La gracia de Dios

Pablo menciona varias veces “mi evangelio”. ¿Qué quiere

decir con esto?
Romanos 16:25-26

” Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo según

la manifestación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos pero
que ha sido manifestado ahora y que por las Escrituras de los profetas según el
mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que
obedezcan a la fe”.

Gálatas 2:1-2

“Después pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé llevando
también conmigo a Tito. Pero subí según una revelación y para no correr ni haber
corrido en vano expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que
predico entre los gentiles”.

Obviamente Pablo está diciendo algo a lo que debemos prestarle atención. Dice que él
predica “mi evangelio” lo que debe significar que hay una diferencia del que
predicaban los doce en Jerusalén. No es que predicara el mismo evangelio a un grupo
diferente sino que habla de un evangelio diferente. ¿Habían oído esto alguna vez?
Seguro que no. ¿Por qué la mayoría de los teólogos no mencionan esto?

Resulta que el Nuevo Testamento tiene mucho más que decir sobre esto. Hay otros
pasajes que mencionan este evangelio de Pablo y también el evangelio que los doce
apóstoles predicaron en Pentecostés al pueblo judío.

2Timoteo 2:8-9

“Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos

conforme a mí evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de
malhechor; más la Palabra de Dios no está presa”.

Pablo tuvo muchos problemas con los judíos porque él enseñaba el evangelio de la
gracia y salvación por la fe en la muerte y resurrección de Cristo. Los doce predicaban
el evangelio del reino y solo predicaban a los judíos. Si alguno no era judío de
nacimiento y quería ser parte de ellos, tenian que ser circuncidados para poder ser
parte del reino. Pablo NO predicaba el evangelio DEL REINO sino EL DE LA
GRACIA y el único requerimiento era la fe en Jesucristo.

Hay una gran diferencia entre los dos programas y es por eso que muchos interpretan
pasajes de la Biblia que solo van dirigidos a los judíos como si fueran para nosotros
los gentiles, lo cual provoca confusión, división y numerosas denominaciones.