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3. Educación en derechos humanos y defensores de derechos humanos.

“Si eres neutral en situaciones de justicia, has elegido el lado del opresor”

Defenderse es un derecho, quienes se indignan ante una arbitrariedad, estos son defensores de
los DDHH, que luchan porque seamos tratados igual y porque las autoridades no cometan
injusticias. Debe exigirse al gobierno que se prohíban las agresiones en su contra, es un derecho
defender los derechos humanos, estas personas trabajan por la sociedad, porque todos tengamos
los mismos derechos.

Si viéramos a la educación institucionalizada como una fábrica destacaríamos los siguientes


personajes: un empresario (público o privado) llamado “autoridad académica” que dirige, contrata
y sanciona; un obrero llamado “profesor” que es contratado para transmitir una mercancía
llamada información o conocimiento, y un cliente llamado “estudiante” que compra dicha
mercancía con la intención de hacerla valer para conseguir un empleo

Se nos capacita para mover máquinas o ideas hechas por los demás, pero no para inventar
máquinas o crear ideas nuevas, propias al individuo, con base en el acceso y acreditación dada
sólo por dichas instituciones

De aquí la idea de que sólo un abogado puede defendernos, de aquí la idea de que sólo tenemos
derechos si el Estado los reconoce. Los estudiantes de derecho hemos sido formados para repetir
la información o conocimientos elaborados y seleccionados por los demás en las universidades,
para ejercer nuestras capacidades manuales y mentales moviendo la máquina del Estado y sus
funciones: judicial, administrativa o legislativa sin pretender criticarlas para mejorarlas: somos
técnicos del derecho, no humanistas.

Todos nos dedicamos a repetir un sistema de “enseñanza” basado en la repetición de maneras y


contenidos, por ello, hemos sido meros transmisores de formas de actuar y de informaciones,
practicadas y elaboradas por los demás

El monopolio de la información y conocimiento que ejercía la institución educativa y su obrero


llamado “profesor” se rompió en los años 90 del siglo pasado cuando se comenzó a generalizar el
uso de las computadoras personales. De este modo, el cliente llamado “estudiante” pudo acceder
a la mercancía llamada información y conocimientos relacionados con sus cursos más allá de la
que su escuela le pudiera ofrecer.

Cuando se pudo acceder a la información desde una computadora personal, el salón de clases dejó
de existir como su único espacio de trasmisión. Con ello, ya no fue necesario esperar a ingresar
físicamente a un cuarto llamado “aula”, ni a un edificio llamado “escuela”, para informarme del
contenido de las materias de una carrera.

Con estas herramientas humanísticas en una mano y con las herramientas tecnológicas en la otra,
la educación no será más de repeticiones, sino de novedades, de descubrimiento, de diversión, es
decir, de investigación.
La propuesta no es nueva, se trata de recuperar la natural forma de saber, aprender, informarse,
utilizando la regla de oro del turista recién llegado a un sitio desconocido: preguntando. No es
nada nuevo, decía, porque la cultura occidental se funda en el conocimiento generado por la
antigua Grecia cuando Sócrates y su método mayéutico basado en el diálogo construyen el saber
con preguntas que se renuevan con base en la información contenida en las respuestas.
Recuérdese los Diálogos recogidos por su discípulo llamado Platón

Cada sociedad tiene un ideal del ser humano. Para los griegos antiguos era la persona dotada de
agilidad física, un criterio racional y una conducta virtuosa. Los romanos ensalzaban el arrojo
varonil y los seguidores del islam honraban al guerrero santo. Bajo la influencia de Confucio, el
ideal tradicional de los pueblos chinos era la persona diestra en poesía, música, caligrafía, tiro con
arco y dibujo. En la tribu kere de los indios pueblo de hoy, es tenida en gran estima la persona que
cuida a los demás. Durante los últimos siglos, y sobre todo en las sociedades occidentales, se ha
ido extendiendo el ideal de la persona inteligente.

