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1° C O M P E T E N C I A:
2° FUNDAMENTOS DE HECHO:
HECHOS:
1
IDENTIFICACIÓN DE LA ENTIDAD ESTATAL AFECTADA Y DE LOS PRESUNTOS
RESPONSABLES:
PRESUNTOS RESPONSABLES:
3° ACTUACIÓN PROCESAL:
2
Mediante Auto 0747 de diciembre 20 de 2011, se comisiona a la Contralora
Auxiliar Dra. Aida del Carmen Rodríguez Carmona, para iniciar el trámite del
Proceso Ordinario de Responsabilidad Fiscal radicado bajo el N° 498-11,
adelantado en el Municipio de Nechi. (Folio 130).
Citación enviada a la señora Everilda Liset Osorio Martínez, del auto de apertura
del Proceso Ordinario de Responsabilidad Fiscal radicado bajo el N° 498-11,
adelantado en el Municipio de Nechi. (Folios 146 a 1147).
Oficio remisorio OFI 094 SG, del 28 de marzo de 2.012, emitido por la Secretaria
de Gobierno de Nechi, Ant. (Folio 148).
Versión libre y espontanea de la señora Yesenia Maria Menco Menco, del auto de
apertura del Proceso Ordinario de Responsabilidad Fiscal radicado bajo el N° 498-
11, adelantado en el Municipio de Nechi. (Folios 155).
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Se notifica del proceso Everilda Liseth Osorio Martínez, en la fecha 15 de mayo de
2.013. (Folio 161).
Mediante Auto 751 del 11 de junio de 2013, se comisiona al Contralor Auxiliar Dr.
Juan Antonio Gómez Gómez, para el trámite del Proceso Ordinario de
Responsabilidad Fiscal radicado bajo el N° 498-11, adelantado en el Municipio de
Nechi, Ant. (Folio 162).
Procede el despacho a través del suscrito Contralor Auxiliar y una vez agotada la
etapa de instrucción del proceso de responsabilidad fiscal de la referencia, a
realizar un análisis del hecho investigado, realizando el pronunciamiento de rigor
que amerita, tanto en lo relacionado con la aplicación del derecho sustancial,
como en lo pertinente frente a las pruebas decretadas y los elementos materiales
probatorios obrantes en el expediente que conforman el hallazgo; esto con el
objeto de examinar de forma pormenorizada el sentir del equipo auditor,
contraponiéndolo a los elementos obrantes en el acervo, para determinar las
siguientes conclusiones:
Por su parte, se entiende por gestión fiscal en los términos definidos en el artículo
3º de la Ley 610 de 2000, como:
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“Gestión fiscal. Para los efectos de la presente ley, se entiende por gestión fiscal el
conjunto de actividades económicas, jurídicas y tecnológicas, que realizan los
servidores públicos y las personas de derecho privado que manejen o administren
recursos o fondos públicos, tendientes a la adecuada y correcta adquisición,
planeación, conservación, administración, custodia, explotación, enajenación,
consumo, adjudicación, gasto, inversión y disposición de los bienes públicos; así
como a la recaudación, manejo e inversión de sus rentas en orden a cumplir los
fines esenciales del Estado, con sujeción a los principios de legalidad, eficiencia,
economía, eficacia, equidad, imparcialidad, moralidad, transparencia, publicidad y
valoración de los costos ambientales”.
En virtud de lo anterior, el daño debe ser generado por el ejercicio de una Gestión
Fiscal antieconómica, deficiente, ineficaz e inequitativa, de quien administre,
maneje o recaudo fondos o dineros públicos, respecto de cuyos verbos rectores
debe centrarse el título y grado de Responsabilidad Fiscal.
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patrimonial del Estado, el mismo es perfectamente determinable en cada caso concreto
en que se pueda acreditar la existencia de un daño susceptible de ser cuantificado”.
Es la ley 610 de 2000, la que a través de diversas reglas normativas, indica los
eventos y/o circunstancias que permite a este organismo fiscalizador adelantar y
adoptar decisiones dentro de los procesos de responsabilidad fiscal con
fundamento a los elementos de la responsabilidad citados en su compilado
jurídico-normativo.
Dicho daño podrá ocasionarse por acción u omisión de los servidores públicos o
por la persona natural o jurídica de derecho privado, que en forma Dolosa o
Culposa produzcan directamente o contribuyan al detrimento al patrimonio público.
