Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología (2017) 37, 111---120

Revista de

LOGOPEDIA, FONIATRÍA y AUDIOLOGÍA

www.elsevier.es/logopedia

ORIGINAL

Estudio del lenguaje en las diferentes fases de la

enfermedad de Alzheimer a través del Test de Boston
Lourdes Aranda a,∗ , Macarena Gordillo-Villatoro b ,
J. Miguel Enamorado c y Miguel López-Zamora d

a
Departamento de Psicobiología y Metodología de las Ciencias del Comportamiento, Facultad de Psicología, Universidad de
Málaga, Andalucía Tech, Málaga, España
b
Facultad de Psicología, Universidad de Málaga, Andalucía Tech, Málaga, España
c
Departamento TIC, Fundación General de la Universidad de Málaga, Málaga, España
d
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad de Málaga, Andalucía Tech, Málaga, España

Recibido el 25 de agosto de 2016; aceptado el 4 de febrero de 2017

Disponible en Internet el 21 de abril de 2017

PALABRAS CLAVE Resumen

Enfermedad de Introducción: El incremento en la esperanza de vida en las sociedades desarrolladas ha provo-
Alzheimer; cado un aumento en la aparición de enfermedades que son desconocidas por el mundo médico y
Biomarcadores; científico, y por tanto difíciles de abarcar por la comunidad terapéutica. El objetivo de este tra-
Demencia; bajo es el análisis exhaustivo del progreso en el deterioro de cada una de las áreas del lenguaje
Lenguaje; en las diferentes fases de la enfermedad de Alzheimer (EA). De esta forma, se podrá planificar
Test de Boston la intervención del logopeda en estos pacientes en función de la fase en que se encuentren.
Metodología: Para ello se ha diseñado un estudio para evaluar distintos aspectos del proceso
cognitivo del lenguaje mediante la utilización del Test de Boston. Esta investigación se ha
llevado a cabo con 32 participantes, de los cuales 8 no estaban diagnosticados de EA, 8 estaban
diagnosticados de EA en la fase leve, 8 estaban diagnosticados de EA en la fase moderada y, por
último, 8 estaban diagnosticados con EA en la fase grave, con el fin de poder estudiar cómo se
van alterando las habilidades lingüísticas en las diferentes fases de la enfermedad.
Resultados: Los resultados muestran cómo a medida que progresa la enfermedad, el habla
espontánea, la comprensión auditiva y la expresión oral van deteriorándose en los participantes
diagnosticados de EA. Sin embargo, no en todas las áreas del lenguaje el deterioro avanza
de igual forma; de hecho, en el área de habla espontánea los participantes en fase leve ya
comienzan a mostrar un deterioro significativo con respecto al grupo control. Sin embargo,
dentro del área de comprensión auditiva, los participantes diagnosticados de EA son capaces
de realizar de forma satisfactoria la tarea de discriminación auditiva, incluso en fases avanzadas
de la enfermedad.

∗ Autor para correspondencia.

Correo electrónico: maragar@uma.es (L. Aranda).

http://dx.doi.org/10.1016/j.rlfa.2017.02.002
0214-4603/© 2017 Elsevier España, S.L.U. y Asociación Española de Logopedia, Foniatrı́a y Audiologı́a e Iberoamericana de Fonoaudiologı́a.
Todos los derechos reservados.
112 L. Aranda et al.

Discusión y conclusiones: En esta investigación se observa cómo el curso de la alteración de las

capacidades comunicativas difiere a lo largo del curso de la EA. Por ello, resalta la necesidad
de estudiar en profundidad sus áreas del lenguaje para así ayudar a la planificación de la
intervención del logopeda en cada momento específico de la enfermedad.
© 2017 Elsevier España, S.L.U. y Asociación Española de Logopedia, Foniatrı́a y Audiologı́a e
Iberoamericana de Fonoaudiologı́a. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Study of language in the different phases of Alzheimer’s disease through the Boston
Alzheimer’s disease; Test
Biomarks;
Abstract
Dementia;
Introduction: The increase in life expectancy in developed societies has led to an rise in the
Language;
appearance of diseases that are unknown by the medical and scientific world and, therefore,
Test of Boston
are difficult to cover by the therapeutic community. The Alzheimer’s disease (AD) is a neurode-
generative disease that has multiple cognitive disorders, being especially relevant the language
impairment displayed by patients diagnosed with the disease. The objective of this research is
the exhaustive analysis of the progress in the deterioration of each of the areas of language in
the different phases of AD. Thus, the intervention of the speech therapist can be planned in
these patients depending on the phase in which they are.
Method: We have designed a study to evaluate various aspects of the cognitive process of
language using the Boston Test. We have worked with 32 individuals, eight of which were not
diagnosed with AD, eight diagnosed with AD in mild stage, eight with AD in moderate stage
and finally, eight were diagnosed with AD in advanced stage. We analysed how it is disrupting
language abilities at different stages of the disease.
Results: The results show how Spontaneous Speech, Listening Comprehension and Oral Expres-
sion will be deteriorate in these patients as the disease progresses. However, deterioration does
not proceed in the same way in all areas of language. In the Spontaneous Speech area, parti-
cipants in the mild stage already begin to show a significant deterioration with respect to the
control group. On the other hand, within the area of Listening Comprehension, all participants
diagnosed with AD successfully perform the auditory discrimination task, even in advanced
stages of the disease.
Discussion and conclusions: This research shows how the course of the alteration of the com-
municative capacities differs along the course of AD. Therefore, it highlights the need to study
in more depth the language of the AD to help planning a speech therapy intervention in each
specific phase of the illness.
© 2017 Elsevier España, S.L.U. y Asociación Española de Logopedia, Foniatrı́a y Audiologı́a e
Iberoamericana de Fonoaudiologı́a. All rights reserved.

