EL AMOR DE DIOS EN EL CORAZÓN DE TODOS LOS SERES HUMANOS.

ROGER ESTIVEN DIAZ GALEANO

UNIVERSIDAD PILOTO DE COLOMBIA

FACULTAD DE ADMINISTRACIONES
PROGRAMA ADMINISTRACIÓN AMBIENTAL
GIRARDOT – SEMESTRE 1 - 2015
 El amor de Dios en el corazón de todos los seres humanos.

Inicialmente, se debe reflexionar, acerca de las grandes bendiciones, que Dios en su

infinita bondad, ha hecho aparecer en la vida de la gente, estos regalos son símbolos del

vínculo tan fuerte que se tiene con el altísimo y que frente a la cantidad de actos buenos, él

busca agradecer. Por lo dicho anteriormente, hay un apartado de la biblia que dice: “Si mi

pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo

lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. (2 Crónicas 7:14)

Para que el amor de Dios, padre, todopoderoso, surja efecto, en la vida de una persona, es

necesario, que está, se arrepienta de todos los pecado que hasta el momento ha cometido;

pero, no debe ser un acto dirigido por el deber, sino más bien por el nacer del corazón como

una ceremonia transparente . Es así que las malas actitudes y hechos que cometen a diario las

personas se ven reflejadas en el futuro.

Debido a que, la falta de creencia en Dios genera en las personas conflictos internos

que con llevan a la intranquilidad con ellas mismas. De ahí que, si una persona no cree, en

Dios está dejando que la maldad crezca en su corazón, llenándolo de sentimientos que acaban

por destruir su vida, se habla de que el ser humano debe creer en algo para poder,

desarrollarse integralmente y para ello, Dios es una fuente de excelentes pensamientos que

guía a la gente a obtener los más maravillosos éxitos. De acuerdo a Bering, autor del libro

The Belief Intinct (El instinto de creer), afirma que: “La creencia en Dios es una

característica evolutiva del ser humano que le ayuda a sobrevivir, al actuar como una fuerza

coercitiva para el comportamiento positivo para el individuo y la sociedad donde se

desarrolla”. (2011) Es así que Dios, es considerado como una herramienta social, que ha
permitido al ser humano desenvolverse en diferentes aspectos de la vida, estipulando reglas

de cohesión y afecto.

En vista de que, muchos de los procederes del ser humano van en contra de todo

principio por estar tan alejados de Dios. A medida que, un hombre comienza a alejarse del

amor de este ser, comienza a desarrollarse en el individuo -pensamientos negativos- entre los

cuales están: la soledad, egoísmo, la falta de solidaridad y cooperación, todos estos aspectos,

van en contra de las enseñanzas impartida por el padre de la humanidad, donde para ser

alguien completo, es necesario que ayude a su prójimo, ya que mediante esa simple acción, se

puede alcanzar parte de la gran felicidad de la vida.

Porque, el amor de Dios es algo inmensamente grande que los seres humanos

desaprovechamos por basarnos en cosas pasajeras e insignificantes. Así pues, se rinde más

homenaje a la compra de un carro nuevo; puesto que, hace feliz a la gente, pero ese objeto,

solo llena un vacío emocional que existe en los corazones a través de un consumismo

exagerado. Por lo cual, la humanidad ha puesto su felicidad en lo material siguiendo modas

vanas que generan tristeza y desilusión.

De acuerdo a la biblia, hay tres tipos de tentación: “los deseos de la carne, los deseos

de los ojos, y la vanagloria de la vida”. (Juan 2:16) Teniendo en cuenta, lo dicho en el pasaje

de la biblia, la primera tentación, es cuando se siente satisfacción por comprar objetos

grandes; la segunda, por tener artículos que maravillen ante la vista de los demás, pero que no

generan, ni aportan a la vida de una persona y por último la vanagloria, se aspira a tener lo

mejor de lo mejor, es allí donde nace la competencia como una rivalidad a la hora de adquirir

objetos; por ejemplo, si mi vecino compro un arbolito de navidad de diez metros, yo deseo
tener uno de veinte, para poder superarlo, alardear y humillarlo por su mala compra. (Yearick,

1996)

