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EL MANDATO
Concepto.
Art. 2116 inc. 1º CC “El mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de
uno o más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera”.
Partes.
Art. 2116 inc. 2º CC “La persona que confiere el encargo se llama comitente o mandante, y
la que lo acepta, apoderado, procurador, y en general, mandatario”.
Art. 2126 CC “Puede haber uno más mandantes, y uno o más mandatarios”.
1° Generalmente es consensual.
Art. 2123 CC “El encargo que es objeto del mandato puede hacerse por escritura pública o
privada, por cartas, verbalmente o de cualquier otro modo inteligible, y aun por la aquiescencia
tácita de una persona a la gestión de sus negocios por otra, pero no se admitirá en juicio la prueba
testimonial sino en conformidad a las reglas generales, ni la escritura privada cuando las leyes
requieran de instrumento auténtico”.
Puede manifestarse:
1) Expresamente.
2) Tácitamente.
Cuando un contrato se otorga por escrito, regularmente el instrumento deja constancia del
consentimiento de ambas partes.
En el mandato, por lo general, el documento sólo deja constancia de la voluntad del
mandante, que propone al mandatario la realización de un encargo, que éste puede aceptar o
rechazar. El consentimiento del mandatario, aceptando el encargo, interviene a posteriori.
Art. 2124 inc. 1º CC “El contrato de mandato se reputa perfecto por la aceptación del
mandatario. La aceptación puede ser expresa o tácita”.
Art. 2124 inc. 2° CC “Aceptación tácita es todo acto en ejecución del mandato”.
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Así, es menester que el mandatario ejecute actos positivos de aceptación del mandato y su
silencio no constituye aceptación.
Situación de excepción.
Se trata del caso en que el silencio del mandatario importa que acepta el encargo.
Art. 2125 inc. 1° CC “Las personas que por su profesión u oficio se encargan de negocios
ajenos, están obligadas a declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que una
persona ausente les hace; y transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como
aceptación”.
La persona ausente que hace el encargo, confía en que será aceptado por quien hace su
profesión de la gestión de negocios ajenos, y que éste adoptará las medidas encaminadas al
resguardo de sus intereses.
Art. 2125 inc. 2° CC “Aun cuando se excusen del encargo, deberán tomar las providencias
conservativas urgentes que requiera el negocio que se les encomienda”.
Se explica que el mandatario pueda unilateralmente poner fin el mandato porque, debido
a su peculiar naturaleza, según el art. 2163 N° 4 CC, el contrato termina por la renuncia del
mandatario.
El mandato solemne.
A) El mandato judicial.
Art. 6 inc. 2º CPC “Para obrar como mandatario se considerará poder suficiente: 1º el
constituido por escritura pública otorgada ante notario o ante oficial del Registro Civil a quien la ley
confiera esta facultad; 2º el que conste de un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez
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árbitro, y subscrita por todos los otorgantes; y 3º el que conste de una declaración escrita del
mandante, autorizada por el secretario del tribunal que esté conociendo de la causa”.
Art. 103 CC “El matrimonio podrá celebrarse por mandatario especialmente facultado para
este efecto. El mandato deberá otorgarse por escritura pública, e indicarse el nombre, apellido,
profesión y domicilio de los contrayentes y del mandatario”.
Art. 15 LRC “Los interesados en una inscripción podrán hacerse representar por medio de
mandatario. Se tendrá como mandatario a la persona que se presente en tal carácter, expresando
que ha recibido comisión verbal. Si al Oficial del Registro Civil mereciere dudas el encargo, podrá
exigir o la comprobación del pode3r o la comparecencia de las personas a que se refieren los
artículos 29 y 45. El poder para contraer matrimonio deberá otorgarse en la forma señalada por el
artículo 103 del Código Civil”.
Art. 1754 incs. 1º y 2º CC “No se podrán enajenar ni gravar los bienes raíces de la mujer,
sino con su voluntad.
La voluntad de la mujer deberá ser específica y otorgada por escritura pública, o
interviniendo expresa y directamente de cualquier modo en el acto. Podrá prestarse, en todo caso,
por medio de mandato especial que conste de escritura pública”.
