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República Bolivariana de Venezuela

Universidad del Zulia


Facultad de odontología
Catedra: Patología

NEOPLASIA

Integrantes

Álvarez Carlos C.I 25.788.756


Franco Aiskel C.I 26.149.846
Rojas Janiree C.I 20.662.623
Rojas Rodymar C.I 23.742.281
Salazar Luisana C.I 23.760.073
Sánchez Emily C.I 24.602.760
SECCION 006

Maracaibo, 18 de octubre del 2017


Esquema

Introducción

1. Neoplasia
1.1 Nomenclatura
2. Biología del crecimiento tumoral neoplasias benignas y malignas
2.1 Diferenciación y anaplasia
2.2 Ritmo de crecimiento
2.3 Células madres cancerosas y linajes de la célula cancerosa
2.4 Invasión local
2.5 Metástasis
- Vías de diseminación
3. Epidemiologia
3.1 Incidencia del cáncer
3.2 Factores geográficos y ambientales
3.3 Edad
3.4 Predisposición genética al cáncer
3.5 Trastornos predisponentes no hereditarios
4. Bases moleculares del cáncer
4.1 Alteraciones esenciales para la transformación maligna
4.2 El ciclo celular normal
4.3 Autosuficiencia en las señales de crecimiento: oncogenos
- Protooncogenos
- Oncogenos
- Oncoproteínas
4.4 Insensibilidad a las inhibidoras de crecimiento: genes de supresión tumoral
4.5 Evasión de la apoptosis
4.6 Defectos de la reparación del DNA e inestabilidad genómica en las células
cancerosas
4.7 Potencial replicativo ilimitado: telomerasa
4.8 Desarrollo de angiogénesis mantenida
4.9 Invasión y metástasis
- Invasión de la matriz extracelular
- Diseminación vascular y alojamiento de células tumorales
- Genética molecular del desarrollo de metástasis
4.10 Microambiente estromal y carcinogénesis
4.11 Desregulación de los genes asociados al cáncer
- Cambios cromosómicos
- Amplificación de genes
- Cambios epigenéticos
- Perfiles moleculares de las células cancerosas
5. Bases moleculares de las múltiples etapas de la carcinogénesis
5.1 Progresión y heterogeneidad tumorales
6. Agentes carcinógenos y sus interacciones celulares
6.1 Carcinogénesis química
- Etapas implicadas en la carcinogénesis química
- Promoción de la carcinogénesis química
- Carcinógenos químicos
6.2 Carcinogénesis por radiación
- Rayos ultravioletas
- Rayos ionizantes
6.3 Carcinogénesis microbiana
- Virus DNA oncogénicos
- Virus RNA oncogénicos
- Helicobacter pylori
7. Defensa del huésped contra tumores (inmunidad tumoral)
7.1 Antígenos tumorales
7.2 Mecanismos efectores inmunológica
8. Características clínicas de los tumores
8.1 Efectos de los tumores sobre el huésped
- Efectos locales y hormonales
- Caquexia del cáncer
- Síndromes paraneoplásicos
8.2 Gradación y estadificación de los tumores
8.3 Diagnóstico de laboratorio del cáncer

Conclusión

Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Una neoplasia (llamada también tumor o blastoma) es una masa anormal de
tejido, producida por multiplicación de algún tipo de células; esta multiplicación es
descoordinada con los mecanismos que controlan la multiplicación celular en el
organismo, y los supera. Además, estos tumores, una vez originados, continúan
creciendo aunque dejen de actuar las causas que los provocan. La neoplasia se
conoce en general con el nombre de cáncer.

La mayoría de las neoplasias se manifiestan macroscópicamente por una


masa localizada, más o menos delimitada, que altera la arquitectura del órgano.
Cuando la neoplasia aún no es visible a ojo desnudo, el examen microscópico revela
distorsión local de la anatomía microscópica del órgano o tejido afectado.

Las células de la neoplasia son descendientes de células del tejido en que


se origina, las que en algún momento expresan una alteración interna mediante la
proliferación descontrolada. Si el aporte nutricional y de oxígeno son adecuados
puede alcanzar varios kilos de peso, aunque esto es infrecuente.
DESARROLLO
1. Neoplasia

Neoplasia es el término que se utiliza en medicina para designar una masa anormal
de tejido. Se produce porque las células que lo constituyen se multiplican a un ritmo
superior al normal. Las neoplasias pueden ser benignas cuando se extienden solo
localmente y malignas cuando se comportan de forma agresiva, comprimen los
tejidos próximos y se diseminan a distancia. Exteriormente se manifiestan como
una masa o tumor que altera la arquitectura del órgano en que se asientan.

Neoplasia y cáncer son dos expresiones con el mismo significado, en el lenguaje


médico habitual es frecuente emplear el término neoplasia como sustituto de la
palabra cáncer.

1.1 Nomenclatura

Se dice que un tumor es benigno cuando sus características microscópicas y


macroscópicas se consideran relativamente inocentes, lo que implica que se mantendrá
localizado, que no puede diseminarse a otras localizaciones y que generalmente es
susceptible de extirpación quirúrgica local; el paciente suele sobrevivir. Debe señalarse, sin
embargo, que los tumores benignos pueden producir masas no localizadas y, en ocasiones,
son responsables de una enfermedad grave.

Los tumores malignos se denominan en conjunto cánceres, que deriva de la palabra


latina que significa cangrejo, porque se adhieren a cualquier parte, que aprovechan
de una manera obstinada, similar a un cangrejo. Maligno, aplicado a una neoplasia,
implica que la lesión puede invadir y destruir las estructuras adyacentes y
diseminarse a localizaciones distantes (metastatizar) para causar la muerte.

2. Biología del crecimiento tumoral neoplasias benignas y malignas


2.1 Diferenciación y anaplasia

Diferenciación: Grado en que las células neoplásicas se asemejan a las células


normales equivalentes, tanto morfológicamente como funcionalmente

Anaplasia: Falta de diferenciación

2.2 Ritmo de crecimiento


 Fundamental reconocer los factores que influyen en el ritmo de crecimiento.
 Cuando un tumor sólido es detectable clínicamente, es que ha completado parte de su
ciclo vital.
2.3 Células madres cancerosas y linajes de la célula cancerosas

La célula madre cancerosa es un tipo hipotético de célula madre que formaría


tumores mientras que tendría las propiedades de las células madres como
autorenovación y la habilidad de diferenciarse en múltiples tipos de células. Una
teoría sugiere que dichas células persisten en los tumores como una población
distinta y causa la recaída y la metástasis al dar crecimiento a nuevos tumores. El
desarrollo de terapias específicas apuntadas a las células madre cancerosas
esperando mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con cáncer,
especialmente para los que sufren de metástasis.