Introducción a partir de los 60-65 años (Reitz, Brayne y Mayeux, 2011).

La calidad de vida de los ancianos es un área que suscita
mucho interés y preocupación en las sociedades industriali-
zadas (Peña Casanova, 1999), siendo este un tema de vital
importancia en la estructura sociodemográfica de los paí-
ses desarrollados. Cabe destacar el trabajo sobre deterioro
cognitivo de Alvarado et al. (2014), en el cual observaron
cómo las quejas de memoria y la pérdida de funciones eje-
cutivas pasaron de ser un problema de un reducido sector de
la población, a una prioridad de instituciones, organismos y,
en definitiva, de la población en general (Alvarado et al.,
2014).
Cuando se evalúa el deterioro cognitivo, una de las enfer-
medades que más daño presenta en las funciones cognitivas
es la enfermedad de Alzheimer (EA), siendo esta una de las
causas más importantes de demencia en la población actual
En el año 2015, la Organización Mundial de la Salud señaló
que el 60-70% de los casos de demencia a nivel mundial
presentaban un cuadro clínico de EA. Esta enfermedad es
una afección neurodegenerativa, con un inicio insidioso y
de curso progresivo e irreversible que se caracteriza por
un deterioro cognitivo, conductual y del funcionamiento
global de los sujetos (Gómez-Taibo, Parga-Amado, Canosa-
Domínguez, Vieiro-Iglesias y García Real, 2014; Molinuevo
y Arranz, 2012). En concreto, esta afección conlleva una
pérdida generalizada de las capacidades más básicas para
poder realizar las actividades de la vida diaria. Desde el
punto de vista conductual, los enfermos experimentan cam-
bios de humor, desconfianza, y problemas para comunicarse
verbalmente, lo que puede llegar a producir el aislamiento
completo de la persona que sufre EA. Además, conforme la
enfermedad vaya avanzando necesitarán de ayuda externa
Estudio del lenguaje en las diferentes fases de la enfermedad de Alzheimer
para realizar las actividades de la vida diaria, como por
ejemplo vestirse, comer, asearse, etc., principalmente en
las etapas más tardías de la enfermedad (Herrera-Rivero,
Hernández-Aguilar, Manzo y Aranda-Abreu, 2010).
Desde el punto de vista cognitivo, la EA se caracteriza
porque en sus primeras fases afecta a los procesos de apren-
dizaje y memoria, concretamente la memoria a corto plazo
y el aprendizaje de nueva información, tanto a nivel de
conceptos como de procesos. El deterioro producido por
la EA no es específico de las áreas cognitivas, puede afec-
tar a áreas de procesamiento motor y de coordinación de
movimientos, pero para que se convierta en severo, normal-
mente debe afectar tanto a la memoria como al aprendizaje
(Chang, 2012). Hay que resaltar que uno de los déficits más
importantes que presentan las personas diagnosticadas de
la EA son alteraciones lingüísticas, aunque estas son más
acusadas en el aspecto léxico-semántico y pragmático que
en el aspecto fonético-fonológico y morfosintáctico del len-
guaje (Pérez-Mantero, 2012). Tales alteraciones no siempre
aparecen al inicio de la enfermedad, pero sí suele haber
2 manifestaciones recurrentes, como las anomias (proble-
mas para encontrar la palabra apropiada) y las parafasias
(sustitución de palabras por otras durante el habla o la pro-
ducción no intencional de sílabas, palabras o frases) (Dias
de Araújo, Lima, Nascimento, Figueirêdo de Almeida y Diniz
da Rosa, 2015). Dicho esto, la EA puede presentar patrones
muy variados de alteraciones del lenguaje, como pueden ser
los trastornos morfológicos originados en los órganos fona-
dores, trastornos del ritmo verbal como modificaciones de la
intensidad, habla retardada, logorrea, verbigeración, logo-
clonía, mutismo, tartamudez o ecolalia. También se pueden
producir trastornos sintácticos, en que se observa un habla
fragmentada por parte del paciente o expresiones incom-
pletas y sin sentido, o trastornos semánticos, en los que la
persona usa un lenguaje incoherente, cometiendo errores en
la selección de las palabras, dando lugar a palabras erróneas
(UGT Andalucía, 2011).
Conforme va avanzando la enfermedad, las alteraciones
del lenguaje se mezclarán con las alteraciones de los proce-
sos de memoria, lo que puede desembocar en un progresivo
olvido de nombres de personas, lugares, citas y eventos,
pero el problema reside en que cuando empieza a alterarse
el lenguaje, también se disminuye la capacidad del paciente
