Sunteți pe pagina 1din 16

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/277825855

Estudio geológico de las concentraciones de Co- (Ni-Cu-Fe) en el Silúrico de


San Juan de Plan, Valle de Gistaín (Pirineo de Huesca)

Article · November 1985

CITATIONS READS

2 61

2 authors, including:

Ricardo Castroviejo Bolibar


Universidad Politécnica de Madrid
59 PUBLICATIONS   214 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Optical petrography and Ore microscopy using Optical Image Analysis View project

All content following this page was uploaded by Ricardo Castroviejo Bolibar on 23 November 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Boletín Geológico y Minero. T. XCVI-VI. Año 1985 (607-625)

MINERIA

Estudio geológico de las concentraciones de Co-(Ni-Cu-Fe) en el


Silúrico de San Juan de Plan, valle de Gistaín (Pirineo de Huesca)

Por R. CASTROVIEJO BOLIBAR (*) y T. NODAL RAMOS (*)

RESUMEN
Se estudian las mineralizaciones -explotadas en el pasado- de sulfuros, arseniuros y sulfoarseniuros de Co-
(Ni-Cu-Fe) existentes en el Paleozoico autóctono de San Juan de Plan, estableciéndose la estructura y los contro-
les (litológico y tectónico) de las mismas a fin de esclarecer su génesis. Se trata de mineralizaciones estrato-
ligadas que se ubican en el seno de un horizonte bien caracterizado mineralógica y petrográficamente (<<brecha
ankerítica») y que están ligadas al Sistema Silúrico (pizarras ampelíticas).
Los indicios de «brecha ankerítica» no se limitan a dicho Sistema, sino que aparecen también en relación
con otras litologias (rocas pelíticas y carbonatadas ordovícicas), pero en este caso son estériles. La distribución
espacial de dicha roca ankeritica está controlada por una familia de fracturas E-O cuyo origen se supone relacio-
nado con la intrusión granodiorítica de Bielsa.
La roca ankerítica se explica por las acciones metasomáticas debidas a fluidos hidrotermales emanados de di-
cha intrusión. El horizonte mineralizado, en particular, procede de la ankeritización de calizas folisíferas dolomitiza-
das, intercaladas entre las pizarras ampelíticas silúricas. Su contenido metálico se supone derivado de estas pizarras.
A todos estos episodios, ligados al ciclo hercínico, se superpone una intensa tectónica alpina de fractura-
ción y cabalgamiento que trastorna e interrumpe las estructuras mineralizadas, previamente truncadas por el
juego pre-alpino de las fracturas E-O.

ABSTRACT
The Co~(Ni-Cu-Fe) sulphide, arsenide and sulpharsenide ore in the autochtonous Palaeozoic rocks of San Juan
de Plan (Spanish, Central Pyrenees, Huesca Province) have been studied. These strata-bound ores were mined at
different times in the pasto They occur in a well defined horizon (<<ankeritic breccia») and are confined to the Si-
lurian System (mainly graphitic slates).
There are in the area, however, occurrences of «ankeritic breccia» outside this System; they are spatially re-
lated to pelitic and carbonate Ordovician rocks, and are always barren. Their spatial distribution is controlled by
a family of E-W trending subvertical fractures.
The origin of the ankeritic rocks is explained by the metasomatic activity of late hydrothermal solutions, de-
rived from a granodioritic intrusion (Bielsa granodiorite) outcropping 1.5-2 Km. W of the ore deposit and cut by
the aforementioned fractures, which were the paths for the propagation of the fluids. The ore horizon itself is due
to ankeritization of dolomitized fossiliferous limestones, originally interlayered in the black Silurian slates. their
metallic content being probably derived by lateral secretion from these rocks. All these events belong to the Va-
riscan cycle.
Intesive faulting and overthrusting during the Alpine cycle dislocated and interrupted the mineralized struc-
tures, which had already been previously cut by vertical pre-alpine post-mineral movement along the main E-W
faults.

INTRODUCCION nerales- tiene por objeto el estudio geológico de


las concentraciones de Co-(Ni-Cu-Fe) explotadas en
El pre~nte trabajo -resultado de investigacio.
el valle de Gistaín (Pirineos de Huesca, fig. 1) a
nes realizadas en ENADIMSA para el Plan Na·
fin de esclarecer los procesos generadores, guías
cional de Abastecimiento de Materias Primas Mi-
y controles de las mismas.

(*) Empresa Nacional Adaro de Investigaciones Mine- La explotación se centró en la antigua mina
ras, S. A. Doctor Esquerdo, 138. 28007-Madrid. San Carlos, situada unos 2 km. al NE de San Juan

29
ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CONCENTRACIONES DE CO-(NI-CU-FE)... VI - 609
VI - 608 R. CASTROVIEJO BOLIBAR y T. NODAL RAMOS

Figura l.-Esquema Geológico-Estructural,


F R A N e I A
simplificado, del área de Bielsa

~
........... (modificado de Rtos y cols., 1979). El recua-
j." \ , . dro corresponde al área estudiada.
.......l·················
••••••••••••••• ~ÑA&."'NCA

TERRENOS CABALGANTES DEL

PQSE'TS - BOX

.9EIIIASQU[

1 o! ,1 3"
,'!
~ K",

Leyenda de la figura 2

CUATERNARIO
de Plan (figs. 2 y 3), en la que se benefició co-
balto durante los siglos XVIII, XIX Y -posible- ALOCTONO
mente, pero en todo caso sólo de forma esporá- 5olltA1CO· DEI/ONICO

dica- xx. Las labores principales constan de tres ~"ldttOf'oind'fereftClCIda


~
plantas, de las cuales sólo dos son hoy -parcial- P'f.iIllOTIIAS
AUTOCTONO

mente- accesibles, y de una galería de desagüe.


Se explotaban bolsadas o concentraciones irregu- 5llUIICO

lares de sulfuros, arseniuros y sulfoarseniuros de ~"'QfrOIGl"~;tica.


Co-Ni-Cu-Fe, relacionadas con un nivel subhorizon- OfI00VIClCO

tal, muy tectonizado y de unos dos metros de po- [:~9;;{~~:_~~;:~::-:1 CuarCIta COfI '''r~c:. ~,"r"'IIlQt d. cuana

tencia media, constituido por una roca carbonata- . . P'IO"ot CD'I ''''.rca~_ COrboflQt-Jda.

da brechoide, de color grisáceo -pardo por me-


teorización-, designada por los mineros locales 1' : I ; I ; '! Co"w "'~o . 0. . . . . . 0

como «roca filón». El estudio realizado ha puesto [~1 P,rO.rOI, cUOl"Cito. , ,aI,ta.

de manifiesto que esta roca se compone esen- r-=:----:7l


ROCAS ANKERITIC4S

~ I e•• c;hQ u,.I. •• ".to/ ....... ,'/] ¡,lo""Ol'lo


cialmente de ankerita (determinación por D. R. X).
.OCAS IGNEAS

Los principales indicios se sitúan en las inme- c=J lloca. par"alca. "- O)fII.,otIC.árl 11'1'.'_'0 , de••

diaciones de esta mina, entre las cotas 1.720 y 1.775 ~ G,al'Odoor"a boa,.,.ca(Mac'IO d. e,.I.al.

metros, en la ladera O del monte de «Pena Lisa».


SIGNOS CONVENCIONALES
Gran parte de ellos han sido objeto de pequeñas
COt*:tClo f'edo..~ o ...·'.....0
labores, comunicadas o no en interior con las (ontocto I.«MCO o ,.-.rvIlVO 1V~,fQ

principales de San Carlos. Además, existen la- (o.-oCIO noc)rfllQl o COf'cordQfOI.