La eficacia de los tratamientos del cáncer está, en las etapas iniciales de prueba, a
menudo medidas por la cantidad de la masa del tumor que matan. Puesto que las
células madre de cáncer formarían una muy pequeña proporción del tumor, esto
no necesariamente puede seleccionar las drogas que actúan específicamente en
las células madre. La teoría sugiere que las quimioterapias convencionales matan
células diferenciadas o diferenciándose, que forman el bulto del tumor pero que no
puede generar nuevas células. Una población de células madre de cáncer que le
dieron lugar, podría permanecer sin tocar y causar una recaída de la enfermedad.

Él linaje de las células madres cancerosas sigue siendo un área de la


investigación en curso. Lógicamente, el más pequeño cambio para producir una
célula madre cancerosa sería una mutación de una célula madre normal. También,
en tejidos con un alto índice de rotación de la célula, puede ser discutido que las
células madre son las únicas células que viven el suficiente tiempo para adquirir
bastantes anormalidades genéticas para llegar a ser cancerosas. Sin embargo
sigue siendo posible que más células de cáncer diferenciadas pudieran adquirir
características de “células madres.

Es muy probable que en un tumor haya varias líneas de células madre, con
nuevas que son creadas y otras muriendo a medida que un tumor crece y se
adapta a sus alrededores. Por lo tanto, las células madre del tumor pueden
constituirse en un 'blanco móvil', haciéndolas incluso más difícil de tratar.

2.4 Invasión local

Las neoplasias benignas permanecen localizadas en su sitio de origen, sin


capacidad para infiltrar, invadir o producir metástasis.

Casi todos desarrollan una cápsula fibrosa derivada del estroma que los encierra y
separa de los tejidos del huésped.

No todas las neoplasias benignas están encapsuladas, aunque son muy pocos los
que si carecen de ella no están bien delimitados.
 Tumores malignos

 Infiltración progresiva e invasión y destrucción tejido circundante

2.5 Metástasis

Significa desarrollo de implantes secundarios en tejidos distantes que no siempre


siguen el mismo curso del tumor primario.

Este proceso incluye varios pasos:

o Invasión de la circulación: después de invadir el tejido intersticial


las células malignas penetran en las vías linfáticas o vasculares.
o Salida de la circulación: las células tumorales quedan atrapadas en
capilares donde se adhieren a las células endoteliales,
extravasándose las células tumorales por mecanismos similares a
los responsables de la invasión local del tumor.
o Crecimiento local: las células tumorales extravasadas comienzan a
crecer en respuesta a los factores de crecimiento y señales
autocrinas del huésped. En este crecimiento necesitan un aporte
vascular, por lo que muchos tumores secretan factores de
crecimiento vascular para desarrollar nuevos vasos sanguíneos. Este
proceso se denomina angiogénesis.

- Vías de diseminación
 Siembra directa en cavidades corporales: Esta siembra ocurre cuando
la neoplasia invade una cavidad natural del cuerpo. Suele estar atacada la
cavidad peritoneal, pero también puede estar la pleural, pericárdica,
subaracnoide y articular.

 Diseminación linfática: Hay un gran número de interconexiones entre el


sistema vascular y el linfático por lo que las formas de cáncer se pueden
diseminar por una u otra vía.

El patrón de afección de los ganglios linfáticos depende en gran parte del


sitio de la neoplasia primaria y de la vía linfática. Las células tumorales se
introducen en los conductos linfáticos y producen embolia en los ganglios
regionales al entorpecer la filtración de la linfa. Es la propagación más típica
de los carcinomas.

 Diseminación hematógena: Las células tumorales siguen el flujo de sangre


que drena el sitio de la neoplasia. El hígado y los pulmones son los
afectados con mayor frecuencia ya que todo el drenaje de la región porta
fluye hacia el hígado y toda la sangre de las venas cavas fluye hacia los
pulmones. La diseminación en arterias es menos frecuente que en las
venas porque la penetración es menos rápida. Es típico de sarcomas. Pero
también la pueden emplear los carcinomas.

3. EPIDEMIOLOGIA
3.1 INCIDENCIA DEL CÁNCER

Las estadísticas sobre incidencia y mortalidad por cáncer permiten señalar las
probabilidades que tiene un individuo de desarrollar cáncer. Las tasas de
mortalidad según la edad (número de muertes por 100 000 habitantes) de muchas
formas de cáncer han experimentado cambios significativos a lo largo del tiempo.
En los últimos 50 años, la tasa global de muerte por cáncer en los varones
aumentó de manera significativa, mientras que en la mujer descendió ligeramente.
El incremento en los varones puede atribuirse en gran medida al cáncer de
pulmón. Por el contrario la mejoría registrada en las mujeres se debe a la notable
disminución de las tasas de mortalidad por cáncer de útero, estómago e hígado y,
en especial, por carcinoma de cuello uterino, unas de las neoplasias más
frecuentes de la mujer. Se observa un alarmante aumento de muerte por
carcinoma de pulmón en ambos sexos y, aunque la mortalidad por este tipo de
cáncer ha comenzado a disminuir en los varones, la pendiente de la curva sigue
siendo ascendente en la mujer, como consecuencia del incremento en el consumo
de cigarrillos.

La frecuencia en mujeres de cáncer de mama es superior que la del pulmón, pero


la diferencia entre las tasas de curación de ambos cánceres, el carcinoma
broncogénico ha pasado a ser la primera causa de muerte por cáncer en la mujer.

3.2 FACTORES GEOGRÁFICOS Y AMBIENTALES

Existen diferencias notables en cuanto a la incidencia y a las tasas de mortalidad


de cada una de las formas de cáncer en las distintas partes del mundo. Aunque no
puede descartarse una predisposición racial, se cree que una gran parte de estas
diferencias geográficas son consecuencia de influencias ambientales.

Los factores ambientales influyen significativamente en la incidencia de


determinadas formas de cáncer en las distintas partes del mundo. Por ejemplo, en
Japón, la tasa de mortalidad por cáncer de estómago es unas siete veces mayor
que en Estados Unidos, mientras que el carcinoma de colon es mucho menos
frecuente como causa de muerte. Otros ejemplos de la influencia de los factores
ambientales en la carcinogénesis son:

 El aumento de frecuencia de ciertos canceres con la exposición al amianto,


al cloruro de vinilo y a la 2-naftilamina.
 La asociación de carcinomas de orofaringe, laringe y pulmón con el
consumo de cigarrillos
3.3 EDAD

La edad influye de forma evidente en la posibilidad de contraer un cáncer. La


mayor parte de los carcinomas aparecen en edades avanzadas (más de 55 años).
Las distintas formas de cáncer tienen predilección por determinados grupos de
edad y se observa un aumento de la mortalidad por cáncer entre los 55 y 74 años.
La reducción de la mortalidad por esta causa a partir de los 75 años refleja el
declive de la población que alcanza esa edad. También merece la pena señalar
que el cáncer no respeta ni siquiera a los niños menores de 15 años.

