Sunteți pe pagina 1din 176

antropofagia

——————
arte
brasileño
en la
colección
fadel
——————
y modernidad
Antropofagia y modernidad
Arte brasileño en la Colección Fadel

Museo Nacional de Arte, México


8 de junio - 28 de agosto, 2016
Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires
24 de noviembre, 2016 - 21 de febrero, 2017

malba
presentaciones
7 — 15

antropofagia y modernidad
por victoria giraudo
17 — 31

voluntad constructiva
en el arte brasileño
por paulo herkenhoff
33 — 39

selección de obras
41 — 128

english texts
129 — 144

obras en exposición
147 — 165
presentaciones
———
museo de arte latinoamericano
de buenos aires

La Colección Fadel, con más de 3.000 obras, es una de las colecciones de arte


brasileño más completas del mundo. Sus obras abarcan desde el barroco colonial
a nuestros días y la calidad de sus piezas es superlativa. Sin lugar a dudas, es
una colección de referencia obligada para el estudio de la historia del arte y la
cultura del Brasil. Si bien se trata de un acervo privado, Sérgio y Hecilda Fadel,
junto a sus hijos, sienten la responsabilidad de divulgar y preservar este patrimonio.
Mantienen un estrecho vínculo con el Museo de Arte de Rio (MAR), desde su
fundación en 2012, a través de su director, Paulo Herkenhoff, quien fue durante
más de una década curador de la Colección Fadel.

Conocí personalmente a Sérgio Fadel hace varios años a través de Ricardo Esteves,


también coleccionista y experto en arte latinoamericano que me asesoró en la
formación de la colección fundacional de MALBA. A su vez, los Fadel confiaban en
el asesoramiento de su amigo Jean Boghici, importante coleccionista y marchand
carioca, con quien también compartimos entonces nuestra pasión por el arte
brasileño moderno.

La posibilidad de mostrar esta importante colección surgió en 2012, a partir


del acercamiento de Marta Fadel (hija de Sérgio y Hecilda) a MALBA a través
de Beatriz Milhazes, amiga de ambos, durante la exposición de la artista carioca
realizada ese año en el museo. Por diversas razones, la muestra de la colección
Fadel se pospuso, pero felizmente se retomó el año pasado gracias a Ricardo Esteves. 

Una selección de la colección Fadel curada por Paulo Herkenhoff, en torno a


la “voluntad constructiva”, fue exhibida en los museos más importantes del Brasil.
La exposición que veremos en MALBA, curada por Victoria Giraudo, Coordinadora
Ejecutiva de Curaduría del museo, con el asesoramiento de Paulo y los consejos
de Ricardo, será un recorrido más amplio del arte brasileño moderno que llega
hasta las primeras manifestaciones del arte pos-moderno de los 60 y 70. Además,
teniendo en cuenta que la colección de MALBA es de arte latinoamericano,
y que Brasil es el segundo país mejor representado, nos interesa fomentar la
articulación y el diálogo entre las dos colecciones. Las obras de Fadel enriquecerán
la visión que tenemos del Brasil y las de MALBA servirán de contexto regional. A la
vez, será una ocasión única para ver reunidas nuevamente obras de artistas como
Tarsila do Amaral, Maria Martins, Di Cavalcanti, Cândido Portinari, Cícero Dias,
Lygia Clark, Hélio Oiticica, Wanda Pimentel y Antonio Dias, entre otros que en
algún momento convivieron.

Estamos muy contentos y agradecidos de poder mostrar esta importante colección


al público de Buenos Aires. También de lograr su presentación en el Museo
Nacional de Arte de México (MUNAL), dirigido por Agustín Arteaga, quien a su
vez fuera el primer director de MALBA. A todos nos une la vocación social de
mostrar lo mejor de nuestro arte. 

Eduardo F. Costantini
Presidente - Fundación Costantini

9
colección fadel
río de janeiro

La Colección Fadel se inició a mediados de la década de 1960, con obras


figurativas y realistas del siglo XIX, de tema brasileño. A comienzos de la década
siguiente, se consolidó con la adquisición de una pintura de gran tamaño del
pintor y profesor alemán George Grimm, entusiasta de la pintura de paisaje fuera
del atelier y en contacto directo con la naturaleza. Este profesor se radicó en Brasil
y asumió la enseñanza de esa técnica en lo que entonces era la Academia Imperial
de Bellas Artes, la primera escuela de enseñanza de arte del Brasil, creada por el
Emperador Joâo VI en 1831, en Río de Janeiro, capital del país en aquel momento.

Grimm reunía a sus alumnos y los llevaba a pintar paisajes al aire libre. De este
modo se conformó el llamado Grupo Grimm, que consistió en un núcleo de pintores
paisajistas que documentaron Río de Janeiro y sus alrededores, en especial la ciudad
vecina de Niteroi, que integra la región metropolitana de Río.

Esto sucedía en la década de 1880, al mismo tiempo que en Europa se destacaban


especialmente los artistas franceses del impresionismo, como Monet, Renoir y Pisarro.

Algunas obras fundamentales, precursoras del modernismo brasilero, fueron


incorporadas a la colección, como las dos pinturas en círculos de Belmiro de
Almeida (Maternidade, de 1908, y Figura feminina, de 1921), realizadas justo antes
de la Semana de Arte Moderna de 1922, marco inicial del modernismo en el Brasil.

A partir de entonces, paulatinamente pasaron a integrar la colección otras


obras fundamentales del arte moderno del Brasil, no sólo de artistas que habían
participado de la Semana de 1922, como Di Cavalcanti, Vicente do Rego
Monteiro, Anita Malfatti y Victor Brecheret, sino también de los artistas de la
generación modernista que siguió a la de la Semana, entre los cuales figuran
Tarsila do Amaral, John Graz y Menotti Del Picchia.

Quedaba así conformado el núcleo central de la colección, que poco después


se completó con obras de Portinari, Pancetti, Guignard, Dacoste y Flávio de
Carvalho, entre otros.

Otro conjunto importante de obras es el que formaron los artistas del denominado
Grupo Ruptura de San Pablo, pioneros del movimiento concreto: Waldemar
Cordeiro, Luiz Sacilotto, Maurício Nogueira Lima, Geraldo de Barros y Antônio Maluf;
y, en Río de Janeiro, Ivan Serpa, Aluísio Carvão, Lygia Clark y Hélio Oiticica, los dos
últimos considerados las mayores figuras del movimiento neoconcreto, que tuvo
como ideólogo y autor de su manifiesto al poeta y crítico de arte Ferreira Gullar.

Al grupo de artistas que se dedicaron al arte constructivo se unieron otras obras


de abstractos informales como Antônio Bandeira, Flávio Shiró, Iberê Camargo y la
escultora Maria Martins.

La colección ha sido exhibida con gran éxito en la exposición inaugural del MAR
(Museu de Arte do Rio), en el MAM (Museu de Arte Moderna de São Paulo), en el
Museu Nacional de Brasília y en el Centro Cultural La Moneda, en Santiago de Chile.

10
Ahora podrá ser vista también en el Museo Nacional de Arte de México, y en MALBA
(Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires), gracias a la generosa invitación
de Eduardo Costantini, importante colecionista de arte latinoamericano que tuvo
la sensibilidad para construir un museo que abriga su extraordinaria colección, un
privilegio de reyes y un gran regalo para su país.

No puedo dejar de mencionar un reconocimiento especial a Victoria Giraudo,


curadora de la exposición, quien -con gran competencia y dedicación- pudo
organizar la exposición que ahora se exhibirá en las ciudades de México y Buenos
Aries. De este modo se cumple uno de los objetivos de la colección: el de mostrar
y difundir el arte brasilero en todo el mundo.

Sérgio Fadel
Coleccionista

secretaría de cultura
méxico

El despertar del siglo XX trajo consigo los movimientos de vanguardia que


replantearon las formas y la concepción del arte y la cultura en el mundo, es
decir, que dieron inicio a la modernidad. Concentrando la mirada en su identidad,
América Latina comenzó su propia búsqueda. Reclamó su lugar diferenciado de la
cultura europea, en la aventura de crear un estilo propio comparable con el de los
famosos centros artísticos.

En ese contexto, Brasil destacó como una de las naciones de nuestro continente
que cuestionó los cánones occidentales y su supuesta superioridad cultural. “Tupí
or not Tupí, that is the question” es la afirmación de Oswald de Andrade en el
Manifiesto antropófago, en la que ya puede apreciarse cómo la cultura brasileña
proponía, desde una de las vanguardias emanadas del modernismo brasileño,
su carácter propio. Junto con Tarsila do Amaral, De Andrade promulgó, así, una
vanguardia artística que puso la pintura brasileña frente a la atención del mundo,
vinculándose con la tradición, los mitos y las raíces de su cultura originaria.

Es así que, en el modernismo brasileño y sus vanguardias, encontramos variaciones


distintivamente brasileñas que son parte de su patrimonio cultural y que dan
cuenta de la particular historia del arte en ese país, muy notable en la escena
moderna y contemporánea internacional.

Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel muestra ese


trayecto del arte brasileño que volvió a sus raíces para desplegarse hacia la
modernidad. Para México, que con artistas como Diego Rivera o Rufino Tamayo
realizó un camino semejante, es un privilegio recibir, en el Museo Nacional de Arte,
esta exposición que reúne una selección de obras fundamentales en la historia del
arte en Brasil, provenientes de la reconocida colección de Hecilda y Sérgio Fadel.

En años recientes, el intercambio cultural que nuestro país ha sostenido con diferentes
naciones y sus instituciones culturales ha sido de vital importancia para mostrar aquí

11
lo más emblemático del arte internacional y para llevar al mundo las expresiones
tanto de nuestras culturas milenarias como de las búsquedas más actuales y
arriesgadas del arte contemporáneo. Hemos fomentado un nutrido y dinámico
intercambio que renueva la apertura y el diálogo cultural de México con el mundo.

Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel, realizada con


la curaduría de Victoria Giraudo, se presenta por primera vez en México como
resultado de la colaboración entre el Museo Nacional de Arte y el Museo de Arte
Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), para acercarnos a la creación brasileña
con 170 obras que van desde principios del siglo XX hasta los años 70, y entre las
que destacan las de los artistas de la Semana de Arte Moderna de 1922, como
Di Cavalcanti, Vicente do Rego Monteiro, Anita Malfatti y Victor Brecheret, y el
trabajo de la generación modernista que siguió a la de la Semana, con Tarsila do
Amaral, John Graz y Menotti Del Picchia, entre otros.

Hay aquí también obras del Grupo Ruptura de San Pablo, con Waldemar Cordeiro,
Luiz Sacilotto, Maurício Nogueira Lima, Geraldo de Barros, Antônio Maluf, Ivan
Serpa, Aluísio Carvão, Lygia Clark y Hélio Oiticica, pioneros del movimiento
concreto y, los dos últimos, considerados las mayores figuras del movimiento
neoconcreto, que tuvo como ideólogo y autor de su manifiesto al poeta y crítico
de arte Ferreira Gullar.

Agradecemos al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires por su


compromiso y profesionalismo en la realización de esta muestra, con la que
traemos a México un completo y esclarecedor recorrido por las vanguardias
de Brasil, de sus grandes artistas y del camino que se desarrolló en esta nación
hermana para crear un arte propio y complejo, que reunió no sólo las teorías
europeas, sino también lo más propio y originario de su cultura.

Rafael Tovar y de Teresa


Secretario

instituto nacional de bellas artes


ciudad de méxico
La Secretaría de Cultura presenta, en colaboración con el Museo de Arte
Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), una de las exhibiciones más importantes
de arte brasileño en México: Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la
Colección Fadel, que reúne una muestra de las obras de la colección de Hecilda
y Sérgio Fadel, reconocida por ser uno de los acervos de arte brasileño más
destacados y completos de fines del siglo XIX a la actualidad. Esta muestra itinerante
se inaugura en nuestro país para después presentarse en Buenos Aires, Argentina.

La Colección Fadel dispone de un patrimonio de más de 3.000 piezas, que


dan cuenta de la historia del arte en Brasil y su lugar en la escena moderna
y contemporánea internacional. Debido a la importancia de la colección,
consideramos un privilegio presentarla en México, ya que incluye algunas de sus
principales piezas, entre las que destacan las de los artistas Maria Martins, Anita
Malfatti, Di Cavalcanti y Cícero Dias.

12
Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel, curada por
Victoria Giraudo (coordinadora ejecutiva de curaduría del MALBA), se considera
una muestra de gran formato, ya que presenta más de 170 obras del siglo XX,
representativas de los diferentes movimientos modernos relacionados con la
construcción cultural de Brasil, hasta llegar a los inicios del arte contemporáneo.
La lectura curatorial, propuesta en diferentes núcleos, está pensada especialmente
para dialogar con la colección del MALBA –en particular, con las piezas
pertenecientes inicialmente a la Colección Costantini–, la cual, al igual que la
Colección Fadel, está especialmente dedicada a la modernidad.

Con esta exposición, la Secretaría de Cultura reitera su compromiso de promover


el arte universal, a la vez que establece y estrecha vínculos de colaboración con
instituciones de otros países, con las que comparte las expresiones artísticas más
representativas de nuestro tiempo.

Cristina García Cepeda


Directora General

patronato del museo nacional de arte, A.C.


méxico

La exposición Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel


es el resultado de la colaboración entre el Museo de Arte Latinoamericano de
Buenos Aires (MALBA) y el Museo Nacional de Arte (MUNAL). Dicha muestra
nos presenta una selección de obras de la Colección Fadel, reconocida por su
importancia para la historia del arte brasileño, tanto por el número de obras
como por los artistas que incluye.

A partir de 170 obras, la curadora Victoria Giraudo nos presenta una visión
panorámica de la modernidad brasileña hasta comienzos de la época
posmoderna.

Con artistas como Emiliano Di Cavalcanti, Vicente do Rego Monteiro, Anita


Malfatti, Waldemar Cordeiro o Luiz Sacilotto, entre muchos otros, este recorrido
nos permite acercarnos a la identidad cultural de Brasil, al contextualizar el arte
de la región con algunos momentos que pueden representar ciertas similitudes o
disimilitudes con y en otros lugares.

Enhorabuena a todo el equipo involucrado en esta muestra, la cual pone de


relieve la importancia del arte latinoamericano.

El Patronato, tras más de veinte años, reitera su compromiso y apoyo


incondicional al Museo Nacional de Arte en aras de seguir cumpliendo su misión
como lo ha hecho hasta ahora, consolidándose como un referente en el ámbito
cultural de nuestro país.

Roberto Hernández Ramírez


Presidente

13
museo nacional de arte
méxico

El Museo Nacional de Arte se honra en presentar, por primera vez en México,


una visión panorámica del arte brasileño durante casi la totalidad del siglo XX.
Esta muestra es una mirada que combina la sensibilidad de Victoria Giraudo,
Coordinadora Ejecutiva de Curaduría del Museo de Arte Latinoamericano de
Buenos Aires (MALBA), destacada curadora del museo más importante de
Argentina, con la de Paulo Herkenhoff, director del Museu de Arte do Rio (MAR),
uno de los historiadores y críticos brasileños más reconocidos internacionalmente.

Giraudo es vecina cercana y observadora activa del arte de ese gran país, Brasil, ya
que la colección del MALBA alberga un importante número de obras consideradas
como trascendentales para el arte brasileño, como Abaporu, de Tarsila do Amaral,
por sólo citar una, además de estudiar activamente y presentar en sus salas a los
mejores artistas de ese país. Por su parte, Herkenhoff es el primer curador de arte
latinoamericano del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York y ha definido
con sus estudios y exposiciones lo que es la nueva historiografía brasileña.

La oportunidad de acercar al público mexicano Antropofagia y modernidad. Arte


brasileño en la Colección Fadel es única, por la relevancia de las obras que la
conforman, acuciosamente seleccionadas por Hecilda y Sérgio Fadel, con el apoyo
y la asesoría inicial del propio Paulo Herkenhoff y del mítico marchand franco-
carioca Jean Boghici.

Tras el éxito absoluto alcanzado por Los Modernos, mediante el estudio de las
cercanías y fortalezas de los grandes artistas europeos y mexicanos del siglo XX,
resulta por demás oportuno poder mirar al sur y descubrir la magnificencia y
genialidad de los artistas de ese “continente” inmerso en América: Brasil.

Las referencias de una historia separada por una enorme geografía son tan
cercanas a las nuestras que, sin duda, resultarán en una revelación para el público
mexicano y extranjero que nos visite, ya que también forman parte de esa única
historia que debiera ser la del arte, y no aquélla fragmentada en secciones
latinoamericanizantes o a partir de visiones eurocéntricas o norcontinentales.

Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel representa una


lectura externa del arte brasileño, con obras del barroco colonial lusitano y piezas
premodernas, en relación con el concepto general de antropofagia y la corriente
del arte concreto de mediados del siglo XX.

México, Brasil y Argentina comparten la misma historia que se produjo del


encuentro entre el viejo y el nuevo mundo, y que produjo un arte mestizo. Por
ello, esta propuesta curatorial parte del modernismo: la modernidad entendida,
ante todo, como producción diferente en relación con la cultura occidental, como
subversión de los legados coloniales y como proyecto civilizatorio propio de un
Brasil en pleno apogeo industrial.

Como Brasil, México experimentó a principios del siglo XX la necesidad de una


renovación de las corrientes estilísticas. Artistas modernos mexicanos, por citar a

14
unos cuantos, como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro,
Lola y Germán Cueto, se impregnaron en Europa de las corrientes vanguardistas,
como el cubismo, el expresionismo, el futurismo, el surrealismo, etc. Sin embargo,
su destino fue forjar un arte nacional, tal como lo hicieron Anita Malfatti, Tarsila
do Amaral, Lasar Segall, Emiliano Di Cavalcanti, Alfredo Volpi, entre muchos otros
que optaron por encontrar al hombre nuevo por medio del lenguaje, el arte, la
música, la arquitectura, etc., y que fue proclamado en la Semana de Arte Moderna
–llamada “Semana de 22”–, en oposición a los cánones estéticos y la reproducción
fiel de la realidad instaurados por la academia. De ahí que se revirtiera la idea de
caníbal y se adoptara el término “antropofagia” para referirse al nuevo concepto
identitario cultural brasileño.

A partir de los años 40, ambos países también vivieron un periodo de ruptura.
En Brasil surgió uno de los primeros grupos de artistas abstractos, en pro de una
disociación de la obra artística con la representación figurativa, tanto en San Pablo
como en Río de Janeiro. Estos grupos fueron favorecidos por la aparición de los
espacios culturales institucionales. Inspirada en el movimiento concreto europeo,
la construcción del objeto artístico utilizó elementos plásticos relacionados con una
lógica matemática y geométrica, racionalista, totalmente insertos en la sociedad
tecnológica e industrial. Destacan Lygia Clark, Ivan Serpa, Abraham Palatnik y
Hélio Oiticica.

Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel está


estructurada en diferentes núcleos que presentan un recorrido por la historia
del arte moderno brasileño hasta el posmodernismo. Sobresalen artistas como
Emiliano Di Cavalcanti, Vicente do Rego Monteiro, Anita Malfatti y Victor
Brecheret; artistas de la generación modernista, entre los que figuran Tarsila
do Amaral, John Graz y Menotti Del Picchia. Encontramos también obras del
Grupo Ruptura de San Pablo y del movimiento concreto, como Waldemar
Cordeiro, Luiz Sacilotto, Maurício Nogueira Lima, Geraldo de Barros y Antônio
Maluf. Finalmente, se pretende que el catálogo que acompaña la exhibición
sea una extensión de la muestra y aporte un panorama amplio de la historia del
arte brasileño.

Para nosotros es un orgullo presentar esta exposición. Agradecemos a Hecilda


y Sérgio Fadel por su generosidad al permitir que su colección se presente en
nuestro recinto, ya que ésta será la primera vez que una muestra de arte brasileño
se exponga en el Museo Nacional de Arte.

La exposición es el resultado de una impecable labor realizada por el MALBA,


donde se exhibirá después de presentarse en nuestra sede.

Quiero agradecer profundamente a Victoria Giraudo, Agustín Pérez Rubio y


Eduardo F. Costantini, así como a todo su equipo, por compartir con nosotros el
fruto de su trabajo.

Agradezco a todos los miembros del Patronato del Museo Nacional de Arte, A.C.,
especialmente a Roberto Hernández y Marcela Arregui, por su apoyo constante, y
a todo el equipo que conforma el Museo Nacional de Arte por su comprometida
labor y dedicación en cada uno de nuestros proyectos.

Agustín Arteaga
Director

15
antropofagia y modernidad
por victoria giraudo
———

17
18
Esta exposición está compuesta por una selección de la concepción de América Latina como continente
aproximadamente 170 piezas de una colección de más cuya enorme riqueza estaba por descubrir y explorar.
de 3.000, todas de arte del Brasil. La Colección Fadel, Se trata, en ambos casos, de colecciones sin museo
de Río de Janeiro, formada por Hecilda y Sérgio Fadel, propio pero en relación permanente con instituciones
fue iniciada poco después de su casamiento en 1968. para contribuir al desarrollo y al estudio del arte de
Hoy cuenta con obras que van desde el siglo XVII hasta nuestra región.
el arte contemporáneo.
Por su parte, MALBA tiene como acervo fundacional
Los Fadel se iniciaron en el arte seducidos por la pin- la Colección Costantini, formada por un coleccionis-
tura neoclásica de los museos europeos. Su interés ta privado, financista y desarrollador inmobiliario,1
creció luego en su país, con las obras del pintor via- Eduardo F. Costantini. Asesorado por Ricardo Este-
jero de origen alemán George Grimm (1846-1887) y ves en los años 90 y luego por Marcelo E. Pacheco,
la de sus discípulos, principalmente Giovanni Battista Costantini formó una colección de arte latinoameri-
Castagneto e Hipólito Boaventura Caron. Las prime- cano moderno que abarcaba hasta los años 60 apro-
ras adquisiciones de piezas de siglo XX se hicieron de ximadamente. Algunas de las obras brasileñas de la
la mano del pintor y profesor Augusto Rodriguez e entonces colección Costantini fueron compradas tam-
incentivados, a partir de los años 90, por su relación bién a través de Jean Boghici y el círculo de relaciones
con el coleccionista y marchand Jean Boghici, apasio- artístico-amistosas entre Buenos Aires y Río.
nado por las vanguardias del siglo XX y por los inicios
del arte contemporáneo, en los años 60 y 70. Tam-
bién en ese momento, Paulo Herkenhoff, referencia
fundamental del arte brasileño a nivel internacional,
aproximación
comenzó a colaborar con los Fadel como curador de a la colección fadel
la colección, que fue pensada estratégicamente para
conseguir piezas fundamentales que hicieran eco a la
de arte brasileño
historia del arte y la cultura brasileña en general, espe- ———
cialmente las de los siglos XIX y XX.
“Analizar una colección presupone una biografía in-
Desde la apertura del Museu de Arte do Rio (MAR) dividual y familiar, espacios de circulación y perte-
en 2012, Herkenhoff trabaja con dedicación exclusiva nencia; estudiar objetos en sus valores materiales,
para esta institución, pero continúa asesorando amis- simbólicos y culturales, y sus tiempos y recorridos,
tosamente a los Fadel. A su vez, la familia mantiene orígenes y mudanzas, persistencias y cambios. Se
una relación muy estrecha con la institución, a la que trata de descifrar gestos personales y sociales, pri-
cede en comodatos extendidos más de 300 obras al vados y públicos, lógicos e irracionales, utilitarios y
año. Además, la generosidad de Hecilda, Sérgio y su ociosos, premeditados y casuales; aprendidos, here-
familia, posibilita siempre que sus obras formen parte dados, construidos, imitados y prestados. Interrogar
de exposiciones en diversos museos del mundo. cosas que son elecciones, posibilidades, oportunida-
des, bienes reales y marcas de identidad; personas
y posesiones históricas con sus nudos temporales y
cargas de contexto”.2
el coleccionismo
privado como caso Mi aproximación curatorial a esta colección se basó
primero en las lecturas realizadas por Paulo Herkenhoff
de estudio en sus varias exposiciones focalizadas en la “voluntad
——— constructiva” brasileña durante el siglo XX. Pero te-
niendo en cuenta que se trata de una mirada desde
Es la segunda vez en quince años que MALBA presen- fuera del Brasil, y que el destino de la exposición se-
ta una selección de obras de una colección privada. ría MALBA, un museo de arte latinoamericano cuya
La anterior fue sobre la Colección Cisneros, que com- colección comprende obras del siglo XX y de la ac-
parte con la Fadel el entusiasmo por el arte abstracto tualidad localizado en Buenos Aires, decidí incorporar
de raíz geométrica y, en sus inicios, la fascinación por también otro tipo de piezas que escaparan tal vez a la
pintores y dibujantes viajeros que trascendían los lí- razón constructiva, y que tuvieran más relación con el
mites geográfico-políticos y que fueron pioneros en concepto general de antropofagia.

19
Luego se sumó la oportunidad de mostrarla en el Mu- brasileño y el escudo guayanés, dividido a su vez en
seo Nacional de Arte (MUNAL) en México, con una cinco zonas dispares con grandes ciudades cercanas
colección histórica que abarca desde el barroco colo- a las costas del Atlántico, como Río y San Pablo, más
nial español hasta piezas del siglo XX. A partir de esto, la zona serrana de Minas Gerais en la región sudeste,
al conversar con Paulo Herkenhoff, se agregaron tres la región gaúcha del sur (con mayores similitudes con
piezas del barroco colonial lusitano y diez que formal- sus vecinos Argentina, Paraguay y Uruguay), la región
mente estarían consideradas como pre modernas, o, centro-oeste del Mato Grosso, el Nordeste y la región
como Paulo prefiere llamarlas, piezas de los “moder- norte que incluye la Amazonia.
nos antes del modernismo”, un concepto similar al de
Laura Malosetti Costa en relación al arte rioplatense Recalco esto para aclarar que la mirada de este recorte
de los “primeros modernos”. curatorial no es panorámica del Brasil completo, sino
que se apoya fundamentalmente en el concepto de
De esta forma, el conjunto que viajará a México y luego “modernidad”, relativo a las metrópolis con contactos
a Argentina es una versión panorámica de la moderni- internacionales asociados a la revolución industrial y
dad brasileña hasta comienzos de la época pos-moder- sus coletazos, y en el de “antropofagia” como punto
na (concepto de Mário Pedrosa), un arco temporal simi- de unión de la cultura brasileña (“Solo la antropofa-
lar al de la colección fundacional de MALBA. gia nos une. Socialmente. Económicamente. Filosó-
ficamente”). Este último concepto, entendido como
Hay que tener en cuenta que, si bien en MALBA se modelo de apropiación y deglución caníbal de lo que
hicieron exposiciones dedicadas a artistas brasile- viene de afuera, con punto iniciático en el obispo
ños diversos, como Lasar Segall, Tarsila do Amaral, Sardinha, de la diócesis de San Salvador de Bahía,
Beatriz Milhazes, Adriana Varejão o Claudia Andujar, y quien fuera devorado por los indios Caetés en 1556.
que realizamos un proyecto como El filo de la trama,
arte contemporáneo brasilero, hace muchos años que Culturalmente es muy significativa la colonización del
en Argentina no se realiza una exposición como ésta. Imperio portugués considerado “espacio aterritorial,
En México pasa algo similar. un archipiélago lusófono compuesto de enclaves de
América portuguesa y de las factorías de Angola”. 3
En consecuencia, se trata de una mirada internacional, Desde allí se comercializaban los esclavos hacia el
es decir, desde fuera del Brasil, desde un país vecino Nordeste brasileño, que serían la mano de obra de
que comparte con él muchas herencias culturales, sin- la Contrarreforma eclesiástica para el adoctrinamiento
gularidades sociológicas, políticas y comerciales, pero de indígenas y negros que impusieron los Jesuitas en
que a la vez es completamente diferente en su geogra- Brasil hacia mediados del siglo XVII. Como consecuen-
fía, su historia, sus pueblos y sus lenguas. Para conocer cia, se produjo un arte mestizo en el que se fundían
y comprender mejor su cultura hay que conocer mejor elementos propios de cada lugar y cultura, azulejos
este país, que pareciera a su vez incluir numerosos paí- portugueses junto a colores locales, supersticiones,
ses o comunidades diversas. folklore.

