está
concentrado en Lima, porque tenemos el enclave agrícola de Chiclayo, el enclave
pesquero de Ilo, el enclave minero de Toquepala y Cerro de Pasco, el enclave
petroquímico de Talara, etc.; otro elemento de este tercer sector lo constituyen las
industrias de procesamiento básico de las que igualmente el 80% están en Lima, pero
que es peor, se refiere al tercer elemento de este sector, las industrias de servicio, en
las que entre el 95% y el 99% —bancos, telecomunicaciones, etc. — casi todo está
concentrado en Lima Metropolitana.
En la actualidad aproximadamente 6 millones de habitantes, la tercera parte de los
recursos humanos del Perú, están en la capital, y para el año 2000 el 50% de la población
estará concentrada en Lima, si no tomamos las medidas correctoras a tiempo. De
manera que hoy en día el Perú mantiene el triste privilegio de haberse convertido en el
país más vulnerable de América del Sur, porque casi todo el Poder se ha concentrado en
Lima. El poder de decisión y el de movilización están en Lima Metropolitana.
La tecnología avanza cada día más. En la Segunda Guerra Mundial una bomba lanzada
desde un avión cae sobre su blanco con un error de 300 metros; hoy en día con el empleo
de los rayos láser, alcanzan su objetivo con la precisión de cinco metros. De manera que
la tarea de reasentar la pirámide logística a lo largo y ancho del país, preferentemente
al otro lado de la cordillera, es una tarea fundamental que se impone a todos los
peruanos.
Hay que desarrollar el transpaís, las industrias estratégicas hay que llevarlas a la
vertiente oriental de los Andes y prohibir que se instalen en Lima, y ello tiene que tenerlo
en cuenta un proceso de regionalización.
Pero ¿que otras vulnerabilidades nos ha creado este desarrollo del Perú?
Contrariamente a lo que suponemos, el hecho de que Lima tenga 6 millones de
habitantes y concentre el 80% de la economía nacional no significa que Lima sea un
elemento que dinamice el interior, que pueda articular el hinterland y llevar la acción
económica vitalizadora del país hacia las fronteras, por que entre Lima Metropolitana y
las fronteras se levanta la Cordillera a manera de muro de contención de su fuerza
expansiva, entre Lima y el hinterland se levanta pues la cordillera.
¿En 150 años, cuál es el resultado de la acción limeña? Solamente con el surgimiento de
la aviación en las últimas décadas hemos podido llevar un poco más el dinamismo de
Lima al otro lado de la Cordillera; pero pasaran otros 150 años y poco hará Lima como
núcleo impulsor de nuestras fronteras. Lima ya cumplió su función como núcleo
geohistórico como lo cumplió el Cusco en su momento.
De manera que, cuando estamos hablando de ciudades satélites y anchando a cuanto
canales las carreteras de la costa al Sur y Norte, estamos creando infraestructura
adicional para favorecer e incentivar el proceso de industrialización en Lima
Metropolitana y en la zona costera aledaña; cuando lo que tenemos que hacer es
fortalecer la infraestructura a lo largo de los Andes y en la vertiente oriental, al otro lado,
para lograr siquiera que ciertas industrias se instalen y se establezcan fuera de Lima,
porque de lo contrario se seguirá aumentando la vulnerabilidad de la Capital.
Finalmente, otra vulnerabilidad es el hecho que a través del desarrollo espontáneo de
la población se ha creado diferentes sistemas de dominio: la formación y ulterior
desarrollo del Cusco dio lugar al primer sistema de dominio territorial. Pero, ahora ya no
es dable pensar que desde el Cusco se puede dominar a todo el país; en Lima se ha
constituido otro sistema de dominio, pero sin capacidad de vencer la Cordillera; la zona
de Chiclayo-Trujillo-Chimbote, es el nuevo hinterland del año 2000. Chimbote, Trujillo y
Chiclayo ofrecen en el país un paisaje distinto y la posibilidad de construir en el futuro
una urbe de 3 millones de habitantes o más, de aquí 20 o 30 años, porque las irrigaciones
de Chavimochic, las irrigaciones de Jequetepeque y los vallecitos norteños que se
suceden de 15 en 20 kilómetros harán que todo este sistema sea un solo conjunto; otro
elemento de dominio territorial es Arequipa, desde el que se ha dominado toda la zona
Sur y Sur-Este y finalmente en la Amazonia la zona de Iquitos.
