ARQUIDIÓCESIS DE BUCARAMANGA

PASTORAL VOCACIONAL
AÑO DEL ENCUENTRO CON JESUCRISTO
EN LOS HERMANOS POR MARÍA,
CAMINO SEGURO PARA LLEGAR A ÉL

HORA SANTA POR LAS VOCACIONES

A LA VIDA SACERDOTAL Y CONSAGRADA
CANTO INICIAL
INVOCACIÓN INICIAL
V/ Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar
R/ Sea por siempre bendito y alabado
MONICION INICIAL
Queridos hermanos y hermanas, hemos respondido a la invitación que nos
hace el Señor a estar con Él, donde intentaremos hacer silencio, calmar
inquietudes y preocupaciones para que nuestro corazón esté abierto y
disponible a escuchar la voz de Dios. Hoy queremos escuchar la petición que
hace Jesús a sus discípulos: pidan al Dueño de la mies, al Señor de la Iglesia,
que mande obreros a su mies, apóstoles y ministros que se consagren
totalmente a hacer presente su Corazón de Buen Pastor en medio del mundo y
de un modo especial a favor de los más necesitados.
OFRECIMIENTO
Señor Jesús, así como llamaste un día a los primeros discípulos para hacerles
pescadores de hombres, continúa también ahora haciendo resonar tu
invitación: ¡Ven y sígueme! Da a los jóvenes la gracia de responder
prontamente a tu voz. Sostén en sus fatigas apostólicas a nuestros obispos,
sacerdotes y personas consagradas. Da la perseverancia a nuestros
seminaristas y a todos los que están realizando un ideal de vida totalmente
consagrada a tu servicio. Suscita en nuestra comunidad el espíritu misionero.
Manda, Señor, operarios a tu mies y no permitas que la humanidad se pierda
por falta de pastores, de misioneros, de personas entregadas a la causa del
Evangelio. María, Madre de la Iglesia, modelo de toda vocación, ayúdanos a
decir "sí" al Señor que nos llama a colaborar en el designio divino de la
salvación.
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AÑO DEL ENCUENTRO CON JESUCRISTO
EN LOS HERMANOS POR MARÍA,
CAMINO SEGURO PARA LLEGAR A ÉL

Nos unimos en oración en este mes de agosto a las intenciones del Papa
Francisco por la evangelización para que las familias, gracias a una vida de
oración y de amor se vuelvan cada vez más “laboratorios de humanización”.
Rezamos también por nuestro Obispo Ismael Rueda Sierra, por la
Arquidiócesis de Bucaramanga, por sus sacerdotes, por nuestra comunidad
parroquial, por nuestro Seminario Mayor y por las vocaciones a la vida
sacerdotal y religiosa.
En este momento de encuentro con Cristo, entreguemos en nuestra oración
especialmente a los rostros sufrientes de nuestras comunidades, a los que
sufren, a los pobres y a los más necesitados; y acompañados de la Virgen
Santísima, verdadera y auténtica discípula de Jesús, oremos ofreciendo el
ángelus:
ANGELUS
V. El Ángel del Señor anunció a María
R. Y ella concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve María…

V. He aquí la esclava del Señor

R. Hágase en mí según tu Palabra
Dios te salve María…

V. Y el Verbo de Dios se hizo carne

R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve María…

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro
Señor Jesucristo

ORACIÓN
Infunde, Señor tu gracia en nuestros corazones para que cuantos, por el
anuncio del ángel, hayamos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por
su pasión y su cruz lleguemos a la gloria de su resurrección. Por Jesucristo,
Nuestro Señor. Amén.
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CANTO DE INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO

ESPÍRITU SANTO, ALMA DE MI ALMA

(Adaptación de P. José Kentenich)

Espíritu Santo, eres el alma de mi alma,

te adoramos humildemente.
Ilumínanos, fortifícanos, guíanos, consuélanos.
Y en cuanto corresponde al plan eterno del Padre revélanos tus deseos.
Danos a conocer lo que el Amor eterno desea en nosotros.
Danos a conocer lo que debemos realizar.
Danos a conocer lo que debemos sufrir.
Danos a conocer lo que con silenciosa modestia y en oración,
debemos aceptar, cargar y soportar.

Sí, Espíritu Santo, danos a conocer tu voluntad y la voluntad del Padre.

