Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Existe una amplia lista de procesos a los que se puede atri- Tabla I. Procesos médicos relacionados con el autismo [5-7].
buir una relación causal con el autismo [10]. Se han citado tan-
to factores prenatales como posnatales, que se reflejan en la Síndromes neurocutáneos
tabla I. Las alteraciones perinatales tales como la encefalopatía Neurofibromatosis
hipoxicoisquémica no parece que desempeñen un papel impor-
tante en la génesis del proceso autista [5-7]. Esclerosis tuberosa
Las exploraciones complementarias que habitualmente se Hipomelanosis de Ito
realizan en niños con procesos autistas encaminadas a detectar
una etiología son pruebas neurorradiológicas, neurofisiológi- Infecciones intrauterinas
cas, genéticas y metabólicas. Infección congénita por citomegalovirus
Con el fin de conocer el RD de las diferentes pruebas médi-
cas que se practican en el autismo se ha realizado una revisión Rubéola congénita
bibliográfica con la utilización de las siguientes palabras claves: Infecciones posnatales
autism, pervasive development disorders, radiology, neurora-
diology, metabolic disorders, genetic, cytogenetic, fragil X, Meningitis bacteriana por Haemophilus
diagnostic yield. Encefalitis por herpes simple
La importancia de los estudios electroencefalográficos en el
autismo está fuera de toda duda. Se conoce que la prevalencia Diversos síndromes malformativos
de epilepsia en niños autistas es de un 7-14% y en la edad adul- Síndrome de Sotos
ta llega hasta un 20-35% [7]. En aproximadamente un 10% de
pacientes con autismo se encuentran alteraciones electroencefa- Síndrome de Moebius
lográficas del tipo del síndrome de Landau-Kleffner o estado Síndrome de Williams
epiléptico con punta onda lenta durante el sueño lento [7], y se
correlacionan muchas veces estas alteraciones con un patrón Otros
evolutivo regresivo en la evolución del cuadro autista, que suele Síndrome de West
aparecer en edades precoces en alrededor de un tercio de los
pacientes autistas [11]. Por todo ello, los estudios neurofisioló- Distrofia muscular
gicos deben formar parte de la rutina diagnóstica de los niños Trastornos metabólicos
con autismo, especialmente en aquellos casos en los que se
encuentra un patrón regresivo en la evolución clínica y, por tan- Fenilcetonuria
to, no se va a estudiar el RD de esta prueba médica. Histidinemia
Aciduria D-glicérica
RENDIMIENTO DIAGNÓSTICO
Síndrome HEADD (hipotonía, epilepsia, autismo y retraso del desarrollo)
DE LA NEUROIMAGEN
Respecto al papel de los estudios neurorradiológicos, creo que Dependencia a la piridoxina
es importante diferenciar dos aspectos importantes. Existen, por Hipotiroidismo congénito
un lado, trabajos encaminados a demostrar alteraciones morfo-
lógicas cerebrales que nos ayuden a comprender la fisiopatolo- 5’-nucleotidasa superactividad
gía del proceso y a definir en la medida de lo posible un marca- Deficiencia de adenilsuccinato liasa
dor neurorradiológico del autismo. Por otra parte, están las se-
ries clínica publicadas que estudian la contribución de los estu- Deficiencia de PP-ribosa-P sintetasa
dios de imagen en la detección de una etiología –etiología en el Autismo hiperuricosúrico
sentido que hemos definido antes– de los pacientes autistas. Es
decir, lo que llamamos el RD. Alteraciones cromosómicas
En lo que se refiere al primer tipo de estudios, la bibliogra- Cromosomas sexuales: X frágil, síndrome de Turner, otros
fía publicada es muy abundante y se ha basado fundamental-
mente en datos clínicos conocidos, como el hecho de que el Autosomas: trisomía 21, anomalías del cromosoma 15
perímetro cefálico de estos pacientes suele ser superior a la
mediana, o datos anatomopatológicos encontrados en necrop-
sias, como es la pobreza en células de Purkinje y células granu- men cerebeloso completo, variaciones del tamaño en ciertos
lares en el cerebelo, así como la disminución del tamaño del lóbulos del vermis cerebeloso, encontrándose tanto zonas hiper-
vermis cerebeloso [12]. plásicas como zonas hipoplásicas, y, por último, disminución del
Las anomalías neurorradiológicas encontradas en investiga- vermis cerebeloso cuando se compara con un grupo control [14].