Pero, qué sucede, cuál es la pregunta que todos nos hacemos en un plan de
regionalización: ¿es que debemos hacer un esfuerzo del país en algún sentido, en alguna
orientación? Yo creo que sí. ¿A dónde debemos hacer el esfuerzo los peruanos para esta
política de interiorización y de dominación del espacio? ¿Debemos hacerlo a lo largo de
la Costa, o debemos hacerlo sobre los Andes, o debemos hacerlo a lo largo de la
Marginal, o debemos hacerlo por el Norte del país desde Chiclayo, Tarapoto hasta
Iquitos? ¿O debemos hacerlo desde Ilo en el Sur hasta Juliaca, o desde Lima hasta la
zona de La Esperanza?
Si la pirámide logística está en Lima Metropolitana, 6 millones de habitantes, si se abren
en abanico en forma radical los formadores del Ucayali provocando una fuerza
centrífuga y produciendo un núcleo de centralización estatal en el centro geográfico del
país, en la Selva Central, y si fundamentalmente las presiones brasileras cada vez serán
más fuertes en el futuro en la parte Sur de la zona de crecimiento entre el Purús y el
Madre de Dios; entonces el trapecio constituido por el Mantaro, el Pachitea, el Ucayali
y el Tambo y el Perené, es decir la Selva Central se abre para el Perú como el eje
fundamental de articulación.
Si nosotros desarrollamos prioritariamente el eje desde Lima Metropolitana en la
dirección de Huancayo, La Merced, Satipo, Atalaya, La Esperanza, estaremos
desarrollando el eje sobre el cual el Perú es económicamente equi-dependiente. Y
estaremos estructurando, al otro lado de la cordillera, lo que hemos llamado el núcleo
de cohesión, la mejor forma cómo dominar la Amazonía y por ende el territorio nacional,
y al mismo tiempo estaríamos prolongando la acción dinamizadora de Lima al otro lado
de la cordillera. A partir de este núcleo de cohesión central el país en los próximos años
se podría rebatir en los Andes y en la Amazonía hacia el Norte y hacia el Sur. Esto
lógicamente requiere —algo de eso se viene haciendo-- para dominar la Selva Central,
comenzar por crear una zona polarizada a través de una serie de núcleos o polos que
pueden dominarse desde La Merced, el núcleo o polo de Atalaya, en donde convergen
el Urubamba y el Tambo; el núcleo o polo de Satipo, donde convergen el Satipo y el
Perené, y el núcleo del Pozuzo y del Pichis en la zona Norte de la Selva Central en cuya
área se ha construido ya la ciudad de Constitución. Si un proceso de regionalización no
tiene en consideración la necesidad de conformar un núcleo de cohesión en el corazón
geográfico del país, difícilmente llegaríamos a una alternativa de regionalización
adecuada.
Entonces, lo que yo les he querido decir es que tiene que primar un proceso dialéctico
centro-periférico en toda concepción de regionalización. Hay que desarrollar el centro y
hay que desarrollar la periferia, porque no se ha producido en el Perú de los últimos
años un proceso espacial centro-periférico. Ya Lima en su dinamismo no llega a las
fronteras. Todo núcleo, todo espacio que se desarrolla en una zona, tiende a crear una
serie de fuerzas centrífugas y centrípetas y con ello se produce una zona de crecimiento,
de valor decreciente del más al menos, hasta la periferia se va creando una zona nuclear,
una zona de anexión, una zona de protectorado, una zona de interés y una zona de
influencia cero. De manera que la influencia de Lima Metropolitana ya no llega o
continuará siendo muy limitada, aunque se acreciente la tecnología hacia nuestras
fronteras; hay que crear nuevos núcleos de desarrollo.
Rápidamente les mencionaré un estudio hecho por los técnicos de Yurimaguas, acerca
de cuáles son las posibilidades de tierras de uso: el 49% de cultivos limpios están en la
Selva, el 81% de cultivos perennes están en la Selva. Aquí, en cultivos en limpio, tenemos
casi el doble de lo que actualmente se cultiva en la Costa y en la Sierra, de manera que
el Perú tiene que crecer hacia adentro y dominar su hinterland.
Les he dicho que en el Perú se ha creado sistemas de dominio, los que a su vez han
generado lo que yo llamo áreas geopolíticas, que constituyen la base de partida para
una propuesta de regionalización teniendo en cuenta sus posibles límites territoriales.