Pues en la vida, no queremos ser otra cosa que un perpetuo Sí
a los deseos y al querer de nuestro Padre Dios. Amén.

CANTO A LA PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA

MONICIÓN
Escuchemos la Palabra de Dios, atentos y dispuestos para que Dios obre en
nuestras vidas. Su palabra es semilla y nuestro corazón debe ser la tierra fértil
y fecunda. Somos los trabajadores de la mies del Señor, escuchemos su
Palabra para que así podamos anunciarla y vivirla.
TEXTO BÍBLICO

LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 4, 18-21

«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la
buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los
cautivos, a dar vista a los ciegos, a libertar a los oprimidos y a proclamar un
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año de gracia del Señor. Después enrolló el libro, se lo dio al ayudante y se

sentó. Todos los que estaban en la sinagoga tenían sus ojos fijos en él. Y
comenzó a decirles: -Hoy se ha cumplido ante ustedes esta profecía.

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La vida y la vocación se entienden y se leen desde el hilo conductor del Amor,
es lo que da sentido a la llamada. Tienes una llamada, no cualquier llamada, es
una que brota del corazón amoroso del Padre, y en la vivencia de la caridad se
plenifica la vocación. Si nos situamos en esta dimensión, ella misma nos
clarifica que para vivir, no se necesita ser perfectos o para responder a la
llamada, esperar a ser perfectos, nada de eso, hay urgencia en la llamada,
porque en nuestro mundo, hay opresión, falta libertad, abundan los ciegos, se
necesita la misericordia y el perdón, se necesitan respuestas valientes y
arriesgadas ahora, que salgan al encuentro de quien más necesita una gran
dosis de Amor, que le devuelva a la vida, que le haga feliz.

Así lo entiende Jesucristo, cuando, al leer las Escrituras, descubre su misión y

entiende que no puede esperar para comenzar a vivirla, sino que es necesario
que comience ya. Responde a la invitación que encuentra en las Escrituras de
forma inmediata: «Hoy se ha cumplido ante ustedes esta profecía». Jesús
descubre en este mensaje, el querer de su Padre y lo hace inmediatamente
suyo, descubre a un Dios que es Amor misericordioso, más allá de una justicia
“rencorosa”, despierta la llamada de Dios para ser anunciador de esta buena
noticia, estoy aquí para construir el reino de Dios en medio de todos, para
sanar las heridas, trabajar por una sociedad más igualitaria, justa y fraterna.
Definitivamente la llamada vocacional es una llamada a la Vida, sin duda
alguna, el puente es la caridad.
Jesús revela su misión en un momento en que dice la Escritura que todos los
ojos estaban fijos en Él, anuncia el año de Gracia, del que Él mismo será
evangelizador, dedicará su vida a dirigir nuestra mirada hacia el Padre, un
Padre que aunque las circunstancias de la vida sean adversas o se tornen muy
complicadas, nos ama, nos llama y nos espera. Si nosotros intentamos también
no hacer oídos sordos a la llamada de Dios, hemos de procurar una actitud que
hoy se describe en el texto bíblico, «los ojos fijos en Él», la sutileza de la
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llamada, como ya hemos visto, requiere de un profundo y constante

discernimiento y para que podamos descubrir nuestra misión y seguir el
camino de una vocación consagrada al servicio del Amor, tenemos que fijar
nuestros ojos en Él, para poner en marcha enseguida esta invitación a vivir
mirando a Jesucristo, ya que es quien nos va a enseñar al Padre.
CANTO DE ADORACIÓN
MENSAJE VOCACIONAL

La misión de Jesús continúa. Él permanece siempre con nosotros, porque

aunque los siglos pasen, su Palabra no pasará. Jesús, el Buen Pastor, continúa
llamando a quien quiera arriesgarse por construir el Reino de Dios y realizar
su misión.

Al recibir el bautizo, todos hemos sido llamados a ser cristianos. Sin embargo,
en esta vocación común para ser cristianos, cada uno de nosotros está llamado
a desarrollar una misión particular para la realización del plan de Dios en su
vida.

Así, que todos con confianza debemos acercarnos a Cristo, a su vida, a sus
palabras para descubrir nuevamente la voluntad del Padre sobre nosotros, y
poner al servicio de la Iglesia y de la humanidad, los dones que hemos
recibido.