La solemnidad consiste en que la voluntad de la mujer debe otorgarse por escritura
pública.
Razones.
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Crítica.
Críticas.
ii) Art. 2123 CC “El encargo que es objeto del mandato puede hacerse por escritura pública o
privada, por cartas, verbalmente o de cualquier otro modo inteligible, y aun por la aquiescencia
tácita de una persona a la gestión de sus negocios por otra; pero no se admitirá en juicio la prueba
testimonial sino en conformidad a las reglas generales, ni la escritura privada cuando las leyes
requieran un instrumento público”.
En cuanto a la prueba testimonial, alude a las limitaciones de los arts. 1708, 1709 y 1710
CC.
La disposición establece que es de rigor la forma pública cuando la ley exige que el
mandato conste de esta manera.
Luego, hace falta un texto legal expreso que disponga que el mandato se constituya por
escritura pública.
Se altera el sentido de la norma cuando se le hace decir que se requiere de forma pública
cuando la ley no lo requiere para el mandato, sino para el acto encomendado.
B) Art. 2117 inc. 2° CC “La remuneración (llamada honorario) es determinada por convención
de las partes, antes o después del contrato, por la ley, la costumbre, o el juez”.
3° Es un contrato bilateral.
3) Además, el mandante puede resultar obligado por circunstancias posteriores, con motivo
de la ejecución del contrato, por ejemplo, a reembolsar al mandatario los anticipos que haya hecho
y los perjuicios que haya sufrido, sin culpa, por causa del mandato.
Mandato y representación.
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El encargo que constituye el objeto del mandato, debe consistir en la ejecución de actos
jurídicos.
Se comprueba esto, si se examinan las facultades que el mandato confiere naturalmente al
mandatario:
A) Pagar las deudas y cobrar los créditos del mandante.
B) Intentar acciones posesorias.
C) Interrumpir las prescripciones.
D) Contratar las reparaciones de las cosas que administran.
E) Comprar los materiales necesarios para el cultivo o beneficio de tierras, minas o fábricas
que se le hayan confiado.
Servicios profesionales.
Art. 2118 CC “Los servicios de las profesiones y carreras que suponen largos estudios, o a
que está unida la facultad de representar y obligar a otra persona respecto de terceros, se sujetan
a las reglas del mandato”
La ley no ha calificado la naturaleza de estos servicios; sólo ha dispuesto que se sujetan a
las reglas del mandato.
A tales servicios serán igualmente aplicables, en su caso, las normas del arrendamiento de
servicios o del contrato de trabajo.
En principio, todos los actos jurídicos pueden ser ejecutados por medio de mandatarios.
Esta regla tiene muy contadas excepciones; la más calificada la constituye el testamento.
Art. 1004 CC “La facultad de testar es indelegable”.
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La regla se justifica porque es al mandante a quien afectan las consecuencias del acto; por
lo mismo, la incapacidad del mandatario es indiferente.
En las relaciones del mandante con terceros, no tiene ninguna influencia la incapacidad del
mandatario; se obliga el mandante para con terceros y éstos se obligan para con él.
Muy diversa es la situación de las relaciones del mandatario con el mandante y terceros;
aquí influye decisivamente la incapacidad del mandatario, a menos que en la aceptación del
mandato haya intervenido la autorización del representante legal del incapaz, no serán válidas las
obligaciones del mandatario y, en definitiva, no podrá reclamársele el cumplimiento de las
obligaciones derivadas del mandante, sino en cuanto se hubiere hecho más rico.
Clases de mandato.
A) Mandato especial.
Art. 2130 inc. 1º CC “Si el mandato comprende uno o más negocios especialmente
determinados, se llama especial; (…)”.
B) Mandato general.
Art. 2130 inc. 1º CC “(...); si se da para todos los negocios del mandante, es general; y lo
será igualmente si se da para todos, con una o más excepciones determinadas”.
A) Indefinido.
Es aquél que está concebido en términos generales, sin precisar los poderes o facultades
conferidos al mandatario; por ejemplo, te confiero poder para administrar mis negocios, o para
que administres tal o cual negocio.