Como lógicamente el primer núcleo dinamizador que surge en el país fue el núcleo
histórico del Cusco desde el cual se domina el departamento del Cusco, el de Apurímac
y el de Madre de Dios, y parte de las provincias del sur del departamento de Ayacucho
y de la provincia de Nazca del departamento de Ica, pues tampoco se aprecia influencia
alguna en esta zona desde Lima. El área geopolítica de Lima, cuya influencia llega en el
Norte más o menos hasta la zona de Casma y las puertas del Callejón de Huaylas y en el
Sur, hasta el desierto de Nazca. La influencia de Lima no se extiende más allá. Hoy día,
con la Carretera Central, dicha influencia está alcanzando al Alto Ucayali; pero la acción
de dicha influencia, su fuerza centrífuga, —todo núcleo dimana una serie de fuerzas que
se dispersan en todas direcciones, tensiones económicas, políticas demográficas,
psicológicas que se van expandiendo y llevando la fuerza dinámica hacia el hinterland—
, todo este flujo de tensiones está detenido, interceptado por la cordillera y la función
de Lima Metropolitana como núcleo dinamizador no alcanza a la frontera amazónica.
En esta zona norte se produce algo muy importante. Yo creo que dentro de los próximos
20 años habrá que observar a Chiclayo, Trujillo y Chimbote como un solo conjunto, y,
esta zona de 3 millones de habitantes tiene su zona alimentaria natural: el Valle del
Huallaga, el área comprendida por el conjunto de departamentos que lo conforman.
Romper esta situación desde ahora, sería realmente inconveniente, porque, por
ejemplo, cuando se construyan las carreteras de Trujillo-Juanjuí y Chimbote-Uchiza,
vamos a tener un sistema articulado de producción, consumo e inversión permanente
entre estos 3 millones de habitantes del núcleo costero del Norte y la dispensa del
Huallaga que puede abastecer de carnes, granos y otras materias primas.
Naturalmente la otra gran área geopolítica en el Sur tiene su núcleo en Arequipa, que
siempre ha sido un elemento de dominio espacial en la zona Sur Este. Nosotros hemos
tenido históricamente influencia sobre Bolivia; después de la guerra con Chile, al
construirse nuevos ferrocarriles desde la costa en Arica y Antofagasta hacia La Paz, y al
darle Argentina a Bolivia las facilidades de puerto franco en la zona de Rosario, Arequipa
ha venido perdiendo su tradicional influencia; no obstante ha creado una zona de
dominio que se extiende hasta la frontera con Chile y Bolivia.
El otro gran sistema de dominio de encuentra en la cuenca amazónica cuyo núcleo es
Iquitos, que hoy se ensancha hasta la zona petrolera. Desde Iquitos el Perú dominó la
zona del Acre en el Sur, y desde Iquitos dominaron con nuestros caucheros— la zona del
Caquetá.
De manera que sobre la base de estas 5 zonas geopolíticas, y teniendo en cuenta lo que
he venido exponiendo, llegamos a una alternativa de regionalización en la cual se
privilegia la articulación transversal y se tiene en cuenta los influjos geopolíticos. Si
hemos dicho que el esfuerzo del Perú tiene que materializarse en el centro geográfico
del país, no debemos dispersarlos. Hay que desarrollar fundamentalmente el núcleo de
cohesión jalonado por el eje que desde Lima y a través de la Selva Central, pasando por
Atalaya alcanza la zona de Esperanza.
La alternativa de regionalización sería: 1) una región de contención a base del
departamento de Ucayali para hacer frente al crecimiento demográfico del Brasil, y para
contrarrestar el flujo expansivo que producen aguas arriba las corrientes hidrográficas
constituidas por el Yurúa y el Purús, región que podría incluir la provincia de Pachitea;
2) una región en el corazón terrestre del Perú, hay que desarrollar fundamentalmente
el núcleo de cohesión en los departamentos de Pasco y Junín, parte de Huánuco y el
norte de Ayacucho. Debemos comenzar por una región piloto, al final parece que se va
a llegar a eso.
La región piloto debe estar constituida por el corazón terrestre del Perú; y 3)
naturalmente el área de Lima Metropolitana debe constituir otra región; 4) en el área
geopolítica Norte, como ésta es un área geopolítica muy extensa y hay que conformar
una región cinturón en el Norte, para contrarrestar la fuerza de cohesión del Ecuador,
entonces ustedes tienen ahí la región conformada por Tumbes, Piura y las provincias de
Jaén, San Ignacio y Bagua de Amazonas; 5) ustedes tienen Madre de Dios, Cusco,
Abancay, conjunto al que hay que proporcionarle salida hacia la Costa; y 6) finalmente
la región constituida por Arequipa, Puno, Tacna y Moquegua.
