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3.- Es así que posteriormente en resolución Nº 64, decreto donde el juez ordena
DILIGENCIA DE LEVANTAMIENTO DE CERCO PERIMÉTRICO, la cual
claramente es arbitraria; por cuanto esta diligencia se encuentra por encima de
lo pedido por la parte actora y también de lo dispuesto en la sentencia como
hemos mencionado el juez RECOMIENDA LA CONSTRUCCIÓN DEL CERCO,
más al ser que este acto no ha sido solicitado en la demanda no puede ni debe
pronunciarse respecto a este hecho, sin embargo pese a esto ha señalado la
diligencia mencionada con intervención de la fuerza pública, que pese a haberse
efectuado no llego a concretarse porque no existe una delimitación clara
respecto a las propiedades, hecho que la misma policía a informado; y es más
que en la sentencia no se determina ni la longitud ni las características del cerco
que se pretende construir por lo que llevar a cabo este acto supondría un abuso
de autoridad; además de ello se debe señalar que el proceso de interdicto de
retener es juicio declarativo, que bajo ninguna circunstancia determina la
propiedad sobre los inmuebles de los que ambos somos copropietarios en
derechos y acciones y que se dilucidara en la vía pertinente.
a.- El art. 4 del Código Procesal Constitucional establece que “El amparo procede
respecto de resoluciones judiciales firmes dictadas con manifiesto agravio a la
tutela procesal efectiva, que comprende el acceso a la justicia y el debido
proceso.” Este artículo también indica lo que es la tutela procesal efectiva, en
efecto el Código Procesal Constitucional, en una tesis amplia desarrolla un
mínimum del contenido de este derecho: “Se entiende por tutela procesal
efectiva aquella situación jurídica de una persona en la que se respetan, de modo
enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano jurisdiccional, a probar, de
defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el proceso, a no ser desviado
de la jurisdicción predeterminada ni sometido a procedimientos distintos de los
previstos por la ley, a la obtención de una resolución fundada en derecho, a
acceder a los medios impugnatorios regulados, a la imposibilidad de revivir
procesos fenecidos, a la actuación adecuada y temporalmente oportuna de
las resoluciones judiciales y a la observancia del principio de legalidad
(…)”.
15. En ese sentido, y como también ha sido precisado por este Tribunal, el
derecho al debido proceso comprende, a su vez, un haz de derechos que
forman parte de su estándar mínimo; entre estos derechos
constitucionales, especial relevancia para el presente caso adquiere el
derecho a la motivación de las resoluciones, conforme se explicará en los
fundamentos que a continuación se exponen.
Siendo que en el auto materia de esta acción claramente se ha vulnerado el
debido proceso, al ser que el juez pretende ejecutar, algo que no está previsto
en la sentencia y peor aún algo que no ha sido invocado en la demanda,
actuando en claro exceso, evidenciándose la arbitrariedad de esta medida
“diligencia de levantamiento de cerco”.
g. Así mismo, el auto materia de este recurso “auto que declara infundada la
reposición solicitada”; vulnera el derecho a la adecuada motivación de las
resoluciones a esto el Tribunal Constitucional señala en exp. Nº 3433 -
2013-PA/TC “4.4.1) La cuestión constitucional propuesta por el recurrente se
vincula a la necesidad de que las resoluciones, en general, y las resoluciones
judiciales, en particular, estén debidamente motivadas, por ser éste un
principio básico que informa el ejercicio de la función jurisdiccional, y, al
mismo tiempo, un derecho de los justiciables de obtener de los órganos
judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las
pretensiones oportunamente propuestas. Al respecto, este Colegiado (STC
8125-2005-PHC/TC, FJ 11) ha señalado que: “[l]a exigencia de que las
decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los términos del inciso
5) del artículo 139º de la Norma Fundamental, garantiza que los jueces,
cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan, expresen la
argumentación jurídica que los ha llevado a decidir una controversia,
asegurando que el ejercicio de la potestad de administrar justicia se haga
con sujeción a la ley; pero también con la finalidad de facilitar un adecuado
ejercicio del derecho de defensa de los justiciables (...).”
4.4.2) Este Supremo Colegido precisando el contenido del derecho
constitucional a la debida motivación de las resoluciones judiciales, ha
establecido que éste “(…) obliga a los órganos judiciales a resolver las
pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en que
vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (incongruencia activa). (…)El
incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las
pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial generando
indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también
del derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva) (STC Nº
04295-2007-PHC/TC, fundamento 5 e).
h. En este sentido señora juez, claramente nos encontramos ante un auto que
vulnera los principios del derecho, nuestros derechos constitucionales al debido
proceso y a la adecuada motivación de las resoluciones judiciales; ya que se
pretende realizar una diligencia de ejecución de un hecho que no ha sido
solicitado por el demandante en el petitorio de su demanda, peor aún ha
sido introducido por el juez como un acto de recomendación Y MEDIANTE
UN DECRETO DEL CUAL SE HA SOLICITADO REPOSICIÓN Y SE NOS HA
NEGADO, SE PRETENDE EJECUTAR; vulnerando lo ya enunciado.