B) Definido.
Es aquél que está concebido en términos más o menos precisos, pudiendo definirse con
alguna exactitud las atribuciones del mandatario; por ejemplo, te otorgo un mandato para que
compres, vendas o hipoteques tales o cuales bienes o, en general, todos mis bienes.
Las leyes no designan cuáles son las facultades que comprende la cláusula de libre
administración. El art. 1629 CC faculta para novar al mandatario que tiene la libre administración
de los negocios del comitente o del negocio a que pertenece la deuda.
Luego, por generales que sean los términos del mandato, y aunque sean enfáticos y
sugieran una gran latitud de poder, no confiere al mandatario sino la facultad para ejecutar actos
de administración.
i) Materiales.
Como es efectuar las reparaciones que requiera el edificio que se administra.
ii) Jurídicos.
Como es la interposición de una querella posesoria o la interrupción de una prescripción
que corre contra el mandante.
Art. 2132 inc. 2º CC “Para todos los actos que salgan de estos límites, necesitará de poder
especial”
Pero el legislador se ha preocupado de señalar algunos casos en que el otorgamiento de un
poder especial es indispensable:
i) Para transigir.
Art. 2448 CC “Todo mandatario necesitará de poder especial para transigir”.
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ii) En un juicio.
Art. 7º inc. 2º CPC “Sin embargo, no se entenderán concedidas al procurador, sin expresa
mención, las facultades de desistirse en primera instancia de la acción deducida, aceptar la
demanda contraria, absolver posiciones, renunciar a los recursos o los términos legales, transigir,
comprometer, otorgar a los árbitros facultades de arbitradores, aprobar convenios y percibir”.
ii) Art. 2142 CC “El poder especial para vender comprende la facultad de recibir el precio”.
En relación al art. 2142 CC, la ley no establece que se requiera un poder especial para
vender; la facultad de vender depende de que las cosas vendidas quepan o sean extrañas al giro
ordinario del negocio administrado.
A) Cumplir el mandato.
Art. 2131 CC “El mandatario se ceñirá rigorosamente a los términos del mandato, fuera de
los casos en que las leyes le autoricen para obrar de otro modo”.
El mandatario debe conformarse a los términos en que le fue conferido el mandato.
Para que se entienda que el mandatario se ciñe a las instrucciones del mandante, debe
emplear los medios que el mandante ha querido que se empleen para lograr los fines del mandato.
Art. 2134 inc. 1º CC “La recta ejecución del mandato comprende no sólo la substancia del
negocio encomendado, sino los medios por los cuales el mandante ha querido que se lleve a cabo”.
Consecuencia de esto.
Art. 2160 inc. 1º CC “El mandante cumplirá las obligaciones que a su nombre ha contraído
el mandatario dentro de los límites del mandato”.
Excepciones.
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La ley suele autorizar al mandatario para que no se ciña estrictamente a los términos del
mandato porque las instrucciones recibidas resultan impracticables, o bien, porque de su rigurosa
aplicación, se puede seguir un daño al mandante.
Así tenemos:
i) Art. 2149 CC “El mandatario debe abstenerse de cumplir el mandato cuya ejecución sería
manifiestamente perniciosa al mandante”.
Luego, el mandatario no puede, a pretexto de ceñirse estrictamente a los términos del
mandato, cumplir un encargo manifiestamente perjudicial para su comitente.
ii) Art. 2150 inc. 1° CC “El mandatario que se halle en la imposibilidad de obrar con arreglo a
sus instrucciones, no es obligado a constituirse agente oficioso; le basta tomar las providencias
conservativas que las circunstancias exijan”.
Es decir, la imposibilidad de obrar según las instrucciones recibidas, permite al mandatario
excusarse de cumplir el encargo, con tal que adopte las medidas de conservación necesarias para
que no sufran menos cabo los intereses del mandante.
Art. 2150 inc. 2° CC “Pero si no fuere posible dejar de obrar sin comprometer gravemente
al mandante, el mandatario tomará el partido que más se acerque a sus instrucciones y que más
convenga al negocio”.
