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ESPACIO DE COYUNTURA DE NODO XXI

¿NUEVO CICLO DE LA POLÍTICA CHILENA?


NOTAS PARA EL ANÁLISIS (Agosto 2019)
ESPACIO DE COYUNTURA DE NODO XXI
¿NUEVO CICLO DE LA POLÍTICA CHILENA?
NOTAS PARA EL ANÁLISIS (Agosto 2019)

Presentación:

Este documento expresa la voluntad de diversos actores por construir un


espacio para pensar una alternativa de izquierda, en un momento en que
está en cuestión si hay un ciclo hegemónico de derecha, y en el que se
observan posiciones distintas de esa izquierda respecto del futuro. Por ello,
este primer documento busca discutir los problemas de las política chilena,
expresando un planteamiento del estado de la situación, a la vez que un
mapeo de los problemas fundamentales que deben ser abiertos para discutir
la reconstrucción de la izquierda como objetivo central.

El texto1 aspira a recoger y sintetizar los aspectos medulares de las dos


sesiones de los diálogos sostenidos en el Espacio de Coyuntura2 convocado
por la Fundación Nodo XXI, con apoyo de la Fundación Friedrich Ebert.
Da cuenta de una conversación en desarrollo, con reflexiones tentativas
sobre el escenario político que dejan temas abiertos, sin elaboración
sistemática y que se han intentado agrupar en apartados que les otorguen
cierta secuencia argumental para invitar a una prolongación y
enriquecimiento de un intercambio colectivo que recién comienza.

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Intervinieron como grupo de redacción: Manuel Antonio Garretón, Julio Pinto, Camila
Miranda, Carlos Ruiz Encina y Ernesto Águila.
2 En las sesiones participaron: Claudia Pascual, Giorgio Jackson, Gabriel de la Fuente, Javiera

Toro, Mario Aguilar, Modatima, Jorge Arrate, Verónica Valdivia, Manuel Antonio Garretón,
Julio Pinto, Ernesto Águila, Daniela López, Carlos Ruiz Encina y Camila Miranda.

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I.-TENDENCIAS GENERALES DEL PERÍODO Parte de esa desorientación proviene de los cambios
estructurales promovidos por el propio modelo de
¿El neoliberalismo enfrenta una crisis de legitimidad? convivencia hoy en entredicho. El neoliberalismo
Numerosas señales, externas e internas, parecerían criollo ha sido muy eficiente en su labor de disgregar
indicar que sí. Las guerras comerciales entre las y atomizar el tejido social, fomentando una cultura
principales potencias económicas y el fortalecimiento individualista y consumista. Unos rasgos que
de posiciones proteccionistas, incluso en los países muestran el cambio de la sociedad, que marcan las
más apegados al libreto “globalizador” (incluyendo a condiciones actuales para la lucha política, y que no
Estados Unidos), anuncian el aflojamiento de las se condicen con los códigos sobre los cuales funcionó
certezas que condujeron la reinvención capitalista de la política en el pasado. Ese muy heterogéneo
las últimas décadas, al mismo tiempo que las tasas de conglomerado de “clases medias” que el actual
crecimiento se estancan en niveles que no consiguen gobierno y otros sectores políticos pugnan por
repuntar. Para un país como Chile, alineado representar (o por construir discursivamente), y que se
radicalmente bajo la fórmula de economías abiertas, presenta hoy por hoy como el segmento mayoritario
extractivismo a ultranza, financiarización y de la población, es un fiel reflejo de estos cambios:
precarización laboral, el panorama no se presenta identidades fluidas y proyectos individuales de vida
auspicioso. El posible agotamiento del modelo podría que no reconocen mayores protecciones que las que
vivirse con particular dramatismo por quienes han puedan brindarse ellas mismas, y que se ven
jugado todas sus cartas en esa dirección. permanentemente expuestas a fluctuaciones
imprevistas en sus fortunas, todo lo cual configura un
Hasta los más fervientes partidarios del proyecto cuadro no muy propicio para la gestación de
neoliberal expresan su añoranza de aquellos tiempos propuestas colectivas. Tampoco se vislumbran
en que Chile se presentaba como “país modelo”, y sus perspectivas más conducentes a ese fin en un mundo
temores frente a una estabilidad económica cada vez popular profundamente metamorfoseado por los
más amenazada por nubarrones externos y ausencia cambios estructurales en la economía y la sociedad,
de “garantías” internas. Los “tiempos mejores” seducido también en alguna medida por los discursos
anunciados en la última campaña presidencial del éxito individual y el acceso al consumo, e
comienzan a parecer un atributo más del pasado que interpelado en sus bases por un fenómeno migratorio
del futuro, generando una visible sensación de que alcanza niveles cada vez más masivos, y cuyas
desconcierto entre los principales sostenedores orientaciones futuras no resultan fáciles de discernir.
políticos y empresariales de esa fórmula de En suma, el conjunto del cuerpo social se ve
gobernabilidad, que ciertamente no se reduce a los atravesado por dinámicas de individuación,
conductores del actual gobierno, sino que se extiende fluctuación identitaria e inestabilidad material, que
al conjunto del período postdictatorial. La ausencia difícilmente propenden a decantar en proyectos
de un proyecto alternativo y de fuerzas políticas que colectivos o en fórmulas discernibles de
logren concitar entusiasmos y ganar adeptos, y la reconfiguración hegemónica.
dificultad incluso de administrar lo que ya existe a
satisfacción de sus “usuarios”, refuerzan la sensación Este diagnóstico podría verse interpelado a partir de
de agotamiento de un ciclo. El descrédito de la algunos procesos de movilización colectiva que en los
política y la crisis cada vez más evidente de las últimos años han cobrado una interesante masividad,
instituciones sirven de telón de fondo para un país que como los protagonizados por estudiantes, feministas,
pareciera haber perdido el rumbo, y que no recibe pueblos originarios o demandantes de derechos
orientaciones claras ni de los partidarios ni de los sociales básicos (por ejemplo, el Movimiento No Más
detractores del orden que lo rige. AFP). En algunos casos, estos movimientos se
originan en las precariedades engendradas por el
propio orden neoliberal. En otros, por cambios