En este sentido, más que un ensayo exhaustivo sobre El barroco colonial español que llegó de la mano de los
un tema, me interesa plantear ciertas cuestiones y da- jesuitas y otras órdenes religiosas a Argentina (sobre
tos –tal vez curiosos– sobre la identidad cultural del todo al norte y centro) difiere poco del portugués, y su
Brasil, y explorarla en relación con el contexto artístico máxima expresión se dio en Perú y en México.
de la región: los cruces, las similitudes y las tendencias
que en algunos momentos y/o lugares se asemejaron Colonizadores blancos bandeirantes, nativos amerin-
o se diferenciaron internacionalmente. dios y negros africanos esclavizados convivieron (no
siempre en armonía) con la cultura extranjera, como las
misiones artísticas francesas que impartían el academi-
cismo a partir de 1916 importando el modelo europeo
el brasil de neoclasicismo francés en el contexto local.
———
La inmigración es algo distintivo de toda América. En
Geográficamente Brasil es inmenso, de clima tro- Brasil, a partir del siglo XIX se ampliaron las migracio-
pical en su mayor parte, con tres grandes unidades nes provenientes de la península ibérica a otros países
topográficas: la cuenca del río Amazonas, el macizo como Inglaterra, Prusia (y luego Alemania), a los países

20
nórdicos y posteriormente a Italia. También llegaron al inicial, con sus obras influenciadas por el expresionismo
Brasil grupos de japoneses, polacos, y en menor me- alemán, el americano a partir de Stuart Davis5 y un cierto
dida, de origen árabe y judío. La población de otras fauvismo. Anita había logrado conmocionar a la socie-
colonias portuguesas como Angola y Mozambique, dad provinciana paulista y a su orden patriarcal.
desde donde también se importaron esclavos, comen-
zó en 1531 y continuó hasta 1878, cuando se abolió la En 1921, Di Cavalcanti presentaba su primera expo-
esclavitud en el país. sición de pinturas y dibujos titulada Fantoches da
meia-noite, en la librería O Livro. Visitó la exposición
José Pereira de Graça Aranha, diplomático de origen
de familia rica y culta maranhense, formado en Río de
primer modernismo Janeiro con estadías intermitentes en Europa, quien
——— fue clave en el lanzamiento de renovación estética del
proyecto moderno con su ensayo A Estética da Vida
A fines del siglo XIX y comienzos del XX, además de (1920), y su participación en la Semana de Arte Mo-
las corrientes inmigratorias, se dieron lugar numerosos derna con las conferencias “A emoçao estética na arte
viajes de intelectuales europeos con largas estadías en moderna” y luego “O espíritu Moderno” (1924).6
Sudamérica, muchas veces invitados por intelectuales
locales, y viceversa, cosa que era común también en Este grito de Ipiranga en relación al academicismo se
Argentina y demás países de la región. consolidaba en 1922 en la Semana de Arte Moderna,
en el Teatro Municipal de San Pablo, una festividad en
Con el cambio de siglo surgió la necesidad de renova- conmemoración del centenario de independencia del
ción estilística. El ambiente cultural de San Pablo com- Brasil que aglutinó a escritores como Mário y Oswald
petía con el de Río por la punta reformista. de Andrade,7 Graça Aranha, Menotti Del Picchia,
Guillerme de Almeida, Ronald de Carvalho, Manuel
A principios de siglo, Río de Janeiro se encontraba en Bandeira, pintores como Anita, Di Cavalcanti, John
una fase de reforma urbana y arquitectónica (como Grasz, Vicente do Rego Monteiro, el escultor Víctor
también sucedía en Buenos Aires) en busca de una Brecheret y el músico Heitor Villa-Lobos, entre otros.
“nueva ciudad que aspiraba a ser una París tropical”.4 Tarsila do Amaral no participó, aunque sí formaba par-
te del “Grupo dos cinco”.
Incluso desde fines del siglo XIX, algunos artistas co-
mo Castagnetto en sus paisajes de Río construidos A nivel internacional, la Primera Guerra aumentó la
por pinceladas sueltas y expresivas, las mujeres Ana orientación nacionalista y en la intelectualidad de los
y María Vasco en sus síntesis compositivas, o Manoel países de América del Sur se buscaba exaltar temas
Santiago en su abstracción casi informal, se anticipan patrióticos e identitarios, de tradición, de historia in-
al lenguaje pictórico moderno. Poco después, obras dígena en Brasil o el tema gauchesco en Argentina
como Antigo Observatorio Nacional, de Eliseu Viscon- (José Hernández con el Martín Fierro, 1872, declarado
ti, debería considerarse moderna, ya que trata el tema poema nacional en los años 20). Surgía el regionalismo
del progreso científico en 1908. Belmiro de Almeida, literario con Menotti del Picchia en Juca Mulato (1917).
con su Mulher em Círculos (1908), es de los primeros El ingeniero de origen portugués Ricardo Severo rea-
ejemplos de síntesis constructiva brasileña relaciona- lizaba arquitectura americanista en estilo neo-colonial
da con el cubismo y el futurismo. Gustavo Dall’Ara con rastreando los orígenes portugueses de la cultura
Ronda à Favela (1913), Artur Timóteo da Costa, pin- brasileña. Se daba también una revalorización de las
tor negro, que estuvo en París, Italia y España entre obras de los escultores del barroco mineiro, Aleijadin-
1908-10, y Oswaldo Teixeira, deberían ser considera- ho y Mestre Valentim (una postura similar adoptó el
dos modernos en el tratamiento del tema de la ciudad arquitecto Martín Noel, en Buenos Aires). En pintura,
como metrópolis urbana en composiciones construi- Vicente Do Rego Monteiro, a su vuelta de París a Río
das por pinceladas de color. en 1915, investigaba sobre temas precolombinos y le-
yendas amazónicas en los que mezclaba las tradicio-
En San Pablo, el artista ruso Lasar Segall mostraba en nes de las culturas marajoara, barroca y pernambucana
1913 sus obras expresionistas en un ambiente conserva- con el cubismo de la Escuela de París.
dor. Luego, la exposición de Anita Malfatti en San Pablo,
en 1917, con obra realizada en su estadía en Nueva York Era un tema común en el arte latinoamericano el viaje
(1915-16) y luego en Berlín (1910-1914), sería un hito de estudios a Europa y, a partir de éste, la exaltación

21
de lo típico folklórico americano, la mixtura de estilo Oswald escribía el Manifiesto Pau-Brasil en 1924 al
cubista, futurista, fauve, etc., con temática e identidad regresar junto a Tarsila, Cendrars, Mário de Andrade,
local del artista. En esta dirección, Diego Rivera, luego y Olívia Guedes Penteado de aquel viaje por Minas.
de conocer a Picasso, pintó su Paisaje zapatista y el En este afán por descubrir Brasil, encontraba la identi-
Retrato de Ramón Gómez de la Serna, actualmente en dad no solo en lo indígena sino también en lo rural, en
la colección de MALBA. el interior del país. Oswald proponía una poesía de ex-
portación a raíz del nombre del árbol Pau, uno de los
Como en Do Rego Monteiro, con simplificación formal productos que, como colonia, habían exportado más.
y una paleta reducida en obras de carácter monumen- Hay que tener en cuenta que, en 1920, Francis Picabia
tal, el art decó influyó no solo en la arquitectura de Río publicó el Manifiesto Caníbal Dadá, y que ese mismo
de Janeiro, sino en la escultura Danzarina de Breche- año circuló la revista Cannibale, que utilizaba el tér-
ret,8 en las pinturas de Antonio Gomide, Ismael Nery mino con la connotación asociada al  sacrificio, muy
(el primer surrealista), John Graz y Regina Gomide diferente del sentido de influencia artística de Oswald.
Graz. Incluso Tarsila do Amaral se alineó con este mo- Tarsila pintó la obra Morro da favela, negros, negrin-
vimiento en busca de esa modernidad citadina, en la hos, bichos, ropas secando al sol, entre colores tropica-
estructuración sintética del espacio, la elegancia de les, la cual es un claro ejemplo de pintura Pau-Brasil.11
la línea y paleta austera, y la unión con lo orgánico
de los ornamentos florares del art nouveau. Esto re-
presentaba una búsqueda de identidad que se daría
en gran parte del arte brasileño que se mueve entre
antropofagia
lo orgánico (la curva topográfica típica de la Bahía de ———
Guanabara, del Amazonas, de la floresta) y la línea
recta, fría y anónima que simboliza la modernidad in- “El movimiento antropofágico tuvo su fase pre-an-
ternacional y el progreso racional. Para la historiadora tropofágica, antes de la pintura pau-brasil, en 1923,
Aracy Amaral, “curiosamente, al parecer escaparon a cuando ejecuté en París un cuadro bastante discutido,
la fascinación de los motivos art decó los artistas que A Negra, figura sentada con sus dos piernas cruzadas
tuvieron una mayor familiaridad con el expresionis- como troncos robustos, un pecho recostado sobre
mo, como Anita Malfatti, Alberto da Veiga Guignard y el brazo, labios enormes y colgantes, cabeza propor-
Flávio de Carvalho.”9 cionalmente pequeña. A Negra ya anunciaba el antro-
pofagismo.” 12
En 1924, el suizo Blaise Cendrars, viajero cosmopo-
lita en busca de la América autóctona, visitaba Brasil. “Abaporu, antropófago13: una figura solitaria mons-
Cendrars había publicado Antología negra en 1921. truosa, pies inmensos, sentada en una planicie verde,
Fue a partir de él, y también por haber presenciado el el brazo doblado reposando sobre las rodillas, la mano
Carnaval carioca de 1924 junto a Oswald, que Tarsila co- sosteniendo el peso de la cabecita minúscula. Enfren-
menzó sin premeditación a hacer pintura “Pau-Brasil”: te, un cactus irrumpiendo en una flor absurda […] Esa
tela fue esbozada el 11 de enero de 1928. Oswald de
“Impregnada de cubismo, teórica y prácticamente, Andrade y Raul Bopp –creador del famoso poema Co-
solo observando a Léger, Glaizes, Lhote, mis maes- bra Norato–14 quedaron asombrados ante Abaporu. […]
tros en París, después de diversas entrevistas sobre el Sentían que de allí podría surgir un gran movimiento
movimiento cubista, dadas a varios periódicos brasi- intelectual. […]. Abaporu impresionó profundamente.
leños, sentí recién llegada de Europa un deslumbra- Sugería una criatura fatalizada, presa de la tierra, con
miento por las decoraciones populares de las casas de sus enormes y pesados pies. Un símbolo. En torno a ella
São João del Rei, Tiradentes, Mariana, Congonhas do se iba a formar un movimiento. Allí se concentraba el
Campos, Sabará, Ouro Preto y otras pequeñas ciuda- Brasil, el ‘infierno verde’.”15
des de Minas [Gerais] llenas de poesía popular. Vuelvo
a la tradición, a la simplicidad”.10 A partir de Abaporu, se fundaba el Club de Antropo-
fagia que editaba la Revista de Antropofagia, donde
También la impresionaron las estatuas y arquitecturas se publicó el Manifiesto Antropófago de Oswald de
religiosas de Aleijadinho, y los colores que le gus- Andrade, que venía a reelaborar y subvertir el con-
taban en su infancia y que luego le habían enseña- cepto negativo del caníbal. Desde entonces pasaría a
do que eran de mal gusto por ser considerados rura- ser modelo indentitario cultural del Brasil. La asimilación
les, primitivos. y deglución de lo extranjero transformado en algo com-

22
pletamente nuevo y original. Ponía fin al modelo de co- composición de personajes robustos, con influencias
pia académico y proclamaba la independencia cultural. del Novecento italiano.

Por otra parte, a su regreso de París en 1925, Di Caval- Lasar Segall, un artista fundamental de la primera
canti instauró el tema de lo femenino en su obra, pero modernidad paulista, en los años 30 remarcaba su
en un sentido nuevo, a partir de la mulata: resultado de interés por lo social, lo humano, la condición de los
la herencia colonial y la esclavitud, la convertía en un inmigrantes, en composiciones narradas en primera
símbolo de lo brasileño. También exaltó el color local persona por su propia experiencia de exilio debida a
cálido en busca de una identidad cromática, en obras sus raíces judías.
como Menina de Guaratinguetá, y la sensualidad me-
lancólica, lo festivo típico, lo cotidiano, sus estilos de Cândido Portinari, al regresar al país en 1932, reflejó
vida, el carnaval, la música, los ritmos autóctonos y sus en sus pinturas una fuerte preocupación social y na-
bailes, como en Samba16 y Roda do Samba. Si bien el cional en retratos de trabajadores mestizos (el nuevo
tema de los músicos pertenecía al cubismo picassiano, modelo brasileño), en escenas rurales y festividades
se distanciaba totalmente de él. populares influenciadas por los metafísicos italianos.
Portinari era hijo de italianos, de origen humilde, naci-
do en una fazenda de café en el Estado de San Pablo.
entre las raíces autóctonas Esto está muy presente en dos telas claves del artista:
en Futbol (1935), de la Colección Fadel, y en Fiesta de
y la modernización São João, de MALBA. En ambas obras el fondo com-
internacional. positivo, el espacio plástico y a la vez paisajístico, está
realizado en tierras y sombras tostados, el color de la
brasil popular y social tierra en Minas, la zona rural y minera, y representa
——— escenas del pueblo. Un partido de fútbol como pasa-
tiempo en una cancha sin pasto, que a la vez debe ser
En la década del 30, luego de la crisis del 29, que in- potrero de animales y que está vecina a un cementerio,
cidió económicamente en la producción de toda la re- con una gran cruz. Es una escena en tiempo suspendi-
gión (en particular, en la economía agro-exportadora do, melancólica sin ser triste. Su inclinación muralista,
cafetera de Brasil), y con la subida de Getúlio Vargas bajo el apoyo de Vargas, está presente en numerosos
al poder, surgió una preocupación mayor por lo social, frescos públicos en Brasil y los Estados Unidos.
por el ser humano y lo popular. Vargas impulsó un es-
tado fuerte “que haga la revolución antes de que el
pueblo la haga”, como decía él mismo, que devino en brasil ancestral.
un aparato dictatorial, cuyo fin coincidió con el de de
la Segunda Guerra mundial en el 45.17
barroco colonial
———
Comenzaba a incidir la figura del crítico de arte Mário
Pedrosa, teórico marxista que adhirió al movimiento Alberto Da Veiga Guignard descubriría el Brasil por
trotskista en 1929 luego del exilio del líder revoluciona- otros caminos. Al igual que el paisajista Burle Marx,
rio, e impulsó luego una acusación dirigida a los artistas tomó contacto con la naturaleza y sus verdes intensos
modernos para reducir sus preocupaciones estéticas en en el Jardín Botánico de Río de Janeiro. En los años 40
pos de un realismo social. En su conferencia “Las ten- se mudó a Minas Gerais, que sería el escenario de sus
dencias sociales de Käthe Kollwitz” (1933), hacía hinca- pinturas con su paisaje montañoso repleto de iglesias
pié en lo que sucedía en la pos guerra europea. barrocas e historia sacra colonial. También, al igual que
Portinari y que Volpi, incluso, trató el tema de la festi-
En sintonía, en Buenos Aires, en la conferencia que dio vidad popular de São João en una pintura que da una
Siqueiros en Amigos del Arte (1933), el temperamental gran sensación de espacialidad al utilizar el estilo de
muralista mexicano agitó el ambiente artístico promo- aguada china y la perspectiva atmosférica. Las sierras,
viendo el arte mural de carácter político y propagan- valles, florestas y nubes se funden en paisajes imagina-
dístico. Antonio Berni, artista con preocupación social, dos cargados de historia.
proponía el Nuevo realismo, a partir de grandes lien-
zos portables por falta de muros públicos, en una pin- Guignard (al igual que Portinari) fue un actor cultural
tura marcada por los encuadres del cine soviético y una clave, nombrado en 1944 por Juscelino Kubitschek

23
para dirigir el curso libre de artes en Belo Horizonte, queças nunca que eu venho dos trópicos (Colección
por donde pasaron artistas como Amilcar de Castro, Fadel), incorpora elementos surrealistas, explora la
Mary Vieira, Mário Silésio, Maria Gianetti, Lygia Clark e sensualidad y el erotismo del cuerpo femenino y, a
Iberê Camargo, entre otros. Belo Horizonte sería con- la vez, la metamorfosis de las formas sinuosas y mons-
siderado luego como “la ciudad-laboratorio del pro- truosas de la naturaleza, las leyendas y diosas de las
yecto constructivo del país”.18 mitologías de la Amazonia. “La lujuria de los cuerpos
de escultura de Maria Martins –los cuerpos en misión
La revalorización del barroco colonial estuvo dada poético-antropológica– evolucionan del mito hacia
también a partir de la fundación del Instituto Históri- lo fantasmagórico del deseo develado. Evolución de
co y Geográfico Brasileño en 1938, que tenía el fin de una especie amazónica.20 En su obra evoca el univer-
preservar e investigar lugares culturales históricos. En so femenino, conceptos freudianos del inconsciente y
los años 50, Guignard ahondaría en temas propios del sus pulsiones.
Brasil como la construcción de la imagen heroica nacio-
nal de Tiradentes, o la familia del fuzileiro, que encarna La obra Uirapuru, de forma esquelética, representa
un nuevo tipo familiar: el del hombre negro que ya no quizás el ánima del pájaro homónimo del Amazonas,
es un holgazán, como se lo catalogaba, sino un funcio- famoso por su canto difícil de escuchar –ya que canta
nario del estado con una familia bien constituida. solo unos minutos, durante quince días al año–. A su
vez, una leyenda lo sitúa como un joven guerrero codi-
ciado por las mujeres que murió en una batalla, conver-
tido por Dios en pájaro a causa del lamento de las mu-
amazonia jeres. Es una leyenda mítica del Brasil, que a su vez da
——— título a una obra musical de Villa Lobos, presentada por
primera vez en Buenos Aires en 1935. Hay que tener en
El surrealismo como arte que expresa lo que sucede en cuenta que, ese mismo año, Claude Lévi-Strauss inte-
el inconsciente, en los sueños y las pulsiones ya existía gró el cuerpo docente de la Universidad de San Pablo.
en Latinoamérica antes de que se desarrollara como Fue en Brasil donde Lévi-Strauss pasó de la filosofía a
movimiento artístico en Europa. Era parte de la vida la antropología. En cambio, el francés prefirió simple-
misma, de las leyendas y las mitologías. Cuando llegó el mente “vomitar” en vez de “asimilar” la voz del otro. 
surrealismo bretoniano como movimiento moderno,
el arte en las urbes de Brasil estaba más interesado Flávio de Carvalho fue uno de los artistas más radica-
en lo nacional. Pero se dieron casos excepcionales en les del modernismo. Estudió filosofía, ingeniería civil y
relación con lo onírico y psicoanalítico. Obras clave pintura, y tenía un especial interés en antropología
de escritores modernos como Cobra Norato de Raul y psicoanálisis freudiano, centrado fundamentalmente
Bopp y luego Macunaíma (1928), la novela fantástica y en lograr la liberación de los tabúes religiosos y so-
de realismo mágico de Mário de Andrade, mixturaron ciales.  Realizó un arte de provocación y transgresión
conceptos freudianos con el Candomblé y con lo ocul- de las normas sociales tradicionales. En 1931, en con-
to en el corazón del Amazonas. sonancia con su lectura de Tótem y Tabú, de Freud, y
anticipándose al happening y a la performance de los
Maria Martins, brasileña cosmopolita nacida en Minas años 60, realizó su Experiencia Nº2 en San Pablo, en la
Gerais, estudió en Bélgica en los años 30, fue alum- que participó irreverentemente de una procesión de
na de Jacques Lipchitz y amiga del Rey Leopoldo de Corpus Christi con un sombrero de terciopelo verde.
Bélgica, donde aprendió la técnica de la fundición.
Vivió en Nueva York en los años 40 (En 1943 realizó Fue promotor y fundador del Clube do Artistas Moder-
una exposición en la Valentine Gallery que captó la nos en pos de logar un arte más autónomo y menos
atención de André Breton y marcó su carrera), cono- elitista, separándose de la Sociedad Pro Arte Moderna
ció a Piet Mondrian,19 a Alexander Calder, y a Marcel liderada por Lasar Segall y conformada por los organi-
Duchamp, de quien fue modelo –tal vez musa– para zadores de la Semana de Arte Moderna. El CAM, de
Etant Donnés (1946-66) y con quien tuvo un intenso ideología anti eclesiástica y estatal, en sintonía con la
romance. MALBA posee la obra O Impossível (1945), experiencia soviética, promocionaba intercambios en-
que trata de esta pasión. Martins estuvo interesada tre las artes con debates en una sede donde se realiza-
en estudiar y revalorizar la antropología, la cultura, los ban charlas y conferencias, exposiciones, fiestas, y fun-
cultos religiosos como la Macumba, y los rituales y et- cionaban los atelieres de Di Cavalcanti, Gomide y
nicidad de su país. En sus esculturas como Nao te es- Prado. Fueron célebres la exposición de Käthe Kollwitz,

24
la conferencia de Mário Pedrosa “As tendências sociais los años 30, incorporaba figuración a sus grillas compo-
da arte de Käthe Kollwitz”, y la de Siqueiros en 1939 sitivas abstractas, que a su vez tomaba de la azulejaria
sobre arte proletario. portuguesa. Pero el ambiente moderno y nacionalista
del momento frenaba las búsquedas sintéticas.
En 1933, Carvalho armó su Teatro da Experiência como
un “laboratorio de experiencias escénicas y performá- Fueron innovadores en la transición entre el moder-
ticas”, que presentó una única obra: Bailado do Deus nismo figurativo, nacionalista o surreal y la abstrac-
Morto, del propio Carvalho, que luego de tres funcio- ción de base matemática el cine, la música y la arqui-
nes fue censurada y clausurada por atentar contra las tectura. Fue clave Límite, de Mario Peixoto (1931), un
buenas costumbres. film mudo experimental que narraba la lucha existen-
cial, primer film de “cinema puro” con conceptos de
Realizó además numerosos proyectos arquitectónicos, fluidez y continuidad, estructura, ritmo. Le Corbusier
entre los que destacan el complejo Alameda Lorena influenciaba en el urbanismo desde los años 30,23 lo
en San Pablo (1936-37) y su propia residencia Fazenda que permitió la consagración de la arquitectura bra-
Caouava, en Valinhos, Campinas.   sileña en el plano internacional ya en los 40. También
lo hacía Juscelino Kubitschek, desde su cargo en la
En noviembre de 1951 organizó en el Club un debate municipalidad de Belo Horizonte, donde encargó a
sobre cuestiones estilísticas, figuración versus abstrac- Niemeyer el proyecto del conjunto arquitectónico de
ción y, a pedido de Waldemar Cordeiro, otro sobre la Pampulha realizado en 1942-44. Luego, como presi-
constitución de la Bienal de San Pablo. Allí, Cordeiro dente de la República de 1956 a 1961, encargó el
desató la polémica al enfatizar que no debían discu- gran proyecto de la capital, Brasilia, a Lucio Costa,
tirse los problemas estético-artísticos sino la orga- Óscar Niemeyer y Burle Marx. La acción del grupo
nización social de los artistas frente al poder de las Música Viva a partir de 1939, creada por el alemán
instituciones. 21 Hans-Joaquim Koellreutter, instalado en Río desde
1937, buscaría, con la música dodecafónica, ser una
En 1955 Carvalho pintó un retrato del paisajista alternativa a la música nacionalista y replantearla en
Burle Marx, compuesto por planos de color y síntesis el ámbito social. Koellreutter mantenía vínculos con el
de plantas amazónicas descubiertas por Burle Marx argentino Juan Carlos Paz, precursor en este tema des-
y desconocidas en las ciudades que utilizó para reor- de principio de los años 30.
ganizar el paisaje moderno. En esta obra Carvalho lo
retrataba a la manera de Arcimboldo, compuesto por Carmelo Arden Quin viajó a Río en 1942, donde cono-
sus propias plantas. ció a Murilo Mendes y a Maria Helena Vieira da Silva
y a su marido, Árpád Szenes. Gracias a las gestiones
En 1956 desfiló personalmente por las calles del de Mendes, Vieira da Silva realizó una exposición in-
centro de San Pablo, en lo que fue su Experiencia dividual en el Museu Nacional de Belas Artes de Río.
Nº 3 (nunca develó cuál fue su experiencia Nº 1), con La revista Arturo, de Argentina, reprodujo imágenes
un traje que había concebido para el hombre del tró- de la muestra, lo que indica los cruces entre artistas.
pico, como muestra de rebeldía frente al clásico traje
con corbata de origen europeo. El traje era el resul- En los años 1946 y 1947 funcionó la Revista Joaquim
tado de una investigación sobre indumentaria y una (Título análogo al de la revista Arturo de Buenos Aires,
reflexión sobre la moda y las ventajas de este nuevo de 1944) de literatura y artes, escrita por jóvenes de
atuendo masculino de verano. “Su obra anticipó lo Curitiba, de oposición explícita y tono combativo
que vino a ser uno de los grandes triunfos del arte en pos de una renovación estética, que promocionó
brasilero después del neoconcretismo: un ejercicio ex- el arte abstracto moderno y el pensamiento univer-
perimental de libertad”. 22 salista, y que combatía el pensamiento retrógrado
(Monteiro Lobato en Brasil representaba esto).24

Cícero Dias partió a París en 1937 motivado por varios


síntesis compositivas factores, entre ellos la dictadura de Vargas. Luego de
——— la Segunda Guerra mundial, alrededor de 1946, estan-
do en París y luego en Lisboa en 1948, con su etapa
Manoel Santiago ya manejaba un lenguaje abstracto a “vegetal”, partía de lo natural-figurativo para llegar a
principios de siglo XX; María Helena Vieira da Silva, en una síntesis constructiva abstracta. “En Brasil, el mo-

25
vimiento constructivista sólo comenzó a final de la dé- da Manhã con su tesis en relación a la Gestalt “Da
cada del 40. Su verdadero y primer pionero fue Cícero natureza afeitiva da forma na obra de arte” (1949)31;
Dias que, en 1946, en la capital francesa, comenzó a el regreso de Cícero Dias y su mural abstracto para la
pintar telas rigurosamente geométricas”.25 Oswald de Secretaría de Finanzas de Recife en 1948; las polémi-
Andrade dijo sobre esta etapa: “Cícero realizó una cas conferencias del crítico argentino Jorge Romero
síntesis de mi filosofía antropofágica”.26 “El Cícero Brest en 1948;32 la exposición inaugural Do Figura-
Dias de las telas abstractas no difiere del autor que tivismo ao Abstracionismo, curada por el entonces
conocemos pintando escenas del noroeste. Son los director del MAM SP, el belga León Degand (1949);33
mismos verdes y amarillos tan puros de otrora, y son la retrospectiva de Le Corbusier Novo mundo do
las mismas formas y composiciones desobedientes a espaco de LC, en MASP (1950);34 la de Geraldo de
la academia. En esta pintura abstracta de hoy se nota Barros Fotoformas en el MASP a fines de 1950 (rom-
tanto como antiguamente, la presencia de elementos pía con la fotografía tradicional); y la del suizo Max
característicos del mundo tropical”.27 Bill, en el MASP, en 1951, con su posterior viaje al
Brasil en 1953, a donde fue invitado por Niomar
Los casos de Samson Flexor y Alfredo Volpi son simi- Moniz Sodré, directora de MAM RJ.35
lares, en cuanto parten de la figuración, la cual van
depurando y desvinculando de elementos narrativos La Bienal fue centro de atracción de artistas que ve-
hasta llegar a un arte no mimético, una abstracción nían desde diferentes lugares del Brasil, y su radio de
libre y en algunos casos, geométrica. acción, influencia, intercambio cultural y reverbera-
ción posterior sería toda América Latina. El gran pú-
blico brasileño tomó conocimiento de lo que pasaba
abstracciones en ese momento en el mundo. La Bienal mostraba a
artistas modernos figurativos y a su vez presentaba la
geométricas abstracción en sus estilos antagónicos: el expresio-
——— nismo abstracto o informalismo de “formas libres”,
que tenía al Action Painting de Jackson Pollock como
En los años 50, el proyecto modernizador internacional referente; la abstracción constructiva con raíces en
tomó gran impulso en Brasil con la creación del Museo el constructivismo ruso; Lo Espiritual en el Arte de
de Arte de San Pablo (MASP) Assis Chateaubriand en Kandinsky; el concretismo de Theo van Doesburg;
1947,28 el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro las investigaciones de Piet Mondrian en De Stijl; la
(MAM RJ) en 1948 y el Museo de Arte Moderno de experiencia de la Bauhaus alemana y la Vorkurs y las
San Pablo (MAM SP), sumados a la I Bienal Internacio- teorías del color de Itten o las ideas de la cinta de
nal de San Pablo en el MAM SP en 1951,29 que se creó Moebius de Klee, que luego tomaría Max Bill para
a partir del modelo de la Bienal veneciana. actuar en la Hochschule für Gestaltung en Suiza, don-
de proponía un arte basado en la matemática y en
A partir de ese momento cambiaba radicalmente el la lógica. En la Argentina lo haría Tomás Maldonado,
modelo de gestión cultural, tanto a través de capi- quien tomó contacto con Bill en Ulm.36
tales privados provenientes de la industrialización y
los medios de comunicación como del sector público, El escenario concreto tenía a sus artistas reunidos en
alineado con la política internacional de los Estados grupos. Por una parte, se destacaba el grupo Atelier
Unidos impulsada por Nelson Rockefeller. El MAM Abstracción, fundado por Samson Flexor (artista de
SP, que tenía al MoMA de Nueva York como modelo origen judío nacido en Soroca, hoy Moldavia) en su ca-
de museo moderno, y La Bienal, fueron fundados du- sa-atelier en San Pablo. Flexor defendía la abstracción
rante el gobierno de Lucas Nogueira Garcez, patroci- de lo que llamaba “copia de la naturaleza” promo-
nados por el empresario Cecilio Matarazzo Sobrino, viendo ejercicios con regla y escuadra según las leyes
gracias a estas políticas internacionales. naturales de la armonía y la proporción áurea. Antônio
Maluf, alumno de Flexor, desarrolló sus progresiones
Fueron impactantes, en el ambiente de debate y dis- crecientes y decrecientes sugiriendo una proyección
cusión entre las diferentes áreas culturales, las expo- al infinito que adaptó sintetizándola en el póster de la
siciones y programas públicos de artistas extranjeros I Bienal. También colaboró en proyectos de industria
como Alexander Calder en MAM RJ (1948)30 y MASP textil, y en murales realizados con azulejos en San Pa-
(1949); la vuelta al país del crítico militante Mário blo junto con arquitectos como Vilanova Artigas. Fue
Pedrosa en 1945, más toda su labor para el Correio marchand y tuvo una galería, Seta. 37

26
Por otra parte, el Grupo Ruptura, creado en 1952 a También en ese año, a partir de los teóricos Mário
partir de teorías marxistas, pautas del PC brasilero Pedrosa y Ferreira Gullar, varios alumnos del curso de
y la teoría de la Pura Visibilidad de Konrad Fielder, Ivan Serpa en el MAM (con artistas de distintas ten-
estaba liderado por Waldemar Cordeiro, que pro- dencias) fundaron el Grupo Frente en torno al ideal de
movía reuniones para el estudio de la abstracción y libertad de creación. El grupo promovía el eclecticis-
en pos de asegurar las condiciones para el desarrollo mo y según Mário Pedrosa tenía una altísima misión
de un arte nuevo38 junto a Lothar Charoux, Geraldo de social.40 Lo integraban, además de Serpa, Aluísio
Barros, Luiz Sacilotto, Kazmer Féjer, Anatol Wladyslaw, Carvão, Décio Vieira, João José da Silva Costa, Lygia
Leopold Haar y sus posteriores adherentes como Clark y Lygia Pape, entre otros. Poco después se su-
Maurício Nogueira Lima, Hemenegildo Flaminghi y maron Hélio Oiticica, Franz Waissmann, Abraham
Judith Lauand. El 9 de diciembre de 1952 se inauguró Palatnik y Ruben Ludolf. Expusieron juntos por pri-
una exposición del grupo en el MAM SP. En 1953, en mera vez en la galería del Instituto Brasil-Estados
consonancia con la polémica sobre el rol político de Unidos en Río (1954). El grupo se disolvió como tal en
los artistas en relación con las instituciones, y en oca- 1956, con la adhesión de alguno de sus miembros al
sión de la II Bienal, los artistas del grupo redactaron un concretismo.
acta denunciando el excesivo poder de las institucio-
nes. En 1956 lanzaron su manifiesto, donde rompían La pluralidad de caminos de experimentación de los
con el arte naturalista del pasado y se diferenciaban distintos grupos y artistas, y por otro lado la simili-
de quienes creaban formas nuevas a partir de princi- tud en muchas de las realizaciones, llevó a que los ar-
pios viejos –como Cícero Dias, según ellos–. Instaban tistas comenzaran a interactuar y a relacionarse con
a la renovación de valores esenciales del arte visual Noigandres y Ruptura. Esto dio lugar a la organización
según nuevos principios estéticos integrados con la de la I Exposição Nacional de Arte Concreta, realizada
producción industrial. En este sentido, el diseño grá- en el MAM SP en 1956, y al año siguiente en el Minis-
fico y objetual, la publicidad, el diseño de paisajismo terio de Educación de Río de Janeiro.
y la arquitectura fueron de gran interés para el grupo.
Ideológicamente, Cordeiro estaba muy vinculado con Ivan Serpa, uno de los primeros artistas geométricos
Tomás Maldonado y los postulados de Bill. del Brasil, estimuló en Río de Janeiro la creación de
debates del grupo Frente, que propició el Neocon-
En 1952, Augusto de Campos, Haroldo de Campos cretismo. En su propia obra, Serpa trabajó el tema de
y Décio Pignatari (poetas del grupo Ruptura) funda- las variaciones, la dinámica del círculo y el ritmo de las
ron en San Pablo el grupo de poesía visual concreta líneas oblicuas, al igual que Max Bill.
y la revista Noigandres39 para romper los límites de la
poesía, la enunciación y la palabra, y fusionarlos con el Hélio Oiticica comenzó sus gouaches conocidos como
arte concreto. En este arte también estaba presente Sècos en 1957, a los que bautizó luego, en Nueva
la musicalidad, como se aprecia en obras como los rit- York, como Metaesquemas: una serie de aproximada-
mos coplanares de Willys de Castro o los Metaesque- mente 350 obras en las que investiga en composicio-
mas de Oiticica, basadas en el estudio de las Quince nes simples las leyes de percepción de la Gestalt en
variaciones sobre un mismo tema de Max Bill (1938). el plano de la obra. En diálogo con estas obras se en-
contrarían las de campos de ritmos planares de Décio
En San Pablo, en la Bienal de ese año, impactaron la Vieira y la percepción de la vibrante energía colorística
presencia de los arquitectos Walter Gropius, Alvar de Aluísio Carvão.
Aalto y José María Sert. También la conferencia de
Max Bill sobre el peligro del creciente protagonismo También en esos años, Lygia Pape crearía sus Tecelares:
de Niemeyer. La conferencia despertó la atención de una serie de xilografías sobre papel de arroz consis-
Lúcio Costa, quien disintió atribuyendo a Le Corbusier tentes en “articulaciones orgánico-geométricas”.41
el pensamiento de las formas.
Lygia Clark, quien había estudiado con Burle Marx en
En 1953 el MAM de Río de Janeiro organizó la Exposi- 1947, y avalada por Mário Pedrosa, se sumó al Gru-
ción Nacional de Arte Abstracta en el Hotel Quitadin- po Frente y mantuvo siempre un estrecho vínculo con
ha de Petrópolis. Ese mismo año se presentaba en el Oiticica. Ferreira Gullar diría, en relación a sus obras
MAM una exposición del grupo abstracto argentino de este periodo: “Lygia Clark ignoraba tal vez, al in-
formado por Sarah Grillo, Lidy Prati, Claudio Girola, tentar incluir el marco en el cuadro en 1954, que eso
Enio Iommi y Alfredo Hlito. la llevaría a la destrucción del espacio pictórico y des-

27
pués al redescubrimiento de un espacio que ya no se Gullar aclaraba que aquél no era un grupo con princi-
mantiene separado del mundo sino que, al contrario, pios dogmáticos, y comenzaba diciendo que se trataba
confina directamente con él, lo penetra y se deja pe- de una “toma de posición enfrentada al arte no figu-
netrar por él.”42 rativo ‘geométrico’ (neoplasticismo, constructivismo,
suprematismo, escuela de Ulm) y frente al arte concre-
to llevado a una peligrosa exacerbación racionalista.”
informalismos y También enfatizaba que ellos no concebían “la obra de
arte como una “máquina” ni como un “objeto”, sino
arte destructivo como un quasi-corpus” y que ésta “no se limita a ocu-
——— par un lugar en el espacio objetivo, sino que trasciende
para fundar en él una significación nueva; que las no-
ciones objetivas de tiempo, espacio, forma, estructura,
En la Bienal de 1957 se mostró una exposición de las color, etc., no son suficientes para comprender la obra
grandes telas del Dripping y el Action Painting de de arte, para dar cuenta de su “realidad.”45
Jackson Pollock, y se premió a los brasileros de esa
tendencia. La V Bienal de 1959 contaba ya con una En este contexto, Oiticica creó sus Relevos Espaciais,
gran representación de abstracción sensible, de artis- que salían de las paredes e interrumpían el espacio cir-
tas solitarios enfrentando en la tela el drama existen- cundante, y Lygia Clark su serie de objetos-esculturales
cial. En el contexto del arte informal regional de los o “no objetos”,46 los célebres Bichos, creados no para su
50, se diferenciaron de los concretos algunos artistas contemplación pasiva sino para ser manipulados por el
de origen japonés como Manabu Mabe, Flávio Shiró y espectador. Se trata de objetos geométricos cargados
Tomie Ohtake, y otros como Iberê Camargo o Antônio de plasticidad orgánica, de vida y azar, que varían según
Bandeira. La materia, la pincelada gestual, el grafismo sus múltiples combinaciones y de acuerdo a cada posi-
estilo tachista, la escritura en las caligrafías influen- ción, a partir de cada movimiento, lo que a su vez las vin-
ciadas por el grupo japonés Gutai y el horror de las cula con el tiempo que transcurre. Obtuvieron el premio
bombas nucleares, o el pensamiento zen en el espacio a la mejor escultura en la Bienal de 1961.
pictórico “toman cuerpo a través de la experiencia de
la pincelada como pulsión significante.”43 Amilcar de Castro, artista de Minas Gerais, también
alumno de Guignard, tomaba de la escultura barroca
Por otra parte, un artista singular como Frans Krajcberg el movimiento y los desdoblamientos de los planos,
encontraba, en la selva amazónica y del Mato Grosso, sintetizándolos en sus esculturas en hierro oxidado –el
ramas, raíces y troncos orgánicos calcinados, que con- color de la tierra de Minas Gerais–. Utilizaba este ma-
vertía en esculturas al estilo ready-made: “Com minha terial sin fragmentar, manteniendo su unión sin solda-
obra, exprimo a consciência revoltada do planeta.”44 duras. Le interesaba explorar la entrada del espacio en
la chapa, en la obra.

años 60. Ascânio MMM, arquitecto nacido en Portugal y radica-


do en Brasil desde 1959, comenzó a trabajar en relie-
arte pos-moderno ves y esculturas hechas con módulos y tiras de madera
——— pintadas en blanco a partir de 1964. Influenciado por
Víctor Pasmore, que se presentó en la Bienal de San
La década comenzaba con la inauguración de Brasilia, Pablo de 1965, y por la arquitectura brasileña moder-
un proyecto de Lúcio Costa y Oscar Niemeyer que era na, el carácter de su obra es riguroso y neo-construc-
la culminación de un proceso que había comenzado tivo, con una poética de dobleces y cierta organicidad
veinte años antes, con la diagramación de la arquitec- barrocos, logrados a partir de la relación entre la escul-
tura moderna en Brasil junto a Le Corbusier. tura y la cuestión social habitacional.