3.4 PREDISPOSICIÓN GENÉTICA AL CÁNCER

En algunas ocasiones la primera alteración en un gen crítico puede ser transmitida


por los padres y estar presente desde el mismo momento de la concepción. Esta
anomalía va a transmitirse a todas las células del feto y daría lugar a un individuo
con un riesgo mayor.

Cuando existe esta predisposición genética, la edad de aparición de los tumores


suele ser muy precoz, por debajo de los 40-45 años, en entornos familiares donde
la incidencia de cáncer es alta, encontrándose personas de varias generaciones,
con parentesco muy próximo, afectadas de tumores.

Asimismo, la multicentricidad tumoral (aparición simultánea de varios focos del


tumor en el mismo órgano) o bilateralidad tumoral (aparición del tumor en ambos
órganos dobles) obedecen, habitualmente, a la citada alteración molecular
heredada.

Se conocen diversos genes que, cuando se heredan ya alterados, conllevan una


predisposición para desarrollar un determinado tipo de cáncer. Está demostrado
que las alteraciones de los genes BRCA1 y BRCA2 implican una mayor
predisposición al desarrollo de cáncer de mama y/u ovario.

No obstante, el número de tumores desarrollado por predisposición genética es


minoritario, entre el 5 y el 10%. La mayoría de los tumores son debidos a
alteraciones no hereditarias que tienen lugar en un momento concreto y en una
célula particular.

3.5 TRASTORNOS PREDISPONENTES NO HEREDITARIOS

 Factores químicos: generalmente se trata de productos electrófilos que


reaccionan con los lugares ricos en electrones de las células, para estos
productos no existen dosis umbrales, es decir, no tengo que ingerir una
determinada cantidad para que sea tóxico como si por debajo de ella no lo
fuera. Las neoplasias en estos casos sí que suelen estar asociadas a la
repetición de exposiciones y actúa sobre células que se están dividiendo, se
pueden distinguir dos tipos de factores:

o Directamente carcinógenos, que a su vez pueden ser:


- De acción directa, ya que no necesitan ser metabolizados, entre estos
tenemos los asbestos, relacionados con carcinoma de origen bronquial y con
carcinomas gástricos; los arsenicales que se relacionan con carcinomas de piel y
de hígado; y los alquitranes que se relacionan con leucemias, linfomas y cáncer
de vejiga.
- Los que necesitan ser metabolizados, que entre estos están los
hidrocarburos policíclicos como los del tabaco y alimentos ahumados que se
relacionan con carcinoma oral, de faringe, laringe, esófago, pulmón y vejiga. Otros
son las aminas aromáticas como por ej: la naftalina y la anilina, relacionadas con
cáncer de vejiga. Las nitrosaminas relacionadas con carcinoma gástrico y las
aflatoxinas con carcinoma hepático.

o Cocarcinógenos, sustancias y factores que no producen


directamente neoplasias, pero aumentan el riesgo de padecerlas.
Muchos de ellos favorecen la proliferación de células ya alteradas,
entre estos están:
- Ácidos Grasos saturados, se relacionan con carcinoma de mama
- Obesidad, se relaciona con todo tipo de cáncer
- Sacarina, con carcinoma de vejiga
- Alcohol, con carcinoma oral, laríngeo, de esófago y de hígado
- Dietiletilbestrol, con carcinoma de endometrio y un tipo de carcinoma de
vagina.

 Factores físicos: que fundamentalmente son las radiaciones que pueden


ser:
- Radiaciones ionizantes:

a) Radiaciones de tipo electromagnético, rayos X y rayos gamma.


b) Radiaciones de partículas, electrón, protón, neutrón, partículas,
iones pesados.
- Radiaciones ultravioleta, proceden fundamentalmente del sol y que se
relacionan directamente con carcinoma de piel y con melanoma.
En general, las radiaciones van a ser más o menos dañinas dependiendo de las
dosis que se sabe que tiene un efecto acumulativo, de la frecuencia de exposición,
de forma que cuanto más se espacie la radiación habrá menos riesgo, y el tipo de
radiación, a menor longitud de onda más energía.
1) Rayos gamma
2) Rayos X
3) Radiación ultravioleta (UV)

El modo de acción de las radiaciones es la acción directa sobre el ADN o sobre


moléculas celulares que van a provocar una mutación, se asocia a leucemias, a
carcinoma de tiroides y carcinoma de mama, pulmón y glándulas salivares.
 Otros factores
o Factores de tipo hormonal: como los estrógenos que en exceso se
relacionan con carcinoma de mama, endometrio y ovario. Y el
dietiletilbestrol que puede producir carcinoma de células claras
vaginales.
o Factores parasitarios: los esquistosomas, relacionados con
carcinoma de vejiga, colón e hígado

4. BASES MOLECULARES DEL CÁNCER

4.1 ALTERACIONES ESENCIALES PARA LA TRANSFORMACIÓN MALIGNA

Hay ciertos cambios fundamentales en la fisiología celular que contribuyen al


desarrollo de un fenotipo maligno:

1.Autosuficiencia en las señales de crecimiento (proliferación sin estímulos


externos).

2. Insensibilidad a las señales inhibidoras del crecimiento.


3. Evasión de la apoptosis.

4. Defectos en la reparación del ADN.

5. Potencial replicativo ilimitado.

6. Angiogénesis mantenida.

7. Capacidad para invadir y mestatatizar.

8. Capacidad para escapar al reconocimiento y regulación inmunitarios.


4.2 EL CICLO CELULAR NORMAL

Recordemos que el ciclo celular normal está regulado a través de ciclinas y


cinasas dependientes de ciclinas (CDK) y por sus inhibidores. Las CDK accionan
el ciclo celular fosforilando ciertas proteínas efectoras. La actividad de la CDK está
regulada por la unión de las ciclinas que son sintetizadas y degradadas de modo
selectivo durante el ciclo celular. Después de la activación de las CDK por las
ciclinas, la ciclina-cinasa es degradada y su actividad disminuye rápidamente.

El complejo ciclina D-CDK4 fosforila la oncoproteína retinoblastoma (RB). Esta es


un interruptor central para la replicación del ADN y modula el punto de restricción
G1/S, en su estado inactivo evita la replicación del ADN. Cuando se hiperfosforila,
libera al factor de transcripción 2 (EF2) al cual está unido normalmente, y así
permite la replicación del ADN y la progresión a la fase S del ciclo celular.

El siguiente punto importante en el ciclo es la transición G2/M. Los complejos


ciclina-CDK2 y cliclina B-CDK1 disminuyen la estabilidad microtubular, inducen la
separación centrosómica e inician la condensación cromosómica, que son
necesarias para comenzar la mitosis.

Los inhibidores de la CDK son reguladores importantes del ciclo, enlentecen o


paran la progresión del ciclo celular en las células lesionadas.

4.3 AUTOSUFICIENCIA EN LAS SEÑALES DE CRECIMIENTO: ONCOGENOS

La autonomía del crecimiento de un tumor se produce cuando se desencadena la


proliferación celular en ausencia de señales promotoras del crecimiento.