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socioculturales que trascienden la experiencia presencia conjunta, combinada de diversas maneras
nacional, como lo serían los movimientos feminista y según las circunstancias, aseguraría la unidad del
ambientalista. Una interpretación podría ver en ellos bloque en la medida que, tanto en el discurso como
expresiones que apuntan en un sentido contrario a la en las medidas a anunciar e implementar, el gobierno
norma individualizante y conformista que caracteriza podría oscilar entre una y otra.
este período histórico, llevando a algunos analistas a
hablar de un “despertar de la sociedad”. No cabe La primera de dichas visiones correspondería al
duda que dicha potencialidad existe. Sin embargo, sus núcleo duro del “pinochetismo sin Pinochet”, no de
límites son expresivos de una discusión abierta, pues, carácter nostálgico, sino que anclado a las condiciones
mientras una visión los sitúa en la falta de capacidad y las tendencias globales actuales, representado no
para trascender el marco sectorial en que tales sólo por José Antonio Kast sino por importantes
demandas se han desenvuelto y de sumarlas en una figuras y sectores de la UDI, cuyo proyecto consistiría,
propuesta unificada de transformación social, la otra por un lado, en la profundización del orden
los enmarca en la ausencia de una mediación política económico, social y cultural de la dictadura bajo el
propiamente tal, lo que en parte se explica por el régimen democrático, pero dispuesto a restringir éste
descrédito de la política y la fractura que se ha si fuera necesario; y, por otro, en la regresión a dicho
instalado entre ella y los movimientos sociales. orden respecto de las reformas hechas por la
Concertación y, especialmente, de la Nueva Mayoría.
Visto así, la repolitización de la sociedad es uno de los
desafíos que enfrentan actualmente las izquierdas de La segunda sería predominante en Sebastián Piñera y
cara a los problemas de legitimación que experimenta en sectores de Renovación Nacional, con matices
el ciclo neoliberal, en medio de un ambiente de hacia el centro representados por Evópoli y algunas
incertidumbres que podría ser señal de una crisis franjas de la intelectualidad y centros de pensamiento,
coyuntural o de una condición permanente de en la cual es posible ver algunos elementos
carácter epocal. importantes de un nuevo proyecto de derecha: el
sujeto al que se apela deja de referir a los históricos -
II.- GOBIERNO Y OPOSICIÓN la antigua oligarquía o los sectores dominantes de la
economía-, aun cuando estos últimos son la condición
En relación con los actores que intervienen en el fundamental de una estrategia que se basa en el
escenario político presente, la instauración del crecimiento económico como proyecto. El sujeto al
segundo gobierno de Piñera dejó planteada la que se apela son las llamadas “nuevas clases medias”,
interrogante para las fuerzas de la oposición sobre las que, como se verá más adelante, no son clases
razones de la derrota electoral y, a su vez, la pregunta propiamente tal, sino un conjunto de sectores de
sobre si la derecha que llegaba al gobierno, y que ingresos medios que constituyen un grupo muy
parecía plantear un nuevo relato, significaba el inicio diverso de intereses individuales o grupales, sin alguna
de un nuevo ciclo de al menos mediana duración, que adhesión consistente a un proyecto colectivo,
se caracterizaría por una hegemonía de gobiernos de manifestado en demandas de políticas públicas, cuyas
derecha. En esta última, que había conquistado la preferencias electorales son altamente volátiles y
presidencia -pero era también clara minoría en ambas dependen del éxito obtenido en sus demandas. En ese
cámaras-, predominaba una visión triunfalista que sentido, y como se ha señalado, la estrategia para
asumía el comienzo de un nuevo ciclo de al menos satisfacer las demandas de tales sectores es el
ocho años de gobierno (dos períodos presidenciales). crecimiento económico liderado por los grandes
grupos de poder económico, lo que exige políticas
Una lectura sobre la derecha permite distinguir a lo regresivas en materia tributaria y otros aspectos.
menos tres “almas” o perspectivas, predominante Identificando al país con estos supuestos sectores
cada una de ellas en un sector específico, pero cuya medios, la estrategia política del gobierno ha sido el