“Para la estimación del daño debe acudirse a las reglas generales aplicables en
materia de responsabilidad; por lo tanto, entre otros factores que han de valorarse,
debe considerarse que aquél ha de ser cierto, especial, anormal y cuantificable
con arreglo a su real magnitud. En el proceso de determinación del monto del
daño, por consiguiente, ha de establecerse no sólo la dimensión de éste, sino que
debe examinarse también si eventualmente, a pesar de la gestión fiscal irregular,
la administración obtuvo o no algún beneficio.” (Negrillas del Despacho).
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las autoridades por infringir la Constitución y las leyes. Los Servidores públicos lo
son por la misma causa y por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus
funciones”.
Una vez determinada la existencia cierta, cuantificada y probada del daño será
posible abordar el análisis sobre la conducta dolosa o culposa (culpa grave)
atribuible a una persona que realiza Gestión Fiscal, (activa u omisiva), y el nexo
causal o de imputación entre los dos elementos anteriores, de lo contrario se
carecería de elementos facticos y jurídicos para el respectivo enjuiciamiento.
Considera la ley que para poder indilgar responsabilidad fiscal, debe darse una
conducta dolosa o culposa, activa u omisiva, atribuible a una persona que realiza
gestión fiscal. De conformidad con la Sentencia C-619 de 2002, sólo puede
endilgarse Responsabilidad Fiscal a un Gestor Fiscal, cuando ha actuado con
culpa grave o de manera dolosa.
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Culpa grave o dolo:
“Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los
negocios ajenos con aquel cuidado que aún las personas negligentes o de poca
prudencia suelen emplear en sus negocios propios. Esta culpa en materias civiles
equivale al dolo”.
Ha de entenderse que la equiparación entre culpa grave y dolo que trae el artículo
63 del Código Civil, hace relación es a los efectos; en tal sentido, quien incurre en
culpa grave es responsable aún de los perjuicios imprevistos, en virtud del artículo
1616, inciso 1º ibídem, que expresa:
“Si no se puede imputar dolo al deudor, solo es responsable de los perjuicios que
se previeron o pudieron preverse al tiempo del contrato; pero si hay dolo, es
responsable de todos los perjuicios que fueron consecuencia inmediata o directa
de no haberse cumplido la obligación o de haberse demorado su cumplimiento”.
Continúa el mencionado artículo 63: “Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es
la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en
sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa o
descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o cuidado ordinario o
mediano”. Es la que no comete un buen administrador, corresponde a una
diligencia mediana.
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dañoso; en consecuencia es un descuido de su conducta; La imprudencia por su
parte, es un obrar sin aquella cautela que según la experiencia debe emplearse en
la realización de ciertos actos; La impericia, consiste en la insuficiente aptitud
para el ejercicio de un arte o profesión.
La culpa grave que ha sido definida por el tratadista, ex magistrado, Juan Ángel
Palacios Hincapié, en su obra Derecho Procesal Administrativo, 3ª Edición, año
2002, Librería Jurídica Sánchez, pág. 268, así:
“Culpa grave: Haciendo una definición descriptiva la podemos decir que es aquella
conducta descuidada del agente estatal, causadora del daño que hubiera podido
evitarse con la diligencia y cuidado que corresponde a quien debe atender dicha
actividad en forma normal”
Trae el artículo 5° de la Ley 610 de 2000, como uno de los elementos integrantes
de la responsabilidad fiscal, “Un nexo causal entre los dos elementos anteriores”,
esto es, entre el daño patrimonial al Estado y la conducta dolosa o culposa, activa
u omisiva, atribuible a una persona que realiza gestión fiscal. El nexo causal entre
el daño y la culpa, implica que el daño o perjuicio, tiene que ser inequívocamente
el resultado de la culpa del autor de ese daño o perjuicio, o lo que es igual, entre
ambos elementos debe existir una relación determinante y condicionando de
causa-efecto, de manera que el daño será el resultado de una conducta activa u
omisiva.
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a. Obligaciones de medio.