ción radiológica se pueden sumarizar de la siguiente manera: en Respecto a los estudios funcionales, se ha detectado en estu-
primer lugar, se ha constatado un aumento del volumen cerebral dios con PET un aumento de la captación con FDG en determi-
en la población autista. Se ha detectado tanto aumento del tama- nadas áreas: parietal, occipital, temporal, tálamo y cerebelo
ño cerebral como de los ventrículos, fundamentalmente occipi- [15]. Sin embargo, hay que resaltar que los pacientes en los que
tal, temporal, pero no frontal [13]. En el cerebelo los datos se se detectó alteraciones en la captación, presentaban todos ellos
contradicen. Se han descrito disminución del volumen de forma epilepsia añadida, por lo que probablemente se impliquen dife-
selectiva en determinadas áreas del cerebelo, aumento del volu- rentes factores.
Año de N.º casos Edad de los Tipo de exploración Resultados Rendimiento de la prueba
publicación pacientes
1993 [19] 25 Adultos TAC Una atrofia cerebelosa Ninguna exploración diagnóstica
Una atrofia cerebral difusa
2000 [18] 33 Media: 40 meses 28 TAC + 5 RM Todos normales Ninguna exploración diagnóstica
1999 [15] 48 35 meses ± 18 TAC en 30 pacientes Un quiste aracnoideo Se han detectado seis anomalías,
RM en 18 pacientes (en algunos Tres pacientes con ninguna de ellas diagnóstica
paciente se repitió la exploración) ventriculomegalia moderada
Dos pacientes con lesiones
hiperintensas en lóbulo frontal
y una en cápsula interna
Ref. bibliográfica
Fenilcetonuria [20]
Histidinemia. Hay dos casos descritos. Sin embargo, la demostración de histidemia [21]
en sujetos asintomáticos crea dudas respecto a la relación causa-efecto con el autismo en este proceso
Síndrome HEADD. Es el epónimo de hipotonía, epilepsia, autismo y retraso del desarrollo (en inglés). [23]
Se han descrito hallazgos en este síndrome compatibles con anomalías estructurales enzimáticas y de ADN mitocondrial
Deficiencia de adenilsuccinato liasa (AMPSL). Se trata de una enzimopatía purínica. Se puede detectar en orina del metabolito [26]
resultante (succinil Z ribósido). Los pacientes presentan retraso mental grave y autismo. Se han descrito 12 casos hasta la fecha
Autismo hiperuricosúrico. Se trata de pacientes autistas con una excreción de uratos en orina de 24 horas elevada. [27]
Suelen asociar retraso mental y convulsiones. Se ha detectado un aumento de la síntesis de las purinas
en fibroblastos. Algunos autores dan cifras de hasta un 10-20% en población autista
Se han descrito alteraciones de la migración [15,16], aunque En este sentido, el comité de expertos de la Academia Ame-
esto no se ha corroborado por otros autores, que las han busca- ricana de Neurología que redactó la guía clínica sobre el scree-
do de forma sistemática [14]. ning y diagnóstico del autismo, afirma que no hay evidencia
Otras alteraciones encontradas han sido la presencia de alguna que apoye la práctica rutinaria de estudios de imagen en
quistes porencefálicos, agenesia del cuerpo callosos e infartos la evaluación diagnóstica del autismo [3].
[8,9,17,18]. Sin embargo, otros estudios han demostrado que la
presencia de alteraciones puntuales no era diferente a la encon-
trada en una población de sujetos normales voluntarios [14]. RENDIMIENTO DIAGNÓSTICO
En resumen, hasta el momento no se ha podido definir una DE LOS ESTUDIOS METABÓLICOS
alteración estructural específica en el autismo y las alteracio- Existen múltiples referencia bibliográficas de trastornos meta-
nes encontradas tienen una amplia variabilidad, y probable- bólicos que cursan con sintomatología del espectro autista [19-
mente no difieran de las que podamos encontrar en otros gru- 26]. Sin embargo, la mayoría de estas referencias tratan de
pos de población. casos clínicos aislados, a los que no se llegó al diagnóstico del
Respecto al RD de los estudios radiológicos en la búsqueda proceso por la aplicación de una rutina diagnóstica de cribado
de una etiología, únicamente se han encontrado en la bibliogra- de enfermedades metabólicas. Suele tratarse de pacientes en los
fía tres trabajos que reúnan dichas características. Uno de ellos que el fenotipo autista no es la sintomatología predominante.
