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Por: John Aragon Brousset.

INTRODUCCIÓN GENERAL AL CURSO

Como consecuencia de la revolución industrial iniciada en Europa en el siglo XIX, y


luego expandida al resto del mundo; las principales ciudades experimentaron un
proceso de densificación. Ciudades como Londres y Paris que durante el siglo XVIII
tenían una población alrededor de 500,000 habitantes; pasan a tener, a inicios del siglo
XX, poblaciones alrededor de 6’000,000 y 4’000,000 de habitantes, respectivamente.

Es fácil comprender que al existir demanda de predios para satisfacer las necesidades
de: vivienda, comercio, industria, etc; el valor de éstos se encareció. Este hecho, a su
vez, genero la necesidad de un mejor aprovechamiento de los terrenos; por lo que a
finales del siglo XIX era común encontrar en las principales urbes del mundo edificios
de varios pisos de altura. Hasta esa fecha, el mundo no había experimentado las
consecuencias de un gran sismo ocurrido en un lugar densamente poblado y con
grandes construcciones. El momento de experimentarlo llego el 18 de abril de 1906,
cuando un fuerte sismo azoto la gran ciudad de San Francisco, ubicada en el Estado de
California, EU.

Las consecuencias de este terremoto fueron catastróficas: grandes pérdidas humanas


y materiales; pero por sobre todas las cosas, fue un duro golpe para la Ingenieria.
Muchos investigadores concuerdan en señalar al año de 1906 como el nacimiento de la
Ingenieria Sísmica.

Los daños causados por el gran terremoto de San Francisco fueron de tal magnitud que
la comunidad de Ingenieros de la época tuvo que tomar medidas inmediatas con el
objetivo, evidentemente, de hacer que los edificios RESISTAN sismos; pues fue el
derrumbe de los mismos, lo que causo la mayor cantidad de muertes. La propuesta fue
que los edificios debían de diseñarse para que resistan fuerzas laterales. Es así que al
poco tiempo de sucedido el terremoto, se dio una ordenanza por la que todo edificio
construido en el gran Estado de California debía ser diseñado para que resista una
PRESION LATERAL de 30 𝑙𝑖𝑏𝑟𝑎𝑠⁄ 2 . Para el entender de la época, las fuerzas
𝑝𝑖𝑒
sísmicas podían ser REPRESENTADAS por una presión lateral.

Después de un tiempo transcurrido posteriormente al gran terremoto de San Francisco,


y a la luz de la experiencia granada con la ocurrencia de otros sismos; los ingenieros de
la época se plantean 2 preguntan:

1. ¿Los edificios, frente a la acción de los sismos, deben admitir daños?

2. De ser positiva la respuesta a la primera pregunta, ¿qué CANTIDAD de daño


es aceptable?

Ambas preguntas son la razón de ser del diseño sismorresistente de hoy y constituyen
la base de lo que conocemos como RIESGO SISMICO.
Foto N° I.1

Foto N° I.2

En las fotos N° I.1 y N° I.2, se puede apreciar el enorme daño que experimentaron los
edificios en el terremoto de San Francisco de 1906.
CAP. I.- CONCEPTOS BÁSICOS DE SISMOLOGÍA

Introducción

Para poder realizar el diseño sísmorresistente de un edificio, resulta imprescindible


contar con un conocimiento elemental, pero sólido, del fenómeno sísmico;
fundamentalmente lo concerniente a los procesos que definen las características del
movimiento esperado en un sitio en particular.

En el diseño sismorresistente resulta primordial el reconocimiento y el establecimiento


de las CARACTERISTICAS DE LOS MOVIMIENTOS SISMICOS ligadas a la causa del
DAÑO en las edificaciones; para ello debemos aumentar y reforzar nuestros
conocimientos de sismología.

1.1 Tectónica de placas y la generación de terremotos

Existe gran evidencia científica que la Tierra no siempre fue como la conocemos hoy.
La Tierra ha sufrido cambios a lo largo del tiempo (y los sigue experimentando). Los
cambios a los que hacemos referencia están relacionados, fundamentalmente, con su
geología. Existen evidencias, por ejemplo, que las cadenas montañosas del Himalaya y
de los Andes no siempre existieron. Por otro lado, los sismos, tanto en intensidad como
en frecuencia, no se distribuyen homogéneamente en el mudo; existen zonas en las que
la ocurrencia de éstos se concentra. Por lo tanto la pregunta es: ¿qué mecanismos se
desarrollan en la Tierra que expliquen estos fenómenos? La teoría que mejor explica los
mecanismos que dan origen a los sismos, así como los mecanismos que han permitido
a la Tierra desarrollar su Orografía, es la denominada TEORIA DE LA TECTONICA DE
PLACAS.