(o"tocto 1'01'"""01 o coooc:ordo..' • ..,pue'lro

bores antiguas en otros indicios de la misma roca (otltor;Io d"cor • •u.

situados unos 300 m. al NO de dicha mina (Ba- Falo o froclu,o


Follo ,.,pu.'IO
rranco Pocet, c. 1.630 m.) y 500 m. al SSE de la Follo llOr 1010 1

misma (El Saublés, c. 1.743). Finalmente, la pre- Follo ,"""',.0


Cobo l90""""o
sente investigación puso de manifiesto otros indi- ~ _ ....... - Cobo~'."'o 1&oIP'A"lto

cios de la citada roca ankerítica desconocidos has-


ta la fecha. O,recc.Ól" , bvr.o"' •.-.o d• •'''o"I,c<)(''ó"
,;- (.)ire<ciÓOl , D .. IO_..... O de "QUI"ol.dad
~. ~ ~ol ... (o
Como antecedentes se ha de citar a MALLADA E""ado
".",,,"'0 •• ,a~o(.o..
o loa2'I'OfI

(1878), que recopila trabajos anteriores de ALDAMA %0'";:; focQlll'lbre,a d • .. ,_

y de CAVANILLAS y habla de un filón principal ~¡'-'-/,:

ENE-OSO, intercalado entre pizarras y calizas, con l"chelO

30
VI - 610 R. CASTROVIEJO BOLIBAR y T. NODAL RAMOS ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CONCENTRACIONES DE CO-(NI-CU-FE)... VI - 611

filoncillos y bolsadas subordinados; según dicho axial del Pirineo Central y se sitúa en el límite a las estructuras resultantes, cuya interpretación
autor, el concentrado obtenido tenía leyes de 12 meridional de la misma (fig. 1). A grandes ras- se ve dificultada todavía más por la escasez de aflo-
por 100 Co y 7 por 100 Ni. gos, se distinguen tres unidades mayores: Autóc- ramientos y por el accidentado relieve.
tono de Bielsa (Paleozoico y Permotrías) y uni-
MALIVERNEY (1973) hace un estudio del yacimien- A pesar de diferencias de detalle, según los au-
dades alóctonas de Gavarnie y de Posets-Box-Los
to y lo caracteriza como un yacimiento estratoide tores y las zonas, puede admitirse el siguiente
Millares.
en el que una mineralización, compuesta esencial- cuadro general para las principales fases de defor-
mente por pirita-eskutterudita-bismutina-calcopiri- La mineralización encaja en el Paleozoico au- mación hercínicas:
ta-cuarzo-ankerita-calcita (como minerales prima- tóctono, recubierto en discordancia por el Permo-
rios) y cuyo origen supone profundo y ligado a Trías y aflorante en una reducida zona, gracias a
una gran falla E-O, «impregna, por una red de la ventana estratigráfica de San Juan de Plan. Fase 1
stockwerks un nivel dolomítico sedimentario». Deja En ésta, la acción erosiva del río Cinqueta y de Pliegues concéntricos de ejes N-S a NE-SO. No
abierta la cuestión de la edad -paleozoica o post- sus arroyos tributarios, en especial el del Sein, ha hay desarrollo de esquistosidad.
triásica- de los episodios hidrotermales responsa- puesto al descubierto los terrenos paleozoicos de
bles de las mineralizaciones. la serie de San Juan de Plan, la cual, de acuerdo
con los criterios del Mapa Geológico Nacional (RÍOS Fase 2 o principal
Además, por 10 que respecta a la geología del
y cols., 1982), abarca desde el Ordovícico hasta el Pliegues apretados, predominantemente simila-
área objeto de estudio y aparte de algunos tra-
Devónico, si bien este último no aflora en la parte res, vergentes al S, con planos axiales E-O a
bajos antiguos o de índole más general (DALLONI,
1910 y MEY, 1967, entre otros), se han consultado ahora estudiada. N 12oo E. Esquistosidad de plano axial buzando
los trabajos de MARTÍNEZ (1968), GROEN (1978) y Esta serie de San Juan de Plan está interrumpi- al N.
Ríos y cols. (1979 y 1982, Hoja 179, Bielsa, del da al norte por una familia de fracturas E-O, cuyo
Mapa Geológico Nacional, escala 1: 50.000). El pri- último juego fue como fallas normales, hundiendo
Fases 3 Y 4
mero de éstos estudia sobre todo las deforma- el bloque septentrional. Al S desaparece bajo la
ciones que afectan a la cobertera permotriásica cobertera. De ámbito local solamente. Relación con intru-
y el segundo estudia con más detalle el Paleozoico. siones de granitoides (sin-post fase 3).
El conjunto de Paleozoico autóctono (serie de
El presente trabajo se apoya en una cartogra- San Juan de Plan y macizo de Bielsa) y su co-
fía geológica a escala 1: 50.000 (figs. 2 y 3, versión bertera Permotriásica (esencialmente rocas detrí- La Orogenia Alpina ha plegado los terrenos per-
simplificada), para la que se ha contado con las ticas rojas) constituyen la unidad autóctona de motriásicos y ha afectado también a las estructu-
correlaciones estratigráficas y datos estructurales Bielsa. ras paleozoicas, sobre todo reactivando fallas pre-
de Ríos y cols. (1979 y 1982). existentes y dando lugar a grandes cabalgamientos
Esta unidad autóctona de Bielsa aflora en una sobre la cobertera. Dado que su relación genética
La cartografía geológica y la investigación en franja NO-SE (que ocupa el centro de la fig. 1),
con las mineralizaciones estudiadas es práctica-
general se han visto dificultadas por el acciden- comprendida entre los terrenos alóctonos del Man- mente nula, no se han estudiado con detalle las
tado relieve y por los extensos recubrimientos to de Gavarnie (al SO) y de la Unidad de Millares deformaciones en el Permotrías, centrándose la
cuaternarios, especialmente glaciares -los depósi- (al NE), cabalgantes sobre la cobertera Permo-
atención sólo en los aspectos del ciclo alpino
tos morrénicos cubren la tercera parte del área triásica. (fracturación y cabalgamiento) que afectan a la mi-
estudiada, dificultando enormemente la toma de Los terrenos alóctonos que afloran en el área ob- neralización.
datos de las formaciones subyacentes-, y, en in- jeto de este trabajo pertenecen exclusivamente a
terior, por el mal estado de conservación de las la segunda unidad citada (Millares), la cual se Hay una serie de fallas E-O, verticales, con hun-
galerías, a consecuencia del cual muchas zonas compone únicamente de terrenos paleozoicos (De- dimiento del labio norte, que determinan la es-
son inaccesibles. Las observaciones realizadas son, vónico con granitoides, fundamentalmente), ple- tructura del área estudiada y proporcionan un
pues, en conjunto, inevitablemente fragmentarias, gados ya en la Orogenia Hercínica. Dada la escasa ejemplo claro de reactivación alpina de una gran
aunque suficientes para elaborar una hipótesis que relación de esta unidad con el problema investi- banda de fracturación hercínica.
responda, con coherencia, a las cuestiones plan- gado se ha centrado la atención, esencialmente,
teadas. El metamorfismo regional, contemporáneo de la
en el Paleozoico autóctono, por ser donde se ubi- fase 2 según Ríos y cols. (1979), no sobrepasa en
can, sin excepción, todas las mineralizaciones. el área estudiada el grado bajo (sericita-clorita).
La tectónica del área estudiada se caracteriza El metamorfismo de contacto, relacionado con las
MARCO GEOLOGICO intrusiones granodioríticas, da lugar, según estos
por la superposición de fases hercínicas y alpi-
El área objeto de estudio pertenece a la zona nas, dando un carácter en general muy complejo autores, a aureolas del orden del centenar de me-

