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Contracorriente

“El bachillerato es cosa vaga, confusa y profusa de la educación en Colombia; no se


enseña lo fundamental, las causas de los fenómenos, sino lo superficial, las consecuencias y
los hechos”. (E. Zuleta)

La educación actual reprime el pensamiento, transmite datos, conocimientos, saberes


y resultados de procesos que otros pensaron, pero no enseña a pensar, ni lo permite. En esta
clase de educación existe una gran incomunicación, el saber significa entonces simplemente
repetir.

Ya que, la educación está siendo pensada cada vez más con los métodos y modelos
de la industria; confunden información con educación, enseñan resultados sin enseñar los
procesos del conocimiento. La filosofía brinda la posibilidad de pensar las cosas, de hacer
preguntas, de ver contradicciones. La educación filosófica podría calificarse de racionalista:
pensar por si mismo, entrar en dialogo, llevar verdades a sus últimas consecuencias. Una
educación filosófica estaría en contra todo lo que sea deshumanizante.

Por otra parte la educación en el capitalismo cumple la misión de preparar empleados


al servicio del capital, sin importar las expectativas o proyectos del humano quien realiza
tareas productivas, lo importante es que maneje habilidades que permitan producir
determinados resultados. Para el capitalismo es necesario formar individuos con una
determinada actitud, la cual es básicamente renunciar a toda iniciativa.

Desde la niñez, el individuo aprende a estudiar por miedo, a resolver problemas que
no le interesan. El amo capitalista ha puesto bajo su servicio y control la iniciativa, la
creatividad y la voluntad de los humanos. Para los capitalistas todo humano racional es un
desadaptado porque pregunta, mientras que el humano adaptado solo obedece; el sistema
educativo actual en Colombia forma personas que hayan interiorizado una relación de
humildad con el saber.

Si la escuela misma no despierta en el individuo el deseo de aprender, no hay nada


que hacer. Lo que tiene de peor la educación es la adecuación, lo que tiene de mejor es el
conflicto. La educación como conflicto puede desarrollarse desde ahora y no como resultado
de un cambio radical del sistema. El sistema solo se derrumbara cuando se vuelva invivible
para la mayoría de las personas que hacen parte de él.

Hay dos maneras de ser maestro: una es ser un policía de la cultura; la otra es ser un
inductor y un promotor del deseo de educarse. Desde el punto de vista del psicoanálisis, la
educación siempre ha sido vista en términos dramáticos; la educación es el ingreso en una
relación de identificación y hostilidad; el maestro funciona como punto de identificación y
como punto de referencia contra el cual hay que combatir.

La posición del maestro puede ser en sí misma y por sí misma, intimidadora e


inhibidora del pensamiento y del conocimiento; el niño es un investigador según Freud, pero
si el maestro tiene la respuesta de antemano, el alumno pierde las condiciones para investigar
y lo que hace es solo buscar la respuesta exigida para adecuarse a ella.

Una cultura democrática no es una cultura de mayorías. El criterio de la mayoría no


lo podemos considerar democrático por sí mismo; democracia es dejar que otros existan y se
desarrollen por si mismos; democracia en la educación es el derecho del individuo a diferir
contra las mayorías; a pensar y a vivir distinto; el derecho a la diferencia.

El conocimiento humano es un proceso que integra la observación, la


experimentación, la práctica, la teoría y la investigación; pero a su vez, la investigación
contiene también observación, experimentación, práctica, y teoría, por lo cual se puede
afirmar que el conocimiento humano es un proceso constante de investigación. La filosofía
es el estudio del pensamiento humano, desde sus orígenes hasta nuestros días; pero el
pensamiento humano está insertado, contextualizado dentro de una organización o sistema
social, viéndose afectado, influenciado, de una u otra manera, por los antecedentes históricos
y culturales de la sociedad.

La sociedad ha evolucionado cambiando la forma de organización o sistema social,


mediante conflictos económicos, políticos e ideológicos que se han resuelto por medio de las
guerras, a través de las cuales, un grupo de personas se apropian del poder social, imponiendo
sus condiciones e implantado una educación que transmita sus teorías y a la vez se apropie
del conocimiento y la investigación para garantizar la perduración en el poder, reprimiendo
la inconformidad y la protesta social.

En palabras del maestro Zuleta: “El campo de la educación es un campo de combate.


Todo el mundo puede combatir allí, desde el profesor de primaria, pasando por el de
secundaria hasta el profesor de física atómica de la universidad. Combatir en el sentido de
que mientras más busque la posibilidad de una realización humana de las gentes que educan
más estorba al sistema”.

Bibliografía

Recursos electrónicos

http://catedraestanislao.univalle.edu.co/Entrevista.pdf

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