“En virtud de las obligaciones de medio el deudor se compromete a realizar una actividad
–lo que ha originado que igualmente se denominen “obligaciones de actividad” o en
menor medida “obligaciones de simple comportamiento” – con total prescindencia de la
concesión, a posteriori, de un determinado, concreto y tangible logro, por anhelado – o
esperado – que sea por parte de los contratantes… Su compromissum, como se anticipó,
estriba en desplegar una actividad diligente, enderezada a satisfacer, en lo posible, el
interés primario de su cocotrantante (…) que dista de un resultado particular, en razón de
que éste no integra o conforma el deber de prestación, lo que significa que no está in
obligatione, como lo revela un sector de la doctrina especializada ”.
b. Obligaciones de resultado.
c. Obligaciones de garantía.
“A la vera de las obligaciones de medios y de resultado, quizá como una variedad más
intensa de estas últimas, se encuentran las llamadas obligaciones de garantía,
denominadas obligaciones de seguridad en el derecho francés y en y jurisprudencia
nacionales. En ellas, el deudor no asume simplemente un resultado determinado,
sino que garantiza su obtención, por disposición legal o negocial, de manera que
responde por la ausencia de dicho resultado, aun la derivada de caso fortuito o fuerza
mayor.”.
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gestión de recaudo de la estampilla, impone a los empleados públicos
responsables de la gestión de su deducción en las entidades públicas, una
obligación de resultado, como se definiera en parágrafos anteriores; pero
atendiendo que los presuntos en su actuación siempre tuvieron una confuccion de
aplicación normativa a la vigencia del cobro, se concluye atendiendo la no
aplicación de responsabilidad objetiva y a la ponderación de la culpa en ellos
evidenciada. Que no existió intención de ocasionar el daño, por lo que se
derrumba la responsabilidad que pudieren tener para imputar.
“Tales son los casos de algunas obligaciones asumidas por el mandatario, que no
garantizan el éxito de la gestión, responde por la culpa leve (art. 2155 del C.C.) y puede
exonerarse con la prueba de la diligencia y el cuidado, como lo establece el artículo 1604
ibídem. También acontece así con las obligaciones de ciertos profesionales, como
abogados, básicamente cuando actúan en calidad de apoderados en procesos
judiciales, que están obligados a adelantar la mejor gestión posible a favor de sus
clientes, de acuerdo con su profesión, pero no pueden garantizar el resultado de los
trámites o procedimientos adelantado, de manera que su responsabilidad es con la
prueba de la culpa, y basta que demuestren diligencia y cuidado para exonerarse de
responsabilidad.
Con los médicos ocurre algo similar, ya que los mismos en desarrollo del contrato de
prestación de servicios profesionales, asumen la obligación de otorgar al paciente el
tratamiento que aconseja la ciencia médica, pero no pueden garantizar que el paciente
mejorará.”.
“Según su escrito, la inquietud radica en si deben efectuarse los descuentos por tributos
contenidos en el Código de Rentas Municipal que gravan la contratación pública, en
convenios de asociación o cooperación suscritos con empresas de servicios públicos
domiciliarios y financiados con recursos del Fondo Nacional de Regalías”.
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se grava una actividad o contrato están establecidos en los Acuerdos u
Ordenanzas de los entes que participan en dicho convenio o contrato. (…)
“Si se trata del pago de estampillas deberán tenerse en cuenta los acuerdos
municipales de adopción de este tributo, cómo han sido estructurados los hechos
gravables, los sujetos pasivos y la forma de pago; a manera de ejemplo, si la estampilla
se genera con la firma de contratos o convenios de todo tipo con el municipio, habrá lugar
al pago del tributo independientemente de la fuente de financiación, las utilidades o la
forma de retribución pactada. Igual sucede con la contribución de obra pública (lo que
usted denomina impuesto de seguridad ciudadana) establecida en la Ley 418 de 1997,
modificada por las Leyes 548 de 1999, 782 de 2002, 1106 de 2006 y 1421 de 2010”
1
(s.n.).
“Así las cosas, recomendamos que se verifique la naturaleza jurídica de la Entidad que
usted representa en su consulta, las obligaciones que debe cumplir con ocasión de la
calidad de agente retenedor y el mecanismo de distribución, adhesión y anulación de
estampillas establecido por el Departamento”2
Para las estampillas Pro Hospitales, son claros los compromisos y obligaciones
que el Estatuto Tributario Municipal conlleva para las entidades descentralizadas
del Municipio de Nechi.