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llamado a la democracia de los acuerdos o a los irrupción de una tercera fuerza política con
grandes consensos nacionales que caracterizaron, candidatura presidencial propia (el Frente Amplio),
también según dicho discurso, a los gobiernos de la en un contexto más general ya relatado sobre las
Concertación, cuestión que se ha venido planteando transformaciones que ha venido experimentando
desde un comienzo. Chile.

La tercera perspectiva identificable en la derecha En el conjunto de las oposiciones se aprecia la


sería de carácter pragmático y apuntaría ausencia de un principio o proyecto común que las
principalmente a desarrollar una exitosa gestión de articule, así como una estrategia consecuente con ello.
gobierno que les permita asegurar al menos dos La ausencia de una perspectiva de futuro común
períodos presidenciales, para lo cual las grandes metas exacerba las conductas individuales de los partidos y
de las otras dos visiones pueden ser negociadas, sobre movimientos, en las que destaca el comportamiento
todo si ello permite mostrar algún avance parcial que de la Democracia Cristiana, que logra perfilarse como
tenga aceptación ciudadana. un actor político independiente y dispuesto a apoyar
ciertas políticas de gobierno que le permitan un rédito
Respecto al comportamiento del gobierno, su primer electoral futuro. En el campo de la izquierda (dividida
año estuvo marcado por un discurso y una estrategia entre un subsector constituido por el PS, PPD y PR, y
que podría denominarse revanchista respecto del el PC y el Frente Amplio), no parece haber un
gobierno de Michelle Bachelet, buscando terminar proyecto común desde el cual hacer oposición,
con las reformas más emblemáticas de dicho período ensayándose atisbos de alianzas parciales
(como lo fueron las reformas educacionales), al mismo contingentes que más dificultan que ayudan en la
tiempo que apelando al diálogo sin mayor contenido constitución de un nuevo bloque con perspectivas de
o acuerdos con algunos sectores de oposición. ser mayoría.
Posteriormente, y sobre todo producto de coyunturas
como el fracaso del Plan Araucanía, el gobierno entró Así, pareciera que no se está en presencia de un ciclo
en un periodo relativamente errático que intentó hegemónico de la derecha, por lo que la persistencia
superar con el llamado a la oposición a un diálogo en de un gobierno de este sector político debería
torno a sus principales iniciativas, que incluyó en depender bastante menos del éxito de sus políticas y
algún momento incluso reformas institucionales. Ni el más de las debilidades de una oposición aún
crecimiento económico ni el aumento de empleos han desarticulada.
sido metas que se cumplieran, y en las encuestas de
opinión los mismos sectores a los que se apelaba como III.- NOTAS SOBRE ACTORES Y MOVIMIENTOS
el sujeto privilegiado aumentaron su rechazo al
gobierno.
SOCIALES

