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Cuando el niño es pequeño tiene la capacidad de habituarse a los olores, ya sean buenos o malos,
por eso son capaces de estar en un habitáculo con mal olor o
acercarse a la nariz cualquier cosa pestilente, simplemente
están reconociendo, aprendiendo. Según van creciendo las
respuestas hacia los olores se van haciendo más calculadas
puesto que sabe discernir entre un buen y un mal olor.
(Fernandez, 2018)
El sentido del olfato es uno de los sentidos menos trabajados en la educación formal y con más
potencia a la hora de potenciar la memoria, la concentración y el espíritu creativo, algo que debería
mejorar para enriquecer la formación de los niños en cuanto a la adquisición de recursos a través
de sus propios sentidos. (Iruela, 2015)
Es bueno que los niños sean capaces de aprender a usar sus sentidos y
tener control sobre su cuerpo y percepción. Así entrenan su atención,
concentración y percepción.
Uno de ellos es que los padres los añadan a los comentarios cuando
van por el parque. Además de preguntar a los niños sobre lo que ven y lo que oyen, se les puede
preguntar qué es lo que huelen. Pedirles que describan los olores de la hierba, las hojas o los
coches. Hay que tener en cuenta que cuando los niños son muy pequeños no distinguen entre olores
buenos y malos, es cuando crecen que aprenden a hacer esa distinción.
Otro método puede ser que mientras cocinan, los padres pueden darles
a los niños hierbas y condimentos para que huelan y mordisqueen
(mientras no sean picantes). Cuando el niño la huela, los padres pueden
describir la hierba y así los niños aprenderán a diferenciar por el olor
hierbas que se parecen visualmente.
Un tercer método es hacer un juego de memoria con olores en trozos de algodón. Pueden ser
olores de perfumes, jabones o aceites esenciales. El niño huele un algodón con un olor y debe
encontrar la pareja en una selección de algodones. Solo hay que vigilar que no se metan las bolas
en la boca. (EL MUNDO, 2018)
A demás es a través del olfato como se crean sus primeras emociones y esto es debido a que el
olfato está localizado en el cerebro en el área de las emociones, la motivación o la memoria, por
eso incluso siendo adultos, hay personas que tienen muchos recuerdos basados en experiencias
olfativas. A quien no le ha pasado tener completamente olvidado
un recuerdo y que parezca que fue ayer cuando llega a nuestra
nariz un olor que asociamos con ese momento. Esto también
pasa con los demás sentidos, pero no del modo en como lo hace
el olfato.
JUEGOS
Vendar los ojos de los niños para que pueda reconocer los olores, quizás a la primera resulte
complicado puesto que quizás no los conoce, pero seguro que, a la tercera, como mucho, va la
vencida, y te pide nuevos olores para seguir experimentando.
Bibliografía
EL MUNDO. (2018). Sapos y princesas. Obtenido de
https://saposyprincesas.elmundo.es/maternidad/bebe/sentido-del-olfato-nino/
Fernandez, D. (06 de abril de 2018). Guiainfantil. Obtenido de
https://www.guiainfantil.com/articulos/bebes/desarrollo/el-sentido-del-olfato-en-los-
bebes/
Guia Infaltil. (06 de abril de 2018). guiainfantil.com. Obtenido de
https://www.guiainfantil.com/articulos/bebes/desarrollo/el-sentido-del-olfato-en-los-
bebes/
Iruela, S. (29 de Abril de 2015). Vive Saludable. Obtenido de
https://www.vivesaludable.es/2015/04/29/beneficios-de-educar-el-olfato-desde-
ninos/21399
Ordónez, T. V. (s.f.). Desarrollo Integral del Niño. En Estimulación Temprana (pág. 21).
Toche, N. (01 de enero de 2017). EL ECONOMISTA. Obtenido de
https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/El-olfato-guia-para-que-ninos-tomen-
decisiones-20170101-0016.html