La inteligencia del individuo no sólo debe ser considerada intelectual ni que sólo existe en su
cerebro. Los estudios de la neurociencia, por una parte, basados en la resonancia magnética nos
informan que la función cerebral que produce el conocimiento racional se desarrolla en el
hemisferio izquierdo (conocida como inteligencia intelectual), y que la función cerebral que
produce el conocimiento intuitivo se desarrolla en el hemisferio derecho (llamada ahora
inteligencia emocional).

Por otra parte, se había considerado que las neuronas sólo existían en el cerebro por estar ahí el
decodificador, sin embargo, esos mismos estudios nos informan que las neuronas se encuentran
en todo el cuerpo,30 por lo cual se puede hablar de la inteligencia corporal.

¿A partir de cuándo se debe enseñar a aplicar estos instrumentos propios y externos? Los propios
no se enseñan, ya se tienen. Un niño es un investigador por naturaleza porque se la pasa
preguntando el porqué del mundo que está conociendo. Preguntar es el instrumento matriz y
motriz, decíamos, del ser humano como investigador. Entonces, desde los primeros niveles
escolares se debe potenciar esta facultad de investigación innata al ser humano

Si pensamos en la noción de, por ejemplo, derechos humanos como un contenido de investigación
pasada, presente y futura, encontraremos que en su origen está el racionalismo jurídico, es decir,
que son el producto del ejercicio de la inteligencia intelectual y por tanto protegen una parte de la
dignidad humana: la visible, la demostrable, tal como el movimiento positivista establecía. ¿Y la
dignidad humana invisible, no demostrable, quién la protege, cómo se protege? Me refiero a los
derechos fundados en la parte afectiva, intuitiva, sentimental, soñadora, gozadora, es decir, la que
es producto del ejercicio de nuestra inteligencia emocional y corporal-energética.

Los derechos inteligentes son aquellos derechos que me corresponden por tener diferentes
inteligencias: intelectual, emocional, corporal-energética, social, ecológica y cosmológica. son, por
ejemplo, el respeto, la confianza, la tolerancia, la responsabilidad, el placer, la felicidad, y los
mecanismos de protección serían, primero, yo mismo, yo debo ser mi propio defensor,
procurador, mediador, los defensores de derechos que ya existen a nivel internacional, nacional y
local deben procurar que los derechos vigentes, los intelectuales, se amplíen, difundan, se
apliquen sensatamente, tomando en cuenta que también somos seres humanos sentimentales,
físicos, energéticos, sociales, naturales y cósmicos.

Una relación interdisciplinaria entre las ciencias tecnológicas y humanísticas, de manera constante
y estrecha, nos deben orientar para tomar las decisiones que mejoren nuestro entendimiento
personal y colectivo. Este entendimiento debe estar basado, primero, en el diálogo interno
conmigo mismo, es de tipo personal, para preguntarme y responderme sobre temas que me
interesen y así desarrollarme libremente en lo intelectual, emocional, corporal, energético, social,
ecológico y cosmológico, es decir, en el pleno desarrollo de todas mis inteligencias. Para lo cual no
sólo se debe estar informado, sino protegido, ya que como ser humano que soy tengo múltiples
inteligencias que corresponden a múltiples derechos, no sólo racionales o intelectuales, ligados a
lo social (derechos sociales), sino también derechos emocionales, corporales, energéticos,
ecológicos y cosmológicos, es decir, ligados a mi afectividad, corporeidad, energía, medio
ambiente y entorno planetario.

Estamos obligados por ello a informarnos y a informar de manera respetuosa, rigurosa, de buena
fe, sobre lo que sepamos o queramos saber sin límites de temas, y con ello decidir lo que es mejor
para mi desarrollo personal y colectivo, sin que me cause un daño a mí mismo ni a los demás ni al
entorno que compartimos todos.