32 33 3
VI - 612 R. CASTROVIEJO BOLIBAR y T. NODAL RAMOS

tros en torno a los macizos de Bielsa, Posets, Milla- Ordovícico


res, etc., transformando en corneanas -con an-
dalucita y, en algunos casos, cordierita- y már- Pizarras, cuarcitas y calizas (corresponden a los
moles las pizarras y calizas, respectivamente, al «esquistos, cuarzoesquistosos y calizas» de los
tiempo que da mayor rigidez al conjunto y obli- autores citados):
tera las texturas anteriores. Alternancias centimétricas -milimétricas en oca-
El plutonismo hercínico está representado por siones- a decimétricas de las litologías mencio-
diversas intrusiones de granitoides (predominante- nadas, con intercalaciones ocasionales más po-
mente granodioritas), de los cuales sólo el de Biel- tentes de tramos cuarcíticos muy duros. Color
sa pertenece al autóctono en que se ubican las mi- gris oscuro a negro, excepto algunos microlechos
neralizaciones. Con estas intrusiones se relacio- cuarcíticos blancos. La potencia visible es de unos
nan diques de pórfidos de composiciones interme- 200 m., excavados por el río Cinqueta.
dio-ácidas, los cuales son relativamente abundan-
De esta unidad se han estudiado al microscopio
tes en el área estudiada. Ocasionalmente se en-
algunas muestras de pizarras, cuarcitas, calizas y
cuentran también pegmatitas.
calco-esquistos. Las pizarras han perdido su ca-
El yacimiento consiste, según se ha expuesto, rácter textural pizarroso en gran parte y exhiben
en concentraciones irregulares en el seno del men- texturas corneánicas y mosqueadas muy marca-
cionado nivel ankerítico (<<roca filón»). Este forma das. La biastesis biotita-mica blanca-cuarzo es de-
parte de la serie de San Juan de Plan y está bida al metamorfismo de contacto. Como mine-
intercalado entre pizarras ampelíticas silúricas, in- rales accesorios aparecen turmalina de neoforma-
mediatamente debajo de la superficie de erosión ción, mineral de hierro, opacos (pirita y otros)
sobre la que se han depositado los sedimentos carbonatos y circón. Puede además hallarse albita
permotriásicos. La proximidad del plano de cabal- vetiforme como relleno hidrotermal. Los dos tipos
gamiento de la Unidad de los Millares da lugar de cuarcitas estudiadas son una cuarcita micácea
a despegues locales, milonitización y escamas tec- y una cuarcita carbonatada. La primera se halla
tónicas a diversas escalas, dificultando la observa- fuertemente recristalizada térmicamente, mientras
ción de las relaciones espaciales primitivas entre que en la segunda no se aprecian efectos de me-
las rocas citadas. tamorfismo de contacto.

Caliza blanca marmórea:


ESTRATIGRAFIA
Tramo de unos 250 m. constituido por caliza
El Paleozoico autóctono aparece representado masiva pura (con muy escasas intercalaciones pi-
por la serie de San Juan de Plan (aparte del con- zarrosas), marmorizada, de colores blancos o
junto de rocas ígneas asimilables a la granodio- claros.
rita de Bielsa y a su cortejo de diques). Se omite
Las muestras de esta unidad estudiadas corres-
toda descripción del Paleozoico Alóctono -Silúri-
ponden a mármoles bastante puros. Son rocas de
co y Devónico-, constituido por pizarras y calizas,
textura granoblástica fina o media, ligeramente
por su irrelevancia para el problema estudiado.
esquistosa, con calcita como constituyente princi-
La serie de San Juan de Plan está constituida pal único y accesorios de cuarzo, sericita, opaco
por un conjunto de rocas arcillosas, arenosas y cal- (sulfuros), mineral de hierro de oxidación del an-
cáreas -ordovícicas y silúricas, según Ríos y co- terior, rutilo y grafito.
laboradores, 1979- que han sufrido un metamor- Los cristales de calcita presentan macla polisin-
fismo regional de bajo grado. En zonas próximas tética siempre y sus bordes son irregulares. La re-
a la granodiorita de Bielsa -base del Ordovícico-, cristalización que muestran parece debida bási·
éste aparece enmascarado por los efectos de con- camente a metamorfismo de contacto; además
tacto de dicha intrusión. Las litologías que integran puede observarse una tendencia a las formas equi-
dicha serie son, de muro a techo: dimensionales. En cualquier caso se hallan elonga-

34
ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CO CENTRACIONES DE CO-( I-CU-FE) ... VI - 613

dos, no llegándose a perder el carácter esquistoso calcita y en algún caso ankerita, finogranulares.
de la roca. Esta silicificación a través de fisura en oca iones
se hace masiva y se extiende por toda la roca (fi-
Pueden mostrar signos de deformación, en ge-
gura 4), quedando láminas de sericita orientadas
neral muy moderada. Sólo en algún punto ai lado
incluidas en un mosaico de cuarzo prismático muy
se ha ob ervado una cataclasi que ha dado lugar
fino. Los componentes accesorios son: esfena, ma-
a una granulación importante. A menudo, en e te
teria carbonosa, rutilo, circón, turmalina, apatito
mosaico finogranoblá tico de calcita que con ti-
tuye la roca se encuentran grueso cristale de y mineral de hierro.
calcita vetiforme del mismo a pecto que la des-
crita, pero de cri talinidad muy superior. El cuar- Cuarcitas:
zo normalmente es tardío.
Sobre las alternancias pizarras-calizas que cons-
tituyen el techo de la unidad precedente, y bajo
Pizarras: las pizarras ampelíticas silúricas, aparece un tra-
Tramo de unos 400 m. de pizarras oscuras (ne- mo de unos 25 m. de cuarcitas blancas muy pu-
gras a gris oscuro), masivas, con nivelillos are- ras, con abundante inyección hidrotermal de cuar-
nosos blancos esporádicos. A muro, el contacto zo y ocasionalmente brechificadas. Este tramo
con las calizas marmóreas es un tránsito gradual constituye un nivel guía fácil de seguir desde el
a travé de intercalaciones de tramos decimétricos Pocet, donde queda cortado por el conjunto de fa-
de pizarras y mármoles. A techo, aumenta la fre- llas E-O que interrumpe la serie de San Juan de
cuencia de intercalaciones carbonatadas, raras en Plan hasta quedar oculto bajo el recubrimiento
el re to de la unidad. glaciar, al S de la labores mineras. Más al sur
todavía aparece reducido a lentejones de escasa
Desde el punto de vista petrográfico son, en potencia, con contactos tectónicos (p. ej., en Sau-
general, tipos limolíticos de textura pizarro a y blés). Está a veces inyectado por diques de cuarzo.
brechificados en distinto grado. Las partículas de
cuarzo, de tamaño limo, se hallan regularmente Se han observado intercalaciones carbonatadas
dispersas en una matriz sericítica, pudiendo apare- con restos de fósiles visibles al microscopio (fi-
gura 5), pero se carece de criterios estratigráficos
cer éstas en cantidades accesorias o como compo-
definitivos que puedan fijar con precisión su edad.
nente principal (20-40 por 100 de la roca).
Se han considerado como el techo del Ordovícico,
Presentan frecuentes vetas rellenas de cuarzo, puesto que las pizarras ampelíticas típicas del Si-

Figura 4.-Silicificación de una pizarra:


cuarzo en vetas y extendido
masivamente por toda la roca.
Productos arcillosos preservados entre
hiladas carbono as. Muestra
45-0 (pizarras ordovícicas). situada a
150 m. al O de la galería del Saublés',
cota 1.685 m. ( X, 45x).

35
VI - 614 R. CASTRO VIEJO BOLIBAR y T. ODAL RAMOS

figura S.-fantasmas de coralarios en


caliza dolomitizada a techo de las
cuarcitas del nivel guía. Muestra
50-5; cota 1.690 m.; 150 m. al NO de la
entrada principal de la mina
San Carlos (NII, 4Sx). Comp. figura 11.