1
Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Concepto jurídico N° 023912 del 27 de julio de 2011
2
Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Concepto N° 6455 de 2011, radicado 2011-025171
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También la Constitución Política de Colombia estableció en el artículo 287 que
“Las entidades territoriales gozan de autonomía para la gestión de sus intereses, y
dentro de los límites de la Constitución y la ley. En tal virtud tendrán los siguientes
derechos: (…) 3. Administrar los recursos y establecer los tributos necesarios para
el cumplimiento de sus funciones”. (s.n.).
4. Votar de conformidad con la Constitución y la ley los tributos y los gastos locales.”.
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012 de 2002, creando la estampilla Pro Hospitales Públicos, determinando hechos
generadores, sujetos pasivos, exenciones y tarifas, entre otros componentes.
Sanción y Publicación de los Acuerdos Municipales.
El artículo 116 del Decreto 1333 de 1986 preceptúa: “ Los acuerdos expedidos por
los Concejos y sancionados por los alcaldes que se presumen válidos y producen
la plenitud de sus efectos a partir de la fecha de su publicación a menos que ellos
mismos señalen fecha posterior para el efecto. La publicación deberá realizarse
dentro de los quince (15) días siguientes a su sanción”. La Ley 136 de 1994
establece en su artículo 76, que una vez aprobado en segundo debate el Acuerdo
Municipal pasará dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes al Alcalde para su
sanción, y el artículo 81 de la misma ley, determina que una vez sancionado el
Acuerdo, este será publicado; la publicación es el mecanismo que permite dar
fuerza vinculante a los Acuerdos Municipales, que les da la posibilidad de producir
efectos jurídicos, siendo por lo tanto obligatorios y oponibles a terceros, asunto
sobre el que la jurisprudencia ha sido reiterativa, en el sentido de que los
Acuerdos de los Concejos Municipales, como actos de carácter general, deben ser
publicados para efectos de su vigencia y oponibilidad.
Daño patrimonial:
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Responsabilidad Fiscal de los Implicados:
“Son dos los elementos cuya concurrencia se precisa para que proceda la
declaratoria de responsabilidad administrativa por omisión, como en el presente
caso: en primer término, la existencia de una obligación normativamente atribuida a
una entidad pública o que ejerza función administrativa y a la cual ésta no haya
atendido o no haya cumplido oportuna o satisfactoriamente; y, en segundo lugar, la
virtualidad jurídica que habría tenido el cumplimiento de dicha obligación, de haber
interrumpido el proceso causal de producción del daño, daño que, no obstante no
derivarse — temporalmente hablando- de manera inmediata de la omisión
administrativa, regularmente no habría tenido lugar de no haberse evidenciado
ésta”.
Reiteramos, considera la ley que para poder indilgar responsabilidad fiscal, debe
darse una conducta dolosa o culposa, activa u omisiva, atribuible a una persona
que realiza gestión fiscal y para determinar el nivel de responsabilidad, debe
tenerse en cuenta que el hecho debe ser generado por el ejercicio de una gestión
fiscal antieconómica, ineficiente, ineficaz e inequitativa, de quien administre,
maneje o recaude fondos o dineros públicos, y es en estos verbos rectores que
debe centrarse el título y grado de responsabilidad fiscal.
Sobre el caso concreto del Proceso 498 de 2011, el mismo que compromete la
responsabilidad de las señoras Yesenia Maria Menco Menco y Everilda Liset
Osorio Martínez, debe determinarse sus calidades de gestoras fiscales y realizar
una valoración de la conducta desplegada por estas, en su calidad de Secretaria
de Hacienda en los periodos auditados, del Municipio de Nechi, Ant.
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Calidad de Gestor Fiscal del presunto responsable
Las señoras Yesenia Maria Menco Menco y Everilda Liset Osorio Martínez, en
sus calidades de Ex Secretarias de Hacienda del Municipio de Nechi, para el
momento de ocurrencia de los hechos motivos de este proceso adelantado en la
entidad descentralizada del orden Municipal, y como tal no se ha puesto en duda
el carácter de Gestores Fiscales, al momento de los hechos, según lo establecido
en el artículo 3° de la Ley 610 de 2000; al respecto remitimos al Manual de
Funciones de la entidad, folio 287 y 288, donde en el numeral 12 establece:
“Funciones Generales y Funciones Especificas”.