se realiza con población adulta y los otros dos con población En la tabla III se hace referencia a la mayoría de los trastor-
infantil. En las tres series el rendimiento de la radiología es nos metabólicos en los que se ha descrito sintomatología autista.
nulo, es decir, en ningún caso se ha llegado a la etiología a tra- En general, se estima que el porcentaje de niños autistas en los
vés de las exploraciones radiológicas. En la tabla II se muestran que se pueda detectar una metabolopatía está muy por debajo del
los datos más relevantes de las tres publicaciones. 5% [3], y probablemente la fenilcetonuria es el trastorno que con
más frecuencia se ha asociado al autismo; Tabla IV. Rendimiento del estudio metabólico en diferentes series publicadas.
se dan cifras de casi un 5% de fenilcetonu-
ria cuando se busca de forma sistemática Año de N.º de Edad de los Tipo de estudios practicados Rendimiento Ref.
realización casos pacientes de la prueba bibliográfica
en pacientes en los que previamente no se
había realizado la prueba de cribaje para 1980 65 Edad AA en orina y confirmación 4,6% (fenil- [28]
la detección de esta enfermedad [27]. pediátrica posterior en sangre cetonuria)
Con el término autismo hiperuricosú- 1999 48 35 meses ± 18 AA en orina, ácido láctico Ningún paciente [15]
rico se designa a una serie de pacientes diagnosticado de
autistas con una excreción de uratos en metabolopatía
orina de 24 horas elevada, que puede lle- 1993 25 Adultos AA, estudio de peroxoximales, Un paciente con [27]
gar a ser entre 40 mg/kg/día, y, por otra mitocondriales, trastorno de la fenilcetonuria
glicosilación
parte, los niveles en plasma de ácido úrico
son normales. Suelen asociar retraso men- 2000 33 Media: Ácido láctico, amonio, AA, Ningún paciente [18]
tal y convulsiones. Se ha detectado un au- 40 meses ácidos orgánicos y hormonas afecto de
tiroideas metabolopatía
mento de la síntesis de las purinas en fi-
broblastos. Algunos pacientes se han be-
neficiado de dietas pobres en purina con o sin alopurinol. Algu- Tabla V. Frecuencia con que se encuentran alteraciones cromosómicas
nos autores dan cifras de hasta un 10-20% en población autista, (X frágil no incluido) en pacientes autistas.
aunque faltan estudios con poblaciones más amplias que corro-
Autor Año de publicación %
boren estos hechos [28].
En la tabla IV se resumen las características de cuatro series Wassink 2001 2,1
publicadas y, como puede observarse, a excepción de una serie
Weidmer-Mikhail 1998 3,2
en la que se detectan casi un 5% de fenilcetonurias, en las otras
tres el rendimiento es nulo. Keller 2003 2
En referencia al cribado de metabolopatías en la rutina diag-
Estecio 2002 6
nóstica de los pacientes autistas, el panel de expertos de la Aca-
demia Americana de Neurología no recomienda la práctica siste-
mática de estudios metabólicos. Únicamente los recomienda en cromosómica entre población autista con retraso mental asocia-
aquellos casos en los que hubieran datos sugestivos de metabo- do o epilepsia [29]. En la tabla V se hace referencia a la frecuen-
lopatías, es decir, en aquellos casos que asociaran letargia, vómi- cia encontrada de estas alteraciones en diversas series.
tos cíclicos, convulsiones precoces, existencia de dismorfias o El hecho de que aproximadamente un 15% de la población
facies tosca y retraso metal. También lo recomiendan en aquellos afecta de SCXF tuviera sintomatología autista [30], animó a
casos en los que no se realice el screening neonatal. Es impor- muchos investigadores en la búsqueda sistemática de este síndro-
tante tener en cuenta este dato, dado el aumento de la población me entre la población autista, primero con técnicas citogenéticas
inmigrante que se produce en nuestro país, procedente muchas y posteriormente con estudios moleculares. En general, la fre-
veces de países donde no se ha realizado el screening. cuencia del SCXF entre la población autista oscila entre el 2 y el
4%, es decir, en un porcentaje no mayor que el que puede encon-
trarse entre la población con retraso mental [29,30-34] (Tabla VI).