]úrico están encima. Por otra parte, MEY (1967) Silúrico


cita, en la parte norte del área por él cartografiada,
Pizarras ampelíticas:
entre los cursos superiores de los ríos Baliera
y Noguera Ribagorzana, unas cuarcitas ordovíci- Se trata de un tramo de pizarras negras carbo-
cas situadas «inmediatamente bajo el Silúrico». nosas, muy plásticas, cuya potencia real no es
posible evaluar en el área estudiada, ya que están
Desde el punto de vi ta petrográfico, todas las afectadas por el cabalgamiento de la Unidad de
muestra pertenecientes a este nivel son muy ca· Los Millares y por diversas fallas inversas rela-
racterísticas y absolutamente similares entre sí. cionadas con aquél. Río y cols. (1982) la evalúan
Las diferencias fundamentales estriban simplemen- en poco más del centenar de metros en Gistaín.
te en los distintos grados de brechificación y ve· Aparecen como rocas muy friables, intensamen-
nulación que pre entan. Corresponden a una cuar- te tectonizadas, que manchan de negro por su
zarenita con escasas o nulas manife taciones de riqueza en materia carbonosa, sólo en ocasiones
recristalización metamórfica (cuarzareni ta ~ cuar- grafitizada. Petrográficamente son pizarras carbo-
cita). nosas, muy pobres en cuarzo detrítico, filito as.
Como componentes accesorios tienen: sulfuros, es-
Texturalmente son de granulometría fina-media fena, apatito y circón. Químicamente, se caracte-
y bastante homométricas. El constituyente esen- rizan -aparta de su pobreza en sílice y riqueza en
cial (má del 95 por 100 de la roca) es el cuarzo carbono, lógicas dada su composición petrográfi-
-granos elongados, orientados-, que muestra ca- por altos contenidos de alúmina, hierro y po-
fuertes efectos deforman tes. Los intersticios es- tasio (KLEINSMIEDE, 1960, en Ríos y cols., 1982),
tán ocupados por impurezas sericítico-arcillosas o que dan lugar a la aparición de eflorescencias blan-
cas y amarillentas en lugares húmedo.
carbonatos. Los minerales accesorios pesados, tales
como circón, apatito y rutilo, resultan casi acci- A muro de esta unidad se sitúan las cuarcitas
dentales. blancas ordovícicas del nivel guía; entre ambas
puede haber intercalaciones -decimétricas a mé-
Es relativamente frecuente la presencia de cuar- tricas- calcáreas, observadas sólo ocasionalmente
zo fi10niano -a veces acompañado de carbonato en el autóctono (en el alóctono no aflora el con-
(calcita, ankerita)-, en parte tardío (escasos sig- tacto de muro del Silúrico). A techo se sitúan las
nos de deformación). calizas y pizarras alternantes del Devónico, que

36
ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CONCENTRACIONES DE CO-(NI-CU-FE) ...

afloran solamente en el alóctono a causa del ca- TECTONICA


balgamiento.
Según puede verse en el esquema y en el c~.
Es de notar que en algunas labores se han en- geológico (figs. 2 y 6), la estructura del Paleozoic~
contrado niveles de cuarcitas micáceas (*), los autóctono consiste esencialmente en un anticlinal
cuales representan intercalaciones decimétricas a de eje aproximado N-S, hundiéndose hacia el sur.
métricas entre las pizarras ampelíticas y desde el Hacia el norte, la estructura aparece truncada por
punto de vista petrográfico se diferencian clara- una serie de fallas E-O.
mente de las cuarcitas blancas del nivel guía. La
composición mineralógica es de cuarzo y sericita El núcleo aflora a lo largo del cauce del río Cin-
como constituyentes principales; y la fracción pe- queta y está formado por las intercalaciones de
sada, de turmalina, apatito, opacos, rutilo, circón pizarras, cuarcitas y calizas ordovícicas descritas.
y mineral de hierro, cOJIlo accesorios en cantida- A techo, esta estructura aparece afectada por la
des relativamente elevadas. erosión permotriásica, que llegó a descubrir en
su flanco oriental hasta el Silúrico, quedando el
Ríos Y cols. (1979) mencionan unos bancos dis- conjunto (Paleozoico y Permotrías) cercenado por
continuos de 0,5-5 m. de caliza negra, con Ortho- el cabalgamiento de la Unidad alóctona de Los Mi-
ceras y Carniolas, que han observado en la parte llares.
alta del Silúrico, cerca del Devónico, y que aquí
no se han encontrado como tales en el autóctono, Un somero análisis (fig. 7a) permite observar
que, aparte del eje _ N-S del anticlinal, se es-
pero que podrían corresponder a algunos lenteja-
nes tectonizados y cuerpos tabulares (bandeados boza una dispersión secundaria de los polos de So
según un eje E-O. Sin entrar en el análisis deta-
tectónicamente) de calizas negras observados en la
llado de las fases de plegamiento, cabe apuntar
zona de la mina. Estos cuerpos, dada su estrecha
que dicha dispersión expresa probablemente la
relación espacial con el horizonte ankerítico mi-
interferencia de las fases 1 y 2 hercínicas. La pri-
neralizado, serán objeto, cuando se caracterice di-
mera sería responsable de la tendencia general de
cho horizonte, de una descripción detallada.
la estructura: anticlinal amplio, de eje N-S. La se-
gunda produciría un arqueamiento según ejes E-O,
Permotrias que aparte de la dispersión señalada se manifes-
taría por la aparición de pliegues menores de
Los sedimentos permotriásicos se han deposi- ejes E-O observados a nivel de afloramiento.
tado en discordancia sobre el zócalo erosionado;
afloran, en el área estudiada, únicamente en el Las direcciones dominantes de los diques son
autóctono y aparecen cabalgados por el Silúrico y E-O a N 130° E; cuando las inclinaciones son sua-
Devónico alóctonos. Están constituidos fundamen- ves, se produce una adaptación a los planos de
talmente por areniscas y limolitas rojas alternan- estratificación o de esquistosidad.
tes en bancos métricos a decamétricos. En las are- En cuanto al Paleozoico alóctono, predominan,
niscas -tamaño de grano fino a medio- es fre- en los planos de estratificación, orientaciones N
cuente la estratificación cruzada. 90 a 1300 E, con buzamientos tendidos al N, en
correspondencia con la estructura en pliegues si-
Las peculiaridades tectónicas del área estudiada
no permiten establecer con rigor la potencia de milares volcados al sur, propios de la fase 2, que
estos depósitos (según Ríos y cols., 1982, es de caracteriza a estas unidades.
200 m.). En la zona de la mina han sido pinzados Por lo que se refiere al ciclo alpino, ha de dis-
por el cabalgamiento, de forma que su contacto tinguirse, en el autóctono, el zócalo paleozoico de
con el autóctono es también de carácter mecánico. la cobertera triásica. Aquél reacciona con rigidez,
sin cambiar en lo esencial su estructura. De todas
(*) Esp~cialmente relacionados con la roca ankerítica. formas, es afectado por la tectónica de fractura,
Se trata de zonas próximas al cabalgamiento y además los muy intensa, que se manifiesta por dos tipos
contactos son tectónicos. Como ambas rocas, intercaladas de acciones principales: fracturas subverticales
en pizarras muy plásticas, son extremadamente duras, es
lógico suponer que su asociación espacial es una mera -esencialmente E-O- y fracturas subhorizonta-
consecuencia del arrastre resultante del cabalgamiento. les relacionadas con los cabalgamientos.

37 3-1
R. C.\STRO\IL/O 1l01.lllAR y T. NOIJA!. IU\\OS
ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CONCENTRACIONES DE CO-(NI-CU-FE)... VI - 617

N.
las que se observan encima de la galería del Sau-
N.
blés, donde la pizarra ordovícica cabalga sobre la
pizarra ampelítica silúrica.
o

Su origen ha de referirse a los empujes relacio-


. J
~
nados con el cabalgamiento de la Unidad de Los
;;"
~8 .+ Millares sobre el autóctono. Así se explicaría tam-
~
~
I.. bién la falla inversa que, con dirección aproximada
~
a
¿ a
.¡¡ ~ "8 ~
N 600 E Y buzamiento al sur, levanta una escama
.~. ."~
ª~g ~
~
.-::
~
de la granodiorita de Bielsa por encima del Trías,
O
ir

.. •
e
a
a
~ i al N del Barranco de San Martín.
.
o
~ §
~
i
~
Z
o: ~ ~
a
:¡¡ a b

~ !
a
....'" •"'o: .
a o
Por lo que respecta al Trías, puede decirse que
«
:>
....
o
i a
e
~
"
~

Do ~
u ñ: u el: u el: z "-
Figura 7.-Representación éstereográfica -proyecclOn en en general permanece solidario del zócalo, con pre-