En tal caso, no le bastará con adoptar providencias conservativas; deberá el mandatario
cumplir el encargo.
Art. 2150 inc. 3° CC “Compete al mandatario probar la fuerza mayor o caso fortuito que le
imposibilite de llevar a efecto las órdenes del mandante”.
iii) La recta ejecución del mandato comprende los medios por los que el mandante ha querido
que se lleve a cabo. Pero tales medios pueden resultar inadecuados y, en tal caso, el mandatario
podrá apartarse de sus instrucciones al respecto.
Art. 2134 inc. 2º CC “Se podrán, sin embargo, emplear medios equivalentes, si la necesidad
obligare a ellos y se obtuviere completamente de ese modo el objeto del mandato”.
iv) Art. 2148 CC “Las facultades concedidas al mandatario se interpretarán con alguna más
latitud, cuando no está en situación de poder consultar al mandante”.
Se dice que ésta es una regla justa.
3) Pluralidad de mandatarios.
Aquí se plantea la cuestión de averiguar en qué términos se divide entre ellos la gestión del
mandato.
Art. 2127 CC “Si se constituyen dos o más mandatarios, y el mandante no ha dividido la
gestión, podrán dividirla entre sí los mandatarios; pero si se les ha prohibido obrar separadamente,
lo que hicieren de este modo será nulo”.
Luego, tenemos:
Comentario.
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El art. 2127 CC dice que si se les ha prohibido obrar separadamente, lo que hicieren de
este modo será nulo, pero pareciera ser que aquí no hay un vicio de nulidad, por lo que esos actos
serían inoponibles al mandante.
A) Art. 2144 CC “No podrá el mandatario por sí ni por interpuesta persona, comprar las cosas
que el mandante le ha ordenado vender, ni vender de lo cuyo al mandante lo que éste le ha
ordenado comprar, si no fuere con aprobación expresa del mandante”.
El legislador teme que el mandatario sacrifique el interés del mandante, en aras de su
propio interés, por lo que ha establecido esta prohibición de comprar y vender.
La prohibición no es absoluta; la compra o la venga son viables con la aprobación del
mandante.
B) Art. 2145 CC “Encargado de tomar dinero prestado, podrá prestarlo él mismo al interés
designado por el mandante, o a falta de esta designación, al interés corriente; pero facultado para
colocar dinero a interés, no podrá tomarlo prestado para sí sin aprobación del mandante”.
C) Art. 2146 CC “No podrá el mandatario colocar a interés dineros del mandante, sin su
expresa autorización.
Colocándolos a mayor interés que el designado por el mandante, deberá abonárselo
íntegramente, salvo que se le haya autorizado para apropiarse el exceso”.
En cambio, el art. 406 CC obliga al tutor o curador a prestar el dinero ocioso del pupilo.
D) Art. 2147 CC “En general, podrá el mandatario aprovecharse de las circunstancias para
realizar su encargo con mayor beneficio o menor gravamen que los designados por el mandante,
con tal que bajo otros respectos no se aparte de los términos del mandato. Se le prohíbe
apropiarse lo que exceda al beneficio o minore el gravamen designado en el mandato”..
Sin embargo, hay circunstancias del mandato que influyen para agravar o atenuar la
responsabilidad del mandatario.
Art. 2129 incs. 2º y 3º CC “Esta responsabilidad recae más estrictamente sobre el
mandatario remunerado.
Por el contrario, si el mandatario ha manifestado repugnancia al encargo, y se ha visto en
cierto modo forzado a aceptarlo, cediendo a las instancias del mandante, será menos estricta la
responsabilidad que sobre él recaiga”.
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¿Puede el mandatario confiar a otra persona la ejecución del encargo, esto es, delegar el
mandato?
La delegación está permitida, salvo que el mandante prohíba al mandatario delegar; pero
las consecuencias de la delegación son sustancialmente diversas, según que el mandante no la
haya prohibido, o bien, la haya autorizado de un modo expreso.