Puede ser ésta una alternativa, como puede haber muchas otras. En todo caso es una
alternativa que responde a la necesidad de cambiar la estrategia de desarrollo, que
responde a la necesidad de iniciar una política de interiorización en el desarrollo del país,
colonizar los espacios que aún quedan por colonizar y crear un núcleo endógeno de
desarrollo. Esta es, al mismo tiempo una alternativa que responde a las nuevas
presiones demográficas fronterizas a las que está sometido el país, y fundamentalmente
es una alternativa de regionalización, como pueden ser otras, que presenta un mapa
distinto a todos los que aprendimos a ver en nuestra niñez.
El proceso de regionalización está en marcha, la regionalización no puede ser detenida
y está inscrita en el calendario. Tenemos que hacerla, pero tenemos que hacerla con un
sentido que coadyuve al cambio de la estrategia de desarrollo; y tenemos que hacerla
pensando siempre que, sobre todo en el Perú, los hombres cambian, pero los
imperativos geográficos quedan.
Nadie es dueño de la verdad, estoy proponiendo una solución y puede haber muchas
alternativas de solución; pero ellas tienen que responder a la necesidad de alterar
ciertos hechos de carácter geohistórico que están echando raíces en el territorio
nacional como producto de la ocupación espontánea del territorio. Por ejemplo, la
propuesta del Proyecto de Ley de Bases en su art. 2do. establece seis regiones con frente
a la costa del Pacífico: la región Grau, con Tumbes y Piura; la región Gran Chimú, con La
Libertad y Ancash; región Atahualpa, con Lambayeque, Cajamarca y Amazonas; región
Santa Rosa, con el departamento de Lima; la región Paracas, lógicamente con Ica; región
Bolognesi, con Arequipa. Es decir que de 11 Regiones el 50% están sobre la Costa. Qué
va a corregir este planteamiento si justamente se ha producido en el Perú en los últimos
años la acumulación de los esfuerzos en el desarrollo costero periférico.
El Perú fue un país que comenzó a desarrollarse con el comercio. Como el comercio se
hace navegando y dependíamos de la metrópoli ello dio lugar al impulso del desarrollo
costero; luego viene la sustitución de la metrópoli de España por Inglaterra y teníamos
que seguir exportando minerales y prosigue desarrollándose preferentemente la
infraestructura costera; posteriormente se sustituye la metrópoli inglesa con Estados
Unidos y seguimos volcados hacia afuera comerciando con EE.UU. y continúa el
fortalecimiento del desarrollo costero periférico.
Viene luego el proceso de industrialización. Como la industrialización tiene que tomar
ventajas de la infraestructura y la infraestructura estaba hecha para exportar (nuestro
sistema ferroviario, nuestro sistema de puertos) la industria se localizó en la costa y con
ello se contribuye a favorecer su desarrollo y, paulatinamente, se va produciendo el
vaciamiento del interior, el que se acelera con la proliferación de las corrientes
migratorias, todo lo cual da lugar al desarrollo costero periférico en detrimento de las
otras regiones.
Si nosotros vamos a adoptar un planteamiento que justamente está proponiendo la
regionalización con el 50% de las regiones sobre la Costa, ¿qué estamos haciendo?,
estamos acentuando históricamente el desarrollo costero periférico; estamos
acentuando la gran vulnerabilidad geopolítica de este país: el abandono del Ande.
Nosotros somos tres Chiles uno tras de otros, la Costa, la Sierra y la Selva; ¿vamos a
seguir entonces acentuando el desarrollo costero periférico con este tipo de modelo que
se nos plantea? ¿Vamos a seguir debilitando la Sierra y la Selva?
Puedo demostrar cómo el desarrollo del Ecuador le va a permitir un mejor desarrollo
costero periférico. Fuimos los primeros en desarrollar una industria camaronera. Este
año vamos a producir 50 millones de dólares; el Ecuador, después de aprovechar nuestra
tecnología, va a producir 500 millones de dólares en la industria camaronera en la zona
de la provincia de El Oro. Machala, hace 15 años era un pueblecito que no valía nada;
hoy día Tumbes es una aldea en relación a Machala, ciudad con edificios de 8 a 10 pisos,
un sistema bancario eficiente, autopistas y avenidas de 4 canales de circulación. Puerto
Bolívar es uno de los más eficientes de la zona.
¿Cuál es la respuesta frente a esto? Vamos a crear seis regiones costeras sin tener para
nada en cuenta que cada día se acelera más el crecimiento de las provincias fronterizas
de Ecuador. No estamos tomando como un factor de la regionalización esta realidad,
para así diseñar un tipo de región que nos permita contener, controlar y evitar esas
presiones, que se van a transformar eventualmente en hechos militares, en
infiltraciones y en controversias diplomáticas de tipo fronterizo por falta de previsión.