[J~DIT1D++:
," I
falsilla de Schmidt, hemisferio inferior- de polos de pla- dominio de buzamientos suaves, sobre todo al N,
:i,!i¡ ," ~"l JI' I I I + ++
nos de estratificación en el Paleozoico autóctono de la serie
1 1
11 1 1
:'~ -~r""'" J,I, • siendo afectado durante el ciclo alpino por las mis-
'. 1 ,Ir:'
de San Juan de Plan. a) Representación de conjunto de
71 polos, medidos en todas las litologías de la serie. Isolí- mas fallas que afectan al Paleozoico autóctono.
neas de 0,7 por 100; 3,5 por 100; 5 por 100; 6,3 por 100
y 7,7 por 100. b) 6 polos representativos de la posición
El horizonte ankerítico mineralizado aflora, re-
de distintos bloques de roca ankeritica (So), ducido a lentejones, hacia el techo del flanco orien-
tal de la estructura, bajo la discordancia permo-
triásica (fig. 6). El reconocimiento detallado de
las labores existentes -yen especial de las gale-
Las primeras configuran los rasgos esenciales rías de la mina San Carlos- permite acceder a una
del área interrumpiendo la serie de San Juan de información más precisa sobre la geometría de
Plan hacia el N. Se ha de tener en cuenta que se dicho nivel. Este, frecuentemente fallado, es en ge-

--
I
trata de fallas pre-alpinas reactivadas, como lo
demuestra la evidencia -ya notada por MARTfNEZ,
1968- de su actuación con anterioridad a la ero-
sión permo-triásica: en efecto, al N de la falla
neral subhorizontal o buza suavemente al E, en
consonancia con la tendencia general de la estrati-
ficación de los materiales paleozoicos (Silúrico)
entre los que está intercalado. Sin embargo, a ni-
del Barranco de San Martín la erosión ha descu" vel local se observan fuertes variaciones (fig. 7b).
bierto el granito sobre el que reposan los sedi" Esta dispersión se ha interpretado en función de
mentas triásicos, mientras que al S de la misma los empujes hacia el sur relacionados con el ca-
.f
~ éstos se depositan sobre el Silúrico, habiendo que-
dado intacta la serie de San Juan de Plan y el
balgamiento mencionado (fig. 9), los cuales, al pro-
ducir fracturación en bloques del nivel ankerítico
y arrastre de éstos hacia el sur, darían lugar a una
t~
!
~
granitoide subyacente. Es decir, que durante el
Paleozoico esta serie de fallas ha jugado hundien- dispersión de los planos de estratificación parecida
§ ~

a la que se produciría por un plegamiento con


i do el bloque meridional y dejando al sur una
O

. I!
~
O

!
.~
. fosa preservada de la erosión, mientras que en eje E-O.
O
-'
.,
O
~
J!
~
1 tiempos post-triásicos ha rejugado en sentido con- Por ello se ha considerado el nivel ankerítico
:E J :
.! trario, de forma que el Trías desciende al norte,
prácticamente, hasta el nivel de la unidad infe-
como un nivel concordante con e integrante de
la serie de San Juan de Plan, aunque su geometría
"'

I I rior de la serie de San Juan de Plan. La obser-


vación detallada de estas fallas permite encontrar
evidencias de ambos movimientos relativos, cuyo
salto vertical resultante es de más de 350 m. en
original está alterada por la tectónica alpina. La
intensidad y frecuencia de estos trastornos es tal
que llegan a aparecer fragmentos o bloques super-
puestos, sin que sea posible discernir si se trata de
sentido normal. varios niveles estratigráficamente diferenciados o
de una imbricación tectónica favorecida por la
Las seg!-lndas, con carácter de fallas inversas,
elevada plasticidad de las pizarras ampelíticas, en
son especialmente frecuentes en las proximidades
las que aparecen incluidos (fig. 9c).
del cabalgamiento, en la zona de la mina (fig. 8)
Y en el alóctono, produciendo brechificación y des- Por otra parte. ha de notarse que la aparición
plazamientos del nivel mineralizado, así como des- de la brecha ankerítica no se reduce al citado
pegues e imbricaciones a diversas escalas, como nivel, cuya prolongación original -500 01.- hacia
38
39
VI-618 R. CASTROVIUJO BOLIBAR y T. NODAL RAMOS ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CONCENTRACIONES DE CO-(NI-CU-FE)... VI-619

l~YEr".DA

el sur, bajo el recubrimiento cuaternario, hasta cos mediogranulares, a menudo heterométricos y


D"·,,·m.., . el Saublés (indicio 38, fig. 2), parece plausible. Di- ligeramente cataclásticos.
cha roca aparece también en otros puntos, asocia-
~.,.,. da a litologías ordovícicas, fuera de las zonas defi-
La composición mineralógica es de plagioclasa,
cuarzo, biotita y feldespato potásico como cons-
nidas como de interés minero, en estrecha rela-
tCl,Jf''1'l'' tituyentes principales, y apatito, opaco y circón,
ción con las fracturas E-O (fig. 2).
accesorios. Los minerales secundarios, clorita, se-
D'''iO'''''' ricita, caleita y rutilo-esfena, sobre todo los pri-
- - - In'.,

meros, pueden alcanzar grandes proporciones. La


D , d:ld
METAMORFISMO plagioclasa es idiomórfica, está zonada, maclada y
parcialmente sericitizada. El cuarzo es el compo-
U"rl o

El metamorfismo regional es muy débil (grado nente de mayores dimensiones en los ejemplares
muy bajo a bajo) y sólo se manifiesta claramente más heterométricos. Se presenta en cristales xeno-
en las rocas pelíticas,' en las que da lugar a una mórficos que engloban los de plagioclasa y biotita,
paragénesis de sericita-cuarzo-( clorita). formados con anterioridad, y muestra fracturación
y extinciones ondulantes muy acentuadas. El fel-
El metamorfismo de contacto, superpuesto al
despato potásico -microclina- aparece en pe-
anterior, es de bajo grado (corneanas de albita-
queños cristales xenomórficos que a veces exhiben
N epidota). En el aspecto textural queda reflejado
macla en enrejado.
por la aparición de texturas mosqueadas (pizarras)
o corneánicas y granoblásticas (rocas cuarzosas y Todas las muestras han sido afectadas por una
l4 carbonatadas). La paragénesis de metamorfismo de alteración de tipo hidrotermal que consiste bási-
contacto en rocas pelíticas y cuarzosas compren- camente en una cloritización, a menudo total, de
de: cuarzo+mica blanca (sericita)±biotita±anda- la biotita y en una sericitización de la plagioclasa.
lucita (quiastolita). Esta última forma porfidoblas- A esta paragénesis hidrotermal se atribuye tamo
tos normalmente alterados a productos arcilloso- bién la formación de calcita, a partir tanto de pla-
micáceos. En las rocas caleáreas el metamorfismo gioclasa como del ferromagnesiano. La caleita sue-
de contacto se traduce en la recristalización de la le hallarse además segregada en las fracturillas.
calcita (caliza marmórea) y, localmente, en la apa-
Las rocas hipoabisales muestran composiciones
rición ocasional de paragénesis de skarn de ba-
intermedias y ácidas (dioritas y tonalitas), siendo
ja temperatura (tremolita-epidota-albita-feldespato
A F L ORAMIENTOS ZONA l _ 4 las primeras las más frecuentes. Se trata de rocas
:"¡ ·~N·' 133 a 135 y lob"r L- 4: potásico).
COiTE GENERAL N - S CON SECCIONfS DE DETAllE porfídicas con matriz microcristalina, microlítica
Finalmente, existen otros episodios posteriores o intersertal. Cuando la roca es de cristalinidad
dinamometamórficos (brechificación, ca t a clasis, menor, en algún caso se ha observado además una
Figura S.-Labores próximas a la mina San Carlos. Croquis con cartografía geológica Vistas de 1
1 b L4 .. . - "
t d d 1
a en ra a e a milonitización) ligados a la tectónica alpina. tendencia al carácter fluida!' A veces se aprecia una
a al' - (secclOn): general (en el centro) y detalles (arriba y abajo). Obsérvese la dirección de transport t t' . cataclasis muy leve o una brechificación.
( a lpInO
' ) h . . e el' OnICO
aCla el Sur, claramente marcada por la esquistosidad milonítica en pizarras ampelíticas.
Independientemente del carácter textural, y a pe-
MAGMATISMO sar de la intensa alteración que presentan, tenien-
do en cuenta su composición mineralógica, estas
El magmatismo del área está representado por rocas pueden dividirse en: pórfidos tonalíticos y
rocas plutónicas e hipoabisales. MALlVERNEY (1973) pórfidos dioríticos, según contengan o no fenocris-
Figura 9.-Comportamiento frágil de un cuerpo rígido de hace un estudio de dichas rocas aportando datos tales de cuarzo, respectivamente, y en variedades
forma tabular, englobado en un medio relativamente plás. acerca de su quimismo. biotíticas y variedades anfibólicas (con biotita es-
tico (no representado), respondiendo a una cizalla paralela casa o ausente), dependiendo de la naturaleza de
al plano de dicho cuerpo: croquis simplificado hipotético. El plutonismo corresponde a la granodiorita de
los minerales ferromagnesianos. Los tipos biotíti-
a) Estadio inicial: posición original del cuerpo tabular Bielsa, cuyo extremo suroriental aflora en el án-
cos están menos representados y pueden pasar in-
antes de la actuación del esfuerzo de cizalla y, debajo, gulo N de la zona. El episodio de la intrusión
proyección estereográfica de polos del mismo. b) Estadio sensiblemente a variedades leucocráticas donde el
podría situarse hacia el final del Westfaliense o
final: fragmentación en cuerpos menores, cuya envolvente ferromagnesiano llega, incluso, a estar ausente.
-como precisa MARTÍNEZ (1968)- ser más bien
idealizada se podría asimilar a una serie de pliegues cilín.
dricos de ejes perpendiculares a la dirección de cizalla'
post-Westfaliense. Las muestras estudiadas repre- En general, presentan numerosos fenocristales
'2 debajo: geometría resultante, en proyección estereográfica: sentan desde términos intermedios dioríticos hasta de marcado idiomorfismo y de tamaños diversos
1') Superposición de fragmentos «en escamas» por arrastre granitos, siendo granodiorita y tonalita los más (tendencias a las texturas porfídicas seriadas). En
tectónico. frecuentes. Texturalmente son tipos hipidiomórfi- primer lugar, en abundancia, aparecen los feno-