Este diálogo debe propiciar que la innovación científica no considere sólo los aportes de la ciencia
y tecnología, sino también se tome en cuenta la utilidad de las ciencias sociales y humanidades.
Los males físicos de un individuo que combate la biomedicina, por ejemplo, a través del
descubrimiento de una vacuna, los combaten también la filosofía, sicología y sociología, por
ejemplo, a través de las explicaciones a las posibles causas de dichos malestares relacionada con
sus emociones y la sociedad en la que vive. Hay enfermedades o patologías individuales y también
colectivas, que deben atacarse no sólo médicamente, sino también filosóficamente: las
individuales aportando vacunas que puedan sanar, por ejemplo, la influenza, el SIDA, la diabetes,
el cáncer; y las colectivas con explicaciones informadas, argumentadas, convincentes, verosímiles,
que nos vacunen contra la ignorancia, la intolerancia, la discriminación, la desigualdad. La
innovación científica es, pues, tecnológica y humanística.

los Estados tienen el deber de velar por que la educación esté encaminada a intensificar el respeto
de los derechos humanos y las libertades fundamentales

4. Los derechos económicos, sociales y culturales (DESC).

Relacionados con el acceso al trabajo, la seguridad social, la vida en familia, la atención de la salud,
educación, alimentación, agua, vivienda, medio ambiente adecuado y participación en vida
cultural. General obligaciones jurídicas a los Estados como garantizar a sus ciudadanos su disfrute
y recursos en casos de ser vulnerados. Se basan en el principio de no discriminación por ende
alcanza a las comunidades más desprotegidas. Su reconocimiento por parte del Estado supone una
serie de responsabilidades como garantizar el derecho de acceso al empleo o a una alimentación
mínima saludable, a un alojamiento y condiciones sanitarias de carácter básico, suministro de agua
apta para el consumo, la educación, el acceso a un sistema de seguridad social que abarque un
número mínimo de prestaciones.

Cada día crece más el interés por promover y proteger los derechos económicos, sociales y
culturales, téngase en cuenta que el fortalecimiento de la protección de estos derechos forma
parte integrante del fortalecimiento de la protección de todos los derechos reconocido en la
declaración universal de DDHH.

Son aquellos derechos relacionados con el lugar de trabajo, la seguridad social, la vida en familia,
la participación en la vida cultural y el acceso a la vivienda, la alimentación, el agua, la atención de
la salud y la educación.

- Derechos de los trabajadores


- Derecho a la seguridad y protección social
- La protección de la familia y su asistencia
- El derecho a un nivel de vida adecuado, que incluye el derecho a la alimentación, vivienda
adecuada, agua y vestido
- El derecho a la salud
- El derecho a la educación
- Los derechos culturales

Su aceptación como derechos humanos genera obligaciones jurídicas para los Estados, que han de
garantizar que todas las personas que se enceuntren en el país puedan disfrutarlos y ofrecer
mecanismos de recurso a tales personas en caso de que infrinjan esos derechos. Estas obligaciones
pueden resumirse en respetar, proteger y realizar los derechos económicos, sociales y culturales,
esa realización progresiva consiste en adoptar las medidas apropiadas con miras a lograr la plena
efectividad de estos derechos hasta el máximo de los recursos de que se disponga. La referencia a
la "disponibilidad de los recursos" es una forma de reconocer que la efectividad de tales derechos
puede verse obstaculizada por la falta de recursos y que puede lograrse únicamente a lo largo de
cierto período de tiempo. Sin embargo, la falta de recursos no puede justificar la inacción o el
aplazamiento indefinido de medidas para poner en práctica tales derechos. Los Estados han de
demostrar que están haciendo todo lo posible para mejorar el disfrute de los derechos
económicos, sociales y culturales, incluso cuando los recursos son escasos.

La denegación de los derechos económicos, sociales y culturales puede afectar a un gran número
de personas. Por ejemplo, la deshidratación diarreica causada por la falta de agua apta para el
consumo se cobra las vidas de casi 2 millones de niños cada año y, en los diez últimos años, el
número de niños muertos por esa causa ha sido superior al número de todas las personas muertas
por conflictos armados desde la segunda guerra mundial.