No es que al Presidente Roldós se le ocurra invadir territorio peruano o al Comandante
General; no, es el incremento demográfico ecuatoriano cada vez más fuerte, es la
cercanía y la mejor ubicación de los centros de Cuenca y Loja en toda esa zona fronteriza,
cuyas poblaciones se desbordan sobre nuestra zona y pueden producir infiltraciones que
nos van a causar problemas de orden fronterizo. Consecuentemente tenemos que
tomar como instrumento de corrección de esa vulnerabilidad el proceso de
regionalización y este planteamiento de regionalización no responde absolutamente a
esta situación comentada.
Tampoco responde al crecimiento de Brasil, que va a tener 200 millones de habitantes
el año 2000 y a las nuevas presiones demográficas en la zona fronteriza, la que
constituye geopolíticamente una verdadera zona de crecimiento; la expansión natural
del Brasil en su propio territorio con relación a nuestra frontera se produce en una zona
muy débil y hay que contenerlo a través de un desarrollo especial que podría lograrse
en el departamento de Ucayali en la zona de Pucallpa.
Aquí se nos ha dicho, y éste es el camino elegido, que vamos a ir a una regionalización
por generación espontánea; yo no creo que los problemas del país se puedan corregir
por generación espontánea. Una cosa son los procesos democráticos en donde todos
deben dar su voto, y otra son los viejos problemas del Perú que hay que resolverlos con
el estudio de varias alternativas en la conducción política. La regionalización tiene que
servir coherentemente como un instrumento adicional para cambiar la estrategia de
desarrollo, para alcanzar la descentralización. Tiene que ser un instrumento
fundamental en el logro de un desarrollo espacial equilibrado.
Nos ha faltado en nuestro proceso de democratización un mayor grado de participación
de todas las organizaciones para que, supuesto el caso de que la regionalización del país
no corresponda a los intereses departamentales, este sistema de mayor participación
pueda permitir hacer las correcciones suficientes.
Quisiera decir ahora que me voy decepcionado de este semanario en el que se afirma
que el proceso de regionalización del país puede dejarse a la voluntad de nuestros
pueblos, democráticamente; esto es muy hermoso pero en la práctica sería imposible.
La voluntad popular es necesaria pero hay que encausarla. Y algo más, se ha establecido
una serie de hitos en el proceso de regionalización, primero la Constitución, después el
Plan Nacional de Regionalización, luego la Ley de Bases, después las Leyes de Bases de
Creación; me parece que hemos inventado una serie de procesos legales para no hacer
la regionalización, hemos caído en la burocratización. Pienso simplemente que no hay
voluntad política para regionalizar al país.
Hay que hacer la regionalización. Chile al regionalizar su país no necesito más que dictar
una sola ley, Italia, análogamente, sólo requirió dictar una ley. Si de promulgar leyes se
trata, entonces yo diría bueno, aquí en el proceso de regionalización falta una Ley de
Compensación, eso es muy importante y a nadie he escuchado hablar de una Ley de
Compensación. Por ejemplo, si Tumbes es un departamento sumamente pobre y a ello
se agrega que al otro lado de la frontera hay una provincia muy rica, la de El Oro,
entonces hay que crear un sistema de compensación para que Tumbes pueda disponer
de más recursos y logre acelerar su desarrollo. Si de leyes se trata tampoco he visto una
Ley de Abastecimientos, sin la que no puede haber un proceso de crecimiento
equilibrado cualquiera que sea el tipo de regionalización.
Ha llegado el momento de regionalizar y hay que hacerlo; pero si seguimos tratando de
lograrlo mediante el procedimiento de elaborar numerosas leyes y disposiciones, al
final, después de tantas leyes y elucubraciones académicas, será el pueblo en última
instancia el que determine cuáles van a ser las regiones del país.
Cómo dar término al macro-crecimiento de Lima, cómo contrarrestar el vaciamiento del
interior, cómo balancear el desarrollo más equilibrado y articulado si no hay una guía,
una conducción, una metodología desde arriba para definir el problema y dar respuesta
urgente y adecuada a estas interrogantes. Entonces yo diría que estamos eludiendo la
responsabilidad y aquí todos tenemos la obligación de plantear una alternativa y, elegida
la más pertinente, apoyarla de acuerdo con nuestras posibilidades. Nadie es dueño de
la verdad, pero para encontrarla está el debate. No eludamos la responsabilidad, el
Gobierno también la tiene y la Constitución así lo dispone. El tiempo avanza y aún no se
ha tomado los pasos indicativos para llevarla a cabo.

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