40 41
VI-620 R. CASTRO VIEJO BOLIBAR y T. ODAL RAMOS

cri tale de plagioclasa, y en egundo orden, los A veces la biotita puede estar ustituida por mica
de ferromagnesiano biotita y jo anfíbol o los de blanca. Lo carbonatos e hallan con frecuencia,
cuarzo, en el caso de lo tipos má sobresaturados. además, en fracturas o en etas junto con cuarzo.
La matriz contiene abundante plagioclasa y e ca o
Se ha e tudiado también una pegmatita que
ferromagne iano y cuarzo (intersticial).
pre enta las siguiente característica : textura sub-
Es preciso resaltar el papel que han jugado las idiomórfica con tendencia alotriomórfica, hetero-
oluciones hidro termales al afectar en alguna me- métrica y débilmente cataclástica. La composición
dida a toda las roca hipoabi ales. Aunque en mineralógica es de plagioclasa, felde pato potásico
ningún caso llega a perder e el carácter textural y cuarzo, como constituyente principale ,con muy
primario (fig. 10), la paragénesis original llega a escasos granate y micas: biotita -parcialmente
ser reemplazada por completo, a excepción de mi- cloritizada- y mica blanca ecundaria. Otros com-
nerales accesorios como apatito y circón o de lo ponentes accesorios on: esCena, opaco, apatito,
fenocristales de cuarzo que, lógicamente, perma- circón y -secundarios de plagiocla a- calcita y
necen e tables en la nueva paragénesis. trazas de clinozoisita.
Los cambios que globalmente se producen son
sericitización de la plagiocla a, cloritización de los
minerales ferromagnesianos y, con menor intensi- SIG IFICADO DE LAS FRACTURAS E-O.
dad, carbonatización de ambos. Todos estos cam- ca TROL TECTO ICO
bios se realizan 5eudomórficamente, de tal manera
que a vece se puede preservar ha ta el carácter La aparición de la brecha ankerítica está, en
zonado de los fenocristales de plagioclasa e incluso general, controlada estrechamente por las frac-
de lo de anfíbol. tura E-O (figs. 2 y 3). Intere a, pue , comprender
el origen de éstas y el papel que han jugado en
La paragénesi ortomagmática de plagiocla a
la génesi de dicha roca.
(má o menos cálcica) ± hornblenda + bioti ta e e
u tituida por una nueva, hidrotermal autometa- Por lo que respecta a la interpretación dinámi-
mórfica, de la siguiente composición: ericita+ ca de la fracturación, de un simple análisis geo-
+clorita+albita+carbonatos (calcita, dolomita- métrico e deduce que la serie de fracturas E-O
ankerita?)+rutilo (sagenita)+e fena+opacos (sul- relacionadas con la mineralización no puede atri-
furos)+ prehnita (rara). Sericita, albita y carbona- buir e al sistema de esfuerzo respon able de la
tos reemplazan a la plagioclasa y clorita; rutilo, fase principal de plegamiento a nivel regional (fa-
e fena y carbonatos lo hacen al ferro magnesiano. e 2). En efecto, dada la ori ntación E-O de los

Figura 10.-Hidrotermalizaci6n de un
pórfido diorítico anfib6lico: ericitizaci6n
de la plagioclasa y carbona tizaci6n del
anfíbol. Seudomorfos de plagiocla a:
cristales tabulares blanquecinos.
Fenocri tales prismático de anfíbol
ustituido por completo por .Iimonita
(negra) calcita (gris).
Muestra 107 bis, Bco. Pocet; cota
1.550 m. ( X, 45x).

42
ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CONCENTRACIONES DE CO-(NI-CU-FE)... VI - 621

pliegues de fase 2, habría de suponerse una com- efectos del ciclo alpino afectan también a las frac-
presión máxima perpendicular a esta dirección y turas hercínicas reactivándolas, de forma que és-
por tanto también a las fracturas mencionadas, tas rejuegan, a veces, truncando o limitando -me-
que serían así inhábiles para la creación de es- diante contactos tectónicos- los cuerpos minera-
pacio apto para el relleno. Por el contrario -y lizados.
aun prescindiendo de la mineralización-, se ob-
Por lo que respecta a la relación entre la frac-
serva que hay abundantes diques que intruyen
turación y la formación de la brecha ankerítica,
precisamente a favor de dichas fracturas, 10 que
salta a la vista el papel que dichas fallas pueden
supone, más bien, una dilatación N-S.
haber jugado como canales de aporte de disolu-
Por otra parte, dicha dirección de fractura trun- ciones hidrotermales, probablemente de origen
ca las estructuras paleozoicas existentes y dista de magmático, derivadas de la intrusión granodioríti-
coincidir con cualquier plano de debilidad, como ca como episodios póstumos. A fin de esclarecer
estratificación o esqufstosidad, que pudiese expli- estos procesos, se aborda a continuación un estu-
carla. dio detallado de dicha roca.
En un trabajo realizado en una zona relativa-
mente próxima (minas de Cierco, Bono, Huesca),
con condiciones tectónicas similares (intrusión gra- CARACTERIZACION DEL NIVEL
nodiorítica, esfuerzos de compresión N-S, fractu- MINERALIZADO
ras mineralizadas E-O), se concluyó que la crea-
ción de las fracturas y del espacio necesario pata Las mineralizaciones de Co-(Ni-Cu-Fe) aparecen
el relleno se debía al sistema de esfuerzos rela- en el seno de un nivel ankerítico bien caracterizado.
cionado con la intrusión del cuerpo granodiorítico Desde el punto de vista petrográfico, es idéntico
y con los empujes correspondientes (CASTROVIEJO a los indicios de brecha ankerítica situados fuera
y MORENO, 1983).
del área mineralizada (fig. 2, indicios 168-169, et-
cétera), pero sólo en este área aparece acompa-
Es lógico, pues, pensar que es el mismo meca- ñado de una caliza bandeada milonítica. Podría
nismo el que ha actuado en este caso. En efecto, pensarse, tal como se ha explicado -Estratigra-
la serie de diques que intruyen a favor de las frac- fía-, que esta caliza representa el equivalente,
turas E-O sugiere que el magma estaba todavía sometido a metamorfismo dinámico, del nivel de
en proceso de consolidación cuando se emplaza- caliza negra carbonosa, con Ortocerátidos y Car-
ron y que, por tanto, dichas fracturas fueron coe- niolas, que en otros lugares se cita intercalado en-
táneas de la intrusión. Por otra parte, la esquis- tre las pizarras, en la parte alta del Silúrico, lo
tosidad de falla que se observa en muchos de ellos que explicaría su ausencia en los indicios no rela-
corresponde al juego normal (hundimiento del cionados con dicho sistema.
bloque N) de dichas fallas, lo que implica que
el conjunto estaba ya consolidado al iniciarse el Roca ankerítíca
ciclo alpino.
La «roca filón» (brecha ankerítica) es una roca
Puesto que en realidad no se trata de fallas ais-
dura brechoide (a veces bandeada) de color blanco
ladas, sino más bien de amplias zonas de falla,
(vetas) y negro (clastos) en fresco, pardo limoní-
es lógico que, tal como se observa en la realidad,
tico por meteorización, compuesta esencialmente
se produzcan variaciones en la orientación (bu.
por ankerita. Puede tener mineralizaciones irre-
zamientos) de las fallas subordinadas y movimien-
gulares, ocasionales, de sulfuros, arseniuros y sul-
tos locales complementarios, normales o inversos,
foarseniuros de Co-(Ni-Cu-Fe). En este caso suele
entre éstas, sin que cambie la pauta general (E-O,
aparecer impregnada de eflorescencias rosadas
buzamientos acusados al N o verticales) de la
(eritrina) y más raramente verdes (annabergita)
fracturación, marcada por las fallas principales.
o verde-azuladas (malaquita-azurita) producidas
Existe, además, otra generación (alpina) de frac- por alteración supergénica de las citadas menas
turas E-O, representada por fallas más tendidas de Co, Ni y Cu, respectivamente. En conjunto,
(hasta subhorizontales), relacionadas con los ca- se trata de una roca brechificada, venulada, com-
balgamientos, que truncan todas las estructuras pletamente recristalizada y posteriormente tecto-
anteriores, incluidas las mineralizadas (fig. 8). Los nizada.

