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En Aspects of a theory of syntax, Chomsky introduce dos conceptos que resultan fundamentales
para comprender la idea de gramaticalidad: Competencia y actuación. A continuación, los
definiremos brevemente. Respecto del objeto de estudio que establecerá una gramática
generativa, Chomsky propone que debe ser la competencia, entendida como el conocimiento que
posee el hablante-oyente sobre su lengua, en oposición a la actuación, entendida como el uso real
de la lengua en situaciones concretas.
Chomsky propondrá que ciertas locuciones son “aceptables” en la medida en que son
perfectamente naturales, inmediatamente comprensibles (sin necesidad de análisis) y que no
poseen rasgos extravagantes. Siguiendo esta línea, se podría afirmar que las oraciones de (1) son
más aceptables que las oraciones de (2):
(1)
a. I called upon the man who wrote the book that you told me about
b. quite a few of the students who you met who come from New York are friends of mine
(2)
a. I called the man who wrote the book that you told me about up
b. the man who the boy who the students recognized pointed out is a friend of mine
Mediante los ejemplos anteriores, Chomsky plantea que no se debe confundir el concepto de
aceptabilidad con el de gramaticalidad. Respecto del primero, dirá que pertenece al estudio de la
actuación, mientras que el segundo pertenece al estudio de la competencia. Esto se afirma porque
al observar las oraciones de (2), nos damos cuenta de que poseen un bajo grado de aceptabilidad,
pero un alto grado de gramaticalidad. El bajo grado de aceptabilidad se debe a que se vulnerarían
algunos factores del uso, como por ejemplo la entonación, el estilo o modificaciones de la
estructura lógica; mientras que el alto grado de gramaticalidad se debe a que estas oraciones
fueron creadas por reglas generativas que le asignan una interpretación. Respecto a la relación
entre gramaticalidad y aceptabilidad, Chomsky afirmará que la primera es uno de los factores que
contribuye a determinar la segunda.
Como se puede observar en la definición citada, Chomsky introduce la noción de principios como
factor relevante en de la gramaticalidad, por lo que se vuelve necesario establecer una definición
de este concepto y de su contraparte, los parámetros. De acuerdo a Lagunilla y Rebollo (1995),
podemos definir afirmar que los principios son condiciones de buena formación que se cumplen
en la creación de expresiones lingüísticas; estas son de carácter universal (transversal a todas las
lenguas) y se entienden como operaciones mentales, porque forman parte de la facultad humana
del lenguaje.
Respecto a la idea de parámetros, Chomsky reconocerá que si bien hay propiedades comunes a
todas las lenguas, que se ven representadas en principios, no se puede negar que existen
diferencias patentes entre las lenguas. Dentro del universo posible de diferencias que pueden
identificarse entre las lenguas, en este contexto solo son pertinentes aquellas diferencias
sistemáticas que surgen como opciones a partir de los principios ya existentes. Esto se traduce en
que al momento de adquirir una gramática G para una lengua L, el niño no solo habrá adquirido
los principios (universales) necesarios para la buena formación de expresiones, sino también los
parámetros propios de dicha lengua que la determinan y la diferencian de otras. A modo de
ejemplo, las siguientes oraciones de (3) y (4) demuestran cómo se articulan los conceptos de
principios y parámetros:
(3)
(4)
Los ejemplos de (3) y (4), pertenecientes al español y al inglés respectivamente, son expresiones
que comunican la misma información. Ambos sets de oraciones respetan el principio universal de
que todas las expresiones, en todas las lenguas, poseen sujeto. Ahora bien, el parámetro que
distinguirá las oraciones en español de (3) de las oraciones en inglés de (4) es el parámetro de
sujeto nulo, el cual establece que el sujeto de una oración puede o no ser omitido. En el caso del
español, tal como el ejemplo c de (3), el sujeto puede omitirse, pero si observamos el ejemplo c de
(4), observaremos que la omisión del sujeto deviene en la creación de una oración gramatical. Por
lo tanto, a partir de este ejemplo, podemos entender que la gramaticalidad de una oración
dependerá del cumplimiento, por un lado de principios que son requisitos para todas las lenguas,
como también del cumplimiento de parámetros que serán específicos a determinadas lenguas.