para comunicar su estado y, por consiguiente, realizar un
diagnóstico diferencial adecuado, por lo que el terapeuta
irá paulatinamente confiando más en los biomarcadores para
realizar el seguimiento de la enfermedad.
El objetivo del presente trabajo fue diseñar una investi-
gación que nos permitiera conocer el grado de deterioro que
presentan las diferentes áreas lingüísticas en las fases por
las que pasan los pacientes diagnosticados de EA a través de
una de las herramientas más utilizada en estos pacientes,
el Test de Boston para el Diagnóstico de la Afasia, Formato
Abreviado, 3.a edición (TBDA) (Goodglass y Kaplan, 2005). Al
considerarse que cada aspecto del lenguaje irá alterándose
de forma diferente en el transcurso de la enfermedad, este
estudio aportará una información valiosa para la planifica-
ción adecuada en la intervención del logopeda en función
de la fase en la que se encuentren los pacientes. Por tanto,
esta investigación estudia cómo evolucionan las capacida-
des lingüísticas en una muestra de participantes españoles
diagnosticados de EA.
113
Documentar cómo el lenguaje se va deteriorando es un
objetivo primordial en la investigación de esta enferme-
dad, puesto que su alteración es uno de los síntomas más
diagnosticados pero, sin embargo, es de los que más discre-
pancias presentan a la hora de determinar en qué momento
aparecen (Dias de Araújo et al., 2015). De hecho, Mozaz,
Espinal y Formica (1999) señalan que el lenguaje, junto con
las alteraciones de memoria y las apraxias, constituyen el
principal criterio neuropsicológico para el diagnóstico clí-
nico de la probable EA. No obstante, pocos estudios han
analizado, de forma exhaustiva, la evolución del deterioro
de las capacidades lingüísticas en las diferentes fases de esta
enfermedad (Mozaz et al., 1999). Por ello, será fundamen-
tal establecer cómo y cuándo se deterioran las capacidades
lingüísticas del enfermo, además de estudiar la forma en
que estos pacientes perciben su enfermedad, puesto que
afectará directamente no solo a cómo se comunica con
los especialistas a la hora de realizar su diagnóstico dife-
rencial, sino también a la manera en cómo expresa sus
necesidades y se relaciona con su contexto (Montañés y
Quintero, 2007), viendo así su calidad de vida deteriorada
significativamente.
Lenguaje y enfermedad de Alzheimer
De manera específica, se ha observado que las alteraciones
en el lenguaje en los pacientes con EA se centran principal-
mente en los niveles de procesamiento pragmático (uso de
lenguaje a destiempo, volumen inadecuado, repetición de
ideas, o digresiones y cambios de temas súbitos) y semántico
(problemas con los significados, tareas de nombrado y com-
prensión, parafasias semánticas, discurso vacío o ambiguo,
palabras inventadas y pérdida de fluencia verbal) del len-
guaje (Savundranayagam, Hummert y Montgomery, 2005).
Se considera que en las etapas iniciales el lenguaje se
ve poco afectado, y los principales síntomas se deben a
alteraciones en otras áreas, como la atención y el con-
trol ejecutivo, aunque se pueden reportar problemas en
el acceso léxico, fluidez verbal y en los procesos de pla-
nificación necesarios para escribir o para hacer un discurso
coherente (Lezack, 2012; Sun, Jin y Ling, 2012). El paciente
podrá comunicarse, pero dependerá cada vez más del uso
de palabras conceptuales para comunicar ideas sencillas
(DeFina, Scolaro, Glenn, Lichtenstein y Fellus, 2013; Ferris
y Farlow, 2015). En las evaluaciones neuropsicológicas, se
observa que los problemas en el lenguaje afectan también
a la coordinación y planificación necesarias para escribir y
emitir un discurso coherente.
Las afectaciones son más profundas a partir de la fase
moderada de la EA, en la que la fluidez verbal sufre un
enorme deterioro, acompañada de problemas semánticos y
de anomia. Es en este momento en el que se produce uno de
los síntomas que más afecta a los familiares de las personas
con EA, cuando los pacientes comienzan a dejar de recor-
darlos o de saber cómo se llaman (Zhang, Thompson, Zhang
y Xu, 2011).
Es en la última fase donde se producen los síntomas más
drásticos. El lenguaje se encuentra completamente desor-
ganizado, la mayoría de las veces viéndose restringido a
estereotipias verbales o a ecolalias, aunque en la mayoría
de los casos se llega a perder por completo la capacidad de
114 L. Aranda et al.

