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Manizales, Caldas, 04 de abril del 2017.

Doctor
William Ruíz Sanz.
La ciudad

REFERENCIA: concepto jurídico

Mediante el presente, y atendiendo a su gentil solicitud, procedemos a prorrumpir


concepto dentro del asunto puesto a consideración, conforme a los hechos que han
sido expuestos para su estudio de nuestra oficina, en efecto, se dará respuesta al
cuestionamiento ¿Son las personas jurídicas y especialmente las propiedades
horizontales, pasibles de ser indemnizadas por los perjuicios morales causados
a éstas? en los siguientes términos:

Para dar respuesta a este interrogante, debemos analizar la marcada línea


jurisprudencial que han establecido las Altas Cortes en el ordenamiento jurídico
colombiano respecto al tema, para de esta forma poder colegir si las propiedades
horizontales pueden reclamar o no en un caso concreto perjuicios de índole
inmaterial.

Debemos señalar en principio que las personas jurídicas para el derecho –al
igual que las personas naturales- son sujetos de “derechos y obligaciones”, bajo esos
presupuestos pueden ser sujetos pasivos de un delito, hechos y operaciones
administrativas, así como conductas de los particulares que sin tener características
de una conducta punible generan la obligación de reparar un daño causado.1

De ahí que no sea contrario a la Constitución ni a la ley, que a las personas


jurídicas puedan ser indemnizadas por daños morales que se les causen, así lo ha
entendido la Corte Suprema de Justicia, al establecer:

“Desde la perspectiva constitucional es plausible que personas jurídicas puedan


verse afectadas por padecimientos de orden moral, -sin que sea necesario, para el
sub-lite, deslindar si ello ocurre sólo en supuestos de responsabilidad contractual,
extracontractual, o en ambos-, claro está, aun cuando esos no necesariamente
1
Tal es el evento de la responsabilidad civil contractual y extracontractual.
guardan consonancia con ciertas afectaciones extrapatrimoniales de las personas
físicas. Así, el sufrimiento, el estrés, la angustia, o la depresión, entre otros, sólo
pueden experimentarlos estas últimas, pero ello no mengua que ciertas
afectaciones a personas otrora denominadas morales, que no califican ni como
daño emergente, ni lucro cesante, puedan llegar a tener cabida bajo el cariz del
daño moral. Puede pensarse, verbigracia, en el desprestigio de una marca
en la percepción del consumidor, que sea imputable a un sujeto distinto a
su titular. Sin embargo, la indemnización prevista por el legislador en la ley
de comentario, cubre las diferentes modalidades de daños que puedan
aquejar a los representantes, distribuidores y fabricantes nacionales.”
(Corte Suprema de Justicia. 2006)(Negrilla propia)

Igualmente, en sentencia del Consejo de Estado del dieciséis (16) de agosto de


2012, Consejero ponente MAURICIO FAJARDO GÓMEZ, señaló esta alta corporación
que:

(…) En el ordenamiento jurídico colombiano no existe duda alguna frente a la


posibilidad de reconocer aquellos perjuicios morales causados a personas
jurídicas, en cuanto hayan sido probados en el proceso. Sin embargo, la Sala debe
hacer claridad en punto a que resulta incorrecto considerar que todo daño
causado a bienes inmateriales de la persona jurídica deban ser resarcidos bajo el
concepto de perjuicios morales o extrapatrimoniales. En efecto,
tradicionalmente se ha considerado que atentados contra derechos de la
persona jurídica como el buen nombre o el good will constituyen perjuicios
morales, cuando lo cierto es que los mencionados derechos integran el
concepto de establecimiento de comercio en los términos de los artículos
515 y 516 del Código de Comercio. (Negrilla propia)

De las anteriores citas es forzoso colegir que las personas jurídicas –en el
evento en que se presenten perjuicios inmateriales- existe en favor de éstas el deber
jurídico de ser reparadas. No obstante, estos perjuicios morales no son los mismos
que los sufridos por una persona física, toda vez que el dolor, el sufrimiento, el daño
en vida de relación, el estrés, la angustia, entre otros no son indemnizables para estas
personas ficticias.