A partir de las exposiciones de arte concreto, y con la Un constructivista tardío e independiente fue Sergio
mayor racionalización por parte de Ruptura, comen- Camargo, quien había estudiado en la Academia Al-
zaron las divergencias teóricas entre Cordeiro y Gu- tamira con Emilio Pettoruti y Lucio Fontana en 1946,
llar. En 1959 se realizó la I Exposiçao Neoconcreta en en Buenos Aires. En 1963, Camargo comenzó a reali-
MAM RJ, que se distanciaba de los concretos raciona- zar sus relieves blancos de planos y volúmenes encas-
listas paulistas. En su Manifiesto Neoconcreto, Ferreira trados en madera, metal o mármol, inspirado por in-

28
fluencias diversas como Brancusi, el Grupo Zero, Luis como crítica a su sociedad consumista. En Latinoamé-
Tomasello, Jesús Soto, Yayoi Kusama y su “locura de rica, en aquel momento no existía tal sociedad consu-
orden”, Günter Uecker, Pablo Curatella Manes, Henri mista, por lo cual si hubo una versión del pop brasileño
Laurens, Vantongerloo, Louise Nevelson, Carvão, Clark, fue en un sentido de crítica social, de denuncia, de ca-
Oiticica, o Pape, entre otros. 47 ricatura cínica de la realidad en un sentido antropofági-
co, es decir sin perder la autonomía, pero aprovechan-
Brasil comenzaba a vivir un contexto liberador, de inte- do sus experiencias.49 Por ejemplo, Décio Pignatari
racción de objetos artísticos con espacios circundantes, señalaba la similitud entre la bandera Pau-Brasil y la de
de experiencias compartidas por todo tipo de artistas Jasper Johns. Los artistas tomaron del pop el tema de
con la participación del público en diversos espacios, su propia realidad cotidiana, social y política, la cual
incluido el urbano. Oiticica llamó a su arte “ambiental”, era muy diferente a la de los Estados Unidos. En este
donde nada está aislado, sino que domina el conjunto sentido, había quizás más puntos de encuentro con los
perceptivo sensorial. “En este conjunto, el artista creó nuevos realismos cotidianos franceses, la semántica, el
una “jerarquía de órdenes”: relieves, núcleos, bólidos bricollage a la Levi Strauss y el existencialismo.
(cajas) y capas, estandartes, carpas (“parangolés”), to-
das dirigidas a la creación de un mundo ambiental”.48 Waldemar Cordeiro abandonó la pintura concreta en
Oiticica fue un precursor de la desmaterialización del 1960 para adentrarse en experiencias más libres y am-
arte. Fue un artista amplio, incursionó en la escenogra- biguas, y entró en contacto con experiencias cinéticas
fía, fue crítico de cine y de literatura. de Soto y Le Parc en relación a la unión del arte con la
vida. De estilo antropofágico, creó sus Popcretos, en
los que “cuadros estructuralmente concretos habían
nuevas figuraciones. deglutido crítica y antropofágicamente, a la brasilera,
la experiencia del pop norteamericano”. 50
¿espíritu pop?
——— En su serie Envolvimiento (obras de Colección Fadel
y de MALBA), Wanda Pimentel criticaba el mundo im-
Mientras en Brasil se implantaba la dictadura, en personal y la estética de la TV y los medios y reflexio-
el mundo convivía el espíritu de la vuelta a las ideas naba sobre el lugar de la mujer emancipada en una
duchampeanas dadaístas con diferentes versiones de sociedad consumista.
una nueva figuración, el surgimiento del pop americano
e inglés, del Nuevo Realismo y las mitologías cotidianas Antonio Dias mezclaba elementos dispares como feti-
francesas, el comic, la interacción con los medios de co- ches de imaginería católica kitsch con escenas del cine,
municación masiva, los nuevos happenings, performan- de la TV, de la crónica policial y la prensa amarillista
ces, etc. En ese ambiente, el argentino Antonio Berni en cuadros-objetos de denuncia política social. Con 21
ganaba el Gran Premio de Grabado en la Bienal de Ve- años recibió el Primer Premio de la IV Bienal de París.
necia de 1962, con su serie dedicada a Juanito Laguna,
el chico de la villa miseria (o favela). Y en 1964 lo recibía El Grupo Rex actuó en San Pablo entre 1966 y 1967.
Rauschenberg por sus Combine paintings. Los artistas Estaba formado por Geraldo de Barros, Nelson Leirner
argentinos de la Nueva Figuración expusieron sus pin- y Wesley Duke Lee, los cuales se asociaron a Carlos Fa-
turas en Río en 1963 y 1965, al igual que Berni sus gran- jardo, Frederico Nasser y José Resende en Rex Gallery
des assemblages y monstruos en su retrospectiva orga- & Sons, como cooperativa y espacio expositivo.
nizada por el Instituto Di Tella, que itineró al MAM de
Río. El gran artista argentino participó además de Nova El Grupo Neorrealista carioca estaba compuesto por
figuração da Escola de Paris, en la Alliançe Française los gaúchos Carlos Vergara y Pedro Escosteguy, el pa-
de Río de Janeiro, en 1965, y expuso en la galería Bo- raibano Antonio Dias y los cariocas Roberto Magalhães
nino en 1967. A partir tde las gestiones del marchand y y Rubens Gerchman, luego de los contactos que hi-
coleccionista carioca Jean Boghici y de la marchand y crí- cieron en la exposición Opinião 65, que reunió a trein-
tica Cérès Franco, se impulsaron las exposiciones y cru- ta artistas de diferentes países, ideada por Boghici y
ces entre artistas de la región con europeos, a través de organizada por Cérès Franco en MAM RJ en 1965.
sus galerías Relevo y l’Oeil-de-Bœuf. Su selección partió de Mythologies quotidiennes, or-
ganizada en París por Gassiot-Talabot. Estos artistas
El pop neoyorkino apuntaba a un imaginario de ele- mostraban en obra figurativa un compromiso social y
mentos cotidianos y populares de las clases medias, político durante la dictadura militar. No se trataba solo

29
de un rechazo a la abstracción, sino también de una En la Bienal de Venecia de 1968, Mira Schendel presen-
relectura del realismo social local. En la apertura de la tó sus Monotipias y Objetos Gráficos como textos que
exposición, Oiticica –acompañado de miembros de la recuerdan al alfabeto griego o latino. Tales símbolos
scola de samba Mangueira– llegó con sus Parangolés, se agrupan ocasionalmente y parecen ser palabras de
lo que marcó un hito en la historia del arte latinoame- lenguas distintas, existentes o no, que, en ese aspec-
ricano. Oiticica tomaba a la samba como herramien- to, semejan palimpsestos.51 La obra de Mira Schendel
ta de protesta. Al año siguiente, el MAM RJ repitió el hace referencia al lenguaje y a la samba como actitud
modelo en Opinião 66, con numerosos artistas de la de vida brasileña. “Sambar, para Schendel, describía
Escuela de París. todo un proyecto existencial.”52

La exposición Nova Objetivida de Brasileira, que mos-


traba múltiples tendencias, marcó el “punto de llega- 1 Sérgio Fadel y su hija Marta Ibirapuera en San Pablo, que sería
da del proceso neofigurativo”, llevando a los artistas son abogados. inaugurado recién en 1954.
que venían del realismo a una “desestructuración del
2 Marcelo E. Pacheco, 9 Aracy Amaral, Do modernismo à
objeto artístico con un consistente aparato teórico”. Coleccionismo artístico en abstraçao (1910-1950), en Sergio
Contaba con dos textos clave: uno de Cordeiro sobre la Buenos Aires. Del Virreynato al Cohn (org.), Ensaios fundamentais:
evolución del arte concreto a la nueva vanguardia; y Centenario. Expansiones del artes plásticas. Banco do Azouge
discurso; Ciudad de Buenos Editorial, Rio de Janeiro,
el manifiesto de Oiticica Esquema general de nueva
Aires, edición del autor, 2010, p 23.
objetividad, sobre las manifestaciones que contribuían 2011, p. 14.
a la nueva objetividad, que describía el estado de volun- 10 Tarsila do Amaral, “Pintura Pau-
tad constructiva general como un estado típico del 3 Luiz Felipe de Alencastro, Brasil e Antropofagia”, en Sergio
O Trato dos Viventes. Formacao Cohn (org.), Ensaios fundamentais:
arte brasileño que unía al arte con la arquitectura.
do Brazil no Atlantico Sul. artes plásticas. Banco do Azouge
Séculos XVI e XVII. São Paulo, Editorial, Rio de Janeiro,
Una de estas nuevas síntesis sería el movimiento tro- Companhia das Letras, 2000, 2010, p. 31.
picalista, inspirado en el Penetrable, a su vez inspira- p. 9. Citado en João Cezar de
Castro Rocha, Antropologia 11 Tarsila do Amaral, op. cit., p 32.
do en las construcciones y materiales precarios de las
hoje?, É Realizações Editora,
favelas. Tropicália se desarrolló principalmente en el São Paulo, SP, 2011, p. 11. 12 Tarsila do Amaral, op. cit.,
ámbito de la música –con Caetano Veloso, Gal Costa, p. 33. Agrega que el diseño de esa
Gilberto Gil, Tom Zé, Rogério Duprat y Os Mutantes–, 4 Nelson Aguilar, Brasil, figura sirvió de tapa de los poemas
Século XX. Ed. Fundacion Le formose, que Blaise Cendrars
pero también en el teatro –José Celso Martínez Correa:
Bienal de São Paulo, 1994, p. 13. escribió durante su viaje a Brasil
O Rei da Vela–, el cine –Glauber Rocha– y en eventos en 1924.
performáticos que ponían en juego nociones anti-arte. 5 Paulo Herkenhoff compara
El Cinema Novo, con influencias del neorrealismo ita- su obra con Retrato masculino 13 En idioma tupí-guaraní.
(Eugene O’Neil), 1914, en Arte
liano y la Nouvelle Vague francesa, y Rio 40 grados
brasileira na colecao Fadel. 14 En 1931 Raul Bopp escribió, en
(1955) de Nelson Pereira dos Santos como film pre- Da inquietação do moderno a la línea primitivista que desarrolló
cursor, incluía desde 1962 películas como Barravento autonomia da linguagem, Rio en los 20, la leyenda popular
(1962), Dios y el diablo en la tierra del sol, o Tierra en de Janeiro, Andrea Jakobsson Cobra Norato, sobre mitologías
Estúdio, 2002, p. 28. de la selva amazónica.
trance, de Glauber Rocha; Os cafajestes (1962), de Ruy
Guerra, Vidas Secas (1964), de Pereira dos Santos, 6 Incluso Aranha fue nexo con 15 Tarsila do Amaral, op. cit., p. 33
Ganga Zumba (1963) y Os heredeiros (1969), de Carlos Paulo Prado, financiador del
Diegues, y Macunaína (1969), de Joaquim Pedro de evento, y con los cariocas Ronald 16 Obra clave de 1925, que
de Carvalho y Villa-Lobos. perteneció a Jean Boghici.
Andrade, entre otras. 
7 En 1913, Oswald de Andrade 17 En Ricardo Nudelman,
Oiticica realizó veintiún diseños para la escenografía y regresaba de Europa trayendo la Diccionario de política
vestuario del filme A Cangaceira Eletrónica [Western novedad del Manifiesto futurista latinoamericana del siglo XX,
de Marinetti. Luego, en 1926, Editorial Océano de México,
electrónico], de Antonio Fontoura, que sería un filme
tuvo contacto con Marinetti 2001, p. 329.
futurista sobre la historia revisada del western Maria cuando éste viajó a Brasil,
Bonita, con Gal Costa como actriz principal. El guión Argentina y Uruguay, donde 18 Nelson Aguilar, Brasil,
proponía mezclar “cowboys jugando ping pong en sus dio conferencias muy Século XX. Fundação Bienal
controvertidas. de São Paulo, 1994, p. 19.
momentos libres en un auditorio de TV donde Maria
 
Bonita –mezcla de cantora pop y bandida– se lanzaba 8 En 1921 Brecheret recibía el 19 Martins le compró Victory
desde un escenario en estado de delirio, y regalaba encargo del colosal Monumento Boggi-Woogie, que luego donó
premios como electrodomésticos y viajes”. as Bandeiras del Parque do a MoMA.

30
20 Paulo Herkenhoff (org.), compradas por el empresario contexto del arte contemporáneo. en Experiencia neoconcreta:
Amazónia, a Pororoca e alguns asesorado por el marchand En esa línea, hay que tener momento-limite da arte. San
paradigmas possíveis (cat. exp.). italiano Pietro Maria Bardi, en cuenta la exposición Brazil Pablo, Cosak y Naify, 2007, p. 83.
Rio de Janeiro, Editora Circuito: su primer director. Junto a su builds y el libro homónimo sobre Citado en Gonzalo Aguilar,
Museu de Arte do Rio, 2014, p. 11. mujer, Lina Bo Bardi, diseñaron arquitectura moderna brasileña “Lygia Clark. Unidade V, 1958”,
el museo como un espacio en MoMA, 1943. 2015. (Ficha de obra para
21 Aracy Amaral, Arte para quê? educativo y didáctico opuesto MALBA, sin publicar).
A preocupação social na arte al mausoleo antiguo. En 1951 33 La misma exposición, con
brasileira: 1930-1970, San Pablo, crearon el Instituto de Arte el título Arte Abstracto, fue 43 Paulo Herkenhoff,
Nobel, 2003. En María Amalia Contemporánea IAC/MASP presentada en el Instituto de Arte op. cit., p. 166.
García, El arte abstracto. dedicado al diseño industrial. Moderno de Buenos Aires, gracias
Intercambios entre Argentina y A partir de 1968, la colección a los contactos entre Marcelo 44 Frans Krajcberg, Revolta.
Brasil. Siglo Veintiuno Editores, está albergada en un edificio de Ridder, su director, y su par Rio de Janeiro: GB Arte,
Buenos Aires, 2011, p. 156. hoy emblemático para San Pablo brasileño en MAM SP, Matarazzo. 2000, p. 165.
realizado por Lina Bo Bardi. Esta vinculación continuó con la
22 Luis Camilo Osório, en Flávio producción de la exposición de 45 Publicado en el suplemento
de Carvalho. São Paulo, Cosac y 29 En la I Bienal se premió la Max Bill en San Pablo. dominical del Jornal do Brasil,
Naify, 2000, p. 8. escultura Unidade tripartida de 1959. Firmado por Amilcar de
Max Bill; al Mejor Pintor Joven 34 Organizada por The Institute Castro, Ferreira Gullar, Franz
23 Le Corbusier había visitado Ivan Serpa por su obra Formas; of Contemporary Art de Boston Weissmann, Lygia Clark, Lygia
Brasil y Argentina en 1929 y luego Antônio Maluf ganó el concurso en 1948. Pape, Reynaldo Jardim y Theon
en 1936. Su propuesta urbanística para el diseño del cartel; y Spanúdis. Oiticica no lo firmó.
fue muy influyente en el ideal Abraham Palatnik una mención 35 Y casada con Paulo Bittencourt,
de ciudad que se buscaba. Tuvo por su aparato cinecromático dueño del diario carioca Correio 46 Ferreira Gullar los llamó
contacto con Lucio Costa y con (igual al de la obra de la da Manhã. Tuvieron un rol así por su inmaterialidad,
Niemeyer en la construcción del colección de MALBA). destacado en la articulación con propiedades justamente
edificio del Ministerio de privado-pública del arte con la contrarias al objeto, al pretender
Educación y Salud (1937-43) y 30 Mário Pedrosa escribió desde inserción del arte concreto como ser síntesis de experiencias
también, en 1939, en el pabellón Nueva York un artículo sobre la tendencia hegemónica y también sensoriales y mentales. Véase
de Brasil para la Exposición exposición de Calder en MoMA con el MoMA de Nueva York “Teoria da Nao-Objeto”, Jornal
Universal de Nueva York. Le en 1943, que fue publicado en como modelo de museo moderno. do Brasil, Rio de Janeiro, 1960.
Corbusier era partidario de diciembre de 1944. Para
contextualizar la arquitectura Pedrosa, Calder encarnaba la 36 De la Escuela de Ulm también 47 Sobre este tema, véase Paulo
con su entorno, su cultura, su figura del ingeniero que usaba participaron Almir Mavignier, Herkenhoff, op. cit., p. 180-187.
clima y Lucio Costa admiraba la los instrumentos y materiales Mary Vieira, Geraldo de Barros,
arquitectura barroca lusitana, en del trabajo industrial y del artista Alexandre Wollner. 48 Mário Pedrosa, “Arte
particular a Aleijadinho. creativo. A su vez, planteaba Ambiental, arte pos-moderna,
la noción de obra abierta a 37 Maluf fue quien realizó la Hélio Oiticica”, en Correio da
24 María Amalia García, El ser completada por la visión y venta de Abaporu a Raúl Forbes, Manhá, Rio de Janeiro, 26 de
arte abstracto. Intercambios experiencia del espectador. que por su parte luego la vendió junio de 1966. Citado en Aracy
culturales entre Argentina y Brasil. a través Christie’s. Entonces Amaral, “Aspectos do nao-
Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 31 Tesis de su cátedra de Costantini la adquirió para MALBA.  objetualismo no Brasil”, mayo
2011, p. 77. Historia del Arte y Estética 1981. Archivo personal de Aracy
de la Facultad Nacional de 38 María Amalia García, Amaral. En Archivo digital ICAA,
25 Sérgio Milliet, Aracy Amaral. Arquitectura de Río de Janeiro. op. cit., p. 154. MFAH, registro N°: 11112221.
“Surgimento da Abstração Fueron clave en su tesis su
geométrica no Brasil: De Cícero contacto en Berlín con estas 39 Noigandres: palabra de un 49 Sobre este tema, véase
Dias a Mário Pedrosa”, en: Aracy teorías en los años 20 y las poema de Ezra Pound que no el ensayo de Ana Longoni
Amaral, Arte construtiva no Brasil investigaciones con enfermos significa nada, que tiene la intención “¿Afinidades pop?”, en Andy
- Coleção Adolpho Leirner. São mentales de la Dra. Nise de de experimentar innovaciones en Warhol, Mr. America, MALBA,
Paulo, Ed. DBAM, 1998, p. 55. Silveira del Hospital Psiquiátrico el lenguaje poético. Buenos Aires, 2009.
Engenho de Dentro, de las que
26 Jornal das Letras, Río de participaban Abraham Palatnik y 40 Como parte del grupo, Oiticica, 50 José Loureiro, “Poetas de
Janeiro, diciembre de 1952. En Almir Mavignier. (Otilia Arantes, Lygia Clark, Serpa y Carvão Vanguarda tomam posiçao”,
Cícero Dias, Oito décadas de “Mário Pedrosa, um capítulo trabajaron para la Escolinha de en Correio da Manhã, Río de
pintura. Museu Oscar Niemeyer, brasileiro da Teoria da Abstração”, Artes para crianças de MAM RJ, Janeiro, 13 de marzo de 1965.
Curitiba, 2006, p. 178. en Mário Pedrosa: forma e para la cual utilizaban el libro de
percepção estética. San Pablo, Herbert Read Educación para 51 Vilém Fuser, “Diacronia e
27 Sérgio Milliet, op. cit., p. 184. EDUSP, 1996. Citada en María el arte y los postulados de la diafaneidade”, O Estado de São
Amalia García, op. cit., Siglo Gestalt. Esta experiencia fue muy Paulo, 3 de mayo 1969, p. 4.
28 Museo privado sin fines Veintiuno editores, Buenos importante para los artistas.
de lucro, fundado por Assis Aires, 2011, p. 161). 52 Luis Enrique Pérez Oramas,
Chateaubriand, considerado el 41 Paulo Herkenhoff, op. cit., p. 183. León Ferrari e Mira Schendel.
más rico en acervo del hemisferio 32 El tema de la conferencia fue O alfabeto enfurecido.
sur, con más de 8000 obras la importancia de la arquitectura 42 Ferreira Gullar, “Lygia Clark: Fundación Iberê Camargo, Porto
desde el siglo IV a la actualidad, en su carácter constructivo en el uma experiencia radical”, 1958, Alegre, 2010, p. 7.

31
voluntad constructiva
en el arte brasileño
por paulo herkenhoff
———

33
34
El mejor homenaje que puede hacerse a un coleccio- La propuesta del Museo de Arte Latinoamericano de
nista es ejercer una mirada crítica y constituir un sen- Buenos Aires (MALBA), de una amplia selección de
tido para la historia a partir de su acervo. La colección piezas de la Colección Fadel como exposición de arte
de Hecilda y Sérgio Fadel diseñó un singular arco que brasileño pensado para ser expuesto fuera de Brasil, y
representa cuatro siglos de historia. Ningún acervo pú- que se presenta previamente en el Museo Nacional de
blico o privado podría exhibir igual trayectoria simbó- Arte (MUNAL) en la Ciudad de México, es un abordaje
lica de arte brasileño: Gillis de Peeters y Aleijadinho, amplio y singular de la antropofagia y la modernidad,
la dinámica del siglo XIX, el primer arte moderno y del “proyecto constructivo brasileño” en el contex-
(Belmiro de Almeida, Castagneto, Visconti), los moder- to más general de la formación de la modernidad del
nistas (Rego Monteiro, Malfatti, Di Cavalcanti, Goeldi, país y de sus desdoblamientos contemporáneos. “Solo
Ismael Nery, Tarsila, Guignard), los llamados “primiti- nos une la antropofagia”, proclamó el poeta Oswald de
vos”, el concretismo y el neoconcretismo, la abstrac- Andrade en 1928, reivindicando un modelo de cultu-
ción informal, la nueva objetividad y la Sala Experimen- ra que buscase la autonomía cultural de un lenguaje
tal del MAM de los años 70. propio. Un necesario pasaje incluía la absorción de ele-
mentos de una diversidad inicialmente fundada en las
La familia Fadel reunió la única colección privada que relaciones entre portugueses, indios y africanos duran-
cubre cinco siglos de arte en Brasil a través de unas te el proceso colonial. Dicha riqueza cultural se amplía
3.000 obras. Algunos de sus núcleos históricos son sin- con la participación de judíos, italianos, alemanes, pola-
gulares. Solo dos museos públicos superan su acervo cos, chinos, japoneses, árabes, entre varias otras etnias
del siglo XIX y su colección modernista. El conjunto de en la formulación cultural de Brasil. La propia familia
obras de Tarsila en la Colección Fadel solo es supera- Fadel es de origen libanés.
do por el de la Universidad de San Pablo. La compleja
experiencia del coleccionismo de la familia abarca al- “Brasil es un país condenado a lo moderno”, argumen-
gunos campos singulares, como mapear la modernidad tó el crítico Mário Pedrosa. A partir de ese aforismo, la
antes del modernismo oficializado por la historia de la exposición se propone mapear y evidenciar el perma-
Semana de Arte Moderna de 1922. Los Fadel se cen- nente intercambio entre Brasil y su contexto internacio-
traron, entre otras orientaciones, en el arte hecho por nal (sobre todo europeo) en el siglo XX.
mujeres a lo largo del proceso histórico brasileño a par-
tir del siglo XIX. Su colección de arte constructivo es, El marco cultural de especial penetración social fue la
posiblemente, la mayor y la más extensa en manos pri- arquitectura. En esa experiencia, destaca el paradig-
vadas de Brasil, con más de 200 obras. Esta colección ma de Le Corbusier, que marca a la generación de los
nunca fue expuesta como tal fuera de Brasil, aunque arquitectos Lucio Costa, Oscar Niemeyer y Affonso
sus préstamos sumen decenas de muestras en grandes Eduardo Reidy. Lo moderno, sin embargo, implica tam-
museos de todo el mundo. bién la valorización de la herencia colonial y la cons-
trucción de una mirada antropológica sobre los indios
El llamado “proyecto constructivo brasileño” de la fa- en Brasil, que incluso se opusiera al etnocentrismo y al
milia Fadel es notorio por la extensión y la calidad del genocidio. Suponía el reconocimiento de la diversidad
conjunto, por la presencia de obras excepcionales y por cultural brasileña y la valorización de la participación afri-
la articulación de tres generaciones, la primera de las cana en la constitución de la cultura brasileña moderna.
cuales cumplió la tarea de enunciar la voluntad cons- En los tres casos, inciden nuevos parámetros académi-
tructiva del modernismo, como generación previa al cos franceses: la historiografía del barroco brasileño por
constructivismo. En la posguerra, la polémica sobre el Germain Bazin, la antropología de Claude Lévi-Strauss y
arte concreto envolvió al país en debates, disputas con- de Roger Bastide, y el diálogo de Lévi-Strauss con el mo-
ceptuales y exposiciones alrededor del concretismo y el delo de antropofagia del poeta Oswald de Andrade.
neoconcretismo. A partir de 1962, cuando el neocon-
cretismo transformó radicalmente su camino, surgieron
artistas dispersos, no articulados entre sí, que forma-
ron una segunda generación constructiva. La colección
modernismo
Fadel sigue de cerca ese proceso. Esa experiencia de —
coleccionismo, guiada por una mirada científica y un dis-
cernimiento cualitativo, se esforzó por hacer visible el Tomado como referencia, Charles Harrison discute
giro en la producción geométrica a partir de 1963-1964, “modernización” como conjunto de procesos políticos,
de la cual resultó una segunda generación constructiva. económicos y tecnológicos asociados a la Revolución

35
Industrial y sus desdoblamientos; “modernidad” como matriz modernista junto con Carnaval de Madureira,
las condiciones y modos de experiencia vistos como seguido mucho después por O marmoreiro y Morro
efectos de esos procesos; y “modernismo” como pro- Vermelho (1926), de Segall. La favela era un fenómeno
piedad o cualidad de ser moderno o actualizado. urbanístico nuevo en Río de Janeiro, propiciado por la
abolición de la esclavitud y por las migraciones.
En ese sentido, las condiciones y modos de la moder-
nidad se instalaron en Río de Janeiro en el siglo XIX, La apertura del Manifiesto de la Poesía Pau-Brasil es
en un proceso de cuño urbanístico y social. En la Co- clara: “La poesía en los hechos. Las casitas azafrán y
lección Fadel, varias pinturas (Castagneto, Ana y Maria ocre en los verdes de la favela, bajo el azul cabrali-
Cunha, Timóteo da Costa, Dall’Ara, Visconti) certifican no, son hechos estéticos”. Para Tarsila, el primer Brasil
esta situación. en “Pau-Brasil” es Río de Janeiro. Es la tesitura de sus
acordes cromáticos más ricos, es el tejido de relaciones
Los primeros ejemplos de voluntad constructiva surgen plásticas más articuladas, es la credencial de identidad
en la modernidad brasileña en 1908, con el precursor cultural más transparente. El carnaval de 1924 fue el
Belmiro de Almeida, nunca incluido en las exposiciones acontecimiento decisivo que detonó el “Pau-Brasil”.
brasileñas en el exterior. Su pintura Maternidade em
círculos revela la conciencia moderna de la superficie Di Cavalcanti debe haber presenciado en París, en
con mayor radicalidad que todo lo que se expondría 1923, la intensa implicación de Tarsila do Amaral y
en la “Semana”. En Río, Graça Aranha forja las bases Oswald de Andrade con los negros, ya que la pareja
del programa conceptual de la brasilidad modernista, estaba muy ligada al francés Fernand Léger, al ruma-
del “Pau-Brasil” a la “antropofagia”. no Constantin Brancuși y al suizo Blaise Cendrars, cuya
Anthologie Nègre ya conocían. Debe haber entendido
En 1922, una de las mejores pinturas hechas en Brasil es la que esos brasileños habían empezado a oír, repentina-
Praça Floriano, de Oswaldo Teixeira. Su pincelada es más mente, en Francia, el sonido que no habían escucha-
moderna que cualquier otra en el país de ese momento. do en Brasil, y que ahora les llega claramente como la
“sugestiva presencia del tambor negro y del canto del
Los retratos de Mário y Oswald de Andrade de Malfatti indio”, tal como lo enunció Oswald en la Sorbone.
son una discusión con los influyentes intelectuales.
Simbólicamente, el Retrato de Mário de Andrade Negro o mulato, pero sobre todo no blanco, Di vivía la
(ca. 1922), de Malfatti, podría ser la obra más impor- imposibilidad de pintar A Negra de Tarsila, ya que signifi-
tante de ese año entre los modernistas. El color de caba un distanciamiento y una objetivación acrítica de la
su obra estalló fulgurante en Nueva York (1915-1917) diferencia racial en el marco de una división social de clase
para desvanecerse en Brasil. que aún refleja la contradicción entre señores y esclavos.
Di dejaba claro que las obras Samba o Roda é samba no
A partir del cubismo, la experiencia modernista de eran los bals des negres de la búsqueda de lo exótico de
los hermanos Joaquim y Vicente do Rego Monteiro, Blaise Cendrars en París. Río de Janeiro ya era la ciudad
Di Cavalcanti, Tarsila do Amaral, Victor Brecheret e de los múltiples ritmos: lundu, jongo, pontos de orixás,
Ismael Nery se vio cruzada por una discreta voluntad samba, marchas-de-rancho, maxixe, chulas y choro.
constructiva vinculada al paso de cada uno por París.
La Colección Fadel tiene un relevante conjunto de En la obra carioca de Cícero Dias, la geografía de la ca-
obras de esos artistas. La obra de Vicente do Rego pital moderna y las construcciones de la ciudad se iden-
Monteiro en la década de 1920 tiene como punto de tifican: los Arcos de Lapa, la balaustrada de Glória y los
partida la cerámica precolombina del Amazonas de muros de Muratori. Es un sueño antropológico fundido
las sociedades marajoara y maracás, entre otras. In- con sueños eróticos del “niño del ingenio”. Para él, Per-
corporó valores plásticos de la cerámica amazónica nambuco sería la distancia; es un recuerdo en Yo he visto
como paleta, volumen, forma y reducción de la figura. el mundo... En Recife (1931), comenzó el audaz dibujo
El léxico de origen amazónico y el vocabulario plástico pensado para el Salón Revolucionario del mismo año en
tomado de la cerámica cocida fueron utilizados luego Río. Pernambuco también es una ilustración para el libro
por Monteiro. Casa Grande & Senzala, de Gilberto Freire (1933), y el
fondo en Vista del Puerto de Recife (ca. 1930).
Tarsila está representada en la exposición por cuatro
pinturas al óleo, un pastel y un cuaderno de notas. En La antropofagia es esa especie de subjetivación del ojo
su trayectoria, Morro da Favela (1924), es el paisaje en “estado salvaje”, de la que habló Breton. En O lago

36
(1928), la pintura antropofágica de Tarsila se ve marcada trabajo. La obra es anti onírica. Su clima anti naturalista
por el silencio nocturno (“la noche llega plácidamente”) tiene algo de Sironi, del Novecento y de los Valori Plastici.
y la vigilia erótica (el insomnio de la selva) igual que en
Cobra Norato, matriz del modernismo antropofágico.