Tabla 1 Alteraciones del lenguaje en la enfermedad de Alzheimer

Alteraciones Fase leve Fases moderada y severa
Habla espontánea Fluida, con algunos errores No tienen fluidez,
gramaticales neologismos y ecolalia
Errores parafásicos De origen semántico De origen semántico y
fonológico
Repetición Intacto Dañado
Nombrando Deterioro leve Dañado
Comprensión de las palabras Intacto Dañado
Comprensión sintáctica Intacto Dañado
Leyendo ± Intacto Dañado
Escritura ± Intacto Dañado
Conocimiento semántico del Los objetos y palabras que Dañado
mundo y de los objetos no usa de manera frecuente
que lo rodean comienzan a alterarse
Fuente: tomado de Tang-Wai y Graham (2008).

comunicarse (Feldman y Woodward, 2005; Warren, Fletcher
y Golden, 2012).
Sin embargo, a pesar de que se usan las alteraciones en
el lenguaje para diagnosticar el estadio de la enfermedad,
no siempre resulta fácil identificar cuándo una alteración
sitúa al paciente en una fase o en otra. Con respecto a
esta cuestión, Tang-Wai y Graham (2008) afirman que hay
algunos síntomas que se pueden dar antes y otros después,
por lo que proponen una clasificación flexible de altera-
ciones lingüísticas (tabla 1), organizándola en 2 apartados:
fase leve y fase moderada-severa, siendo esta clasificación
ampliamente utilizada. En el reciente estudio de Klimova,
Maresova, Valis, Hort y Kuca (2015) se ha llevado a cabo
una extensa revisión bibliográfica de más de 8,000 artículos,
concluyendo que, aunque la EA se puede dividir en 3 fases
debido a toda su sintomatología, con respecto a las alte-
raciones del lenguaje parece haber una organización más
difusa si se tiene en cuenta cuándo aparecen en el devenir
de la enfermedad (Klimova et al., 2015).
Esta discrepancia a la hora de categorizar una fase
dependiendo de los problemas lingüísticos asociados ha sido
confirmada por el trabajo de Dias de Araújo et al. (2015).
Llevando a cabo otra revisión sistemática de las diferentes
investigaciones de la última década, en lengua portuguesa,
acerca de las alteraciones del lenguaje en pacientes con EA
a partir de una base de más de 2,000 artículos, estos auto-
res han encontrado, de nuevo, una enorme variabilidad a
la hora de diagnosticar en qué fase se produce cada alte-
ración. En su revisión se muestra que, sobre todo en los
estadios iniciales de la enfermedad, es muy difícil encon-
trar un criterio homogéneo entre estudios. Eso se achaca
principalmente a la alta variabilidad de las herramientas a
disposición de los evaluadores, tales como la escala Clinical
Dementia Rating (CDR) (Morris, 1993), el Minimental State
Examination (MMSE) (Folstein, Folstein y McHugh, 1975), el
Índice de Lawton (Lawton y Brody, 1969) o el Montreal Cog-
nitive Assessment (MOCA) (Nasreddine et al., 2005). Dichos
autores afirman que la mayoría de los estudios se centran en
algunas fases en concreto, pero que pocos estudios plantean
investigaciones que observen todo el curso evolutivo de la
enfermedad.
El presente trabajo retoma esta cuestión y la traslada
al contexto español. Utilizando una muestra de pacientes
diagnosticados de EA, esta investigación se plantea con el
objetivo de establecer el curso evolutivo del deterioro de las
habilidades lingüísticas de estos pacientes, y comparándolos
con un grupo igualado en sexo, edad y nivel formativo pero
sin diagnosticar de EA.
Material y métodos
Participantes
Este estudio se llevó a cabo con 32 participantes españoles,
de los cuales 24 de ellos formaron parte de los 3 grupos
experimentales de EA y fueron distribuidos según la severi-
dad de su diagnóstico clínico. Todos los participantes poseían
el graduado escolar o equivalente según la época en la que
realizaron sus estudios. Solo uno de los pacientes tenía una
titulación superior, de manera que no se reportaron dife-
rencias en esta variable. La edad de la muestra osciló en
un rango de edad de entre los 65-85 años (media = 69.75,
DT = 4.75). La variable género de los participantes no pudo
ser igualada, distribuyéndose en una proporción de 3:1 a
favor del sexo femenino, pero fue controlada en todos los
grupos experimentales. Los participantes fueron seleccio-
nados en la Asociación Familiares Personas con Alzheimer y
Otras Demencias (AFA) de la provincia de Málaga. Debido a
su origen diverso, además del diagnóstico clínico y las prue-
bas realizadas por el Servicio Andaluz de Salud, donde en su
historial contaban con una resonancia magnética funcional
que confirmó su diagnóstico y nivel de afectación, se llevó
a cabo una segunda evaluación previa a esta investigación.
En dicha evaluación los participantes pasaron las pruebas
del MMSE (Folstein et al., 1975, adaptación de Lobo, Saz y
Marcos, 2002), el Test de Dibujo del Reloj (TDR) (Méndez,
Ala y Underwood, 1992) y una entrevista personal tanto al
paciente como a los familiares. Esto, junto con el aseso-
ramiento de los evaluadores de la asociación, sirvió para
confirmar que sus resultados coincidían con el informe pre-
vio del neurólogo y así poder eliminar posibles discrepancias
Estudio del lenguaje en las diferentes fases de la enfermedad de Alzheimer 115