- PROTOONCOGENOS: son genes celulares normales que afectan al


crecimiento y la diferenciación. Los protooncogenes se convierten en
oncogenes por diversos factores, dando paso al desarrollo de un tumor.
Sin embargo, el cáncer no solo se puede originar por la activación de
los oncogenes que promueven el crecimiento, sino también por
inactivación de genes que normalmente suprimen la proliferación celular
(genes supresores de tumores).
- ONCOGENOS: son genes que promueven el crecimiento celular
autónomo de las células cancerosas.
- ONCOPROTEÍNAS: son los productos proteicos de los oncogenes, se
asemejan a los productos normales de los protooncogenes, con la
excepción que se encuentran desprovistas de elementos reguladores
normales.
4.4 INSENSIBILIDAD A LAS INHIBIDORAS DE CRECIMIENTO: GENES DE
SUPRESIÓN TUMORAL

La acumulación de células neoplásicas requiere no solo la activación de


oncogenes o la inactivación de genes supresores, sino también mutaciones en los
genes que regulan la apoptosis, por ejemplo, el gen BCL2 previene la muerte
celular programada (apoptosis) por medio de la vía mitocondrial, ya que los
productos proteicos de este gen y de su familia, controlan la apoptosis regulando
la salida del citocromo C de las mitocondrias, activando las caspasas. La
hiperexpresión de BCL2 presumiblemente aumenta la supervivencia celular, y si
las células están genéticamente dañadas, continúan acumulando mutaciones
adicionales en oncogenes y genes supresores de tumores. Un ejemplo claro de la
hiperexpresión de BCL2 son los linfomas foliculares de células B.

4.5 EVASIÓN DE LA APOPTOSIS

La evasión de la apoptosis no es una peculiaridad del mesotelioma, sino una


estrategia de supervivencia e inmortalidad de la célula tumoral común a todas las
neoplasias malignas.

Las células poseen dos vías a través de las cuales reciben la orden de muerte: la
vía extrínseca, a través de un ligando y la vía intrínseca, que se activa frente a un
estrés importante o por el retiro de los factores de crecimiento. En ésta es muy
importante la mitocondria, que liberará citocromo C y otras sustancias importantes
en la activación de las caspasas, que iniciarán la apoptosis.

4.6 DEFECTOS DE LA REPARACIÓN DEL DNA E INESTABILIDAD GENÓMICA


EN LAS CÉLULAS CANCEROSAS

4.7 POTENCIAL REPLICATIVO ILIMITADO: TELOMERASA

4.8 DESARROLLO DE ANGIOGÉNESIS MANTENIDA

4.9 INVASIÓN Y METÁSTASIS

Los cánceres son capaces de propagarse por el cuerpo debido a dos


mecanismos: invasión y metástasis. La invasión es la migración y la penetración
directa por las células del cáncer en los tejidos vecinos. La metástasis es la
capacidad de las células del cáncer de penetrar en los vasos
sanguíneos y linfáticos, circulan a través de la circulación sanguínea, y después
crecer en un nuevo foco (metástasis) en tejidos normales de otra parte del cuerpo.

- INVASIÓN DE LA MATRIZ EXTRACELULAR

Las células tumorales deben adherirse a la matriz extracelular, degradarla y


penetrar en ella en las diversas fases de la cascada metastásica. Esta infiltración
de la matriz extracelular puede dividirse en los cuatro pasos:

1. Separación de las células tumorales entre sí. Las células tumorales


permanecen unidas unas a otras gracias a vanas moléculas de adherencia,
entre las que se encuentra una familia de glicoproteínas llamadas
cadherinas. En diversos carcinomas, se ha encontrado una inhibición de las
cadherinas epiteliales (E), que probablemente reduce la cohesión de las
células tumorales.

2. Unión a los componentes de la matriz. Las células tumorales se unen a la


laminina y a la fibronectina a través de los receptores presentes en su
superficie. La unión mediada por receptores es un paso importante para la
infiltración.

3. Degradación de la matriz extracelular: Una vez unidas, las células


tumorales secretan enzimas proteolíticas que degradan los componentes
de la matriz y crean vías de paso para su emigración. En sistemas
experimentales, puede establecerse una correlación entre la capacidad de
las distintas células tumorales, para degradar la matriz extracelular y su
capacidad para metastatizar. Las enzimas importantes a este respecto son
las colagenasas tipo IV (catalizan la separación del colágeno de la
membrana basal), la catepsina D (una cisteína proteinasa) y el activador del
plasminógeno de tipo urocinasa. Todas ellas actúan sobre una gran
variedad de sustratos, entre los que se encuentran la laminina, la
fibronectina y los núcleos proteicos de los proteoglucanos.

4. Emigración de las células tumorales. Apenas se conocen los factores que


favorecen la emigración de las células tumorales a través de las vías de
paso creadas por la degradación de la matriz extracelular. En el proceso
intervienen factores autocrinos de motilidad y productos de separación de la
matriz extracelular.

- DISEMINACIÓN VASCULAR Y ALOJAMIENTO DE CÉLULAS


TUMORALES
En la circulación, las células tumorales forman émbolos, agregándose y
adhiriéndose a leucocitos y, especialmente, a plaquetas circulantes. Las células
tumorales agregadas logran cierta protección frente a las células efectoras
antitumorales del huésped. El lugar en el que los émbolos tumorales anidan y
producen crecimientos secundarios depende de varios factores:

 El drenaje vascular y linfático de la localización primaria del tumor.


 La interacción entre las células tumorales y los receptores específicos de
órgano. Por ejemplo, algunas células tumorales poseen grandes cantidades
de una molécula de adherencia, CD44, que se une a las vénulas de
endotelio alto en los ganglios linfáticos, lo que facilita la formación de
metástasis en ellos.
 El microambiente del órgano o lugar. El tejido diana podría tener un
ambiente no permisivo o un suelo desfavorable para el crecimiento de las
siembras tumorales. En este sentido, un tejido rico en inhibidores de las
proteasas podría resistirse a la penetración de las células tumorales.

- GENÉTICA MOLECULAR DEL DESARROLLO DE METÁSTASIS

4.10 MICROAMBIENTE ESTROMAL Y CARCINOGÉNESIS

Además de los factores de supervivencia producidos por las propias células, éstos
también pueden ser producidos por las células estromales de su entorno. Es bien
conocido hoy en día el hecho que las SC de diferentes tejidos pueden aumentar
su crecimiento y supervivencia cuando se cultivan con células estromales. Esto es
válido para la médula ósea, el cordón umbilical, el hígado fetal, algunas neuronas,
entre otros.

Por otra parte la apoptosis de las células malignas del linfoma de células T, puede
ser inhibida cuando se cultivan con células estromales de los ganglios linfáticos,
de hecho muchos estudios han mostrado que la supervivencia a largo plazo y la
propagación de diferentes células epiteliales sólo es posible si se cultivan con
fibroblastos estromales.

