Hoy quisiera que meditáramos sobre de algunas paradojas
Evangélicas. Hoy corremos el riesgo, creo que de manera alarmante, de tener una vida espiritual “privada” con matices puramente “personales” haciendo de la vivencia (NO práctica) del cristianismo algo acomodado a nuestras maneras de ser, de pensar o de actuar. No falta quien, con cierto atrevimiento, cree que puede poner su sello personalismo faltando a siglos y siglos de Tradición Sagrada e Inspirada por el Espíritu Santo. Esta “pretensión” viene lógicamente por mentes laxas que instigadas por el enemigo, pretenden crear doctrinas llamativas sobre las cuales nos alerta el Señor por boca del Apóstol. La RCC no está exenta de caer en ciertos “iluminismos” fruto del manejo de algunas “iluminados” que lejos de buscar la Gloria de Dios buscan su propia fama, negociando con quien sea e incluso utilizando medios que justifican un fin que lejos está de Dios. ¿Por qué esto? Simplemente por que están más centrados en ellos mismos que en la Voluntad Santa de Dios. Cada vez que nos centramos en nosotros mismos contemplándonos, románticamente, y viviendo y adaptando la FE a nuestros modos ESTAMOS MAS CIEGOS QUE EL CIEGO DE NACIMIENTO CURADO POR JESUS. ¡Qué increíble y que pérdida de tiempo me parece detenernos en mirar el frasco y no ver el contenido del mismo. Miramos y no vemos; caminamos y no andamos. Esto me remite a las Palabras de Nuestro Señor que dice “ciegos que guían a otros ciegos, ambos caerán”. He aquí la primera paradoja: Creemos ser Luz pero no iluminaremos hasta que salgamos de nuestra propia oscuridad y querramos esa Luz, también, para los otros. A la verdad de llega saliendo del error. Leamos, por favor, el Texto de Isaías 55, 1-3 (leer para que se entienda lo que sigue). Hemos escuchado la Palabra de Dios y no solo la escuchamos sino que nos encontramos con una de las verdades más consoladoras de la Sagrada Escritura: el amor misericordioso de Dios que se revela en el rostro de Jesús. Si leemos el Evangelio de San Juan lo comprobaríamos. Jesús es el revelador del Padre. Volviendo al texto bíblico: éste nos habla del gran banquete de los tiempos mesiánicos a los que estamos llamados. Es una convocatoria que Dios hace por medio de Isaías: OID, SEDIENTOS, TODOS, ACUDID POR AGUA, TAMBIEN LOS QUE NO TENEIS DINERO: VENID COMPRAD TRIGO COMED SIN PAGAR VINO Y LECHE DE BALDE. Se pone así la gratuidad de Dios porque es la pobreza humana la que conmueve el Corazón de Dios. Es tu necesidad y mi necesidad lo que le atrae. He aquí la gran novedad DIOS TE MIRA SIEMPRE PERO SOBRE TODO CUANDO TE SIENTES NECESITADO, POBRE, Y TE HUMILLAS DELANTE DE EL. EN POCAS PALABRAS: DIOS QUIERE QUE VENGAS A SU EL a tomar de sus bienes, gratuitamente, porque eres su hijo/a. Eres su amado/a... eres su pequeño/a. Eres Suyo pues así los dispuso Él. Hagamos un juego todos juntos a la vez. 1.-Digamos SOY SUYO. 2.-Y no quedemos ahí dígale al hermano/a que tiene al lado SOY SUYO. Hágale ese pequeño anuncio. 3.- Dígale al vecino ERES SUYO. Dígaselo con convencimiento y siéntase elegido por ello. Todos tenemos que sentirnos elegidos porque eso es lo que ha hecho nuestro Dios. Nos ha llamado, nos ha elegido, nos ha predestinado, nos ha redimido, y quiere Santificarnos. Pero claro para ser santificados por Dios hay que hacer dos cosas: 1.- Desear ser santificado por Dios 2.- Morir a uno mismo y tomar la Cruz 3.- Romper con el pecado.