Tabla 2 Medias de las puntuaciones obtenidas en las diferentes tareas de las áreas lingüísticas del Test de Boston
MP Control Leve Moderada Severa

Media DT Media DT Media DT Media DT

Habla espontánea
Resp 7 7.0 .0 6.9 .4 6.4 .5 5.6 .4
Sev 7 5.0 .0 4.3 .5 2.9 1.1 1.4 .7
Agi 7 7.0 .0 6.4 1.1 5.8 1.0 3.9 1.2
Long 7 7.0 .0 7.0 .0 6.1 1.0 5.0 1.9
Form 7 7.0 .0 6.8 .5 5.0 1.3 3.3 1.6
Línea 7 7.0 .0 6.5 .5 6.1 1.1 4.3 2.1
Paraf 7 7.0 .0 5.1 1.4 3.8 1.8 2.6 1.9
Enc 7 7.0 .0 6.0 .5 3.9 1.0 3.4 1.4
Comprensión auditiva
Disc 16 16.0 .0 15.8 .5 15.0 2.4 15.1 2.1
Ord 10 10.0 .0 8.1 2.0 6.3 3.0 .9 1.6
Mat 6 6.0 .0 4.9 1.4 2.1 .6 .8 .7
Expresión oral
Sec 4 4.0 .0 3.8 .7 3.8 .5 1.8 1.0
Rep 7 7.0 .0 6.9 .4 6.5 .5 4.8 .9
Den 15 5.0 .0 5.0 .0 4.6 .7 2.5 1.4
Voc 15 12.6 1.5 7.4 4.2 4.3 2.1 2.5 1.5
DeCa 15 12.0 .0 11.1 2.5 9.0 3.5 3.5 2.7
Agi: Agilidad articulatoria; DeCa: Denominación de categorías; Den: Denominación; Disc: Discriminación de palabras; DT: desviación
típica; Enc: Encontrar palabras; Form: Forma gramatical; Línea: Línea melódica; Long: Longitud de frase; Mat: Material ideativo complejo;
MP: máxima puntuación en la escala del Test de Boston; Ord: Órdenes; Paraf: Parafasias; Rep: Repetición; Resp: Respuestas sociales
sencillas; Sec: Secuencias automatizadas; Sev: Escala severidad; Voc: Vocabulario.