En el caso de la oposición, o lo que parece más En el ámbito social, en el Chile de hoy se registran
adecuado referir como oposiciones, la interrogante altos niveles de movilización, conviviendo, sin
sobre la derrota electoral es un tema aún abierto, en embargo, con una baja propensión general hacia la
el que al menos pueden identificarse tres elementos de asociatividad. Se trata de una movilización social de
análisis: la dispersión de la Nueva Mayoría, en una composición muy heterogénea, marcada por
coyuntura en que la coalición de centro izquierda situaciones compulsivas que no necesariamente se
llegaba por primera vez dividida en primera vuelta relacionan con procesos organizativos ni deliberativos
debido a que uno de sus componentes ejes había de similares dimensiones. Un panorama sobre el que
llevado su propio candidato (la Democracia la esfera política no ha sacado las cuentas adecuadas,
Cristiana); los impactos de las políticas e intentos especialmente en la medida en que pareciera haber
reformistas del segundo gobierno de Bachelet; y la una brecha considerable entre estas reivindicaciones

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sociales y los procesos de participación política, y en la izquierda, dilema que difícilmente puede ser
la medida en que su masividad no puede atribuirse resuelto bajo un atrincheramiento identitario. La
automáticamente a adhesiones u oposiciones insistencia en una versión clásica de la posición de
ideológicas determinadas. En general, desde la clases, propia de un panorama heredado del siglo
izquierda ha habido poca capacidad de dotar a estas pasado, guarda una relación muy débil con los
expresiones de organicidad o proyección en el tiempo, cambios sociales verificados durante las últimas
salvo esfuerzos como los nucleados en torno a las décadas, en especial la emergente heterogeneidad
demandas por pensiones, a la crisis del agua o a ciertas social expresada, por ejemplo, en una nueva, variada
iniciativas feministas recientes, así como a fenómenos y enorme masa de trabajadores y trabajadoras de
de reivindicación sectorial como el protagonizado por servicios. En efecto, el mundo del trabajo asalariado
el Colegio de Profesores. no ha disminuido (gira en torno al 70%), pero sí han
cambiado las formas que adopta ese trabajo: núcleos
En los años ochenta, la unidad política se articulaba muy disminuidos de clase obrera industrial o fabril;
en buena medida desde las experiencias sociales, así aumento de trabajadores por cuenta propia, muchos
como en parte desde la iniciativa de la política, en una de ellos asociados a nuevas tecnologías y plataformas
relación conflictiva aunque densa y fructífera, que digitales; y acelerados procesos de automatización del
fortalecía el vínculo entre lo social y lo político. Esos trabajo; también ha cambiado su fisonomía de la
procesos gravitaban de manera contundente sobre los mano de la incorporación masiva de las mujeres al
actores políticos, sobre todo dentro de la izquierda. mercado laboral formal, entre otros elementos.
En el Chile de hoy, sin embargo, esa natural
conectividad parece haberse transformado más bien Esta situación plantea la interrogante respecto a
en una brecha. cuáles pueden ser las bases sociales de sustentación de
los nuevos proyectos de izquierda, que ya no deberían
La organización social sigue pareciendo necesaria ser las mismas de tiempos pasados. La historia del
para sostener luchas políticas con mayor capacidad de siglo XX dio lugar a dos grandes identidades sociales
traducirse en empeños de transformación. Sin proclives a una agenda de sello izquierdista, asociadas
embargo, este imperativo choca con los cambios al crecimiento industrial y a la centralidad estatal
verificados en la esfera política, así como aquellos que características de esa era. Expresión paradigmática de
ocurren en las propias dinámicas sociales. De un lado, dicha configuración ha sido la disminución absoluta
pesa la burocratización de las organizaciones del sector obrero-fabril en la estructura de clases
políticas, la crisis del sistema de partidos y el chilena. Lo que se aprecia actualmente no es una
debilitamiento de la participación y la representación ausencia de clases trabajadoras, pero se trata de unas
política, que redundan en una creciente distancia que se hallan sujetas a altas tasas de rotación laboral
entre ella y la sociedad civil. Por el otro, las y flexibilización, que tienden a diluir las viejas
organizaciones sociales tradicionales, como los identidades. Los conflictos sociales estallan en torno a
sindicatos y las federaciones estudiantiles, aparecen problemas que no se vinculan al trabajo en las formas
muy debilitadas, con bajos niveles de convocatoria, convencionales, sino a través de incertidumbres y
participación y afiliación. Los actuales procesos de malestares que se relacionan con temas como las
movilización social parecen tender a fluir por fuera de pensiones o la educación. O a través de la creciente
estas organizaciones tradicionales, y suelen desconfiar intolerancia a la desigualdad social, por mucho
de los referentes políticos establecidos o emergentes. tiempo naturalizada, que alertan los movimientos de
mujeres y feministas frente a la violencia de género.
Esta nueva configuración de las movilizaciones
sociales es algo que la izquierda debería abordar sin Del mismo modo, la otra identidad sociocultural
dilaciones. La disolución de la vieja fisonomía social fundamental del siglo XX, la llamada clase media
está en la base de una gran inadecuación histórica en desarrollista, encarnada en los profesionales