4'3
VI - 622 R. CASTROVIEJO BOLIBAR y T. ODAL RA 1:OS

De acuerdo con esta características, se han dis- la matriz de los clastos. Estos se componen, igual-
tinguido microscópicamente dos tipos fundamen- mente, de ankerita, aunque de menor cristalinidad
tale: el denominado como brecha ankerítica (el (fina normalmente) e idiomorfi mo y, además, con-
má común; contiene numero o fragmentos de tienen materia carbono a, ericita y cuarzo. Las
roca ankerítica carbonosa cementado por anke- caract rística de la ankerita, en todo los ca os
rita filoniana: fig. 11) Y el puramente hidrotermal e independientemente de su cristalinidad, son: ten-
(de relleno o de reemplazamiento, fig. 12), desig- dencia a las formas subeuh drales (rombohedra-
nado como ankerita filoniana, que representa un les), coloración parda bastante acentuada, maclas
ca o extremo mucho menos frecuente. poli intética escasas, signo de deformación (ex-
tinciones ondulantes y cataclasis en general).
La ankerita que ocupa las vetas aparece en cris-
tales límpidos de tamaño variable, pero en ge- El carácter textural de la brecha ankerítica está
neral de medio a grueso y siempre superior al de determinado por la importante venulación que

Figura 1I.-Brecha ankerítica:


fragmento residuale de roca micrítica
ankeritizada (color gris o curo)
englobado en ankerita hidrotermal
(masa cri talina y veta, color
gri claro). E ca o cuarzo (blanco) y
restos de materia orgánica (hiladas
negra ). Mue tra 504 (a 2 m. de la mue -
tra 50-S, fig. 5); cota 1.690 ID., 150 m. al
O de la entrada principal de la mina
San Carlos ( 11, 4sx).

Figura 12.-E. tructuras estilolítica


(residuos de materia carbonosa con
opaco asociados) en roca ankerítica.
Toda la ankerita que se observa en
la foto es hidrotermal. Muestra SC-4',
mina San Cario, 3.' planta ( 11, 4sx).

44
ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CONCENTRACIONES DE CO-(NI-CU-FE)•.• VI - 623

presenta, resultando, al microscopio, una roca he· En algunos puntos ha podido observarse calci-
terocristalina y heterogénea. Los efectos deforman- tización tardía de la ankerita. Esta sustitución
tes se traducen en una cataclasis sin orientación ankerita-calcita lleva consigo la formación de abun-
aparente asociada. La composición homogénea de dante goethita, que queda como inclusión en los
la roca y la competencia de la ankerita impiden cristales de calcita, proporcionando a la roca una
aquí la milonitización que, en contraste, se apre- ostensible coloración rojiza.
cia en las calizas bandeadas.
Es bastante común la presencia de cuarzo en eatiza bandeada
pequeñas cantidades. A excepción de escasos grao
nos detríticos de tamaño arena que pueden apa- Mesoscópicamente, la característica más desta·
recer en algunas ocasiones, en general el cuarzo cada de esta caliza -sólo excepcionalmente hay
está notablemente reqistalizado o bien es un cuar- algún nivel de dolomía pizarrosa- es su fino ban-
zo prismático que se halla ligado a la ankerita de deado milonítico. Su color es generalmente negro,
las vetas. Como accesorio no es raro encontrar aunque también se observan tonos claros, ocres
calcita, cuyos cristales ocupan posiciones intersti· y rosados. Se compone esencialmente de calcita
ciales respecto a los de ankerita. Otro accesorio, con ankerita -bandas, vetillas, ojos- ocasional
cuya presencia ha sido detectada sólo en las mues- y con impurezas carbonosas, pelíticas o areno-
tras mineralizadas, es la eritrina, mineral que se sas. Podría derivarse de una micrita o microes-
halla en pequeños agregados fibrosos-radiados, ci- parita, relativamente pura, que ha sufrido un me-
catrizando fisurillas. tamorfismo regional apenas perceptible frente al
manifiesto metamorfismo dinámico (mUonitiza-
Puntualmente pueden visualizarse reliquias de ción).
carbonato de tamaño micrita, englobadas en los
pequeños cristales de ankerita que forman la roca Es difícil definir con precisión la intensidad de
o en sus uniones. Se puede, pues, pensar en un la milonitización si se tiene en cuenta que la roca
proceso de ankeritización por el que, a través de de partida era ya microcristalina. Sin embargo,
una densa red de stockwerks, la roca carbonata- la mayor cristalinidad de la ankerita (cristales de
da original, supuestamente calcárea, tras haber tamaño medio) y su comportamiento tectónico
sufrido un proceso común de dolomitización -se· como material competente en relación con la cal-
guramente se trataba ya de una roca dolomi- cita (fig. 13) hacen que resulte muy llamativo el
crítica- se ve reemplazada en su práctica totali- proceso, ya manifiesto a escalas mesoscópica y de
dad, siendo sustituida la dolomita por ankerita. detalle. Los cristales de ankerita quedan a modo de
Así, por ejemplo, un demuestre detallado efectua- ojos, lentejones o budines orientados envueltos
do en el indicio 50 (fig. 3) documenta la tran- en una matriz de calcita microcristalina orientada
sición desde una caliza biogénica dolomitizada del mismo modo.
(figura 5) hasta la típica brecha ankerítica (figu-
Se pueden distinguir, al menos, tres tipos de
ra 11). A este respecto ha de notarse que en la
calcita perfectamente diferenciados que represen-
caliza bandeada milonítica se encuentra también
tan sendas generaciones de dicho mineral. El pri-
evidencia de este proceso. Así", en lentejones de
mero corresponde a la calcita microcristalina, que
dicha roca observados en la Mina San Carlos se
compone la gran masa de la roca. El segundo, a
ha podido constatar la dolomitización (?) Y la an-
una calcita cristalina en vetas que aparece en cris-
keritización parcial de una caliza micrítica fosi-
tales mediogranulares, sola o con ankerita, cuarzo
lífera.
y sulfuros (más raramente). Esta calcita se en-
Las impurezas pelíticas (sericita) y carbonosas cuentra con maclado lamelar y polisintético y
quedan como relictos, ocupando las porciones in- muestra fuertes efectos deformantes que se po-
tercrista!inas que les deja la ankerita al crecer. A nen de relieve por fracturaciones, flexionamientos
menudo 'también se hallan en forma de hiladas irre- del plano de macla, extinciones ondulantes, ma-
gulares o, asimismo, en superficies estilolíticas clas de deformación y, sobre todo, por una granu-
como residuos sin disolver (fig. 12). Las menas de lación que comienza siendo marginal, pero que
Co-(Ni-Cu·Fe) pueden aparecer espacialmente li- puede acabar afectando al cristal casi por com-
gadas a estas estructuras. pleto. Este segundo tipo resulta, al microscopio,