Todo lo que el hombre conoce del interior de la Tierra, lo ha obtenido por medios
INDIRECTOS. El pozo más profundo excavado, es del orden de los 12 Km (el radio
terrestre es de orden de los 6, 300 Km); por lo tanto el hombre apenas ha arañado la
corteza terrestre.

La teoría de las Placas Tectónicas describe a la Tierra de la siguiente manera: la parte


externa de la Tierra, conocida como Litosfera, está compuesta por un material sólido.
La Litosfera descansa (flota) sobre la Astenosfera, la cual está constituida por un
material semi-fundido. Dentro de la Astenosfera existe un gradiente de temperatura (a
mayor profundidad mayor temperatura); lo que hace que el material más profundo
ascienda hacia la parte superior donde se expande horizontalmente, creándose así las
denominadas Corrientes de Convección. Estas corrientes arrastran a la Litosfera, la cual
está fragmentada en las denominadas PLACAS TECTONICAS, imprimiendo en ellas
velocidades del orden de 1 a 6 centímetros por año.

El movimiento de las Placas genera interacción entre ellas, en la zona de sus bordes.
Las interacciones entre los bordes de dos Placas adyacentes, pueden ser de cuatro
tipos:

 Normales o divergentes.
 Inversas o convergentes.
 Horizontales o de deslizamiento.
 Mixtas.

Figura N° 1.1 Tipos de interacción.

¿Cómo explicar la ocurrencia de los sismos a partir de la Teoría de la Tectónica de


Placas?

Las interacciones entre los bordes de las placas generan FRICCIONES, mismas que,
dependiendo de la rugosidad del material, pueden “trabar” el libre desplazamiento. La
“traba” del desplazamiento deformara elásticamente el material de las placas
acumulándose, de esta manera, energía de deformación. Cuando los esfuerzos de
“fricción” son vencidos, se liberara súbitamente la energía acumulada produciéndose
así un sismo.

1.2 Teoría del rebote elástico

El primer modelo MECANICO para explicar el proceso que origina un terremoto fue
desarrollado por Reid en 1911. El modelo fue deducido a partir del estudio de los
movimientos de la falla de San Andrés.

La Teoría explica que los sismos son producidos por la acumulación de energía de
deformación en una zona de la corteza terrestre con suficiente rigidez. Este proceso se
mantiene hasta que los esfuerzos de fricción alcanzar valores del orden de los 1,000
bares. En este momento la falla experimenta una dislocación: los esfuerzos se relajan
total o parcialmente, y la energía elástica acumulada se libera súbitamente. Las rocas
deformadas “rebotan” a ambos lados de la falla generándose así ondas. Estas ondas de
deformación se encargan de propagar la energía alrededor de la zona de liberación.

La generación de sismos consta de 2 etapas:

a) Acumulación lenta de energía elástica Refuerzo lento de energía.


b) Relajación súbita de esfuerzos.

1.3 Parámetros que definen la geometría de una falla

De acuerdo con las Teoría de la Tectónica de Placas y la Teoría del Rebote Elástico,
la generación de sismos está ligada a la existencia de Fallas geológicas. A
continuación se describen los parámetros que nos permiten definir una Falla:

Figura N° 1.2
Consideraremos los siguientes parámetros para definir una falla:

 Azimut de la traza de la Falla (ɸ): Es el ángulo formado entre la traza de la falla


y la dirección del norte magnético.
 Plano de falla: definido por la longitud (L) y el ancho (D).
 Buzamiento: es el ángulo β entre la horizontal y el plano de falla.
 Disloque de la falla (Δ): es el desplazamiento relativo de uno de los lados de la
falla respecto del otro

1.4 Liberación y transmisión de la energía sísmica

R
EPICENTRO

H ``

FOCO O
HIPOCENTRO

Figura N° 1.3

Con la finalidad de caracterizar a los sismos, se establecieron las siguientes


definiciones:

 Foco o Hipocentro: Punto ubicado en el plano de falla donde se considera el


inicio de la ruptura: punto de inicio de la liberación de la energía sísmica.
 Epicentro: Punto ubicado en la superficie terrestre, determinado a partir de la
proyección vertical del hipocentro. Sobre el epicentro se produce la mayor
intensidad de un sismo.
 Distancia epicentral: Es la distancia de un punto cualquiera, de la superficie
terrestre, al epicentro de un sismo.