Ahora bien, se hace necesario hacer una valoración de las conductas desplegadas
por los funcionarios aludidos como presuntos responsables del detrimento
patrimonial al estado, señoras Yesenia Maria Menco Menco y Everilda Liset
Osorio Martínez, para lo cual inicialmente viable es partir de ver las acciones
desplegadas por las presuntas en aras de recaudar las deducciones Pro Hospital,
o por lo menos entender cuál era su posición respecto de la implantación del
acuerdo que obligaba a ese gravamen; lo cual y sin dubitación alguna, debe
radicar desde la contradicción inicial dada al momento del traslado del informe de
la auditoria a la entidad, visible este a folio 18; y desde donde se da a entender
que las funcionarias no tenían la claridad meridional sobre la exigibilidad de su
pago, ya que inclusive hacen visible la incomprensión del funcionario auditor y
refutan en la implantación de ese hallazgo. Véase la repulsión que dan al informe
argumentando desde allí: “En el año 2.004, mediante el acuerdo 022, se expidió el
Estatuto Tributario para el municipio de Nechi, en el cual se establecieron los impuestos,
tasas y rentas de su propiedad. El estatuto también es denominado Código de Rentas.
El estatuto o código es un conjunto de normas legales sistemáticas que regulan
unitariamente una materia determinada. Con la expedición del estatuto en el año 2.004,
el Municipio organizo sus rentas y estableció la manera de cobrarlas. Por el sentido
unitario que tiene el estatuto, se entiende que todas las rentas que se desarrollan en su
contenido son las que regirán en adelante, además de las que se adicionen con
posterioridad. Pero carecería de sentido que se expidiera un estatuto, en un momento
histórico determinado, con un concejo municipal concreto, con unas ideas y propósitos
definidos, con unas normas precisas, pero que al tiempo las normas anteriores
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conservaran su vigencia: ¿Cuáles normas seguirán vigentes?, ¿de qué manera?, ¿hasta
cuándo?; esto sería el caos, y además de desconocer el mandato dado por un concejo en
un acuerdo – estatuto – código, en el que plasmo lo que quería cobrar y lo que no, haría
inmanejable la administración tributaria municipal .Léase en el encabezado del acuerdo
que dice “POR EL CUAL SE ADOPTA EL ESTATUTO TRIBUTARIO PARA EL
MUNICIPIO DE NECHI”. No dice en ningún momento que mediante este acuerdo se
reforma o adiciona el estatuto o código anterior, sino que adopta un nuevo estatuto, luego,
¿bajo qué figura licita podemos afirmar que la intención del concejo del año 2.004 era
dejar vigente lo que había regido hasta la expedición de ese nuevo estatuto adoptado
mediante el acuerdo 022 de 2.004? Donde la ley no distingue, no le es válido distinguir al
hombre.
Bajo esa óptica, acorde al argumento inicial y final defensivo, que en un hilo
conductor se observa que no se evidencia incoherencia en su exposiciones. Nos
lleva a concluir indefectiblemente que estuvieron inducidas a un yerro normativo
de acuerdo a la confusión de la aplicación de la estampilla pro hospital. Véase
con la tozudez que inclusive lleva a que actualmente defienden su posición
mediante sus versiones presentadas; en el entendido de que al expresarse
mediante el artículo 388 del acuerdo 022 del 30 de noviembre de 2.004, en su
titulo Vigencia y derogatorias, la frase. “El presente acuerdo rige a partir de su
expedición y deroga las disposiciones que le sean contrarias”, ello
específicamente las llevaba a concluir, que los acuerdos 012 de 2.002, y 017 de
1998, perdieron su vigencia; llamando la atención del despacho que se evidencia
a tal punto el error en que se estaba incurriendo, que no realizaron deducción a
contrato alguno. Máxime que las implicadas no tenían formación profesional
acorde para interpretar o no la derogatoria de la norma; pues véase que la primera
ejercía la administración financiera y la segunda estudiaba tecnología en
contabilidad y finanzas.