La carcinogénesis, entendiendo como tal a la inducción del cáncer, es un proceso


en múltiples etapas, y cada etapa se relaciona con uno o más eventos
mutacionales, ocurriendo una acumulación de lesiones génicas y cambios
epigenéticos, estas lesiones o mutaciones son variables, pudiendo tratarse de
mutaciones puntuales, de lesiones, amplificaciones génicas y reordenamientos
cromosómicos, como ocurre con la fusión de genes debida a translocaciones.

4.11 DESREGULACIÓN DE LOS GENES ASOCIADOS AL CÁNCER


- CAMBIOS CROMOSÓMICOS

- AMPLIFICACIÓN DE GENES

- CAMBIOS EPIGENÉTICOS

- PERFILES MOLECULARES DE LAS CÉLULAS CANCEROSAS

5. BASES MOLECULARES DE LAS MÚLTIPLES ETAPAS DE LA


CARCINOGÉNESIS

5.1 PROGRESIÓN Y HETEROGENEIDAD TUMORALES

6. AGENTES CARCINÓGENOS Y SUS INTERACCIONES CELULARES

6.1 CARCINOGÉNESIS QUÍMICA

- ETAPAS IMPLICADAS EN LA CARCINOGÉNESIS QUÍMICA

- PROMOCIÓN DE LA CARCINOGÉNESIS QUÍMICA

- CARCINÓGENOS QUÍMICOS: Esto se ha demostrado de forma más


exacta en modelos experimentales de carcinogénia química, en los que
se describieron por primera vez las fases de iniciación y progresión
durante el desarrollo del cáncer.
 Suficiente de un agente cancerígeno (iniciador); una célula iniciada se altera,
haciéndola potencialmente capaz de dar lugar a un tumor (grupos 2 y 3). La
iniciación sola, sin embargo, no es
 Suficiente para la formación de un tumor (grupo 1). La iniciación causa un
daño permanente del ADN (mutaciones). Por ello es rápida e irreversible y
tiene «memoria». Esto se ilustra por el grupo 3, en el que los tumores se
produjeron incluso si la aplicación del agente promotor se retrasaba durante
varios meses después de una única aplicación del iniciador.
 Los promotores pueden inducir tumores en células iniciadas, pero son no
oncógenos por sí mismos (grupo 5). Además, no aparecen tumores cuando
el agente promotor se aplica antes, en lugar de después, del agente iniciador
(grupo 4). Esto indica que, en contraste con los efectos de los iniciadores, los
cambios celulares resultantes de la aplicación de los promotores no afectan
directamente al ADN y son reversibles. Como se comenta más tarde, los
promotores intensifican la proliferación de células iniciadas, un efecto que
puede contribuir al desarrollo de mutaciones adicionales en estas células.

6.2 CARCINOGÉNESIS POR RADIACIÓN


La energía radiante, sea en forma de rayos UV de la luz solar o como radiación
ionizante electromagnética y en partículas, es un carcinógeno bien establecido. La
luz UV está claramente implicada como causa de cánceres de piel, y la exposición
a la radiación ionizante por exposición médica u ocupacional, accidentes en
centrales nucleares y explosiones de bombas atómicas ha producido diversos
cánceres. Aunque la contribución de la radiación a la carga humana total del cáncer
probablemente es pequeña, la bien conocida latencia del daño causado por la
energía radiante y su efecto acumulativo requiere períodos de observación
extremadamente largos y hace difícil asegurar su importancia completa.

- RAYOS ULTRAVIOLETAS: Existe evidencia amplia a partir de estudios


epidemiológicos de que los rayos UV del sol causan una incidencia
aumentada de carcinoma de células escamosas, carcinoma de células
basales y, posiblemente, melanoma de la piel. El grado de riesgo
depende del tipo de rayos UV, la intensidad de la exposición y la cantidad
del «manto protector» de melanina que absorbe la luz en la piel. La
carcinogenicidad de la luz UVB se atribuye a su formación de dímeros de
pirimidina en el ADN. Este tipo de daño del ADN es reparado por la vía
de reparación de escisión de nucleótidos. Existen cinco pasos en la
reparación de escisión de nucleótidos, y en las células de mamíferos el
proceso puede implicar 30 proteínas o más. Se postula que con una
exposición solar excesiva, la capacidad de la vía de reparación de
escisión de nucleótidos está sobrepasada y los mecanismos de
reparación del ADN sin plantilla predispuestos a error se vuelven
operativos y proporcionan supervivencia a la célula a costa de
mutaciones genómicas que en algunos casos conducen al cáncer.

- RAYOS IONIZANTES: Las radiaciones electromagnéticas y en


partículas, son todas cancerígenas. Las pruebas son tan abundantes que
bastan unos pocos ejemplos. Muchos individuos pioneros en el uso de
los rayos X desarrollaron cánceres de piel. Los mineros de elementos
radiactivos en Europa central y la región de las Montañas Rocosas en
EE. UU. tienen una incidencia 10 veces mayor de cánceres de pulmón en
comparación con el resto de la población. En humanos existe una
jerarquía de vulnerabilidad de los diferentes tejidos a los cánceres
inducidos por radiación. Los más frecuentes son la leucemia mieloide
aguda y crónica. El cáncer de tiroides la sigue de cerca, pero sólo en
jóvenes.

En el grupo intermedio están los cánceres de mama, pulmones y glándulas


salivales. En cambio, la piel, el hueso y el aparato digestivo son relativamente
resistentes a la neoplasia inducida por radiación, aunque las células epiteliales
digestivas son vulnerables a los efectos agudos destructivos para las células de la
radiación, y la piel está en el trayecto de toda radiación externa. No obstante, el
médico no debe olvidar que prácticamente cualquier célula puede ser transformada
en célula cancerosa por una exposición suficiente a la energía radiante.
6.3 CARCINOGÉNESIS MICROBIANA
- VIRUS DNA ONCOGÉNICOS: Al igual que con los virus ARN, se han
identificado varios virus ADN oncógenos que causan tumores en
animales. De los diversos virus ADN humanos, cuatro –VPH, virus de
Epstein-Barr (VEB), virus de la hepatitis B (VHB) y virus herpes del
sarcoma de Kaposi, también llamado virus herpes humano 8– se han
implicado como causa de cáncer humano. Un quinto virus, el
poliomavirus de células de Merkel, se ha identificado en los carcinomas
de células de Merkel y puede unirse pronto a la galería de indeseables.
Virus herpes del sarcoma de Kaposi. Aunque no es un virus ADN, el VHC
también se asocia con el cáncer.
- VIRUS RNA ONCOGÉNICOS: Virus de la leucemia de células T humano
tipo 1. Aunque el estudio de los retrovirus animales ha proporcionado
conocimientos espectaculares sobre la base molecular del cáncer, sólo
un retrovirus humano, el virus de la leucemia de células T humano tipo 1
(HTLV-1), está firmemente implicado como causa de cáncer en humanos.
HTLV-1 causa una forma de leucemia/linfoma de células T que es
endémica en ciertas zonas de Japón y la cuenca del Caribe, pero que se
encuentra de forma esporádica en cualquier región. De forma similar al
virus de la inmunodeficiencia humana, que causa el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (sida), el HTLV-1 tiene tropismo por las
células T CD4 + y, por tanto, este subgrupo de células T es la principal
diana para la transformación neoplásica. La infección humana requiere la
transmisión de las células T infectadas a través de relaciones sexuales,
productos sanguíneos o la lactancia. La leucemia se desarrolla sólo en
un 3-5% de los individuos infectados después de un largo período latente
de 40 a 60 años.