RENDIMIENTO DIAGNÓSTICO El estudio molecular de las redistribuciones subteloméricas
DE LOS ESTUDIOS GENÉTICOS ha dado un rendimiento del 6% en poblaciones con retraso psi-
Respecto al estudio genético más allá de la búsqueda de un mar- comotor [35]. Existen, sin embargo, dos únicos trabajos en los
cador genético del autismo, como se sabe, existen diferentes que rutinariamente se realiza el cribado sistemático de esta alte-
trastornos de origen genético que muestran un fenotipo autista ración en población autista con un rendimiento del 0% [36,37].
como parte de sus manifestaciones clínicas. En 1999 se informa la mutación en el gen MECP2 causante
Se ha descrito el autismo asociado a numerosas alteraciones del síndrome de Rett. Se ha descrito también dicha mutación en
cromosómicas, tanto de los cromosomas sexuales como de los algunos síndromes con retraso mental ligado al cromosoma X.
autosomas. En autosomas, se han detallado diversos trastornos, Dado que las niñas con síndrome de Rett presentan sintomato-
entre ellos la trisomía 21. Sin embargo, las anomalías relaciona- logía autista –de hecho se incluye dentro de los TGD en la cla-
das con el cromosoma 15 son las más frecuentemente especifi- sificación propuesta por el DSM IV [1]–, han sido varios los
cadas. Más del 50% de las alteraciones detectadas en los auto- investigadores que han realizado estudio rutinario de dicha
somas con cariotipos de alta resolución se localizan en la región mutación en poblaciones autistas. Hay tres series compuestas
15q11-13, entre ellas deleciones, marcadores cromosómicos y por pacientes autistas de ambos sexos en las que se ha realizado
trisomía 15 con deleción [29]. la búsqueda sistemática de la mutación. Una de 202 pacientes
Además del síndrome del cromosoma X frágil (SCXF), se [38], otra de 59 [39] y otra de 99 [40], y no se encontró en nin-
han referido diversas alteraciones de cromosomas sexuales, entre guna de ellas la mutación. Existe, sin embargo, una serie de 69
ellas el síndrome de Turner, como asociadas al autismo [29]. pacientes mujeres autistas –no diagnosticadas previamente de
La frecuencia con la que se han observado las alteraciones Rett– en la que se aisló la mutación en dos casos [41].
cromosómicas –con exclusión del el SCXF– varía de un 0,9 a un Por todo ello, el estudio citogenético y el estudio molecular
a 6%, superando en la mayoría de las series publicadas el 1% de del SCXF debe realizarse en todos aquellos casos en los que exis-
positividades cuando se practica de forma rutinaria. Es impor- te retraso mental asociado, o al menos en todos aquellos casos en
tante decir también que es más probable encontrar una alteración los que se sospecha y no se puede descartar dicho retraso.
Tabla VI. Prevalencia del X frágil en población autista en diferentes series. 30% de los casos. Sin embargo, esto no nos debe llevar a enga-
ño, ya que el RD en las series de autistas a las que se les aplica
Autor/año publicación N.º de pacientes en la muestra % de X frágil una determinada rutina diagnóstica para llegar a conocer la etio-
Payton, 1989 85 2,4 logía está entre el 2 y el 7%.
El papel de las exploraciones complementarias en este senti-
Wassink, 2001 278 1,8 do es muy limitado, ya que en el mejor de los casos se obtienen
Klauck, 1997 141 0,9 positividades de un 5%. En la mayoría de los casos se llega a un
diagnóstico etiológico por los datos suministrados por la anam-
Estecio, 2002 30 3,3 nesis o la exploración física. Es importante insistir que, en gene-
Weidmar-Mikhail, 1998 92 0,0 ral, siempre que se asocie retraso mental o epilepsia existen más
posibilidades de que las pruebas médicas resulten positivas.
De las pruebas médicas, la que alcanza un mayor rendimien-
En población autista con alto funcionamiento, este tipo de to, sin duda, son los estudios genéticos, y se indica realizar de for-
pruebas tendrá un rendimiento muy bajo [5]. El resto de estu- ma rutinaria un estudio citogenético y un estudio molecular del
dios genéticos debería seleccionarse en función de la clínica de SCXF en todos aquellos casos que asocien retraso mental o que
cada sujeto. A tener en cuenta el estudio de la mutación MECP2 éste no pueda descartarse. Los estudios metabólicos se indicarían
en niñas autista, ya que podríamos estar ante formas incomple- sólo en aquellos casos en que los pacientes presenten datos clíni-
tas del síndrome de Rett. cos sugestivos de metabolopatías. Es importante no olvidar que la
población que atendemos puede proceder de países en los que no
se realiza el screening de metabolopatías al nacimiento.