Tabla 3 Análisis post hoc de las tareas del Test de Boston relacionadas con el lenguaje
Tarea F Sig. Control vs. Control vs. Control vs. Leve vs. Leve vs. Moderada
Leve Moderada Severa Moderada Severa vs. Severa
Habla espontánea
Resp 18.856 .000* .755 .044* .001* .162 .000* .051**
Sev 40.117 .000* .011* .005* .000* .043* .000* .037*
Agi 15.556 .000* .405 .044* .001* .641 .004* .026*
Long 6.528 .002* .000* .145 .070** .145 .070** .462
Form 21.978 .000* .471 .014* .001* .027* .001* .122
Línea 7.997 .001* .119 .213 .027* .829 .067** .166
Paraf 13.206 .000* .023* .005* .002* .336 .045* .623
Enc 29.179 .000* .005* .000* .001* .001* .004* .843
Comprensión auditiva
Disc .702 .559 .471 .671 .658 .829 .843 1.000
Ord 31.748 .000* .110 .038* .000* .480 .000* .005*
Mat 68.182 .000* .176 .000* .000* .002* .000* .006*
Expresión oral
Sec 19.693 .000* .755 .471 .002* 1.000 .003* .003*
Rep 29.080 .000* .755 .119 .001* .387 .001* .002*
Den 18.063 .000* .000* .524 .007* .524 .007* .015*
Voc 23.607 .000* .038* .000* .000* .295 .054** .276
DeCa 17.855 .000* .755 .166 .000* .527 .000* .018*
Agi: Agilidad articulatoria; DeCa: Denominación de categorías; Den: Denominación; Disc: Discriminación de palabras; Enc: Encontrar
palabras; Form: Forma gramatical; Linea: Línea melódica; Long: Longitud de frase; Mat: Material ideativo complejo; Ord: Órdenes;
Paraf: Parafasias; Rep: Repetición; Resp: Respuestas sociales sencillas; Sec: Secuencias automatizadas; Sev: Escala severidad; Voc:
Vocabulario.
* p < .050.
** p < .070.
116
en el diagnóstico. A partir de esta información los partici-
pantes fueron clasificados en 3 grupos según su afectación:
fase 1 (leve), fase 2 (moderada) y fase 3 (severa). Adicio-
nalmente, se formó un grupo control con 8 participantes
igualados en edad (media = 70.86, DT = 4.37), sexo y estudios
al grupo experimental sin ninguna enfermedad neuropsi-
cológica diagnosticada. Todos los participantes dieron su
consentimiento para esta investigación y, cuando no fue
posible, se obtuvo de sus familiares.
Instrumentos
Los participantes fueron evaluados con el TBDA (Goodglass
y Kaplan, 2005). La valoración cualitativa del deterioro del
lenguaje fue evaluada a partir de los resultados en su Escala
de severidad y en el Perfil de características del habla. En
estas 2 escalas se miden las características del lenguaje
espontáneo del sujeto tanto en la prueba de Conversación
libre como en la de Descripción de una lámina. Con res-
pecto a las parafasias del lenguaje, trastorno caracterizado
por la dificultad de una persona para recordar las formas de
una palabra o la palabra en concreto, en el test se evalúan
de forma cualitativa, es decir, según las características del
habla y el tipo de error que cometen los sujetos, y no según
la cantidad de errores (parafasias) que cometen durante el
habla espontánea ante un estímulo visual o sin él.
Dentro de cada una de las áreas utilizadas del TBDA
se pasaron las siguientes pruebas. En «habla espontánea»
se pasaron: Respuestas sociales sencillas, Escala severidad,
Agilidad articulatoria, Longitud de frase, Forma gramati-
cal, Línea melódica, Parafasias y Encontrar palabras; en
«comprensión auditiva» se pasaron: Discriminación de pala-
bras, Ordenes y Material ideativo complejo. Por último,
en «expresión oral» se pasaron: Secuencias automatizadas,
Repetición, Denominación, Vocabulario y Denominación de
categorías.
La Denominación ha sido separada para el registro de
los datos por cada una de las 3 subpruebas que presenta el
área, ya que cada una de ellas sigue un proceso diferente. La
prueba Respuesta de denominación se realiza sin estímulos
visuales, evocando imágenes. La prueba Vocabulario utiliza
estímulos visuales clasificados por alta o baja frecuencia,
familiaridad y longitud. Por último, Denominación por cate-
goría utiliza un método de confrontación visual acotando la
variedad de palabras que puedan producir y clasificándolas
en diferentes categorías semánticas, como números, colores
y letras.
Procedimiento
Los participantes seleccionados fueron evaluados a tra-
vés del TBDA en 3 áreas lingüísticas: «habla espontánea»,
«comprensión auditiva» y «expresión oral», que evalúan el
lenguaje comprensivo y expresivo, y que a su vez no se ven
alteradas por la presencia de alguna afectación de la movi-
lidad de la mano dominante que les impida la escritura y la
realización de praxias. Se escogió pasar el formato abreviado
del TBDA para controlar la variable de cansancio de los par-
ticipantes, ya que los que se encontraban en las fases más
avanzadas sufrían más de cansancio y de nerviosismo ante
procesos de evaluación prolongados en el tiempo. Tanto en
la evaluación previa para la selección como en la evaluación
L. Aranda et al.
con el TBDA se hizo hincapié en que todas las pruebas se lle-
vasen a cabo en la misma franja horaria, en una sala aislada,
con un ambiente relajado y libertad de movimiento para
que no se sintiesen incómodos, con el objetivo de producir
un procedimiento de adaptación y habituación al investiga-
dor, puesto que los participantes con problemas de memoria
suelen sentir desconfianza ante los extraños.
Resultados
Debido al tamaño y distribución de la muestra y a la homo-
geneidad de las varianzas, se llevó a cabo un ANOVA de las
variables dependientes con el factor de las fases y 4 niveles
(control, leve, moderada y severa). Las variables dependien-
tes se agruparon en las 3 áreas del TBDA (tabla 2). Dentro
de «habla espontánea»: Respuestas sociales sencillas (Resp),
Escala severidad (Sev), Agilidad articulatoria (Agi), Longitud
de frase (Long), Forma gramatical (Form), Línea melódica