En las células leucémicas, sin embargo, la integración vírica muestra un


patrón clonal. En otras palabras, aunque el lugar de integración vírica en los
cromosomas del anfitrión es aleatorio (el ADN vírico se encuentra en diferentes
localizaciones en cánceres diferentes), el lugar de integración es idéntico en todas
las células de un cáncer dado.

Los principales pasos que conducen al desarrollo de la leucemia/ linfoma de


células T del adulto pueden resumirse como sigue. La infección por HTLV-1 causa
la expansión de una población celular policlonal no maligna a través de los efectos
estimulantes de Tax sobre la proliferación celular. Las células T en proliferación
tienen un riesgo aumentado de mutaciones e inestabilidad genómica inducidas por
Tax. Esta inestabilidad permite la acumulación de mutaciones y anomalías
cromosómicas y, finalmente, surge una población de células T neoplásicas
monoclonales. Las células malignas se replican independientemente de IL-2 y
contienen anomalías moleculares y cromosómicas.
- HELICOBACTER PYLORI: En un principio incriminado como causa de
úlcera péptica, H. pylori ha adquirido ahora la dudosa distinción de ser la
primera bacteria clasificada como cancerígena. Efectivamente, la
infección por H. pylori está implicada en la génesis tanto de
adenocarcinomas gástricos como de linfomas gástricos. El escenario
para el desarrollo del adenocarcinoma gástrico es similar al del cáncer
hepático inducido por VHB y VHC. Implica una proliferación celular
epitelial aumentada en el seno de inflamación crónica. Como en la
hepatitis vírica, el entorno inflamatorio contiene numerosas sustancias
genotóxicas, como especies reactivas de oxígeno. Existe una gastritis
crónica inicial, seguida de atrofia gástrica, metaplasia intestinal de las
células de revestimiento, displasia y cáncer. Como VHB y VHC, el
genoma de H. pylori también contiene genes implicados directamente en
la oncogenia.

Se ha demostrado que las cepas asociadas con adenocarcinoma gástrico


contienen una «islote de patogenicidad» que contiene un gen Asociado a citotoxina
(CagA). Aunque H. pylori no es invasivo, CagA penetra en las células epiteliales
gástricas, donde tiene una diversidad de efectos, incluyendo la iniciación de una
cascada de señales que imita la estimulación no regulada por factor de crecimiento.

7 DEFENSA DEL HUÉSPED CONTRA TUMORES (INMUNIDAD TUMORAL)

La idea de que los tumores no son enteramente propios y pueden ser reconocidos
por el sistema inmunitario fue concebida por Paul Ehrlich, quien propuso que el
reconocimiento inmunitario de las células tumorales autólogas puede ser capaz de
eliminar tumores. Posteriormente, Lewis Thomas y Macfarlane Burnet formalizaron
este concepto acuñando el término vigilancia inmunitaria, que implica que una
función normal del sistema inmunitaria es vigilar el organismo ante la aparición de
células malignas y destruirlas El concepto de vigilancia inmunitaria tumoral se ha
extendido últimamente para abarcar no sólo el papel protector del sistema
inmunitario en el desarrollo tumoral, sino también el efecto del sistema inmunitario
en la selección de variantes tumorales. Estas variantes tienen una inmunogenicidad
reducida y pueden escapar más fácilmente de la detección y el rechazo
inmunológico. El término inmunoedición del cáncer se utiliza ahora para describir
los efectos del sistema inmunitario para prevenir la formación tumoral y también
para «esculpir» las propiedades inmunogénicas de los tumores para seleccionar las
células tumorales que escapan de la eliminación inmunitaria.

7.1 ANTÍGENOS TUMORALES

Los antígenos que desencadenan una respuesta inmunitaria se han


demostrado en muchos tumores inducidos experimentalmente y en algunos
cánceres humanos. Inicialmente, fueron clasificados extensamente en dos grupos
basándose en sus patrones de expresión: antígenos específicos de tumores, que
sólo están presentes en las células tumorales y no en ninguna célula normal, y
antígenos asociados a tumores, que están presentes en las células tumorales y
también en algunas células normales. Esta clasificación, sin embargo, es
imperfecta, porque resultó que muchos antígenos que se pensaba eran específicos
de tumores se expresaban también en algunas células normales. La clasificación
moderna de los antígenos tumorales se basa en su estructura molecular y su origen.

Los primeros intentos para purificar y caracterizar los antígenos tumorales se


basaron en producir anticuerpos monoclonales específicos para las células
tumorales y definir los antígenos que reconocían estos anticuerpos. Un importante
avance en el campo fue el desarrollo de técnicas para identificar antígenos
tumorales que eran reconocidos por los linfocitos T citotóxicos (LTC), porque los
LTC son el principal mecanismo de defensa inmunitaria contra los tumores.
Recuérdese que los LTC reconocen péptidos derivados de proteínas
citoplasmáticas, que se presentan unidos a moléculas del complejo principal de
histocompatibilidad (CPH) clase I.

A continuación describimos las principales clases de antígenos tumorales:

 Productos de genes mutados: La transformación neoplásica, como hemos


comentado, deriva de alteraciones genéticas en los protooncogenes y genes
supresores tumorales; estas proteínas mutadas representan antígenos que
nunca han sido vistos por el sistema inmunitario y, por tanto, pueden ser
reconocidas como no propias.

 Sobreexpresión o expresión aberrante de proteínas celulares: Los


antígenos tumorales pueden ser proteínas celulares normales que se expresan
anómalamente en las células tumorales y provocan respuestas inmunitarias. En
un subgrupo de melanomas humanos, algunos antígenos tumorales son
proteínas estructuralmente normales que se producen en niveles bajos en las
células normales y están sobreexpresadas en las células tumorales.

 Antígenos tumorales producidos por virus oncógenos: Como hemos


comentado, varios virus se asocian a los cánceres. No es sorprendente que
estos virus produzcan proteínas que son reconocidas como extrañas por el
sistema inmunitario. Los más potentes de estos antígenos son proteínas
producidas por virus ADN latentes; ejemplos en humanos incluyen el VPH y el
VEB. Existen pruebas abundantes de que los LTC reconocen antígenos de estos
virus y que un sistema inmunitario competente tiene un papel en la vigilancia
contra los tumores inducidos por virus debido a su capacidad para reconocer y
matar las células infectadas por virus.
 Antígenos oncofetales: Los antígenos oncofetales son proteínas que se
expresan en niveles altos en las células cancerosas y normales en desarrollo
(fetales), pero no en los tejidos adultos.