Por otra parte, se deben aceptar los errores que se cometen en la vida y tener la

conciencia suficiente de no volver a repetir o recaer en ellos. Como ya se había hecho énfasis

antes -Dios- es capaz de perdonar, si las personas están dispuesta a arrepentirse frente a la

cantidad de pecados que ha cometido en su vida. Mientras que, no suceda ese

arrepentimiento, la vida de cualquier individuo, no tendrá sentido debido a que, no se ha

liberado de ataduras que lo siguen agobiando. Por tal razón se debe desprender de los juicios

y prejuicios que tienen del pasado de sí mismo y empezar de nuevo. Para ello es necesario

recapacitar acerca de la cantidad de pensamientos negativos a los cuales la gente está

amarrada y no permite avanzar en su vida.

Es preciso decir que, no se debe juzgar los errores de los demás, porque nadie es

perfecto. Puesto que, el único ser perfecto en este mundo es Dios, quien a través de sus

enseñanzas guía el camino de la gente. Ese ser supremo es perfecto, porque no comete

pecados, debido a que su ser está lleno de amor y gracia para compartir con la humanidad;

además que ese ser, es el encargado de dar el ejemplo a sus más de siete billones de hijos que

tiene en el mundo.

Un apartado de la sagrada biblia, menciona lo siguiente: “Porque con el juicio con que

juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá”. (Mateo 7:2)

La gente está empeñada en “mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga que está en el suyo”,

debido a esto se genera la discordia, no solo en la sociedad, sino también a nivel familiar o

laboral, donde por codiciar ser mejor que el otro, se comienza a manchar la dignidad del
adversario, hasta el punto de perjudicar a la persona, llevándola quizás al suicidio en el peor

de los casos. Por tal motivo, se debe dejar atrás el orgullo y la prepotencia, porque no

conducen a nada bueno.

De ahí que, el orgullo sea un acto, repudiado por Dios. Puesto que, esta emoción

autoconsciente, se produce porque la persona, no desea recibir ayuda frente a algún problema,

por el cual está atravesando. Por lo cual, Dios no le gusta el orgullo, debido a aquellos hijos

que mientras que tengan este tipo de pensamiento, nunca acudirán a él, dejando como única

forma para crear de nuevo una alianza con el altísimo, es que estos individuos sufran

problemas graves que los lleven a tocar fondo y de esta manera vuelvan a encontrar el amor

de su padre creador.

Por lo tanto, una de las formas que hay para acércanos a Dios y alcanzar el perdón es

a través de la oración. Haciendo salvedad a que, una plegaria constante, es una forma como

las personas, mantienen comunicadas con el todopoderoso, compartiendo vivencias y

haciendo peticiones, pero nunca olvidando su existencia. Hace algún tiempo, si se recuerda

cuando se era niño, los padres educaban para que sus hijos creyeran en un Dios y sintieran

temor de él. Por lo general, se tienden a olvidar esas enseñanzas con el tiempo, debido a los

vicios y actividades que comienzan a ser parte de la vida matutina de un joven; ese amor de

Dios inculcado, por nuestros padres, nunca se olvida y está latente, es germinado por Dios

cuando él, lo crea necesario.

Con respecto a la oración esta es necesaria y es uno de los vínculos más fuertes y más

sanadores que tiene Dios con los seres humanos para que encuentren la paz. Mediante la

oración, las personas pueden platicar con ese ser invisible; ya que, en el corazón se fortalece
la presencia de él. La oración influye en la vida de un individuo, implantando nuevas virtudes

en la personalidad de dicha persona. Un artículo de Catholic. Net, titulado ¿Para qué sirve la

oración? Hace énfasis en este aspecto con el siguiente párrafo:

La oración nos permite entrar en contacto íntimo y personal con Dios. Como cualquier

relación personal a través de diálogo y trato frecuente se puede conocer y amar a la otra

persona, así la oración para el cualquier cristiano es un medio de comunión con Dios donde se

le va conociendo y descubriendo cada día. (S.F.)

De modo que, a través de este hermoso medio, se redescubre a Dios, se permite aprender más

sobre él y los regalos que tiene a disposición para sus creyente. Con base en este aspecto, es

que se debe ser constante, porque muchas veces las personas se aburren al no recibir

bendiciones; es por la falta de empeño a la hora de hablar o quizás porque se sienten

obligados a hacerlo.