Jesús ha querido que su Iglesia tenga hasta el fin de los tiempos, pastores que
participen de su sacerdocio; de modo que su acto salvador se haga presente y
eficaz en todo el mundo y para todas las generaciones. En estos tiempos en los
que la humanidad busca a oscuras su camino y los hombres como ovejas
perdidas vagan sin rumbo fijo, el Corazón de Cristo está más próximo que
nunca al corazón humano, para prevenir los peligros que le amenazan, los
pasos falsos, los caminos equivocados, los senderos incorrectos…

Esta es la causa por la que cada uno debe medir la propia responsabilidad y en
continuo discernimiento y oración, descubrirse y conocerse a sí mismo, para
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saber si está recibiendo una llamada a la vida sacerdotal, una llamada a

continuar la misión de Cristo, anunciar su Palabra y vivir su sacrificio.

Es cierto, la vida debe ser consagrada a algo grande. No podemos permanecer

inertes e insensibles cuando se piensa en la sed de Dios que tienen nuestras
comunidades de personas sencillas que buscan al Buen Pastor. Personas que
con fe, amor y caridad, esperan a quien será la voz de Cristo y de la Iglesia en
medio de ellos. Son jóvenes y niños que esperan a alguien que les enseñe el
camino de la verdad y de la justicia; son hombres y mujeres a los que la
esperanza dura de la vida cotidiana hace sentir profundamente la necesidad de
Dios; son ancianos, enfermos y marginados los que esperan alguien que se
interese por ellos, alguien que los ame con el mismo amor de Cristo, alguien
que haga visible la presencia de Dios en sus tribulaciones, alguien que
consuele sus amarguras y sus necesidades. Por esto son necesarios los
sacerdotes, los religiosos y las religiosas.

A ustedes, jóvenes, les decimos estas palabras que aquel dueño de la hacienda
dirigió a los trabajadores de la viña que encontró al salir a media tarde: “¿por
qué están aquí todo el día sin hacer nada?” (Mt 20,6). Hoy no hay necesidad
de palabrería, sino de obras. No hay que buscar acomodarse, sí más bien servir
con generosidad y que esto se manifieste en los hechos. No hay necesidad de
elocuentes discursos y abundantes aplausos, sí un deseo de seguir a Cristo a
pesar de la adversidad. Sólo los jóvenes pueden comprender esta necesidad y
responder afirmativamente a la llamada del Señor.

Jóvenes escuchen la voz de Cristo que los llama entre sus operarios a ser
pastores, guías de su pueblo, voz de los que no tienen voz. Escuchen la
llamada de Cristo para que le den un nuevo horizonte a su vida, una
orientación decisiva. Den todo por Cristo, que Él no quita nada y nos lo da
todo. Jóvenes den la vida por Cristo para que sean plenamente felices.

La Iglesia madre y maestra sabe agradecer su corazón generoso y sabemos que

Dios siempre cumplirá su promesa: les dará el ciento por uno y la vida eterna
(Cf. Mc 10,30).
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PRECES
Fieles al mandamiento del Señor, pidamos al dueño de la mies que escuche
nuestras oraciones por las vocaciones al ministerio sacerdotal y por las demás
necesidades de la Iglesia y del mundo. Después de cada petición diremos: R/
Envía Señor, operarios a tu mies.
Para que Cristo que reunió a sus discípulos a su alrededor con el fin de
asociarlos a su predicación apostólica, suscite también en nuestros día
servidores de su Evangelio. Oremos. R/ Envía Señor, operarios a tu mies.
Para que Cristo, que supo vencer sus miedos y tentaciones, suscite en los
jóvenes de nuestra Iglesia un espíritu fuerte, capaz de vencer los miedos y
fragilidades que les impida escuchar su llamado. Oremos. R/ Envía Señor,
operarios a tu mies.
Para que el Señor ilumine a los jóvenes que se encuentran en el proceso de
discernimiento vocacional. Oremos. R/ Envía Señor, operarios a tu mies.
Por las familias de los jóvenes que han sido llamados a consagrar su vida a
Dios, para que reconozcan el don precioso de la vocación y los apoyen en todo
momento. Oremos. R/ Envía Señor, operarios a tu mies.
Señor Jesús, que nos mandaste rogar al Padre para que envíe obreros a su
mies, escucha nuestra oración y haz que los ministros de tu Iglesia crezcan en
número y perseveren fieles a tu ministerio. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
PRECES POR LOS SACERDOTES