Empero, a estos sujetos de derecho pueden ser indemnizados moralmente


cuando se les afecte, por ejemplo, el buen nombre o el good will por un desprestigio
directo que su actividad comercial y no puede tratarse como daño emergente o lucro
cesante.
Ahora, realizando un análisis de la naturaleza jurídica de la propiedad
horizontal, debemos decir que desde la entrada en vigencia de la ley 675 de 2001 “Por
medio de la cual se expide el régimen de propiedad horizontal” se estatuyó en los
artículos 32 y 33 el objeto, la naturaleza y características de la propiedad horizontal,
así:

“ARTÍCULO 32. OBJETO DE LA PERSONA JURÍDICA. La propiedad horizontal,


una vez constituida legalmente, da origen a una persona jurídica
conformada por los propietarios de los bienes de dominio particular. Su
objeto será administrar correcta y eficazmente los bienes y servicios
comunes, manejar los asuntos de interés común de los propietarios de
bienes privados y cumplir y hacer cumplir la ley y el reglamento de
propiedad horizontal.

PARÁGRAFO. Para efectos de facturación de los servicios públicos domiciliarios a


zonas comunes, la persona jurídica que surge como efecto de la constitución al
régimen de propiedad horizontal podrá ser considerada como usuaria única
frente a las empresas prestadoras de los mismos, si así lo solicita, caso en el cual
el cobro del servicio se hará únicamente con fundamento en la lectura del
medidor individual que exista para las zonas comunes; en caso de no existir dicho
medidor, se cobrará de acuerdo con la diferencia del consumo que registra el
medidor general y la suma de los medidores individuales.

Las propiedades horizontales que a la fecha de entrada en vigencia de la presente


ley, no posean medidor individual para las unidades privadas que la integran,
podrán instalarlos si lo aprueba la asamblea general con el voto favorable de un
número plural de propietarios de bienes privados que representen el setenta por
ciento (70%) de los coeficientes del respectivo edificio o conjunto.

ARTÍCULO 33. NATURALEZA Y CARACTERÍSTICAS. La persona jurídica


originada en la constitución de la propiedad horizontal es de naturaleza
civil, sin ánimo de lucro. Su denominación corresponderá a la del edificio o
conjunto y su domicilio será el municipio o distrito donde este se localiza y tendrá
la calidad de no contribuyente de impuestos nacionales, así como del impuesto de
industria y comercio, en relación con las actividades propias de su objeto social,
de conformidad con lo establecido en el artículo 195 del Decreto 1333 de 1986.

PARÁGRAFO. La destinación de algunos bienes que produzcan renta para


sufragar expensas comunes, no desvirtúa la calidad de persona jurídica sin
ánimo de lucro.”

Las anteriores reglas jurídicas, establecen que efectivamente una vez se


constituye la propiedad horizontal, nace una persona jurídica ajena a los propietarios,
cuyo fin es administrar de forma correcta los bienes y servicios comunes, así como
hacer respetar el reglamento de la copropiedad y la ley.
Del mismo modo, establecen estos cánones normativos que la naturaleza de la
propiedad es netamente civil y que la misma carece de ánimo de lucro, de ahí que se
descarte que pueda realizar cualquier actividad comercial pues es contraria a su
naturaleza, prescindiéndose de cualquier tipo de indemnización extrapatrimonial por
afectación al good will pues es claro que al no tener la facultad de realizar una
actividad comercial no tiene derecho a la buena clientela.

Quedando entonces como última posibilidad de indemnización la que se


origine por afectación al buen nombre de la propiedad horizontal, la cual bajo el
acontecer fáctico esgrimido en la solicitud de concepto es de imposible configuración
pues un accidente de tránsito con afectación a la infraestructura del edificio en nada
afecta su buen nombre, pues además se parte de la base que el daño en el bien se dio
origen por una conducta culposa en la que se violentó el deber objetivo de cuidado
como causante exclusivo del daño.

Razones éstas más que suficientes para poder aseverar que si bien pueden
causarse perjuicios a personas jurídicas y sobre los mismos existe el deber jurídico de
reparar, en el caso de marras no se configuran los presupuestos necesarios para
indemnizar a la propiedad horizontal por el daño causado, lo que no excluye la
posibilidad de indemnización de perjuicios materiales en su doble modalidad de daño
emergente y lucro cesante, sobre los cuales claramente deben repararse por la
conducta culposa.

En estos términos rendimos el concepto solicitado.

Estrecha su mano,

JUAN MANUEL RÍOS CASTAÑO


Ríos & Abogados.

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