Por la profundidad del foco o hipocentro (H), los sismos se clasifican en:

 Sismos superficiales H < 60 Km


 Sismos intermedios 300 Km > H > 60 Km
 Sismos profundos H > 300 Km
La transmisión de la energía sísmica es a través de ondas, las cuales son de 2 tipos:

1) Ondas internas o de cuerpo.- Son ondas que se forman en el foco y que se


propagan por las zonas profundas de la Tierra. Son de 2 tipos:

a) Onda P o Primarias.- Llamadas así porque son las primeras en arribar a una
estación dada. Son ondas que deforman el suelo en la dirección de su
recorrido (longitudinalmente): el material cambia de volumen pero no de
forma.

Figura N° 1.4

b) Ondas S (Secundarias).- Llamadas así porque son las segundas en arribar


a una estación dada. Son ondas que deforman al suelo transversalmente a
la dirección de su recorrido: el material cambian de forma más de volumen.

Figura N° 1.5
2) Ondas de superficie.- Las ondas Internas, al arribar a la superficie, experimentan
fenómenos de refracción, difracción y reflexión, mismos que se encargan de generar las
denominadas ondas sísmicas de Superficie.

Las ondas superficiales más importantes son:

a) Ondas Reyleigh.- Estas ondas mueven a las partículas dentro de planos


verticales, haciéndolas describir elipses.

Figura N° 1.6

b) Ondas Love.- Son ondas que mueven al suelo horizontalmente, en dirección


perpendicular a la de su propagación. Por esta razón es que estas ondas son las
más dañinas para los edificios.

Figura N° 1.7

Las ondas superficiales cobran importancia a grandes distancias, pues sus amplitudes
son proporcionales a la cantidad 𝑅1/2; siendo R la distancia al epicentro.
1.5 Medición de los sismos

Los sismos están caracterizados por varios parámetros y cada uno de ellos puede
medirse directa o indirectamente. Resulta evidente que el parámetro más importante
para medir en un sismo, es su capacidad destructiva tanto del medio natural como del
medio construido. Es así que se han definido hasta tres escalas para medir el tamaño
de un sismo, parámetro que a su vez se considera proporcional a su capacidad
destructiva:

1. Escala de Intensidades.
2. Escala de Magnitudes.
3. Escala de Momento Sísmico.

1.5.1 Escala de intensidad

Las escalas de intensidad miden la “fuerza” con la que un sismo impacta una localidad;
en otras palabras, las escalas de intensidad miden la capacidad destructiva de un sismo.
Por esta razón es que las Escalas de Intensidad son de gran interés para la Ingenieria
Civil.

El uso de las Escalas de Intensidad se inició con los trabajos de Rossi y Ford en Italia y
Suiza, respectivamente, a finales del siglo XIX. En la actualidad la escala más utilizada
para medir la intensidad es la escala de Mercalli Modificada (MM). Esta escala tiene XII
grados.

Como se puede apreciar, para la utilización de la Escala de Mercalli (y cualquier otra


escala de intensidad), se necesita de un “observador”; hecho que convierte a ésta en
subjetiva.

La estimación de las intensidades alrededor del epicentro de un sismo, permiten la


construcción de los denominados “mapas de isosistas”. En ellos se puede establecer
que las intensidades de un sismo decaen con la distancia epicentral. Dada la existencia
de esta característica es que los sismólogos tienen como desafío el establecimiento de
expresiones que permitan pronosticar, a partir de la intensidad en la fuente, la intensidad
en un lugar definido por su distancia epicentral: ley de atenuación.

La expresión más general para estimar esta atenuación es:

𝑅
𝐼 = 𝐼𝑜 − 𝑎 log 𝐻 − 𝑏(𝑅 − 𝐻) (1.1)

Donde:

R= Distancia epicentral.
H= Profundidad del foco.
I= La intensidad en un sitio ubicado a una distancia epicentral R.
Io= Intensidad en la zona epicentral.
a y b= Coeficientes que se relacionan, respectivamente, con la atenuación por
expansión geométrica y con la absorción inelástica introducida por el medio.