Sin embargo, otra forma de reconciliación con los demás y consigo mismo es ayudar

al prójimo. Cuando una persona ayuda a otra gente, siente un sentimiento grato en su

corazón, como si lo hubiera llenado, con un amor tan limpio y perfecto, con el cual puede

crecer integralmente. Otro aspecto positivo de dar la mano a alguien, es que en cualquier

momento de la vida, esa ayuda que un individuo presto a otro, puede retribuírsele de la mejor

manera y en grandes proporciones. Por lo dicho, se está promoviendo el amor hacia los

demás encontraras la gracia de Dios y la de la gente que lo rodean. El amor del ser humano

no es tan inmenso como el de ese Ser creador, pero cuando un ser ayuda a otro ese amor en

su corazón aumenta, además que crea la tierra fértil, para sembrar una semilla de fuerza y

coraje para afrontar los más difíciles retos.

 Otra manera de reconciliarse y alcanzar el perdón con Dios es a través de la confesión.

Un acto en donde se debe reflexionar y realizar un análisis exhaustivo, de cada uno de los

aspectos de la vida en donde como individuos se ha fallado alguna vez. Cuando se haya

hecho este análisis sincero, es donde se arrojará, cuáles son las ataduras que aún no dejan que

se avance o progrese. De esta manera, la confesión con un representante de la iglesia católica,

permite a la persona liberarse, desahogando cada uno de esos secretos que no permiten que

tenga una vida tranquila. Puesto que, mediante el acto de la confesión los seres humanos

eliminan una gran carga de culpas de su corazón y se sienten tranquilos con ellos mismos.

Por consiguiente, el ser humano a través del amor incondicional de Dios podrá

reconocer sus defectos y mejorarlos para ser cada día mejor persona. El individuo no puede

estar alejado de ese ser supremo, ya que en su corazón, comienza a crecer la maldad. Por

consiguiente este sujeto, no tendrá una guía, ni un ser en quien creer. De manera que llenara

su vida de problemas, generando una inconsistencia en diferentes aspectos, como ser

humanos nadie es perfecto, pero con la ayuda de Dios, se puede mejorar las debilidades que

tenga un individuo, con cada una de las practicas antes mencionadas. Debido a que todos los

problemas que se presentan en la vida del ser humano pueden ser enmendados a través del

perdón y la reconciliación consigo mismo, con Dios y los demás.

En consecuencia, todos los seres humanos, viven en un mundo perfecto creado por

Dios, pero que lastimosamente, por la separación que existe entre el hombre y ese ser, se

genera la gran cantidad de problemáticas por las cuales el mundo atraviesa en este momento.

Para que haya una solución inmediata es necesario que entre la gente, vuelva a existir ese

lazo de hermandad y confianza que se ha perdido; de esta manera, entre todos, se pueda crear
de nuevo un país perfecto. Además, ya se nombraron prácticas que se puede aplicar en la vida

de cualquier persona con el fin de recuperar el amor del altísimo.

Por último, lo invito a reflexionar acerca de la cuantía de tragedias, por las cuales se

ve afectado Colombia, entre ellas: la pobreza, corrupción, desempleo, enfermedades, muertes,

cambio climático, entre otras falencias por las cuales el planeta está siendo conducido a una

destrucción inminente. Se debe abrir los ojos antes que sea demasiado tarde, porque si no

existe un verdadero arrepentimiento, los mismos seres humanos serán los culpables del

infierno en que se puede convertir este mundo.

Referencias Bibliográficas:

Bering, J. 2011. “La creencia en Dios constituye una herramienta de interacción social”.

CNN México. Artículo digital consultado el día 23 de noviembre de 2015 de

http://mexico.cnn.com/salud/2011/03/30/la-creencia-en-dios-constituye-una-

herramienta-de-interaccion-social

Yearick, D. 1996. El materialismo y el hombre de Dios. Artículo digital consultado el día 23

de noviembre de 2015 de http://www.literaturabautista.com/el-materialismo-y-el-

hombre-de-dios

Catholic. Net. S.F. ¿Para qué sirve la oración? Artículo digital consultado el día 23 de

noviembre de 2015 de http://es.catholic.net/op/articulos/19989/cat/677/para-que-sirve-

la-oracion.html