Puntualidad, acción de llegar a tiempo o estar donde se debe estar en el

momento en que se debe estarlo; la puntualidad tiene un valor diferente

dependiendo de la cultura en donde se aplique, además del contexto, dado

que, para diferentes situaciones, el valor de esta varia, por ejemplo:

Llegar a una entrevista de trabajo, o a una reunión tarde tiene mucho más

impacto negativo que llegar tarde a una reunión con tus amigos en un bar. La

puntualidad enaltece el comportamiento de las personas puesto que va de la

mano con el respeto por el tiempo de los demás así como la disciplina, una

persona disciplinada suele organizar y distribuir su tiempo adecuadamente para

lograr completar sus tareas en el tiempo justo. Existen normas básicas del

comportamiento para las situaciones y la puntualidad hace parte de estas, dado

que demuestra en cierto sentido que se toma en consideración el tiempo

dedicado para cumplir con lo pactado, ya sea, una cita de negocios, una

entrevista de trabajo o bien, una salida con la familia.

La impuntualidad es la falta de organización para enfocarse en las labores del

día y terminarlas en el tiempo justo, es decir, es un mal hábito que se adquiere

y que perjudica la imagen de la persona, que discierne en una diferencia de

criterios, dado que lo que para unos puede ser prioridad, para otros es solo una

situación más del día. Hay ocasiones en las que por causas externas la

persona no está a tiempo en el lugar pactado, a esto se le llama como

imprevisto y en la mayoría de las ocasiones pueden evitarse.

Hay buenos consejos para ser puntual.

1- Organiza.
La organización es fundamental puesto que garantiza que se le dedicará el

tiempo justo a las actividades del día, además permite prevenir imprevistos

al prever soluciones con antelación.

2- No te comprometas.

Organizar permite establecer un catálogo del día, es decir, que si ya

adquiriste un compromiso para la 8 de la noche, no te comprometas con

alguien a las 7:45.

3- Revisa el reloj.

Mantener un buen sentido del tiempo es primordial, porque con esto estás

al tanto del tiempo que has utilizado para las labores del día, determinando

cuánto tiempo te queda libre para x o y acción.

Ejemplos de puntualidad.

1- Realizar y entregar los talleres y trabajos antes de la fecha prevista.

2- Llegar antes de la hora de entrada a laborar en la empresa.

3- Pagar el salario a los empleados en la fecha correspondiente.

4- Llegar a una cita laboral, médica o amorosa antes de lo pactado.

Ejemplos de impuntualidad.

1- Comprar una entrada a cine sobre el tiempo o después de haber

comenzado la película.

2- Llegar tarde a una cita de negocios con un cliente.

3- Realizar la entrega de pedidos después de una hora o fecha acordada

sin previa justificación.