1.5.2 Escala de magnitud

Con el propósito de distinguir los sismos frecuentes de los sismos mayores ocurridos en
California, Ritcher y Gutenberg desarrollaron una escala de Magnitud. Ellos se basaran
en la siguiente Teoría:

El tamaño de un sismo es proporcional a la energía liberada por éste. La energía de un


sismo puede ser medida indirectamente de la siguiente forma:

Para un sismograma registrado por un sismógrafo de torsión Wood-Anderson, la


magnitud de un sismo (y por ende, una medida de la energía liberada) se calcula así:

𝑀 = log 𝐴 + 3 log(8∆𝑡) − 2.92 (1.2)

Donde:

A= Amplitud de las ondas S, en milímetros, medida directamente del sismograma.


∆t= Tiempo entre la llegada de la primera onda P y la llegada de la primera onda S, en
segundos.

Richter asigno, arbitrariamente, la magnitud cero a un sismo que causa un


desplazamiento horizontal de 1µm en un sismograma trazado por un sismógrafo de
torsión Wood-Anderson ubicado a 100 Km del epicentro.

La expresión más común para calcular la energía liberada a través de la magnitud es:

log 𝐸 = 11.4 + 1.5𝑀 (1.3)


(Energía en ergios).

Como ya se dijo, esta medición fue desarrollada para los sismos del Sur de California.
La generalización de la escala de magnitud de Richter a otros terremotos ocurridos en
otros lugares distintos a California y registrados por otro tipo de sismógrafos, ha dado
lugar a la escala de magnitud local ML.

Con la metodología original de Richter, es decir con la escala ML, no se pueden medir
sismos de magnitud mayores a 6.8; razón por lo que los investigadores propusieron
extensiones a la escala de magnitud local ML; siendo las más utilizadas las escalas de
magnitud de ondas superficiales MS y la escala de magnitud de ondas internas mb.

Existen expresiones empíricas para relacionar ambas escalas MS y mb.


1.5.3 Escala de magnitud de momento sísmico: 𝑴𝒘
Como ya se dijo, la escala de magnitud de Richter es una medida indirecta de la energía
liberada en un sismo; estas escalas sufren una saturación para sismos de magnitudes
cercanas a 8.5. Es decir, con las escalas de magnitud de Richter, al medir un sismo
cuya magnitud es notoriamente mayor 8.5, obtenemos 8.5. Es así que surge el concepto
de la escala de momento sísmico, la cual es una medida directa de la energía
almacenada en la fuente a través de un estudio físico de la falla. El momento sísmico
“Mo” se calcula a través de la siguiente expresión:

𝑀𝑜 = 𝜇𝐴𝑢 (1.4)

Donde:
µ = Es la rigidez del material en la falla.
A= Es el área de ruptura a lo largo de la falla.
u = Es el desplazamiento medio de la falla.

Luego, el grado de magnitud, en la escala de momento sísmico, del sismo se determina


con la siguiente expresión propuesta por Hanks y Kanamori:

𝑀𝑜
𝑀𝑤 = 2⁄3 (log 𝑁.𝑚 − 9.1) (1.5)
CAP. II.- PELIGRO SISMICO

Introducción

Los edificios que diseñamos hoy debe ser capaces de resistir los sismos futuros:
¿Cuáles son las características de los sismos futuros respecto de los cuales deben
diseñarse los edificios de hoy?

Aunque la sismicidad de un lugar cualquiera es un proceso aleatorio, la Sismología ha


podido establecer dos patrones:

1.- Los sismos del pasado volverán a producirse en el futuro: recurrencia.


2.- La recurrencia de los sismos está relacionada con el tamaño de los mismos: los
mayores sismos tienen un espaciamiento en el tiempo mayor al de los sismos pequeños.

Estos dos patrones nos permiten concluir en que si queremos ubicar un sismo en el
futuro, el cual tiene un determinado periodo de recurrencia; debemos buscarlo en el
pasado retrocediendo el mismo periodo de tiempo.

¿Cuál es ese sismo o sismos del futuro respecto de los cuales los edificios deben ser
diseñados y exhibir un comportamiento, respecto de cada uno de ellos, compatible con
una filosofía de diseño pre-establecida?