 Glucolípidos y glucoproteínas de superficie celular alterados: La mayoría


de los tumores humanos y experimentales expresan niveles más altos de los
normales y/o formas anormales de glucoproteínas y glucolípidos de superficie,
que pueden ser marcadores diagnósticos y dianas para el tratamiento. Estas
moléculas alteradas incluyen gangliósidos, antígenos de grupo sanguíneo y
mucinas.
 Antígenos de diferenciación específicos del tipo celular: Los tumores
expresan moléculas que normalmente están presentes en las células de origen.
Estos antígenos se llaman antígenos de diferenciación, porque son específicos
para estirpes o fases de diferenciación particulares de diversos tipos celulares.
Estos antígenos de diferenciación son típicamente autoantígenos normales y,
por ello, no inducen una respuesta inmunitaria en los anfitriones portadores de
tumores.

7.2 MECANISMOS EFECTORES INMUNOLÓGICA

8 CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LOS TUMORES

Característica Benigno Maligno


Diferenciación Las células tumorales se Las células tumorales tal vez
asemejan a las células no se asemejan a las células
maduras originales maduras originales
Tasa de Lenta; puede interrumpirse Rápida, autónoma;
crecimiento o retroceder generalmente no interrumpe o
retrocede
Tipo de Se expande y desplaza Invade, destruye y reemplaza
crecimiento
Metástasis No Sí
Efecto en la Generalmente no ocasiona Puede ocasionar la muerte si
salud la muerte no se diagnostica y suministra
tratamiento

8.1 EFECTOS DE LOS TUMORES SOBRE EL HUÉSPED


Los cánceres suponen una amenaza mucho mayor para el huésped que los
tumores benignos. Ambos tipos de neoplasias pueden causar problemas, debido
a:

1. Su localización y presión sobre las estructuras adyacentes.

2. Su actividad funcional como (síntesis de hormonas).

3. Las hemorragias e infecciones secundarias cuando se ulceran a través


de superficies naturales adyacentes.

4. La aparición de síntomas agudos causados por su rotura o infarto.

Lo mismo sucede con las metástasis. Además, los cánceres pueden ser los
responsables de caquexia o de síndromes paraneoplásicos.

EFECTOS LOCALES Y HORMONALES: Los efectos locales y hormonales de los


tumores son los siguientes:

 Relacionados con la localización: Los adenomas hipofisanos, aunque no


produce hormonas, pueden expandirse y destruir al resto de la hipófisis,
provocando una endocrinopatía. Los cánceres originados en una glándula
endocrina o que metastatizan en ella pueden dar lugar a una insuficiencia
hormonal por destrucción de la glándula. Los tumores del aparato
gastrointestinal cuando alcanzan un tamaño suficiente pueden producir la
obstrucción o ulceración del intestino y causar una hemorragia.

 Relacionados con la producción hormonal: Los tumores de las


glándulas endocrinas, sobre todo los benignos, pueden elaborar hormonas
y producir manifestaciones secundarias a la producción de hormonas. Un
adenoma benigno de células puede producir insulina suficiente para causar
una hipoglucemia mortal. También los tumores no endocrinos pueden
elaborar hormonas o productos de tipo hormonal (síndromes
paraneoplásicos).

- CAQUEXIA DEL CÁNCER: Los pacientes con cáncer sufren una


pérdida progresiva de grasa y de masa corporal magra, acompañada de
debilidad, anorexia y anemia intensas. Este síndrome de emaciación
recibe el nombre de caquexia. La causa de la caquexia del cáncer no
está clara, pero no se debe a las demandas nutritivas del tumor. La
caquexia se debe a la acción de factores solubles, como las citocinas
producidas por el tumor o por el propio huésped en respuesta a aquél.
Además, en la caquexia del cáncer, la pérdida afecta por igual a la grasa y al
músculo, mientras que en la inanición la masa muscular permanece relativamente
conservada a expensas de los depósitos de grasa.

Se cree que el TNF-α a, producido por los macrófagos o posiblemente por algunas
células tumorales, podría ser un mediador del síndrome de emaciación que
acompaña al cáncer. La IL-1 y el IFN-γ actúan de manera sinérgica con el TNF-α.
Existen otros factores solubles que incrementan directamente el catabolismo del
músculo y del tejido adiposo.

- SÍNDROMES PARANEOPLÁSICOS: Los síndromes paraneoplásico


son conjuntos de síntomas que afectan a los pacientes con cáncer y
que no pueden explicarse por el efecto del tumor local, por el de las
metástasis ni por la elaboración de hormonas propias del tejido del que
procede el tumor. Su diagnóstico es importante por varios motivos:

1. Pueden constituir la primera manifestación de una neoplasia oculta.

2. Pueden dar lugar a importantes problemas clínicos que incluso lleguen a


ser mortales.

3. Pueden simular una enfermedad metastásica y, por tanto, confundir el


enfoque terapéutico.

Esos síndromes pueden ser la primera manifestación clínica de una neoplasia y


pueden simular una propagación a distancia. Los más frecuentes son:

 Endocrinopatías: Algunos cánceres no endocrinos producen hormonas o


factores de tipo hormonal (producción ectópica de hormonas); así,
determinados cánceres de pulmón (de células pequeñas) producen el
síndrome de Cushing, debido a que elaboran hormona adrenocorticotropa
u otros péptidos parecidos.

 Hipercalcemia: Puede deberse a la resorción de hueso a consecuencia de


la elaboración de péptidos similares a la hormona paratiroidea (proteínas
relacionadas con la PTH) o, en algunos casos, de TGF-a por determinados
tumores (carcinoma epidermoide del pulmón, leucemia/linfoma de células
T). La hipercalcemia asociada al cáncer también puede ser consecuencia
de la osteólisis inducida por las metástasis óseas; no obstante, este cuadro
no puede ser considerado como un síndrome paraneoplásico.

 Acanthosis nigricans: La forma adquirida (no genética) de esta lesión


verrugosa pigmentada de la piel suele asociarse a neoplasias malignas
viscerales.
 Acropaquias y osteoartropatía hipertrófica: Estos cuadros se asocian a
cánceres de pulmón y a otras lesiones torácicas.

 Diátesis trambótica: Las diátesis trambótica debidas a la producción de


sustancias tromboplásticas por las células tumorales pueden manifestarse
como un cuadro de coagulación intravascular diseminada o por
vegetaciones sobre las válvulas cardíacas (endocarditis trombótica no
bacteriana).