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funcionarios del Estado, desaparece con los cambios Hoy la izquierda no exhibe una presencia clara en un
institucionales y económicos propios del avance panorama popular redibujado por estos procesos. Sus
neoliberal. Estos han desmantelado en gran medida ideas, a diferencia del pasado, parecen penetrar poco
la vieja identificación de los individuos con el Estado, en esos espacios. Como se ha señalado más arriba, los
surgiendo en su lugar unas dispares franjas medias procesos actuales de formación de identidades
marcadas por la inestabilidad de tal condición. En sociales no se vinculan en forma relevante con los
este sentido, los actuales movimientos y dinámicas de discursos de las formaciones políticas de izquierda, y
movilización social parecerían más bien procesos de se vuelven hacia un heterogéneo, muy amplio y difuso
formación de clases, cuya fisonomía seguramente no universo de unas llamadas “nuevas clases medias” que
repetirá las de antaño. poco tienen que ver con el sentido tradicional del
término. Pero que, como dilatado segmento social,
Propio de este panorama es un difuso pero extendido pesan en varias de las movilizaciones sociales más
malestar anti-élite, que atraviesa las distintas masivas de los últimos años, entre ellas las
dinámicas de movilización y activación social. Una movilizaciones estudiantiles, por las pensiones o la
suerte de desobediencia se propagaría en forma propia movilización feminista. En contraste, los
amplia y se manifestaría de formas muy distintas, movimientos propios de sectores populares más
estableciendo condiciones socioculturales distintas a definidos no alcanzan similar masividad ni
las que acostumbraba a apreciar (y aspiraba a repercusión.
potenciar) la izquierda chilena. Durante los años 80,
gran parte de este sector político asumió que el En fin, el dilema entre Estado y mercado que
debilitamiento de los viejos actores sociales respondía acompañó a las luchas sociales hacia el final de la
principalmente a la represión dictatorial, por lo que, dictadura, no se proyecta como base de idearios
con el retorno a la democracia, reaparecerían los políticos claros en estas nuevas movilizaciones
protagonismos sociales tradicionales. Pero no fue así, sociales, dado que la recuperación de los servicios
pues en su desarticulación gravitaban en forma estatales y el lugar de la protección social a ellos
mucho más trascendente las transformaciones asociada no ocurrió en estos años de democracia. En
estructurales operadas bajo el giro neoliberal, su lugar, la expansión del gasto social estatal se
proyectando nuevas condiciones de reproducción encaminó mayormente hacia una subvención estatal
social para amplios sectores de la sociedad. La propia destinada a oferentes privados que proliferan en
transición a la democracia buscó la estabilidad reemplazo de la vieja responsabilidad social del
evitando apelar a este tipo de bases sociales Estado. En estas condiciones, que de algún modo
organizadas como factor de sustentación refuerzan una tendencia sistémica hacia la
reproduciendo más bien la desarticulación social individuación, pueden configurarse escenarios
heredada. Una desarticulación de las actorías políticos abiertos que, en la peor hipótesis, podrían
políticas y sociales tradicionales, como de otras derivar en fenómenos caudillescos o en “populismos”
actorías claves en la defensa de la democracia como de extrema derecha. La capacidad de la izquierda
fueron los movimientos de mujeres. De tal modo, el para conjurar dichos escenarios, y reemplazarlos por
proceso político contribuyó a invisibilizar las propuestas propias, emerge como uno de sus más
diferencias sociales realmente existentes en función de urgentes desafíos.
una “ciudadanía” genérica a la que se apeló como
pilar de la consolidación democrática. Se debilitó, así, IV.- ¿HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO
sobre todo en los partidos, la función de promover la
BLOQUE HISTÓRICO POLÍTICO Y SOCIAL?
agrupación y representación de intereses sociales
definidos.
Interesa, dentro de un análisis de coyuntura con
sentido histórico, dar seguimiento a los procesos de
reconstrucción de una nueva fuerza política, social y