Se ha convenido en que los edificios comunes deben ser diseñados para sobrevivir a
un sismo cuyo periodo de retorno es 500 años.

Para las metodologías actuales de diseño: ¿cuál es el parámetro que caracteriza a los
sismos de diseño? La respuesta es: su aceleración máxima.

Por los tanto, los estudios de Peligro Sísmico de un lugar tienen por objetivo definir las
aceleraciones máximas de los sismos de diseño.

2.1 Definición determinística y probabilística del Peligro Sísmico


Los estudios de Peligro Sísmico se vienen realizando a través de dos metodologías:
determinística y probabilística. En ambos casos se considera a la sismicidad de la zona
en estudio como un proceso estacionario.

Los estudios de Peligro Sísmico llevados a cabo a través de una metodología


determinística requieren la siguiente secuencia procedimental:

1.- Determinación de las fuentes sismogenéticas del lugar.


2.- Determinación de la sismicidad de cada fuente sismogenética, a través de estudios
de: paleosismicidad, sismicidad histórica y sismicidad instrumentada.
3.- Estimación de las características del mayor sismo ocurrido en el periodo de
recurrencia establecido; particularmente su aceleración máxima.
4.- Estimación del máximo sismo potencial o que razonablemente se puede esperar en
el futuro, dentro del periodo de retorno establecido, y que tendrá las mismas
características de los sismos pasados.
5.- Traslado de la aceleración máxima, en la fuente, al sitio en cuestión a través de una
ley de atenuación.

Los estudios de Peligro Sísmico llevados a cabo a través de una metodología


probabilística requieren la siguiente secuencia procedimental:

Como podrá notarse, las suposiciones del método determinístico son muy
cuestionables. Por ello los métodos probabilísticos parten del conocimiento de la
sismicidad local para con ella deducir las leyes estadísticas que rigen la actividad
sísmica de la fuente y así estimar la probabilidad de que los distintos parámetros de
tamaño o del movimiento del suelo, pre-establecidos, sean superados en un plazo dado.
A diferencia de los métodos determinísticos, que solo definen la probabilidad del sismo
máximo, los métodos probabilísticos proporcionan probabilidades correspondientes a
cualquier tamaño de sismo posible en la zona.

Las etapas de un estudio de peligro sísmico a través de un método probabilístico son:

1.- Determinación de las fuentes sismogenéticas del lugar.


2.- Determinación de la sismicidad de cada fuente sismogenética, a través de estudios
de: paleosismicidad, sismicidad histórica y sismicidad instrumentada.
3.- Determinación de la recurrencia de sismos, de la fuente sismogenética, de magnitud
M o mayor, utilizando la ley de recurrencia de Richter y Gutemberg:

log 𝑁 = 𝑎 − 𝑏𝑀 (2.1)

N= Numero de sismos de magnitud M o mayor que se producirán en la fuente en


estudio.
a= Coeficiente correspondiente a la fuente sismogenética de estudio, denominada “de
actividad sísmica”.
b= Coeficiente correspondiente a la fuente sismogentica de estudio, y que expresa la
relación entre el número de sismos pequeños con el número de sismos grandes. Un
valor alto del factor “b” indica un predominio de los sismos pequeños sobre los sismos
grandes. Un valor bajo del factor “b” indica un predominio de los sismos grandes sobre
los sismos pequeños.
4.- Traslado de los parámetros de tamaño o de movimiento del suelo, de la fuente al
sitio de estudio, a través de una ley de atenuación.

A Continuación se presenta una ley de atenuación muy utilizada en California, la cual


fue planteada por Donovan:

1080𝑒 0.5𝑀
𝑎 = (𝑅+25)1.32 (2.2)
Donde:
a= Aceleración en el emplazamiento de estudio.
M= Magnitud del sismo en la zona epicentral.
R= Distancia epicentral del emplazamiento de estudio.

5.- Finalmente, aplicación de las leyes estadísticas de la fuente para estimar la


probabilidad de excedencia, en el emplazamiento, de un determinado valor de tamaño
o de movimiento el suelo.

¿Cómo podemos establecer la probabilidad de excedencia de la aceleración máxima de


los sismos que se producirán, en una fuente sismogenética, durante un espacio de
tiempo dado?