8.2 GRADACIÓN Y ESTADIFICACIÓN DE LOS TUMORES

Para que sea posible comparar los resultados finales de las distintas formas de
tratamiento del cáncer, especialmente entre centros hospitalarios distintos, debe
haber cierto grado de comparabilidad entre las neoplasias a estudiar. Debido a
ello, se han desarrollado sistemas para expresar, en términos semicuantitativos, el
nivel de diferenciación, o grado, y la magnitud de la extensión del cáncer en el
paciente, o estadio, como parámetros de la gravedad clínica de la enfermedad.

La Gradación de un cáncer se realiza mediante el grado de diferenciación de las


células tumorales y por el número de mitosis existentes en el tumor, ya que se
admite que estos dos factores son proporcionales a la agresividad de la neoplasia.
De esta forma, los canceres se clasifican como grado I a IV, según aumenta su
anaplasia. Los criterios para definir cada uno de los grados varían con cada forma
de tumor. Aunque el grado histológico es útil, la correlación entre los aspectos
microscópicos y el comportamiento biológico no lo es, ni mucho menos perfecta.
Por tanto reconociendo este problema, y con objeto de evitar una cuantificación
falsa, resulta habitual caracterizar a las neoplasias en termino descriptivo, por
ejemplo, adenocarcinoma de estómago secretor de moco, bien diferenciado, o
tumor maligno retroperitoneal muy indiferenciado, probablemente sarcoma. En
general y con muy pocas excepciones como los sarcomas de los tejidos blancos,
el valor clínico de la gradación de los tumores es inferior al de la estatificación.

La estadificación de los canceres se establece según el tamaño de la lesión


primaria, la magnitud de la propagación a los ganglios linfáticos regionales, y la
existencia o no de metástasis. En la actualidad existen dos sistemas principales en
uso, uno desarrollado por la UICC, y el otro por el ACJ. La UICC utiliza el llamado
sistema TNM: ‘’T’’ para el tumor primario, ‘’N’’ para los ganglios linfáticos
regionales, ‘’M’’ para la metástasis. La estadificación TNM varia con cada forma
específica de cáncer, aunque se basa siempre en unos principios generales. A
medida que la lesión aumenta de tamaño, pasa de ‘’T1’’ a ‘’T4’’. Se añade ‘’T0’’
para indicar la lesión in situ. ‘’N0’’ significa que no hay afectación ganglionar, y
‘’N1’’ a ‘’N3’’ denotan afectación de un numero progresivos de ganglios. ‘’MO’’
significa que no hay metástasis a distancia, y ‘’M1’’ o, a veces ‘’M2’’ indican la
presencia de metástasis hematógenas así como cierta cuantificación de su
número.

El sistema AJC recurre a una nomenclatura algo distinta y divide a todos lo


canceres en estadios de 0 a IV, incorporando a cada uno de los estadios el
tamaño de la lesión primaria y la presencia de extensión ganglionar y de
metástasis a distancia. Sin embargo merece la pena insistir en que la
estadificación de la enfermedad neoplásica ha adquirido gran importancia en la
selección de la forma óptima del tratamiento de cada paciente. De hecho, se ha
demostrado que el valor clínico de la estadificación es superior a la de la
gradación.

8.3 DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO DEL CÁNCER

Los diagnósticos del cáncer deben ser realizados por un médico competente o por
un médico oncólogo. Se conocen 3 tipos de diagnósticos, Pruebas de laboratorio,
Estudios de imágenes y Biopsia del tumor o de la medula ósea. Cuando una
persona presenta algún síntoma o los resultados de sus exámenes selectivos de
detección sugieren que hay cáncer, el médico deberá buscar si la causa es cáncer
o alguna otra cosa. El médico puede preguntarle sus antecedentes médicos
personales y familiares y hacerle un examen físico. El médico puede también
ordenar pruebas de laboratorio, rayos X, u otras pruebas o procedimientos.

 Pruebas de laboratorio: Entre las pruebas de laboratorio existen las


Pruebas de sangre, de orina, o de otros fluidos, los que pueden ayudar a
los médicos a hacer un diagnóstico. Estas pruebas pueden mostrar qué tan
bien funciona un determinado órgano (como el riñón). También, altas
concentraciones de determinadas sustancias pueden ser un signo de
cáncer. Estas sustancias se llaman con frecuencia marcadores tumorales.
Sin embargo, los análisis de laboratorio anormales no son un signo seguro
de cáncer. Los médicos no pueden basarse solamente en un análisis
anormal para diagnosticar el cáncer.

 Estudios de imágenes: Los estudios de imágenes generan una


representación gráfica de las áreas internas de su cuerpo que ayuda a los
médicos a ver si existe un tumor.

Estas imágenes se pueden hacer de diferentes formas:

o Rayos X: Los rayos X son la forma más común de ver órganos y


huesos dentro del cuerpo.
o Escanograma de tomografía computarizada: Una máquina de rayos
X conectada a una computadora toma una serie de imágenes
detalladas de sus órganos. Es posible que usted reciba un material de
contraste (como un tinte) para que estas imágenes tengan más
detalle.

o Estudios con radionúclidos: A usted se le administra una inyección


con una pequeña cantidad de material radioactivo. Este material fluye
por la sangre y se acumula en algunos huesos u órganos. Una
máquina llamada escáner detecta y mide la radioactividad. El escáner
genera imágenes de los huesos y órganos en la pantalla de una
computadora o en una película. Su cuerpo se deshace rápidamente de
la sustancia radioactiva.

o Ecografía: Un aparato de ecografía emite ondas de sonido que no se


pueden oír. Las ondas rebotan en los tejidos internos de su cuerpo
como un eco. Una computadora usa este eco para crear imágenes.

o Imágenes de resonancia magnética, IRM: Un imán fuerte conectado


a una computadora es usado para crear imágenes detalladas de las
áreas internas de su cuerpo. Su médico puede ver estas imágenes en
un monitor e imprimirlas en película.

o Tomografía por emisión de positrones, TEP: Se le inyecta una


pequeña cantidad de material radioactivo. Una máquina forma
imágenes que muestran las actividades químicas de su cuerpo. Las
células cancerosas a veces aparecen como áreas de alta actividad.

 Biopsia del tumor o medula ósea: Una prueba determinante de la


presencia del cáncer es la toma de biopsia del tumor o medula ósea,
realizado por los médicos para diagnosticar el cáncer, para lo cual el
médico extrae una muestra de tejido y la envía al laboratorio. Un médico
patólogo examina el tejido al microscopio. La muestra puede obtenerse de
varias maneras:

o Con una aguja: El médico usa una aguja para extraer tejido o fluido.

o Con un endoscopio: El médico usa un tubo fino y luminoso (un


endoscopio) para mirar dentro del cuerpo. El médico puede extraer
tejidos o células por el tubo.

o Con cirugía: La cirugía puede ser por escisión o por incisión. En la


biopsia por escisión, el cirujano extrae todo el tumor. Con frecuencia,
retira también tejido sano que rodea el tumor. En la biopsia por
incisión, el cirujano saca sólo una parte del tumor.

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