A nuestro Santísimo Padre el Papa,

Dale Señor tu corazón de Buen Pastor.
A los sucesores de los Apóstoles,
Dales Señor, solicitud paternal por sus sacerdotes.
A los Obispos puestos por el Espíritu Santo,
Compromételos con sus ovejas, Señor.
A los párrocos,
Enséñales a servir y a no desear ser servidos, Señor.
A los confesores y directores espirituales,
Hazlos Señor, instrumentos dóciles de tu Espíritu.
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A los que anuncian tu palabra,

Que comuniquen espíritu y vida, Señor.
A los asistentes de apostolado seglar,
Que lo impulsen con su testimonio, Señor.
A los que trabajan por la juventud,
Que la comprometan contigo, Señor.
A los que trabajan entre los pobres,
Haz que te vean y te sirvan en ellos, Señor.
A los que atienden a los enfermos,
Que les enseñen el valor del sufrimiento, Señor.
A los sacerdotes pobres,
Socórrelos, Señor.
A los sacerdotes enfermos,
Sánalos, Señor.
A los sacerdotes ancianos,
Dales alegre esperanza, Señor.
A los tristes y afligidos,
Consuélalos, Señor.
A los sacerdotes turbados,
Dales tu paz, Señor.
A los que están en crisis,
Muéstrales tu camino, Señor.
A los calumniados y perseguidos,
Defiende su causa, Señor.
A los sacerdotes tibios,
Inflámalos, Señor.
A los desalentados,
Reanímalos, Señor.
A los que aspiran al sacerdocio,
Dales la perseverancia, Señor.
A todos los sacerdotes,
Dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia, Señor.
A todos los sacerdotes,
Dales obediencia y amor al Papa, Señor.
A todos los sacerdotes,
Que vivan en comunión con su Obispo,Señor.
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Que todos los sacerdotes,

Sean uno como Tú y el Padre, Señor.
Que todos los sacerdotes,
Promuevan la justicia con que Tú eres justo.
Que todos los sacerdotes,
Colaboren en la unidad del presbiterio, Señor.
Que todos los sacerdotes, llenos de Ti,
Vivan con alegría en el celibato, Señor.
A todos los sacerdotes,
Dales la plenitud de tu Espíritu y transfórmalos en Ti, Señor.
De manera especial te rogamos por aquellos sacerdotes por quienes hemos
recibido tus gracias; el sacerdote que nos bautizó, los que han absuelto los
pecados reconciliándonos contigo y con tu Iglesia, aquellos en cuyas misas
hemos participado y que nos han dado tu cuerpo en alimento, los que nos han
transmitido tu Palabra y conducido hacia Ti. Amén.

CANTO VOCACIONAL

OREMOS POR LAS VOCACIONES

Dios, Padre y Pastor de todos los hombres, Tú quieres que no falten hoy día,
hombres y mujeres de fe, que consagren sus vidas al servicio del evangelio y
al cuidado de la Iglesia. Haz que tu Espíritu Santo ilumine los corazones, y
fortalezca las voluntades de tus fieles, para que, acogiendo tu llamada, lleguen
a ser los Sacerdotes y Diáconos, Religiosos, Religiosas y Consagrados que tu
Pueblo necesita. La cosecha es abundante, y los operarios pocos. Envía, Señor,
operarios a tu mies. Amén.

V. Les diste a comer Pan del Cielo

R. Que contiene en sí todo deleite
OREMOS
Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu
Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios
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de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de

tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Se realiza la bendición con Jesús Eucaristía
ALABANZAS AL SANTÍSIMO
Bendito sea Dios
Bendito sea su santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, Dios y hombre verdadero.
Bendito sea el Nombre de Jesús
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

ORACIÓN PIDIENDO LA MISERICORDIA DE DIOS

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del
cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro
y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del
dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una
creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón
arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra
que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su
omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el
mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para
que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en
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el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y
perdonado por Dios. Amén.
INVOCACIONES

Señor danos sacerdotes…

Señor danos santos sacerdotes…
Señor danos muchos santos sacerdotes…

Señor danos religiosos y religiosas…

Señor danos santos religiosos y religiosas…
Señor danos muchos santos religiosos y religiosas…

Señor danos familias…

Señor danos santas familias…
Señor danos muchas santas familias…