Consideremos una fuente sismogenética “X”. Sea “N” el número de sismos que pueden
ocurrir en esta fuente en el espacio de 1 año. Si ampliamos el tiempo considerablemente
(por ejemplo a 1 siglo), y designamos por “V” al número de veces que en 1año se
producen, exactamente, “N” sismos; podemos relacionar las variables “N” y “V” y así
encontrar la denominada “distribución temporal de los sismos”.

Si denominamos con “p” a la razón entre “V” y el número de unidades de tiempo


consideradas (por ejemplo, 100 años), y simultáneamente extendemos indefinidamente
el espacio de tiempo considerado; entonces la variable “p” se convertirá en la
distribución de probabilidades de la variable “N”.

Si se acepta que cada sismo es independiente y que la probabilidad que dos sismos se
den simultáneamente es baja; podemos emplear el modelo de Poisson para expresar
“p” como:

𝜆𝑛 𝑒 −𝜆
𝑃 (𝑁 = 𝑛) = 𝑛!
𝑃𝑎𝑟𝑎 𝑡 = 1 𝑎ño (2.3)

O:

𝜆𝑡 𝑛 𝑒 −𝜆𝑡
𝑃 (𝑁 = 𝑛) = 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝑡 = 𝑡 𝑎ños (2.4)
𝑛!

Donde:
P (N=n), representa la probabilidad que la variable “N” tome un valor “n” en un espacio
de tiempo t (1 año o t años).
λ es la tasa anual de sismos de magnitud M o más.

Ahora consideremos que la probabilidad de que la variable “A” supere un valor dado “a”
puede ser determinada a través de la siguiente expresión:
# 𝑑𝑒 𝑎𝑐𝑒𝑙𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝐴>𝑎
𝑃(𝐴 > 𝑎) = (2.5)
# 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑎𝑐𝑒𝑙𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠

Si pre-establecemos una probabilidad de excedencia, y si conociéramos el número total


de aceleraciones; podríamos establecer la aceleración “a” cuya probabilidad de
excedencia es la pre-establecida.

Ahora, supongamos que consideramos “t” años para la evaluación del Peligro Sísmico
de una fuente sismogenética; y que en estos “t” años se dan, exactamente, “n” sismos,
cada uno de ellos con aceleraciones máximas: A1, A2,……….An. Como se supone que
los “n” sismos son independientes; la probabilidad de que todas estas aceleraciones no
superen el valor de “a” es:

𝑃(𝐴1 < 𝑎) ∗ 𝑃(𝐴2 < 𝑎) ∗ … … … . 𝑃(𝐴𝑛 < 𝑎) = 𝑃(𝐴 < 𝑎)𝑛 (2.6)

La probabilidad de que en “t” años se produzcan “n” sismos es:

(𝜆𝑡)𝑛 𝑒 −𝜆𝑡
𝑃(𝑁 = 𝑛) = (2.7)
𝑛!

Por lo tanto, la probabilidad de que en “t” años ocurran “n” sismos y de que todas sus
aceleraciones sean menores que “a” es:

(𝜆𝑡)𝑛 𝑒 −𝜆𝑡
𝑃(𝐴 < 𝑎)𝑛 ∗ (2.8)
𝑛!

Ahora, si consideramos todos los posibles valores de “n”; la ecuación (2.8) se convierte
en:

(𝜆𝑡)𝑖 𝑒 −𝜆𝑡
𝑃𝑚𝑎𝑥 (𝐴 < 𝑎) = ∑ 𝑃(𝐴 < 𝑎)𝑖 ∗ 𝑖!
(2.9)

La ecuación (2.9) puede ser reescrita así:

(𝜆𝑡)𝑖
𝑃𝑚𝑎𝑥 (𝐴 < 𝑎) = 𝑒 −𝜆𝑡 ∑ 𝑃(𝐴 < 𝑎)𝑖 ∗ (2.10)
𝑖!

La sumatoria ubicada en el segundo miembro puede ser representada por la siguiente


función exponencial:
(𝜆𝑡)𝑖
∑ 𝑃(𝐴 < 𝑎)𝑖 ∗ = 𝑒 𝜆𝑡 𝑃(𝐴<𝑎) (2.11)
𝑖!