(Línea), Parafasias (Paraf) y Encontrar palabras (Enc). Den-
tro de «comprensión auditiva»: Discriminación de palabras
(Disc), Órdenes (Ord) y Material ideativo complejo (Mat).
Dentro de «expresión oral»: Secuencias automatizadas
(Sec), Repetición (Rep), Denominación (Den), Vocabulario
(Voc) y Denominación de categorías (DeCa). Posteriormente
Habla espontánea
Resp Sev Agi Long
Form Línea Paraf Enc
8.00
7.00
6.00
5.00
4.00
3.00
2.00
1.00
0.00
Control Leve Moderada Severa
Figura 1 Representación gráfica de los resultados obtenidos
en las subescalas del área del lenguaje «habla espontánea».
Agi: Agilidad articulatoria; Enc: Encontrar palabras; Form:
Forma gramatical; Línea: Línea melódica; Long: Longitud de
frase; Paraf: Parafasias; Resp: Respuestas sociales sencillas;
Sev: Escala severidad.
Estudio del lenguaje en las diferentes fases de la enfermedad de Alzheimer
Comprensión auditiva
Disc Ord Mat
18.00
16.00
14.00
12.00
10.00
8.00
6.00
4.00
2.00
0.00
Control Leve Moderada Severa
Figura 2 Representación gráfica de los resultados obteni-
dos en las subescalas del área del lenguaje de «comprensión
auditiva».
Disc: Discriminación de palabras; Ord: Órdenes; Mat: Material
ideativo complejo.
se realizaron análisis post hoc para comprobar si los grupos
eran iguales o no con respecto a los análisis de las varia-
bles dependientes (tabla 3). En los casos en que la prueba
de Levene resultó significativa y, por tanto, los grupos no
tenían varianzas similares, se llevó a cabo la prueba de
Games-Howell.
Habla espontánea
En el análisis de las variables del bloque de «habla
espontánea» (tabla 3) encontramos que todos los análisis
son significativos (p < .003). Existe una gran diferencia entre
los grupos en cada una de las variables dependientes sin
excepción (fig. 1). En casi todas las mediciones, compa-
rando los grupos en las diferentes fases de la enfermedad se
observó un deterioro progresivo en su desempeño sin mos-
trar ninguna mejoría en ninguna área, hecho que confirman
las comparaciones post hoc entre los grupos. Destaca que
el grupo de leve ya comienza a mostrar deterioro con res-
pecto al control en Severidad, Longitud, Encontrar palabras
y Parafasias. De estas, en las 3 primeras también apare-
cen diferencias entre las fases leve y moderada, indicando
que son tareas que sufren un deterioro muy brusco ya en
117
Expresión oral
Sec Rep Den Voc DeCa
14.00
12.00
10.00
8.00
6.00
4.00
2.00
0.00
Control Leve Moderada Severa
Figura 3 Representación gráfica de los resultados obtenidos
en las subescalas del área del lenguaje de la «expresión oral».
DeCa: Denominación de categorías; Den: Denominación; Rep:
Repetición; Sec: Secuencias automatizadas; Voc: Vocabulario.
los primeros estadios de la enfermedad. Otras tareas se
ven menos alteradas, como Longitud de palabras y Respues-
tas sociales sencillas, que presentan un decaimiento mucho
más pausado. La única excepción a esto es la puntuación
en la Escala de severidad, en la que los controles no solo
comienzan con una puntuación relativamente baja, sino que
su deterioro es el más pronunciado de todas las tareas, ya
que en todos los grupos su medición resulta significativa-
mente peor que en el anterior, sin estancarse en ninguna
fase.
Comprensión auditiva
En este bloque encontramos que solo 2 de los análisis de las
variables son significativos (p < .001). El desempeño de los
participantes en las tareas de Orden y de Material ideativo
(tabla 3) presenta un deterioro pausado pero significativo.
La primera tarea aparece un poco más preservada en las
fases iniciales, pero en la fase severa acaba sufriendo un
enorme deterioro que la iguala a los resultados de la tarea
de Material ideativo (fig. 2). Lo llamativo de esta área es el
comportamiento de la tarea de Discriminación. Los resulta-
dos en esta tarea son que permanece estable durante todo
el curso de la enfermedad y, según los análisis, se encuentra
inalterada incluso en los pacientes con una EA severa.
118
Expresión oral
En el bloque de «expresión oral» todos los análisis de las
tareas son significativos (p < .001), aunque aparece un dete-
rioro muy heterogéneo de las tareas (fig. 3). En el análisis
post hoc (tabla 3) encontramos que las tareas Secuencias
automatizadas, Denominación, Repetición y Denominación
de categorías se mantienen relativamente inalteradas hasta
la última fase de la EA, destacando el enorme deterioro final
que sufre esta última. Pero estos datos contrastan con los
resultados de Vocabulario. Desde el inicio de la enferme-
dad, el Vocabulario es la tarea más afectada de todas, sufre
una caída en los estadios iniciales, que parece estabilizarse
un poco en la fase moderada, pero vuelve a caer en la fase
severa de la enfermedad.
Resumiendo, los datos muestran que la velocidad de
deterioro de las habilidades lingüísticas es altamente desi-
gual, con algunas áreas deteriorándose de manera muy
rápida desde el primer diagnóstico, y otras resistiendo hasta
las fases más tardías de la EA.
Discusión y conclusión
El principal objetivo de este trabajo era documentar por-
menorizadamente el deterioro progresivo que padecen
personas diagnosticadas con la EA en las habilidades lin-
güísticas durante su transcurso patológico. Nuestros datos
muestran cómo el lenguaje sufre un empeoramiento genera-
lizado, de forma gradual e irreversible, aunque la velocidad
e intensidad varía a lo largo de 3 fases, siendo en las tareas
más sencillas y que requieren de menor rendimiento cog-
nitivo, en las que más tarde se comienza a observar el
deterioro. Estos resultados muestran un empeoramiento en
la expresión oral, comprensión auditiva y habla espontánea,