CONCLUSIONES Por último, los estudios de imagen, a pesar de que demues-
Ante la ausencia de un marcador genético del autismo, las prue- tran un buen número de anomalías, éstas suelen ser inespecífi-
bas médicas realizadas se encaminan a la investigación de una cas y no acostumbran a conducirnos a un diagnóstico etiológi-
etiología del proceso que nos aporte información sobre el ori- co. Por ello, su práctica debería limitarse a aquellos casos que,
gen del proceso, posibilidades de recurrencia, pronóstico y bien por la anamnesis o por los datos de la exploración física, se
posibles tratamientos, si los hay. Esto ocurre entre un 10 y un sospecha una alteración estructural del sistema nervioso central.
BIBLIOGRAFÍA
1. Diagnostic and statistical manual of mental disorders. 4 ed. Washing- 18. Gillberg C Svendsen P. Childhood psychosis and computed tomographic
ton DC: American Psychiatric Association; 1994. brain scan findings. J Autism Dev Disord 1983; 13: 19-32.
2. Howlin P, Moore A. Diagnosis of autism. A survey of over 1200 19. Karnebeeh V, Gelderen I, Nijhof GJ Abeling NG, Vreken P, Redeken
patients in the UK. Autism 1997; 1 135-62. EJ. An aetiological study of 25 mentally retarded adults with autism. J
3. Filipek PA, Accardo MD, Ashwal S, Baranek GT, Cook EH. Practice Med Gent 2002; 29: 205-14.
parameter: screening and diagnosis of autism. Report of the Quality 20. Miladi N, Larnaout A, Kaabachi N. Phenylketonuria: an underlying
Standards Subcommittee of the American Academy of neurology and etiology of autistic syndrome. A case report. J Child Neurol 1992; 1:
the Child Neurology Society. Neurology 2000; 55: 468-79. 22-3.
4. Shaefer GB, Bodensteiner JB. Evaluation of the child with idiopatic 21. Kotsopoulos S, Kutty KM. Histidinemia and infantile autism. J Autism
mental retardation. Pediatr Clin North Am 1992; 39: 929-43. Dev Disord 1979; 9: 55-60.
5. Rutter M, Bailey A, Bolton P, Le Couteur A. Autism and known med- 22. Topcu M, Saatei I, Haliloglu G, Kesimer M, Coskum T. D-glyceric
ical conditions: myth and substance. J Child Psychol Psychiatry 1994; aciduria in a six-month-old boy presenting with West syndrome and
35: 311-22. autistic behaviour. Neuropediatrics 2002; 33: 47-50.
6. Gillbert C, Coleman M. Autism and medical disorders: a review of the 23. Fillano JJ, Goldenthal MJ, Rhodes CH, Marín-García J. Mitochondrial
literature. Dev Med Child Neurol 1996; 38: 191-202. dysfuntion in patients with hypotonia, epilepsy, autism, and develop-
7. Rapin I. Autism. N Engl J Med 2003; 337: 97-104. mental delay: HEADD syndrome. J Chil Neurol 2002: 17: 435-9.
8. Valevsky A, Kramer U, Leitner Y. Characterization and comparison of 24. Bard L, Stenehjem A, Franceschini LA. A 15-year follow-up of a boy
autistic subgroups: 10 years experience with autistic children. Dev with pyridoxine (vitamin B6)-dependent seizures with autism, breath
Med Child Neurol 1999; 41: 21-5. holding, and severe mental retardation. J Child Neurol 2000; 15: 763-5.
9. Shevell M, Majnemer A, Rosenbaum P. Etiologic Yield of autistic Spec- 25. Gillberg IC, Gillberg C, Kopp S. Hypothyroidism and autism spectrum
trum Disorders: A Prospective Study. J Child Neurol 2001; 16: 509-12. disorders. J Child Psychol Psychiatry 1992; 33: 531-42.
