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Elder Robert D. Hales explica que respuestas como el silencio, la mansedumbre, el perdón y el testimonio humilde no son débiles, sino que requieren fe, fortaleza y valor cristiano al seguir el ejemplo de Jesucristo. Afirma que al no tomar represalias y ofrecer la otra mejilla se manifiesta el amor de Dios, que puede someter al adversario sin acusarlo. Agrega que cada situación requiere guía del Espíritu Santo para responder de un modo que invite a Dios y que el objet
Elder Robert D. Hales explica que respuestas como el silencio, la mansedumbre, el perdón y el testimonio humilde no son débiles, sino que requieren fe, fortaleza y valor cristiano al seguir el ejemplo de Jesucristo. Afirma que al no tomar represalias y ofrecer la otra mejilla se manifiesta el amor de Dios, que puede someter al adversario sin acusarlo. Agrega que cada situación requiere guía del Espíritu Santo para responder de un modo que invite a Dios y que el objet
Elder Robert D. Hales explica que respuestas como el silencio, la mansedumbre, el perdón y el testimonio humilde no son débiles, sino que requieren fe, fortaleza y valor cristiano al seguir el ejemplo de Jesucristo. Afirma que al no tomar represalias y ofrecer la otra mejilla se manifiesta el amor de Dios, que puede someter al adversario sin acusarlo. Agrega que cada situación requiere guía del Espíritu Santo para responder de un modo que invite a Dios y que el objet
“Algunas personas equivocadamente piensan que reacciones tales como el
silencio, la mansedumbre, el perdón y el expresar humilde testimonio son respuestas pasivas o débiles, pero, el ‘[amar] a [nuestros] enemigos, [bendecir] a los que [nos] maldicen, [hacer] bien a los que [nos] aborrecen y [orar] por los que [nos] ultrajan y [nos] persiguen’ (Mateo 5:44) requiere fe, fortaleza y, más que todo, valor cristiano…
“Cuando no tomamos represalias, cuando ofrecemos la otra mejilla y
dominamos los sentimientos de ira, nosotros también seguimos el ejemplo del Salvador; manifestamos Su amor, que es el único poder que puede someter al adversario y dar una respuesta a nuestros acusadores sin, a la vez, acusarlos a ellos. Eso no es debilidad; eso es valor cristiano…
“Al responder a los demás, cada circunstancia será diferente. Afortunadamente,
el Señor conoce el corazón de nuestros acusadores y cómo podemos responderles de la manera más eficaz. A medida que los verdaderos discípulos buscan la guía del Espíritu, reciben inspiración específica para cada situación; y en cada situación los verdaderos discípulos responden de un modo que invita al Espíritu del Señor…
“Como verdaderos discípulos, nuestra preocupación principal debe ser el
bienestar de los demás, no la justificación personal. Las preguntas y las críticas nos dan la oportunidad de tender la mano a los demás y demostrarles que ellos son importantes para el Padre Celestial y para nosotros. Nuestro objetivo debe ser ayudarlos a comprender la verdad, no defender nuestro amor propio ni ganar puntos en un debate teológico. Nuestro testimonio sincero es la respuesta más poderosa que podamos dar a nuestros acusadores…” (“Valor cristiano: El precio del discipulado”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 72, 73–74). Instituto Curso 250 Venado Tuerto S.F. Arg. 2019