La obra de Tarsila Abaporu (1928), clave del Manifiesto


nubes
Antropofágico, es actualmente parte de la colección ———
permanente de MALBA.
En Italia, en 1940, Guignard encuentra la refracción de
Flávio de Carvalho, lector de Freud, dice que “el me- la materia en la niebla como transigencia del tiempo
canismo maravilloso” del alma de Tarsila “condensó las y evanescencia del mundo: lo sublime de los trópicos.
diferentes sensaciones de su sistema libidinoso”. Su pintura se vuelve transparente como una acuarela.
Comparadas con Castagneto, sus nieblas perderán el es-
En Retrato ancestral, de Flávio de Carvalho, aparece pesor de lo matérico. Un paisaje de Guignard puede no
una gorra: un cuerpo desmembrado, como “partes en ser solo topografía, sino la operación de un pensamiento
movimiento” o una “autodescomposición”. El ojo está visual desde una óptica particular: nublados, accidentes
abierto de par en par. No hay sangre en este descuar- solidificados por la concentración de pigmento, agua
tizamiento totémico. Lo blanco es carne. La estructura suspendida por diferencias térmicas, escurrimientos
de retrato ancestral, cabeza y conjunto de órganos, es que, como ríos rocosos o avalanchas, son determinados
una variante de la ilustración Experiencia N º 2, que por la gravedad. Así, su paisaje imaginario es siempre un
realizó durante un Corpus Christi. mundo de operaciones materiales aún más imaginables:
montañas gaseosas, verdes pétreos o cielos telúricos en
Maria Martins fue un caso aparte, por su personalidad, óxidos, la puesta de sol como suelo rojo. La topografía
su distancia del medio y su vivencia internacional, que carioca lleva a Guignard a adoptar una perspectiva ver-
comprendía a Mondrian, a Brancuși y a Duchamp, de tical similar a la perspectiva china. Minas será el lugar de
quien fue modelo para Étant donnes, en 1946. Desde exacerbación del nuevo pathos a través de la hagiografía
principios de los años 40, Maria desarrolló un proyecto edificante. La figura de Cristo azotado en la cruz, tradi-
cosmogónico brasileño. Su escultura daba cuerpo al ción de los escultores coloniales –muchos de los cuales
“bosque cifrado” y revelaba sus seres. eran mulatos– presenta ese sufrimiento como metáfora
sublime del esclavo en la picota.

tierra
——— negociación entre
la figuración y
En la producción de Portinari, la “tierra roja” –que
el inmigrante italiano rebautizó como “terra rossa”–
la abstracción geométrica
es el suelo fundamental en pinturas como Mestiço ———
(1934), Futebol y Café (1935), O lavrador de café
(1939) y Paisagem de Brodósqui (1940). El color telúri- El exilio de Maria Helena Vieira da Silva y Arpad Szenes
co actúa como puente entre el color del suelo y la vida en Brasil (1940-1947), oriundos de Francia, iluminó el
social. Para Tarsila, la fazenda, que era la base econó- ambiente brasileño con una concepción moderna del
mica que financiaba su vida personal, fue escenario de espacio. Algunas obras maestras de Vieira da Silva
excursiones modernistas, pero nunca un registro del fueron pintadas en Brasil. Además de las piezas de la
proceso de producción. Portinari entiende el vacío de Colección Fadel, podrían incluirse sus pinturas brasi-
la tierra (medio de producción) como un plano vasto y leñas de los fondos de los museos Pompidou, Tate,
de amplio horizonte, casi un espacio metafísico, lugar Gulbenkian y de la Fundación Arpad Szenes y Vieira
de trabajo del campesinado. El fútbol es el espacio de da Silva. A mediados de la década de los 40, en Brasil,
la vida, del trabajo, de la muerte y, para un Portinari algunos artistas, en un ambiente hostil al arte abstrac-
creyente, también de la resurrección. to, negocian un paso entre la representación figurativa
y una reducción del modo de representar el mun-
En la pintura Varredores noturnos (1935) de Carlos Pra- do real a estructuras geométricas, con artistas como
do, hay un cierto peso de la noche, pero como hora de Alfredo Volpi, José Pancetti, Waldemar da Costa, Ione

37
Saldanha, Maria Leontina, Milton Dacosta y Samson reducción del vocabulario de los artículos religiosos de
Flexor. Vieira da Silva tuvo un rol paradigmático para los orixás del Candomblé, y en formas geométricas y
gran parte de los geométricos brasileños iniciados en colores que unían el carácter simbólico a la voluntad
el arte en la década de 1940. La exposición también constructiva general. Las referencias teóricas, junto a an-
dedica un enfoque a un conjunto de pinturas de Volpi y tropólogos brasileños y a la literatura de Jorge Amado,
Dacosta, muy bien representados en la Colección Fadel. incluirán nombres de la Misión Francesa de la Univer-
sidad de San Pablo: Lévi-Strauss, Fernand Braudel,
Al descubrir la témpera, Volpi encontró un elemento Roger Bastide y otros. En el Brasil baiano, el presente
fundamental en su trayectoria. Su obra se abrió al diá- explica el pasado, argumenta Braudel, pero en contra-
logo permanente con esta técnica, explorando al máxi- partida, en la historia de las civilizaciones, el pasado
mo sus cualidades y buscando transformar sus límites explica el presente (1959).
en potencial expresivo y constructivo.
En la experiencia brasileña, la poesía concreta de
los hermanos Augusto y Haroldo de Campos, Décio
Pignatari y Ferreira Gullar, y la revista Noigrandes,
concretismo propician el diálogo entre literatura y artes visuales.
——— Para este grupo, el punto de referencia histórico más
importante es la obra Un coup de dés (1897), de
El impacto de una exposición de Max Bill y de la primera Stéphane Mallarmé. Los escritos en monotipia y los
Bienal de San Pablo (1951), se notó inmediatamente en Objetos gráficos de Mira Schendel son notables ex-
Brasil. Los artistas Abraham Palatnik, con una obra expe- perimentos lingüísticos. El análisis de su obra tendrá
rimental cinética (véase ejemplo en la Colección MALBA), como punto de partida la teoría de Vilém Flusser, que
e Ivan Serpa, ya anticipaban en esa bienal la opción de vivía en San Pablo, y de Jacques Derrida (Écriture et
los brasileños por el camino de la abstracción geomé- différence). Con respecto a la poesía concreta, habrá
trica. El Manifesto Ruptura, de 1952, fue firmado por el libros de artistas de la segunda generación constructi-
grupo de artistas de San Pablo formado por Waldemar va: los Gibis de Raymundo Colares.
Cordeiro, Geraldo de Barros, Lothar Charoux, Kazmer
Fejer, Luiz Sacilotto, Anatol Wladislaw y Leopoldo Haar.
Todos ellos están representados en la Colección Fadel,
excepto el último, también ausente en los museos bra-
neoconcretismo
sileños. El grupo Ruptura preconizaba los principios del ———
manifiesto Art concret (1930), de Theo van Doesburg y
Hélion, además de las ideas sobre la visualización previa En un ambiente complejo y cosmopolita, el neocon-
y el conocimiento conceptual del filósofo Konrad Fiedler. cretismo fue una reacción a la excesiva objetividad del
Otros artistas se sumaron al concretismo en San Pablo concretismo. Reivindicaba los trazos de la presencia del
(Judith Lauand y Hermelindo Fiaminghi) y en Río de Ja- sujeto artista en la elaboración de la estructura geomé-
neiro (Rubem Ludolf). El heterogéneo Grupo Frente re- trica en una compleja experiencia sensorial. El neocon-
unió artistas de Río como Lygia Clark, Ivan Serpa, Lygia cretismo defendía el carácter simbólico de la forma, en
Pape, Hélio Oiticica y Aluísio Carvão. En esa década, la línea de argumentación de Ernst Cassirer. Dos teóri-
cabe destacar la obra geométrica de artistas no vincu- cos serían decisivos en su concepción. Mário Pedrosa,
lados a grupos, como Milton Dacosta, Alfredo Volpi y que vivió en Berlín y Nueva York, pasando por Francia,
Antônio Maluf, entre muchos otros. La cartografía Fadel tenía una visión cosmopolita. Era cuñado del poe-
también es minuciosa al buscar la abstracción geométri- ta Benjamin Péret. Pedrosa ofrecía la pauta filosófica
ca producida en varios estados de Brasil. Este momento compuesta por Cassirer, Susanne Langer y Maurice
brasileño también significó el enfrentamiento ideológico Merleau-Ponty, además de la teoría de Gestalt y del psi-
entre críticos y artistas de orientación marxista, subdivi- coanálisis. Por su parte, el poeta Ferreira Gullar estable-
didos entre leninistas, estalinistas, trotskistas y gramscia- ció las relaciones más directas entre la fenomenología
nos, con reflejos directos sobre las prácticas de la polí- de Merleau-Ponty y la producción de un arte que ofre-
tica, las posiciones teóricas y los modelos de inscripción cía un papel activo al espectador alrededor de la idea
del arte en la esfera pública. de “corps vécu”, presente en la obra de Lygia Clark,
Hélio Oiticica, Lygia Pape y otros neoconcretos. Gullar
El pintor Rubem Valentim, que inicialmente trabajó en escribió el Manifesto neoconcreto (1959) y la Teoria do
Bahía y después en Río, se concentra en el proceso de não-objeto (1960), textos-clave del arte brasileño del

38
siglo XX. Cabe tener en cuenta la profunda presencia en La exposición Konkrete Kunst: 50 Jahre Entwicklung,
Río de Janeiro de Alexandre Calder, François Morellet, organizada por Max Bill en Zúrich en 1960, con la parti-
Arden Quin y Tomas Maldonado en el período de la cipación de casi veinte artistas brasileños, también fue
primera generación constructiva, y el diálogo entre el el marco de reconocimiento internacional y de legiti-
brasileño Franz Weissmann y el español Jorge Oteiza. mación en América Latina del movimiento constructivo.
Cuatro años después, el golpe militar de 1964 impuso
La Colección Fadel es extremamente rica en obras de un trauma violento en el campo de la cultura y, más
neoconcretismo y constituye una de las tres o cuatro tarde, de terrorismo de estado. Los movimientos de
mejores de todo el mundo. Posee obras clave en el resistencia a la dictadura a partir de abril de 1968 están
desarrollo de la noción del no-objeto neoconcreto representados por el refinamiento dramático de Pedro
(A quebra da moldura, ca. 1954, de Lygia Clark), obras Escostéguy (Objeto popular) o Antonio Dias (Emblema
maestras (Hélio Oiticica, Relevo espacial, y Aluísio para uma escuadrilha assassina), que abordan el milita-
Carvão, Branco e preto, ambos de 1959), obras raras rismo en la vida civil. Sin embargo, el arte neoconcreto
(como un álbum de xilografías de Lygia Pape), y obras anticipaba el bloqueo de la forma geométrica rígida
inesperadas (los bocetos de Oiticica para la película ante las transformaciones de la sociedad, de los nuevos
no realizada A cangaceira eletrônica, que repasan su medios pobres o tecnológicamente avanzados para la
obra hasta ese momento). Willys de Castro y Hércules producción del arte, del déficit social brasileño, de los
Barsotti, los dos neoconcretistas de San Pablo, estarán enfrentamientos ideológicos de la Guerra Fría agrava-
bien representados. Entre los paralelismos históricos, dos por la Revolución Cubana, entre otros hechos di-
se encuentra la construcción de Brasilia, la bossa nova, námicos. Dos exposiciones del MAM de Río de Janeiro
las artes gráficas, la literatura de João Cabral de Mello ofrecieron la nueva clave de este período: Opinião 65
Neto y Clarice Lispector, el Cinema Novo. El origen (que consagró una matriz francesa de los años 60 en
del escultor neoconcreto Amilcar de Castro, de Minas Brasil), y Nova Objetividade Brasileira, organizada por
Gerais, explica tanto su modo económico de trabajar Hélio Oiticica, que articuló una producción innovado-
el acero con un sistema de corte y pliegues geomé- ra y diversificada. En el trasfondo teórico se encuentra
tricos cuanto su remisión a ciertos elementos de la Mário Pedrosa, en su búsqueda de comprensión del
escultura barroca de Aleijadinho (la geometría de los lugar del arte en el tercer mundo y en el contexto de la
pliegues). La obra sacra de Aleijadinho, reputado por Guerra Fría. Él ya comprendía el agotamiento del arte
Bazin como el mayor escultor colonial de las Américas, moderno y lanzaba, en 1966, su concepto particular de
será presentada con la pieza São Manuel. posmodernidad. Pedrosa también desarrolló una axio-
logía del arte en tiempos de crisis social (el arte es lo
La compleja relación entre arte y locura forma la base que puede contra la entropía social) y política (el arte
de la cultura moderna brasileña, desde el cuento es el ejercicio experimental de la libertad), que susten-
O alienista, de Machado de Assis, hasta el trabajo en tó moralmente la producción en Brasil en ese proceso
arte terapéutico de pintores como Ivan Serpa, Abraham de resistencia a la dictadura militar.
Palatnik y Almir Mavignier, además del crítico Mário
Pedrosa, en un hospital psiquiátrico en Río de Janeiro. La segunda generación constructiva es heterogénea
Esa disponibilidad de artistas de la razón geométrica y dispersa, abarca artistas cronológicamente más jó-
para la aproximación al borderline psíquico es el primer venes e incluso mayores (que solo se incorporaron a
síntoma de la cuestión de la subjetividad en el ambien- la forma abstracto-geométrica a partir de 1962, como
te artístico de la ciudad que llevó al neoconcretismo. Sergio Camargo). La exposición incluirá obras de las
décadas de los 60 y 70, con enfoque pop (Raymundo
Colares), conceptual (Antonio Dias, Mira Schendel y
Anna Maria Maiolino), la politización de la escultura
segunda generación marcada por el inconsciente arquitectónico y urba-
constructiva nístico (Ascânio MMM) y la emancipación de la mujer
(Wanda Pimentel). Artistas como Waltercio Caldas re-
——— iteran la consagración histórica del orden geométrico
en el contexto de América Latina y la singularidad de
Algunos de los historiadores pioneros más dedicados la producción constructiva en Brasil. El arte brasileño
al tema, como Aracy Amaral y Roberto Pontual, toma- nunca se presentó a nivel internacional en los moldes
ron el año de 1962 como el marco de conclusión de y marcos de esta propuesta de MALBA y el Museo
la primera generación de arte constructivo en Brasil. Nacional de Arte (MUNAL).

39
selección de obras
———
Ana da Cunha Vasco
Vista da Praia de Copacabana tomada do Leme,
Rio de Janeiro, 1905

Maria Vasco
Cantinho do Leme, 1898

Giovanni Battista Castagneto


Igreja da Glória,
Rio de Janeiro, 1886

42
Belmiro de Almeida
Maternidade em círculos, 1908

43
Artur Timóteo da Costa
Navio encalhado na Praia de Copacabana,
Rio de Janeiro, 1918

44
Oswaldo Teixeira
Praça Floriano, Rio de Janeiro, 1922

45
Anita Malfatti Anita Malfatti
A onda, ca. 1915-1917 Um feminino, ca. 1915-1916

46
47
Anita Malfatti
Retrato de Oswald de Andrade, 1925

48
Anita Malfatti
Retrato de Mário de Andrade, 1922

49
Tarsila do Amaral
Um feminino de perfil (estudo), 1923

50
Tarsila do Amaral
Um cubista o O Modelo, 1923

51
Vicente do Rego Monteiro
A descida da cruz, 1924

52
Victor Brecheret
Dançarina, ca. 1925

53
Antônio Gomide
Banhistas, década de 1930

54
Ismael Nery
Duas figuras, ca. 1928

55
Tarsila do Amaral
A boneca, 1928

56
Tarsila do Amaral
Morro da Favela, 1924

57
Di Cavalcanti
Roda de Samba, 1929

58
Di Cavalcanti
Menina de Guaratinguetá, ca. 1929

59
Di Cavalcanti
Estudo para painel decorativo
do Teatro Joao Caetano,
Rio de Janeiro, 1929

John Graz
As baianas, ca. 1930

60
Cícero Dias
Vista do porto do Recife, ca. 1930

61
John Graz
Floresta tropical,
década de 1930

62
Tarsila do Amaral
O lago, 1928

63
Lasar Segall
Natureza-morta,
década de 1930

Carlos Prado
Varredores noturnos, 1935

64
Cândido Portinari
Futebol, 1935

65
Aleijadinho
São Manoel, 1791- 1812

Cícero Dias
Procissão de Ramos,
década de 1930

66
Alberto da Veiga Guignard
Paisagem imaginária, ca. 1941

67
Cícero Dias Flávio de Carvalho
Sin título, 1928 Retrato ancestral, 1932

68
69
Maria Martins
Orfeu, 1953

70
Maria Martins
Não te esqueças nunca que eu venho dos trópicos, ca. 1942

71
Agnaldo Manoel dos Santos
Roda, década de 1950

Maria Martins
Apuseiro, ca. 1943

72
Maria Martins
Uirapuru, ca. 1945

73
Alfredo Volpi
Bandeiras, década de 1950

74
Cícero Dias
Relações incertas, 1953

Rubem Valentim
Composição, 1962

75
Tomoshige Kusuno
Composição, 1965

76
Frans Krajcberg
Escultura, década de 1960

77
Manabu Mabe
Gráfica, década de 1950

Flávio-Shiró Tanaka
Composição abstrata, 1961

78
Iberê Camargo
Expansão II, 1964

79
Samson Flexor
Sin título, 1952

80
Antônio Maluf
Composição, 1952

Antônio Maluf
Sin título, 1952

81
Lothar Charoux
Construção geométrica, 1951

Lothar Charoux
Construção geométrica, ca. 1950

82
Alfredo Volpi
Elementos geométricos,
década de 1950

83
Luiz Sacilotto
Sin título, ca. 1960

84
Luiz Sacilotto
Concreção, 1956

85
Judith Lauand
Concreto N°29, concentração à direita, 1956

86
Maurício Nogueira Lima
Estudo, 1957

Maurício Nogueira Lima


Composição Concreta, 1956

87
Maurício Nogueira Lima
Espaços negativos-positivos, 1953

88
Geraldo de Barros
Composição, 1955

89
Waldemar Cordeiro
Sin título, 1958

90
Willys de Castro
Pintura 174: ritmos coplanares, 1956

91
Kazmer Féjer
Sin título, ca. 1950

92
Ivan Serpa
Sin título, ca.1957

93
João José Costa
Sin título, 1959

94
Lygia Pape
Sin título, 5/20, 1954-1956

95
João José Costa
Ideia quádrupla, 1956

96
Décio Vieira
Sin título, 1956

97
Aluísio Carvão
Cromática, 1957

Hélio Oiticica
Seco 7 (metaesquema), 1957

98
Hélio Oiticica
Lá e cá (metaesquema I), ca. 1958

99
Lygia Pape
Sin título, Tecelares, 5/20, 1955-1959

100
Lygia Pape
Sin título, Tecelares, 5/20, 1955-1959

101
Hércules Barsotti
Sin título, 1959

Hércules Barsotti
Três pretos, 1962

102
Aluísio Carvão
Preto Branco, 1959

103
Mário Silésio
Desdobramento azul e preto, 1961

104
Rubem Ludolf
Sin título, 1960

105
Marília Giannetti Torres Dionísio del Santo
Sin título, 1960 Estrutura em branco, 1960

106
107
Amilcar de Castro
Sin título, década de 1960

Amilcar de Castro
Sin título, década de 1960

108
Hélio Oiticica
Relevo espacial, 1959-2002

109
Rubens Gerchman
Sin titulo, 1966

110
Rubens Gerchman
Cidade Z, 1965

111
Pedro Escosteguy
Objeto popular, 1966

112
Antonio Dias
Emblema para uma esquadrilla assassina, 1967

113
Wanda Pimentel
O envolvimento, 1968

114
Carlos Vergara
Retratos íntimos: eu e Marieta, 1966

115
Hélio Oiticica
Boceto para la escenografía del film
“Cangaceira eletrônica”, ca. 1970

116
Hélio Oiticica
Maqueta para la escenografía del film
“Cangaceira eletrônica”, ca. 1970

117
Ubi Bava
Sin título, ca. 1967

Ubi Bava
Você sempre você, 1973

118
Almir Mavignier
Sin título, 1967

119
Willys de Castro
Objeto ativo, 1969

120
Ascânio MMM
Espaço 1, 1968

121
Sergio Camargo
Torre em relevo, 1973

Sergio Camargo
Torre, década de 1960

122
Sergio Camargo
Relevo Nro. 301, 1970

123
Mira Schendel
Sin título. De la serie
“Objetos gráficos”, ca. 1968

124
125
Waltercio Caldas
O pequeno príncipe, 1978

126
Anna Maria Maiolino
Trajetória, 1976

Antonio Dias
Fragile, 1970

127
english texts
———

Introductions the MALBA collection is on Latin American Some fundamental works, forerunners of
art, and Brazil is the second best represent- Brazilian Modernism, were incorporated to
Museo de Arte Latinoamericano ed country, we would like to encourage the the collection, like Belmiro de Almeida’s
de Buenos Aires (MALBA) articulation and dialogue between these two paintings in circles (Maternidade from
——— two collections. Fadel’s works will enrich our 1908, and Figura feminina from 1921), both
view of Brazil and MALBA’s works will serve produced in 1922 right before the Semana
The Fadel Collection, with over 3,000 works, as a regional context. In turn, it will be a de Arte Moderna, which became the initial
is one of the most complete collections of unique occasion to reunite again the work of setting of Brazilian Modernism.
Brazilian art in the world. Its works span from artists like Tarsila do Amaral, Maria Martins,
colonial Baroque to our current days, and Di Cavalcanti, Portinari, Cícero Dias, Lygia Gradually, from then on, other fundamental
the quality of its pieces is supreme. It is, Clark, Hélio Oiticica, Wanda Pimentel and works became part of the collection. Not
undoubtedly, a required reference for the Antonio Dias, among others, that once lived only work by the artists who participated in
study of Brazilian art history and culture. together. the Semana de Arte Modernain 1922, like
Di Cavalcanti, Vicente do Rego Monteiro,
Although it is a private patrimony, Sérgio and We feel very happy and blessed for being Anita Malfatti and Victor Brecheret, but also
Hecilda Fadel, along with their children, feel able to exhibit such important collection artists belonging to the following modernist
the responsibility to spread and preserve it. to the public of Buenos Aires, and also for generation, such as Tarsila do Amaral, John
They keep a close relationship with Museu de exhibiting it in the Museo Nacional de Arte Graz and Menotti Del Picchia.
Arte do Rio (MAR) since its establishment in (MUNAL), directed by Agustín Arteaga, who
2012, through its director Paulo Herkenhoff, was, in turn, the first director of MALBA. Thus was defined the core of the collection,
who was the curator of the Fadel Collection We are all united by the social calling to show which was soon completed with works by
for over a decade. the best of our art. Portinari, Pancetti, Guignard, Dacoste and
Flávio de Carvalho, among others.
I met Sérgio Fadel personally several years Eduardo F. Costantini
ago through Ricardo Esteves, also a col- President - Fundación Costantini Another important group of works belonged
lector and expert on Latin American art, to the artists of São Paulo’s “Grupo Ruptu-
who was my consultant during the forma- ra”, forerunners of the Concrete Movement:
tion of the foundational MALBA collection. Fadel Collection, Rio de Janeiro Waldemar Cordeiro, Luiz Sacilotto, Maurício
In turn, the Fadels trusted the advise of ——— Nogueira Lima, Geraldo de Barros and
their friend Jean Boghici, an important col- Antônio Maluf; and from Rio de Janeiro,
lector and art dealer from Rio de Janeiro, The Fadel Collection was initiated in the Ivan Serpa, Aluísio Carvão, Lygia Clark and
with whom we share our passion for modern mid-1960s with figurative and realistic works Hélio Oiticica, both the latter are consid-
Brazilian art. of the 19th century, of Brazilian theme. In ered the leading figures of the Neoconcrete
the beginning of the following decade, it movement, that featured the poet and art
The possibility to exhibit this important col- was consolidated with the acquisition of a critic Ferreira Gullar as ideologist and author
lection was born in 2012, when we met Marta great size painting by the Germain painter of its manifest.
Fadel (daughter of Sérgio and Hecilda) in and professor George Grimm, an enthusi-
MALBA through Beatriz Milhazes, a mutual ast of painting en plain air, in direct contact The group of artists dedicated to Construc-
friend, during the exhibition that the artist with nature. This professor settled in Brazil, tive art was later joined by works by Infor-
from Rio had in the museum that year. For where he taught this technique in what was mal Abstract artists like Antônio Bandeira,
different reasons, the exhibition of the Fadel then the Imperial Academy of Fine Art, the Flávio Shiró, Iberê Camargo and sculptor
Collection was postponed then, but fortu- first place to teach art in Brazil, created by Maria Martins.
nately it could be resumed last year thanks Emperor Joâo VI in 1831 in Rio de Janeiro,
to Ricardo Esteves.  then capital of the country. The collection has been exhibited with great
success in an opening exhibition in the Mu-
A selection of the Fadel Collection curated Grimm would gather his students and take seu de Arte do Rio (MAR), in the Museu do
by Paulo Herkenhoff, about “Constructive them to paint landscapes en plain air. Thus Arte Moderna (MAM, São Paulo), in the Na-
Will”, has been exhibited in the most impor- was formed the “Grupo Grimm”, a group tional Museum in Brasilia and La Moneda
tant museums of Brazil. The exhibition that of landscapists that documented Rio de Ja- Cultural Center in Santiago de Chile. Now it
we will see in MALBA,  curated by Victoria neiro and its greater area, particularly the will be exhibited in MUNAL (Mexican Na-
Giraudo—Executive Curatorial Coordinator neighboring city of Niteroi, which is part of tional Art Museum) and in MALBA (Muse-
of the museum—with the advise of Paulo  Rio’s metropolitan area. um of Latinamerican Art in Buenos Aires),
and Ricardo, shall be a broader tour through thanks to the generous invitation of Eduar-
modern Brazilian art, spanning to the first This was the 1880s, meanwhile in Europe do Costantini, an important collector of Lat-
manifestations of the post-modern art of the artists like French impressionists Monet, Re- in American art who had the sensibility to
1960s and 70s. Also, bearing in mind that noir and Pisarro stood out. build a museum to be home of his extraor-

129
dinary collection, a privilege of kings and a In recent years, cultural exchanges between The Fadel Collection gathers more than
great gift to his country. Mexico and nations of the world and their 3,000 pieces, thus recounting Brazil’s history
cultural institutions have been of paramount in the arts and its place in the modern and
I must give a special recognition to Victoria importance to display, here, the most em- contemporary international art scenes. Due
Giraudo, curator of the exhibition, who— blematic pieces of international art, as well to the importance of this splendid collection,
with great skill and dedication—organized as to offer the world the expressions of our we consider a privilege to present in Mexico
the exhibition in the cities of Mexico and millenary cultures and the most recent and many of its most significant pieces, brought
Buenos Aires. Thus, one of the aims of the boldest accomplishments of contemporary to us by artists like Maria Martins, Anita
collection is fulfilled: to show and spread art. We have encouraged a robust and dy- Malfatti, Di Calvalcanti and Cícero Dias.
Brazilian art to the entire world. namic exchange that renews Mexico’s cul-
tural dialog with the rest of the world. Antropofagia y modernidad. Arte brasileño
Sérgio Fadel en la Colección Fadel, curated by Victoria
Collector Antropofagia y modernidad. Arte brasileño Giraudo (executive coordinator of curator-
en la Colección Fadel, curated by Victoria ship of MALBA), is considered a major ex-
Giraudo, is presented for the first time in hibit in that it presents about 170 pieces
Secretary of Culture, Mexico Mexico as a result of the collaboration be- from the 20th century, representing distinct
——— tween the Museo Nacional de Arte and the modern art movements related to the cul-
Museo de Arte Latinoamericano de Bue- tural development of Brazil and the begin-
The dawning of the 20th century brought nos Aires (MALBA), which aims to bring us ning of contemporary art.
us the avant-garde movements that redrew close to Brazilian creation. Among the 170
the forms and redefined the understanding pieces comprised in this exhibit, ranging This exhibit, consisting of various core sec-
of art and culture throughout the world: from the beginning of the 20th century tions, is specially organized to create a dia-
modernity was born. Focusing on its iden- to the nineteen-sixties and seventies, we can logue with the MALBA collection -in particu-
tity, Latin America started its own search, find the works of artists from the Semana lar, with the pieces originally belonging to
reclaiming a place for itself apart from Eu- de Arte Moderna of 1922, like Di Cavalcanti, the Costantini Collection- that is, just like the
ropean culture, in a quest to create a style Vicente do Rego Monteiro, Anita Malfatti Fadel Collection, dedicated to modernity.
of its own, comparable to those of the great and Victor Brecheret; as well as artists from
artistic centers. the following generation, like Tarsila do Trhough this exhibition, the Secretaría de
Amaral, John Graz and Menotti Del Picchia. Cultura reasserts its commitment to the uni-
In this context, Brazil stood out as one versal promotion of art, as well as establish-
Latin-American nation that questioned We would like to thank the Museo de Arte ing grounds for collaboration with foreign
the western canons and their alleged cul- Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) institutions that share the same interest in
tural superiority. “Tupí or not Tupí, that is for its commitment and professionalism the most representative artistic expressions
the question” is the iconic line by Oswald in the making of this exhibit with which of our times.
de Andrade in the Manifiesto antropófago we bring to Mexico a complete and light
that shows how Brazilian culture brought shedding tour through Brazil’s Avant-garde Cristina García Cepeda
forth its own character, arising from one of movements, its great artists and the path General Director
its many modernist fronts. Along with undertaken to create its own complex art,
Tarsila do Amaral, de Andrade thus pro- bringing together European theories and
duced an artistic Avant-garde closely relat- the most significant and characteristic traits Board of the Museo Nacional
ed to tradition, myth and the roots of Brazil- of its own culture. de Arte, A. C.
ian culture that made the world turn its eyes ———
on Brazilian painting. Rafael Tovar y de Teresa
Secretary Antropofagia y modernidad. Arte brasileño
In Brazilian modernism we can find distinc- en la Colección Fadel is the result of the
tively Brazilian variations that are part of its collaboration between the Museo de Arte
cultural heritage and that point out to the National Institute of Fine Arts Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA)
peculiar history of art in this country, nota- Mexico and the Museo Nacional de Arte. This ex-
ble in the modern and contemporary inter- ——— hibition brings us a selection of works from
national art scenes. the Fadel Collection, notable for its rele-
The Secretaría de Cultura, in collaboration vance in the history of Brazilian art-owed
Antropofagia y modernidad. Arte brasileño with the Museo de Arte Latinoamericano de both to the number of works comprised and
en la Colección Fadel recounts the trajecto- Buenos Aires, presents one of the most im- to the artists that it includes.
ry of Brazilian art, returning to its roots only portant exhibits of Brazilian art in Mexico,
to set forth into modernity. For Mexico, Antropofagia y modernidad. Arte brasileño Through 170 pieces, curator Victoria Giraudo
that traced a similar path with artists like en la Colección Fadel, putting together piec- presents a panorama spanning from Brazil-
Diego Rivera or Rufino Tamayo, it is a priv- es from the collection of Hecilda and Sérgio ian modernity to the beginnings of the post-
ilege to house this exhibit at the Museo Fadel, recognized as one of most complete modern era.
Nacional de Arte, putting together a selec- and outstanding collections of Brazilian art
tion of works that are fundamental to the from the late 19th century to present days. With artists like Emiliano Di Cavalcanti,
history of Brazilian art and that belong to This itinerant exhibition opens in our coun- Vicente do Rego Monteiro, Anita Malfatti,
the renowned collection of Hecilda and try to be later presented in Buenos Aires, Waldemar Cordeiro and Luiz Sacilotto,
Sérgio Fadel. Argentina. among many others, this survey allows us

