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CLASE DEL 21 DE MARZO DE 1979 279 orientada hacia el mercado y una sociedad tal que los efectos de valor, los efectos de existencia generados por el mercado sean compensados. Es lo que decia Riistow en el coloquio Walter Lippmann del que les hablé hace algun tiempo:* “La economia del cuerpo social organizado segtin las reglas de la economia de mercado: eso es lo que hay que hacer; sin embargo, no por ello ¢s menos cierto que también deben satisfacerse nuevas y crecientes necesida- des de integracién”.> Eso es la Vitalpolitik. Un poco antes; Répke decia lo siguiente: “La competencia es un principio de orden en el dominio de fa eco- nomfa de mercado, pero no un principio sobre el cual sea posible levantar la sociedad entera. Moral y socioldgicamente, Ja competencia ¢s un principio més disolvente que unificador”. Es necesario entonces, a la vez que se establece una politica tal que la competencia pueda actuar en términos econdmicos, orga- nizas “un marco polftico y moral”, dice Répke;§ jun marco politico y moral que conlleve qué? En primer lugar, ut Estado capaz de mantenerse por encima de los distintos grupos rivales y de las diferentes empresas que compiten entre st. Ese marco politico y moral debe asegurar “una comunidad no desintegrada” ¥: por tkimo, garantzar una cooperacién ent los hombres “naturalmente artaigados y socialmente integrados”.” 4 Véase supnt, clases del 14 y el 21 de febrero de 1979, : > Alexander Ristow, intervencién en Compre rendu des séances du callogue Walter Lippmann (26-30 avite 1938), Travaux du Centee international d’éeudes pour la rénovation de libéra- lisme, prefacio de Louis Rougier, Paris, Librairie de Médicis, 1939, p. 83: “Si, en intends de la productividad éptima de la colectividad y la independencia méxima del indi Ja economia de ese cuerpo social de acuerdo con las teglas dea economia de mercado, restasatis- facer nuovas y erecientes necesidades de integraci6n’, © Wilhelm Rapke, La Crise de notre temps, wad. de H. Faesi y Ch. Reichard, Neuchatel, Ed. de La Baconniére, 1945, segunda parce, cap. 2, p. 236: “no pidamos a la competencia nds de lo que puede dat, Se trata de wn principio de orden y de direceién en el mbito espe- cifico de la economia de mercado y la divisi6n del trabajo, no de un principie sobre el cual sea posible levancar la sociedad entera, Moral y sociolégicamence es un principio peligroso, més disolvente que unificador. Si la comperencia no debe acruar como un explosivo social ni degenerar al mismo tiempo, presupone un encuadramiento tanto mis fuerte al margen de la economia, un mazco politico y moral tanto mis sélido”, 7 Ibid: “un Estado Fuerte, que impere muy por encima de los grupos hambrientos de inte- sds, una moral econSmiica muy elevada, Una comunidad no desintegrada de hombres dispues- cos a la cooperacién, naturalmente arraigados y socialmente integrados". luo, se organiza

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