Estos derechos no son nuevos, antes de la aprobación de la declaración universal de derechos


humanos en 1948, las leyes nacionales y los tratados internaciones ya habían codificado muchos
de los derechos humanos que ahora denominamos económicos, sociales y culturales. Todos los
derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entres si,
por lo tanto, la comunidad internacional debe tratarlos en forma global y de manera justa y
equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso.
Estos los tiene todo ser humano desde que nace, son derechos individuales aunque puedan llegar
a ser colectivos.

cuando se analizan con detenimiento, hay ciertas clasificaciones de derechos, como los "derechos
civiles y políticos" o los "derechos económicos, sociales y culturales", que tienen poco sentido. Por
esa razón, cada vez es más frecuente referirse a los derechos civiles, culturales, económicos,
políticos y sociales.

Una violación de los derechos económicos, sociales y culturales tiene lugar cuando un Estado
incumple sus obligaciones de garantizar que tales derechos se disfruten sin discriminación o su
obligación de respetarlos, protegerlos y realizarlos. Frecuentemente una violación de tales
derechos guarda relación con la violación de otros derechos

Se suele pensar erróneamente que los derechos económicos, sociales y culturales exigen que el
gobierno proporcione gratuitamente atención de la salud, agua, educación, alimentos y otros
bienes y servicios. Los Estados están obligados a garantizar que las instalaciones, los bienes y los
servicios requeridos para el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales están
disponibles a precios asequibles

El suministro por los gobiernos de bienes y servicios en caso de necesidad es, por consiguiente, un
medio de garantizar el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales, pero no un fin en
sí mismo.

Los estudios e investigaciones que se han llevado a cabo muestran que la discriminación y las
desigualdades sistemáticas respecto del disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales
pueden causar tensiones sociales y políticas o exacerbarlas y dar lugar a conflictos o al
empeoramiento de los efectos de los desastres y a obstaculizar el proceso de recuperación.

El poder legislativo se ocupa en muchos países de autorizar la ratificación de los tratados


internacionales, incluidos los que reconocen derechos económicos, sociales y culturales. Además,
aprueba leyes y reglamentos para garantizar que la legislación nacional se ajuste a las normas
internacionales o constitucionales relacionadas con los derechos económicos, sociales y culturales.
Por otra parte, el poder legislativo frecuentemente se encarga de aprobar el presupuesto nacional
y, por ello, puede garantizar que se destine a la observancia de tales derechos el máximo de los
recursos disponibles.

Los gobiernos locales también son responsables de garantizar todos los derechos humanos,
particularmente cuando se ha descentralizado la prestación de servicios básicos como la
educación o la salud.

La protección judicial de los derechos humanos es fundamental. La existencia de un derecho sin un


mecanismo para exigirlo plantea la cuestión de si se trata realmente de un derecho. Eso no
significa que la protección judicial sea el único o el mejor medio de proteger los derechos
económicos, sociales y culturales. No obstante, la protección judicial tiene claramente la función
de hacer que se comprendan mejor tales derechos, ya que ofrece recursos en casos de violaciones
manifiestas y permite adoptar decisiones en causas que sientan un precedente y que pueden dar
lugar a cambios institucionales sistemáticos a fin de evitar futuras violaciones de los derechos.
Hay varios actores de la sociedad civil, como las ONG, los movimientos sociales, las organizaciones
de base comunitaria, los defensores de los derechos humanos, las asociaciones profesionales (por
ejemplo, las asociaciones de abogados, profesionales de la salud y maestros), los sindicatos, los
medios académicos y las instituciones religiosas, que desempeñan importantes cometidos
consistentes en colaborar con personas a título individual y con grupos en relación con la
promoción de sus derechos económicos, sociales y culturales y en reclamar la responsabilidad del
gobierno por lo que respecta a dar efectividad a tales derechos.