130
move closer to Brazil’s cultural identity by close relations of the great European and abstract Brazilian artists emerged in São
contextualizing local art with instances rep- Mexican artists of the twentieth century, it is Paulo and Rio de Janeiro, seeking a dis-
resenting similitude or dissimilarity with all the more opportune to look towards the association of the artistic piece from figu-
other places. South and discover the magnificence and rative representation. These groups were
unique genius of the artists of the veritable favored by the appearance of institutional
We congratulate the team involved in put- “continent” within America that Brazil is. cultural spaces. Inspired by the concrete
ting together this exhibit that accentuates European movement, the construction of
the importance of Latin-American art. The references of a history separated by the artistic object used plastic and sculp-
enormous geographical magnitudes are tural elements related to a highly rational,
The Board, after more than twenty years, however so close to ours that they will mathematical and geometric logic, and
reasserts its commitment and uncondition- come as a revelation to the Mexican pub- encompassed in a technological, industri-
al support to the Museo National de Arte lic. Foreign visitors will also take part in this alized society. Artists like Lygia Clark, Ivan
so that it keeps fulfilling its purpose, as has discovery since it should be seen as a fac- Serpa, Abraham Palatnik and Hélio Oiticica
been done thus far, consolidating itself as a et of a single unified history—that of the stand out.
cultural milestone in our country. arts—instead of an account fragmented into
Latin-American sections, or otherwise seen Antropofagia y modernidad. Arte brasileño
Roberto Hernández Ramírez solely through Eurocentric or north conti- en la Colección Fadel is structured in differ-
President nental eyes. ent core sections presenting a tour through
the history of modern Brazilian art, up to
Antropofagia y modernidad. Arte brasileño postmodernism. It shows outstanding artists
Museo Nacional de Arte en la Colección Fadel represents a reading like Emiliano Di Cavalcanti, Vicente do
México of Brazilian art from the outside, with works Rego Monteiro, Anita Malfatti and Victor
——— from Lusitanian colonial Baroque and pre- Brecheret, as well as artists from the mod-
modern pieces that relate to the general ernist generation like Tarsila do Amaral,
The Museo Nacional de Arte is honored to concept of cannibalism and the concrete art John Graz and Menotti Del Picchia. Pieces
present for the first time in Mexico a pano- movement from the mid 20th century. authored by Waldemar Cordeiro, Luiz
ramic view of Brazilian art spanning through Sacilotto, Maurício Nogueira Lima, Geraldo
most of the 20th century. This exhibition of- Mexico, Brazil and Argentina share a com- de Barros and Antônio Maluf, belonging
fers a vision that combines the sensitivity of mon history resulting from the encounter to the Grupo Ruptura of São Paulo and
Victoria Giraudo, Curatorship Coordinator between the old and the new worlds, which the Concrete movement can also be found.
of the Museo de Arte Latinoamericano de produced a mixed mestizo art. Due to this It is intended for the catalog accompany-
Buenos Aires (MALBA) and renowned cura- reason, this curatorial proposal sets sail from ing this exhibit to be an extension of the
tor of Argentina’s most important museum, modernism: modernity understood, above exhibition, bringing a wide panorama of the
with that of Paulo Herkenhoff, director of the all, as a production distinct from western history of Brazilian art through the pieces
Museu de Arte do Rio (MAR), one of Brazil’s culture, as an act of subversion of colonial from the Hecilda and Sérgio Fadel Collection.
most distinguished historians, and interna- heritage and as a civilizing project belonging
tionally renowned critics. to a Brazil in the midst of an industrial boom. It is a privilege to present this exhibit. We
are deeply thankful to Hecilda and Sérgio
Giraudo is a close and active observer of the Just like Brazil, Mexico experienced a strong Fadel for their generosity, as they allowed
arts in the great nation that is Brazil: MALBA need to renew its stylistic tendencies in the be- their collection to be shown in our museum,
houses a significant number of pieces con- ginning of the 20th century. Modern Mexican making it the first time a showing of Brazil-
sidered transcendental in the Brazilian arts, artists like Diego Rivera, David Alfaro Siquei- ian art is presented in the Museo Nacional
like Abaporu, by Tarsila do Amaral, to cite ros, Roberto Montenegro, Lola and Germán de Arte.
one example. The museum also actively Cueto, basked in European Avant-garde mo-
studies and presents Brazil’s top artists in vements like Cubism, Expressionism, Futur- This exhibition comes as the result of the
its galleries. Meanwhile, Herkenhoff is the ism and Surrealism. Nonetheless, their fate impeccable work of MALBA, where it will be
first Latin-American curator of the Museum was to forge an authentic national art, as did presented after leaving our halls.
of Modern Art (MoMA) of New York. He has Anita Malfatti, Tarsila do Amaral, Lasar Segall,
defined, through his studies and exhibits, Emiliano Di Cavalcanti, Alfredo Volpi, among I would like to heartfeltly thank Victoria
what is the new Brazilian historiography. many others that opted for the search of a new Giraudo, Agustín Pérez Rubio, Eduardo F.
man through language, art, music and archi- Costantini and all of his team, for sharing the
The opportunity to bring the Mexican pub- tecture. This new Brazilian art was proclaimed fruit of their work with us.
lic closer to Antropofagia y modernidad. in the Semana de Arte Moderno-known as
Arte brasileño en la Colección Fadel is “Semana of 22”-—that opposed the aesthetic I thank all the members of the Patronato del
unique due to relevance of the works that canons and the faithful representation of reali- Museo Nacional de Arte, A.C., especially
it comprises. The pieces in this exhibit were ty established by the Academia. Thus the view Roberto Hernández and Marcela Arregui,
diligently selected by Hecilda and Sérgio of the anthropophagus man was reverted for their constant support, as well as the
Fadel, with the support and advising of and the term antropofagia (cannibalism) was team of Museo Nacional de Arte for their
the very Paulo Herkenhoff and the mythical adopted as the new identifying concept for tireless effort and their dedication to each
French-Brazilian marchand Jean Boghici. Brazilian culture. one of our projects.

Following the absolute success of Los Mo- In the nineteen-forties came a period of rup- Agustín Arteaga
dernos, that studied the strong points and ture for both countries. The first groups of Director

131
Anthropophagy and Modernity nent relationship with institutions in order to Laura Malosetti Costa’s in relation to the
——— contribute to the development and study of “first modern” art from Río de la Plata.
by Victoria Giraudo the art of our region.
Thus, the collection that will travel to Mexico
This exhibition is made up of a selection of As for MALBA, it was founded originally on and later to Argentina is a panorama from
approximately 170 pieces from a collection the patrimony of the Costantini collection, Brazilian Modernity to the beginning of the
of over 3,000, all art from Brazil. The Fadel formed by Eduardo F. Costantini, private post-modern era (as in Mário Pedrosa’s con-
Collection from Rio de Janeiro, set up by collector, financier and real estate develop- cept of “pós-moderna”), a similar time frame
Hecilda and Sérgio Fadel, was originated er.1 Advised by Ricardo Esteves in the 1990s as the foundational MALBA collection.
soon after their marriage in 1968. Today, it and then by Marcelo E. Pacheco, Costantini
holds works from the 17th century to con- established a collection of modern Latin One must bear in mind that even if MALBA
temporary art. American art that spans back to the 1960s, has produced exhibitions of different Brazil-
approximately. Many of the Brazilian works ian artists like Lasar Segall, Tarsila do Amaral,
The Fadels started out in art seduced by of art of the then Costantini collection were Beatriz Milhazes, Adriana Varejão or Claudia
Neoclassical painting from European muse- acquired also through Jean Boghici and the Andujar, and it has held El filo de la trama,
ums. Their interest grew later in their coun- circle of artistic and friendly relations be- arte contemporáneo brasilero, it has been
try, with works by the travelling painter of tween Buenos Aires and Rio. many years since an exhibition like this is pro-
German origin George Grimm (1846-1887) duced. Quite the same applies to Mexico.
and his disciples, mainly Giovanni Battista
Castagneto and Hipólito Boaventura Caron. Approach to the Fadel Collection In consequence, this is about an interna-
The first acquisitions of 20th century pieces of Brazilian art tional look—that is, a look from outside
were made by the hand of painter and pro- Brazil—, a look from a neighboring country
fessor Augusto Rodriguez and encouraged, “Analyzing a collection requires an individual that shares much of its cultural heritage, so-
from the 1990s onwards, by their relation- and family biography, community and identi- ciological, political and commercial singular-
ship with the collector and art dealer Jean ty groups; studying objects in their material, ities, but on the other side it is completely
Boghici, passionate about 20th century symbolic and cultural values, and their time different in its geography, its history, its peo-
avant-gardes and the beginnings of contem- and itinerary, origins and relocations, persis- ples and languages. In order to get to know
porary art in the 1960s and 70s. Also at that tencies and changes. It is about decoding and understand its culture better, one must
moment, Paulo Herkenhoff, an outstanding personal and social expressions, be they pri- get to know this country better, a country
international reference in Brazilian art, be- vate or public, logical or irrational, utilitari- that seems to include numerous countries
gan to collaborate with the Fadels as cura- an or leisured, deliberate and coincidental; and communities different from each other.
tor for the collection, which was strategical- learnt, inherited, constructed, imitated and
ly planned to acquire fundamental works to borrowed. To interrogate things that come In this sense, rather than writing a thorough
echo Brazilian art history and culture, par- from elections, possibilities, opportunities, essay about a specific subject, I’d like to use
ticularly from the 19th and 20th centuries. possessions and identity traits; people and this text to set out certain issues and factual
Since the opening of the Museu de Arte do historical possessions with their time knots (maybe curious) data about Brazil’s cultural
Rio (MAR) in 2012, Herkenhoff has worked and their load of context”.2 identity, and explore it in relation with the
exclusively for this institution, but continues artistic regional context: the crossroads,
to be a friendly consultant to the Fadels. In My curatorial approach to this collection similarities and tendencies that in some mo-
turn, the family keeps a very close relation- was initially based on Paulo Herkenhoff’s ments or places bring them closer or differ-
ship with the MAR, to which they turn over lectures during his several exhibitions re- entiate them internationally.
more than three hundred pieces a year as garding the Brazilian “constructive will”
long-term loans. Also, thanks to the gen- during the 20th century. But, bearing in
erosity of Hecilda, Sérgio and their family, mind this was to be exhibited outside Brazil
pieces of their collection are a part of exhi- Brazil and particularly at MALBA, a museum
bitions in many museums around the globe. of Latin American art from the 20th century Brazil is geographically huge, mostly of
onwards located in Buenos Aires, I decid- tropical climate, and can be divided into
ed to incorporate other kinds of pieces that three large topographic units: the Ama-
Private collections as a case of study may escape the constructive reason and zon river basin, the Brazilian massif and the
are closely linked to the general concept of Guiana shield, which in turn can be divided
It is the second time in fifteen years that anthropophagy. in five different zones with large cities close
MALBA presents a selection of works from to the Atlantic Ocean shores, like Rio de Ja-
a private collection. The first was from the Then came the opportunity of taking the neiro and São Paulo, plus Minas Gerais —a
Cisneros Collection, which shares with the exhibition to Museo Nacional de Arte, in mountainous area in the Southeast region-,
Fadel Collection its enthusiasm for abstract Mexico as part of a historical collection that the “gaúcho” region in the South (with
art of geometric roots and, in their begin- spans from Spanish Baroque colonial art greater similarities with neighboring Argen-
ning, their fascination with travelling paint- to the 20th century. After a conversation with tina, Paraguay and Uruguay), the Midwest
ers and drawers who transcended geopoliti- Paulo Herkenhoff it was decided to add region of Mato Grosso, the Northeast and
cal frontiers and were pioneers in the idea of three pieces of Portuguese colonial Baroque the North region that includes Amazonia.
Latin America as a continent of huge wealth art and ten that would formally be consid-
yet to be discovered and explored. They ered as pre-modern, or as Paulo prefers I emphasize this to state clearly that the cu-
are, in both cases, collections without a mu- to call them, “modern from before the ratorial look is not a panorama of all Brazil
seum of their own, but in close and perma- moderns”, which is a concept similar to but linked to the concept of “modernity”

132
related to the metropolis with international tuals travelled around South America, some- The cry of Ipiranga, in relation to academi-
contacts, closer to the industrial revolution times invited by local intellectuals and vice cism, was consolidated in the Semana de Arte
and its whiplashes. And also, linked to the versa, which was common also in Argentina Moderna at São Paulo’s Municipal Theater
concept of “anthropophaghy” as a con- and other countries of the continent. in 1922, in a celebration of the centenary of
nector of Brazilian culture (“We are united the independence of Brazil that gathered
only by anthropophaghy. Economically. The turn of the century brought the need writers like Mário and Oswald de Andrade7,
Philosophically.”) This latter concept should of stylistic renovation. São Paulo’s cultural Graça Aranha, Menotti Del Picchia, Guillerme
be understood as a model of appropria- world would compete with Rio’s for the re- de Almeida, Ronald de Carvalho, Manuel
tion and cannibalistic consumption of the formist crown. Bandeira, painters like Anita, Di Cavalcanti,
outside, with an initiation point in Bishop John Graz, Vicente do Rego Monteiro, sculp-
Sardinha (from the Salvador, Bahia diocese) In the beginning of the 20th century, Rio de tor Víctor Brecheret and musician Heitor
being eaten by the Caeté people in 1556. Janeiro was going through a period of ur- Villa-Lobos, among others. Tarsila do Amaral
ban and architectural reform (so was Buenos was not a part of this, although she was a
Culturally, the Portuguese colonization is Aires), searching for “a new city that aspired part of the “Grupo dos Cinco”.
very significant, as it considers the Empire “a to become the tropical Paris”.4
non-territory, a Portuguese-speaking archi- Internationally, the Great War increased
pelago made of settlements in Portuguese Even from the end of the 19th century, nationalism and the intellectuals of South
America and Angola’s trading points.”3 artists like Castagneto in his landscapes of America tried to exalt patriotic and identity
Slaves were taken from there to the North- Rio made with loose and expressive brush- themes related to traditions, Brazilian native
east of Brazil, where they would become strokes, or Ana and Maria Vasco in com- history or the “gaucho” theme in Argentina
workforce of the ecclesiastical Counter-ref- positional synthesis, or Manoel Santiago’s (José Hernández’s Martín Fierro from 1872
ormation for the indoctrination of native and almost informal abstraction, anticipate Mod- was declared National Poem in the 1920s).
black people imposed by the Jesuits in mid- ern art language. Shortly after, works like Literary regionalism was born with Menot-
18th century Brazil. Consequently, this gen- Eliseu Visconti‘s Antigo Observatorio Na- ti del Picchia’s Juca Mulato (1917). Ricardo
erated mixed-race art with elements of each cional should be considered modern since Severo, an engineer of Portuguese origin,
place and culture: Portuguese tiles with local it deals with the issue of scientific progress worked with Americanist architecture in
colors, superstitions and folklore. in 1908. Belmiro de Almeida’s Mulher em neo-colonial style, tracing the Portuguese
Círculos (1908) is one of the first examples origins in Brazilian culture. There was also an
The Spanish colonial Baroque art that ar- of Brazilian constructive synthesis, related enhancement of the works of the Baroque
rived to Argentina with the Jesuits and oth- to Cubism and Futurism. Gustavo Dall’Ara’s sculptors from Minas Gerais, Aleijadinho
er religious orders (particularly to Middle Ronda à Favela (1913), Artur Timóteo da and Mestre Valentim (The architect Martín
and North Argentina) is no different from Costa (a black painter who travelled to Paris, Noel took a similar stance in Buenos Aires).
its Portuguese counterpart and found its Italy and Spain in 1908-10) and Oswaldo In painting, Vicente Do Rego Monteiro,
greatest expression in Peru and Mexico. Teixeira should be considered modern in the upon his return from Paris to Rio in 1915,
treatment of the theme of the city as urban researched on pre-Columbian themes and
White settlers (Bandeirantes), native Ameri- metropolis in compositions constructed by Amazonian legends, in which he mixed tra-
can Indians and African slaves lived togeth- colorful brush-strokes. ditions from the Marajoara, Baroque and
er (not always harmoniously) with foreign Pernambucan cultures with Cubism from the
cultures, like the artistic French missions In São Paulo, Russian artist Lasar Segall ex- School of Paris.
that spread academicism from 1916 on- hibited his work in 1913 in a conservative en-
wards, importing the European model of vironment. Later, Anita Malfatti’s exhibition in A common theme in Latin American art was
French neoclassicism into the local context. São Paulo in 1917, with work produced dur- the study trip to Europe and, from then on,
ing her stay in New York (1915-16) and Berlin the exaltation of typical American folklore,
Immigration is a distinctive trait of the en- (1910-14), would become an initial milestone a mixture of Cubist, Futurist and Fauvist
tire American continent. In Brazil, in the thanks to the influences of German Expres- style, among others, with the artist’s theme
19th century migrations from the Iberian sionism, American Expressionism through and local identity. In this direction, after
Peninsula were extended to countries such Stuart Davis5 and some fauvism in her work. meeting Picasso, Diego Rivera painted his
as England, Prussia (and later Germany), Anita managed to shake São Paulo’s provin- Paisaje zapatista and his Retrato de Ramón
the Nordic countries and later to Italy. Also, cial society and the patriarchal order. Gómez de la Serna, currently part of the
Japanese and Polish immigrants arrived MALBA collection.
and, in fewer numbers, people of Arabic In 1921, Di Cavalcanti presented his first ex-
and Jewish origin. Population from other hibition of paintings and drawings under the Like in Do Rego Monteiro, with formal sim-
Portuguese colonies, such as Angola and title Fantoches da meia-noite, at the O Livro plification and a reduced palette of monu-
Mozambique, that were brought as slaves, bookstore. One of the visitors was José mental works, Art Deco had an influence not
came from 1531 until 1878, when the coun- Pereira de Graça Aranha, a diplomat born only on Rio’s architecture, but also on the
try abolished slavery. in a rich and cultured family in Maranhão, Danzarina sculpture by Brecheret,8 and the
who had studied in Rio and sporadically paintings by Antonio Gomide, Ismael Nery
in Europe and was key to the launching of (the first surrealist), John Graz and Regina
First Modernism Modern project of stylistic renovation with Gomide Graz. Even Tarsila do Amaral sid-
his essay Estética da vida (1920) and his lec- ed with this movement in search of that ur-
In the end of the 19th century and begin- ture “The aesthetic emotion in modern art” ban modernity, in the synthetic structure of
ning of the 20th, apart from the migration during the Semana de Arte Moderna, and space, the elegance of the line and a stark
flows, a great number of European intellec- later “The modern spirit” in 1924.6 palette, and the union with the organic

133
of the floral ornaments in Art Nouveau. Anthropophagy economy) and Getúlio Vargas’ ascent to power,
This represented a search for identity that a greater concern about the social aspect,
would take place in most Brazilian art that “The anthropophagic movement had a the human being and popular elements
moves between the organic (the typical pre-anthropophagic period, before the emerged. Vargas drove a strong State that
topographic curve of the Guanabara Bay, pau-brasil painting, in 1923, when I executed would “begin the revolution before the peo-
the Amazon River and the greenwood) a rather controversial painting, A Negra, a ple do”, in his words, which turned into a dic-
and the straight, cold, anonymous line that figure sitting with her two hardy log-like legs tatorial system, an authoritarian democracy
symbolizes international modernity and crossed, her breast resting on her arm, huge whose end coincided with the end of World
rational progress. In the words of histori- hanging lips, proportionately small head. A War II in 1945.17
an Aracy Amaral, “curiously, it seems that Negra pre-announced anthropophagism.” 12
the artists that were more familiar with The figure of the art critic Mário Pedrosa be-
Expressionism escaped the fascination for “Abaporu, anthropophagist:13 a monstrous came influential. He was a theoretical marxist
Art Deco motifs, such is the case of Anita lonely figure, huge feet, sitting on the green that supported the Trotskyist movement in
Malfatti, Alberto da Veiga Guignard and plain, bended arm resting on the knees, 1929 after the exile of the revolutionary lead-
Flávio de Carvalho.”9 hand supporting the weight of a tiny head. In er, and later launched an accusation against
front, a cactus bursting an absurd flower. That Modern artists, urging them to diminish their
In 1924, Blaise Cendrars, a Swiss cosmo- canvas was sketched on January 11th 1928. aesthetic concerns in pursuit of social real-
politan traveler in search of native Ameri- Oswald de Andrade and Raul Bopp—creator ism. His lecture “Social tendencies in the art
ca, visited Brazil. Cendrars had published of the famous poem Cobra Norato14—were of Käthe Kollwitz” (1933) emphasized what
Black Anthology in 1921. It was because of amazed by Abaporu. […] They felt that a was happening in post-war Europe.
him, and after witnessing the Rio Carnival great cultural movement could be born from
in 1924 with Oswald, that Tarsila unwittingly it. […]. Abaporu left a strong impression. It In tune, in Buenos Aires, the lecture of tem-
began her “pau-brasil” painting: suggested a doomed creature, prisoner of peramental muralist Siqueiros at Amigos del
the land with those huge, heavy feet. A sym- Arte (1933) shook the artistic world by en-
“Impregnated with Cubism, both theoretic bol. A movement would be born around it. couraging mural art for political and propa-
and practically, just observing Léger, Glaiz- One could find Brazil in it, the ‘green hell’.”15 ganda purposes. Antonio Berni, an artist
es, Lhote, my mentors in Paris, after several with social concerns, proposed New Real-
interviews on the Cubist movement to sev- From Abaporu, the Anthropophagy Club ism, using big portable canvases in the ab-
eral Brazilian newspapers, I felt —upon my was founded. The Club published the An- sence of public walls to paint. His paintings
arrival from Europe—dazzled by the popular thropophagy Magazine where Oswald de are influenced by the framings of soviet films
decorations of the houses in São João del Andrade’s Anthropophagic Manifesto was and the composition of hardy characters of
Rei, Tiradentes, Mariana, Congonhas do published. The Manifesto reformulated and Novecento italiano.
Campos, Sabará, Ouro Preto and other subverted the negative concept of the can-
small cities in Minas [Gerais], cities filled nibal. It would then become the model for In the 1930s, Lasar Segall, an essential artist
with popular poetry. I go back to tradition, Brazil’s cultural identity. The comprehension of São Paulo’s first modernism, stressed his
to simplicity”.10 and consumption of that which is foreign, interest about the social aspect, the human
to transform it into something completely being, the immigrants, in first-person narra-
The statues and religious architecture by new and original. It ended the model of tives based on his own experience of exile
Aleijadinho was also impressed her, and academic copying and proclaimed cultural due to his Jewish roots.
the colors that she enjoyed when she was independence.
a little girl, and was later taught that they Cândido Portinari, upon his return in 1932,
were tasteless for being considered rural Back from Paris in 1925, Di Cavalcanti estab- showed a strong social and national con-
and primitive. lished the feminine theme in his work, but in cern in his portraits of mixed-race workers
a new sense, based on the mulatta: emerg- (the new Brazilian model), his rural scenes
Oswald wrote the Pau-Brasil Manifest in ing from the colonial heritage and slavery, it and popular celebrations influenced by the
1924 when he returned—together with became a symbol of Brazil. He also exalted Italian metaphysicals. Portinari was son of
Tarsila, Cendrars, Mário de Andrade and warm local colors in search of a chromatic Italians, of humble origins, born in a coffee
Olívia Guedes Penteado—from that trip identity, in works such as Menina de Guar- fazenda in the state of São Paulo. This is
to Minas. In his desire to discover Brazil, atinguetá, melancholic sensuality, typical cele- very present in two key works of the artist:
he found identity not only in the native but brations, everyday life, lifestyles, the Carnival, Futebol (1935), part of the Fadel Collec-
also in the rural, in the deep country. the music, folkloric rhythms and dances, like tion, and Fiesta de São João, in MALBA. In
Oswald proposed export poetry from the in Samba16 and Roda do Samba. Although the both works, the compositional background,
name of the “pau” tree, which was one of musicians theme belonged to Picassian Cub- the plastic space and the landscape are in
most exported products of the country in ism, he moved away from it completely. tanned shades and soils, the color of Minas
colonial times. We must remember that Gerais’ soil, the rural and mining zones, rep-
in 1920, Francis Picabia published the resenting popular scenes. A football game
Dada Cannibal Manifesto, and that same Between native roots and as a time killer in a grassless field, that could
year the Cannibale magazine was issued, international modernization. also be a pastureland, and it is close to a
which used the term associated with sac- Popular and social Brazil. cemetery with a great cross. It is a scene of
rifice, very different from Oswald’s artistic suspended time, melancholic without being
influence. Tarsila painted the picture Morro In the 1930s, after the Crash of 1929 that af- sad. His inclination for murals, supported by
da favela, which is a very clear example of fected the economy of the entire region (and Vargas, is present in many public frescos in
Pau-Brasil painting.11 particularly, Brazil’s coffee-based agro-export Brazil and the United States.

134
Ancestral Brazil. Colonial Baroque. 1930s, where she learnt the smelting tech- He founded and promoted the Clube do Ar-
nique. She was student of Jacques Lipchitz tistas Modernos (CAM) in pursuit of a more
Alberto Da Veiga Guignard would discover and friend of king Leopold. In the 1940s she independent and less elitist art, leaving Lasar
Brazil through different ways. Just like land- lived in New York (In 1943 she did an exhi- Segall’s Pro-Modern Art Society that includ-
scapist Burle Marx, he gained contact with bition in the Valentine Gallery that captured ed the organizing artists of the Semana de
nature and its intense greens at Rio de Janei- the attention of André Breton and became Arte Moderna. The CAM, of anti-ecclesias-
ro’s Botanical Garden. In the 1940s he moved a turning point in her career), where she met tical and anti-State ideology, in line with the
to Minas Gerais, which would become the Piet Mondrian19 and Alexander Calder. She soviet experience, promoted exchanges
scenario of his paintings with its mountain- was also model—may be muse—of Mar- between the Arts with debates in a venue
ous landscape filled with Baroque churches cel Duchamp for Etant Donnés (1946-66) where they also organized talks and lectures,
and sacred colonial history. Also, just like and they had an intense romance. MALBA exhibitions, parties, and where Di Cavalcanti,
Portinari and Volpi, he dealt with the popular owns the work O Impossível (1945), whose Gomide and Prado had their ateliers.  Käthe
São João Celebration in a painting that of- theme is this passion. Martins was interested Kollwitz’s exhibition, Mário Pedrosa’s lec-
fers a great sense of space with the use of in studying and reappraising anthropology, ture “Social tendencies in the art of Käthe
Chinese ink wash and atmospheric perspec- culture, religious cults like Macumba, and Kollwitz”, and Siqueiros’ lecture on proletari-
tive. The hills, valleys, greenwood and clouds the rituals and ethnicities of her country. In an art in 1939 were the most celebrated.
merge in landscapes charged with history. sculptures like Não te esqueças nunca que eu
venho dos trópicos (Fadel Collection), she in- In 1933, Carvalho put together his Theater
Guignard (just like Portinari) was a key cultur- corporated surrealist elements, explored the of Experience as a “laboratory of stage and
al figure, appointed by Juscelino Kubitschek sensuality and eroticism of the female body performative experiences”, which present-
in 1944 to direct the free course on Arts in and, also, the metamorphosis of nature’s sin- ed just one play: Bailado do Deus Morto,
Belo Horizonte, which was visited by artists uous and monstruous forms, the legends and by Carvalho himself. The play was censored
like Amilcar de Castro, Mary Vieira, Mário goddesses of the Amazon mythologies. “The after three performances and banned for
Silésio, Maria Gianetti, Lygia Clark and Iberê lust in the sculpted bodies by Maria Martins being considered a threat to good manners.
Camargo, among others. Belo Horizonte —bodies in poetic-anthropological mission-
would later be considered “the city-lab of evolve from the myth to the phantasmagori- De Carvalho also had several architectural
the Constructive project of the country”.18 cal of the unveiled desire. Evolution from an projects, among which the Alameda Lorena
Amazon species”.20 In her work, she invokes complex in São Paulo (1936-37) and his own
Colonial Baroque was also enhanced by the feminine universe, Freudian concepts of residence Fazenda Caouava inn Valinhos,
the foundation of the Brazilian Historic and the unconscious and its urges. Campinas, stand out.  
Geographic Institute in 1938, which had
the purpose of preserving and investigat- The work Uirapuru, of skeletal form, maybe In November 1951, he organized a debate
ing historical cultural places. In the 1950s, represents the soul of namesake Amazon on stylistic matters, figurative Vs abstract
Guignard would dig into Brazil’s typical bird, famous for its difficult-to-hear singing: it art, at the Club. Then, upon Waldemar
themes like the construction of the heroic only sings for a few days, fifteen days of the Cordeiro’s request, there was another de-
image of Tiradentes, or the fuzileiro fam- year. Also, a legend portrays a young warri- bate on the constitution of the São Paulo Art
ily, that embodies a new family type: the or desired by women, who—after dying in Biennial. There, Cordeiro raised controversy
black man is no longer lazy, like he used to battle—was transformed by God into a bird, when he emphasized that they should be
be portrayed, but a public servant with a due to the crying of women. It is a mythical discussing the social organization of artists
well-constructed family. Brazilian legend that also gives title to a musi- as opposition to the power of institutions,
cal work by Villa Lobos, premiered in Buenos instead of talking about stylistic matters. 21
Aires in 1935. We must remember that that
Amazonia same year Claude Lévi-Strauss was a faculty In 1955, Carvalho painted a portrait of land-
member of the University of São Paulo. It was scapist Burle Marx, made of color planes and
Surrealism as art that expresses the uncon- in Brazil where Lévi-Strauss moved from phi- synthesis of Amazonian plants discovered by
scious, our dreams or our impulses, already losophy to anthropology. But the Frenchman Burle Marx and unknown in the cities, that he
existed in Latin America before it grew as an preferred to simply “vomit” instead of “as- used to reorganize the modern landscape.
artistic movement in Europe. It was part of similate” the voice of the Other. Carvalho portrayed him in the manner of
life itself, of the legends and mythologies. Arcimboldo, made of his own plants.
When Bretonnian surrealism emerged as a Flávio de Carvalho was one of the most radi-
modern movement, art in the cities of Brazil cal artists of modernism. He studied philoso- In 1956 he personally marched the streets
was more focused on national themes. Yet, phy, civil engineering and painting, and had a of downtown São Paulo in his Experience
there were exceptional cases in relation with special interest in anthropology and Freudian Nº 3 (He never revealed which was his Ex-
the oneiric and psychoanalitic themes. Key psychoanalysis, with the main focus of achiev- perience Nº 1), wearing a suit he had de-
works by modern writers like Cobra Norato ing the liberation of religious and social ta- signed for the tropical man, in opposition
by Raul Bopp and later Macunaíma (1928), boos. He performed an art of provocation to the typical European suit with a tie. The
Mário de Andrade’s fantasy novel with mag- and transgression of traditional social rules. suit was the result of his research on cloth-
ic realism, mixed Freudian concepts with In 1931, in line with his reading of Freud’s To- ing and a reflection on fashion and the
Candomblé and what is hidden in the heart tem and Taboo, and anticipating the 1960s advantages of this new summer attire for
of the Amazon forest. “happening” and performances, he carried men. “His work anticipated what was later
out his Experience Nº2 in São Paulo, where one of Brazil’s greatest victories in Art after
Maria Martins, a cosmopolitan Brazilian born he irreverently participated of the Corpus Neo-concretism: an experimental exercise
in Minas Gerais, studied in Belgium in the Christi procession wearing a green velvet hat. of freedom.” 22