a medida que progresa la enfermedad. Además, se puede
observar que la tarea de Discriminación de palabras ape-
nas se encuentra afectada, en contraste con la tarea de
Vocabulario donde, ya en la primera fase de la enfermedad,
sufre una importante afectación. A este respecto, ya algunos
trabajos encuentran diferencias importantes en la altera-
ción de los diferentes aspectos del lenguaje en las fases de
la EA (Pérez-Mantero, 2012; Szatloczki, Hoffmann, Vincze,
Kalman y Pakaski, 2015). Específicamente, son muchas las
investigaciones que indican que el vocabulario es una de
las áreas de la función del lenguaje más afectadas en los
primeros estadios de la enfermedad (Ferris y Farlow, 2015;
Klimova et al., 2015; Woodward, 2013), posiblemente por
el mal funcionamiento en esta primera fase de las áreas no
lingüísticas pero implicadas en la comunicación, como son
la atención y el autocontrol (Manenti et al., 2004).
Otro dato relevante de nuestro trabajo es la clara preser-
vación que presentan estos sujetos en la tarea de Discrimi-
nación de palabras incluida en el área lingüística de la com-
prensión auditiva, posiblemente porque la función auditiva
central disminuye con la edad independientemente de los
cambios en la función cognitiva (Krishnamurti, Drake y King,
2011). Profundizando en el tema, Krishnamurti et al. (2011)
compararon las habilidades de atención auditiva entre oyen-
tes de la misma edad con y sin la EA, y no encontraron dife-
rencias significativas en sus puntuaciones, lo que lleva a pen-
sar que el sustrato biológico que subyace en la conducta de
L. Aranda et al.
discriminación auditiva no está lo suficientemente dañado
como para alterar en estos pacientes dicha conducta.
Son pocas las investigaciones que se centran en la carac-
terización de las capacidades lingüísticas de sujetos que
sufren la EA en sus diferentes fases; por ello, hemos diseñado
un trabajo donde evaluamos áreas del lenguaje críticas en
esta enfermedad en distintos estadios de su evolución. Por
un lado, consideramos que el trastorno del lenguaje en la
EA es de especial relevancia, ya que al detectarse en el ini-
cio de la enfermedad se puede comenzar el tratamiento en
las fases tempranas (Cullell, Bruna y Puyuelo, 2006; Pérez-
Mantero, 2012), y por otro lado, la función superior del
lenguaje permite la integración de los sujetos en un con-
texto social y les facilita la relación con los demás. Este
es un aspecto importante a destacar, ya que esta ruptura
comunicativa lleva al enfermo a un aislamiento social, y por
tanto, a una disminución significativa en su calidad de vida
(Klimova et al., 2015).
Debido a la importancia del establecimiento del con-
tacto comunicativo entre los allegados del enfermo, y al
deterioro presentado por los pacientes diagnosticados de
EA, muchos profesionales proponen el análisis de la con-
versación en el intercambio lingüístico de la persona con
demencia (Valles, 2013). Según esta autora, el análisis de
diferentes recursos conversacionales como turnos, pares
adyacentes, uso de reparaciones y/o marcadores, y valorar
otras formas de comunicación como la gestualidad, podría
resultar beneficioso en las capacidades conversacionales de
estos sujetos. Estas técnicas de rehabilitación lingüística
podrían contribuir a frenar las alteraciones en la estruc-
tura de la conversación, que comienzan a observarse en la
primera fase de la enfermedad.
En conclusión, una vez realizado este estudio, las áreas
deterioradas de la función superior del lenguaje difieren
tanto en naturaleza como en intensidad en las diferentes
fases de la enfermedad, ya que presentan patrones específi-
cos en las dificultades lingüísticas. Por ello, hay que resaltar
la necesidad de investigar en esta línea, donde es necesario
el estudio de las diferentes áreas del lenguaje en personas
sanas y personas diagnosticadas con la EA, y así poder apor-
tar información que en un futuro ayude a la planificación de
una intervención logopédica en cada momento específico de
la enfermedad.
Por último, finalizamos este trabajo señalando que el
estudio del lenguaje es un área en plena expansión en la
investigación de la EA. Este estudio es el primero de una
línea de investigación en curso, y somos conscientes de las
limitaciones del mismo. En las subsiguientes investigaciones
se incluirán grupos paritarios en la variable sexo, y además
se incluirán grupos con diferentes afectaciones cognitivas,
para seguir ampliando el conocimiento de las capacida-
des lingüísticas alteradas. Todo ello servirá para que los
profesionales puedan realizar programas de estimulación
cognitiva que ayuden a disminuir o, al menos, ralentizar el
deterioro en el funcionamiento de las actividades diarias de
estos pacientes (Ruiz-Sánchez de León, 2012).
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran
que para esta investigación no se han realizado experimen-
tos en seres humanos ni en animales.
Estudio del lenguaje en las diferentes fases de la enfermedad de Alzheimer
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que
han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre
la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
pacientes.
Conflicto de intereses
Por la presente los autores declaran que este trabajo no
conlleva ningún conflicto de interés desde el punto de vista
clínico, científico o laboral.
Agradecimientos
Este trabajo se ha realizado gracias a la excelente e ines-
table colaboración de la Asociación Familiares Personas con
Alzheimer y Otras Demencias (AFA) de Málaga y a la Univer-
sidad de Málaga.
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