Por lo tanto, la probabilidad que el valor de “a” no sea excedido por ninguno de los “n”
sismos que se producirán anualmente durante “t” años, es:

𝑃𝑚𝑎𝑥 (𝐴 < 𝑎) = 𝑒 −𝜆𝑡 ∗ 𝑒 𝜆𝑡 𝑃(𝐴<𝑎) (2.12)

O:

𝑃𝑚𝑎𝑥 (𝐴 < 𝑎) = 𝑒 −𝜆𝑡 [1−𝑃(𝐴<𝑎)] (2.13)

Entonces, la probabilidad que el valor de “a” sea excedido por alguno de los “n” sismos
que se producirán anualmente durante “t’ años, es:

𝑃𝑚𝑎𝑥 (𝐴 > 𝑎) = 1 − 𝑃𝑚𝑎𝑥 (𝐴 < 𝑎) (2.14)

Se ha considerado que es suficientemente seguro diseñar una edificación común con


una aceleración correspondiente a una probabilidad de excedencia del 10% en la
aceleración máxima que traerían los “n” sismos que se producirán anualmente durante
50 años.

Evento Periodo de Probabilidad de


recurrencia excedencia

Frecuente 10 años 99% en 50 años

Ocasional 50 años 63% en 50 años

Raro 500 años 10% en 50 años

Muy raro 1000 años 5% en 50 años


Cap. III.- Riesgo Sísmico

Introducción

Luego del gran sismo de San Francisco en 1906, los ingenieros de la época se
preguntaron: ¿Cómo deberían diseñarse las edificaciones para que soporten grandes
sismos?

La respuesta de la época fue que había que dotar a las estructuras de “resistencia”
lateral. Es así que de inmediato se da una ordenanza por la que los edificios en el gran
Estado de California debían diseñarse para resistir una fuerza lateral de 30 libras/pie2.

3.1.- Características de los sismos y su influencia en el daño en


edificaciones. Vulnerabilidad

Con el transcurrir del tiempo, con las experiencias obtenidas de la ocurrencia de nuevos
sismos y con las conclusiones de investigaciones realizadas para comprender el
comportamiento de las estructuras frente a movimientos sísmicos; llaga un momento en
que la ingeniería de la época se hace las siguientes preguntas:

¿Las edificaciones deben diseñarse para aceptar daño?


De tener, esta pregunta, una respuesta afirmativa; surge una nueva pregunta:

¿Qué nivel de daño es ACEPTABLE?

La respuesta a estas dos preguntas constituye la base de lo que hoy se conoce como
Riesgo Sísmico.

El sustento para responder afirmativamente a la primera pregunta se basa en las


siguientes tres consideraciones:
1.- En países en los que existe un alto peligro sísmico, como el nuestro, son las
combinaciones, en los que intervienen la fuerza sísmica, las que gobiernan el diseño (la
combinación de carga muerta, carga viva y carga de sismo es mucho mayor a la
combinación de carga muerta y carga viva).

2.- La probabilidad de ocurrencia de un sismo raro o muy raro es baja (periodos de


retorno de 500 y 1000 años, respectivamente).

3.- En zonas de alto peligro sísmico, de darse un sismo raro, sus fuerzas son tan grandes
que harían inviable, tanto técnica como económicamente, un diseño elástico.

3.2.- Filosofía del diseño sismorresistente. Control de daños


En 1967 el Libro Azul del SEOAC define los niveles de “daños aceptables” que puede
exhibir una edificación, en concordancia con el tamaño de los sismos. A esta
declaratoria de “daños aceptables” se le conoce como “filosofía de diseño
sismorresistente”.

La filosofía de diseño sismorresistente citada, y que hasta el día de hoy permanece


prácticamente sin variación; plantea que los edificios deben diseñarse para que tengan
el siguiente comportamiento:

1.- Prevenir todo tipo de daños en movimientos sísmicos de baja intensidad (sismos
frecuentes), que pudieran ocurrir frecuentemente durante la vida útil de la estructura.

2.- Prevenir el daño estructural y minimizar el daño no estructural durante movimientos


sísmicos de intensidad moderada (sismos ocasionales), que pueden ocurrir
ocasionalmente.

3.- Evitar el colapso o daño serio durante los movimientos sísmicos severos (sismos
raros) que raramente puedan ocurrir.

Por lo tanto, para observar la filosofía de diseño sismorresistente, será necesario


controlar el daño. Es así que surge la siguiente pregunta:

¿A través de que parámetro podemos controlar el daño?