135
Compositional synthesis ing one of them. After World War II, circa sis on Gestalt “On the affective nature of
1946, being in Paris and then in Lisbon in form in the work of art” (1949);31 the return
Manoel Santiago already manipulated ab- 1948, in his “vegetable” period, he moved of Cícero Dias and his abstract mural for the
stract language in the beginning of the 20th from natural-figurative painting to a con- building of Recife’s Secretariat of Finance
century; María Helena Vieira da Silva, in the structive abstract synthesis. “In Brazil, the in 1948; the controversial lectures of the
1930s, incorporated figurative elements constructive movement only began at the Argentinean critic Jorge Romero Brest in
to her abstract compositions, which were end of the 1940s. Its first and true pioneer 1948;32 the opening exhibition Do Figura-
taken from Portuguese azulejaria. But the was Cícero Dias who, in Paris in 1946, began tivismo ao Abstracionismo, curated by the
Modern and nationalist circle of the time to paint strictly geometrical canvases”.25 then director of the MAM SP, the Belgian
curbed synthetic research. Oswald de Andrade said about this period: León Degand (1949);33 the retrospective of
“Cícero did a synthesis of my cannibalistic Le Corbusier Novo mundo do espaço, at
The innovation in the transition between philosophy”.26 “The Cícero Dias of abstract the MASP (1950);34 the retrospective of
figurative, nationalist or surrealistic Mod- canvases is no different from the painter we Geraldo de Barros Fotoformas at the MASP
ernism and mathematical-based abstrac- know from his Northern scenes. They are at the end of 1950 (breaking from tradition-
tion came from films, music and architec- the same greens and yellows, as pure as al photography); and the retrospective of
ture. The experimental mute film Límite by before, and the same forms and composi- the Swiss Max Bill, at the MASP, in 1951,
Mario Peixoto (1931) was key at narrating tions defying the academy. Today’s abstract with his subsequent trip to Brazil in 1953,
existential struggle. It was the first example paintings show the presence of tropical el- invited by Niomar Moniz Sodré, director of
of “pure cinema” with concepts of fluidity ements as much as his old paintings did.”27 the MAM RJ.35
and continuation, structure and rhythm. Le
Corbusier became an influence in urbanism The cases of Samson Flexor and Alfredo The Biennial was a point of attraction for
in the 1930s,23 which lead to the recogni- Volpi are similar, with regard to their depar- artists coming from different parts of Brazil,
tion of Brazilian architecture in the 1940s. ture from figurative painting, which they pu- and its outreach in terms of influence, cultur-
Innovation also came by the hand of Jus- rified and cleared of narrative elements to al exchange and following resonance would
celino Kubitschek, who was then Mayor of arrive to a non-mimetic art, a free and—in be the entire Latin America. The great Bra-
Belo Horizonte, where he commissioned some cases—geometric abstraction. zilian public got to know what was going on
the project of Pampulha architectural com- in the world at that moment. The Biennial
plex to Niemeyer, built in 1942-44. Later, exhibited modern figurative artists and in
as President of the Republic from 1956 to Geometric abstractions turn introduced abstraction in its antago-
1961, he commissioned the great project nistic styles: abstract expressionism or “free
of the capital city Brasilia to Lúcio Costa, In the 1950s, the international modernizing form” informalism, that had its referent in
Oscar Niemeyer and Burle Marx. And the project gathered momentum in Brazil with Jackson Pollock’s Action Painting; con-
Música Viva group, created in 1939 by Hans- the opening of the Museu de Arte de São structive abstraction with roots in Russian
Joaquim Koellreutter (German-born, settled Paulo (MASP) founded by Assis Chateaubri- constructivism; Kandinsky’s The spiritual in
in Rio since 1937) would propose dode- and in 1947,28 Museu de Arte Moderna do Art; Theo van Doesburg’s concrete art; Piet
caphonic music as an alternative to natio- Rio (MAM RJ) in 1948 and Museu de Arte Mondrian’s research on De Stijl; the Ger-
nalist music, in order to bring it back to Moderna de São Paulo (MAM SP), togeth- man Bauhaus experience and the Vorkurs
the social arena. Koellreutter kept ties with er with I Bienal de Arte de São Paulo at the and Itten’s color theories or Klee’s Moebius
Argentinean Juan Carlos Paz, forerunner in MAM SP in 1951,29 which was created fol- strips ideas, which would later use Max Bill
this field since the beginning of the 1930s. lowing the model of Venice Biennale. to act at the Hochschule für Gestaltung in
Switzerland, where he proposed art based
In 1942, Carmelo Arden Quin travelled From that moment on, the model of cultur- on mathematics and logic. Tomás Maldona-
to Rio, where he met Murilo Mendes and al affairs management changed radically, do would do it in Argentina, after being in
Maria Helena Vieira da Silva and her hus- either through private financing from indus- touch with Bill in Ulm.36
band Árpád Szenes. Thanks to Mendes’ trial and media capitals, or through public
efforts, Vieira da Silva had an individual financing in line with the international US The concrete scene had its artists organ-
exhibition at Rio National Museum of Fine policies promoted by Nelson Rockefeller. ized in groups. On the one hand, there was
Arts. Arturo, an Argentinean magazine, The MAM SP, which had the New York the prominent group Atelier Abstracción,
published images of the exhibition, which MoMA as model of a Modern museum, and founded by Samson Flexor (artist of Jewish
proves the connections between artists. the Biennial were founded during the Lucas origins born in Soroca, current Moldavia)
Nogueira Garcez administration, sponsored in his house-atelier in São Paulo. Flexor
In 1946 and 1947, Joaquim magazine (the by businessman Cecilio Matarazzo Sobrino, defended abstraction from what he called
name was akin to Arturo, the Buenos Aires thanks to these international policies. “copy of nature”, promoting exercises with
magazine from 1944) dealt with literature rule and bracket, following the natural laws
and arts and was written by Curitiba young- In the debating circles and discussions of harmony and Golden Section. Antônio
sters, explicitly protester and using a com- among different cultural areas, the exhibi- Maluf, Flexor’s student, developed his in-
bative tone in pursuit of stylistic renovation. tions and public presentations of some for- creasing and decreasing progressions,
It promoted Modern abstract art and univer- eign artists were very impressive. Such was suggesting an infinite projection that he
salism, while fighting conservative thinking the case of Alexander Calder at the MAM RJ adapted in the board for the First Biennial.
(Monteiro Lobato represented this in Brazil).24 (1948)30 and MASP (1949); the return to the He also collaborated with projects of the
country of the activist and art critic Mário textile industry and tile murals in São Paulo
Cícero Dias travelled to Paris in 1937 urged Pedrosa in 1945, apart from his work for the with architects like Vilanova Artigas. He was
by several reasons, Vargas’ dictatorship be- newspaper Correio da Manhã with his the- an art dealer and owned the Seta gallery.37

136
On the other hand was the Grupo Ruptura, formed by Sarah Grillo, Lidy Prati, Claudio struction of the pictorial space and later to
created in 1952 based on Marxist theories, Girola, Enio Iommi and Alfredo Hlito. the rediscovery of a space that is no longer
guidelines of the Brazilian Communist Party separated from the world but, on the con-
and Konrad Fielder’s theory of Pure Visi- Also that year, inspired by theorists Mário trary, is connected with it, penetrating it and
bility. Its leader was Waldemar Cordeiro, Pedrosa and Ferreira Gullar, several students being penetrated by it”.42
who promoted gatherings for the study of of Ivan Serpa’s course at the MAM (together
abstraction in pursuit of guaranteeing the with artists of different trends) founded the
conditions for the development of new art38 Grupo Frente around the ideal of freedom Informalisms and destructive art.
together with Lothar Charoux, Geraldo de of creation. The group promoted eclecti-
Barros, Luiz Sacilotto, Kazmer Féjer, Anatol cism and, according to Mário Pedrosa, had At the 1957 Biennial, there was an exhibi-
Wladyslaw, Leopold Haar and subsequent an important social mission.40 It was formed, tion of large canvases of Jackson Pollock’s
members like Maurício Nogueira Lima, apart from Serpa, by Aluísio Carvão, Décio Dripping and Action Painting, and Brazil-
Hemenegildo Flaminghi and Judith Lauand. Vieira, João José da Silva Costa, Lygia Clark ians following that trend were award win-
On December 9th, 1952 the group opened and Lygia Pape, among others. Shortly after, ners. The fifth Biennial in 1959 had a large
an exhibition at the MAM SP. In 1953, in Hélio Oiticica, Franz Waissmann, Abraham representation of sensible abstraction,
line with the controversy over the political Palatnik and Ruben Ludolf joined. They did lonely artists facing their existential drama
role of artists in their relationship with insti- a first exhibition together at the gallery of in front of the canvas. In the context of the
tutions, and upon the II Biennial, members the Brazil-American Institute in Rio (1954). regional informal art of the 1950s, some
of the group wrote a statement denounc- The group separated as such in 1956, when artists of Japanese origin, like Manabu
ing the excessive power of the institutions. several members joined concretism. Mabe, Flávio Shiró and Tomie Ohtake, dif-
In 1956 they launched their manifesto, in ferentiated themselves from the concrete
which they broke up with the naturalist art The multiplicity of paths for experimenta- artists. The same applied to Iberê Cama-
of the past and differentiate themselves tion of the different groups and artists, and rgo or Antônio Bandeira. The matter, the
from those who created new forms based on the other hand, the similarity of many of gestural brush-stroke, graphic art in Tachist
on old principles—like Cícero Dias, accord- their realizations, led artists to interact and style, writing in calligraphy influenced by
ing to them-. They urged for a renovation of connect with Noigandres and Ruptura. This the Japanese Gutai Group, and the horror
the essential values of visual art according gave rise to the organization of the First Na- of nuclear bombs, or the Zen school in the
to new aesthetic principles integrated with tional Exhibition of Concrete Art held at the pictorial space, all “take shape through the
industrial production. In this sense, graphic MAM SP in 1956 and the following year at experience of the brush-stroke as a signifi-
and object design, advertising, landscape Rio de Janeiro’s Ministry of Education. cant impulse”. 43
design and architecture were of great in-
terest for the group. Ideologically, Cordeiro Ivan Serpa, one of the first geometrical art- On the other hand, a singular artist like Frans
was very close to Tomás Maldonado and ists of Brazil, promoted in Rio de Janeiro the Krajcberg found in the Amazon and Mato
Bill’s postulates. creation of debates of the Grupo Frente, Grosso forests scorched branches, roots and
which lead to Neoconcretism. In his own logs that he would turn into “readymade”
In 1952, Augusto de Campos, Haroldo work, Serpa worked the theme of varia- sculptures: “With my work, I squeeze the re-
de Campos and Décio Pignatari (poets of tions, the circle dynamic and the rhythm of bellious conscience of the planet”.44
the Grupo Ruptura) founded in São Paulo oblique lines, just like Max Bill did.
a group of concrete visual poetry and the
Noigandres magazine39 in order to break Hélio Oiticica began to work with his 1960s – Post-Modern art
the limits of poetry, enunciation and the gouaches known as Sècos in 1957, which
word, and to merge them with concrete he later renamed as Metaesquemas in New The decade began with the inauguration of
art. Musicality was also present in this York. They are a series of approximately 350 Brasilia, a Lúcio Costa and Oscar Niemeyer
art, as can be appreciated in works like works in which he investigates Gestalt’s laws project that was the culmination of a pro-
Willys de Castro’s coplanar rhythms or of perception through simple compositions cess that had started twenty years earlier,
Oiticica’s Metaesquemas, based on the in the plane. In dialogue with these works with the layout of Modern architecture in
study of Max Bill’s Fifteen variations on a we find Décio Vieira’s planar rhythms and Brazil with Le Corbusier.
single theme (1938). Aluísio Carvão’s perception of the vibrant
energy of color. Since the exhibitions of concrete art, and
In São Paulo, in that year’s Biennial, the with a greater rationalization of the Grupo
architects Walter Gropius, Alvar Aalto Along those years, Lygia Pape would create Ruptura, Cordeiro and Gullar began to have
and José María Sert had a strong effect. his Tecelares: a series of xylographies on rice theoretical differences. In 1959 the MAM RJ
Also, Max Bill’s lecture on the danger of paper that consisted of “organic-geometric presented the First Neoconcrete Exhibition,
Niemeyer’s growing prominence. The lec- articulations”.41 which drifted apart from the rationalist con-
ture sparked the interest of Lúcio Costa, crete movement of São Paulo. In his Mani-
who disagreed, attributing the thought of Lygia Clark, who had studied with Burle festo Neoconcreto, Ferreira Gullar made it
forms to Le Corbusier. Marx in 1947 and was endorsed by Mário clear that this was not a group linked to dog-
Pedrosa, joined the Grupo Frente and al- matic principles and he stated that this was
In 1953 The Rio de Janeiro MAM organ- ways kept a close relationship with Oiticica. about “taking a stance against ‘geometrical’
ized the National Exhibition of Abstract Art Ferreira Gullar said, about her work during non-figurative art (neoplasticism, construc-
at the Quitadinha hotel in Petropolis. That this period: “Lygia Clark maybe didn’t know tivism, suprematism, School of Ulm) and
same year, the museum presented an ex- that by trying to include the frame in the pic- especially against concrete art taken to a
hibition of an Argentinean abstract group ture in 1954, that would take her to the de- dangerous rationalist exacerbation”. He also

137
emphasized that they did not conceive “the shared by all kinds of artists with participa- there may have been more points of contact
work of art as a ‘machine’ or as an ‘object’, tion of the public in different spaces, even with the new French daily realisms, with se-
but as a quasi-corpus” and that it “is not lim- the urban space. Oiticica called his art “en- mantics, with Levi Strauss-style bricollage
ited to taking up objective space, but tran- vironmental”, where nothing is isolated, but and with existentialism.
scends it to establish a new significance in the perceptive and sensory ensemble gov-
it; that the notions of time, form, structure, erned. “For this ensemble, the artist created Waldemar Cordeiro gave up concrete paint-
color, etc, are not enough to understand a a ‘hierarchy of orders’—reliefs, nuclei, boxes ing in 1960 to go deeper into more free
work of art , to account for its ‘reality’.”45 and layers, insignias, tents (“parangolés”) and ambiguous experiences, and he made
—all directed at the creation of his environ- contact with Soto and Le Parc’s kinetic ex-
In this context, Oiticica created his Relevos mental world”.48 Oiticica was a pioneer of periences, in relation to the union of art and
espacias that came out of the walls and the dematerialization of art. He was a broad life. Of cannibalistic style, he created his
interrupted the space around them, and artist, he worked in set design, was a film Popcretes, in which “structurally concrete
Lygia Clark her series of object-sculptures or and literary critic. pictures had swallowed, critically and canni-
“non-objects”,46 her famous Bichos, created balistically, in the Brazilian way, the experi-
not for passive contemplation but to be ence of American pop”. 50
manipulated by the spectator. They were New Figurations. Pop spirit?
geometrical objects charged with organic In her Envolvimento series (works in Fadel
plasticity, life and chance, according to their While a dictatorship was instituted in Brazil, and MALBA collections), Wanda Pimentel
multiple combinations and to each position in the rest of the world the spirit of the questioned the impersonal world and aes-
from each movement, which in turn talks return to Duchampean dadaist ideas lived thetics of television and the mass media,
about works related with the passing of together with different versions of a new reflecting on the place of the emancipated
time. They won the award for Best Sculpture figuration, the emergence of American and woman in a consumerist society.
at the 1961 Biennial. British pop, New Realism and French daily
mythologies, comic books, interaction with Antonio Dias mixed different elements like
Amilcar de Castro, artist from Minas Gerais the mass media, the new happenings, per- fetishes of kitsch catholic imagery with
and student of Guignard, took movement formances, etc. In this environment, Argen- scenes from television, police reports and
from Baroque sculpture and planes’ divi- tinean Antonio Berni won the Grand Prize tabloids in painting-objects of political and
sions, synthesizing them in his rusted iron for Engraving at 1962 Venice Bienale with social protest. At the age of 21, he won the
sculptures —the color of soil in Minas Gerais. his Juanito Laguna series of a boy from the First Prize of the 4th Paris Bienale.
He used this material without fragmenta- slum (or favela). And Rauschenberg earned
tion, with the joints unsoldered. He was in- the same prize in 1964 for his Combine The Rex Group performed in São Paulo
terested in exploring the space entry in the paintings. The Argentinean artists of the between 1966 and 1967. It was formed
sheet, in the work. New Figuration exhibited his paintings in by Geraldo de Barros, Nelson Leirner and
Rio in 1963 and 1965, while Berni exhibit- Wesley Duke Lee, and was later joined by
Ascânio MMM, an architect born in Portugal ed his large assemblages and his monsters Carlos Fajardo, Frederico Nasser and José
who settled in Brazil in 1959, began to work in a retrospective organized by the Di Tella Resende in Rex Gallery & Sons, a coopera-
in 1964 with reliefs and sculptures made with Institute that later toured to the MAM RJ. tive and place for exhibitions.
white-painted planks and pieces of wood. The great Argentinean artist also partici-
Influenced by Víctor Pasmore, who present- pated of the Nova Figuração da Escola de The Rio de Janeiro Neo-realist Group was
ed his work at the 1965 São Paulo Biennial, Paris in Rio de Janeiro in 1965, and had an formed by the gaúchos Carlos Vergara and
and by modern Brazilian architecture, his exhibition at the Bonino Gallery in 1967. Pedro Escosteguy, Antonio Dias from Paraí-
work is rigurous and neo-constructive, with Thanks to the efforts of art dealer and col- ba, and Roberto Magalhães and Rubens
a poetics of creases and certain Baroque or- lector from Rio Jean Boghici and art dealer Gerchman from Rio de Janeiro, after their
ganicity, achieved by the relation between and art critic Cérès Franco, exhibitions and first contact during the Opinião 65 exhibi-
sculpture and the social housing issue. connections between South American and tion, which gathered thirty artists from dif-
European artists took place, through their ferent countries, conceived by Boghici and
A late and independent constructivist was galleries, Relevo and l’Oeil-de-Bœuf. organized by Cérès Franco at the MAM RJ
Sergio Camargo, who had studied at the in 1965. The selection came from Mythol-
Altamira Academy with Emilio Pettoruti and New York pop focused on the collective im- ogies quotidiennes, organized in Paris by
Lucio Fontana in Buenos Aires in 1946. In 1963, agination of daily and popular elements of Gassiot-Talabot. These artists showed their
Camargo began to make his white reliefs of the middle classes as way to question con- social and political commitment in their figu-
planes and volumes embedded in wood, met- sumerist society. In Latin America, there was rative work, during the military dictatorship.
al or marble, inspired by different influences no such consumerist society at that moment, It wasn’t just about rejecting abstraction,
like Brancusi, the Zero Grupo, Luis Tomasello, so if there was a Brazilian pop version, it was but also about reinterpreting local social
Jesús Soto, Yayoi Kusama and his “madness of in a sense of social critique, of protest, of a realism. To the opening of the exhibition,
order”, Günter Uecker, Pablo Curatella Manes, cynical caricature of reality in a cannibalistic Oiticica—joined by members of the Manguei-
Henri Laurens, Georges Vantongerloo, Louise way, that is, without losing autonomy but ra samba school—arrived with his Parangolés,
Nevelson, Carvão, Oiticica, Clark, or Pape, using the experiences.49 For example, Décio which became a milestone in the history of
among others. 47 Pignatari noted the similarity between the Latin American art. Oiticica used samba
Pau-Brasil flag and Jasper Johns’. Artists as a tool for protest. The following year,
Brazil was beginning to experience a liberat- took from pop the theme of their own daily, the MAM RJ repeated the experience in
ing context, of interaction of artistic objects social and political reality, which was very dif- Opinião 66 with numerous artists from the
with the surrounding spaces, of experiences ferent from the United States. In this sense, School of Paris.

138
The Nova Objetividade Brasileira exhibition, 1 Sérgio Fadel and his daughter Marta Le formose, written by Blaise Cendrars
that showed multiple trends, was the “culmi- are lawyers. during his trip around Brazil in 1924.
nation of the neo-figurative process”, taking
artists who came from realism to a “disar- 2 Marcelo E. Pacheco, Coleccionismo 13 In tupí-guaraní language.
range of the artistic object with a consistent artístico en Buenos Aires. Del Virreynato
theoretical system”. It had two key texts: al Centenario. Expansiones del discurso; 14 Following the primitivist path he had
one by Waldemar Cordeiro on the evolution Ciudad de Buenos Aires: author’s pub- developed in the 20s, Raul Bopp wrote
of concrete art into the new Avant-garde; lishing, 2011, p. 14. Cobra Norato, a popular tale about
and Oiticica’s manifesto General Scheme myths of the Amazonia.
of the new objectivity, about the manifesta- 3 Luiz Felipe de Alencastro, O Trato dos
tions that contributed to the new objectivity, Viventes. Formacao do Brazil no Atlantico 15 Tarsila do Amaral, op. cit., p. 33
describing the state of general constructive Sul. Séculos XVI e XVII. São Paulo: Com-
will as a typical state of Brazilian art that panhia das Letras, 2000, p. 9. Quoted by 16 Key work from 1925, that belonged
united art with architecture. Joào Cezar de Castro Rocha, Antropolo- to Jean Boghici.
gia hoje?, São Paulo SP: É Realizacicoes
One of these syntheses would be the Trop- Editora, 2011, p. 11. 17 In Ricardo Nudelman, Diccionario de
icalist movement, inspired by Penetrable, política latinoamericana del siglo XX,
in turn inspired by the precarious materials 4 Nelson Aguilar, Brasil, Século XX. São México: Editorial Océano de México,
and constructions in the favelas. Tropicália Paulo: Ed. Fundacion Bienal, 1994, p. 13. 2001, p. 329.
was developed mainly in music —with Cae-
tano Veloso, Gal Costa, Gilberto Gil, Tom 5 Paulo Herkenhoff compares with work 18 Nelson Aguilar, Brasil, Século XX, São
Zé, Rogério Duprat and Os Mutantes-, with Retrato masculino (Eugene O’Neil), Paulo: Fundação Bienal de São Paulo,
but also in theater—José Celso Martínez 1914, in Arte brasileira na colecao 1994, p. 19.
Correa: O Rei da Vela—, films—Glauber Fadel. Da inquietação do moderno a au-
Rocha—and performances that put an- tonomia da linguagem, Rio de Janeiro: 19 Martins bought Victory Boggi-Woo-
ti-art notions into play. Cinema Novo, in- Andrea Jakobsson Estúdio, 2002, p. 28. gie, which she later donated to MoMA.
fluenced by Italian Neo-realism and French
Nouvelle Vague, and Rio 40 grados (1955) 6 Aranha was a linnk to Paulo Prado, 20 Paulo Herkenhoff (org), Amazónia, a
by Nelson Pereira dos Santos as the fore- sponsor of the event, and to Ronald de Pororoca e alguns paradigmas possíveis
runner film, included from 1962 films such Carvalho and Villa-Lobos, both from Rio (exh. cat.). Rio de Janeiro: Editora Circu-
as Barravento (1962), God and the Devil de Janeiro. ito: Museu de Arte do Rio, 2014, p. 11.
in the land of the sun, or Land in a trance,
by Glauber Rocha; Os Cafajestes (1962), 7 In 1913, Oswald de Andrade returned 21 Maria Martins, quoted by Aracy
by Ruy Guerra, Vidas Secas (1964) by Pereira from Europe bringing the novelty of Amaral, Arte para quê? A preocupação
dos Santos, Ganga Zumba (1963) and Os Marinetti’s Futurist Manifesto. Then, in social na arte brasileira: 1930-1970, São
heredeiros (1969), by Carlos Diegues, and 1926, he was in contact with Marinetti Paulo: Nobel, 2003. In María Amalia
Macunaína (1969), by Joaquim Pedro de when the latter travelled to Brazil, García, El arte abstracto. Intercambios
Andrade, among others.  Argentina and Uruguay, to give his very entre Argentina y Brasil. Buenos Aires:
controversial lectures. Siglo Veintiuno Editores, 2011, p. 156.
Oiticica did twenty-one set and wardrobe
designs for the film A Cangaceira Eletrónica 8 In 1921 Brecheret was commissioned 22 Luis Camilo Osório, in Flávio de 
[electronic Western] by Antonio Fontoura, to make the huge Monument to the Carvalho. São Paulo: Cosac y Naify,
which would be a futurist film about the Bandeiras at the Ibirapuera Park in São 2000, p. 8.
revised Western story of Maria Bonita, fea- Paulo, which wouldn’t be inaugurated
turing Gal Costa in the main role. The script until 1954. 23 Le Corbusier had visited Brazil and
suggested to mix “cowboys playing ping- Argentina in 1929 and later in 1936. His
pong in their spare time in a TV set where 9 Aracy Amaral, “Do modernismo à urbanistic concepts were a great influ-
Maria Bonita—half pop singer, half bandit— abstraçao” (1910-1950), in Sergio Cohn ence in the sought ideal city. He was in
jumped off the stage in a state of delirium (org.), Ensaios fundamentais: artes plás- contact with Lucio Costa and Niemeyer
and gave away prizes like electrical applianc- ticas. Rio de Janeiro: Banco do Azouge during the construction of the then Min-
es and trips”. Editorial, 2010, p 23. istery of Education and Health building
(1937-43) and also in 1939, at the Bra-
At the 1968 Venice Biennale, Mira Schendel 10 Tarsila do Amaral, “Pintura Pau-Brasil zilian Pavilion at New York World’s Fair.
presented her Monotipias and Graphic Ob- e Antropofagia”, in Sergio Cohn (org.), Le Corbusier was in favor of setting the
jects as texts that are reminiscent of the Ensaios fundamentais: artes plásticas. Rio architectural work in its context, its cul-
Greek or Latin alphabet. Such symbols get to- de Janeiro: Banco do Azouge Editorial, ture, its weather. And Lucio Costa ad-
gether occasionally and seem to form words 2010, p. 31. mired Portuguese Baroque architecture,
of different languages, existing or non-exist- particularly Aleijadinho.
ing, that—in that aspect—seem palimpsests. 11 Tarsila do Amaral, op. cit., p 32.
The work of Mira Schendel makes reference 24 María Amalia García, op. cit., p. 77.
to language and to samba as the Brazilian 12 Tarsila do Amaral, op. cit., p. 33. She
perspective on life. “Sambar, to Schendel, adds that the design of that figure was 25 Sergio Milliet, Aracy Amaral, “Sur-
described an existential project”.51 used as the cover of the book of poems gimento da Abstração geométrica no

139
Brasil: De Cícero Dias a Mário Pedrosa”, forma e percepção estética. São Paulo: “Lygia Clark Unidade V, 1958”, 2015
in Aracy Amaral, Arte Constructiva no EDUSP, 1996. Quoted in María Amalia (Work details for MALBA, unpublished).
Brasil Coleçao Adolpho Leirner, São Pau- García, op. cit., p. 161).
lo: Ed. DBAM, p. 55. 43 Paulo Herkenhoff, op cit., p. 166
32 The subject of the lecture was the
26 Jornal das Letras, Rio de Janeiro, De- importance of architecture in his con- 44 Frans Krajcberg, Revolta. Rio de Ja-
cember 1952. In Cícero Dias, Oito dé- structive sense, in the context of con- neiro: GB Arte, 2000, p. 165.
cadas de pintura. Curitiba: Museu Oscar temporary art. In that line, we must bear
Niemeyer, 2006, p. 178. in mind the Brazil builds exhibition and 45 Published in the Sunday supplement
namesake book on modern Brazilian ar- of Jornal do Brasil, 1959. Signed by
27 Sérgio Millet, op. cit., p. 184. chitecture at MoMA, 1943. Amilcar de Castro, Ferreira Gullar, Franz
Weissmann, Lygia Clark, Lygia Pape,
28 A non-profit private museum found- 33 The same exhibition, titled Arte Ab- Reynaldo Jardim and Theon Spanúdis.
ed by Assis Chateaubriand, consid- stracto, was presented at the Buenos Oiticica did not sign.
ered to own the richest patrimony in Aires Modern Art Institute, thanks to
the Southern hemisphere, with over the relationship between its director 46 Ferreira Gullar called them that due
8000 works from the 4th century to Marcelo de Ridder and his Brazilian to their inmateriality, with properties that
current days, bought by the business- equal at MAM SP, Matarazzo. This link were contrary to those of an object, in-
man, advised by the Italian art diealer continued with the production of Max tending to be synthesis of mental and
Pietro Maria Bardi, the museum’s first Bill’s exhibition in São Paulo. sensory experiences. See “Teoria da
director. Together with his wife Lina Bo Nao-Objeto”, Jornal do Brasil, Rio de
Bardi, they designed the museum as 34 Organized by The Institute of Con- Janeiro, 1960.
an educational space, contrary to the temporary Art of Boston in 1948.
old-fashioned mausoleum. In 1951 they 47 For more on this subject, see Paulo
created the Contemporary Art Institute 35 And married to Paulo Bittencourt, Herkenhoff, op. cit., p. 180-187.
IAC/MASP dedicated to industrial de- owner of the Rio de Janeiro newspaper
sign. From 1968 onwards, the collec- Correio da Manhã. They had a promi- 48 Mário Pedrosa, “Arte Ambiental, arte
tion found its home in an emblematic nent role in the private/public articu- pos-moderna, Hélio Oiticica”, Corre-
building of São Paulo, designed by Lina lation of art with the entry of concrete io da Manhá, Rio de Janeiro, June 26,
Bo Bardi. art as hegemonic trend and also with 1966. Quoted by Aracy Amaral, “As-
the New York MoMA as model of a pectos do nao-objetualismo no Brasil”,
29 At the I Biennial, the award for best modern museum. May 1981. Aracy Amaral’s personal files.
sculpture was to Max Bill’s Unidade In digital file ICAA, MFAH, registro Nro:
tripartida; Ivan Serpa was awarded as 36 Almir Mavignier, Mary Vieira, Geraldo 11112221.
best young painter for his work Forms; de Barros and Alexandre Wollner partic-
Antônio Maluf won best board design; ipated in the School of Ulm. 49 On this subject, see Ana Longoni’s
and Abraham Palatnik a mention for his essay “¿Afinidades pop?”, in Andy War-
kinechromatic device (identical to the 37 Maluf sold Abaporu to Raúl Forbes, hol, Mr. America, Buenos Aires: MALBA,
work of the MALBA collection) who later sold it through Christie’s. Then 2009.
Costantini acquired it for MALBA. 
30 Mário Pedrosa wrote in New York an 50 José Loureiro, “Poetas de Vanguarda
article on Calder’s exhibition at MoMA 38 María Amalia García, op. cit., p. 154. tomam posiçao”, in Correio da Manhã,
in 1943 (published in December 1944). Río de Janeiro, March 13, 1965.
To Pedrosa, Calder embodied the fig- 39 Noigandres: word from an Ezra
ure of the engineer who used the tools Pound poem with no meaning, with the 51 Luis Enrique Pérez Oramas, León
and materials of industrial work and the intention of experimenting innovations Ferrari e Mira Schendel. O alfabeto en-
creative artist. In turn, he suggested in poetic language. furecido. Porto Alegre: Fundación Iberê
the notion of a work open to be com- Camargo, 2010, p. 7.
pleted by the vision and experience of 40 As part of the group, Oiticica, Lygia
the spectator. Clark, Serpa and Carvão worked for the
Art School for Children at the MAM RJ,
31 Thesis of his Art History and Aes- where they used Herbert Read’s book
thetics professorship at the National Education for Art and Gestalt’s postu-
Faculty of Architecture in Rio de Janei- lates. This was a very important experi-
ro. Key to this thesis was his contact in ence for the artists.
Berlin with these theories during the
1920s and Dr. Nise de Silveira’s re- 41 Paulo Herkenhoff, op cit., p. 183.
search with mental patients at the psy-
chiatric hospital Engenho de Dentro, 42 Ferreira Gullar, “Lygia Clark: uma
of which Abraham Palatnik and Almir experiencia radical”, 1958, in Experi-
Mavignier participated. (Otilia Arantes, encia neoconcreta: momento-limite da
“Mário Pedrosa, um capítulo brasileiro da arte, San Pablo: Cosak y Naify, 2007,
Teoria da Abstração”, in Mário Pedrosa: p. 83. Quoted by Gonzalo Aguilar,

140
Constructive Will closely. This collecting experience, guided Modernism.
in Brazilian Art by a scientific eye and an ability to discern
——— quality, permanently strove to make the As a reference point, Charles Harrison defines
by Paulo Herkenhoff turning point in geometric art from 1963- “modernisation” as the set of political, eco-
1964 onwards, out of which emerged a sec- nomic and technological processes associat-
The best tribute that can be paid a collector ond Constructivist generation, visible. ed with the Industrial Revolution and its ram-
is to exercise one’s critical eye and give his- ifications, “modernity” as the conditions and
tory meaning through the works they have The proposal by the Museo de Arte Lati- modes of experience seen as effects of these
assembled. The Hecilda and Sérgio Fadel noamericano de Buenos Aires (MALBA), to processes and “modernism” as the property
Collection traces a unique arc that covers hold a substantial exhibition of Brazilian art or quality of being modern or up to date.
four centuries of history—no other pub- from the Fadel Collection that is designed
lic or private collection can chart a similar to be shown outside Brazil (and which will Accordingly, the conditions and modes of
symbolic course through Brazilian art: Gillis be previously presented at the Museo Na- modernity established themselves in Rio de
de Peeters and Aleijadinho, the dynamism cional de Arte (MUNAL), in Mexico City, Janeiro in the 19th century under the stamp
of the 19th century, the first modern art involves a large and unrivalled presenta- of an urbanistic and social process. Various
(Belmiro de Almeida, Castagneto, Visconti), tion of anthropophagy and modernity and pictures in the Fadel Collection (Castagne-
the modernists (Rego Monteiro, Malfatti, the “Brazilian Constructivist project” in the to, Ana y Maria Cunha, Timóteo da Costa,
Di Cavalcanti, Goeldi, Ismael Nery, Tarsila, more general context of modernity’s ex- Dall’Ara, and Visconti) attest to this.
Guignard), the so-called “primitives”, Con- pansion in the country and its contempo-
crete and Neo-Concrete Art, informal ab- rary ramifications. “Only anthropophagy The first examples of a Constructivist style
straction, New Objectivity and the Experi- unites us,” proclaimed the poet Oswald de emerged in Brazilian modernity with the
mental Room at MAM in the 1970s. Andrade in 1928, claiming a cultural model movement’s precursor Belmiro de Almeida
that sought independence in a language of in 1908, who was never included in Brazilian
The Fadel family assembled this unique its own. A necessary course would include exhibitions outside the country. His painting
private collection covering five centuries the absorption of elements of a diversity Maternidade em círculos reveals a more rad-
of art in Brazil through around 3,000 art- originally founded on the relations be- ical modern awareness of the surface than
works. Some of its historic sections are un- tween Portuguese, native Indians and Af- anything exhibited in the Semana. In Rio,
paralleled. Only two public museums have ricans during the colonial era. This richness Graça Aranha created the basis for the man-
a larger collection of 19th-century and expanded with the contribution of Jews, ifesto of modernist “Brazilianness”, from
modernist works. The collection’s Tarsila Italians, Germans, Poles, Chinese, Japa- “Pau-Brasil” to “Antropophagy”.
section is only bettered by the University nese, Arabs and other peoples to Brazil’s
of São Paulo. The family’s complex col- cultural makeup. The Fadel family itself is In 1922, Oswaldo Teixeira painted one of the
lecting experience covers several unique of Lebanese origin. best pictures ever created in Brazil: Praca
fields, such as the mapping of modernity Floriano. His brushwork was more modern
before modernism had been made official “Brazil is a country condemned to mo- than any other in the country at that time.
by the Semana de Arte Moderna in 1922. dernity,” argued the critic Mário Pedrosa.
One focus of the Fadel family was art cre- Based on this aphorism, the exhibition pro- Malfatti’s portraits of Mário and Oswald de
ated by women in Brazil’s historical process poses to map and evidence the permanent Andrade are a debate with the influential in-
from the 19th century on. Their collection exchange between Brazil and the interna- tellectuals. Symbolically, Retrato de Mário de
of Constructivist art, at over 200 pieces, is tional (above all European) context in the Andrade (c. 1922) by Malfatti might just have
possibly the largest and most comprehen- 20th century. been the most important modernist work of
sive in private hands in Brazil. The Fadel 1922. The colour in his work dazzled in New
Collection has never been shown under its The cultural manifestation which has had York (1915-1917) only to fade in Brazil.
name outside Brazil, though it has made particular social penetration is architec-
dozens of loans to exhibitions at major mu- ture. Of special note here was the influence Starting with Cubism, a discreet Construc-
seums around the world. of Le Corbusier, who inspired a generation tivist tendency runs through the modern-
of architects consisting of Lucio Costa, ist experience of the Joaquim and Vicente
The Fadel family’s said “Brazilian Construc- Oscar Niemeyer and Affonso Eduardo do Rego Monteiro brothers, Di Cavalcanti,
tivist project” is notable for its breadth and Reidy. Modern, however, also implies cher- Tarsila do Amaral, Victor Brecheret and
quality, inclusion of exceptional artworks and ishing the colonial legacy and the construc- Ismael Nery rooted in their time in Paris.
interlinking of three generations. The first, tion of an anthropological approach to the The Fadel Collection has a sizeable number
as a Pre-Constructivist generation, fulfilled native Indians in Brazil which equally op- of works by these artists. Vicente do Rego’s
the task of putting the Constructivist urge in poses ethnocentrism and genocide, and re- work in the 1920s takes its starting point as
modernism on the map. In the post-war pe- cognising Brazil’s cultural diversity and val- the pre-Columbian pottery of the Amazon
riod, the controversy surrounding Concrete uing the African contribution to the make- and the Marajoara and Maracás societies,
Art sparked debates, conceptual disputes up of modern Brazilian culture. In all three amongst others. It incorporated artistic el-
and exhibitions in the country involving cases, new French academic parameters ements such as palette, volume, form and
Concrete Art and Neo-Concrete Art. From came to bear: the historiography of Bra- figurative reduction from Amazonian pot-
1962, when the course of the latter radically zilian Baroque by Germain Bazin and the tery. The Amazonian lexicon and the artis-
changed, scattered artists who were uncon- anthropology of Claude Lévi-Strauss and tic vocabulary taken from the fired pottery
nected emerged who nevertheless formed Roger Bastide, and Lévi-Strauss’s dialogue were used by Monteiro in books in France,
a second generation of Constructivists. The with the poet Oswald de Andrade’s an- including one which provided an interpreta-
Fadel Collection accompanied this process thropophagic model. tion of Paris.