El mandatario judicial puede delegar, a menos que se le haya prohibido hacerlo, y los actos
del delegado obligan al mandante.
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Art. 7º inc. 1º CPC “(…). Podrá, asimismo, el procurador delegar el poder obligando al
mandante, a menos que se le haya negado esta facultad”.
B) Rendir cuenta.
1) Rendición de cuenta.
2) El mandatario debe restituir al mandante cuanto hubiere recibido por él, en el desempeño
del mandato.
3) Suerte de las especies metálicas que el mandatario tiene por cuenta del mandante.
El mandatario debe restituir al mandante las especies metálicas que tuviere en su poder,
por cuenta de éste.
Art. 2153 CC “Las especies metálicas que el mandatario tiene en su poder por cuenta del
mandante, perecen para el mandatario aun por fuerza mayor o caso fortuito, salvo que estén
contenidas en cajas o sacos cerrados y sellados sobre los cuales recaiga el accidente o fuerza, o que
por otros medios inequívocos pueda probarse incontestablemente la identidad”.
El mandatario es, en verdad, depositario del dinero del mandante; por tratarse de un
depósito irregular, a menos que se encuentren en sacos o cajas cerradas y selladas, se hace dueño
de este dinero, con cargo de restituir otro tanto.
Art. 2221 CC “En el depósito de dinero, si no es en arca cerrada cuya llave tiene el
depositante, o con otras precauciones que hagan imposible tomarlo sin fractura, se presumirá que
se permite emplearlo, y el depositario será obligado a restituir otro tanto en la misma moneda”.
La fuerza mayor o caso fortuito no extinguen esta obligación de género o, en otros
términos, las cosas perecen para el mandatario.
El mandatario debe intereses sobre el dinero del mandante que haya empleado en su
propio beneficio y sobre el saldo que en su contra arroje la cuenta.
Art. 2156 CC “Debe al mandante los intereses corrientes de dineros de éste que haya
empleado en utilidad propia.
Debe asimismo los intereses del saldo que de las cuentas resulte en contra suya, desde que
haya sido constituido en mora”.
Los intereses serán en este caso serán los del art. 1559 CC. Prácticamente serán los
intereses legales.
De este modo, por el dinero del mandante que el mandatario empleó en su beneficio,
debe éste intereses corrientes y, por el saldo de sus cuentas, debe generalmente intereses legales.
Art. 19 Ley 18.010 “Se aplicará el interés corriente en todos los casos en que las leyes u
otras disposiciones se refieran al interés legal o al máximo bancario”.
Art. 2160 inc. 1º “El mandante cumplirá las obligaciones que a su nombre ha contraído el
mandatario dentro de los límites del mandato”.
Requisitos.
i) Ratificación expresa.
Es la que se formula en términos formales, explícitos y directos.
Art. 2122 CC “El mandatario que ejecuta de buena fe un mandato nulo o que por una
necesidad imperiosa sale de los límites de su mandato, se convierte en un agente oficioso”.
En este caso, la buena fe ha de consistir en la ignorancia, por parte del mandatario, de que
el mandato es nulo.
Ejecución parcial del mandato.
C) Indemnizar al mandatario de los gastos y perjuicio en que haya incurrido por causa del
mandato.
Luego, el mandante debe pagar la remuneración acordada, antes o después del contrato, a
falta de estipulación, la remuneración será la casual, esto es, la que se acostumbra pagar por la
clase de servicios de que se trate.
En caso de desacuerdo de las partes, la remuneración será fijada por el juez.
Art. 2158 inc. 2º CC “No podrá el mandante dispensarse de cumplir estas obligaciones,
alegando que el negocio encomendado al mandatario no ha tenido buen éxito, o que pudo
desempeñarse a menos costo; salvo que le pruebe culpa”.
Art. 2159 CC “El mandante que no cumple por su parte aquello a que es obligado, autoriza
al mandatario para desistir de su encargo”.
Art. 2162 CC “Podrá el mandatario retener los efectos que se le hayan entregado por
cuenta del mandante para la seguridad de las prestaciones a que éste fuere obligado por su parte”.
