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El calentamiento global: datos, alarmas e incertidumbres

Ignacio Mártil
Público

La preocupación por el calentamiento del planeta no para de crecer, en especial en


este año, en el que vemos con agradable sorpresa (al menos, por mi parte) como se
multiplican las manifestaciones de un colectivo que hasta el momento había
permanecido en silencio: los que yo denomino “extraordinariamente jóvenes”,
alentadas por una joven activista sueca, Greta Thunberg , que ha logrado lo que a
mí me parece un milagro, movilizar a la juventud europea con manifestaciones
masivas urgiendo a los dirigentes políticos a “hacer los deberes”, en sus propias
palabras.

Pues recojo el guante y en lo que yo puedo aportar desde mi posición de científico


preocupado por esta cuestión desde hace años, tal y como he detallado en este
periódico , describiré en este artículo los datos de que disponemos en la
actualidad para cuantificar esta amenaza y algunas de las posibles vías de
solución, relacionadas con la obtención de energía .

1. El calentamiento global

Denominamos calentamiento global al fenómeno del aumento gradual de las


temperaturas de la atmósfera, de la superficie y de los océanos de la Tierra,
fenómeno que se viene observando de manera continua e ininterrumpida años tras
años, desde hace más de un siglo, aunque se ha incrementado sustancialmente en las
tres últimas décadas.

Todavía genera dudas y controversias (aunque cada vez menos), la o las causas de
dicho aumento. La mayor parte de la comunidad científica considera que hay fuertes
evidencias de que el aumento se debe al incremento de las concentraciones en la
atmósfera de los denominados Gases de Efecto Invernadero (en lo que sigue, GEI),
producidos por ciertas actividades humanas, esencialmente la deforestación y
principalmente, la quema de combustibles fósiles, entendiendo por tales petróleo,
gas natural y carbón. Esos gases, emitidos por los seres humanos en su actividad
industrial, son fundamentalmente los siguientes [1]:

Dióxido de carbono (CO 2 ). Está presente en la atmósfera en porcentajes muy bajos


(0,04%), pero es el responsable de la mayoría del efecto invernadero causado por el
ser humano, aproximadamente del 60% de éste. Una molécula de CO 2 puede permanecer
en la atmósfera entre 50 y 200 años.

Metano . Representa menos del 0,0002% de la composición de la atmósfera, pero tiene


una capacidad de calentamiento 70 veces superior al CO 2 , aunque su permanencia en
la atmósfera es menor, entre 10 y 15 años, se calcula que su potencial de
calentamiento es unas 20 veces superior al del CO 2 . Se considera que el metano es
responsable del 20% del efecto invernadero causado por el hombre.

Óxido nitroso . El óxido nitroso está presente en la atmósfera en proporciones


menores que el metano, (alrededor de 6 veces menos), y aunque tiene una capacidad
de calentamiento 300 veces superior al CO 2 , su impacto en el cambio climático es
alrededor del 5%.

Gases fluorados . Fundamentalmente los perflurocarbonos, los hidrofluorcarburos y


el hexafluoruro de azufre, unos gases de efecto invernadero potentísimos (entre 750
y 22.000 veces más que el CO 2 ), aunque afortunadamente son muy residuales; estos
gases son los que sustituyeron desde mediados de la década de 1990 a los CFC
( Clorofluorocarbonos ), responsables de la destrucción de la capa de ozono.

Todos ellos absorben la radiación que emite la tierra y la sobrecalientan mediante


el denominado “efecto invernadero”, que consiste esencialmente en el fenómeno que
describo en el siguiente punto de este texto.

2. Una breve descripción del efecto invernadero

Una fracción de la radiación del sol que llega a la atmósfera terrestre, muy
energética, penetra a través de la atmósfera y llega a la superficie y la calienta.
Al estar caliente, la superficie a su vez también emite radiación, pero mucho menos
energética. Esa radiación, en atmósferas limpias de contaminantes, es reemitida de
nuevo, contribuyendo a enfriar la tierra y logrando el equilibrio térmico entre el
día y la noche, lo que hace que la temperatura, en promedios temporales largos, se
mantenga estable. Sin embargo, cuando la atmósfera contiene cantidades
significativas de GEI, la radiación no puede salir, ya que una parte es reabsorbida
por esos gases en suspensión, que de nuevo la reemiten en todas direcciones, con lo
que una parte significativa vuelve de nuevo a la tierra, provocando un aumento
progresivo de la temperatura del aire y de la superficie. La imagen lo ilustra
esquemáticamente:

Explicación gráfica del efecto ìnvernadero

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