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Ello precisamente y las versiones rendidas, dan cuenta la falta de culpa grave en
su actuar, ya que conscientemente tomaron la decisión de no recaudar los valores
correspondientes a las estampillas Pro Hospitales Públicos, argumentando la
inaplicabilidad del Acuerdo, por considerar precisamente que accediendo a la
aplicación de ese gravamen de estampilla Pro Hospital, por parte de la entidad;
esto no era acorde al ordenamiento legal e iría en contravía a los postulados de la
naturaleza misma de un estatuto tributario que compilaba los tributos de la
entidad.
“PREGUNTADO: dígale al despacho que tiene que decir frente al hecho numero uno (1)
expuesto que lo involucra en el auto mencionado: CONTESTO: Uno se basaba allá en la
reglamentación de acuerdo a las normas vigentes para el municipio, que para ese
momento lo regia el acuerdo numero 022 de 2.004, y en ese acuerdo no se contemplaba
el cobro de la estampilla pro cultura. PREGUNTADO: Exitian los acuerdos 012 de 2002, y
el 017 de 1998, que establecían dicha obligatoriedad para su cobro, exprese el porqué no
retuvieron sobre la base de esos acuerdos CONTESTO: porque el acuerdo del 2.004, en
la parte final dejaba claro que derogaba todos los anteriores y era importante darle
aplicación a ese nuevo estatuto tributario”. (Subrayas intencionales del despacho
Fue precisamente ello lo que incidió en que las dos servidoras optaran por
desconocer las ordenanzas anteriores, lo anterior aunado a la incertidumbre de
incurrir en vías de hecho por aplicar una norma que en su parecer no estaba
vigente.
Yesenia Maria Menco Menco y Everilda Liset Osorio Martínez, actuaron con
culpa en la medida en que obraron conscientemente derivando en una
consecuencia antijurídica; además, para el desempeño adecuado de su cargo,
secretaria de Hacienda, debía conocer el régimen tributario aplicable a la entidad
18
donde ejercían su función, sin embargo sus decisiones estuvieron influenciadas
por el concepto confuso del acuerdo 022 de 2004, lo que las indujo al error de
creer que estaban en lo correcto al no descontar las estampillas por las cuales se
ha seguido el proceso 498 de 2011, situación que repetimos, exige determinar si
presento ó no un actuar a título de culpa grave.
19
haría si se le imputa responsabilidad penal o disciplinaria sin consideración a su
culpabilidad, es comprensible que la responsabilidad objetiva esté proscrita”.3
Condiciones de Archivo:
3
Procuraduría Regional del Meta. Radicación N° IUC-096-002268-2008.
20
Desde la teoría de la responsabilidad, no hay lógica para predicar en el caso que
nos ocupa, el obrar bajo dolo o culpa grave, por parte de los funcionarios
encargados”…
La Ley 610 de 2000, en el artículo 47, señala. “AUTO DE ARCHIVO. Habrá lugar
a proferir auto de archivo cuando se pruebe que el hecho no existió, que no es
constitutivo de detrimento patrimonial o no comporta el ejercicio de gestión fiscal,
se acredite el resarcimiento pleno del perjuicio o la operancia de una causal
excluyente de responsabilidad o se demuestre que la acción no podía iniciarse
o proseguirse por haber operado la caducidad o la prescripción de la misma”.
(s.n.)
Conclusión
4
Consejo de Estado, Sala de consulta y Servicio Civil. 15 de noviembre de 2007. Radicación 11001-03-06-
000-2007-00077-00
21
En consecuencia, mal haría este Despacho endilgar responsabilidad fiscal al
investigado; ya que según el artículo 48 de la misma Ley 610 de 2000, se requiere
para proferirse Auto de Imputación de Responsabilidad Fiscal que esté
demostrado objetivamente el daño o detrimento al patrimonio económico del
Estado, por lo que se archivaran las diligencias.
RESUELVE
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GLOBAL DE MANEJO OFICIAL DE 2009 DE 2010 M.L.
NRO. Y AMPARO VIGENCIA VIGENCIA VALOR PRIMA
DESDE HASTA ASEGURADO
1001249, COBERTURA 13 DE AGOSTO 13 DE AGOSTO $ 10.000.000 9.868.353.84
GLOBAL DE MANEJO OFICIAL DE 2010 DE 2011 M.L.
Dr. Juan Camilo Arango Ríos, apoderado de “La Previsora S. A. Compañía de Seguros”., Dirección:
calle 53 No. 45-96 (Of 904) de Medellín, Tel 3016491553/5111456.
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