Es decir, para garantizar al mandatario sus créditos por concepto de gastos, anticipos,
pérdidas y honorarios.
El mandato es un contrato de confianza y, por regla general, cede en beneficio exclusivo del
mandante.
Ambas circunstancias justifican que el mandante pueda ponerle fin unilateralmente, lo que
es una facultad discrecional.
El mandante tiene esta facultad, aunque el mandato sea remunerado. La estipulación de
honorario no importa que el mandante ceda, a lo menos en parte, a favor del mandatario. Por otro
lado, el art. 2165 CC no distingue entre mandato gratuito y remunerado.
Art. 2165 CC “El mandante puede revocar el mandato a su arbitrio, y la revocación, expresa
o tácita, produce su efecto desde el día que el mandatario ha tenido conocimiento de ella; sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 2173”.
A) Formas. Art. 2164 inc. 1º CC “La revocación del mandante puede ser expresa o tácita. (…)”.
1) Expresa
Es la concebida en términos formales, explícitos y directos.
2) Tácita.
Art. 2164 inc. 1° CC “(...). La tácita es el encargo del mismo negocio a distinta persona”.
3) Total.
Es aquélla que se refiere a todos los negocios confiados al mandatario.
4) Parcial.
Es aquélla que se refiere sólo a una parte de los negocios confiados al mandatario.
Art. 2164 inc. 2° CC “Si el primer mandato es general y el segundo especial, subsiste el
primer mandato para los negocios no comprendidos en el segundo”.
Luego, importa revocación del primero sólo en aquello sobre que versa el segundo.
Art. 2165 CC “El mandante puede revocar el mandato a su arbitrio, y la revocación, expresa
o tácita, produce su efecto desde el día que el mandatario ha tenido conocimiento de ella; sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 2173”.
Art. 2166 CC “El mandante que revoca tendrá derecho para exigir del mandatario la
restitución de los instrumentos que haya puesto en sus manos para la ejecución del mandato; pero
de las piezas que pueden servir al mandatario para justificar sus actos, deberá darle copia firmada
de su mano si el mandatario lo exigiere”.
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Observaciones.
i) Art. 2169 CC “No se extingue por la muerte del mandante el mandato destinado a
ejecutarse después de ella. Los herederos suceden en este caso en los derechos y obligaciones del
mandante”.
ii) Art. 396 COT “No termina por la muerte del mandante el mandato para negocios
judiciales”.
C) Pese a que el mandato termina siempre con la muerte del mandatario, y que sus
obligaciones no pasan a sus herederos, la ley ha adoptado medidas para proveer a que los
intereses del mandante no queden abandonados:
i) Art. 2168 CC “Sabida la muerte del mandante, cesará el mandatario en sus funciones; pero
si de suspenderlas se sigue perjuicio a los herederos del mandante, será obligado a finalizar la
gestión principiada”.
ii) Art. 2170 CC “Los herederos del mandatario que fueren hábiles para la administración de
sus bienes, darán aviso inmediato de su fallecimiento al mandante, y harán en favor de éste lo que
puedan y las circunstancias exijan; la omisión de este respecto los hará responsables de los
perjuicios.
A igual responsabilidad estarán sujetos los albaceas, los tutores y curadores y todos
aquellos que sucedan en la administración de los bienes del mandatario que ha fallecido o se ha
hecho incapaz”.
La insolvencia, y con mayor motivo su quiebra, pone fin al mandato, lo que se justifica
porque no merece confianza como gestor de negocios ajenos, quien no ha sido capaz de gestionar
los propios.
Si el mandatario no puede administrar sus propios bienes, tampoco podrá administrar los
ajenos.
Hay que tener presente la excepción que establece el art. 2128 CC, cuando el mandatario
es un menor adulto.
Art. 2172 CC “Si son dos o más los mandatarios y por la constitución del mandato está
obligados a obrar conjuntamente, la falta de uno de ellos por cualquiera de las causas antedichas
pondrá fin al mandato”.
El mandato termina por la falta de uno de los mandatarios, cuando estos son varios y
deben actuar de consuno.
Excepciones.