141
Tarsila is represented by four oil paintings, Pernambuco is also the subject for an illus- In Carlos Prado’s Varredores noturnos
a pastel and a notebook in the exhibition. tration in the book Casa Grande & Senzala (1935), the night has a heaviness to it, but
The quintessential modernist landscape in by Gilberto Freire (1933) and a distant land in as a time of work. It is anti-onyrical. Its an-
Tarsila’s oeuvre is Morro da Favela from Vista do Porto do Recife (ca. 1930). ti-naturalistic air has something of Sironi,
1924, together with Carnaval de Madureira, Novecento and the Valori Plastici about it.
followed much later by Segall’s O marmorei- Anthropophagy, as Breton suggested, is a
ro and Morro Vermelho (1926). The favela, kind of subjectification of the eye in a “sav-
or shanty town, was a new urban phenome- age state”. In O lago (1928), Tarsila’s anthro- Clouds
non in Rio de Janeiro, brought about by the pophagy is marked by nocturnal silence
abolition of slavery and migration. —“the night arrives meekly”—and the erotic In Itatiaia in 1940, Guignard finds the re-
vigil—the insomnia of the jungle—such as in fraction of matter in the mists as the tran-
The foreword to Manifesto of Pau-Brasil Cobra Norato, the kernel of anthropophagic sience of time and the evanescence of
Poetry is clear: “Poetry based on facts. The modernism. the world—the sublime of the tropics. His
saffron and ochre shacks in the greens of the painting becomes as transparent as a water-
shanty town, under the bright blue sky, are Tarsila’s work Abaporu (1928) was key to the colour. Compared to Castagneto, his mists
aesthetic facts.” For Tarsila, the first Brazil in Anthropophagic Manifesto, and is now part lose the thickness of the paste. A landscape
“Pau-Brasil” is Rio de Janeiro. It is the tes- of the MALBA permanent collection. by Guignard may not be just topographic
situra of its rich chromatic chords, the fabric but the operation of a visual thought on a
of more articulated artistic relations; it is the Flávio de Carvalho, a Freud reader, says that particular topic: cloudings, accidents solidi-
tessera that created a more transparent cul- “the wonderful mechanism” that is Tarsila’s fied by the concentration of pigment, water
tural identity. The carnival of 1924 was the soul “condensed the different sensations of suspended by thermal differences, running
decisive spark for “Pau-Brasil”. her libido”. paint, like streams and avalanches, the re-
sult of gravity. Thus his imagined landscape
Di Cavalcanti must have witnessed Tarsila There is a cap in Flávio de Carvalho’s Re- is always an even more imaginable world
do Amaral and Oswald de Andrade’s in- trato ancestral, a dismembered body like of material operations: gaseous mountains,
tense involvement with the blacks in Paris “moving parts” or “my undoing”. The eye stone greens or a telluric oxide sky, the
in 1923, since the couple were very close to is bulging. There is no blood in this totemic sunset as red soil. The topography of Rio
the Frenchman Fernand Léger, the Romani- quartering. The white is flesh. The structure conduced Guignard to adopt a vertical per-
an Constantin Brancusi and the Swiss Blaise of Retrato ancestral, a head and a bunch of spective similar to that in Chinese art. Minas
Cendrars, whose Anthologie Nègre they organs, is a variant of the illustration of Ex- Gerais is the place where the new pathos is
were familiar with. He must have realised periência nº 2 during a procession in honour exacerbated through an edifying hagiogra-
that these Brazilians suddenly began to lis- of Corpus Christi. phy. The Christ figure lashed to the column,
ten in France to the sound they had failed to in the tradition of the colonial sculptors—
hear in Brazil, and which now reached both Maria Martins was a separate case due to her and in many cases a mulatto—presents this
clearly like the “suggestive presence of the personality, distance and international ex- suffering as a subliminal metaphor of the
black drum and the singing of the Indian,” perience, which took in Mondrian, Brancusi slave on the whipping post.
as Oswald put it at the Sorbonne. and Duchamp, for whom she modelled for
Étant donnés in 1946. From the 1940s, Martins
Black or mulatto, but above all not white, developed a Brazilian cosmogonic project. The debate between figuration
Di Cavalcanti experienced the impossibili- Her sculpture embodied the “encrypted for- and geometric abstraction.
ty of painting A Negra, by Tarsila, since it est” and revealed its beings.
meant a distancing and uncritical objecti- The exile of Maria Helena Vieira da Silva
fication of the racial distinction within the and Arpad Szenes in Brazil (1940-1947),
framework of a class-based social system Earth fleeing France, lit up the Brazilian art scene
that still reflected the contradiction of mas- with a modern concept of space. Some of
ter and slave. Di Cavalcanti makes it clear In Portinari’s work, the “terra roxa”—the Vieira da Silva’s masterpieces were painted
that Samba or Roda e samba are not the red earth rebaptised as “terra rossa” by the in Brazil. Besides the pieces in the Fadel
bals des negres where Blaise Cendrars went Italian immigrant—is the essential soil in pic- Collection, these could include her Brazilian
in search of the exotic in Paris. Rio de Janei- tures such as Mestiço (1934), Futebol and paintings belonging to the Pompidou, Tate,
ro was already a city of myriad rhythms, of Café (1935), O lavrador de café (1939) and Gulbenkian and Fundação Arpad Szenes e
lundu, jongo, pontos de orixás, samba, mar- Paisagem de Brodósqui (1940). The telluric Vieira da Silva. In the mid-1940s in Brazil,
chas-de-rancho, maxixe, chulas and choro. colour is a bridge between the colour of the some artists, in an atmosphere hostile to
soil and social life. For Tarsila, the fazenda, abstract art, debated a movement away
In Cícero Dias’s work on Rio, the geography or ranch, which was the source of the money from figurative representation towards a re-
of the modern capital and the city’s buildings that financed his personal life, was the scene duced geometric form of depicting the real
are identifiable: the Arcos de Lapa, the ba- of modernist excursions, but never the re- world involving artists such as Alfredo Volpi,
laustrada da Glória and the walls of Muratori. cord of the process of production. Portinari José Pancetti, Waldemar da Costa, Ione
It is an anthropological reverie combined for his part saw the emptiness of the land Saldanha, Maria Leontina, Milton Dacosta
with the erotic dreams of Menino de Engen- (means of production) as a vast plain of wide and Samson Flexor. Vieira da Silva played
ho. For Dias, Pernambuco is distance. It is a horizons and almost metaphysical space; a paradigmatic role for most of Brazil’s new
memory in Eu vi o mundo... In Recife (1931), as a place of rural toil. Futebol is the place crop of geometric artists in the 1940s. In
he started the bold drawing intended for the of life, work, death and, for a believer like this case, a section will also be dedicated
Revolutionary Salon of the same year in Rio. Portinari, resurrection. to a group of pictures by Volpi and Dacosta,

142
who are very well represented in the Fadel of Constructivism. The theoretical refer- the Brazilian Franz Weissmann and the
Collection. ences, alongside Brazilian anthropologists Spaniard Jorge Oteiza bore fruitful results.
and the literature of Jorge Amado, inclu-
Volpi’s discovery of tempera, a key moment ded figures from the French Mission at The Fadel Collection has an extremely rich
in his career, transformed his work. It estab- the University of São Paulo: Lévi-Strauss, Neo-Concrete section which is amongst the
lished a permanent dialogue with this tech- Fernand Braudel, Roger Bastide and others. top three or four in the world. It has key
nique, exploring its qualities to the maxi- In Bahian Brazil, Braudel argued that the works from the development of the move-
mum and seeking to transform its limits and present explains the past, but, in con- ment’s idea of the non-object (A quebra da
expressive potential. trast, in the history of civilisations, the past moldura, ca. 1954, by Lygia Clark), master-
explains the present (1959). pieces (Hélio Oiticica’s Relevo espacial and
Aluísio Carvão’s Branco e preto, both from
Concrete Art. In the Brazilian experience, the Concrete 1959), rare pieces (like an album of woodcut
poetry of the Augusto and Haroldo de prints by Lygia Pape) and unexpected works
The impact of an exhibition by Max Bill Campos brothers, Décio Pignatari and (Oiticica’s studies for a film that was never
and the first São Paulo Biennial (1951) Ferreira Gullar, and the Noigrandes mag- made called A cangaceira eletrônica that
was immediately felt in Brazil. The art- azine were conducive to the dialogue be- examine his work up until that moment).
ists Abraham Palatnik, in his experimen- tween literature and the visual arts. For this Willys de Castro and Hércules Barsotti, the
tal kinetic work (see the MALBA collec- group, the key historical reference point was two Neo-Concrete artists in São Paulo, are
tion), and Ivan Serpa foresaw the Brazilian Stéphane Mallarmé’s Un coup de dés (1897). well represented. Historical events parallel-
adoption of geometric abstraction at the Mira Schendel’s writings in monotype and ing these developments were the construc-
Biennial. The Manifesto Ruptura (1952) Objetos gráficos are notable linguistic ex- tion of Brasilia, Bossa Nova, the graphic arts,
was signed by a group of São Paulo art- periments. The starting point for an analysis the literature of João Cabral de Mello Neto
ists consisting of Waldemar Cordeiro, of her work would be the theory of Vilém and Clarice Lispector, and Cinema Novo
Geraldo de Barros, Lothar Charoux, Kazmer Flusser, who lived in São Paulo, and Jacques (“New Cinema”). The Neo-Concrete sculp-
Fejer, Luiz Sacilotto, Anatol Wladislaw and Derrida (Écriture et différence). Represent- tor Amilcar de Castro’s roots in Minas Gerais
Leopoldo Haar. All of them are represented ing Concrete poetry will be artist books by explains both his sparing way of rendering
in the Fadel Collection with the exception the second generation of Constructivists: the steel by geometrically cutting and bend-
of the last, who is also absent from Brazil- Gibis by Raymundo Colares. ing it and the influence of certain elements
ian museums. The Ruptura group defended from the Baroque sculpture of Aleijadinho
the principles of the Art concret manifesto (the geometry of the folds). Aleijadinho, de-
(1930) written by Theo van Doesburg and Neo-Concrete Movement. scribed by Bazin as the greatest colonial-era
Hélion, alongside the philosopher Konrad sculptor of the Americas, and the sacred art-
Fiedler’s ideas on pre-visualization and In a complex and cosmopolitan environ- work he produced will be presented by the
conceptual knowledge. More artists joined ment, the Neo-Concrete movement was a piece São Manuel.
the Concrete Art fold in São Paulo (Judith reaction to the excessive objectivity of Con-
Lauand and Hermelindo Fiaminghi) and Rio crete Art. It embraced the presence of the The complex relationship between art and
de Janeiro (Rubem Ludolf). The heteroge- artist as subject in creating the geometric madness lies at the heart of modern Bra-
neous Grupo Frente brought together art- structure which was conducive to a complex zilian culture, extending from Machado de
ists from Rio such as Lygia Clark, Ivan Serpa, sensorial experience. The movement advo- Assis’s story O alienista to the art as therapy
Lygia Pape, Hélio Oiticica and Aluísio cated the symbolic nature of form, following work of painters such as Ivan Serpa, Abra-
Carvão. Reference should also be made in the ideas of Ernst Cassirer. Two figures were ham Palatnik and Almir Mavignier, alongside
this decade to the geometric work of art- decisive in its emergence. Mário Pedrosa, the critic Mário Pedrosa, in a psychiatric hos-
ists unconnected to any particular group, who had lived in Berlin and New York and pital in Rio de Janeiro. This willingness by
such as Milton Dacosta, Alfredo Volpi and briefly visited France, had a cosmopolitan artists of the geometric cause to enter into
Antônio Maluf, amongst many others. vision. He was the joint brother-in-law of the contact with the borderline psychic is the
The Fadel Collection has also been very poet Benjamin Péret. Pedrosa provided the first symptom of the issue of subjectivity in
particular in seeking out geometric ab- philosophical guidance of Cassirer, Susanne the art scene of the city which gave us the
straction produced in the various states of Langer and Maurice Merleau-Ponty, not to Neo-Concrete movement.
Brazil. This was also a time marked in Bra- mention the theory of Gestalt and psychoa-
zil by the ideological clash between critics nalysis. The poet Ferreira Gullar established
and artists of Marxist persuasion, subdivid- a direct link between the phenomenology of Second Constructivist generation.
ed into Leninists, Stalinists, Trotskyites and Merleau-Ponty and an art form which gave
Gramscians with direct impacts on political the observer an active role centred on the A few pioneering historians who are more
practices, theoretical stances and the vision idea of “corps vécu”, present in the work of dedicated to the subject, such as Aracy Am-
of how art should be integrated into the Lygia Clark, Hélio Oiticica, Lygia Pape and aral and Roberto Pontual, point to 1962 as
public sphere. other Neo-Concrete artists. Gullar wrote the being the year in which the first generation
Neo-Concrete Manifesto (1959) and Theory of Constructivist Art came to an end in Bra-
Working first in Bahia and then later in Rio, of the Non-Object (1960), key treatises of zil. The exhibition Konkrete Kunst: 50 Jahre
the painter Rubem Valentim focused on 20th-century Brazilian art. The presence in Entwicklung organised by Max Bill in Zürich
the process of reducing the vocabulary of Rio of Alexandre Calder, François Morellet, in 1960, which included work by almost
Candomblé orixas, religious props, to ge- Carmelo Arden Quin and Tomas Maldonado twenty Brazilian artists, was also a milestone
ometric forms and colours that unite the during the period of the first generation of in terms of international recognition and
symbolic character with the general pull Constructivists and the dialogue between the legitimacy in Latin America of the Con-

143
structivist movement. Four years later, the
military coup of 1964 saw the cultural world
turned upside down followed immediately
by state terrorism. The movements of re-
sistance against the dictatorship from April
1968 onwards will be represented by the
dramatic refinement of Pedro Escostéguy
(Objeto popular), or Antonio Dias (Emblema
para uma escuadrilla assassina), who exam-
ine militarism in civil society.

However, Neo-Concrete Art foresaw the


problems a rigid geometric form would face
when confronted by the changes in socie-
ty, the new basic or hi-tech media available
to art, the social deficit in Brazil, and the
ideological clashes of the Cold War exac-
erbated by the Cuban Revolution, amongst
other seminal events. Two exhibitions at the
Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro
provided a new avenue at this time: Opinião
65 (which enshrined a French style for the
1960s in Brazil) and Nova Objetividade Bra-
sileira, organised by Hélio Oiticica, which
expressed an art that was innovative and di-
versified. Propping up the theoretical foun-
dations was Mário Pedrosa, in the search
for an understanding of art’s place in the
Third World and in the Cold War context.
Having already realised that modern art had
exhausted itself, in 1966 he launched his
own particular concept of post-modernism.
Pedrosa also developed an axiology of art
in times of social crisis (“art is the struggle
against social entropy”) and political tumult
(“art is the experimental exercising of free-
dom) which morally underpinned the pro-
duction of art in Brazil during this process of
resistance to the military dictatorship.

The second generation of Constructivists


was heterogeneous and dispersed, encom-
passing artists that were younger and even
some who were older (those who only joined
the abstract and geometric movement after
1962, such as Sergio Camargo). The exhibi-
tion will include works from the 1960s and
70s rooted in Pop Art (Raymundo Colares),
Conceptual Art (Antonio Dias, Mira Schendel
and Anna Maria Maiolino), the politicisation
of sculpture marked by the architectural
and urbanistic unconscious (Ascânio MMM),
and female emancipation (Wanda Piment-
el). Artists, such as Waltercio Caldas as well,
have reiterated the historical enshrinement
of the geometric order in the Latin Ameri-
can context and the singular nature of the
works of the Constructivist movement in
Brazil. Brazilian art has never been shown
internationally in the manner and scope set
out in this project by MALBA and the Mu-
seo Nacional de Arte (MUNAL).

144
146
obras en exposición
———
Modernos antes del modernismo Belmiro de Almeida
———- Maternidade em círculos, 1908
Óleo sobre tela
Maria Vasco Oil on canvas
Cantinho do Leme, 1898 46 x 61 cm
Acuarela sobre papel
Watercolor on paper
27 x 37 cm

Anita Malfatti
A onda, ca. 1915-1917
Óleo sobre madera
Ana da Cunha Vasco Oil on wood
Vista da Praia de Copacabana 26,7 x 36 cm
tomada do Leme,
Rio de Janerio, 1905
Acuarela sobre papel
Watercolor on paper
18 x 27 cm Anita Malfatti
Um feminino, ca. 1915-1916
Acuarela sobre papel
Giovanni Battista Castagneto Watercolor on paper
Igreja da Glória, Rio de 35 x 26 cm
Janeiro, 1886
Óleo sobre madera
Oil on wood
15 x 22 cm

Giovanni Battista Castagneto Semana de Arte Moderna


Praia de Santa Luzia à noite, ———
Rio de Janeiro, 1886
Óleo sobre tela Anita Malfatti
Oil on canvas Retrato de Mário de Andrade,
25,5 x 35,5 cm 1922
Óleo sobre tela
Oil on canvas
51 x 44 cm

Eliseu D’Angelo Visconti


Antigo Observatório Nacional,
1908
Óleo sobre tela
Oil on canvas
52,5 x 88,5 cm Anita Malfatti
Retrato de Oswald de Andrade,
1925
Artur Timóteo da Costa Óleo sobre tela
Navio encalhado na Praia de Oil on canvas
Copacabana, Rio de Janeiro, 51 x 44,5 cm
1918
Óleo sobre tela
Oil on canvas
32,5 x 43 cm

Oswaldo Teixeira Alberto da Veiga Guignard


Praça Floriano, Rio de Janeiro, Retrato da pintora Tarsila do
1922 Amaral, 1929
Óleo sobre tela pegada en Óleo sobre tela
madera Oil on canvas
Oil on canvas on wood 23 x 31 cm
31 x 31 cm

148
Tarsila do Amaral Victor Brecheret
Um cubista o O Modelo, 1923 Dançarina, ca. 1925
Óleo sobre tela Mármol
Oil on canvas Marble
55 x 46 cm 73 x 12 x 35 cm

Antônio Gomide
Oração na igreja, ca. 1923
Óleo sobre tela
Tarsila do Amaral Oil on canvas
Um feminino de perfil (estudo), 77 x 49 cm
1923
Pastel sobre papel
Pastel on paper
24 x 16 cm

Vicente do Rego Monteiro Antônio Gomide


Fuga para o Egito, 1923 Banhistas, década de 1930
Óleo sobre tela Óleo sobre tela
Oil on canvas Oil on canvas
89,5 x 79,2 cm 156,5 x 165 cm

Ismael Nery
Autorretrato com gola russa,
Vicente do Rego Monteiro 1925
A descida da cruz, 1924 Óleo sobre tela
Óleo sobre tela Oil on canvas
Oil on canvas 33 x 24 cm
79,5 x 89,2 cm

Ismael Nery
Vicente do Rego Monteiro Duas figuras, ca. 1928
Tenistas, 1928 Óleo sobre cartón pegado
Óleo sobre tela sobre madera
Oil on canvas Oil on cardboard on wood
110 x 100 cm 36 x 28 cm

149
Pau Brasil y Manifiesto Antropófago Di Cavalcanti, Emiliano
——— Augusto (Cavalcanti de
Albuquerque Melo)
Autor desconocido (Unknown) Menina de Guaratinguetá,
Oratório Esmoler (capelinha), ca. 1929
s. XVIII Óleo sobre tela
Madera policromada Oil on canvas
Polychrome wood 81,5 x 65 cm
34 X 21 X 14,5 cm

Tarsila do Amaral
Estudo para “A Negra”, 1925
Técnica mixta sobre papel Cícero Dias
Mixed media on paper Passeio de charrete no
19 x 12 cm canavial, década de 1930
Acuarela sobre papel
Watercolor on paper
77,5 x 73 cm

Tarsila do Amaral Cícero Dias


Morro da Favela, 1924 Moças banhando-se no Rio,
Óleo sobre tela década de 1930
Oil on canvas Acuarela sobre papel
64,5 x 76 cm Watercolor on paper
30 x 40 cm

Di Cavalcanti, Emiliano
Augusto (Cavalcanti de
Tarsila do Amaral Albuquerque Melo)
A boneca, 1928 Estudo para painel decorativo
Óleo sobre tela do Teatro Joao Caetano, Rio
Oil on canvas de Janeiro, 1929
60 x 45 cm Acuarela, lápiz de color y
grafito sobre papel
Watercolor, color pencil and
graphite on paper
31,5 x 35,5 cm

Di Cavalcanti, Emiliano
Augusto (Cavalcanti de
Albuquerque Melo)
Estudo para painel decorativo
Di Cavalcanti, Emiliano do Teatro Joao Caetano, Rio
Augusto (Cavalcanti de de Janeiro, 1929
Albuquerque Melo) Acuarela, lápiz de color y
Roda de Samba, 1929 grafito sobre papel
Óleo sobre madera Watercolor, color pencil and
Oil on wood graphite on paper
64 x 49 cm 31,3 x 36 cm

John Graz
As baianas, ca. 1930
Óleo sobre tela
Oil on canvas
99 x 169 cm

150
Cícero Dias Cândido Portinari
Vista do porto do Recife, Retrato de Maria Portinari,
ca. 1930 * ca. 1931
Óleo sobre aglomerado Óleo sobre madera
Oil on hardboard Oil on canvas
122 x 228 cm 49,5 x 33 cm

John Graz
Floresta tropical,
década de 1930
Óleo sobre tela
Oil on canvas
255 x 155 cm

Lasar Segall
Natureza-morta,
década de 1930
Óleo sobre tela
Oil on canvas
39,5 x 50 cm

Tarsila do Amaral
O lago, 1928 Aleijadinho
Óleo sobre tela São Manoel, 1791-1812
Oil on canvas Madera policromada
75,5 x 93 cm Polychrome wood
48,5 x 19 x 13 cm

Brasil popular y social: entre lo autóctono y


lo internacional (1932-1962)
———

Cândido Portinari
Futebol, 1935 Alberto da Veiga Guignard
Óleo sobre tela São Sebastiao, 1947
Oil on canvas Óleo sobre madera
97 x 130 cm Oil on wood
48 x 38 cm

Carlos Prado
Varredores noturnos, 1935
Óleo sobre aglomerado
Oil on hardboard
82 x 102 cm
Cícero Dias
Procissão de Ramos,
ca.1930-39
Óleo sobre tela
Di Cavalcanti, Emiliano Oil on canvas
Augusto (Cavalcanti de 55,5 x 46,7 cm
Albuquerque Melo)
Autorretrato, 1943
Óleo sobre tela
Oil on canvas
35 x 27 cm

151
Alberto da Veiga Guignard Cícero Dias
Paisagem imaginária, ca. 1941 Sin título (Untitled),
Óleo sobre madera década de 1930
Oil on wood Témpera y tinta sobre papel
120 x 99,5 cm pegado en aglomerado
Tempera and ink on paper on
hardboard
57 x 48 cm

Cícero Dias
Sin título (Untitled), 1928
Alberto da Veiga Guignard Acuarela y tinta sobre papel
Paisagem imaginária, ca. 1941 Watercolor and ink on paper
Óleo sobre madera 50 x 40 cm
Oil on wood
119,5 x 100 cm

Flávio de Carvalho
Retrato ancestral, 1932
Óleo sobre tela
Oil on canvas
Alberto da Veiga Guignard 81 x 60 cm
Noite de São Joao, 1953
Óleo sobre madera
Oil on wood
31,5 x 40,5 cm

Maria Helena Vieira da Silva


Le lancier, ca. 1940 Flávio de Carvalho
Óleo sobre tela pegada Retrato de Burle Marx, 1955
sobre cartón Óleo sobre tela
Oil on canvas on cardboard Oil on canvas
26,5 x 35,5 cm 92 x 73 cm

Onírico
———

Cícero Dias
Sin título (Untitled),
década de 1930
Témpera y tinta sobre
papel pegado
en aglomerado Antônio Gomide
Tempera and ink on paper Composição onírica, 1934
on hardboard Acuarela y grafito sobre papel
57 x 48 cm Watercolor and graphite
on paper
32 x 46 cm

152
Maria Martins Síntesis constructiva libre
Não te esqueças nunca que eu ———
venho dos trópicos, ca. 1942
Bronce Cícero Dias
Bronze Relações incertas, 1953
95 x 120 x 70 cm Óleo sobre tela
Oil on canvas
81 x 65 cm

Maria Martins
Uirapuru, ca. 1945
Bronce
Bronze
95 x 44 x 38 cm

Alfredo Volpi
Bandeiras, década de 1950
Témpera sobre tela
Tempera on canvas
62,5 x 116 cm

Maria Martins
Orfeu, 1953
Bronce Alfredo Volpi
Bronze Brinquedos, década de 1950
95 x 120 x 70 cm Témpera sobre tela
Tempera on canvas
42,2 x 73 cm

Alfredo Volpi
Bandeirinhas, década de 1960
Témpera sobre tela
Tempera on canvas
116 x 72 cm

Maria Martins
Apuseiro, ca. 1943
Bronce (sobre base de madera)
Bronze (on wooden base)
25 x 65 x 30 cm

Rubem Valentim
Composição, 1962
Agnaldo Manoel dos Santos Óleo sobre tela
Roda, década de 1950 Oil on canvas
Madera 70 x 50 cm
Wood
37 x 29 cm

153
Rubem Valentim Frans Krajcberg
Composição N° 13, 1962 Escultura, década de 1960
Óleo sobre tela Madera
Oil on canvas Wood
70 x 50 cm 202 x 110 x 100 cm

Rubem Valentim
Composição, 1962 Tomoshige Kusuno
Óleo sobre tela Composição, 1965
Oil on canvas Óleo sobre tela
70 x 50 cm Oil on canvas
85,5 x 100 cm

Autor desconocido (Unknown)


Sagrada familia, 1825-1870
Madera policromada
Polychrome wood
44 x 31,5 x 15 cm
Flávio-Shiró Tanaka
Composição abstrata, 1961
Óleo sobre tela
Oil on canvas
60 x 73 cm
Alberto da Veiga Guignard
Familia de fuzileiro naval, 1959
Óleo sobre madera
Oil on wood
40 x 28,7 cm

Manabu Mabe
Gráfica, década de 1950
Óleo sobre tela
Oil on canvas
81 x 77 cm

Informalismo
———

Alberto da Veiga Guignard


Execução de Tiradentes, 1961 Iberê Camargo
Óleo sobre madera Expansão II, 1964
Oil on wood 212 x 150 cm
60 x 80 cm

154
Abstracciones geométricas. Antônio Maluf
Arte Concreto (1950 - 1958) Sin título, 1952
——— Gouache sobre papel
Gouache on paper
Luiz Sacilotto 36 x 30 cm
Concreção, década de 1950
Esmalte sobre cartón
Enamel on cardboard
48,5 x 69 cm

Antônio Maluf
Composição, 1952
Heinz Kühn Acuarela, gouache y grafito
Sin título (Untitled), 1955 sobre papel
Óleo sobre tela Watercolor, gouache and
Oil on canvas graphite on paper
30 x 40 cm 42 x 42 cm

Antônio Maluf
Cidade e estrada de ferro,
Milton Dacosta 1953
Natureza-morta sobre trilhos, Tinta y gouache sobre cartón
1954-1955 Ink and gouache on cardboard
Óleo sobre tela 48,5 x 37,5 cm
Oil on canvas
22,3 x 53 cm

Samson Flexor
Sin título (Untitled), 1952
Óleo sobre madera
Oil on wood Antônio Maluf
53 x 53 cm Sin título, 1953
Óleo sobre cartón pegado en
Eucatex
Oil on cardboard on Eucatex
47 x 71 cm

Lothar Charoux
Alfredo Volpi Construção geométrica,
Elementos geométricos, ca. 1950
década de 1950 Óleo sobre tela
Témpera sobre tela Oil on canvas
Tempera on canvas 54,5 x 46,3 cm
67 x 73 cm

Lothar Charoux
Construção geométrica, 1951
Alfredo Volpi Óleo sobre tela
Composição concreta, Oil on canvas
década de 1950 61 x 50 cm
Témpera sobre tela
Tempera on canvas
54,3 x 72,5 cm

155
Luiz Sacilotto Maurício Nogueira Lima
Concreção, 1956 Composição concreta,
Esmalte sobre madera década de 1950
Enamel on wood Gouache sobre cartón
61 x 61,4 cm Gouache on cardboard
0,74 X 73,5 cm

Maurício Nogueira Lima


Luiz Sacilotto Espaços negativos-positivos,
Sin título, ca. 1960 1953
Óleo sobre tela Tinta en pasta sobre
Oil on canvas aglomerado
48,5 x 69 cm Paste ink on hardboard
60 x 60 cm

Luiz Sacilotto
Composição, década de 1950
Gouache sobre cartón
Gouache on cardboard
52,5 X 44,5 cm Geraldo de Barros
Composição, 1955
Esmalte sobre aglomerado
Enamel on hardboard
60 x 60,5 x 5,2 cm

Judith Lauand
Concreto N°29, Waldemar Cordeiro
concentração à direita, 1956 Sin título (Untitled), 1958
Óleo sobre madera Esmalte sobre aglomerado
Oil on wood Enamel on hardboard
59,5 x 59,5 cm 51 x 51 cm

Maurício Nogueira Lima


Estudo, 1957 Kazmer Féjer
Gouache sobre papel Sin título (Untitled), ca. 1950
Gouache on paper Acrílico
37,5 x 41,5 cm Acrylic
21 x 80 x 37 cm

Willys de Castro
Pintura 174: ritmos coplanares,
Maurício Nogueira Lima 1956
Composição Concreta, 1956 Tinta industrial sobre madera
Gouache sobre cartón Industrial ink on wood
Gouache on cardboard 69 x 69 cm
0,57 X 0,56 cm