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cultural de izquierda con pretensiones hegemónicas, mutaciones sociales importantes. Estos cambios han
y capaz de dotarse de un programa de salida y de impactado claramente en la dirección de una
alternativa al neoliberalismo imperante. subjetividad social fuertemente individualizada,
acompañada de un auto-reconocimiento subjetivo
Como ha sido dicho, lo que pareciera constatarse en como “clase media” de importantes segmentos
el escenario actual es un vacío de hegemonía tanto en sociales, lo cual aleja a una buena parte de la sociedad
el campo de la derecha, como en el de la izquierda y de soluciones solidarias y de formas orgánicas
la centroizquierda. La Concertación ha terminado tradicionales -los sindicatos- propios de la cultura de
por disolverse, y su intento de “reinventarse” como izquierda. En definitiva, lo que se observa es una gran
Nueva Mayoría fracasó, tras una breve existencia que dispersión, fragmentación e individuación de la base
se reveló incapaz de prolongar, bajo nuevas social y laboral del país, lo cual dificulta su
condiciones y fuerzas, una superación cualitativa de organización y asociatividad clásica, así como los
la ya desgastada agenda concertacionista. En este procesos de representación.
contexto surge el Frente Amplio, el cual se venía
fraguando a partir de las movilizaciones sociales de Otro elemento que dificultaría la conformación de un
2011 e irrumpe con una importante fuerza nuevo bloque político y social sería un insuficiente
parlamentaria en las elecciones de 2017. desarrollo programático. Esto alude tanto a la
formulación de un proyecto claramente alternativo al
Si se verifica un proceso de disolución y dispersión - neoliberalismo (aunque hay algunos avances), como,
programática y orgánica- en el espacio político que y sobre todo, a la identificación de políticas
antes ocuparan la Concertación y la Nueva Mayoría, intermedias o de transición que ayuden a viabilizar
no se observa, hasta ahora, una capacidad de una salida al modelo imperante. No se ha podido aún
liderazgo y de articulación del Frente Amplio sobre el dar con una plataforma programática que sea el
conjunto del espacio social y político. Tensionado por punto de definición -el parteaguas- de las viejas y
su rápida emergencia como referente político, por su nuevas fuerzas políticas y sociales que constituirían
amplitud (la que se desplaza entre un cierto este nuevo bloque político y social.
progresismo de centro hasta una izquierda que
adopta distintas expresiones) y, hasta cierto punto, Por último, una reflexión y debate pendiente sobre la
absorbido por sus tareas parlamentarias (tendencia configuración de un nuevo bloque histórico dice
general de las fuerzas políticas), por ahora aparece relación con la estrategia política. Ello refiere, por un
más concentrado en sus propios procesos identitarios lado, a cuáles son las y los sujetos sociales y políticos
y de nuevas síntesis y alianzas orgánicas que en la de ese bloque, donde está la cuestión de si para ser
posibilidad de alzarse como factor capaz de aunar y mayoría un bloque unificado de izquierda deberá
conducir tras de sí a las restantes fuerzas políticas y ampliarse al electorado de centro (en el supuesto,
sociales de izquierda y progresistas en un nuevo señalado más arriba, de que el centro político
proyecto histórico. Por tales motivos, la articulación orgánico ha dejado de ser un eje central de la política
de una fórmula izquierdista con proyecciones de alianzas) o deberá considerar a aquél en parte de
hegemónicas se mantiene como un desafío pendiente. una coalición más amplia. Por otro, al modo en que
se construye un bloque social y político, que, a la vez
Desde un punto de vista sociológico, parte de esta que plantee un proyecto de largo alcance para la
crisis, y de la dificultad de dar paso a un nuevo bloque sociedad chilena actual, incorpore las demandas
social y político, remitiría a las transformaciones particulares de sectores sociales muy diversos, que
vividas en el espacio de las clases y actores sociales además, como se ha indicado, tienen serios problemas
tradicionalmente vinculados a la izquierda. Tal como en su dimensión de representación política.
se señaló en el apartado anterior, nuestro país exhibe
un neoliberalismo maduro que se expresa en