45
VI - 624 R. CASTRO VIEJO BOLIBAR y T. NODAL RAMOS

Figura B.-Veta d ankerita deformada


en caliza veteada milonítiea. La
orien taeión milonitica es paralela
a la máxima longitud de la foto.
Muestra U-03, galería U ( 11, 45 x).

el mejor guía para conocer la magnitud de la para el relleno filoniano. Su origen parece relacio-
deformación. nado, más bien, con los efectos tectónicos de em-
puje de la intrusión granodiorítica del Cinqueta (o
Por último, el tercer tipo ól0 está presente en
de Bielsa) hacia el fin del Westfaliense.
contadas ocasiones y corresponde a una calcita
también vetiforme, pero que no ha sufrido los mis- Las disoluciones hidrotermales responsables de
mos efectos tectónicos que la del tipo an terior. la ankeritización y de las numerosas alteraciones
observadas en las rocas magmáticas se atribuyen,
igualmente, a fases póstumas relacionadas con di-
cha intrusión.
CONCLUSIONES
Las características físicas y mecamcas (imper-
Las mineralizaciones estudiada aparecen en es-
meabilidad, pla ticidad) de las pizarras ampelíticas
trecha relación espacial con una roca característica
silúricas y la existencia en su seno de niveles
«<brecha ankerítica») cuyo origen es metasomático
carbona tados (calizas dolomi tizadas ) intercalados
y cuya distribución espacial, restringida al ámbito
del Paleozoico autóctono exclusivamente, obedece explican la intensificación de los procesos metaso-
a un estrecho control tectónico (fracturas mayores máticos precisamente en estos niveles, dando lu-
E-O, subverticale ). gar a los cuerpos estratiformes de roca ankerítica,
que son los más desarrollados e importantes.
En las zonas de mayor desarrollo de dicha roca
ésta adquiere una morfología estratoide, extendién- El movimieIlJo de las citadas fracturas durante
dose, a partir de las fracturas mencionadas, en el ciclo hercínico, elevando el bloque norte, ha
cuerpo tabulares más o meno subhorizontales, dado lugar al desmantelamiento de los posibles
cosa que sólo ocurre en el seno del Sistema Silú- nivele de roca ankerítica, potencialmente minera-
rico (pizarras ampelítica ). Cuando la roca anke- lizados, en dicho bloque a causa de la erosión pre-
rítica está asociada a rocas ordovícicas forma ma- triásica. Su posterior rejuego, en sentido contrario,
sas irregulare di puestas casi siempre a lo largo durante el ciclo alpino ha dado lugar a la confi-
de dicha fracturas. guración actual, tra tornada luego, en la zona de
la mina San Carlos, por efecto del cabalgamiento
El carácter de las fracturas citadas, que han ac- de la unidad de Los Millares.
tuado como importantes fallas en, al menos, dos
ocasiones bien diferenciadas (tiempo pre y post- Por lo que respecta al origen de las concen-
triásicos), no se asimila al de fracturas ten io- traciones de Co-(Ni-Cu-Fe), estrechamente a ocia-
nales (ac) de la fase principal hercínica, propicias das a la brecha ankerítica, es de notar que dichas

46
ESTUDIO GEOLOGICO DE LAS CONCENTRACIONES DE CO-(NI-CU-FE)... VI - 625

concentraciones sólo se presentan cuando la bre- naciones mineralógicas por Difracción de Rayos X,
cha ankerítica se encuentra intercalada entre las respectivamente.
pizarras ampelíticas. Existe, pues, un control lito-
estratigráfico de los procesos de concentración de
dichos metales por el Sistema Silúrico, además del
control tectónico mencionado.
BIBLIOGRAFIA
Las características señaladas hacen presumir
BAUMANN, L., Y TISCHENDORF, G.: Einführung in die Meta-
que la génesis de las mineralizaciones de Co-(Ni- llogeniejMinerogenie. VEB, Leipzig, 460 pp. (1976).
Cu-Fe) se debe a la convergencia de agentes -o
factores minerogenéticos, en el sentido de BAU- CASTROVIEJO, R.: Mineralogía y Génesis de las concentra-
ciones metálicas de Co-(Ni-Cu) de la Mina de San Juan
MANN y TISCHENDORFF, 1976- magmáticos (respon-
de Plan (Valle de Gistaín), en el Pirineo de Huesca. Bol.
sables de las emanaciones hidrotermales, de la ac- Geol. y Minero (1985), en prensa.
tivación térmica y del metamorfismo de contacto),
factores tectónicos (control por fracturas E-O) y CASTROVIEJO, R., Y MORENO, F.: Estructura .v Metalogenia
del Campo Filoniano de Cierco (Pb-Zn-Ag) en el Pirineo
particularidades litológicas del Sistema Silúrico.
de Lérida. Bol. Geol. y Minero, t. XCIV-IV, pp. 291-320
Si bien el estudio detallado de las minerali- (1983).
zaciones citadas y la interpretación de estos fac- DALLONI, M.: Etude géologique des Pyrénées de l'Aragon.
tores desde un punto de vista metalogenético son Ann. Fac. Sc. Marseille, vol. XIX, 436 pp. (1910).
el objeto de un próximo trabajo (CASTROVIEJO, GRO EN, C.: The geology of the Cinqueta region, Spanish
1985, en prensa), la asociación exclusiva de dichas Pyrenees, province of Huesca. Tesis doctoral Utrecht,
menas con las pizarras ampelíticas induce a la sos- 114 pp. (1978).
pecha dé que en éstas puede hallarse la fuente MALIVERNEY, C.: Géologie et métallogénie du gite de cobalt
de los metales concentrados en el nivel ankerítico. de Gistain dans les pyrénées espagnoles. Bul! BRGM,
Para valorar debidamente y precisar esta interpre- sect. 11, núm. 6, pp. 433-448 (1973).
tación previa es necesario, evidentemente, el con- MALLADA, L.: Descripción física y geológica de la provincia
trastarla críticamente con todos los datos geoló- de Ruesca. Mem. Como Mapa Geol. de España, tomo VI,
gicos del yacimiento en su conjunto y, en particu- Madrid, 439 pp. (1878).
lar, con los derivados del estudio mineralógico- MARTÍNEz, CL.: Etude structurale de la région de la Cin-
textural y de la caracterización paragenética del queta (Substratum de la nappe de Gavarnie), Pyrénées,
yacimiento, tarea que se aborda en el trabajo Centrales (Espagne). These 3mc cyde, Montpellier, 107 pá-
citado. ginas (1968).
MEY, P. H. W.: The geology of the upper Ribagorzana and
Baliera valleys, Central Pyrenees, Spain. Leidse Geol. Me-
dedo 41, pp. 153-220 (1967).
AGRADECIMIENTOS Ríos, L. M.; BELTRÁN', F. J.; LANAJA, J. M., Y MARÍN, F. J.;
Los autores agradecen al Instituto Nacional de Contribución a la geología de la zona axial pirenaica,
valles del Cinca y Esera, provincia de Huesca. Libro ho-
Industria y a la E. N. ADARO las facilidades da- menaje al Prof. Solé Sabaris, Acta Geológica Hispana,
das para la realización de este trabajo y la au- tomo 14, pp. 271-279 (1979).
torización para publicarlo. Agradecen, asimismo,
Ríos, L. M.; UNAJA, J. M.; Ríos MITCHELL, J. M., Y MA-
a sus compañeros A. Lago y C. Vaquero su va- RfN, F. J.: Hoja 179 (Bielsa) y Memoria. Mapa Geológico
liosa colaboración en las fases iniciales de la in- de España, 1:50.000 (MAGNA, 2.' serie). I. G. M. E. (Ma-
vestigación y la realización de diversas determi- drid) (1982).
Recibido: Marzo de 1985

47

View publication stats

S-ar putea să vă placă și