Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
VINO
El vino es un líquido que se obtiene por fermentación espontánea del jugo de uva fresca, es
espontánea porque en la misma uva se encuentra siempre depositado el sacchoromyces cerevisie.
El mosto o jugo de uva es un líquido que contiene de 70 a 80% de agua; el 20% restante está
constituido por glucosa, tartrato ácido de potasio (cremor tártaro), taninos, sustancias colorantes,
sustancias minerales, etc. La fermentación alcohólica corresponde a la reacción química efectuada
por las levaduras, en que el azúcar presente en la uva es transformado en alcohol, liberándose
dióxido de carbono y energía en forma de calor [1].
El vino es una bebida natural ya que no lleva aditivos ni conservantes y además el “zumo” de la
uva fermenta por sí solo (sin “química” añadida) Para obtener una buena cosecha es fundamental
que las cepas se planten en tierras arcillosas y calizas, y aunque eso o no garantiza la calidad,
sienta las bases para obtenerla. Ese tipo de tierras permite que en el subsuelo se forme una especie
de filtro o membrana que cuando llega la madurez retiene parcialmente al agua de lluvia
impidiendo que el viñedo la absorba [2].
La cepa o vid
La riqueza del suelo
El clima
El zumo de la uva se convierte en vino con el proceso espontáneo de la fermentación; esta consiste
en una reacción química que por el efecto de las levaduras (microorganismos que conviven en la
piel del fruto) convierte los azúcares en alcohol (etílico) y anhídrido carbónico. Las levaduras en
condiciones normales, actúan hasta que todo o parte del azúcar se convierte en alcohol y hasta
que el nivel de éste alcanza alrededor del 15% del volumen. Así, entre el 7 % y el 25 % de la
composición de un vino es alcohol, porcentaje que en los vinos de mesa suele oscilar entre el 10,5
% y el 13,5 % [2].
La temperatura, en especial la temperatura de fermentación, es una variable importante. La
mayoría de los vinos blancos se fermentan hoy en frío empleando algún tipo de refrigeración para
preservar su frescura y su aroma. Los vinos tintos, por el contrario, se hacen fermentar a
temperaturas más elevadas, a menudo a la temperatura ambiente de la época de la vendimia. Se
cree que las temperaturas óptimas de fermentación se encuentran entre los 9 y los 18 °C en el caso
de los vinos blancos, y entre los 20 y los 30 °C en el de los tintos. La refrigeración se usa también
para estabilizar los vinos antes del embotellado [3].
Durante la elaboración del vino se desarrollan múltiples procesos físicos, químicos y microbianos,
además en todo momento existe el peligro de que el vino resulte alterado o no apto para el
consumo. Estos cambios perjudiciales reciben el nombre de imperfecciones, defectos o
enfermedades, de acuerdo con su origen. Gracias al análisis y control del vino, y a las Nuevas
Tecnologías Enológicas, ahora más que nunca el maestro bodeguero y el técnico de laboratorio,
tienen mejores herramientas para tratar de solventar estas dificultades que se plantean en enl
mundo de la enología [5].
Determinación de grado alcohólico en vinos: Cuando hablamos del alcohol nos referimos al
alcohol etílico o etanol. La presencia de alcohol en una bebida es el aspecto diferencial, por ello
hablamos de bebidas alcohólicas. El mosto o zumo de uva contiene cantidades variables de
azúcares. La uva contiene entre un 15 a un 25% de glucosa y fructosa. En las uvas maduras estos
azúcares se encuentran casi en la misma proporción, aunque siempre hay un poco más de fructosa
que de glucosa, siendo la relación glucosa/fructosa aproximadamente de 0,95.
Determinación de anhídrido sulfuroso en vinos: El SO2 y los sulfitos han sido ampliamente
utilizados a lo largo de la historia debido a sus múltiples funciones. Pueden encontrarse en bebidas
y alimentos, empleándose como aditivos alimentarios de acción conservadora y antioxidante. Su
mecanismo de acción es la inhibición del deterioro provocado por:
En España, el uso del dióxido de azufre y los sulfitos. Las dosis máximas permitidas dependen
del alimento y oscila entre los 10 y los 2000 mg/kg de SO2. En los vinos: La Unión Europea
(Reglamento Comunidad Europea nº 1493/1999 y 1622/2000) establece los límites del contenido
total de SO2.
Almacenamiento y transporte:
Humedad relativa: 60 – 70 %
Temperatura: 15 – 20 ºC. Se recomienda no superar los 16°C para resguardar la calidad
del vino.
Lugar: limpio, cerrado, con luminosidad tenue y sin olores fuertes ni extraños [6].
Requisitos del vino NTE INEN 0372:
0
Grado alcohólico a GL 8 23 INEN 360
o
20 C