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En síntesis, se vive una etapa en que los bloques más en propuestas de políticas públicas que en
políticos y sociales al interior de la izquierda y del proyectos históricos.
progresismo se han desarticulado y han surgido otros
nuevos. Conviven con poco diálogo una izquierda En segundo lugar y en relación con lo anterior, queda
histórica y una izquierda emergente. Hasta ahora, ni abierta la pregunta por la naturaleza de las políticas
juntas ni por separado logran conformar una masa intermedias o programáticas (sea como oposición o
crítica capaz de constituir una alternativa a la derecha como gobierno) y cuál sería el horizonte de más largo
y al modelo neoliberal. aliento de la izquierda que viene: si es la superación
del neoliberalismo, ¿en qué consiste?, y si sigue siendo
Existen desafíos de elaboración pendientes: la bandera de la izquierda actual la superación del
necesidad de una revisión crítica, de rearticular capitalismo, ¿de qué forma?.
confianzas muy dañadas y establecer nuevas
complicidades al interior del amplio espectro de la En tercer lugar está la cuestión estratégica sobre la vía
izquierda. Se necesita una comprensión mayor de los para producir las transformaciones: ¿Cuál es la
grupos y clases sociales que hoy podrían ser parte de naturaleza del poder con que debe enfrentarse una
la base social de un nuevo proyecto de cambio. Se fuerza de izquierda que se propone cambiar la
requiere desarrollar instrumentos de hegemonía más sociedad chilena?, ¿hasta qué punto se aquilata cómo
potentes y efectivos, o incluso ponderar si puede enfrentar los poderosos dispositivos económicos,
seguir pensándose una hegemonía definida en políticos y culturales de la derecha chilena?.
términos “clásicos”. Y, por último, se necesita volver
a un debate de estrategias políticas, para así poder En cuarto lugar y final, ¿de qué manera se construye
dotar a un posible nuevo bloque político y social de un proceso de acumulación de fuerzas políticas,
izquierda de un quehacer concreto de construcción de sociales y culturales para viabilizar una salida al
fuerzas en la línea de una transformación avanzada y neoliberalismo en Chile? ¿cuáles son los medios para
posneoliberal de la sociedad chilena. ello?.

V. CONCLUSIONES Todas estas interrogantes desafían a repensar el


problema de la conformación de un bloque de
A partir de los planteamientos generales antes izquierda y de las alianzas necesarias que debe
desarrollados surgen preguntas y temáticas que establecer con otros sectores políticos y sociales que
no se identifican con ella, en un contexto general de
permiten configurar una agenda de asuntos
pendientes para una izquierda posible. transformaciones locales y globales que delinean una
cancha completamente diferente a la que propició los
La primera de ellas tiene que ver con lo que se ha procesos anteriores de discusión y articulación de las
denominado crisis de hegemonía, en tanto cuestión izquierdas en Chile. Convocando a las fuerzas
central del análisis político. En efecto, ¿estamos frente políticas y sociales a repensar, con creativos aires, los
a una crisis coyuntural o, más bien, ante lo que será dilemas y horizontes de la emancipación humana
un rasgo permanente de nuestras sociedades? Vale para la política actual. //
decir, ante la imposibilidad de proyectos hegemónicos
que planteen un nuevo orden social, instalándose el
predominio de propuestas y proyectos sobre temáticas
claves pero parciales que responden más que a actores
sociales de carácter estructural, a demandas
focalizadas que se expresan tanto en movilizaciones
esporádicas como en variaciones en los
comportamientos electorales que llevan a centrarse

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Espacio de Coyuntura de la Fundación NODO XXI en colaboración con la Fundación Friedrich Ebert

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