156
Ivan Serpa Lygia Clark
Pintura N°97, ca.1957 Superfície modulada, ca. 1955
Óleo sobre tela Tinta industrial sobre madera
Oil on canvas Industrial ink on wood
70 x 70 cm 114 x 77 cm

Ivan Serpa
Sin título (Untitled), ca. 1957
Relieve en madera pintada
Relief on painted wood
46 x 18 x 9,3 cm
caja de acrílico (acrylic case):
51 x 24,7 x 16,3 cm Lygia Clark
Planos em superfície
modulada, 1957
Tinta industrial sobre madera
Industrial ink on wood
75 x 75 cm
Lygia Clark
Descoberta linha alumínio,
ca. 1954
Óleo sobre tela y madera
Oil on canvas and wood
93,2 x 93,2 cm

Lygia Pape
Sin título, 5/20, 1954-1956
Óleo sobre madera
Oil on wood
40 x 40 cm

Lygia Clark
Superfície modulada N°3,
ca. 1957
Tinta industrial sobre madera
Industrial ink on wood
75,8 x 75,8 cm
João José Costa
Ideia quádrupla, 1956
Óleo sobre tela
Oil on canvas
51,5 x 61,5 cm

Lygia Clark
Superfície modulada N°4,
ca. 1955
Tinta industrial sobre madera Décio Vieira
Industrial ink on wood Sin título (Untitled), 1956
65 x 100 cm Óleo sobre cartón
Oil on cardboard
59,5 x 44,5 cm

Lygia Clark
Superfície modulada, 1958
Tinta industrial sobre madera
Industrial ink on wood
90 x 65 cm

157
Décio Vieira João José Costa
Espaço construído, 1954 Sin título (Untitled), 1959
Témpera sobre cartón Gouache y grafito sobre papel
Tempera on cardboard Gouache and graphite
50 x 39 cm on paper
48,5 x 48,5 cm

Ubi Bava
O definido e o indefinido,
1957- 1958
Décio Vieira Témpera sobre papel
Sin título, 1954 Tempera on paper
Óleo y collage sobre tela 50,5 x 50,5 cm
Oil and collage on canvas
100,5 x 81 cm

Ruptura de lo moderno.
Experiencias hacia lo contemporáneo (1959 - 1976)
Neoconcretos
———

Aluísio Carvão
Preto Branco, 1959
Aluísio Carvão Óleo sobre tela
Cromática, 1957 Oil on canvas
Óleo sobre tela 90 x 87 cm
Oil on canvas
50 x 61 cm

Hélio Oiticica Raul Porto


Sin título (Untitled), ca. 1955 Sin título (Untitled), 1959
Gouache sobre cartón Gouache sobre papel
Gouache on cardboard Gouache on paper
32 x 39 cm 21 x 21 cm

Raul Porto
Hélio Oiticica Sin título (Untitled), 1960
Seco 7 (metaesquema), 1957 Óleo sobre tela
Témpera sobre cartón Oil on canvas
Tempera on cardboard 35 x 30 cm
39 x 43 cm

Hélio Oiticica Hércules Barsotti


Lá e cá (metaesquema I), Sin título (Untitled), 1959
ca. 1958 Témpera sobre papel
Témpera sobre cartón Tempera on paper
Tempera on cardboard 71,5 x 71,5 cm
51 x 62,5 cm

158
Antônio Maluf Lygia Pape
Sin título (Untitled), 1961 Sin título (Untitled),
Tinta sobre papel pegado en Tecelares, 5/20,
gomaespuma 1955-1959
Ink on paper on foam rubber Xilografía sobre papel de arroz
27 x 19,5 cm Woodcut on rice paper
15 x 22 cm

Lygia Pape
Sin título (Untitled),
Tecelares, 5/20,
1955-1959
Xilografía sobre papel de arroz
Antônio Maluf Woodcut on rice paper
Progressões crescentes e 20 x 15 cm
adjacentes, ca. 1960
Acrílico sobre cartón pegado
en Eucatex
Acrylic on cardboard on
Eucatex
25 x 15,5 cm

Lygia Pape
Sin título (Untitled),
Tecelares, 5/20,
1955-1959
Lygia Pape Xilografía sobre papel de arroz
Sin título (Untitled), Woodcut on rice paper
Tecelares, 5/20, 20 x 18,5 cm
1955-1959
Xilografía sobre papel de arroz
Woodcut on rice paper
16 x 19 cm

Rubem Ludolf
Lygia Pape Sin título (Untitled), 1960
Sin título (Untitled), Óleo sobre tela
Tecelares, 5/20, Oil on canvas
1955-1959 45 x 60 cm
Xilografía sobre papel de arroz
Woodcut on rice paper
18 x 17 cm

Mário Silésio
Desdobramento azul e preto,
1961
Óleo sobre tela
Oil on canvas
Lygia Pape 100 x 64,7 cm
Sin título (Untitled),
Tecelares, 5/20,
1955-1959
Xilografía sobre papel de arroz
Woodcut on rice paper
20 x 15 cm

159
Arnaldo Ferrari Amilcar de Castro
Sin título (Untitled), 1961 Sin título (Untitled),
Óleo sobre tela década de 1960
Oil on canvas Acero
75,2 x 77,5 cm Steel
42 x 50 x 36,5 cm

Amilcar de Castro
Marília Giannetti Torres Sin título (Untitled),
Sin título (Untitled), 1960 década de 1960
Óleo sobre tela Hierro
Oil on canvas Iron
73 x 60 cm 80,5 x 40,5 cm x 80,5 cm
base de granito (granite base):
6 x 50 x 50 cm

Lygia Clark
Bicho, 1960
Aluminio
Aluminium
38 x 40 x 40 cm

Dionísio del Santo


Estrutura em branco, 1960
Óleo sobre tela
Oil on canvas
73 x 54 cm
Lygia Clark
Bicho, 1960
Aluminio
Aluminium
11 x 20 x 27 cm

Lygia Clark
Hércules Barsotti Bicho, década de 1960
Três pretos, 1962 Aluminio articulado
Óleo y pigmentos sobre tela Articulated aluminium
Oil and pigment on canvas 25,6 x 57 x 56 cm
70 x 70 cm

Hélio Oiticica
Amilcar de Castro Relevo espacial, 1959-2002
Composição, s/f Acrílico sobre madera
Hierro Acrylic on wood
Iron 110 x 280 x 12 cm
30 x 8 x 27 cm

160
Raymundo Colares Pedro Escosteguy
Gibi, 1969 Objeto popular, 1966
Recorte de papel de color Tinta sobre madera
Color paper cutout Ink on wood
42,7 x 42,8 cm 130,5 x 194 cm

Antonio Dias
Raymundo Colares Emblema para uma esquadrilla
Gibi, 1971 assassina, 1967
Recorte, costura sobre Tinta acrílica, tinta vinílica y
papel de color poliéster sobre tela y madera
Cutout, needlework on Acrylic ink, vinyl ink and
color paper polyester on canvas and wood
44 x 44 cm 126 x 176 cm

Carlos Vergara
Retratos íntimos: eu e Marieta,
1966
Waldemar Cordeiro Tinta acrílica y collage sobre
Sin título (Untitled), 1963 aglomerado
Óleo sobre tela Acrylic ink and collage on
Oil on canvas hardboard
155,5 x 68,5 cm 64,5 x 182 cm

Wanda Pimentel
O envolvimento, 1968
Tinta acrílica sobre tela
Acrylic ink on canvas
116 x 89 cm

Nuevas figuraciones
———

Rubens Gerchman
Cidade Z, 1965
Óleo sobre aglomerado
Oil on hardboard
175 x 173,5 cm Antonio Dias
Sin título (Untitled), 1968
Óleo sobre tela
Oil on canvas
50 x 69 cm

Rubens Gerchman Franz Weissmann


Sin titulo (Untitled), 1966 Amassados, 1966
Objeto de madera con collage Relieve en aluminio
de impresión fotográfica y Relief on aluminium
acrílico sobre madera terciada 75 x 86,5 x 6 cm
Wooden object with
photocollage and acrylic on
plywood
24 x 26 x 37 cm

161
Franz Krajcberg Hélio Oiticica
Flores e sombras, ca. 1968- Boceto para escenografía del
1972 film “Cangaceira eletrônica”
Tinta acrílica sobre madera (Sketch for the film set of
Acrylic ink on wook “Cangaceira eletrônica”),
117 x 75 x 31 cm ca. 1970
32 x 47 cm

Hélio Oiticica
Boceto para escenografía del
film “Cangaceira eletrônica”
(Sketch for the film set of
“Cangaceira eletrônica”),
ca. 1970
32 x 47 cm

Hélio Oiticica
Bocetos y maqueta para Hélio Oiticica
escenografía del film Boceto para escenografía del
“Cangaceira eletrônica” film “Cangaceira eletrônica”
(Sketches and model for (Sketch for the film set of
the film set of “Cangaceira “Cangaceira eletrônica”),
eletrônica”), ca. 1970 ca. 1970
Técnica mixta. Materiales varios 32 x 47 cm
sobre papel: lápiz color, crayón,
tinta china, tinta indeleble,
témpera, marcador, birome,
grafito, papel metalizado Hélio Oiticica
Mixed media. Various materials Boceto para escenografía del
on paper: color pencil, crayon, film “Cangaceira eletrônica”
Indian ink, indelible ink, (Sketch for the film set of
tempera, marker, ballpoint pen, “Cangaceira eletrônica”),
graphite, glossy paper ca. 1970
32 x 47 cm 32 x 47 cm

Hélio Oiticica
Maqueta para escenografía del Hélio Oiticica
film “Cangaceira eletrônica” Boceto para escenografía del
(Model for the film set of film “Cangaceira eletrônica”
“Cangaceira eletrônica”), (Sketch for the film set of
ca. 1970 “Cangaceira eletrônica”),
Set de TV ca. 1970
TV set 32 x 47 cm
33 x 50 x 13 cm

Hélio Oiticica Hélio Oiticica


Boceto para escenografía del Boceto para escenografía del
film “Cangaceira eletrônica” film “Cangaceira eletrônica”
(Sketch for the film set of (Sketch for the film set of
“Cangaceira eletrônica”), “Cangaceira eletrônica”),
ca. 1970 ca. 1970
Sala de control de la TV 32 x 47 cm
TV control room
32 x 47 cm

Hélio Oiticica Hélio Oiticica


Boceto para escenografía del Boceto para escenografía del
film “Cangaceira eletrônica” film “Cangaceira eletrônica”
(Sketch for the film set of (Sketch for the film set of
“Cangaceira eletrônica”), “Cangaceira eletrônica”),
ca. 1970 ca. 1970
32 x 47 cm 32 x 47 cm

162
Hélio Oiticica Hélio Oiticica
Boceto para escenografía del Boceto para escenografía del
film “Cangaceira eletrônica” film “Cangaceira eletrônica”
(Sketch for the film set of (Sketch for the film set of
“Cangaceira eletrônica”), “Cangaceira eletrônica”),
ca. 1970 ca. 1970
32 x 47 cm 47 x 32 cm

Hélio Oiticica
Boceto para escenografía del
film “Cangaceira eletrônica”
(Sketch for the film set of
“Cangaceira eletrônica”),
ca. 1970
32 x 47 cm

Hélio Oiticica
Boceto para escenografía del
Hélio Oiticica film “Cangaceira eletrônica”
Boceto para escenografía del (Sketch for the film set of
film “Cangaceira eletrônica” “Cangaceira eletrônica”),
(Sketch for the film set of ca. 1970
“Cangaceira eletrônica”), 32 x 47 cm
ca. 1970
32 x 47 cm

Op Art. Nuevas Tendencias


Hélio Oiticica ———
Boceto para escenografía del
film “Cangaceira eletrônica” Almir Mavignier
(Sketch for the film set of Sin título (Untitled), 1959
“Cangaceira eletrônica”), Óleo sobre tela
ca. 1970 Oil on canvas
32 x 47 cm 45,5 x 76 cm

Hélio Oiticica
Boceto para escenografía del
film “Cangaceira eletrônica”
(Sketch for the film set of
“Cangaceira eletrônica”),
ca. 1970
32 x 47 cm Almir Mavignier
Sin título (Untitled),
década de 1960
Hélio Oiticica Óleo sobre tela
Boceto para escenografía del Oil on canvas
film “Cangaceira eletrônica” 30 x 60 cm
(Sketch for the film set of
“Cangaceira eletrônica”),
ca. 1970
32 x 47 cm Almir Mavignier
Sin título (Untitled), 1967
Óleo sobre tela
Oil on canvas
Hélio Oiticica 30,5 x 30,5 cm
Boceto para escenografía del
film “Cangaceira eletrônica”
(Sketch for the film set of
“Cangaceira eletrônica”),
ca. 1970
32 x 47 cm

163
Ubi Bava Sergio Camargo
Sin título (Untitled), ca. 1967 Relevo Nro. 301, 1970 *
Espejo y madera pintada Tinta plástica sobre
Mirror and painted wood aglomerado
93 x 72 cm Plastic ink on hardboard
80 x 60,5 x 10 cm

Sergio Camargo
Relevo Nro. 371, 1972 *
Tinta plástica sobre madera
Plastic ink on wood
102,5 x 102 x 8 cm

Ubi Bava
Você sempre você, 1973
Espejos parabólicos y acrílico
Parabolic mirrors and acrylic
73 x 73 cm

Sergio Camargo
Torre em relevo, 1973 *
Mármol
Marble
31,7 x 30, 8 x 13 cm

Síntesis constructivas Sergio Camargo


——— Sin título (Untitled), 1975
Mármol de Carrara
Carrara Marble
Willys de Castro 34 x 10 x 10 cm
Objeto ativo, 1969
Óleo sobre tela pegada en
madeira
Oil on canvas on wood
70,3 x 3,5 cm
Sergio Camargo
Coluna, ca. 1981
Mármol
Marble
105,5 x 18 x 18 cm
Ascânio MMM
Espaço 1, 1968
Madera pintada
Painted wood
85,5 x 40 x 40 cm

Waltercio Caldas
O pequeno príncipe, 1978
Tubos de hierro y libros
Sergio Camargo Iron pipes and books
Torre, década de 1960 71,5 x 80 cm
Mármol de Carrara
Carrara Marble
76,5 x 54,5 x 31 cm

164
Wanda Pimentel Antonio Dias
Dois cintos cruzados, 1975 Fragile, 1970
Acrílico sobre tela Óleo sobre tela
Acrylic on canvas Oil on canvas
90 x 116 cm 84,3 x 128 cm

Anna Maria Maiolino


Trajetória, 1976
Raimundo Colares Tinta acrílica y línea de costura
Ónibus, s/f sobre papel
Tinta automotriz sobre madera Acrylic ink and needlework
Automotive ink on wood on paper
50 x 50 cm 47,5 x 67 cm

Ivan Serpa
Serie amazónica número 8,
ca. 1968-1972
Óleo sobre tela
Oil on canvas
92 x 92 cm

Exploraciones sensibles
———

Mira Schendel
Sin título. De la serie
“Objetos gráficos”
(Untitled. From the “Graphic
Objects” series), ca. 1968
Óleo sobre papel arroz
montado entre placas de
acrílico transparente con
aplicación de letras de acrílico
Oil on rice paper mounted
on transparent acrylic sheets
stamped with acrylic letters
100 x 100 cm

* Obra no expuesta en
el Museo Nacional de Arte

165
Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel
Museo Nacional de Arte, México. 8 de junio - 28 de agosto, 2016
Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. 24 de noviembre, 2016 - 21 de febrero, 2017

Exposición Publicación Agradecimientos

MALBA Coordinación Editorial MALBA agradece a Paulo Herkenhoff;


Socorro Giménez Cubillos (MALBA) a todo el equipo del Museo Nacional de
Curadora Claudia A. Herrera Martínez (MUNAL) Arte; a Paula Amaral, MAM - Museu
Coordinación de Producción de Arte Moderna de São Paulo; Max
Victoria Giraudo Diseño Gráfico Perlingeiro, Pinakoteke Cultural; Angelica
Bruno Fernández Padovani, MAR - Museu de Arte do Rio;
Coordinación Logística Ercilio Areias; Cristina Curado dos Santos;
Florencia Cambón Diagramación Sandra Brecheret Pellegrini, Fundação
Pablo Branchini Escultor Victor Brecheret.
Coordinación de Montaje Y muy especialmente a Hecilda, Sérgio y
Mariano Dal Verme Gestión de derechos Marta Fadel.
Romina Borengiu
Montaje El Museo Nacional de Arte agradece a
Heriberto Ramón Rodríguez, Traducciones Hecilda y Sérgio Fadel por la generosidad
José Luis Rial, Andrés Toro Español-inglés: Lucía Balducci al facilitar obras de su colección para
(presentaciones de MALBA y Fadel; presentarlas en México. A Eduardo F.
ensayo de Victoria Giraudo); Micael Toledo Costantini, Agustín Pérez Rubio, Victoria
Museo Nacional de Arte (MUNAL) (presentaciones de R. Tovar y de Teresa, Giraudo y al equipo del Museo de Arte
R. Hernández, M. García Cepeda y Latinoamericano de Buenos Aires por
Coordinación General A. Arteaga) invitar al Museo Nacional de Arte a
Agustín Arteaga Portugués-español-inglés: ONOMA sumarse a la tarea de difundir el arte
(ensayo de Paulo Herkenhoff) brasileño en otras latitudes. A la Embajada
Coordinación Técnica de Brasil en México, especialmente a
Claudia Barragán Arellano Posproducción fotográfica Enio Cordeiro, Embajador de Brasil en
Paulina Bravo Villarreal Christian De Elorriaga México, Marcos Vinicios Vieira, Secretario
Cultural y Educativo y Embajador Mauro
Revisión y Adecuación de Impresión Vieira, Ministro de Estado de Relaciones
Contenidos Curatoriales Artes Gráficas Palermo S.L., Exteriores de Brasil, así como al Centro
Aridana Patiño Guadarrama Madrid Cultural Brasil México, por su aportación
al programa de actividades paralelas
Registro de Obra que acompañarán la muestra. A nuestros
María de los Ángeles Cortés Arellano patrocinadores Federico de la Hoz, Jorge
Yanuba Calderón Aiza Vega-Iracelay, Óscar Ortega Pacheco, Mara
Suero, Datia y Benjamín Bross, Ariel Rojo,
Diseño Museográfico Gabriela Hinojosa, David Morales, Cecilia
Carlos Macías Martínez Bernal y Sánchez. Asimismo, agradecemos
Fernando Patiño Guadarrama al Patronato del Museo Nacional de Arte
A.C. y a todo el equipo del museo por
Montaje hacer posible la exposición.
Salvador Sánchez
Derechos de reproducción © de los textos, sus autores. ISBN MALBA

De las obras: © de la presente edición: MALBA, Giraudo, Victoria


© 2016, Victor Brecheret Fundación Eduardo F. Costantini. Antropofagia y modernidad. Arte brasileño
© 2016, Fundaçao Iberê Camargo Todos los derechos reservados. en la Colección Fadel / Victoria Giraudo;
© Raquel Arnaud - State Sergio Camargo Paulo Herkenhoff. - 1a ed.
© 2016, Waldemar Cordeiro © 2016, de la presente edición - Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
© 2016, Cícero Dias / AUTVIS, Brasil / Instituto Nacional de Bellas Artes / MALBA ; México : Museo de Arte
SAVA, Argentina Museo Nacional de Arte Nacional, 2016.
© 2016, Emiliano Di Cavalcanti / AUTVIS, Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n, 176 p. ; 21 x 27 cm.
Brasil / SAVA, Buenos Argentina colonia Chapultepec Polanco, delegación Traducción de: Lucía Balducci;
© 2016, Amilcar de Castro, licenciado por Miguel Hidalgo, 11560. Ciudad de México. Micael Toledo.
el Instituto Amilcar de Castro ISBN 978-987-46154-0-4
© 2016, Fabiana e Lendra de Barros 1. Arte Americano. 2. Desarrollo de
© 2016, Tarsila do Amaral Empreendimentos Colecciones. 3. Brasil. I. Herkenhoff, Paulo
© 2016, Samson Flexor II. Balducci, Lucía, trad. III. Toledo, Micael,
© 2016, Rubens Gerchman, licenciado por trad. IV. Título.
el Instituto Rubens Gerchman CDD 709
© 2016, Antônio Gomide
© 2016, John Graz ISBN INBA en trámite
© 2016, Frans Krajcberg
© 2016, Judith Lauand / AUTVIS, Brasil /
SAVA, Argentina
© 2016, Ascânio MMM
© 2016, Maurício Nogueira Lima
© 2016, César e Claudio Oiticica
© 2016, Cândido Portinari / AUTVIS,
Brasil / SAVA, Argentina – Derecho de
reproducción gentilmente cedido por
João Cândido Portinari
© 2016, Valter Sacilotto
© 2016, Mira Schendel
© 2016, Museu Lasar Segall – Ibram / MinC
© 2016, Rubem Valentim
© 2016, Décio Vieira
©2016, Victor Volpi / AUTVIS, Brasil /
SAVA, Argentina
© 2016, Franz Weissmann

Se han hecho todos los esfuerzos para


contactar con los titulares de los derechos
de las obras reproducidas. En caso de
que autores o sus derechohabientes no
mencionados aquí solicitaran el pago del
derecho de autor correspondiente al uso
descripto, deberán contactarse con SAVA
(Sociedad de Artistas Visuales Argentinos),
que entregará la suma depositada.
Museo de Arte Nacional
México

Secretaría de Cultura Roxana López Ramírez Jefatura de Biblioteca


Valeria de la Torre Herrera Polet Abigail Molleda Sabala
Secretario Faustino Ramírez Hernández
Rafael Tovar y de Teresa Depósito de Obra Elizabeth Rojas Sánchez
José Guadalupe Reyes
Paredes Juárez Subdirección de Comunicación
Aarón Polo López
Instituto Nacional Víctor Manuel Fierro Sánchez
de Bellas Artes Israel Godínez Gómez Coordinación de Difusión
Francisco Vargas Hernández y Relaciones Públicas
Directora General Rebeca Richter Muñoz
María Cristina García Cepeda Jefatura de Diseño Museográfico
Carlos Macías Martínez Jefatura de Eventos
Subdirector General de Patrimonio Fernando Patiño Guadarrama Fabiola Ruiz Durán
Artístico Inmueble
Xavier Guzmán Urbiola Jefatura de Producción Promotores
y Montaje Karen Edith Moreno Martínez
Coordinadora Nacional Salvador Sánchez Monroy Vladimir Muñoz Badillo
de Artes Visuales Víctor Velázquez Méndez
Magdalena Zavala Bonachea Tamara Carrasco Vilchis
Agustín Espinosa Villagómez Jefatura de Estrategias Web
Director de Difusión y Relaciones Públicas Arturo García Ramírez Alejandro Gómez Escorcia
Roberto Perea Cortés Zayda Mora Valdez Mayté Valencia Salinas
Joaquín Muñoz Gómez
Saúl Salomón Muñoz Sánchez Jefatura de Prensa
Pablo Sánchez Gómez Sofía Gabriel del Callejo
Museo Nacional de Arte Esmeralda Totozau Ochoa
Daniel Valdés Paz Karina Gómez Villegas
Director Guadalupe Hernández Castañeda
Agustín Arteaga Jefatura de Diseño Gráfico
David Armando Reyes Méndez Jefatura de Atención al Público
Coordinación Fernando Ordoñez Amaro Monsserrat Pérez Vázquez
de Desarrollo Institucional
Camille Giraud Subdirección de Curaduría Módulo de Informes
Paulina Bravo Villarreal Leticia Monares González
Laura Chávez Merino Mariana Moreno Olivares
Olga Franco Sánchez Coordinación de Curaduría
David Guzmán Galindo Ariadna Patiño Guadarrama Mediación Educativa
Santiago Peña Ortiz
Sharon Jazzán Dayán Visitas Guiadas
Subdirección Mariano Meza Marroquín Arturo Tadeu Pérez Cerón
de Exposiciones Alivé Piliado Santana Ángel Eduardo Ysita Chimal
Claudia Barragán Arellano Víctor T. Rodríguez Rangel
Abraham Villavicencio García Norma Angélica Pérez Ramos
Coordinación de Exposiciones Angélica Pacheco Álvarez Elizabeth Trejo Mora
Mariana Holguín Madero Maribel Hernández Montoya
Programación Académica
Ana Leticia García Rodríguez Enlace de Colecciones y Actividades Educativas
Julia Martínez Cepeda María Estela Duarte Sánchez César Augusto Trejo López
María del Carmen Mogollán Osorio
Archivo Documental Mario Iván Martínez Cristóbal
Coordinación de Ana Celia Villagómez Ilse Ordaz Briz
Registro de Obra de la Vega Julieta Cárdenas Walls
María de los Ángeles Araceli Soto Sánchez
Cortés Arellano Investigación Educativa
Jefatura de Publicaciones David Caliz Manjarrez
Yanuva Calderón Aiza Claudia A. Herrera Martínez Frida Ramírez Tapia
Sicarú Vásquez Orozco Amelia Taracena Feral Yair Ocadiz Salazar
Subdirección Administrativa Gilberto Puga Hernández Coordinacion Operativa
Gonzalo Romero Toscano Alejandro Arturo Navarro Vadillo Mariana Canales Salas

Administración Servicios Generales Patronos


María Angélica Martínez Montes de Oca Juan Manuel Avilés Herrera Sergio Autrey Maza
Ana Carolina Barbosa Martínez Juan Francisco Beckmann Vidal
Carlos Alonso Camela García María de Jesús Moctezuma Luévano Eduardo Cepeda Fernández
José Alberto Contreras Contreras Paula Cussi de Azcárraga
Jaquelline Estefany Cruz Alvarez Seguridad Xavier de Bellefón
Guadalupe Verónica Estrella Rico Jorge Godínez Torres Valentín Díez Morodo
Ana María Flores Cuenca Agustín Montes de Oca Álvarez Alfonso García Macías
Claudia Isabel Galindo Fiscal María Teresa González Salas de Franco
Elvira Gutiérrez Gómez Rodolfo Azpeitia Ruiz Patricia Hernández Ramírez
Moisés Hernández Rivera Martha Laura Bernal Rodríguez Roberto Hernández Ramírez
Paulina Islas Aparicio Ismael Castillo Gutiérrez Antonio Madero Bracho
Sergio Lara Valdez Juventino Figueroa González Miguel Mancera Aguayo
Andrea López Mendoza José Luis Guzmán García Luis Peña Kegel
María Celia Luna Bravo Israel Lozano Rosales Mariana Pérez Amor
María Estel Maguey Ramírez José Lugo Gil Antonio Purón Mier y Terán
Martha Elvia Medina Guerrero Federico Maldonado Villanueva Luis Rebollar Corona
Teresa Edith Norberto Suárez Martha Martínez Bolaños Alejandra Reygadas de Yturbe
Ángel de Jesús Núñez Martínez Edgar Munguía Albarrán Liébano Sáenz Ortiz
Gilberto Ocampo Soto Pedro Felipe Quiroz Mimbrera Fernando Senderos Mestre
José Fernando Olvera Becerra Roberto Ricardo Rojas Sánchez María Teresa Uriarte Castañeda
Diana Laura Pacheco Rivera Loreto Bertha Serrano Peralta Juan Velásquez
Francisco Paz Barranco Octavio Solano Esquivel Juan Ricardo Pérez Escamilla
Diana Alejandra Peña García
Wendy Ramírez González Protección Civil Tienda y Eventos Especiales
María Enriqueta Ramírez Ramírez Silvano Ramírez Ortega Yunuen Morales Gutiérrez
Moisés Robles Mendoza Arturo Martínez Gil Lizbeth Morales Martínez
Beatriz Nayelli Rodríguez Bautista
Carlos Romero Cárdenas Tienda
Laura Elena Sánchez Hernández Silvia Ramírez Barrera
María Cecilia Sánchez Morales Patronato del Museo Mariana Cárdenas González
Nacional de Arte Hugo de la Paz Cardeña
Sistemas Alfonso Adrián Solís Macías
Adrián Pérez Camarena Consejo Directivo
Diseño
Luis Abraham Chegüe Ordóñez Presidente Evelyn Malagón
Rafaela Guzmán Urrutia Roberto Hernández Ramírez
Enrique Medina Zapata Amigos MUNAL
Jaime Mendoza Álvarez Vicepresidente Enrique Garrido
Valentín Díez Morodo
Mantenimiento Voluntariado y Asistencia
Rubén Vázquez Zúñiga Tesorero Patricia Medina Reyes
Eduardo Cepeda Fernández Jorge Zamora Quintero
Froylán Casique Martínez
Fernando Escalera Padilla Secretario
Nora Sandra Fierro Reyes Antonio Purón Mier y Terán
Augurio García Santiago
Pedro Herrera Sánchez Vocales
Juan Manilla Montero Mariana Pérez Amor
Magdaleno Medina Guzmán Alejandra Reygadas de Yturbe
Guillermo Meza Jiménez
Bernabé Alejandro Coordinacion Ejecutiva
Mondragón Aguilar Marcela Arregui
Andrés Uriel Padilla Andriano
Fundación Costantini
Museo de Arte Latinoamericano
de Buenos Aires

Presidente Curaduría Programas Públicos


Eduardo F. Costantini
Coordinadora Ejecutiva Coordinadora Ejecutiva
Director Artístico Victoria Giraudo Lucrecia Palacios
Agustín Pérez Rubio
Asistente Asistente
Asistente Romina Borengiu Maite Paramio
Daniela Rial
Coordinación de Proyectos Coordinadora de Educación
Gerente General Josefina Barcia Renata Cervetto
Emilio Xarrier
Registro Gestión y Programación
María Florencia Cambón Laura Scotti

Gestión de Colección Educadores


Ángeles Devoto Solana Finkelstein
Alejandro Rozenholc
Gestión y Coordinación Diego Murphy
de Montaje Daniela Seco
Mariano Dal Verme Mariano Nicolai

Producción y Montaje Asistentes de Educación


Andrés Toro Fiorella Talamo
Gabriela Santagostino
Iluminación y Multimedia
Heriberto Ramón Rodríguez Coordinador de Cine
Fernando Martín Peña
Asistente Técnico
José Luis Rial Asistente
Maximiliano Basso Gold
Asistente General
María Costantini Ayudante de Sala
Francisco Lezama
Comunicación y
Publicaciones Proyectorista
Manuel Pose
Coordinadora Ejecutiva
Guadalupe Requena Coordinadora de Literatura
María Soledad Costantini
Coordinadora de
Publicaciones Gestión y Programación
Socorro Giménez Cubillos Carla Scarpatti
Magdalena Arrupe
Editor Web
Fernando Bruno Tienda

Diseñador Gráfico Coordinador


Pablo Branchini Facundo De Falco

Responsable de Prensa Asistentes


Soledad Álvarez Campos Horacio Cornejo
Mauricio Sosa
Atención al Público
Clara María España
Soledad Viscarra Claros
Elías Paz Villegas
Administración Comité de Adquisiciones
y Finanzas y Comité de Programas Públicos

Coordinador Coordinadora
Adrián Lanzós Elena Nofal

Asistentes Asistente
Sabrina Lemos Camila Knowles
Gabriela Lemos

Coordinadora Malba Amigos


Recursos Humanos
Paula Cantariño Comisión Directiva

Recepción Presidente
Marisabel Del Fiore Horacio Areco

Cajas y Atención al Público Vicepresidenta Primera


Lucila Posada Amalia Monpelat
Ivón Vallejos
Silvia Lucero Vicepresidenta Segunda
Paula López Josefina Maxit
Mónica Lizzi
Gabriela Albornoz Tesorero
Leonardo Belvedere Luis M. González Lanuza
Ángela Eslava Ortega
Anahí Ochmichen Secretario
Priscila Rojas Albornoz Mario Zirardini
Juan Valenzuela Cruzat
María Sol Grünschläger Prosecretaria
Elena Nofal
Eventos
Romina Pérez Vocales Titulares
Silvina Lage
Sistemas Clara Torresagasti
Ricardo Lasa
Vocal Suplente
Intendente Sofía Aldao
Luis Limeres
Comisión Revisora
Auditorio de Cuentas
Andrés Smith
Miembros Titulares
Jefe de Mantenimiento Alicia Costa
Juan C. Carrizo Myriam Costa
Timothy Gibbs
Técnicos de
Mantenimiento Edilicio Miembros Suplentes
Arnaldo Coronel Veira Luis Orellano
Christian D’Alessandro Morales Antonio Lanusse
Nelson Vargas
Nicolás Verón Asistente Ejecutiva
Belén Redondo
Maestranza
Laly Largo Torres Atención Amigos
José Insaurralde Florencia González Moreno
Julio César Calgaro
Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel
se terminó de imprimir en mayo 2016 en los talleres de Artes Gráficas Palermo.
Se utilizaron los papeles Cyclus Print de 90 gr y Gardapat Kiara de 150 gr.
La tirada fue de 2.500 ejemplares.

S-ar putea să vă placă și