La experiencia obtenida de los sismos ocurridos durante el siglo XX, ha permitido a la


Ingenieria Sísmica afirmar categóricamente que el daño, tanto estructural como no
estructural, en un edificio puede controlarse a través de los desplazamientos laterales
relativos de entrepiso. Es así que hoy, en el mundo, los códigos de Diseño
Sismorresistente prescriben desplazamientos máximos admisibles, con la idea de
controlar el daño.
3.3.- El concepto de ductilidad en la filosofía de diseño
sismorresistente

Aparentemente la filosofía de diseño sismorresistente tiene una contradicción, pues se


debe conciliar la “presencia de daño”, como consecuencia del agotamiento de la
resistencia, con la “posibilidad remota de colapso”. Por lo tanto, la pregunta que surge
es: ¿Cómo compatibilizar la aceptación de daños y la posibilidad remota de un colapso?
Bajo la aceptación de ocurrencia de daños, solo podrá sobrevivir una estructura que
tenga un comportamiento suficientemente DUCTIL.

Las metodologías de diseño sismorresistente, en el mundo, indican que:

1.- Primero debemos fijar un sismo de supervivencia.


2.- Segundo debemos reducir las fuerzas de este sismo para obligar a la estructura a
que incursione en el régimen inelástico.

µ=3

µ=2

Figura N° 3.1 D

Los códigos de diseño sismorresistente del mundo prescriben que, el sismo de


supervivencia, es aquel cuyo periodo de retorno es de 500 años (sismo cuya máxima
aceleración tiene una probabilidad del 10% de ser excedida en 50 años de exposición).

Es así que la estructura, durante un sismo raro, tomara parte de la energía del sismo
elásticamente (energía recuperable que no produce daño), y otra parte la tomara en
forma de energía histérica (energía irrecuperable generada por el daño).
3.4.- El concepto del balance de energías como herramienta para
el control de daños

El concepto del balance de energías nos permite un mejor entendimiento de los


objetivos del diseño sismorresitente en concordancia con la filosofía de diseño vigente.

Consideremos un sistema de un grado de libertad, que representa a cualquier edificio


existente, sujeto a un movimiento horizontal acelerado en su base:

µ
m

K/2 K/2

µg
Figura N° 3.2

De acuerdo con el principio de D’Alambert, la ecuación de movimiento del sistema es:

𝑚𝑢̈ + 𝑐𝑢̇ + 𝐾𝑢 = −𝑚𝑢̈ 𝑔 (3.1)

Si esta ecuación, expresada en función de fuerzas, la expresamos en forma de energía;


se tiene:

∫ 𝑚 𝑢̈ 𝑑𝑢 + ∫ 𝑐 𝑢̇ 𝑑𝑢 + ∫ 𝐾𝑢𝑑𝑢 = ∫ 𝑚 𝑢̈ 𝑔𝑑𝑢 (3.2)

𝑑𝑢 = 𝑢̇ 𝑑𝑡 (3.3)

Ek + ED + EA = EI (3.4)
Energía absoluta + Energía Amortiguamiento + Energía absorbida = Energía
absoluta de entrada
Cuando la estructura agota su resistencia elástica, incursiona en el régimen inelástica,
y en consecuencia, la energía absorbida se divide en: energía elástica Es (energía
almacenada por el sistema, no produce daño) y energía histerética EH (energía disipada
a través del daño estructural); por lo tanto, la ecuación (3.4) se transforma en:

Ek + ED + EA = EI (3.5)

Es EH

Si agrupamos las energías del miembro izquierdo en energías almacenadas y energías


disipadas por el sistema, se tiene:

EI = ES + EH (3.6)

Energía histeretica
Energía elástica

Los niveles de daño establecidos por la filosofía de diseño sismorresistente, podrán ser
alcanzados a través de un correcto balance entre la energía elástica almacenada y la
energía histeretica disipada por la estructura a través del daño.

Energía Energía Energía


del
sismo
= Elástica + Histeretica

Resistencia Ductilidad
Figura N° 3.3
Resulta evidente que una execiva presencia de “energia histeretica” sera el resultado
de un extenso daño en la edificacion y consecuentemente un aumento de la probablidad
de colapso.

3.5.- Definicion de Riesgo Sismico

Es la probabilidad de que las consecuencias sociales y economicos de los sismos


excedan valores especificados para un sitio durante un tiempo de exposicion
determinado.

Riesgo sismico = Peligro sismico + Vulnerabilidad (3.7)

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