La cuantificación del porcentaje de presupuesto destinado a dar efectividad a los derechos


económicos, sociales y culturales puede servir para cuantificar los esfuerzos realizados por el 43
gobierno. Por ejemplo, un gobierno con escasos recursos podría dedicar más esfuerzos a atender a
los derechos económicos, sociales y culturales que un gobierno de un país rico, aun cuando la
población este último pareciera disfrutar en mayor medida de tales derechos

ACTIVIDAD

Identificar y describir los DESC. Reconocer y explicar la importancia de la educación en DDHH y la


figura de los defensores de DDHH

Durante mucho tiempo los DESC han estado olvidados, no solo por los numerosos equívocos que
hay a su alrededor como, por ejemplo, que es una clasificación de derechos humanos que no merece
tanta importancia como las demás, sino también por la poca difusión que se ha dado de estos a lo
largo del mundo, desconocimiento que, podría decirse, es su principal problema. Esto se debe a que
las personas se han dedicado a percibir y absorber la limitada información que se les transmite, por
ello es que suelen conocer solo los pocos derechos humanos que han gozado de propagación y
transmisión a través de los años. Hoy, gracias a la presente era de la comunicación, es posible
conocer no solo lo que se nos enseña, sino también todo lo que queramos pues es posible acceder
a información ilimitada más allá de la que la escuela ofrece. Puede decirse entonces, que ya
podemos estar al tanto de la amplia gama de derechos humanos que hoy son protegidos a través
de los diversos instrumentos internaciones y que los Estados están obligados a garantizar, entre
ellos los DESC, los cuales los Estados deben respetar, proteger y realizar de manera progresiva
invirtiendo hasta el máximo de los recursos de que se disponga, esto de conformidad con el folleto
informativo N°33 de los DESC.

Pero téngase en cuenta que esto no es solo tarea del Estado, es necesidad de todos y cada uno de
nosotros procurar por la defensa y difusión de TODOS los DDHH, evitando así las arbitrariedades e
injusticias de las autoridades, debemos declararnos defensores de los DDHH.

Considero muy acertado tu aporte, sobre todo en lo concerniente a la responsabilidad que tenemos
todas las personas de velar por el cumplimiento de nuestras garantías, y no solo dejar esta tarea en
manos de los mecanismos estatales e internacionales, porque debe tenerse en cuenta que los
derechos humanos en todas sus clasificaciones son interdependientes, quiere decir que guardan
una relación tal, que la violación de uno de ellos lleva necesariamente a la violación de otros, por
ello deben adoptarse mecanismos que prevengan las infracciones en contra de los distintos
derechos de manera progresiva, y aunque su realización se podría ver afectada por la falta de
recursos, los Estados deben demostrar que se esfuerzan al máximo por desarrollarlos e
implementarlos. Por ello, considero que en Colombia se debería potenciar más la vida en familia, la
atención a la salud, la alimentación y un medio ambiente adecuado, incluso se debería potenciar y
promover más la educación en los diferentes tipos de derechos y dejar de limitarlos simplemente a
unos pocos.

Durante los conflictos armados, las normas de derechos humanos refuerzan el derecho
internacional humanitario: los principios y normas que limitan el uso de la fuerza en tiempo de
conflicto armado. Algunas violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales ya están
prohibidas con arreglo al derecho humanitario y se consideran delitos internacionales, como la
denegación de atención médica, la destrucción o 33 apropiación de bienes o el hecho de hacer
padecer deliberadamente hambre a los civiles como método de guerra. La medida en que las
normas de derechos humanos y el derecho internacional humanitario se superponen suscita
diversas interpretaciones, si bien la separación absoluta entre ambos regímenes jurídicos se ha ido
eliminando gradualmente desde la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas y, sobre todo,
desde la Conferencia Internacional de Derechos Humanos, celebrada en 1968. En la Proclamación
de Teherán, aprobada en la Conferencia, se reconoce que los Estados tienen la obligación de
erradicar "la denegación general de los derechos humanos que acarrean los actos de agresión"

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