10. Gillberg C, Coleman M. Autism and medical disorders: a review of the 26. Lyon G, Adams R, Kolodny E. Neurology of hereditary metabolic dis-
literature. Dev Med Child Neurol 1996; 38: 191-202. ease of children. 2 ed. Philadelphia: McGraw-Hill; 1996.
11. Tuchman RF, Rapin I. Regression in pervasive developmental disor- 27. Lowe TL, Tanaka K, Seashore MR, Young JG, Cohen DJ. Detection of
ders: seizures and epileptiform electroencephalogram correlates. Pedi- phenylketonuria in autistic and psychotic children. JAMA 1980: 243;
atrics 1997; 99: 560-6. 126-8.
12. Eliez S, Reiss A. Annotation: MRI neuroimaging of childhood psychi- 28. Page T. Metabolic approaches to the treatment of autism spectrum dis-
atric disorders: a selective review. J Child Psychol Psychiatry 2000; 41: orders. J Autism Dev Disord 2000; 30: 463-9.
679-794. 29. Wassink T, Piven J, Patil R. Chromosomal abnormalities in a clinic sam-
13. Filipek P. Neuroimaging in the developmental disorders: the state of ple of individuals with autistic disorder. Psychiatr Genet 2001; 11: 57-63.
the science. J Child Psychol Psychiatry 1999; 40: 113-28. 30. Baumgardner TL, DuPaul GJ, Freund LS. Specification of the neu-
14. Shifter T, Hoffman JM, Hatten P. Neuroimaging in infantile autism. J robehavioral phenotype in males with fragile X syndrome. Pediatrics
Child Neurol 1994; 9: 155-61. 1995; 95: 744-52.
15. Piven J, Berthier ML, Starkstein SE. Magnetic resonance imaging evi- 31. Klauck SM, Munstermann E, Bieber-Marting B. Molecular genetic
dence for a defect of cerebral cortical development in autism. Am J analysis of the FMR-1 gene in a large collection of autistic patients.
Psychiatry 1990; 147: 734-9. Hum Genet 1997; 100: 2229-44.
16. Balottin U, Bejor M, Cecchini A. Infantil autism and computerized 32. Estecio M, Fett-Conte AC, Varell-García M, Fridman C, Silva A. Mol-
tomography brain scan findings: specific versus nonspecific abnormal- ecular and cytogenetic analyses on Brazilian youth with pervasive
ities. J Autism Dev Disord 1989; 19: 109-17. developmental disorders. J Autism Dev Disord 2002; 32: 35-41.
17. Caparulo BK, Cohen DJ, Rithman SL. Computed tomographic brain 33. Weidmer-Mikhail E, Sheldon S, Ghaziuddin M. Chromosomes in
scanning in children with developmental neuropsychiatric disorders. J autism and related pervasive developmental disorders: a cytogenetic
Am Acad Child Psychiatry 1981; 20: 338-57. study. J Intellect Disabil Res 1998; 42: 8-12.
34. Payton JB, Steele MW, Wenger SL. The fragile X marker and autism in 38. Beyer KS, Blasi F, Bacchelli E. Mutation analysis of the coding sequence
perspective. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 1998; 28: 417-21. of the MECP2 gene in infantile autism. Hum Genet 2003; 112: 436.
35. Flint J, Wilkie AO, Buckle VJ. The detection of subtelomeric chromo- 39. Vourc’h P, Bienvenu T, Beldjort C. No mutations in the coding region
somal rearrangement in idiopathic mental retardation. Nat Genet 1995; of the Rett syndrome gene MECP2 in 59 autistic patients. Eur J Hum
9: 132-40. Genet 2001: 9: 556-8.
36. Keller K, Williams C, Wharton P, Paulk M, Bent-Williams A, Gray B. 40. Lobo-Menenedez S, Sossey-Alaoui K, Bell JM. Absence of Mecp2
Routine cytogenetic and FSHI studies for 17p11/15q11 duplications mutation in patients from the South Carolina autism project. Am J Med
and subtelomeric rearrangements studies in children with autism spec- Genet 2003; 117: 97-101.
trum disorders. Am J Med Genet 2003; 117: 105-11. 41. Carney RM, Wolpert CM, Ravan SA. Identification of MeCP2 muta-
37. Van Karnebbek CD, Van Gelderen GJ, Nijhof N. An etiological study tions in a series of females with autistic disorders. Pediatr Neurol
of 25 mentally adults with autism. J Med Genet 2002; 39: 205-14. 2003; 28: 205-11.